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ANÉCDOTAS DE LA HISTORIA DE GRECIA Según Plutarco, a Pericles, gobernador de Atenas, en cierta ocasión que se encontraba en el ágora, un individuo mal encarado y de lengua viperina lo estuvo insultado durante un buen rato. Pericles aguantó el chaparrón sin dejar de despachar sus asuntos. Llegó la tarde y, cuando ya Pericles se marchaba a su casa, el individuo le siguió lanzando fuertes injurias. Cuando Pericles llegó a su casa, siendo ya de noche, mandó a uno de sus esclavos coger una luz para acompañar a aquel individuo. Éste le dijo al esclavo: “Dile al idiota de Pericles que no va a comprar mi voto con este candil, que, por cierto, tampoco alumbra mucho”. Ramón Irigoyen: Las anécdotas de Grecia. Macedonia de humor. Barcelona, 2001, pp. 38 y 39. A Heráclito, filósofo griego, los habitantes de Éfeso, su lugar natal, le pidieron que colaborase en la reforma de la legislación, pero él despreció el ofrecimiento porque le parecía que el Estado estaba viciado de raíz y, en consecuencia, no tenía arreglo. Se alejó así de la vida pública, refugiándose en un templo en el que jugaba a las tabas con los niños. Se le acercaron unos paisanos asombrados de verlo así y Heráclito los increpó en estos términos: “¿De qué os extrañáis, canallas? ¿No es mejor acaso jugar con los niños que participar con vosotros en la vida política? Ramón Irigoyen: Las anécdotas de Grecia. Macedonia de humor. Barcelona, 2001, p. 131. El geógrafo Pausanias nos habla de cómo en la llanura de Maratón, donde se desarrolló una célebre batalla entre los griegos y los persas, podían escucharse por las noches el relinchar de los caballos y las voces de los guerreros que murieron. Hay un sepulcro individual de Milcíades hijo de Cimón, que murió más tarde, después de fracasar en Paros, y a causa de ello fue llamado a juicio por los atenienses. Allí es posible durante la noche percibir el relinchar de los caballos y la luchas de los hombres. A nadie le ha sido útil llegar allí a propósito para verlo directamente, pero cuando eso sucede sin que se busque o de cualquier otro modo no incurre en la ira de los espíritus. El historiador Heródoto (IV, 15) nos cuenta la historia de un fantasma que se le aparece a otros hombres en forma de un hombre corriente para encomendarles que levantaran una estatua en honor a Aristeas (que era él, en realidad) Y que él [el fantasma], tras decirles esto, desapareció; los metapontinos dicen que, después de enviar ellos una embajada a Delfos, preguntaron al dios qué significaba la aparición fantasmal de aquel hombre, y que la Pitia les ordenó hacer caso al fantasma; que si le hacían caso, les resultaría de mayor provecho. Y que ellos, habiéndolo aceptado, lo llevaron a cabo. Heródoto. Historias, IV-15. Traducción de A. González Caballo. Madrid, 1994, p. 363. A los prisioneros encerrados en las canteras, los de Siracusa los trataron durante los primeros tiempos con extremo rigor: encerrados en masa al fondo de una angosta hondonada, al principio les causaban muchos sufrimientos el sol y el calor, pues carecían de protección contra ellos; luego sobrevinieron, a la inversa, las noches frías de otoño, que, por efecto del brusco cambio de temperatura, provocaron enfermedades; y como por falta de espacio se veían obligados a hacer sus necesidades en el mismo lugar,

Anécdotas de Grecia COMPRENSIÓN LECTORA

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Page 1: Anécdotas de Grecia COMPRENSIÓN LECTORA

ANÉCDOTAS DE LA HISTORIA DE GRECIASegún Plutarco, a Pericles, gobernador de Atenas, en cierta ocasión que se encontraba en el ágora, un individuo mal encarado y de lengua viperina lo estuvo insultado durante un buen rato. Pericles aguantó el chaparrón sin dejar de despachar sus asuntos. Llegó la tarde y, cuando ya Pericles se marchaba a su casa, el individuo le siguió lanzando fuertes injurias. Cuando Pericles llegó a su casa, siendo ya de noche, mandó a uno de sus esclavos coger una luz para acompañar a aquel individuo. Éste le dijo al esclavo: “Dile al idiota de Pericles que no va a comprar mi voto con este candil, que, por cierto, tampoco alumbra mucho”.

Ramón Irigoyen: Las anécdotas de Grecia. Macedonia de humor. Barcelona, 2001, pp. 38 y 39.

A Heráclito, filósofo griego, los habitantes de Éfeso, su lugar natal, le pidieron que colaborase en la reforma de la legislación, pero él despreció el ofrecimiento porque le parecía que el Estado estaba viciado de raíz y, en consecuencia, no tenía arreglo.Se alejó así de la vida pública, refugiándose en un templo en el que jugaba a las tabas con los niños. Se le acercaron unos paisanos asombrados de verlo así y Heráclito los increpó en estos términos: “¿De qué os extrañáis, canallas? ¿No es mejor acaso jugar con los niños que participar con vosotros en la vida política?

Ramón Irigoyen: Las anécdotas de Grecia. Macedonia de humor. Barcelona, 2001, p. 131.

El geógrafo Pausanias nos habla de cómo en la llanura de Maratón, donde se desarrolló una célebre batalla entre los griegos y los persas, podían escucharse por las noches el relinchar de los caballos y las voces de los guerreros que murieron.

Hay un sepulcro individual de Milcíades hijo de Cimón, que murió más tarde, después de fracasar en Paros, y a causa de ello fue llamado a juicio por los atenienses. Allí es posible durante la noche percibir el relinchar de los caballos y la luchas de los hombres. A nadie le ha sido útil llegar allí a propósito para verlo directamente, pero cuando eso sucede sin que se busque o de cualquier otro modo no incurre en la ira de los espíritus.

Pausanias: Descripción de Grecia, I 32, 3-5. Traducción de Mª. C. Herrero. Madrid, 1994.

El historiador Heródoto (IV, 15) nos cuenta la historia de un fantasma que se le aparece a otros hombres en forma de un hombre corriente para encomendarles que levantaran una estatua en honor a Aristeas (que era él, en realidad)

Y que él [el fantasma], tras decirles esto, desapareció; los metapontinos dicen que, después de enviar ellos una embajada a Delfos, preguntaron al dios qué significaba la aparición fantasmal de aquel hombre, y que la Pitia les ordenó hacer caso al fantasma; que si le hacían caso, les resultaría de mayor provecho. Y que ellos, habiéndolo aceptado, lo llevaron a cabo.

Heródoto. Historias, IV-15. Traducción de A. González Caballo. Madrid, 1994, p. 363.

A los prisioneros encerrados en las canteras, los de Siracusa los trataron durante los primeros tiempos con extremo rigor: encerrados en masa al fondo de una angosta hondonada, al principio les causaban muchos sufrimientos el sol y el calor, pues carecían de protección contra ellos; luego sobrevinieron, a la inversa, las noches frías de otoño, que, por efecto del brusco cambio de temperatura, provocaron enfermedades; y como por falta de espacio se veían obligados a hacer sus necesidades en el mismo lugar, y, además, se amontonaban unos encima de otros los cadáveres de quienes morían debido a las heridas recibidas, a los cambios de temperatura y a otras causas semejantes, el hedor era insoportable, al tiempo que les agobiaban el hambre y la sed (pues durante ocho meses les entregaban como ración diaria por cabeza un poco de agua y dos trozos de pan); y de todos los demás sufrimientos a que, lógicamente, estaban expuestos unos hombres arrojados a semejante lugar, ninguno les fue ahorrado. Durante unos setenta días estuvieron viviendo así juntos; luego los vendieron como esclavos...

Tucídides: Historias de la Guerra del Peloponeso, VII, 87. Traducción J. Alsina.

Un grupo de extranjeros, de visita en Atenas, preguntó a Diógenes en la Acrópolis dónde vivía Demóstenes, porque tenían mucho interés en conocerlo.Diógenes les mostró bien derecho el dedo corazón de su mano derecha para que no tuvieran ninguna duda de que estaba haciendo, con el puño cerrado, el signo de la morcilla, y les dijo: “¡Mirad esta polla en mi mano! ¡Aquí tenéis al demagogo de los atenienses, que sólo piensa en declarar guerras!

Ramón Irigoyen: Las anécdotas de Grecia. Macedonia de humor. Barcelona, 2001, p. 184.

Page 2: Anécdotas de Grecia COMPRENSIÓN LECTORA

Preguntas1.¿Por qué Heráclito prefería jugar con los niños antes que dedicarse a asuntos políticos?

2.Describe algunos rasgos del carácter de Pericles, Heráclito y Diógenes, según los datos que se dan de ellos en los textos correspondientes.

3.Nombra todos los nombres propios de lugar que encuentres en los textos de la lectura.

4.Describe con detalle y con tus propias palabras las condiciones en las que se encontraban los prisioneros de guerra del 5º. texto.

5.¿Qué dos textos de la lectura refieren hechos sobrenaturales o paranormales? ¿En qué consisten esos hechos paranormales?

6.¿Qué sentido tienen las palabras del hombre difamador del primer texto: “Dile al idiota de Pericles que no va a comprar mi voto con este candil, que, por cierto, tampoco alumbra mucho”?

7.¿Qué harías tú si estando de viaje en alguna ciudad preguntaras por una dirección a alguien del lugar y te mandara a la mierda haciéndote el gesto de la morcilla con la mano? Razona tu respuesta.

8.¿Cuál es tu opinión sobre el trato dado a los prisioneros de guerra por los habitantes de Siracusa? Argumenta tu respuesta.

9.¿Qué textos de la lectura consideras que contienen rasgos de humor? ¿Cuáles son esos rasgos de humor según tu opinión y cómo están reflejados en esos textos?

10.Pon un título adecuado según el tono y el contenido a cada uno de los 6 fragmentos de la lectura.

11. Encuentra en la sopa de letras los 12 nombres propios griegos de la lectura.

12.Encuentra con ayuda de las definiciones 8 sustantivos pertenecientes a los textos de la lectura:

Lluvia muy intensa y de corta duración:

Persona que carece de libertad por estar bajo el dominio de otra:

Obra de escultura labrada a imitación del natural:

Campo o terreno igualado y dilatado, sin altos ni bajos:

Imagen de una persona muerta que, según algunos, se aparece a los vivos:

Sitio de donde se saca piedra u otro material para construcción y obras:

Tonto, corto de entendimiento:

Plaza pública de las ciudades griegas antiguas: