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«Hoy la literatura nacional no quiere decir gran cosa; se acerca la época de la literatura universal, y todos debemos contribuir a apresurar su adve- nimiento», afirmaba Goethe en 1827. En la posteridad es tentador comen- tar que él tenía la razón —pero se estaría terriblemente equivocado. Por una parte, la idea de una «literatura mundial» tiene su paralelo en las teo- rías políticas más o menos contemporáneas de su compatriota Emmanuel Kant sobre una «condición de ciudadano del mundo» y sobre los «dere- chos del ciudadano del mundo». 1 Doscientos años más tarde, Jürgen Habermas escribe: Kant no podía prever la idea de la nación. 2 Lo mismo se podría decir de Goethe y su vaticinio. Lo que ocurrió después de que él lanzara su idea de una literatura mundial, fue el gran florecimiento de las literaturas nacionales como parte de una política de identidad nacional en la mayor parte de Europa. El concepto de literatura como lo conocemos hoy y la literatura como especialidad nacieron en esa época y en gran escala como parte del mismo proyecto. Sin embargo, paralelamente al Literatura nacional y literatura mundial * Per Thomas Andersen Denken Pensée Thought Mysl..., Criterios, La Habana, n° 65, 1° julio 2014 1 Immanuel Kant, Zum ewigen Frieden, 1795, e Idee zu einer allgemeinen Ge- schichte in weltbürgerlich Absicht, 1784. Véase Kant 2002. 2 Habermas 2005, p. 155. * «Nasjonallitteratur og verdenslitteratur», capítulo 2 de «Hvor burde jeg da vaere?» Kosmopolitisme og postnasjonalisme i nyere litteratur, Universitets- forlaget, Oslo, 2013, pp. 55-76.

Andersen, Thomas. Literatura Nacional y Literatura Mundial

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Andersen, Thomas. Literatura Nacional y Literatura Mundial

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  • Hoy la literatura nacional no quiere decir gran cosa; se acerca la pocade la literatura universal, y todos debemos contribuir a apresurar su adve-nimiento, afirmaba Goethe en 1827. En la posteridad es tentador comen-tar que l tena la razn pero se estara terriblemente equivocado. Poruna parte, la idea de una literatura mundial tiene su paralelo en las teo-ras polticas ms o menos contemporneas de su compatriota EmmanuelKant sobre una condicin de ciudadano del mundo y sobre los dere-chos del ciudadano del mundo.1 Doscientos aos ms tarde, JrgenHabermas escribe: Kant no poda prever la idea de la nacin.2 Lo mismose podra decir de Goethe y su vaticinio. Lo que ocurri despus de que llanzara su idea de una literatura mundial, fue el gran florecimiento de lasliteraturas nacionales como parte de una poltica de identidad nacional enla mayor parte de Europa. El concepto de literatura como lo conocemoshoy y la literatura como especialidad nacieron en esa poca y en granescala como parte del mismo proyecto. Sin embargo, paralelamente al

    Literatura nacional y literatura mundial*

    Per Thomas Andersen

    Denken Pense Thought Mysl..., Criterios, La Habana, n 65, 1 julio 2014

    1 Immanuel Kant, Zum ewigen Frieden, 1795, e Idee zu einer allgemeinen Ge-schichte in weltbrgerlich Absicht, 1784. Vase Kant 2002.

    2 Habermas 2005, p. 155.* Nasjonallitteratur og verdenslitteratur, captulo 2 de Hvor burde jeg da

    vaere? Kosmopolitisme og postnasjonalisme i nyere litteratur, Universitets-forlaget, Oslo, 2013, pp. 55-76.

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    desarrollo literario-nacional, existieron tambin ideas sobre las perspecti-vas cosmopolitas. En el artculo Literatura mundial de Georg Brandes,de 1899, se hace referencia especficamente al concepto de Weltlitera-tur de Goethe y su idea de la ciudadana del mundo, y sobre ese fondo sediscute el desarrollo de las literaturas nacionales:

    Cuando Goethe cre la expresin literatura mundial,* el huma-nismo y el espritu de ciudadano del mundo eran ideas todavageneralmente aclamadas. En las ltimas dcadas del siglo XIX,un sentimiento nacional cada vez ms fuerte y enardecido las hahecho retroceder. En nuestros das las literaturas se vuelven cadavez ms nacionales.3

    Una de las figuras paternas de la especialidad de la comparative literature,Erich Auerbach, era internacionalista en el preciso sentido de que l creaque la literatura poda contribuir a aumentar el entendimiento entre lospueblos y las naciones. Trabaj bajo la sombra de la Segunda GuerraMundial. No quera ser un constructor de nacin en su visin de la litera-tura, pero tambin l pensaba que la literatura poda ser usada para cons-truir comunidades de valores.

    La especialidad de literaturaEl concepto de literatura y los estudios literarios han cambiado esencial-mente en el curso del tiempo. Los antecedentes de la especialidad deliteratura de nuestro tiempo fueron ante todo la potica, la retrica y lahermenutica. Pero ninguna de esas disciplinas concuerda completamen-te con el concepto moderno de literatura. Ni el objeto ni el fin de losestudios eran los mismos. El concepto mismo de literatura y de lettersfuncion hasta muy entrado el siglo XVIII como una denominacin gene-ral para el aprendizaje, para una literacy cultural que abarcaba la capa-cidad de leer y escribir, el conocimiento de griego y latn, y la erudicinliteraria en general. Alrededor de 1750 un concepto de literatura ms mo-derno comenz a hallar cabida dentro de la esttica filosfica. En sta se

    * N. del T.: En el original dans, en vez de la expresin, dice la palabra, dadoque literatura mundial traduce con dos palabras lo que, tanto en dans comoen alemn, es una sola: Verdensliteratur y Weltliteratur, respectivamente.

    3 Georg Brandes, Verdensliteratur, Tanker om Liv og Kunst, 1899, en SamledeSkrifter, tomo 12, p. 28.

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    estableci la categora de fine arts, y entre ellas pasaron a estar la poesay la historia. El estudio de la literatura en todo caso, en una especie devariante pudo, pues, hallar un lugar como parte de la esttica filosfica.Sin embargo, se le puso una eficaz traba con la Kritik der Urteilskraft[Crtica del juicio] de Kant, segn Stefan Hoesel-Uhlig.4 La erudicin y lainvestigacin no podan tener lugar alguno en la experiencia esttica. stadeba ser ohne Interesse [desinteresada]. La literatura y la ciencialiteraria en el sentido moderno fueron excluidas de la esttica.5

    Fue la historiografa literaria la que hizo de la literatura un xito comoespecialidad y ciencia. Constituy un nuevo objeto histrico, un archivosemntico lingstico, una cultura lingstica que poda ser usada para or-ganizar la informacin escrita sobre el pasado. La idea conductora eraque la obra literaria en esta acepcin cobraba formas diferentes en dife-rentes pocas y en diversas culturas. Partiendo de ese material se podadescribir la peculiaridad de una cultura, un pueblo, una nacin, y determi-nar qu estadio evolutivo haba alcanzado.

    A partir de ah slo faltaban dos procesos capitales antes de que setuviera en su sitio un concepto moderno de literatura, y se le hubiera dadoa la literatura una posicin en la esfera pblica y como especialidad: enprimer lugar, el desarrollo desde la idea de la obra escrita como un archi-vo sobre el pasado hasta la construccin de un canon selectivo, repre-sentativo, y, en segundo lugar, la segregacin de los textos de ficcin y dela poesa como gneros privilegiados del resto de la cultura escrita. Elnacionalismo y el mito romntico del artista fueron factores importantesen esos procesos.

    De esa historia de la especialidad se pueden extraer cuatro elementosabstractos que pueden dar algunos puntos de referencia de lento movi-miento en una constelacin terica. En primer lugar, existe una idea de laliteratura mundial que representa una visin perspicaz y una comprensina travs de culturas y fronteras versus una literatura nacional que haentrado en la autocomprensin cultural y el proyecto formador de identi-dad de las naciones. En segundo lugar, la especialidad de literatura tieneun pasado ambiguo con una ubicacin interrumpida de la literatura como

    4 Stefan Hoesel-Uhlig, Changing Fields: The Directions of Goethes Weltlitera-tur, en: Christopher Prendergast, ed., Debating World Literature, Verso, Lon-dres y Nueva York, 2004, p. 45.

    5 Hoesel-Uhlig 2004, p. 41 y ss.

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    parte de la esttica, de un lado, y, del otro, una tradicin de historia literariaque le ha dado a la obra literaria una posicin privilegiada en el estudio dela peculiaridad y desarrollo de los pueblos, naciones, culturas y pocasculturales. La literatura mundial y la literatura nacional, y el estudio de laesttica y el estudio de la cultura: ninguno de esos elementos son contra-rios. Actan juntos y al mismo tiempo, pero forman un continuum dentrodel cual la especialidad se mueve tericamente, metdicamente y conrelacin al material.

    La historia de la especialidad desde 1960 en adelante representa undesarrollo que se aleja de un fuerte predominio histricoliterario y nacio-nal, en direccin a una priorizacin esttica de las obras como arte aut-nomo, lo que William Wimsatt llam verbal icons. Desde el punto devista del mtodo, esta orientacin textual esttica concuerda con la closereading,* con la nueva crtica, el estructuralismo y el postestructuralismo.Al mismo tiempo, las especialidades de literaturas nacionales mantuvieronsu tradicin nacional ante todo, debido a la lengua en que escriban y almercado al que se dirigan en primer trmino. Pero, aparte del hecho lin-gstico, se puede decir que, cuanto ms autnomamente se lee unaobra literaria, cuanto menos representacin cultural se espera que mues-tre, tanto ms difcil se hace extraer sentido de una vinculacin nacional.La situacin hoy est relativamente abierta. Las tradiciones de las litera-turas nacionales estn cambiando en consonancia con el hecho de que elconcepto mismo de nacin y la posicin poltica de las naciones estncambiando. En nuestra parte del mundo la poltica de identidad ha entradoen una nueva fase. La comunidad que se construir en los estados debienestar europeos tardomodernos es una comunidad comunicante paraun estado policultural, no un estado nacional monocultural tradicional.

    La literatura mundial como tradicin no representa una alternativasuficiente en esta situacin. La especialidad de la comparative literaturetiene con su concepto de mundo problemas igual de grandes que los quetienen las tradiciones de literatura nacional con su concepto de nacin.Esto se debe, entre otras cosas, a que ya no es posible mantener la tradi-cin fuertemente eurocntrica a la que la idea de una literatura mundial

    * N. del T. Close reading: (ingl., literalmente: lectura de cerca) la interpreta-cin cuidadosa, sostenida, de un breve pasaje de un texto, es decir, unalectura que coloca al texto, sus detalles, matices de significado y efectos delenguaje en el centro del inters.

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    estaba ligada en su punto de partida. Sin el eurocentrismo el concepto deliteratura mundial se enfrenta con grandes desafos. Sobre todo la poten-cial multitud de textos y los desafos lingsticos representan obstculoscasi insuperables. Los contextos culturales complican la imagen adicional-mente. Como escribe David Damrosch en el libro How to Read WorldLiterature (2009): Puede tomar muchos aos desarrollar una familiari-dad ntima incluso con una sola cultura; cmo hemos de tratar entoncescon la multitud de las culturas literarias del mundo?6 En otras palabras:tanto las tradiciones literarias nacionales como la tradicin de la literaturamundial tienen diferentes desafos, pero tanto las unas como la otra debencambiar y estn cambiando.

    Tradiciones nacionalesEn 2007, Nicolas Sarkozy fue elegido presidente de Francia. l se hahecho clebre por su actitud anticultural. Entre otras cosas, combati elmodo en que los funcionarios pblicos eran elegidos para los cargos en laburocracia. A saber, se pona nfasis en poner a prueba la cultura generalde los solicitantes, se utilizaban preguntas comunes entre otras, sobreclsicos literarios. Sarkozy declar que un sdico o un estpido esco-jan ustedes mismos haba puesto en el programa que a los candidatos seles deban hacer preguntas sobre La Princesa de Clves [novela deMadame de La Fayette, publicada en 1678].7 Sarkozy puede figurar comoejemplo de la actitud de los polticos conservadores y liberales hacia laalta cultura. Slo a un sdico o un estpido puede ocurrrsele molestar ala gente con clsicos literarios. El jefe de la nacin percibe esa clase decosas como no pertinentes. En Dinamarca la situacin es distinta. Aquexiste una estrecha conexin entre poltica conservadora y el cultivo de uncanon tradicional. Desde el gobierno se implant un robusto canon litera-rio para la instruccin pblica en 2004, y un canon cultural correspondien-te en 2006. El canon literario deba salvaguardar la identidad nacionaldanesa, y mantenerse en pie como un baluarte contra el radicalismo cultu-

    6 David Damrosch, How to Read World Literature, Wiley Blackwell, Oxford,2009, p. 1.

    7 Vase Anders Toftgaard, Har De laest Fyrstinden af Clves? en: ErikSvendsen y Marie-Louise Svane, ed., Litteraere livliner. Kanon klassiker litteraturbrug, Gyldendal, Copenhague, 2011, p. 183 y ss.

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    ral domstico y el islamismo inmigrante. El ministro de cultura BrianMikkelsen les explic en 2005 a sus partidarios del Partido Popular Con-servador por qu eran necesarios tales cnones en la lucha cultural:

    Una de las ms importantes batallas que se ha de librar es larelativa a la confrontacin que vivimos cuando inmigrantes depases musulmanes se niegan a reconocer la cultura danesa y lasnormas europeas. En medio de nuestro pas de nuestro propiopas se est desarrollando una sociedad paralela en la que unasminoras practican sus normas medievales y su modo de pensarno democrtico. No podemos aceptar eso. Es aqu donde tene-mos un nuevo frente de la lucha cultural.8

    En Dinamarca hay restos de un paisaje poltico de derecha culturalmenteconservador; en Francia es el populismo de derecha el que reina. Si eresconservador, ests por el canon; si eres an ms conservador, ests contra.

    El punto de vista del radicalismo cultural ha sido, la mayora de lasveces, que uno debe ser crtico del canon. Esto presupone que el canonrepresenta la cultura burguesa, y que la postura vlida es tratarlacrticamente. Con la mayor frecuencia el tema de la crtica es que elcanon tradicional est necesitado de un ajuste con arreglo a la clase, elsexo y el gnero. La actitud es confirmadora del canon en el sentido deque supone la existencia del mismo, y con el tiempo tiene menos sentidoen el contexto escolar. Pocos alumnos se encuentran hoy con un canonburgus intacto hacia el cual ellos puedan aprender a volverse crticos.Un hecho comn a los pases occidentales es que la literatura ha tenidotradicionalmente una posicin relativamente central en el sistema esco-lar y educativo, pero que esa posicin se ha vuelto dbil en los aosposteriores. En Francia el proceso es particularmente claro, sobre todoporque la literatura se ha mantenido en pie con ms fuerza all que enmuchos otros lugares.

    Habiendo sido una vez la orientacin dominante de los estudios,la tendencia especficamente literaria est hoy en peligro de ex-tincin. En 1968 el 50% de los alumnos de enseanza secundariaescogi una orientacin literaria, en 1989 fue el 25% y en 2005 el18%.9

    8 Aqu citado segn Lasse Horne Kjaeldgaard, Vredens skole. Kanondagsor-denens konsekvenser for danskfaget en: Svendsen y Svane 2011, p. 63.

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    En 2008 fue el 11%. 10En los EUA muchos creen que la literatura est saliendo por completo

    del sistema educativo. Harold Bloom opin en su clebre libro The WesternCanon (1994) que la literatura no tendr lugar alguno en el sistema esco-lar futuro. Eso no es en realidad sorprendente cuando uno, como Bloom,no ve en la literatura ninguna otra funcin que la vivenciacin estticaindividual de la obra de arte autnoma. El libro de Bloom ha inspiradodiscusiones sobre el canon literario en varios pases. Pero se deriv deuna situacin que creo que en los aos 90 era especialmente clara en losEUA, a saber: el movimiento desde los estudios literarios hacia los cultu-ral studies en las universidades. Este proceso no slo puso bajo presin alcanon literario tradicional, sino que condujo tambin a que muchos espe-cialistas sintieran que la propia literatura estaba amenazada. A Bloom leirritaba estar rodeado de profesores que se interesaban por el hip hop envez de por Shakespeare, pero constat que la literatura haba perdido laguerra. Que la discusin del canon de Bloom pudiera ser trasladada aestados nacionales pequeos, relativamente homogneos, como Dinamarcay Noruega, fue en realidad asombroso. Los EUA nunca han sido un esta-do nacional monocultural con un canon literario basado en el consenso. Larebelin contra la enseanza tradicional de la literatura era tambin unarebelin contra la hegemona de los hombres blancos muertos a costade otras culturas parciales de los EUA. La situacin no era directamentetransferible a las condiciones domsticas. El debate del canon en Dina-marca no tuvo su punto de partida en profesores enfadados con colegasde los cubculos vecinos, sino en el miedo de ciertos polticos de que lapureza de la danesidad se viera amenazada. En Noruega la situacin, unavez ms, es distinta. Aqu la presin ms acusada contra el canon literarioviene de la unin de autores de literatura especializada, la NFF, y susactivistas, que quieren que haya ms prosa de no-ficcin [sakprosa]*en la escuela.11

    9 Vase Toftgaard en: Svendsen y Svane 2011, p. 192.10 Svendsen y Svane 2011, p. 192.* N. del T.: En noruego, sakprosa: prosa que pone nfasis en el contenido (y no

    en la forma), textos que el receptor tiene motivos para entender como enun-ciados directos sobre la realidad.

    11 Vase la discusin en el artculo de Frode Helland en: Arne Johannes Aasen ySture Nome, eds., Det nye norskfaget, Fakbokforlaget, Oslo, 2005.

  • Literatura nacional y literatura mundial 1143

    Las mayores perspectivas para los cambios en las tradiciones litera-rias de lengua nacional las hallamos, creo yo, en la literatura de lenguainglesa. En ella penetraron de lleno los planteamientos de los problemaspostcoloniales. En la literatura de lengua inglesa reciente se habla de uncambio de literatura inglesa a literatura en ingls.12 En la gran nuevahistoria literaria que Oxford University Press comenz a publicar en 2002,el tratamiento de la literatura reciente es dividido en dos tomos paralelos:un tomo sobre la tradicin nacional 1960-2000: The Last of Englandy un tomo sobre la literatura postcolonial 1948-2000: The Internatio-nalization of English Literature. Berthold Schoene afirma en TheCosmopolitan Novel (2009) que en la literatura de lengua inglesa se hacreado una variante genrica completamente nueva, una novela cosmo-polita, que reemplaza a la literatura nacional. La segregacin de las dostradiciones en dos tomos diferentes es interesante, puesto que los anlo-gos planteamientos de problemas postcoloniales en la literatura de lenguafrancesa han conducido a que los autores francfonos no originarios deFrancia (por ejemplo, Alain Mabanckou) se sientan excluidos de la litera-tura francesa y hallen extraa su posicin en relacin con los autoresinmigrantes francfilos sin antecedentes de lengua francesa (por ejemplo,Milan Kundera) que sin ms son integrados en la historia de la literaturafrancesa.

    Los estados nacionales pequeos, tradicionales, como los escandina-vos, no se encuentran en una situacin anloga. La tradicin literaria na-cional es todava mucho ms homognea que la de lengua inglesa y la delengua francesa, independientemente de si tiene un canon escolar robusto(Dinamarca) o si no lo tiene (Noruega y Suecia). Sin embargo, la interna-cionalizacin o los encuentros de culturas hallan lugar en la literatura dediferentes modos: en primer lugar, de la manera tradicional a travs de laafluencia de literatura de otras culturas en forma de traducciones; en se-gundo lugar, a travs de relatos sobre otras culturas de viajeros que hanvisitado lugares extranjeros; y en tercer lugar, a travs de la literatura deinmigrantes. Todas esas variantes existen en la literatura escandinava,pero casi no han cambiado a la literatura nacional de ningn modo funda-mental.

    12 Vase Bjarne Thorup Thomsen, Curriculum, flerkulturalitet og litteraer globa-lisering en: Svendsen y Svane 2011, p. 197 y ss.

  • 1144 Per Thomas Andersen

    En una perspectiva histrica, conviene recordar que la filosofa deGottfried Herder, que en muchos contextos figura como fundamento te-rico de las literaturas nacionales, en varios puntos estaba ms matizada yera ms moderna que la impresin que a menudo se tiene de ella. Elconcepto de espritu del pueblo no era para Herder una magnitud esencial,no se trataba de un organismo viviente, como ms tarde lo fue para algu-nos de los romnticos. Una importante base para el pensamiento de Herderfue la suposicin moderna de una dependencia recproca entre lenguaje ymundo de ideas. El conocimiento no puede ser disociado del lenguaje. Susintereses filolgicos deben ser vistos sobre esa base. Adems, Herder fueun relativista cultural y opinaba que el negro puede considerar al europeocomo una variedad rara, una cucaracha nata, con el mismo derecho que elblanco cuando lo considera una bestia Herder constat que la ima-gen original o prototipo de la humanidad no existe bajo ningn cielo, es unconcepto que es inferido de todos los ejemplares de la naturaleza huma-na. l era menos eurocntrico que muchos de los posteriores defensoresde la literatura:

    Lo que menos puede ser nuestra cultura europea es una metapara la bondad y el valor humanos universales. () La culturaeuropea es un concepto abstracto. Dnde se encuentra? Enqu pueblo? En qu poca?13

    Herder no es unvocamente nacional en su orientacin relativa a los fen-menos culturales y literarios.14 Existe tambin un elemento histrico-uni-versal en su pensamiento, en el que se considera que el desarrollo histri-co de todos los diferentes pueblos y naciones tiene un objetivo global,supraordinado, a saber, la propagacin de la cualidad de la humanidad.15Este punto de vista optimista de progreso no creo que haya de ser enten-dido en el sentido de que cada nacin y cada pueblo se mueven todo eltiempo en direccin a una mayor humanidad, sino en el sentido de que lahumanidad en su conjunto se mueve hacia un despliegue cada vez ms

    13 Vase traducciones en: Peter Brask, Tekst og tolkning. Forste del, RUC forlag,Roskilde 1974, p. 15.

    14 Vase, por ejemplo, Atle Kittang, Litteraturhistoriografiens framvekst, vilkarog ideologiske funksjonar en: Atle Kittang, Per Meldahl y Hans H. Skei, Omlitteraturhistorieskriving, Alvheim og Eide, Ovre Ervik, 1983, p. 34.

    15 Vase Brask 1974, p. 14.

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    amplio de humanidad. De ese modo, existe una preocupacin global en elpensamiento de Herder que fcilmente puede conducir las ideas en direc-cin a Johann Wolfgang von Goethe y sus ideas sobre el aumento delentendimiento mutuo entre las naciones con ayuda de la literatura mun-dial.

    Literatura mundialLa idea de Goethe sobre una literatura mundial nunca fue profundizadapor l mismo. l us el concepto en una conversacin con su amigo JohannPeter Eckermann en 1827, as como en Ueber Kunst und Alterthum(1827). Muchas cosas hacen pensar que sus ideas tenan relacin con ladifusin de su propia obra en otras lenguas, entre otras la publicacin deTorquato Tasso en Francia.16 Al parecer, crea que la publicacin de obrasalemanas en el extranjero implicaba una obligacin: los alemanes tambindeban leer la literatura de otros pases. l mismo ley con inters Y-chiao-li ou Les deux cousines, una novela china traducida al francs.17Probablemente vio un signo de progreso de la humanidad en el entendi-miento mutuo que la difusin de la literatura por encima de las fronterasde los pases poda crear.18 Que difcilmente se trataba de una transgre-sin del patriotismo alemn, lo muestra la siguiente afirmacin: Quiero,por mi parte, dirigir la atencin de mis amigos hacia el hecho de que estoyconvencido de la formacin de una literatura mundial general, en la cualnos est reservado un honroso papel a los alemanes.19

    Es interesante notar que las reflexiones de Georg Brandes sobre unaliteratura mundial, unos 70 aos ms tarde, tambin se relacionan directa-mente con la difusin de literatura traducida. El artculo Literatura mun-dial es ante todo un artculo sobre traducciones. Es igualmente importan-te tener en cuenta que tampoco para Brandes era cuestin de dejar atrs

    16 Stefan Hoesel-Uhlig, Changing fields: The Directions of Goethes Weltlitera-tur, en: Prendergast 2004, p. 34.

    17 Vase Helge Jordheim, Verdenslitteratur og litteraturforskningens kairs:Goethe, Auerbach, Said og vi, en Norsk litteraturvitenskapelig tidsskrift, I,2006, p. 15.

    18 Hoesel-Uhlig en: Prendergast 2004, p. 35.19 Goethe, Ueber Kunst und Alterthum, Werke, vol. 6, n 1 (Stuttgart, 1827), Berna,

    1970, p. 131. Aqu citado segn Hoesel-Uhlig en: Prendergast 2004, p. 35.

  • 1146 Per Thomas Andersen

    lo nacional en favor de una especie de literatura supranacional. Por enterode acuerdo con las teoras del cosmopolitismo de hoy, Brandes afirma:

    Sin embargo, en modo alguno opino que el espritu de la naciona-lidad y el de ciudadano del mundo se excluyan mutuamente. Laliteratura mundial del futuro devendr tanto ms cautivadora, cuantoms fuerte aparezca en ella la Impronta nacional, y cuanto msdesigual sea, cuando ella slo como arte y ciencia tambin tengaun lado humano universal. Lo que francamente est escrito parael mundo, dificilmente funcionar como obra de arte.20

    Un rasgo caracterstico de muchos de los tempranos defensores de laliteratura mundial es que no la vean como algo opuesto a las literaturasnacionales. Al contrario, ellos, como Brandes, crean haber estado ocu-pndose de la relacin entre lo particular y lo universal. Esto es vlidotambin para Erich Auerbach. En el artculo Filologa de la literaturamundial, escribi: Sin embargo, la literatura mundial no se refiere slo alo que es comn, a lo humano como tal, sino tambin a la interaccin entrelo general y lo variado.21 De hecho, parece como si fuera el esfuerzo porpreservar la peculiaridad de las expresiones literarias particulares lo queconstitua la preocupacin principal de Auerbach. l le tema profunda-mente a la estandarizacin de la modernidad:

    Por mil razones que todos conocen, la vida del hombre en el pla-neta se hizo ms unida. Este proceso que originalmente provienede Europa, sigue estando activo y socava todas las tradicionespropias. Es verdad que la voluntad nacional es ms fuerte y msclamorosa que nunca, pero por todas partes corre hacia lo mismo,hacia las formas modernas de vida.22

    Igual de preocupado como estaba por la prdida de la diversidad cultural,estaba temeroso de perder la perspectiva histrica. Le tema a una edu-cacin sin historia, que no slo existe, sino que tambin reclama el domi-nio.23 Como si estas preocupaciones fundamentales no fueran suficien-

    20 Brandes 1899, p. 28.21 Erich Auerbach, Verdenslitteraturens filologi (1952), Norsk litteraturviten-

    skapelig tidskrift, n 1, 2006, p. 3.22 Auerbach 2006, p. 3.23 Auerbach 2006, p. 5.

  • Literatura nacional y literatura mundial 1147

    tes, Auerbach fundamenta su pesimismo en un tercer punto que parecean ms melanclico: l no tiene ninguna fe en una literatura mundial queennoblecera o conciliara: Ya no se trata del intercambio espiritual,ennoblecimiento de las costumbres o conciliacin entre los pueblos. Enparte, era imposible realizar esos objetivos, en parte el desarrollo ya los hadejado atrs. En realidad, l crea que la adaptacin entre las culturashaba ido ms lejos de lo que era deseable para un humanista en la tradi-cin proveniente de Goethe.24 Sobre ese fondo, el concepto de literaturamundial a favor del cual argumenta Auerbach es notablemente terico yabstracto. Helge Jordheim dice en su artculo orientado hacia la historiade la especialidad, Literatura mundial y kairs de la investigacin litera-ria: Goethe, Auerbach, Said y nosotros, que l [Auerbach] no est encondiciones de llenarla de contenido concreto, o sea, con textos y obrasliterarias.25 Suena razonable cuando Jordheim propone entender todo elconcepto de literatura mundial de Auerbach como

    un concepto hermenutico que describe el horizonte de compren-sin dentro del cual trabaja el fillogo en este caso, Auerbach.Se trata de entender los textos que se interpretan como parte dela literatura mundial, como expresin relativa de peculiaridadeshistricas y culturales, no como expresin universal de la esenciade la literatura.26

    Pero Auerbach, en realidad, anda en busca de una sntesis universal-mente compiladora, una filologa de sntesis cientfica para la literaturamundial.27 l mismo aduce todas las buenas razones por las que es impo-sible conseguirlo. Uno se queda en realidad con el ejemplo que l mismoda con su clsica Mimesis. Dargestellte Wirklichkeit in der abend-lndischen Literatur [Mimesis: La realidad representada en la lite-ratura occidental] (1946). ste es, en compensacin, un ejemplo que esadmirado por la mayora de los que trabajan profesionalmente con litera-tura. La obra fue escrita en el exilio en Estambul con la Segunda GuerraMundial como fondo, y traza lneas desde Homero y la Biblia hasta Virgi-nia Woolf y Marcel Proust. Sin embargo, el concepto de literatura mundial

    24 Auerbach 2006, p. 525 Jordheim 2006, p. 28.26 Jordheim 2006, p. 28.27 Auerbach 2006, p. 6.

  • 1148 Per Thomas Andersen

    de Auerbach es, en realidad, tan vago como el de Goethe, pero su praxisdespierta admiracin incluso 60 aos despus de la edicin de la obra.

    CartgrafosLa obra que ante todo ha puesto en marcha las renovadas discusionessobre la literatura mundial en las dos primeras dcadas del siglo XXI, esLa rpublique mondiale des lettres (1999) de Pascale Casanova. Larecopilacin de artculos Debating World Literature (2004), editada porChristopher Prendergast, es en buena medida una contrarrplica al librode Casanova. Lo que hace controversial a Casanova es en especial elmodo en que ella cartografa el mundo literario. Ella parece pensar que elmundo constituye un gran campo literario (Bourdieu), y que es dirigidopor la rivalidad y la competencia. Los que compiten, son, a los ojos deCasanova, en primer trmino, las naciones. Su sistema es inter-nacional,no transnacional o cosmopolita. Su modo de pensar se orienta hacia larelacin entre naciones individuales, y a la contribucin literaria de lasmismas. Casanova piensa tanto geogrfica como histricamente. Ella cons-truye un centro, un Greenwich Mean Time para la historia literaria, y apartir de ese centro se definen las periferias literarias. La historia se hadesarrollado en tres fases principales, afirma Casanova28 (v. 47 y ss.).Todo eso comienza en el siglo XVI con La Deffence et illustration de lalanguage francoyse (1549) de Joachim de Bellay. ste era uno de lossiete autores franceses que fund el grupo de poetas la Plyade y abogpor una literatura nacional francesa propia. Para Casanova, lo esencialparece ser la lucha de la lengua francesa para imponerse sobre el latndominante y el dominio de la Antigedad en general. Como Prendergasty la propia Casanova hace notar, probablemente se poda haberescogido un candidato por lo menos igual de obvio, a saber: Dante, que,despus de todo a diferencia de Bellay realmente escribi una de lasobras ms centrales de la literatura mundial, La Divina Comedia (proba-blemente comenzada en 1307). Lo que Casanova logra es, sin embargo,hacer de Francia y Pars el centro de la repblica mundial de lasletras. La siguiente fase comienza con lo que Casanova llama el efectoHerder, cuando especialmente el inters por tradiciones de la literatura

    28 Pascale Casanova, The World Republic of Letters (1999), Harvard UniversityPress, Cambridge, 2004, p. 47 y ss.

  • Literatura nacional y literatura mundial 1149

    del pueblo opone resistencia al dominio literario francs. La tercera fasees la poca de los excntricos, que quiere decir la literatura creada porel gran torrente de outsiders que afluyen a las metrpolis occidentales(lase: Pars) como consecuencia del imperialismo y la posterior descolo-nizacin. El libro de Casanova es imponente a causa de su acopio dematerial. Pero se deja entender que ha sido percibido como controversialdebido al mapa que traza. No parece particularmente convincente cuandoella asegura que la afirmacin de que Pars es la capital de las literaturasno es un efecto del galocentrismo, sino el resultado de un cuidadoso an-lisis histrico.29 Esta obra que, ms que otras en la investigacin literariareciente, se propone escribir juntas la historia del mundo y la historia de laliteratura, se presenta como bastante nacional en su ptica.

    Sin embargo, la voluntad de cartografiar la literatura mundial es ca-racterstica de varios autores que han tenido teoras sobre sta o sobrealgunos de los principales clsicos principales del mundo. Cuando T. S.Eliot, en 1944, pronunci su discurso Qu es un clsico? en The VirgilSociety en Londres, a diferencia de Casanova hizo de Roma la capital dela literatura mundial. Tambin Eliot tena sus razones, pero stas probable-mente no eran nacionales. Eliot era estadounidense, pero en ese momentose haba hecho ingls y pronunci su discurso en un momento en quelos italianos, por lo dems, difcilmente eran muy cotizados en Inglaterra.Eliot crea que el principal criterio de un clsico literario internacional erala madurez, la madurez de la mente, la madurez de las costumbres, lamadurez de la lengua, la madurez de la civilizacin y la sensibilidad religio-sa. Eliot cartografi una Europa literaria con Roma, la lengua latina yVirgilio como centro. Un examen ms de cerca, deja ver, sin embargo,que es a Eneas ms que a Virgilio a quien Eliot destaca:

    Pero l [Eneas] es el smbolo de Roma, y lo que Eneas es paraRoma, lo es la Roma antigua para Europa. De ese modo, Virgilioadquiere una posicin central como clsico nico; l est en elcentro de la civilizacin europea ().30

    J. M. Coetzee, quien en 1993 pronunci una conferencia en Austria con elmismo ttulo que la de Eliot, observ sobre su predecesor: El propsito

    29 Casanova 2004, p. 46.30 T. S. Eliot, Hva er en klassiker? en: Eliot, Utvalgte essays, Ernst G. Mortensens

    Forlag, Oslo, 1968, p. 106.

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    [de Eliot] era consolidar y volver a argumentar una tesis que Eliot habaestado planteando por largo tiempo: que la civilizacin de Europa Occi-dental es una sola civilizacin, que ella se deriva de Roma a travs de laIglesia de Roma y el Sacro Imperio Romano, y que su clsico originariodebe ser, por lo tanto, la pica de Roma, la Eneida de Virgilio.31

    Una contribucin a las reflexiones sobre la literatura mundial entre losautores contemporneos proviene de Milan Kundera en su ensayo DieWeltliteratur, de Le Rideau Essai en sept parties (2005). Al igual queEliot y Casanova, Kundera practica una cartografa activa. Una de susprincipales preocupaciones es desprender su pas natal, Chequia, de uncontexto cultural eslavo y ruso. Establece la macrorregin Europa Cen-tral como algo distinto de Mitteleuropa. Al igual que Eliot sesentaaos antes, Kundera es completamente eurocntrico en su orientacin,aunque use el concepto de Weltliteratur. Pero la rpublique des lettresque l funda es totalmente distinta tanto de la de Eliot como de la deCasanova. Tampoco se parece a la de Goethe o la de Auerbach. Losfavoritos de Kundera son Rabelais, Sterne, Cervantes, Fielding, Stendhal,Flaubert, Joyce, Kafka, Broch y Musil.

    Parece, pues, que los voceros de la literatura mundial hablan de mun-dos muy diferentes o literaturas bastante diferentes. Cada uno de ellostraza su mapa. El de Kundera se presenta apenas como ni ms ni menosrelevante que los de otros salvo que parece asombroso con una miradatan eurocntrica en el ao 2005.

    Lo que se puede constatar es que hoy encontramos un bajo grado deconsenso sobre qu es literatura mundial y qu debe ser salvaguardadopor la tradicin de la literatura mundial. Por una parte, est lo que sepudiera llamar una concepcin impasible, representada en Kundera, quemantiene totalmente una actitud eurocntrica. Sin embargo, a nivel inter-nacional se pueden observar muchas tentativas de reorientacin. El con-cepto de global literature es introducido por Fredric Jameson; cos-mopolitanism es usado por Bruce Robins y Timothy Brennan; worldliterature es empleado por David Damrosch y Franco Moretti; literarytransnationalism es un concepto que le debe mucho a Gayatri Spivak.Damrosch es tal vez el que ha ido ms lejos en el intento de preservarbuenas tradiciones de las literaturas comparadas, al mismo tiempo que

    31 J. M. Coetzee, What is a Classic. A Lecture, en: Coetzee, Stranger Shores,Penguin Books, Nueva York, 2001, p. 1.

  • Literatura nacional y literatura mundial 1151

    ampla la perspectiva para abarcar ms literatura no occidental. Esto sepone de manifiesto en ediciones como What is World Literature y Howto Read World Literature.

    Probablemente de eso es de lo que se ha percatado Franco Moretti, yde lo que extrajo tentativamente las consecuencias en su artculo Con-jectures on World Literature. Moretti opina que la literatura ha sido unsistema planetario, y la masiva cantidad potencial de textos hace apre-miante preguntar qu quiere decir estudiar la literatura mundial.

    Yo trabajo sobre narrativa euroccidental entre 1790 y 1930, y mesiento como un charlatn fuera de Gran Bretaa o Francia. Li-teratura mundial? Mucha gente ha ledo ms y mejor que yo, pero,aun as, aqu estamos hablando de cientos de lenguas y literatu-ras. Leer ms no parece ciertamente ser la solucin.32

    Hace falta un mtodo totalmente nuevo, opina Moretti, y nadie ha encon-trado jams un mtodo con slo leer ms textos. Moretti visualiza unadistribucin del trabajo entre gente que conoce las distintas literaturas na-cionales y los que quieren practicar la comparative literature. Laclose reading no resolver el problema. Moretti aboga por una distantreading. No se pueden leer obras solamente, se deben leer literaturas, yentonces debe haber una distribucin para lograr tanto anlisis como sn-tesis. Sabemos cmo leer, ahora aprendamos cmo no leerlas.33 Morettise hace cargo seriamente de ese problema abrumador, pero la objecin asu estrategia ser que a largo plazo l difcilmente reclutar a los mstalentosos estudiantes e investigadores. Ellos, en su mayora, probable-mente preferirn leer textos. Es en los textos individuales donde est elplacer en la literatura.

    Una posicin influyente en la discusin sobre la literatura mundial esla teora postcolonial, con el tiempo tal vez representada en primer trminoen Homi K. Bhabha y Gayatri Chakravorty Spivak. Tambin Bhabha basaen Goethe el concepto de world literature, y lo idolatra como a unhroe. l es, es verdad, profundamente eurocntrico, pero comoorientalista que lee Shakuntala a los 17 aos de edad, y que escribe en suautobiografa sobre el dios mono Hanuman informe y formado en exce-

    32 Franco Moretti, Conjectures on World Literature en: Prendergast 2004, p. 149.33 Prendergast 2004, p. 151.

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    so [unformed and overformed], las especulaciones de Goethe estnabiertas a otra lnea de pensamiento.34 Bhabha opina que

    el estudio de la literatura mundial podra ser el estudio del modo enque las culturas se reconocen a s mismas a travs de sus proyec-ciones de otredad. Donde una vez la transmisin de tradicionesnacionales fue el ms importante tema de una literatura mundial,quizs podemos sugerir ahora que las historias transnacionales deinmigrantes, los colonizados, o refugiados polticos esas condi-ciones de borde y de frontera pueden ser los terrenos de la litera-tura mundial. El centro de semejante estudio no sera ni la sobera-na de las culturas nacionales, ni el universalismo de la culturahumana, sino una concentracin de la atencin en aquellos rarosdesplazamientos sociales y culturales que Morrison y Gordimerrepresentan en sus ficciones no hogareas.35

    se es un concepto de literatura mundial bien distinto del que halla-mos en Moretti, Damrosch, Prendergast y Casanova. En Spivak el puntode vista es nada menos que la muerte de una disciplina.36 Es sobre lacomparative literature en los EUA sobre lo que ella escribe. Ella opinaque la disciplina sigue siendo parte de la dominante cultural euroestado-unidense,37 y aboga por una nueva literatura comparada,38 que consis-te en una buena mezcla de ciencia literaria y estudios de rea, en la que elencuentro con el Otro est en el centro de la atencin. Se puede constatarcon certeza que no reina unidad alguna sobre qu debe contener hoy elconcepto de literatura mundial.

    El contexto grande y el pequeo

    El ensayo Die Weltliteratur de Milan Kundera es interesante a este res-pecto, entre otras cosas porque l trae dos simples elementos con vistas ala contextualizacin de la obra de arte: l los llama el pequeo contexto y el

    34 Homi K. Bhabha, The Location of Culture, Routledge, Londres, 1994, p. 12.35 Bhabha 1994, p. 12.36 Gayatri Chakravorty Spivak, Death of a Discipline, Columbia University Press,

    Nueva York, 2003.37 Spivak 2003, p. 25.38 Spivak 2003, p. XXI.

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    gran contexto. Para Kundera mismo, esos contextos parecen ser o lahistoria nacional de la obra o la historia supranacional de una rama delarte, que, por lo dems, en el ensayo es designada con el concepto Welt-literatur. Kundera constata (aqu citado segn una traduccin danesa)que, sea l nacionalista o cosmopolita, arraigado o desarraigado, es uneuropeo profundamente determinado por su relacin con su patria.39 Suideal para Europa es: un mximo de diferencia en un mnimo de espa-cio.40 Kundera discute diferencias entre las naciones grandes y pequeasy sus diferentes formas de provincianismo. Pero, a pesar del nfasis en ladiferencia y la relacin con lo nacional, el ensayo trata de lo lamentable deque la literatura a menudo sea estudiada slo en el pequeo contexto.

    A mi juicio, esas ideas son interesantes en relacin con las perspecti-vas de Ulrich Beck en obras como Cosmopolitan Vision (2003), donde lhabla de nacionalismo metodolgico y de cosmopolitismo metodolgico.No veo, en realidad, ningn fundamento para seguir a Kundera y su defi-nicin del gran contexto como un (una determinada variante de) contextoeuropeo. El gran contexto debe poder variar en correspondencia con laobra que se debe contextualizar. Tampoco ser de manera que el pequeocontexto siempre sea un contexto nacional unvoco. Sin embargo, tienemucho sentido poner en juego una con otra la idea de un contexto pequeoy la de un contexto grande en lo que concierne a la interpretacin de lacultura y la literatura. Las especialidades de la cultura y la literatura ne-cesitan, a mi juicio, ambos contextos, y probablemente deben ser definidasad hoc en relacin con diferentes proyectos y diferentes obras. Pero laliteratura misma, como siempre est escrita en una lengua especfica, sacaprovecho de que se rebase el contexto nacional. Metodolgicamente, elnacionalismo es insuficiente en la poca de la globalizacin, tambin en lasespecialidades nacionales. La literatura mundial no ofrece un con-texto alternativo bien definido. El concepto es o demasiado eurocntrico odemasiado vago. Pero un cosmopolitismo metodolgico podr actuarde manera inspiradora como impulso para definir un gran contexto per-tinente para proyectos y obras concretos. Al definir los contextos pequeoy grande, soy de la opinin de que las ms importantes consideracionesde precaucin que hay que tener, deben ser fundamentadas, como advier-te David Damrosch, en el peligro de asimilacin, de un lado, y de

    39 Milan Kundera, Taeppet. Essay i syv dele, Gyldendal, Copenhague, 2005, p. 35.40 Kundera 2005, p. 35.

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    exotizacin, del otro. El deseo de ampliar el contexto debe ser ajustadopor las valoraciones realistas de la competencia. Si la voluntad deinclusividad no toma en cuenta la competencia, el resultado ser con granprobabilidad o la asimilacin indebida o la exotizacin de El Otro.

    La glocal literatura de las lenguas vecinas41

    Supongo que las tradiciones cientficoliterarias de la especialidad de lalengua nacional tienen que ser ajustadas revisando el nacionalismometodolgico en correspondencia con el pensamiento cosmopolita. Cuandose trate de la especialidad nrdica en particular, tal vez se puede buscarsemejante cambio en la ampliacin de una tradicin bien conocida de laespecialidad. La especialidad nrdica nunca ha sido nacionalmente cerra-da. Incluye una tradicin comparativa que puede ser usada. Ha sido siem-pre una virtud profesional ver las distintas literaturas nacionales en rela-cin con la literatura de las lenguas vecinas. Con ayuda de una revisin dela idea de las literaturas de lenguas vecinas se puede imaginar una organi-zacin glocal de el gran contexto, adems del contexto macrorregional,Escandinavia, que la tradicin de la especialidad ha desarrollado. Glocalsignifica en este contexto que literaturas locales o nacionales son ligadassobre una base que no es la cercana territorial o lingstica. Una idea dela lengua vecina glocal puede depender de criterios culturales, de rela-ciones transnacionales, relaciones culturales de migracin, o de criteriostemticos y/o histricos. Por ejemplo, las literaturas de lenguas vecinastradicionales de Noruega son la literatura sueca y la danesa. Literaturasde lengua vecina glocalmente establecidas podran ser la literatura pakis-tan o la polaca sobre la base de los grandes grupos inmigratorios proce-dentes de esos pases. Un establecimiento global de el gran contexto sedistinguir de la tradicin eurocntrica que las ideas sobre la literatura

    41 Con el tiempo el concepto de glocal ha sido bastante difundido. Designauna relacin entre lo global y lo local, entre globalizacin y localizacin, amenudo tambin con la implicacin de que el nivel intermedio, lo nacional, haadquirido una importancia reducida. El concepto es usado, entre otras cosas,para subrayar que los procesos de globalizacin no slo marchan en esa soladireccin, de lo global a lo local. Probablemente fue usado por vez primera porun economista japons. Fue recogido en el contexto de la teora social primera-mente por Ronald Robertson, y ha sido discutido ms tarde por tericos comoZygmunt Bauman y Ulrich Beck, entre otros.

  • Literatura nacional y literatura mundial 1155

    mundial han establecido. Se puede pensar que las relaciones que seentablan son totalmente independientes de las ideas sobre un hipercanon(Damrosch) que la literatura mundial representa.

    Centro y periferiaUna recartografa [remapping] glocal probablemente deber reba-sar las geografas de las historias literarias tradicionales, no sloterritorialmente, es decir, de manera horizontal, sino tambin de maneravertical, es decir, jerrquicamente. Las ideas establecidas sobre centro yperiferia en la repblica literaria deben ser revisadas. En este campolas tradiciones postcoloniales podrn ser importantes fuentes de inspira-cin. La idea de que las innovaciones estticas en general se difundendesde las literaturas grandes en los centros culturales hacia las perife-rias culturales, y las correspondientes ideas jerrquicas sobre influenciay el atraso de las pequeas literaturas, probablemente pueden sercomplementadas de manera provechosa con modos nuevos, crticocultu-rales, de estudiar la relacin entre literaturas, por ejemplo, como se lopuede hallar en tericos postcoloniales como Homi Bhabha. Pienso en-tonces, por ejemplo, en sus conceptos de mimicry y mockery, queprobablemente pueden ser actuales tambin en casos en los que no reinanrelaciones culturales coloniales o postcoloniales directas.42 (Un ejemplonoruego puede ser la construccin del modernismo en la historia literarianoruega.)43 Se debe aadir que las ideas de centro y periferia son actua-

    42 Los conceptos de mimicry y mockery son centrales en la teora de HomiBhabha. Mimicry designa una estrategia colonialista que tiene como inten-cin consolidar el poder imponindole a los colonizados a remedar o imitar losvalores y las formas culturales de la cultura dominante. Esta estrategia nuncaser llevada a cabo al cien por ciento porque ella tambin implica que losoprimidos sean forzados a permanecer por lo menos parcialmente diferentes dela cultura dominante. Mockery designa el potencial de resistencia,socavamiento y peligro que semejante imitacin diferente puede representarpara la cultura dominante. To mock significa burlarse o mofarse. Una imita-cin con un cambio aadido puede funcionar desestabilizadoramente sobreun poder disciplinador dominante al contener diferentes formas de estrategiasde socavamiento.

    43 Ha sido bastante corriente en las presentaciones noruegas afirmar que el mo-dernismo lleg a Noruega en los aos 50 del siglo XX, y entonces, por ende,

  • 1156 Per Thomas Andersen

    les no slo cuando se trata del posicionamiento de literaturas grandes ypequeas, sino en igual medida cuando se trata de relacionescientficoliterarias. Las formas de la universalizacin de la teora que hantenido lugar en la mayora de las especialidades literarias particularmente enlos ltimos 30 aos, encierran de manera implcita una hegemonizacin antetodo de las perspectivas francesa y estadounidense de la especialidad.

    Lectura de cerca y lectura distanteUna recartografa glocal probablemente tambin actualizar los plan-teamientos del problema en torno a la lectura de cerca y la lectura distanteaunque en un significado que no es el que ha destacado Franco Moretti.No creo en una distribucin profesional en la que los especialistas de lasliteraturas nacionales se dediquen a la lectura de cerca, mientras que loscomparatistas literarios sean lectores distantes. Sin embargo, unarecartografa glocal incluye potencialmente grandes retos en cuanto alconocimiento del contexto. Puede ser actual leer obras en relaciones com-parativas en las que tradiciones cercanas son yuxtapuestas con obrasprocedentes de tradiciones bastante lejanas. Esto suscita importantespreguntas sobre competencias y mtodos. Una parte de esas preguntases abordada por David Damrosch en How to Read World Literature.Los retos que l toca partiendo de su concepto de world literature, noson en principio diferentes de lo que parecern en un proyecto investigativoorganizado glocalmente. Sus soluciones probablemente no son suficien-tes. Pero son tiles. A mi juicio, las combinaciones de lectura de cercadentro de un territorio especializado y estudios de textos procedentes deterritorios culturales ms lejanos son un importante requisito para no caeren el diletantismo. Siempre ser tranquilizador tener en todo caso un piebien colocado en un campo en el que se tienen competencias especializa-das. Las contextualizaciones glocales no sustituyen a las competencias

    muy retrasado. Todos los ejemplos de modernismo literario en la literaturanoruega antes de este momento han adquirido entonces el estatus de precur-sores. El punto de vista parece depender de una especie de actitudautocolonizante acerca de la belatedness, a` la Homi Bhabha. A partir delfundamento textual hay buenas razones para afirmar que el modernismo tem-prano en Noruega comienza con Obstfelder en la lrica y Hamsun en la prosa enla dcada de 1890.

  • Literatura nacional y literatura mundial 1157

    especializadas en literaturas nacionales. Un sealamiento en relacin conlos proyectos organizados glocalmente puede ser que ellos reflejan situa-ciones culturales reales en las que nosotros, partiendo de lo cercano,debemos hallar modos de encontrarnos con lo que es ms distante. Lasituacin investigativa se parecer a la situacin cultural de la sociedadmulticultural.

    Traduccin del noruego: Desiderio Navarro

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    Sobre el texto original: Per Thomas Andersen. Sobre la traduccin: Desiderio Navarro. Sobre la edicin en espaol: Centro Terico-Cultural Criterios.