¿Antropología para el poder o antropología para el pueblo_

8/19/2019 ¿Antropología para el poder o antropología para el pueblo_

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¿Antropología para el poder o antropología para el pueblo?

Creado: Domingo, 01 Febrero 2015 06:43 Escrito por Visto: 1891

La generación de la década de los años 60 en la Escuela Nacional de Antropología e Historia se fo

cursos durante año y medio de un tronco común de materias de las distintas disciplinas: arqueolo

entre el profesorado, de distinguidos exiliados republicanos como Juan Comas, Ángel Palerm, José

Puiggrós (argentino), Enrique Valencia (colombiano), Carlos Navarrete (guatemalteco), Stefano Vare

http://www.enelvolcan.com/edicionvirtual/enelvolcan0350115/HTML/#4http://www.enelvolcan.com/edicionvirtual/enelvolcan0350115/HTML/#4http://www.enelvolcan.com/edicionvirtual/enelvolcan0350115/HTML/#4http://www.enelvolcan.com/http://www.enelvolcan.com/http://www.enelvolcan.com/http://www.enelvolcan.com/http://www.enelvolcan.com/edicionvirtual/enelvolcan0350115/HTML/#4http://www.enelvolcan.com/


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La ENAH era un espacio político en el que tenía lugar una confrontación directa con el Estado mex

movimientos sociales de la época que desembocan en el movimiento estudiantil de 1968, hasta su

hace 46 años, y por la presencia del Partido Comunista Mexicano y otras organizaciones revolucio

debate del alumnado frente a lo que considerábamos como las corrientes oficialistas de la antro

profesores que trabajaban en las instituciones del Estado.

Foto de archivo El Univers


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La antropología social y la etnología mexicanas se desarrollan muy ligadas al estudio de la alterida

de la antropología mexicana, se refería al impacto negativo de las “pequeñas patrias” en el proceso

conformando institucionalmente, sobre todo a partir de la reunión en Pátzcuaro en 1940, la corrie

indigenismo y la perspectiva de considerar a la antropología como “ciencia del buen gobierno” (Ga

antropología comprometida o militante, y que paralelamente también se deslinda de la llamada a

Arturo Warman, Margarita Nolasco, Rodolfo Stavenhagen, Mercedes Olivera, Enrique Valencia y Án

Rodolfo Stavenhagen. Foto de Benj

Metodológicamente, la crítica cuestionaba el estudio de la comunidad como un todo descontextua

tendencia a ser superada por la perspectiva marxista. También se ponía en duda la supuesta “neu

los antropólogos.

La relación etnia / clase, explorada por Rodolfo Stavenhagen y el concepto de colonialismo interno

al estudio crítico de la cuestión nacional, dentro del propio campo marxista

Para esta generación, la antropología social, en particular, era en buena parte, la ciencia de la otre

género, grupos de edad; al examen de las relaciones conflictivas o armoniosas entre los heterogéno obstante esa pluralidad y diversidad, constituyen una sola especie que evoluciona a partir de s

mismas que superan su condición estrictamente biológica.


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Pablo González Casanova

Precisamente, el distinguido pero olvidado antropólogo estadounidense Leslie White (1900 – 1975

Unión Soviética en 1929, en el contexto del adverso medio anticomunista que predominaba en Es

cultura y define este concepto como “el continuo temporal y extra somático (esto es, no bi

humana de simbolizar” [3].En el desarrollo evolutivo de los primates, el ser humano aparece cu

objeto o suceso. El lenguaje articulado es la más característica y la más importante de las formas d

es definido básicamente en términos de su expresión simbólica y, por consiguiente, por

White argumenta que la cultura, como instrumento extra somático, no puede ser explicada a travéinterpretación de la diversidad y de la evolución de la cultura. Propone que la ciencia que estudia

antropología, y que las interpretaciones sobre esta realidad sean culturológicas y no sicológicas o


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Leslie White

El estigma colonial

Por otra parte, nuestra generación hacía hincapié en el hecho de que la antropología, como discip

antropólogos con la expansión colonial, principalmente de las metrópolis europeas y Estados Unid

lugar con el capitalismo, que son igualmente violentos y etnocidas. Recordemos la lapidaria frase d

disciplina universitaria, es una hija del imperialismo capitalista occidental» ..[4] En 1972 se publicar

Antropologie et colonialisme .[5], en el cual se escudriña en torno a las relaciones peligrosas de

metropolitanos.

Hacía finales de la década, el 10 de octubre de 1969, el llamado “grupo de los viernes”, conformad


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comentarios al artículo “En torno a la nueva tendencia ideológica de antropólogos e indigenistas”,

1969), en una mesa redonda organizada por el Seminario de Estudios Antropológicos. Este docum

argumentación con una declaración de identidad del propio grupo:

“Nosotros nos contamos entre los antropólogos de la “nueva ola” (como usted los califica), que afir

enteramente de acuerdo con la posición que usted cita, desaprobando, del peruano Stefano Vare

relación a la condición de la sociedad en que vive y actúa…La tarea antropológica no puede limitarel campo de la acción.”

El documento del “grupo de los viernes” va respondiendo a los argumentos de Villa Rojas, quien so

sobre todo, en el sentido de ceñirse a sus principios metodológicos, así como de apegarse a su ve

–continua Villa Rojas--, en entremezclar la arenga política con los postulados de la ciencia o de con

distintas, y cada quien es libre de escoger la línea de acción que mejor se ajuste a su voluntad y te

Soldados entrevistan a mujer afgana. Foto d

Ante estos razonamientos, los partidarios de la antropología militante responden:

“Esta posición, presentada por usted como algo claro y evidente por sí mismo, como punto de lleg

nos preguntamos: ¿cómo se producen esos principios metodológicos y esa verdad? ¿En qué cond

usted deja al libre albedrío, a la vocación o al temperamento de cada quién? ¿Se produce al azar, s

el contrario, se producen según ciertas reglas y ciertas restricciones de orden histórico social. ¿Pu

separarse cualquier actividad humana de la política?, o por el contrario, ¿Qué no todo obrar es sie

La posición de esa joven generación de antropólogos se sintetiza en los siguientes párrafos:


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“Para nosotros lo esencial ya no es acumular hechos y anécdotas, ni hacer catálogos de conductas

mayoría de los antropólogos “clásicos”, para nosotros lo fundamental no es la trasformación de la

indigenismo, sino la modificación radical de la situación que los oprime, lo que exigimos es una ma

necesidades, los intereses y las conductas específicas de los grupos marginados, explotados y colo

política, que ayuden a abolir la estructura clasista de la sociedad, el antropólogo revela nuevas pos

Se podrá afirmar que estos debates han sido superados y que la antropología al servicio del podede la pesada carga colonial . Además, se argumentará con cierta razón: ¿Qué responsabilidad tene

complicidades?: Como he estudiado en un libro sobre el uso de la antropología en la contrainsurg

Unidos en Irak y Afganistán han contado con el auxilio de equipos de antropólogos y científicos so

culturas para los fines de la guerra de contrainsurgencia por el módico salario de mil dólares diari

esfuerzo mercenario, la doctora Montgomery McFate, incluso se queja amargamente de que mien

integrados en la American Anthropologist Association (AAA) se encuentran encerrados en una torr

encuentra soluciones para que su país salga triunfante en esas guerras, que evidentemente tienen


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Montgomery McFate. Foto de Bru

Recordemos que en 1946, Ruth Benedict (1887 – 1948), dilecta discípula de Franz Boas (1858 – 19

crisantemo y la espada. Patrones de la cultura japonesa , [6] producto de una investigación r

Información de Guerra, antecedente de la CIA, y más precisamente de su sección de Estudios de l

poblaciones “enemigas” para un mejor control y sometimiento “culturalmente” dirigidos.


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Después de realizar investigaciones preliminares sobre Rumanía, los Países Bajos, Alemania y Finla

según Margaret Mead (1901 – 1978), biógrafa de Benedict, y una de las más traducidas antropólog

potencialidades culturales que Japón podría ofrecer como parte de un mundo pacífico y cooperad

Con todo, Benedict exponía en su obra objetivos menos idealistas que los señalados por Mead. A

Benedict sostiene que cada cultura privilegia lo que llama una “configuración cultural” o “patro

en su esencia. Sobre esta base, Benedict establece que el principal problema para Estados Unido

“debíamos ante todo, --afirma la antropóloga-- entender su comportamiento para enfrentarnos a

esencial que se simboliza en la espada y el crisantemo”, ya que “son a la vez, y en sumo grado, agr

adaptables, leales y traicioneros, valientes y tímidos”. De aquí que en su investigación plantee inter

como: “¿Qué harán los japoneses? ¿Se debe bombardear el palacio del emperador”?; o de naturale

alternativa?”.[8] . Hiroshima y Nagasaki fue la respuesta del presidente Truman a la pregunta de la


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Colonialismo interno

También, reiterábamos que México mantiene su “estigma colonial”, o lo que Pablo González Casan

sociólogo C. Wright Mills había utilizado en 1963 [10]. Este colonialismo se expresa en la relación d

dominantes para con los pueblos indígenas.

Según Casanova, las formas del colonialismo interno eran las siguientes:

1.- Monopolio de un “centro rector” sobre el comercio y el crédito indígena, con relaciones de inte

una descapitalización permanente de éstas a los más bajos niveles, así como el monocultivo, la de

2.- Explotación conjunta y combinada de la población indígena por las distintas clases sociales de l

trabajo asalariado y forzado, aparcería y peonaje, servicios gratuitos; salarios diferenciales, explota

por las prendas de vestir, jurídicas, sindicales, etcétera.

3.- Diferencias culturales y niveles de vida, economía de subsistencia predominante, tierras de ace

general e infantil, analfabetismo, raquitismo, manipulación política. Este marginalismo social y cult

medido por dos indicadores: la información y la votación.

A partir de su propuesta de “colonialismo interno”, González Casanova llega a una conclusión sobr

ENAH de los años sesenta:

“Desgraciadamente, hasta hoy, la antropología mexicana, que por muchos conceptos nos ha perm

humanista del problema indígena, nunca tuvo un sentido anticolonialista, ni en las épocas más revprecisamente surgió de los países metropolitanos para el estudio y el control de los habitantes de

problema indígena como un problema colonial y como un problema inminentemente político.”

En este sentido, ya desde los años treinta del siglo pasado, numerosos antropólogos en México tr

constitutivos de una política de Estado, el indigenismo, para enfrentar la diversidad étnico-lingüísti

mencionamos, Manuel Gamio (1983 -1960), mantenía una perspectiva del indigenismo basada pre

juicioso de la sociedad” y, en consecuencia, consideraba al antropólogo como un agente estatal [1

(1897 – 1998), Gonzalo Aguirre Beltrán (1908 – 1996), entre otros, en el desarrollo de lo que Caso indígenas, “con la ayuda de un antropólogo social que se encargue de dirigirla”.[12]-

Como reacción a esta corriente hegemónica de la antropología mexicana, desde la década de los s

que el indigenismo, ya sea en sus vertientes integracionistas que pretendían asimilar a las distintas

sofisticadas de “participación”, o “transferencia de funciones y recursos” a los pueblos indígenas de

“por profesión” o “caciques ilustrados” como directores de burocracias indigenistas, o comisiones

los pueblos y las comunidades indígenas.


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EZLN y adherentes al CNI firman la Declaración sobre el Despojo

Precisamente, una de las conquistas del movimiento indígena encabezado por el Ejército Zapatista

sido identificar en el debate nacional la naturaleza paternalista, autoritaria y enajenante del indige

Antagónico a los autogobiernos de pueblos y comunidades, el indigenismo se desarrolla a partir d

estatales y mediado por grupos dominantes nacionales y regionales que –de acuerdo a necesidad

asimilacionista de las entidades étnicas diferenciadas a la nacionalidad mayoritaria “mexicana”, o e

“regiones de refugio”, según término de Aguirre Beltrán, siendo ambas políticas, en esencia, negadcorporativismo impuestos durante el régimen priísta y continuados por el panismo de los gobiern

Desde sus inicios, el indigenismo asumió un relativismo cultural restrictivo como uno de sus comp

había “aspectos” que merecían ser conservados, y que merecían respeto y protección por parte de

compatibles, ya sea con la modernidad o con los sistemas jurídicos vigentes.

De esta manera, la burocracia indigenista se convertía en “seleccionadora” del destino que tendría

tomar en cuenta los derechos de estos grupos a decidir su propio rumbo. El indigenismo se carac

lenguas y costumbres indígenas, con una práctica simultánea de destrucción de las estructuras étresoluciones de los Congresos Interamericanos supuestamente en favor de los pueblos no se han

para darnos cuenta del contraste entre la teoría y la práctica del indigenismo.

Uno de los argumentos más característicos del indigenismo como política de Estado es precisame

eliminarlo, de hecho –según este punto de vista— se logra la incorporación del indio a la sociedad

El fundamento de esta posición es una especie de evolucionismo unilineal, a partir del cual lo “étn

impide que los indios pasen de una situación de “casta” con respecto a la sociedad “mayor”, o con


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“clase”. Esta última idea fue expresada por un antropólogo mexicano, Gonzalo Aguirre Beltrán, qu

indigenismo, y para quien la plena integración de los indígenas al capitalismo constituía la complet

consecuencia, toda acción indigenista se justificaba en aras de alcanzar esa meta.

De esta manera, la política de los Estados para con las etnias o pueblos indios de América Latina s

la única corriente indigenista. El Etnopopulismo tomo su lugar a partir del desgaste del indigenism

fuerza del movimiento indígena independiente en favor de sus derechos y reivindicaciones.

Esta perspectiva expresa, en sus inicios, las posiciones de los intelectuales de la pequeña burgues

una crítica que nunca pudo superar su confianza en el Estado como el eje de las transformaciones

relaciones entre los pueblos indios y las sociedades nacionales. Esta inconsistencia metodológica y

procesos de cooptación por parte del Estado que, de esa manera, los incorpora a dirigir los apara

nuevas políticas de “participación” o “etnodesarrollo”.

El Etnopopulismo parte de una concepción de apoyo radical a los grupos étnicos y se representa a

absoluto a lo étnico como una esencia supra histórica anterior a las clases y a las naciones y, por tcon frecuencia a la idealización de la comunidad étnica, como viviendo en armonía con la naturale

y la ayuda mutua imperan. Esto ha sido muy impactante para algunos sectores intelectuales que a

que se planteaban la restauración de los preceptos y las creencias que se supone corresponden a

cantos y formas de organización muy en boga entre una clase media en busca de soluciones indiv

Curiosamente este tipo de movimiento promovió, en el terreno de lo político, las posiciones de no

hábil para obtener ayuda estatal para muchos de sus proyectos.

Partiendo de la independencia de las luchas indígenas con respecto a movimientos oposicionistasproblemática de los indios no se resolverá a partir de proyectos nacionales contra hegemónicos, s

explotados en su conjunto, aislar al movimiento indígena de las luchas populares e introducir la id

Paradójicamente, estas posiciones otorgan una gran importancia al papel que el Estado puede jug

naturaleza anti indígena del mismo; por el contrario, se considera necesario actuar “desde el Estad

los pueblos indígenas, justificando de esa manera la presencia de connotados etnicistas en el gob

Paralela a la acción indigenista en sus diferentes modalidades, los Estados latinoamericanos han h

necesario para conservar su poder, no hay que olvidar que en Guatemala se siguió una política d

treinta años, la creación de grupos paramilitares entre los propios indígenas para controlar desde

bombardeos con napalm y otras bombas incendiarias y desfoliadoras. Estas políticas de extermini

Sendero Luminoso, y en algunos lugares de la selva amazónica del Brasil, en los que se pretende e

tierras y recursos naturales.


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Los complejos étnicos

No ha sido el indigenismo el único tema de debate en la antropología mexicana. También se ha dis

sosteniendo que éstos constituyen entidades sometidas al proceso histórico y cuyas bases socioc

continuamente se modifican; de aquí la posibilidad de los pueblos indios de transformarse sin ren

las etnias no son producto de una continuidad milenaria, si no de las múltiples adaptaciones y refu

En esta dirección, el Etnomarxismo sostiene que por ser entidades históricas, los sistemas étnicos

pasado hay que verlo en función del presente y el futuro. Las etnias existen firmemente relaciona

aquí que las entidades étnicas no sean “armónicas” o “equilibradas”, o esencias que transitan por l

su integración en la matriz clasista, no son independientes de la misma. Por ello, la necesidad met

contradicciones.

Fue en esta dirección que se da la confrontación con las corrientes etnicistas o etnopopulistas , seg

Guillermo Bonfil (1935 – 1991) y su “México profundo”, ya que para el Etnomarxismo, los indígenas

Anderson, sino a clases sociales específicas y sus representantes en el aparato de Estado. A partirsociopolítico que no puede reducirse a lo cultural. Por su carácter sociopolítico, las etnias subordi

sus reivindicaciones políticas conserven su especificidad.

Así, la cuestión étnica deviene en parte constitutiva de la cuestión nacional y, en consecuencia, las

ser confrontado con un proyecto contra hegemónico alternativo . La solución de la problemática é

EZLN, con su proyecto de autonomías que se consolida con las Juntas de Buen Gobierno, cierra e

relación de clientelismo y corporativismo que practicó el Estado mexicano, con la debida asesoría

Es la rebelión zapatista la que empieza a desestructurar estas ideologías y perspectivas teóricas, q

rémoras del pasado que niegan su potencial político en procesos democratizadores y de transform

con formas discursivas estigmatizantes.

Rodolfo Stavenhagen establece un paralelo entre las perspectivas neoliberales y las del marxismo

originarse en distintas tradiciones intelectuales y en diferentes análisis e interpretaciones de la din

observados como obstáculos para el desarrollo y destinados a desaparecer por la vía de la acultur

intrínseco en la tesis de la revolución vanguardizada por el proletariado.

Liberales, conservadores, e incluso una buena parte de las izquierdas, consideraron a los pueblos

obstáculos o lastres para el desarrollo, o la revolución; como expresión de un atraso a superar en

Europa, o los modelos de socialismo que unos y otros tenían en mente. [13] Esto último represent

a su marco conceptual para “colorear” la matriz clasista con base en los factores referidos a la cue

Los reduccionismos


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Aquí, cabe destacar sintética y esquemáticamente las críticas a los considerados reduccionismos o

monográfico, el burocrático-administrativo, el economicista, entre otros.

Metodológicamente, el reduccionismo monográfico parte de una concepción estático-funcionalist

suma constituye el todo social. Se trata de estudios meramente descriptivos de una comunidad o

describiendo cada una de las partes a través de monografías en las que se privilegia el “dato etnog

esto es, el empirismo meticuloso que registra toda información sin conexión alguna entre sí. En laque “al campo había que salir con la mente en blanco”.

De este empirismo, que rechaza la engorrosa necesidad de explicar eventos y procesos sociales, s

trabajos de “antropología aplicada”, en los que la preocupación central es alcanzar la meta de Man

evolutivo normal”, sin preguntarse sobre la naturaleza del trabajo a realizar, su impacto en los suje

Estado que lo propicia: por ejemplo, antropólogos trabajado en desalojos de comunidades indíge

servicio de corporaciones mineras, eólicas y otras empresas extractivistas, así como en toda la gam

hablar de lo que podría ser considerado el extractivismo académico .

También se ubica el reduccionismo etnicista o culturalista ya mencionado: explicación o énfasis en

realidad síquica, subjetiva o imaginaria que se volatiza en el ámbito simbólico; este también puede

El economicismo o clasismo es la contraparte del etnicismo: invoca al marxismo como su marco d

la proletarización y la tendencia a los procesos de integración capitalista. Se subestima la capacida

inmanentes y determinantes. Los riegos metodológicos de este reduccionismo en el análisis de la

de sus atributos étnicos, de género, edad, grupos nacionales. También, en la conceptualización de

«producto de la burguesía».

En otras palabras, la abigarrada y multifacética realidad socio étnica y cultural de la nación fue obs

desde una perspectiva eurocéntrica. Esto trajo como consecuencia el relego político y teórico de g

pueblos, y la idea de un tránsito inevitable a la uniformidad, a la proletarización y al fin de los fenó

Los etnomarxistas han criticado a los partidos de la izquierda tradicional por cargar con el pecado

preocupados por la revolución mundial consideraron “pueblos sin historia” a todos aquellos que s

calificativos a los mexicanos de “perezosos” y “los últimos de los hombres”, al justificar la guerra de

de acuerdo a esta interpretación, los mexicanos serían redimidos de su atraso secular, y los territoirracional a la luz del devenir histórico”.[14] Más tarde, durante el siglo XX, Leopoldo Mármora señ

consideraron a la burguesía liberal y al proletariado moderno como los únicos sujetos sociales po

El Instituto Lingüístico de Verano

Importante en el desarrollo de una corriente crítica en la antropología mexicana fue la investigació


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El Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales de México a fines de los setenta. Constituyó una i

pueblos indígenas, que enfrentó las complicidades del gobierno mexicano con el ILV y la velada po

en sus postulados ideológicos como en sus acciones concretas, publicándose un libro: El ILV en M

movilización de más de dos años, la cancelación del convenio entre el ILV y el gobierno mexicano e

Las cartillas de alfabetización de la Biblia del ILV introducían el individualismo, rompían todo sentim

organización dividida en tres secciones: una religiosa encargada de darle ese contenido a las campconseguir los fondos necesarios entre compañías petroleras, iglesias fundamentalistas y otros org

manos el aspecto “técnico” de la conversión religiosa en la lengua “nativa”, quienes a su vez eran, e

aunque con una conveniente modernización de su hábitat; y una tercera sección de aviadores y té

transporte para la labor “religiosa”, integrado en parte por ex militares.

La verdadera labor del ILV se inscribía en una gran variedad de trabajos de espionaje, contraespio

todo ello en favor de los intereses del gobierno y las transnacionales estadounidenses. Los sacrific

sobrevivir en la selva, la etnobotánica, los cruces de ríos en épocas de crecida, las ramificaciones o

recursos naturales, particularmente de los estratégicos (tenemos, por ejemplo, el traslape casi exa

coincidiendo con los asentamientos ocupados por la acción misionera del ILV).

Planteaban abiertamente su lucha contra el comunismo, o contra la oposición al gobierno, apoyab

la base de la represión, estimulaban una conciencia pragmática, puritana, de arribismo individual,

ideal de sociedad que se concretaba en Estados Unidos.

Se practicaba una política de asistencialismo para los conversos, con las sobras de la sociedad de

representativos de los reclutas entre las etnias de América Latina.

Actualmente, el ILV es uno de los centenares de organismos religiosos, científicos, asistencialistas

Latina en forma abierta o encubierta, algunos de los cuales expresan el carácter neocolonial de la

neocolonial es apoyada por los gobiernos de los países respectivos ya que también aquí se expres

su contraparte en Estados Unidos.

CLALI

En los inicios de los ochenta, a partir de un seminario sobre la cuestión nacional que se organizó e

Consejo Latinoamericano de Apoyo a las Luchas Indígenas (CLALI), que se funda con base en un d

dirigentes indígenas, como Rigoberta Menchú. Este documento, publicado en varios países de Am

Latina”, expresa la oficialización de la ruptura que se venía dando en el seno de la disciplina antro

Asimismo, esta “Declaración” asentaba un compromiso de acompañamiento de los antropólogos a

democratización general de las naciones latinoamericanas. La importancia de este documento es

antropólogos de muy diversas procedencias políticas e institucionales, que decidieron también el


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una antropología comprometida.

Nunca hubieran imaginado los creadores de la política indigenista que el “problema indígena” se t

rebelión armada de los pueblos y comunidades de Chiapas. Desde los años treinta, cuando se def

establecieron las bases de lo que sería el indigenismo de Estado, la naturaleza pluriétnica de la na

pensadores y políticos. En el mejor de los casos, los indígenas aparecían recurrentemente como s

en el marco de los análisis marxistas, los indígenas y los campesinos no fueron percibidos como ssocialistas, de los años veinte sobre la revolución mexicana, Leopoldo Mármora identifica el etnoc

posibles y necesarios de todo cambio real de la situación interna”, eran la burguesía liberal y el pro

misma de la nación mexicana, quedaban fuera de sus utopías.

Etnomarxismo en Nicaragua

En Nicaragua se probó la validez y pertinencia de las tesis del Etnomarxismo en un contexto de re

pueblos de esta pequeña nación centroamericana que a través de la autonomía logran:

a) el reconocimiento de la pluralidad de los orígenes étnicos, lingüísticos, culturales y regionales en

1987.

b) la solución pacífica de un conflicto armado que la revolución sandinista provocó, de cierta mane

Costa Atlántica, mismos que ocasionaron un desencuentro inicial del gobierno revolucionario con

c) los primeros pasos de una reconciliación nacional que fortalece las lealtades e identidades étnic

desarrollo del proceso autonómico[16];

d) el establecimiento de una base territorial y un régimen político definidos en la Constitución y la

autonomía.

La revolución se enfrenta a tareas que no fueron cumplidas por la burguesía: un territorio fragme

unificado, la soberanía nacional constantemente pisoteada no sólo por tropas estadounidenses si

prerrevolucionario prácticamente no existía en la Costa Atlántica. Profundas diferencias políticas y

En la base de estas limitaciones y errores encontramos un desconocimiento del proceso de forma

sobre la cuestión étnico-nacional; resabios etnocéntricos entre los cuadros revolucionarios; los co

La revolución, no obstante, a pesar de sus limitaciones y deficiencias: facilitó la formulación de las

asentados principalmente en la Costa Atlántica, así como un nuevo campo de contradicciones.

Los grupos étnico-nacionales que la Revolución encontró en 1979 profundizaron su conciencia ét

lugar la exacerbación de la lucha de clases en el país -sintetizada en la contradicción fundamental


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Este importantísimo cambio es particularmente marcado entre los misquitos del litoral atlántico N

proceso han observado los criollos en el litoral sur. En cambio, los sumos, ramas y garífunas const

cabal comprensión de las particularidades de ese sujeto social diferenciado llevó a la comisión de

Estado en formación.

No se entendió la necesaria correspondencia entre las aspiraciones legítimas de los grupos étnico

económico-social al enfoque clasista y economicista. Tal situación fue aprovechada por Estados Urevolución no entendió la enorme importancia de MISURASATA en tanto que fuerza social capaz d

nacionalitaria de los grupos representados, y en especial de los misquitos. MISURASATA respondía

nacionales de la Costa Atlántica de Nicaragua, misquitos, sumos y ramas y efectivamente expresab

demandas etnicistas, sintetizadas en la reivindicación de los llamados “derechos aboriginales”, las

Un factor fundamental para explicar esta realidad lo constituye la política de Estados Unidos tende

nicaragüense. El objetivo estratégico de Estados Unidos lo constituye el debilitamiento de la revolu

hegemonía perdida con el derrocamiento del somocismo. Para ello, el imperialismo norteamerica

través de la idea del cuarto mundo, una variedad del etnicismo. En 1984 tiene lugar el viraje táctic

proyecto de autonomía como pacificación.

Conclusión

Como hemos observado a lo largo de este trabajo, la antropología, como toda ciencia social, pued

las corporaciones, siguiendo la lógica del poder; o, desde la perspectiva opuesta de la lógica de la

Partimos de la idea que el antropólogo, el científico social son --antes que nada-- intelectuales, def

capacidad crítica o de antagonismo en relación a cualquier tipo de poder. Lo que distingue a los in

tenía como lema: “duda de todo”. Norberto Bobbio también considera que la crítica es uno de los

como es sabido, entre el intelectual del poder, el intelectual tradicional, y el intelectual orgánico qu

el cambio social: el dilema o disyuntiva se expresa entre: ex parte populi o ex parte principi [20] . Sa

“Tenemos a las personas que sostienen que nuestra sociedad necesita imperiosamente un pensa

cambio, un pensamiento capaz a su vez de influir en ese cambio en una dirección que libere a la s

medida en que tal cosa compete a la inmensa mayoría de la humanidad (los pueblos de Asía, Áfricexperimentan en el presente el capitalismo como una forma pura y simple de depredación. Por co

operadores mentales, que sirven al aparato ideológico establecido, y los que pueden considerarse


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¡Ay nanita!

También, Esteban Krotz llama a recuperar la dimensión ética desde y para la antropología[22], cri

“postmodernos” celebran la “diferencia” exactamente donde se incrementan día a día la desiguald

situación y construir conocimientos científicos, instituciones académicas y carreras profesionales s


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Antonio Gramsci

[1] Ponencia para el Departamento de Antropología de la Universidad de Sevilla, 4 de octubre de 2

[2] Doctor en antropología por la Universidad de Utah, USA, Profesor investigador del INAH en Mo

[3] Ver: Leslie A, White. The Science of Culture. A Study of Man and Civilization . Toronto: Farr

[4] Kathleen Gough: «World revolution and the science of man», The Dissenting Academy , ob. ci

[5] Gerard Leclercq: Antropologie et colonialisme , Librairie Artheme Fayard, París, 1972.

[6] Editorial: Alianza Editorial, S.A., 2003

[7] Ver: Margaret Mead. Ruth Benedict. Columbia University Press. También: An Anthropologist a

Houghton Mifflin Co., Boston 1955,

[8] Ruth Benedict. Ob. cit., p. 15.

http://-/?-http://-/?-


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[9] Ver: Gilberto López y Rivas. Antropología, minorías étnicas y cuestión nacional. México: A

[10] Pablo González Casanova: «Sociedad plural, colonialismo interno y desarrollo», América Lati

Ciencias Sociales , (México) . Año VI, no. 3, julio-septiembre, 1963. Del mismo autor: La Democrac

explotación , Siglo XXI, México, 1987. González Casanova es quien señala que el primero en usar

[11] Ver: Gilberto López y Rivas. “Relaciones peligrosas: los antropólogos y el Estado”, en Conveni

América Latina y el Caribe, Zurich, s/f., pp. 45-49

[12] Alfonso Caso. Indigenismo. México: INI, 1958, p. 36.

[13] Ver: Gilberto López y Rivas. Antropología, Etnomarxismo y compromiso social de los an

[14] Ver. Salomón Bloom. El mundo de las naciones. Buenos Aires: Siglo XXI, 1975. También: Gil

ocupación. México: Editorial Nuestro Tiempo, 1979. La 4° edición, de Ocean Sur, es de 2009.

[15] Leopoldo Mármora, El concepto Socialista de nación. México: Siglo XXI, Colección Pasado yactualmente: el siguiente texto es parte de una declaración emitida el 14 de julio de 2006 “En toda

fundamental del proceso revolucionario, el campesinado, los pueblos indígenas y negros y la juve

negando en los hechos el discurso que pretendió prosternar (Sic) la acción de la clase obrera al su

estratégicamente, nunca perdió su papel de fuerza fundamental del proceso revoluciona

revolución en América Latina.Quito. 14 de julio de 2006 (negrillas nuestras). Igualmente, en la

elaborada en el 10° Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros, se mencion

trabajadores”: “Se amplía y fortalece la organización de diversos sectores de trabajadores, jóvenes

citado, 2 de diciembre de 2008.

[16] Ver Manuel Ortega Hegg. Informe politológico sobre la Autonomia en Nicarágua. “Autonomía

www.latautonomy.org.

[17] Ver nuestros documentos y resultados en: http://www.latautonmy.org

[18] Laura Baca Olamendi. Léxico de la Política. México: FLACSO-Fondo de Cultura Económi

[19] Norberto Bobbio y Nicola Mateucci. Diccionario de Política. México: Siglo XXI, 1986.

[20] Antonio Gramsci. Cuadernos de la cárcel. Notas sobre Maquiavelo, sobre política y sob

[21] Samir Amin. El capitalismo en la era de la globalización. Barcelona, Buenos Aires, México

[22] Siguiendo el itinerario intelectual del historiador francés Marc Bloch, quien muere asesinado

Resistencia Antifascista, Carlos Antonio Aguirre Rojas señala: “Si el intelectual no asume su compro

hace igualmente responsable, por omisión, del destino y los rumbos que tome esa sociedad en el

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intelectual de Marc Bloch y el compromiso con su propio presente”, en Contribuciones desde Co

de México.

[23] Esteban Krotz. “Cuatro cuestiones cruciales para el desarrollo de nuestras antropologías”, en

México: UAM- Juan Pablos, 2007. P. 169.

EZLN y adherentes al CNI firman la Declaración sobre el Despojo contra Nuestros Pueblo. Foto de

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#1 Francisco Rangel 04-03-2016 00:42Excelente texto

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