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SOEMI DANIELA GALARZA PONCE
MIÉRCOLES 29 DE MARZO DE 2017
ANÁLISIS DE LA EVOLUCIÓN TEÓRICA DE LA ANTROPOLOGÍA
SIMBÓLICA
En el siguiente ensayo se pretende realizar una revisión y análisis de los autores y sus
propuestas más significativas que contribuyeron en su momento a enriquecer el acervo
teórico del análisis de lo simbólico desde diferentes enfoques, desembocando en la rama de
antropología simbólica en nuestros días.
La revisión se hará de acuerdo a como se realizó a lo largo de estas dos primeras unidades
atendidas en el curso, tomando de ellas los autores, desde mi perspectiva, más significativos
y revolucionarios. Igualmente se pretende exponer, por medio de sus argumentos, una
cronología de los teóricos abordados y evidenciar el cambio progresivo que el análisis
simbólico atravesó.
INFLUENCIA DEL EVOLUCIONISMO
El primer autor que introduce interés en el inmenso mundo de la simbología y su
importancia a nivel social, es James Frazer con su obra clásica La Rama Dorada. En este
texto y específicamente en los fragmentos revisados, busca concentrarse en la descripción
de la magia privada y pública, como un elemento importante y particular de cada sociedad.
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Es importante revisar en primer lugar los aportes de Frazer, dado que da pie a la
transformación de la generalidad eurocentrista y diferenciación marcada entre sociedades
ajenas al llamado viejo mundo. Su noción de desprestigio sobre la efectividad de dichas
prácticas y creencias, considerando a las culturas que las profesan como salvajes y de poco
desarrollo, son el argumento clave para entender la transformación de las teorías
consecuentes.
La variedad de ejemplos de la magia homeopática y de contacto, logran exponer algunos
comunes denominadores de ambas magias en distintas partes del mundo, pero conservando
la esencia distintiva de cada una de ellas.
De acuerdo con las descripciones presentadas por Frazer, la magia se funda en dos leyes, la
homeopática que conlleva a la ley de semejanza y la ley de contacto. La postura de Frazer,
si bien descriptiva, otorga a la magia, con sus múltiples ejemplos, un estatus de pseudo
ciencia considerándola más un arte, que una verdadera rama científica.
A partir de lo expuesto por Frazer y desde una perspectiva crítica, la magia tiene una
relevancia cultural en el entorno donde se practica y mantiene sus ciencias análogas en
espacios y con nombres distintos. Es así que el autor admite la relevancia a nivel cultural
que estas prácticas tienen, pero las expone desde una actualmente superada teoría
evolucionista.
Siendo esta la razón por la que inicio con este personaje, comienza una transformación de
la noción sobre lo extraño y desconocido que se tenía en su momento, incitando al
desplazamiento teórico sobre el desarrollo de las sociedades denominadas salvajes,
logrando así una revaloración de las particularidades y totalidades de cada cultura. .
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El segundo autor, bastante importante en la academia antropológica en el aspecto
etnográfico metodológico, es Bronislaw Malinowski, quien retoma la importancia de la
magia como concepto a nivel social, además de eso, adjunta los temas de ciencia y religión
para realizar un contraste y relación entre los tres.
Enfocarse en esos tres conceptos, lo orillan inevitablemente a retomar algunas propuestas
expuestas por Durkheim para explicar la relación entre los tres fenómenos y sus
particularidades, además de su importancia en los hechos sociales simbólicos de cada
cultura.
Para Malinowski, la magia, anteriormente abordada con Frazer, es generada por la
tradición, oculta y exclusiva con acceso limitado a los conocimientos místicos; su función
es la de solucionar problemas colectivos y particulares, además de organizar el
entendimiento del mundo. Él explica que la magia es una manifestación de la dominación
del hombre sobre la naturaleza con fines prácticos, ligada análogamente de este modo a la
ciencia.
La descripción de la magia de Malinowski, como una práctica generada por la experiencia,
presenta tintes de similitud con la esencia de la ciencia como tal. Siendo un conjunto de
conocimientos, creciente que se transforma de acuerdo a las necesidades de la sociedad que
los utilizan con un fin práctico. Ambas por lo tanto son prácticas análogas con nombres
distintos.
La religión la considera como la impotencia humana sobre ese control de lo natural, un
contrario aparente de la magia. Dado que en ella recae una responsabilidad de control sobre
lo incomprensible, Malinowski expone que es una clave para la resolución de
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incertidumbre a esas fuerzas intangibles, así como una reacción y creación necesaria para el
entendimiento del mundo.
La relación y pertinencia de la mención de la religión, es el análisis de la esencia que tiene
esta con referencia a la religión pre animista mencionada por Tylor, quien introduce el
animismo a la teoría del simbolismo, siendo entonces un estado previo de las religiones. El
animismo otorga una fuerza inmaterial e invisible, una especie de espíritu, que por medio
de un proceso de aceptación social, se instaura como relevante en el entorno donde se
utiliza, siendo esta esencia un elemento igualmente presente en la magia.
Es así que la denominada fuerza intangible, ejemplo mana, expuesta por Malinowski, es
compartida tanto por la religión como por la magia, ambas prácticas con una importante
carga simbólica particular en el entorno practicado. Por lo tanto, la religión y la magia
presentan características en la esencia en la que se sustentan, mientras que la magia y la
ciencia igualmente comparten peculiaridades en sus bases simbólicas.
Retomando a Frazer, este argumenta que el hombre primitivo no tiene una consciencia
racional, mientras que Malinowski afirma que la racionalidad está presente en las
actividades rutinarias dirigidas por la experiencia, por ejemplo la magia, por lo tanto,
repetir una acción con un finalidad particular, denota la noción de que se es consciente de
su utilidad y por eso el proceso está guardado en la memoria y se repite constantemente.
Se puede entonces hablar de las actividades de una comunidad, las cuales se llevan a cabo
en sociedad y fueron creadas mediante la observación constante de la naturaleza y la
creencia de la regularidad. La magia sería entonces una especie de ciencia no occidental,
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por sus fines prácticos y la elaboración de sus acciones por medio de la experiencia,
observación y por lo tanto la racionalidad.
Los ritos mencionados por Malinowski, son las manifestaciones dentro de la magia
primitiva, con un carácter simbólico de las prácticas sociales y estás se encargan de darle
significado a los símbolos. Estos son clave para cumplir esa función simbólica individual y
colectiva, manteniendo su sentido práctico de obtener un fin, pero manteniendo su estado
simbólico.
Los rituales, por lo tanto, son representaciones prácticas dentro de prácticas y esas
expresiones colectivas de la “magia”, atienden por lo tanto a las necesidades biológicas y
psicológicas, partiendo desde lo individual a lo colectivo, siendo esa su utilidad a nivel
cultural.
Después de revisar las relaciones entre los fenómenos explicados por Malinowski, la
explicación que se ofrece es que no existen culturas sin magia, religión y ciencia. Estos son
tres importantes elementos de la vida social que atienden a distintas necesidades, con
características particulares que las articulan entre sí por la forma en que se crean en el
ámbito social.
De los expuestos de Malinowski, se puede rescatar el importante contraste y avance con
respecto a los argumentos anteriormente realizados por James Frazer, quien atribuye las
prácticas mágicas como características de sociedades consideradas como primitivas o en
proceso de evolución, como un estado previo a los que era considerado moderno. Retomo
así su pertinencia por la relación que ambos autores tienen con respecto al entendimiento
del papel de ambas expresiones en las sociedades ajenas.
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Continuando con la mención de los principales autores que contribuyeron a las
formalización de la antropología simbólica, el siguiente en la lista es Evans Pritchard, quien
toma como referencia sus estudios en la vida y más específicamente en la religión de los
Nuer, retomando de nueva cuenta con este autor el concepto de religión y revisando las
particularidades que esta presenta en el lugar de estudio.
De este autor es importante recordar el análisis de las formas materiales en las que el
“espíritu” se manifiesta o se representa, además de la importancia de los rituales y el uso de
representaciones simbólicas en la vida en Nuerlandia.
Los nuer, conciben fuerzas intangibles representadas en manifestaciones físicas con
significados particulares, las cuales influyen en su manera de relacionarse y como
organizan sus vidas por medio de esas significaciones. Las representaciones pueden
revelarse en signos y es principalmente por estos que construyen una realidad social.
Las concepciones nuer sobre esas fuerzas invisibles, son una conceptualización de los
acontecimientos, que a causa de su extrañeza, han relacionado y atribuido a fenómenos
observables. Igualmente podemos rescatar la importancia del uso de ciertos elementos de
referencia, los cuales son contextuales y validos únicamente en su entorno cultural.
La creación de estos es un muy buen ejemplo de la existente racionalidad del hombre que
Malinowski defiende de las tribus “primitivas” mencionadas por Frazer, dado que la mente
capaz del individuo y en colectividad, ha generado, mediante un proceso histórico, esa serie
de asociaciones entre lo que ven y lo que significa para ellos.
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De igual manera y dando fin a la revisión de la importancia de los aportes del autor, es
relevante mencionar al símbolo como algo dinámico, una característica resaltada por
Pritchard, esto se debe a que puede presentarse una modificación y sustitución de ellos
socialmente aceptada y posteriormente instaurada, particularidad que individualmente
podemos percibir con el paso del tiempo en algunos elementos de nuestro propio contexto.
Aun y con una modificación de sus significados, su función en las relaciones sociales es la
de dar continuidad a la organización existente.
EL SÍMBOLO Y SU FUNCIONALIDAD
Los primeros autores abordados, fungen como teóricos introductorios para explicar y
ejemplificar la existencia, creación e importancia social e individual de las representaciones
simbólicas en distintos espacios culturales, esto por medio del análisis de fracciones de
cada cultura, como la magia, ciencia y la religión. Estas, cargadas de un muy importante
proceso histórico contextual, responden a la necesidad de dar un orden y entendimiento a
los sucesos, fenómenos y problemáticas que se presentan ante el hombre con capacidad de
asociación.
El siguiente autor, se introduce aún más en la importancia y utilidad del símbolo y como
representante de esas asociaciones y referencias antes mencionadas, así como su función e
importancia a nivel individual y colectivo. Max Gluckman atiende los conflictos y rituales
con el objetivo de ilustrar sobre el funcionamiento de la organización social con el ejemplo
específico de los nuer. Estos conflictos, explica el teórico, tienen un origen y un fin, los
cuales desembocan en la cohesión social.
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Las principales características de estos acontecimientos manifestados en colectividad, es
que están plagados de una serie de significaciones, nociones y perspectivas que entran en
conflicto. Igualmente, su función recae en su particularidad reestructuradora y restauradora
de las relaciones sociales, siguiendo la guía del beneficio mutuo y practicidad. El autor,
menciona igualmente que es necesaria la resolución de los conflictos y el surgimiento de la
paz para el correcto funcionamiento de las relaciones e intereses de un grupo o con otros.
Es también importante resaltar que el expuesto de Gluckman, colabora en realizar una
diferenciación de los sistemas jurídicos y administrativos occidentales contra los que no lo
son, dado que su sistema de organización es característico por su ausencia de “gobierno”,
pero de todos modos cuentan con una estructura funcional.
Se puede de nueva cuenta retomar la argumentación de James Frazer sobre la falta de
racionalidad del hombre primitivo, quedando expuesto, que estas sociedades son capaces de
crear sistemas funcionales de organización, análogos a los conocidos por los hombres
europeos que se encargaron de analizar y enfrascar lo desconocido como invalido o inferior
por influencia de las ideas evolucionistas.
El origen de un conflicto, menciona el autor, tiene que ver con el choque de intereses, y de
disputa. La hostilidad surge inevitablemente por el interés de los individuos o grupos en
relación con ciertos aspectos que comparten.
El aspecto simbólico de los conflictos se ve reflejado, en mayor medida en sus rituales
como medio para la resolución, siendo este la expresión simbólica que cumple con la
función del conflicto, reestructurar y restablecer una inestabilidad. Por medio de prácticas
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con carga simbólica en sus elementos y procesos, es que se puede lograr ese reajuste, dado
que a mayor necesidad del otro, mayor probabilidad de solución al conflicto.
EL SÍMBOLO PRÁCTICO
Los siguientes autores se involucran en el aspecto técnico y teórico del símbolo, siendo
Víctor Turner, quien propone al símbolo como la unidad más pequeña del ritual, hecho
social anteriormente revisado. Esta aseveración se realiza por medio de un consenso, dado
que representa o refiere a algo, por sus cualidades análogas y de asociación. No pueden
analizarse por separado y debe ser en secuencia, dado que están relacionados con los
procesos sociales; es el punto de partida que sugiere para el análisis del ritual.
Estudiar el símbolo tiene que ver con su estructura y propiedades, en un ritual existe un
símbolo dominante, que suele ser centro de interacción, representado en un elemento físico
o representativo y relativamente fijo, con su polo sensorial e ideológico, al mismo tiempo
que existen los símbolos suplementarios que sirven como medio para el objetivo del ritual.
Víctor Turner menciona que la efectividad de los símbolos está dada por su capacidad de
indicar y si no lo cumplen, no tienen pertinencia. Un analista de ritual, por ejemplo un
antropólogo en trabajo etnográfico de observación, puede situar el ritual en su campo
significante al mismo tiempo que describe su estructura. Es importante igualmente
mencionar, que si bien el observador puede atribuir un significado, cada participante tendrá
su propia perspectiva del fenómeno y las significaciones de cada elemento de él.
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Por lo tanto, estudiar el ritual y sus fragmentos significativos, contribuye a entender las
causas, motivos, significados, relaciones tanto interna como externamente, de todos los
elementos que participan en los fenómenos sociales del contexto observado, así como su
organización y estructura. Colaboran así a comprender las relaciones que tienen todos esos
elementos y su funcionamiento.
Claude Lévi-Strauss, es quien introduce de nueva cuenta a aspectos teóricos y técnicos del
ritual, pero como un todo estructurado. Se concentra en la eficacia como práctica simbólica
de los rituales, siendo llevados a cabo mediante la utilizando de una serie de elementos
físicos que guardan referencias a su uso y por medio de un personaje guía que controla cada
aspecto físico e intangible de la práctica.
Los conocimientos y posibilidades del personaje que guía, están dados para el
cumplimiento de una función combatiente contra los inconvenientes que surgen para el
hombre, una justificación evidente de su construcción. La repetición constante de los pasos
rituales, requiere al mismo tiempo una descripción de lo físico que tiene una relación con lo
espiritual y mitológico.
La característica de la narración de los sucesos y elementos, estos con previa carga
referencial, fungen como medios para surgir un efecto en el consciente e inconsciente de la
persona central del ritual y reafirmar una realidad descrita. Tiene un refuerzo significativo
el hecho de ser miembro de una sociedad que también cree en ese el lenguaje, por el cual se
pueden entender fenómenos que escapan del entendimiento, explicados con analogías
compresibles para los miembros de la comunidad.
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El propósito del ritual es llevar a la conciencia elementos cegados por la mente
inconsciente, mediante el entendimiento de un lenguaje de referencia, para llegar a un
funcionamiento ordenado del individuo. Los expuestos por Lévi-Strauss, otorgan por lo
tanto a la eficacia y cura chamanística, un estado de encuentro entre la medicina orgánica y
la psicológica, por ejemplo con el psicoanálisis, ya que utiliza sobre un disturbio orgánico
un control mental.
Como último autor a analizar, con su críticas y expuestos, es Clifford Geertz, quien retoma
de nueva cuenta a James Frazer y su concepción del otro primitivo, regresando así al inicio
de este ensayo. Es él, quien con aun una presente influencia evolucionista, concibe en su
imaginario, la existencia de culturas naturales y no trastocadas por lo occidental, en el
aspecto estructural y mental.
A partir de la experiencia etnográfica que desmiente su idea de la naturalidad cultural, logra
realizar un contraste y proponer un salto de la antropología interpretativa, hasta el momento
la imperante, hacia la reflexiva, surgiendo de él un objetivo distinto y radical del quehacer
antropológico.
La tarea entonces del científico social, será la de identificar las partes, el funcionamiento y
el significado de la estructura social y por lo tanto, las características que las construyen.
Así mismo, innova en la descripción etnográfica no unidimensional, exponiendo la
pertinencia de considerar distintos enfoques y visiones a partir de la descripción densa de
parte de todos los actores involucrados en el suceso. Pasando de ser una descripción de
parte solo del observador con finalidad en la interpretación del lenguaje simbólico ajeno, a
una descripción integral desde distintos enfoques del contexto estudiado.
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CONCLUSIONES
La revisión y análisis teórico de los aportes de los distintos autores sociales, contribuye a la
noción de la transformación histórica del quehacer antropológico en el campo simbólico,
logrando diferenciar un contraste de las distintas etapas de desarrollo de esta y la muy
importante influencia que los enfoques evolucionista y estructuralista, otorgaron al
desarrollo del estudio y entendimiento de las culturas.
La formalización de la antropología simbólica, fue posible en primer lugar, al consolidar
una consciencia del trayecto teórico que se ha recorrido, para esclarecer una base formal del
análisis simbólico y su importancia cultural. Las diferentes escuelas y academias científicas
sociales que se han involucrado en la formación del análisis simbólico, han conseguido
delimitar la necesidad y alcance de su revisión, para el entendimiento del funcionamiento
de los grupos sociales, desde la perspectiva propia del mismo, por medio de sus lenguajes
significativos.
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BIBLIOGRAFÍA
Evans-Pritchard, E.E. (1956) Nuer Religion. Pp. 123 – 144; 272–287.
Frazer, James (1922) La rama dorada. Magia simpatética Pp. 33 –74.
Geertz, Clifford (1973) La interpretación de las culturas. Parte III. Pp. 85 – 131; 287 – 299.
Gluckman, Max (1955) Costumbre y conflicto en África. Capítulos I y V.
Lévi-Strauss, Claude (1995) Antropología estructural. Capítulo 10: La eficacia simbólica.
Pp. 211 – 229.
Malinowski, Bronislaw (1985) Magia, ciencia y religión. Pp. 3–34.
Turner, Víctor (1967) La selva de los símbolos. Pg. 21 – 64.
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