211

Click here to load reader

Antologia Historia General de La Pedagogia

Embed Size (px)

DESCRIPTION

ensayo sobre la historia general de la pedagogía

Citation preview

1

INTRODUCCIN

Se conoce como historia general de la educacin a la historia universal de sta. En Mxico, cuando se estudia la historicidad de cualquier fenmeno histrico, sea la educacin, la poltica, la economa, etc., se hace una divisin entre la historia de Mxico y la historia universal, esta ltima, suele concentrarse en la historia de Occidente, es decir, Europa y Estados Unidos.A pesar de que esta divisin de la historia resulta un tanto problemtica, ya que por un lado, Mxico tambin forma parte de la cultura occidental y por otro, la divisin entre historia universal y de Mxico genera la impresin de que se trata de historias desligadas, lo cual es absolutamente falso; dicha divisin permite estudiar con mayor profundidad la historia particular de los pases europeos y EUA, que son los pases donde surgi la cultura dominante de hoy en da.En ese sentido, es vlido estudiar la historia general de la educacin concentrndose nicamente en los pases occidentales hegemnicos, ya que de estas latitudes han surgido las tradiciones educativas que el pas, al igual que el resto del mundo, ha hecho suyas.

A lo largo de esta asignatura se abordarn una serie de nociones fundamentales necesarias para comprender cualquier fenmeno histrico, tales como la periodizacin, la diacrona, la sincrona, la especialidad, entre otras. Posteriormente, se explicar formalmente la historia de la educacin, siguiendo la divisin tradicional de la historia universal, a saber, historia de la educacin en la Antigedad, Edad Media, Edad Moderna y Edad Contempornea.

Por ltimo, en este libro didctico encontrars una serie de actividades y autoevaluaciones que han sido elaboradas con el fin de reforzar el aprendizaje de los contenidos mnimos de cada unidad. Sinceramente, espero que este libro sea de tu agrado.

2

PEDAGOGIA E HISTORIA

EL MITO DE PROMETEO

El camino mejor y ms fcil para llegar a comprender la naturaleza y las tareas de la educacin es, quizs, el mito de Prometeo, tal y como se expone en el Protgoras de Platn. Hlo aqu, tal como en ese dilogo lo expone Protgoras mismo: cuando los dioses hubieron plasmado las estirpes animales, encargaron a Prometeo y a Epimeteo que distribuyen convenientemente entre ellas todas aquellas cualidades de que deban estar provistas para sobrevivir. Epimeteo se encarg de la distribucin. En el reparto dio a algunos la fuerza pero no la velocidad; a otros, los ms dbiles, reserv la velocidad para que, ante el peligro, pudieran salvarse con la fuga; concedi a unos armas naturales de ofensa o defensa y, a los que no dot de stas, s de medios diversos que garantizasen su salvacin. Dio a los pequeos alas para huir o cuevas subterrneas y escondrijos donde guarecerse. A los grandes, a los vigorosos, en su propia corpulencia asegur su defensa.En una palabra, guard un justo equilibrio en el reparto de facultades y dones de modo que ninguna raza se viese obligada a desaparecer. Les distribuy adems espesas pelambreras y pieles muy gruesas, buena defensa contra el fro y el calor. Y procur a cada especie animal un alimento distinto: las hierbas de la tierra o los frutos de los rboles, o las races, o bien, a algunos la carne de los otros. Sin embargo, a los carnvoros les dio posteridad limitada, mientras que a sus vctimas concedi prole abundante, de forma de garantizar la continuidad de su especie. Ahora bien, Epimeteo, cuya sagacidad e inteligencia no eran perfectas, no cay en la cuenta de que haba gastado todas las facultades en los animales irracionales y de que el gnero humano haba quedado sin equipar. En este punto, lleg Prometeo a examinar la distribucin hecha por Epimeteo y vio que, si bien todas las razas estaban convenientemente provistas para su conservacin, el hombre estaba desnudo, descalzo y no tena ni defensas contra la intemperie ni armas naturales. Fue entonces cuando Prometeo decidi robar a Hefestos y a Atenea el fuego y la habilidad mecnica, con el objeto de regalarlos al hombre. De ese modo, con la habilidad mecnica y el fuego, el hombre entr en posesin de cuanto era preciso para protegerse y defenderse, as como de los instrumentos y las armas aptos para procurarse el alimento, de que haba quedado desprovisto con la incauta distribucin de Epimeteo.

Gracias a la habilidad mecnica el hombre pudo inventar los albergues, los vestidos, el calzado, as como los instrumentos y las armas para conseguir los alimentos. Adems dispuso del arte de emitir sonidos y palabras articuladas, y fue adems el nico entre los animales capaz, en cuanto partcipe de una habilidad divina, de honrar a los dioses, y construir altares e imgenes de la divinidad. Pero as y todo, los hombres no tenan la vida asegurada porque vivan dispersos y no podan luchar ventajosamente contra las fieras. Fue entonces cuando trataron de reunirse y fundar ciudades que les sirviesen de abrigo; pero una vez reunidos, no poseyendo el arte poltico, es decir, de convivir, se ofendan unos a otros y pronto empezaron a dispersarse de nuevo y a perecer. Entonces, Zeus tuvo que intervenir para salvar por segunda vez al gnero humano de la dispersin, y para ello envi a Hermes a fin de que trajese a los hombres el respeto recproco y la justicia, con objeto de que fuesen principios ordenadores de las humanas comunidades y crearan entre los ciudadanos lazos de solidaridad y concordia.

Y, a diferencia de las artes mecnicas, que en modo alguno fueron dadas todas a todos puesto que, por ejemplo, un slo mdico basta para muchos que ignoran el arte de la medicina, Zeus dispuso que todos participaran del arte poltico, es decir, del respeto recproco y de la justicia y que quienes se negaran a participar de ellos fueran expulsados de la comunidad humana o condenados a muerte. El mito de Protgoras contiene algunas verdades importantes. Primera, que el gnero humano no justamente por ser tales (es decir, artes y no instintos o impulsos naturales) deben ser aprendidas. Actualmente decimos que el hombre debe aprender las tcnicas del uso de los objetos ya construidos y las tcnicas de trabajo de los objetos por construir o producir, y que asimismo debe aprender a comportarse con los dems hombres de un modo que garantice la colaboracin y la solidaridad, de acuerdo con lo que Platn denominaba el respeto recproco y la justicia. Por consiguiente, el hombre tiene una infancia mucho ms larga (relativamente a la duracin de la vida) y fatigosa que la de los otros animales. Tambin stos deben aprender el empleo de los rganos de que la naturaleza los ha dotado, y por tanto atraviesan todos, ms o menos, un periodo de adiestramiento que corresponde a lo que es la educacin en el hombre. Pero los animales entran rpidamente en posesin de las capacidades propias para conservarse porque dichas capacidades, como observaba justamente Protgoras, estn inscritas en su estructura orgnica, en los dones distribuidos por Epimeteo.

Al hombre, por el contrario, el uso inmediato de sus rganos, por ejemplo, el aprender a ver, a moverse, a caminar, no le garantiza en modo alguno la vida: necesita los dones de Prometeo y Zeus, las tcnicas mecnicas y morales que exigen un adiestramiento mucho ms largo y penoso. Y es de sealar que la adquisicin de tales tcnicas requiere el lenguaje, porque sin l no slo no podran ser comunicadas de un hombre al otro, sino que no hubieran nacido ni se desarrollaran. En efecto, slo el uso del lenguaje permite las abstracciones y generalizaciones indispensables para la formacin de las tcnicas mismas. Una palabra (o signo lingstico) no designa una cosa en particular, esta cosa, sino un objeto genrico, que se define por su uso posible, por ejemplo, las palabras hacha, flecha, arco, no designan esta hacha, esta flecha, este arco, sino un hacha, una flecha y un arco cuales quiera (independientemente de su particular forma, tamao, color, etc.), que se definen por el uso particular para el que sirven. Cuando el nio aprende a hablar, no aprende a designar cada cosa con una palabra, como se cree comnmente, sino que ms bien aprende a identificar en las cosas, a travs de las palabras, la posibilidad genrica de uso que las define. Por ejemplo, cuando la madre le dice ste es un tenedor, lo que le ensea no es tanto la palabra en s misma cuanto la relacin existente entre la palabra y toda una serie de objetos (todos los tenedores posibles, cualesquiera que sean su forma, tamao, material, etc.), que se pueden definir por el uso comn a que se destinan. Por lo tanto, Protgoras tena razn de ligar el arte mecnico, o sea, las tcnicas de uso y produccin de los objetos, con el arte de la palabra, porque en verdad ninguno de los dos puede prescindir del otro.

IMPORTANCIA DELESTUDIO DE LA HISTORIA DELA PEDOGOGIA

Estudiar y conocer la historia de la pedagoga es de suma importancia, ya que nos sirve como un respaldo para saber cual es su origen, conocer las bases de esta ciencia y ver cmo ha ido evolucionando. As mismo nos abre puertas al conocimiento de esta misma, al darnos a conocer como fueron sus inicios y cules eran sus fundamentos. Al mismo tiempo nos damos cuenta de la evolucin que ha tenido y de cmo se ha ido desarrollando a lo largo de los aos.

El tener un antecedente histrico de este conocimiento nos fortalece para darnos cuenta de que partimos de algo que no est en el aire, ver donde estamos parados y saber hacia dnde nos conducimos, permitiendo en nosotros una visin crtica de lo que hay a nuestro alrededor y ver de qu manera vamos a enfrentar los problemas que se avecinen en cuanto a la educacin y conduccin de las personas que nos soliciten ayuda para aprehender un conocimiento.

OBJETO DE ESTUDIO Y PROPSITO DE LA DISCIPLINA

Segn Roberto Abreu Regueiro (1994) en las entidades productivas se desarrolla un proceso educativo que es dirigido por un trabajador o instructor designado a esos efectos, sin embargo, no todos los trabajadores influyen de igual manera sobre los estudiantes incorporados a las prcticas laborales en las empresas, ya que hay conductas que desvan al alumno de su objetivo esencial y de su normal comportamiento.

La estructuracin del proceso de educacin en la entidad productiva es similar a la educacin en las actividades prcticas que desarrolla el alumno en la escuela politcnica, con la diferencia que en la fase de preparacin se le deben informar a los estudiantes las caractersticas del colectivo laboral, sus tradiciones, el clima poltico existente, su conducta moral, entre otros aspectos que se consideren importantes en dependencia de la situacin concreta de dicha empresa. Desde hace ya algn tiempo se viene hablando en nuestro pas de la necesidad una Pedagoga para la formacin tcnica y profesional que permita la preparacin de un trabajador acorde a las exigencias de la sociedad.

Esta rama de la Pedagoga ha sido denominada Pedagoga Profesional por un grupo de investigadores del Instituto Superior Pedaggico para la Educacin Tcnica y Profesional (ISPETP), considerndola como "la ciencia pedaggica que estudia la esencia y tendencia de desarrollo del Proceso Pedaggico Profesional [nosotros agregaramos tambin las regularidades y perspectivas del mismo]; as como la teora y metodologa para su direccin".

El profesor de la escuela politcnica trabaja en funcin de formar la personalidad de un futuro trabajador, por tanto, no puede dejar de tener presente las influencias del instructor de la empresa, quien se convierte en un docente tambin para el alumno, por lo que resulta de obligatorio cumplimiento la inclusin del instructor en las actividades docentes que desarrolla la escuela politcnica, lo cual se logra a travs del proceso pedaggico profesional.

Segn Roberto Abreu Regueiro, el proceso pedaggico profesional es "el proceso de educacin que tiene lugar bajo las condiciones especficas de la escuela politcnica y la entidad productiva para la formacin y superacin de un trabajador competente".

Ren Cortijo Jacomino, en el Libro de Texto "Didctica de las Ramas Tcnicas: una alternativa para su desarrollo", resultante del proceso investigativo desarrollado en opcin al ttulo acadmico de Mster en Pedagoga Profesional, define el proceso pedaggico profesional como "el sistema de actividades acadmicas, laborales e investigativas que se llevan a cabo en la institucin docente y en la entidad productiva para formar la personalidad del futuro profesional".

Cortijo asume esta definicin considerando como institucin docente tanto las de nivel medio como las de nivel superior.

Dentro de la esfera especfica de la formacin tcnica y profesional actan diferentes ciencias, junto a la Pedagoga Profesional se encuentran tambin la economa, la ciencia del trabajo, la sociologa, la psicologa, la medicina, las ciencias jurdicas y otras (Abreu, 1994).

La Pedagoga Profesional tiene la funcin terico investigativa de determinar las regularidades del proceso pedaggico profesional, y la tcnico constructiva que comprende la proyeccin del sistema de enseanza profesional, que si bien requiere para su realizacin de la intervencin de otras ciencias, ella en s tiene su propio objeto de estudio como ciencia particular.

Al respecto, en la tesis de maestra de Abreu (1996) se precisa que el objeto de estudio de la Pedagoga Profesional es precisamente el proceso pedaggico profesional, que se convierte en el escenario fundamental, dado su carcter sistmico, para satisfacer el encargo social de la escuela politcnica.

En lo que se refiere a los postulados de la Pedagoga Profesional como ciencia pedaggica de la educacin tcnica y profesional, y a su objeto de estudio, se han asimilado en nuestro pas los criterios cientficos de la antigua URSS y la RDA, sin conjugarlos, en ocasiones, con la rica experiencia pedaggica profesional cubana ni con las condiciones sociopolticas e histrico-concretas del desarrollo del pas.

Se aprecia el imperativo de profundizar en esa direccin para poder consolidar las bases tericas y metodolgicas de la Pedagoga Profesional cubana y contribuir al perfeccionamiento de la prctica educacional y productiva de las escuelas politcnicas.

El anlisis que se presenta tiene como propsito esencial, incursionar en la contemporaneidad como punto de referencia, para conocer los problemas que se discuten en cuanto al carcter de ciencia pedaggica particular de la Pedagoga Profesional que permitan tomar una posicin consecuente al respecto. Para ello se han seguido, fundamentalmente, las observaciones de autores de los antiguos pases socialistas y de autores cubanos.

Objeto de estudio:

Si nos basamos en la integracin y reconceptualizacin de los hallazgos de un conjunto de autores, entre ellos, Mara del Rosario Patio Rodrguez, Rafael Fraga, Roberto Abreu Regueiro, Ida Hernndez Ciriano y Ren Cortijo Jacomino, en sus propias reflexiones tericas y en trabajos de investigacin, se puede fundamentar la consideracin de la Pedagoga Profesional como rama de la Pedagoga.

La Pedagoga Profesional tiene un objeto propio, no comprendi-do en el campo de otras ciencias, posee un mtodo para abordar la investigacin y realizacin de su objeto, y por ltimo, ha llegado a organizar el resultado de sus investigaciones para constituir un sistema unitario de leyes y principios de carcter general. Rene las condiciones de una rama de la Pedagoga. Uno de los temas menos tratado por los profesionales de la Pedagoga Profesional es su estatuto epistemolgico, la teora de su ciencia particular, es decir, su objeto de estudio, su cuerpo conceptual, su metodologa, sus tcnicas operativas, su campo de accin y de investigacin, sus presupuestos bsicos y sus relaciones en el proceso pedaggico profesional, cuestin que no sucede as en otras profesiones o disciplinas.

La Pedagoga Profesional posee su propio objeto de estudio, su sistema categorial, sus principios y regularidades, que constituyen teoras con un nivel de conocimiento y desarrollo suficiente como para deslindarla de otras ciencias pedaggicas, ganar su autonoma e independencia como tal y ser considerada como rama de la Pedagoga.

El objeto de estudio de la pedagoga profesional es el descubrimiento de regularidades, el establecimiento de principios, la definicin de presupuestos bsicos y la delimitacin de las principales relaciones que contribuyan de una manera cientfica a organizar, dirigir y estructurar el proceso pedaggico profesional con el fin de contribuir al cumplimiento de la misin de la Educacin Tcnica y Profesional.

Proceso pedaggico profesional:

Segn el enfoque pedaggico de este autor, el proceso pedaggico profesional es el sistema de actividades docentes, extradocentes, extraescolares, productivas y de investigacin que se llevan a cabo en la escuela politcnica y/o en la entidad productiva para formar la personalidad de los futuros profesionales tcnicos de nivel medio y superar a los trabajadores de la esfera de la produccin y los servicios. El cumplimiento de la misin de la Educacin Tcnica y Profesional demanda la elaboracin de una teora pedaggica profesional que tenga como base los conocimientos sobre la educacin de los alumnos de escuelas politcnicas.

Para que este sistema se ajuste en gran medida a los objetivos y tareas de la formacin de trabajadores altamente calificados es necesario prever cientficamente tanto el incremento de las exigencias que se plantearn a los trabajadores en relacin con las exigencias sociales y el progreso cientfico tcnico, como tambin el desarrollo de la Pedagoga Profesional. De ah que la Pedagoga Profesional estudie las leyes y regularidades de la educacin de los estudiantes de las escuelas politcnicas. Ella elabora el sistema cientficamente fundamentado de medidas y condiciones en correspondencia con los objetivos y tareas para la formacin de trabajadores competentes, competitivos y altamente calificados.

Garantizar una adecuada concepcin, organizacin e instrumentacin del proceso pedaggico profesional requiere inevitablemente del accionar terico, metodolgico y cientfico de los docentes, directivos y metodlogos que mediante la profundizacin en el estudio de regularidades, en la aplicacin de mtodos de enseanza ms efectivos, en la sistematizacin, la determinacin y jerarquizacin de sus leyes, principios y categoras, en la generalizacin de las experiencias pedaggicas de avanzada puedan, partiendo de la prctica del propio proceso pedaggico profesional, trasladarse a dicha teora y de ah volver a la prctica para perfeccionarla, transformarla, y en consecuencia, lograr la excelencia educacional, o mejor expresado, la excelencia pedaggica profesional.

Los principios bsicos para la formulacin de una Pedagoga Profesional que contribuya a elaborar una propuesta de enseanza profesional encaminada al perfeccionamiento del proceso pedaggico profesional y consecuentemente, la construccin de una prctica pe-daggica profesional reflexiva, son:

Educacin tecnolgica:

La educacin tecnolgica presupone un pleno desenvolvimiento del estudiante y su perfeccionamiento. La educacin tecnolgica debe preparar al estudiante, trabajador en formacin, para participar en el proceso de perfeccionamiento de la escuela politcnica. Debe preparar al alumno para la comprensin del ejercicio del trabajo, mediante el acceso al conocimiento cientfico, tecnolgico, artstico, humanstico; en fin, acceso a la cultura.

La educacin tecnolgica busca tambin la unidad entre teora y prctica, en la medida en que establece nuevas formas de relaciones sociales. Se aproxima as al mundo del trabajo y de la produccin, propiciando una comprensin de fundamentos cientficos tecnolgicos de los procesos productivos, teniendo en cuenta la unidad de la teora con la prctica en la enseanza de cada disciplina tcnica.

La educacin tecnolgica debe vincular las capacidades instrumentales del estudiante con las capacidades de pensar, de estudiar, de analizar, de tomar decisiones, por consiguiente la Pedagoga Profesional enfatizar en el empleo de mtodos y tcnicas que estimulen la iniciativa de los alumnos y organicen las acciones didcticas del profesor o el instructor en funcin de los objetivos del trabajo docente profesional con relacin a los contenidos especficos de la especialidad que estudian.

Es necesario tener una concepcin de tecnologa a partir de las especificidades de las diferentes reas del conocimiento profesional que componen el plan de estudio de la especialidad en cuestin.

Desde el punto de vista didctico, la Pedagoga Profesional debe considerar las especificidades implcitas en las reas del conocimiento profesional.

Esas especificidades orientan la definicin de los objetivos comunes con relacin a la educacin, un proyecto poltico pedaggico, la seleccin y organizacin de los contenidos profesionales que deben ser ampliados y los que deben ser profundizados y sistematizados, a travs de las diferentes formas de ensear; y aplicando consecuentemente la funda mentalizacin y la profesionalizacin.

Para estructurar el proceso del trabajo pedaggico, el profesor o el instructor de asignaturas tcnicas debe incorporar a sus reflexiones y a su prctica pedaggica profesional, el concepto de educacin tecnolgica.

El profesor, al estructurar su proceso de enseanza profesional debe comprender y ver a la escuela politcnica como el local capaz de propiciar en el alumno el acceso a la cultura, al saber sistematizado y al mismo tiempo, prepararlo para el mundo de trabajo en la prctica social.

La escuela politcnica no puede ser reducida nicamente a su plan de estudios, sino que es necesario realizar un diagnstico previo de las caractersticas culturales del entorno que la rodea y de las peculiaridades ms distintivas de los estudiantes y su seno familiar.

No se trata de ensear un simple cuerpo de conocimientos tcnicos desarticulados del contexto social, se trata sobre todo, de posibilitarle al alumno la comprensin histrico social de los funda-mentos cientficos y tecnolgicos de la sociedad en que vive.

Se trata de fomentar una didctica participativa donde el aula deje de ser el local docente donde uno ensea y el otro aprende, donde uno habla y el otro escucha, para convertirse en un espacio para el intercambio afectivo entre iguales, y que la comunicacin se convierta en fuente generadora de riqueza espiritual y profesional, a partir de las ideas y criterios de los sujetos de la educacin, para lo cual el docente tiene que asumir el riesgo que implica el debate profesional.

Es por ello que Abreu plantea que "debe elevarse la disposicin y habilidades de todo aquel personal que recibe la responsabilidad pedaggica de atender a los alumnos en la entidad productiva, pues ellos (los trabajadores y dirigentes de la produccin) son tambin portadores de una Pedagoga Profesional, ya sea en forma de experiencia (prctica) o en teora al igual que los profesores, dirigentes e investigadores de la Educacin Tcnica y Profesional".

Se coincide con Abreu en que "Igual que el profesor de la escuela politcnica debe conocer los aspectos esenciales del proceso de produccin donde se integran sus alumnos, el trabajador debe conocer los fundamentos pedaggicos [...] que le permitan comprender y atender al alumno o grupo de ellos que le sean asignados".

El profesor necesita tomar como punto de partida para su reflexin, la necesidad de propiciar la reunificacin de la ciencia y de la tecnologa como proceso productivo. Esa manera de ver el papel de la Pedagoga Profesional, implica una formacin de profesionales tcnicos que propicie el basamento cientfico tecnolgico, terico metodolgico, de tal modo que ellos puedan producir el conocimiento profesional con un carcter efectivamente innovador.

Educacin laboral:

La escuela politcnica se encarga de preparar al estudiante para continuar aprendiendo a travs de la profundizacin y consolidacin de los conocimientos adquiridos en la educacin bsica o preuniversitaria. Esa formacin debe ser respaldada por la adquisicin de principios cientficos, metodolgicos e histricos, criterios bsicos que rigen el mundo del trabajo.

La escuela politcnica deber tambin propiciar una formacin que unifique ciencia y trabajo, trabajo intelectual y trabajo instrumental. El proceso pedaggico profesional tiene lugar en el medio social de la escuela politcnica, el taller docente, los laboratorios, las reas de campo, los talleres y reas de trabajo de la empresa, etc.

El trabajo como principio educativo expresa el enfoque crtico del papel de la Pedagoga Profesional, se fundamenta en la unidad entre ciencia, tcnica y proceso productivo.

Es esta reunificacin el punto de partida para el planteamiento de una nueva propuesta poltico pedaggica para la escuela politcnica ya que en el trabajo concreto toda actividad es terica y prctica, es cientfica y tcnica, es intelectual e instrumental.

En este sentido, el trabajo es entendido en su concepcin ms amplia como cultura, como actividad reflexiva, como principio del proceso de transmisin asimilacin produccin del conocimiento cientfico y tecnolgico.

En fin, el trabajo es visto como la propia produccin de la existencia humana, como realidad compleja y contradictoria que forma parte de la vida de todas las personas.

El trabajo docente, como prctica social, constituye el ejercicio profesional del profesor. Representa su compromiso con el proceso de planeamiento de la enseanza profesional, es decir, el compromiso de explicitar los objetivos y ubicndose conscientemente a favor de la mayora de los alumnos,

seleccionando y organizando los contenidos curriculares, escogiendo mtodos, procedimientos y tcnicas de enseanza, definiendo una validacin sistemtica. De un lado los profesores e instructores trabajan con un proceso de planeamiento de la enseanza de su disciplina; por otro lado, el trabajo docente necesita una apropiacin creativa de los contenidos curriculares.

Esto significa que la Pedagoga Profesional ofrece una contribucin indispensable a la formacin de los futuros profesionales tcnicos, a respaldar el concepto de trabajo como una actividad planeada, consciente y dinmica, contribuyendo a distinguir determinados objetivos de aprendizaje profesional.

En una escuela politcnica agrcola, industrial o de economa, la cuestin del desarrollo del intelecto no puede desligarse del desarrollo de competencias y habilidades profesionales rectoras.

El alumno necesita de una instrumentalizacin al mismo tiempo terico tcnica para realizar el trabajo intelectual de forma creativa.

Teniendo en cuenta que el alumno realiza trabajo concretamente, l desarrolla las capacidades de pensar, planear, reflexionar y validar, en la medida que pensar y hacer son dimensiones inseparables del trabajo intelectual.

En este sentido, el profesor debe crear su propia didctica, su prctica de enseanza profesional en situaciones didcticas especficas en consonancia con las especificidades de la disciplina tcnica que imparte en el contexto social en que la escuela politcnica se desarrolla y considerando el entorno en el que est insertada.

Estos presupuestos se convierten en indicaciones importantes para la Pedagoga Profesional en su objeto de estudio, ya que cuanto mayor sea el dominio del contenido especfico y didctico por el profesor, mayor ser su autonoma, mayores sus posibilidades de creatividad. Esto es una forma que auxiliar a los docentes a construir su propia profesionalizacin.

BASES ETIMOLGICAS Y ALCANCES DEL CONCEPTO DE PEDAGOGA

Es usual encontrar productos y actividades para nios donde aparece el concepto de didctica. Contenidos didcticos, Material didctico y Juego didctico son, por citar algunos casos a modo de ejemplo, frases que resuenan con frecuencia en la mente de numerosos adultos. Sin embargo, muchas veces perdemos de vista las definiciones tericas y nos quedamos sin identificar entonces qu significan, en concreto, palabras como la mencionada. Por esa razn, hoy intentaremos aportar datos interesantes que permitan descubrir que es, exactamente, la didctica.

En trminos ms tecnicistas la didctica es la rama de la Pedagoga que se encarga de buscar mtodos y tcnicas para mejorar la enseanza, definiendo las pautas para conseguir que los conocimientos lleguen de una forma ms eficaz a los educados. Dicen los expertos que por didctica se entiende a aquella disciplina de carcter cientfico-pedaggica que se focaliza en cada una de las etapas del aprendizaje. En otras palabras, es la rama de la pedagoga que permite abordar, analizar y disear los esquemas y planes destinados a plasmar las bases de cada teora pedaggica.

Esta disciplina que sienta los principios de la educacin y sirve a los docentes a la hora de seleccionar y desarrollar contenidos persigue el propsito de ordenar y respaldar tanto los modelos de enseanza como el plan de aprendizaje. Se le llama acto didctico a la circunstancia de la enseanza para la cual se necesitan ciertos elementos: el docente (quien ensea), el discente (quien aprende) y el contexto de aprendizaje. En cuanto a la calificacin de la didctica, puede ser entendida de diversas formas: exclusivamente como una tcnica, como una ciencia aplicada, simplemente como una teora o bien como una ciencia bsica de la instruccin.

Los modelos didcticos, por su parte, pueden estar caracterizados por un perfil terico (descriptivos, explicativos y predictivos) o tecnolgico (prescriptivos y normativos).

En cuanto a la calificacin de la didctica, puede ser entendida de diversas formas: exclusivamente como una tcnica, como una ciencia aplicada, simplemente como una teora o bien como una ciencia bsica de la instruccin. Los modelos didcticos, por su parte, pueden estar caracterizados por un perfil terico (descriptivos, explicativos y predictivos) o tecnolgico (prescriptivos y normativos).

En un primer momento, por ejemplo, existi un modelo que haca hincapi tanto en el profesorado como en el tipo de contenido proporcionado al alumno (modelo proceso-producto), sin tomar en cuenta el mtodo elegido, el marco de la enseanza ni al educando.

Con los aos, se adopt un sistema de mayor actividad donde se intenta estimular las habilidades creativas y la capacidad de comprensin valindose de la prctica y los ensayos personales. Por otra parte, el denominado modelo mediacional busca generar y potenciar las destrezas individuales para llegar a una autoformacin. Con las ciencias cognitivas al servicio de la didctica, los sistemas didcticos de los ltimos aos han ganado en flexibilidad y poseen un alcance mayor.En la actualidad existen tres modelos didcticos bien diferenciados: el normativo (centrado en el contenido), el incitativo (focalizado en el alumno) y el aproximativo (para quien prima la construccin que el alumno haga de los nuevos conocimientos).La educacin, as como el resto del mundo fue cambiando y adaptndose a los tiempos, por esa razn sus modelos didcticos fueron cambiando. Lo que hace veinte aos era recomendable y se aplicaba en todas las escuelas, hoy en da no slo no se usa sino que se considera negativo para la educacin.En sus comienzos, la educacin se rega por un modelo didctico tradicional, que se centraba en ensear sin importar demasiado cmo, no se estudiaban los mtodos a fondo, ni los contextos en los que se intentaba impartir el conocimiento o la situacin de cada individuo; actualmente a la hora de intentar ensear es muy importante utilizar una didctica que incluya un anlisis previo del contexto de los alumnos en general y de cada individuo, que busque acercarse a cada uno y desarrollar las capacidades de autoformacin, imprescindibles para que los conocimientos alcanzados puedan ser aplicados en la vida cotidiana de los individuos.

FILOSOFA, PEDAGOGA Y CIENCIA

La pedagoga como filosofa la Pedagoga se dice que es el estudio intencionado sistemtico y cientfico de la educacin, es una disciplina que tiene por objetivo el planteo, estudio y solucin del problema educativo, es un arte es una tcnica una ciencia y hasta una filosofa, tambin se habla de Pedagoga Idealista, Naturalista, de acuerdo a las tendencias polticas y religiosas, se habla de una Pedagoga Liberal, conservadora, democrtica, marxista, catlica, alterna, del oprimido, del lenguaje total, etc. pero todos giran entorno a la orientacin del hecho educativo como el encuentro de un sujeto que educa y otro que es educado.

Diversos Enfoques de la Pedagoga como ciencia de la educacin se diversifica en sus enfoques y disciplina, tal como se observa en la Psicologa, la Sociologa y dems campos de la investigacin cientfica. La Pedagoga como Filosofa. La Pedagoga en cuanto la Filosofa de la educacin, toma de la filosofa general la verdad. La belleza, libertad, vida humana que constituyen sus fundamentos y trabajo de realizarlos en la prctica educativa, la relacin de la Pedagoga con la Filosofa es tan intima que algunos han considerado ala Pedagoga como parte integrante y subordinada de la Filosofa, Jonas Conh dice la Pedagoga depende esencialmente de la filosofa, Fichte considera a la Pedagoga como una parte necesaria de la filosofa y a su vez esta como un complemento de aquella. Dilthey considera la Pedagoga como culminacin o terminacin de la filosofa. La Pedagoga y su Relacin con la Filosofa.

La Filosofa se ocupa de los fines de la vida humana o se el destino del hombre, lo que a su vez constituye el aspecto teleolgico de la educacin el cual eta ntimamente ligado al aspecto axiolgico o de los valores, de aqu se derivan los ideales de la educacin lo que permite dar direccin y rumbo a la educacin. La Pedagoga es autnoma pero se sirve de la filosofa como de las otras ciencias para el equilibrio de sus relaciones.

Cmo interactan? La filosofa, como dije anteriormente, define esa constante bsqueda de respuestas, bsqueda que resulta fundamental al hablar de educacin y formacin. Cuestionar constantemente el contexto que se presenta, ayuda al pedagogo a realizar de manera ms eficaz su labor. Solo as, queriendo encontrar el porqu de las cosas, definiremos mejor que hacer, en tal o cual situacin. En el quehacer docente, por ejemplo, la filosofa resulta importante para que el maestro, amplelos horizontes del mundo que observa y no se quede estancado en una sola y simple concepcin del mundo. Conocer es poder, dirn los filsofos precisamente. En la tarea de formar, debera siempre estar implcito el filosofar. Ir ms all de las cosas. Cerrarlos ojos si es necesario para que no nos engaen, hacindonos creer, que lo que vemos, es todo y nada ms.

LOS ESCPTICOS Y LA PEDAGOGA

Como corriente filosfica, el escepticismo est basado en la duda, que suele estar al servicio de alguna forma de vida. Esta actitud, puede ser la de quien no quiere verse llevado por los afanes de una vida que a veces se presenta contradictoria o ambigua. Aunque actualmente con la palabra escptico muchas veces se hace referencia a una persona que no cree en nada, que es pesimista, al analizar la etimologa de esta palabra encontraremos que ms que "el que no cree" es "el que duda, que investiga". Al modo

Las consideraciones anteriores eran necesarias para mostrar la amplitud e importancia del fenmeno educativo en el mundo humano. Ahora, limitando nuestro discurso a las llamadas sociedades civilizadas, o sea, a aquellas en las cuales los elementos culturales estn, en alguna medida, abiertos a las innovaciones y rectificaciones, diremos que tales sociedades se enfrentan a un doble problema.El primero es el de conservar y trasmitir, en la forma ms eficaz posible, los elementos culturales reconocidos como vlidos e indispensables para la vida de la sociedad misma. El segundo es el de renovarlos y corregirlos continuamente de manera de volverlos propios para hacer frente a nuevas situaciones naturales o humanas. Desde la Antigedad clsica estas dos tareas, conservar y renovar la cultura, fueron abordadas en forma racional y consciente por la filosofa. La filosofa, en cuanto reflexin sistemtica sobre los problemas de la cultura humana, tuvo sus orgenes en aquella civilizacin griega que ha legado gran parte de sus rasgos ms caractersticos a nuestro mundo occidental, desde las formas democrticas de convivencia civil hasta el gusto por la investigacin desinteresada y sin prejuicios de los fenmenos naturales. En griego filosofa significa amor por el saber, y ya la etimologa sugiere no solamente la idea de una preocupacin por conservar el saber constituido, sino tambin, y sobre todo, de un esfuerzo intencional por renovarlo y ampliarlo.

La generalidad de la filosofa tiene un carcter lgico, en cuanto es una investigacin enderezada hacia cualquier objeto, es decir, a cualquier orden de hechos, de actividades, etc., pero tambin, al mismo tiempo, tiene un carcter social, en cuanto es una investigacin que puede ser emprendida y realizada por cualquier hombre, dado que todo hombre es un animal racional; por consiguiente, no es el patrimonio de una casta o categora privilegiada de personas, como sucede cuando el saber asume una forma religiosa o mstica (por ejemplo, en las sociedades orientales). En sus principios, la filosofa tenda a identificarse con todo el saber, o mejor dicho, con todos los conocimientos que tuvieran carcter racional y sistemtico (es decir, exclua nicamente las tcnicas de artesana); pero sucesivamente se desprendieron de ella varias ciencias particulares (matemtica, fsica, qumica, astronoma, biologa, psicologa, etc.), que se volvieron autnomas. No obstante, ha sido y es competencia de la filosofa la tarea de enfrentarse al doble problema de que hemos hablado: es decir, por una parte, conservar y defender los elementos culturales considerados como vlidos; por la otra, combatir y eliminar los elementos culturales que se hayan convertido en un lastre y promover nuevos desarrollos de la cultura. Esto lo puede hacer no ocupando el lugar de esta o aquella ciencia ya constituida, sino en ocasionesayudando a que se constituyan ciencias nuevas y, en general, esforzndose siempre por mantener vivo un clima de libertad intelectual, de discusin sin prejuicios y de apertura hacia lo nuevo y lo imprevisto.

Cuando al realizar esta doble tarea de conservacin y progreso la filosofa se preocupa ms especficamente de los modos como las nuevas generaciones deben ponerse en contacto con el patrimonio pasado sin quedar esclavizadas por ste, o sea, cuando se preocupa en forma precisa y deliberada del fenmeno educativo tal como lo hemos planteado, asume la veste y la denominacin de filosofa de la educacin o pedagoga. Por tanto, existe entre la filosofa y la pedagoga una conexin estrechsima, y a primera vista parecer como que la diferencia que pudiera existir entre ellas es slo cuestin de acento. Toda filosofa vital es siempre, necesaria e ntimamente, una filosofa de la educacin, porque tiende a promover modalidades y formas de cultura de cierto tipo y porque contempla un cierto ideal de formacin humana, aunque no lo considera definitivo ni perfecto. Pero el trmino pedagoga, que literalmente significa gua del nio, puede tener un significado ms extenso y abarcar, a ms de la filosofa de la educacin, algunas ciencias o sectores Nicola Abbagnano, Visalberghi, A.

De algunas ciencias, indispensables para un control del proceso educativo. Cules son esas ciencias? En primer lugar, la psicologa, sobre todo aquellas partes de sta que se refieren al desarrollo mental, a la formacin del carcter y a los modos de aprendizaje. A ltimas fechas, la sociologa ha demostrado ser una indispensable ciencia auxiliar para plantear y resolver debidamente los problemas de la educacin. Junto a la psicologa y la sociologa, se ha venido desarrollando una tcnica o conjunto de tcnicas que emergen de la prctica educativa misma: la didctica. Incluso la tcnica de los exmenes y, en general, de la puesta a prueba de los adelantos escolsticos ha asumido recientemente el carcter de una ciencia autnoma que algunos denominan docimologa.

Sin embargo, no parece que sea ni correcto ni til considerar a la pedagoga corno inclusora, adems de la filosofa de la educacin, de todas estas ciencias o tcnicas; pero es indudable que la Pedagoga debe tener en cuenta, concretamente, las relaciones que guarda con ellas, circunstancia que la reviste de caracteres propios frente a la filosofa general. Se dice con frecuencia que dichas relaciones son anlogas a las que existen entre el fin y los medios: la pedagoga, en cuanto filosofa de la educacin, formula los fines de la educacin, las metas que deben alcanzarse, mientras que la psicologa, la sociologa, la didctica, etc., se limitan a proporcionarnos los medios propios para la consecucin de esos fines, a indicarnos los caminos que debemos recorrer para alcanzar esas metas.

A decir verdad se trata de una distincin que rige hasta cierto punto: fijarse metas en abstracto, sin tomar en cuenta los medios de que se dispone para alcanzarlas, sera una actividad de dudosa eficacia y, por su parte, las ciencias pedaggicas no podran ser tiles si ignorasen la finalidad, los ideales educativos a que deben contribuir. Sin embargo, precisamente a la pedagoga compete la tarea de coordinar las contribuciones de las diversas ciencias auxiliares y tcnicas didcticas, y de impedir que se caiga en recetas fijas, de evitar que se cristalicen los mtodos y los valores, y, en resumen, de llevar a cabo aquella misin de apertura hacia lo nuevo y lo diverso que tiene en comn con la filosofa, o, para decirlo mejor, que tiene en la medida en que es filosofa. En este sentido, los problemas de la pedagoga son an hoy sustancialmente los mismos que se ofrecieron a la reflexin consciente mucho antes que las disciplinas y tcnicas precitadas se constituyeran y consiguieran una cierta autonoma. sta es la razn por la que se estudia la historia de la filosofa y la pedagoga: no se trata de una pura curiosidad arqueolgica sino de una necesaria iluminacin de los problemas actuales mediante el estudio de sus orgenes y de las soluciones ensayadas en el curso de los siglos.

LA CULTURA Y LA EDUCACIN EN LA ANTIGEDAD LA EDUCACIN EN EL ANTIGUO ORIENTEEL ORIENTE Y GRECIA

Por lo comn, el estudio de la historia de la pedagoga empieza por el pensamiento educativo en la antigua Grecia. Pero los egipcios, los babilonios, los hindes, los chinos y muchos otros pueblos del Oriente cercano y lejano haban elaborado complejas y eficientes formas de educacin antes de los griegos. Cul es la razn por la que, en lo que se refiere a la educacin prerromana, solemos concentrarnos casi exclusivamente en las realizaciones del pequeo pueblo griego? Este pueblo, que descendi del Norte para ocupar la abrupta pennsula entre el Jonio y el Egeo, se civiliz al entrar en contacto con la precedente civilizacin egeo-cretense (a la que por otra parte destruy); posteriormente, a medida que se extenda por las innmeras islas de aquellos mares y estableca colonias en el Asia Menor, Italia y frica, absorbi mucho de la civilizacin egipcia, as como tambin de la fenicia, la persa, la babilonia, etctera.

Podemos decir entonces que Grecia nos interesa sobre todo en la medida en que ha recogido y trasmitido el patrimonio de culturas de tantas civilizaciones precedentes? Pocas personas se atreveran a contestar afirmativamente a esta pregunta. Por ejemplo, tmense las materias de estudio de una moderna escuela secundaria. Casi todas, hasta en el nombre, denuncian su origen griego. Incluso cuando, como sucede con la geometra, nos consta que los griegos recogieron el patrimonio cultural de otros pueblos (egipcios, babilonios), sabemos tambin que reorganizaron y desarrollaron la materia hasta convertirla en algo nuevo y original que lleva su inconfundible toque: el maravilloso rigor racional de una demostracin geomtrica es un don que la humanidad debe a Grecia y no a ningn otro pueblo (y constituye an hoy el modelo ideal de un conocimiento cientfico perfectamente organizado).

El ejemplo de la geometra es quiz el ms tpico, pero por dondequiera que extendamos nuestro anlisis obtendremos, casi en cualquier campo, resultados anlogos: en el arte, en la observacin de la naturaleza, en la observacin del hombre (historia, teora poltica), los griegos reelaboraron con espritu originalsimo lo que aprendieron de otros pueblos o fundaron directamente nuevas ramas del conocimiento. Se podra aadir incluso que, no obstante que se les puede considerar como fundadores de casi todas las materias de estudio de una moderna escuela secundaria, no se les puede casi considerar responsables de los aspectos ridos o mnemnicos que hoy se podran encontrar en ellas.

stos tienen su origen ms bien en el periodo romano-alejandrino, o en el medieval, mientras que a la civilizacin propiamente helnica (y por consiguiente diversa de la helenstica) se debe reconocer el mrito de haber producido los aspectos creadores y liberadores de la cultura, o sea, los aspectos que siguen siendo su valor genuino y permanente. Gozar la belleza artstica sin preocupaciones didasclicas, darse el gusto de interrogar a la naturaleza libres de toda actitud mgica o ritualstica, ver en la historia la obra consciente de los hombres y no de oscuras fuerzas divinas o demoniacas: he aqu unas actitudes que los griegos fueron los primeros en descubrir, quiz en modo insuperable.

Sobre la base de consideraciones como stas es fcil caer en una idolatra de lo griego, considerndolo como una especie de milagro nacido del encuentro de una estirpe humana, dotada de inteligencia y sensibilidad excepcionales, con ciertas circunstancias de clima y ambiente extraordinariamente favorables, en una situacin geogrfica que facilitaba una asimilacin rpida de todo lo elaborado por las ms importantes culturas del Oriente mediterrneo. Aclaremos de inmediato que se trata de explicaciones insuficientes, para no decir enteramente insatisfactorias. No existen pueblos inteligentes ni pueblos estpidos (exceptuando degeneraciones ms bien raras que no hacen al caso). Ciertamente el clima es un factor relevante, pero slo en conexin con ciertos niveles de progreso tecnolgico, y el progreso tecnolgico es obra estrechamente humana. Por ltimo, la feliz posicin geogrfica respecto de otras civilizaciones no explica en modo alguno la impronta creadora, de indiscutible originalidad, que es propia de la civilizacin griega.

El examen comparativo de la civilizacin griega con las otras civilizaciones del Oriente prximo y lejano sugiere un diferente orden de consideraciones: su organizacin social y poltica es radicalmente diversa de la de cualquier otro pueblo de la poca, con la posible excepcin del fenicio, con el cual por lo dems slo tiene en comn un cierto particularismo de las varias ciudades- estados. Todas las otras civilizaciones orientales florecen sobre el tronco de macizas organizaciones estatales que se extienden uniformemente sobre grandes y a veces inmensos territorios. Potentes clases o castas sacerdotales y guerreras monopolizan el poder y el saber a la vez y constituyen el indispensable instrumento de dominio de los monarcas, los cuales se rodean de un fasto y unos honores dignos de dioses y a veces son considerados como autnticas divinidades sobre la tierra. Verdad es que exista un pequeo pueblo originalmente nmada, que ms tarde arraig en Palestina, con caractersticas muy diversas; pero su influencia y potencia fueron mnimas incluso en los breves periodos en que logr preservar su independencia: slo ms tarde se dej sentir la inmensa importancia de la contribucin juda, cuando su estado fue destruido definitivamente y los hebreos se dispersaron en pequeos grupos por todo el mundo. Por otra parte, tambin la civilizacin juda era eminentemente sacerdotal y por lo mismo diversa en extremo de la civilizacin griega.

La civilizacin griega es una civilizacin laica, donde no existe una clase sacerdotal potente y organizada; es una civilizacin de ciudadanos-soldados, donde no existe, salvo en momentos y sitios particulares, una clase o casta guerrera; es una civilizacin que madura sobre estructuras polticas extremadamente fraccionadas (las ciudades-estados), nunca estticas, sino en perenne desarrollo, y en las que, por vez primera en la historia del mundo, se afirman formas conscientes y elaboradas de democracia; es, por lo tanto, una civilizacin donde ocupa un lugar prominente la discusin ante asambleas con poderes deliberativos, de forma que el problema de la persuasin racional (y por lo tanto de la ciencia y la filosofa) emerge en formas hasta entonces desconocidas. Estas caractersticas, expuestas sumariamente y sin pretensin de que sean completas (ya tendremos ocasin de analizarlas mejor ms adelante), presuponen, a manera de fondo sobre el cual destacan por contraste, las caractersticas, casi opuestas, de las civilizaciones orientales. Es probable que tambin las peculiaridades de la educacin griega se comprendan mejor sobre ese mismo fondo, por consiguiente, convendr echar por lo menos un vistazo panormico sobre dichas civilizaciones as como sobre el lugar que en ellas ocuparon y los modos que asumieron las prcticas educativas.

LAS CIVILIZACIONES FLUVIALES (EGIPTO, BABILONIA, INDIA Y CHINA)

El Nilo, el ufrates y el Tigris, el Indo y el Ganges, al igual que los grandes ros de China, vieron florecer en sus riberas formas de civilizacin muy refinadas, algunos milenios antes de la era cristiana. Civilizacin quiere decir cultura que ha dejado de ser esttica: las sucesivas generaciones no se limitan a reproducir casi exactamente los modos de vida de las precedentes, sino que se verifica una acumulacin progresiva de adelantos tcnicos, se organizan las creencias, y se realiza un perfeccionamiento, aunque lento y discontinuo, del saber tradicional. Nicola Abbagnano, Visalberghi, A. No es de maravillar que esto ocurra en las grandes llanuras frtiles donde la formacin de poblaciones agrcolas estables permite una divisin del trabajo bastante pronunciada, a condicin, claro est, de que el comercio a larga distancia no slo sea facilitado por la existencia de vas apropiadas de comunicacin, sino que cuente adems con la proteccin de un orden poltico que impida el bandidaje y las guerrillas. En tales condiciones, las grandes monarquas absolutas, sostenidas por potentes clases de guerreros y sacerdotes representaban una garanta de orden y bienestar que normalmente compensaba a las poblaciones por la carga de tener que trabajar y producir, adems de hacerlo para el propio sustento, para la manutencin y con frecuencia para la pompa de los grupos privilegiados.

Pero acaso convenga aclarar mejor cul era la funcin de la clase sacerdotal. En primer lugar, es la depositaria y la celosa guardiana de toda la ciencia (si as puede decirse) acumulada en los siglos y trasmitida de ah a pocoya no en forma oral, sino mediante un tipo cualquiera de escritura: Ciencia, diremos nosotros, a un tiempo sacra y profana; como ejemplo caracterstico tenemos a los sacerdotes egipcios que, en un principio, eran tambin escribas, mdicos, embalsamadores,arquitectos e ingenieros hidrulicos. Ya desde tiempos muy antiguos haban dividido el ao en 365 das, y eran capaces de calcular con excelente aproximacin las crecidas del Nilo.

La religin egipcia sufri complejas evoluciones, sin que llegase a superar el estadio de un politesmo organizado (o enotesmo) donde la divinidad suprema era el sol, venerado bajo los nombres de Ra, Osiris o Amn: la tentativa del faran Akenatn de instaurar un riguroso monotesmo (culto exclusivo del dios Atn, que es de todos modos el sol, pero el sol naciente y fecundador, y no el sol que preside el reino de los muertos como Amn) acab trgicamente. En todo momento, los sacerdotes egipcios demostraron ser habilsimos en conciliar las exigencias de una organizacin unitaria de las divinidades, con la multiplicidad incluso regional de stas y con las creencias animsticas y totmicas an vivas en la poblacin ms inculta (de donde el culto de los dioses bajo la forma de animales: buey, cocodrilo, gato, cigea, gaviln, etctera).

Pero la creencia egipcia ms tpica y difundida fue la de una segunda vida, concebida de varias maneras (exista tambin la idea de un proceso ante Osiris y una especie de lugar de recompensa para los ms meritorios), pero siempre conectada con la buena conservacin del cuerpo, de donde surgi la prctica de la momificacin para los ricos, o del enterramiento en la arena rida, capaz de conservar largamente los cadveres, para los pobres. Las precauciones que se tomaban a fin de que las tumbas no fuesen profanadas alcanzaron formas obsesivas, increbles, como es sabido de quien haya ledo la historia del hallazgo de la momia de Tutankamn.

No obstante la amplia parte que en ella tena la religin, la civilizacin egipcia desarroll una moral esencialmente utilitaria. Abundan las mximas de sabidura conservadas en los papiros, y aunque muchas de ellas se refieren a las ventajas del estudio se trata siempre y exclusivamente de ventajas prcticas. Las clases egipcias no eran castas cerradas y, dentro de ciertos lmites, era posible, estudiando con maestros privados, elevarse a la posicin de escriba del grado ms bajo, es decir, escribano o contador en oficinas pblicas (o en empresas comerciales).

Ms difcil deba ser el ingreso en las grandes escuelas sacerdotales de Memfis, Helipolis o Tebas, donde se formaban los escribas de grado ms alto, con funciones administrativas y legales, as como los mdicos, los ingenieros, los arquitectos y los mismos sacerdotes (la clase sacerdotal estaba formada no slo por los sacerdotes propiamente dichos, sino tambin por todos estos profesionistas de grado superior). Como quiera que sea, se trata siempre de una educacin de carcter prctico y profesional, sea en el sentido de que los conocimientos y la cultura no se persiguen por s mismos, sino por sus aplicaciones, sea porque slo se tienen presentes las ventajas prcticas que pueden obtener los individuos mediante el ejercicio de una de las profesiones superiores. El pueblo era casi totalmente iletrado; estudiar con buen xito significaba convenirse cuando menos en un escriba del grado ms modesto, lo que, como en un papiro advierte un padre a su hijo, en el momento de inscribirlo en la escuela, es mucho ms cmodo que ejercer la profesin de fundidor, barbero, picapedrero, jardinero o pescador, oficios cuya dureza, inconvenientes y peligros Nicola Abbagnano, Visalberghi, A.

Enumera cuidadosamente. El hombre ignorante dice otro papiro es como un asno con una pesada carga; quien le gua es el escriba, mientras otro reza: Ponte a trabajar y convirtete en escriba, porque as sers gua de hombres.

Tambin los conocimientos cientficos de los egipcios tenan un carcter eminentemente prctico. La geometra serva, al pie de la letra, para medir la tierra, para trazar nuevamente los linderos cuando bajaban las aguas del Nilo; la aritmtica serva para hacer los clculos del comercio y el fisco; la mecnica y la hidrulica para la ingeniera y la arquitectura; la astronoma para calcular las estaciones, etc., etc. Se obtuvieron admirables resultados prcticos, pero no se tiene noticia de ningn intento de sistematizacin o ahondamiento terico, al punto que uno se pregunta a qu aluda exactamente Platn cuando, al comparar la sabidura de los griegos con la de los sacerdotes egipcios deca: Oh, griegos, no sois ms que unos nios. Sin embargo, en otro lugar el mismo Platn contrapone el espritu cientfico de los griegos al amor de la ganancia propio de egipcios y fenicios.

Quizs lo ms justo sea observar que, aun dentro de su utilitarismo, las ciencias desarrolladas por los egipcios formaban un conjunto tan imponente y cooperaban en la creacin de un orden tan grandioso que no podan menos de suscitar admiracin, sobre todo en el espritu de un griego acostumbrado al genial desorden de su vida social y poltica e incluso de sus monumentos, aglomerados en las acrpolis, y ciertamente mucho menos imponentes que el templo de Amn en Karnak que, segn los clculos hechos, era dos veces ms grande que San Pedro en Roma. Poco sabemos de los mtodos educativos practicados por los egipcios y ese poco no despierta nuestro entusiasmo: al parecer sus bases eran memorizaciones y azotes. He aqu una mxima pedaggica que ojal fuera una curiosidad arqueolgica: Los muchachos tienen las orejas en los lomos, cuando les pegan escuchan.

Muchos puntos de contacto con la egipcia tiene la civilizacin babilnica, tan antigua como aqulla o poco menos. En Babilonia la clase sacerdotal es todava ms potente que en Egipto, y constituye casi una casta cerrada. Los sacerdotes babilonios son extraordinariamente versados en astronoma, desarrollan la matemtica hasta un grado elevadsimo de eficacia prctica, instituyen la semana, inventan los signos del zodiaco, determinan con apreciable exactitud la longitud del ao y renen inmensas bibliotecas de tablillas con caracteres cuneiformes. Vigilan la educacin superior reservada a su clase, a la de los comerciantes ricos sus aliados y a la de los guerreros, cuya potencia, sin embargo, combaten y socavan. Como consecuencia de esto ltimo Babilonia acab sucumbiendo ante los asirios, militaristas e incultos, famosos en la historia por haber conquistado uno de los ms extensos imperios de la antigedad sin dejar la menor huella positiva en el campo de las realizaciones cultas.

Babilonia resurgi brevemente, para ceder al fin ante los medos y los persas. Pero influy profundamente sobre estos pueblos, as como tambin sobre los hebreos, los fenicios y los mismos griegos. Tampoco de los mtodos educativos babilonios poseemos ms que unas cuantas noticias. Sabemos que sus fines eran esencialmente prcticos, al igual que en Egipto, pero que en cambio estaba ms desarrollado el aspecto cientfico y, quiz, tambin el literario. Con todo, la astrologa, la magia y la adivinacin impedan el desarrollo de un genuino espritu cientfico; una pesada tradicin mgico-sapiencial esterilizaba toda fuerza creadora en los individuos. Incluso los artesanos estaban organizados en corporaciones cerradas, bien que con la posibilidad de adopciones extra familiares.

Tanto en Egipto como en Caldea, la tierra no perteneca casi en ningn caso a quien la cultivaba, sino al rey, a los sacerdotes, a los templos o a los guerreros. Y por debajo de las clases organizadas existan muchedumbres de esclavos, fruto en gran parte de la actividad guerrera (cuya importancia econmica es, en la antigedad, bastante considerable, aun prescindiendo de las conquistas territoriales: es conquista de mano de obra barata). Sin embargo, slo en la India encontramos un sistema de castas propiamente dicho, ferozmente cerrado, algn tiempo despus de la conquista por los arios, acontecida hacia el 2000 a. C. (de una precedente y floridsima civilizacin del valle del Indo, cuyos restos empezaron a descubrirse hace apenas unas dcadas, se sabe tan poco que no vale la pena ocuparse de ella). Las clases, resultado probablemente de la estratificacin producida por conquistas sucesivas y de la diversidad en la resistencia ofrecida por las poblaciones autctonas, se subdividieron de la manera siguiente:

Brahmanes, o sacerdotes; guerreros, comerciantes y pastores (Vaisya); siervos (Sudra), e intocables o sin casta (Paria). Rigidsima es la separacin entre las castas, y absolutamente diversa la educacin que reciben. La literatura sapiencial de los Vedas estaba reservada a las castas superiores: segn las leyes de Man (200 a. C.) al sudra que escuchaba los Vedas haba que llenarle las orejas de plomo derretido; si los recitaba, haba que amputarle la lengua. Por el contrario, el sudra que serva con humildad y diligencia poda renacer en una casta ms alta. En efecto, segn el brahmanismo las almas trasmigran por una multiplicidad de existencias animales y humanas hasta la reabsorcin y el anulamiento definitivo en el seno de Brahma.

La civilizacin hind, fastuosa, despiadada y, al mismo tiempo, con extraa contradiccin, asctica, renunciante y nihilista, desarroll valores casi enteramente ignorados por los egipcios y los babilonios: un sentido pnico del devenir universal, una bsqueda de la armona interior y de fusin mstica con el Todo, una disposicin contemplativa que llega a anular en s todo deseo. En estos elementos, plegndolos en el sentido del amor y de la hermandad universal, se apoy uno de los ms grandes espritus de la humanidad, Gautama, llamado Buda (que significa iluminado). Al ideal de la inmovilidad, mstica o social, fraguado por la civilizacin hind, se contrapone en la inmensa China un ideal de inmovilidad institucional. Conservar el orden familiar, poltico y social establecido es la preocupacin dominante de Confucio, quien fue casi contemporneo de Buda (fines del siglo VI a. C.). No slo hay que conservar los privilegios hereditarios (en China no hay castas), sino tambin las funciones, las instituciones.

La experiencia de la anarqua en que haba cado el colosal imperio formado entre el tercer y segundo milenios antes de Cristo, y que abarcaba las cuencas no de uno sino de tres vastos ros, imprime a la enseanza de Confucio su carcter de sabidura conservadora. El estado debe tener la misma indisoluble unidad de la familia, el emperador es el buen padre universal y goza de derechos ilimitados; la exigencia de una buena administracin impone deberes detallados y exactos a todos y en la vida lo que cuenta es cumplir (en este sentido legalista) el propio deber. Como es obvio, las formas, inclusive la etiqueta, son objeto de suma atencin en un pas donde el valor supremo es el respeto por los padres, los ancianos y las tradiciones, razn por la que ven con sospecha las novedades de cualquier gnero que sean. Se trata, pues, de un ideal eminentemente prctico-poltico que tiene corno fondo una vaga religiosidad naturalista; por lo tanto, no existe una casta sacerdotal, sino una clase de funcionarios (los llamados mandarines) que coincide plenamente con la de los hombres cultos.

En efecto, con el tiempo acab por desarrollarse un complicado sistema de exmenes estatales que era la nica puerta de acceso a los diversos grados de la administracin pblica y a los cuales tericamente todos podan presentarse. En la prctica, slo las personas acomodadas se hallaban en condiciones de sufragar los gastos que supona la preparacin cultural de su prole (normalmente en escuelas privadas, surgidas en funcin de los antedichos exmenes), tanto ms que se trataba de una preparacin literario-formalista, que de poco o nada serva a quienes no lograban superar los exmenes estatales sumamente selectivos y colocarse en la administracin. Toda ambicin de originalidad era combatida e imperaba el tradicionalismo ms cerrado, como lo demuestra el hecho mismo de que en China haya sobrevivido hasta nuestros das un sistema ideogrfico de escritura muy complicado, mientras que egipcios y babilonios superaron la fase ideogrfica pura en el segundo milenio antes de Cristo. Por lo dems, el sistema ideogrfico ofreca y quizs ofrece todava una ventaja: el ser relativamente independiente de las particularidades de pronunciacin y de la variedad de dialectos (que en China llegan a ser verdaderas lenguas muy diferenciadas entre s). Tambin en este caso el problema es mantener la unidad de un cuerpo social desmesurado, de lo que se deriva la exigencia inevitable: conservar.

OTRAS CIVILIZACIONES DEL ORIENTE (FENICIOS, PERSAS, HEBREOS)

Hemos visto cmo, en las grandes llanuras fluviales, donde las condiciones naturales favorecan la divisin del trabajo (sobre una base agrcola), el intercambio de mercancas a larga distancia y, por consiguiente, el progreso tcnico y civil, la necesidad de mantener la cohesin social y el orden constituido hizo que las civilizaciones surgidas ah aun siendo admirables cristalizaran en formas de un tradicionalismo cerrado que convertan la educacin en una mecnica prctica de nemotecnia, ignoraran la individualidad de los educandos, y sofocaran en stos todo impulso original.

Por el contrario, algunas civilizaciones desarrolladas por pueblos mucho menos numerosos y, sobre todo, menos favorecidos por las condiciones naturales, como los fenicios, los persas y los hebreos, tuvieron un carcter diverso. Poco sabemos de la educacin entre los fenicios, pero es lcito suponer que haya tenido un carcter eminentemente prctico (en lo que se asemejaba a la de los pueblos que acabamos de considerar), que estimulaba la iniciativa, la, asimilacin de lo nuevo, el ingenio y, quizs tambin, la astucia sin escrpulos, al menos por lo que hace a los extranjeros. sta es al menos la conclusin a que debemos llegar si juzgamos la rapidez con que este pequeo pueblo de navegantes, a un tiempo piratas, comerciantes e incansables colonizadores de casi todas las riberas del Mediterrneo, lleg no slo a desarrollar su tcnica marinera sino tambin a asimilar y perfeccionar tcnicas industriales y artesanales aprendidas de los egipcios, los babilonios, los persas, etc., y a simplificar las tcnicas de la escritura hasta llegar a un sistema puramente alfabtico.

Entre los fenicios no hay ms aristocracia que la clase industrial y comercial (siendo como eran mseros los productos del magro suelo), que controla la religin (ms bien tosca y materialista), los sacerdotes, la administracin de las ciudades (por mucho que estn ordenadas en forma monrquica), las industrias ms importantes (entre las cuales era famosa la de la tintorera), y sobre todo la flota de naves relativamente grandes, capaces de largas travesas. Fenicia no alcanz una verdadera unidad poltica. Fundamento de la organizacin poltica era la ciudad-estado, de carcter monrquico-aristocrtico, forma que tambin tenan las muchas y con frecuencia potentes colonias.

Un tipo de civilizacin completamente distinto y casi opuesto fue el que desarrollaron los habitantes del altiplano iranio, es decir, los medos y los persas. Agricultores establecidos sobre un suelo no rico, lo haban vuelto productivo y feraz gracias a un trabajo perseverante e inteligente (en un principio los griegos usaban la palabra paraso para indicar los armoniosos jardines cuadrados, con una fuente en el centro, por los cuales eran clebres los persas); el politesmo original haba sido sustituido, sobre todo por influjo de Zoroastro (o Zaratustra), por el Mazdesmo, religin altamente espiritual que hace del hombre el aliado del principio del bien (Ahura Mazda u Ormuz, dios de la luz) en su lucha contra el principio del mal (Arimn, dios de las tinieblas); guerreros valerosos e infatigables, vean en la guerra el modo de afirmar sobre los pueblos vencidos, a los que trataban con una generosidad inslita en el mundo antiguo, el orden armonioso de su civilizacin superior. En slo una centuria (el siglo VI a. C.) los persas fundaron el ms grande imperio conocido hasta entonces, que se extenda desde el mar Caspio hasta Egipto, y desde el golfo Prsico hasta Tracia.

La civilizacin fenicia fue una respuesta al desafo del mar; la persa al desafo de todas las civilizaciones diversas de la suya. Slo se detuvieron ante la pequea Grecia que defenda desesperadamente un principio de orden diferente y un diverso sentido de la armona desarrolladospor as decirlo en intensidad ms bien que en extensin. La educacin persa slo tena un aspecto en comn con la fenicia: no anulaba del todo la individualidad, no se limitaba a la memorizacin mecnica, no tenda a la simple perpetuacin de un orden constituido, sino que en cierta medida promova formas de activismo dinmico.

Verdad es que no se propona estimular el espritu de iniciativa de los navegantes y mercaderes, cuya sola meta era la ganancia, sino ms bien el del guerrero y, ms tarde, el del funcionario destinado a cuidar la organizacin del vasto conjunto de satrapas en que estaba dividido el imperio. Si hemos de dar crdito a la Ciropedia (Educacin de Ciro), del griego Jenofonte, la educacin persa se asemejaba mucho a la espartana, de la que nos ocuparemos ms adelante. Se sabe con certeza que procuraba ante todo la educacin fsica, religiosa y moral del guerrero y reservaba una parte mnima o nula a la instruccin literaria e incluso al aprendizaje de la escritura, excepcin hecha de la clase sacerdotal (hereditaria pero no muy fuerte polticamente: los famosos magos) dedicada a perpetuar el dualismo religioso de Zoroastro concilindolo con las supervivencias politestas, ordenadas en dos grandes ejrcitos de espritus al servicio, respectivamente, de Ormuz y Arimn, es decir, la luz y las tinieblas.

Naturalmente, al contacto con las refinadas y corruptas civilizaciones que llegaron a dominar, los persas acabaron por absorber junto con la cultura de stas los grmenes de su decadencia, y aunque siguieran ensalzando la virtud de la ruda vida militar y el sano trabajo de los campos, en realidad se habituaron al lujo que les vena del inmenso territorio conquistado. Las cuadradas falanges macednicas los encontraron incapaces de defenderse.

Entre los actos de magnanimidad que la historia atribuye a los persas, el ms preado de consecuencias para la civilizacin del mundo fue sin duda la decisin de Ciro, conquistador de Babilonia, a donde los judos del reino de Jud haban sido deportados cincuenta aos antes, de permitirles volver a Palestina y reconstruir el destruido templo de Salomn, quedando slo formalmente como tributarios de Persia (536 a. C.). Tngase presente que, por el contrario, de las diez tribus que constituan el Reino de Israel, y que fueran deportadas por los asirios dos siglos antes, no ha quedado la menor huella en la historia (y se las designa en efecto como las diez tribus perdidas).

Pueblo nmada de pastores, los judos, provenientes del pas mesopotmico de Ur, haban llegado a Egipto, haban huido de ah y en el ao 1200 a. C. haban logrado instalarse en Palestina donde convirtieron en parcialmente agrcola su economa pastoral. Al contacto con las civilizaciones ms avanzadas de su tiempo, absorbieron muchos elementos culturales sin dejarse en cambio absorber ellos mismos. Su fuerza principal resida en el principio religioso, espiritualista y personalista, que haban elaborado: mientras los pueblos agrcolas y sedentarios divinizaban sobre todo las fuerzas naturales, los animales y los lugares, los judos concibieron a Dios como un espritu no ligado a nada de particular o contingente, que velaba por ellos desde lo alto en las interminables peregrinaciones, escrutaba su alma, y los castigaba o premiaba, colectiva e individualmente, de acuerdo con sus faltas o sus mritos.

En un principio, Jehov o Yahv debe haber sido concebido por los judos como su dios particular, cuya existencia no era incompatible con la de los dioses de otros pueblos: Bien que todos los pueblos anduvieren cada uno en el nombre de sus dioses, nosotros andaremos en el nombre de Jehov nuestro Dios para siempre y eternamente, deca el profeta Miqueas. Pero ms tarde, por obra de Elas y otros profetas, los judos concibieron, por vez primera en la historia de la humanidad, un riguroso monotesmo, cuidadosamente depurado de todo residuo de idolatra. Los profetas no eran propiamente sacerdotes, sino ms bien predicadores laicos que se sentan posedos por el verbo divino. El juez Samuel, el mismo que indujo a los judos a elegir un nico rey en Sal, promovi tambin la institucin de escuelas profticas, de tal modo que la enseanza de los profetas pudiera volverse ms profunda y eficaz. Los profetas fueron los primeros grandes educadores del pueblo hebreo, cuya instruccin elemental se imparta desde haca tiempo en el seno de la familia: un profundo sentimiento religioso, que reuna y sublimaba en s los efectos familiares y el patriotismo, constitua la inspiracin profunda de una educacin que no estaba formalmente organizada, pero que en el aspecto moral era ms eficaz que cualquier otra educacin oriental. Sin embargo, posteriormente al cautiverio en Babilonia encontramos formada tambin entre los judos una clase de escribas que (por conocer entre otras cosas el hebreo antiguo cuando el pueblo ya slo hablaba arameo o griego) asistan a los sacerdotes en la exgesis de la ley y en la compilacin de un conjunto de comentarios, normas morales y jurdicas, preceptos religiosos y rituales, que asumi el nombre de Talmud.

Surgieron entonces las sinagogas, que en un principio no eran lugares destinados al culto, sino slo a la instruccin religiosa, mientras los escribas impartan a domicilio o en sitios proporcionados por los ciudadanos ricos alguna forma de enseanza profana de carcter superior. Por ltimo, a la sombra de las sinagogas surgieron escuelas primarias que se multiplicaron al punto que, en el ao 75 a. C. la instruccin primaria se volvi obligatoria en Jerusaln y nueve aos ms tarde en todo el territorio. Segn el Talmud un maestro no deba tener ms de veinticinco alumnos, ni ms de cuarenta si contaba con la ayuda de un asistente. La civilizacin y educacin judas se caracterizan pues por el espritu religioso que las informa y que funde y plasma en una unidad los muy abundantes influjos culturales recibidos de los babilonios, los persas y los griegos.

En los primeros tiempos, no faltaron manifestaciones de supersticiosa tosquedad, ni tampoco, en los ltimos, casos de degeneracin formalstica (contra los cuales se lanzara Jess), pero en general debemos reconocer a la educacin juda no slo el mrito (que ya reconocamos a fenicios y persas) de haber hecho un sitio a los valores individuales, sino de haber tomado por norma una ley de interioridad moral que tiene por nico punto de referencia la voluntad de un Dios universal, infinitamente bueno y justo. No debe asombrar que mientras el libro bblico de los Proverbios (abundantemente inspirado en la sabidura egipcia) recomienda los castigos corporales, el Talmud los condene expresamente.

LA EDUCACIN EN EL MUNDO HOMRICO

LA CIVILIZACIN GRIEGA: LA EDAD MICNICA Y LA EDAD HOMRICA

Rasgo comn a gran parte de las civilizaciones orientales a que nos hemos referido es, por lo menos en su fase ms madura, la presencia de los escribas. Los escribas son fundamentalmente trasmisores de tradiciones en forma escrita, sea que colaboren con la clase sacerdotal o pertenezcan a ella (en tal caso la sapiencia trasmitida es sobre todo religiosa), sea que tengan carcter de funcionarios laicos del gobierno, como en China. En estas civilizaciones, la educacin organizada es esencialmente educacin del escriba. No hay duda que en los primeros tiempos, de los cuales en general no se tiene noticia histrica, la educacin del guerrero debe haber tenido una importancia primordial, pero esta fase la vemos en acto slo en la civilizacin persa, civilizacin joven por comparacin con las otras que hemos visto, pero de la cual se tienen noticias bastante pormenorizadas.

Por ello se ha dicho con cierto fundamento que, en el curso de tales civilizaciones, en primer lugar prevalece como educacin tpica la del guerrero (fase dinmica, de desarrollo y expansin), y en segundo la del escriba (fase esttica, de conservacin y, por ltimo, de involucin). Ahora bien, si aceptamos la regularidad de esta sucesin como hiptesis de trabajo y nos preguntamos si vale tambin para la civilizacin griega nos encontraremos sumidos en un mar de perplejidades y no podremos dar una respuesta sin haber realizado antes ulteriores aclaraciones. En efecto, si se excluye el primer periodo helenstico y el periodo imperial romano, encontraremos en la civilizacin helnica una muy desarrollada educacin del guerrero, pero no hallaremos el menor rastro del escriba; si por el contrario consideramos cmo un ciclo nico la civilizacin greco-helensticoromana, vemos surgir en los reinos helensticos y sobre todo en el bajo imperio romano una clase de funcionarios (con frecuencia libertos) que se puede asimilar sin ms a la de los escribas de las civilizaciones orientales.

Como quiera que sea, el hecho nuevo, de alcance incalculable, es que entre la educacin del guerrero y la del escriba se inserta, as en Grecia como en Roma, la educacin del ciudadano, como la expresin ms tpica de una nueva forma de cultura y civilizacin, que pertenece tambin a una fase dinmica, que prosigue sin solucin de continuidad aquella en que predomina la educacin del guerrero, pero que presenta caractersticas peculiares e inconfundibles respecto a los otros dos tipos de educacin. A continuacin veremos en qu forma se verific en Grecia este paso gradual de la educacin del guerrero a la del ciudadano, y por lo tanto empezaremos por ocuparnos brevemente de la civilizacin griega en su primera manifestacin cuyos testimonios son casi exclusivamente arqueolgicos conocida con el nombre de civilizacin micnica.

Floreci sobre todo en el Peloponeso por obra de estirpes indoeuropeas que haban arrollado en parte por infiltracin, en parte con la violencia tanto en el continente como en las islas, inclusive la misma Creta, una pujante civilizacin anterior: la egeo-cretense o minoica. De sta (llamada as por el nombre del rey cretense Minos) se sabe poco porque no se han podido descifrar sino las inscripciones msrecientes, escritas en griego quizs por efecto de una lenta infiltracin de helenos entre las poblaciones precedentes, no indoeuropeas, de Creta y las otras islas. Las legendarias noticias que nos han trasmitido los historiadores griegos y los riqusimos hallazgos arqueolgicos nos permiten hacernos una idea aproximada de la civilizacin minoica como de una esplndida civilizacin comercial, dotada

tambin de industrias y fecunda en refinados productos artsticos de inspiracin naturalista. Se expandi por una buen parte del Mediterrneo oriental, y si bien en un primer momento absorbi en su rbita a los recin llegados helenos (o aqueos, como los llama Homero), que debieron haber asimilado muchos elementos de la cultura cretense, acab siendo vencida por stos.

La civilizacin resultante del choque, o micnica, con centros en Micenas, Argos, Tirinto, etc., no fue en modo alguna iletrada, como se crey por mucho tiempo. En efecto, de la poca micnica data un nmero muy grande de tablillas encontradas tanto en las islas como en la tierra firme. Pero si la civilizacin micnica tuvo tambin sus escribas cmo se explica que en Homero no se hable jams de escritura? Y sin embargo la verdad histrica de la guerra de Troya ha sido comprobada por las excavaciones arqueolgicas. En realidad la civilizacin que Homero describe no es la micnica. Entre la guerra de Troya y la edad de Homero (hacia el siglo IX a. C.) se interpone un acontecimiento singular y catastrfico que hizo retroceder violentamente la cultura griega a un estadio de barbarie guerrera: la invasin de los dorios, tambin helenos pero desprovistos de toda civilizacin. Si bien Homero canta hazaas referidas a acontecimientos histricos de dos o tres siglos antes, las reviste de las costumbres familiares a l, propias de una especie de sociedad feudal que apenas acababa de salir de la ms oscura bastedad pero ya daba muestras de refinamiento (sobre todo en la Ilada) y haba progresado un tanto en las artes de la vida civilizada (como se ve por la sociedad representada en la Odisea, contempornea del poeta o casi).

Verdad es que hay en Homero un deliberado esfuerzo arcaizante, de tal modo que en el conjunto se insertan reminiscencias efectivamente micnicas e incluso minoicas; pero la estructura general del todo responde a una civilizacin posterior a la invasin drica. Por lo menos stas son las conclusiones a que ha llegado un sector autorizado de la crtica homrica reciente, bien entendida que no puede haber certeza absoluta en cuestiones como stas, acerca de las cuales no hay nada que no se haya puesto en tela de juicio, empezando con la existencia misma de Homero. Por consiguiente, es oportuno distinguir entre civilizacin micnica propiamente dicha y civilizacin homrica. De la primera sabemos en general poco, y nada por lo que toca a la educacin; de la segunda tenemos en primer lugar el testimonio de los poemas homricos mismos, documentacin rica e inapreciable a condicin de que se interprete como es debido.

Hemos hablado de sociedad feudal y no por azar. Las analogas entre la sociedad homrica y la de la alta Edad Media son sorprendentes, al punto de justificar de sobra la expresin Medioevo griego aplicada al periodo que sigue inmediatamente a la invasin de los dorios. Qu es una sociedad feudal? Es una sociedad en la cual quienes se erigen como jefes o seores recompensan la ayuda prestada por los mejores guerreros concediendo a stos el usufructo de una parte de sus dominios, junto con el gobierno de la poblacin que habita ah; a su vez, los beneficiarios le deben fidelidad al seor con la obligacin de seguir ayudndolo en la guerra y de reconocer en todo caso su supremaca.

Ahora bien, en Homero encontramos abundancia de testimonios acerca de relaciones como stas. Muchos guerreros jvenes, al igual que los caballeros medievales, prometen fidelidad a un seor sin tener por el momento otra ventaja que vivir en su corte y esperar futuros beneficios si sabrn prestarle servicios sealados. Tenemos en fin a los kouroi homricos, donceles nobles que servan el vino, componan cortejos, cantaban y a veces danzaban, y que se asemejan a los pajes medievales; por ejemplo, la funcin que Patroclo desempeaba al lado de Aquiles recuerda la del escudero.

LA EDUCACIN HOMRICA EN LA ILADA

De todo esto resulta una distincin neta entre la clase noble, constituida por guerreros e hijos de guerreros (el laos) y el pueblo (demos) de campesinos, artesanos, etctera. Pero la clase noble no se dedica al puro ejercicio de la fuerza bruta: por un lado desenvuelve toda una actividad de consejos y asambleas que requiere dotes oratorias, y por el otro se le presentan abundantes ocasiones de convivencia en la paz y en la guerra que estimulan las actividades artsticas y jocundas. Por ltimo,el espritu agonstico, cuando no se ejercitaba en el combate real o en algn tipo de torneo, se manifestaba de buena gana en las luchas y competencias deportivas.

Por tanto, la educacin del caballero homrico (como lo podramos llamar, aunque no combata a caballo sino en carros tirados por parejas de caballos) no era en modo alguno sencilla, por ms que no tuviese nada de la educacin minuciosamente mecnica del escriba oriental. Comprenda deportes y ejercicios caballerescos como caza, equitacin, lanzamiento de la jabalina, lucha, etc., y ciertas actividades artsticas como el canto y el taimiento de la lira. Quirn al parecer ense a Aquiles incluso elementos de ciruga y farmacia, pero probablemente se trata de un reflejo de ideas orientales, ms bien que de una representacin efectiva de la praxis griega. Por el contrario, la descripcin homrica de la educacin que el mismo Aquiles recibi de su otro maestro, Fnix, es digna de la ms atenta consideracin.

Advirtase en primer trmino que Fnix, noble exiliado que haba buscado refugio en Fta, en la corte de Peleo, es acogido y estimado en sta al punto que se le concede casi como un feudo la regin de los dlopes. Posteriormente le fue confiada la educacin de Aquiles, an en tierna edad, como suceda precisamente en la Edad Media, en que a veces se confiaba la educacin de un prncipe a un vasallo de confianza. Se ocupa personalmente incluso de su alimentacin y le toma afecto como si se tratara de su propio hijo. La educacin de Aquiles se completa por obra de Fnix en el campo, durante los primeros aos de la guerra de Troya, y tiende esencialmente a volverlo maestro del arte de la acerba guerra y del gora donde los varones se hacen ilustres. Fnix tiene pues tal conciencia de su papel y de su importancia que exclama de repente volvindose a Aquiles: Y te cri hasta hacerte cual eres. Pero continuemos con el discurso de Fnx. Presupone una tica del honor que es obviamente la tica de toda sociedad de guerreros. Es justo que a todo entuerto se exija una reparacin.

Pero reparaciones son tambin las splicas (acompaadas de pruebas de deferencia, regalos y promesas) que Agamenn y todos los aqueos, por medio de la embajada de Ulises, yax, y el mismo Fnix, le dirigen al airado Aquiles. Incluso cuando hay de por medio el asesinato de un pariente los hay que prefieren aceptar del asesino el precio (el gidrigildo medieval de las leyes longobardas) a caer en la espiral de las venganzas. Hay que saber transigir a tiempo, con mayor razn si slo se trata de ofensas de poca monta. As pues, la tica del honor va acompaada por una tica de la cordura y de la mesura y se advierte incluso vislumbres de una tica de la comprensin y la misericordia en la bellsima imagen de At, la diosa coja del mal, que corre por el mundo seguida de las desdichadas Suplicantes, que en vano se esfuerzan por reparar los males causados por aqulla e invocan la ira de Zeus sobre quien no les presta odos.

Sin embargo, es dudoso que este ltimo elemento haya formado verdaderamente parte de la educacin guerrera que aqu nos ocupa: se trata ms bien de un elemento propio del espritu del poeta. Homero, el cantor de las luchas titnicas y las crueles matanzas, trata su materia con la serenidad del gran artista pero ciertamente no con indiferencia; la nota ms profunda de su poesa es una desencantada y humansima tristeza por los intiles estragos que describe y que sin embargo apasionaban tanto a las muchedumbres que lo escuchaban. En Homero, educador de Grecia, este elemento se debe poner en justa evidencia, por ms que no haya sido el que tuvo mayor influencia. Probablemente no podra entrar en el cuadro de la educacin de un guerrero en los albores de la edad arcaica, cuando el sentido del honor y el amor por la gloria son los verdaderos valores absolutos, el nico desafo posible a la muerte, ms all de la cual aparece tan exange e intil la supervivencia en el Hades. Lo que cuenta es dejar fama de s, para lo cual importa ser siempre el mejor, superior a los dems. Por otra parte, este ideal agonstico de la vida no est limitado nicamente al valor en el combate. El vocablo griego aret, que se traduce imperfectamente como virtud, tiene ya en la poca homrica una connotacin mucho ms rica.

LA EDUCACIN GRIEGA

LA POLIS O CIUDAD-ESTADO

Hemos visto cmo, incluso en el mismo mundo homrico, la creciente potencia de los nobles limit progresivamente el poder monrquico. El hecho histrico es que, si bien en forma diversa para cada lugar, muy pronto el gobierno de la multitud de pequeos estados griegos acab por quedar en manos de magistraturas colegiadas, formadas exclusivamente por los aristcratas. En ciertos casos la dignidad real sobrevivi si bien reducida a un puro nombre o transformada y sometida a la autoridad aristocrtica. En Atenas, uno de los arcontes, cuyas funciones eran ms religiosas que polticas, se denominaba arconte rey (tambin en la Roma republicana sobrevive un resto de la institucin monrquica en un cargo religioso, el rex sacrificulus). En Esparta, donde el poder poltico est slidamente depositado en manos de la magistratura de los foros, hay dos reyes con funciones de comandantes militares, aunque en realidad estn sometidos estrechamente a los foros incluso durante las campaas blicas.

Pero en general la evolucin de las polis griegas no se detiene en la fase del predominio aristocrtico, y contina evolucionando, si bien a fuerza de complicadas convulsiones (de las que a menudo se aprovechan ciertos individuos para arrogarse un poder excesivo: los tiranos), hacia formas de organizacin democrtica del estado. No es fcil explicar por qu esta evolucin se cumpli por primera vez en Grecia y no en otro lugar (por ejemplo, en Fenicia). Se sabe que en su determinacin particip prominentemente una clase plutocrtica constituida merced al trfico martimo y para la cual la forma preponderante de riqueza consista en bienes muebles (naves, mercaderas, esclavos) y no agrarios como suceda con la aristocracia tradicional. Acaso la misma configuracin geogrfica de Grecia haya favorecido el enriquecimiento de los ms emprendedores con el comercio martimo, para dedicarse al cual no era necesario en un principio disponer de grandes naves capaces de enfrentarse al mar abierto, como sucedi con los fenicios. Naturalmente, nada impeda a los aristcratas ms progresistas ejercer el comercio, con lo que no slo hubieran participado en nuevas formas de riqueza sino tambin en una nueva mentalidad. La clase plutocrtica, independientemente del origen de cada individuo, comprob

en varias ocasiones la utilidad de apoyarse en las clases ms modestas para combatir el monopolio poltico de la nobleza agraria tradicional; resultado de ello fue que poco a poco se reconocieron derechos polticos a todos los ciudadanos libres, sin distincin de origen o riqueza. Sin embargo, es necesario limitar e integrar con precisin este esquema; por s solo nos dara una visin deformada de la realidad de las polis griegas, incluso las ms democrticas. Ante todo, hay que tener presentes los puntos que siguen:

1) El proceso de democratizacin de las instituciones polticas, precisamente por el hecho de que suele presentarse acompaado por una gran prosperidad econmica basada en e