27
Simón el bobito llamó al pastelero: ¡a ver los pasteles, los quiero probar!-sí, repuso el otro, pero antes yo quiero ver ese cuartillo con que has de pagar. Buscó en los bolsillos el buen Simoncito dijo: ¡de veras! no tengo ni un hito. A Simón el bobito le gusta el pescado Y quiere volverse también pescador, y pasan las horas sentadas, sentadas, pescando en el balde de mamá Leonor. Hizo Simoncito un pastel de nieve y a asar en las brasas hambriento lo echó, pero el pastelito se deshizo en breve, y apagó las brasas y nada comió. Simón vio unos cardos cargando viruelas y dijo: -¡qué bueno! las voy a coger, pero peor que agujas y puntas de espuelas le hicieron brincar y silbar y morder. Se lavó con negro de embolar zapatos porque su mamita no le dio jabón, y cuando cazaban ratones los gatos espantaba al gato gritando: ¡ratón! Ordeñando un día la vaca pintada le apretó la cola en vez del pezón; y ¡aquí de la vaca! le dio tal patada que como un trompito bailó don Simón. Y cayó montado sobre la ternera y doña ternera se enojó también y ahí va otro brinco y otra pateadora y dos revolcadas en un santiamén. Se montó en un burro que halló en el mercado Y a cazar venados alegre partió, voló por las calles sin ver un venado, rodó por las piedras y el asno se huyó. A comprar un lomo lo envió taita lucio, y él lo trajo a casa con gran precaución colgado del rabo de un caballo rucio para que llegase limpio y sabrosón. Empezando apenas a cuajarse el hielo Simón el bobito se fue a patinar, cuando de repente se le rompe el suelo y grita: ¡me ahogo! ¡Vénganme a sacar! Trepándose a un árbol a robarse un nido la pobre casita de un mirlo cantor, desgajase el árbol, Simón da un chillido, y cayó en un pozo de pésimo olor Ve un pato, le apunta, descarga el trabuco: y volviendo a casa le dijo a papá: Taita yo no puedo matar pajaruco porque cuando tiro se espanta y se va. Viendo una salsera llena de mostaza se tomó un buen trago creyéndola miel, y estuvo rabiando y echando babaza con tamaña lengua y ojos de clavel. Vio un montón de tierra que

ANTOLOGIAS

Embed Size (px)

DESCRIPTION

En este texto encontraras algunos cuentos que les llevamos a los niños de la vereda Tamarindo para que se animaran y participaran mas en las actividades.

Citation preview

  • Simn el bobito llam al pastelero: a ver los

    pasteles, los quiero probar!-s, repuso el otro, pero

    antes yo quiero ver ese cuartillo con que has de

    pagar. Busc en los bolsillos el buen Simoncito

    dijo: de veras! no tengo ni un hito. A Simn el

    bobito le gusta el pescado Y quiere volverse

    tambin pescador, y pasan las horas sentadas, sentadas, pescando en el

    balde de mam Leonor. Hizo Simoncito un pastel de nieve y a asar en las

    brasas hambriento lo ech, pero el pastelito se deshizo en breve, y apag las

    brasas y nada comi. Simn vio unos cardos cargando viruelas y dijo: -qu

    bueno! las voy a coger, pero peor que agujas y puntas de espuelas le hicieron

    brincar y silbar y morder. Se lav con negro de embolar zapatos porque su

    mamita no le dio jabn, y cuando cazaban ratones los gatos espantaba al gato

    gritando: ratn! Ordeando un da la vaca pintada le apret la cola en vez del

    pezn; y aqu de la vaca! le dio tal patada que como un trompito bail don

    Simn. Y cay montado sobre la ternera y doa ternera se enoj tambin y ah

    va otro brinco y otra pateadora y dos revolcadas en un santiamn. Se mont

    en un burro que hall en el mercado Y a cazar venados alegre parti, vol por

    las calles sin ver un venado, rod por las piedras y el asno se huy. A comprar

    un lomo lo envi taita lucio, y l lo trajo a casa con gran precaucin colgado del

    rabo de un caballo rucio para que llegase limpio y sabrosn. Empezando

    apenas a cuajarse el hielo Simn el bobito se fue a patinar, cuando de repente

    se le rompe el suelo y grita: me ahogo! Vnganme a sacar! Trepndose a un

    rbol a robarse un nido la pobre casita de un mirlo cantor, desgajase el rbol,

    Simn da un chillido, y cay en un pozo de psimo olor Ve un pato, le apunta,

    descarga el trabuco: y volviendo a casa le dijo a pap: Taita yo no puedo matar

    pajaruco porque cuando tiro se espanta y se va. Viendo una salsera llena de

    mostaza se tom un buen trago creyndola miel, y estuvo rabiando y echando

    babaza con tamaa lengua y ojos de clavel. Vio un montn de tierra que

  • estorbaba el paso y unos preguntaban qu haremos aqu? bobos dijo el nio

    resolviendo el caso;

    Que abran un grande hoyo y la echen all

    Lo enviaron por agua, y l fue voladito llevando el cedazo para echarla en l

    as que la traiga el buen Simoncito seguir su historia pintoresca y fiel.

    AUTOR: Rafael Pombo

    El hijo de rana, Rinrn renacuajo sali esta maana muy tieso y muy majo con pantaln corto, corbata a la moda sombrero encintado y chupa de boda.

    -Muchacho, no salgas - le grita mam pero l hace un gesto y orondo se va. Hall en el camino, a un ratn vecino y le dijo: -amigo!- venga usted conmigo, visitemos juntos a doa ratona y habr francachela y habr comilona. A poco llegaron, y avanza ratn, estrese el cuello, coge el aldabn, da dos o tres golpes, preguntan: quin es?-Yo doa ratona, beso a usted los pies Est usted en casa? -S seor s estoy, y celebro mucho ver a ustedes hoy; estaba en mi oficio, hilando algodn, pero eso no importa; bienvenidos son. Se hicieron la venia, se dieron la mano, Y dice Ratico, que es ms veterano: Mi amigo el de verde rabia de calor, dmele cerveza, hgame el favor. Y en tanto que el pillo consume la jarra mand la seora traer la guitarra a renacuajo le pide que cante versitos alegres, tonada elegante. -Ay! de mil amores lo hiciera, seora, pero es imposible darle gusto ahora, que tengo el gaznate ms seco que estopa y me aprieta mucho esta nueva ropa. -Lo siento infinito, responde ta rata, afljese un poco chaleco y corbata, y yo mientras tanto les voy a cantar una cancioncita muy particular. Mas estando en esta brillante funcin de baile y cerveza, guitarra y cancin, La gata y sus gatos salvan el umbral, y vulvase aquello el juicio final Doa gata vieja trinch por la oreja al nio Ratico maullndole: Hola! y los nios gatos a la vieja rata uno por la pata y otro por la cola Don Renacuajito mirando este asalto tom su sombrero, dio un tremendo salto y abriendo la puerta con mano y narices, se fue dando a todos noches muy felices Y sigui saltando tan alto y aprisa ,que perdi el sombrero, rasg la camisa ,se col en la boca de un pato tragn y

  • ste se lo embucha de un solo estirn Y as concluyeron, uno, dos y tres Ratn y Ratona, y el Rana despus ;Los gatos comieron y el pato cen, y mam Ranita solita qued!

    AUTOR: Rafael Pombo

    Mirringa Morronga, la gata candonga va a dar un convite jugando escondite, y quiere que todos los gatos y gatas no almuercen ratones ni cenen con ratas. "A ver mis anteojos, y pluma y tintero, y vamos poniendo las cartas primero. Que vengan las Fuas y las Fanfarrias, y oo y Morroo y Tompo y sus nias. "Ahora veamos qu tal la alacena. Hay pollo y pescado, la cosa est buena! Y hay tortas y pollos y carnes sin grasa. Qu amable seora la duea de casa!

    "Venid mis michitos Mirrn y Mirrn. Id volando al cuarto de mam Fogn por ocho escudillas y cuatro bandejas que no estn rajadas, ni rotas ni viejas. "Venid mis michitos Mirrn y Mirrn, traed la canasta y el dindirindn, y zape, al mercado! que faltan lechugas y nabos y coles y arroz y tortuga. "Decid a mi amita que tengo visita, que no venga a verme, no sea que enferme, que maana mismo devuelvo sus platos, que agradezco mucho y estn muy baratos. "Cuidado, patitas, si el suelo me embarran Que quiten el polvo, que frieguen, que barran Las flores, la mesa, la sopa!... Tiln! Ya llega la gente. Jess, qu trajn!". Llegaron en coche ya entrada la noche seores y damas, con muchas zalemas, en grande uniforme, de cola y de guante, con cuellos muy tiesos y frac elegante. Al cerrar la puerta Mirria la tuerta

  • en una cabriola se mordi la cola, mas oli el tocino y dijo "Miaao! Este es un banquete de pipiripao!" Con muy buenos modos sentronse todos, tomaron la sopa y alzaron la copa; el pescado frito estaba exquisito y el pavo sin hueso era un embeleso. De todo les brinda Mirringa Morronga: "Le sirvo pechuga?" "Como usted disponga, y yo a usted pescado, que est delicado". "Pues tanto le peta, no gaste etiqueta: "Repita sin miedo". Y l dice: "Concedo". Mas ay! que una espina se le atasca indina, y oa la hermosa que es habilidosa metindole el fuelle le dice: "Resuelle!" Mirria a Cuca le golpe en la nuca y pas al instante la espina del diantre, sirvieron los postres y luego el caf, y empez la danza bailando un

    minu. Hubo vals, lanceros y polka y mazurca, y Tompo que estaba con mxima turca, enreda en las uas el traje de oa y ambos van al suelo y ella se desmoa. Maullaron de risa todos los danzantes y sigui el jaleo ms alegre que antes, y grit Mirringa: "Ya cerr la puerta! Mientras no amanezca, ninguno deserta!" Pero qu desgracia! entr doa Engracia y arm un gatuperio un poquito serio dndoles chorizo de to Pegadizo para que hagan cenas con tortas ajenas.

    AUTOR: Rafael Pombo

    Erase una viejecita sin nadita que comer sino carnes, frutas, dulces, tortas, huevos, pan y pez.

    Beba caldo, chocolate, leche, vino, t y caf, y la pobre no encontraba qu comer ni qu beber, y esta vieja no tena ni un ranchito en que vivir fuera de una casa grande con su huerta y su jardn nadie, nadie la cuidaba sino Andrs y Juan Gil y ocho criados y dos pajes de librea y corbatn Nunca tuvo en qu sentarse sino sillas y sofs Con banquitos y cojines y resorte al espaldar ni otra cama que una grande ms dorada que un altar, con colchn de blanda pluma, mucha seda y mucho aln, y esta pobre viejecita cada ao, hasta su fin, tuvo un ao ms

  • de vieja y uno menos que vivir Y al mirarse en el espejo la espantaba siempre all otra vieja de antiparras, papalina y peluqun. Y esta pobre viejecita no tena que vestir sino trajes de mil cortes y de telas mil y mil. Y a no ser por sus zapatos, Chanclas, botas y escarpn, descalcita por el suelo anduviera la infeliz apetito nunca tuvo acabando de comer, ni goz salud completa cuando no se hallaba bien se muri del mal de arrugas, ya encorvada como un tres, y jams volvi a quejarse ni de hambre ni de sed. Y esta pobre viejecita al morir no dej ms que onzas, joyas, tierras, casas, Ocho gatos y un turpial duerma en paz, y Dios permita que logremos disfrutar las pobrezas de esa pobre

    Y morir del mismo mal.

    AUTOR: Rafael Pombo

    Una linda nia de oscuro cabello y ojos grandes, se pasaba la vida sembrando rosas, las rosas ms hermosas jams vistas. Ella las venda para llevarle de comer a su madre enferma y sus hermanitos. Cierto un da una anciana se le acerc a la nia cuando recoga las flores y le dijo: -hermosa nia, tienes algo de comer? Es que hace varios das que no pruebo alimento. La nia, que tena un corazn hermoso, le dijo que no tena nada de comer, pero que la acompaara a vender las rosas. Cuando las rosas estuvieron vendidas compr tres panes, uno para ella y su familia y los otros dos para la anciana, ya que ella pensaba que como era joven podra vender ms rosas al otro da, mientras que la anciana no poda trabajar. La anciana agradecida le dio una bolsita con unas semillas y le dijo que las sembrara esa misma noche. La nia sembr las semillas, y al otro da cuando amaneci, sali como de costumbre a recoger las rosas y se llev una gran sorpresa. de las semillas que le dio la anciana brotaron unas rosas hermosas , ms hermosas que las que

  • recoga todos los das, y en abundancia. La nia empez a vender cada da ms y ms rosas, y sac a su familia de la pobreza, y no se olvid de aquella anciana que aunque nunca la volvi a ver le agradece todos los das por la bolsita de semillas. Una linda nia de oscuro cabello y ojos grandes, se pasaba la vida sembrando rosas, las rosas ms hermosas jams vistas. Ella las venda para llevarle de comer a su madre enferma y sus hermanitos. Cierto un da una anciana se le acerc a la nia cuando recoga las flores y le dijo: -hermosa nia, tienes algo de comer? Es que hace varios das que no pruebo alimento. La nia, que tena un corazn hermoso, le dijo que no tena nada de comer, pero que la acompaara a vender las rosas. Cuando las rosas estuvieron vendidas compr tres panes, uno para ella y su familia y los otros dos para la anciana, ya que ella pensaba que como era joven podra vender ms rosas al otro da, mientras que la anciana no poda trabajar. La anciana agradecida le dio una bolsita con unas semillas y le dijo que las sembrara esa misma noche. La nia sembr las semillas, y al otro da cuando amaneci, sali como de costumbre a recoger las rosas y se llev una gran sorpresa. De las semillas que le dio la anciana brotaron unas rosas hermosas, ms hermosas que las que recoga todos los das, y en abundancia. La nia empez a vender cada da ms y ms rosas, y sac a su familia de la pobreza, y no se olvid de aquella anciana que aunque nunca la volvi a ver le agradece todos los das por la bolsita de semillas. AUTORA: Sandra Marcela

    En un Parque lleno de grandes rboles, un gusanito coma hojas mientras en una rama cercana una oruga lo observaba con atencin. Llegado el momento, la oruga le pregunt al gusanito: Oye amiguito porque estas comindote las hojas de este rbol, no ves que me vas a dejar sin una ramita para la sombra?. El gusanito mirndola con cara de pocos amigos,

  • detiene por un momento su trabajo y le responde: Disculpe amiga oruga, yo no puedo perder el tiempo como usted, que se la pasa todo el da durmiendo y no se mueve de esa rama, yo en cambio tengo que trabajar de sol a sol, comindome todas estas hojas, as podr crecer y llegar al tope de este rbol, para mirar desde las alturas el mundo!. Ve lo importante que es mi trabajo?. Un poco sorprendida por las palabras del gusanito, la oruga exclamo: Que arrogante eres gusanito!. No ves que pretendes crecer a costillas de comerte todas las hojas del rbol, sin pensar por un momento en el dao que le causas?.No podr respirar y alimentarse y entonces morir, yo en cambio no le hago ningn dao al dormir sobre su rama, simplemente aprovecho su sombra y para tu conocimiento, te digo que si es verdad que me la paso todo el da durmiendo ya que esa es la manera en que puedo crecer y algn da volar y contemplar el mundo desde las alturas!. Ante las palabras de la oruga, el gusanito solt la risa y burlndose de ella le dijo: Qu vas a estar volando tu oruga, si tengo tiempo vindote colgada de esa rama?. Mira mejor te levantas y vas a comer porque estoy seguro que en cualquier momento te vas a desmayar de tanto pasar hambre!. La oruga no le prest mayor atencin a las palabras y burlas del gusanito, continu muy tranquila reposando colgada de la rama. Transcurrieron algunos meses y un da muy soleado, el pequeo gusanito que ya se haba convertido en un gusano adulto, lleg por fin a la ltima rama del rbol y muy erguido observ el bello paisaje desde las alturas que le permita el inmenso rbol. En ese momento escuch que alguien lo llamaba, al voltear sorprendido vio a una gran mariposa que revoleteando muy alegre lo saludaba: Hola amigo gusano como estas!. No te acuerdas de m?. Soy aquella pequea oruga que dorma sobre la rama de este rbol y de la cual tu tanto te burlabas, ahora mira como he crecido, soy una bella mariposa y como te dije en aquella oportunidad puedo volar hacia donde yo quiera y viajar por el mundo, en cambio tu slo puedes contemplar el mundo desde esa rama del rbol, chao amigo espero que estas sinceras palabras te sirvan de reflexin y no te burles ms nunca de ningn otro animalito del bosque!.La mariposa se fue volando muy alegre, mientras el gusano sinti una lagrima rodarle por la cara, a partir de ese momento no dej de pensar en aquellas sabias palabras. Autor: Manuel Ibarra

    Estaban todas las aves del bosque reunidas un da debajo de un frondoso rbol, cuando de pronto escucharon un ruido, parecan martillazos, intrigadas salieron a curiosear. Vaya sorpresa, observaron a una

  • pequea ave, desconocida hasta entonces, la cual parada sobre el tronco de un rbol, martillaba con su pico insistentemente, el loro decidi acercrsele y le pregunto: Hola pequeo amigo que ests haciendo?. Deteniendo por unos momentos su labor, el ave trabajadora le respondi: estoy construyendo un nido para Emilia amigo!. El loro continuo la conversacin: Es muy extrao lo que haces, nosotros construimos los nidos sobre las ramas de los arboles!. Soltando la risa, el ave trabajadora respondi: Vaya error amigo, es por eso que se mojan cuando llueve y me imagino que tambin pasan mucho fro en las noches, amn del peligro que corren ya que estn expuestos a que alguna fiera del bosque les haga dao mientras duermen, yo en cambio duermo muy protegido en este nido y mis polluelos no pasan fro y no se mojan, comprendes las ventajas que tienen estos nidos!. Sorprendido por aquellas palabras, el loro le propuso un trato: Caramba amigo reconozco que tienes mucha razn, te propongo un trato, si me construyes un nido como el tuyo, estoy dispuesto a pagar lo que me pidas!. El ave trabajadora acept el trato y le respondi: Esta bien amigo loro, prometo entregarte este nido dentro de tres meses, para cuando comience el verano, mientras tanto debers traerle comida a mi mujer y a mi hijo por el tiempo que yo est ausente lejos de casa trabajando!. Contento el loro acepto las condiciones y la pequea ave continuo trabajando. Ansiosas las dems aves del bosque esperaban el regreso del loro, cuando este por fin lleg, la guacamaya se le acerc y le pregunt: Oye primo que fue lo que hablaste con esa extraa ave?. El loro respondi en voz alta para que los dems escucharan: No se preocupen, es un ave amiga y muy trabajadora, est construyendo un nido para su familia y llegue a un trato con l, prometi entregarme ese nido dentro de tres meses y a cambio me compromet a alimentarle a su familia por el tiempo que est ausente trabajando en el bosque!. La guacamaya exclam: Es un trato justo, ver si puedo hablar con l. Pasaron unos das y ya la extraa ave haba terminado de construir el nido y se encontraba cmodamente instalada con su pareja, en ese momento lleg hasta ellos la guacamaya y les pregunt: Buenas tardes como estn por aqu, quisiera poder hablar con usted amigo, cuanto me cobra por construirme un nido como este?. Saliendo por unos momentos del nido, la pequea ave le respondi: Eso depende del tipo de nido y del rbol en que lo quieras amigo, mientras ms duro sea el rbol, ms caro te costar el nido!. La guacamaya se quedo pensando por unos momentos, entonces la pequea ave le dijo: Bueno hagamos una cosa, en vista de que he notado que eres una buena ave y has venido en son de paz a mi casa, prometo construirte un nido, si a cambio te comprometes a venir todas las tardes a entretener con tu canto a mi hijo mientras yo est ausente!. Complacida la guacamaya acepto el trato y regresando al bosque les cont a las dems aves lo sucedido. Transcurrieron los meses y la pareja de extraas aves tuvieron su cra, el loro les traa comida todos los das y en las tardes la guacamaya los entretena con su alegre canto. Muy lejos de aquel lugar, la pequea ave trabajadora construa el nido para la guacamaya, pero el fuerte ruido atrajo hacia el lugar a un enorme gaviln quien parndose sobre una rama pregunt: Se puede saber con qu permiso el amigo est construyendo un nido en este rbol?. Sorprendido por la pregunta, la pequea ave trabajadora respondi: Bueno que yo sepa el bosque no tiene dueo y en todo caso el amigo debera preguntarle a la guacamaya quien me contrato?. Al escuchar aquella respuesta el fiero gaviln exclam: Miren pues as que a usted lo contrato la guacamaya, que raro ella no me informo nada al

  • respecto, bueno ya arreglaremos cuentas en su momento!. El enorme gaviln contino su vuelo vigilando el bosque mientras la pequea ave continuo con su trabajo. A los pocos minutos lleg a su lado el tucn y le dijo: Escuche buen amigo tenga mucho cuidado con ese gaviln, es muy peligroso y de paso se cree el dueo del bosque!. Al escuchar aquellas palabras de advertencia, la pequea ave trabajadora tuvo ms precaucin y de vez en cuando quitaba los ojos del palo para mirar el cielo. Transcurrido un mes termino de construir el nido y buscando a la guacamaya le hizo entrega de la nueva casa muy contenta esta le dio las gracias y dio por concluido el trato. Entonces la pequea ave trabajadora regres a su nido a dormir con su familia. Al da siguiente el loro se present con la comida y la pequea ave le dijo: Escucha buen amigo, maana salgo para el bosque a construir otro nido ya que se acerca el verano y debo cumplir con el trato que acordamos!. Muy de maana el ave trabajadora se march al bosque a construir el nuevo nido y sucedi que mientras trabajaba se le acerc el tucn con el cual haba conversado das atrs, este le pregunt: Oiga buen amigo cuanto me cobrara usted por construirme un nido as como ese para mi familia, ya que no tengo casa, anoche el gaviln me destroz la que tena?. La pequea ave le respondi: Comprendo su angustia amigo y quisiera ayudarlo, le propongo un trato, despus que construya este nido, me mudar para ac con mi familia, entonces podra comenzar a construirle su nido, pero a cambio usted se debe comprometer a alimentar a mi familia mientras yo est trabajando!. Contento el tucn acepto el trato y vol al bosque a informar a su familia mientras la pequea ave continu con su trabajo. Pasaron unas semanas y por fin estuvo listo el nido, entonces la pequea ave vol hasta el bosque en busca de su familia y ya lista la mudanza le entreg el antiguo nido al loro, quien muy contento acept la nueva casa. Mientras la pequea ave estuvo ausente, el enorme gaviln trat de destruir el nido, pero el valiente tucn en compaa de otras aves lo enfrent y lo hicieron retirar. Al llegar la pequea ave con su familia, fue informada de la situacin, esa noche todas las aves del bosque durmieron cerca del nido para protegerlo del ataque del gaviln. Al da siguiente las aves del bosque se reunieron en asamblea y decidieron que la lechuza se encargara de la vigilancia nocturna a cambio de comida y agua gratis todos los das. En ese mismo momento tambin decidieron por unanimidad darle un nombre a la pequea ave trabajadora, a partir de ese instante la llamaran pjaro carpintero, el cual se convirti en el ave ms querida y protegida del bosque, pues su trabajo y habilidad para construir nidos era insuperable y muchas aves contrataban sus servicios por lo que tena trabajo todo el ao. Autor: Manuel Ibarra

  • Sentado sobre una piedra, Pedrito se pasaba el rato contemplando el volar de las guilas, y eso le haba costado ms de una bronca, por parte de su madre. Este viva a unos tres kilmetros del pueblo y sola ir al colegio andando. Su mayor ilusin de siempre era volar algn da como los pjaros. Pero Pedro cmo llegas tan tarde, si hace ms de dos horas que termin el colegio? He estado contemplando las guilas, me encantara volar como ellas. Pero hijo, t eres un ser humano, no un guila adems no tienes plumas? Ya lo s mam, pero es superior a m. Anda y coge la merienda Pedro, que se te va juntar con la cena y djate ya de volar, que tienes muchos pjaros en la cabeza. Al da siguiente estando sentado en su piedra y como siempre contemplando a las guilas, se le acerc una joven muy guapa y le dijo te gustara algn da, volar como ellas? Pedro que estaba mirando el volar de las guilas, no se haba dado cuentas y se sobresalto un poco. No te asustes Pedro le dijo la joven, con una voz muy dulce. Esa sera mi mayor ilusin seorita, pero nunca podr hacerlo deca Pedrito, bastante desanimado. Por qu dices eso, de que nunca podrs hacerlo le preguntaba la joven . Seorita, yo no tengo alas ni plumas y si no tengo esas dos cosas, nunca podr hacerlo aunque me guste mucho. No tienes alas, pero tienes otros valores muy importantes. De que valores me habla usted. Desde ahora en adelante podrs volar y para hacerlo, solo tendrs que cerrar los ojos y pensar en volar. Seorita, muchas veces los he cerrado y hasta el momento nunca he volado. Cirralos ahora y veras como podrs hacerlo. Pedro cerr los ojos y como un guila fue volando y por primera vez, desde las alturas pudo ver su casa, el ro, los animales y sentir la fresca brisa refrescando sus mejillas. Cuando Pedro abri los ojos, la joven ya se haba marchado. Esta le haba dejado un mensaje escrito en el suelo, el cual deca sigue siempre as y

  • cuando quieras volar, solo tendrs que cerrar los ojos. Desde entonces Pedro se senta muy afortunado, haba conseguido lo que tanto deseaba. En uno de sus muchos vuelos, vio a un amigo caerse en un pozo ciego y su rpida actuacin salvo su vida. Pedro estaba muy contento, porque adems de hacer lo que tanto deseaba (que no todos lo consiguen), se dio cuentas que poda ayudar a la gente y eso le haca la persona ms feliz del mundo. Autor: Guillermo Jimnez Pavn

    Una gran alegra senta Aparicio Linares cada vez que iba hasta la plaza vestido de payaso a entretener a los nios. La historia de su vida es un poco triste, haba quedado hurfano a los nueve aos de edad cuando muri su madre, a su padre nunca lleg a conocerlo y quedo al cuidado de una ta, quien ya muy anciana tambin muri dejando al joven completamente slo, en una inmensa casa. Para ganarse la vida Aparicio ejerci diferentes oficios, desde ayudante de albail, vendedor de helados, mesonero, hasta que conoci al joven Luis Piero, quien trabajaba en un circo y logr convencer a Aparicio para que se vistiera de payaso. Pronto creci la amistad entre los dos jvenes, pero Luis Piero tenia malas maas y fue botado del circo por ladrn. Cuatro largos meses trabajo Aparicio en el circo y le gustaba ejercer el oficio de payaso hasta el punto de que el dueo del circo le propuso que los acompaara en una gira por otros pueblos, pero Aparicio no acepto y prefiri quedarse en el pueblo y trabajar de payaso en la plaza, en donde adems de entretener a los nios, venda golosinas y caramelos. Pronto se hizo muy popular y todos los habitantes lo respetaban y queran. Pero el destino le tena preparada una sorpresa, una tarde regreso al pueblo el joven delincuente Luis Piero, ambos se encontraron en la plaza, charlaron por largo rato recordando la vieja amistad que los una. Sin embargo a Aparicio le llam la atencin lo descuidado y barbudo que estaba Luis Piero, tena grandes marcas de cortaduras en los brazos. Al llegar la noche cada quien agarr su camino. En la soledad de una habitacin que Luis haba alquilado, preparaba sus fechoras, tena un plan, haba decidido robar el banco del pueblo, para lo cual se vestira de payaso y as lo confundiran con Aparicio y podra escaparse. Pasaron unos das y como de costumbre el payaso Aparicio acuda todas las tardes a la plaza a entretener a los nios, le extrao no ver a su

  • amigo Luis Piero sentado en los bancos de madera. Un da un gran alboroto se escuch por los lados de la plaza, las sirenas de la polica sonaba constantemente y las personas gritaban: Han robado el banco!... Han robado el banco!. Los clientes que estaban en el banco comentaban que vieron a un payaso pistola en mano atracar la taquilla. Inmediatamente la polica fue informada y por sospecha se trasladaron a la casa de Aparicio Linares, quien sorprendido en piyama, fue sacado esposado y trasladado a la Comisaria. El joven lleno de vergenza lloraba y no lograba pronunciar palabras, las lgrimas cubran su rostro. Una semana tenia Aparicio Linares, preso en los calabozos de la Comisaria, cuando se present una seora quien fue testigo del robo y acudi al reconocimiento del indiciado. Al mirar a travs del espejo, la dama noto un hecho curioso, el cual le haba llamado la atencin mientras estaba tirada boca abajo en el piso del banco, haba logrado ver al delincuente, el cual tena muchas marcas de cortaduras en los brazos y este joven que le presentaban no tenia cicatrices ni cortaduras en los brazos. La polica tom nota del relato y decidieron continuar con las investigaciones mientras Aparicio continuaba preso y lloraba su mala suerte. Transcurri un mes y de un pueblo cercano lleg la noticia del atraco a un banco, pero esta vez el delincuente no tuvo tanta suerte y fue detenido. La polica procedi a revisar al delincuente y notaron que tena muchas marcas y cicatrices en los brazos, lo cual coincida con el relato de la seora en la Comisaria. Los posteriores interrogatorios determinaron que el delincuente detenido era la misma persona que vestido de payaso haba atracado el banco meses atrs. Comprobada la inocencia, el joven Aparicio Linares fue absuelto y sali de la crcel. Al da siguiente muy sonriente acudi a la plaza del pueblo vestido de payaso a entretener a los nios, de vez en cuando se sienta en los bancos de madera y les cuenta a las personas conocidas la experiencia vivida. Autor: Manuel Ibarra

    Estaban todos los insectos reunidos un da en el bosque, discutan entre ellos para determinar cul era el ms trabajador, inteligente y til de todos. En ese momento intervino el zancudo y

  • dijo: yo soy el ms importante de todos ustedes, ya que con m aguja puedo sacarle la sangre a las personas!. La garrapata que estaba cerca escuchando la discusin, solt una carcajada y dijo: Que tonto es usted amigo, recuerde que yo tambin puedo realizar ese trabajo y de manera ms eficaz!. Dando un salto, el piojo alzo la voz para decir: Oigan seores, si de chupar sangre se trata, yo tambin puedo realizar ese trabajo!. Muy molesto por el giro que haba tomado la discusin la mosca dijo: Disculpen amigos pero yo tambin soy importante, recuerden que me encargo de descomponer y daar todos los alimentos que encuentro en m camino!. Cerca de all, muy seria la avispa grito: Aqu estoy yo, si no me han visto, dispuesta a clavarle m aguijn a todo el que se atraviese en m camino!. La discusin continuaba tomando fuerza, cuando de pronto paso por el lugar una abeja, inmediatamente fue llamada para que diera su punto de vista, muy seria ella le dijo a todos los presentes: Ustedes me van a perdonar seores, pero yo no puedo perder el tiempo en este tipo de discusin, tengo muchos hijos que alimentar, todava me falta medio bosque por recorrer, recolectando el nctar de las flores, con el cual preparo una rica miel en mi panal. La hormiga que tambin se encontraba presente dijo: Soy testigo de lo que dice la amiga abeja, ya que he probado su miel y de verdad les digo, ella es la ms trabajadora, inteligente y til de todos nosotros, por lo que propongo se termine esta discusin y declaremos a la abeja como la campeona de todos los insectos del bosque. Acto seguido los presentes en la reunin levantaron la mano y por decisin nicamente declararon a la abeja como la campeona, la cual muy contenta y alegre recibi su corona y se fue volando hacia su panal. Autor: Manuel Ibarra

    Un pastorcillo sacaba todos los das su pequeo rebao de ovejas y cabras a pastar por los campos. Tendra unos ocho aos de edad y su mayor ilusin era ir a la escuela para aprender cosas. Eran cinco hermanos y en horas del colegio, l siempre tena que estar con su pequeo rebao en el campo. Un da le dijo a su madre, que quera ir a la escuela para aprender cosas y la madre con mucha pena le contest hijo mo, qu ms quisiera yo, pero eres el mayor de tus hermanos y como bien sabes, tu padre est muy enfermo y no

  • puede trabajar cuando pap se ponga bien podrs ir a la escuela, de momento y aunque me duele mucho decrtelo, no puedes? Hay que sacar el rebao para que pueda pastar y con la leche que sacamos, podemos comer tus hermanos, t y nosotros. Guillermo, que era como se llamaba el pastorcillo, ese da se fue a dormir triste porque de momento no poda ir a la escuela y a la vez muy contento, porque gracia a l, su familia no pasara hambre. Al da siguiente y como siempre, Guillermo sacaba su rebao a pastar y para llegar a los tiernos pastos, tena que pasar por delante de la escuela, donde los nios ms afortunados estudiaban. Aunque algunos nios que estaban en la escuela (por lo visto no la aprovechaban mucho), solan decirle en tono burlesco Guillermo, si no estudias, sers un analfabeto, un burro y se burlaban del. Sobre las doce de ese mismo da (estando sentado y repostado sobre el tronco de una vieja higuera), le entr un sueo muy dulce y se qued dormido y una vez dormido, tuvo un extrao sueo. Su sueo: T lo que tienes que hacer, es llevar el rebao a donde no haya comida, o perder alguna oveja y cuando lo hayas hecho varias veces, veras como tus padres no te manda ms con el rebao y entonces, veras como si que podrs ir al colegio. Cuando se despert de aquel extrao sueo, se junt con un amigo, que como l, tena que cuidar un rebao y le pasaba lo mismo, no poda ir al colegio. Que llevas en el sombrero de paja?le pregunt Bernardo, que era como se llamaba el amigo. Guillermo se quit el sombrero y pudo comprobar con asombro, la camisa de una serpiente enroscada en la copa de su sombrero. Bernardo al verlo tan sorprendido, le pregunt No me digas, que no te habas dado cuentas. No, la verdad es que no, lo que si he tenido un sueo muy extrao. Es que te has quedado dormido? Si, me entr de repente un sueo muy dulce y ha sido cuando he tenido el sueo. Y qu sueo ha sido ese? Como t sabes, yo tengo muchas ganas de ir a la escuela. Si, eso ya lo s, me lo dices todos los das. En el sueo una voz me deca si llevaras el rebao, a donde no hubiera comida, o perdieras alguna que otra oveja, tus padres no te mandaran ms con el rebao y si que podra ir a la escuela. Oye, no es mala idea. Que me dices, t ests loco, si yo no diera de comer a mi rebao, para que produzca leche, no tendramos en casa para comer. Adems m pap est muy enfermo y yo soy el mayor de mis hermanos y tengo que cuidar el rebao, para que ellos no pasen hambre. Ese da cuando volvi a su casa, le cont a su madre, lo que le haba pasado. Mam: hoy me ha pasado una cosa muy extraa, me he quedado dormido en el campo y he tenido un sueo muy raro. Adems, una serpiente me ha dejado su camisa enroscada en mi sombrero. Que sueo ha sido, hijo, que me ests asustando? le pregunt su madre, con preocupacin. Una voz muy persistente, me deca que llevara el rebao a donde no

  • hubieran pastos, o que perdiera alguna oveja y que si lo hiciera muchas veces, seguro que conseguira ir a la escuela, porque para ustedes, no servira como pastor y entonces me enviarais a la escuela. Hijo y t qu piensas de todo esto? Que no estoy de acuerdo mam, que si para que yo aprenda cosas en la escuela, tienen que pasar hambre, mi familia y mis ovejas, con lo que se, ya tengo bastante. Su madre lo abras y dndole un dulce beso, le dijo Hoy soy la mujer ms feliz del mundo. Por qu mam? Hoy ha venido un joven sediento a pedirme agua y cuando estaba bebiendo, ha sentido a tu padre toser. Al sentirlo, me ha preguntado si haba algn enfermo en la casa, le dije que mi marido. Entonces me dijo que l, era mdico y que si no tena inconveniente, podra visitarlo. Yo le contest que s y le acompae a donde estaba tu padre y cuando estbamos junto a l, me dijo que le llevara una palangana con agua. Cuando volv, me dio la mayor de las alegras, dicindome, que tu padre estaba prcticamente curado y que muy pronto podra trabajar y tambin, por tener un hijo tan maravilloso como t. Adems no me ha querido cobrar nada, me ha dicho que ya haba cobrado dijo la madre y se abras de nuevo a su hijo. Autor: Guillermo Jimnez Pavn

    El charco se estaba secando y las tres hermanas hablaban de marcharse de all, en busca de otro charco con ms agua, si queran sobrevivir al duro verano. Anita, no sabemos lo lejos que estar el charco, del cual nuestros amigos nos han hablado? Ya s Violeta que no sabemos lo lejos que pueda estar, pero si

  • se seca esta charca, moriremos las tres. Y ya ves la poca agua que queda, en un da o dos, no habr ni una gota. Violeta hay que intentar encontrar ese gran charco, aunque nos cueste la vida en el intento. Siempre ser mejor intentarlo, que quedarse aqu y morir sin Hacer nada dijo Anita -. Es verdad Violeta, nosotras necesitamos el agua para vivir y este charco si no llueve, en dos das como mucho, estar seco. Lo s Marga, pero los peligros que hay fuera del charco son muchos y nosotras no sabremos defendernos de ellos deca Violeta, que era la ms pesimista de las hermanas -. Le preguntaremos a nuestro amigo el erizo, que acaba de llegar y el debe saberlos dijo Anita, que lo haba visto llegar-. La noche haba sido calurosa y el amigo erizo llegaba a la charca sedienta y muy cansada. Hola espinoso, cmo te va la noche? le preguntaba Marga -. No muy bien, est todo muy seco y casi no encuentro comida le contest espinoso, con voz cansada -.Te puedo hacer una pregunta le dijo Marga -. Una y todas las que quieras dijo espinoso -. T sabes si est muy lejos, la charca de la cual suelen hablar nuestros amigos?. He odo hablar de ella, pero no s lo lejos que pueda estar. Por qu me lo preguntas?. Esta charca como ests viendo, se est secando y nosotras aparte de beberla, el agua es nuestra hbitat, sin ella moriremos. Les podis preguntar a nuestras amigas las palomas, ellas s que lo sabrn dijo espinoso -. Es buena idea espinoso. Hola violeta, no te haba visto. Hola espinoso. Hola Anita, como estas. Muy bien, aunque ya ves como est de seca la charca-. Est toda la zona igual dijo espinoso, con tristeza -. Las amigas palomas suelen venir de da, maana le preguntaremos dijo Marga -. Amigas mas, me tengo que marchar, si os puedo ayudar en algo, no dudis en avisarme-. Gracias le contestaron las tres a la vez -. Seran las doce del da siguiente, cuando varias palomas se acercaban al charco para beber. Hola seora paloma, le puedo hacer una pregunta?. Una y todas las que quieras amiga rana. Muchas gracias. Usted sabe si la gran charca est muy lejos? Porque me lo preguntas. Es que est charca como usted ve, s est secando y nosotras necesitamos agua para poder vivir, es nuestra hbitat. Para nosotras est muy cerca la gran charca, porque podemos volar, en cambio para ustedes que no pueden hacerlo, por lo menos una semana. Nos puedes indicar el camino, que debemos coger? Claro amiguitas mas, no faltara ms. Es que esta noche queremos salir. Al norte, ustedes ir siempre al norte y llegaris. Y como podremos saber nosotras, cual es el norte, si solo podremos viajar de noche. Har una cosa amiga rana, el norte es hacia hallar, os lo marcar en el suelo y vosotras por las estrellas lo vais siguiendo. Por las estrellas. Si, es muy fcil. Ustedes miran en la direccin que os he marcado y os fijis en una estrella muy grande, la siguen como si la quisierais coger y en una semana, estaris en la gran charca. A la noche siguiente, el erizo como cada noche, se acercaba a la charca para beber. Hola chicas, habis podido hablar con las palomas. Si, esta maana hemos hablado con ellas le dijo Marga, que era la ms ingeniosa de las hermanas-. Y que os han dicho. Que hay una semana de camino como mucho contest Anita, que era la optimista de las hermanas -. Y qu camino hay que coger y si lo sabemos coger, porque yo los veo todos iguales dijo Violeta, que era la ms pesimista-.? Hay que ir hacia el norte le contest Anita -. Y como se sabe eso?- dijo Violeta, con voz incrdula -. Por las

  • estrellas dijo Marga, con firmeza -. Por las estrellas le contest espinoso, con voz incrdula -. Las amigas palomas, han marcado la direccin y nos han dicho, que si seguimos a esa estrella tan grande, en una semana llegaremos a la gran charca. Espinoso mir hacia el cielo, para ver la estrella que marga le estaba indicando. No creo que nos perdamos, esa estrella es mucho ms grande que las dems. Has dicho que no nos perderemos, es que piensas venir con nosotras. No pensaris que os voy dejar solas, con los peligros que hay por ah fuera. Muchas gracias espinoso, t s que eres un gran amigo. Coger lo que tengis que coger, que nos marcharemos enseguida. Capitulo 2 la salida de casa Las tres ranitas cogieron sus pequeos equipajes y junto con su amigo espinoso, se lanzaron a la aventura o mejor dicho, se lanzaron en busca de la supervivencia. Las tres hermanas dando pequeos saltitos, seguan a espinoso, que con su lento caminar, iba abriendo camino. Cuando llevaban un par de horas caminando (bajo aquel viejo manto negro, con tantas estrellitas colgadas y aquella hermosa luna, que con su fuerte resplandor, les iluminaba el seco camino), se toparon con un gato monts, que intent comerse a Marga, que iba un poco ms avanzada que sus hermanas. Esta al ver las zarpas del gato, dio un salto y muy asustada y temblorosa, se pos cerca de espinoso. Las dos hermanas al ver el peligro y asustarse tanto como Marga, hicieron lo mismo que esta y buscaron la proteccin de espinoso. Este: que haba puesto su cuerpo entre el gato y las ranitas, entr en un estado de defensa, erigiendo sus puntiagudas espinas. El gato despus de bufar un poco, le dio un fuerte zarpazo a espinoso, dando a continuacin un fuerte gruido de dolor. Espinoso haba conseguido clavarle un par de espinas en la zarpa derecha y este cojeando, se marchaba de all. Gracias espinoso, si no hubiera sido por ti, aqu se habra terminado el viaje para m le deca Marga, que aun tena el susto metido en el cuerpo -. No os alejis mucho de m, ya os he dicho, que el bosque est lleno de peligros les deca espinoso, dndole una pequea reprimenda -. Las tres hermanas, mas pegadas a espinoso de lo que lo haban hecho hasta entonces, continuaban el sufrido camino. Est llegando el da, tendremos que buscar un sitio que este hmedo y fresco deca Marga, con aquella suave voz -. Espinoso empez a levantar el hocico. Que haces espinoso, que respiras tan raro le pregunt Anita -. Estoy intentando buscar agua, cuando se haga de da, si no encontramos agua, tendris que enterraros en la zona ms fresca que encontremos. Me parece que tendremos suerte, estoy oliendo agua y casi nunca fallo en mis predicciones. Espinoso no se equivocaba: se trataba de un abrevadero de toros bravos. El sol estaba saliendo y sus brillantes rayos iluminaban la amarilla dehesa, a la cual la falta de agua, le haba abierto grandes grietas, a su sufrida tierra. Las tres hermanas y espinoso, cuando llegaron al abrevadero se metieron bajo un puente que tena los pilones y se echaron a descansar. Sobre las doce del medioda, se fueron acercando los toros bravos para beber y con el ruido que estaban haciendo, no tardaron en despertarlos.

  • Que animales ms grandes, me gustara ser su amiga?- dijo Anita, que los miraba con ojos asustadizos -. Yo tampoco los haba visto antes y es verdad Anita, que grandes son deca Marga -. Ellos no tendrn problemas, porque nadie se meter nunca con ellos, no como nosotras, que al ser tan pequeas, todos nos atacan. Mira el gato de anoche, un poco ms y no lo contamos deca Violeta, que tambin estaba asustada -. Yo que me muevo por ms sitios que vosotras, tampoco los haba visto nunca deca espinoso, que estaba con las espinas preparadas, por si acaso -. Yo creo que no nos tenemos que preocupar, si os dais cuentas, vienen comiendo hierbas, por lo tanto deben ser herbvoros dijo Marga, que aunque se haba asustado mucho con el gato monts, era la menos asustada de las tres hermanas -. Es verdad hermanita, estn comiendo hierbas -. Dijeron las dos a la vez -. Por lo que veo, puedo bajar la guardia, no creo que tengamos problemas con ellos dijo espinoso y sac un poco la cabeza de debajo del piln, para hablar con ellos -. Dos enormes toros, que beban junto a ellos, al verlo dieron un respingo y se apartaron asustados. El resto de la manada, que al ver a sus compaeros correr, hicieron lo mismo y con caras asustadizas dirigan sus miradas haca donde miraban los dos primeros, que era donde estaban ellos. No asustaros, que queremos ser amigos vuestros les dijo espinoso, a los dos primeros toros que haban salido corriendo, estos al orlo (un poco recelosos), se fueron acercando a ellos y lo mismo hizo el resto de la manada. Queremos ser vuestros amigos les dijo Marga, con suave voz -. A vosotras no os haba visto, pensaba que solo estaba el de los pelos tiesos -. Dijo uno de los toros, al orla -. Somos tres hermanas le contest Marga-. Anita y Violeta que aun seguan asustadas, al or a Marga, hicieron acto de presencia. Y qu hacis por aqu, porque ustedes no sois de este campo? -. Le dijo el otro toro -. Estamos buscando la gran charca le dijo espinoso-. La gran charca y eso que es le contest el primer toro, que les habl -. No lo sabes. No, yo nunca he salido de este campo y los compaeros que lo han hecho, nunca han vuelto para contarnos cosas de fuera. Es donde hay mucha agua, hay tanta que nunca se acaba. Y la han visto ustedes. No, no lo han dicho unas palomas amigas. Si que tenis amigos y adems de diferentes especies. Hay que llevarse bien con todos, amigo toro. A m me gustara llevarme bien con todos, pero no s si es porque somos muy grandes y nos tienen miedo, porque nadie que no sea de nuestra especie, quiere ser amigo nuestro. Pues eso se ha terminado, a partir de hoy, nosotros seremos amigos vuestros. Que guay, tener amigos de otros sitios y de otras especies Cmo te llamas? Empinado y este es templado, mi nico amigo, siempre estamos juntos los dos. Que nombres ms bonitos tenis le dijo Anita -. Y ustedes como os llamis le pregunt empinado-.Yo soy Anita. Yo Violeta. Yo Marga y yo espinoso. Ustedes si que tenis unos nombres bonitos y adems puesto por vuestros padres, no como a nosotros, que nos los ponen los humanos le deca empinado, con mucho sentimiento -. Como ahora somos amigos, si queris, os podemos llevar hasta donde estn esos palos que no nos dejan pasar le dijo templado, tambin con mucho sentimiento -. Muchas gracias, por ofrecernos vuestra ayuda le dijo espinoso. Para eso son los amigos, para ayudarse le contest empinado, con lentas palabras -. Pero tiene que ser de noche, a nosotras si nos da el sol, nos morimos. Por eso no os preocupis, esta noche

  • vendremos los dos le dijo empinado -. El sol en el horizonte se acababa de marchar y cuando la noche iba llegando, empinado llegaba al abrevadero solo y muy triste. Hola empinado, donde est tu amigo? Se lo han llevado esta tarde los humanos, el no quera irse, pero esos humanos son muy violentos y si no haces lo que ellos dicen, te pinchan con una barra larga que llevan y que hace mucho dao les deca empinado, lleno de sentimiento y tristeza -. Venga subir, que os llevar hasta donde os dije esta maana. Y cmo nos subimos, con lo grandote que eres? Perdonar, a veces me olvido de eso. Os acercar el cuerno y a travs del podris subir. Gracias empinado les decan los cuatro, mientras se iban subiendo, en aquel corpulento lomo -. Las tres ranitas y espinoso estaban muy contentas, por que el ir con empinado, les hara llegar un par de das antes, a la deseada charca. Esto que ests haciendo por nosotros, te lo agradeceremos siempre le dijo espinoso-. Es un placer ayudar a mis amigos y siempre que pasis por aqu, no dudis en saludarme. Ya creo que te saludaremos, eres un gran amigo empinado, un amigo autentico, de los que por desgracia hay pocos. Gracias por decirme eso pelos tiesos, me has hecho muy feliz con tus palabras le contestaba empinado, con palabras lentas y llenas de sentimientos -. Hasta aqu puedo llegar les dijo empinado, cuando lleg a las maderas de la cerca -. Las tres ranitas y espinoso se bajaron y llenos de sentimientos, se despidieron. Las tres ranitas y espinoso, despus de tan afectiva despedida, emprendieron el camino a pies. Que gran amigo hemos dejado atrs. Si Anita, de los autnticos, de los que siempre se puede contar con ellos. Es muy noble Ya creo que es noble Marga -. Espinoso: quedar mucho?. No s Violeta, pero con lo que hemos adelantado con empinado, quedar la mitad, ms o menos. Que es ese ruido dijo espinoso-. Las tres ranitas, al or aquello y sin pensrselo un segundo, se pegaron a espinoso como tres lapas. Segundos ms tarde, el hocico de una gineta que merodeaba buscando comida, haca acto de presencia junto al hocico de espinoso. Este al percibir el peligro tan cercano, emergi las temibles espinas y la gineta que ya habra tenido antes algn encontronazo con algn erizo, sabra el dolor que producan las espinas, porque solo lo oli y se march. Capitulo3 la llegada a la granja Tendremos que buscar un sitio hmedo, para pasar el da?. S, que ya viene clareando dijo Violeta, con preocupacin -. Estoy oliendo agua dijo espinoso, moviendo el hocico -. Cada da lo pienso ms, si llegamos a la gran charca, ser gracias a ti - dijo Marga -. El agua que espinoso ola, era la del pozo de una granja, que estaba a unos doscientos metros de ellos. Espinoso y las tres ranitas, aceleraban el paso, para que antes que empezara a calentar el sol, estuvieran en un sitio hmedo y seguro. Cuando estaban llegando a la granja, un gato negro se cruzo en su camino. Adonde van ustedes- les dijo con voz ceca-. Ostra seor gato, vaya susto, que nos has dado. Soy el vigilante de la noche y el encargado, de que no entren en la finca, animales que afecten a la economa de la granja, por ejemplo ratones,

  • esos roedores lo tienen totalmente prohibida la entrada. Nosotros solo queremos un sitio hmedo, mis amigas necesitan agua para sobrevivir. Ya conozco las necesidades de las ranas, no me las tienes que decir usted, seor erizo. Es usted un agrio seor gato- le dijo Anita, que no se pudo aguantar -. Calla Anita, as no conseguiremos nada -. Le dijo Marga -. Es verdad lo que dice mi hermana, es usted un... le deca Violeta -. Sganme, los llevar a un sitio hmedo les dijo el gato, con su ceca voz, antes que Violeta terminara su frase -. El sol ya haba salido, cuando el gato le enseaba el sitio que deca. Pueden quedarse aqu a pasar el da, esto siempre est hmedo- les dijo el gato y sin decir nada ms, se march -. El sitio a donde el gato los haba llevado, era un largo piln que haba junto a un pozo, donde beban los animales de la granja y le pasaba lo mismo que al de los toros bravos, por la parte de abajo estaba hueco y del agua que caa, estaba el suelo hmedo, con pequeos charcos. Los cuatros se haban acomodado y se echaron a descansar, en aquel placentero lugar y cuando el sueo les era ms profundo, fueron despertados por los brusco ladridos de un enorme pastor alemn. Qu hacen ustedes aqu y conque permiso habis entrado en la granja?. Perdone seor perro, pero vaya susto que nos has dado. Dar gracias que solo os haya asustado. Anoche nos dejo pasar un gato negro, le dijimos que necesitbamos pasar el da en un sitio hmedo y el muy amable, nos dej pasar. Ja, ja, ja. Lo de que os dejara pasar me lo puedo creer, o no, pero lo de amable no me lo trago, sera la primera vez, que ese gato fuera amable con alguien. Es que tiene usted algn problema con el gato le pregunt espinoso, que mantena las espinas erguidas -. Yo no tengo problemas con l, es sombro el que tiene problemas con todo el mundo. Es un tipo muy siniestro, parece que venga de ultratumba. Y cambiando de tema, a donde vais, si se puede saber?. Buscamos la gran charca le dijo espinoso. Y eso que es le contest burlo, que era como se llamaba el pastor alemn -. Segn nos han dicho unas amigas, es un sitio donde nunca se acaba el agua y como mis tres amigas, necesitan agua para vivir, la estamos buscando. La charca donde Vivian se estaba secando y haba que buscar otra urgentemente le deca espinoso -. Nunca he odo hablar de esa gran charca( aunque yo nunca he salido de la granja), pero os ayudar en todo lo que pueda, para que la encontris y de momento, podis quedaros aqu todo el tiempo que os haga falta deca burlo, con potente y ronca voz -. Muchas gracias seor perro- les dijeron espinoso y las ranitas -. Ahora me tengo que marchar, debo vigilar todos los accesos a la granja les dijo burlo y se march -. Cuando estaban cogiendo de nuevo el sueo, se presentaron las ovejas y las cabras, que junto con cuatro vacas lecheras haran unas cien cabezas, siendo mayora las ovejas. Regresaban de pastar y venan sedientas. Las ovejas venan con las cabezas bajas y muy juntas, las cabras y las vacas, que eran las primeras en llegar, llegaban con las cabezas normales. El pastor empez a sacar cubos de agua y a echarlos en el piln, al hacerlo caa parte del agua al suelo y las ranitas, que junto con espinoso, estaban asustadas entre tantas patas, el agua que caa, les relajaba. Una de las ovejas, al terminar de beber, vio a espinoso y al verlo se asust. Esta dio un respingo asustadizo y todo el rebao le sigui en el movimiento, quedndose a unos cuatro metros del piln, mirando a espinoso, que haba erguido las espinas. No os asustis, somos amigos vuestros. No esperaba ver a nadie, bajo el piln

  • y me has dado un susto de muerte- le dijo la oveja, que lo haba visto -. Estamos de paso dijo espinoso -. De paso, a donde vais. A la gran charca. A la gran charca y donde est eso, que nunca hemos odo hablar de ella. No lo sabemos, pero unas amigas nos han hablado muy bien de ella y vamos en su busca dijo Anita -. Pelos tiesos, pensaba que estabas solo. No estoy solo, me acompaan tres amigas. Tres amigas. Si son tres ranitas y necesitan agua para vivir. Nosotras tambin necesitamos agua para vivir. Quiero decir, que adems de beber, la necesitan como hbitat. Ah, por eso debe de haber tan poca agua, porque si hay muchas ranitas y tienen que vivir en sitios as. Que no seora oveja, que por que su hbitat sea de agua, no quiere eso decir, que la tiran al suelo. No sea ignorante lana, lo que quieren decir, es que viven donde hay agua, no que la tiren le deca una de las vacas lecheras, la de las tetas ms grandes, a la cual llamaban tetosa. Ah tetosa, pensaba yo, que la tiraban al suelo para que estuvieran en su hbitat, mira si estaba yo equivocada le contestaba lana, un tanto desorientada -. Una de las cabras se acerc a ellos y con fina voz, le pregunt. Dicen ustedes, que estn buscando la gran charca?. Si, sabe usted algo de ella. Creo que s s algo, pero si es la que yo me imagino, est muy lejos de aqu. Cuando yo estaba con el otro dueo, haba un lago muy cerca de la granja y alguna que otra vez, nos haban llevado a beber. Y es tan grande como dicen? les preguntaron las tres hermanas a la vez-. Si el que buscis es ese, es infinitamente grande. Y est muy lejos de aqu? No lo s, pero mi dueo nos trajo en el carro y tardamos una hora ms o menos en llegar. Todo el rebao poco a poco se haba acercado y haciendo un crculo haca ellos, comentaban cosas. Ahora en esta poca del ao hace mucho calor, podis quedaros hasta que refresque un poco y as podris hacer mejor el viaje le deca la cabrita, con amable voz -. Pero aqu estis muchos animales y tendris que estar de acuerdo todos - le deca espinoso -. Ya s que somos muchos, pero si se organiza, hay sitio y comida para todos y eso s, siempre contamos con todos, para todo lo que hacemos le contestaba luminosa, que era como se llamaba la cabrita -. Haremos una reunin y si todos estn de acuerdo, os podris quedar el tiempo que queris. Luminosa llam a burlo y este fue llamando a todos los animales de la granja. Esta; una vez todos alrededor del piln, cogi la palabra y empez el discurso. Queridos amigos, nos hemos reunidos, por que han venido nuevos inquilinos a la granja y como siempre, el que se puedan quedar, o no, lo discutiremos como siempre lo hemos hecho y luego votaremos. Todos comenzaron a hablar sobre el tema y burlo tuvo que mandarlos callar. Silencio, que no se escucha nada -deca burlo, con potente y ronca voz -. Al or a burlo, todos se callaron y se pudo comenzar la votacin Burlo era el presidente y el encargado de contar los votos. Que levante la patita, todo el que est de acuerdo, en que se queden en la granja, bueno las aves, que levanten un ala. Burlo empez a preguntar a los grupos. El grupo de las gallinas. La portavoz levant el ala- a favor. El grupo de las ovejas. A favor- deca su portavoz, con la patita alzada -. Las cabras. A favor deca su portavoz, con la patita en alto -. Los conejos. De acuerdo deca el portador conejo, con su patita levantada -. Los cerdos. De acuerdo deca el portavoz -. Las vacas aunque sois minoras, tenis mucho peso. Estamos a favor, seor presidente -. Todos los grupos estuvieron de acuerdo, en aceptar a los nuevos inquilinos y

  • con una fuerte ovacin, los aceptaron. Ha salido por mayora absoluta, por lo tanto, pueden quedarse en la granja y pertenecer de pleno derecho, a la gran comunidad de esta granja. Las tres ranitas y espinoso le dieron las gracias y acordaron quedarse, hasta que el tiempo fuera ms benvolo. Capitulo n 4 Conocer al vecindario Si queris, pueden venir a nuestro gallinero, tenemos mucho agua y estaris mejor que aqu- le deca estirado, que era como se llamaba el fornido gallo -. Es que hace mucho calor le deca Violeta -. Por eso no os preocupis, se suben encima de m y en un santiamn, estis en nuestra pila les deca el gallo -. Las ranitas lo estuvieron consultando entre ellas y junto con espinoso que estaba de acuerdo, aceptaron ir al gallinero. Estirado se agacho y las tres hermanas, dando pequeos saltos, se subieron en el lomo de estirado. Agarrase bien, que en unos segundos estamos en la pila le deca estirado y sala corriendo haca el gallinero -. Espinoso: con su lento caminar, segua a estirado -. La pila era bastante grande y estaba repleta de agua. Las tres ranitas se dieron un buen bao y esperaron a que llegara su amigo espinoso. Cuando este lleg, estirado les fue presentando a su harn. Estas son mis polluelas, pronto sern tan buenas ponedoras, como estas hermosas gallinas, que nos rodean. Esta es pulida, una de mis preferidas, pero no os quiero hablar de mis preferidas, son muchas y os cansara. Os hablar de mi trabajo (bueno lo que yo hago), que consiste en tener contentas a mis gallinas, ustedes ya me entienden y que pongan muchos huevos, as el dueo no se queja y todos contentos, por que habiendo produccin, no nos faltar nunca la comida. Tiene usted un buen trabajo seor estirado le deca espinoso -. No me puedo quejar pelos tiesos, no me puedo quejar. Bueno: veo que estis cansados, os dejaremos que descansis le dijo estirado y se marcho haca la otra punta del gallinero -. Haba llegado la noche y el silencio se haba apoderado del gallinero. Ahora con la fresca de la noche, podemos visitar a nuestros vecinos. Pero estarn todos durmiendo- es verdad Anita. Menos el gato dijo Marga, que hablaba con espinoso -. Sombro estaba dando la vuelta y se par en el gallinero, para hablar con los nuevos vecinos. Buenas noches. Buenas noches seor gato le contestaron los cuatro -. He sabido de la asamblea y tambin que habis sido aceptados en la granja, por mayora absoluta. Si seor gato, les estamos muy agradecidos a todos los miembros de esta gran comunidad. Esto se est poniendo muy mal y pronto no cabremos en la granja. Claro, como aqu todo el que viene es aceptado, as nos van las cosas. Perdone pero... no se preocupen, ustedes no tienen la culpa, buenas noches, me tengo que marchar -. Buenas noches le volvieron a contestar los cuatro -. Es verdad, que es serio el gato. Ya lo creo espinoso le contest Violeta -. Vamos visitar a las ovejas dijo Anita-. Si, vamos dijo Marga -. Esperar, que iremos los cuatro dijo espinoso, que hablaba con violeta -. El corral de las ovejas estaba junto al de las gallinas y solo tuvieron que ir a donde estaba su piln del agua. Las ovejas estaban echadas sobre una seca alfombra de paja y en una esquina de la misma, estaban las cabras, que compartan el mismo corral. El carnero dominante, que igual que las ovejas, rumiaba tranquilamente la comida, al sentirlos llega, se levant y fue haca el piln del agua. Buenas noches, que les

  • trae por aqu. Buenas noches seor carnero- dijo espinoso -. Queremos conocer a los vecinos le contest Violeta -. Ahora mis hembras estn durmiendo, si os puedo ayudar yo en algo le dijo el carnero -. Queramos saber, que tipo de trabajo hacis en la granja le pregunt Anita-. Ves lo pelado que estoy. No me haba dado cuentas le contest Anita -. Cada ao cuando llega el verano, nos pelan y adems de la leche que dan mis hembras, suministramos lana. Buenas noches dijo el macho cabro, que haba sentido hablar y se acerc al piln -. Buenas noches, contestaron los cinco que haban. Nos est contando el seor carnero, en qu consiste su aportacin a la granja. Nos podra decir usted, en qu consiste el vuestro. Lo nuestro, es solo leche, pero como puedes comprobar, una de mis chicas, tiene ms leche que cuatro de las suyas. No te pases madero, que no es tanta. Como siempre me vienes diciendo, que nosotros no aportamos lana, te tengo que decir que lana no, pero aportamos mucha ms leche por cabeza que ustedes. Buenas noches- dijo una oveja, que con el ruido se haba despertado -. Buenas noches le contestaron los seis -. Que hacen ustedes por aqu. Estamos dando una vuelta, para conocer a los vecinos. Muy bien, es bonito conocerse, as siempre nos podremos ayudar entre nosotros. Estamos muy contentos con todos ustedes. Intentamos llevarnos bien con todos y con ustedes que acabis de llegar lo mismo. Muchas gracias seora oveja. Me podis llamar margarita. Gracias le contestaron los cuatro -. Buenas noches dijo una cabra, que tambin se haba despertado -. Buenas noches- le contestaron los siete a la vez -. De que va el rollo colegas, que no nos dejis dorm -. Queremos conocer a todos los vecinos. Pues lo podais hacer de da. Es que de da, nosotras no podemos por el calor le contest marga -. No seas as tocada le dijo el macho cabro, reprimindola -. Lo siento madero, pero cuando no duermo, me atacan los nervios y me pongo as de impenitente -.Ya nos vamos, iremos a ver a las vecinas vacas. Lo siento amigos, son los nervios. No se preocupe tocada, a m a veces, me sucede lo mismo le dijo Violeta -. Las vacas rumiaban tranquilamente en su cuadra, cuando llegaron las tres ranitas y espinoso. Buenas noches dijeron los cuatro a la vez -. Buenas noches, vosotros sois los nuevos vecinos verdad le pregunt tetosa, que era la que tena la ubre ms grandes de todas las vacas de la granja -. Que hacis a estas horas de la noche le pregunt otra de las vacas, que al or hablar se despert -. Estamos dando una vuelta por la granja, para conocer a los vecinos le contest espinoso -. Vienen de muy lejos? le pregunto tetosa, con voz amable -. Si, de muy lejos, la charca donde vivamos se estaba secando y tuvimos que marcharnos le contest Violeta con voz apenada -. No ests triste pequea, aqu podis vivir muy bien -. A todos los vecinos les estamos preguntando, en qu consiste su aportacin a la comunidad le pregunt espinoso, intentando darle un aire ms amable a la conversacin -. Nosotras aportamos leche para los humanos y les damos tanta, que no las tienen que sacar con unos raros artilugios. Antiguamente, me contaba mi abuela, que los humanos las ordeaban y deca ella, que entonces era muy divertido, no como ahora. Algunas veces contaba ella, que mientras las ordeaban, les daba un pequeo golpe y los tiraba al suelo. Que divertido tena que ser aquello, verdad seor pelos tiesos deca tetosa, que estaba muy alegre contando aquello -. S, eso de ver a los humanos por el suelo, tena que ser muy divertido le deca

  • espinoso -. Amigas vacas, nos vamos y muchas gracias por todo deca Anita -. No hay pequeas, aqu siempre seris bien recibidas. Seguiremos dando la vuelta le dijo espinoso y se marcharon -. Espinoso: que t pasa le pregunt Marga -. Estos vecinos que hay aqu, huelen muy mal dijo espinoso, que no dejaba de oler -... Quienes son- le pregunt Violeta -. No s, ahora lo sabremos contesto espinoso-. Entraron en la zahrda y vieron que los vecinos que all haba, eran cerdos. Buenas noches dijo espinoso -. Buenas noches le contesto chata, que era como se llamaba una joven cerda, que acababa de parir a doce hambrientos lechones . Chata estaba tumbada y sus doce lechones dorman plcidamente junto a ella. Esta con trabajo y mucho cuidado de no pisar a ningn hijo, se incorpor, para hablar con la visita. Estamos dando una vuelta por la granja, para conocer a los vecinos. Muy bien, yo soy chata y estos son mis lechones. Cuntos hijos?- dijo con asombro Violeta -... Nosotras solemos tener muchos hijos. En qu consiste vuestra aportacin, a la granja? En criar lechones, contri ms mejor. Como en criar lechones le dijo espinoso-. En criar como te estoy diciendo y cuando se hacen grandes, los humanos se los llevan. Luego nos quedamos de nuevo embarazadas, parimos, los criamos y cuando se hacen grandes, lo de siempre- deca chata, con tristeza e impotencia -. Bueno nos marchamos, que ya falta poco para que se haga de da y nosotros, tenemos que estar en sitio hmedo. Podis quedaros aqu, esto est muy hmedo y el agua nunca falta. Es que tenemos ya sitio. Como ustedes quieran. Gracias por eso. De nada. Capitulo n5 Un toque de racismo Que, como va la vuelta- les dijo sombro, que llegaba, cuando salan de la zahrda -. Muy bien, ya nos marchamos, pronto se har de da y nosotras no podemos estar mucho rato al sol dijo Anita -. No me querrn dar una alegra esta noche- dijo sombro -. Porque lo dices le pregunt espinoso -. Como dicen que se marchan. S, pero al gallinero -. Ya me pareca a m, que se fuerais de la granja, como se vive bien y adems sin dar golpe como vosotros, quien se va querer ir. Espinoso al escuchar aquello, emergi las pas y se fue para sombro. Me tengo que marchar, que le tengo que dar el relevo a ese patn de burlo dijo sombro, aligerando el paso, al ver a espinoso acercarse -... No se lleva usted bien con burlo dijo espinoso, para entretenerlo y clavarles una pas -. Como el perro y el gato, como el perro y el gato le contest sombro a espinoso, alejndose casi corriendo -. Si le pillo ms cerca y no fuera porque estamos invitados en la granja, le clavara alguna pa a ese desgraciado dijo espinoso muy enfadado -. Cuando estaban llegando al gallinero, estirado que ya estaba despierto, les dio los buenos das y se puso a cantar. Ya casi conocemos a todos los vecinos- dijo Violeta -. Si y son todos muy amables dijo Anita -. Menos el gato ese dijo Marga -. Aun quedan unos pocos, maana los iremos a visitar deca espinoso -. Cmo estn los nuevos vecinos? preguntaba burlo, que se haba incorporado a su trabajo y pasaba por all -. Muy bien seor burlo, hemos conocido, las gallinas, las cabras, las ovejas, las vacas y a los cerdos -. Dijo Anita, con entusiasmo -. Caramba, si que habis aprovechado la noche

  • estamos muy contentas -. Dijo Violeta-. Y no habis tenido problemas con sombro, con lo que habis andado?-. Ese gato es un indeseable dijo espinoso, con desprecio -. Que os ha pasado, con ese aburrido -. Que parece que le estemos quitando algo. S, eso de que parece que le quiten algo, es muy suyo, pero no le hagis caso, que est loco - Bueno, me voy a dar una vuelta- dijo burlo y se march -. Caramba con sombro, est ms loco de lo que yo me imaginaba- se iba diciendo burlo-. A la noche siguiente: las tres ranitas y espinoso, salieron para conocer al resto de vecinos. Buenas noches dijo espinoso -. Buenas noches, le contest una de las mulas, que estaba despierta -. Haban llegado a la cuadra, donde haba dos mulas, una burra y un caballo. La mula que le haba contestado tena una oreja doblada para abajo, era muy grande y le llamaban oreja cortada, a la otra le llamaban la mulilla, porque era ms joven y un poco ms pequea. Que os trae por aqu?- les pregunt oreja cortada -. Estamos recorriendo la granja, para conoceros a todos y a lo que se dedica cada miembro de la comunidad le contest espinoso -. Eso est muy bien por vuestra parte, hay que conocerse, que eso ayuda a convivir le dijo oreja cortada, con convencimiento -. Sobre la pregunta, de que a que nos dedicamos, os dir que nosotras somos las que hacemos el trabajo ms duro de la granja, tenemos que labrar la tierra y para poder hacer eso, nos ponen un yugo que molesta mucho y adems nos hace fuertes rozaduras deca oreja cortada -. Y cuando hay que llevar el carro cargado, lo tenemos que hacer nosotras tambin dijo la mulilla, que se haba despertado -. Buenas noches, pensaba que estaba durmiendo -. Le dijo espinoso -. Estaba, pero me habis despertado le contest un poco molesta, porque aun estaba cansada, del fuerte esfuerzo, del da anterior-. Buenas noches dijo el caballo, que tambin se haba despertado -. Buenas noches le contest espinoso -. Qu hacis por aqu?- pregunt arabesco, que era como se llamaba el caballo -. Estamos conociendo a los vecinos y a lo que se dedica cada uno -. Le dijo espinoso -. Yo soy el que lleva al dueo a casi todos lados. Mi trabajo consiste en eso, en llevarlo encima de mi lomo a todas partes. Menos cuando hay que llevar peso, entonces lo tengo que hacer yo dijo ganapn, que era como se llamaba el burro, que acababa de despertarse -. Buenos das- dijo espinoso -. Buenos das le contesto ganapn-. Estamos conociendo a los vecinos y preguntando a que se dedican. Usted ya no los ha dicho, por lo tanto no le pregunto -. Dijo espinoso-. Si mi trabajo consiste en eso, en llevar pequeas cargas y cuando son grandes, las llevan los amigos mulos-. Nos tenemos que marchar les dijo espinoso y se marcharon -. Ya conocemos a todos los vecinos y lo que hace cada uno deca Anita -. Todos tienen ocupacin dijo Marga -. Es verdad, todos colaboran en que la granja funcione deca violeta-. Hombre, si son mis amigos los cucos dijo sombro, que acababa de llegar -. Espinoso se lo qued mirando y despus de haberlo mirado fijamente unos segundos, les dijo a las ranitas que siguieran andando. Espinoso emergi las pas y se lanzo sobre sombro, clavndole varias pas, este dio un grito de dolor y se marcho corriendo. Burlo dorma cerca y al or a sombro, se acerc por si haca falta su ayuda. Al llegar, se encontr con espinoso y las tres ranitas, que caminaban hacan el

  • gallinero. Que ha pasado, que he sentido a sombro, quejarse de dolor- preguntaba burlo -. Que ha llegado tocando las narices y se ha llevado su merecido dijo espinoso, con rabia -. Seor burlo: usted nos podra hacer un favor- dijo Anita-. Depende de lo que sea, claro que les puedo hacer un favor. Llevarnos a la gran charca. Eso est muy lejos pregunt burlo -. Por los clculos que hemos hecho, usted nos llevara en un par de horas. Si son un par de horas, si que puedo hacerlo. Y cuando tendra que hacerlo? Cuando a usted le vaya bien. Esta noche no puedo, tengo que madrugar. Y por qu os queris marchar, es que no estis a gusto aqu? Si que estamos a gusto, ya lo creo que estamos, pero nos gustara conocer esa gran charca, de la que tanto nos han hablado -. Tener cuidado, que no es oro, todo lo que reluce les dijo burlo y se march -. Cuando se march burlo- dijo Anita: hermanas, que os parece si nos marchamos, en busca de la gran charca, aqu ese gato no nos dejar vivir y al final tendremos que irnos. Por m, ahora mismo nos vamos- dijo Marga -. No ser mejor esperar a burlo, l nos ha dicho que nos llevara dijo violeta . Creo que tiene razn Anita, ese gato nos amargar la existencia y al final nos tendremos que marchar -. Dijo espinoso -. Entonces qu hacemos? pregunto Anita -. Nos marchamos,- dijo espinoso -. Siguiendo a la estrella grande, cogieron de nuevo el camino. Llevaban algo ms de una hora caminando, cuando espinoso se par de golpe. Que pasa _ dijo Anita, que iba junto a l -. He sentido un ruido que no me gusta, debemos estar alerta dijo espinoso, emergiendo las espinas -. Este no se haba equivocado, el ruido que haba sentido, lo haca un hurn. Este lleg husmeando y se topo con el hocico de espinoso. Las tres ranitas, que a la advertencia de espinoso, se haban posicionado junto a el, al ver al movedizo hurn, empezaron a temblar de miedo. El hurn atac a espinoso y despus de una encarnizada pelea, se march con varias espinas clavadas en su cuerpo. Espinoso tambin haba salido mal parado de la pelea (como siempre suele pasar en las peleas) y sangraba por el hocico y por una de las patas traseras. Capitulo n6 No es todo como nos cuentan Cojeando y mal herido, espinoso con sus tres amigas, emprendieron de nuevo el peligroso camino. Tenemos que encontrar un sitio hmedo, pronto amanecer y con los das de calor que estn haciendo, no lo soportaramos deca Violeta, que al no haber estado de acuerdo en salir de la granja, de alguna manera estaba reprimiendo a sus hermanas y a espinoso -. Debo tener mi olfato daado, porque no huelo nada- deca espinoso, con tristeza -. Despus de dos horas caminando y cuando pensaban que no lo conseguiran, se toparon con una charca muy grande, pero que igual que la que ellos haban dejado, se estaba secando. Por los clculos que hemos hecho, debe ser est la charca, pero no tiene agua, est casi seca dijo Anita, con tristeza -. Me parece a m, que la charca que nunca se seca y de la que tanto nos han hablado nuestros amigos, no existe dijo Marga, tambin con tristeza -. Y qu hacemos ? dijo Violeta, con tristeza igual que sus hermanas -. No s, no esperaba esto. Que os parece, si nos quedamos a pasar el da y la noche que viene nos volvemos a la granja dijo espinoso, con aspecto cansado -. Las tres ranitas estuvieron de acuerdo y buscaron un sitio para descansar -. Sobre la una del medio da, una culebra los

  • haba detectado y se iba acercando silenciosamente a ellos. Espinoso, que al estar herido y el dolor no lo dejaba dormir, se dio cuentas del peligro. Este llam a las ranitas y estas se pusieron detrs de l. La culebra empez a preparar el ataque y se fue levantando, quedando su cuerpo casi vertical. Est con rpidos movimientos de cabeza, lanzaba violentos ataques sobre ellos. Espinoso estaba cansado y mal herido y la serpiente con sus rpidos movimientos, le iba ganando la pelea. Este saba que si era vencido por la serpiente, sus tres amigas seran devoradas y eso era lo que le mantena luchando casi sin fuerzas. Cuando ms desesperados estaban, lleg burlo, que al no verlos en el gallinero, decidi salir en busca de ellos. La serpiente al ver a burlo, se fue como haba venido, silenciosamente. Gracias burlo, si no hubieras venido, no s que nos hubiera pasado dijo espinoso, con voz de agradecimiento -... Estoy muy enfadado con vosotros, os dije que os traera le dijo burlo, reprimindolos -. Ya lo s burlo, pero era tanta las ganas de conocer la gran charca, que cuando tuvimos el percance con sombro, decidimos emprender el camino dijo Anita, con voz de culpable -. Volver a la granja, all siempre hay comida dijo burlo -. Es que ese sombro, no nos deja vivir. No le hagis caso, la granja no es suya. Ya, pero como todos tenis trabajo y nosotros no, parece que queramos vivir del cuento. Eso solo lo puede pensar ese sombro, el resto de la comunidad no piensa eso. Despus de hablar un rato, optaron por volver a la granja. Los cuatro se subieron encima de burlo y emprendieron el camino de regreso a la granja. Cuando iban llegando, percibieron que algo no iba bien, haba mucho alboroto y el dueo con escopeta en la mano, sala con dos ayudantes, tras los ladrones de gallinas. Que ha pasado- le pregunt burlo a madero -. Se han llevado una cuantas gallinas y no han sido todas, por que el dueo se levant y al sentir ruido. Y como no ha avisado sombro. El dueo acaba de lanzarle un par de tiros y le ha dicho que no quiere verle, que no sirve para nada. Decais que no tenais trabajo, pues ya lo tenis, podis ser los vigilantes de la noche. Pero est sombro. Estaba, estaba dijo burlo, con sentimiento y algo de alegra - . Espinoso y las ranitas, estuvieron mucho tiempo viviendo en la granja y contribuyendo con su trabajo, al buen desarrollo de la misma. Autor: Guillermo Jimnez Pavn