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Secretaría de Educación Subsecretaría de Educación Básica Programa Estatal de Lectura 2009 Los acervos de la Biblioteca Escolar y de Aula y su vinculación con la Reforma Integral de la Educación Básica Curso Taller Cuaderno de Lecturas

Antología Curso Taller 2010

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APOYO A LA ORGANIZACION DE LA BIBLIOTECA DE AULA

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Secretaría de Educac ión

Subsecretaría de Educac ión Básica

Programa Estata l de Lectura

2009

Los acervos de la Biblioteca Escolar y de Aula

y su vinculación con la Reforma Integral de la Educación Básica

Curso Taller

Cuaderno de Lecturas

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DIRECTORIO

Dr. Víctor A. Arredondo Álvarez Secretario de Educación

Profra. Xóchitl A. Osorio Martínez Subsecretaría de

Educación Básica

Profra. María del Pilar Saucedo Pinta

Directora General de Educación Inicial y Preescolar

Profr. José Farjat Fahur Director General de Educación Primaria

Federalizada

Profr. Natalio A. Arrieta Castillo Director General de Educación Primaria

Estatal

Profr. Valente Velásquez Bernabe Director de Educación Indígena

Profr. José Luis Zapata Bautista Director de Educación Especial

Profr. Hipólito Ollivier Pérez Director General de Educación Secundaria

Profra. María Elena Martínez Vivanco Subdirectora de Educación Preescolar

Federalizado

Profra. María del C. Astrid Maraboto Martínez Subdirectora de Educación Preescolar Estatal

Profra. Leyla Hernández Pitalúa Subdirectora Técnica de Educación Primaria

Federal

Profra. Maricela Domínguez Colío Subdirectora Técnica de Educación Primaria

Estatal

Antrop. Ma. del Consuelo Niembro Domínguez Subdirectora Técnica de Educación Indígena

Profra. Delfina Cuevas Aguilar Jefa del Depto. de Educación Especial

Federal

Lic. Rosario Nina Peña Guevara Jefa del Depto. de Educación Especial Estatal

Profr. Gilberto Nieto Aguilar Subdirector de Secundarias Generales

Ing. Jaime Palacios Pérez Subdirector de Secundarias Técnicas

Profra. Ludivina Viznado Felizardo Subdirector de Telesecundarias

Profr. Conrado A. Arenas Contreras Subdirector de Secundarias Estatales

Profra. Sara Elena Ordaz Segura Jefa del Área Técnica de Preescolar

Federalizado

Profra. Laura E. Murrieta Nicolat Jefa del Depto. de Operación de Programas Técnico Pedagógicos de Primarias Estatales

Profr. Ricardo Martínez Jefe del Depto. de Operación de Programas

Técnico Pedagógicos de Secundarias Generales

Profr. Rubén Zúñiga Salinas Jefe del Depto. de Operación de Programas

Técnico Pedagógicos de Secundarias Técnicas

Profr. Juan Antonio Lendechy García

Jefe del Depto. de Operación de Programas Técnico Pedagógicos de Telesecundarias

Profr. José Luis Contreras Vázquez Jefe del Depto. de Operación de Programas

Técnico Pedagógicos de Secundarias Estatales

Profr. Omar Cruz Hernández

Coordinador del Programa Estatal de Lectura

Profra. Hortensia Morales López Profra. Gaudencia García y Durán

Lic. Laura C. Morales Aparicio Profra. Guadalupe Reyes Escalante

Profra. Onelia A. Leyva Olivares Lic. Verónica Paíz Malagón

Asesoras Técnicas

Equipo Técnico Estatal

Profra. Ma. de Lourdes Ortega Ferto (Preescolar Estatal) Profra. Rosalba Andrade Marín (Preescolar Federal)

Profra. Marisela Morales Molina (Preescolar Federal) Ma. Teresa Zopiyactle Maldonado (Educación Indígena)

Lic. Ometéotl Hernández Ángeles (Educación Indígena) Profr. Joel Lara Santos (Educación Indígena)

Profr. Jorge Federico López (Primaria Federalizada) Profra. Leticia Domínguez Ceballos (Primaria Federalizada)

Profra. Belem O. Peralta Libreros (Primaria Estatal) Profra. Nohemí Morales Hernández (Primaria Estatal)

Profra. Ma. de Jesús Cerón Velásquez (Primaria Estatal) Profra. Ma. de Lourdes Rodríguez Estévez (Primaria Estatal)

Profr. Alejandro Domínguez López (Primaria Estatal) Profra. Gloria Villa Cárdenas (Educación Especial Federal)

Lic. Anabel Amaro Amaro (Educación Especial Estatal) Profra. Elsa Garrido Tirado (Secundarias Generales)

Profra. Rosa Ma. Gómez Ortiz (Secundarias Técnicas) Profra. R. Angélica Suárez Jasso (Telesecundarias)

Profra. Grisel Flores Cano (Secundarias Estatales) Profra. Susana Barcelata Hernández (Educación Normal)

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ÍNDICE

Pág.

¿Para qué unas co lecc iones en e l au la y otras en la bibl ioteca? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5

Carac ter í st icas, func iones y di ferenc ias de las b ibl iotecas……………………………………………………………. 6

La puesta a l d ía de la b ibl ioteca esco lar……………………………………………………………………………………….. 7

La instalac ión de las b ib l iotecas de au la ……………………………………………………………………………………….. 7

Mecanismos de préstamo………………………………………………………………………………………………………………. 9

Lec turas para compart i r . ¿Qué hay en las b ibl iotecas? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10

La bib l io teca de l sa lón…………………………………………………………………………………………………………………… 15

¿Cómo se conforman las bibl io tecas escolares y de au la? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17

Valorac ión de los t í tu los selecc ionados. Cal idad l i terar ia. Cal idad de las i lustrac iones.

Ca l idad edi tor ia l . Temas y valo res. Pert inenc ia del mater ia l en la escue la

Sobre los n ive les lec tores

Lec tura para compart i r . B ibl ioteca para esco lares…………………………………………………………………………. 21

Vamos a exp lorar…………………………………………………………………………………………………………………………… 27

Estrategias de t rabajo con los l ibros de las Bibl iotecas Escolares y de Au la ….…… ………………………. 29

El Programa Nac ional de Lec tura. L ibros a l a lcance de la mano……………………………………………………. 31

Perf i l de egreso de l estudiante de educac ión básica…………………………………………………………………….. 33

El contenido de este Curso-taller está

basado en las lecturas del Curso Estatal

de Actualización Las Bibliotecas en el

Quehacer Educativo (HGO1403-08)

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¿Para qué unas colecciones en el aula y

otras en la bibl ioteca?

Bibliotecas de aula

Las colecc iones que l legan a las aulas

representan una oportunidad inapreciable de

lectura en profundidad. Están dest inadas a

ser los pr imeros contactos, los más

inmediatos, de los lectores con e l mundo de

los l ibros. Cada uno de los l ibros para los

salones ofrece pos ibi l idades de lectura

di ferentes, pone a disposición temas y

formatos que son muestra del acervo (mucho

más amplio) que podrá encontrarse no sólo

en la b ibl ioteca de la escue la, s ino en los

dist intos acervos presentes en la v ida socia l.

Con el los, se t ienden lazos de búsqueda, se

al imenta la curios idad y se intenta que con su

presencia constante los l ibros se vayan

volviendo elementos de referencia y uso

permanente, tan habituales como el resto de

los objetos en el salón de c lases. Son, en

suma, un vehículo para convert ir la lectura y

la escr itura en práct icas cot id ianas.

Estos acervos br indan la posibi l idad de

mostrar , de manera expl íc ita y presencia l , las

formas y propósitos de las práct icas de

lectura y escr itura, de las múlt iples maneras

en que puede abordarse un mismo texto, de

las funciones que puede tener la pa labra

escr ita en la vida de todos los días.

No olv idemos que las colecciones de aula

están pensadas como un acervo en su

conjunto, a l igua l que la bibl ioteca escolar.

Esto es, los l ibros están estrechamente

relacionados entre sí para ayudar a los niños

a construirse como lectores y no responden a

una graduación f i ja .

Esto signi f ica que los acervos no deben

quedar “pr is ioneros” en los salones de c lase.

Es posib le , y deseable, que después de un

t iempo, puedan organizarse préstamos entre

grados, de manera que las pos ib i l idades de

lectura de alumnos y maestros se amplíen

siempre más y más y se tengan muchas

oportunidades para conversar, part iendo de

lecturas comunes. Este intercambio puede dar

pie , además, a una labor de art iculación entre

los maestros de d i ferentes grados.

Bibl iotecas escolares

La b ib l ioteca escolar está dest inada a

funcionar como un centro de recursos,

búsqueda e información út i l y pert inente para

los lectores presentes en la escuela, tanto

alumnos como docentes. Tiene que garant izar

también la pos ibi l idad de l levar a cabo

act iv idades puntua les relacionadas con el

lenguaje y e l disfrute de la lectura.

Así como la b ib l ioteca de l aula puede

impulsar hacia la b ibl ioteca escolar , ésta

puede, y debe, ayudar a los lectores a

acercarse a las b ibl iotecas públ icas, formando

así un c ircuito de lectura que atraviese por la

escuela y la comunidad. No nos conformemos

con los acervos de l aula, tenemos que

consultar y explorar las colecciones más

ampl ias de la bibl ioteca escolar. Necesitamos

conocer qué t iene la escuela en su conjunto,

comentar entre los maestros los l ibros y sus

posib i l idades para ampliar las capacidades de

dar clases más creat ivas, r icas, ex i tosas y

placenteras. Establecer un c ircuito f lu ido de

ci rculac ión de mater ia les al imentará estas

oportunidades. También esta explorac ión

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constante forma parte del crecimiento lector

de los adultos de la escuela , maestros y

famil ias.

E l acervo de las bibl i otecas escolares ha ido

conformándose y crec iendo poco a poco a lo

largo de los años, en muchos casos no sólo

con los l ibros e impresos, s ino también con

una proporc ión importante de materia les en

otros soportes (videos, audiocintas, CDroms,

etcétera) . Hacer un esfuerzo por integrar

todos los medios a nuestro a lcance es

importante, de manera que confluyan en el

propósito de formar integralmente al a lumno.

Características, funciones y diferencias de las bibliotecas

Las b ibl iotecas de aula y las escolare s t ienen caracter íst icas y funciones dist intas. Ambas se

complementan y pueden ir haciéndose, con el uso, necesarias para el trabajo en c lase, y para el

desarrol lo de la vida escolar y comunitar ia . A cont inuación, una exposición mínima de estos dos

espacios:

Biblioteca de aula Biblioteca escolar

Al servic io cot idiano de las neces idades de l

aula .

Al servic io de todo el centro escolar .

Replantea la metodología y formas de trabajo

en el aula: d iversi f ica las formas de

interacción con los textos.

Ampl ía las posibi l idades de búsqueda y

fomenta la necesidad de la invest igación.

El préstamo de l ibros se real iza de una

manera senci l la y ági l .

E l préstamo impl ica una organización

importante.

La cant idad de materia les no es muy amplia .

Interesa más el contenido que la cant idad; se

busca que responda de manera más directa a

las necesidades del curr ículo y etapa de cada

grado.

Pueden ser registrados mult itud de materia les

( l ibros, revistas, etc.) que en a lgún momento

puedan ser usados por algún lector de la

escuela . Prevé la d iversidad de lectores y

necesidades.

Pueden hacerse préstamos entre b ib l iotecas

de d iversos grados y entre la de aula y la

escolar.

Pueden hacerse préstamos a las bibl iotecas de

aula , así como sol ic i tar l ibros en préstamo a

otras bib l iotecas de la comunidad.

Permite lecturas compart idas y enriquece

fundamentalmente los espacios de trabajo y

lectura en grupo.

Garant iza espacios para la lectura indiv idual ,

s in descuidar por e l lo el t rabajo en grupo.

Permite que maestros y a lumnos se

responsabi l icen de la organización,

conservación y uso de los mater ia les.

Permite aprender normas de uso

preestablecidas.

S .E . P . , B i b l i o te c a s E s co l a re s y de A u l a , P r im ar i a . Méx i co - S . E . P . 20 02 . p p . 14 -16

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La puesta al día de la biblioteca escolar

Los l ibros que están l legando se suman a los

mater ia les con los que la escuela cuenta,

para hacer un todo cada vez más grande y

con más posib i l idades. Esto es algo que hay

que recordar siempre: los l ibros de la

bib l ioteca no caducan.

Siempre habrá nuevos alumnos que no l os

conozcan; nuevas lecturas que hacer sobre

los l ibros conocidos, y posib i l idades de

relacionar de dist intas maneras los materia les

con e l resto de act ividades que se rea l icen en

la escue la.

La l legada de los nuevos mater ia les puede ser

un buen pretexto para acercarnos de nuevo al

acervo, para empezar a ver cómo se une lo

que está l legando con lo que ya teníamos,

qué proyección hacia el t rabajo escolar

podemos darle a esta bibl ioteca en

crec imiento.

Entonces…saquemos todo, reorganicemos lo

que haga falta , revisemos el estado f ís ico de

los l ibros, decidamos cómo organizar los

nuevamente; pongamos a dia logar a unos

l ibros con otros. Con seguridad e l resul tado

nos sorprenderá y nos abr irá posibi l idades.

Si la escue la cuenta con bibl ioteca escolar

formalmente insta lada, aprovechemos para

renovar la organización y exhibición de los

l ibros. Si la escue la no cuenta con bibl ioteca

escolar, podemos comenzar a buscar opciones

para poner los l ibros a disposic ión de los

lectores.

La instalación de las bibliotecas de aula

En el caso de las bibl iotecas de aula,

evidentemente su lugar estará en cada salón,

y los responsables de su cuidado serán el

maestro del grupo, los alumnos y e l d irector.

Además de usar e l módulo que acompaña al

acervo (hecho de p lást ico PVC y al cual se

adjunta un instruct ivo para su adecuada

instalac ión), los materia les pueden ser

exhib idos también de muchas otras maneras;

más adelante ofrecemos algunas ideas que

pueden ser de ut i l idad.

Hay que recordar s iempre que es fundamental

que todos los n iños (aun los más pequeños)

puedan l legar fáci lmente hasta los l ibros y

tomarlos directamente, es decir, s in ayuda de

los adultos. Defini r en qué lugar de l aula se

instalará la b ibl ioteca es un buen momento

para una decis ión compart ida entre alumnos y

maestros, tomando en cuenta las condic iones

f ís icas y de seguridad del salón: debe

cuidarse que no haya mobi l iar io que obstruya

el acceso a los l ibros, que no haya

f i l t raciones de agua, que e l acervo quede

protegido de l so l y del polvo, etcétera.

Sugerimos colocar e l estante a un metro del

suelo.

A la hora de leer en el aula hay que pensar

en var ias posib i l idades de lectura y en

dist intas maneras de leer . Ta l vez los

alumnos quieran consultar los mater ia les

cómodamente sentados en e l pupit re, leer

a is lados del resto o con un grupo de

compañeros. Por eso podr íamos pensar,

cuando e l espacio lo permita , en organizar un

lugar (aunque sea pequeñito) , dentro del

aula , para una lectura cómoda; ta l vez entre

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coj ines o sarapes, no só lo para los alumnos

de los pr imeros grados, s ino para toda la

pr imaria .

Colocar las repisas, fabricar las zapateras,

l ibrer i tos o tendederos para que algunos

t í tulos se expongan de manera especia l en la

semana, elaborar cojines y disponerse a

arreglar el sa lón para tener los l ibros al

a lcance de todos, podrán ser tareas en las

que las famil ias y la comunidad también se

comprometan.

Acordemos reglas para l levarlos a casa

Prestar los l ibros para que se lean en casa es

una tarea primordial de las bibl iotecas

escolares y de aula. Si esta práct ica no existe

en la escue la, es hora de empezar a

generar la. Hoy sabemos que la presencia de

mater ia les escr i tos en la v ida socia l de niños

y jóvenes, y la pos ibi l idad de contr ibuir a la

formación de ambientes lectores, son factores

decis ivos para que los alumnos se consideren

parte act iva de una cultura de la let ra escr ita,

es decir, se formen como lectores autónomos

(esto es algo que la escue la t iene como

propósito) . Sabemos también que en muchos

hogares la presencia de l ibros y actos de

lectura es escasa o nula , y por lo tanto se

t iene, como centro escolar, una doble

responsabi l idad: ofrecer oportunidades de

acceso a la let ra en la escuela y ayudar a que

en las famil ias el l ibro sea cada vez más un

objeto cot idiano.

Defini r quién se encargará del control de

préstamo y las maneras en que cada uno se

compromete a cuidar los l ibros será un nuevo

paso para que cada a lumno sienta los l ibros

más cercanos.

Cuando los l ibros vue lvan de nuevo al aula,

se podrán convenir las reglas del juego. Se

def inirán los mecanismos para préstamo entre

semana y para f ines de semana. Tendremos

entonces que planear cómo l levar un control

senci l lo que dé cuenta de quién t iene el

ejemplar, pero también nos dé información

sobre los caminos de lectura que siguen los

alumnos (qué l ibros leen, cuáles prefieren).

Lo importante es def ini r , colect ivamente , un

reglamento y un sistema que a todos funcione

para que los l ibros sean le ídos, compart idos y

aprovechados, a la vez que e l acervo se cuide

y se mantenga en uso durante el mayor

t iempo posible .

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Mecanismos de préstamo

BIBLIOTECA DE AULA BIBLIOTECA ESCOLAR

Los a lumnos pueden tomar los materia les

l ibremente mientras permanecen dentro

del aula

Los a lumnos pueden sol ic itar préstamos

dentro de la b ibl ioteca. Siempre que se

pueda, la bibl ioteca será de estanter ía

abierta.

Los préstamos a domic i l io serán por f in de

semana ( l levar e l viernes y devolver el

lunes) , ya que la co lección es pequeña y

pudiéramos necesi tar los en el transcurso

de las c lases.

Los préstamos a domic i l io pueden

sol ic itarse cua lquier día de la semana y el

plazo para la devoluc ión será pactado por

el responsable de la bibl ioteca junto con

los maestros y e l director .

El registro de estos préstamos será

públ ico y muy senci l lo (por ejemplo, una

cartul ina con los nombres de todos los

niños y una cuadr ícula donde anoten e l

t í tulo l levado en préstamo) .

El s istema de control y regist ros de

préstamos será claro, senci l lo y confiable .

Todos los lectores podrán entenderlo y

manejar lo. La b ibl ioteca escolar no puede

cobrar multas en efect ivo o especie por

retrasos o pérdidas de materia les. Deben

diseñarse otras estrategias de

recuperación.

Las reglas sobre uso y cuidado de los

l ibros serán acordadas y di señadas entre

todos los alumnos y el maestro.

El responsable de la bibl ioteca propondrá y

elaborará un reglamento de uso y cuidado

incluyente y respetuoso de los lectores.

Este reglamento estará siempre a la v ista y

sujeto a revis iones per iód icas.

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LECTURAS PARA COMPARTIR

Magaloni , Ana María . Op. Ci t .

¿QUÉ HAY EN LAS BIBLIOTECAS?

Libros

Pablo está plat icando con el bibl iotecario, y mientras observa lo que ha y a su alrededor dice :

Pablo: Quisiera saber.. . ¿Por qué no ponen juntos los l ibros y los discos?

Bibliotecario: Pues verás, es que se t rata de cosas hechas con di ferentes mater ia les, y a l

poner las aparte es más fác i l acomodarlas para que ustedes las encuentren cuando las necesitan.

¿Ya v iste? Aquí están los l ibros, a l lá los discos y en ese otro lugar las revistas y los periódicos.

Pablo: Además, los discos son más grandes y no cabrían en estos estantes.

Bibliotecario: Sí , pero no es sólo e l tamaño, s ino también las di ferentes funciones que t iene

cada uno.

Pablo: Y los l ibros t ienen let ras, pa labras, pues, y dibujos o fotograf ías, se pueden leer y los

discos sólo se escuchan.

Bibliotecario: ¿Tú que pref ieres, Pablo?

Pablo: Pues, a veces los l ibros y a veces los d iscos o las pel ículas, pero cuando vengo a la

bib l ioteca, o voy a la de mi escuela , casi s iempre prefiero los l ibros. Yo creo que son más

bonitos.

Bibliotecario: ¿Ah sí? ¿Por qué?

Pablo: Porque cuando leo un l ibro a veces me pasa que me gusta mucho lo que dice en una hoja

y entonces cuando yo quiero, puedo buscar la y leer la otra vez y otra vez, o también me pasa a

veces que no ent iendo las pa labras y s i le pregunto a mi maestro o a mi hermano, en casa, el los

me d icen lo que signi f ica.

Bibliotecario: ¿Te gustan también las i lustraciones de los l ibros?

Pablo: Sí , muchísimo. Y a veces he copiado en mi cuaderno las más bonitas. A María, una niña

de mi escuela , le regalé una que copié de un l ibro que se l lama E l paste l de fresa .

Bibliotecario: ¿Y qué más te gusta de los l ibros?

Pablo: Eh. .. pues, no sé. .. Déjeme pensar.. . ¡Ah, s í! Me gusta que puedo leerlo en el lugar y en

el momento que yo quiera y además que, si no me agrada, puedo leer otro y otro hasta elegir

cuál es e l más bonito. Además, cuando leo, aprendo palabras nuevas y cómo se escr iben las que

ya conocía . Pero lo que más, más me gusta es ¡que haya l ibros de cuentos.. .!

Bibliotecario: ¡Mmmm... , ya veo!

Las revistas y los periódicos

Después de esto, Pablo se quedó cal lado; fue a la estanter ía en donde se colocaban los

periód icos y las revistas, y comenzó a hojear algunas. El bibl iotecar io , que lo había seguido, se

quedó parado detrás de él en espera de sus preguntas, pues sabía que si Pablo observaba con

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cuidado e l contenido de esos materia les, querr ía saber algo de el los. En efecto, tras pasar

algunas hojas de las revistas que había tomado, e l niño preguntó:

Pablo: ¿Son igual que los l ibros, las revistas y los per iódicos?

Bibliotecario: No, no son iguales. Tú has visto los l ibros y te has dado cuenta de cómo están

hechos. Ni las revistas ni los periód icos t ienen tantas páginas como un l ibro; tampoco están

escr itos por una sola persona, s ino por varias. Además, en el los se t ratan varios temas, porque

los periód icos, por e jemplo, t ienen varias secciones.. .

Pablo: A mi papá, que es doctor , le l lega cada mes una revista , y además todos los días compra

el periód ico.. ., mi mamá también compra revistas.

Bibl iotecario: ¿Y tú no lees alguna revista o algún periód ico?

Pablo: ¡No! ¡Nunca!

Bibliotecario: ¿Por qué no?

Pablo: Porque no hay per iódicos ni revistas para niños. ..

Bibliotecario: Te equivocas Pablo, aquí tenemos a lgunos que son para niños, está la rev ista

Chispa, y el periódico Tiempo de niños .

Pablo: ¿Ah s i? No los conozco, pero me gustan sus nombres. .. ¿Qué más?

Bibliotecario: ¿Sobre qué?

Pablo: De periód icos y revistas.

Bibliotecario: ¡Ah...! Pues mira, a algunas personas las revistas les son má s út i les que los

l ibros porque, como salen con más frecuencia , e l los se enteran más rápido de lo que quiere n

saber y con los periódicos pasa lo mismo.

Pablo: Creo que ya entendí. Las revistas y los periód icos t ienen not icias, nos cuentan las cosas

más importantes que pasan cada d ía aquí y en todo el mundo; las revistas , por su lado, traen lo

que escr iben algunas personas para informar a otros sobre lo que han invest igado o bien sobre

lo que piensan de algo en part icular . Además, los per iódicos aparecen d ia r io y las revistas pues

cada quince d ías, cada mes, a lgunas tardan un poco más; en f in, de cualquier forma, como te

decía antes, lo que e l los nos cuentan es más reciente que lo que viene en los l ibros.

Los audiovisuales

De pronto, se oyó una voz que anunciaba a los usuar ios que en la sa la de proyecciones iban a

pasar una pe l ícula sobre los centros arqueológicos de México. Pablo miró sorprendido a su

acompañante quien, a l ver la cara de l niño, lo invi tó a que fueran juntos.

Pablo: “Centine las de l s i lencio” ¿Qué es eso?

12

Bibliotecario: Una pe l ícula. ¡Vamos a entrar , te gustará!

Al sal i r , Pablo tenía aún más preguntas que hacer.

Pablo: ¡Me gustó mucho! ¿Podr íamos ver otra?

Bibliotecario: Quizás hoy no sea posib le . Como te habrás dado cuenta ese t ipo de m ater ia les

t iene sus ventajas, porque pueden ser aprovechados por muchas personas al mismo t iempo,

pero, por desgracia , son muy costosos, por eso debemos t ratar los con mucho cuidado. ¿No te

gustar ía o ír un casete o un disco? O (s ic), mira, dentro de un rato , en la sala infant i l , van a

pasar unas transparencias sobre los Museos de México.

Pablo: No, creo que no. Me gustar ía ver el globo terráqueo y loca l izar las capita les de los países

de Amér ica de l Sur que me dejaron de tarea.

Bibliotecario: ¿Y qué vas hacer después?

Pablo: Irme a mi casa, porque ya tengo mucho t iempo aquí. Pero mañana vengo.

¿Cómo hacer uso de la bibl ioteca? El bibliotecario como guía

Al otro día , como había promet ido, Pablo regresó y de inmediato buscó al b ib l iotecar io que lo

había estado esperando para cont inuar mostrándole los serv ic ios de la b ibl ioteca. Cuando e l niño

lo v io , sonr ío y lo saludó efusivamente .

Pablo: ¡Buenas tardes! Ya vine. Antes de comenzar, quis iera decir le que estoy muy contento por

haberlo conocido y por saber que hay alguien como usted que puede expl icarnos a todos cómo

encontrar lo que buscamos y lo que hay aquí, en la bibl ioteca.

Bibliotecario: ¡Gracias, Pablo! ¿De veras crees eso?

Pablo: Sí . Además, quisiera que me di jera qué más hace.

Bibliotecario: Pues verás, hay ocasiones en las que un lector necesita un l ibro, pero no sabe

dónde está, entonces yo lo busco y se lo entrego . Si además, quiere l levárse lo a su casa, rea l izo

los trámites necesarios para que pueda hacer lo, o hago que l leguen a sus manos c iertos

mater ia les que no están en la bibl iote ca pero sí en otra ¿me expl ico?

Pablo: S í .

Bibliotecario: ¿Has v isto los carteles que están en la entrada?

Pablo: ¡S í , están l indos!

Bibliotecario: Pues yo los hice para informar a la gente de las act iv idades que se van a real izar

hoy, aquí.

Pablo: Pero además, usted se sabe todos los nombres de los l ibros, las revistas, los discos, y

dónde están, y cuánto costaron y dónde los compraron.. .

13

Bibliotecario: ¡No, eso es imposib le Pablo! Eso no es cierto. ..Nosotros tenemos un f ichero

mágico. ..

Pablo: ¿F ichero mágico?

El acceso a los libros: el catálogo

Bibliotecario: ¡Bueno, no exactamente mágico, pero cas i ; en él se encuentran muchas tarjetas

en donde están escr i tos los nombres de todos los l ibros que hay en la b ibl io teca y de las

personas que los escr iben.

Pablo: ¡Ay! ¿Así lo hacen?

Bibliotecario : ¡Pues. .. s í Pablo, aunque no lo creas! Este f ichero se l lama catá logo, y tú

también lo puedes usar.

Pablo: ¿Y cómo?

Bibliotecario: Vamos, para que lo veas por t i mismo. ¿Qué l ibro te gustar ía buscar?

Pablo: Uno.. . sobre las abejas.

Bibliotecario : ¡B ien! ¿Sabes quién es e l autor de ese l ibro que quieres?

Pablo: No.

Bibliotecario: ¿El t í tulo?

Pablo: No, tampoco. ¿Entonces, no vamos a poder encontrar lo?

Bibliotecario: C laro que sí . No te preocupes; nosotros tenemos más de una manera para

encontrar los l ibros. Algunas veces, los encontramos en estas tarjetas que están aquí y que

t ienen los nombres de los autores ordenados por su ape l l ido.

Pablo: ¿Cómo?

Bibliotecario: Sí , por orden al fabét ico, pr imero todos los apel l idos que empiecen con la letra A,

después los de la letra B, hasta l legar a la Z.

Pablo: ¡Ah, ya entendí!

Bibliotecario: Otras veces, puedes hal lar los di rectamente por e l nombre de l l ibro, por ejemplo,

como en esta tar jeta:

Bibliotecario: Pero en este caso, como no sabemos ni e l t í tulo, ni e l nombre de l autor ,

tendremos que buscarlos en este tercer f ichero en donde hemos puesto los temas de los l ibros.

I

741

P37 A Dibujar

Parramón, José Ma.

A dibujar / José Ma. Parragón, Eric

Huguet. Barcelona: Toray, 1980

29 p. – (5200)

71502

14

Pablo: ¿Y cuál es el tema?

Bibliotecario: ¡Pues, las abejas!

Pablo: Bueno, ya tengo la tar jeta, y ahora ¿qué?

Bibliotecario: Te habrás dado cuenta de que cada tar jeta, además del nombre del autor , del

t í tulo y de otros datos, t iene letras y números, arr iba, en la or i l la izquierda.

Pablo: S í , ya los veo.

Bibliotecario: Éstos son una c lave que también t ienen los l ibros en el lomo.

Pablo: ¿Qué es e l lomo?

Bibliotecario: Ahora que encontremos un l ibro lo verás.

El bib l iotecar io y Pablo se di r igen hacia el estante en el que se encuentran al ineados los l ibros

que t ratan sobre el tema que al niño le interesa; é l había anotado las let ras y números de la

tarjeta.

Bibliotecario: Mira Pablo, aquí están los l ibros que tratan del tema que quieres conocer. Hasta

este lugar pueden venir los lectores y tomar el los mismos los l ibros. Después, s i no van a

l levárselos a su casa, deben colocarlos. ..

Pablo: ¡En su lugar, claro, porque eso me ha dicho mi mamá, que siempre hay que poner las

cosas en su lugar.. .!

Bibliotecario: No Pablo, en este caso no.

Pablo: ¿Por qué?

Bibliotecario : Porque los lectores podrían colocarlos mal y eso ocasionaría p roblemas a muchas

personas: a t i , a mí, en f in, a mucha gente.

Pablo: Entonces ¿en dónde hay que ponerlos?

Bibliotecario: Al lá, en esos carr i tos ¿los ves?

Pablo: ¡Ajá! Arr iba dice: “Deposite aquí sus l ibros”.

Bibliotecario: B ien Pablo, veo que has aprendido cómo funciona tu bibl ioteca.

Pablo: ¡Mi b ibl ioteca!

15

La bib l io teca de l sa lón

¿Qué mater ia les ex is ten en la b ib l io teca ?

Libros de texto, de cuentos, d icc ionar io s,

d irector ios, periód icos, revistas, h is tor ie tas,

fo l le tos, juegos didáct icos, mapas, recetar ios

de cocina, instruct ivos, en f in, l ibros que don an

los a lumnos o sus papás para este propósi to;

tarje tas, et iquetas engomadas, pegamento

blanco, marcadores, ca rtul ina, hojas y lápices

(este mater ia l puede sust i tu i rse por otro que

sat is faga la func ión); cajas de cartón, de

madera, tabiques , tablas o lo que esté

disponible para e laborar los l ib reros y e l

catá logo.

1. Esta act iv idad puede real izarse en una o más

ses iones. P ida a los niños que comenten sus

experienc ias re lac ionadas con la b ib l io teca del

au la en sus grupos escolares anter iores o en las

vis i tas real i zadas a a lguna bib l io teca. Pregunte

si les gustaría tener una b ib l io teca dentro del

salón de c lases y qué ventajas creen que esto

podr ía representar.

2. Invi te a los n iños a crear la b ib l io teca del

grupo. Procure que todos part ic ipen con ideas y

t rabajo. Los n iños serán quienes propongan el

lugar del salón donde les gustaría ubicarla, e l

acomodo de los l ib ros y demás materiales, y e l

s is tema para controlar e l préstamo.

3. En la fecha que determinen, reúnen los

mater iales que servi rán para armar los l ib reros,

e laborar e l catá logo y organizar e l acervo.

Coord ine a los n iños para que clasi f iquen los

l ib ros y otros mater iales de acuerdo con e l

tema o con la as ignatura en la cual tengan más

pos ib i l idad de uti l izarse .

4. Se sug iere e laborar un catálogo de la

b ib l io teca con los s igu ientes datos: autor, t í tu lo

y tema. Cada l ibro contará con tres tarje tas:

una que comience por e l autor, otra por e l

t í tulo y otra por e l tema. Pero todas deben

tener los tres datos.

5. Los niños deciden la manera como desean

acomodar e l mater ia l en los l ib reros,

cons iderando la clasi f i cación que hayan hecho.

A part i r de lo anterior se pega una et iqueta en

e l lomo de cada l ib ro, indicando e l área donde

debe co locarse.

6. Una vez se lecc ionado, d iv id ido, clasi f i cado y

et iquetado, e l acervo se ordena al fabét icamente

en los l ib reros. También se ordenan así las

tarje tas del catálogo, que deben colocarse en

tres pequeños cajones o cajas de cartón. Estas

cajas se ident i f i carán con un le trero que diga

catá logo de autor, de t í tu lo y de tema, según el

caso.

7. Al f ina l izar , se planteará a los n iños la

necesidad de contar con un bib l iotecario, qu ien

será responsable del manejo de los mater iales.

Este cargo lo puede desempeñar un alumno

diferente cada semana, de ta l manera que

todos los niños tengan la oportunidad de

part ic ipar.

8. Las func iones de l b ib l io tecario serán:

a. Buscar y proporc ionar al maestro y otros

niños e l materia l para apoyar algún tema de la

clase.

b. Llevar e l control de los l ib ros so l ic i tados por

los niños en préstamo a domic i l io. C las i f icar e l

acervo, e laborar las tarje tas de catá logo,

et iquetar, armar los l ib reros y ordenar e l

acervo y las tarje tas del catálogo son

act iv idades que pueden real izar d ist intos

equipos o comis iones, pero e l grupo entero

debe part ic ipar en cada fase de la insta lación

de su bib l io teca.

S . E . P . F i che ro Ac t i v i d ades D i d ác t i c as . E s paño l . Te r ce r G r ado .

Méx i co - S . E . P . , 199 6 , F i c ha 2 .

16

¿Cómo se conforman las bibliotecas

escolares y de aula?

Dice e l diccionar io que un acervo es un

conjunto de b ienes o valores generalmente

poseídos en común por un grupo o

colect iv idad. Un acervo bibl iográfico, como es

el caso de los mater ia les que están

rec ib iendo, puede ser entendido entonces

como un b ien común, perteneciente a la

comunidad escolar (direct ivos, docentes,

a lumnos y fami l ias) , or ientado a servi r como

eje de los procesos de formación de lectores

y aprendiza je desde la educación básica.

Por lo tanto, no se trata en este caso de un

conjunto de l ibros elegidos al azar, s ino de

un todo con sent ido, en e l que cada l ibro ha

sido cuidadosamente se lecc ionado en

concordancia con los otros t í tu los que lo

acompañan, atendiendo a la divers idad de

lectores que puedan tener, y en congruencia

con los objet ivos que la escuela secundaria

debe cumpl ir .

E l uso y disfrute de los acervos bibl iográficos

entregados a la escuela es una prerrogat iva

por igua l de maestros y a lumnos. Son parte

important ís ima del soporte materia l de los

contenidos curr iculares y sustentan la labor

de formación de los a lumnos como lectores y

escr itores. Son mucho más que un

complemento d idáct ico o una colección con

f ines meramente “recreat ivos”, y las

act iv idades en la bibl ioteca y el aula deberán

tender cada vez más a descubrir y desarrol lar

la neces idad de su uso constante.

Es importante mencionar que los acervos que

están l legando a los planteles y a sus aulas

fueron pensados y seleccionados con la clara

intención de que sean un puente de conexión

entre todos los grados y áreas de

conocimiento y un medio de comunicación

entre todos los maestros. Dentro del acervo

encontrarán l ibros que no sólo se relac ionan

con las d i ferentes materias a través de la

lectura, s ino que establecen fuertes y

cercanos v ínculos con otros ámbitos que van

mas a l lá de la escue la, que t ienen que ver

con nuestra vida cot id iana y con lo que pasa

en el mundo.

Para integrar las bibl iotecas escolares y de

aula de preescolar , pr imaria y secundar ia se

consideraron nueve aspectos genera les:

Cinco relac ionados con las caracter íst icas de

los materia les mismos, y cuatro relat ivos a

los nive les lectores que concurren en la

educación bás ica. En esta tarea, además, se

sumaron opiniones y seña lamientos de

especia l istas y de la opinión públ ica.

Una consideración fundamental en este

proceso de selección –y que determina el

desarrol lo futuro de acervos en las escuelas–

fue e l de mantener la cont inuidad entre los

que fueron entregados en años anter ior es y

la presente selecc ión, a l t iempo que se

introducen novedades al catálogo.

Valoración de los títulos seleccionados

Calidad l iteraria. La cal idad del texto, sea

narrat ivo, poét ico, exposit ivo, de divulgación,

etcétera, está dada en buena medida por l a

coherencia de la histor ia o de l asunto que se

aborda, por la veros imil i tud de lo que se

plantea y por el empleo eficaz de la lengua

que, sin caer en una r ig idez art i f ic ia l , debe

poder l legar a d i ferentes t ipos de lectores.

17

Calidad de las Ilustraciones. En la mayor

parte de los l ibros infant i les la i lustrac ión

posee un amplio valor s igni f icante, de ahí que

deba cuidarse que sea congruente con el

texto o b ien que ofrezca e lementos que

fortalezcan y ampl íen las propuestas del

mismo, de manera que texto e i l ustración

apunten a la misma dirección y no aparezcan

divorc iados. Colores, técnicas y est i los deben

coinc id ir con los contenidos, las atmósferas y

los g iros l ingüíst icos.

Calidad editorial. En este caso debe

considerarse la adecuación de l soporte a la

propuesta de texto e imagen. Tanto los

mater ia les como el formato que sustentan la

obra deben ser durables, resistentes y

acordes con la edad y experiencia lectora del

públ ico al que estén d ir igidos los l ibros. En la

medida de lo posib le, e l soporte también

debe ha l larse en consonancia con e l t ipo de

obra: hay formatos tradicionalmente

empleados para la poes ía, la narrat iva, e l

ensayo, etcétera, que conviene mantener

como parte de la formación de una cultura

lectora; asimismo, en ciertos casos convendrá

optar por formatos y mater ia les innovadores

según e l t ipo de lector a l que van d ir igidos.

Temas y valores. Aunque las obras que se

seleccionan no están dir ig idas

especí f icamente a apoyar los temas del

curr ícu lo de educación bás ica, se procura que

se mantengan en consonancia con e l los. Con

respecto a los valores, se t ienen como guía

los que se der ivan de los derechos

universalmente reconocidos para hombres,

mujeres, niños y niñas.

Pertinencia del material en la escuela. E l

l ibro, además de poseer cal idad l i t erar ia,

gráfica y edi tor ia l , también debe ser

adecuado a las caracter íst icas de l ámbito

educat ivo a l que se d ir i ja . En este punto se

considera la organización y el t ipo de

escuelas de la educación bás ica, la real idad

ci rcundante y los intereses de lectura que

han podido detectarse entre alumnos y

maestros.

S .E . P . , B i b l i o te c a s E s co l a re s y de A u l a , P r im ar i a . Méx i co -

S . E . P . 200 2 . pp . 6 -9 .

18

Sobre los niveles lectores

Se han considerado cuatro ser ies de acuerdo

con los niveles lectores que conf luyen en la

educación bás ica.

• Al sol solito , para los más pequeños,

• Pasos de luna , para los que empiezan a

leer ,

• Astrolabio , para los que leen con f lu idez,

y

• Espejo de Urania , para los lectores

autónomos.

Esta organización no debe impl icar una

divis ión r ígida de los mater ia les de lectura ni

una act itud que impida acercar a los alumnos

a un l ibro or igina lmente dest inado a otro

nive l. Los niños más pequeños pueden

manifestar conocimientos y habi l idades de los

que empiezan a leer o de los que leen con

f luidez , por e jemplo. La organización de los

nive les lectores es só lo un modo de orientar

las posibi l idades de lectura y nunca debe

traducirse en una l ínea de acc ión inf lexib le al

momento de ofrecer los materia les a los

alumnos.

En cuanto a los l ibros incluidos en las ser ies,

los de Al sol solito comprenden textos

dir igidos a quienes in ic ian su entrada al

s is tema de escr itura en un espacio formal ,

pues sabemos que los niños t ienen, en mayor

o menor grado, conocimientos d iversos sobre

la lengua escr i ta aún antes de ingresar a la

escuela , y a part ir del contacto cot idiano con

los textos en su medio socia l . En este punto

los niños di ferencian c laramente entre texto e

i lustración, se interesan por los aspectos

sonoros y gráficos de la lengua, ident i f ican la

direccional idad de la escr itura, dis frutan que

alguien lea para e l los en voz a lta , se apoyan

en e l contexto y los recursos gráficos para

ant ic ipar el contenido de un texto, establecen

simil i tudes entre los hechos narrados y los

que el los han vivido, “ leen” los l ibros que les

agradan o que a lguien les ha le ído.

De ahí que para este nive l se hayan buscado

histor ias breves y senci l las sobre si tuaciones

cot id ianas, suscept ibles de ser le ídas en voz

alta para que los niños las escuchen o las

manipulen l ibremente. Se escogieron textos

en prosa y verso, atendiendo especia lmente a

la sonoridad de las palabras. Se procuró

asimismo que los soportes materia les fueran

resistentes. Algunas caracter íst icas que

reúnen los l ibros son las siguientes:

o Histor ias senci l las donde el te xto y la

i lustración están unidos armónicamente.

o Libros donde predomina la acción sobre la

descr ipción, donde se repiten estructuras

o se establecen patrones sonoros.

o Los l ibros informativos de frases cortas que

no falsean la real idad ni se l imitan a

sust i tu ir términos técnicos por pa labras

cot id ianas.

o Libros con números, abecedarios, pa labras

sueltas, colores y formas.

o Histor ias basadas únicamente en la

interpretación de imágenes.

o Libros con partes móvi les o ventanas que

dan pie a diversas posibi l idades de

interacción y manipulación.

19

Pasos de luna . Esta ser ie está dir igida a

quienes ya se han in ic iado formalmente en la

apropiación de la lengua escr i ta y, en sent ido

estr icto ya leen y comienzan a establecer

signi f icados a part i r de lo que e l texto apo rta

y de su propia experiencia vi ta l . En este

momento los lectores son cada vez más

concientes de que existen diversos t ipos de

texto y se interesan por comentar lo que han

le ído, por aprehender el sent ido de las

palabras nuevas y por real izar producciones

escr itas personales.

Con base en e l lo, se buscaron en pr imer

término narrac iones y poemas breves que

impulsen a los niños a leer por si mismos,

aunque puedan también ser acompañados por

un adulto. Se atendió no sólo a las cual idades

sonoras de las palabras sino al sent ido de la

lengua. Se buscó que estos textos,

profusamente i lustrados aborden experiencias

cot id ianas y fantást icas. En resumen, en esta

ser ie se reunieron:

o Histor ias donde el texto y la i lustrac ión

están unidos armónicamente y los lectores

pueden sent irse ident i f icados con los

personajes.

o Libros donde predomina la acción sobre la

descr ipción, donde se repiten estructuras

o establecen patrones sonoros o juegos de

sent ido.

o Libros informat ivos que no falseen la

real idad ni se l imiten a sust it ui r términos

técnicos por palabras cot id ianas.

o Secuencias narrat ivas l ineales o

reiterat ivas.

o Histor ias que incluyen diá logos.

o Histor ias basadas únicamente en la

interpretación de imágenes.

o Textos que exploran la sonoridad y el

sent ido de las pa labras.

o Asuntos basados en los ámbitos de la

fantasía y la real idad.

Astrolabio. Los lectores a los que se dest ina

esta ser ie son capaces de aproximarse por

cuenta propia a textos diversos de mayor

complej idad narrat iva y s intáct ica; su grado

de dominio de la lengua les permite

ref lexionar sobre la organización de los

textos, y también los l leva a búsquedas más

personales con respecto a los temas y los

géneros; de ahí que empiecen a buscar l ibros

de autores ya conocidos o s imi lares a los que

t iempo atrás leyeron. Al mismo t iempo, están

en un momento propicio para releer y para

consultar mater ia les de referencia que los

apoyen en sus nuevas experiencias como

lectores.

En cuanto a Espejo de Urania , la autonomía

en la lectura impl ica que se domina la lengua

escr ita de manera tal que es posible

seleccionar y comprender por uno mismo lo

que se lee. Por supuesto, esta autonomía no

es un punto de l legada, s ino un proceso

cont inuo, pues el desarrol lo como lector

cont inúa durante toda la vida.

Entre las caracter íst icas de un lector

autónomo, al cual esta dir igida esta ser ie , se

hal lan su capacidad para desentrañar y

establecer la organización lóg ica de los

textos, las re laciones temporales, espacia les

y de causa efecto que se p lantean mediante

la escr itura, as í como los dist intos

signi f icados de lo le ído; de este modo, el

lector real iza un esfuerzo de

20

contextua l izac ión y re lac ión de un texto con

otros, a la vez que puede captar los dist intos

planos del lenguaje y las sut i lezas que éste

impl ica.

Por lo anter ior , se buscó que las obras

dir igidas a este nive l fomenten la reflexión

entre los preadolescentes con temas que les

resulten cercanos, inquietantes o

controvert idos. Los l ibros podrán ser un

apoyo para revisar problemas y act itudes que

se v iven con frecuencia en este momento

vita l , de modo que dichas s ituaciones puedan

ser asumidas con humor, empatía y

generosidad. Algunas caracter íst icas que

presentan los materia les se lecc ionados de

esta ser ie son las siguientes:

Secuencias narrat ivas l inea les, en espira l y

retrospect ivas. Asuntos basados en la

real idad, las t radic iones, la histor ia, la

fantasía y la ciencia f icción, con mayor

presencia de confl ictos vita les y experiencias

confl ict ivas. Narraciones graf icas. Textos que

exploran la sonoridad, el sent ido y la

organización de las palabras: poemas en

verso y prosa.

S .E . P . , B i b l i o te c a s E s co l a re s y de A u l a , P r im ar i a . Méx i co -

S . E . P . 200 2 . pp . 9 -13 .

21

LECTURA PARA COMPARTIR

BIBLIOTECA PARA ESCOLARES

Maga lo n i , A na Ma r í a . Cómo ac e r c a r se a l a b i b l i o te c a .

P l az a y V a lde z , S .A . M éx i co , 1 988 .

En una de tantas escuelas pr imarias de Querétaro, conversaban alegremente Pablo y María ,

cuando Pablo notó que su amiga l levaba un precioso l ibro de i lustraciones. El niño pidió entonces

a Mar ía que se lo mostrara.

Pablo: ¡Qué bonito l ibro! ¿Puedo ver lo?

María : ¡Sí ; tómalo!

Pablo ¿Me lo puedes prestar? Te lo devuelvo mañana, pasado, ta l vez.

María : ¡Me gustar ía Pablo, pero no puedo: el l ibro no es mío!

Pablo ¿De quién es, pues?

María : De la Bibl ioteca. Si quieres puedes ir ahí y pedir lo tú mismo.

Pablo ¿Yo...? ¿Ir , yo a la bib l ioteca? ¡No!

María : ¿Por qué no? ¿No te gustar ía acaso tener ese l ibro o cualquier otro ? ¿No quis ieras poder

sentarte ahí o l levarlo a tu casa y leer sobre aquel lo que te gustar ía saber?

Pablo: Pues.. . ¡parece una buena idea. ..! pero no, no creo. .. En real idad, María , yo nunca he

entrado a una bibl ioteca ni en ésta, aquí, en la escuela , ni en ninguna otra.

María : ¡Ajá! Creo, entonces, amigo, que ya es hora de que lo hagas.

Pablo: ¡Bueno! Pero me gustar ía que tú , que sí has ido, me contaras qué hay en la bib l ioteca.

María : Además de este l ibro de cuentos, hay muchos otros, los que s irven para hacer las tareas,

los que resue lven dudas: como cuando nos preguntó el maestro la fecha de nacimiento de Benito

Juárez; o cuando quis imos saber e l nombre de las capita les de los países afr icanos; además, si

necesitas saber más sobre la vida de don Benito, podrás encontrar su b iografía . ¿Recuerdas la

nove la que te conté?

Pablo: ¿Cuál , eh?

María : La is la del tesoro. ¿Te acuerdas.. .?

Pablo ¡Ah, s í ! ¿Qué?

María : Pues la saqué de la b ibl ioteca.

Pablo Así que todo eso hay en la bib l ioteca. ..

María : Sí , pero no sólo t iene mater ia les para nosotros. Los maestros también van.

Pablo: ¡Cómo!

María : Sí , Pablo. E l otro día v i a nuestro maestro que preparaba la c lase.

Pablo: ¿Cuándo?

María : E l día que nos l levó el globo terráqueo. Lo p idió prestado a la bibl ioteca, lo mismo que

las transparencias sobre la vida de los animales.

Pablo: ¿Oye, y la revista que t raía el otro día Franci sco? ¿También es de ahí?

22

María : ¿Cuál? ¿El señor t lacuache?

Pablo ¡Sí , esa!

María : ¡Claro!

Pablo: Ahora que me acuerdo, ayer, mi hermana, la que está en la secundaria , l levó a la casa un

l ibro que le prestaron en la bibl ioteca de su escuela .. .María , yo quiero ir a la bib l ioteca, para que

me presten sus l ibros. ¿Me acompañas?

María : ¡Sí , vamos, Pablo!

Cuando Pablo y Mar ía entraron a la bibl ioteca, el niño se quedó asombrado al darse cuenta de la

cant idad de l ibros, revistas, mapas y t ransparencias que hay ahí. Pablo, a l hojear uno de los

cuentos, decide quedarse a leer lo, mientras María regresa a su casa.

BIBLIOTECA PARA UNIVERSITARIOS

Al d ía siguiente, durante el desayuno Pablo comentó con su mamá

Pablo: Ayer tuve una aventura muy bonita: fui a la b ibl ioteca de mi escuela .. .

Mamá: ¿Sí .. .?

Pablo: ¿No es l indo que existan tantos l ibros para nosotros. ..?

Mamá: Veo que te gustó mucho. ¿Nunca antes habías ido a una b ibl ioteca? Jacinto, tu hermano,

va muy seguido a la de su escuela . Hay que hablar le par a que nos cuente a lgo.

Pablo y Mamá: ¡Jac into! ¡Ven!

Jacinto: ¿Me l lamaban?

Mamá: Sí , a Pablo le gustar ía que le contaras de las bibl iotecas a las que has ido.

Jacinto: ¡Bueno, déjame ver.. .! Cuando entré a la prepa, eh. .. , iba frecuentemente a la

bib l ioteca que estaba ahí; luego, a l entrar a la Universidad para estudiar ingenier ía, los l ibros

eran tan caros y tan d if íc i les de conseguir , que también tenía que ir a la b ibl ioteca. Y en verdad

que resulta muy interesante porque ahí no só lo acudimos los estudiantes, s ino también los

maestros y muchas personas que hacen estudios sobre nuestra carrera. Encontré l ibros en

español y en otros idiomas, y revistas de l país y de l extranjero, además trabajos y art ículos de

las materias que l levamos.

Pablo: ¿Y también hay cuentos.. .?

Jacinto: ¡Ja, ja , ja!

Mamá: No, Pablo. Los l ibros ahí son di ferentes.

Jacinto: Mira , s irven para los que están interesados en la ingenier ía, como yo. Pero no nadamás

mi escuela t iene una b ibl ioteca. ¿Te acuerdas cuando te l levé a la un iversidad que vimos muchos

edi f ic ios, y que te di je que en el los se estudiaban otras carreras?

Pablo: S í , me acuerdo.

Jacinto: Pues bien, ahí hay también otras bibl iotecas con l ibros y revistas y otros mater ia les

cuyos temas van de acuerdo con las di ferentes carreras. ¿Ent iendes?

Pablo: ¡Más o menos.. .! ¿Oye, y puedes sacar los l ibros de la bib l ioteca, aunque sean muy

caros?

23

Jacinto: ¡Claro, Pablo! Puedo sacar los de la bib l ioteca o quedarme a leer los ahí o bien, cuando

el l ibro no sa le porque es un dicc ionario o parte de una enciclopedia entonces puedo sacar le

fotocopias.

Pablo: ¡Ajá! Pues cuando yo sea grande y estudie para maestro, voy a ir todos los d ías a la

bib l ioteca, y voy a leer todos los l ibros que haya ahí .

Jacinto: ¡Ja, ja , ja! Me parece b ien, y ahora si no t ienes otra pregunta, me voy a estudiar.

BIBLIOTECA PARA ESPECIALISTAS

Pablo se quedó pensat ivo. Al ver lo, su mamá le preguntó: ¿Te asombra esto, Pablo? Casi estoy

segura de que no sabes que tu papá también va a una bib l ioteca muy especi a l .

Pablo: ¿Mi papá?

Mamá: Sí .

Pablo: Y ¿a cuá l?

Mamá: A la que está en el hospita l donde trabaja.

Pablo: ¿Hay una bib l ioteca en el hospita l? Yo creía que ahí sólo había medic inas y aparatos para

tomar la pres ión y para pesar a la gente.

Mamá: ¡Bueno, sí , hay todo eso! Pero también t iene su bib l ioteca como también la t ienen

algunos bancos, a lgunos museos y a lgunas industr ias.

Pablo: ¡Ah...! ¿Y ahí s í hay cuentos?

Mamá: ¡No, Pablo! Me temo que ahí tampoco hay cuentos.. .

Pablo: ¡Hum! ¡Que aburr ido! ¿Y entonces qué hay?

Mamá: Pues, como en las otras también hay l ibros, revistas, pero sólo tratan de asuntos que

interesan a las personas que t rabajan en esos lugares, o sea, los especia l istas. Además, estos

mater ia les están muy actual izados y t ratan los t emas con muchís ima seriedad.

Pablo: Mamá ¿y los señores se pueden l levar los l ibros a sus casas?

Mamá: Sí , aunque, según me ha dicho tu papá, lo que e l los pref ieren leer son las revistas,

porque éstas les informan sobre los últ imos descubr imientos de su especia l idad, también

consultan informes técnicos, documentos especia l izados en su campo de trabajo pues les

proporc ionan la información que neces itan, tan rápido como el los quieren.

BIBLIOTECA PARA TODOS

Después de oír hablar a su mamá sobre la bib l iot eca que estaba en e l hospita l en donde trabaja

su papá, no se atrevía a decir .

Mamá: Y ahora, ¿qué te pasa, hi jo?

Pablo: ¡Estoy t r iste!

Mamá: ¿Por qué? No te alegra saber que hay bib l iotecas para todos.. .

Pablo: Sí , pero. .. Hasta ahora, no sé de ninguna b ib l ioteca a donde puedan ir las mamás. Todas

las bibl iotecas son para la gente que estudia o trabaja, y no hay ninguna que sea para t i o la

24

mamá de María y las de mis otros amigos. ¡Yo creo que debería haber bibl iotecas para

ustedes. . .!

Mamá: ¡Te equivocas Pablo! Ex isten bibl iotecas a las que pueden i r todas las personas que

desean hacerlo.

Pablo: ¡Bravo! ¿Y qué bibl iotecas son esas?

Mamá: Las b ibl iotecas públ icas.

Pablo: ¿Bibl iotecas públ icas? No las conozco. Seguramente ahí tampoco hay cuentos.

Mamá: Otra vez te equivocas, no sólo hay cuentos, s ino que también t ienen juegos educat ivos, y

hay videocasetes y discos, y l ibros, y otras muchas cosas. Pero para que lo ent iendas mejor ,

¿por qué no vamos ahori ta a donde yo voy cuando ustedes no están?

Pablo: ¡Sería estupendo, mamá!

Al l legar a la b ib l ioteca, el niño se ha l ló frente a un agradable local en cuya entrada se le ía con

grandes letras: “B ibl ioteca Públ ica”.

Una vez adentro, sucedió que su mamá se encontró con una de las vecinas que copiaba

afanosamente, de un l ibro de cocina, la receta de las “enchi ladas queretanas”.

Mamá: Lucía ¿qué estas haciendo?

Lucía: Pues f í jate que Luis quiere comer enchi ladas y vine aquí para copiar la receta.

Mamá: ¡Qué buena idea me has dado! Yo también copiaré algunas.. . Vine con Pablo, voy a

decir le que vaya a la sala infant i l para que no se aburra.

Pablo no encontraba la sala infant i l pues se había entretenido mirando el periód ico mura l y la

exposic ión de juguetes de madera, cuando l legó hasta él un amable joven y le di jo: Niño ¿te

puedo ayudar en a lgo?

Pablo: ¿Eh, eh? Sí. . .creo que só ¿o no? ¿Usted quién es?

Bibliotecario: Soy e l bib l iotecar io.

Pablo: ¿Ah, sí?

Bibliotecario: Sí, e l encargado de la sala infant i l ¿No te gustar ía venir a “La hora del cuento”?

Pablo: ¿Del cuento?

Bibliotecario: Quizás prefer ir ías jugar a jedrez, o ta l vez necesi tas ayuda para hacer tu tarea,

también puedes aprender a hacer papa lotes.

Pablo: ¿Cuentos y papalotes?

Bibliotecario: ¿Qué pref ieres, entonces? “La hora de l cuento” está por comenzar.

Pablo: Este.. .me gustar ía, pero estoy esperando a mi mamá que fue a copiar recetas de cocina

con la señora Lucía , que es nuestra vecina y no sabe hacer enchi ladas.. .

Bibliotecario: ¡Bueno, bueno! En ese caso podrías l levárte lo a tu casa, s i quieres. El cuento se

l lama Histor ia verdadera de una princesa, y t rata sobre la histor ia de la Mal inche, ¿has o ído

hablar de el la?

Pablo: Claro, en la escuela .. . Voy a decir le a mi mamá que me voy a quedar a o ír e l cuento.

El niño, entonces, fue hasta e l lugar en el que se encontraban su mamá y la vecina.

25

Pablo: ¡Mamá, me di jeron que van a contar un cuento y voy a quedarme a escucharlo!

Mamá: ¿Quién te lo d i jo?

Pablo: Un señor que se l lama “e l b ibl iotecario” . . . ¿Ya viste quien está ahí?

Mamá: ¿Dónde?

Pablo: ¡Ahí , en esa mesa! Es e l señor Salomón, el zapatero. ¿Qué estará haciendo aquí?

Mamá: Está leyendo un manual de reparación de calzado, él mismo me lo d i jo. Sabes que estoy

pensando pedir este l ibro de cocina porque t rae unas recetas muy económi cas y muy nutr it ivas.

Pablo: ¡Qué bueno, mamá! Nos vemos a l rat ito.. .

Bibliotecario: “Junto al s i t ia l de su padre, muda f ing iendo que bordaba, la pequeña princesa

escuchaba los asuntos de estado que se le presentaban al rey, en los diversos idiomas de todos

los señor íos a la redonda. Con gran regoci jo, e l rey se encontró un d ía hablando con su hi ja de

la pol í t ica de toda la región y pudo comprobar que dominaba el habla de vecinos, amigos y

enemigos. ..”

BIBLIOTECA PARA RESGUARDAR LA BIBLIOGRAFIA DEL PAIS

Cuando Pablo l legó a su casa, y después de cenar, comenzó a pensar lo maravi l loso que era

poder contar con tantas faci l idades para guardar los l ibros y leer los en el momento y en lugar

que cada quien el igiera. Pero le preocupaba imaginar que quizás un d í a los l ibros y todos los

mater ia les de la b ibl ioteca podr ían desaparecer porque iban a gastarse todos por tanto uso y,

después de muchos años, los niños como él no iban a conocerlos; con esta idea, decid ió ir a l día

siguiente a prevenir a l bibl iotecario.

Pablo: ¡Buenos días! ¿Se acuerda de mí?

Bibliotecario: Claro, tú eres Pablo ¿cómo estás?

Pablo: ¡Estoy bien.. .! Pero no creo que los l ibros lo estén.

Bibliotecario: ¡No! ¿Por qué no?

Pablo: Pues anoche pensé y pensé, y creo que si s iguen prestándolos a todas las personas,

dentro de poco t iempo van a estar tan malt ratados que podríamos quedarnos sin el los.

Bibliotecario: S í , ta l vez podría suceder eso, pero te imaginas lo que pasaría s i no los

prestamos a las personas?; el los no podrían leer ni estudiar , ni d ivert irse, además, jamás

ocurr i r ía eso que dices porque los l ibros que nosotros tenemos aquí se s iguen editando; por otra

parte, en nuestro pa ís existe una bibl ioteca en la que se guardan dos ejemplares de muchos de

esos l ibros, de los que se publ ican en México

Pablo: ¿Ah, sí? ¿Y cómo se l lama esa bib l ioteca?

Bibliotecario: Es la B ibl ioteca Naciona l.

Pablo: Y. . . este.. . ¿Y ahí s í hay cuentos?

Bibliotecario: ¡Claro! Cuentos, l ibros, revistas, mapas.. .

Pablo: ¿Los prestan para l levar los a casa?

26

Bibliotecario: No. En este caso, no. Lo que esta bibl ioteca t rata es de conservar todo lo que se

publ ica en el país , o lo que se publ ica fuera de México, pero que habla sobre México, y si

prestara los l ibros a domici l io quizás no lo lograr ía . ¿No crees?

Pablo: ¡Pues han de tener mucho dinero en esa bib l ioteca para poder comprar tantas cosas!

Bibliotecario: No Pablo, no tanto. Ex iste una ley que exige a los editores, autores, l ibreros la

entrega de por lo menos dos e jemplares de cada obra que el los publ iquen a la Bib l ioteca

Nacional .

Pablo: ¡Ah! ¡Se lo voy a contar a mis amigos.. .!

27

VAMOS A EXPLORAR

Tipos de Bibliotecas

Las bib l iotecas pueden clasi f icarse de acuerdo

con los objet ivos que persiguen y el t ipo de

usuarios que a el las concurren. Hay cuat ro

t ipos b ien defin idos de bib l iotecas: la públ ica,

la académica o escolar , la infant i l y la

especia l izada.

A cada una de estas bib l iotecas corresponde

un determinado t ipo de usuario y de acervo.

Dicho acervo debe estar actua l izado. Los

servicios b ib l iotecar ios deben ser adecuados a

los objet ivos que se pers iguen. Este servic io

debe proporcionarse a la comunidad

siguiendo las normas que dicta un profundo

sent ido socia l .

La bibl ioteca públ ica, con su acervo general,

está al serv ic io de toda clase de personas, s in

dist inc ión de edad, raza, credo o posición

socia l, y proporc iona un servic io gratuito.

Los serv icios esencia les de la b ibl ioteca

públ ica son el préstamo de l ibros dentro de la

bib l ioteca y a domici l io, y el serv icio de

consulta . Este úl t imo, además de resolver los

problemas del usuario en cuanto a la

información, puede contr ibuir a mejorar su

nive l intelectua l, mediante la sugerencia de

lecturas de obras recreat ivas: por e jemplo,

lecturas de los clásicos de la l i teratura

castel lana o de otras obras maestras de la

l i teratura universa l.

La bibl ioteca infant i l es complemento de la

bib l ioteca públ ica.

Posee un acervo especia l izado que comprende

l i teratura infant i l de t ipo instruct ivo,

educat ivo y recreat ivo, e l cual es adecuado

para los niños que acuden a e l la . Aquí se

educa al n iño y se le habitúa a la lectura con

el f in de formar futuros estudiantes y

usuarios de las b ib l iotecas académicas y

universi tar ias.

En la bib l ioteca infant i l no existe e l préstamo

de l ibros a domic i l io; por lo tanto la lectura y

consulta se real iza sólo en la sa la de lectura.

Al e legir e l materia l debe procurarse que los

l ibros estén profusamente i lustrados, a f in de

que les resulten atract ivos a los niños.

Además, es conveniente que en la b ib l ioteca

el niño encuentre act iv idades recreat ivas,

ta les como la hora del cuento, funciones de

t íteres , etc., que tengan como objet ivo el

habituar al n iño a que asista con frecuencia .

Como se di jo antes, en la selección del

mater ia l de b ib l ioteca infant i l se deberá

poner especia l empeño en que esté bel lo y

profusamente i lustrado, ya que es b ien sabido

que las i lustraciones que cont ienen los l ibros

infant i les atraen a l lector de corta edad.

Esta observación se apl ica tanto a los

editores y l ibreros como al mismo

bib l iotecólogo. Este t ipo de l ibros son un

incent ivo para que el niño asista a la

bib l ioteca, donde se les enseña a tratar los

l ibros, no sólo ahora sino para e l futuro. En

la bibl ioteca infant i l e l niño encontrará varios

l ibros sobre e l tema que le interesa y no un

texto único, lo que le permit i rá adquir i r más

conocimientos.

La b ibl ioteca académica comprende las

bib l iotecas de escue las pr imarias, secundarias

y las univers itar ias. Su objet ivo es serv ir a

los a lumnos de las inst ituciones educat ivas

antes mencionadas, por medio de un acervo

28

seleccionado con e l f in de ampliar sus

conocimientos sobre las áreas que abarcan

los programas educat ivos y de invest igación

de d ichos establecimientos docentes.

Las b ibl iotecas universi tar ias son muy

importantes para la formación de los futuros

profesionistas, di r igentes pol í t icos y socia les

del país. Estas bib l iotecas deben contar con

un acervo completo, especia l izado y

actual izado, puesto que a e l las concurren

aquel las personas que part ic ipan en

programas de invest igación. Los serv ic ios que

proporc ionan son: préstamo a domici l io,

consulta , reprografía y faci l idad de l ibros en

reserva para uso determinado de un grupo de

alumnos y profesores, en las d iversas áreas.

El préstamo interb ibl iotecario ayuda a

resolver los problemas que surgen en la

bib l ioteca univers itar ia por fa lta de l ibros.

Este préstamo proporciona al usuario el l ibro

del que carece la bib l ioteca univers itar ia,

faci l i tando así su t rabajo de estudio o

invest igación.

La bib l ioteca especia l izada supera a las de los

otros t ipos, en cuanto a acervos y serv icios.

Los acervos de dichas b ib l iotecas cont ienen

mater ia l especia l izado en los temas que son

de su competencia; cuenta con l ibros,

publ icaciones periód icas, fol letos, informes

sobre los diversos t ipos de invest igación que

se l levan a cabo en laboratorios, co leg ios,

etcétera, Estas bibl iotecas se especia l izan en

servi r a inst i tuc iones bancarias y comercia les,

laborator ios químicos, cl ínicas y hospi ta les,

escuelas, empresas y a la industr ia en

general .

La bibl ioteca especia l izada se or iginó después

de la Pr imera Guerra Mundial , con el f in de

responder a las necesidades de información y

a los problemas de reconstrucción de los

países devastados por dicha guerra.

Muchas bib l iotecas fueron destruidas o

ser iamente dañadas durante esta guerra, por

lo cual se establec ieron las especia l izadas

para poder sat is facer también las neces idades

cultura les de otro t ipo de los pueblos

afectados.

29

ESTRATEGIAS PARA EL TRABAJO CON LOS

LIBROS DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES

Y DE AULA

Estrategia 1

Las conferencias

Se propone a l grupo o grupos de alumnos,

trabajar con a lgunas temáticas a part ir de la

plani f icación de contenidos a desarrol lar; por

equipos o de manera indiv idual , los a lumnos

el igen algún tema o subtema para invest igar

(pueden repet i rse algunos).

Se les comunica que los temas e leg idos por

cada alumno o equipo se presentarán a

manera de conferencias, para el lo se

organizará una vis i ta a las b ibl iotecas

escolares o aprovechar los paquetes de las

bib l iotecas de aula .

Se organizan las act ividades con los acervos

bib l iográf icos: Los alumnos invest igan lo

relacionado a su tema, se leccionan y

organizan la información, toman notas en sus

l ibretas o en tar jetas en las que se apoyarán

para exponer, preparan materia les para

apoyar su exposición (cartel es, dibujos,

esquemas).

Finalmente se l levan a cabo las exposic iones

con la guía y or ientación de l docente

encargado del grupo y/o asignatura: invita a

los part ic ipantes a formular cuest ionamientos

para ac larar o profundizar sobre el tema,

invi ta a los exposi tores a presentar

conclusiones, centra las part ic ipaciones en el

tema, etc.

Estrategia 2

Un programa de debate

En esta estrategia se propone a los alumnos

preparar debates en relación a temas de

interés o sobre a lgunos con los que e l grupo

esté trabajando y que admita puntos de vista

diversos. Para el lo se organizan equipos en

pares, quienes a part i r del tema en cuest ión

tomarán posturas o puntos de vista

opuestos o di ferentes con la f inal idad de

real izar un anál is is reflexivo de los temas a

desarrol la r.

Se recurre a las b ibl iotecas para buscar

mater ia l bib l iográf ico en e l cua l los alumnos

invest igan su tema, selecc ionan y organizan

la información, toman notas en sus l ibretas o

en tar jetas (en las que se apoyarán para

exponer) , preparan materia les para apoyar su

exposic ión (carte les, dibujos, esquemas,

etc.) .

Estrategia 3

Juicios personales

El profesor propone al grupo que sugiera

temas que sean del interés de todos, los

escr ibirán en el p izarrón o en tar jetas, se

anal izan y los que tengan mayor frecuencia

serán abordados.

El maestro invitará a los a lumnos a que

acudan a los acervos bibl iográficos de la

bib l ioteca a invest igar l ibremente sobre los

temas que serán ana l izados. Se invita a los

alumnos a que real icen una redacción

individua l, poster iormente, tomando como

base las redacciones, el maestro guiará la

discus ión, dando oportunidad a que todos los

30

niños expresen sus juicios y defiendan su

punto de vista .

Se permit i rá la part ic ipación espontánea y, en

casos específ icos, se cuest ionará de manera

directa procurando que todo el grupo

part ic ipe. El maestro podrá emplear

cuest ionamientos especí f icos cuando algunos

aspectos importantes no hayan sido tocados,

ejemplo,

SEXUALIDAD

¿Qué ent iendes por sexua l idad?

¿Con qué otro nombre conoces a la

sexua l idad?

¿A quién has so l ic itado información?

¿Qué te gustar ía saber sobre sexual idad?

Estrategia 4

Los sobres

El maestro organiza act ividades en la

bib l ioteca escolar o de aula para que los

alumnos busquen y seleccionen información

referente a un tema que se vaya a tratar, El

maestro preparará tar jetas con algunas ideas,

a lgunos conceptos o términos, nombres de

objetos, animales, lugares, etc. , re lacionados

con el contenido que se esté t rabajando; se

introducen en sobres y se entrega uno a cada

alumno. Expl ica que van a jugar una var iante

de las adiv inanzas, por lo que cada quien va

a anal izar e l tema de su tar jeta y lo va a

descr ibi r en forma escr ita, s in ut i l izar el

nombre de l tema o referente, en una hoja

blanca que también contendrá e l sobre para

que la persona que lea esa información sepa

a lo que se refiere.

Cuando todos los sobres están conformados,

los juntan, se revuelven y cada vez pasa un

niño d ist into a leer un texto cua lquiera.

La lectura se comenta con e l resto de l grupo:

¿Qué tendrá este sobre?, ¿Por qué crees que

es un.. .? , ¿Y tú, por qué piensas que no?,

etc.

Estas estrateg ias son var iantes de algunas de las

suger idas en los f icheros de Español del n ive l

Pr imar ia y de la Propuesta para e l Aprendiza je de

la Lengua Esc r i ta, de Margar i ta Gómez Palac io.

Puedes encontrar más est rateg ias para e l uso de

los l ibros, en los cuaderni l los Del Colec t ivo

Docente al Salón de C lases: Una Bib l io teca

Esco lar y de Aula en Movimiento; Buscando ent re

todos es más fác i l encontrar; Encuentros y

Posibi l idades y Érase una vez.

31

El Programa Nacional de Lectura.

Libros al alcance de la mano.

Poner en marcha un proceso de enseñanza y

aprendiza je impl ica, entre otras act ividades,

descubr ir los recursos que la escuela y la

comunidad ofrecen para la consecución del

mismo, registrar los y plani f icar su ut i l ización.

Es aconsejable que estas act ividades se

real icen colect ivamente, es decir, a lumnos y

maestros en equipo.

Los recursos a los que hacemos referencia

incluyen tanto los naturales como los

cultura les; entre estos últ imos se encuentran

las b ibl iotecas públ icas y pr ivadas, sus

acervos b ibl iográficos así como algunos

sistemas de d ist r ibución de l ibros, a cargo,

por lo general de l Estado.

En 2002 se creó el Programa Nacional de

Lectura que, en consonancia con el Programa

Nacional de Educación, busca impulsar la

adquisición y el desarrol lo p leno de las

competencias comunicat ivas —hablar,

escuchar, leer y escr ibi r— y, en part icular,

fortalecer los hábitos y capacidades lectoras

de los alumnos de educación básica y sus

maestros.

Los objet ivos del Programa son:

o Garantizar las condic iones de uso y

producción cot id iana de mater ia les

escr itos en el marco de los proyectos de

enseñanza y aprendiza je para hacer

posib le la formación de lectores y

escr itores autónomos.

o Conocer y va lorar la d iversidad étnica,

l ingüíst ica y cultura l de México mediante

todos los componentes del PNL.

o Desarrol lar los mecanismos que permitan la

ident i f icac ión, producción y c irculación de

los acervos b ibl iográficos necesarios para

sat is facer las necesidades cultural es e

individua les de todos los miembros de las

comunidades educat ivas.

o Consol idar espacios para apoyar la

formación y la integración de los d iversos

mediadores del l ibro y la lectura

(maestros, padres, bib l iotecar ios,

promotores cul turales), tanto a nivel

estata l, como nacional e internaciona l.

o Recuperar , producir, s istematizar y circular

información sobre la lectura, la práct ica de

la enseñanza de la lengua escr ita , y sobre

las acc iones para la formación de lectores

en el pa ís y en otros lugares del mundo,

con el f in de favorecer la toma de

decis iones, el d iseño de pol í t icas, así como

su gest ión y la rendic ión de cuentas.

Para conseguir estos objet ivos, se proponen 4

l íneas estratégicas:

1) El fortalecimiento curr icular y

mejoramiento de las práct icas de

enseñanza.

2) El fortalecimiento de bib l iotecas y

acervos bibl iográficos de las escuelas

de educación básica y normal y de

Centros de Maestros.

3) La formación y actual ización de

recursos humanos.

4) La generación y difusión de

información.

En la ent idad, e l Programa Estatal de Lectura,

ha emprendido acc iones relacionadas con

32

cada una de las l íneas antes mencionadas. Es

en atención a éstas que se real izan jornadas

de capaci tación de las dist intas f iguras

educat ivas que inciden en la formación de

lectores y escr i tores, así como la selección de

t ítulos que vienen a enr iquecer los acervos

existentes en las escuelas.

Oportunidades para leer

Un requis ito ine ludible para af ianzar las

habi l idades de lectura es tener acceso a

mater ia les escr itos de naturaleza y propósito

diversos y a amplias oportunidades para

leer los. Muchos provienen de famil ias en las

que, por múlt ip le causas, se carece de esas

posib i l idades, en este sent ido, una de las

tareas centrales de la escuela es proporcionar

a todos los estudiantes un ambiente

alfabet izador, abundante en requerimiento

para emplear la lectura y con ampl ia

disposición de texto para real izar la.

Dotar a la escuela secundar ia de un ambiente

alfabet izador es una tarea conjunta de las

autoridades y los profesores y en la medida

de lo posible de padres de famil ia y a lumnos.

Esta labor debe contemplar tanto medidas

organizat ivas genera les (por e jemplo, acceso

ampl io a la bibl ioteca escolar en descansos,

horas l ibres y fuera del turno al que está

adscr ito el estudiante, préstamo a domici l io ,

publ icaciones en las que los a lumnos sean los

pr incipales co laboradores o suscr iptores,

entre otras) como atención especia l en cada

asignatura al e jercic io de la lectura y la

escr itura, ind ispensable en todas e l las.

Cada una de las asignaturas demanda

estrategias dist intas de aprendiza je, muchas

de las cuales se basan en habi l idades que

t ienen que ver con e l dominio de la lengua

escr ita y que se desarro l lan con énfas is

especia l en la c lase de español .

L .M . E spaño l E duc ac ió n Se c undar i a p . 3 2

33

PERFIL DE EGRESO DEL ESTUDIANTE DE EDUCACIÓN BÁSICA

El perf i l de egreso de la educac ión básica t iene

un papel muy impor tante en e l proceso de

art icu lac ión de los 3 n iveles (preescolar , pr imar ia

y secundar ia) que const i tuyen esta etapa de

escolar idad ob l igator ia. Las razones de ser de

dicho perf i l son las s iguientes:

1. Def in i r e l t ipo de c iudadano que se espera

formar a lo largo de la educac ión bás ica.

2. Ser un referente común, tanto para la

def in ic ión de los contenidos como para las

or ientac iones d idác t icas que guían e l estudio

de las asignaturas que forman e l curr ícu lo.

3. Servi r de base para valo rar la ef icac ia del

proceso educat ivo.

E l perf i l de egreso p lantea un conjunto de rasgos

que los estud iantes deberán mostrar a l término

de la educac ión básica, como garant ía de que

podrán desenvo lverse sat is fac tor iamente en

cualqu ier ámbi to en e l que dec idan cont inuar su

desar ro l lo . Dichos rasgos son e l resul tado de una

formación que destaca la necesidad de desarro l lar

competenc ias para la v ida, que además de

conoc imientos y habi l idades inc luyen act i tudes y

va lores para enf rentar con éx ito diversas tareas.

Como resul tado del proceso de fo rmación a lo

largo de la esco lar idad básica, e l a lumno

mostrará los s iguientes rasgos:

a) ut i l i za el lenguaje ora l y escr i to para

comunicarse con c l ar idad y f lu idez e

interactuar en dist intos contextos soc ia les y

cu ltura les. Además posee las herramientas

bás icas para comunicarse en una lengua

ad ic iona l .

b) Argumenta y razona al ana l i zar s i tuac iones,

ident i f ica problemas, formula preguntas,

emite ju ic ios, propone so luc iones y toma

dec is iones. Valo ra los razonamientos y la

evidenc ia proporc ionada por otros y puede

modif icar en consecuenc ia, los prop ios puntos

de v is ta .

c) Busca, selecc iona, ana l i za, evalúa y u t i l i za la

informac ión proveniente de diversas fuent es.

d) Interpreta y exp l ica procesos soc ia les,

económicos, f inanc ieros, cu lturales y

naturales para tomar dec is iones ind iv iduales y

co lec t ivas, en func ión del bien común.

e) Conoce y e jerce los derechos humanos y los

va lores que favorecen la v ida democrát ica,

actúa con responsabi l idad soc ia l y apego a la

ley.

f ) Asume y prac t ica la intercul tural idad como

r iqueza y forma de convivenc ia en la

divers idad soc ia l , étn ica, cu l tura l y l ingüís t ica.

g) Conoce y va lora sus caracter í st icas y

potenc ia l idades como ser humano; sabe

trabajar en equ ipo; reconoce, respeta y

aprec ia la divers idad de capac idades en los

otros, y emprende y se esfuerza por lograr

proyectos persona les o co lec t ivos.

h) Promueve y asume e l cu idado de la salud y de

ambiente, como condic iones que favorecen un

est i lo de vida ac t ivo y saludable.

i ) Aprovecha los recursos tecnológ icos a su

alcance, como medios para comunicarse,

obtener info rmación y constru ir

conoc imientos.

j) Reconoce diversas man ifestac iones del arte,

aprec ia la dimens ión estét ica y es capaz de

expresarse art í s t icamente.