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ANUARIO ARQUEOLÓGICO DE ANDALUCÍA 1996

ANUARIO ARQUEOLÓGICO DE ANDALUCÍA · Responde a un entramado comple-jo de relaciones en el que se hallan comprendidos castellanos, granadinos, meriníes, e incluso la corona de

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ANUARIO ARQUEOLÓGICO

DEANDALUCÍA

1996

ANUARIO ARQUEOLÓGICO DE ANDALUCÍA 1996Informes y Memorias

Abreviatura AAA’ 96

Coordinación de la edición:Dirección General de Bienes CulturalesServicio de Investigación y Difusión del P.H.C/ Levíes, 17 41071 SevillaTelf. 955036600 Fax 955036621

© de los artículos. Los Autores© de la edición: JUNTA DE ANDALUCÍA. Consejería de Cultura. E.P.G.

Edita: JUNTA DE ANDALUCÍA. Consejería de Cultura. Empresa Pública de Gestión de Programas Culturales

Impresión Tecnographic,S.L. Artes Gráficas. SEVILLA

ISBN Obra Completa: 84-8266-205-8ISBN del Tomo: 84-8266-204-XDepósito Legal: SE-49/2001

Resumen: Los restos inmuebles documentados en la excava-ción arqueológica de urgencia realizada en el solar de la calleCánovas del Castillo nº 5 pertenecen a dos grupos estructuralesdomésticos. Las características morfológicas de estas dos casas,tanto en su técnica de construcción, como en su distribuciónespacial, siguen los modelos de las casas islámicas medievales.Los objetos muebles aparecidos, en la mayoría cerámicos, estánrelacionados con la función doméstica de las estructuras, perte-neciendo a producciones islámicas bajo medievales. Este conjun-to pertenece a la Villa Nueva algecireña (al-Buniyya), asenta-miento meriní de finales del siglo XIII y primera mitad del XIV.

Abstract: The real remains documentaded in the urgency arque-ologic excavation realizated in the Canovas del Castillo street aretwo differents houses. The morfologic caracteristics of these twohouses are as in their constructions thecnical as in their spacial dis-positions pursue teh models of the medieval islamic houses.

The movable objects appeared pottery, chiefly are relacionatedwhit the domestic function of the structures, pertaining to the latemedieval islamic productions. This conjunt peertains to the isla-mic city (al-Buniyya), meriní estblishment from final century XIIIto first middle of XIV century.

I. INTRODUCCIÓN

El motivo de la redacción de este artículo es la presentación delos resultados obtenidos en la excavación del solar nº 5 de la calleCánovas del Castillo, ubicado en el sureste de la Villa Nueva alge-cireña. Dicha investigación está dentro de un conjunto de inter-venciones arqueológicas de urgencia realizadas en esta zona dela ciudad, en las que se ha documentado una serie de viviendasmedievales pertenecientes al asentamiento islámico medieval enla Villa Nueva.

Las primeras intervenciones en la que detectamos la existenciade este yacimiento fueron los sondeos estratigráficos realizadosen este solar y la excavación en extensión de la parcela colin-dante nº 3 (1). Debido al interés de estos resultados se decidió laexcavación en extensión de la parcela nº 5, donde, como anali-zaremos más adelante, documentamos dos grupos estructuralespertenecientes a dos viviendas islámicas (2).

La espina dorsal metodológica, del estudio que presentamos enestas líneas, sigue un hilo conductor sincrónico. Éste nos propor-ciona la evidencia material de los cambios sufridos por una socie-dad a lo largo de un período histórico concreto, incidiendo direc-tamente en factores cualitativos tales como la distribución y fun-cionalidad de las estructuras constructivas, análisis arquitectónicoy urbanístico, etc.

Así, el marco histórico que nos encontramos es en el que surgeel desarrollo urbano de la Algeciras bajomedieval, plasmado en lafundación de la Villa Nueva. Responde a un entramado comple-jo de relaciones en el que se hallan comprendidos castellanos,granadinos, meriníes, e incluso la corona de Aragón. La lucha porel control comercial del Estrecho de Gibraltar, junto con el decli-ve y descomposición del imperio almohade, son dos elementosimportantes que explica el asentamiento de la dinastía BanuMerín o benimerín en estratégicas plazas como las de Algeciras,Tarifa, Marbella, y Ronda en el interior. Es un momento donde la

ciudad de Algeciras sufre fuertes transformaciones provocada porel asentamiento de las tropas de Abu Yusuf, al que se debe la fun-dación de la Villa Nueva. Probablemente la obra que mejor repre-senta y define los cambios acontecidos en la ciudad es la cons-trucción de la muralla que defiende este nuevo recinto urbano(3). Las excavaciones realizadas en estos últimos años en la Avda.Blas Infante, han puesto al descubierto la grandiosidad de estasestructuras, reflejando la importancia de este estratégico enclave,que funciona como puerta hacia el interior de la Península.

II. ESTUDIO MORFOLÓGICO DE LAS CASAS BAJO-MEDIEVALES

Es probable que cualquier lector que haya leído el númeroanterior de la revista Caetaria compruebe que el esquema quehemos seguido para este apartado es similar al artículo de JoséManuel Hita y Fernando Villada sobre el Arrabal de Enmedio deCeuta (4), que a su vez se asemeja al de A. Bazzana (5). Aunquela repetición de un mismo esquema en diferentes trabajos puedaser algo reiterativa, pensamos que puede servir para hacer estu-dios comparativos y territoriales de este tipo de asentamientourbano. No debemos de olvidar la semejanza que existe, comoenclaves estratégicos del Estrecho, entre Ceuta y Algeciras.

1. Análisis técnico de las viviendas

a. Acondicionamiento del terreno

De la misma forma que el trazado urbano, la topografía de estazona de Algeciras ha variado de forma consustancial. Durante elmedievo las viviendas fueron construidas sobre una suave laderadonde se realizó una explanación y abancalamiento en forma deterrazas. Así las dos casas se construyeron adaptadas en dos terra-zas a distinto nivel; la superior a 18,94 mts. y la inferior a 18,20mts. sobre el nivel del mar (s.n.m.). Siguiendo este sistema deacondicionamiento, la parte inferior del muro de la casa 1, ubi-cada en la terraza superior, sirvió no sólo de cerramiento, sinotambién de muro de contención del frente del bancal.

El derrumbamiento de las viviendas, tras el abandono de la ciu-dad a partir de 1379, y la colmatación eólica, cambió la morfolo-gía del terreno, desapareciendo progresivamente las terrazas. Pos-teriormente, con las explanaciones realizadas para la edificacióndel cortijo de los Gálvez y las edificaciones del siglo XIX, se con-formaría la topografía que actualmente podemos observar (6). Enel período moderno la pendiente tenía una cota máxima de 19,70mts s.n.m. y una mínima de 19,50 mts. s.n.m. Este desnivel dis-minuye a finales del siglo XVIII, perdurando la máxima y aumen-tando la mínima a 171 mts. s.n.m.

b. Elementos de sustentación

Los dos únicos elementos de sustentación documentados en lasdos casas conservadas son los muros y las pilastras que funcio-nan como jambas de los accesos (FIG. 1) (LÁM I).

El muro es el elemento sustentante de mayor entidad, ya quefunciona no sólo como soporte continuo, sino también, como es

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EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LACALLE CÁNOVAS DEL CASTILLO Nº 5(ALGECIRAS)

JOSÉ Mª GENER BASALLLOTE

lógico, de cierre de los distintos espacios. Aunque parezca obvio,esta última característica, como más adelante veremos, es necesa-ria para conocer este tipo de vivienda islámica.

En primer lugar, la base que sustenta al muro, la cimentación,está excavada en la arena y con un relleno de tierra y arcilla. Lafosa tiene poca profundidad (15-20 cmts.), pudiéndose colocarsolo un par de hileras de lajas de caliza como cimiento. Además,su anchura apenas supera el ancho de los zócalos. El hecho defabricar unas cimentaciones tan débiles en un firme poco esta-

ble, como es la arena, nos lleva a pensar que estos cimientosrecibían poca carga, por lo que posiblemente servían para ase-gurar la estabilidad de un edificio que no sería de gran enver-gadura y con un alzado construido con un material poco pesadocomo el tapial.

El material empleado para los zócalos fue la mampostería delajas de caliza, dispuestas aprovechando sus caras naturales orecortadas para dar una superficie uniforme a las paredes. Eltendel es de arcilla con algunos fragmentos de cerámica y ladri-llos. Tienen un grosor en torno a los 50 y 70 cm. y el alzadomayor conservado es de 122 cm. Aunque no hemos constatadoin situ el alzado de estas estructuras, la aparición de abundan-te arcilla en los derrumbes es un hecho indiscutible para pen-sar que sobre los zócalos de mampuesto los muros se alzabancon tapial. Este material es lo suficientemente ligero para edifi-car en suelos pocos firmes sin necesidad de excavar grandesfosas de cimentación.

Los tabiques que delimitan las diferentes estancias de cada casase construyeron con un mampuesto de pequeñas piedras irregu-lares alternadas con verdugadas de ladrillos. El grosor es inferiora los muros perimetrales, variando entre los 30 y 40 cm. Loscimientos son de escasa profundidad sin relleno de tierra.

El otro elemento de sustentación documentado es la pilastra,que en este caso hacía función de jambas de las puertas (LÁM. II).Desgraciadamente el estado de conservación de la casa 1 a nivelde zócalo, nos impide conocer de que material estaban construi-das. Posiblemente sean de un mampuesto similar al de los zóca-los.

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FIG. 1. Planta de las dos viviendas.

LÁM. I. Vista general de la excavación del solar nº 5.

c.Vanos

Debido al alzado conservado de las estructuras, sólo tenemosconstatado vanos de acceso (LÁM. II). Los umbrales de la casatiene una anchura entorno a 90-100 cm. Los vanos de entradaexteriores han sido localizados en la estancia 1(E1) de la casa1(C1) y de la casa 2 (C2). El primero, mejor conservado, está ele-vado a 33 cm del suelo, accediéndose por medio de una escalerade construcción sumaria con 3 peldaños de piedras y barro. Susjambas son dos pilastras sobre las que descansaría un dintel oarco. Los accesos de las estancias presentan en una de las jambasun saliente de ladrillos que sirve de tope de las puertas. Estas serí-an de una sola hoja, construidas de madera y abiertas hacia elinterior. Debido al número de clavos de cabeza redondeada apa-recido sobre los zaguanes, hemos comprobado como las puertasestuvieron elaboradas uniendo la tablazón con peinazos transver-sales. La técnica empleada para estas puertas sería similar a losejemplares conservados en el Museo Arqueológico Nacional (7).Por último, los umbrales suelen ser continuación del pavimentoo, como en el paso de la estancia 1 a la 2 de la casa 1, de losasde piedra de forma rectangular.

d. Cubierta

El único documento material que nos aporta una informaciónde las características de los techos son las tejas aparecidas enderrumbes y rellenos. No obstante, si partimos de una distribu-ción espacial en la vivienda -desarrollada en torno a un patio cen-tral- podemos aproximarnos a la realidad constructiva de los ele-mentos sustentados. El techo debería estar formado por un siste-ma mixto compuesto de la armadura, que funciona como ele-mento portante y la cubierta. Partiendo de una planta centraliza-da al patio, donde todos los espacios se manifiestan en torno aeste, la armadura estaría construida en una sola vertiente inclina-da al patio interior. Este tipo de techado es el construido en Huer-ta Rufino en Ceuta (8), que de igual forma que los atrios toscanosde las domus romanas, recogía el agua pluvial que, en el caso dela casa islámica, solían llenar un aljibe.

El esquema de la armadura ha perdurado hasta nuestros días,sobretodo en estancias de modestas dimensiones con muros queno necesiten soportar un gran peso. Está compuesto de vigascorreas que parten del muro interior al del patio; éstas recibenlos cabios (cabrios), que sobresalen del muro interior en formade alero. Estos últimos reciben perpendicularmente los contra-pares sobre los que se coloca la tablazón que sustenta la cubier-ta, construidas con tejas de canal, único elemento que ha per-durado hasta nuestros días.

e. Pavimentos

Los suelos hallados varían según la dependencia. Son de dostipos:

Suelos de argamasa con abundante cal hidráulica. Están apo-yados sobre una cama de tierra apisonada. En la estancia 1 de lacasa 1 se ha colocado otro nivel de grava bajo la tierra apisona-da, aislando aún mas el pavimento de la arena. Están enlucidosen color blanco o rojo. En la estancia 2 una franja blanca, algomás elevada que el resto del suelo, delimita funcionalmente dosespacios (LÁM. III) . Este tipo de suelo es de escasa consistencia,por lo que se reparó periódicamente alternando los colores blan-co y almagra (LÁM IV).

Suelo de ladrillo. Solamente se ha constatado escasos restosde la línea adosada a los muros de la estancia 1 de la casa 1. Posi-blemente los ladrillos hayan sido expoliados para las construccio-nes del período moderno. El modulo de cada pieza es de 24 x 12x 4 cmts. Están colocados sobre una capa de mortero, encima deun antiguo suelo de argamasa enlucido en blanco.

f. Revestimientos

Aunque sólo hemos constatado pequeños fragmentos in situ,tanto los muros de cerramiento como los tabiques, están enfosca-dos con argamasa posteriormente enlucida. No ha aparecido nin-gún tipo de decoración al temple, por lo que los interiores estabanenlucidos de color blanco con un zócalo de tonalidad almagra.

g. Estructuras hidráulicas

A pesar de la cercanía de este solar con el sistema hidráulicoaparecido en la parcela contigua nº 59, no se ha constatado lacontinuidad de la canalización. La única estructura con esta fun-cionalidad es una pequeña pileta (85 x 80 cm.) en la estancia 1de la casa 2, que probablemente funcionó como alberca o fuen-te, y conserva todavía parte de la canalización de entrada de agua.Fue construida con tapial recubierto de argamasa estucada encolor blanco, sufriendo posteriormente dos estucados más en rojoy otro, de nuevo, en blanco.

2. Distribución espacial de las viviendas

Desgraciadamente, debido a la extensión de la parcela excava-da, no hemos podido documentar todas las estancias de las doscasas. Aun así, hemos comprobado que estas viviendas siguen elmodelo generalizado en el mundo musulmán. Su esquema arqui-tectónico parte de un núcleo articulador que es el patio (wsat al-dàr) (10) . Entorno a este se distribuye el resto de las estancias;

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LÁM. II. Accesos de la casa 1.

dormitorios, cocina, letrina, etc. (FIG. 2) Esta disposición respon-de a una forma de vida que transcurre oculta en el interior, expre-sada en el recogimiento familiar, por lo que la mayoría de losvanos suelen estar asomados al patio11. Es muy posible que estosedificios respondan a un planteamiento urbanístico predetermina-do, como toda la parte de la ciudad fundada por el emir AbuYusuf. El emplazamiento domina la bahía y el Estrecho y estásituado a escasos metros de una de las principales arterias de laVilla, a la que se accedía por la Puerta de Gibraltar.

CASA 1 (grupo estructural A. GE.a).

En la casa 1 conocemos 3 estancias. Ninguna de ellas han podidoser excavadas en su totalidad, por lo que sus superficies son relativas.

Estancia 1 (complejo estructural 1. CE.1). LÁM.V.

Es el acceso a la vivienda desde el exterior, que se hace a tra-vés de una pequeña escalera que solventa el desnivel de la terra-za. Tiene un zaguán en recodo con una superficie de 6,21 m2. Supavimento, destruido totalmente, era de losas de ladrillos, con unumbral de lajas de piedra para el paso a la estancia 3. Anterior alsuelo de cerámica había otro de argamasa enlucida en blanco.

Estancia 2 (CE.2).

Habitación con 8,40 m2. Forma la esquina NW de la casa. Estádividida en dos espacios por una moldura de argamasa elevadasólo a unos 3 cm. Esta división debe responder a una diferencia-ción funcional que no hemos podido determinar. Tiene un acce-

so a la estancia 3 (posible patio). El suelo es de argamasa enluci-da en una tonalidad almagra. Sus paredes irían con un zócalo deeste color y la pared en blanco.

Estancia 3 (CE.3).

Pocos datos hemos podido obtener de este espacio, ya que solose ha podido excavar una pequeña franja. El hecho de que tantola estancia 1 como la 2 estén comunicadas con este espacio, res-ponde a la distribución de las habitaciones en torno al eje centralque forma el patio.

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LÁM. III. Delimitación de dos espacios funcionales de la estancia 2 de la casa 1. LÁM. IV. Pavimento de la estancia 2 de la casa 1.

LÁM. V. Estancia 1 de la casa 1.

FIG. 2. Planta ideal de la casa musulmana.

CASA 2 (grupo estructural B. GE.b).

Esta casa está muy destruida. Todos sus pavimentos han sidodestruidos y expoliados. Además, las remociones provocadas porlas construcciones del edificio contemporáneo han alterado con-siderablemente la estratigrafía. Está edificada en una antigua terra-za inferior a la casa 1.

Estancia 1 (CE.1).

Espacio de acceso de la casa 2 (8,36 m2). Tiene un grado dedestrucción muy alto. Conserva en su interior la base de unapequeña pileta. El suelo, casi totalmente destruido, es de arga-masa.

Estancia 2 (CE.2).

Habitación de 3,74 m2 muy alterada. No se ha localizado nin-gún acceso y pavimento.

III. DESCRIPCIÓN DE LOS OBJETOS MUEBLES

1. Cerámica

Los hallazgos cerámicos del yacimiento son abundantes y deuna tipología muy variada. Los complejos estructurales con mayorconcentración son las estancias 1 y 2 de la casa 1. Según la fun-cionalidad hemos documentado los siguientes grupos:

a. Preparación de Alimentos.

Orcitas. Son una producción muy característica de Algeciras.Aunque también se han asociado con funciones de juego y espar-cimiento (A.A.V.V., 1993, p. 230), pesamos que en nuestro casoestán relacionadas con especieros o pequeños recipientes parapreparación de alimentos (especias, salsas, etc.). Su altura varía entorno a los 5 cmts. y su diámetro no es superior a 4 cmts. Su formatiene borde plano, cuerpo troncocónico con carena media/baja ybase algo convexa.

Morteros. Tienen una presencia muy escasa. Son de borderedondeado, cuerpo troncocónico y fondo plano muy grueso.

b. Cocción de alimentos

Olla/marmita. Su morfología es muy homogénea, basada enel labio redondeado, cuello cilíndrico o ligeramente troncocóni-co, cuerpo globular con suaves acanaladuras y carena baja enunión con la base convexa y dos asas. Tienen vidriado meladoal interior y chorreones al exterior. También existen solamentebizcochadas.

Cazuela. Al igual que las marmitas, el tipo de cazuela tienepoca variantes. Presentan un borde simple o bífido (para soportarla tapadera), cuerpo ligeramente troncocónico, a veces moldura-do, unido por medio de una carena con una base de forma con-vexa. Tiene de dos a cinco asas. La mayoría está vidriada al inte-rior de color melado y al exterior con chorreones.

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Anafre. Al margen de su función de cocción, como es obvio,sirvieron como calefacción. Son muy pocos los anafres consta-tados, con borde de sección triangular, dos cuerpos troncocóni-cos contrapuestos; el superior, con borde sección triangular yorificios de aireación, y el cenicero, de base irregular y aberturatriangular. Está decorado con digitaciones a forma de acanala-duras verticales.

c. Servicio y presentación de alimentos

Ataifor. Es el tipo predominante de toda la cerámica del yaci-miento. La forma es la misma que se ha documentado en Qsar es-Segui12 en su variante temprana. Tiene labio simple, pared tron-cocónica, con carena alta y solero cóncavo, y pie anular. El vidria-do suele ser total al exterior y al interior en color negro y sobre-todo melado. La decoración es solo al interior, con formas geo-métricas y pseudoepigráfica (LÁM. VI).

Escudilla. Tiene labio redondeado o exterior, sección curva ybase anular. Está relacionada con las producciones con decora-ción marrón manganeso con motivos geométricos y/o vegetalgeométrico sobre cubierta melada.

Redomas. Este tipo de recipiente es poco representativo, apa-reciendo restos de cuellos y bocas con el arranque del asa.

Jarra/Jarro/Jarrita. Dentro de esta forma nos encontramoscon tres producciones.

* Jarros con decoración geométrica a la almagra. Tienen elborde plano, ligeramente engrosado o trilobulado, cuerpoglobular, a veces acanalado y fondo plano.

* Jarras y jarros con vidriado melado. La forma es similar a laproducción anterior.

* Jarritos/as con decoración esgrafiada. Borde recto, panzaabombada, cuello bajo, dos asas y pie anular precedido deuna moldura. Según Julio Navarro Palazón esta moldura estípica de las variantes más tardías fechadas en el segundocuarto del siglo XII13.

La panza aparece normalmente acanalada, siendo frecuenteque muestre elementos decorativos pintados y motas en las asas,quedando reservado el cuello para las decoraciones esgrafiadasLos motivos decorativos esgrafiados aparecen en reserva con fon-dos rasgados. La separación de los campos ornamentales del cue-llo es por medio de anillos en reserva. El tema suele ser epigráfi-co o con decoración geométrica en reserva y vegetal-geométricacon un fuerte carácter antinaturalista. En cuanto a la decoraciónepigráfica es de carácter cursivo repitiéndose la frase al-`izza li-llah (la gloria para Alá), asociada a las jarras del segundo cuartodel siglo XIII (FIG. 3).

Tapaderas. La forma más aparecida es borde plano, seccióncóncava y base plana. Presenta un pedúnculo como asidero. Tam-bién se ha documentado fragmentos con borde entrante, cuerposemicircular con baquetón de tope y asidero anular. Están deco-rados con vidriado melado con decoración geométrica.

d.Transporte y contención

Cantaros. Están relacionados con la producción con decora-ciones geométricas en almagra. Tiene borde engrosado y/o trilo-bulado, cuerpo globular, a veces acanalado y base plana.

Tinaja. En la excavación ha aparecido una tinaja completa condecoración estampillada y cubierta parcialmente de verde manga-neso. Tiene labio engrosado, carece de cuello, cuerpo globularcon asas de ala y fondo plano (lám. 6, fig. 4). Está cubierta dedecoración estampillada en casi toda su superficie, separando loscampos ornamentales con cordones acanalados y con decoraciónde espigas utilizando la técnica a ruedecilla. Los campos decora-tivos, de borde a fondo, son los siguientes (FIG. 5):

1. Ramas onduladas que terminan en flores trisépalas.2. Cenefa con red de rombos.3. Decoración geométrica en forma de red de rombos.4. Decoración arquitectónica con arco polilobulado.5 y 6. Motivo vegetal de ramas opuestas terminadas en hojas.7. Flores trisépalas opuestas en el interior de ramas en forma

de S.8.Trenzas verticales.

La producción de este tipo de recipiente con decoraciónestampillada pertenece al mismo grupo que ha estudiado Anto-nio Torremocha de diferentes yacimientos de Algecira14 , cuyaprocedencia la adscribe al territorio meriní a ambos lado delEstrecho.

e. Higiene doméstica y personal

Alcadafes. Dentro de esta forma tenemos dos tipos que sedifieren en el diámetro y decoración. Los de mayor dimensión tie-nen un diámetro en torno a los 50 cmts, con labio engrosado exte-rior de sección circular o colgante, cuerpo troncocónico invertidoy base pala. La única decoración que suele presentar es una cuer-da impresa en el labio o en el cuerpo (LÁM. VI). La otra forma esde menor diámetro (20-30 cmts) con labio engrosado exterior,cuerpo troncocónico con mayor verticalidad que la variante ante-

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LÁM VI. Cerámica aparecida en la estancia 1 de la Casa 1. Tinaja con decoración estampi-llada, alcadafe, ataifores y tapón de hueso trabajado.

rior y base plana. La decoración es incisa a peine formando unabanda ondulada.

Bacines. Presenta labio engrosado al exterior, cuerpo cilíndri-co o ligeramente troncocónico y fondo plano. La decoración esincisa con una banda ondulada a peine.

f. Iluminación

Candiles. Al margen de escasos fragmentos de candiles depiquera y uno de cazuela, en el yacimiento se han documentadoun número considerable de pie alto. Está compuesto por unacazoleta con piquera de pellizco, fuste cilíndrico, ligeramentetroncocónico, moldurado con cavidad basal y una peana planacon moldura.

2. Metales

Al margen de numerosos clavos, debemos destacar los clavosde cabeza semiesférica de los tablones de la puerta y dos agujasde base abierta de uso cosmético para la aplicación del kohol.

3. Hueso trabajado

El único material de hueso trabajado es un tapón para ungüen-tario, cuya forma está compuesta de diferentes discos superpues-tos sobre una esfera (LÁM. VI).

Por último, sólo nos queda decir que con esta excavaciónhemos pretendido hacer un estudio micro y semi-micro espacialde la ocupación islámica en la Villa Nueva. Para completar este

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FIG. 3. Cerámica esgrafiada. FIG. 4. Tinaja con decoración estampillada.

FIG 5. Motivos decorativos estampillados.

análisis hemos redactado el presente artículo partiendo de unestudio del yacimiento desde su perspectiva sincrónica. Posible-mente, para culminar este proceso de investigación deberíamoshacer, por una parte, un análisis macro espacial interrelacionando

de los resultados de las últimas excavaciones dentro del recintomedieval, y por otro, un estudio tipológico de todo el materialmueble aparecido.

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Notas

(1) José Mª Gener, J.M, “Aproximación a la Evolución Urbanística de la Villa Nueva de Algeciras desde la Perspectiva Histórica-Arqueológica”, Caetaria, 1(1996), pp. 53- 65.(2) Agradecemos la colaboración a D. Pedro González, Dña Laura Millán, Dña. Francisca Piñatel y al equipo del Museo Histórico Municipal dirigido porD. Antonio Torremocha Silva, sin los cuales hubiera sido imposible realizar este trabajo. (3) Antonio Torremocha Silva, Algeciras entre la Cristiandad y el Islam, Algeciras, 1994, p. 258. (4) José Manuel Hita, Fernando Villada, “Unas casas meriníes en el Arrabal de Enmedio de Ceuta”, Caetaria, 1 (1996), pp. 67-68.(5) Esta similitud de criterios es también fruto de haber colaborado con el equipo del Museo Histórico Municipal de Ceuta en la excavación de Huerta Rufi-no. A. Bazzana, Mainsons d´Al- andalus. Habitat médiéval et structures de peuplement dans L´Espagne Orientale, Madrid, 1992.(6) José Mª Gener, J.M, pp. 63-64.(7) A. Fernández-Puertas, “La casa nazarí en Granada” en Casas y Palacios de Al- Andalus, Lurnwerg, 1995, p. 271.(8) José Mª Gener, J.M, p. 59.(9) A. Fernández-Puertas, pp. 269-270.(10) B. Pavón, Ciudades Hispano-musulmanas, Madrid,1992 , pp.121-122.(11) E. Myers y J. Blackman, “Conical Plates of the Hispano-Moresque Tradition from Islamic Qsar Es-Seghir: Petrographic and Chemical Analyses”, III Con-gresso Internazionale La ceramica medievale nel mediterraneo occidentale,(1986), pp. 177- 198.(12) J. Navarro, La cerámica esgrafiada andalusí de Murcia, Madrid, 1986, p. 37.(13) Antonio Torremocha Silva, “Cerámica estampillada islámica del Museo de Algeciras”, Caetaria 1 (1996), pp. 93-119.

Resumen: Esta excavación se llevó a cabo en la Villa Nueva deAlgeciras en las inmediaciones de la muralla medieval construidaen el siglo XIII por los meriníes. Dio como resultado la localiza-ción de varias viviendas de esa época así como del siglo XIV, elregistro arqueológico constató el momento de abandono de laciudad y se rescataron gran cantidad de restos muebles que for-marán parte tras su estudio de una futura publicación.

Abstract: The investigation that have been made next to themoorish wall belong to the Villa Nueva of Algeciras wich was builtduring the thirteen century by the meriníes, have allowed thelocalization of several houses belonging to this period and anot-her from the fourteen century, the archaelogical register verifiedthe moorish withdrawal from the town, also a lot of manufactureswere found in the same place wich will be included in a futurepublication when the investigations are finished.

I. INTRODUCCIÓN

1 Situación

El solar objeto de la intervención arqueológica se encuentrasituado en la Villa Nueva de Algeciras. Dentro de éste recinto,este espacio se enclavaría en su sector N., adyacente a la mura-lla meriní (LÁM. I) a escasos metros de la conocida como Puer-ta de Gibraltar. Posee unas dimensiones de 660 m2. En elmomento de comenzar la intervención arqueológica, el espaciose encontraba parcialmente demolido, subsistiendo pilares decimentaciones anteriores en alzado, así mismo en su zona cen-tral encontramos un pozo todavía en uso, al fondo de la parce-la por su parte oriental permanecían en pié restos de tabicacio-nes que impedían plantear cualquier tipo de sondeo. La super-ficie del solar presentaba una cota de 18-18,10m sobre el niveldel mar entre los puntos occidental y oriental. (espacio paracolocar la LÁM. I)

2 Enmarque histórico

El solar donde se realizó la excavación se sitúa a intramuros dela linea septentrional de murallas de la Villa Nueva, esta defensafue construida por los meriníes entre los años 1279 y 1285 sobrelos restos del campamento que Alfonso XI estableció en su ase-dio a la Villa Vieja situada a la otra orilla del Río de la Miel duran-te los meses de Agosto de 1278 y Junio de 1279. (fig.1)

En 1344 caería la ciudad en manos de Alfonso XI tras otro largoasedio, para ser conquistada de nuevo por los nazaritas en 1369.Diez años después ante la inminente llegada de las tropas cristia-nas de nuevo, el monarca granadino ordenó demoler sus mura-llas, desmantelar los principales edificios y cegar su puerto.

En los años que siguieron a su destrucción y abandono, los térmi-nos de las Algeciras quedarían convertidos en baldíos, situación quecontinuaría inamovible hasta el año 1704 en que tras la entrada de laescuadra anglo-holandesa en Gibraltar se produce la diáspora de lapoblación gibraltareña y el establecimiento consecuente en todo eldenominado su Campo, esta situación propiciaría la fundación de SanRoque, Los Barrios y la nueva Algeciras.

3 Justificación de la intervención

La intervención arqueológica de urgencia se planteó necesariaante la inminente construcción en los terrenos de 25 pisos y 43plazas de garajes que se realizarían en dos plantas de sótanos bajolas viviendas. Dada la situación en la que se encuentra el solar, enuna zona de indudable interés histórico-arqueológico debido a suemplazamiento junto a las murallas, teníamos la posibilidad dehallar restos tanto estructurales como muebles de hábitat islámicoo anteriores, así como su continuidad o sus transformaciones a lolargo de los siglos XVIII y XIX.

4 Metodología

Tanto el planteamiento de las catas como su ubicación estuvocondicionado por las características del solar en el momento deacceder a él para la intervención. En principio al no existir restosarqueológicos emergentes que pudieran indicarnos la prioridadde excavar un determinado lugar, decidimos situar dos catas en lazona más próxima a las murallas y las dos restantes en el interiordel solar. Las dimensiones de las cuatro catas efectuadas, vinodada por la necesidad ante los restos encontrados de proseguir ensu ampliación o no (LÁM. II). Se numeraron siguiendo el ordende excavación siendo sus dimensiones las siguientes: 3X3m parala Cata I, 5x5m en la cata II, 3X7 m en la cata III y por último5x7m en la cata IV. Hubiera sido aconsejable continuar las exca-vaciones hasta completar al menos el perímetro de alguna de lasviviendas que encontramos, pero desgraciadamente esta excava-ción prevista en principio para 15 días sólo pudimos continuarla15 días más, fue por tanto materialmente imposible realizar lodeseado. A pesar de requerir al promotor la necesidad del segui-miento de las obras posteriores como quedó especificado ennuestro Informe, no nos avisaron del vaciado del solar por lo queno pudimos completar nuestro estudio.

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EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA DEURGENCIA REALIZADA EN LA ESQUINADE LA CALLE CONVENTO CON ALFÉREZVILLALTA MEDINA.ALGECIRAS.CÁDIZ

FRANCISCA PIÑATEL VERA

LÁM. I. Situación de la excavación (derecha) respecto de las murallas medievales de laVilla Nueva de Algeciras por su lado norte.

La actuación sobre el subsuelo se realizó con el apoyo de lametodología arqueológica basada en los principios científicos esta-blecidos por E.C. Harrix. Por esta razón, se procuró especial aten-ción al estudio del proceso de estratificación que aporta la docu-mentación secuencial necesaria para la reconstrucción del desarro-llo histórico de este espacio de la Villa Nueva de Algeciras.

Tras la limpieza superficial del solar con retroexcavadora, proce-dimos a la excavación manual del mismo, levantándose nivelesnaturales a partir de alzadas artificiales. Durante la excavación iden-tificamos cada unidad estratigráfica con un número de referencia,describiendo cada una de ellas en fichas-modelo, distinguiendo encada U.E. criterios tales como: tipología, composición, situación,

naturaleza de los sedimentos etc... En el caso de estratos de granpotencia procedimos a su excavación mediante alzadas artificialesde 15cm de espesor de cara a facilitar la detección de estratos deformación lenta con aportes sedimentarios homogéneos.

Las estratificaciones y los relieves detectados durante la excava-ción fueron documentados gráficamente mediante fotografía ydibujo, con una numeración correlativa de los estratos y pavimen-tos. La recogida exhaustiva de los restos muebles de cultura mate-rial (fragmentos cerámicos identificables y atípicos, metales) y eco-factos, se hizo diferenciándolos por UU.EE. a fin de obtener los ele-mentos que facilitaran el estudio cronoestratigráfico, de génesis delterreno y de funcionalidad de los espacios concretos. Como resul-tado elaboramos la Matrix del yacimiento por períodos y fases.

II. DESCRIPCIÓN CATA IV

Hemos decidido describir solamente esta cata que considera-mos una de las más interesantes junto con la II con idea de noalargar en demasía este punto de nuestro artículo. (Lám.3)

U.E. Horizontal positiva 301Potencia relativa: 5cmCaracterísticas: Restos de solería edificio preexistenteCronología: Actual

U.E. Horizontal positiva 301ACaracterísticas: Interfacies de ocupación

U.E. Horizontal positiva 302Potencia relativa: 2cmCaracterísticas: Argamasa preparación U.E.301Cronología: Actual

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FIG. 1. Plano esquematizado de Algeciras islámica. ( extraído de la Revista Almoraima Nº 21 pág.111.

LÁM. II. Situación de las Catas. Parte superior de derecha a izquierda, I y III, parte inferiorII y IV.

U.E. Horizontal positiva 303Potencia relativa: 5cmCaracterísticas: Pavimento enlosado de ladrillosCronología: Siglos XIX-XX

U.E.303 ACaracterísticas: Interfacies de ocupación

U.E. Horizontal positiva 304Potencia relativa: 1cmCaracterísticas: Preparación de pavimento U.E.303, compuesto poruna argamasa blanquecina de arenas, cal y gravillaCronología: Siglo XVIII

U.E. Horizontal positiva 305Potencia relativa: 3,5 cmCaracterísticas: Tierras pardas bajo U.E.304 contiene materialescerámicos mezclados, huesos, fragmentos de hierro y cristal.Estrato alterado debido a remociones posteriores a su formaciónCronología: Siglo XVIII

U.E. Horizontal positiva 306Potencia relativa: 1cm

Características: Pavimento argamasa blanca discontinuoCronología: Siglo XVIII

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LÁM. III. Cata IV. Detalle de las U.U.E.E. 312, 313, 314, y 320.

FIG. 2. Cata IV. Planta general.

U.E. 306 ACaracterísticas: Interfacies de ocupación asociada a las UU.EE. 306y 307

U.E. Horizontal positiva 307Potencia relativa: 3cmCaracterísticas: Pavimento de lajas calizas irregulares con liganteaarcillosoCronología: Siglo XVIII

U.E. Horizontal positiva 308Potencia relativa: 45cmCaracterísticas: Relleno bajo U.E. 307 conformado por tierras suel-tas con ladrillos y piedras además de algunos restos cerámicos,vidrios y una olambrilla Cronología: Dudosa

U.E. Vertical positiva 309Potencia relativa: 50cmCaracterísticas: Estructura conformada por lajas calizas irregulares,ladrillos y materiales reutilizados (bolaños, piedra ostionera traba-jada), y ligante arcilloso, en la limpieza de esta estructura apare-cen materiales medievales , la orientación NE-SW forma esquinaW-E cuya continuidad se introduce en el perfil de la excavaciónCronología: Siglo XIV

U.E. Vertical negativa 309 AInterfacies estructural en función de cimentación

U.E. Horizontal positiva 310Potencia relativa: 45cm

Características: Unidad deposicional de tierras pardas con grancantidad de piedras sueltas, cerámica medieval, huesos conchas,restos de materiales constructivos, clavos de hierro y escoriasCronología: Siglo XIV

U.E. Horizontal positiva 311Potencia relativa: 10-35cmCaracterísticas: Escalón de ladrillos con base de lajas calizas quese introduce en el perfil de la cata por su parte N-ECronología: Siglo XIV

U.E. Horizontal positiva 312Potencia relativa: 40cmCaracterísticas: Derrumbe caótico de estructuras producida porobras de canalizaciones recientes compuesto por lajas calizas irre-gulares, tierras parduzcas, materiales constructivos y fragmentoscerámicosCronología: Siglo XIV

U.E. Horizontal positiva 313 Potencia relativa: 25cmCaracterísticas: Unidad deposicional de tierras negras quemadascorrelacionble con el abandono y destrucción de la ciudad. Apa-recen restos abundantes de materiales cerámicos huesos de mamí-feros, conchas de moluscos, clavos e hierros amorfos así comorestos de materiales constructivosCronología: Siglo XIV

U.E. Horizontal negativa 313 AInterfacies de destrucción

U.E. Vertical positiva 314Potencia relativa: 45cmCaracterísticas: estructura conformada por lajas calizas irregularescon ligante arcilloso similar a la U.E. 309 con orientación W-Eesquina en dirección N-ECronología: Siglo XIV

U.E. Vertical negativa 314 AInterfacies estructural en función de cimentaciónU.E. Horizontal positiva 315Potencia relativa: 20cmCaracterísticas: Unidad deposicional de tierras pardas contenien-do restos cerámicos y de material constructivo además de algunoshuesosCronología: Siglo XIV

U.E. Horizontal positiva 316Potencia relativa: 30cmCaracterísticas: Derrumbe caótico de estructuras situado en el sec-tor S-W de la cuadrícula, aparecieron mezclado con las lajas cali-zas materiales cerámicos medievales y algunos huesosCronología: Siglo XIV

U.E. Vertical negativa 317Potencia relativa: 3cmCaracterísticas: Atarjea junto a U.E. 316 la cota indica su proce-dencia medieval en la limpieza que se efectuó de la misma seencontraron restos cerámicos de la época apareció semidestruidaapareciendo un total de diez ladrillosCronología: Siglo XIV

U.E. Vertical negativa 317 AInterfacies de preparación de la atarjea

U.E. Vertical positiva 318Potencia relativa: 10cmCaracterísticas: Lajas calizas conformando la pared de la atarjeacon ligante de arenas arcillas y calCronología: Siglo XIVU.E. Horizontal positiva 319

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LÁM. IV. Cata II. Pavimento desmantelado y andén.

LÁM. V. Cata II. Estructura muraria.

Potencia relativa: 25cmCaracterísticas: Canalización cerámica industrial que destruyeestructuras anterioresCronología: Siglo XX

U.E. Horizontal negativa 319 AInterfacies de preparación canalizaciónU.E. Horizontal positiva 320Potencia relativa: 30cmCaracterísticas: Canalización hormigónCronología: Actual

U.E. Horizontal negativa 320 AInterfacies de preparación canalización

U.E. Horizontal positiva 321Potencia relativa 20cmCaracterísticas: Derrumbe de ladrillos y piedras mezclados conargamasa compuesta de arenas y cal debajo de la U.E. 315Cronología: Siglo XIV

U.E. Horizontal positiva 321 AInterfacies de destrucción

U.E. Vertical negativa 322Potencia relativa: 20cmCaracterísticas: Canalización de piedras calizas semidestruidaCronología: Siglo XIV

U.E. Vertical negativa 322 AInterfacies de preparación canalización

U.E. Horizontal positiva 323Potencia relativa: 30cmCaracterísticas: Unidad deposicional de tierras pardas oscuras conescasos restos arqueológicosCronología : Dudosa

U.E. Horizontal positiva 324Potencia relativa: 20cmCaracterísticas: Tierras pardas estérilesCronología: Dudosa

III. RESULTADOS. FASES DE OCUPACIÓN DEL YACIMIENTO

FASE I

Es el momento de ocupación mas antiguo que localizamos enesta intervención arqueológica aparece representada en la Cata IIy se corresponde con el establecimiento benimerí en la zona nortede la Villa Nueva en los momentos finales del siglo XIII.

Quedó documentado por la aparición de un pavimento deolambrillas vidriadas en negro (LÁMS. IV y V) asociado al cualencontramos una estructura muraria conformada por lajas calizasregularizadas cuyo ligante era de tipo arcilloso que podría corres-ponder a uno de los muros exteriores de una vivienda presenta-ba una orientación N-E, S-W. Excavamos además junto a los res-tos de suelo una unidad de destrucción de tapial que identifica-mos con los restos procedentes de las tabicaciones de la estancia,en cuyo exterior localizamos un andén de ladrillos, obra propiade los exteriores de estas viviendas donde solían rodear a los

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LÁM. VI. Cata II. Vertedero. LÁM. VIII. Cata IV. Pavimento del siglo XVIII.

LÁM. VII. Cata IV. Restos de cerámica asociada a huesos de bóvido en la U.E.313. LÁM. IX. Materiales cerámicos estampillados procedentes de la excavación.

estanques o patios enlozados y de cuyos restos no encontramosvestigios.

FASE II

Aparece también reflejada esta segunda fase de ocupación en laCata II y pertenece al mismo periodo que la fase I aunque amomentos algo posteriores ya que localizamos un nuevo suelo acotas superiores al momento ocupacional anteriormente descrito,pensamos por tanto que nos encontramos en momentos adscribi-bles a los inicios del siglo XIV. El pavimento documentado lo cons-tituían calizas y ladrillos en contacto con una estructura semicircu-lar muy deteriorada, que funcionalmente podíamos definir comoun poyo de cocina hecho que se deduce gracias a los restos de car-bón y de cerámica de cocina que localizamos en esta U.E. Estasegunda ocupación parece coincidir con la ubicación de un verte-dero en los exteriores de la estancia, justamente sobre el suelo quecomentábamos en la fase I de ocupación. Del vertedero (LÁM. VI)se rescataron gran cantidad de materiales cerámicos y de otro tipo,tales como: Contenedores de fuego, vajilla de mesa y de cocina,otros utilizables para el almacenamiento, transporte o conservación,gran cantidad de huesos de mamíferos, además de escorias de hie-rro algunos clavos y un par de agujas de bronce.

FASE III

El tercer momento de ocupación de esta excavación lo situa-mos en la Cata IV, donde localizamos un nivel generalizado deincendio en toda la cuadrícula (35m2), bajo una unidad deposi-

cional de tierras pardas que contenía abundante cerámica medie-val. Podríamos interpretarlo como una situación de catástrofegeneral cuyas causas podrían ser varias, sin descartar la posibili-dad de encontrarnos con uno de los testimonios del asedio sufri-do por la ciudad durante la toma de la misma por las tropas cris-tianas, dada la cercanía de las casas a las murallas; el hecho deencontrarnos los restos de un animal (LÁM. VII) casi entero juntoa las viviendas junto con materiales de todo tipo nos reafirma mássi cabe en esta posibilidad. En las proximidades los restos cons-tructivos localizados se hallaron totalmente arruinados. La poten-cia de esta unidad superaba en algunos lugares los veinte cm. Losrestos materiales se encuentran aun en fase de estudios, pero engeneral coinciden cronológicamente con la mitad del siglo XIV.

Tras el estudio de los materiales rescatados durante el procesode excavación podemos considerar de este periodo el hallazgo enesta misma Cata de dos estancias desafortunadamente no excava-das mas que en parte, debido a los problemas anteriormentecomentados. Estas dos habitaciones tanto por su morfología comopor los materiales recuperados tras efectuarse su limpieza podría-mos encuadrarlas dentro de lo que fueron los momentos de habi-tat meriníes, no conseguimos localizar durante la excavación nin-gún tipo de pavimento lo que nos induce a pensar en que este loconstituyera arcillas apisonadas, tampoco localizamos revesti-mientos de ningún tipo, por lo que pensamos que el nivel des-tructivo sufrido por las estructuras durante la época fue bastanteconsiderable. En la vivienda situada en el noroeste de la Cata sedescubrió una canaleta de piedras calizas semiderruida que seperdía en el perfil. En estos momentos intentamos recrear por losdatos obtenidos la morfología ideal de estas casas.

Destacable es además, la alteración posterior sufrida por estazona debido a las obras realizadas desde el siglo XVIII hasta elsiglo XX lo que ha conllevado la destrucción y en muchos casosla reutilización posterior de parte de las estructuras medievales.

FASE IV

Sería este el cuarto momento ocupacional localizado en la exca-vación, se adscribe al periodo que corresponde al siglo XVIII y seencuentran testigos de él en todas las catas excavadas, justo bajolos niveles correspondientes a la demolición de los últimos edifi-cios existentes en el solar.

De este momento se excavó un pavimento de calizas asociadosa restos de argamasa blanca en lo que interpretamos como unadestrucción parcial del mismo sobre él que se localizó un plato decerámica trianera decorado en azul y blanco.

En otra de las Catas localizamos cuatro maravedises de cobremoneda de la época de Felipe V.

Todas las catas nos darían restos de estructuras, atarjeas y pavi-mentos muy deteriorados pertenecientes a esta fase de ocupación.

FASE V

Pertenece a los cimientos y tabicaciones de los últimos edificiospreexistentes en el solar cuya construcción data del siglo XIX yque sufrirían diferentes remodelaciones durante este siglo; siguenla orientación arquitectónica de la ciudad, siendo destacable laslabores de herrería que se recuerdan en los balconajes que dabana la popular Calle Convento.

IV. MATERIALES

Lo que pretendemos con estas notas es que el lector tenga unaidea del conjunto cerámico rescatado, ya que el proceso de estu-dio tipológico de materiales continua en estos momentos.

Los elementos cerámicos medievales localizados durante laexcavación fueron muy abundantes y su morfología muy variada,salvo restos residuales la mayor parte se encuadra cronológica-mente con el periodo comprendido entre 1279 y 1379.

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LÁM. X. Candiles.

LÁM. XI. Ataifor melado y manganeso con estampilla en el solero.

La cerámica de cocina y de servicio de mesa son las que carac-terizan plenamente al conjunto cerámico. Abundan las cazuelas convedrío interior y chorreones al exterior, de borde bífido con dos ovarias asas, cuerpo troncocónico a veces carenado y la base gene-ralmente convexa. Las marmitas aparecen representadas aunque enmenor medida, son mayoritariamente de cuerpo globular con care-na cercana a la base de tipo convexo el cuello ligeramente curvocon reborde al interior, pueden tener o no vedrío al interior.

En cuanto a los ejemplares destinados al servicio de mesa elelemento más abundante es el ataifor, los hay muy variados encuanto a formas y a decoración, los más usuales son los decora-dos con lineas o motivos geométricos en manganeso sobrecubierta melada, pero igualmente los encontramos esmaltados enverde con estampilla en el solero, stanníferos etc... las bases sonanulares y las paredes cónicas abiertas al exterior en algunoscasos y de paredes rectas con reborde y base curva con repié obien de paredes curvas con borde ligeramente vuelto al exterioren otros.

Los contenedores de líquidos más habituales son los jarritos-asde cuerpo globular cuello cilíndrico con o sin pico vertedor conengrosamiento en el borde en algunos ejemplares, las bases sedividen entre anulares y planas en cuanto a decoraciones, los másrepresentativos son los melados, los pintados al exterior con line-as al manganeso o los bizcochados decorados con motivos esgra-fiados de cuidada factura.

En lo referente al almacenamiento y contención de alimentosencontramos como elemento representativo las orzas de variadostamaños, se caracterizan por su cuerpo globular con bocas abier-tas y en algún caso cerrada, sin asas y con base plana, aparecenvedrías en el interior y al exterior suelen estarlo sólo por la partesuperior del recipiente. Los jarros-as suelen tener cuerpo globularo abombado más o menos estilizado con cuello alto y diferencia-do sin reborde o muy ligero, las bases son planas o anulares lasencontramos con una o dos asas que parten de diferentes partesdel cuerpo, la decoración se limita al pintado de trazos diferentesen manganeso u óxido de hierro.

Los abundantes fragmentos de tinajas que se localizaron res-ponden al tipo común de barro grosero sin decorar, de cuerpoovoide y cuello troncocónico de base plana, con o sin asas. Encuanto a la representación cerámica de tinajas con motivos estam-pillados suelen corresponder a una morfología de recipiente decuerpo esférico o ligeramente abombado, con base plana cuellocilíndrico sin reborde y asas adosadas al cuerpo. Los motivosdecorativos son variados y se reparten a lo largo del cuerpo amodo de franjas sobre fondo de vedrío verde los hay: epigráficos,geométricos, vegetales, arquitectónicos etc...

Uno de los elementos más representativos en la excavaciónjunto con los ataifores fueron los alcadafes que podemos consi-derarlos funcionalmente como dedicados a diferentes usos (aseopersonal, limpieza doméstica, preparación de alimentos etc...), losejemplares localizados seguían la misma línea estilística, de cuer-po troncocónico, borde triangular y decoraciones de ondulacio-nes al peine, otros ejemplares presentan las incisiones a modo deestrías diagonales profundas. La decoración suele aparecer en elcuerpo y muchas veces se encuentran también en el borde.

Respecto a los contenedores de fuego destacaremos la enormecantidad de anafes localizados en esta excavación, suelen ser decuerpo bitroncocónico con base plana muy sólida reborde en laparte superior del cuerpo para la sujeción de la marmita con agu-

jeros también en la parte superior del cuerpo para la entrada deaire, se decoran con incisiones a peine o carecen de decoración,en el borde se sitúan dos apéndices a modo de asideros.

Los candiles documentados corresponden mayoritariamente alos de pie alto y en menor medida a los de cazoleta y piquera.Los de pie alto presentan platillo con bordes verticales ligera-mente exvasados en la base, el pie del candil con dos cuerposdivididos por un anillo central y la cazoleta se presenta en formade casquete semiesférico, suelen estar vedríos en melado o verdeaunque algunos también presentan cubierta blanca stannífera.

Aparecieron además otra serie de materiales cerámicos y metá-licos dentro de los que podemos denominar útiles de uso com-plementario, ritual, constructivo etc... aunque escasamente repre-sentados, su estudio aparecerá publicado cuando finalicen nues-tras investigaciones.

CONCLUSIONES

De los resultados de esta excavación se desprende el descubri-miento de parte de la medina de la ciudad medieval cuya tramaurbana a falta de posteriores intervenciones arqueológicas quedadocumentada por la existencia de un alcázar, un mexúar, la mez-quita real, los baños, las atarazanas, una alhóndiga, un arrabal, lasmurallas y la necrópolis.

Los aspectos estudiados han sido diversos; la cronoestratigrafíanos ha mostrado la existencia continuada de moradores desde elsiglo XIII hasta nuestros días, interrumpido por el hiato de tres-cientos años que transcurre desde finales del siglo XIV en que sedestruye y abandona la ciudad hasta su repoblación en el sigloXVIII. Los restos estructurales y la lectura de la estratigrafía verti-cal nos informaron de los cambios habidos en el lugar en cuantoa las técnicas constructivas se refiere, observamos variaciones enel tendel utilizado, comprobándose como en las construccionesdel siglo XIII éste era de arenas, arcillas y cal, mientras que en elXIV lo constituían mayoritariamente arcillas y tierras para cambiaren los momentos posteriores, ya en el siglo XVIII, a ser constitui-do por arenas cal y gravillas.

En los elementos sustentantes como principal se empleó la cali-za que fueron sillarejos regulares en los primeros momentos eirregulares posteriormente donde además se introducen variacio-nes tales como la inclusión de ladrillos o materiales reutilizadosya fueran calcarenitas o bolaños.

Otro de los aspectos estudiados lo constituyen la funcionalidadde los espacios excavados. En este terreno nos movemos sobrehipótesis que esperamos dilucidar en el futuro. Lo encontrado nosinforma de la existencia de viviendas estables durante los prime-ros momentos de ocupación benimerí así como su continuidad enépocas posteriores, así mismo, parece que se simultanea con lapresencia junto a la vivienda de un espacio para la cría y guardade ganado.

Agradecimientos:

Por su ayuda y colaboración desinteresada durante las laboresde excavación y dibujo a: Carmen Delgado Garrucho, Mª LuisaCabello Sánchez, Mª Dolores Valero Rubio y Pilar Saavedra Agui-lera.

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BIBLIOGRAFÍA

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Resumen: Damos a conocer en este informe los trabajos arque-ológicos de apoyo a las obras de limpieza y consolidación lleva-dos a cabo en un palacio cuyos orígenes se remontan al siglo XVI.Como resultado de esta actuación se han podido documentar lasdiversas fases constructivas del palacio. Igualmente se ha investi-gado la potencialidad arqueológica del subsuelo con el objetivode realizar un diagnóstico previo, de cara a futuros proyectos deintervención que doten de uso a este espacio.

Abstract: In this report we are giving an account of the archa-eological intervention in support of cleaning and consolidationworks carried out in a 16 Th. Century palace. Its different cons-truction stages could be fully documented as a result of this inter-vention. Likewise a diagnosis of the archaeological potentiality ofthe subsoil was made in conection with future intervention pro-jets in order to provide a good use for this space.

I. INTRODUCCIÓN

El palacio de Riquelme se sitúa en el interior de la cerca almo-hade de la ciudad, en el barrio de San Mateo, junto a la Plaza delMercado, plaza que recibe este nombre por haber estado ubicadoen ella el mercado medieval de la ciudad, citado en el Libro delRepartimiento en 1266 (1). Ocupa una manzana completa delimi-tada por las calles Consolación, Rincón Malillo, Cordobeses yplaza del Mercado (Figura 1).

La collación de San Mateo fue una de las más importantes de laciudad durante la Edad Media y los primeros momentos de laEdad Moderna. De esto son buenos testigos los palacios de esteperíodo que se conocen en el barrio. Entre ellos se pueden men-cionar, además del de Riquelme, el de los Dávila, el de Campo-real, el de los Basurto y uno de los Ponce de león, como resi-dencia habitual de algunas de las familias más ilustres del Jerez dela época.

Se sabe por fuentes documentales que en torno al año 1538 eledificio del palacio de Riquelme ya ocupaba la actual manzana,formando una isleta. Lo más notable del mismo es su portadaprincipal, cuya construcción fue, al parecer, contratada en 1542por Hernán Riquel2.. Se trata de una obra renacentista decoradacon una rica iconografía, en la que es patente la influencia delAyuntamiento de Sevilla, siendo uno los mejores ejemplos de esteperíodo en Jerez (Lámina. I). No obstante la fachada sólo se ter-minó en la planta baja, y aun en ésta se observan huecos cerradoscon posterioridad.

A fines del siglo XVIII todo el palacio sufre una gran remode-lación, conformándose su actual fisonomía: tres patios comunica-dos entre sí, una construcción de dos pisos al fondo del solar, yvarias estancias de una sola planta al frente y en los laterales(Figura 2). En fechas más recientes fue objeto de nuevas inter-venciones, aunque de menor envergadura, tal y como delatanmuros y tabiques realizados con fábrica moderna. Tras su aban-dono a mediados de este siglo entra en un paulatino proceso dedeterioro hasta llegar a la situación de ruina que presenta en laactualidad.

Ante el estado del edificio, con cubiertas desplomadas, murosdestruidos por la vegetación, paramentos caídos y peligro dederrumbe e incendio, el Ayuntamiento de Jerez a través de la

Gerencia Municipal de Urbanismo acomete durante el último tri-mestre de 1996 trabajos de desescombro, limpieza y consolida-ción de las estructuras edilicias de cara a la elaboración del futu-ro proyecto de restauración.

Como apoyo a estos trabajos se consideró necesario llevar acabo una intervención arqueológica desde el Servicio Municipalde Arqueología, que puede subdividirse a nivel metodológico endos apartados:

1.- Por un lado, seguimiento arqueológico de las tareas dedesescombro, limpieza y consolidación de paramentos, eigualmente del desmonte de muros en inminente peligro dederrumbe, con el objetivo de analizar las diferentes estruc-turas emergentes y determinar las distintas fases de cons-trucción del edificio.

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PALACIO DE RIQUELME.JEREZ DE LA FRONTERA (CÁDIZ).APOYO ARQUEOLÓGICO A OBRAS DELIMPIEZA Y CONSOLIDACIÓN.

FRANCISCO J. BARRIONUEVO CONTRERASLAUREANO AGUILAR MOYA

FIG. 1. Situación del palacio de Riquelme en relación al recinto amurallado de época almo-hade.

2.- Por otro, realización de sondeos arqueológicos junto adeterminados paramentos, que eran necesarios para com-probar el estado de las cimentaciones, con el fin de obte-ner más información sobre cronologías, relación entreestructuras, y sobre todo potencialidad arqueológica, decara a futuros proyectos de actuación.

Para llevar a cabo estos trabajos se optó por un sistema dedenominaciones, que aparece reflejado en la figura. 2:

Los muros se identifican con la letra M, seguida de guión ynúmero árabe; las habitaciones aparecen sólo con número árabede menor tamaño; las catas-sondeo vienen indicadas con una letraen mayúscula.

RESULTADOS

Como ya hemos indicado anteriormente los trabajos se han sub-dividido en dos apartados, uno referente a las estructuras emer-gentes y otro a la potencialidad arqueológica del solar, divisiónque vamos a mantener en la exposición de los resultados parauna mejor comprensión de los mismos.

1.-Estructuras emergentes.

Con el estudio de las estructuras emergentes hemos podido acer-carnos a las distintas fases constructivas que se encontraban enmas-caradas por remodelaciones más recientes. Aunque el solar que

conforma el perímetro actual del palacio ya estaba configurado entorno a 1538, hemos podido aislar al menos tres espacios que sondiferenciables a nivel estructural y cronológico (Figura 2).

1.-A) Un primer espacio en la parte trasera, parcialmente condoble altura, que incluye los muros 26, 34, 35, 36 y 40. Todos rea-lizados con una misma técnica constructiva que consiste en unzócalo de sillares con unas dimensiones más o menos fijas de 50x 20 x 20 cm sobre el que se levantan cajones de tapial, cuyasdimensiones no conocemos al estar muy deteriorados y ser debaja calidad en su elaboración.

En las esquinas, y a intervalos regulares de 3,80 m, los para-mentos tienen refuerzos formando adarajas realizadas en sillaresde las mismas dimensiones que los utilizados en el zócalo.

Durante los trabajos de limpieza se descubrió que el muro 33,que exteriormente se presentaba como una construcción neoclá-sica, enmascaraba una construcción previa (Lámina.II). Se trata deun pórtico que da paso a una galería en dos alturas (habitación21) (Lámina.III). Presenta, en planta baja, cinco arcos de mediopunto enmarcados por alfices y sustentados sobre columnas demármol. Sus capiteles, decorados con el tradicional estilo rena-centista de la zona, rematan en una serie de ábacos realizados enarenisca y decorados con una rica iconografía tardogótica (Lámi-na IV). Ejemplos similares de esta fusión de estilos los encontra-mos en el claustro chico de la Cartuja (3) y en el palacio de Poncede León en Jerez, o en el palacio de los Ribera en Bornos. Todosestos ejemplos se sitúan cronológicamente entre el primer ysegundo cuarto del siglo XVI, cronología que los distintos sonde-os arqueológicos efectuados en este área del palacio han confir-mado (Figura 2;catas B, C, D y L).

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FIG. 2. Planta del palacio de Riquelme con indicación cronológica de las estructuras mura-rias.

LÁM. I. Detalle de la fachada principal del palacio de Riquelme.

LÁM. II. Aspecto que presentaba el muro 33 antes de comenzar los trabajos.

Sobre las columnas extremas del que hemos denominado muro33 se descubrieron sendos arranques de arcos, al interior de lagalería cubierta, aunque no aparecieron restos de sus entregos enel muro 35, por lo que es posible que nunca se construyeran.

La galería cubierta poseyó un techo artesonado en el siglo XVI,que fue posteriormente enmascarado por un cielo raso de esca-yola. Sus restos aparecieron entre los escombros de este área, yaunque su estado de deterioro es muy avanzado se pueden dis-tinguir motivos heráldicos y vegetales delicadamente pintados,habiéndose sometido a restauración en el laboratorio del MuseoArqueológico Municipal de Jerez (Lámina V).

La galería tuvo seguramente una segunda crujía paralela almuro 34, como parece desprenderse del arranque de arco que seencuentra sobre la columna más cercana al muro 32, y de la apa-rición de un ábaco con decoración gótica utilizado como materialde acarreo en un muro de época neoclásica; tal vez de esta cru-jía, anulada, provengan las columnas situadas en la habitación 5,que en principio se presentan como desplazadas de su ubicaciónoriginal.

El único pavimento que ha podido ser documentado seencuentra igualmente en la habitación 21. Se conserva una redu-cida muestra, situada junto a la base de una de las columnas,que presenta ladrillos y pequeñas olambrillas de arista decoradascon los clásicos motivos vegetales de los azulejos sevillanos delsiglo XVI.

En segunda planta, y situada sobre la anterior arquería, se sitúaotra, de similares características, que presenta en este caso 5 arcosescarzanos, con capiteles y columnas de mármol.

1.-B) Un segundo espacio, en la zona delantera del palacio,delimitado por los muros 1, 2, 5, 6 y 7.

Sobre la construcción del muro 1 (fachada principal) existe eldocumento de contrato, mencionado anteriormente, fechado en1542 para el levantamiento de una fachada, en la que constan loselementos principales que ésta había de poseer (4). Sin embargodurante la limpieza de la portada principal se pudo comprobaruna fecha inscrita en una cartela colocada sobre la cola de uno delos animales fantásticos que decoran el friso principal. Esta ins-cripción dice “93 año” por lo que en un primer momento pareceentrar en contradicción con lo descrito en el documento.

También aparece en este friso otra inscripción que indica el año1825, momento en el que se restauró la fachada, como se obser-va en algunos arreglos realizados con yeso de buena calidad.

Cierran el espacio que podemos asignar a este momento cons-tructivo los muros 2 y 5, realizados en sillares de piedra calcare-nita, al igual que el muro 1.

En el interior, tras esta fachada, los muros 6 y 7 crean un segun-do frente con escasos vanos, de los que sólo parecen originalesdos pequeñas puertas abiertas en cada uno de los paramentos,sendas ventanas y el hueco de la entrada principal, muy alterada

por intervenciones posteriores. En una de las esquinas de estaentrada se observa un corte en chaflán a modo de guardacantón.Los sondeos realizados junto a estos muros han ofrecido materia-les con una larga perduración temporal, por lo que lamentable-mente no hemos podido centrar su cronología.

A este respecto existe un documento de la primera mitad delsiglo XVI (5), sobre la permuta entre el propietario y el Cabildo,de una franja de terreno en la plaza del Mercado para la amplia-ción de su morada, por lo que es muy posible que estos para-mentos a los que hacemos referencia (muros 6 y 7), conformaranla primitiva fachada del conjunto. Además la cimentación de estosmuros es idéntica tanto en técnica como en materiales a la delespacio descrito en el apartado 1.-A, y por otro lado, una peque-ña puerta abierta en el muro 6 remata en un arco de medio punto,lo que parece corresponder a momentos iniciales del siglo XVI.

Por lo tanto este espacio viene definido por una primera facha-da (muros 6 y 7), quizá coetánea al espacio definido en el aparta-do 1.-A, y una fachada posterior (muros 1, 2 y 5) fechada en 1542.

1.-C) El resto de las edificaciones, que ocupan principalmentela zona central del palacio, pueden fecharse entre el siglo XVIIIy principios del siglo XIX, tanto por las distintas técnicas cons-tructivas como por los datos obtenidos en las catas-sondeo. Enesta zona predominan también algunas construcciones realizadascon fábrica moderna.

En los muros 14 y 15 se utilizaron, como material de acarreo,restos de una portada de la que no conocemos si fue de algunaedificación anterior de este palacio o proviene de alguna otracasa-palacio de la ciudad. Los rasgos estilísticos de su decoración(molduras planas, serpenteantes, enmarcando motivos estrella-dos) corresponden a momentos de fines del siglo XVII y sobretodo siglo XVIII, lo que viene a reforzar la cronología arrojada porlos sondeos arqueológicos.

Esta zona parece ser la más intensamente renovada en épocaneoclásica y está relacionada con la fecha de 1825 que aparecegrabada en el friso de la fachada principal.

2.- Potencialidad arqueológica del solar.

Según los sondeos realizados hemos podido comprobar que lasmargas del terreno natural aparecen prácticamente en superficie(entre 10 y 40 cm) en las habitaciones relacionadas con las cons-trucciones más antiguas, mientras que en las relacionadas conmuros modernos (habitaciones 7 y 14-20) el terreno natural apa-rece a mayor profundidad, por estar estas habitaciones sobreele-vadas. En cualquier caso no ha sido posible detectar niveles desuelo correspondientes a las distintas fases constructivas, aexcepción de la pequeña muestra de la galería cubierta (figura 2;habitación 21).

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LÁM. III. Vista del muro 33 con las dos alturas del pórtico. LÁM. IV. Detalle de los ábacos tardogóticos del muro 33 durante el proceso de trabajo.

Por otro lado, no han podido ser reconocidas estructuras edili-cias previas al siglo XVI debido en parte al reducido tamaño delas catas realizadas y a que éstas se han circunscrito exclusiva-mente a conocer el estado de las diversas cimentaciones de losmuros conservados. No obstante los sondeos realizados nos pro-porcionan un primer acercamiento a las posibilidades arqueológi-cas del solar, resultados que han de ser tenidos en cuenta en futu-ras intervenciones.

Se han localizado en los niveles inferiores de las catas L, H e I,materiales asignables al período calcolítico. Se trata fundamental-mente de pequeños fragmentos de cerámica a mano y de láminasde silex.

Los niveles de la etapa hispanomusulmana se han detectado encasi todas las catas, siempre de escasa potencia, salvo en la cataA, donde los rellenos de época almohade de los siglos XII-XIII lle-gan a alcanzar 1,20 m de potencia.

El período bajomedieval cristiano sólo se ve reflejado en doscatas; en la cata H, en un gran pozo relleno con materiales delsiglo XIV. Entre ellos destacan varios fragmentos de cerámica verdey manganeso valenciana, de la denominada Paterna Clásica y decerámicas con decoración geométrica y fitomorfa en verde sobreblanco, característica de los niveles del siglo XIV bajoandaluz.

Del siglo XV han sido aún más escasos los restos recuperados,aunque no por ello menos representativos. En la cata L se docu-mentó un pozo relleno con materiales de la primera mitad delsiglo XV, fundamentalmente cerámica común y algunos fragmen-tos de cerámica con decoración en azul valenciana, sobre la queexisten periodizaciones muy precisas.

Los niveles del siglo XVI se extienden por todo el palacio, apesar de que no lo hagan con la potencia que cabría esperar.Diversos fragmentos de cerámica de reflejo metálico nos conce-den un magnífico punto de referencia cronológico para la data-ción de las estructuras emergentes.

En cuanto a la edad moderna, señalamos que la mayoría de losrestos localizados pertenecen a la segunda mitad del siglo XVIII ola primera mitad del siglo XIX. Especialmente en la cata K se halocalizado un potentísimo estrato de 2 m de potencia, relleno conun conjunto cerámico en el que aparece un repertorio completode vajilla de mesa y de cerámica común. Cabe destacar la pre-sencia de una pequeña botija para transporte de aceite con unacronología de fines del XVIII o principios del XIX y porcelanainglesa de importación.

A modo de conclusión, podemos indicar que esta primera inter-vención arqueológica, aunque de reducido alcance, nos permiteaproximarnos al planteamiento de la estructura funcional del pala-cio de Riquelme. Existe un espacio originario en la zona trasera,distribuido en torno a un patio porticado, que parece haber man-tenido su función a lo largo de toda la vida del palacio como habi-taciones principales.

Dadas las características de la intervención y el estado que pre-sentan las estructuras constructivas nos ha sido imposible identi-ficar otras zonas de servicios. A modo de hipótesis, quizás elespacio dedicado a la caballeriza habría que situarlo, tras la facha-da principal. Y en relación a los otros dos patios, tal y como losconocemos hoy día, desconocemos si forman parte de la estruc-tura originaria o si son resultado de modificaciones posteriores.

En cuanto a los sondeos arqueológicos, los materiales recupe-rados nos permiten trazar una evolución cronológica del solarmuy similar a la de otras zonas investigadas en el casco históricode Jerez. Nos interesa destacar la fase arqueológica correspon-diente al siglo XV ya que podemos ponerla en relación con lostextos de mediados de este siglo que, sitúan por primera vez, lamorada de algunos de los miembros de la familia Riquelme enlas casas de la Plaza del Mercado (6)con anterioridad a la rees-tructuración del solar que dará lugar al palacio del siglo XVI, sien-do éste, el que con notables modificaciones ha llegado hastanosostros.

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LÁM.V. Detalle de la decoración pictórica del artesonado de la galería cubierta (habitación21).

Notas

(1) Agústín Muñoz Gómez, Noticia histórica de las calles y plazas de Xerez de la Frontera. Sus nombres y orígenes, Jerez (1903), Ed. Facs. Biblioteca deUrbanismo y Cultura nº1, Ayuntamiento de Jerez, p. 232 (2) Hipólito Sancho de Sopranis, Introducción al estudio de la arquitectura en Jerez. Jerez, 1934, p.26.(3) Ramón Corzo Sánchez, La Cartuja de Jerez, Cádiz, Enciclopedia Gráfica Gaditana, vol I, nº2, Caja de Ahorros de Cádiz, 1984, p. 30.(4) H. Sancho, p.26(5) Comunicación oral del director del Archivo Municipal de Jerez, Don Cristobal Orellana, quien en la actualidad realiza un estudio sobre la documen-tación existente en el Archivo relativa al palacio de Riquelme.(6) Rafael Sánchez Saus, Linajes medievales de Jerez de la Frontera, I, Sevilla, Ediciones Guadalquivir, 1996, p.157.

Resumen: Medina Sidonia es uno de los enclaves históricosmás importantes de la provincia de Cádiz. El Cerro del Castillo esuna de las áreas urbanas que más ha sufrido el arrasamiento y havisto modificada su fisonomía a lo largo de los siglos, al ser utili-zada como cantera.

Estos sondeos nos ofrecen la posibilidad de despejar y registrartodo el proceso allí representado.

Summary: Medina Sidonia is one of the most important histo-rical sites in Cádiz province. El Cerro del Castillo is one of theurban areas that has the most the demolition. Its physiognomy hasbeen modified along centuries due to its use as a quarry. Theseexcavations offer us the posibility to clear up and record thewhole process represented there.

I.ANTECEDENTES

Esta presente actuación arqueológica de urgencia realizadadentro del área urbana y más concretamente dentro del casco his-tórico, queda por un lado previamente recogida por primera vezen la memoria descriptiva del proyecto “ACONDICIONAMIENTO-APARCAMIENTOS EN LA TRASERA IGLESIA MAYOR”, donde yase prevén en los puntos 1.4 y 1.5 la intervención como medidapreliminar a los trabajos de construcción del estacionamiento.Posteriormente se describen la estrategia, en cuanto al plantea-miento y metodología a seguir durante la excavación, descritas enel proyecto “ACTUACIÓN ARQUEOLÓGICA EN LAS MURALLASANEXAS A LA TORRE DE DOÑA BLANCA Y ESPACIOS CIRCUN-DANTES”, complementario científico del anterior.

El equipo de trabajo estuvo formado por los arqueólogos: Sal-vador Montañés Caballero, quien redactó y conformó el proyectode actuación arqueológica; Concepción Jiménez Pérez, quienllevó la dirección de campo; Luis Aguilera Rodríguez y María JoséRicharte García, quienes registraron todos los datos gráficos com-plementarios del trabajo de los dos técnicos anteriores. Todo ellobajo la coordinación de los arqueólogos de la Delegación de laConsejería de Cultura de la Junta de Andalucía en Cádiz, LorenzoPerdigones y Ángel Muñoz. Corriendo la financiación de estasactividades con cargo a un P.E.R. de la Excma. Diputación Pro-vincial de Cádiz, INEM y Excmo. Ayuntamiento de Medina Sido-nia como ente promotor.

II. SITUACIÓN GEOGRÁFICA

Concretamente, la zona donde se enclava el yacimiento arque-ológico en estudio (Cerro del Castillo, Medina Sidonia), seencuentra en una región donde destaca la diversidad orográfica.

En su parte occidental la orografía plana-suave, está representa-da por relieves bajos, destacando al Sur y Este formas redondea-

das con cerros, de una altitud que oscila entre los 100 y 200 metrossobre el nivel del mar, siendo la máxima elevación de esta área elcerro donde se asienta la localidad de Medina Sidonia (FIG. 1) y(LÁM. I), con una altitud de 335 metros, sus coordenadas U.T.M.son x: 237923, y: 4038944. La red fluvial en su parte Oeste está for-mada por arroyos y escorrentías que sólo funcionan en épocas delluvias, destacando dentro de esta red el río Iro, el cual aportamayor caudal aunque dentro de un régimen restringido.

Al Sur aparece un área que en momentos anteriores resulta seruno de los humedales más importantes del sur de la PenínsulaIbérica, conocido como la “Depresión de la Janda-Barbate” englo-bando diversas lagunas así como cuencas hidrológicas de ríosentre los que destacan la del Barbate. Esta depresión se encuen-tra delimitada por la formación geológica conocida como “Are-niscas del Aljibe”.

Siendo su clima, flora y fauna, propio del Mediterráneo.

III. SITUACIÓN GEOLÓGICA

El Cerro de Medina Sidonia, así como la región en cuestión seencuentra ubicado en el marco estructural de las Béticas Occi-dentales dentro de una amplia banda de materiales arcillo-yesífe-ros del Triásico Superior cubiertos por el complejo Tectosedi-mentario Mioceno. Estos materiales se presentan en forma de aflo-ramientos aislados, tales como: la Sierra de San Cristóbal, Cerro deMedina Sidonia, la Torre del Puerco en Conil y el área Vejer-Bar-bate, donde alcanzan mayor potencia; siendo una de las máscaracterísticas del Mioceno Superior en la Provincia de Cádiz.

En el área se distinguen otros niveles que pueden superar los250 metros de potencia:

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INFORME DE LA EXCAVACIÓNDE URGENCIA CON SONDEOSESTRATIGRÁFICOS LLEVADAS A CABO ENLAS “MURALLAS ANEXAS A LA TORRE DEDOÑA BLANCA Y ESPACIOCIRCUNDANTE,TRASERA IGLESIAMAYOR-SANTA MARÍA CORONADA”.MEDINA SIDONIA (CÁDIZ). 1ª FASE

SALVADOR MONTAÑÉS CABALLEROCONCEPCIÓN JIMÉNEZ PÉREZLUIS AGUILERA RODRÍGUEZMARÍA JOSÉ RICHARTE GARCÍA

LÁM. I. Vista aérea del Cerro del Castillo. Medina Sidonia.

1. Arcillas azules (Nivel Inferior) Muro.2. Alternancia de Areniscas y limos arcillosos de color gris azu-

lado (Nivel Intermedio).3. Calcarenitas bioclásticas con estratificación cruzada (Techo).

Los materiales geológicos que forman el cerro se encuentranrepresentados por calcarenitas bioclásticas de grano grueso a muygrueso, con abundantes fragmentos de malacofauna, incluyendoesporádicamente en la base niveles conglomerados y brechas cal-

cáreas con soporte de matriz biocalcarenítica cuya potencia osci-la entre 0’5 y 5 metros.

La potencia de estos materiales es variable, alcanzando más de100 metros en la mesa de Algar. Se encuentran formados porcosets de estratificación cruzada festoon (forma de cubetas, festo-neados) o planar (láminas planas con forma de cuña), de gran ymuy gran escala sin arcillas, intercalándose niveles más o menospotentes de estratificación cruzada festoon de media y pequeñaescala.

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FIG. 1. Localización de la zona de actuación.

La fauna es muy variable y abundante asignándole a esta uni-dad una edad comprendida entre el Messiniense y el PliocenoInferior.

Corresponde a un complejo de barras bioclásticas, sedimenta-das en un ambiente de alta energía, esencialmente submareal, porlo que su formación ha tenido lugar dominantemente en los cana-les, estos depósitos son análogos a las barras de meandros fluvia-les (point bar), produciéndose una estratificación cruzada. Estosdepósitos presentan en su base diversas cantidades de cantosblandos (Lutita) con superficies planas continuas (episodios detormentas), así como sedimentos de tipos arenosos (Areniscasmasivas) y niveles de Brechas calcáreas que presentan ciertas for-mas canalizadas.

Se define como una gran depresión en la que la sedimentacióncontinuó al principio del Mioceno Superior en un medio de depó-sitos marinos por otros más detríticos de carácter litoral, al abrir-se de nuevo el Estrecho de Gibraltar.

IV. BREVE DESCRIPCIÓN HISTÓRICA

El espacio donde se practicaron dichas labores se encuentraenclavado dentro del área urbana de mayor cota, estando entre310 y 335 metros sobre el nivel del mar, formando parte del áreahistórica de la ciudad, donde el interés es más susceptible, encuanto a las imágines que se perciben y la relación trazado urba-no actual-estructuras históricas que alcanzan en algunos casosalturas de más de 8 metros (FIG.1) y (LÁM II).

Uno de los datos más antiguos y fiables que poseemos sobre elrecinto amurallado nos lo ofrece, en su narración sobre la tomade Asidonia JUAN DE BICLARA (JOANNES BICLARENSIS) (571):“Leovigildus Rex Asidonam fortissiman civitatem proditione cujus-dam Framidanei, nocte occupat et militibus interfectis memora-tam urbem ad Gothorum revocat jura”. (CASTRO, Adolfo de(1858) en “Historia de Cádiz y su provincia desde los remotostiempos hasta 1814. Cádiz): “Leovigildo con ánimo ardoroso, nomenos oprimió con el rigor de sus armas esta parte de la Bética.Redujo a su obediencia la fortísima ciudad de Asido por medio dela traición de Framidaneo, quizá su gobernador. En una nocheocupó sus puertas y muros y exter(p. 206)minó a cuantos soldadosintentaban oponerle una efímera resistencia”(p. 207).

MARTÍNEZ Y DELGADO, Francisco (1875) en “Historia de laciudad de Medina Sidonia (manuscrito del siglo XVIII). Cádiz”:“En la dominación de los godos era Medina Sidonia una ciudadrespetable por sus armas, que resistió firmemente en honor ydefensa de la Religión Católica a la espada y victoriosa de Leovi-gildo y sus Godos, que eran hereges Arrianos. Este Rey esforzado,tuvo que emplear toda su maña y fuerza para rendir á MedinaSidonia, y le hubiera costado mayor empeño á no haber sidoentregada traidoramente de noche… El Padre Maestro Flores, conautoridad del Biclarense, lo testifica en la siguiente cláusula … (p.50): Pero en fin, venció la mayor fuerza de los Godos y se le rin-dieron Córdoba y Medina Sidonia y otros muchos lugares … El P.Mariana lo confirma en las siguientes: <<La comarca de Málagafue puesta á sangre y fuego. Medina Sidonia, cerca del Estrecho,tomada de noche por entrega que hizo de aquella ciudad un hom-bre llamado Framidaneo>>”.

Posteriormente el escritor Ibn al-Sabbat (siglo XIII), en la quedescribe el asedio a que fue sometida la ciudad de Medina Sido-nia (Siduna) por el ejército invasor de Tariq (711): “Púsoles Tariqa las gentes de Medina Sidonia un largo asedio; luego, valiéndosede tretas, prendió fuego a los sembrados que tenían. Ardieron loscampos y muchos de sus habitantes sucumbieron en el incendio;el resto fueron pasados a cuchillo”.

Posteriormente Pedro Barrantes Maldonado (1541), en su cró-nica descriptiva de la ciudad, hace alusión a los sistemas defensi-vos y a la trama del trazado urbano conservado hasta el momen-to: “A la parte del oriente y del vendaval sobre la ciudad se haceotro monte sobre el monte de la ciudad, muy alto y muy agudo,sobre el cual está fundada la villa vieja, cercada con su murallade piedra y cal bien fuerte, dentro de la cual hay vecinos. Encimade esta villa vieja hay el alcázar cercado a la redonda de fuertesmuros, y moran vecinos dentro. Y sobre este alcázar y sobre todolo demás, en la mayor altura del monte está el castillo, cuyos adar-ves abrazan el alcázar y la villa vieja de la ciudad. Este castillo esfuerte en extremo por la grandísima altura en que está puesto y estanta la altura que claramente se ven desde él muchas tierras deÁfrica y montañas donde moran los árabes”. (FIG. II).

Ya en 1861, Mariano Pardo de Figueroa en su obra inédita,aporta información sobre las circunstancias en que se encuentranestas defensas, afirmando que: “La mayor antigüedad que puedeseñalarse al Alcázar de Medina no debe pasar de fines del siglodécimo”.

Se han documentado a partir de esta intervención distintos epi-sodios de transformaciones y hechos ocurridos sobre estas estruc-turas en estudio, y que serán expuestos en una memoria muchomás densa.

V. LA EXCAVACIÓN

El desarrollo de la excavación se realizó en lo que respecta a lametodología, con la intención de conocer la secuencia y el pro-ceso de estratificación, y por consiguiente, la modificación sufri-da del área urbana en cuestión dando así una clara respuesta alproceso posterior de consolidación-restauración y puesta en valorde dichos elementos.

El área excavada se encuentra enclavada entre la calle Alcázar(Trasera Iglesia Mayor Santa María la Coronada) y el Cerro del cas-

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LÁM. II. Vista aérea del sector excavado.

tillo dentro de la explanada que ocupa ese lugar y donde se pro-yectaba la construcción del aparcamiento para vehículos (LÁM.III). Esta se encuentra dentro del área histórica de la ciudad,donde el interés es más susceptible, en cuanto a las imágenesarquitectónicas que se perciben y su relación con el trazado mili-tar-defensivo andalusí.

Durante la primera fase de excavación, se efectuaron los son-deos estratigráficos siguiendo longitudinalmente, y por lo tantoestratégicamente, el espacio ocupado entre las torres A y B, conla intención de localizar algunas estructuras sumergidas, así comodatos estratigráficos (FIG. 3).

SONDEOS

Corte I

Este primer corte se situa junto a la Torre A, en el ángulo quela une con el muro del cementerio, alcanzando una profundidad

máxima de 3’39 metros, donde se obtuvo un corte estratigráfico,que definen los niveles de relleno, correspondientes a la colma-tación que sufre este sector. Los materiales cerámicos recogidospresentan una cronología parcial que iría aproximadamente desdeel s. XVI al s. XVII (FIG. 3) y (LÁM IV).

Posteriormente y ante la apreciación de lo que suponemos setrata de la zapata de dicha torre, se amplió el corte hacia el inte-rior de la explanada unos 2 metros, llegando a localizar el lienzode muralla. A partir de ese momento se amplia la excavación, conel propósito de localizar la longitud máxima conservada, así comocomprobar el estado de conservación de la misma, llegando aexcavarse una extensión de 103’48 m2.

Corte II

Se localiza a unos 17 metros de la Torre A, sus dimensiones sonde 3 por 2 metros, llegándose a localizar muy rápidamente la callede acceso al cementerio. Ésta se encuentra en muy mal estado deconservación en cuanto a muros y sobre todo al pavimento, pues

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FIG. 2. Trazado urbano levantado por Pedro Barrantes Maldonado en el año 1541.

conserva restos en un porcentaje mínimo de lo que fue su anti-guo empedrado (FIG. 3) y (LÁM V).

Tiene una longitud conservada de 8’40 metros por 2’02 mts. deancho y conserva una altura máxima de 3’07 mts.

Los muros que la forman conservan un grosor de 0’30 mts y sufábrica está configurada por piedras y ladrillos toscos (reutiliza-dos), todo ello revocado con mortero de cal y arena de 0’60 mts.de espesor en su cara interior.

El relleno está formado por sedimentos que corresponden adiversas bolsadas de escombros mezclados con tierras negras.Aunque hemos de destacar una fosa de época actual con rellenode materiales de desecho de obra y restos de plásticos y vidrios.

Corte III

El corte de 4 x 3 mts. se monta anexo a la Torre B, pues unestudio visual-directo preliminar a los trabajos de excavaciónsobre ella, nos hizo entrever la posibilidad de encontrarnos antela entrada al recinto murado ya que se pudo apreciar junto a estatorre, otra embutida y denominada Torre C, dentro del muromoderno sirviendo de base o sujeción del mismo. Ésta ha perdi-do gran parte del cuerpo conservando menos de su cuarta parte(en cuanto a la altura que debió poseer).

Las tareas de excavación reflejaron rápidamente el trazado desu esquina y de su parte posterior, así como los restos de un para-mento del muro perpendicular que no existe por estar destruidoa la cota de excavación, y que tuvo que formar parte del cierre dela entrada en codo y donde pudo estar colocada la portada de

acceso hacia su interior. Aparte de los niveles de relleno que nosaportaron en todo momento materiales del S. XVII, pudimos apre-ciar sobre la cota 1’40-1’50 metros, inhumaciones en dirección E-Oque correspondían a la necrópolis, así como un depósito de hue-sos excavados en la Torre B, apreciándose construcciones moder-nas que descansan en dichas estructuras medievales, y que podrí-an presumiblemente formar parte de las estructuras murarias quecorresponden al cerramiento por ese lado del cementerio (FIG. 3).

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LÁM. III. Cata IV. Detalle de las U.U.E.E. 312, 313, 314, y 320.

LÁM. IV. Sondeos. Corte I.

LÁM. V. Sondeos. Calle de acceso al cementerio del s. XIX.

Corte IV

Se halla situado junto al corte II, donde se localiza el acceso alcementerio del s. XIX, sus dimensiones en superficie son de 4’50x 2’00 mts. y su profundidad máxima de 3’50 mts.

La realización de este corte nos reflejó rápidamente datos sobrela fábrica del muro y de la calle por la que se accede a la necró-polis antes mencionada, completando de esta manera los datossobre esta construcción, ya recogidos anteriormente en el corte II.Éste se hallaba fracturado y en proceso de fragmentación (FIG. 3)y descansa sobre una zapata que oscila entre 0’40-0’60 mts. dealtura por 0’50 de ancho y que lo recorría longitudinalmente, todoello montado sobre niveles de relleno con materiales de distintascronologías. La ampliación de este corte siguiendo la estrategiaantes expuesta, en dirección sur o paralela al sentido de esta calle,nos confirmó la pérdida de parte del lienzo de la muralla medie-val por los desmontes sufridos en el siglo XVII, al ser utilizadacomo cantera para la extracción de materiales pétreos que la con-forman.

Corte V

Este corte se dispuso sobre la denominada Torre C, ya detecta-da en una prospección visual al montar el corte III; sus dimen-siones corresponden a una superficie de 3 x 5’50 mts. y su pro-fundidad máxima de 3’68 mts. , apreciándose sobre la cota de 3’60mts. la estructura interior de la mencionada torre, y observándo-se que dicha estructura, aunque desmontada en gran parte por elproceso detallado anteriormente, presenta un buen estado deconservación (FIG. 3) y (LÁM. VI).

Descripción:

Es una torre de planta rectangular de 5’60 x 4’60 mts. y una altu-ra conservada que oscila entre 3’11 mts. de máxima. Su fábricaestá compuesta por un paramento exterior de piedras careadas ysillares reutilizados probablemente de origen romano, bien orde-nadas en hileras horizontales, estando su interior formado por unrelleno de piedras de mediano tamaño y unidas por un morterode cal con poca presencia de arena pero en cambio muy cohe-sionadas entre sí.

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FIG. 3. Planimetría general del sector excavado y localización de los sondeos.

LÁM. VI. Sondeos. Corte V.

Corte VI

Ubicado entre los cortes III y V, sus medidas corresponden ensuperficie a 4’50 x 5’50 mts. alcanzando una profundidad y loca-lizándose sobre los 6’09 mts. el empedrado que forma parte de lacalle en recodo y de un solo quiebro que da entrada al sistemamurado de la fortaleza, así como los restos de la desaparecidaportada de acceso y la continuación del lienzo de muralla endirección Este (hacia la Torre A) con una longitud de 6’10 mts.(FIG. 3) (LÁM. VII).

Es precisamente en esta zona donde se localiza la secuenciaestratigráfica que nos confirmará todo el proceso de colmata-ción interior-exterior de la estructura fortificada, demostrándosecon ello que el proceso de colectación o de relleno en este sec-tor, empezaría entre finales del s. XVI y principios del XVII conla intención de alcanzar el nivel preciso para montar la base delprimer cementerio y así continuar las posteriores nivelaciones,hasta llegar a la estructura del campo santo del s. XIX, dondedeja de ser funcional por falta de espacio y queda en desusoposteriormente después de la Guerra de la Independenciadando paso al actual, y quedando la zona baldía y posterior-mente destinándolo en época actual (años 60) a uso particularcomo huerta.

VI.VALORACIÓN

• Consideramos los resultados de esta intervención de urgenciacomo óptimos, pues han servido para demostrar la existenciade un trayecto de muralla con un recorrido de 23’50 metros,así como la presencia de torres que se hallaban ocultas entrelos rellenos. Y por lo tanto, la presión urbanística sufrida a lolargo de diversos momentos históricos hasta nuestros días,sobre todo en lo que concierne a los siglos XVII y XIX, con-servándose a partir de este momento en parte tal y comoquedó.

• La existencia de la entrada en recodo y su pavimento en pre-fecto estado de conservación, así como la documentación de suportada, aunque ésta se halle perdida por el proceso de des-monte sufrido en el siglo XVII.

• Se han documentado los niveles de relleno del s. XVII, que col-mataron la estructura militar hispano-musulmana y su uso pos-terior como necrópolis hasta el s. XIX.

• La presencia de otras estructuras probablemente de momentosanteriores, aunque este proceso esté todavía por documentarmediante la excavación puntual de este sector.

• La localización en el interior de la ciudadela de niveles perte-necientes a momentos de hábitat en el interior de la fortaleza,fechados en el s. XVI por parte de la población asidonense.

• La documentación del sistema de cimentación y aparejo de laTorre 1 del castillo, así como la consolidación de su base y fre-nada del derrumbe de ésta, con lo que se evitó un serio peli-gro y a la vez se sentó un precedente de conservación in situde estructuras que se encuentran en este proceso y estado.

Por todo ello proponemos la realización de nuevas interven-ciones en el área estimada, pues indudablemente la continuaciónde los trabajos de investigación arqueológica aportarían gran can-tidad de datos y la comprensión histórico-arquitectónica del áreaen cuestión.

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LÁM. VII. Sondeos. Corte VI, empedrado y entrada en codo.

BIBLIOGRAFÍA

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tural, Memoria de Licenciatura, Universidad de Granada, 1986.

Resumen: El programa de intervenciones de Interés Histórico-Cultural desarrollado en el marco de la Sierra de Cádiz a partir delaño 1993, llegó a emprender diversas actuaciones en dos impor-tantes enclaves arqueológicos; por un lado la Villa Medieval ubi-cada en el pueblo de Zahara de la Sierra y por otro, como segun-do punto de trabajo, el yacimiento arqueológico de la ciudad deIptuci (Cabeza de Hortales) localizado al sur de la población dePrado del Rey. Los trabajos pusieron al descubierto los restos deuna fortaleza andalusí de época arcaica (siglo VIII-IX) reutilizadahasta el siglo XII, de la que hasta el momento no se conocía suexistencia como tal.

Summary: The intervention program with a cultural-historicalinterest, developed in the fremework of Sierra de Cádiz since1993, undertook several performances in two important archeolo-gical sites. On the one side, the medieval village located in thetown of Zahara de la Sierra. On the other side, the archeologicaldeposit of Iptuci town (Cabeza de Hortales), located south ofPrado del Rey. The fieldwork revelead the remains of an Andalu-sí fortress from the Archaic Age (VIII-IX centuries) which was inuse up to the XII century, whose existence was unknowm untilthen.

I.ANTECEDENTES

Durante el año 1993 se desarrolló una primera intervención enel citado yacimiento arqueológico, donde se efectuaron trabajosde prospección superficial, desbroce y tala, así como tareas delimpieza y consolidación del sector Sur-Este de la fortaleza (1).

A la vista de los resultados que depararon los trabajos anterio-res de esa primera campaña, nos centramos en esta presenteactuación sobre la parte Norte del inmueble, con la intención deampliar conocimientos arquitectónicos sobre la estructura encuestión y poder conocer más su planta, aun desconocida.

Hemos de indicar que el castillo se hallaba en principio total-mente cubierto de piedras y de vegetación arbórea. Su fisonomíano se apreciaba clara, aunque en algunos lugares sí emergían res-tos que nos aseguraban que se trataba de una gran construcción.

La intervención por lo tanto se planteó en el perímetro exteriorde la fortaleza, desalojando todos los elementos ajenos que laenvolvían, con lo cual “pensamos” se definiría en toda su obraexterior el cuerpo del edificio, sin necesidad de iniciar cortes,pues el objetivo en esta fase como en las siguientes, era el estu-dio previo de su morfología constructiva y la patología, para pasarposteriormente a una fase de excavación amplia tanto de su inte-rior como del exterior, la consolidación y puesta en valor de todala fortificación.

II. BREVE RESEÑA HISTÓRICA

Los textos árabes hacen mención de una ciudad cabeza de dis-trito cuyo nombre corresponde al de Saddına, describiéndola Al-Himyarı de la siguiente manera: “Localidad de la Cora de Sidonia,en el país de Al-Andalus. Es antigua, con murallas todavía en pie

y ruinas que subsisten. Dos arroyos la surcan por el interior, pro-vienen de un manantial de abundante flujo; el torrente en el cualdesembocan acciona unos molinos, al sur de la ciudad. Está fuer-temente defendida: ningún ejército la ha atacado o intentado suasedio. En cuanto al manantial en cuestión, es aquel que da naci-miento al río Busa”.

En su Memoria de Licenciatura el arqueólogo José Manuel Tole-do Jordán nos aporta los siguientes datos y comenta: “El iqlımSaddına podríamos situarlo en las zonas montañosas limítrofes alpantano de los Hurones y a su capital en los alrededores del Cas-tillo de Tavizna” (2).

No dejamos de pensar e incluso creemos acertada la hipótesispor el momento de que la ciudad mencionada y descrita en losdocumentos árabes, corresponda a la antigua ciudad ibero-roma-na de Iptuci. Varios son los puntos y sus coincidencias:

• Posee todavía más del 75% de la cerca defensiva con torres queen algunos casos se pueden apreciar. El emplazamiento queocupa ya de por sí, ofrece una fuerte defensa y un importantecontrol del territorio.

• No existe en esta zona un enclave con sus características ymonumentalidad.

• Se mencionan dos arroyos que la surcan por el interior de suterritorio o distrito y que confluyen al sur de la ciudad. Estospodrían ser perfectamente el río de El Bosque y el río Tavizna,pues se ajustan a la descripción que ofrece el manuscrito.

• En cuanto al nombre del río que se menciona en los docu-mentos llamándolo río Busa por el Buta como normalmenteaparece reflejado en los textos, estamos de acuerdo que debióexistir un error en la transcripción y que indudablemente serefiere al río Majaceite.

Posteriormente sobre el Castillo de Hortales, el historiador D.Miguel Mancheño y Olivares nos ilustra un lance en los últimosaños del siglo XV entre caballeros arcenses y los hijos del alcaidede Ronda que tuvo lugar en el paraje denominado “Campo delCastillo de Hortales”, así como también apunta que “... Hortalessería una de aquellas torres moras, que luego pasaron a manoscristianas y quedaron de piezas avanzadas de la frontera <<dán-dose la mano unas con otras>>” (3).

Los Hermanos Cuevas nos refieren el siguiente dato sobre Hor-tales extraído de su libro sobre Prado del Rey: “Mateo Franciscode Rivas, con una humildad casi monástica, al tropezarse con lasruinas del castillo cercado de murallas confiesa: no hemos podidodescubrir su época” (4).

A falta de una documentación más extensa y descriptiva pocosdatos más podemos aportar sobre esta fortificación.

III. LA FORTALEZA

Descripción:

Este castillo presenta una planta cuadrada con una superficie deaproximadamente 1000 m2, (FIG. 1) de las torres que protegen los

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INTERVENCIÓN DE URGENCIA EN ELYACIMIENTO DE IPTUCI, CABEZO DEHORTALES (PRADO DEL REY, CÁDIZ).PROYECTO RUTA HISTÓRICO-CULTURAL.2ª CAMPAÑA 1994-1995.

CONCEPCIÓN JIMÉNEZ PÉREZFRANCISCO CAILLA SÁNCHEZ-MOLEROLUIS AGUILERA RODRÍGUEZMARÍA JOSÉ RICHARTE GARCÍA

ángulos exteriores sólo conocemos la existencia de tres, dos deellas cubiertas pero visibles, una dispuesta en el ángulo S-W y otraen el lado N-E, y la tercera corresponde a una torre consolidada enla campaña anterior. Aunque en el lienzo del lateral Este durantelos trabajos de desalojo del material pétreo que cubre a la estruc-tura militar, pudimos observar la existencia de un elemento cons-tructivo del que solo pudimos ver parte del careado exterior. Laposibilidad de encontrarnos ante otra posible torre no debería deparecer descabellado, cuando conocemos que este tipo de estruc-turas suelen disponer de ellas en la zona central del lienzo.

Indudablemente la torre de que más datos disponemos corres-ponde a la situada en el ángulo Sur-Este. Ésta es de planta ultra-semicircular y pared algo inclinada, su aparejo exterior está for-mado por hiladas de piedras de diversos tamaños entre ellas silla-res o sillarejos y restos arquitectónicos de época romana. El inte-rior está compuesto por un relleno de piedras con mezcla de mor-tero y su concepción es de obra maciza. En el interior y dispues-to en su eje central se observó un depósito colmatado, entre lasque se apreciaba dos finas capas o lechadas de cal, que sellabany dividían el relleno interior en dos niveles (LAM. I y II).

Otras de las torres en la que se observó una estructura intere-sante fue la que se encuentra situada en el ángulo N-Este, puesdispone de una poterna, la cual daría salida al exterior del edifi-cio por la parte norte, encontrándose por debajo del nivel deentrada, la cual de halla a una cota más elevada.

En cuanto al acceso, está dispuesto en la parte central del lien-zo norte y consiste en una calle en codo de un solo ángulo rectosalidizo (LAM. III). Hemos observado una seria modificación en laportada, pues creemos que en un principio no debió de poseer

tal sistema, más bien un ingreso directo flanqueado por dos torresde planta cuadrada muy pequeñas que la defendían (Torres I y II)y que posteriormente, sobre todo la torre de la derecha (Torre II),fue modificada y adelantada con un trayecto nuevo y cierre de unmuro perpendicular a ella con lo que se conseguirá la calle enángulo (FIG. 2).

Observamos que los restos de la actual puerta de acceso (FIG.III) y (LAM. IV) debió de poseer un arco de herradura cuya fábri-ca la componen sillares de arenisca reutilizados, ésta se encuen-tra embutida sobre la que debió de ser la portada original muchomás ancha y con un sistema distinto.

Otro de los detalles interesantes de esta construcción, se advier-te en la instalación, en época muy posterior, de un nuevo portalen el exterior del sistema acodado, con la colocación de unajamba de estrechamiento adosada a la torre de flanqueo izquier-da, por lo tanto el paso hacia el interior de la fortaleza quedaríacegado por un nuevo cierre que defendería, no sólo el interior dela calle acodada, sino la portada principal.

Quizás para defender esta área norte de la presión a que essometida, se ha comprobado la existencia de restos de lo quepodría corresponder a una barbacana entre la torre derecha de laentrada en codo y la torre del ángulo N-Este (LAM. V).

Por lo tanto nos encontramos ante una importante obra militarandalusí, que nos proporciona interesantes datos arquitectónicosarcaicos como su planta, sus torres ultrasemicirculares macizas,que coexisten con torres cuadradas miniaturizadas y entrada enángulo recto, así como la fábrica compuesta de elementos pétre-os reutilizados de la cantera que supone el estar asociado a laantigua ciudad de Iptuci (5).

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FIG. 1. Planta parcial del Castillo de Hortales.

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FIG. 2. Planta de entrada en codo salidiza.

LÁM. I. Vista de la torre semicircular durante los trabajos de limpieza.

LÁM. II. Vista de la torre una vez consolidada.

LÁM. III. Detalle entrada en recodo.

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FIG. 3. Resto de la portada de sillares de arenisca.

LÁM. IV. Vista portada.

LÁM. V. Vista de la zona Norte. Detalle de la barbacana.

LÁM. VI. Vista exterior de la fortaleza. Ángulo Sur-Este.

A pesar de no haber podido hacer un estudio más completode la fortaleza, sí queremos señalar que posiblemente sea unade las más arcaicas existentes en la Península Ibérica, por tantodebemos hacer ver la urgente necesidad de seguir con los tra-bajos inacabados. De todas maneras el periodo arcaico dondecreemos situar este castillo (siglos VIII-IX), obedece a un fuer-te establecimiento de estas estructuras a lo largo no sólo de lapenínsula y norte de África, sino a modelos paleoislámicosimportados de Oriente, éstos a su vez tomados como copias demodelos romanos o bizantinos situados en los territorios que seocupan (6).

Este periodo es claramente escaso en documentos de la época,por lo cual resulta difícil o casi imposible llegar a saber lo ocurri-do, no sólo en el área que nos concierne, sino su relación dentrode un esquema territorial no definido por el momento. De todasmaneras ésta siguió reutilizada hasta el siglo XII, como bien ates-tiguan los materiales recogidos “in situ”, situándonos en una fasede abandono final de la fortaleza a mediados de este mismo siglocomo máximo.

IV. MATERIALES CERÁMICOS:

Hemos agrupado los materiales cerámicos que nos interesantanto de la primera campaña como de la segunda, en un sologrupo que a continuación detallamos. Estos han sido recuperadosen el exterior del castillo (FIG. 4).

Material cerámico de época musulmana. I Campaña.

• IPT/93/18: Bacín. Fragmento de pared. Pasta rojiza; degrasantegrueso. Superficie interior con engalba amarillenta. Decoraciónde cuerda seca total. Óxidos de manganeso, estaño, hierro yverde. Motivos cruciformes inscritos en rombos.

• IPT/93/19: Jarrita. Fragmento de pared. Pasta ocre, degrasantefino. Decoración de cuerda seca parcial. Óxidos de cobre ymanganeso. Motivo sin identificar.

• IPT/93/20: Jarrita. Cuerpo globular, cuello cilíndrico. Pasta gris,degrasante medio. Superficie interior y exterior con engalbaamarillenta. Decoración pintada. Trazos digitales horizontalesde óxido de manganeso.

• IPT/93/21-23-24-25: Cántaro. Cuello cilíndrico, borde exvasado,arranque de asa de sección oval. Pasta rojiza, degrasante fino.Decoración pintada. Grupo de cuatro trazos horizontales deóxido de manganeso. Diámetro boca 9’5 cm.

• IPT/93/22: Cántaro o jarro. Cuello cilíndrico, borde exvasadocon moldura por debajo del labio. Pasta rojiza, degrasante fino.Superficie exterior con engalba amarillenta. Decoración pinta-da. Trazos digitales horizontales de óxido de hierro. Diámetroboca 7 cm.

• IPT/93/26: Jarrito. Base plana, pie indicado, cuerpo piriformecon acanaladuras en la unión cuerpo-cuello. Pasta rojiza, degra-sante medio. Superficie exterior con engalba amarillenta. Diá-metro base: 4’3 cm. Diámetro máximo: 10’6 cm.

• IPT/93/26-A: Jarrita. Fragmento de pared. Pasta rojiza, degra-sante fino. Superficie exterior con engalba amarillenta. Decora-ción pintada. Óxido de manganeso. Pseudoepigrafía.

• IPT/93/28: Olla. Cuerpo globular, borde exvasado. Pasta casta-ña, degrasante fino. Decoración incisa. Diámetro boca: 24cm.

• IPT/93/29: Posible reposadero. Cuerpo cilíndrico, borde engro-sado. Pasta rojiza, degrasante fino. Decoración impresa. Impre-siones digitales en el borde.

• IPT/93/30: Jarrita. Cuello cilíndrico, borde recto. Pasta anaran-jada, degrasante fino. Superficie interior y exterior con engalbaamarillenta. Decoración pintada. Trazos digitales verticales deóxido de hierro. Diámetro boca: 15’8 cm.

• IPT/93/31: Jarrita. Cuello cilíndrico, borde recto. Pasta ocre,degrasante fino. Decoración de cuerda seca parcial. Óxidos dehierro y cobre. Banda ondulada entre bandas rectas horizonta-les. Diámetro boca: 10’6 cm.

• IPT/93/32: Cántaro. Fragmento de pared con acanaladuras.Pasta ocre, degrasante fino. Decoración pintada. Trazos digita-les verticales de óxido de hierro.

• IPT/93/33: Ataifor. Cuerpo de paredes curvas, borde rectoengrosado, arranque de asa horizontal. Pasta rojiza, degrasantefino. Cubierta vítrea interior y exterior melada. Diámetro boca24’2 cm.

• IPT/93/34: Tapadera. Forma cóncava con resalte. Pasta ocre,degrasante fino. Cubierta vítrea interior y exterior verde. Diá-metro máximo: 19’8 cm.

• IPT/93/35: Jarrita o jarro. Cuello cilíndrico, borde recto adelga-zado. Pasta castaña, degrasante fino. Cubierta vítrea interior yexterior verde. Decoración pintada. Trazos de óxido de manga-neso. Diámetro boca: 11 cm.

• IPT/93/36: Ataifor. Cuerpo de paredes curvas, borde exvasado.Pasta anaranjada, degrasante fino. Cubierta vítrea interior yexterior melada. Decoración pintada. Trazos de óxido de man-ganeso. Diámetro boca: 24’9 cm.

• IPT/93/37: Ataifor. Borde recto engrosado. Pasta anaranjada,degrasante fino. Cubierta vítrea interior y exterior melada.Decoración pintada, trazos de óxido de manganeso. Diámetroboca: 19 cm.

• IPT/93/38: Ataifor. Cuerpo de paredes curvas, borde exvasado.Pasta rojiza, degrasante fino. Cubierta vítrea interior y exteriormelada. Decoración pintada. Trazos de óxido de manganeso.Diámetro boca: 21’6 cm.

• IPT/93/39: Ataifor. Cuerpo de paredes curvas, borde exvasado.Pasta gris, degrasante fino. Cubierta vítrea interior y exteriorverde. Decoración pintada. Trazos de óxido de manganeso.Diámetro boca: 27’5 cm.

• PIT/93/40: Cazuela. Cuerpo de paredes rectas divergentes,borde con inflexión interna. Pasta rojiza, degrasante fino.Cubierta vítrea interior y exterior melada. Decoración plástica.Nervios de sección triangular.

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FIG. 4. Diversas formas cerámicas.

• IPT/93/41: Fragmento de pared. Pasta ocre, degrasante fino.Cubierta vítrea interior verde, exterior melada. Decoración plás-tica e incisa. Cordoncillos punteados.

• IPT/93/42: Ataifor. Pie anular. Pasta amarillenta, degrasantefino. Superficie interior con engalba blanca. Cubierta vítrea inte-rior transparente, exterior melado-amarillenta. Decoración enverde y morado. Palmetas. Diámetro base: 7’6 cm.

• IPT/93/44: Estuco. Decoración pintada en rojo.

Material cerámico de época musulmana. II Campaña.

• IPT/93-94/69: Ficha de juego. Forma circular. Pasta gris, degra-sante fino. Superficie interior y exterior con engalba anaranja-da.

• IPT/93-94/70: Candil. Cazoleta lenticular. Pasta amarillenta,degrasante fino.

• IPT/93-94/71: Olla. Cuerpo globular, borde exvasado. Pasta cas-taña, degrasante fino. Diámetro boca: 19’6 cm.

• IPT/93-94/72: Olla. Cuerpo globular, borde exvasado. Pasta cas-taña, degrasante fino. Diámetro boca: 18 cm.

• IPT/93-94/73: Jarrita. Pie anular. Cuerpo globular y acanaladu-ras sin decoración.

• IPT/93-94/74: Cántaro. Cuello cilíndrico, borde recto engrosado(sección triangular). Pasta ocre, degrasante fino. Decoraciónpintada. Trazos de óxido de hierro. Diámetro boca: 7’3 cm.

• IPT/93-94/75: Cántaro. Cuello cilíndrico, arranque de asa desección trapezoidal. Pasta ocre, degrasante fino. Decoraciónpintada. Trazos digitales horizontales de óxido de hierro.

• IPT/93-94/76: Cántaro. Fragmento de pared. Pasta anaranjada,degrasante fino. Superficie exterior con engalba amarillenta.Decoración pintada. Puntos de óxido de hierro.

• IPT/93-94/77: Cántaro. Fragmento de pared. Pasta amarillenta,degrasante fino. Decoración pintada. Trazos digitales verticalesde óxido de hierro.

• IPT/93-94/78: Cántaro. Fragmento de pared con acanaladuras.Pasta ocre, degrasante fino. Decoración pintada. Trazos digita-les verticales de óxido de hierro.

• IPT/93-94/79: Cántaro. Fragmento de pared. Pasta ocre, degra-sante fino. Decoración pintada. Trazos digitales verticales deóxido de hierro.

• IPT/93-94/80: Fragmento de pared. Pasta rojiza, degrasantefino. Decoración pintada. Bandas verticales de óxido de hierro.

• IPT/93-94/81: Cántaro. Fragmento de pared. Pasta ocre, degra-sante fino. Decoración pintada. Trazos digitales de óxido dehierro.

• IPT/93-94/82: Cántaro. Cuello cilíndrico. Pasta anaranjada,degrasante fino. Superficie interior y exterior con engalba ama-rillenta. Decoración pintada. Trazos digitales horizontales deóxido de hierro.

• IPT/93-94/83: Cántaro. Fragmento de pared. Pasta ocre, degra-sante fino. Decoración pintada. Trazos digitales verticales deóxido de hierro.

• IPT/93-94/84: Olla. Fragmento de pared. Pasta rojiza, degrasan-te fino. Cubierta vítrea interior melada. Decoración pintada.Grupo de cinco bandas verticales de óxido de hierro.

• IPT/93-94/86: Ataifor. Pie anular. Degrasante fino. Cubiertavítrea interior verde, exterior melado-amarillenta. Decoraciónimpresa. Círculos concéntricos. Diámetro base: 8’5 cm.

• IPT/93-94/87: Ataifor. Cuerpo de paredes curvas, borde exvasa-do. Pasta ocre, degrasante fino. Cubierta vítrea interior y exte-rior melada.

• IPT/93-94/88: Ataifor. Cuerpo de paredes curvas, borde recto.Pasta rojiza, degrasante fino. Cubierta vítrea interior y exteriormelada. Decoración pintada. Trazos de óxido de manganeso.Diámetro boca: 17’6 cm.

• IPT/93-94/89: Ataifor. Cuerpo de paredes curvas, borde exvasa-do. Pasta ocre, degrasante fino. Cubierta vítrea interior y exte-rior melada. Decoración pintada. Trazos de óxido de mangane-so. Diámetro boca: 25’4 cm.

• IPT/93-94/90: Ataifor. Cuerpo de paredes curvas, borde recto,engrosado de sección triangular. Pasta rojiza con núcleo gris,

degrasante fino. Cubierta vítrea interior y exterior melada.Decoración pintada. Trazos de óxido de manganeso.

• IPT/93-94/91: Ataifor. Cuerpo de paredes curvas, borde exvasa-do. Pasta ocre, degrasante fino. Cubierta vítrea interior y exteriormelada. Decoración pintada. Trazos de óxido de manganeso.

• IPT/93-94/92: Ataifor. Cuerpo de paredes curvas, borde rectoengrosado. Pasta rojiza, degrasante fino. Cubierta vítrea interiory exterior melada. Decoración pintada. Trazos de óxido demanganeso.

• IPT/93-94/93: Ataifor. Cuerpo de paredes curvas, borde rectoengrosado de sección triangular. Pasta rojiza, degrasante fino.Cubierta vítrea interior y exterior melada.

• IPT/93-94/94: Ataifor. Cuerpo con carena, luego paredes rectasverticales, borde recto engrosado. Pasta rojiza, degrasante fino.Cubierta vítrea interior y exterior melada. Diámetro de boca22’1 cm.

• IPT/93-94/95: Ataifor. Cuerpo con carena, luego paredes rectasverticales, borde recto engrosado. Pasta rojiza, degrasante fino.Cubierta vítrea interior y exterior melada.

• IPT/93-94/96: Ataifor. Cuerpo de paredes curvas, borde rectoengrosado de sección triangular. Pasta rojiza, degrasante fino.Cubierta vítrea interior y exterior melada.

• IPT/93-94/97: Ataifor. Cuerpo de paredes curvas, borde rectoengrosado de sección triangular, arranque de asa horizontal.Pasta rojiza con núcleo castaño, degrasante fino. Cubierta vítreainterior y exterior verde-melada.

• IPT/93-94/98: Ataifor. Cuerpo con carena, luego paredes rectasverticales, borde recto engrosado. Pasta ocre, degrasante fino.Cubierta vítrea interior y exterior verde. Diámetro boca: 29 cm.

• IPT/93-94/99: Ataifor. Pie anular. Pasta rojiza, degrasante fino.Cubierta vítrea interior y exterior melada. Decoración pintada.Trazos radiales de óxido de manganeso. Diámetro base: 7’2 cm.

• IPT/93-94/100: Ataifor. Pie anular. Pasta rojiza, degrasante fino.Cubierta vítrea interior y exterior melada. Decoración pintada.Trazos de óxido de manganeso. Diámetro base: 11cm.

• IPT/93-94/101: Ataifor. Pie anular. Pasta rojiza, degrasante fino.Cubierta vítrea interior y exterior melada. Decoración pintada.Trazos de óxido de manganeso. Diámetro base: 9’6 cm.

• IPT/93-94/102: Ataifor. Pie anular. Pasta rojiza, degrasante fino.Cubierta vítrea interior y exterior melada. Decoración pintada.Trazos de óxido de manganeso. Diámetro base: 7’7 cm.

• IPT/93-94/103: Ataifor. Pie anular. Pasta rojiza, degrasante fino.Cubierta vítrea interior y exterior melada. Decoración pintada.Trazos de óxido de manganeso. Diámetro base: 9’2 cm.

• IPT/93-94/104: Fragmento de pared. Pasta gris, degrasante fino.Cubierta vítrea exterior verde. Decoración incisa. Incisiones ver-ticales.

• IPT/93-94/105: Ataifor. Fragmento de pared. Pasta gris, degra-sante fino. Cubierta vítrea interior y exterior melada. Decora-ción pintada. Trazos de óxido de manganeso.

• IPT/93-94/106: Ataifor. Fragmento de pared. Pasta gris, degra-sante fino. Cubierta vítrea interior y exterior verde-melada.

• IPT/93-94/107: Ataifor. Fragmento de pared. Pasta rojiza, degra-sante fino. Cubierta vítrea interior y exterior melada. Decora-ción pintada. Trazos de óxido de manganeso.

• IPT/93-94/108: Ataifor. Fragmento de pared. Pasta gris, degra-sante fino. Cubierta vítrea interior y exterior verde.

• IPT/93-94/109: Redoma. Fragmento de pared. Pasta gris, degra-sante fino. Cubierta vítrea interior y exterior verde.

• IPT/93-94/110: Fragmento de pared. Pasta ocre, degrasantefino. Cubierta vítrea interior y exterior verde.

• IPT/93-94/111: Candil. Piquera de paredes curvas. Pasta gris,degrasante fino. Cubierta vítrea verde.

• IPT/93-94/112: Redoma. Fragmento de pared con arranque deasa. Pasta gris, degrasante fino. Cubierta vítrea exterior melada.

• IPT/93-94/113: Jarrita. Asa de sección oval. Pasta ocre, degra-sante fino. Cubierta vítrea verde.

• IPT/93-93/114: Bacín. Fragmento de pared. Pasta anaranjada,degrasante grueso. Cubierta vítrea interior melada. Decoraciónde cuerda seca total. Óxidos de manganeso, hierro y cobre. Cír-culos como relleno de posibles motivos epigráficos.

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• IPT/93-94/118: Cazuela. Cuerpo cilíndrico, borde entrante, unasa de muñón. Pasta castaña, degrasante grueso. Superficieinterior alisada. Realizada a torneta o torno bajo. Diámetroboca: 17 cm.

• IPT/93-94/125: Tinajas. Cuerpo ovoide, borde recto y cuellotroncocónico. Superficie exterior, boca, cuello, asas y mitadsuperior cubierta vítrea verde y presentan decoración estampi-llada.

• IPT/93-94/126: Tinaja. Cuerpo ovoide. No dispone ni de cuello,boca ni asas. Al parecer debieron de ser extirpadas. Superficiesuperior con cubierta vítrea verde y decoración estampillada.

Estas tinajas de base estrecha y plana, presentando un pie indi-cado y con molduras, cuerpo ovoide, cuello troncocónico inverti-do, bien diferenciado de las paredes del cuerpo, y borde rectocon engrosamiento externo de sección cuadrangular; cuentan condos asas en forma de aleta que arrancan de la mitad superior delcuerpo, con un valor puramente decorativo.

Estas tinajas presentan un vedrío verde en la superficie exteriorque cubre la boca, cuello, parte superior del cuerpo y asas, estan-do destinadas a contener agua, pues, al dejar la parte inferior delcuerpo sin cubierta vítrea, el barro poroso permitía mantener fres-co el líquido.

Este tipo de tinajas tiene una profusa decoración estampillada,incisa y excisa con motivos geométricos, vegetales, epigráficos,arquitectónicos y apotropaicos. Estos motivos decorativos seestructuran en bandas horizontales de igual o desigual altura,cubriendo toda la superficie de la pieza.

Formaban parte de un grupo cerámico que estaba destinado afacilitar las abluciones rituales en las mezquitas, baños y casas, pro-porcionando el agua necesaria para purificar el rostro y otras par-tes del cuerpo. Este grupo se componía de tres elementos: una pile-ta de abluciones, un reposadero y la propia tinaja. La tinaja conte-nía el agua, mientras que el reposadero sostenía la tinaja y, además,actuaba de filtro al recoger al agua exudada de la tinaja que habíasido elaborada con un tipo de arcilla muy porosa. El agua, que gotaa gota rezumaba de la tinaja, pasaba a través de un pitorro, uncanalillo o un orificio que disponía el reposadero, llenando la pile-ta. También, la pileta podía llenarse por medio de jarritas que reco-gían directamente el agua del interior de la tinaja (7) y (8).

Los símbolos y motivos apotropaicos y profilácticos que deco-raban las tinajas, servían para proteger el contenido de la vasijade toda clase de influencias maléficas.

La intención de no desperdiciar el agua exudada se relacionacon el cumplimiento de la tradición que relata cómo el Profeta uti-lizaba muy poco agua durante la ablución.

V. CONCLUSIONES

Los trabajos realizados entre 1993 y 1994 nos permiten apuntarpor el momento alguna hipótesis:

1 La cronología donde encuadramos por ahora la fortaleza esta-ría entre los siglos VIII y XII, éste último bien documentadopor la cerámica y el armamento encontrado.

2 Aunque se excavó un porcentaje que se aproxima al 30%,pudimos observar que el castillo es de planta cuadrada conuna superficie cercana a los 1.000 m2, y entre sus caracterís-ticas constructivas aparece la reutilización de sillares romanosy otros materiales propios del periodo Emiral-Omeya. Pre-senta una torre de planta ultrasemicircular (en el ángulosudeste) y otras pequeñas de planta cuadrada, así como unaentrada en recodo de un solo quiebro en el sector norte delcastillo. La estructura fue modificada en época posterior,tanto en su portada de acceso principal, como en el exteriorentre la entrada en codo y la torre del ángulo nordeste, dis-poniendo de una barbacana en este sector.

3 Las cerámicas aparecidas corresponden a los siguientes tipos:ollas, candiles, cántaros, ataifores, cazuelas, bacines, jarritasy tinajas (éstas últimas expuestas en el Museo de Cádiz).

Estos elementos cerámicos expuestos, están decorados convedrío verde y presentan una decoración estampillada condiversos motivos y estaban destinadas a cuestiones ritualesen “establecimientos” tanto públicos como privados, conte-niendo generalmente agua para la purificación del cuerpo. Eljuego estaba compuesto de tres elementos: tinaja, reposade-ro y pileta de abluciones.

4 En cuanto al armamento, consiste principalmente en puntasde ballestas y de una lanza, apuntando, sobre todo estos dar-dos, a una cronología en torno al siglo XII donde se genera-lizaría su uso, así como el de la ballesta (FIG. 5 y 6).

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FIG. 5. Lanza.

Notas

(1). JIMÉNEZ PÉREZ, C y AGUILERA RODRÍGUEZ, L, “Intervención de urgencia en el yacimiento de Iptuci, Cabezo de Hortales (Prado del Rey, Cádiz).Proyecto Ruta Histórico-Cultural. 1ª Campaña, 1993”, Anuario Arqueológico de Andalucía, III, Actividades de urgencias, Sevilla, 1993, pp. 48-51.(2). TOLEDO JORDÁN, José Manuel, El Cádiz islámico (711-1485). Aportación a su estudio histórico-político, geográfico-administrativo, socioeconómico ycultural, Memoria de Licenciatura, Universidad de Granada, 1986.(3). MANCHEÑO Y OLIVARES, Miguel, Galería de Arcenses Ilustres, Arcos de la Frontera, 1923.(4). CUEVA DE LA, José y Jesús, Prado del Rey, Cádiz, Diputación de Cádiz, 1962.(5). ZOZAYA, Juan, “Las fortificaciones de Al-Andalus”, Al-Andalus. Las artes islámicas en España. Ediciones El Viso, 1992.(6). MARCAIS, George, El Arte Musulmán, Madrid, Ediciones Cátedra, 1985.(7). NAVARRO PALAZÓN, J y JIMÉNEZ CASTILLO, P, “Piletas de abluciones en el ajuar cerámico andalusí”, Verdolay 5, 1993, pp. 174-176.(8). NAVARRO PALAZÓN, J y JIMÉNEZ CASTILLO, P, “Maquetas arquitectónicas en cerámica y su relación con la arquitectura andalusí”, Casas y palaciosde al- Andalus. Siglos XII-XIII, 1995, pp. 298-301, nota 2.

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FIG. 6. Puntas de ballestas.

Resumen: En esta intervención se detecta la antigua línea decosta en época romana, hallándose tan sólo escaso material cerá-mico romano y abundante cerámica contemporánea.

Abstract : In this interventión it has been detected the ancientcoast line in roman time, finding only slight roman pottery mate-rial and abundant contemporary pottery.

I. CAUSAS DE LA INTERVENCIÓN

La intervención arqueológica vino motivada por las obras inhe-rentes al proyecto de construcción de unas viviendas, en la par-cela nº 6 de la finca de El Gallinero, en Puerto Real. Dado queesta finca es una zona de interés arqueológico, donde interven-ciones anteriores (1) revelaron la presencia de un alfar romanodel s. I d. C. así como las escombreras anexas, se hizo necesariorealizar un estudio arqueológico previo al inicio de las obras.

II. METODOLOGÍA

La parcela objeto de la intervención se sitúa cerca de la líneade costa, siendo hasta hace pocos años su límite sur, límite natu-ral de la misma. La parcela con una superficie aproximada de2.800 m2, ha sido utilizada como vertedero de escombros duran-te las obras de las viviendas próximas, llegándose incluso a reali-zar un vaciado para facilitar este fin. Esto hacia prever una estra-tigrafía muy alterada y dañada por esta reciente antropización, alo que habría que añadir los efectos del oleaje.

Conocidos estos hechos se procedió a planificar los sondeoscon pala mecánica con el objeto de determinar la posible presen-cia de restos arqueológicos y delimitar el área afectada por éstos.Se plantearon tres hileras de sondeos situadas paralelamente al ejemayor de la parcela y de Norte a Sur.

III. DESCRIPCIÓN GEOLÓGICA DEL SUBSUELO DE LA PARCELA(2)

Los sondeos muestran tres niveles bien diferenciados, en senti-do ascendente son :

NIVEL I. Se trata de arenas gruesas conchíferas muy lavadas yde color beige, con cantos de cuarcita y areniscas bien redonde-ados y ocasionalmente de “piedra ostionera”. De forma puntualaparecen restos cerámicos romanos muy rodados.

NIVEL II. Arenas de tamaño medio con abundante matriz finade color marrón oscuro, con cantos escasos de menor diámetroque en el nivel anterior, y con conchas dispersas. Aparecenfragmentos cerámicos romanos y modernos con un grado derodamiento menor que en el nivel anterior y en ocasionesausente.

La coloración marrón oscura responde a un proceso de edafi-zación como consecuencia de la existencia anterior de una huer-ta, constatada al menos, desde el siglo XIX hasta bien entrado elsiglo XX (3). Por otra parte, este hecho explica la mezcla siste-

mática de cerámica romana y moderna existente en el nivel II.NIVEL III. Se trata de un relleno actual de escombros proce-

dentes de las edificaciones adyacentes. En algunos de los sonde-os llega a alcanzar hasta 1,60 m. de potencia.

Desde el punto de vista geológico, puede afirmarse que se haconstatado la presencia de la línea de costa en la parcela estudia-da, afirmación que coincide con la presencia de material romanocon un rodamiento característico de las zonas litorales.

IV. RESULTADOS ARQUEOLÓGICOS DE LOS SONDEOS.

En los sondeos realizados en la zona meridional de la parcela,aparece en la posición del nivel I fango, a continuación se cons-tató el nivel de relleno actual (nivel III), que osciló entre los 0,4m y los 2,60 m., alcanzando su máxima potencia en la zona cen-tral. Desde el punto de vista arqueológico resultaron totalmenteestériles.

En la hilera central los hallazgos, no muy abundantes se con-centraron en la zona central y Este, en el Nivel II de arenasmarrones oscuras. Consisten básicamente en fragmentos cerámi-cos romanos, bordes de ánforas tipo Beltran Ia y fragmentosamorfos dispersos, junto a ellos, cerámicas de los siglos XVIII-XIX:fragmento de azulejo polícromo, un borde melado y otros esmal-tados decorados con azul sobre fondo blanco.

En los sondeos del sector Nor-Noreste, los hallazgos consistenbásicamente en material cerámico romano y contemporáneo, queaparecen muy mezclados, lo que puede explicarse si tenemos encuenta que la finca fue, al menos desde el siglo XIX y hasta hacepocos años, zona de huerta.

La cerámica romana, más escasa, se reduce a diversos amorfosy algunos fragmentos de bordes anfóricos del tipo Beltrán Ia, dis-persa a lo largo de toda la hilera, presenta en algunos casos unacusado grado de rodamiento por el contacto con el mar, que enesa época llegaba a la zona.

La cerámica contemporánea, es la más abundante y variada. Seencuentran fragmentos amorfos y con formas, generalmente bor-des, y escasas asas y fondos. Un análisis más detallado (4) ponede manifiesto la predominancia de las formas cerámicas de carác-ter doméstico : bacines, bacinicas, platos, tazas, jarras, lebrillos, uncántaro y un florero, y junto a ellas, azulejos y otras de cocinacomo las cazuelas. Las series más genéricas son las bizcochadas,las vidriadas de cocina y sobre todo las lozas y las porcelanas.Cronológicamente, pueden datarse en los siglos XVIII a XX.

Los fragmentos más antiguos corresponden a sendas tazas(LÁM. I.6) y a un plato decorado en azul sobre blanco con elreborde del labio decorado con puntos y líneas en azul, de inspi-ración china (LÁM. II.16). También se documentan la “mayólicasutilitarias” de K. Deagan (LÁM. II.11).

Son muy abundantes las porcelanas, como un fragmento de flo-rero decorado con hojas alargadas y estrechas marrones y verdespor el exterior (LÁM. II.14). Junto a la porcelana más delicadacomo un fragmento de plato decorado con líneas verdes, o el piede tipo Cartuja de Sevilla (de la fábrica Pickman) (LÁM. II.15),encontramos porcelana dura con decoración de imitación france-sa.

Son importantes las cerámicas de estilo sevillano (Triana) comolos platos hondos en azul y verde vegetal acompañado de una

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INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA DEURGENCIA EN LA PARCELA Nº 6DE EL GALLINERO, PUERTO REAL,(CÁDIZ).

BEATRIZ GONZÁLEZ TORAYA

mancha negra, o azul vegetal con línea negra y mancha anaranja-da (LÁM. II.12), esta decoración también se ha documentado enMedina Sidonia. Así los platos en verde claro, azul y trazos rojossobre fondo blanco (LÁM. II.13 ; I.4). La Lám. I.10 representa unatapadera decorada en trazo negro, bandas amarillas, naranjas yazules sobre fondo gris.

Igualmente, se han documentado las cerámicas de Níjar (Alme-ría) como el fragmento de la Lám. I.5 con manchas oscuras sobreblanco bajo cubierta.

Por último, también se han documentado los azulejos, aunquede cronología relativamente reciente.

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LÁM. I.

V. CONCLUSIONES

Los resultados de los sondeos expuestos anteriormente, revelanque los escasos materiales romanos presentes provienen de lasescombreras del alfar de la parcela nº 5 rodados por la pendientenatural del terreno que venía a morir al mar y zarandeados repeti-damente por el oleaje. La forma anfórica documentada, la Beltrán1a está ampliamente constatada en el horno y escombreras de lacitada parcela. No se ha detectado el menor indicio de estructuras.

Estos resultados junto a los ya conocidos de la parcela nº 5 quepusieron de manifiesto la presencia de una instalación alfarera decierta entidad, indican que probablemente, los otros elementosconstructivos propios de una alfarería romana, entre ellos, quizás

otro u otros hornos, se encuentren, si no han sido destruido enépocas anteriores, en la parcela contigüa que todavía no ha sidourbanizada.

Respecto a los restos contemporáneos, posiblemente tengan suorigen en la actividad antrópica realizada en El Lugar de San Beni-to, citado en el Catastro de 1750, en cuyo entorno debió hallarse laprimitiva Ermita de San Benito, cuyo origen podría situarse aproxi-madamente en la mitad del siglo XVII (5). Esta hipótesis es plausi-ble ya que en el cerro próximo se ubican los restos de la Ermita deSan Benito, más moderna que la original, pero sin duda situada muycerca de ésta. En cualquier caso, como vimos anteriormente, estáconstatada la utilización de la parcela como huerta, al menos desdeel siglo XIX. Tampoco se han detectado restos de estructuras.

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LÁM. II.

Notas

(1). Enrique García Vargas y José Francisco Sibón Olano, “Intervención arqueológica de emergencia “El Gallinero” (Puerto Real, Cádiz)”, en Anuario deArqueología Andaluza III, Sevilla, Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, 1992, pp. 124-129.(2). El estudio geológico ha sido realizado por Javier Férriz Más, a quién agradecemos su colaboración.(3). Se ha consultado el Archivo Histórico de Puerto Real, Catastro de 1987, legajo 166-1.(4). José Antonio Ruiz Gil y Beatriz González Toraya, “Antecedentes y perspectivas de la Arqueología en la Edad Moderna y Contemporánea en PuertoReal, (Cádiz)”, en IV Jornadas de Historia de Puerto Real, Cádiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz, 1997, pp. 41-48.(5). Antonio Muro Orejón, Puerto Real entre el pinar y la mar, Cádiz, Caja de Ahorro de Cádiz, s.f., pp. 388-392.

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