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Universidad de Puerto Rico en Bayamón
Departamento de Ciencias Sociales
Introducción a la Antropología Cultural
ANTR 3005 LJ1
Dr. Juan Negrón Ayala
Dinámicas grupales de comunicación y apoyo entre el equipo de trabajo del Colectivo Universitario para
el Acceso (CUA)
Esaí Ortiz Rivera
841-14-6000
6 de noviembre de 2015
Dinámicas grupales de comunicación y apoyo entre el equipo del CUA Esaí Ortiz Rivera
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¿Cuá o Cúa? Dentro de la institución, existe una variación en la pronunciación de las siglas del
programa Colectivo Universitario para el Acceso. Una tarde, mientras me encontraba de camino hacia la
oficina luego de haber ofrecido tutorías, una de las compañeras comenzó a dialogar sobre cuán
reconocido era el programa en el recinto de Bayamón y cómo en Mayagüez no era tan reconocido a pesar
de ser el lugar de origen de esta iniciativa. Me comentaba que a pesar de que muchos conocen el CUA,
existe una varianza en la pronunciación de sus siglas. “Se pronuncia cuá porque viene de un repique de
bomba” me comentó la compañera y añadió que no sabía la razón por la cual se alude a la bomba pero
que se originó con el programa. Pero, ¿qué es el CUA? Basado en la concepción de los entrevistados,
logré formular esta definición de lo que significa el programa; el Colectivo Universitario para el Acceso
consiste en brindarles servicios de tutorías y mentoría a estudiantes del sistema de educación pública
cuyos ingresos tienden a ser más bajos que el promedio del país para facilitarles la entrada al mundo de la
universidad. Si bien el CUA es una organización o mejor dicho, un programa reciente, pensé que el
proceso de acoplamiento y de la construcción inicial del programa aún seguían vigentes; sin embargo, mi
preconcepción estaba lejos de la verdad.
La oficina del CUA es pequeña y se encuentra muy cerca del edificio 300 y parece haber una
parte en la que se conecta con la oficina de UNEX. Al entrar a la oficina, se encuentra una puerta color
lila, pero al estar abierta, lo primero que observas es lo que parece ser una pequeña oficina al fondo con
un escritorio que se encuentra frente a la puerta de esta pero que es visible desde la puerta principal. Se
encuentran dos sillas pegadas a la pared de la derecha justo cuando entras al lugar. La pequeña oficina
está compuesta por dos escritorios que se encuentran arreglados en lo que parecería una letra “T” pero
con un espacio que da acceso a la parte de atrás. Justo detrás del escritorio visible desde la puerta
principal, se encuentra un pequeño almacén donde se hallan las cajas de materiales de los tutores y las
meriendas por lo que aquí es donde comienzan las labores. Si bien mis observaciones se realizaron
mayormente en esta área, cabe destacar que los tutores realizan su labor en el edificio 600, en el salón de
Servicios Educativos el cual cuenta con pizarras de marcador y una gran cantidad de mesas. La
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descripción de estos dos lugares nos sirve para situarnos en el ambiente en donde ocurren las dinámicas y
de comunicación entre el equipo de trabajo del programa.
Durante el transcurso de las observaciones, me concentré en las dinámicas de la comunicación en
la oficina y en el salón de tutorías entre los mentores y los tutores. Es necesario plantear que laboró en el
lugar por lo que las observaciones formaron parte de un ejercicio constante y del que formaba parte pero
aun así, me consideraba inexperto y era necesario indagar y tomar en cuenta las perspectivas de mis
compañeros. Es por eso que decidí realizar tres entrevistas: dos mentores y un tutor. El equipo de
mentoría es aquel grupo de apoyo para el estudiante que le sirve de motivación, indaga en el progreso del
estudiante, sus circunstancias y es el enlace entre la escuela y el programa. Por otra parte, el equipo de
tutores se encarga de ofrecer el apoyo académico a los estudiantes pero son un enlace entre el estudiante y
el mentor. Ambos componentes del programa son dirigidos por estudiantes de la universidad, de diversas
concentraciones y algunos trabajan voluntariamente. El período de trabajo casi siempre varía por tutor y
mentor pero la mayor actividad ocurre desde las 3:30 pm hasta las 7:00 en la oficina y el salón en donde
se imparte las tutorías.
Las dinámicas que ocurren entre el equipo de trabajo del CUA son bastante peculiares y aluden a
una serie de factores. Si bien sabemos que el espacio y el ambiente ejercen una fuerza sobre el
comportamiento del individuo, es necesario tener la perspectiva de que son tres lugares claves los que
utiliza el programa. Los estudiantes llegan al segundo piso del Centro de Estudiantes en la parte de los
bancos (merendero) donde les espera al menos un mentor y algunos tutores que llegan a realizar labores
temprano. Allí, mientras los estudiantes toman su merienda, los tutores y los mentores dialogan sobre los
casos especiales de estudiantes y se realiza una comunicación informal en la cual el mentor transmite
alguna información que le sea útil para el tutor para que así, el estudiante reciba un servicio más
completo. Una vez son las 4:30, el grupo baja al edificio 600 donde se impartirán las tutorías hasta las
6pm. Aquí, algunos mentores arriban y entre los tutores, se destaca una comunicación en cuanto a las
necesidades individuales de cada estudiante de las cuales el mentor del estudiante a su vez, forma parte.
No obstante, es necesario destacar que debido a la exposición que el estudiante tiene con el tutor, la
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confianza entre estos dos suele ser más densa y la comunicación es mucho más directa. Según los
entrevistados, esto requiere que la comunicación entre el tutor y el mentor sea de carácter personal ya que
el tutor podría tener conocimiento sobre alguna situación que le concierne al mentor y si no existiera este
mecanismo, el servicio se viera interrumpido. Una vez culmina la tutoría y se entregan los estudiantes, el
grupo de trabajo se dirige a aquella pequeña oficina. Algunos llegan primero que otros pero, al menos
todos pasan por la oficina antes de culminar su día. En la oficina, se lleva a cabo gran parte de la
comunicación de manera informal. El tutor, si ocurrió alguna situación con cierto estudiante, comienza a
dialogar con otros tutores y mentores que se encuentren en la oficina y si la situación no se puede
solucionar por medio del tutor, se escribe un reporte de apoyo académico; en este documento, se redacta
el altercado con el estudiante y entonces, el mentor se encarga de leer el reporte para lidiar con la
situación. No obstante, en una de las entrevistas, el participante 3 que pertenece al equipo de mentoría me
comenta “si no se notifica del informe, dependo de los padres y el tutor y la disponibilidad que estos
tengan en decirme sobre la situación para entonces tomar acción”.
En las discusiones que se suscitan en la oficina referente a los casos, observé que cuando
dialogaban sobre las situaciones, se tendían a buscar soluciones que fueran de beneficio para la unidad del
equipo, siguiendo los objetivos del programa y siempre teniendo como foco el bienestar del estudiante.
Cierta empatía era evidenciada en las conversaciones de carácter informal y se aportaban diferentes
eventos que pudieran apuntar hacia una posible ruta que pudiera solucionar la problemática. Sin embargo,
la comunicación ocurre más a menudo si el estudiante requiere mucha atención y en casos extraordinarios
por lo que la comunicación acerca de los estudiantes no siempre gira en torno a todos los estudiantes sino
de aquellos casos que merecen mucha atención. Entre los tutores, se suscitan conversaciones que muchas
veces tienden a tomar un curso de apoyo en el que un tutor puede recomendar alguna estrategia y así
compartir algún tipo de mecanismo con sus pares. No obstante, la confianza existente aparenta variar
entre los tutores y mentores; uno de los participantes describió que la confianza era crucial para tener una
comunicación más directa y surgió el término “accesibilidad de los pares” durante otra entrevista.
Adicional a las anteriormente mencionadas, los tutores tienen una reunión (aparte de la de mentoría) en
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las que se dialogan sobre las situaciones pero de estas reuniones, solo participan los tutores a pesar de que
se redactan unas actas a las que todos tienen acceso incluyendo los mentores.
En términos de observación, las dinámicas que ocurren respecto a la comunicación en el
programa aparentan ser efectivas pero en consenso, los participantes de las entrevistas pensaban que el
manejo pudiese mejorar. El participante 1 propuso que los mentores asistan a las tutorías al menos una
vez al mes o cada dos semanas para que tengan un “sentido de la circunstancia peculiar de cada
estudiante” y una reunión entre ambos equipos mensualmente. El participante 2 comentó que la
comunicación pudiese ser más efectiva “si se mantuviera un record electrónico (base de datos) a la que
el personal del programa pueda tener acceso para que vean que ocurre con los estudiantes como lo
hacen en Mayagüez”. Finalmente el participante 3 sugirió que “debe haber más organización y una mejor
canalización de la información” (refiérase a las conversaciones informales que ocurren de tutor a mentor
sobre las situaciones sobre ciertos estudiantes). En lo que sí hubo consenso entre los entrevistados fue la
informalidad de las conversaciones y los reportes. El participante 2 menciona que “estas conversaciones
me gustaría que estén informadas ya que la memoria muchas veces nos falla y se nos hace difícil
recordar (alguna situación) sobre un estudiante en específico”.
Dentro de mis observaciones, deseo destacar ciertos patrones que me parecieron influían de
manera positiva y negativa en las dinámicas de las comunicaciones del CUA. La distancia entre lugares
de reunión parece ser un factor excluyente ya que no todos se encuentran en el mismo lugar al mismo
tiempo y por ende, no comprenden luego ciertas circunstancias. Consecuentemente, por esta parte, la
comunicación se ve un poco afectada dado que no se mantiene un informe preciso de estas reuniones
informales. Adicionalmente, el tiempo es un determinante fuerte a la hora de cuán breve suelen ser las
reuniones informales dado que algunos miembros tienen que retirarse ya sea para sus hogares o a realizar
otras labores. La confianza entre el estudiante y el mentor suele ser un factor que aparenta afectar la
comunicación entre ambos y por ende, el tutor y el mentor deben ejercer un buen mecanismo de
comunicación. El participante 1 nos describe mediante la siguiente cita, la importancia de esta
comunicación:
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E: ¿Crees indispensable la comunicación entre el tutor y el mentor?
P1: Sí, ya que puede ser que el estudiante como tiene más confianza con el tutor, este le
cuente cosas que le ocurren durante el día que quizás no le cuente al mentor.
La comunicación en general no enfrenta ningún obstáculo que amenace con la interrupción de las labores
del programa y de los compañeros pero si debe aspirar a una mejor organización. El equipo del CUA no
carece de cohesión ni mucho menos de estrategias de apoyo mutuo pero he estipulado anteriormente que
la confianza es una pieza clave para la comunicación entre el grupo y por ende, es necesario que exista
una relación aunque sea distante entre cada integrante. La confraternización entre tutores y mentores
pudiese alimentar el proceso de socialización entre pares y quizás la confianza entre el grupo como
conjunto. Quizás no sea una solución rápida, pero aumentara la diversidad entre las comunicaciones y
proveerá un escape de la rutina diaria.
La comunicación es vital para cada grupo y beneficia el funcionamiento del grupo. El ser
humano, al ser un ente biopsicosocial, requiere de procesos de socialización en su ambiente laboral a
modo que esto pudiese proveerle un espacio para enfrentar diferentes situaciones como lo son el estrés
laboral, estrés social, entre otras. Al comienzo, tenía una concepción de que el funcionamiento del CUA
se movilizaba hacia un modelo individual mucho más allá que uno grupal. La cohesión es existente pero
la accesibilidad quizás sea un factor que atenta contra la comunicación en general del grupo y la falta de
confraternización. Como el repique de bomba, al que hace alusión las siglas del programa, así debe
resonar el grupo. El bailarín en la bomba hace un equipo con el que se encuentra tocando para ir al mismo
tiempo creando un espectáculo asombroso y coordinado con mucha organización, sentimiento, un
objetivo claro que es entretener al público y un orgullo por el sentido de pertenencia a nuestra cultura. De
esta misma manera, debe danzar el grupo de mentores y tutores en sus dinámicas de comunicación para
que con cada repique, se haga sonar el programa y el estudiante salga satisfecho y se cumpla el objetivo.
Orgullosos siempre de ser los pioneros en el recinto de Bayamón, con mucha organización, pasión, el
CUA seguirá resonando en las paredes de este pequeño recinto y cada uno de los integrantes que
compone al programa, danzará de forma que el grupo siga progresando y crezca mucho más.