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La mente es paradójica, pero no ilógica, sino que tiene su propia lógica y maneras de funcionar. Curiosamente, y ahí reside su paradoja, ella suele transitar en dirección contraria a lo que estamos habituados a ver, por eso no solemos entender muchas veces lo que nos ocurre. Lo único que se necesita para comprenderla es entender el lenguaje en el que trabaja. Lo que llamamos egoísmo, al contrario de lo que podríamos pensar, no se encuentra en la persona que tiene (y no sólo que aparenta) sentimiento de la propia valía, que se siente profundamente bien en su propio ser, sino que se halla justamente en personas que buscan a los demás para colmar (aunque siempre les es insuficiente) su propia carencia afectiva infantil. Éstas, suele ser personas muy dadas a los demás, sacrificadas (usualmente en exceso) pero que no suelen realmente sabe amar (sencillamente, porque no se aman a sí mismas) porque sienten un hambre de afecto tan extremo que les ciega, no les hace ver más allá de dicha carencia, y por tanto no pueden ver a los demás tal y como son, y mucho menos amarles verdaderamente… …por eso suelen idealizar rápidamente a quien tienen delante, a cualquiera que crean que les puede proporcionar el afecto que tan desesperadamente andan buscando; y se sacrifican relegando sistemáticamente sus propios deseos e intereses (y muchas veces, hasta los intransferibles derechos básicos como seres humano) ante esa persona “amada”, interpretando que así se hacen más dignos de amor a sus ojos… …pero es muy difícil amar a quien anda rebajándose y mendigando nuestro amor a toda costa. Mediante ese proceder, condicionado por tremenda necesidad afectiva, cada una de esas personas tan sólo atraerá (una y otra vez) a manipuladores y controladores narcisistas, que encontrarán en ese mendigo, en ese ser que tan poco se ama, una víctima muy apropiada para colmar a su vez sus propias y malévolas carencias, ansias de control y poder sobre otros… …y es que sin duda, la persona que manipula, que controla, también tiene sus carencias afectivas y tampoco se ama realmente a sí misma aunque exteriormente pueda parecer todo lo contrario (víctima y verdugo son en este caso ambas caras de la moneda, buscando colmar la misma insuficiencia afectiva mediante estrategias aparentemente tan distintas) ya que ésta sólo busca el control en los demás como sucedáneo del propio amor y autoestima que no se proporciona, por eso se suelen encolerizar tanto la persona manipuladora cuando sus planes se vienen abajo y pierden poder o influencia sobre sus víctimas. Ante una situación así, con suerte, esa relación parasitaria se romperá (no sólo puede darse en una relación de pareja, puede ser también de familia o amistad, incluso de trabajo) provocando en la persona que mendigó el amor o afecto, desilusión, confusión e incluso depresión,

Ansiosamente Necesitados de Amor

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Artículo de psicología

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La mente es paradjica, pero no ilgica, sino que tienesu propia lgica y maneras de funcionar.Curiosamente, y ah reside su paradoja, ella suele transitar en direccin contraria a lo que estamos habituados a ver, por eso no solemos entender muchas veces lo que nos ocurre. Lo nico que se necesita para comprenderla es entender el lenguaje en el que trabaja.Lo que llamamos egosmo, al contrario de lo que podramos pensar, no se encuentra en la persona quetiene (y no slo que aparenta) sentimiento de la propia vala, que se siente profundamente bien en su propio ser, sino que se halla justamente en personas quebuscan a los dems para colmar (aunque siempre les es insuficiente) su propia carencia afectiva infantil.stas, suele ser personas muy dadas a los dems, sacrificadas (usualmente en exceso)pero que no suelen realmente sabe amar(sencillamente, porque no se aman a s mismas) porque sienten un hambre de afecto tan extremo que les ciega, no les hace ver ms all de dicha carencia, y por tanto no pueden ver a los dems tal y como son, y mucho menos amarles verdaderamentepor eso suelen idealizar rpidamente a quien tienen delante, a cualquiera que crean que les puede proporcionar el afecto que tan desesperadamente andan buscando; y se sacrifican relegando sistemticamente sus propios deseos e intereses (y muchas veces, hasta los intransferibles derechos bsicos como seres humano) ante esa persona amada, interpretando que as se hacen ms dignos de amor a sus ojospero es muy difcil amar a quien anda rebajndose y mendigando nuestro amor a toda costa. Mediante ese proceder, condicionado por tremenda necesidad afectiva, cada una de esas personas tan slo atraer (una y otra vez)a manipuladores y controladores narcisistas, que encontrarn en ese mendigo, en ese ser que tan poco se ama, una vctima muy apropiada para colmar a su vez sus propias y malvolas carencias, ansias de control y poder sobre otrosy es que sin duda,la persona que manipula, que controla,tambin tiene sus carencias afectivas y tampoco se ama realmente a s misma aunque exteriormente pueda parecer todo lo contrario(vctima y verdugo son en este caso ambas caras de la moneda, buscando colmar la misma insuficiencia afectiva mediante estrategias aparentemente tan distintas) ya que sta slo busca el control en los dems como sucedneo del propio amor y autoestima que no se proporciona, por eso se suelen encolerizar tanto la persona manipuladora cuando sus planes se vienen abajo y pierden poder o influencia sobre sus vctimas.Ante una situacin as, con suerte, esarelacin parasitariase romper (no slo puede darse en una relacin de pareja, puede ser tambin de familia o amistad, incluso de trabajo) provocando en la persona que mendig el amor o afecto, desilusin, confusin e incluso depresin, vivencias stas que actuarn a modo de efecto rebote, lo que la har sentirse ms hundida, hambrienta y necesitada que nunca,se har mucho dao, sufriendo tremendamente con las historias mentales (y muy probablemente culpabilizadoras) que se repetir a s misma en esos momentos en los que se siente tan abandonada; s, est realmente abandonada, pero sobre todo de s misma,y pronto buscar distracciones, evasiones, en los dems, quizs en otra relacin ideal (muy posiblemente tambin nociva) quizs en grupos de amigos que no la estimen realmente o que la juzguen sin comprenderla, pero con quienes al menos se siente distrada de s, y puede dejar de pensar por un rato; mas la soledad en dichas compaas puede hacerse sentir ms profundamente que estando nicamente consigo misma.No hay culpas, cada persona tiene sus propias heridas, muchas de ellas surgidas durante la infancia,nuestra mente, que no dispona por aquel entonces de la experiencia ni la consciencia para entender lo que estaba pasando realmente, cre a nuestro ego y juez interior como una defensa nada flexible pero til ante situaciones en las que sentimos falta de cario o amor por parte de nuestros padres o familiares, de las personas ms importantes en nuestra recin inaugurada vida. Quizs entonces, nuestro limitado bagaje vital lleg a la conclusin de que debamos hacer mritos para optar al amor de los dems, porque por el simple hecho de existir no lo merecamos.Cambiar el pasado no es posible, pero no tenemos porqu resignarnos o entenderlo como algo que determinar toda nuestra vida sin remedio.Hemos de darnos cuenta de que realmente quien est pidiendo atenciones y amor cuando actuamos de la manera referida ms arriba (mendigando, sacrificndonos inconscientemente o sobreexigindonos todo el tiempo) es nuestro nio o nia interior herido, que reclama lo que entonces no tuvo, ha quedado congelada esa carencia y necesidad, oculta en nosotros con el paso de los aos pero no por ello inactiva.Lo que pretendo es mostrar que esta carencia afectiva primera no es posible colmarla de manera externa,en vez de ir hacia los dems con esas ansias y exigencias inconscientes, necesitamos llevar a cabo una labor o tarea personal.La forma de solucionar este crculo vicioso no se encuentra (por mucho que nuestro ego nos lo susurre) en el olvidarnos de nosotros mismos para darnos a los dems en la ciega idealizacin de otras personas (que slo indica lo mucho que reniego de m mismo y el poco aprecio que me tengo) o en tener que hacer todo perfecto a ojos de los dems,sino en la humildad, en la comprensin de m mismo y en la compasin. Humildad:Entiendo que tengo dones y capacidades que me hacen poder realizar ciertas actividades mejor que otros, pero tambin hay cosas que me sobrepasan y que aunque puedo mejorar en ellas, quizs no logre nunca hacerlas todo lo bien que otra gente las hace, pero tambinentiendo que es solamente mi insaciable ego quien me exige, irracionalmente a todas luces, tener que ser perfecto en todo. Comprensin de m mismo:Puedo ser consciente de lo que sucede en m, de lo que me cuento a m mismo en esos momentos en los que me siento abandonado, en los que tengo miedo, en los que la soledad se siente tan adentro,comprendo que son emociones, pensamientos, sensaciones, pero ninguna de ellas soy yo, estn en m, pero ya no las identifico con mi autntico ser,yo soy ms que mi mente.Al fin v que mis emociones surgen como herramientas de curacin, no como enemigos internos de los que deba huir o evitar. Vivo mis emociones plenamente, las dejo fluir dentro de m, tanto las cmodas como las que me causan malestar y que tanto sola evitar por inconsciencia en el pasado, es justo esa evitacin y/o huida lo que creaba mi sufrimiento, lo que me haca desconectar de m mismo. Compasin:Hay momentos de sufrimiento en m, se deben a la manera en que aprend a tomarme las cosas, porque sencillamente mi trayectoria vital me hizo sacar esas conclusiones de lo que ocurre, lo comprendo y acto conmigo como lo hara con alguien que sufre, apoyando sin culpabilizar, sin sealar, sin rerme de su dolor emocional ni querer minusvalorrselo o tener que darle soluciones mgicas, sino acompandolo, estando presente cuando lo necesite.Es lgico que en un primer momento se pueda pensar que el ser permisivo con nosotros mismos no cambiar nada, que las cosas seguirn de igual manera sino peor, porque pensemos que ahora las dejamos sin freno, sin alguien (el ego) que controle a modo de guardia de trfico lo que sucede en nuestro interior. Pero es que, como dije al comenzar este artculo, la mente es paradjica, y como he ido comentando,es nuestro nio o nia interior el que est herido y requiere ahora de nuestro amor incondicional, no de la supervisin de un ego tirnico.Las crisis vitales, los periodos de sufrimiento, no son ni mucho menos plato de buen gusto, nadie los quiere, pero se muestran, curiosamente, como lo nico que puede hacernos trascender, tomar consciencia de todo esto y avanzar en nuestro desarrollo interior.Son etapas que si podemos aprovecharlas como las oportunidades de crecimiento interior que son, tienen la capacidad de hacernos mucho bien, ayudndonos a sanar muchas de las heridas que se han mantenido abiertas tantos aos dentro de nosotros.Si por el contrario no nos damos cuenta de todo esto, pues seguiremos siendo esclavos de nuestros patrones de pensamiento y muy probablemente ellos nos harn volver a transitar (como si de una maldicin se tratase) por las situaciones vitales de manipulacin, sufrimiento, abandono y soledad.Curiosamente la vida nos repite amorosamente las lecciones cuantas veces lo necesitemos, hasta que entiende que hemos tomado consciencia plena de lo que necesitbamos darnos cuenta.Cuando despertamos, cuando vemos realmente y sin culpas el porqu hemos actuado durante tantos aos de un modo que nos hizo sufrir tantoCuando entiendo esos patrones internos ydestapo las falsedades sobre las que se apoyaron...Cuando hago las paces con mi nio interior, le abrazo y se siente acompaado por mentonces, s que comienzo a relacionarme plenamente con los dems, teniendo relaciones nutritivas y saludables con las personas que realmente me hacen bien y me estiman,con quienes me puedo relacionar tal y como soy, tal y como me siento; ya que mi necesidad ansiosa de amor, de afecto, no empaar nunca ms mi visin.

HABILIDAD EMOCIONAL.

El mayor obstculo para amar es albergar el temor secreto de no ser dignos de ser amados y/o aceptados. ANNIMO.

El amor idoltrico suele describirse como el verdadero y grande amor, pero slo demuestra el vaco y la desesperacin del idlatra. ERICH FROMM.

Nada desaparece hasta que nos ha enseado lo que necesitamos saber. PEMA CHDRN.

No puedes exigir a nadie que te quiera pero, en cuanto no seas exigente y sueltes los apegos, podrs reconocer cuntas personas te quieren as como eres, sin exigirte nada, y comenzars a saber lo que es el amor. ANTHONY de MELLO. No se accede a la verdad sino a travs del amor. San AGUSTN. En las relaciones no existe nada llamado mala suerte. Permanecemos con quienes creemos merecer. ALBERTO BARRADAS. El hambre de amor slo refleja la soledad interior y la necesidad de aferrarse a alguien para no perderse. WALTER RISO.

Una carta de amor verdadero hacia ti mismo, est hecha de conocimiento, comprensin y compasin. THICH NHAT HANH.

Es verdad que las personas egostas son incapaces de amar a los dems, pero tampoco pueden amarse a s mismas. ERICH FROMM. Aceptamos el amor que pensamos que nos merecemos. STEPHEN CHBOSKY. La soledad no habla de baja autoestima, lo que habla de baja autoestima es la mala compaa. ALBERTO BARRADAS. T, ms que nadie en el mundo entero, mereces tu amor y afecto. BUDA.

Paradjicamente, la capacidad de poder estar solo es condicin para la capacidad de amar. ERICH FROMM. No ser amado es una simple desventura, la verdadera desgracia es no saber amar. ALBERT CAMUS.

Fuente: http://habilidademocional.com/2014/05/07/ansiosamente-necesitados-de-amor/#more-5909