220

Click here to load reader

Anuario UPA 1999

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Anuario 1999 de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos. Informe que recopila toda la información sobre la agricultura familiar en España.

Citation preview

Page 1: Anuario UPA 1999
Page 2: Anuario UPA 1999

CUENTA CAMPO El Banco Santander Central Hispano, S.A. a través de su red de oficinas BCH , ofrece a todos los agricu ltores y ganaderos

la Cuenta Campo. Con la agi lidad y comodidad de una cuenta corriente, con la posibilidad de acceder a los créditos y

préstamos para el campo en las mejores cond iciones. Y, por supuesto, con la suscripción gratuita a la revista Pulso Agrario

y el servicio de Euroinformación de Ayudas Agrarias. ¿Hay quién dé tanto?

Infórmese en cualquier oficina de la red BCH o en el 902 24 24 24

BCH,

Page 3: Anuario UPA 1999

EDITA FUNDACIÓN DE ESTUDIOS

RURALES

--~ Unión de Pequeños

Agricultores y Ganaderos

Redacción y admi nistración

Agusrin de Betancoun, 17-3". 28003 Madncl

Tels.: 9155-+ 18 70 Fax. 9155-+26 21

Gestión y Administración José Luis Marrin

Redactores r colaboradores

Esrcban López PlazJ Elena Concsa Sánchez José Manuel Delgado

)a11er Alcj<mdrc Nuria V11lanuc1·a \11ole1a Campo

Hcctor Samz \'íctor Sala::ar (t\ 11ilal11d11)

Óscar Fonuín rca~t1lla y Ltón) Beamz Reohd (Clls -La Mw1c/1<1)

Manfé lama (fatm11ad11m) Mº jesús Puentes (B111sdas)

Coordinador de los artículos sobre

r'lg1irn/t.11 ra familiar e11 Es¡m fl a Eduardo 1'1oyano

Fotografía Joaquín Ter.in

Secretarias de redacción Pilar Momand Emcsrina Rufo

Documentación Departamento Técnico de UPA

Umoncs Regionales de UPA Uniones Sectonalcs de UPA

Maquctación Ana B. Gómcz

Departamento de publicidad

Agustín de Bctancoun, 17-3". 28003 Madnd

Tels.· 91 533 97 81 91 533 83 55

Fa.-· 91 554 26 21

lmpres ión Gráficas jomagar

Fo to Portada Mamfcsrnc1,m convocada por

J PA en Madrid , el 20 de marzo de 1999, en defensa ele la agricultura fam1har y por el

futuro del mundo rural

11111 fUNDACIÓN Df ESTU DIOS RURAlES

AGRICULTURA FAMILIAR EN ESPAÑA 1999 PO R LA DEFENSA DE LA AGRJ CULTURA FAMILlAR

FERNANDO MORALEDA

PROCESOS DE CAMBIO EN LA AG RI CULTURA ESPAÑOLA

EDUARDO MOYANO

AGRJCULT URA Y TERRJTORIO. UNA CUESTLÓN POLÍTlCA

BERTRAND HERVIEU

MODERNIZACIÓN DE U\ AGRICULTURA FAMILIAR: lMEJORA O SUPRESIÓN?

3

7

13

JESÚS G. REGIDOR 19

ESTRATEGIAS FAM ILIARES Y FUTURO DE U\ AGRl.CU LTURA FAM ILIAR

CRISTOBAL G. BENITO J UAN JESÚS GONZÁLEZ

EVOLUCIÓN Y TENDENCIAS EN EL TRABAJO AGRARI.O

ALICIA lANGREO

33

43

MUJERES Y EXPLOTACIÓN FAM ILIAR AGRA­RIA

J UAN M. GARCÍA BARTOLOME 49

EL NUEVO MARCO PRESUPUESTARIO Y LA REFORMA AGRÍCOU\ DE LA AGENDA 2000

JOSÉ Mª SUMPSI 55

INFORME SOCIOECONÓMICO

LA MODUU\.CIÓN DE LAS AYUDAS, AL SERVICIO DE LA COHESIÓN

LUIS ATIENZA

PRODUCCIÓN AGRARIA Y SEGURlDAD ALIMENTARIA

RARAEL URRIALDE

EXPLOTACIONES FAMILIA R.ES EN L.\ AGRICULTURA MEDlTERR.\NEA

EU\DIO ARNALTE VICENTE ESTRUCH

61

65

69

TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS DE LAS EXPLOTACIONES FAMILIARES GA LLEGAS EN EL CONTEXTO DE LA AG RICULTURA DE LA CORN ISA CANTÁBRlC-'\

FRANCISCO SINElRO

AG RI CULTURA, MEDIO AMBIENTE Y DESARROLLO RURAL

PEDRO RUlZ AVILÉS

77

85

MEDlDAS AGROAlVIBIENTALES: UNA OPCIÓN PARA LA AGRICULTURA FAMILIAR

FERNAN DO E. GARRIDO 93

EL DESARROLLO RURAL. UNA APUESTA DE FUTU RO PARA DIVERSlFlCAR LA ACTIVI­DAD AGRARIA Y GARANTIZAR UN MUNDO RURAL vrvo

JOSEP TORTOSA 101

DE lA AGRICULTURA ESPAÑOIA 1999

El sector agrario en 1998 108 Cantabria 149

Producciones y mercados 119 Castilla-La Mancha l!.51

Agricultura y Castilla y León 152

alimentación 129 Cataluña 154

Agricultura y medio Comunidad Valenciana 157 .Acción Sindical de UPA 171

ambiente 133 Extremadura 158 IV Congreso Federal 181

Comunidades Autónomas 139 Galicia 161 Secretarías •Sectoriales 188

Andalucía 139 La Rioja 1.62 Departamentos 198

Aragón 141 Madrid 1.65 Uniones Territoriales 201

Asturias 142 Murcia 1.66 Legislación nacional 1998 210

Baleares 145 Navarra 168 Legislación europea 1998 214

Canarias 146 País Vasco 169 Sedes • Ind. anunciantes 216

Page 4: Anuario UPA 1999

DESDE 1880

S/NCE 1880

123 Variedades de obtención propia inscritas en el catálogo CE.E. Cereales, Maices, Girasoles ... Horticolas y Forrajeras

123 Varieties of our breeding registered in the Common Catalogues. Field crops, Corn, Sunflower, Grasses and Vegetables.

SEMILLAS FITO Selva de Mar , 111•08019 BARCELONA•Spain Telf. : 34 (3} 307 62 12- Fax: 34 (3) 307 03 64 -Té/ex: 51944 FITO E

Page 5: Anuario UPA 1999

FERNANDO MOBALEDA

Pcq uc 1ios \xiirnltor.:s r

amcdcros (UPA)

Por la defensa de la agricultura familiar

En nuesrro recieme IV Congreso Federal , el in­forme ele gestión clesracaba que UPA había na­cido, crecido y hecho adulta en Europa, den­tro de Europa. Si hay una experiencia organi­

zativa española que se relacione estrechamente con el proyecto europeo desde nuestra integración, es, como digo , la Unión de Pequeiios Agiicultores y Ganaderos.

Nuestro país llevaba ya un año en la Comunidad Económica Europea cuando celebramos nuestro I Con­greso, en septiembre de 1987, en el salón de actos del Ministerio de Sanidad. A los pocos meses delco­nocimiento ele las instüuciones europeas pasamos a parLicipar en ellas. La Polírica Agraria Común estaba ya entonces cuestionada por sus efectos presupuestarios al haber ocasionado un problema ele excedentes en de­terminadas producciones continentales. El éxito cle1 apoyo a los precios percibidos por los productores ha­bía generado un problema financiero: se vendía a la in­tervención y no sólo al mercado. La solución que se propuso fue la de esrabilizar el gasto sin cambiar el fon­do ele la política. No hubo resultados sustanciales.

En 1992, con seis años ele experiencia europea, se produce la primera gran reforma agrícola en la que de­jamos de ser espectadores: la política de precios pasa a la ele ayudas directas compensatorias por pérdida de rema. Es entonces cuando se produce un decro que

3

hará cambiar la PAC en el futuro y que ha hecho que la discusión ele la misma en 1999, haya tenido más atención social. Me refiero a la "visibilidad" de las ayu­das . El apoyo a los precios era invisible y lo pagaban los consumidores. El apoyo a las remas es visible y al pagarlo el contribuyente necesita no sólo de legiLimi­dacl agraria sino también ele legitimidad social, en el sentido amplio de la expresión.

La discusión de la Agenda 2000, lamentablemen­te, no ha dado el verdadero valor político que debía a la exigencia ele que la PAC descanse en un nuevo di­seño que reconcilie las prioridades de la sociedad con el modelo de producción agraria; en definitiva, que hu­biera puesto los pilares de una nueva PAC en un nue­vo contrato social que reconciliara los nuevos valores sociales ele agricultura sostenible, plrnifuncional y ver­tebraclora del territorio con los intereses ele agriculro­res y ganaderos.

Los Ministros ele Agiicultura primero, y los jefes ele Gobierno después, se repartieron el presupuesto en lu­gar de diseñar una nueva política para un nuevo si­glo , dejando a los Estados que pudieran modular las ayudas directas después ele que primero la Comisión Europea y después Francia, hicieran ptiolitaria esta de­manda en las discusiones del Consejo Agrícola. La ló­gica agra1ista de nuevo se ba impuesto a la lógica po-

Page 6: Anuario UPA 1999

Por la defensa de

la agricultura familiar

Hay que asumir el riesgo afrontando el problema principal: el apoyo público a la agricultura debe no sólo ser transparente, sino, sobre todo, justificativo: la ayuda debe tener un fin socialmente admisible

lítica, y ello va a ser, también de nuevo , con erario a los intereses de la e.-'\'Plotación familiar agra1ia europea y espaiiola.

Y es que la pregunta que se abre paso inmedia­tamente es l CÓmo una organización agraria reclama una lógica no más agraria que polítirn, más de ciu­dadanos que sólo de agricultores?.

P1i111ero , porque la lógica agraria en la histmia de la PAC es la del producto, no la del productor, la de la agricultura comercial freme a la agricultura tenito-1ial. Y es obvio que en este orden ele preferencias, la agricultura familiar está en minoría.

Segundo, porque la época donde el presupuesto agrícola crecía no volverá, y en un escenario rest1icti­vo cobra valor la pri01idad en el gasto y en esto es un buen aliado conocer el rostro de algunos de los per­ceptores de ayudas agra1ias que no disfrutan ele apo­yo social.

Tercero, por la tendencia muy acusada ele desaco­plar las ayudas ele la producción. La experiencia fran­cesa co n la Ley ele Orientación Agtícola, instauran­do los Contratos Terriroriales de Explotación (CTE), es un buen ejemplo en esta dirección , que prevé do­tar a la futura PAC de elementos compatib les con las demandas de la Organización Mundial ele Comercio.

Y cuarto, al haberse producido en los últimos tres años, dos casos graves de seguridad alimentaria: las "vacas locas" y la c1isis de las dioxinas en la alimen­tación avícola. Por el lo se ha despertado una clara conciencia social que puede detivar, si lo C..\:plícamos adecuadameme, en un apoyo a nuestro modelo de producción agrícola que es más acorde con las ex­plotaciones fam il iares que con la gran producción agroindusnial.

4

Hay un 1iesgo en el debate público sobre el sos­tenimiento presupuestario de la actividad agraria y es el de que se ponga en cuestión el sosteni­miento en sí mismo.

LPor qué necesi ta la agricultura que se dedi­que un presupuesto para sostener las rentas de los agric ultores, si otros sectores no lo tienen? , ven­d1ían a concl uir los defensores del neoliberalis­mo comercial.

Desde mi punto de vista, 11ay que asumir el ries­go afromando el problema principal: el apoyo pú­blico debe 110 sólo ser transparente, sino, sobre to­do, justificativo: la ayuda debe tener un [in so­cialmente admisible.

Por otra parre , los defensores de la libre com­petencia sin intervención justificada del Estado no parece que puedan defender un modelo agra­rio que bajando cos tes e integrando su economía en graneles empresas, empiece a ser generador ele graves repercusiones en la seguridad alimentaria: lla competen ia perfecta no nos lleva al pollo con dioxinas?. En resumen, a la Unión de Pequeños Agricultores

y Ganaderos le conviene , y creo que a la sociedad es­pañola también, que la política agraria tenga cada día más interlocutores sociales que proporcionen mucha más legitimidad a las reivindicaciones ele modulación de las ayudas o ele la e.,xigencia ele dar cuerpo legis­lativo a la función productiva de los profesionales ele la agricultura mediante un Estatura del Agii.culrory del Ganadero. La visibilidad ele las ayudas y un nue­vo contexto social nos van a ayudar.

La Fundación de Estudios Rurales ha que1ido, por tan ro, estar presente en este nuevo contexto social con un nuevo volumen lleno ele aportaciones que desde diferentes planos apuestan por una agricultu­ra ligada al territorio , comprometida con los recur­sos que maneja >' que genera empleo es table en el medio rural.

El profesor -y buen amigo- Eduardo Moyana ha coordinado los artículos que, como el mismo dice, intentan reflejar la crisis ele identidad y las nuevas opommiclades que plantean los procesos ele cambio que vivimos en la actualidad.

Han pasado trece años desde que nos integramos en la Europa Verde. En nuestros comienzos aprend i­mos a influir como represemames ele los agricultores, un "lobby" poderoso, decían. Hoy necesitamos más que nunca a la sociedad.

Si queremos preservar la PAC, los ciudadanos de­ben volver a darnos su con6anza para cumplir nue­vas funciones .

UPA puede ser un buen morar del cambio que se avecina. Esta publicación cumple el papel de espejo en el que se mira la realidad de la explotación fami­liar agratia española. e

Page 7: Anuario UPA 1999

Préstamo Eurocampo A la medida de sus necesidades

Usted elige el Plazo Hasta 1 O años

Decide el importe Sin limitaciones de cuantía

Y el interés Fijo o Variable

Infórmese en cualquier oficina de Argentaria o llame al

91)j7610~/ 10/14 [email protected]

www.argenraria.es

Page 8: Anuario UPA 1999

CON DENOMINACIÓN DE ÜRIGEN MONTES DE TO LEDO

MONTECONSUEGRA Eladio Rodríguez Calvo

C/ Carmen. 8 '15 700 Consuegra (Toledo)

Tel: 925 48 09 67

PLATA GARCÍA DE LA CRUZ

Feo. Gª de la Cruz Aguilar C/ Reyc Católicos, 23

457 1 O Madridejos (Toledo) Tel : 925 46 39 35

BROl\JCE MONTES N ORTE

Coop. Montes Norte Avda. Fundadores Cooperativas, 69

13420 Malagón (Ciudad Real) Tel: 926 80 26 40

SIN DENOMINACIÓN DE ÜRIGEN

LORIETTA Aceites Hurtado y Derivados. 5.L C/ Santa Cruz. 14 - Aptdo. 13 1

455 1 O Fuensa lida (Toledo) Tel : 925 73 00 48

Junta de Comunidades de

Castilla-La Mancha

PLATA HERMIDA

Carlos Hcrmida Sánchez Plaza Carril, 7

45221 EsQ.uivias (Toledo) Tel : 925 52 00 32

BRONCE PALOMINO

Aceites Palomino Ulla. S.L. C/ Santa Teresa. 38

45700 Consuegra (Toledo) Tel: 925 4g 09 06

1: ~ Aceites deCasál!a-La Mar. ._..,/' Na/l/mlmffltt! /JI.

Page 9: Anuario UPA 1999

~rocesos de cambio ~n la agricultura española. =risis de identidad y nuevas oportunidades

EDUABDO MOYANO

Andalucía­SI .

Córdobo.

Tal como han puesto de manifiesto destacados trabajos de investigación, el proceso de cam­bio que experimenta la agricultura y la socie­dad mral está teniendo lugar a través de di­

versas rupruras (demográficas, territoriales , medio­ambientales, alimentarias, . . .) que cuestionan con más o menos radicalidad el sistema ele referencia econó­mico y social que ha servicio ele guía a los agricultores en las últimas décadas. Si bien ese proceso ele cambio crea también nuevas oportunidades, la primera im­presión que uno saca es que, por ahora, los agriculto­res están inmersos en una crisis de identidad acom­pañada de una buena dosis de incertidumbre y des­concierto. No obstante, y aunq ue éste sea un sentimiento bastante generalizado entre los agriculto­res, se observa que, a la hora ele afrontar los problemas que les afectan, sus respuestas no son homogéneas, si­no que suelen estar marcadas por la pluralidad, refle­jando con ello la realidad de una estructura social agra­ria cada vez más diferenciada como es la espafiola. De ahí que el nuevo marco de oportunidades que les ofre­ce el actual contexto de cambio sea percibido e inter­pretado de modo diferente por los agricultores, sien-

7

do también diferentes sus respuestas, tanto en el nivel de las acciones individuales, como en el de la acción colectiva.

Respuestas en el nivel individual

En el nivel ele las acciones individuales , las res­puestas son, en efecto , diversas , dependiendo de va­riables como la posición social y económica del agri­cultor, la estructura de sus explotaciones, su hábitat de residencia o sus mientaciones productivas. En el tra­bajo que C. Gómez Benito y ]J. González presentan en esta misma publicación de la Fundación de Estu­dios Rurales , pueden verse las diferentes percepciones y respuestas de los agricultores españoles al actual pro­ceso de cambio y el peso específico que eUas tienen en el conjunto de la población agraiia, así como su rela­ción con esas vaiiables. Aquí me limitaré a destacar los rasgos más significativos ele este panorama, según las impresiones que me susci ta la realidad agraria espa­fiola , sin mayores pretensiones que las de su mera observación.

Page 10: Anuario UPA 1999

Procesos de cambio

en la agricultura española

Hay agricultores que optan por nuevas orientaciones productivas y que aprovechan las oportunidades que les ofrecen las nuevas tecnologías para mejorar la gestión de sus explotaciones

La búsqueda de un equilibrio entre renta y ayudas públicas

En primer lugar, puede observarse un numeroso grupo de riwlares de exploraciones fami liares poco competitivas y muy e,'tendiclas por el tenito1io , que ha logrado un cieno equilibrio gracias a la combina­ción de d istimas fuentes de ingresos: los que pro­vienen ele la rcnra obtenida ele su actividad en la ex­ploración agraria; los que derivan de las ayudas di­rectas de la PAC; los que proceden de lá plu1iactiviclacl realizada por los miembros de la fa­milia corno asalariados en la agricultura o en otros secmres; y los que proceden ele las distintas presta­ciones sociales del Estado (pensiones , subsidios de desempleo , ayudas asistenciales,. . .) .

Para esre grupo - que desempeña un papel fun­damental en el dinamismo y virnliclacl ele muchas zo­nas rurales andaluzas y que sería condenado a la ex­clusión si se aplicara sin coneeciones en esas zonas el modelo agrícola centrneuropeo-, el actual contexto de cambio les seguirá ofreciendo opomm iclades en la medida en que el Estado continúe estando pre­sente a través ele sus políticas públicas, ya que sin sus mecanismos de protección difíci lmente podrían re­producirse socialmente como agricultores. Su per­cepción del cambio no puede decirse que sea nega­riva, ya que su s ituación acwal no es peor que la que tenían en pe1íoclos anreiiores, en los que, para mu­chos ele estos pequeños agricul tores, la única salida era la del abandono y la emigración.

8

La respuesta conservadora de los "cazaprimas"

En segundo lugar, se encuentran agricultores con e>-.'Plotaciones ele tamaño medio y grande , que se li­mitan a seguir una estrategia conservadora ele reco­gida de las subvenciones públicas provenientes de la PAC -serían los denostados "cazaprimas"-, subven­ciones que, junto a los ingresos obren idos por la ven­ra de sus procl ucciones en el mercado, les han veni­do garamizanclo su sraws con el mínimo coste y sin apenas riesgo. La percepción negativa que del actual proceso de cambio puede tener este grupo, radica, por un lacio, en la perspectiva, cada vez más real y cer­cana, ele que tales subvenciones se limiten y modu­len e incluso que desaparezcan, y, por otro, en la ame­naza con que viven la apertura ele los mercados, una apertura para la que no se sienten preparados ni tie­nen intención ele prepararse.

Asimismo, este grupo, del que hasta hace bien po­co se reclutaban las elites de muchas comunidades rurales españolas, es el principal afectado por la pér­dida de influencia de los intereses agrarios en la vi.da política y económica local, percibiendo como una in­jerencia en sus asuntos el que nuevos grupos en as­censo -como los grupos ecologistas- participen en las decisiones que afectan al destino ele los espacios ru­rales . Se produce en esre grupo una especie de re­pliegue corporntivista, convirtiendo el victimismo en su discurso; un discurso que , en situaciones Límite, es caldo de cultivo para proclamas destinadas a sata­nizar Ja política y los políticos -si provienen de Bru­selas , ramo mejor- y a clcmonizar el proceso de mun­clialización y ele apertura ele mercados.

Aunque éste es, sin embargo, un discurso cargado ele ambigüedad , ya que , al mismo tiempo que recla­man para ellos el proteccionismo estatal, rechazan el control ejercicio por los organismos públicos y cle­íienden un modelo basado en el derecho a la propie­dad piivacla y a ejercer su libertad como empresarios.

La respuesta innovadora de los emprendedores

Junto al grupo de "cazaprimas" marcado por el conservadurismo, se observa un tercer grupo de agri­cu l rores -rccluraclo de los cli[erenres segmentos de la esrn.1cru ra social agraria- caracterizado por clesan-ollar una esrraregia innovadora inrroclucienclo cambios im­portantes en sus e.exploraciones. Así, encontramos agri­cultores que optan por nuevas orientaciones pro­ductivas (por ejemplo, cultivos bioenergéticos o de aprovechamiento en la industria te·;til o [armacoló· gica) y que aprovechan las oportunidades que les ofre. cen las nuevas tecnologías para mejorar la gestión el~ sus e;...'Ploraciones. También encontramos agriculro·

Page 11: Anuario UPA 1999

nelsector ~ario, las 1rmas rociativas ~sempeñan

ripapel mdamental, >rque son ejes ~ articulación :onómica

res que desarrollan actividades no agrarias en sus ex­plotaciones (turismo rural, cinegética, forestación, granjas escuela, etc.) como fuentes complementarias de renta en el marco de las nuevas políticas de desa-1TOl10 rnral.

Asimismo, se obser an interesantes iniciativas de agricultura sostenible en la urilización de los recursos naturales, ya sea con el fin de explotar de forma más equilibrada los suelos agrícolas, ya sea con la finali­dad de utilizar de modo más racional los insumos quí­micos reduciendo los costes de producción.

Este sector innovador se muestra consciente de la complejidad de los cambios que expe1imenta la agricultura y de su nueva posición -ya no hegemóni­ca- en las agendas públicas. respondiendo a ese con­texto con actitudes no corporarivistas ni de repliegue e involución , sino ele apertura a las nuevas oportuni­dades que se les ofrece. Más que protección, recla­man del sector público información y [onnación pa­ra ayudarles a adaptarse a la nueva situación de mer­cados abiertos , así como incentivos para abordar proyectos ele reconversión en sus explotaciones

Respuestas en el nivel de la acción colectiva

En el sector agrario , las formas asociativas desem­peñan un papel fundamental , porque son ~jes de ar­ticulación económica Oas cooperacivas , principal­mente) y por actuar ele centros de vertebración de in­tereses para la representación sindical (tal es el caso de las organizaciones profesionales agrarias) . A través ele su presencia en el sector agra1io y su elevada capaci­dad de movilización, el mO\imiento asociativo ejerce una importante in­fluencia en las acritudes y comporta­miento de los agri.cultores, al tiempo que se e1ige en un importante actor imem1edio en la aplicación ele lapo­lítica a!.!raria y rural. Sus dirigentes son líderes de opinión cuyo posiciona­mienro respecto a los remas relacio­nados con la ag1icultura y el mundo rural tiene resonancia en los medios ele comunicación y se convierte en punto de referencia para los agricul­tores.

Por ello, es importante analizar có­mo se percibe el actual proceso ele cambios desde el movimiento aso­ciativo y cuáles son las respuestas que se clan en este nivel ele la acción co­lectiva, dacia la incidencia que tiene en la definición de las preferencias de los ag1icultores.

9

Ceno·ánelonos en el sindicalismo agrario e pañol -con tres organizaciones (ASAJA, COAG y UPA, ma­yoritarias- pueden distinguirse dos tipos de res­puestas.

Una respuesta "empresarial"

En primer lugar, una respuesta ele tipo "empresa­rial", promO\ida por las organizaciones cuyas estra­tegias reflejan mayoritariamente los intereses de agri­cultores con explotaciones de tamaño mediano y grande: ASAJA sería la organización que mejor reíle­ja este tipo ele respuesta , aunque también agrupe a muchos pequeños agricultores. En esta respuesta se propone una mayor integración con el sector de las industrias agroalimentarias a través de estructuras de tipo interproresional dentro ele cada filiére; se apuesta por un modelo sectorial para la vertebración ele los inrerese:s agrarios, en detrimento de los mo­delos tradicionales ele carácter mulrisectorial; se im­pulsa la incorporación de los agriculrores a las nue­vas tecnologías de gestión empresarial, y se aboga por seguir avanzando en el proceso de modernización productiva ele kls explotaciones ag1ícolas aunque sea desde coordenadas clist:irnas ele las que guiaron la mo­dernización de los años sesenta.

Más allá de lo que es la batalla sindical en tomo a cuestiones más coyunturales, un análisis detallado ele las posiciones adoptadas por este tipo de organiza­ciones en sus asambleas y congresos nos permite ob­sef\"ar su preocupación por los riesgos que supone

Page 12: Anuario UPA 1999

Procesos de cambio

en la agricultura española

La futura política agraria europea debería continuar impulsando la modernización del sector -especialmente, en las regiones mediterráneas­para hacerlo más competitivo

centrar en e,'Cclusiva las remas de los agriculrores en la recolección de subvenciones públicas. Tal preocu­pación la basan en el hecho de que estas subvencio­nes son cada vez más cuestionadas en el conjunto ele la UE y menos seguras am e las reformas de la PAC en curso, y de que la forma en que son distribuidas -sin contrapartidas- deslegitiman socialmente las fun­ciones del agticulror como empresario.

Actualmente, en tomo al tema ele la modulación de las ayudas púbücas procedentes de la UE, estas or­ganizaciones empresariales e,'Cperimenran un fuerte debate interno. De un lado, un grupo de sus diri­gentes considera inevitable la introducción de crite­rios de diferenciación en el reparto de las ayudas pú­blicas -sobre todo después ele que la Agenda 2000 ha­ya inclu ido este tema, al menos con carácter faculta tivo- y consideran un error oponerse a ello . Apuestan por tomar la iniciaciva anticipándose a las organizaciones de pequeúos agricul tores y propo­niendo sistemas ele modulación que tengan en cuen­ta, entre otros factores, la inversión realizada por el agriculror en su explotación; asimismo, proponen que el ahorro originado con la aplicación de tales sistemas pueda ser destinado a financiar programas de mo­dernización en cada sector productivo, para mejorar la eficacia competitiva de las vqJlotaciones y fortale­cer las estrucwras de comercialización en el actual comexto de mercados abiertos.

De otro lado , dentro de las organizaci.ones em­presariales se encuenrran también grupos que se opo­nen radicalmeme a los sistemas de modulación por considerar una incongruencia inu·oducir criterios de equidad en políticas de mercados, cuando los obje­tivos sociales que se persiguen con dichos sistemas se pochían lograr precisamente a través de las políti­cas fiscales de carácter disnibutivo.

Estos giupos apuestan por estrategias obstruccio­nistas para impedir o, al menos, dificultar, la puesta en marcha de los s istemas de modulación, esgri­miendo como argumentos el de la complejidad téc­nica de su aplicación, el de que con tales sistemas Es­pafia perde1ía parte de la cantidad global de recursos que ahora recibe de la UE a través ele las ayudas di­rectas , o el de que la modulación incitaría al fraccio­namiento de las grandes explotaciones agrmias per­diéndose competitividad en la agiiculrura española.

Respecto al debate en torno al status de las futu­ras políticas agrarias, abogan por que éstas conserven su status como políticas autónomas, no debiendo ser subsumidas en las políticas ele desarrollo mral. Para estas organizaciones, que represenran los intereses de agricultores con e>..1Jlotaciones potencialmente com­petitivas en mercados abiertos, la política agraria de­bería continuar guiándose por la lógica de la pro­ducción, aplicando programas que incentiven a los agricultores en la mejora ele sus estiucruras fundiarias

10

y en su integración en redes comerciales más amplias al igual que hicieron las políticas ele modernización de los años 60.

La futura política agra1ia debería, por tanto, con­ti nuar impulsando la modernización del sector -es­pecialmente, en las regiones mediterráneas, que pre­senran un déficit importante ele modernización res­pecto a las regiones centroeuropeas- para hacerlo más competitivo. Su integración en las políticas de desa­tTollo rural significaría supeditarla a una lógica social basada en la generación de empleo, lo que no puede se r objetivo exigible a una agricultura moderna que se ha ele caracterizar precisamente por el aumenro ele productividad y la reducción de población activa.

Finalmente, en lo que se refiere a la polltica agro­ambiental, estas organizaciones no se oponen a ella, si bien la colocan en un lugar secundario dentro ele sus preocupaciones, que vienen marcadas, como se ha seúalaclo, por la competitividad en los mercados y por las relaciones entre agricultura e industria. Los problemas ele la relación entre agricultura y medio ambiente se plantean en térmi_nos de sustentabiliclacl económica, al percibirse que el deterioro ele los re­cursos naturales puede amenazar la disponibllidad del medio ambiente como factor de producción pa­ra su uso agricola -haciendo suyo el ya comentado discurso ele "capitalismo verde".

Una respuesta "neo-rural o neo­campesina"

En segundo lugar, se puede distinguir otro tipo de respuesta, que podríamos denominar "neo-campe­SLna" o "neo-rural" por resaltar los valores de un mun­do rural renovado social y culturalmente, en el que la

Page 13: Anuario UPA 1999

política ~aria hade ;car una eva itimid.ad ~a que los icultores ~dan seguir ibiendo W'SOS

>licos -

agricultura de tipo familiar debe continuar ocupando un lugar central como ele­mento dinamizador. Esrn respuesta, distinta de la em­presarial , es protagonizada por las organizaciones que representan los intereses de los pequeños ag1icultores -UPA y COAG son las que mejor la ex'Presan-, y propo­ne polfricas imegrales que no sólo contemplen los as­pectos productivos de la agriculrnra , sino que tam­bién fomenten la diversifica­ción de actividades; asimis­mo, apoya los modelos ho­rizontales para la articulación de los intereses agra1ios, impulsando la co­

laboración con otros grupos de intereses que actúan en la sociedad rural -como los acuerdos de colabora­ción de UPA con la asociación ecologista SEO- en de­tiimento de los modelos verticales basados en la ar­ticulación sectotial en el marco de la filiére ; y apues­ta finalmenre por una firme intervención del Estado como regulador ele los desequilibrios del mercado e impulsor ele las formas asociativas para la defensa de los pequeños agricultores.

Respecto al tema de la modulación , existe unani­midad en estas organizaciones sobre no sólo la con­veniencia, sino la necesidad ele aplicar criterios dife­renciadores en el reparto ele las ayudas públicas. Pa­ra estas organizaciones, la modulación es necesaria porque ame las restricciones cada vez mayores que se presenran a la hora ele disponer de recursos para re­gular las distintas OCMs, las ayudas deben concen­trarse en los segmenros ele exploraciones con mayo­res dificultades para ser competitivas, si se desea que los pequeños agricultores no abandonen su actividad. Pero consideran que la modulación es también con­veniente para que la política agraria recupere su legi­timidad ante el conjunto de la sociedad, que ve con perplejidad , cuando no con indignación, que unos cuantos agricultores en Andalucía amasen grandes fortunas mediante la recolección ele unas ayudas pú­blicas que, financiadas con cargo a los contribuyen­tes, se conceden sin contrapartida alguna y sin una clara justificación. Criterios como la generación de empleo, el nivel ele renta, la residencia en el medio rural o la protección ambiental, son algunos ele los que proponen estas organizaciones para aplicar los sistemas de modulación.

Respecto al srarus de las fumras políticas agrarias , abogan por políticas integrales ele desarrollo rural en

11

las que se incluyan acciones destinadas al [omento ele las acti\~dacles agrarias en las e;..'Plotaciones de tipo fa­miliar, no con criterios de competitividad, sino con una lógica de sustentabilidad social para e\~tar la ex­clusión de los pequeños agricultores, ya que recono­cen el papel fundamental que desempeñan en el di­namismo de las zonas rurales. En este sentido inte­grador sitúan a las políticas agroamhientales en las que ven nuevas oportunidades para complementar las rentas agrarias valorando sus posibilidades para una nueva integración de los agricultores en la socie­dad y una nueva legitimidad ele la política agraria.

A modo de conclusión

En definitiva, en el nuevo contexto de cambio los espacios rurales son definidos de modo p lurifuncio­nal. Ello tiene importarnes efecms sobre los p1inci­pios que han ele i.nspirar la reforma de las políticas pú­blicas y más parti.cularmenre de la política agraria, una política cuya finalidad de explotar con fines alimen­tarios los recursos naturales ha sido su fuente de le­giti miclad. En el nuevo contexto, la política agratia ha de buscar una nueva legitimidad para que los agri­cultores puedan seguir recibiendo recursos públicos; la generación -o no destrucción- de empleo, la equi­dad en la distribución ele las ayudas, la calidad ele los alimentos y su conttibución a la ordenación del territorio y la protección del medio ambiente, son algunos elementos que emergen en los debates sobre el futuro de las políócas agrarias y de desarrollo rural.

La capacidad ele los distintos grupos sociales para aq:eder a los recursos ofrecidos por el nuevo marco de oportunidades es diferente de unos a otros , de­pendiendo de su posición económica y del lugar ocu­pado en la estructura social. De ahí que el contenido y mientación de las políócas públicas destinadas a re­gular Ja sociedad rural tenga una importancia funda­mental, ya que o bien pueden reforzar las desigual­dades ya existentes o bien facilitar a los grupos en si­tuaciones más desfavorecidas su acceso a los recursos disponibles.

En efecto , la desigual posición de los pequeños agricultores y de la población asalariada agrícola res­pecto al mercado laboral, los problemas ele la pobla­ción que reside en zonas de montaña o en hábitats dispersos para acceder a servicios y equipamientos, o los problemas de endeudamiento de las exploracio­nes familiares que se han implicado en esfuerzos de modernizadas, son situaciones que muestran cómo el aprovechamiento de las oportunidades que ofrece el actual contexto de cambios no es igual para to­dos, sino que depende, en gran medida, de factores estructurales que la intervención ele los poderes pú­blicos puede remover mediante políticas regidas con c1iterios de equidad. e

Page 14: Anuario UPA 1999

Junta de Castilla y León

Page 15: Anuario UPA 1999

iERTRAND llERVIEU

f1w1 ccse1 . :NRS. PLllÍS

1 .ArtÍl iilo uclut ido por Eduardo Moyana

D escle hace aiios, se viene desarrollando en los países ele la UE un imeresante debate sobre la necesidad ele reclefmir el lugar de la agricultura en la sociedad asegurando su

plena imegración en el territ0rio. Este debate se ha ido acelerando a medida que se ha imensificaclo el proce­so de apertura de los mercados agrarios y han surgido nuevas demandas ele los consumidores ante los pro­blemas creados en el ámbito de la sanidad y seguridad al imentarias. En Francia, se ha pasado de las meras pa­labras a los hechos, ele tal modo que los poderes pú­blicos, sensibles a estas preocupaciones, han aproba­do recientemente en la Asamblea Nacional (mayo ele 1999) una nueva Ley de 01ienración Ag1ícola que pre­tende rdorzar los lazos enrre la agricultura y la socie­dad integrando los proyectos agricolas en proyectos so­ciales más amplios.

Con esta Ley, el legislador ha que1iclo concretar en el teJTeno legislativo lo que hasta ahora habían sido me­ras declaraciones de intenciones o discursos más o me­nos b1illarnes de los representantes del mundo aca­démico y de las organizaciones sociales , elaborando nuevas figuras juddicas o actualizando algunas de las ya existentes para adecuarlas a la realidad de la ag1i­cu ltu ra francesa.

En este breve artículo , y con la intención de que pueda ser ele utilidad para dinamizar el debate sobre

13

Agricultura y teritorio. Una c1Liestión política C*)

estos temas en los medios sindicales españoles , ex­pondré los grandes principios que inspiran la nueva Ley de Orientación Agrícola (el empleo, la renova­ción generacional, la equidad, la transparencia, el te-1Tito1io, el respeto del mecUo ambiente, la vertebración económica), así como las medidas que el legislador po­ne a disposición del poder ejecutivo para alcanzarlos. Entre estas medidas destacan los Contratos Tenito1ia­les ele Explotación (CIE) , como figura jurídica cen­tral con la que se pretende asegurar la plena integra­ción de la agriculi:ura y el te1Tito1io.

Empleo y renovación generacional: una prioridad

El paro se ha convertido en el principal problema de la sociedad europea ) muy particularmente de la francesa , por lo que todos los sectores económicos y sociales tienen el deber de contribuü· a reducirlo. De ahí que las ayudas públicas destinadas a impulsar el ejercicio de cualquier acti\'idad profesional deban res­petar esta priori.dad. En lo que se refiere a la agricul­tura, la lucha por el empleo pasa, ele una parte, por favorecer la instalación de los jóvenes como titulares ele exploraciones agrarias, y de otra, por mejorar las condiciones de vida y ele trabajo ele los asalariados ag1í­colas. Ambos objecivos se convierten en prioritarios en

Page 16: Anuario UPA 1999

Agricultura y teni torio.

Una cuestión política

En lo que se refiere ala instalación de jóvenes en la agricultura, la Leyde Orientación Agrícola establece una reducción de las cargas fiscales para los jóvenes que se instalen como agricultores, y el reconocimiento del trabajo realizado por los cónyuges en la explotación

la nueva Ley de Orientación Agrícola, estableciendo imporrarnes disposiciones a ese respecto.

Así, en lo que se refiere a la instalación de jóvenes en la agticultura, la Ley establece, en primer lugar, una reducción de las cargas fiscales para los jóvenes que se instalen como agricultores, y el reconocimiento, a tales efectos, del trabajo realizado por los cónyuges en la explotación.

En segundo lugar, la Ley ordena una revisión de los criterios ucilizados hasta ahora en la concesión de las ayudas a los jóvenes que se instalan, con el fin de que no continúe imponiéndose un modelo ele ins­talación que ha venido descansando sólo y exclusi­vamente en proyectos guiados por una lógica basada en la concentración de los medios de producción. Con esta medida se quiere evitar que queden exclui­dos de las ayudas de instalación proyectos atípicos (no convencionales) que, sin embargo, pueden ser in­teresantes por favorecer la diversidad y la innovación.

En tercer luga r, la Ley trata un factor muy im­portante para la instalación ele los jóvenes en la agri­cultura , cual es el conrrol del mercado de tietTas. En es te sentido , la Ley modifi ca el aClual s istema de control ele las es tructuras íundiarias - instaurado en los años 60 mediante la creación de bancos el e tierras gestionados a tra és de organismos públicos (SAFER)- a lln ele evitar, por un lado, la desapari­ción de explotaciones que pod1ían ser objeto de ins­talación de los jóvenes agricultores y de limitar, por otro , la excesiva concentración de tierras en manos el e un solo ti tu lar.

En lo que se refiere a los asalariados agtícolas, se propone una importante simplificación de las for­mali.dacles administrativas para la contratación ele ma­no de obra en la agticulrura, creándose un documento único -denominado TESA (t itre emploi simplifié agi-i­cole)- para el conjunto ele las declaraciones que un em­presario agricola tenga que realizar cuando contrate a un asalariado en su explotación.

La equidad social: una exigencia

Con el principio de equidad se pretende recono­cer los derechos sociales de los colectivos que traba­jan en la agricultura y que hasta ahora no habían si­clo suficientemente amparados por las políticas de bie­nestar, concretamente las ayudas famil iares y los asalariados. Respecto a los cónyuges ele los tirulares de cxpotaciones agrarias, se prevé modificar su actual estatuto al no ofrecerle protección social suficieme. En este sentido, la Ley ofrece a los cónyuges la posi­bilidad de acogerse a un nuevo estaru to de "cónyu­ge colaborador", que le da acceso a una importante mejora en la pensión de jubilación y en el subsidio de baja por maternidad.

14

Asimismo, y ral como ya existe para los comer­ciantes, se crea un derecho de crédito para el cónyu­ge que, sobreviviendo a la muerte de su esposo (ti­tular ele la e>.1J loración), haya participado al menos durante diez aiios en los trabajos ele la exploración sin haber e tado asociado a los beneficios.

En lo que se reúcre a los derechos sociales de los asalariados agrícolas, la Ley establece tres medidas concretas. La primera es la creación ele comités pro­vinciales de actividades sociales y culturales con los que se trata ele romper el tradicional aislamiento del colectivo ele asalariados. La segunda medida es lacre­ación de comisiones de higiene y seguridad en el tra­bajo, tendente a mejorar las condiciones en las que los asalariados agrícolas desarrollan su actividad. Y la tercera se refiere a la revalorización de sus pensio­nes de jubilación, fijándose como objetivo alcanzar la paridad en el año 2002.

La vertebración económica de la agricultura: un objetivo

La ordenación y vertebración económica de la ag1i­cultura [rancesa es una conquista imponante que de­be ser preservada y reforzada, pues la crecierne aper­tura de los mercados la hacen cada día más necesa­ria para proteger los intereses de los agricu ltores . Concretamente, la nueva Ley ele Orientación Ag1í ­cola persigue conso lidar lo que ya existe en el ámbi· to del cooperativismo agrario , de las agrupacione~

ele productores, ele los organismos de intervenciór (ojfices par produits) y ele las interprofesiones. En re­lación con el cooperativismo, la Ley se propone mo·

Page 17: Anuario UPA 1999

. Ley reafirma el ldelas rupaciones de 00.uctores como lparala aptación de las xiucciones al ll'Cado,la insparencia de , transacciones nerciales y la ~óny itroldelos Kiuctos -

dem izar cienos aspectos del estatuto cooperativo para adaptarlo al mercado único europeo. Asimismo, reafirma el rol ele las agrnpaciones de productores como vía para la adaptación de las produc­ciones al mercado, la trans­parencia de las transacciones comerciales y la supervisión y control ele los productos.

Respecto a las imerprofe­siones, su función es reforza­da por la Ley a través de di­versas medidas. En primer lugar, integrando en su seno al sector de la distribución y promoviendo la colaboración con las asociaciones de con­sumidores y con el colectivo ele asala1iados ele los sectores implicados en cada 6liére.

En segundo lugar, me­diante la creación de imerprofesiones específicas pa­ra los productos con signos distintivos ele calidad (AOC, labels, agricultura ecológica). Estas interpro­fesiones específicas serán habilitadas para establecer acuerdos con el fin de adaptar la cantidad y calidad de sus producciones a la demandas del mercado. Ac­tuando en coordinación con las interprofesiones de tipo más general, estas orras más específicas podrán conquistar mayor valor añadido viendo recompen­sados el esfuerzo de los agriculrores.

La transparencia: una vía a emprender

La búsqueda de una mayor transparencia está en el cetmo ele varias disposiciones de la Ley de Orien­tación Agrícola , y más particularmente en lo que se refiere al cona·o! de las esnucruras fundiarias y a la ca­lidad y seguticlad alimemaiia.

Respecto al p1imer área, tres disposiciones se di­rigen a favorecer una mayor infmmación sobre el pro­cedimiento de control de las estructuras [undiarias con el fin de evitar que se produzca una concentra­ción excesiva de las exploraciones, a saber: a) au­mentar la publicidad y transparencia del mercado de tierras para que se puedan conocer con cla1idacl las exploraciones que se liberan y están en condicio­nes de ser adquiridas mediante compra o arrenda­miento; b) organizar y gestionar con más eficacia que hasta ahora las informaciones disponibles sobre los cambios que se producen en el mercado de tierras, cambios que deberán ser comunicados a los orga­nismos administrativos existentes a tal efecto; y c) ha­cer que las decisiones de los gobernadores ci,~ les (pre-

15

[ets) y los informes preceptivos ele la CDOA (Comi­sión Provincial de 01ientación Agrícola) para aut01i­zar las transacciones de tierras agrícolas estén plena­mente justificados.

Respecto al área de la calidad y segutidad alimen­taria, la Ley establece algunas disposiciones sobre la concesión y uso de los distintivos y certificaciones de calidad de los productos (clasificándolos en tres cla­ses, según que identifiquen la calidad, el origen o el método ele producción).

Asimismo, la Ley instaura un sistema de biovigi­lancia para que los consumidores dispongan de la in­formación nece.satia sobre las garantías a las que ten­gan derecho en mate1ia de segu1idad alimenraiia. Es­te sistema de biovigilancia se pondrá en marcha con el fin de garantizar el respeto del principio de pre­vención, comprobando que las autoiizaciones para comercializar organismos genéticamente modificados (OGM) se conceden sólo cuando la seguridad del pro­ducto para el consumidor y el medio ambiente haya sido sullcientemente demostrada. Este control será confiado a los [uncionaiios del servicio de protección vegetal, creándose además un comité de biovigilan­cia, formado por expertos , parlamentarios y repre­sentantes de los consumidores y ele las asociaciones ele protección del medio ambiente.

La pluralid~ld y diversidad: un reconocimiento político

La multifuncionaliclad de la agricultura es hoy al­go que todo el mundo reconoce . Al lado de su fun­ción primaria (producir bienes agrícolas y alimentos), los agricultores gestionan el espacio rural , mantienen vivo el paisaje y conservan los recursos naturales. Es sobre la base de esta multifuncionalidad que las ayu­das públicas a la agricultura encuentran justificación ante los contribuyentes . A cambio, los agricultores deberán tener en cuenta las nuevas demandas de la sociedad y aceprar que los objetivos y medios de la política agraria sean discutidos por el conjunto de la sociedad y no sólo, como ha sido tradicional desde los años 60, por las organizaciones agraiias en su con­dición de interlocutores exclusivos ante los poderes públicos. Desde esta perspectiva, se prevé ampliar la composición del actual CSO (Consejo Superior de 01ientación y Coordinación de la Economía Agra1ia y Alimentaria) para permitir la presencia de las orga­nizaciones de los consumidores y las asociaciones ecologistas.

Asimismo, la Ley subra}a que la pluralidad ideo­lógica debe penetrar también el mundo agrícola, por lo que se ha de respetar, tal como ocurre en orros sec­tores, el principio del pluralismo sindical en las di­námicas ele concertación social y a la hora ele esta­blecer los ctiterios de representatividacl.

Page 18: Anuario UPA 1999

Agiicultura y tenitorio.

Una cuestión política

Con los contratos territoriales de explotación se pretende introducir en el enfoque global de la explotación las exigencias territoriales y ambientales a las que nuestra sociedad es cada vez más sensible

El Contrato Territorial de Explotación: un instrumento integrador

En el contraro terrirorial de e,':plotación (CTE) se integran los principios ele equidad, transparencia, di­versidad, cohesión y generación ele empleo. que ins­piran la Ley de Orienración Agiicola. Los CTE son un instrumento ele polüica agraria que persigue varios objecivos.

En p1imer lugar, hacer que los agiiculrores rengan en cuenta las nuevas demandas de la sociedad res­pecto al mundo agrícola, paniculam1ente en lo rela­rivo al med io ambiente, la ges tión de los recursos narurales, el paisaje, etc . Muchas ele estas demandas se centran en bienes de carácter coleccivo que son pro­d uciclos directa o indirectamente a través de la acti­vidad ag1ícola, pero que no son retribuidos por el mer­cado, por lo que, si se desea que existan para disfru­te de la ciudadanía, su producción debe ser remunerada con fondos públicos.

En segundo lugar, los CfE tienen también por ob­jetivo hacer que los poderes públicos le reconozcan claramente a la agiicultura y a la actividad de los ag1i­culrores su carckter plurifuncional.

En terce r lugar, los CIE, al desarrollar un enfo­que contracLUal en el seno ele una polltica pública, se presentan como una vía de modernización de las po­líticas públicas en general y de las relaciones entre los actores sociales y el poder públ ico.

En cuano lugar, los CTE tienen por objetivo con­nibuir a una distribución más equitativa de las ayu­das públicas sobre el tc1Titorio. Y, en quinto lugar, los CTE son también un instrumenro para desacoplar las ayudas públicas ele la cantidad producida en cada explotación, lo que puede ser de gran util idad para las próximas negociaciones en la OMC.

Dimensión socioeconómica, territorial y ambiental de los CTE

Los CTE son un contrato que afecta al conjunto de la expoloración, por lo que deben comportar ne­cesaiiameme tanto una dimensión económica y so­cial, como orra tenito1ial y ambiental. La dimensión económica y social de los CTE puede centrarse, en efecto, en la puesta en marcha de un proyecto propio que integre la explotación en un proyec to ele desa­rrollo económico más amplio (como por ejemplo pro­ducir productos acogidos a las distintas certificacio­nes de calidad o productos de la agriculrnra ecoló­gica), pero también puede tener por objetivo desa1Tüllar un proyecto de reconversión de la explo­tación, llevar a cabo un proyecto concertado de ge­neración de empleo o incluso la instalación progre­siva ele un joven como titular.

La dimensión territorial y ambiental de los CTE

16

consiste en hacer que los proyectos económicos se desarrollen en sintonía con lo que hoy se entiende por buenas prácticas agrícolas en relación a las formas de producir, la u tilización de los suelos, sus efectos sobre el paisaje y su participación en la gestión del te­nitorio. Con los CTE se pretende, en definitiva, in­troducir en el enfoq ue global de la ex'[J lotación las exi­gencias tcnitoriales y ambientales a las que n uestra sociedad es cada vez más sensible, exigencias que, de­nniclns ranto a nivel colectivo, como individual, que­darán recogidas eno·e los compromisos asumidos por el agricultor.

Las dinámicas locales

Para ser verdaderamente territorial , el CTE debe inscribirse en las dinámicas que acontecen a n ivel local. Los ayuntamiemos y las corporaciones locales, en general, pueden intervenir ele varias formas en los CTE. Por ejemplo, participando en la definición ele los objetivos que deben guiar dichos contraros, de tal manera que cada región, provincia o municipio pueden es rabie er sus propias prioridades en mate1ia de agricultura y desarrollo agrario, a saber: la gestión de los recursos hídri.cos, la protección del paisaje, el desarrollo ele producciones de calidad vincu ladas a alguna denominación de origen o a la agricultura eco­lógica, el agroturismo o simplemente la promoción de actividades agrarias que generen empleo.

Las corporaciones locales pueden asimismo par­ticipar financ ieramente en la puesta en marcha ele los CTE, ya sea financiando las ayudas - o conce­diendo una ayuda complementaria- a los agricul­tores que firn1an tales contratos, prestando servicios para la animación de las actividades o incluso cola­borando con las autoridades estatales para asegurar la buena ejecución ele los compromisos implícitos en los comratos.

Page 19: Anuario UPA 1999

Ley de ientación rico la 1pondealas evas nandasdela . dadanía :pecto al papel la agricultura, oncreta en el reno islativo lo que ;ta ahora se >ía venido >resando en el 1ate académico ilosmedios dicales -

El nivel contractual

Hace ya arios años que las organizaciones profe­sionales agrarias pedían un nuevo conrraro entre la agiicultura y la sociedad. Partiendo de la base de que el agriculwr es el responsable úlrimo de su explora­ción, la firma de un CTE con los poderes públicos permite establecer los derechos y los deberes de ca­da parre. Sin embargo, esto no quiere decir que el CTE sea un simple documento individual que no tenga en cuen ta los intereses generales ele la colectividad en la que está integrada la exploración agraria. Para ser realmente un contrato con la Nación representada por el Estado, es necesatio que se ajuste a unas reglas de juego comunes a todos. De ahí que los poderes pú­blicos deban definir tales reglas para que sirvan ele guía al contenido ele los contratos ele acuerdo con las singulmidades ele cada tenitorio.

La palabra comraro es un símbolo importante. En efec to, introducir en la política agraria una di­mensión contractual que es tablezca con claridad los compromisos del agi·icultor ante la sociedad) las obli­gaciones de ésta, no es solamente fortalecer la políti­ca agratia, sino también, y sobre tocio, abrir una pers­pectiva ilusionante de modernización de las políti­cas públicas en general. Hagamos que las políticas públicas no sean sólo codiciadas por las subvencio­nes que proporcionan, sino valoradas por su utili­dad social. Hacer de los agricul wres unos partenaires económicos y políticos de la soci.edad, es abrir el ca­mino de una democracia tan deseosa de cohesión so­cial, como de desaITollo económico .

La integración entre agricultura y territorio

Los CTE no se centran sólo en la dimensión mer­cantil de la agricultura , sino que persiguen dos obje­tivos. El ptimero es mantener las exploraciones agra-1ias viables sobre wclo el tenitorio nacional, siendo para ello necesario que exista volumad política, ya que la lógica económica por sí sola conduce ineluctable­menre a concentrar la producción sobre una parte ca­da vez más reducida del tetTit01io. Esta política de teti­ro1ialización de la agiiculura no es nueva. Fue inicia­da en 1985 con la Ley de Montaña , una ley que ha siclo basrame elogiada porque gracias a ella se han po­dido mantener numerosas eA1Jlotadooes agrarias en las zonas de montaña y se ha regiscraclo en esas zonas una tasa de instalación de jóvenes agricultores supe­rior en más del doble a la registrada para el conjunto del tenitorio francés ; la Ley ele Momaña ha permiti­do, en definitiva, tener regiones vivas, dinámicas y bien gestionadas.

El segundo objetivo ele los CTE consiste en to­mar conciencia de que hay 1iquezas en el medio ru-

17

ral que, por su propia naturaleza, no son mercantili­zadas , tal como se ha mencionado antes. Estos bie­nes no mercantiles (recursos naturales, paisaje, agua) son, por definición , deslocalizables e itTemplazables, y siempre lo han sido así. Lo novedoso ahora es que hemos comprendido que, para conservar tales iique­zas, hace !'alta primero producirlas el e algú n modo, y que la sociedad debe reconocer la labor que realizan los que están encargados de producirlas, es decir, los ag1icultores, y remunerarles por ello.

Los CTE conciernen, en definitiva , al conj unto ele la exploración, teniendo por objetivo fundamen­tal su plena integración en el territorio a partir ele la actividad econórnca desarrollada por su titular.

Se trata, en la práctica , ele establecer un contrato con un agente económico (el agriculrnr) y de esti­mularlo en desarrollar un proyecto innovador para su explotación. Para ello, los CTE deben partir del reco­nocimiento ele que los bienes no mercantiles son pro­ducidos como resultado directo o indirecto de la ac­tividad económica que desarrollan los agricultores (bienes no mercantiles no signLfica que estén fuera ele la actividad económica), y deben enfatizar la dimen­sión innovadora del proyecto que el agriculror quie­re poner en marcha. Este proyecto innovador puede consistir en buscar nue\'OS nichos de mercado, en aso­ciarse con otros para promover una determinda pro­ducción o bien en encontrar los medios para man­tener el empleo exisreme o crear nuevos puestos de trabajo. En definitiva, los CTE son un factor de dina­mismo e innovación y un insm1mento para garanri­zar la cohesión social.

Conclusiones

Con la nueva Ley de Otientación Agi·ícola, la ma­ymía de izquierda que gobierna hoy en Francia res­ponde a las nuevas demandas ele la ciudadanía res­pecto al papel de la agrirnlcura, y concreta en el te­rre no legislativo lo que hasta ahora se había venido expresando en el debate académico o en los medios sindicales. La idea ele un nuevo contrata emre los agti­cultores y la sociedad se plasma en la figura de los Conrratos Tenit01iales de Ex-ploración, integrando los principios ele equidad, renovación generacional, mms­parencia, diversidad y susrenrabil iclad que inspiran la nue,-a Ley.

Sin negar, sino más bien reafirmando, la dimensión económica ele la actividad agratia y de la profesión ele agricultor, los nuevos CTE incorporan la dimensión multifuncional de la agiicu lrura e integran de fonna plena a los agricultores en las nuevas dinámicas so­ciales convirtiéndolos en partenaires para concertar, aunque ya no en exclusiva como antaii.o, sino en co­laboración con otros gmpos, el futuro ele los espacios ag1ícolas y rurales franceses. e

Page 20: Anuario UPA 1999

Kv rneland Oplima NT Cuerpo d s iembra

C hasis con 4 unirlatles de siemhra (- o Till). P l'Oftuu lidad de Lrnba­jo infinitamente ajustable , ¡,ri·a cias a Las ruedas laterales de control tle profundidad . Para sicmbrn de maíz , gi rasol , judías, 1·cm olacha , e tl'. Si •mlirn convencional, direc ta y sob1·e "mulching".

¡Sólo con Kverneland!

Kn'rnddncl L':\1.:-i::JOO CO'->l'< lmclorc1 de pcH<llél..,

Co;,p1·ha1lora clt> patata~ arra~­

lrarla el!' 1 hilera. El mt•jor tralo dt• In patata 1·nn f'I má"\.imo rrn dimi1•11Lo. Cadena pdncipal ron t•ll'' adnr dP ran¡,rj]ollt'S. l'ade11as sf'•·untlur.ia s forraclas il<' goma . Sis Lc>ma aulomá1i1·0 d1• sc·parn­t•itín d e pit•ckus ) Lt>tTnnPs . Toh a dr ..J. l111wlad118. Dc· ~!'arga

por 1•nt·ima dt• J. m tle ulLura .

Kw·n wla1 id CL hL'-.cl

lmpJemruto para Lrulrnjn <'11 pro­funilitlad } ra strnju. Paja y Le1Tc•no r11lti>ado en tma sola n¡)(•rat·ión. St>1·1·ión tlt• hrazus ~c>gnida }ltff st' iTÍÓn de di~1·os o rorlillus de juulu. Púas prol!•¡.,ri­

dus t'Oll s iaLema 1le MP¡\'Llridud por

1mllt·~ ta~ . Anl'ho u·ansporlt• 2m.

K\'( ' I neJ¡.md ES r\ífülO Sl IS( Jenclido re\·ersibl< •

Si<;trma tlr tlisparo automátit·o y re1•11pPra1·i{111 por halleala 1•0 loR r1wrp11s de arnclu . . \juste merÍI nit•o uel anc·ho ¡]p Slll"l'U. Serriún frontal 1·011 soportr PaC"kmnnt. Posilifüda1l dt• montar c[p 2 a :> ~un·os .

K\'C'n1Clrn1cl Tu 328F S(·gmlorn . \c;c >11<lidunaclora

, egadoru :1('0111liC'ionacloru d1•

3.2 m. de anrho de Lrahajo. 1·

funrionarniPnlo frontal al tra tur ) ÍlJltima t'OlllhinaC'ión ro una sPgaclor.a a1·11mlirionaclc11 trru;Pra Ta 338B.

Kwrnl'luud Pimsa S.A., Zona Franra Sr1·tor C, Calle F N" 28, 080'1·0 Barreloua Tel. (93) 3362512, Fa" (93) 3361963 Iutrrnet: lrttp:lfwmr.k-emelnnd.

Page 21: Anuario UPA 1999

vf odernización de la agricultura amiliar: lmejora o supresión?

JESÚS G. REGmOR e orren malos tiempos para la agricultura fa­

miliar. Sí bien esta afirmación, desde una perspectiva histórica, resulta ya tópica (el anuncio ele su desaparición se ha reiterado,

mientras protagonizaba el éxodo rnral) , con todo ha sobrevivido y mamiene aún una presencia mayorita­ria en nuestra actividad agraria , aunque su peso eco­nómico es sensiblemente menor.

En esta ocasión no se pretende realiza1; una vez más, una reflexión sobre las distintas hipótesis que han ja­lonado su evolución sino tratar ele iluminar, aunque sea parcialmente, cuál es la realidad económica actual de este tipo de agricultura en nuest.ro país y cuáles sus perspectivas en el umbral del siglo XXI.

En concreto, nos gustaría responder a unas pocas preguntas: ¿qué importancia tiene la agricultura fami­liar, y qué perfil en cuanto a empleo y dedicación pro­fesional? . Y también: ¿qué nivel económico medio po­seen y cuál es su viabilidad futura?

Pero, sobre todo, nos gustaiía contrastar algunos re­sultados de los sucesivos programas de "moderniza­ción de explotaciones" , p1incipalmente desde nues­tra adhesión a la Unión Europea, según su capacidad para facilitar la mejora o provocar la supresión ele este tipo ele ag1icultura. Porque desde que a comienzos ele

19

los años ochenta se aprobó la Ley del Estamto de la E;.qJloración Familiar, pasando por la aplicación a Es­pai'ia de los Reglamentos comunitarios ele esrrucmras agrarias, a través ele una legislación ,·miada y cambiante, hasta las medidas derivadas de la recientemente apro­bada Política Agra1ia Común para el período 2000-2006, se han sucedido las actuaciones de las que con­viene hacer un análisis crítico, parcialmente clarifica­dor del futuro esperabl para este tipo ele agricu ltura.

Ame todo, convencl1ía definir previamente cuál se­na el fururo deseable. En este punto, las posiciones po­lítico-académicas se dividen al menos en dos grandes postulados. Brevemente, los que defienden sin amba­ges que sólo tiene sentido la agricultura, familiar o no, que sea económicamente competitiva (contando con el estimable apoyo de las subvenciones); y los que consideran que, por razones económicas, sociales y medioambientales, es necesa1io mejorar y conservar una agricultura familiar en amplias zonas del territmio. Ambas opciones no se1ían necesaiiameme antagóni­cas si., como veremos posteriorn1ente, las políticas de modernización en curso no se estuvieran decantando con carácter exclusivo en favor ele la primera opción.

Es sabido que la ortodoxia económica establece que una agriculmra "moderna" debe conrar con escasos

Page 22: Anuario UPA 1999

T ~lllN

o

Modernización de la agricultura familiar: lmejora o supresión?

porcentajes de población activa agraria, pero esta misma or­todoxia se ha mostrado impotente para solventar los proble­mas de desempleo y se desentiende de algunos efectos per­versos del crecimiento económico, en particular de los eleva­dos niveles de pobreza relativa en el medio rural, del deterioro y agotamierno de los recursos naturales, y ele la insuficiente calidad y segu1idad sanitaria de los productos alimenticios.

Por todo ello , vamos a realizar a continuación un análisis, en primer lugar, de algunas notas características de la evolu­ción reciente y la situación acrual de la agticultura familiar.

En segundo lugar, se juzgan críticamente algunos resulta­dos ele los diversos programas de modern ización de eA'}Jlota­ciones que se han llevado a cabo desde los años de nuesrra in­tegración en la UE hasta el presente.

Por último, se rea liza una somera refl exión ele lo que para este tipo ele agricultura y para las zonas rurales afectadas im­plicará la reciente refonna de la PAC en esta mate1ia.

La agricultura familiar: peso relativo y dimensión económica

Tradicionalmente se ha denominado "agricultura familiar" (ele pequeño o mediano tamaño) a aquellas explotaciones que eran atendidas con una mano ele obra de migen familiar de ca­rácter mayoritario o exclusivo. Si observamos la evolución re­ciente del número ele agricultores, este tipo de agricultura se refleja principalmente en el comportamiento ele dos colecti­vos profesionales: los "empresarios si n asalariados" y las "ayu­das familiares" .

De este modo, la reducción de la "población agraria ocu­pada" durarne las últimas dos décadas (una caída del 48% desde 1982) , habría siclo fruro de la pérdida ele importancia relativa de la agricu lwra familiar, mientras que el volumen y porcentaje ele "empleadores" ha crecido persistentemente en el periodo, y el el e "asalariados" , cuyo volumen había decre­cido hasta 1995 se ha recuperado en los últimos años (ver cuadro nº 1).

Efectivamente, este fenómeno reviste en nuestro caso con­notaciones especiales, dacia nueso-a especialmente desequili­brada esrrucrura productiva agraria: un modelo dual ele con­solidación de la propiedad de la tie1Ta, que no Í1Je corregido por reformas agrarias históricamente frustradas ni por los len­ros mecanismos del mercado ele tienas , que nos diferencia ele algunos ele los países más comperitivos ele nuestro entor­no europeo.

Pero lo más significativo ele la evolución reciente ele la agri­cultura famil.iar ha sido su transformación en un colectivo he­terogéneo en el que tienen cabida, al menos, tres grupos di­ferentes de agricultores, que responden a otros tantos fe nó­menos carac terísricos.

En primer lugar, desraca el crecimiento de la "agricultura familiar a tiempo parcial", que acoge a una parte ele la agri­cultura considerada "marginal" por su escasa dimensión eco­nómica, pero también a una buena parre ele la ag1iculrura y ganadería más viable. Se trata de un fenómeno no muy bien conocido pero ele importancia creciente, como se deduce

Page 23: Anuario UPA 1999

uadro n21

VOLUCIÓN DE LA AGRICULTURA FAMILIAR: CARACTERIZACIÓN DE LOS ACTIVOS, 1982-1997

Población activa ocupada del sector primario (1) por situación profesional

Años Total Empleadores Empresarios Ayuda sin asalariados familiar

miles miles % miles % miles %

1982 2.040,6 32,6 1,6 928,4 45,5 487,7 23,9

1987 1.721,8 32,7 1,9 781,6 45,4 363,2 21,1

1993 1.197,8 35,9 3,0 568,9 47,5 213,2 17,8

1995 1.106,1 35,3 3,2 533,1 48,2 171 ,4 15,5

1997 1.067,4 36,2 3,4 484,5 45,4 140,8 13,2

1) Incluye el sector pesc¡uero. (*) Mayores de 50 años.

IUENTE: Encuesta de Población Activa del INE y Anuario de Estadística Agraria del MAPA.

:ás del40% ~las

¡plotaciones 110 serían ya .endidas por el ílllar, llegando .te porcentaje 60% sise corpora cónyuge trabajo -

de los datos de las sucesivas Encuestas de h1Jlota­ciones Agrari as del lNE, que comentamos posterior­mente. Es te tipo de exploraciones (1) engrosa el n ú­mero de e.xploraciones fam iliares "insuficientes" (in­capaces de rem unerar adecuadamente al menos a un titular a tiempo completo) , pero aporran un ap re­ciable complemento de ingresos.

En segu ndo lugar, el predominio de una "agri­cultura familiar individual" mues tra que está dejan­do ele ser "famili ar", en el doble sentido ele que el timlar comparte menos su ac tividad con el resto ele la familia y ele que és ta ha diversificado sus fu entes ele actividad y rema, participando en secto res inde­pend ientes ele lo agrari o, lo que se re fleja en la per­sis tente caída ele las "ayudas fa miliares". Como al­gunos autores han pues to de manifiesto (Gómez Be­ni to , González y Sancho, 1999) más del 40% de las exploraciones solo serian ya atendidas por el titu lar, llegando es te porcentaje al 60% s i se incorpora el cónyuge al trabajo.

Y en tercer lugar, una parte considerable de los agricul tores "empleadores" (contra tan asa lariados con carác ter permanente), están al frente el e e>..1J lO­t.aciones de origen fa miliar que se han consolidado por su tamaño o dimens ión económica. Se trata ele una parte ele los "empresatios agrarios" (preferente­mente de mediano tamaño) que por su dedicación se pueden considerar como profesionales de la agri­cultura y representan el segmento más viable de to­cia la agricultura fa miliar.

Por lo demás, junto a la caída ele la población agra­ria ocupada en el periodo, parece persis tir su nivel de envejecimiento (cercano o entorno al 30%, aunque al parecer con tendencia a reducirse) y ha continuado el aumento ele los parados agra1ios (con tasas infe-

21

Población agraria ocupada

Asalariados Total >55 Paro años

miles % miles % %

583,6 28,6 1.948,2 38,9' 5,2

538,9 31,3 1.615,9 29,3 13,4

371 ,3 31 ,0 1.107,8 31,6 15,3

357,2 32,3 1.040,2 29,9 18,6

397,0 37,2 1.011 ,1 26,5 19,4

rieres a la media ele la economía, pero como se sabe muy localizadas geográficamente en algunas regiones).

En el cuadro nº 2a se realiza una aproximación a la evolución recieme ele estas exploraciones familia­res (2), según su nivel de dedicación y dimensión económica. De es te modo al menos un 94% ele las ex-ploraciones se podrían considerar inicialmeme fa­miliares en 1987 por su escasa dimensión económi­ca, habiendo caído esta cifra al 92% en 1993 y al 89% en 1995 , elatos que resul tan coherentes con la evo­lución ele los timlares "émpleaclores" (aumentaron un 11 %) y "empresarios sin asalaiiaclos" (se reduje­ron en un 48%) re íl ejaclos en el cuadro nº 1, para los mismos años.

Sin embargo , si observamos el nivel ele ded icación se destaca que del to tal ele e.'\1Jloraciones ele carácter fa miliar en 1987 un 62% poseían un titular a tiempo completo (el 41 %) o a tí tulo principal (el 21 %) , re­duciéndose estos porcentajes en 1993 (con el 50% a tiempo completo o título p ri nci pal) , y en 1995 (con el 49% a tiempo completo o a título principal). Co­mo puede también observarse la "agticulrura familiar a tiempo parcial" ha crecido ele fo 1111a sostenida en el peri odo, pasando de represenrar un 38% en 198 7 a un 50% en 1993 y a un 51 % en 1995, del rotal ele la agricul tura familiar.

Más interés para nues tro análisis posee dis ti n­guir el peso relativo actual (en 1995) ele la agri.cul­tura fa miliar, realizando una estimación de su im­portancia según sus dis tintas categorias (" margina­les", "mejorables " y "viables "), to mando en consideración los fenómenos comentados anterior­mente, (cuadro nº 2b). Una apro>..imación a la cate­goría el e "explotaciones fami liares a tiempo parcial" (unas 541.000) muestra la existencia ele un 82% con-

Page 24: Anuario UPA 1999

Modernización de la agri cultura familiar: lmejora o supresión?

Al menos un94%delas explotaciones se podrían considerar familiares en 1987porsu escasa dimensión económica, habiendo caído esta cifra al 92% en 1993 y al 89% en 1995

Cuadro n2 2a

EVOLUCIÓN DE LA AGRICULTURA FAMILIAR SEGÚN SU NIVEL DE DEDICACIÓN Y DIMENSIÓN ECONÓMICA, 1987-1995

Años/UD Es (1) ATC (2) ATP (3) Atp (4) Total miles % miles % miles % miles %

1987: < de 16 UDEs 671,7 4 1 343,8 21 638,4 38 1.653,9 100

> 16 < 40 UDEs 44,2 55 8 ,5 10 28,0 35 80,7 100

> de 40 UDEs 8,4 42 2,3 i 1 9,3 47 20,0 100

Total 724,5 41 354,8 20 675,9 39 1.755, 1 100

1993: <de 16 UD~s 442,7 32 232,8 17 .684, 1 50 1.3_5_9,6 1QO

> 16 < 40 UDEs 78,3 68 10,8 9 26,6 23 11 5,7 100

> de 40 UDEs 11 ,5 42 2,9 11 13,0 47 27,4 100

Total 542,6 37 246,6 16 697,2 47 1.476,5 100

1995: ~de· 15 UDcs 298,3 29 205,@ 20 5 15,5 51 1.019,4 100

> 16 < 40 UDEs 65,9 64 11 , 1 11 25,9 25 102,9 100

> de 40 UDEs 12,0 43 3,3 12 12,5 45 27,8 100

Total 376,3 33 220,1 19 553,9 48 1.150,4 100

(1) UDE : Unidad de Dimensión Económica, equivalente a 1000 ecus de margen bruto estándar 1987 y 1200 ecus en

1993 y 1995.

(2) ATC : Agricultores a tiempo completo , que dedican la totalidad de su tiempo de trabajo a la explotación.

(3) ATP : Agricultores a titulo principal, que dedica más del 50 % de su tiempo de trabajo a la explotación, pero que ne

alcanzan la ded icación completa.

(4) Atp : Agricultores a tiempo parcial, que dedican menos del 50% de su tiempo de trabajo en la explotación.

FUENTE: Datos tomados de Sancho Hazak (1999). Reelaboración propia.

sicleraclas "marginales" (menores ele 6 UDEs) (3), un 13% ele "mejorables" y un 5% ele "viables". Este ti­po ele explotaciones juega un papel imponame en la economía de muchas zonas mrales, aunque no ha­yan siclo objeto ele planes ele mejora subvencionados (salvo en el pe1iodo 1989-91).

Exisre igualmente un elevado número ele explora­ciones familiares "marginales" (unas 352.000), que poseen una dedicación a tiempo completo (el 23%) o a rítulo p1incipal (el 21 %) , pero con una dimensión económica que las si rúa en un colectivo que podría­mos denominar "potencialmente su primibles". Este tipo de explotaciones, muy abundanre en algunas re­gi.ones concreras, constituye un granero para nuevas exploraciones "marginales" a tiempo parcial, habien­do siclo poco permeables a los planes de moderniza­ción de exploraciones.

Del mismo modo, obtenemos las explotaciones fa­miliares "mejorables" (unas 1 75.000), cuyos titula­res se dedican a tiempo completo o título principal y tienen una dimensión económica superior (mayor

22

de 6 y menor de 16 UD Es), colecrivo que representa a los bene[iciarios potenciales ele los programas de modernización de exploraciones (4) (el 71 % de las de esra categrnía).

Finalmente, puede rambién obrenerse una apro­ximación a las e,\lJloraciones familiares "viables", se­gún sus clisrintos niveles de dedicación, que repre­sentan el colecrivo económicamen te más consolicla­clo ele toda la agricultura familiar (mayor ele 16 y menor de -W UDEs). Son exploraciones (unas 103.000, el 75% a tiempo completo o rítulo princi­pal y el 25% a riempo parcial), que también esrán ne­cesitadas de programas de mejora, subvencionados o no , dacia la cons tante elevación de los umbrales de renrabilidacl a consecuencia de la evolución de los mercados y ele las propias políticas agrarias.

En síntesis, el déficit esrrucrural ele nuestra agri­cu ltura familiar se manifiesta en la e,\:istencia de unas 796.000 eJqJloraciones "marginales" (l''suprimi­bles"?), unas 246.000 explotaciones "mejorables" y sólo unas 103 .000 explotaciones "viables" . Si bien es

Page 25: Anuario UPA 1999

a homologación >n la legislación >munitaria se rodujo con el ealDecreto )8/87, que tplió y derogó legislación lcional en la ateriay ·etendió dar un ilto en el ·oceso de odernización

probable que estas cifras estén parcialmente hincha­das (5) existen al menos estos tres colectivos denrro ele la agricultura fanüliar que requieren un trato sin­gular y diferenciado para evitar siruaciones económi­cas ele precariedad , para alcanzar la viabilidad o para consolidarla en el futuro.

Políticas de modernización y agricultura familiar: la adhesión a la Unión Europea y el periodo transitorio

Cuando en 1983 nos encontrábamos a las puertas de nuesrra incorporación a la UE el futuro de la agri­cultura familiar se contemplaba con enorme preocu­pación. El balance de 40 años ele "modernización agraria" basada en "concentración parcelaria más re­gadío y colonización" era bien magro: hasra diciem­bre ele 1983 se habían asentado en pequeñas parce­las un mtal de 30.800 colonos a partir de las tien-as declaradas "en exceso" en los planes de regadío, los cuales engrosaron el número ele agricultores familia­res económicamente no viables.

En realidad, la crisis económica de los setenta no había frenado el proceso de reducción de la pobla­ción activa agraria (supresión de explotaciones fami­liares y éxodo de asalaiiados), y los primeros gobier­nos democráticos de la UCD a penas habían dejado en esta materia que una herencia legislativa sin desa­rrollar (Ley del Estatuto de la Explotación Familiar Agraria y de los Agricultores jóvenes de 1981) o ele nulos resultados en su aplicación (Ley ele Fincas Ma­nUiestamente Mejorables ele 1979) (6).

El primer Gobierno socialista utilizó esta legisla­ción del Estatuto de la Ex-ploración Familiar, dando lugar al Real Decrero 1932/83 de insralación ele los

Cuadro n2 2b

agricultores jóvenes y al Real Decreto 419/85 ele ayu­das específicas para la explotación familiar. Fueron años ele transición hasta la aplicación ele la normati­va comunitaria, en concreto el Reglamento 797/85 de mejora de la eficacia de las esm1cmras agrarias, en los que se alcanzaron resultados muy significativos en el programa de incorporación de jóvenes (m:.ís de 10.000 jóvenes se acogieron a estas líneas en los tres primeros años (1984-86) , lo que daba idea de su gra­do ele aceptación pe.ro también del largo camino que quedaba por recorrer).

La modernización de e,'-1Jlotaciones familiares, por su parte , fue atendida básicamente por el programa citado (el R. Decreto -t 19/85 alcanzó la cifra de 2.000 solicitudes anuales) y por los diversos planes de re­conver ión secrorial (,~ñedo, olivar, cítricos , explo­raciones lecheras, ganadería bmrina, ganadería ex­tensiva, etc.), que se habían prodigado durante los últimos años de la década ele los setenta, aunque no preveían ningún trato especial para las explota­ciones familiares.

La homologación con la legislación comunita1ia se prodtuo con el Real Decreto 808/87, que suplió y de­rogó la legislación nacional en la materia y pretendió, ahora ya con cofinanciación comunitaria, dar un sal­to en el proceso de modernización de las e>..-plotacio­nes familiares, objeto preferente de atención según los requisitos exigidos por la propia legislación euro­pea (ver recuadro nº 1). Una estimación del número ele exploraciones familiares al que iba dirigido este programa, basada en los elatos del Censo Agrario de 1982, arrojaba la cifra ele 450.000 e.xplotaciones po­tenciales beneficiarias.

Recordemos que eran los tiempos en que la agri­cultura europea se definía como esencialmente fa­miliar ("Libro Verde" de la Comisión de 1985) y en

ESTIMACIÓN DE LA AGRICULTURA FAMILIAR POR CATEGORÍAS (SEGÚN SU NIVEL DE DEDICACIÓN Y DIMENSIÓN ECONÓMICA) (1), 1995

UD Es

'j 1111: • ..........................

..........................

ATC miles %

183 9 23

50 r-:-::-11~~-:..,_~ i":lrN'~". r;-.1•--•."-!.::' .-J .............................

............................ 1

1

ATP miles %

167 6 21

70

. ........................... .

.............................

Atp

miles %

·-

Total

miles %

··························

Marginales (1) Ver notas Cuadro 2a

••••Mejorables ••n•• Viables FUENTE: lbldern Cuadro 2a.

23

Page 26: Anuario UPA 1999

Modernización de la agricultura familiar: lmejora o supresión?

De haber persistido este programa con dotación presupuestaria suficiente, en el periodo transitorio de la adhesión a la UE más del SO% delas explotaciones familiares habría tenido al menos una oportunidad de modernizarse

que la crisis de la PAC se a-araba de paliar mejoran­do la eficacia ele las exploraciones y remiem ando las producciones (a través de la polírica ele precios y de medidas como los "estabilizadores" y el "set asi­d e") , si bien el FEOGA-Oriemación seguía esran­cado en apenas un 2,4% del presupuesro freme al del FEOGA-Garamía que superaba el 65% del pre­supuesto comunitario. Se trataba, en el caso espa­ñol, de dar al menos una oporrunidad de mejora a las exploraciones familiares de pequeño y mediano tamaño, concerrando con ellas un "plan de mejora" p lu rianual fuerte mente subve ncionado.

Observado desde el p reseme es re programa co­munitario , aplicado a través del Real Decre to 808/87 tuvo un gran b ..ito, superan do con creces las previsiones más optimistas de sohcirudes (se al­canzaron casi los 50.000 p lanes de mejora en los tres años de plena aplicación, 1989-1991), pero adoleció de ddecros administrarivo-comperencia­les y de dific ultades p resupuestarias . La liberalidad de algun as Comunidades Amónomas en la aproba­ción de los "planes", cuya subvención era final­mente fi nanciada al 100% con los presupuestos del Estado , a través del Ministerio ele Agricultura y par­cialmeme reembolsada por Bruselas, in íl uyó sin du­da en la ejecución del programa.

En el cuadro nº 3 pueden observarse los princi­pales resultados de este programa en su periodo de plena vigencia. Se inco11Joraron cerca de 10.000 agri­cultores jóvenes, que recibieron una subvención me­dia ligeramente supe1ior a un millón de pesetas, y se aprobaron cerca de 50.000 planes de mejora (más de la mitad en un solo año) con una inversión rotal de más de 166.000 millones de pesetas y una subven­ción rotal equivalente al 46%.

La c1írica de algunos autores (Barceló, 1994: 220-224) no está exenta de fundamento, pues de haber persistido este programa con dotación presupuesta­ria suficiente y sin derivas de mala aplicación, en el periodo transiro1i.o ele nuesrra adhesión a la UE más del 50% de las exploraciones fami liares babria tenido al menos una oportunidad de modernizarse y dar un salto en su viabilidad económica.

Por aquel entonces, como nos recuerda este mis­mo autor, países como Francia llevaban décadas ac­ruando sobre las estructuras de sus exploraciones familiares, primero con fondos nacionales y poste­riormente con fondos nacionales y comu nitarios. Pese a todo ell o, todavía existían en ese país un 26,5% de exploraciones que obtenían una renta in­fe tior a la mitad de l salario mínimo interprofes io­nal (el 15,5%) o eran netamente deficitarias (el 11 %) (INRA, 1994) , lo que nos muestra que se tra­taba de programas que requetían un periodo pro­longado de aplicación para poder obtener unos efectos significativos.

24

Recuadro 1

REAL DECRETO 808/1987

• Art. 5° 1 . Podrán beneficiarse de las ayudas ...

aquellas explotaciones agrarias cuyo titular :

a) Eíerza la actividad agraria como actividad

principal.

b) Posea una capacidad profesional suficiente.

c) Presente wn plan de mejora material de su

explotación.

• Art. 5ª 2. El régimen de-ayudas . .. se

concederá sólo a explotaciones agrarias:

- En las que la renta de trabajo por unidad de

l rabajo-hombre en el momento de soliéitar la

ayuda sea Inferior a la renta de referencia.

- En las que el plan de mejora ... no prevea al

finalizar el plan una renta de trabajo superior a l

120% de dicha renta de referencia.

• Art. 19.1. Los agricultores t[tulares de

explotaciones que no tengan capacidad de

absorver una unidad de trabajo podrán

benefic iarse de una ayuda ... aun cuando no

reúnan al gunas de las condiciones previstas en

e l apartado 1 del artículo 5°.

La Ley de Modernización de 1995: hacia la competitividad por la reforma de estructuras

La fuerte demanda provocada por el Real Decreto 808/87, tamo en su vertiente de incorporación de jó­venes, como en la de modernización de C-'qllotacio­nes familiares, se vio limitada por su revisión en 1991 (R. Decreto 1887/ 91 de 30 de diciembre) , reforma­do en 1994 (R. Decreto 62/94 de 21 de enero). El ob­jeto principal de estas reformas, además de adecuar el programa al nuevo Reglamento CEE 2328/91 re­lativo a la mejora de la eficacia ele las estructuras agra­rias, era cambiar el sistema de financiación existente pasando a un nuevo modelo ele cofinanciación Esta­do-Comunidades Autónomas (los porcentajes globa­les ele participación financiera se establecieron por convenios bilaterales con un reparto al 50%).

El efecto sobre los resultados se plasmó en una re­ducción a la mitad del número de agricultores jóvenes incorporados y a un tercio del ele planes ele mejora anualmeme subvencionados (ver cuadro nº 4a). No obstante, a partir de 1993 se recuperaron paulatina­mente los resultados alcanzados en el periodo anterior por lo que a incorporación de agricultores jóvenes se refiere, a diferencia de los planes de mejora que no lle­garon a superar el 50% ele los resultados máximos pre­cedentes. Dado que las condiciones ele acceso al pro-

Page 27: Anuario UPA 1999

a Ley de ~odernización

le 1995 1retendía corregirlos lesequilibrios y :i.s deficiencias structurales que ondicionan la ompetitividad e las xplotaciones grarias"

grama y las características exigidas a los beneficiarios se habían suavizado (ver recuadro nº 2), el nivel de re­sultados se e..'<-plica básicamente por el compromiso presupuestario anual establecido tanto por parte del Estado como ele las Comunidades Autónomas (7).

También en este periodo tiene lugar la desapari­ción de la banca pública dedicada al sector agroali­mentario (el Banco de Crédito Agrícola se integrará en mayo ele 1991 en ARGENTARlA, reduciendo pau­larinamente su actividad hasta su desapaiición clefi­niriva en diciembre ele 1995 al ser absorbida por CA­JA POSTAL), mientras que la Sociedad Anónima Esta­tal de Caución Agraiia (SAECA), proveedora ele avales para los préstamos, mantuvo una actividad hasta el presente cada vez más residual. Ambas enridades ha­bían jugado un papel muy relevante en la aplicación ele estos programas, y singularmente en facilitar el ac­ceso al mismo de las explotaciones familiares con ma­yores dificultades económicas (8). La financiación de los planes ele modemización, por lo que a los présta­mos se refiere , cuya subvención de intereses asumió en exclusividad el Ministerio ele Agriculrura, pasó con carácter exclusivo a manos de entidades financieras de carácter cooperarivo o privado.

Es en este contexto cuando se promueve y pro­mulga la Ley de Modemización de las Explotaciones Agrarias de 1995 que derogó la Ley del Estaruto ele la Explotación Familiar de 1981 y parcialmente la Ley de Reforma y Desarrollo Agrario ele 1973. Se trató de una ley políticamente pactada entre el gobierno y la oposición, que pretendía "corregir los desequili­brios y las deficiencias esu-ucturales que condicionan la competitividad de las e..'<-plotaciones agratias", se­gún figura en su exposición de morivos.

Con relación al futuro de la explotación familiar, esta nmmativa apuesta por provocar su mejora o su­presión e.n función del nivel económico de parrida. En resumen se trata de.:

Cuadro n2 3

a) inducir el abandono de pequeños agricultores con e.,-.;plotaciones de pequeño tamaño o escasa di­mensión económica (ayudas a la movilidad de la tie­rra, al fomento de los arrendamientos y diversos be­neficios fiscale.s deberían servir de estímulo a este fin);

b) potenciar la formación de explotaciones agra­rias de dirnen.siones suficientes y económicamente viables (fomentando explotaciones individuales o aso­ciativas denominadas "prio1itarias", ampliando el um­bral económico de las exploraciones con derecho a un plan de mejora subvencionado, y mediante be­neficios fiscales especiales e incenrivos para los arren­damientos rústicos). Ambos objetivos estaban inte­rrelacionados en la medida en que, al menos parcial­mente, el primero debería contribuir al logro del segundo.

No se trata aquí de hacer una revisión crítica al contenido global de esta ley, sino de, a través de al­gunos aspectos nmmativos que regulan su desarro­llo (R. Decreto 204/96 de 9 de febrero) (9) y de al­gunos resultados aparentes en sus n·es primeros años de aplicación , valorar la nawraleza del programa en relación con la mejora de las explotaciones familia­res existentes.

Lo primero que cabe destacar es que a nivel nor­mativo ha habido un cambio del perfil del beneficia­rio potencial de las ayudas públicas, establecidas pa­ra la realización de un "plan de mejora" (ver recuadro nº 3). A diferencia de la normativa anterior derogada las ayudas se conceden a eA1Jlotaciones "cuya renta unitaria de trabajo sea inferior al 120% de la renta de referencia", no estableciendo ningún límite máximo ele renta como resultado del p lan. En otros términos, se ha convenido en el nivel mínimo para tener dere­cho a una inversión subvencionada, lo que con an­terioridad constituía el límite máximo de renta a no sobrepasar como consecuencia del plan de mejora. Del mismo modo, ya no se requerirá ser agricultor

RESULTADO APARENTE DEL PROGRAMA DE MODERNIZACIÓN DE EXPLOTACIONES FAMILIARES (REAL DECRETO 808/87)

Años Incorporación de jóvenes Planes de mejora

(1) N2 (a) Subvención (b) Inversión b/a N2 (a) Subvención lnversión*(b) b/a millones millones miles millones millones miles

1989 2.086 1.868 4.258 895 9.91 2 10.282 33.768

1990 5.075 5.659 12.573 1.11 5 25. 185 46.465 85.800

1991 2.504 2.738 6.121 1.093 13.647 18.932 46.492

Total 9.665 10.265 22.952 1.062 48.744 75.679 166.060 3.407

( 1) El primer año completo de plena aplicación del prog rama fue 1989, una vez derogadas las lineas anteriores.

(*) Datos anuales estimados sobre inversión total en el periodo. FUENTE . La Agricultura, la Pesca y la Alimentación, 1989-1991 y Dirección General de Dl~sarrollo Rural, MAPA.

25

Page 28: Anuario UPA 1999

Modernización de la agiicultura familiar: linejora o supresión?

"a tfrulo p1incipal" , sino simplemerne agticu lmr "pro­

fesional", pudiendo obtener un trato ele preferencia

si la explotación se considera "priorita1ia" (10).

Por lo demás, si se toman en cuenta algunos re­

sul taclos aparemes ele la ap l icación del programa

(cuadro nº 4a), el número de agricu ltores jóvenes ins­

talado en 1996-1998 habría crecido con relación

al cuatrienio anrerior (al parecer habría disminuido

sign i fi.carivamemc el porcentaje ele agricultores jóve­

nes que con su incorporación presentan un plan ele

mejora) , decreciendo netamente el número total de

planes ele mejora ele las explotaciones para los mis­

mo periodos.

Pero lo más destacable es el imporrarne incremcnro

ele las subvenciones uni tarias por joven instalado (un

aurnenro del 100%) y ele las inversiones unirarias por

plan ele mejora realizado (un aumento del 21 %) en el

cuatrienio 1992-1995, así como del 110% y del 73%

en el trienio 1996-1998 respectivamerne, respecto al

trien io 1989-1991. Estos resultados serían reíle jo ele

haber incorporado al programa con carácter crecien­

te al colectivo ele e.'.-p lotacion es fam iliares "viables",

26

Recuadro 2

REAL DECRETO 1887/91

• Art. 5.-Beneficiarios

Podrán solicitar las ayudas a las inversiones en

planes de mejora los titulares de explotaciones

agrarias que :

a) Sean agricultores a tltu lo princ ipal.

Asimismo, podrán solicitar estas ayudas los

titu lares de explotaciones agrarias que no

siendo agricultores a título prinoipal, obtengan

al menos un 50% de su renta total de las

siguientes actividades: agrícolas, ganaderas,

foresta les o cinegéticas~ tu rísticas .. . de turismo

rural; artesanales; transformación y venta de

productos agrarios; o actividades relacionadas

con la conservación del espac io natural. ... la

parte de renta procedente de la actividad

agraria realizada en su explotación no sea

inferior al 25% ... y el tiempo de trabajo

dedicado a actividades ejercidas tuera de la

explotación no sea superior a la mitad del

tiempo de trabajo total.

• Art. 6.-Renta de trabajo

1. Las ayudas a las inversiones en planes de

mejora sólo se concederán cuando en las

explotaciones agrarias :

- La renta de trabajo por UTH en el momento de

solici tar la ayuda sea inferior a la renta de

referencia.

- El plan de mejora no prevea al final izar la

realización del mismo una renta de trabajo por

UTH superior a 120% de dicha renta de

referencia.

aunque necesitadas de mejora y consol idación (ver

cuadro nº 2b: bplotaciones de> 16 a <-+O UD Es).

Una cierra estimación del irnpacro ele los resul ta­

dos de estos programas (cuadros nº 3 y 4a) sobre las

explotaciones existen tes por categorías ("marginales",

"mejorables" y "viables") (cuadro n" 2b), puede rea­

lizarse comrasrando lo ejecutado con la siruación a fi­nal del periodo (en 1995) (11). Se obtiene que el

equivalente a un 65% de las exp loraciones "mejora­

bles" (pmencialmente "viables") habrían podido asu­

mir un plan de mejora en el decenio l 989-1998, des­

racando por subperioclos el de 1989-91 con un 28%

de planes, frenre al de 1992-95 con un 22% y al ele

1996-98 con un 15% (cuadro 11° 4b).

Esros resultados aparentes deben considerarse en

exceso, ya que no se conrabilizan las e,'l{plotacioncs

Page 29: Anuario UPA 1999

ie estima que lll 65% de las xplotaciones mejorables" potencialmente viables") abrian podido sumir un plan de iejoraen ldecenio 989-1998

con más de un plan ([enían derecho a dos planes has­ta 1995, que habiía que deduci r del 50% ele impac­w esrimaclo para este periodo, y desde 1996 rienen derecho a tres planes en seis años, por lo que de nue­vo el 15% estimado habna de ser minorado).

Pero es especialmente significativo subrayar, con relación al número ele exploraciones "marginales" subsisremes sumadas a las que persisten como "me­jorables '', el reducido porcentaje estimado que re­presentarían los planes de mejora realizados. Los resultados sorprenden por su volumen y por su evo­lución en el tiempo, ya que durante el periodo (1989-1995) en que estas explotaciones "marginales" tam­bién podían haber realizado un plan de mejora sub­vencionado, el impacto estimado habría sido mínimo (a penas un 16%, equivalente a un 9% en 1989-91 y un 7% en 1992-95).

Las exploraciones familiares ·'viables" por su par­[e , que pasaron a poder acogerse a un plan de mejo­ra a panir ele 1996, sumadas con las "mejorables", no habrian conocido más impacw que de un 10% en el periodo 1996-98.

Efectivamente, se [rata ele un ejercicio especulati­vo para rrarar de aproximamos, aunque sea ele [orma muy limitada, a una explicación ele la siruación en que se encuenu·an nuestras explotaciones familiares en relación con el trato recibido por parte de las po­líticas públicas de mejora estructural en el decenio 1989-1998. Porque, si bien se hab1ían atendido un 50% de las exploraciones familiares "mejorables" du­rame el periodo 1989-95 , con la nueva orientación del programa incorporada a parcir de 1996 (son be­neficiarios las ex-ploraciones familiares "mejorables" y "viables") y el nivel de resultados alcanzados (el 10% en-1996-98), se reque1irian 30 años para ofre­cer al menos un plan ele mejora subvencionado a ca­da una de estas exploraciones.

Pero , además, [endría que hacerse frente a las 351.000 exploraciones familiares "marginales" (a riempo completo y título p1incipaD , excluidas "de fac­to" de los programas y a las más de 440.000 e,'<plo­raciones familiares "marginales a riempo parcial", excluidas "ele iure". Para algunos amores (Sumpsi, 1994: 312-322) estas exploraciones deberian desa­parecer, a través del mercado de tierras o ele diversas formas inducidas de cesión de uso, en favor de la con­solidación de una agricu lrura profesional y compe­ririva (se arguye cómo la PAC, aun sin modulación de las subvenciones, esraria frenando el iitmo de desa­paiición de es[as pequef1as eiqJloraciones). Ü[ros au­tores (Lamo de Espinosa, 1997: 210-21-t) señalan clarameme la necesidad de llevar a cabo un verdade­ro proceso ele "desamonización por abajo", supri­miendo las "manos muenas fiscales" en que se ha­brían convertido los agiicultores marginales al no des­hacerse de sus rienas .

27

Recuadro 3

REAL DECRIETO 204/96

• Art. 4. Beneficiarios

1. Con carácter general será necesario para

poder solícit:ar y acceder a las ayudas a las

inversiones ... :

a) Ser titula 1~ de una explotación agraria.

b) Presentar un plan de mejora.

... 2. Las personas físicas deberán cumplir

además:

a) Ser agricultor profesional (defin ido en el

artículo 2.5 de la Ley 19/1995).

... 5. Las ayudas a los planes de mejora ... sólo

se podrán conceder en aquellas explotaciones

cuya renta unitaria de trabajo, .. . , sea inferior al

120% de la renta de referenc ia.

He aquí un problema político, económico y so­cial, equivaleme en su género al que significó hace unos años la consolidación de una bolsa ele parados de origen agraiio en zonas de grandes é'.,'\"[Jlotaciones, ya no nec si radas de grandes cantidades ele asalaria­dos con carác[er pem1anente. Si desde un punto ele vista económico este tipo de e,yploraciones margina­les carecen ele un peso significaüvo (tampoco reüe­nen más que una pequeña pane de las subvenciones agrarias), para amplias zonas telTitoriales conrinúan siendo una fueme todavía importante de rentas , ciadas las clificuhacles de conseguir una mayor diver­sificación de acüvidades.

También socialmeme este colenivo prmagoniza las categorías profesionales con mayores tasas de po­breza relariva (cleuás de los asalariados agrarios y por delante de los jubilados). Y, por último, desde una perspecüva medioambiental se rrara ele e:;.,,-plotacio­nes que afectan a una amplia superficie [errito1ial (unos 6 millones de hec[áreas, aprmdmadamente), concentrada en algunas zonas y regiones y con un va­lor natural supetior en muchos casos al meramente proclunivo. Sin embargo, corno veremos a comi­nuación , este es un problema específico del caso español que clifícilmeme va a encontrar solución en la nueva Política Agraiia Común.

La penúltima reforma de la PAC y el futurn dle la explotación familiar

En la Agencia 2000 ya había desaparecido mela re­ferencia al llamado "modelo europeo de agiicultura familiar ". Enrre Los nuevos objetivos políticos ele La PAC destacaba "aumentar su competitividad tanto en los mercados imeiiores corno exte1iores", previendo

Page 30: Anuario UPA 1999

Modernización de la agricultura familiar: ¿mejora o supresión?

LaPAC vaa promover claramente un proceso constante de sustitución de "agricultores" por "empresarios" titulares de una actividad agraria

Cuadro n2 4a

RESULTADO APARENTE DEL PROGRAMA DE MODERNIZACIÓN DE EXPLOTACIONES FAMILIARES (REALES DECRETOS 1887/91Y204/96)

Años Incorporación de jóvenes Planes de mejora

N2 (a) Subvención (b) Inversión b/a N2 (a) Subvención lnversión(b) b/a millones millones miles millones millones miles

1992 1.217 2 .-186 4.387 1.796 4.418 5.138 16.243 3.677

1992 1.217 2.186 4.387 1.796 4.418 5.138 16.243 3.677

1993 3.808 6.337 12.147 1.664 11.174 9.403 37.615 3.366

1994 4.505 9.160 17.920 2.033 11 .389 18.624 49 . .405 .A-.338

1995 5.681 14.561 24.629 2.563 11 .750 23.000 56.101 4.775

Total 15.211 32.244 59.088 2.120 38.731 56.165 159.364 4.115

1996 6.224 13.295 24.592 2.136 9.104 19.250 45.801 5.031

1997 4.726 9.310 27.021 1.970 8.331 19.563 49.638 5.958

1998 5 .351 13.818 29.888 2.582 8.856 20.093 59.876 6.761

Total 16.301 36.423 81.501 2.234 26.291 58.906 155.315 5.908

FUENTE : La Agncultura, la Pesca y la Alimentación, 1992· 1998 y Dírecclón General de Desarrollo Rural, MAPA.

una "drástica disminución del n úmero de explora­ciones agrarias y de trabajadores del sector" con la tendencia a largo plazo de una reducción a un "1irmo del 2% al 3% anual" (CEE, 1997: 34-35).

Por ello, el proyecro de nuevo Reglamemo sobre la ayuda al desarrollo rural (CEE, 1999) prevé ayu­das a las inversiones en exploraciones agrarias "cu­ya viabilidad económica pueda acreditarse" (ver re­cuadro nº 4) . lndepencl ientemenre ele otras consi­deraciones (quedarán excluidas las ayudas a explotaciones con producciones excedenrarias .. .), esto implica que los fondos comunitarios sólo po­drán cofinanciar programas de modernización ele explotaciones familiares "viables", incluidas las a riempo parcial y ualqu ier otra exploración no fa­miliar viab le.

En el caso español es ranamos hablando de unas 103 .000 exploraciones viables, cualquiera que sea el nivel de dedicación ele sus titu lares (12) (ver cuadro nº 2b). Posiblememe la aplicación de este reglamen· ro por los Estados miembros dará un margen de fija­ción con carácrer subsidiario de ciertas prioridades , pero la PAC va a promover clararnenre con sus res­ranres medidas un proceso constante de susrirución de "agricultores" por "empresarios" rirulares ele una actividad agraria.

Y bien, lcuál es el [ururo de nuesrra explotación fami liar en esre nuevo contexto? Para tratar ele res­ponder podernos hacer un ejercicio ele simulación de las alternativas posibles que se le ofrecerán. lnicia1-mente caben dos posibilidades: mejora o supresión. Y, dada la naruraleza de los nuevos programas co­munitarios, todo parece indicar que en el fururo el núcleo principal de las explotaciones famiJiares me-

28

Recuadro4

PROYECTO DE REGLAMENTO SOBRE LA AYUDA AL DESARROLLO RURAL

•Artículo 5

La ayuda a la invers ión se concederá a las

explotaciones agrarias - cuya viabilidad económica pueda acreditarse

- que cumplan las normas mín imas en materia

de medio ambiente, higiene y bienestar de los

animales y

- en las que el titular de la explotación posea la

capacidad y competencia profes ionales

adecuadas.

• Artículo 6

La ayuda no concederá por las inversiones que

estén des tinadas a aumentar una producción

para la que no puedan encontrarse salidas

normales al mercado.

• Artículo 7

Los Estados miembros fijarán unos límites para

las inversiones totales que puedan optar a las

ayudas.

jorables vendrá constiruido por las que hasta ahora hemos considerado viables, cualquiera que sea su n i­vel de dedicación.

Las exploraciones mejorables, que aun no han conseguido la viabilidad pasarán a ser candidatas a "suprimibles", aunque estimar en qué porcentaje re-

Page 31: Anuario UPA 1999

Jadro nº 4b

STIMACIÓN DEL IMPACTO DE LOS PROGRAMAS DE MODERNIZACIÓN DE EXPLOTACIONES FAMILIARES, 1989-1998

:::ategorías Explotaciones Periodos Planes de mejora Impacto estimado (b/a) familiares realizados (b) Marginal+ Mejorable+ 1995 (a) N2 N2 % MejorablE! Mejorable Viable

% % %

J1arg inales . 351.500 1989-91 48.744 43 9 28

11ejorab les 174.800 1992-95 38.701 34 7 22

fiables 77.000 Total 1989-95 (87.475) (77) (16) (50)

1996-98 26.291 23 15 10

btaJ 603.300 1989-98 113.766 100 22 65 45

UENTE : Cuadros 2b, 3 y 4a. Elaboración propia.

Figura 1

EL FUTURO DE LA EXPLOTACIÓN FAMILIAR: ALTERNATIVAS (EN %)

100 EXPLOTACIONES FAMILIARES u 1

30 MEJORAJ

-L.I 1 o __ Vl_a_b_les_-'--1 ,._;..Me_ J_o_ra_b_les--j 20

- 1

?O SUPRESIÓ~

-1 1 25 -M-e-or:-1'~ _ M_ a_rg-in_a_l_es __ l45 --r- - -,

Incorporación de jóvenes

Viables o asociativas

Cese anticipado

tiempo ·arela!

Abandono: 1 Brrlendo u otros

5 15

suite difícil. Al menos podemos avenrurar que una parte podría permanecer si son objeto de incorpora­ción de un agricultor joven. otra parte podría dar el salto necesaiio hacia la viabilidad, comando con un plan de mejora subvencionado o no , siempre que se encuentre en una posición económica cercana a ese nivel. El resto es probable que vaya a engrosar el coleccivo de e,'-rplotaciones marginales, siendo can­didatos potenciales a una agricultura a tiempo par­cial o al cese ele la acciviclacl, con o sin programa de cese anticipado.

En la figuranº 1 se resume este ejercicio de simu­lación adjuntando una estimación porcentual basada en la situación ele las explotaciones familiares en 1995 (ver cuadro nº 2b).

Como puede observarse sólo un 30% (unas 3-+0.000 explotaciones) serian viables, el 70% restante serian candidatas a la supresión , una parte de las cua­les provendrian de las mejorables que no alcanzaron la viabilidad (el 25%) y el resrn estaría formado por las tradicionalmente marginales (45%). Ambas trata-

29

5 50 15

rían de permanecer en gran parte como e,xplorncio­nes a tiern po parcial (el 50%), siendo un reducido porcentaje captado por los programas de "cese anti­cipado" (el 5%) y el resto sería tributario de diversas formas de abandono o cesión ele uso (el 15%).

Cualquiera que sea la validez que concedamos a este ejercicio, queda patente su utilidad al menos pa­ra detectar la gravedad de un problema de gran di­mensión política y económica, y para demandar una respuesta adecuada al mismo. E;-..isten dos objetivos que, como se ha reiterado , no son incompatibles: a) posibilitar la viabilidad económica a un 20% de nuestras explotaciones familiares en los próximos afios; b) ofrecer alternativas al 50% restante de ex­plotaciones familiares que tienen voluntad de per­manecer, previsiblemente a tiempo parcial, mante­niendo una actividad económica y cumpliendo di­versas funciones sociales y medioambientales en numerosas áreas del medio rural. Se trata de un re­to que permitirá calificar en el futuro las diversas op­ciones políticas en presencia.

Page 32: Anuario UPA 1999

Modernización de la agricultura familiar: lmejora o supresión?

NOTAS

l. Un C111cíl1si.s de su diversidad dcsdc 1111 punto de vista teó1i­

co f11e abordc1do por Barccló, 1991: 403--f 12.

2. Se consideran 'fc11niliares" cn c11c111to que se e11w11tra/¡a11 por dcbcyo de una dimc11sió11 cconó1111 m ( < c1 16 UDEs), que

110 illl/Jrían pcr111itido re11H111erar a un activo con u11os i11grc­

sos cquivc1/cntcs u la "renta de referencia" (media de los sala­lios b111tos 110 e1g1arios, equivalente c1 2,9 millones ele pesetas Cl1 1998).

3. Eq11ivali:11tc al nivel 111í11i1110 de renta que se exige a 1111 ag1i­

rnltor1ovc11 para su/Jve11cio11ar su i11stalació11 en una explota­ción (a rtírnlo 13.3 del R. Dccrct.o 204/96).

4. En rcalidad, este colectivo está eslimC1do pordcjccto,ya q11c d nivd 11uhin10 de rrnta u11itwia de 1rab1[io pordc/nyo del wal una explotación time daec/10 a 1111 "plan de mqora" subven­cionado se1ía ec¡ull'l1le11t.e a unas 20 UDEs (art(rn/o 4.5. del R. Decreto 204196), 110 cxislie11clo i11fon11ación cstadísHca di.s­ponihlc para el tramo co111prc11dido rntre 16 y 20 UD Es.

5. Es de espm1i-c¡ue r/ fllturo Cc11so Agralio (en rnrso) clali­

Jiq11c la adcrnación rnt1c cxplotacío11 esy act.ivo cxistc11tcs.

6. Esta ley, c¡lll: pascg L1ía pretrntlitlC1111c11tc "d ct1111p/11111rn­

to de la fwmón soda/ de la propiL·duc/", no tuvo mcís 1 csul­tado aparc11tc c¡uc incitaren ci11co mios la m1/i::anó11 de pla-11cs de 111cjora cn unus 55.000 1111. w 1 rcspo11tl1rnlcs a unas

140 explotacíonc .

BIBLIOGRAFÍA

- BARCELO, L. V, 1991: Libcrcrli:;:.unó11 , cy11 te y rccsLruct u­rnció11 ele la agrirnltura cspaiiola, Sciie Estudios, lv/APA, Ma­drid.

- BARCELO, L. V., 199-f: '·Palíticcrs ele modci nización ele la aglirnlt11ra cspc11iola ", en Moclcrni::aciá11 y rnmhio est111ctum/ de la uglicu/turn cspmio/a , Sw11psi, )./\/. (Coo 1·dinaelor), f\,/A­PA, /vlcrdlid.

- CEE, 1997: Agenda 2000, /3111sdas.

- CEE, 1999: Rcglamrnw CEE N" /99 del Consejo so/J1e ayu­da al clcsa1rollo nrrcr/ a rnrgo del FEOCA, B111sclas 30 de mar­zo de 1999.

- COMEZ BENITO, C., CONZALEZ,)J.y SANCHO, R.,

1999: ldcmeidad y profesión en la agiirn/turci jamiliw; Colcc­ció11 Opi11wncs y Actitudes, Cc11tm de /11wstigacioncs Souoló­gicus (CJS), Mcrdlic/.

30

7. U11os 20.000 111 1l/011cs de media anual c11 d pc1iodo 1994-

1998.

8- Del programa del R. Decreto 808/87 el BCA lw/JÍCI co11-ccd1do unos 10.000 préstwnos cquívalc11tcs a 34. 700 111illo-11cs, por d R. Decreto 1987191 ya solo concedió 80 préstamos con llll rnpita/ de 518 111il/011cs, y ya imcgraclos en Ccija Pos­tal participó en d progruma del R. Decreto 204/ 96 con 65

préstumos y 667 111íl/ones.

9. Este R. Decreto fue modificado por el R.O. 1153/97, que se adaptó al nuevo Rcgla111rnto CEE 950197 rclauvo a la rncjora de las cst111cturus agn1,.;as.

1 O. Según los critclios establecidos c11 los mtírnlos 4, 5 y 6 de la Ley 19/1995.

11 . U11a co11t.rnstació11 co11 la siluación de partida scgtín los datos del Crn.so Agmlio de 1989 fi 1e descsHnwda , delndo a la ¡oca verosi111 ili1ud de los ciertos e/,· lus cifras del 11ú111ero de cx­plotacio11es. Así, la E11cue.sta de Est111ctums Agra1ias de 1987

recoge un total de 1, 7 millones de explotaciones mientras que el censo de 1989 rcHcnc lcr cifra de 2,1 millones de explotaciones, rn11rspo11dirndo w11/Jasfui:ntcs estadísticas a/ /NE

12. Con u11a cli111cn sión econó111irn de> de 16 a< de 40

UD Es. 1im1poco ¡xrn:ce que vcryan cr quedar cxcluíclas en 1J1i11-

cipio /m 28.000 cxplotacio11cs rcstw1tcs supe1iorcs a 40 UDEs (ver 11" rnadro 2a).

- !NRA. 199-f: "La 17rrsist.a11cc des has rcvrnu.s aglicolcs", c11

INRA Scirnccs Sornrb, 11'' 6 Décc111/Jrc 1994, Paiís.

- LA!-.1/0 DE ESPINOSA, ). 1997: La década perdida, Ed. /vlum/i Prensa, Madriel .

- MAPA, 1989 a J 998: La 11g11rn ltum, la pesrn y lo a/1111rntc1-

ción , /\llAPA , lvlac/rid.

- SANCHO J-/f\ZAK, R 1999: .. Las polítirn socioest rnctu­ralcs en la 1110dcrni::ació11 del 11w11do rurn/ ", en Agricult.um y

sociedad c11 la Espwia co11te111poní11ca, Gómc=: Brnito y Co11-

=:cílc:: Roc/1ígucz (Ei/ .), Crntro de In ves tigaciones Sociológiccrs (en prmm), Mad1id.

- SUMPSI.).fvl., .199-f: "Co111pcti/1v1dad y 1·cfo1111a cs1111ctural de la agrirn//urn e pa1ivla ", C/I Moclcrnb1ción y rn111hio cs­

tru .tuml en la agricu ltura cspc11iola, Sum¡Jsi,j.M. (Coo rcl.), /\/LAPA, fvltnliid.

Page 33: Anuario UPA 1999

-..

CÁCERES EXTREMADURA

ESPAÑA

Cáceres: Patrimonio de la Humanidad.

Ruta de los Dólmenes: Tapias !, Cajirón, Lanchas ...

Valencia de A /cámara,

Barrio Gótico,

Ntª Srª de Rocamador.

Ruta de las Chimeneas:

Barruecos, Museo Vostell,

A rroyo de la luz, Cerámica,

Curtido de pieles,

Puente de Alcántara.

Valle del Alagón: Ga/isteo, Monteliermoso

Encamisá, Cerámica,

Canclws de Ramiro,

El Palancar, Coria.

Sierra de Gata: Hoyos, Gata, Aceite,

Bolillos, Piscinas naturales,

Robledillo de Gata,

~ San Martín de Trevejo.

Hurdes: Arquitectura de 111onta1ia,

arroyo , piscinas naturales, miel,

Martilandrá11,

Chorrito de Ovejuela.

Plasencia-Valle del Jerte:

Trujillo: Crisol de culturas.

Valle del Ambroz: Pinajarro, Cáparra, Granadilla,

Balneario de B01ios,

flif11Seo Pére';. Co111e11dad01; Hervús,

Jardines de Sotofermoso.

Villuercas: Ibores, la Jara,

Tesoro de Berwcana,

Talavera la Vteja,

quesos, cobre,

Monasterio

de Guadalupe

(Patrimonio de la

Humanidad).

Campo Arañuelo: N111 111/111oml. canw11{f/es,

Ta/ay11e/11,

t ·11111pos agrícolas ,

Befrís de J\/011roy, delu!.ms.

La Vera: Garganta de Cuartos,

piscinas naturales, pimentón, Empa/ao,

Pero-Palo, Cuacos, Monasterio de Yuste.

Sierra de Mootanchez: Jamón, vino, caza,

Bas{/ica Visigoda, higos,

Encina Terrona, A/1110/iarín,

Ct1stillo de Mo11ta11clle:,.

Garganta de los Infiernos,

cerezos en flor,

fábrica de sayales, licores,

Jarramplas,

P/asencia: Conjunto Mo1111111e11ta/. DIPUTACI9N

DE CÁCERES

C/ Amargura, l. 10003 - Cáceres Tlfn: 927 - 25 55 97 / 98. Fax: 927 - 25 54 67

Page 34: Anuario UPA 1999
Page 35: Anuario UPA 1999

~strategias familiares r futuro de la agricultura familiar

RISTÓBAL •·BENITO

(lJ ED.l

JAN JESÚS ·ONZÁLEZ

IED)

El tema central de este anuario es el futuro ele la agricultura familiar. En este trabajo pretendemos contribuir a la reílexión sobre esta cuestión ana­

lizando algunos aspecros o factores que pueden con­dicionar ese futuro , Y lo haremos desde una perspec­tiva poco habitual.

Cuando se habla del futuro ele la agiicultura fami­liar, a menudo tendemos a considerar que ese futuro depende sólo de factores e.'\'.ternos a las familias y a las explotaciones; es como si ese fururo estuviera deter­minado sólo o p1incipalmenre por factores económicos y políticos y, por lo tanto, ajenos prácticamente al con­trol de los propios ag1icultores.

Por nuestra parte, pensamos que ese futuro depen­de también (y a veces. sobre todo) de otros factores in­ternos a las propias familias y que son ellas las que, con sus decisiones, condicionan el futuro de la explotación familiar. Por lo tanto, al menos parte ele ese futuro es­tá en sus manos, lo que no quiere decir que sea fácil para ese tipo ele familias tomar esas decisiones , pues mu chas veces las presi nes del contexto social son tan grandes que el margen de maniobra es pequeño.

Pero lo que queremos poner de manifiesto es que hay estrategias (1) familiares que van en conrra de la

33

reproducción ele la ag1iculturn familiar, como tendre­mos ocasión ele comprobar. Dicho esro, consideramos que un cambio del marco institucional en el que se de­sarrolla la agriculwra familiar podiía modificar las con­diciones para el desarrollo ele unas estrategias familia­res que no implicaran la desaparición ele ese tipo ele empresa agraria.

Con este planteamiento, en este trabajo vamos a abordar tres cuestiones que están relacionadas entre sí y que afectan directamente al futuro de la ag1iculrura familiar. En primer lugar, presentaremos cómo ven los propios protagonistas (es decir, los agricultores fami­liares que trabajan exclusiva o mayoritariamente en su propia explotación y se reconocen a sí mismos an­te todo como agricultores) el lururo ele la agricultura; como se sabe, "la definición de la siruación fonma par­te ele la misma situación", por lo que, i los ag1iculto­res ven el furnro de una determinada manera, orien­tar<h1 sus compon:amiemos en tal sentido que pueden hacer que la predicción se cumpla.

En segundo lugar, presentaremos algunas opinio­nes y preferencias ele esos mismos ag1icultores acerca ele cuestiones corno la sucesión (en la explotación) y la herencia (del patrimonio familiar). sobre qué es lo

Page 36: Anuario UPA 1999

Estrategias familiares

y fu tura de la agricultura familiar

Cuadro n2 1

SATISFACCIÓN CON EL TRABAJO EN LA AGRICULTURA (%) (SEGÚN EDAD)

Total 20-34 35-54 +54

Muy satisfecho 7,6 7,2 8,4 6,7

Bastante satisfecho 51,4 55 ,6 48,7 52,3

Poco satisfecho 33, 1 31,7 34,0 32,9

Nada satisfecho 6,8 4,1 8,0 7,0

Ns/Ne 1, 1 1.4 0,9 1,1

Saldo 19, 1 27,0 15, 1 19,1

Cuadro nº 2

MEJORA DE LA VIDA EN LOS ÚLTIMOS DIEZ AÑOS(%) (SEGÚN EDAD)

Mucho mejor

Algo mejor

Igual

Algo peor

Mucho peor

Ns/Ne

Saldo

Total 20-34 35-54 + 54

7,2 9,8 6,8 6,2

44,9 48, 1 43,9 44,2

12,9 10,2 13,8 13,3

22,6 20,6 23,1 23,1

8,9 4,7 9, 1 11,2

3,5 6,5 3,3 2,0

20,6 33,6 18,5 16, 1

mejor para el fururo ele sus hijos o cómo definen al­gunos rasgos ele su propia profesión, opiniones y pre­íerencias que están directamente relacionadas con el futuro ele la agricultura familiar (2) .

En tercer lugar, analizaremos la-; relaciones entre la ramilta y la explotación, lo que nos dará algunas cla­ves acerca ele las dinámicas l'amiliares y su repercu­sión en la organización y reproducción (continuidad) de la explotación. Terminaremos con una reflexión acerca ele la viabilidad de algunas soluciones ele los problemas planteados.

Un futuro incierto

Como hemos dicho más aniba, la percepción que se tenga del l'ULuro ele la agricultura (y en panicular de la agriculmra familiar) condiciona las decisiones de los agricult0res no sólo acerca ele la explotación (por ejemplo, sobre los cambios y las inversiones a re­alizar) sino también sobre el fumro ele los hijos.

Como puede verse en los cuadros nº 1y2, lama­yoría ele los agricultores se declaran más bien satisfe­chos con su trabajo al tiempo que reconocen una me-

34

jora de sus condiciones de vida en los últimos diez años, más que un empeoramiento. A pe­sar de este positivo balance, los agricultores ob­servan el futuro con pesimismo e incertidum­bre. Este contraste entre logros y expectativas se debe en parte, desde luego, a la conocida es­n-ategia típica de aut0presentación de los agri-cultores, consistente en una discreta mezcla de subesümación de los logros propios y de fa ta­lismo en relación a las expectaüvas, pero tam­bién es producto de circuns tancias concretas y acmales, como veremos seguidamente.

Cuando se pregunta a los agricu ltores por las dos principales causas ele los problemas del campo español, "la incertidumbre sobre el Fu­turo de la agricultura" es la que más mencio­nes recibe (3 7, 4% en tOtal), por delante de la evolución ele los precios agrarios (35%) y de la "falta ele unión de los agricultores" (33%). A conünuación le sigue la "falta de política agra­ria" (28, 7%). De las cuatro causas que semen­cionan con más frecuencia, sólo una es endó­gena (la tercera), mientras las demás escapan al control ele los agricultores. La consabida am­bivalencia de los ag1icultores hacia su propia actividad resulta, una vez más, perfectamente elocuente: puede que el balance sobre el ca­mino recorrido sea positivo, pero queda poco margen , en cualquier caso, para el optimismo de cara al fumro.

Esta visión pesimista esta dominada sobre todo por la incertidumbre respecto a lo que va a pasar en el futuro; sentimiemo de incerti­

dumbre que afecta, en particular, a la PAC. Los agri­cultores están acostumbrados a una cierta inseguridad e incertidumbre (como la que impone el clima o las coyunturas ele los mercados), pero ahora la PAC in­troduce un scmimiemo nuevo y cualitaüvamente dis­tinto. Pues así como es evidente que la PAC aumenta la seguridad de las exploraciones (por cuanto asegura, en ocasiones, basta el 50% ele las rentas), no lo es, ni mucho menos, que esa scgutidad vaya a ser para siem­pre, si es que no hay la certeza del progresivo des­mantelamiento ele la protección a la agricultura.

A este sen timiento cont1ibuye también la opinión generalizada ele que falta un polírica agraria que des­peje en cierta medida esa incertidumbre, que fije uno~ objetivos, unas orientaciones que sirvan ele rderen­cia para el íururo. Y esta fa lta ele política agraria ne es sólo responsabilidad de la Unión Europea, tam· bién es responsabilidad del Gobierno español, qrn carece de políüca agra1ia propia. Esta falta ele orien· taciones a medio o largo plazo tiene un efecto parali· zador inmediata sobre los proyectos moclemizaclore! del agricultm~ especialmente cuando se acerca a]¡ edad ele la jubilación y si, además, duela de que la su

Page 37: Anuario UPA 1999

Cuadro nº 3

VALORACIÓN DE LAS DIVERSAS FORMAS DE TRANSMISIÓN DE LA EXPLOTACIÓN (SEGÚN EDAD)

Formas de transmisión de la explotación

Toda la explotación para el hijo mayor Justa Injusta Saldo

Toda la explotación para el hijo o los hijos Justa

que trabajan en ella Injusta Saldo

Reparto mejorando a los hijos Justa

que trabajan en ella Injusta Saldo

Reparto en partes iguales entre todos Justa

los hijos trabajen o no en la explotación Injusta

preferencia cia la inversión capital mano(dar ;udiosalos os) sobre las rersiones en ~italdela

~lotación ll'da cierta ación con las lferencias 1re el modo de nsmisión de la >lotación -

Saldo

cesión en la exploración sea lo mejor para el fucuro de sus hijos, como veremos más adelame.

El pesimismo sobre el futuro d' la agticulrura se manifiesta también en la visión de la evolución de algunos aspectos relevantes de la misma. El fucuro se percibe como una reducción de las rentas de los agti­culrores (así opinan el 42 ,1 % de los entrevistados, freme a un 20,3% que piensa que irán a más), por la reducción de las ayudas a la agricultura (39,3%, fren­te a un 23 ,8% que piensa lo comrario) y la reducción de los precios de los productos agrarios ( 40, 7%, fren­te al 25,2%), a la par que se incrementarán los pre­cios de los medios de producción (61,l % frente a un 10% que cree que irán a menos) y los precios de la tiem (39,3% cree que irán a más freme al 26 ,8% que piensan que irán a menos).

Esta visión relativamente pesimista del futuro ele b agricultura se acompaña ele una gran desconfian­za acerca de la capacidad de la Política Agraria Común (PAC) para defender los intereses del agricultor: el 55,8% confía poco (36,5%) o nada (19,3%) en la PAC en ese semido, en contraste con el 21. 7% que con­fía mucho (2, 1 %) o bastante (19,6%) y en la mayori­taria consideración (71 %) de que la política agraria tiene más en cuenta los imereses de los consumido­res que el de los agriculrores.

Estrategias familiares de herencia y sucesión

Sobre el telón de fondo de la ambivalen ia y la in­certidumbre, no tiene nada de panicular que la mitad de los agricultores de más de 50 años no tenga suce-

35

% POR GRUPOS DE EDAD

Total% 20a 34 35 a 54 +de54

3,4 2,6 3,6 3,6 88,2 90,0 88,8 86, -84,8 -87',4 -85,2 -82,5

34,1 40,4 33,6 31 ,0 57,5 54,5 58,2 58,5 -23,4 -14,1 -24,6 -27,5

47,6 56,8 47,6 41,9 43,2 36 ,3 43,6 46,9 +4,4 +201,5 +4,0 -5,0

62,8 55,7 64,9 64,4 26,2 33,2 25,4 22,

+36,6 +22,5 +39,5 +41,5

sor (frente a un 22% que lo tiene seguro y un 15% que lo tiene probable). De esa mitad , en la mitad de los ca­sos los hijos no quieren quedarse en la C'\1Jlotación, a lo que hay que añadir un 10% ele casos en los que el padre no quiere que los hijos se queden. Es claro que el tamaño de la exploración iníluye sobre la probabi­lidad de sucesión, pero es claro también que lo que más influye es el clima de opinión sobre el fumro (o la falta ele frnuro, para ser exactos).

Esta visión del Futuro incide , desde luego, en la opinión ele los agricultores acerca de qué es lo mejor para el futuro de los hijos, y en este senrido los agri­cuhores perseveran en la conocida estrategia de an­teponer la movilidad ocupacional de los hijos a la pro­pia sucesión en la explotación familiar. Puestos a ele­gir entre "darles carrera" y dejarles una buena e."1Jloración, los agricultores españoles se decantan de manera casi unánime por los estudios como me­jor manera de asegurar su futuro , casi con indepen­dencia del sexo de los hijos(+). Así las cosas, las ex­pectativas de relevo generacional están muy limita­das , cuando no descartadas de manera explícita.

La preferencia hacia la inversión en capital huma­no (dar esrudios a los hijos) sobre las inversiones en capital de la explotación guarda cierta relación con las preferencias sobre el modo ele rransmisión de la ex­plotación (ver cuadro nº 3).

Efectivamente, los agriculrores priman los dere­chos de herencia sobre los derechos de sucesión, como corrobora el hecho de que en la encuesta la opi­nión mayoritaria (62,8%) considera justo el reparto en partes iguales de la e;...-plotación entre rodos los hi­jos, aunque no trnb<~en en la e;...'Ploración, frente a un

Page 38: Anuario UPA 1999

Estrategias familiares

y futuro de la agricul tura fa1niliar

Los problemas de relevo generacional de muchas explotaciones no tienen tanto que ver con la falta de rentabilidad económica como con la falta de reconocimiento social y político de la profesión agraria

26,2% que la con id era injusta . Esta forma de he­rencia o transmisión ele la explotación es la que al­canza un mayor porcent<* de los que la consideran justa. En segundo lugar. al 47,6% le parece justa la fórmu la que concede una mayor parte de la explota­ción al (o los) hijos que trabajan en la misma, frente al 43,2% que le parece injusta. En las otras dos fó r­mulas, el porcentaje de rechazo es mayor que el de acepración.

En definitiva, predomina el c1ite1io igualitarista (re­parto en partes iguales) frente al criterio de mé1ito (tra­bajar dentro de la exp lotació n). Pero significativa­mente son los más jóvenes los que en mayor medida (56,8%) consideran lo más j usto que se mejore al o los hijos c¡ue se quedan en la explotación, [rente a un 36,3% que lo considera injusto.

Puede decirse que a menor edad , las preferencias se decantan por el criterio del mérito (mejorar al hijo o a los hijos que trab<~an en la explotación), como for­ma más justa de transmisión de la misma, mientras que los más mayores lo hacen por el iguali tarista (re­parto a panes iguales, s in distinciones). si bien los más jóvenes conigen el mérito considerando más jus­to que. se reserve "una mayor parte" a los hijos que trabajan en la e,\.']Jlotación que dejarles "todo".

Pero son los jóvenes, en cualquier caso, quienes reclaman en mayor medida este sistema el e herencia y transmisión de la explotación, pues se encuentran con el problema real e inmediato de consolidar su po­sición laboral.

Y es que ellos son los que sufren, en mayor medi­da, las paradojas de la modernización ele la agriculru-

36

ra, desde el momento en que esta ha minado la efica­cia de las estrategias fami liares que habían siclo claves tradicionalmente para la reproducción de la actividad agraria. Pues mientras las inversiones en capital hu­mano han beneficiado sólo a una parte de los hijos, especialmente a las mujeres, la asignación del capi­tal de la e,\.']Jlotación (la propiedad de la tiena sobre tocio) ha seguido un criterio igualitatio , perjudicando al sucesor de la explotación .

Por lo tanto, como ya hemos apuntado anterior­mente, se plantea así un conflicto entre sucesor/ es y herederos, entre los intereses de la explotación y los intereses ele la propiedad, entre explotación y fami: Ua (de 01igen) que amenaza la reproducción y la su­pervivencia ele la explotación. Un aspecto más de lo que se viene denominando "clesagrarización" de la fa­milia y ele la "desfamiliarización" de la agricultura y del refuerzo de las esrrategias individuales frente a las colectivas.

Estos conOictos hacen más problemático el rele­vo generacional en la exploración , ya de por sí pro­blemático por el rechazo de los jóvenes a la actividad, como ya se comentó ameriormeqte. Pues como aca­bamos de ver. los problemas de relevo generacional de muchas explotaciones no tienen tanto que ver con la falta de rentabilidad económica como con la falta de reconocimiento social y político de la profesión agraria._Y se a·ma también de que las actuales reglas y estrategias que rigen la transmisión patrimonial no están al servicio de la pro[esionalización , por cuanto no garantizan una expectativa de estabilidad laboral para quién asume la rarea sucesoria , frente a los ime­reses y las exigencias de los demás herederos.

Resulta así que, a p ar de que la defensa de la agii­cultura fam iliar consti tuya un componente Funda­mental de la ideología de esros agricultores (5), al­gunas prácticas reales de los propios agricultores y de sus familias amenazan su propia supervivencia.

Relaciones de la familia con la explotación

El análisis ele los datos ele la encuesta constata el fenómeno ya observado en otros estudios de lo que más arriba ll amamos desagrarización de la familia y desfamiliarización de la exploración, que resu ltan ele la progres iva desvinculación del grupo familiar res­pecto al trabajo y la gestión ele la explotación.

Teniendo en cuentan que el universo ele la encuesta son agricultores directos a ámlo principal, que en el 80% de las exp lotaciones só lo trabajan uno o más miembros de la familia y del resto que recurre tam­bién al trabajo externo en la 111ay01ía ele lo casos el tra­bajo de origen familiar es superior al de origen exter­no, podemos considerar a estos agricultores como re­presentativos ele la agricultura lamiliar.

Page 39: Anuario UPA 1999

Cuadro n2 5

Cuadro n2 4

TIPOS DE EXPLOTACIÓN SEGÚN EL TRABAJO FAMILIAR(%)

Familiares individua/es (sólo el titular)

Familiares conyugales (sólos tltular+cónyuge)

Familíares con hijos (t ltular+hijos/hijas o yernos/

nueras con o sin otros famillares)

Familiares con otros familiares (titular+otros familiares

con o sin cónyuge e hijos)

41,6

18,6

19,6

23,2

TAMAÑO ECONÓMICO DE LA EXPLOTACIÓN (EN UDES) SEGÚN LA COMPOSICIÓN DE SU FUERZA DE TRABAJO (MEDIAS)

COMPOSICIÓN FUERZA TRABAJO TOTAL DE LA EXPLOTACIÓN

UD Es

Sólo

titular

27,29

L desvinculación !l grupo familiar specto al trabajo l la explotación se anifiesta mbiénenla ducción drástica los "ayudas miliares" -

+conyuge

42,65

Conyuge

e hijos

29,42

+ hiJOS +padres

40,71 29,31

No obsrame este carácter, podemos observar (cua­dro nº 4) que el 41,6% de las e,'(plmaciones son in­dividuales o unipersonales, es decir, que sólo trabaja en ella un miembro de la familia. Lo que indica la des­vinculación del grupo familiar hacia el trabajo de la e.xplotación en casi la mitad de las exploraciones.

En el resto de las e.xploraciones (58, 4%) trabajan más de un miembro de la familia, siendo la media ge­neral de 1, 7 miembros por e.xploración, aunque con desigual dedicación. Como puede verse, el grupo fa­miliar sigue proporcionando una parte importante de la fuerza ele trabajo que requiere la exploración, in­volucrando a una amplia variedad ele parientes: cón­yuges, padres y suegros, hijos, yernos y nueras, her­manos y cuñados , etc., cuyo protagonismo cambia a lo largo del ciclo vital de la familia y del desarrollo de la e.,;plotación. Pero la relación entre la famllia y la ex­ploración a través del trabajo en la misma es menor de lo cabría esperar tratándose de exploraciones fa­miliares (como e."Xpresa ese 41 ,6% de exploraciones familiares individuales o la presencia , pequeña pero significativa en las explotaciones más grandes, de tra­bajo e.-xtemo a la familia).

De cara al futuro de la agricultura familiar resulra especialmente significativo el hecho de que sólo un 20% de las explotaciones cuenten con hijos traba­jando en las mismas. La aportación laboral de la fa­milia a la explotación es, sobre todo , asunto de los cónyuges y de los ascendientes (de los titulares). Se observan, pues, i.ndicios suficienres de una cierta des-

37

+hermanos

37 ,11

Otros

famlliares

27,95

UTF<UT

100,41

Total

35,0

vinculación del grupo familiar respecto al trabajo en la explotación, sobre mdo de los hijos , desvincula­ción debida no sólo a causas económicas (problemas de dimensión de la explotación) sino también a pre­ferencias sociales.

Como hemos comentado, la participación de la fa­milia en el trabajo de la e..'-1Jlotación está en función de tres factores : los recursos familiares (composi­ción del grupo familiar y ciclo viral de la familia) , el ciclo laboral del titular de misma y el tamaiio de la ex­plotación. Respecto a esto último, y por lo que res­pecta a los hijos, su participación en el trabajo de la e..'.']JlOtación requiere la e>.istencia de un tamaiio mí­nimo a partir del cual se da una presencia significati­va de los hijos en el trabajo de la D.']Jlotación (ver cua­dro nº 5). Pero esto no quiere decir que una mayor dimensión ele la explotación sea garantía suficiente para la participación de los hijos en la misma. Así pues, la desvinculación de los hijos del trabajo en la explotación no es un fenómeno que afecte sólo a las e..\.']Jloraciones más pequeñas, sino también a una par­te significativa de las grandes , lo que apunta, como ya hemos dicho, a la existencia de factores no econó­micos (preferencias sociales) que ex']Jlican la desvin­culación de los h ijos de la e.'1.-plotación .

Este fenómeno de la desvinculación del grupo fa­miliar respecto al trabajo en la e."'Plotación se mani­fiesta también en la reducción drástica de los "ayudas familiares " como muestran disrintas fuentes estadís­ticas. Según elatos de la EPA, entre 1984 y 1996, los

Page 40: Anuario UPA 1999

Estrategias familiares

y futuro de la agricultura familiar

Las explotaciones más rentables son lasque más promueven estrategias de desvinculación de los cónyuges e hijos dela explotación

ayudas famUiares pasaron ele represemar el 23,8% de la población ocupada en la agricultura a representar el 15%, lo que supuso la reducción de 306.000 ayu­das familiares, es decir, el 65,5% menos. Pero esta reducción no sólo se debe a un "ajusre esnucrural", pues, como hemos señalado en orro lugar (González y Gómez Benito, 1997:577), el déficit ele mano ele obra que se observa en las agriculturas familiares de las zonas agrarias más progresivas y dinámicas sólo puede explicarse en términos ele la acción combina­da de esrrategias familiares y del marco de oponuni­dades, marco que, en lo fundamental, depende del resulrado de dos factores: la capacidad ele la e.."--plota­ción de generar un e..~cedente susceptible de ser in­vertido en educación y la capacidad de los mercados ele trabajo regionales para generar empleo.

De tal forma que son las exploraciones más renta­bles las que más promueven estrategias ele desvincu­lación ele los cónyuges e hijos ele la e..'i.-ploración, con­firmando la resis ames e>..-puesra relativa a que la di­sociación familia-e::...1)loración no es exclusiva de las más pequeñas y que ral disociación no se debe a ra­zones económicas (la capacidad de la exploración familiar de proporcionar un puesro de trabajo esra­ble), sino a esrrarcgias de las familias o de los indivi­duos que anteponen objetivos de movilidad.

La participación del grupo familiar en la gestión de otros asuntos relacionados con la exploración y en la roma de decisiones sobre la misma también es poco signiricmiva. Casi todos los asuntos son cosa casi ex­clusiva del titular o el jefe ele la explotación, el cual las realiza emre un 72% (como rea lizar las compras y venras de la explotación) y un 65% (como anotar las facturas y llevar las cuentas).

En cambio la panicipación del grupo familiar en 1a propiedad de las cien-as sí es importan te. En el 4 7,1 % de las e..'Cplotaciones el titular es el único propietario ele las tierras, mientras que en un 43,6% de casos se comparte la propiedad de aquellas. Los cónyuges son copropietarios en un 43,5% de los casos; los pa­dres/suegros en un 40,3%; los hermanos/ as o cuña­dos/ das en un 25,8%; los hijos/as o yernos/nueras en un -+,6%, y otros lamiliares en otro 4,6% (6).

Como puede verse, en el aspecro patrimonial las explotaciones mantienen aún un fuerte carácter fa­miliar. No sólo los sistemas ele herencia tradicionales siguen vigentes, condicionando la transmisión ele las eA1JlOraciones, sino que además la misma "profe­sión" ele agriculror sigue siendo hereditaria en lama­yotía de los casos. La famil ia nuclear o ampliada (y los parientes) son quienes proporcionan la mayor parte de la base territorial ele la e.."-'P loración y condicionan la instalación de los jóvenes agriculrores.

Pero la mayor participación de la lamilia en la pro­piedad de las cien-as no conUeva, como hemos visro, una imp licación similar en la gestión ele la e::...-plota-

38

ción. Esta circunstancia tiene decros sobre la auto­nomía y, sobre rodo, en la reproducción de la eA'"[Jlo­tación. Y afecta sobre todo a los agriculrores más jó­venes. Lo novedoso respecto a si[Uaciones rradicio­nales es que el sistema (y los derechos) de herencia (ele la propiedad terrirorial) priman sobre el sistema (y los derechos) ele sucesión ele la explotación. O di­cho de orro modo, el sistema ele herencia no está al servicio de la reproducción de la exploración ni de la profesionalización, lo que es un indicio de la pér­dida de centralidad de la explotación en la estrategia del grupo familiar. En esta situación, la cien-a se con­sidera ante todo un capital (y no un medio de pro­ducción) con valor en sí mismo, que puede ser mo­vilizado en cualquier momento pam objetivos no agra­rios por cualquiera de sus propietarios.

Recapitulación y reflexiones finales

Como adelantarnos al principio, la [u[Uro ele la agri­culrnra familiar no sólo depende de facrores externos a las propias e..'Cplotaciones o las familias que las de­tentan. A pesar de que los mismos agricultores fami­liares suelen seguir responsabilizando de ese futuro al mercado y al estado, la verdad es que parte de ese fururo depende de la dinámica interna ele las familias y de sus esn·atcgias educativas, laborales, suceso1ias y ele herencia, como hemos prerendiclo demostrar en este trabajo, pero cuando se refieren al futuro, los agri­cultores silencian estas cuestiones, aunque no las ig­noren. Parece como si los facrores de tipo económi­co y poli rico externos Fueran tema pertinente de sus reivindicaciones sociales y económicas, mientras que esos otros facto res "internos" fueran sólo "asuntos de familia" en los que el estado no debe entrar. Y eso es precisamente una ele las dificulracles para resolverlos y la causa de que la fal ta de futuro de muchas explo­taciones y no precisamente las marginales.

Hemos señalado como un íacror que comprome­te el fururo ele la explotación fam iliar los fenómenos ele la clesagrarización de la fam ilia y de la desfamilia­rización ele la explotación. Pero así como el primero es claro , respecto al segundo conviene hacer algunas punrualizaciones, pues no debe1íamos creer que la agricu ltura famil iar esrá dejando de serlo a tocios los decros. La agricultura puede clesfamiliarizarse de dos maneras: una es la vía profesional ele separación en­tTe propiedad y e::...-ploración o , si se prefiere, entre de­recho de propiedad y derecho ele e..'<'[Jlotación (pode­mos aplicar también aquí la tradicional distinción en­tre propiedad y control , entendido este como capacidad de asignación ele los recursos producrivos) . Esta ha siclo la vía preferente de la Uamada política so­cioesrructurnl durante los últimos cuarenta años. En último término, esta política trara de sustituir los

Page 41: Anuario UPA 1999

>que está en lego es el ecanismode lección de los ):'icultores: si la a a seguir es la of esionalización, be la posibilidad ·que la selección a positiva -

c1irerios tradicionales de corte familisra por c1iterios de corre profesional, así como ele sustirnir c1irerios ele herencia patrimonial por criterios de racionaliclacl su­cesoria y ele gestión empresarial (González, 1990). Podemos llamarla la vía francesa ele modernización agraria (donde modernización ti ene un significado preciso: profesionalización).

En ral caso, la clesfamilia1ización se produce co­mo consecuencia de que la transmisión y asignación de recursos deja de ser monopolio de las familias y pasa a depender de insrnncias públicas participadas o cogestionadas por las organizaciones agrarias (re­cordemos a Coulomb, 1985: "la política de esa·uc­rnras no se da más que en las regiones donde el mo­vimiento social y local la ha impuesm") .

Pero hay arra manera de desfamiliarización que consiste en la desfamiliarización del trabajo. Es la vía

espománea a la desfamiliaiización, es decir la que si­guen las familias cuando tienen monopolio de deci­sión. Es claro que influyen factores tecnológicos y que esta forma de desfamiliarización es tanto más fácil cuamo más mecanizables sean las rareas, lo que per­mite que uno sólo pueda hacer lo que antes reque!Ía el trabajo de va1ios . Pero influyen también procesos sociales como la desvinculación de la mujer y de los hijos respecto de las rareas agra1ias.

En arra ocasión nos hemos referido a esta segun­da vía cuando hemos hablado ele los efecms perver­sos de las es trategias familiares (González, 1993). lDóncle radica la perversión? A nuestro juicio, su ra­íz última esrá perfectamente localizada: la perver­sión se produce como consecuencia de que la clesfa­miliarización afecta a un ámbito de la e."\.-ploración: su dimensión laboral, mientras el ámbito de la propie­dad y el conrrol permanece familiarizado . Salvando

39

las distancias, es como cambiar el modo de producción mamenienclo las relaciones sociales de producción. El primero deja ele ser el modo ele producción doméstico tra­dicional para convertirse en modo ele pro­ducción unipersonal, en virtud del cual cuando el rirnlar o jefe de exploración ne­cesira mano de obra ya no recwTe a la fa­mili a sino a terceros (asalmiaclos, empre­sas de servicios, ere.). Esto es lo que se ob­sen-a , al menos, en las irn·esrigaciones hechas al efecto (Amalre eral, 1997: 22 7).

Una segunda cuestión que se plamea es por qué esra perversión constiruye un problema. Creemos que si alguna urili­dad cuvo el estudio ele la juvemud rural de 198-+ fue el de servir de portavoz de los que nunca tienen voz: los jóvenes que se hacen cargo de exploraciones sobre las que no tienen crnmol (González eral, 1985: 11 Parte) . Pues su voz queda sistemáüca­

meme silenciada por el particularismo familisrn ca­racteri rico del campesinado.

Y si el particularismo persiste no es porque nadie renga interés en salir de él, sino porque la única ma­nera de romper con él es tendiendo puentes desde fuera y, 1mís concrerameme, ab1iendo un debate po­litice sobre el papel ele la agricultura en la sociedad actual. Emreramo, el particularismo tiene unos be­neficiarios: los coherederos, cuyos imerescs prevale­cen como si de una nueva clase de rentistas se trata­ra. Y una víctima: el sucesor, cuyos intereses quedan a merced de arreglos domésticos y de los avatares del mercado ele la tierra.

El problema no es, por tanto, la desfamiliarización de la ag1iculmra, que en sí misma no es ni buena ni mala (es tan sólo un signo de los tiempos) . El pro­blema es que, una Yez más, la agricultura espaiiola es­tá siguiendo la vía menos recomendable. Pues mien­tras la clase política prefiera (como hacen los partidos políticos en España) dejar el monopolio de decisión en manos de las familias , la resulrnme fina l de este proceso dependerá ele la política doméstica y de la co­rrelación ele fuerzas en el seno de ellas. Y mientras la agriculrura (retóricas aparre) siga siendo sinónimo de precaiiedad laboral y ele falta de consideración social , dicha resulrantc será un mecanismo ele selección ne-

. gativa ele los futuros agriculmres. Este es , en suma, el problema. Pues !.o que está en

juego en esra discusión es el mecanismo ele selección de los ag1iculmres: si la vía a seguir es la profesiona­lización , cabe la pqsibilidad de que la selección sea posiriva (aunque: nadie pueda ciar una garantía com­pleta) (7). En caso conrrario, el resultado está carna­da: ¿quién se va a quedar en la agriculrnra sabiendo que no tiene comrol sobre los recursos productivos y

Page 42: Anuario UPA 1999

Estrategias familiares

y fu tu ro de la agricultura familiar

Es necesario un nuevo estatuto de la explotación f~

' en el que se reconozca la figura del sucesor de la explotación con las debidas garantías profesionales

que las acrnales reglas ele juego garantizan la preva­lencia de Jos derechos ele propiedad sobre los de ex­plotación? Si las explotaciones esruviesen social) po­líticamente consideradas como empleos, los suceso­res podrían conseguir las debidas garantías de estabilidad en el puesto, al tiempo que los poderes públicos pod1ían hacerles responsables de su gestión. Por el contrario, mientras las explotaciones se con i­deren p::itrimonio famil iar, rodo queda a merced ele la eventual soliclariclacl ele los coherederos.

BIBLIOGRAFÍA

-ARNALTE ET AL (1997): "Rclacio11esfa111 ilia-i.:xplolac1ó11 c11

lt1s ag1irnltura 111odcrnizadas. Algunas co11trastacio11cs rn1pí1i­

rns c11 la Co111u11idad Valenciana'', en Brctó11 et al (coord.): La ag1iculturaje1111iliar en Espwia, Un1vcrsitat de Uddc1.

- .13LANC ET AL ( 1990): "L'.agliw /1urc _{iw1..:e1isc, cst-dlc rn­corc_{c11n 1/ia/c?", rn Coulomb L'I al (eds): Les c1g1irn/1curs el la polit.ir¡uc, Prcsscs de la FNSP, pp 310-330.

- COULOMB, P. (1985): "Dc1eclw de propictll1d, dcrcd10 de cxplotació11: la mwució11 de las r.:lac1011cs sociales en d aeci-111ic1110 ag1ícolufirn1ds ", Agnrnltura y Sociedad .35, pp 77-J-fO.

- GONZALEZ,j.). (/ 990): "La i11co1711.m1ció11 de los jávrncs a la c1g1iw//11m ", Rn+;1c1 de Estudios Agro-Sociales, .154, pp 39-96.

- GONZALEZ.).j (1993): "Efecto· pcrwrso · de las cslrnlc-gws Jw11i/ie1rcs en lc1 ag1indltm1", cn Gemido y Gi l: Estrategias Ja111i liarcs, Alia11::a U11ivc1 ·iclad, pp 1.32-144.

-GONZALEZ ET AL (1985): "Soc iedad 111ralyj11ve11tud rn111-

¡icsi11a. Estudio smwlógico de lc1j11ve11tt1d 111ra/", /vli11istcno de Agiicultum, Pcsu1 y Ali111c11/t1ción.

- GONZALEZ Y GOMEZ BENITO (1997): "Clases agrarias, c-;tmtcgias fa1111ilimc ·y 111cw1do ele trabcijo", c11 Gómcz Brnito

y Go11:::úlc::, (cds.): ':Ag1icultura y Sodcdllll .:11 la E pmia co11-lc111pordnca", CIS-lvlAPA, pp. 565-580.

40

De acuerdo con lo planteado, y recogiendo la ex­periencia francesa, resulta evidente la necesidad de un marco jurídico que confiera garantías al sucesor. Un nuevo estaruto de la explotación familiar en el que se reconociera la figura del sucesor de la explotación con las debidas garantías profesionales bien pudiera ser un instrumento eficaz para responder a estos pro­blemas. Sería también una plasmación concreta de que hay un amplio margen para formular y realizar una polltica agraria nacional que sea algo más que la respuesta siempre apresurada y seguidista a las pro­puestas y directrices ele Bruselas , coartada las más de las veces para justificar el no hacer nada. Una po­lítica agraria nacional que reclaman los agric ultores y que reduzca en lo posible parte ele la incertidum bre de la que estos se quejan. Una política agra1ia nacional que no puede ser más que concertada con las orga­nizaciones profesionales agrarias si se quiere que sea un eficaz insrrumento de una verdadera profesiona­lización de la agii cultura. e

NOTAS

(/)Lo c¡11c i111plica 1111a clcfi111ción (ele oJJjctivos) y selección (ele recursos v 1111•a111is111os) racionales rnlre valias opciones posibles.

(2) Los datos cslcí11 o/J1rn1dos ele w1c1 c11n1cslc1 ele úm/Jito 110-

rnnwl t1111gilh1 a li/11/urcs de t:.\p/otationes agm11C1Sy n.:ali.:::oc/c1 por el Cl en 1998.

(3) Rernénlcsc, sin ir 111cís lejos, lo avalm-cs de /u pasoda n1111-

brc curoprn de Berlín a /u hora de concn:tar la rtfomw de la Agen­

da 2000 y de la PAC.

(4) Esta es la op111ión del 72,8% tic los c11/revistc1dos ww1do se

r~ficrCll a los liijos vc.ironcs y del 79,696 en el caso de las hijas.

(5) L11 idrn1ifi ación del ag1iwltor con d moeldo e ag1icult11rn .fá111ilwr St' co11stc1/u en el hecho de q1.1e el 89,3% ele los entrevis­tados 111c111if"icsrw1 ti co1!fom1iclc1cl con la cifi11m1ción ele c¡uc las cxplotacio11cs Jé1111iliurt'S son 1111u purtc vital ele la sociedad, en el l1cclio de c¡t1c d 76,39" cslé ele acuerdo con la c11111·11c1z<1 rwl ele que

csrc tipo de c.\7J/01ocw11es sean dcspla.:::adas por la giw1 c111presa C1g1wit1, rn q11e el 62,8% co11sidcTc c1uc lll e1cllviclad agru1ia es Lllla

llClividad J}(ísia1 ele la que clcprndcn toclc1s lus dc111cís y mn lci agii.­

rnltum sea una actividuel satiefacto1ia porque supone trabcijar co11lu11at11ralc::C1, opi11ión co11 /a r¡11c e tcín de awe1·clo d 6-f, !%

de los rnlrcvisluclos.

(6) Respuestas 1mílliples.

(7) Co11vic11c trncr en c11c11lll c¡ue ICI selección t1e11e en tocio rnso w1c1 doble vc11ic11te: como selección de las cxplotllcioncs trndcntc c1 ascgunwc¡11c estus co11slituyc11 buenos empleos y c11111plr11 , por tanto, 1n¡uisilos de viabilidael,y como sclccció11 de lo i11divid11os, los rnalcs dcbrn rn111pli1; a su vez, 1Cl/t1is1tos de profcswnalitlacl. Es frecuente, sin c111/Jwgo, un sesgo eco1101111Cisla </UC lleva c1 rn­

{aU:::ar lo p1i111cro y a sosia sosla_ycll" lo scg1.1nclo, la/ como lwcc11 Blc111c et al, 1990, al e1ij1.11cwr las políticCls ele instalación.

Page 43: Anuario UPA 1999
Page 44: Anuario UPA 1999
Page 45: Anuario UPA 1999

ALICIA LANGREO

Doc tom 1 nglltlLI t'

Agrónomo. D1rcctort1 de SuhorlÍ 5.L.

El objeto de es[e aróculo es el análisis del [raba jo agrario: cuámo es, cómo es, quién lo hace , cuál es su evolución en los últimos años y qué pers­

penivas tiene. Responder a estas pregumas ob liga a analizar el volumen ele [rabajo que requiere el secror agrario, su evolución , sus carac[erísticas y composición en las dos categorías básicas de ffabajo familiar y asa­lariado ; obliga también a aproximarse a los requeri­mientos ele trabajo y la estacionalidad de las produc­ciones más demanclarnes. Por último. obliga a analizar cómo son los [rabajadores, familiares y asalariados, que cubren esos requerimientos.

Las [uemes para el análisis del trabajo en agricul­mra son complejas, cada una aporta datos desde un ángulo cie[erminaclo; sólo con el manejo conjunto de rodas ellas , teniendo en cuerna sus características con­cre[as, se consigue una aproximación a la realidad.

Además, el trabajo agrario es muy estacional, con lo que los claros medios anuales ofrecen un panorama re­larivamente clis[orsionaclo de la realidad; eso e>..'-plica en buena medida la diferencia e1me fuentes de claros elaboradas por el mismo organismo: la Encues ta de la Población Acriva (EPA) y la Encuesta de Esrrucmras de las E"plotaciones Agrícolas.

El esruclio de las variaciones estacionales del volu­men de trabajo mtal demandado sólo puede hacerse desde el análisis ele las labores en los cultivos; si se dis­pone, por el con erario, de las variaciones [rimes[rales de la población ac[iva asalariada ocupada, que también es un indicador de la esracionaliclad .

43

Evolución y tendencias en el trabajo

• agr~1r10

La evolución toral ele la dem anda ele [rabajo de­pende ele los cul[ivos y producciones agrícolas y ga­naderas, de los índices ele mecanización de las labo­res y de la organ ización del trabajo, concepm és[e úl­[imo de importancia creciente; a su vez, la opción de los agricultores por unas u otras producciones están relacionadas con la política agraria, la evolución de los mercados, el comercio internacional, las [endencias del consumo , etc.

Según la Encuesta de Esoucruras (EE), el trabajo m­tal demandado por la agricultura en 1995 fue de 1.089.602 Unidades ele Trabajo Año (UTA) , demanda ligeramente infetior (-2%) a la ele 1993; los datos co­rrespondientes a 1997 (avance) dan una cifra de 1.108.981 UTA. muy similar a la de 1993 y superior a Ja de 1995 . Es decir, no sólo no cae el trabajo agra1io sino que se observa un repunte significativo.

Estos números resultan coherentes con la evolución de los cu] ti vos y la incorporación de innm aciones tec­nológicas, ya que ha aumemado de manera sustan­cial el número de hectáreas de algunos de los cultivos muy demandames (invernaderos y otros cultivos in­tensivos y olivar) y en ese período no se ha extendido ninguna innovación radical muy reclucrora de las ne­cesidades de mano de obra.

Esta evolución viene a romper el paradigma de la ca(da continuada y sin retorno de la mano de obra demandada por el sector agra1io. A esto hab1ía que aña­dir la evolución del ffabajo en el monte , que no está recogido en la Encuesta ele Estructuras.

Page 46: Anuario UPA 1999

Evolución y tendencias

en el trabajo agra1io

Cuadro nº 1

COMPOSICIÓN DEL TRABAJO AGRARIO SEGÚN LA ENCUESTA DE ESTRUCTURIAS {TOTAL ESPAÑA)

Trabajo total (UTA)

Trabajo familiar (UTA)

Trabajo asalariado fi jo (UTA)

Trabajo Asalariado eventual (UTA)

FUENTE: Encuesta de Estructuras 1995 y avance 1997

Cuadro nº 2

1995

1.089.602

801.763

124.252

163.587

1997

1.108.981

788.610

131.024

189.347

Estas cifras indican un cambio muy importante en la estmctura del factor tra­bajo en agricultura , que se ve ratificado por el avance de los datos de 1997, en los que el rrabajo familiar apona un 71, 1 %, el asalariado fijo un 11,8% y el asalariado eventual un 17% (cuadro nº 1). Es de­cir, se está produciendo una caída conti­nuada del trabajo familiar y un inc re­mento del trabajo asalariado, tanto fijo corno eventual.

las Comu nidades Autónomas cuyas explotaciones absorben más trabajo total son Andalucía y Galicia, ambas con ca­racterísticas opuestas; les sigue Castilla y

DISTRIBUCIÓN DEL TRABAJO TOTAL POR COMUNIDADES AUTÓNOMAS León, Cataluña, Comunidad Valencia­na y Castilla la Mancha (cuadro nº 2) .

CCAA UTA totales

Andalucía 247.688

Aragón 50.200

Asturias 52.257

Baleares 14.705

Canarias 30.931

Castilla-La Mancha 75.105

Castilla y León 105.774

Cataluña 76.337

Cantabria 23.508

Comunidad Valenciana 75.651

Extremadura 60.165

Galicia 172.725

Madrid 8.962

Murcia 39.332

Navarra 18.480

La Rioja 13.570

País Vasco 24.210

% S/España

22 8

4,6

4,8

1,4

2,8

6,9

9,7

7,0

2 ,2

7,0

5,5

15,6

0,8

3,6

1,7

1,3

2,2

Tendencia 1993/95

+

++

+++

++

+

++

La menor participación del trabajo fa­miliar se registra en Canarias, seguida de Murcia y Andalucía, es en estas comu­nidades donde se ubica también la agri­cultura más dinámica, innovadora y efi­caz (cuadro nº 3) .

Entre 1993 y 1995 el comporta­miento del a-abajo agrario por comuni­claclcs autónomas se caracteriza por:

- Andalucía: incremento acusado del LTabajo total. La mayor subida se registra en el empleo asalariado fijo

- Aragón: sube ligeramente el a-abajo total debido al incremento del trabajo fi­jo mientras caen los restantes tipos.

- Canarias: sube mucho el trabajo to­tal debido a la subida del trabajo asala­riado mientras cae el familiar.

- Castilla-La Mancha: la caída global del trabajo se debe sobre todo a la re­ducción ele trabajo asalariado eventual.

- Castíll.a y León: la caída del trabajo total co1Tesponde sobre todo a la dismi­nución del trabajo familiar.

FUENTE: Encuesta de Estructuras 1993 y 1995. Elaboración propia

- Cataluña: hay una disminución con­siderable del trabajo total que se cenrra en el trabajo familiar mientras aumenta el asala1iaclo.

La importancia del trabajo familiar

El trabajo familiar constituye el principal compo­nente de crabajo agrario, con el 73,5% en 1995, pe­ro ha disminuido en un 4,7% erme 1993 y 1995,

mientras el trabajo fijo, que supone un poco más del 11 % del total, ha aumentado en más del 11 % y el trabajo eventual, que representa el 15% del rotal, ha subido en un 2,6%.

44

- Extremadura: se detecta una subida notable, sobre todo en asalariado fijo .

- Comunidad Valenciana: el volumen total no se altera, pero subre el asalariado fijo y cae el familiar.

- Murcia: el trabajo total sube ligeramente. Sube mucho el trabajo asalariado fijo y en menor medida el eventual, mientras cae el familiar.

- Navam1: disminuye el trabajo total. La caída afec­ta al trabajo familiar y al asalariado fijo, únicamente sube un poco el eventual.

Page 47: Anuario UPA 1999

adro nº 3

- La Rioja: sube el trabajo toral y todos los tipos de trabajo, pero sobre tocio el asalaiiado eventual.

- En las autonom(as del norte, donde hay un pre­dominio absoluto del trabajo familiar, se detecta una cafcla generalizada en el volumen toral.

En consonancia con la dinámica entre el aporre de trabajo familiar y asalariado han evolucionado también las exploraciones que contratan mano ele obra eventual y fija:

- En 1995 casi 400.000 exploraciones contrata­ron trabajadores evenruales, un 5% más que en 1993. Esras exploraciones se encuentran sobre todo en Andalucía (casi 30%), Comunidad Valenciana (21,6%), Castilla La Mancha (9,6%), Cataluña (5,6%), Exo·emadura (5,1%) y Murcia (4,6%).

- El número de e¡qJlotaciones que conrraran tra­bajadores fijo es muy inferior, 81.374 en 1995, un 13,6% más que en 1993. Estas exploraciones se en­cuentran más repartidas; las p1incipales son Anda­lucía (18,5%), Castilla La Mancha y Casti.lla y León con algo más de un 12% cada una, la Comunidad Valenciana (8%) y Caraluiia (7, 1 %) .

La terciariz;ación de la actividad agraria En el marco del cambio de tendencia que se de­

tecta hay que destacar un dato menor en el volumen toral de trabajo, pero altamente significativo: el nú­mero de exploraciones que declaran que han rercia­tizado (contrato ele servicio a terceros) roelas o algu­nas de las labores agrarias aumentó significat.ivamente entre 1993 y 1995, un 11, 75%. Esta fónnula ele tra­bajo, a la que recLmen ex11lotaciones ele todos los ra­maf1os y de gran cantidad de producciones, se con­solida como una de las mejores alternativas para la agricultura a tiempo parcial y/o marginal cuya con­tinuidad sobre la base del trabajo familiar es muy di­fícil en la siguiente generación y es a la vez un posi­ble complemenro a la renta de la explotación de los agricultores que no tienen dimensión suficiente (1).

Esta modalidad ele trabajo está parcicularmente mal recogida en las esradfscicas y fuentes ele estudio. Una reciente investigación (2) pone ele manifiesto su peso en gran parre ele las rareas realizadas con ma­quinaria cara (recolecciones mecanizadas en general , tractores de gran potencia, podadoras) o muy espe-

)MPOSICIÓN DEL TRABAJO AGRARIO

cializada (empacadoras). Es decir, la con­tratación de servicios a terceros para cu­brir las necesidades de trabajo y mejorar la utUización ele la maquinaiia se conso­lida con una fórmula ele creciente im-

% Trabajo % Trabajo familiar asalariado fijo

Andalucía 53,0 12,0

Aragón 81,9 13,0

Astu rias 98,0 1,9

Baleares 79,6 14,9

Cana rias 43,6 40,3

Castilla-La Mancha 67,4 21,5

bastil la y León 85,0 11 ,9

Cataluña 76,7 14,8

Cantabria 95,7 3,0

Comunidad Valenciana 69,4 10,2

::xtre rna dura 62, 1 14,5

3al1cia 97,0 1,6

\ilad rld 63,0 29,9

V1urc ia 52,0 12,6.

\Javarra 81,0 11 ,0

..A Rioja 82,4 9,3

:iars Vasco 94,2 4,0

rotal España 73,5 11,4

JENTE: Encuesta de Estructuras 1995. Elaboración propia

% Trabajo asalariado eventual

45

35,0

5, 1

O, 1

4,7

16, 1

11 , 1

3, 1

8,5

1,3

20,3

23,4

1,3

7, 1

35,4

8,0

8,3

1,5

15,1

porrnncia. Otro rasgo muy imporrame que for­

ma parte ele la nueva cenclencia en el tra­bajo agrario es su concentración en un número menor ele activos, cuesrión que se concreta de distinta forma según los colectivos y las autonomías. La compa­ración entre la evolución de la Población Activa Agraria y los requerí miemos ele cra­bajo por parte del sector agrario lo ponen de manifiesto: mientras la primera ha ca­ído entre 1992 y 1997 más ele un 13%, los segundos se mamienen estables en el mismo período.

Un reciente y exhaustivo estudio so­bre el mercado ele crabajo en Andalucía y Extremadura (3), área ele aplicación del mecanismo del subsidio agrario, pone de manifiesto esta tendencia entre los asa­lariados evemuales: se ha localizado un proceso creciente de concentración de las peonadas disponibles, en especial las que requieren cualificación y se distri­buyen a lo largo del año, en un número reducido de rrabajaclores, a pesar de la fuerte iníluencia del mecanismo del sub­sidio en el reparto del O'abajo disponible.

En el ámbito de los trabajadores miembros de la explotación familiar, la

Page 48: Anuario UPA 1999

Evolución y tendencias

en el trabajo agrario

Están subiendo las necesidades de trabajo cualificado, que requiere formación, mientras cae, y caerá más a medio plazo, el trabajo descualifi.cado

concentración del trabajo se ha rraducido en una ca­ída de las ayudas familiares, la caregoría que normal­mente dedica menos tiempo a la explotación , que se­gún Ja EPA ha alcanzado casi un 35% en este perio­do . Esra caída es muy superior al volumen ele trabajo en UTA realizado por las ayudas familiares, lo que in­dica una concentración del trabajo.

Necesidades de trabajo y evolución del empleo

Las necesidades de aporte de trabajo en el sector agrario dependen de la evolución de las produccio­nes, a su vez condicionada por la PAC y Ja evolución de los mercados, y el ritmo de incorporación de in­novaciones tecnológicas otientadas a la disminución de la mano de obra. La evolución ele las necesidades de trabajo de las explotaciones agrarias que recoge la Encuesta de Estructuras entre 1993 y 1997 se expli­ca por la conjunción de una serie ele cuestiones:

- El incremento que ha experimentado la superfi­cie de algunos cultivos demandantes de mano de obra: olivar, producciones intensivas de invernaderos, flores , etc., la mayoría por encima de lo que recogen las estadísticas. En esre grupo ele productos algu nos como el olivar exigen aproximadamente el 80% del trab<tjo total en la recolección manual , descualificada y muy concentrada, mi entras o tras como los pro­ductos ele invernadero generan un trabajo repartido en muchos meses.

- La ausencia durante estos años de innovaciones radicales extendidas en las tareas con mayores re­querimi.emos de trabajo: las recolecciones manuales sobre todo. Se siguen exrendienclo sin embargo las mejoras generales de la maquinaiia, regadíos, ere. que suponen una caída en las necesidades de trabajo, un incremento ele la calidad y eficacia de las labores y una

46

mayor comodidad para los rrabajadores , pero le exi­gen más formación .

Efecrivamenre, los procesos de innovación en la agticultura se dirigen por un lado a una mejora con­tinuada ele la maquinalia básica, los sistemas de 1ie­go, los rratamiemos, etc., de un lacio y a la mecani­zación de las rareas específicas muy clemanclanres ele mano de obra, recolecciones manuales. Han sido és­tas las que han provocado las grandes caídas en las necesidades ele mano de obra; en la actualidad la me­canización ele la recolección de las hortalizas para in­dustria , casi culminada, y las de la aceituna de alma­zara y la vendimia constituirán los ejes de la reduc­ción en las nccesiclacles de trabajo. Por el contrario pueden aumentar los requerimientos en las prod uc­ciones más intensivas debido a los incrementos de producción y al incremento del rrabajo postcosecha; en el ámbiro de las producciones hortícolas intens i­vas de invernadero y aire Ubre cabe resalrar la gran in­novación que se viene produciendo desde los pri­me.ros años noventa que en los invernaderos y culti­vos bajo plástico está pem1itiendo run in cremento ele las producciones y ele la calidad y en las hortalizas al aiTe libre en las zonas más innovadora está ciando lu­gar a la introducción ele las plataformas de confección en campo que están ino·ocluciendo modificaciones de fondo en la organización del o-abajo ( 4).

Ahora bien, estos procesos de mecanización ele las recolecciones en la agricultura que provocan un des­censo considerable en la mano de obra clescuahfica­da y concentrada, ob ligan no1malmente a cambios en los cultivos que producen un incremento ele mucho menor volumen en las necesidades ele trabajo cuali­ficado repartidas a lo largo del afio.

Este hecho es generalizable a todo el proceso de innovación en el secror y de introducción de nuevas producciones: la íenüTigación, el uso ele la nueva ma­quinaria altamente sofisticada, las producciones bio­lógicas , ere., requieren una cualilicación crec ienre en los trabajadores del sector. Es decir, están subiendo las necesidades de trabajo cualificado, que requiere formación, mientras cae, y caerá más a medio plazo, el rrabajo descualifi cado.

El papel de las mujeres

Una de la cuestiones más difíciles ele estimar a partir del estudio de las estadísticas es la participación de las mujeres en el trabajo agrario, tanto familiar como asalaiiado. El análisis ele las distintas fu entes pone ele manifiesto que "ni son roelas las que están ni están tocias las que son" . máximas que se repite pa­ra todas las carego1ías profesionales. A conrinuación se extractan algunos ele los rasgos fundamentales del trabajo agrario femenino (5).

Page 49: Anuario UPA 1999

lnúmerode .ujeres nculadas a la cplotación ~aria ha caído !! orden de un Vo entre 1993 y ¡g7,

- Según la EPA, en agriculcura hay 3 70.000 muje­res activas y 280.000 ocupadas. De éstas, unas 220.000 son cuentas propias y el resm asalaiiadas (6).

- Sin embargo en la Encuesta ele Estructuras co­n-espondiente a 1997 el número toral de mujeres vin­culadas a la explotación es superior a las 735.000 de las que casi el -t0% son titulares y el resto , unas 450.000, ayudas familiares .

- El número de 1m9eres vinculadas a la exploración agra1ia ha caído del orden de un 3% entre 1993 y 1997. La mayor disminución se registra entre las ayu­das familiares

- Del orden del 60% de las asalariadas se declaran en paro. La mayoria están en Andalucía.

- La mayor presencia de mujeres ac¡ivas en agri­culrura se encuemran en la Comisa Cantábrica, An­dalucía, Canarias y la Comunidad Valenciana.

- Es un colectivo creciemememe envejecido. - Se detecta una caída en el número absolu to de

activas, aunque menor que el de hombres, que afecta sobre mela a las mujeres de exploraciones pequeñas.

- De cara a un futuro inmediato hay que resaltar la huida del sector agrario que están protagonizando las mujeres, que sin embargo muestran una buena aproximación a los temas ele desarrollo rural.

Según la EE (1995) el número toral ele jóvenes en la e.xploración agraria era de algo menos de 700.000, casi el 30% ele los trabajadores por cuenta propia. La mayoria (70%) figuran como "ayuda familiar". Los jóvenes se concemran en Andalucía (cerca del 30%), la Comunidad Valenciana, Castilla la Mancha y Gali­cia. El 1itmo ele incorporación de jóvenes a la agri­cultura se cifra en unos 5.000/6.000 anuales.

Conclusiones

A lo largo de esre análisis se han localizado dos ele­menms cruciales respecm a la dinámica del o·abajo en la agricultura: el incremento del volumen mral del rra­bajo en el sector, su concentración en un colectivo de personas cada vez más profesionalizadas y la disminu­ción del trabajo familiar mientras sube el asalariado.

La publicación ele la Encuesta ele Esm1cruras (!NE) cada dos años permite seguir la evolución del volu­men toral de trabajo clemanclaclo y de su composi­ción. Entre 1993 y 1995, la caída del volumen toral de rrabajo en España fue muy pequeña; y enrre 1995 y 1997 se ha producido un ligero aumento; a esro ha­b1ía que sumar el trabajo en el monte, no recogido en esta fuente. Este comporramiemo rompe el escena1io básico ele los análisis esm.icturales que se siruaba en un horizonte de caída pennanente.

Las necesidades ele trabajo de la agricu lrura de­penden de las producciones elegidas por los ag1icul­tores, la superficie destinada a ellas, el tipo y riono ele incorporación de innovaciones y la propia organiza-

47

ción del trabajo. Entre 1993 y 1997 ha aumentado la superficie de olivar, culcivo que mantiene requeri­mientos ele trabajo elevados, y sobre todo la de pro­ducciones en invernadero, champiñón, Dores y de­más alternativas intensivas; además ha aumentado el crabajo en la manipulación de estos producws.

En esws mismos años no se ha extendido ningu­na innovación capaz de provocar una caída muy acu­sada en la demanda, a pesar de que se han generali­zado las recolecciones mecanizadas en hortalizas pa­ra indusnias y horralizas extensivas (ajos, cebollas, etc.). Consecuentemente, con este análisis, los ma­yores incrementos del volumen de trabajo coinciden con el área de agiiculrura intensiva, mientras cae en las Comunidades Amónomas del narre, en Castilla­La Mancha y en Castilla y León.

El trabajo disponible tiende a concentrarse, lo que facilita la profesionalización de los activos agrarios: mientras sube ligeramenre el volumen de rrabajo cae sensiblemente la población activa agrmia. Este hecho se detecta ramo entre asalaiiados, donde existe un re­d uciclo colectivo de n·abajadores que realizan más de 200 jornadas, como en la explotación agraria, don­de se reduce el número de ayudas familiares.

Cabe destacar también el auge de las "empresas de servicios a la agliculrura" , surgidas a raíz de la tercia­rización del trabajo por parre ele las C.\'Plotaciones agra­lias, que se están configurando como una opción de futuro real y una oportunidad para ampliar su activi­dad por parte ele los agiicultores jóvenes que opran por quedarse y no disponen de tieITa suficiente. e

NOTAS (1) Lo Jaita de d1111ensión y la inexistencia de 111crrnclo ele tic­

JTas son los ¡]lin ipales olrtcírnlos a la inco1poració11 de jóve­ncs. J1ifo1111ación provcnicnrc cid 11ifo11 11c "Losjól'Cncs t•11 la Agn­cultura" 1rnlizada por 5aborcí 5.L pC1m A5A]A en d 111C1rco ele la colaboració11 con d Banco Ccntral HispC1no, 1998.

(2) l1ifo111wción prove111e11tc de la 111vcsr igación realizada por 5aborá 5.L. para FECM..JPO-CCOO en el marco de la Amón Complci11cntwio ele la FORCEM "Fonnación ante los cw 11bios rn la tarrns ag1ícolc1 ", 1999.

(3) Bcli .). García Azcámtc I , Lw1g1rn A,y Requejoj. (1999, en prensa) "El merme/o ele trabajo ag1wio rn Andalucía y Ex­trc111ad1mr ". Iv/i111stelio ele Trabcijo. (4) Pedrclio, A (1999) "Taylory Forcl rn los cc1111pos. Trabajo,

género y etnia fil el cambio tcrnológico v organizacio11al ele la aglicultura 111cl11st1ial n1t1rcia11a. (5) "La Jo111wció11 para fil mfjora de la posición de la nJtijcr e11

el sector agrario" (1998) 5aborá 5.L. Proyecto dcswwllacla e11 el 111arco cid Objetivo 4 de la FORCE/VI ca11 el apoyo de le1s or­gw1t:acio11cs agra mis ASA JA, COAG y UPA, Ice orga11i.:::ació11 co­operativa CCAEy lo si11clicaws de trabajadores del campo FE­CAMPOy FTI (6) Hc~y c¡11c recordar que Ice EPA mide 111e1I d trabajo cvcnwal

y 11111clws 11nijcrcs que trabajan pocos días al w1o rn el sector pa­sible111c11te s~ dcckrrcn inactivas.

Page 50: Anuario UPA 1999

'--··----'-

EXP VI A

D

AN99 •Cultura, Juventud, Educación y Deportes.

• Salud, Consumo y Servicios Sociales

• ITAP (Instituto Técnico Agronómico Provincial)

• SEPEI (Servicios Especiales y de Prevención y Extinción de Incendios)

• Carreteras, Obras Públicas, Medio Ambiente y Arquitectura.

DIPUTACIÓN DE ALBACETE

Page 51: Anuario UPA 1999

\tf ujeres y explotación familiar igraria: entre la resistencia r la adaptación

rAN lYlANlJEL GARCÍA

~ARTO LOME

.'>otiología. Pm{csor de

1dolÓ,bría Rural. U11il ·rrs1dad omplutcnsc de

L\ /ac/1id

Sin duda, la explotación familiar agraria (en ade­lante EFA) se configura como la confonnación so­cioeconómica donde mejor se refleja la confusión

entre el trabajo doméstico reproductivo no remune­rado y el trabajo remunerado productivo que inspira los plameamienros de la sociología del género sobre las desigualdades enq:e hombres y mujeres y motiva la infravaloración del trabajo femenino en el ámbito de la citada forma productiva.

Por otra parre, la EFA se conforma como el referen­te básico de la acrivielad sociolaboral de las mujeres im­plicadas en rareas agtícolas, cuyo papel ha sido y sigue siendo fundamental para el mamenimi.enro y repro­ducción de este tipo de ex-plornciones indispensables para el equilib1io social y territorial del medio rural co­munitario y nacional. Como es sabido, existe una am­plia producción generada por la comunidad cienófica sociológica sobre este modelo ele explotación, úpico de la denominada "agiicultura familiar" que ha insis­tido en el carácter "transitorio" del mismo modelo que teóricamente desapareceria, a medida que se integra­ra en la fom1a de producción capitalista.

Todas estas predicciones se han topado con la per­tinaz resistencia de un modelo que renueva el consu­mo personal y productivo articulando innovadoras es-

49

rraregias de supervivencia, en las que las mujeres jue­gan un significativo papel , dentro de un contexto com­plejo de incertidumbres (Oliveira, F. , 1998).

Sin embargo, no hay que olvidar que la compleji­zación y a veces oposición de intereses que a menudo surgen actualmente enr.re la familia y la explotación, como dos ámbitos progresivamente diferenciados, cu­yo conílicto queda representado por las diferencias ele critetio emergidas en el seno ele los matrimonios jó­venes a la hora de decidir ptio1idades ele la inversión familiar, la modificación de las relaciones laborales den­tro ele la propia exploración y las actitudes desagrati­zadoras de las madres agticultoras hacia sus hijas (Dí­az, C. 1997) pone en peligro el equilibrio interno y la supervivencia de la propia EFA, más que las propias exigencias de las economías ele mercado de escala.

Además, la posibilidad de aumentar el tiempo de tra­

bajo (y, por ranto , la disminución de la remuneración de cada unidad de tiempo invertida en la producción) permite amortiguar la situación desfavorable de las ex­plotaciones domésticas en relación al mercado. En el mismo senrido incide la polivalencia funcional ele las relaciones familiares, que en una sociedad enor­memente segmentada y especializada proporciona una gran versarilidacl y eficacia a la institución doméstica.

Page 52: Anuario UPA 1999

Mujeres y explotación

familiar agraria

Las mujeres "jefas de explotación", es decir, responsables de la gestión cotidiana de la misma, sólo representan un 19% del total de personas jefes de explotación

Todos estos factores constituyen venrajas compe­titivas para las explotaciones familiares, pero indican al mismo tiempo sus límites: las condiciones técnicas deben ser tales que permiran la combinación ele los medios de producción con la cantidad ele fuerza de trabajo disponible en el hogar. Hay que señalar final­mente la posibilidad que tienen las personas, sobre todo las mtijeres que componen el n(1cko famil iar agrario o de las explorac iones campesinas ele obte­ner ingresos f-uera de la exploración. La diversificación ele bases materiales para satisfacer las necesidades familiares pruel)a una vez más la capacidad ele adap­tación de los grupos domésticos, que buscan en la pluriactiviclacl la complementarieelacl ele una renta agricola insuficiente.

Para la supervivencia de esta forma ele agricultura resulta cada vez más imporrante el incremento ele la pluriactivielad en las familias agrícolas, la aportación de la fuerza el e trabajo ele la mujer y a menudo su autoexplotación precisamente en el marco ele las ex­plotaciones fam il iares , menos rentables y competiti­vas, y por otra parre su innovadora part icipación en procesos emergentes de desarrollo rural.

Estas coordenadas, aparentememe contradictorias de la explotación familiar, donde se lünden y con­funden los ámbiros empresariales y familiares y las funciones reproductoras y proelucLOras, constituyen un marco teó1ico imprescmdible para comprender las actitudes y comportamientos ele las mujeres en el ám­bito de las e:-.plornciones familiares agrarias.

La situación de las mujeres en las explotaciones familiares

Aunque las estadísticas oficiales ado lecen de in­negables limitaciones para captar la realidad ele un fe­nómeno social ran complejo y dificil ele cuantificar co­mo es el trab~jo de las mtijeres en el <1rnbito de la EFA,

50

su mi lización crítica resulta indispensable para en­marcar este objeto de análisis.

Dentro de los complejos procesos de reestructu­ración ele las exploraciones familiares agrarias y del pa­pel de las mLijeres en las mismas, pueden señalarse las siguienres principales caracte1ísticas y tendencias, según las Encuestas sobre la Esrructura de las Ex­ploraciones Agrícolas .

- Aunque durante la presente década viene redu­ciéndose el significado del trabajo familiar, medido en UTAs, dentro del conjunto del trabajo agrario (en 1993 significaba un 78,2% y en 1997 un 71,l) , sin embargo sigue siendo al tamente significativo. Sin ol­vidar la importancia del trabajo asalaiiado sobre todo eventual ele las mttjeres en la agiiculn1ra (aspecto és­te que precisa de un análisis específico), la aportación de fuerza el e trabé'.iO ele éstas se caneen rra, en mayor medida que en el caso del hombre, en la modalidad de trab<tjo "familiar" (reóricamente no remunerado).

- La "titularidad" ele las mujeres agricultoras en el ámbito ele las exploraciones familiares co1Tesponde a grupos generacionales envejecidos (el 48 ele 1mueres "titulares" era mayor ele 60 años), a explotaciones po­co dimensionadas (el 90 ele exploraciones menores el e 20 Has. de SAU), corresponchendo generalmente a modelos ele agricultura "insuficiente" o "territo1ial" (Regidor, 1998). Titularidad que a menudo se ha ad­quirido como consecuencia de una situación de viu­dedad, o para beneficiarse ele medidas proteccionis­tas derivadas de ciertas políticas públ icas.

- Las mujeres "jefas ele e.\:plotación", es decir, res­ponsables de la gestión co tidiana de la misma, sólo representan un 19% del toral de personas jefes ele ex­ploración.

- La mayoría de las jefas de e::\.1Jloración (58%) co­rresponden a "titulares" con las caracretísticas ya co­mentadas , aunque no hay que olvidar la existencia de un peque11o segmento ele mujeres titulares jefas ele explotación considerablemente profesionalizadas. Las cónyuges y otras familiares jefas ele explo tación sólo significan un+ y un 6% del total. Consecuentemen­te , el mayor número ele mujeres imp licadas en ex­ploraciones fam iliares se engloba en la categoría ele "ayudas familiares", mLijeres ele agricu ltores, colabo­radoras "invisibles" en la exploración. (García Barto­lomé, 1994; García-Ramón, M.O., 1997).

Situación socioprofesional de las mujeres

Para aclqui1i r un conocimiento ele la simación so­cioprofesional real de la mujer en la agricultura hay que acudir a investigaciones específicas de corre so­ciológico .

La confusión, a veces imeriorizada por las agri­cultoras, entre trabajo doméstico y u-abajo en la ex-

Page 53: Anuario UPA 1999

adro n2 1

iTRUCTURA DEL TRABAJO FAMILIAR EN LAS EXPLOTACIONES AGRARIAS

iituación Total % Total Total % Total Total hombres UTAs

ocio-profesional Hombres hombres mujeres mujeres y mujeres totales

Titulares 879.988 55,3 287.914 39,2 1.1 67.902 445.871

Cónyuges del ti tular 133.587 8,4 257.503 34,6 391.090 131.618

otros famil iares 575.905 36,3 193.453 26,2 769.358 201.121

Total titulares 1.589.840 100,00 738.870 100,00 2.328.710 788.610

Total jefes de exp lotación 1.016.485 191.776 1.208.261

,.JBNTE: INE. Encuesta de Estructura de las Explotaciones Agrícolas, 1997. Elaboración propia

1dro n2 2

TRUCTURA DEL TRABAJO FAMILIAR DE LAS PERSONAS SEGÚN TAMAÑO DE EXPLOTACIÓN

Hombres Mujeres Totales

1amaño % sobre total % sobre total % sobre total

!xplotación Totales explotaciones Totales explotaciones Totales explotaciones

~ 1 Ha. SAU 81.011 9,20 36.066 12,50 11 7.077 10,00

Je 1 a <20 638.868 72,60 223.386 77,70 862.254 73,83

Je 20 a <50 91.394 10,40 17.106 5,90 108.500 9,30

)e 50 a 100 40.034 4,55 6.520 2,25 46.554 3,97

, de 100 28.680 3,25 4.834 1,65 33.514 2,90

'OTALES 874.987 100,00 287.912 100,00 1.167.899 100,00

ENTE !NE. Encuesta de Estructura de las Explotaciones Agrlcolas. 1997. Elaboración propia

:lro n2 3

:¡MAS DE VINCULACIÓN CON LA EXPLOTACIÓN FAMILIAR AGRARIA

ombres

lujeres

Titulares

947.504

293.915

% que es jefe

de explotación

93,2

58,2

Cónyuges

127.845

279.376

% que es jefe

de explotación

52%

4%

Otros

familiares

556.994

179.156

% que son jefe

de explotación

16,2%

6,3%

::NTE: Elaboración propia con datos de la Encuesta sobre Estructura de las Explotaciones Agrlcolas.INE, 1995

ploración resulra una consrante que dificul ra la se­paración necesari a enrre la esfera producriva y la re­producriva. El rrabajo en la agricul tura resulra dis­continuo, irregular y muy diversificado, lo que impi­de una valoración objetiva del mismo por las propias personas afecraclas, y por supuesto por las estadís ti­cas convencionales.

51

Partiendo ele algunos de los resultados de la in­vestigación sociológica promovida por el Min is retio de Agricul tura, puede efecmarse Ja sigui enre tipolo­gía de implicación ele la rmijer en la ag1iculmra, ope­rativizada según el grado de dedicación a las rareas agraiias dentro de la explotación familiar (Vicenre-Ma­zati egos, J. et al.) .

Page 54: Anuario UPA 1999

Mttjeres y explotación

familiar agraria

La plwiactividad practicada por la familia agrícola está motivada por el deseo de las mujeres de mantener una cualificación y desarrollo profesional

- Paisajes agrarios alramente "feminizados" (má del 50% de las enrrevistadas con dedicación laboral exclusiva en la EFA): noroeste peninsular Oitoral adán­tico, montafia húmeda) y paisajes insulares (Balea­res y Canarias).

Se trata ele agriculturas que prcscnran una conso­lidada vinculación de la mujer a la tierra, y que se tra­duce, sobre todo, en los paisajes cantábricos en una estrecha relación entre casa y e>..1JIOtación. Ganade­ría de leche y horticultura, en un contexto de débil mecanización, se configuran como las p1incipales ac­tividades agrarias de las mujeres de estas zonas. La meseta del Duero (e,-."Plotaciones predominantemen­te cerealistas) y el litoral andaluz (cultivos de horti­cultura intensiva) se incluyen en este primer grupo.

- Paisajes agrarios medianamente "íeminizaclos" (del 30 al 50% con dedicación exclusiva): Sistema Central, Pirineo-Prepicineo, litoral andaluz, interior y litoral ca­talán-levantino, submesera sur y valle del Ebro.

- Paisajes agrarios clébi.lmente "feminizados" (me­nos del 30% con dedicación e,xclusiva): Vegas extre­meñas, Dehesas-SietTa Morena, Sistema Bético-Peni­bético y Guadalquivir, Genil-Campiñas (área esta úl­tima donde se registra una significativa importancia del trabajo asalariado).

También se considera conven iente re altar la rup­tura generacional que se está produciendo en el seno de la familia agra1ia moLivada en gran medida por las notables diferencias cu ltu rales entre las mujeres jó­venes y las personas adultas que conforman la ex­plotación familiar agraria.

Las jóvenes rurales están quebrando con la com­plicidad ele las madres, el "círculo perfecto" que sim­boliza la subordinación laboral y la dependencia do­méstica, como rasgo definitivo del trabajo femenino como "ayuda [ami.liar" en las e>..1Jlotaciones agra1ias.

Por otra parte, ante una nueva situación de movi­lidad y pautas migratorias entre el medio rural y ur­bano, las jóvenes mrales integradas en explotaciones familiares agrarias, están desarrollando nuevas estra­tegias matrimoniales y Lipos ele familia alejados del modelo tradicional campesino, como expresión de la nueva configuración de los roles y relaciones de gé­nero de el medio niral (Sampedro, 1996).

Tales comportamientos, sin duda positivos desde la per pccriva de igualdad ele oportunidades, pueden a veces provocar un alejamiento ele las mLtjeres ele los ámbitos relacionados con la ag1iculrura y aumenrar el grave problema de masculinización y falta ele relevo generacional, incluso de e,xplotaciones viables.

En este con texto, lns tendencias de futuro apun­tan hacia una clara disgregación (al menos en lo que a la participación remenina se refiere ele la tradicional base familiar de la organización del trabajo agricola en la explotación (Arnalte, E. 1997).

El proyecto Arkleton ha constatado en las áreas

52

más dinámicas ele estudio en Cataluña, la presencia de e,xplotaciones con una escasa participación de la esposa en el trabajo agricola, sobre tocio cuando es jo­ven y tiene una prol'esión Í1.1era ele la e,xplotación ...

La pi u 1iactiviclacl, practicada en este caso por la fa­milia ag1íco la, está motivada por el deseo de las mu­jerc de mantener una cualificación y desa1TOllo pro­l'csional (EL-xezatTeta et al. , 1993:443-447) .

Sin embargo, tal como advierte con acierto Amal­te, no debe asociarse todavía completamente la pre­sencia ele e>..1Jlotaciones "individuales" y la escasa par­cicipación de la mttjer con modernización y elevado nivel de rema de las fam ilias. En ciertas áreas del li­toral mediterráneo, las esposas de titulares de explo­raciones "individuales" siguen ocupadas mayoritaria­mente en rrabajos sumergidos "a domicilio" o en al­macenes de manipulación de cíuicos, íruras y hortalizas.

Conclusión: entre la resistencia y la adaptación

Desde que C. Sachs esc1ibiera en 1983 su cono­cido libro "Thc invisible Ja rmers: womcn in ag1irnlt11ral prod11ctio11 ", se ha realizado en España un considera­ble número ele investigaciones, algunas publicadas, en las que distintos profesionales hemos insistido, no sin razón, en la "invis ibil idad" del trabajo femenino , sobre todo en el ámbito de las e.xplotaciones familia­res agrarias. Aunque siguen siendo necesarios los aná­lisis sobre estos aspectos, especialmente en el actual contexto ele una economía globalizada que favorece a menudo nuevas modalidades de trabajo femenino

Page 55: Anuario UPA 1999

ichas mujeres ~ales,de

tintas edades y Wiciones, están npiendoel in.ad.o "techo de stal" delo rictamente >méstico" y isionancon lega bles lcultades para eder al ámbito 11dadano" y ofesional" -

sumergido en el medio rural, no es menos cieno que las mujeres rurales es[án i1rumpiendo "visiblememe" con un claro prorngonismo en los procesos emer­gemes de desarrollo rural en Espai'ia.

También considero convenieme, a este respecw, subrayar el significativo giro teórico que se está pro­duciendo en las preocupaciones analíticas ele la so­ciología rural sobre el papel de las mujeres agricu lw­ras en el ámbiw de las explotaciones agrarias, preo­cupándose por aspectos relacionado con el "empowermem" de las mujeres agriculwras (Socio­logía Ruralis, Vol. 38, nº 3, 1998).

Las OPAs nacionales. UPA específicameme (sig­nilicariva la recieme incorporación a su ~jecuriva ele tres mLijeres) , están también insis[ienclo en sus di -cursos [endentes a propiciar la participación ele las mujeres en un modelo multifuncional del [ertitorio rural y desarrollando una práctica sindical acorde con esws plameamiemos.

Muchas mujeres rurales , de clistinras edades y si­maciones socioprofesionales, están rompiendo el Lla­mado "techo de ctisrnl" de lo esnicrnmente "domés­tico" y presionan con innegables clificulracles para ac­ceder al ámbiro "ciudadano" y "profesional ". De esta fonna, durante esws últimos mios han accedido tras superar dificultades y resis[encias a puesros ele res­ponsabilidad en el ámbim de las distintas Adminis­traciones (especialmente la Local), ele las Organiza­ciones Profesionales Agrarias, Cooperarivas, Grupos ele Acción Local, Cemros ele Desanollo Rural y Aso­ciaciones va1ias implicadas en el desa1TOll0 rural. Han creado órganos específicos ele expresión ; han clesa­nollado proyectos innovadores en el ámbito del sec-

53

[Or agroalimemario; de nuevos yacimientos de em­pleo en la sociedad rural. Participan en clebmes y reu­niones ele di[eremes ámbims; protagonizan imere­sarnes e1'.1Jeriencias relacionadas con el. desarrollo lo­cal; en resumen, se han hecho "visibles" en la sociedad rural y muchos estamos convencidos de que serán las principales protagonistas del desarrollo ru­ral en el siglo que se avecina.

Las mujeres implicadas en explotaciones familia­res agrarias se mueven emre la resisrencia que impli­ca la articulación de esrraregias ele supervivencia pa­ra el mantenimiemo ele cienos tipos de e.'\'}Jloraciones familiares no competitivas y la adaptación ame las nuevas demandas ele la sociedad. En cualquier caso, su conrribución al disei'io del modelo ele "eA1Jlotación rural" ya está resultando significativa y sin duela lo se­rá mayor en el próximo siglo que algu ien ha califica­do como "el siglo de las mL'.jeres". e

BIBUOGRAFÍA

- ARNALTE, E. (1997) Fomws de producció11 y Upas ele cxplo­wcio11cs cn la ag1irnltum cspmiola: viejas y 1111cvas lí11ct/5 de di­

Jcn:11ciació11, en 't\grirn lturn y Soc1edctd c11 la Espwla co11trn1-porá11ca", Gómc::: Brn110, C. y Go11:wlc:::-Rod1íguc:::.f. (cds.) lvla­drid lv/AB'\.-CIS.

- DIAZ MENDEZ, C., (1997). Estratcgwsjwniliarcsyjtn•c11-tud 111ml, Madiid, Sclic E tudios, 11'' 13-f, MAPA.

- ETXEZARRETA, M.; ClWZ.).; GARCIA MORILLA, M.y \11-

LADOMIU, L., (J 995) La agnrnlt11m fi1m1/iw; ante /m llllL"l'fü

pofílica.s agrwias co111w1it.11m1s, i\llAPA, Scne Estudios, Ivladnd.

- G. REGIDOR,). (] 998) Ag11rnlt11rn y dcswrollo 111ral en Es­pwia: perspectivas dcji1tum, cn 'Agiiniltumy mwnlo 111ral: un

modelo ¡n1m lu col1es1ó11 soual cw apea. l11fom1c sociocconó111i­co obre la agnculwra cspanola, UPA, /\ladnd.

- GARCIA BARTOLOME,j.M, (199-f), dv1tuc1Ts agnwlwras o 11Hljc1cs de ag1iwlrorcs? E11 "El Boletín", lvlAPA. E11ero.

- GARCIA RJ\/VION, M'' Dolors, (1997): Trabc~u invisible y rc­IC1c1011es de género en la explotación ag1c111aja1111l111r rn E pwia pp.705-735, c11 "Ag1iculturn y Sociedad c11 /a Es11wiC1 co11trn1-11oní11ca ", Gó111e::: Bc11ito, C. y Go11:::cílc:::-Rodríguc::j. (ccls.) Ma­dncf MAPA.-CIS.

- OLI\IEIRA BAPTISTA, f: (1998). Aglirn/wm y 111cdw nirn/ rn la Ellropa cid Sllr: llna ciltmwtiva al pc11sw111rnto tí111co J\gi1-

rn/111rc1y mundo 111ral: wi moddo para la co1ics1ó11 social Cllropca. UPA, lvlc1d11d.

-SAivlPEDRO GALLEGO, M.R. (1996): Gt'naoy 11m1/itlc1d. Lm 11u!icrcs ante el reto de la de agrwi:;:ación , Mac//'Íc/, Institu­to ele la 11nye1:

- SOCIOLOGÍA RURA L/S. The cmpowrnnrnt f:!fJCll m wo­mcn (1998), vol. 38, 11 '' 3.

- \llCENTE-MAZARlEGOS.). (c/11:) y otros, (1993). Situación ocioprofrnonccl de Je¡ rmija en la ciglicultura. Tomo V A11ál1sis

socwlógico, f\1fAPrl.

Page 56: Anuario UPA 1999

/

El mal ti m~o puede hacer peClazos

su cosechª'., / z º Pídanos su obsequio al contratar su seguro

~ t 'J' (i J;f:~ ..;/~Y./

-Venga a CAJA RURAL

y contrate el seguro que más le convenga. PORQUE PROTEGER ES ASEGURAR.

+ CAJA RURAL

Page 57: Anuario UPA 1999

~l nuevo marco )resupuestario y la reforma tgrícola de la Agenda 2000

JOSÉ Mª SUMPSI

t E mwmia ~ Polft1ta

• \graria de la 11íve1sit!atl

Politi?u1ícu de "!l /uc/rn/

El documento Agenda 2000 elaborado por la Comisión Europea f1.1e la respuesta a la nece­sidad ele establecer el nuevo marco presu­puestario de la UE para el período 2000-2006,

pero no se concibió inicialmente como un documen­to sobre las reformas de las dos principales políticas comunitmias: la polüica agraria y la polínca esm1ctu­ral. Sin embargo, y dacio que el gasro en estas dos po­líticas comunitarias supone ya más del 80% del pre­supuesto total de la U E, la Comisión no tuvo más re­medio que preguntarse como serían esas políricas y cuanto costarían en el período considerado. Las res­puestas a esta pregunta dieron lugar a una serie de pro­puestas para la reforma ele las principales políticas co­munitarias , y constituyeron la base del documento Agenda 2000.

La negociación de la reforma agrícola de la Agenda 2000

Precisamente, la subordinación de la reíonna agrí­cola de la Agenda 2000 al rígido marco presupuesta-1io impuesto por los cuan-o países mayores connibu­yentes neros (Alemania, Holanda, Suecia y Austria), ha

55

siclo , a mi modo de ver, nefasta para el futuro a medio plazo de la política agraria europea. En efecto , las re­cientes negociaciones para alcanzar un acuerdo sobre la refom1a ele la PAC en el marco de la Agenda 2000 han e. taclo totalmente distorsionadas por el objetivo ele ajuste presupuestario e...'<"igiclo por la banda de los cuatro , liderada por Alemania . Un ajuste cuya finali­dad era por un lado congelar el gasto comunita1io y, por otro , reducir la com1ibución neta ele los cuatro Es­tados miembros mencionados.

El velo presupuestario ha cubierto y oscurecido de tal modo el debate sobre la reforma de la PAC, que la negociación del acuerdo agtícola no consistió en un debate ele ideas sobre los posibles modelos de política agra1ia a seguir en Europa, sino en un mero ejercicio algebraico de sumas y restas hasta cuadrar el gasto agra­rio medio anual durante el pe1íodo 2000-2006 en los -+0.500 millones de euros ei-.igidos por la presidencia alemana y aceptados por la mayoría de delegaciones en Petersberg. Durante el mes de marzo, el Consejo de minisrros de Agricultura se comportó realmeme como un Consejo ele contables

El ejemplo mas claro de [alta ele visión política y de soliclaiidacl financiera fue la presidencia alemana,

Page 58: Anuario UPA 1999

El nuevo marco presupuestario y la refonna agrícola de la Agenda 2000

La obsesión del nuevo Gobierno alemán por reducir su contribución neta al presupuesto comunitario, contaminó el debate dela Agenda 2000 y de la reforma de laPAC

cuya gran y única aporración al debate sobre la refor­ma agrícola ele la Agenda 2000 íue la propuesta ele cofinanciación (financiación nacional del 25%) ele las ayudas directas ele la PAC, ayudas \inculaclas a las Or­gan izaciones omunes de Mercado y financiadas ínte­gramente hasra la fecha por el presupues to ele la UE. La obsesión del nuevo gobierno alemán por reducir su contribución nera al presupuesto comun itario, contaminó extraordinatiamente el debate de la Agen­da 2000 en general y el ele la reforma de la PAC en panicular, lo cual tuvo graves consecuencias al os­tentar Alemania la presidencia ele tumo de la UE.

Francia, en cambio, represerna en mi opinión el ejemplo opuesto, ya que sus propuc tas, aunque dis­cutibles, respondían a una clctenninada concepción de la política agratia común a largo plazo.

En eíccto, la propuesta írancesa de reducción gra­dual ele las ayudas directas a los agricu ltores (clegre­siviclad), permitía cumplir el objerivo de ajuste pre­supuesta ri o y al mismo tiempo reducía progresiva­mente el volumen global ele las ayudas a la agticultura europea que están en la caja azul, lo cual confería a la UE una posición fuerte en las próidmas negociaciones multilaterales de la Ronda del Milenio. Pero , además, la delegación francesa propuso que una parte del aho­n-o generado por la clegrcsividacl se destinara a incre­mentar los fondos para ayudas al clesall"ollo mral, ayu­das que se incluyen en la caja verde, es decir, ayudas no sujetas a compromiso de reducción.

La propuesta francesa consolidaba, además, lapo­sición negociadora de la UE en la práJ. .. ima ronda de

56

negociaciones de la OMC, y se daba un paso impor­tante para reconvertir la PAC desde una polí tica me­ramente sectmial, cuya deíensa en un contexto ele am­pliación de la UE y liberalización del comercio inter­nacional será cada día mas cliíícil , hacia una política di1igicla al tenitorio, medio ambiente y sociedad ru­ral.

España rechazó ele forma rotunda las propuestas ele Alemania (cofinanciación) y Francia (degresiviclad), y diseñó una estrategia negociadora basada en la de­fensa ele sus demandas históricas (aumento ele la cuo­ta láctea, aumento del rend imiento ele reíerencia de los cereales y aumento del número de temeros con derecho a prima), sin importarle que dicha estrate­gia implicara, en gran medida, renunciar a la reforma de la PAC propuesta por la Comisión en la Agenda 2000, reforma que, por cieno, nunca entusiasmó a nuesrros negociadores.

Dado el enfoque contable ele las negociaciones , cualquier modificación que supusiera un incremen­to del gasto agiícola, como era el caso de nuesrras de­mandas históticas, requetia la conespondiente con­trapartida de reducción del gasm agrícola. Pero el ajus­te presupuesrario ele la reforma ele la PAC sólo podía proven ir, una vez descanaclas la cofinanciación y la clegrcsiviclacl , del csrablecimiento ele un tope máxi mo a la cuamía total ele ayuda por exploración o del cles­caícinaclo de la refo1111a propuesta por la Comisión, y ciado que el establecimiento de topes máximos ele ayuda por explotación era rechazado frontalmente por el Reino Unido y otros países, sólo quedaba como única vía para encajar el presupuesm agrícola del pe­ríodo 2000-2006 el descafeinado ele la reforn1a, que fue lo que finalmente sucedió.

Así, cada vez que se necesitaba bajar el gasto agrí­cola para cuadrar el balance presupuestario clel acuer­do agrícola, se aplazaba unos años alguna reforma, ca­so ele la leche, o se suavizaban arras, caso de los ce­reales o ele la carne ele vacuno. De es te modo , los intereses nacionales prevalecieron frente a la refonna propuesta por la Comisión, reforma que poco a poco se fue desvaneciendo ante la íalra de apoyo ele lama­yo ría ele las delegaciones ele los países miembros. Estas no dudaron en defender sus objetivos na­cionales incluso a costa de descal"einar la reforma agrí­cola de la Agenda 2000 en sucesivas etapas, primero en el Consejo y después en la cumbre ele Berlín.

Un balance del Acuerdo agrícola desde la perspectiva española

No cabe duela ele que el acuerdo alcanzado repre­senta un avance para España, al consegu ir aumentos sustanciales en la cuota láctea, rendimiento de refe­rencia de los cereales y número de cabezas de vacu­no con derecho a prima, y en este sentido es justo re-

Page 59: Anuario UPA 1999

l dialéctica Ltre política ¡ricolay 1lítica rural es, isdehace gunosaños, LO delos ementos clave ildebate bre el futuro !laPAC -

conocer la tenacidad del equipo negociador español. Sin embargo, el acuerdo agrícola sellado en la cum­bre de Berlín presema sombras irnponanres para Es­paiia, y no me re6ero a la fuerte reducción de la ayu­da a la hecrárea del girasol o a que el aumemo ele cuo­ta láctea conseguido por España no renga derecho a la prima cuando se ponga en marcha en la campaña 2005-06 la reducción de los precios de intervención de los productas lácteos. Me refiero a un rema para mí más grave corno es la escasez ele presupuesta pa­ra las ayudas al desarrollo rural. La política de desa­rrollo rural ele la UE es a mi modo ele ver la gran per­dedora del Acuerdo agrícola, al no haber logrado és­te incremenrar el exiguo presupuesta asignado en la Agenda 2000 a las ayudas al desarrollo rural.

La dialéctica emre política agiícola y política rural es, desde hace algunos años, uno de los elementos clave del debate sobre el futuro de la PAC. El debate tiene una componenre conceprual y teórica que ha ido ganando adeptas en el seno de la UE, hasta de­sembocar en la definición de un modelo ele agricul­tura europea cuya p1incipal seiia ele idenriclacl es la m ulrif uncional iclacl.

La aceptación ele ese modelo implica asumir que la acriviclad agraria no sólo cumple una fi.mción de producción de alimentas, sino también de manteni­miento del espacio rural, ele gestión sostenible ele los recursos narurales y de provisión de bienes y servi­cios públicos (medio ambiente y esparcimienro) a la sociedad.

A las puertas del siglo XX:l, el debate teórico ha avanzado notablememe hasta el punta ele que puede decirse que en la acwaliclacl existe un gran consenso sobre dicho modelo ele ag1iculmra europea, aunque la interpretación y utilización de dicho modelo son muy distintas según los intereses en juego.

Pero la dialéctica entre política agiícola y política rural tiene también una componente presupuestaria, y en ese terreno los avances han sido prácticamente nulos. El problema es cómo lograr un aumenro del presupuesto desrinado a las ayudas al desarrollo ru­ral, algo absolutamente necesario si de verdad nos cre­emos la docnina o6cial de la multifuncionalidad de la agriculrura.

A este respecto, e>.isten dos posruras. La primera propugna que dicho aumenro debe proceder ele una reducción ele las ayudas directas ligadas a las Orga­nizaciones Comunes ele Mercado, lo que pem1itiría a la UE asumir nuevas fases del proceso ele liberaliza­ción del comercio agra1io imernacional y al mismo riempo no incrementaría el presupuesta de la PAC. La segunda rechaza e.l trasvase presupuestario desde las políticas de mercado hacia las políticas de desa­nollo rural , argumentando que la escasa comperiti­vidad internacional de la agriculrura europea exige mamener un elevado nivel ele ayudas clirecras.

57

El resultado 6nal de las recientes negociaciones so­bre la Agenda 2000 ha siclo muy ncgarivo para lapo­lítica ele desa1wllo rural , ya que el consenso logrado en el debate teórico sobre la e.reciente importancia de la política rural , no se ha rraducido en el necesario in­cremento del presupuesto destinado a las ayudas al clesmTOllo rural.

En efecro, la política rural se ha vista emparedada enrre la negativa de los minisrros de Agriculrura, a ex­cepción del ministro francés, al trasvase de fondos desde las políticas ele mercado hacia las políticas de desmTOllo rural , y la e,,igencia de los países mayores contribu)enres netos liderados por Alemania ele con­gelar el gasto agiícola, al objeto de lograr el ajusre pre­supuestario en el período 2000-2006.

Pero la cuestión es todavía peor ele lo que parece, pues la sutil propuesta de la Comisión para permitir en el futuro rrasvases presupuestarios desde las ayu­das de mercado hacia las ayudas ele desarrollo rural ha quedado en el aire. En efecto, a las críticas recibi­das sobre el escaso presupuesro asignado en la Agen­da 2000 a la polírica de desarrollo rural , la Comisión respondía con el argumento de que en su propuesra las ayudas al desarrollo rural pasaban al FEOGA-G, junto a las ayudas de mercado (ayi.1das directas) , lo cual lacilitaba el trasvase de fondos desde unas ayu­das a orras. De ese modo, si en el fll[uro sobrase di­nero de las políücas ele mercado, bien por ahorros de­rivados de la evolución favorable de los mercados imernacionales, bien por reducciones de las ayudas direcras impuesras por la próxima ronda ele nego-

Page 60: Anuario UPA 1999

El nuevo marco presupuestario y la reforma agiicola de la Agenda 2000

La modulación de las ayudas directas de la PAC en función de determinad.os criterios (empleo, requisitos medioambientales, montante total de ayudas por explotación) ofrece un valioso instrumento de desarrollo rtU'al

ciaciones de la OCM, el dinero sobrante podría destinarse a incremen tar las ayu­das al desarrollo mral.

Pero según algunas interpretaciones del te.xto final del Acuerdo ag1ícola, el FEOGA­G se organizará en dos secciones, una pa­ra íinanciar los gastos de las Organizacio­nes Comunes de Mercado y otra para fi­nancia r las ayudas al desarrollo rural, estableciéndose, además, una serie ele li­mi.taciones para trasvasar fo ndos de una sección a otra. Esta limitación al trasvase de fondos recibió un apoyo generalizado de la maymía de delegaciones, unas ante el temor ele rras­vases desde políticas ele mercados hacia políticas ele desarrollo rural, caso ele la española, y otras ante el te­mor de trasvases desde políticas de desarrollo rural hacia políticas de mercado

De este modo no está claro que si en el futuro sobrase dinero de las polícicas ele mercados, cosa po­co probable a menos que se produzca una evolución muy favorable de los mercados internacionales, ese dinero pudiera trasvasarse hacia las políticas de de­sa1Tollo rural.

Por tanto, el déficit de desarrollo rural existente en muchas comarcas españolas no podrá superarse co­mo consecuencia del escaso presupuesto disponible para la política comunitaria ele desarrollo rural (Re­

glamento ele ayudas al desarrollo rural). Y no com­partimos el argumemo expresado reiteradamente por algunas organizaciones profesionales agrarias , y a ve­ces por los representantes del Ministerio de Agricul­tura, según el cual el mejor y más eficaz instrumen­to para fomentar el desarrollo rural son las ayudas di­rectas ele la PAC, mientras que las ayudas al desmwllo rural sólo pueden jugar un papel secu ndario.

Las ayudas directas no constituyen un buen ins­trumento ele desarrollo rural pues en muchos casos dichas ayudas no se reinvierten en la agricultura, y, a

veces, ni siquiera en el medio rnral. Por otro lado, tam­poco sirven para Fijar población en el medio rural, ya que una parte considerable ele los agricu lmres que perciben dichas ayudas no residen en el medio rural ni viven básicamente de la agricultura (no hay más que recorcl::ir la ilustre nómina ele beneficiarios ele las ayudas al 1i no y lo mismo sucede con otras ayudas de la PAC) .

Sin embargo, la modulación ele las ayudas directas de la PAC en función ele cletenninaclos criterios (em­pleo, requisitos medloambientalcs, montante total ele ayudas por explotación, agricultores "cazaprimas"), orrcce , en mi opinión, un valioso instrumento ele desarrollo rural, ya que el ahorro ele gasta agricola ge­nerado por la modulación podrá destinarse, según el acuerdo del Consejo, a ciertas ayudas al desarrollo 11.1-

ral (ayudas agroambienrales, ayudas a la reforestación ,

58

indemnizaciones compensatorias en zonas desfavo­recidas y ayudas al cese anticipado) . La modulación de las ayudas directas, una ele las pocas innovaciones de política agra1ia propuestas por la Agenda 2000, ha siclo incluida en el Acuerdo agrícola, pero serán los Estados miembros quienes decidan si se aplica o no y como se aplica.

Por ramo, nuestras autoridades agra1i a , centrales y autonómicas, dispondrán de un cierto margen de maniobra para hacer una política ele clesatTOllo rural mas coherente y profunda, y este será, sin duda, uno ele los p1incipales retos a los que el Ministerio ele Agri­cultura y las Consejerías de Agricultura se enfrenta­rán en los próximos tiempos. Un reto que requerirá graneles dosis de imaginación y valemía, un binomio poco común en la clase política espafiola.

Algunas implicaciones para la agricultura familiar

En este apartado haremos algunos comen taiios so­bre la refonna aprobada desde la perspectiva de la agii­cul rura familiar. La primera cuestión a destacar es que la eliminación de los topes máximos ele ayuda del Re­glamento horizonral y su traslado a la decisión de los Estrados miembros debe valorarse negativamen­te. Consideramos que el mal uso que se está hacien­do del principio de subsidiarieclad, pues cada vez más se recu1Te a él para desbloquear situaciones en las que no ha siclo posible alcanzar acuerdos entre los quin­ce, constituye un serio peligro. En primer lugar por­que la medida se aplicará o no según el Gobierno de turno en cada país, lo cual confiere una cierta inesta­bilidad a la política agraria, y en segundo porque el hecho ele que ciertas medidas (modulación de las ayu­das) se aplique con distinta intensidad en cada país puede provocar distorsiones de la libre competencia.

Una segunda cuestión es la escasa voluntad mos­trada por el Consejo de esrablecer definiciones y me­didas precisas para acabar con los agricultores o me­jor llamados "cazaprimas" , que realizan la actividad agraria con el único objecivo de cobrar las ayudas ele la PAC. La mejor opción sería incorporar la e.'\igencia

Page 61: Anuario UPA 1999

ro tiene mucho entido,ni arece el mejor iétodo, decidir u.anto dinero ayparalaPAC después ver uesepuede acerconese in ero

de ser agricultor profesional y residir en el medio ru­ral como criterios adicionales de modulación de las ayudas directas.

Ello favorecerla a la ag¡icultura familiar que podría acceder a las ayudas completas, puesto que la mayo­ria de los agricultores profesionales son agricultores familiares , aunque no todos los agricultores familia­res son agricultores profesionales.

Es evidente que la aplicación de estas condiciones supone una cierra complejidad adrninisrrariva, en es­pecial la condición de agriculmr profesional cuya definición operativa no es fácil y que posiblemente datía lugar a una nueva picaresca, como la que se in­ventó para superar la condición de ag¡iculror a tirulo principal (los agricultores a tiempo parcial ponían a sus esposas como tir:ulares de la exploración, pasan­do de amas de casa a agricultoras a tír:ulo p1incipal y cumpliendo de ese modo dicho requisito).

Si se quiere e\itar todo este tipo de picaresca en romo a las ayudas, lo mejor es eliminarlas ya que por muchos controles que se lleven a cabo nunca podrá e\itarse que algunos "espabilados" se invemen nue­vos m.1cos. La capacidad de invención de los trucos supera con creces la capacidad ele control de la Ad­ministración. La alternari,-a setía sustiruir graclual­menre las ayudas directas, que se pagan a cambio ele nada, por ayudas al desan-ollo rural, que se pagan a cambio de algo (mantener el medio ambiente, re­forestación, moclemización y reestructuración ele las e>..'[Jlotaciones agrarias, [omento de actividades alter­nativas o complementarias a la agriculr:ura, ere.) . Es­te tipo de ayudas son las que realmenre necesita la agiicultura y el medio rural europeo, y podtían ser ca­nalizadas hacia la agricultura familiar, que se conver­ti.Iía de este modo en el pilar básico de la moderniza­ción agraria y en uno ele los ejes fundamentales del desarrollo rural.

lLa reforma de la Agenda 2000 se mantendrá realmente hasta el 2006?

Por último, quisiéramos terminar por hacer algún breve comentario sobre la coherencia y la estabili­dad de la reforma de la PL-\C que acaba de aprobarse. En cuanto a lo primero, es realmente difícil que la reforma aprobada sea coherente cuando el acuerdo se ha fraguado a golpe de sumas y restas , hasta lo­grar el encaje presupuesrmio. No riene mucho senti­do, ni parece el mejor método, decidir cuanto dine­ro hay para la PAC y después ver que se puede hacer con ese dinero. El procedimiento lógico hubiera sido el contrario, o sea, decidir que PAC necesita la UE y después ver cuanto cuesta, y en caso de que cueste más, proceder a modificar el actual sistema ele recur­sos propios de la UE con el fin de aumenrar la parti­da de ingi·esos del presupuesto comunitario.

59

En cuanto a la estabilidad de la refotma reciente­merne aprobada, todo dependerá ele la evolución de los mercados internacionales y de la marcha de las ne­gociaciones comerciales en el seno de la Organización Mundial del Comercio. En efecto, si la c1isi.s finan­ciera internacional se recrudece, limitando el comer­cio internacional y deprimiendo las cotizaciones in­ternacionales ele los productos agrarios, la UE po­dtía tener clilicultacles para cumpLir los compromisos adquiridos en la Ronda Uruguay, al menos el relati­vo al volumen máximo ele subvenciones a las expor­taciones. Pero , por otro lado, la agudización ele la crisis puede llevar a muchos países, incluido EEUU, a plamear en la ronda de negociaciones de la Orga­nización Mundial del Comercio que comienza a fi­nales de este m1o (Ronda del Milenio), una estrate­gia ele liberalización menos exigente, lo cual facilita-1ía la aceptación en el seno ele dicha Organización de la rcfotma de la PAC recientemente aprobada.

La actuación de EE UU ante la crisis ele sus ex­portaciones y el hundimiento de la renta de sus agri­cultores Llusa-a lo que acabamos de comentar. En efec­to , ese país ha tenido que echar marcha atrás en su política ele Liberalización agra1ia (FAlR Acr) y se ha vis­to obligado a poner en práctica una sc1ie de medi­das proteccionistas cuya conformidad con las reglas ele la Organización Mundial del Comercio es bastan­te dudosa. Esta situación debilitará la posición ne­gociadora de EE UU y aYala la tesis ele que las próxi­mas negociaciones de la OMC para liberalizar los mer­cados agrarios internacionales podrían ser menos duras que las anre1iores negociaciones de la Ronda Uruguay. Ello sig11ificaría que la reforn1a de la PAC aprobada por el Consejo y marizada en la cumbre de Ber!Jn no rend1ia que modilicarse en el pe1íodo 2000-2006 , al menos por las presiones ele la OMC, lo cual doraría al sector de un marco instiwcional estable y animada la inversión para modernizar, reconvertir o reestructurar la actividad agraria. e

Page 62: Anuario UPA 1999
Page 63: Anuario UPA 1999

LUIS ATIENZA

/\11111. (10 dt ~gnculturn ,

PcscLl r ,-H1mc111ot i1 í11

La modulación de las ayudas, al servicio de la cohesión

La reforma de la PAC de 1992 representó un cambio profundo en el peso relaLivo ele los diferemes insLrurnenros ele apoyo al secwr agrario , para hacerlos más compalibles con

nuesLros compromisos en las negociaciones comer­ciales internacionales, y para rrenar la generación ele excedentes en algunas producciones. La políüca ele precios imemos altos, que perrnirieran defender la ren­ta de las explornciones menos competitivas y estimu­laran la producción de las más competitivas, con ele­vada protección en fronrera y fuertes subvenciones a la exportación, comenzó a ser reemplazada por precios, protección en fromera y subvenciones a la exportación más bajos, compensando la corre ponclieme pérdida ele renta agraria mediante ayudas directas crecienre­mente desvinculadas de las cantidades producidas. Se trataba de que el mantenimiento de la actividad agra­fia en Europa recayera en mayor medida sobre los con­tribuyentes, aliviando el coste para los consumidores.

La importancia que han adquirido las ayudas cli­recras, que representan el 30% ele la renta agraria glo­bal y porcentajes muy supe1iores en algunos subsec­rores concretos, la \~sibilidacl ele esas transferencias de rcnra, la identificación individualizada ele los percep-

61

wres de esas ayudas, han relanzado con extraordina1ia intensidad el debate sobre los c1iterios de di rribución ele las ayudas, sobre quienes deben ser sus clestinara­rios prioiirarios.

Se trara de un debate que interesa sobre todo a los agricultores, que cuestionan la concentración del 80% de las ayudas en el 20% ele las explotaciones, que las ayudas no corrijan las desventajas de carácter territo­rial, que no tengan en cuenra la dedicación, que se con­figurnn como renta ele la propiedad y no del agricul­tor y su actividad.

Pero el resto de los ciudadanos no pe1manecen com­pletamente ajenos a ese debme. El cambio desde el sos­tenimiento de los precios a las ayudas directas ha ero­sionado la legitimidad , la justificación, de esas ayudas ame los no agriculrores, porque no terminan ele per­cibir las contrapartidas que el sector agrario aporta a la sociedad en el ámbiro de la caliclacl y la salub1idad ele los alimentos, en la protección del medio natural y el paisaje, o en el sostenirniemo del tejido económico del medio rural. Pero una de las más importantes razones de esa pérdida ele legitimidad ele la PAC, y en particu­lar ele las ayudas directas , estriba en el conocimiento y el cuesrionamienro de la percepción de esas ayudas por

Page 64: Anuario UPA 1999

La modulación de las ayudas,

al servicio de la cohesión

El compromiso dela.Agenda 2000noes satisfactorio en lo que se refiere ala redistribución de las ayudas, por haber renunciado a la cohesión económica y social

muchos beneficiarios que no las necesitan, sin c1ite-1ios redisaibutivos, de soliclaiidacl que permitan com­plementar b renta de las explotaciones que por su di­mensión o por las desvcnrajas naturales más lo ne­cesiren, además ele impulsar su modernización.

Ese debate ya estuvo presente clurame la discusión de la refom1a de 1992, pero pasó a un segundo pla­no, subordinado a una reivindicación prioritaria: la compensación plena, mediante ayudas directas , de la pérdida de ingresos provocada por las bajadas de pre­cios. El objerivo ele la compensación ímegra, unido a la necesidad ele alcanzar un consenso generalizado que no quebrase la homogeneidad de la PAC, apar­có la reivindicación de conseguir una mnyor contri­bución ele 1n PAC, como del resto ele las políticas eu­ropeas, a la cohesión económica y social, que cons­tituía uno de los objetivos del entonces todavía no ratificado Tratado ele Maastti chr.

El a poyo social a la PAC

La incorporación del principio de cohesión a la PAC, la concribución de la política ngrícola a la re­ducción de las diferencias de renta entre los agricul­tores y las regiones europeas, debiera haber siclo una de las ptioricladcs ele la Agencia 2000.

Y ello no sólo para cumplir con el Tratado ele Ma­asnicht, o por un compromiso polít ico con la so­lidaridad, sino porque la contribución de la PAC a la reducción de las clesigualclades consti tuye uno ele los instrumentos fundamenta les para la recuperación del apoyo social a la PAC.

El debate sobre la redistribución ele las ayudas adquiere mucha más rclevancin con la Agencia 2000, al realizarse una refm111a que implica una compensa-

62

ción parcial, y no plena como en la reforma de 1992, ele las pérdidas ele renta provocadas por el descenso ele los precios. Al pretender cominuar el acercamien­to de los precios agrarios de la UE a los precios in­ternacionales sin incrementar el presupuesto, la re­distribución ele las ayudas constituye la única vía pa­ra evitar la inviabilidad de muchas explotaciones fami liares y ele muchas producciones en zonas deba­ja productividad.

La propuesta de la Comisión en la Agenda 2000 dejaba la modulación como tarea a realizar demro ele cada una ele los Estados miembros, establecien­do como única medida ele carácter comunita1io la fi­jación de unos límites de percepción ele ayudas di­rectas a partir de los cuales se ap licaban unas reduc­ciones que podían alcanzar hasta el 25%.

Los acuerdos ele la Agenda 2000 han eliminado los techos de ayuda y los descuentos propuestos por la Comisión en el ámbito comunitario, y dejan la redis­tribución de las ayudas como una rarea a realizar ex­clusivamente en el ámbito nacional.

Subyace en el compromiso un acuerdo impl ícito de realizar una foto fija de la disnibución del presu­puesto agiícola comunitario cnrre los Esraclos miem­bros, y e:·qJl ícito de transferencia de una parte ele esas ayudas como sobre nacional para su redistribución dentro <le cada uno de los Estados miembros, per­miciencln que ele lorma progresivn se vayan introdu­ciendo en cada uno de ellos criterios de redisnibu­ción más solida1in ele las ayudas, o su vi nculación a condiciones de carácter meclioambienral. Se renun­cia a la solidaridad en el ámbito ele la UE, y se acep­ta que la unidad ele la PAC vaya dando paso a dife­rencias ele rrato enrre los agricultores comunitarios de los diferemes Estados miembros.

No obstante, así como la imroducción de condi­ciones adicionales de carácter medioambiental para la percepción de ayudas es una medida ele aplicación obligatoria para los esrados miembros, la modulación en la distribución de las ayudas, red u iendo las can­tidades que le puedan corresponder a un agricultor en un año determinado hasta un límite má,"Ximo del 20% es de nplicación voluntaria. La disposición es­tablece esta posibilidad sobre la base de tres crite1ios a desarrollar por los Es tados miembros: la mano ele obra empleada, la rcnrabilidacl de la explotación en términos de margen bruto estándar, o la superación de ciertos límites para las ayudas totales percibidas por un agricu 1 tor.

El compromiso ele la Agenda 2000 no es satisfac­totio en lo que se refiere a la redistribuciór\. el e las ayu­das, por haber renunciado a la cohesión económica y social en el ámbito comunitario, y por el esGL50 mar­gen ele lo que se permite en el ámbito nacional, pero ha abierto un nuevo camino para la PAC, sin vuelta atrás, y que tiene, además, un e.\:traorclinario interés

Page 65: Anuario UPA 1999

>s agricultores >profesionales l ningún caso ibieran percibir rudas directas 1enoestén nculadasa versiones, al en os :uivalentes, en odernización de s explotaciones m la creación tejido onómico en el :!dio rural -

político para conseguir la reconciliación ele los agri­cultores y del conjunto ele los ciudadanos con las ayu­das agrícolas.

Modulación y Agenda 2000

El debate ahora debe mantenerse en dos niveles, que no son incompntibles. Por un lacio, hacia dónde debe evolucionar la regulación comunitaria. Por otro, cómo apro echar al máximo el margen para la mo­dulación que permite el reglamento horizontal apro­bado en la Agenda 2000.

El primero sigue teniendo mucho interés porque la normativa comunitaria está en permanente evolu­ción, y porque los acuerdos ele la Agenda 2000 son cualquier cosa menos es tables, y pueden sufrir im­portantes modifi caciones en los próximos años, al­gunas incluso previstas en los propios acuerdos, que implicarán pérdidas adicionales ele renta para los agri­cultores. Sus efectos más perversos sólo se pueden conegi r redistribuyendo las ayudas con criterios más oliclarios.

Es necesario segui r defendiendo la cohesión social y ten-itorial en el ámbito comunitaiio, y no sólo en el nacional, compensando las desventajas ele las e,;:­

plotacione ele menor dimensión y ele los tenito1ios con condiciones naturales o de infraestructuras, equi­pamientos y oportunidades ele empleo menos favo­rables, con el único límite ele no pe1judica.r la com­petiti\~clad internacional ele las eAlJlotaciones más mo­dernas y mejor dimensionadas.

Vaya por delante que, entre otras rnecliclas, consi­dero que los agricultores no profesionales en ningún caso debieran percibir ayudas directas que no es tén vinculadas a inversiones ,al menos equivalentes, en modernización de sus exploraciones o en la creación el e tejido económico en el medio rural.

Dicho en otros tén11inos, debiera establecerse pa­ra tocios los agricu ltores una relación contractual con cada e.xploración que establezca sus con trapartidas en términos ele modernización estructural. desarrollo rural o comportamiento medioambiental, y sólo en el caso de los agriculrores profesionales una parte ele las ayudas puede tener la consideración ele complemen­to de renta ele libre disposición. Pero estas conside­raciones no tienen cabida todavía en la regulación co­muni taria aprobada.

En lo que se refiere a cómo debe utilizarse el es­caso margen que permite el reglamento ho1izontal en vigor, vaya por delante mi posición favorable a la fija­ción el e una crite1ios básicos ele modulación ele ca­rácter nacional , no sólo porque hay agricultores con explotaciones en más ele una Comunidad Autónoma, sino porque no podernos predicar cohesión y so­lidaridad en el ámbito comunitario y no aplicar esos princip ios en el ámbito nacional, y porque sólo así

63

podemos garantizar una homogeneidad ele trato que impida distorsiones del mercado o ele la competen­cia. La Ley ] 9/95 de Modernización ele las Explota­ciones Agrarias en vigor, cuyo debate y aprobación obrnvo un amplio consenso con los Grupos Parla­menta1ios, con las CCAA y con las OPAS, puede ser el insmimento legal apropiado, incorporando un tí­tulo específico referente a los c1iterios ele modulación en la distribución ele las ayudas directas ele la Pr\C.

La aplicación de crite1ios que tengan que ver con la dimensión debe conseguir que nad ie gane clivi.­clienclo su exploración, y que nadie pierda al aumen­tar su dimensión, si queremos evitar un retroceso o un freno a la modernización estruccu ral.

Nadie debe esperar encont rar fórmulas si mples, c1iterios sencillos ele modulación, si el obje tivo es tra­tar con justicia realidades muy diversas y muy com­plejas. No es posible, por ejemplo, rrarar por igual subsecmres en los que la dimensión \~able ele sus ex­plotaciones es muy distinta, o en los que las ayudas directas representan un porcentaje muy diferente de la renta ele sus agiicul tores. Es necesa1io encontrar un equil ibrio entre la deseable sencillez en la compren­sión, la aplicación y el control ele los criterios ele mo­dulación , y la ne esiclad ele tratar ele forma diferente realidades muy diversas, para e\i tar cometer más in­justicias o generar más distorsiones ele las que se pre­tenden corregir. No es imprescindible recon-er el ca­mino de la modulación a gran velocidad. Es preferi­ble avanzar ele forma progresiva , paso a paso , estudiando detenidamente cada una ele ellos.

El reto es avanzar hacia una política agrícola más justa y so lidaria, ) que comribuya en mayor medida a la modernización ele las ex-¡:ilornciones agrarias y a la diversificación del tejido económico y la creación de empleo en el medio rural es apasionante e irre­versible ; pero no ha hecho más que comenzar. e

Page 66: Anuario UPA 1999

FERTIUZANI'ES NATURALES, S.A

SUPRAMIX NPK 12-10-18+1,5% MgO ( 100% proviniente de Nitrato Potásic<J

~NITRATO DE CHILE 16-0-0

NITRATO POTASICO 13-0-45

N. POTASICO +MAGNESIO 12-0-43+4% MgO

NITRATO POTASICO (cristal) 13-0-46

FOSFATO MONOPOTASICO (cristal) MKP 0-52-34

FOSFATO MONOAMONICO (cristal) MAP 12-fil-O

SULFATO POTASICO (cristal) 6-0-51

Page 67: Anuario UPA 1999

RAFAEL UllllIALDE

Unión di: .onswn 1dores de Espafü1

(UCE)

Producción agraria y seguridad alimentaria

D espués de mdos. los acomecimiemos pro­ducidos durante los últimos allos: dimanas, vacas locas, prornomres del crecimiento, an­tibióticos, la presencia de residuos de pes­

üciclas y ele herbicidas, la presencia ele nirrams, ere.; resulta muy difícil presuponer que las mismos se ha­yan producidos de forn1a no intencionada. Parece ser que las prácticas que se están llevando a cabo en el sec­mr de la producción agrícola y ganadera con el único objetivo de reducir costes en las exploraciones impli­can graves riesgos para Ja salud de los consumidores y desvirtúan y hacen ineficientes e ineficaces todos los controles que se aplican en el resto de la cadena ali­mentaria.

Para que mdo ésm se e1Tadique tienen que darse va­rias circunstancias, en p1imer lugar cambiar roda la pra­xis en el sector productor, no deben primar única y ex­clusivamente los precios a la hora de producir, la se­gu1idad tiene un coste implícim.

En segundo lugar, la coordinación de la inspec­ción y control por parte de las auto1idades de agricu l­tura y de salud pública y la constitución de una enti­dad nacional que garanrice los controles y las inspec­ciones , y que esté desligada ele cualquier influencia secrmial. Y por último, cenrrar como eje principal en materia ele alimentación de la garantía ele la seguridad

65

e higiene de los proclucms de alimentación, frescos y rransformados, para el consumidor.

Para todo ello se debe separar claramente el poder ejecutivo y legislacivo del sector cienüllco, con el [in de evitar cualquier ri esgo en materia ele información y co­municación. Constituir una línea de trabajo que ga­rantice una coordinación y eficacia en mate1ia ele con­trol y ele inspección a todos los niveles, claramente es­m está fallando en todo el territorio de la Unión Europea cuando nos acercamos al sector productivo, del cual se van a utilizar las materias primas para que se siga clesaffollando la cadena alimentaria.

Una normativa eficaz y con garantías

En mclo el territorio ele la Unión Europea se ha apro­bado una amplia y múltiple legislación que permite la garantía de la higiene alimentaria, tamo en el ámbito ele las Estados miembros como con en relación con ter­ceros países. Pero en la misma medida que se ha apro­bado esta reglamentación , los mismos textos conm­nira1ios precisan de que la respon abilidad principal de su aplicación se apoye, en primer lugar, en los quin­ce Estados miembros, y en cierra medida, en los ter­ceros países que comercializan s us productos con la Unión Europea.

Page 68: Anuario UPA 1999

Producción agra1ia

y segmidad alimenta1ia

Todas las tareas en materia de inspección y de control, así como las nuevas facetas de auditorías de los sistemas de inspección, deben tener como referente el trabajar a lo largo de toda la cadena alimentaria

Para garantizar los productos en teda la cadena ali­mentaria se debe verificar, controlar y vigilar que se respete y se aplique la legislación vigente, tanto en Es­pafia como en el resto de los Estados miembros de la Unión Europea, ya que en caso conrrario , el libre mercado se ve a[e tado ele forma muy norable. To­das las exigencias se deben aplicar a rodos los nive­les: salud animal , salud vegetal, salud humana, es de­cir, una visión más amplia de la que posee la salud pú­blica corno tal.

Todas las rareas en materia de inspección y ele con­trol, así como las nuevas facetas de audit0rías de los sistemas de inspección, deben tener como referente el trabajar a lo largo de toda la cadena alimentaria: en el sector vegetal desde la horca hasta el tenedor, en el sector animal desde la granja hasta la mesa.

Pero no hay que olvidar que el sistema de inspec­ción y control incluye múltiples niveles: en la Unión Europea y en cada Esrado miembro , tanto a nivel de administraciones centrales como de los países o co­munidades que integran estos Esrados en los siste­mas de estru ·tura federal, así como dependiendo de las materias cornpetenciales: agricultura, sanidad ani­mal , sanidad vegetal o salud pública. Por ello , para ganratizar la eGcacia de todo este compl.ejo sistema deben surgir entidades que homogeneicen todos los c1itetios y unifiquen los mismos. Estas entidades de­ben tener garantizada la independencia de cara a ro­das las presiones exteriores que podrían hacerse sen­tir, sean cuales sean y del carácter que tengan. Pero sobre todo deben alejarse de cualquier influencia sec­t01ial de los canales de la producción de materias pri­mas. También deben definir las priori.clades en fun­ción de los riesgos potenciales que puedan presen­tar ciertos peligros en la cadena alimentaria. Y u-abajar con rora! transparencia, así corno la necesidad ele in-

66

rercambiar, de explicar y de resumir el rrabajo que se rrealiza en materia de control y también para hacer sa­ber los resultados de sus controles ele inspección y de auditorías. Para resolver todas estas necesidades, los Estados miembros y la Unión Eu ropea deben dedi­car más recursos humanos y económicos al control y la inspección para garantizar el mantenimiento y aplicación ele las normas de garantía y de seguridad alimentaria .

Una responsabilidad compartida

Se sabe que la seguridad alimentaria es una segu­ridad compartida que concierne a los agticulrores, ga­naderos, indus tria transformadora, distribuidores y consumidores. Toda esta cadena tiene unos eslabo­nes y que no por estar al p1incipio o al final de la mis­ma tienen más o menos importancia; lo que sí se pue­de precisar es que una vez un eslabón falla, toda la ca­dena queda resentida e incluso bloqueada con el consiguiente perjuicio económico, si sólo es una frau­de, o de salud si es un problema de intox.icación, le­sión, daño o muerte.

A lo largo de los años, en este libre mercado en el que parece que sólo prima la producción al menor coste posible, se ha generado una serie de fallos que debemos con-egir. No se puede producir al menor cos­te posible implicando una merma en la garanúa sa­nitaiia de los productos. Todos los sectores implica­dos deben tener competitividad y rendimientos eco­nómicos , pero no se deben aplicar criterios que supongan mern1as en las condiciones sanitarias para poder producir más y a menor coste para obtener más recursos económicos o para ser más competitivos.

Las mismas garantías sanitarias que hemos logra­do los consumidores que se apliquen en las indus­trias transformadoras debemos conseguir que se apli­quen en el sectOr produc tor primario. Para ello, los primeros interesados deben ser los propios produc­tores, que obliguen a e1Tadicar a las industrias o sis­temas productivos que estén realizando una mala pra­xis en el sistema.

Producir ele una determinada forma tiene unos costes mínimos que deben ser asumidos por la in­dustria transformadora y por los consum idores. Dis­minuir este nivel lleva implícito desembocar a los pro­ductores a prácticas ilegales para disminuir el coste del producto. Se debe poner fin al "todo vale", entre todos debemos corregir este ctiterio, porque al final las crisis producidas, como ba ocutTido sobre rodo en los casos de Las "vacas locas" y el más reciente de las cliox.inas en la alimentación de los pollos , su­ponen una merma económica y sanitaria para todos, ya que los escándalos suponen una pérdida ele con­fianza del consumidor y una merma en las ventas de los producros. e

Page 69: Anuario UPA 1999

, LAGARANTIA

ANTE LOS NUEVOS ~~ETOS

Cetarsa, la empresa líder del sector tabaquero español, es la pieza clave y el instrumento

imprescindible para generar confianza al cultivador.

Cetarsa, hoy como ayer, representa el prestigio y la solidez de una gran compañia.

El punto de equilibrio

Page 70: Anuario UPA 1999

Un liderazgo de la tecnología más avanzada, de la gama más completa, de la fiabilidad y de la potencia.

Un liderazgo basado en la confianza del cliente en New Holland y su Red de Concesionarios.

New Holland: descubra los tractores que no tienen adversario en su campo.

~~ l\EW HOLLAl\D

MAQUINARIA PARA LA AGRICULTURA DEL FUTU

Page 71: Anuario UPA 1999

::'.:xplotaciones familiares en a agricultura mediterránea: :endencias y perspectivas

ELADIO ABNALTE

!Cf1 ICIS

Sociales (Ecorwm(ci Agm11c1).

Unil 'tTsidcul Poli térn irn ele

Vc.ilcn( iu .

VICENTE ESTRUCH

(Economía Agnuit1J.

Universidad Jolitécnica de

Val!'ncw.

La agriculrura de las regiones medirerráneas españolas ha sido descrira habirualmenre co­mo una agriculrura intensiva y de alra pro­ductividad, con predominio de las pequeñas

exploraciones, mayorirariamenre orientada hacia pro­ducciones escasamenre proregidas por la polírica agra­ria. Sin embargo, esa imagen ele una agricultura in­rensiva y productiva se conesponcle únicamenre con las áreas litorales de regadío, pero debe ser modificada cuando nos desplazamos hacia las comarcas inreriores de esas mismas regiones. Allí aparecen algunas pla­nas vi tícolas y se suceden zonas de relieve accidenta­do con malas condiciones agrícolas, donde se ha de­sanollado sobre todo en las úlrimas décadas la gana­detía inrensiva.

La agriculrura familiar está presente bctjo diversas formas a lo largo de esras regiones medirerráneas y constirnye el tipo de e.'1.1Jloración predominanre en la may01ía ele ellas . Sobre roclo en las comarcas litorales, esas e.1\."]Jloraciones esrán articuladas con un activo mer­cado ele rrabajo no agtíco la, así como con un "com­plejo" mercado de rrabajo asalariado agrícola (Amalre, 1992; Amalre et al., 1990). Ello origina diversas fo r­mas de ag1iculrura a riempo parcial, cuya importancia

69

es orro de los rasgos deílnirorios de la esrructura agra­ria en esras regiones.

Vamos a describir aquí algunas líneas de n-ansfor­mación que se pueden apreciar en d iversos sisremas agrarios de la región , con particular arención a cómo esas rransformaciones pueden condicionar la natura­leza y el fururo de las e>-1Jloraciones familiares. Nues­o·o ámbito de observación preferente es la Comunidad Valenciana, pero las tendencias apreciadas pueden ser ilusrrarivas de procesos similares que se desan-ollan en otras agriculruras medirerráneas.

La citricultura: Los elementos familiares dentro de una agricultura externa liza da

El sistema de producción en el culrivo cittícola que ocupa roda la zona cenrral del regadío litoral valencia­no es una buena muestra de cómo una esrrucrura de las eAlJlO taciones acenruadamenre minifundista no se corresponde siempre con una organización famil iar del trabajo agrícola. El rasgo caracterizador de ese siste­ma de producción es la extemalización de la mayor par­te de las rareas del proceso productivo, rareas que son

Page 72: Anuario UPA 1999

Explotaciones familiares

en la ag1icultura meditenánea

Las tendencias que se observan apuntan hacia un incremento del "grado de externalización" en la agricultura citricola. A ello contribuye también la evolución tecnológica

gestionadas por los comerciames que compran la fru­ta o por las cooperativas (en el caso de la recolección), o bien se realizan por equipos de especialistas pro­vistos de la maquinaria necesaiia para cada rarea y asi­milables a empresas de servicios (Arnalte y Estruch , 1997).

El resultado es que las pequeñas exploraciones que predominan en toda la zona de monocultivo ciu-íco­la Qas 91.000 exploraciones de la OTE círricos exis­tentes en la Comunidad Valenciana, según la Encuesta ele Estrucruras de 1995, tienen como media 1,9 hec­táreas de SAU y en el 82% ele los casos no alcanzan una dimensión económica de 6 UDE, es decir, un margen bruto standard de 1,2 millones de pesetas) son mayoritariameme trabajadas por asalariados, con­tratados por las empresas comerciales o de servicios que realizan las diversas tareas de cultivo.

Este sistema de organización del trabajo, perfec­tamente funcional para los propietarios urbanos que tienen un peso importante en la región, también se ha cli[uncliclo, gracias a su racionalidad económica, entre los propietarios locales. Cuando éstos siguen ocupados en la agriculrnra, suelen adoptar el srarns ele jornaleros-pequeños propietarios.

Entre las diversas (iguras sociales que se han ge­nerado en torno al cultivo ciuicola, ¡:¡ociemos identi­ficar dos que presentan ciertos rasgos de agricultor "familiar y profesional", aunque desde luego no se corresponden con la figura típica del ag1icultor que "vive" de su e>-..1Jlo ración y trabaja fundamentalmen­te en ella.

70

Una de esas figuras, la más difundida en las comarcas ele cultivo citricola rraclicional, es la del agricultor de cierra edad (por encima de los 50 ó 55 años), con una exploración pequeña o me­diana, en la cual reduce al máximo el recurso a empresas o trabajos externos (pero al menos sí que externaliza siempre la recolección y la poda y en ocasiones los cratamiemos fitosa nitarios), haciendo él mismo el resto de rareas de culrivo. Nom1almenre crabaja también como asalariado, especialmeme en la recolección. Y los ingresos ele la unidad fam iliar se complementan fre­cuentemente con el trabajo de la mujer en los al­macenes de confección de naranja.

Esta figura está en franca regresión por moti­vos demográficos. Cuando a estos "viejos pro­fesionales" de la citricllkura les suceden sus hi­jos, normalmente con empleos no agrico las , la extemalización del culüvo se acentúa, contra­tando más rareas al exterior o, en el lím ite, ce­diendo la tierra para su gesrión a las secciones de cultivo de las cooperativas que están asumien­do , en algunos casos, funciones de gestión in­tegral ele las exploraciones.

La progresiva desaparición de esos "viejos profes ionales" también está teniendo efectos sobre otro ele los elementos del sis[ema de producción ci­trícola: cada vez es más acusado el déficit de mano ele obra cualificada (podadores o "colliclors" ele naranja) para [rabajar como asalari ados en las tareas ¡:iroduc­tivas que se exremalizan.

Los "profesionales" más jóvenes que se mantienen en el sector adoptan [recuemememe un perfil más "em¡:iresarial ", pero no exclusivamente relacionado con sus exploraciones, que por lo general también tie­nen dimensiones reducidas. Lo que hacen es gestio­nar otras exploraciones ("llevar tierra"), de propieta­rios foras teros o locales, ocupándose ele vigilar el cul­tivo y controlar que el riego o los tratamientos se hagan en el momemo adecuado. El trabajo necesario lo realizan ellos o lo concratan a otros especialis tas, según dispongan o no de maquinaria para realizar esas tareas, conviniéndose así en algunos casos en pe­queños empresaiios ele servicios agrícolas.

En conjumo, las [endencias que se observan apun­tan hacia un incremento de l "grado ele externaliza­ción" en la agricultura citricola. A ello contribuye tam­bién la evolución tecnológica. El riego localizado, la innovación más difundida en la región durante los úl­timos m1os, reduce los tiempos ele trabajo necesa­rios en las rareas complernemarias (como el abonado , el mismo riego o la distribución de herbicida), las que estaban menos "ex[emalizaclas" hasta la fecha)' con mayor frecuencia eran realizadas por la mano ele obra familiar. Lo cual facilita, en definitiva, la práctica de la agricultura a Eiempo parcial.

Page 73: Anuario UPA 1999

ieocupar 0.000 ectáreas en el onjunto de la omunidad alenciana en >sprimeros ños so, la llperficie edicadaa ortalizas ha asado a 29.000 ectáreas en 997

Por ocra parte, la evolución tecnológica está redu­ciendo también las necesidades de empleo femenino en los almacenes de confección y comercialización de naranja. De esta forma se puede cuestionar también , en el medio plazo, orro de los elementos de las eco­nomías familiares que más dependen , wdavía, de la producción ciuícola.

La transformación estructural de la horticultura

La honiculrura ha consrimido rraclicionalmenre en muchas áreas del regadío valenciano una oriernación productiva alternativa a los cítricos, adoptada por aquellos agricultores con poca tierra y abundante tra­bajo familiar que han querido "vivir" de su explota­ción, intensi6cando el uso del trabajo en la misma.

Sin embargo, esta borriculrura, que al ternaba con los cínicos la ocupación del suelo en las comarcas cen­trales del regadío valenciano, ha ido reduciendo su presencia en los últimos años , siendo cubiertas esas superficies por nuevas plantaciones cinícolas. Las ci­fras globales confirman el retroceso de la horócultura en esta región. De ocupar 60.000 hectáreas en el con­junto de la Comunidad Valenciana en los primeros años 80, ha pasado a las 29.000 hectáreas dedicadas a hortalizas en 1997. Esa reducción ha sido panicu­larmente acusada en la provincia de Valencia que ha reducido su superficie honícola ele 35.000 a 13.000 hectáreas en ese mismo periodo.

El análisis de las razones de esa evolución (ver Ma­roto, 1991) destaca la incidencia ele factores tecnológicos , como cieno agoramiento de los recursos natura­les destinados a esos cultivos (un sue­lo muy urilizado por es ta agricul tu ra imensiva y Limitaciones en las dispo­nibllidades de agua) , así como la apa­rición de problemas füosanitarios, es­pecialmente graves en algunas pro­ducciones, como el tomate o el pimiento.

Pero también hacen referencia esos análisis a la disminución ele las disponibilidades de mano de obra agricola en la región y a la simación de los mercados honícolas , en par­ticular a la competencia ejercida por el incremento de la producción en otras zonas españolas que ha modi­ficado también la estacionalidad tra­dicional de los productos horrícolas y ha reducido las posibilidades co­merciales de las producciones tem­pranas ("ele primor") valencianas. Frente a esws problemas, se destaca

71

también la falta de respuesta de la horticultura va­lenciana que, por ejemplo, apenas ha incrementado la superficie de cultivo protegido (solo 2. 700 hec­táreas de cultivo honícola protegido en la Comuni­dad Valenciana en 1995 , frente a 4.400 en Murcia y 32.500 en Almería).

El análisis por cultivos de esa evolución horrícola valenciana, aparte de mostrar la relocalización de al­gunas producciones hacia el Sur (hacia la provincia ele Alicame), confirma la incidencia de los factores se­ñalados. Podemos observar como han resistido me­jor esta "crisis honícola" los cultivos de invierno (con menos problemas fitosanitarios) , así como aquellos con menos exigencias de trabajo a lo largo ele su ci­clo productivo, aunque presentan importantes pun­tas de trabajo en la recolección.

Esta evolución de la producción hortícola se co­rresponde con una importante transformación es­rrucmral de es te sector, de acuerdo con los datos de las Encuestas sobre la Estructura de las fa-plotacio­nes ele! INE. El número de explotaciones de la OTE Horticultura (explota iones especializadas en horti­cultura) existentes en la Comunidad Valenciana ha perdido un tercio de sus efectivos enrre 198 7 y 1995, mientras que su dimensión económica me­dia se ha multiplicado por 2 ,3 (de 4,1 UDE de mar­gen bruto standard ha pasado a 9,5).

Paralelamente, la composición del trabajo utiliza­do en esas explotaciones hortícolas se ha mocli6cado sensiblemente. La importante reducción de trabajo famlliar y el ligero incrememo del volumen total de

Page 74: Anuario UPA 1999

Explotaciones familiares

en la agricultura meditenánea

El auge hortícola generó en los nuevos regadíos murcianos una estructura de las explotaciones acusadamente dual, con pequeñas explotaciones familiares y grandes explotaciones comerciales, los "cosecheros­exportadores"

crabajo asalariado ha conducido a que el pe­so relativo de esre úlrimo se incremenre, pasando de representar un 29% del traba­jo total en esas explotaciones horticolas en 1987, a un 43% en 1995.

Estas Lineas de rransformación, reflejan­do en definiriva un profundo ajusLe es­m1cmral y la modificación de la namraleza del secror hort íco la, se manifiestan ram­bién, con algu nas va1ianres, en las arras re­giones medirerráneas, así como en el con­junta de la horticultura española.

En la región de Murcia la horticultura experimentó una fuene expansión a lo lar­go ele los aiios 80, duplicando su superfi­cie de cultivo desde las 23.000 hectáreas existentes al principio ele la década hasra las 48.000 alcanzadas en 1988. Esa ex­pansión se apoyó primero en la utilización de aguas subrerráneas y después en los re­cursos hídricos procedenres del trasvase Ta­jo-Segura. La sequía ele los primeros años 90 frenó esa expansión, manteniéndose ac­tualmente la superficie horrícola en la re-gión estabil izada en torno a las 35-36.000 hecráreas.

Este "auge horrícola" generó en los nuevos rega­díos murcianos una esuucwra de las ei'1Jlotaciones acusadameme dual. Coexis tían en e a agriculrura las pequeñas explotaciones familiares (clc1ivadas del mis­mo proceso de inrensificación que propició el frac­cionamiento de antiguas propiedades de secano y el acceso a la propiedad o titularidad de exploraciones de anriguos jornaleros), con grandes explotaciones comerciales , los "cosecheros-exportadores" ele la re­gión también presentes en el Sur ele Alicanre, pti nci­pales protagonistas ele la expansión honíco la (Vera Rebollo, 1987; Cortina, 199-l-).

Esta horticultura murciana , mejor adapracla que la valenciana a la nueva configuración del sector, tam­bién ha experimentado transfo1111aciones de impor­tancia en el periodo de referencia de las Encuestas de Estructuras. El número de explotaciones especializa­das en honicuhura también se ha reducido pero me­nos clrásticamenre (un 11 %) , mienrras su dimensión económica media se ha mulLiplicado por tres. El em­pleo de trabajo asalariado en esas explotaciones se ha duplicado en volumen entre 1987 y 1995 y supone ya dos tercios del trabajo total utilizado. Uuso·a bien el dualismo que sigue caracterizando a la horticultu­ra murciana el hecho de que las explotaciones ele más de 60 UDE (12 millones de pesetas ele margen bru­to standard) , un 12% del total de explotaciones de rnientación horrícola ele la región, concentran en 1995 un 73% del margen bruto total ele las explotaciones del sector.

Andalu ía est<Í dedicando durante los últimos mios

72

alrededor de 115.000 hectáreas al cu lóvo de hortali­zas, lo que supone un 30% de la superficie española de estos cultivos. La provincia de Alme1ía concenrra un terc io de la superficie horúcola de las ocho pro­vincias andaluzas. Los datos ele la Encuesra de Es­tructuras, rderidos al con jumo de la Comunidad Au­tónoma, regisLran un ajuste estructural menos acu­sado en la horticultura andaluza. El número de e -ploraciones especializadas se incrementó en un 9% entre 1987 y 1995, pero su dimensión económica media también ha crecido significativamente (de 6,8 a 18, 4 UDE) y el avance del peso del trabajo asala­riado es similar al registrado en las otras regiones. De suponer únicameme un 28% del trabajo total en 1987 ha pasado a representar un 43% en 1995.

De esta serie ele cuanri[icaciones y apreciaciones regionales podemos concluir que la horticultura es­pa11ola está registrando un intenso proceso de cam­bio estruCLural, al tiempo que expetirnenta una relo­calización espacial hacia el Sur-Sureste del país .

Andalucía y Murcia incluían en 1987 un 3-l-% ele las explotaciones espaiiolas especializadas en horti­cultura y ocho años más tarde ya concenrran un 54% de ese rotal.

Sin embargo, son comunes a esas regiones y al con­junto de España los síntomas del proceso de ajuste, con un importante aumento ele la dimensión econó­mica media ele las e.>;.-plotaciones y del peso del trabajo asalariado, que ya supone la mitad del trabajo total utilizado en las explotaciones hortícolas españolas.

La horticultura está dejando, por tanto, de consti­tuir un sector refugio para la pequeña ag1icultura fa-

Page 75: Anuario UPA 1999

l incógnita está L saber si los ¡ricultores miliares 'Of esionales, ;:rupados en su ayoriaen operativas :ales, serán paces de liroducir 11ovaciones -

miliar, mientras se acentúa de forma considerable el peso ele las graneles explotaciones "comerciales". No olvidemos, sin embargo, que en un secror como es­te que sigue siendo intensivo en mano ele obra, el de­sanollo de esas empresas comerciales ha coexistido con el crecimiento de exploraciones de base familiar que , para mantenerse en el sector, han debido capi­talizarse y recurrir al empleo de volúmenes impor­tantes de rrab~jo asala1iado.

Actualmente, las exploraciones honícolas familia­res que no pueden entrar en la "producción en ma­sa" de materia prima para la gran distribución tienen sus oportunidades limitadas a determinados canales de comercialización especí6cos (como el suministro a algunos Mercados de Abastos), cuya utilización im­plica con frecuencia la absorción de fases del proce­so de comercialización (que se1ían "inremalizadas" en es te caso por las explotaciones familiares) , como la confección o incluso el rransporre del producto (Es­

truch, 1997).

Los límites al crecimiento de las explotaciones familiares en viticultura

La problemática actual de las explotaciones fa­miliares en la comarca de Utiel-Requena, la principal zona vitícola ele la Comunidad Valenciana, con unas 40 .000 hectáreas ele viiiedo, puede constituir un buen ejemplo ele la siruación y ele los problemas a los que se enfrenta la agricu ltu ra fami liar en las áreas vi­tícolas.

En esta comarca del interior de la provincia de Valencia se ha consolidado durante las últimas déca­das un estrato ele agricultores familiares que accual­mente constiruyen la base ele la viticultura ele lazo­na. Esos agricultores han seguido una vía de creci­miento clásica, comprando tierra procedente ele la parcelación ele graneles fincas y ele pequeñas explo­taciones marginales de emigrantes o ele agricultores viejos sin suce ión. Acrualmeme, con unas dimen­siones medias de las exploraciones en mrno a las 20-30 hectáreas de \'i11eclo, están obteniendo unos re­sultados económicos aceprables que consriruyen la base ele sus economías familiares.

Sin embargo, la misma revalorización de la viti­cultura de la comarca puede limirar a medio plazo el crecimiento de esas explotacione y cuestionar su po­sición protagonista en la agricultura de la zona. Por una parte, la oferta ele tie1rns se ha contraído, ya que "la viña está dando dinero y ya nadie la vende". En­tre los propietarios urbanos se ha incrementado el in­terés por el cultivo, que se realiza bajo diversas formas de agricultura a tiempo parcial , posibilitadas por el carácter no excesivamente intensivo de la viticulrura y fa ilitadas por la mejora de las comunicaciones (la amovía hfaclrid-Valencia atraviesa la comarca). Tocio

73

ello contribuye a bloquear las vías de crecimiento "en extensión" que hasta ahora habían seguido los agri­cultores profesionales ele la zona.

Pero esa viticultura se enfrenta también actual­mente a un proceso ele reconversión tecnológica: Cambios de variedades, modificación del sistema ele plantación e introducción ele riego de apoyo en al­gunos casos, mecan ización de algunas rareas pro­ductivas, etc.

La incógnita reside en saber si los agricultores fa­miliares pro[esionales, agrupados en su mayoría en cooperativas locales, serán capaces de introducir in­nO\·aciones y realizar esa reconversión a un ti uno si­milar al menos al que está teniendo ese proceso en las exploraciones ligadas a 6rmas comerciales viníco­las o en las explotaciones de los nuevos viriculrores urbanos a tiempo parcial. La clisponibiliclacl ele capi­tal para asumir las necesarias inversiones, así como la modernización de la estructura cooperativa, pueden ser factores decisivos a este respecto.

Por otra parte, también es previsible que las nue­vas tecnologías, en parcicular la mecanización ele ta­reas como la recolección o la pre-poda, permitan en un futuro prfo,imo sistemas ele organización del tra­bajo mucho más "exrernalizables" (a imagen ele lo que sucede en la cir1iculrura) y adaptables por tanto a las necesidades ele los propiera1ios urbanos. Las vema-

Page 76: Anuario UPA 1999

Explotaciones familiares

en la agricultura mediterránea

El problema medioambiental de la producción porcina puede llegara convertirse en uno delos factores limitantes de esta actividad ganadera

jas comparativas del agricultor profe­sional (como , por ejemplo, la capaci­dad de movilizar grupos familiares am­plios para la vend imia) quedaiían en ese caso reducidas.

Las explotaciones familiares en ganadería intensiva

En las comarcas interiores de las re­giones mediterráneas la ganadería in­tensiva se ha desarrollado como una respuesta a la crisis de la agiiculrura de secano, constituyendo una alternativa trabajo-intensiva para las exploracio­nes familiares. En el caso concreto de la Comunidad Valenciana el subsecror más desarrollado ha siclo el porcino, que según los daros de la Consellería de Agricu ltura contaba a finales de 1998 con más de 2 .500 explotaciones, distribuidas principalmente en la provincia de Caste­llón e interior de la de Valencia. También riene im­portancia la avicultura (910 exploraciones) y la cuni­cultura (537 explotaciones) (Laínez, 1999).

Sobre el sector porci no , que es el que Liene una incidencia m::ís generalizada en rodas las comarcas in­teriores valencianas, disponemos de una encuesta re­ciente que ofrece una cletalbcla radiografía de la si­tuación de las eA'j)lotaciones (Laínez, 1998). La en­cuesta con firma el carácter preclominamemente familiar ele las explotaciones porcinas valencianas. Prácticamente se utiliza sólo trabajo familiar en las e.,x­ploraciones exclusivamente dedicadas al engorde de cerdos (cebaderos) y es claramente mayoritaria su uci­lización (87% del trabajo rora!) en las productoras de lechones. El empleo de traba,jo asalariado sólo re­viste ciena importancia (26% del rora!) en las e.,xplo­taciones de ciclo cerrado que tienen mayores necesi­dades de trabajo (emplean como media 3 UTA por eKploración) y recurren a ese trabajo exterior com­plementario del. familiar.

Son también interesantes los datos que ofrece la citada encuesta sobre el nivel que alcanza la integra­ción vertical en esas eA1Jlotaciones porcinas. Las ex­ploraciones de cebo funcionan en su casi totalidad en régimen de integración, así como las nuevas granjas ele multiplicación.

Se constata, por otra parte, que se está incremen­tando e] grado ele integración en las granjas dedica­das a la producción de lechones y en las eA'j)lotacio­nes ele ciclo cerrado, pero en la fecha ele realización de la encuesta (1996) todavía se manrenían en régi­men "libre" un 63% y un 68%, respectivamente, ele esos dos tipos de exploraciones porcinas.

74

Todo hace prever que si la depresión de precios que aíecta al sector desde mediados de 1998 se man­tiene, pueden salir del sector cierto número de ex­ploraciones. También es probable que el resultado sea una mayor integración ele las granjas hasta ahora "li­bres", una fórmula ya clásica en este secror de redu­cir los impactos de la inestabilidad de precios por par­te de las CA'j)lotaciones individuales, aunque sea a cos­ta de ceder una parre sustancial de la autonomía empresarial de esas exploraciones.

Observemos como esos problemas de las explota­ciones famili ares porcinas tieoen lugar al mismo tiem­po que las industrias cárnicas se plantean, también ame la inestabilidad de precios en el sector, lograr una mayor seguridad de aprovisionamiento de materias primas mediante diversas fonnas de contratación o inregi·ación que también incluyen la formación de gru­pos empresariaJes productores (Maté, 1998). Lo que hace prever la apa1ición en un l'ururo próximo, den­tro ele la "l'iliere" porcina, de formas de coordina­ción verücal más divers ificadas pero posiblemente también más rigidas, con menos autonomía en defi­nitiva para las CA1Jlotaciones familia res que se man­tengan en el sector.

También debemos advertir que los problemas me­dioambientales ele la producción porcina (en parti­cular, los impactos medioambientales derivados de la eliminación de purines) pueden llegar a convenirse en uno ele los factores limitantes ele esta actividad ga­nadera. Las condiciones naturales que permitan una mayor o menor capacidad de recepción de esos resi­duos, así como las posibles di[erencias en la nonna­tiva medioambiental a este respecta , pueden con­vertirse en los próximos años en un factor de reloca-

Page 77: Anuario UPA 1999

as tendencias nalizadas en los istintos ectores 1uestran una ltuación astan te roblemática e las {plotaciones llJliliares

lización de la producción porcina, ranto eno-e las re­giones espaiíolas como entre los países de la Unión Europea.

Consideraciones finales

Pese a estarnos refiri.endo a sectores agrícolas y ga­naderos relativamente "poco regulados" por la polí­tica agraria, es evidente que sobre las distintas ten­dencias y !meas de transformación de las exploracio­nes que hemos descrito pueden influir decisivamente algunas actuaciones concretas de polírica agraria.

Por ejemplo, tanto en el sector citricola como en la horticultura tiene importancia el destino que se es­tá dando a los Fondos Operativos de las Organiza­ciones de Productores y la forma en que son aplica­dos. Asimismo es e\,idente que las ayudas estmctu­rales incluidas en la recientemente aprobada reforma ele la OCM del vino pueden jugar un papel decisivo (en función, sobre tocio , de cómo sean distribuidas entre explotaciones) para la reestructuración de la viticultura. No olvidemos tampoco la incidencia que las distintas regulaciones medioambientales van a tener en todos los sectores, pero en particular en ca­sos como el analizado del porcino.

Otra política nacional y no específicamente agra-1ia, cuyos efectos sobre estos procesos se olvidan con frecuencia , es la política fiscal. Cabe recordar los pro­blemas fiscales de la ganadería integrada, o los efec­tos que el régimen de módulos ha tenido en las pe­queñas explotaciones hortícolas valencianas , al pe­nalizar la orientación hacia determinados cultivos (aquellos con más altos ingresos por hectárea), favo­reciendo la reorientación de esas e>..1JlOtaciones ha­cia mras hortalizas o incluso su abandono ele la hor­ticultura.

En conjunto, las tendencias analizadas en los dis­tintos sectores muestran una situación bastame pro­blemática de las explotaciones que habitualmente de­nominamos "familiares".

Parece que sus tradicionales "ventajas comparati­vas" en la producción agraria están comando cada vez menos como factores ele competitividad frente a for­mas ele organización de la producción más "empre­sa1iales" o mejor coordinadas con las fases superiores de la cadena agroalimemaria.

Sin embargo, es aconsejable no abusar de los es­quemas dualistas de análisis (es decir, de la vieja con­traposición eno-e agricultura familiar y agricultura ca­pitalista), sobre todo porque son poco Ú[i!es para in­terpretar la dinámica de algunos sectores producrivos. En algunos casos porque nunca ha exisrido una ver­dadera ag1icultura familiar (como en la citricu!tura), o en otros porque no es fácil diferenciar actualmen­te , dentro de los estratos de explotaciones con mayor dimensión económica, aquellas capitalistas "de tocia

75

la vida" de aquellas otras explotaciones familiares "triunfantes" en el proceso de modernización.

Pero también es necesario reconocer que las dife­rencias de rentas que se generan en los distintos ti­pos y estratos de explotaciones agrícolas siguen sien­do muy importantes , diJerencias que deben ser te­nidas en cuema por las políticas agrarias (o por otrns políticas de rentas), salvo que la opción adoptada sea, simplemente, acelerar el proceso de ajuste estructu­ral y eliminación de las explotaciones económica­mente no viables. e

NOTAS

(1 ) Este trabajo recoge algunos de los resttllados que están sien­do obtenidos en d marco ele/ Proyecto CAPlvlEDIT (FA1R3 -CT96 - 1597) financiado po,. /a Comisión Etiropea.

BIBLIOGRAFÍA

- ARNALTE, E. (1992): "La agiiwlwra del Mcditc1Tá11.:o cs­pwiol en el contexto de la CE: Rasgos diferenciales y pcrspccti­\ '(I ", Papeles ele Economía Espaiio/a, Sene Co111u11idades Autó-110111as n'' 11 (Arco Meclitcmíneo).

-ARNALTE, E. y ESTRUCH, V. (1997): "11 sistema di proclu­zionc c/d/ 'ag111111icoltum vale11cia11a" en Covazzani, A. y S1vini, G. (eds): Arancc Amare: La clisi clc//'agn1111intltum italiana e lo sviluppo co111pet1t.ivo di que/la pagnola, Rubbcltino Editare, Soveria Mc111nelli.

- ARNALTE, E. , ESTRUCH, V. y MUÑOZ ZAMORA , C. (1 990): "El mercado de trabajo asa/aiiaclo en la aglirn/tura ele/ litoral valenciano", Ag1irnltum y Sociedad, n" 54.

- CORTINA,). (199-f): La agiicu1Lura murciana antes y des­p11és del lv/.crcaclo Comtín, 1975-1992, Región ele Murcia, Con­s¡je1ía de Ag1iailtt1rc1, Ganacle1ía y Pesca (Sc1ic Estudios) .

- ESTRUCH, V. (1997): Formas le co111ercici/ización directa en las explotaciones cig1íco/as del regadío valenciano: Rasgos cs­t111ct11ralesy vías ele crcci111irnto, Tesis Doctoml, Universidad Po­litécnica ele Valencia.

- LAÍNEZ, M. (1 998): Caracteli::_ación térnica ele la produc­ción porcina de la Co111w1idad Va/e11 cic111a, Tesis Doctoral, U11i­vcrsidad Politécnica ele Valencia .

- LAÍNEZ, M. (1999): "El sector ganadero de la Co111u11ic/ac/ Valenciana", ponencia en el Seminmio La ga11ade1ía valenciana en el siglo XXI , UJMP- Valencia , 19-23 ab1il.

- MAROTO.). V. U991): "La liortirnlt11ra: cultivos ele pnmor"

en Generalitat Va/rnciana: La Co1111111itat Valenciana en /'Et1-ropa Unida . Projcctc 93. (vol. V: Agi-icult11rn , ganadería y pesca).

- MATÉ, V (1998): "Casablanrn, nuevo modelo para el porci­no ", El País (suplemento Negocios), 23 ago to.

- VERA REBOUO,).F. (1987): "C11/tivos ele invcrnaclero y lie­gos lorn/izados cn lafrcmja litoral ", El Ca111po, 11" 105.

Page 78: Anuario UPA 1999

Tels.: 981 575 786 • 574 899 • Fax: 981 574 895

Mercado Nacional de Ganado • Amio

15891 Santiago de Compostela • España

[email protected] • www.terneragallega.com

La "Indicación Geográfica Protegida Ternera Gallega" ampara

exclusivamente Teses nacidas, criadas y sacrificadas en Galicia.

Nuestras razas, nuestro clima que propicia excelentes forrajes, y el

peculiar manejo de los animales por los labradores gallegos, hacen

esta carne única y apreciada en toda Europa.

Ternera Gallega, un producto con historia.

Sólo si ve estas etiquetas

con la ""°'" tendrá la seguridad de que es Ternera Gallega

TERNERA GALLEGA la carne con carné

Proveedor oficial de la Selección Española de Fútbol y Patrocinador del Equipo Nacional de Pirag"

- - - -

Page 79: Anuario UPA 1999

[endencias y perspectivas de _as explotaciones fallliliares ~~allegas ~n el contexto de la agricultura le la cornisa cantábrica

rBANCISCO smmo

Es ola fü)¡ tt:t IHCll

Hpt'1101 de LL1go

Jmvcrsídad de Suntiago de Campostclct

Las exploraciones familiares conforman casi en exclusiva la agricultura de la Cornisa Cantá­brica, teniendo una fuerte dependencia en el 1acuno y un tamaño reducido, que las con­

duce a unos bajos niveles de renta. A pesar del proce­so de ajuste operado en las úlrimas décadas, con un fuerte descenso en el número de ocupados y, en me­nor medida, en el de explotaciones, sus efectos en el incremento de la dimensión media han sido muy re­ducidos.

La problemática reciente, refe1ida al pe1iodo de los diez últimos a1ios , se puede situar con relación a tres factores: la imegración en la Unión Europea, los nue­vos condicionanres del proceso de modernización y la articulación de las ecplotaciones en el espacio y la eco­nomía rural.

La integración ha traído consigo problemas detiva­dos del nuevo marco de mercado, con la contingen­racíón teórica de la producción ele leche y el estable­cimiento de unas ayudas directas cada vez más im-

n

portantes en la rema, sobre tocio a parcir ele la refor­ma de 1992 , que, sin embargo, ha resultado en un nivel muy reducido de pagos en la Comisa.

El proceso de modernización, al tiempo que ha con­tado con unos medios más favorables ele financiación, ha tenido un entorno progresivameme desfavorable por la situación de los mercados e incertidumbres ca­ra al l'urnro. Las explotaciones que cuentan, o están en condiciones de poder alcanzar, una dimensión sufi­ciente que les pem1ita su viabilidad económica con ba­se sólo o principalmente en la agricultura son un gru­po reducido en tomo al 15% del total. El resto está for­mado por un grupo amplio ele pequeñas explotaciones entre las que se debiera ele distinguir las que por su composición familiar tenderán a mantenerse en la ac­tividad, aunque sus rentas procedentes de la agricul­rnra sean muy limitadas , y otras que están con una ac­tividad en recesión por la edad de sus ti rulares y en las que la falta de sucesión puede llevar a su desapari­ción a medio plazo. En este sentido hay que contem-

Page 80: Anuario UPA 1999

Tendencias y perspectivas

de las explotaciones familiares gallegas

Cuadro n2 1

ESTRUCTURA DE LAS EXPLOTACIONES DE GALICIA Y RESTO DE LA CORNISA CANTÁBRICA (% SOBRE TOTAL DE EXPLOTACIONES Y MARGEN BRUTO STANDARD)

Explotaciones Margen Bruto

UDE/explot. Galicia Resto Cornisa Galicia Resto Cornisa

<4 74,9 64,3 35,4 18, 1

4a8 15,0 16,8 23,6 19,4

8 a 16 8, 1 13, 1 2-4,5 29,3

>=16 2,0 5,8 16,4 33,2

Total 100,0 100,0 100,0 100,0

Total (miles) 123,5 83,0 440,1 417,3

FUENTE: Encuesta Estructura Explotaciones Agricolas 1995; INE, 1998.

Cuadro n2 2

PAGOS DEL FEOGA-GARANTÍA REGIONALIZADOS, IMPORTE DE LAS AYUDAS DE LAS MEDIDAS DE ACOMPAÑAMIENTO Y DE LAS INDEMNIZACIONES COMPENSATORIAS (% SOBRE EL TOTAL E IMPORTE PARA ESPAÑA EN MILLONES DE PESETAS.1997)

Galicia (%)

Resto Cornisa (%)

España(%)

España (mill.pts)

FUENTE: MAPA, 1998.

Cuadro n2 3

FEOGA-G

1,4

2,0

100,0

715.171

Medidas Indemnizaciones acompañamiento Compensatorias Montaña

3,7 15,0

5,5 11,7

100,0 100,0

56. 180 11 .278

CAMBIOS EN LAS EXPLOTACIONES DE VACUNO (PERIODO 1992-96)

Número Valores relativos

1992 1992 1996

Nº explotaciones (miles) 107,2 100,0 81 ,6

Personas (mi les) 317,9 100,0 88,4

Superficie/explotación (HA ST) 7,2 100,0 127,2

Vacas/explotación

1 a 4 (miles explotaciones) 62,5 100,0 71,0

5 a 9 (miles explotaciones) 24,6 100,0 82,1

10 a 19 (miles explotaciones) 14,6 100,0 99,5

>=20 (miles explotaciones) 5,5 100,0 149,4

FUENTE: IGE, 1998

78

plar y encajar mejor el papel de las pe­queñas e:-:plotaciones en la Cornisa, por su elevado peso relativo en la produc­ción , en la gestión del territorio y en la economia y sociedad rural.

Aunque este trabajo se basa sobre to­do en información referida a Galicia, bue­na parte de ella se considera relevante pa­ra el conjunto de la Cornisa. Precisa­mente en el primer apartado se tra tan de exponer en paralelo algunos rasgos prin­cipales de las agriculturas de Galicia y de un conjunto induído bajo la denomina­ció n resto de la Comisa, in tegrado por Asturias, Cantabria y País Vasco.

El reducido tamaño y la elevada dependencia en el vacuno de las explotaciones de la Cornisa

Podemos tomar de modo simplificado rres niveles con relación al tamaño de las explotaciones: las pequeñas, con nivel ba­jo de renta agraria, que se pueden asimi­lar con las de menos de 8 UDEs, equi­valentes a un margen bruto de 1,6 millo­nes de pesetas en la encuesta de estructura de las ex-plotaciones de 1995 (lNE, 1998); las intermedias , de 8-16 UDEs (1,6 a 3,2 millones de margen bru­to) y las grandes, las situadas por encima de ese límite, aunque en las estadís ticas com unitarias se reserve esa denomina­ción para las de más de 40 UDEs. Sobre esta base, las e;..-plotaciones de menos de 8 UDEs comprenden al 86% del total de la Comisa, ocupando el 60% de la SAU y el 49% del margen bruto , siendo aún más elevadas estas cifras en el caso de Ga­licia. En el otro extremo, sólo el 3,5% tie­nen más de 16 UDEs, agrupando poco más del 8% de la superficie y de la pro­ducción (cuadro n º 1).

La fuerte sensibilidad de la agricultu­ra de la Comisa e:n el vacuno, que en con­diciones de mercado desfavorables se puede convertir en una elevada vulnera­bilidad, es debida a que el 67% de las ex­plotaciones y el 71 % de l margen bruto dependen de este ganado, en especial de la leche. Por el contrario otras actividades intensivas que podrían llegar a amortiguar el impacto de las limitaciones rerritoria­les ele estas e;..-plotaciones tienen una pre­sencia muy reducida: la hortofruticultu-

Page 81: Anuario UPA 1999

1 disminución lelnúmero ·explotaciones tá sobre todo ncentrada en ;de menor rnaño,por bajodelasS ctáreas -

ra y la ganade1ía imensiva ocupan sólo al -+% de las e,'1.-ploraciones, aportando el 10% del margen bruto.

De este modo, las e>..-ploraciones de la Comisa for­man un grupo muy diferenciado del resto de España en términos de su ramai1o, así como en su 01ienra­ción productiva, llegando a constituir incluso un con­junto singular en el conrexto ele la Unión Europea por su reducido tamai1o y su fuerte dependencia en las producciones del vacuno. Así, comparando su es­tructura productiva con las de las regiones limítrofes europeas, tienen sólo en común el reducido tamaño con el norte de Portugal, mienrras que difieren mar­cadamente con las regiones del arco atlántico francés, que tienen una mayor dimensión de las ei-.-plotacio­nes y diversificación productiva.

El apone de las ayudas directas del FEOGA en la renta de las e>..-plotaciones de la Comisa es muy limi­tado, recibiendo ran sólo el 3,5% de los fondos per­cibidos por España, con lo que la subvención por ex­ploración equivale al 21 % de la media del país. Esto es debido no sólo a la 01iemación proclucriva, sino también a los problemas ligados a su gestión, a las limitaciones en el cobro ele p1imas del vacuno deri­vadas de la edad de los becerros y ele las superficies disponibles. Tampoco mejora este balance cuando se incluyen otras ayudas como las de acompañamiento de la reforma de 1992 o las indemnizaciones com­pensatorias de montafia (cuadro nº 2) . Esre bajo ni­vel de apoyo directo contrasta con el hecho de si­tuarnos ante una ele las ag1iculturas con menor ren­ta por ocupado, que equivale sólo al 42% de la media de la Unión Europea, reduciéndose hasta el 33% en el caso ele Galicia ..

El limitado impacto de los cambios estructurales en la agricultura gallega

En los últimos cuarenta años ha habido un pro­ceso de ajuste relativamente fuerte y continuado, que ha ido ocurriendo con cierto retraso con relación al conjunro de la agricultura espafiola. Ha resultado en una baja elevada en el número de ocupados, pero ha tenido efectos reestrucruradores muy limitados con un incremenro reducido en el tamaño medio de las ei-.-plotaciones.

La población ocupada se ha reducido a la cuarta parte, pero se sitúa aún en el nivel más elevado de Es­paña, con el 18, 7% del total de los ocupados galle­gos. En su evolución se pueden apreciar dos perio­dos diferenciados: el primero, que llega hasta me­diados de los ochenta, con un ritmo medio de descenso del 2% anual, como resultado del éxodo ru­ral; y el segundo, más intenso con el 5,6%, debido al envejecimienro provocado por la retirada de los es­tratos más jóvenes, que lleva a esperar que este des­censo continúe en los próximos años, pudiendo lle-

79

vara problemas de falta relevo generacional en algu­nas comarcas.

Si nos basamos en la información de los censos agrarios de 1962 a 1989 y las encuestas de esm1ctu­ras de 1987 a 1995, el descenso aparente en el nú­mero de exploraciones ha sido débil, equivalente al 0,6% anual, hasta finales de los ochenta con un rit­mo muy por debajo del de disminución de la pobla­ción ocupada, para elevarse posteriormente a nive­les similares a los descensos ex-peri mentados en lapo­blación. Su desarrollo real es probablemente más complejo, estando afectado por el propio proceso de desapa1ición de las eA.1Jlotaciones y por la meto­dología usada en su estimación. La desaparición de la e,,-p!otación es el resultado final de un proceso pre­vio de reducción en el número y envejecimiento ele los ocupados, que va ocasionando una disminución de su actividad antes de llegar a su desaparición fisi­ca, por lo que buena parre de las ex-plotaciones que están en un proceso gradual de desaparición pue­den ser contabilizadas aún como explotaciones acti­vas en los úlrimos censos.

Todo ello lleva a considerar que en el período de comienzos de los sesenta a mitad de lo- ochema se desencadena un proceso de reducción en el número de ocupados y de explotaciones, que tiene un ritmo relativamente reducido en sus índices e,xternos de descenso de población y de e>..1Jlotaciones, pero que altera ele modo intenso sus condiciones internas por el envejecimiento de los ocupados, debido a la emi­gración de los más jóvenes, con efectos en la reduc­ción del relevo generacional y en un descenso pro­gresivo en la actividad de las ex-plotaciones, que re­sulta en la fuerte elevación de las tasas ele descenso del número de ocupados y de desaparición ele ex­plotaciones en los últimos años.

La disminución en el número de ei-.-plotaciones es­tá sobre todo concentrada en las de menor tamaño por debajo de las 5 hectáreas de SAU, mienrras que

Page 82: Anuario UPA 1999

Tendencias y perspectivas

de las explotaciones familiares gallegas

Cuadro n24

EVOLUCIÓN DE LAS EXPLOTACIONES LECHERAS (1985-96)

Producción/explotación Concentrado

Las eA'"]Jloraciones de vacuno consti­ruyen el núcleo principal de la agticultu­ra gallega , estando presente esta accivi­dacl en el 73% de las exploraciones, sien-

Valores relativos (1985: 100) SAU (ha) (litros/explotación) (kg concentrado/litros leche)

do además la mientación productiva del 41 % de ellas que aport.:m el 59% del mar­gen bruto total.

FUENTE. Barbeyto, 1998,

El proceso de modernización delas explotaciones de leche ha ocurrid.o en Galiciacon cierto retraso con relación incluso a las otras Comunidades Autónomas de la Cornisa

106,6 145, 1 155 ,5

aumenta 1igeramente el número de las que tienen más de 10 hectáreas , con saldos positivos debido al in­greso de ell.-ploraciones procedentes de los estratos in­feriores .

El incremento en la superficie media ha sido de unas 3 hectáreas para el conjunto de Jos últimos cua­ren ta años, situándose por debajo del potencialmen­te posible con relación a las tierras teóricamente li­beradas en las exploraciones que reducen y cesan en su actividad, al darse una ligera reducción en la su­perficie disponible por el conjunto de las ell.'"]J loracio­nes censadas.

Paradój icamente, se ha dado una reducción en la superficie agtícola ú til cuando la rransformación ele la agriculrura tradicional y la disponibi lidad de la me­canización)' los fertilizames pem1iría la ampliación de la superficie ele cultivo con base a las tie1Tas dejadas anteriormente "a mon Le " para la provis ión ele mate­rias fertilizantes y la cría del ganado ele trabajo .

Así, en términos globales se mantienen aproxi­madamente las superficies dedicadas a monte , ocu­pando las dos terceras parres del rerriwrio, aunque con cambios cualitativos importantes al pasar de un predominio ele los usos integrados en las e.x-ploracio­nes de pastoreo, esquilmos y leñas a su desintegra­ción con la producción forestal, en general indepen­diente de las exploraciones, o con su abandono, que resulta en masas dominadas por el matorral, abar­cando respectivamente al 35 y al 2 7% ele la superfi­cie rora!.

Así, e,"\iste un claro contraste entre los aprovecha­mientos y la capacidad potencial de uso del suelo en Gahcia, ya que mientras que el 51 % de los suelos son aptos para el cultivo (35% para el continuado y 16% para el ocasional) , la superficie agrícola úitil sigue que­dando reducida al 31 % del toral (Sineiro, 1992).

Los cambios recientes en las explotaciones de vacuno

Tornamos como refereme para el análisis ele los cambios recientes a las ell.']J lotaciones ele vacuno, en especial las ele vacas de leche, en razón de su impor­tancia y de la problemática experimentada por la apli­cac"ión ele la política comunitaiia.

80

El proceso de modernización de las explotaciones de leche ha ocurrido en Galicia con cierto retraso con relación in­cluso a las otras Comunidades de la Cor-

nisa, desarrollándose en gran medida en los últimos vei_nte años en respuesta a un incremento en la de­manda industrial, a Ja divulgación tecnológica y al es­tímulo ele ·unos nuevos programas de ayudas a las inversiones en foITTla de subvenciones más adaptados a las pequeñas exploraciones.

Este proceso de mejora incluye varios componen­tes que en general se van desarrollando en un perío­do ele vatios años: la adquisición de ganado especia­lizado, la mejora del establo e instalación del ordeiio y refrigeración de leche, la mecanización y ampliación de la superficie fon-ajera, que en buena parte se reali­za por la roturación de monte.

El reflejo ele estos cambios ha sido una eA'"]Jansión en la producción de leche, que se ha incrementado a un ritmo medio del 2,9% en los últimos 15 años, de ah í las fuertes tensiones provocadas con Ja con­ringentación ele la producción, dado que su aplica­ción hubiese abortado en gran medida este proceso. La apl icación estricta de las cuotas se ha ido retra­sando en el tiempo llegándose a una situación en la que la producción real supera en unas 350-400.000 toneladas la cuota disponible.

En los ai'ios ochenta hay una repuesta masiva a los programas de mejora de exploraciones, que llegan a acaparar el 49% del total de las solicirudes realizadas en España. A partir de 1989 se s ustituyen por p la­nes de mejora ele explOLaciones con cofinanciación comunitaria, que son más selectivos y teóricamente no incluyen mejoras que conlleven un incremento de la producción, pero cuentan con un nivel más eleva­do de financiación. El 1itmo ele solicitudes se ha man­tenido a un notable nivel de unas 2.300 ell.'"]Jloracio­nes por año (MAPA, 1990-98). El nivel real de inver­siones parece aún más elevado comprendiendo al 24% de las eA'"]Jlotaciones en 1996 con unos 30.300 millones, que equivale al 28% ele la producción final de leche y carne de vacuno. Las inversiones están con­centradas en la maquinaria, ganado y construcciones, que absorben el 81 % del toral, con un papel muy re­ducido en la adquisición de tienas, con el 11 %; al que se acerca incluso la compra de cuotas con el 8% (IGE, 1996,1998).

Los cambios en las ell.-plotaciones ele vacuno tien­den a ser relativamente intensos, en especial el des-

Page 83: Anuario UPA 1999

1adro n9 5

XPLOTACIONES POR ESTRATOS DE TAMAÑO ECONÓMICO DE LA EXPLOTACIÓN (% SOBRE TOTAL, EXCEPTO PA­

i\ LAS DOS ÚLTIMAS EN % SOBRE PERSONAS CON OTRA ACTIVIDAD Y TIEMPO DE DEDICACIÓN A LA EXPLOTACIÓN)

COMPOSICIÓN FUERZA TRABAJO TOTAL DE LA EXPLOTACIÓN

JDEs/ Número Personas con Personas con ?Xplotación explotaciones SAU MBT UTA Personas <50% explotaciones otra actividad

<4 74,9 43,9 35,4 63,1 71,0

4a8 15,0 24,3 23,6 20,5 16,9

8-16 8, 1 21,6 24,5 12,8 9,6

>=16 2,0 10,2 16,4 3,7 2,4

Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

ILJENTE: encuesta de estructuras explotaciones 1995; INE, 1998.

s previsiones 1 descenso en número de plotaciones :orto-medio tz0están adas al de las plotaciones !l titular de ad avanzada e no cuentan 1sucesor -

. censo en su número a un ritmo anual del 4,6%, que se sitúa por encima del de las personas (FUENTE: IGE,

1998} La disminución afecta a la explotaciones de menos de 9 vacas, habiendo un incremento en las de mayor tamaño, pero las p1imeras siguen a equivaler al 74% del mral, aunque rengan sólo el 3-J.% del re­baño. Las previsiones del descenso en el número de ex-plotaciones a cono-medio plazo esrán ligadas al de las e.i..rplotaciones con titular de edad avanzada que no cueman con sucesor, que eran estimadas a comien­zos de los años 90 en el 24% ele ellas (Sineiro, 1992).

Las exploraciones ele vacuno evidencian impor­tantes limitaciones reniroriales, teniendo el 84% ele ellas una superficie ag1ícola útil inferior a 10 hectá­reas, donde se pocltian considerar situadas las nece­sidades forrajeras para el mamenimiento de 20 vacas que venchían a mar ar un umbral ele viabilidad. Ade­más, también están limitadas por la elevada parcela­ción, que sólo aparece solucionada en el 23% de las explotaciones incluidas en zonas de concentración parcelaria (lGE, 1998).

El aumento de la superficie uriHzacla por medio ele la roturación de superficies de monte a pastos ha si­clo uno ele los elementos claves en la mejora de las ex­plotaciones. Así, López Iglesias (1996) encornraba que el 40% ele las exploraciones habían roturado el 16% del monte del que disponían.

La mejora ele las ex-plotaciones siguió así una vía interna de e}..rpansión interna con un incremento de la superficie ag1ícola útil por roturación del monte, la mejora ele equipamientos, maquinaria y ganado, sin alterar apenas su dimensión renirorial llevando a una mayor intensificación con relación a la tierra y una de­pendencia progresivamente más elevada en los con­cenrraclos.

Así, en el período 1985-1996 las explotaciones ele leche incluidas los programas de gestión ruvieron

81

51,3 20,3

30,2 15,5

24,6 10,2

17,3 4,5

44,4 18,2

un incremento del 45% en su producción , que estu­vo sobre todo basada en la intensificación y en un ma­yor aporre ele concenrraclos (cuadro nº 4).

El proceso ele reesm1cruración de las e;.,,rplotacio­nes viene limitado por el volumen y rirrno de libera­ción de tierras procedente de las ex-plotaciones que cesan o reducen su actividad, así como por el de su transferencia por venda o arrendamiento a las explo­raciones que permanecen acúvas.

Las pérdidas netas ele este proceso son debidas a la retención de las tie1Tas que quedan abandonadas por sus propietarios o su destino a usos no agricolas como es su uso para la forestación o su urbanización (López Iglesias, 1996).

La causas de la reducida transferencia de la tierra liberada por las e.;•q:ilotaciones que reducen o cesan en su actividad han siclo abordadas por López lglesias (1996), que encontraba que sólo un 30% de las tie-1Tas libe.radas por una muesrra de e.x-plotaciones con­tribuían a la ampliación ele. la superficie de arras, que­dando las restantes abandonadas y, en menor medi­da , dedicadas a usos forestales o urbanos.

Desde el lado de su aferra, las transferencias ele tie­nas entre exploraciones están limitadas por la baja dis­posición a la venta o anienclo por parre de sus pro­pietarios, en especial de los agricultores de edad avan­zada, mientras que la demanda por parre los potenciales agiiculrores solicitantes está limitada por su elevado precio , por las características demográfi­cas de las exploraciones, por problemas de infraes­rruccura como parcelación o caminos de acceso , así como por la competencia ejercida por arras usos al­ternativos de las tierras a la producción forestal o usos no agratios (López lglesias, 1996), que se ve favore­cido por el hábitat disperso y la ausencia de una nor­mativa efectiva en la ordenación de usos del suelo.

La mayor parre ele la superficie incorporada a otras

Page 84: Anuario UPA 1999

Tendencias y perspectivas

de las explotaciones familiares gallegas

Cuadro n2 6 de esa reducida respuesta el bajo cono­

PERSONAS CON OTRA ACTIVIDAD EN EXPLOTACIONES DE VACUNO (1996) cimiento del programa y diversos pro­b lemas o reparos al mismo, siendo en­tre és tos los principales la dificultad de intermediación para encontrar un posi­

(% SOBRE TOTAL PERSONAS, EXCLUIDAS LOS PENSIONSITAS)

En explotaciones por nº de vacas ble receptor con casi el 30% de respues-Total personas de 1a4 de 5 a 9 Más de 10 tas, la cesión de las tierras y el importe de

las compensaciones, ambas en el en tor-Otra actividad ( %)

Total (miles)

FUENTE:! IGE, @98,

Cuadro n2 7

23,4

281, 1

29,0

140,5

22,5

62,9

15,0

77,6

EXPLOTACIONES DE VACUNO CON AL MENOS UN MIEMBRO CON OTRA ACTIVIDAD O CON PENSIÓN (1996)

ex

Con otra actividad

Pensionistas

Total (miles)

FUENTE; IGE, 1998.

Total % según nº de vacas lotaciones de 1a4 de5a9 Más de 10

38,8 41,5 41,6 31,4

69,4 74,2 63,8 65,5

86,4 44,1 19,9 22,4

e1'-ploraciones es medi.ante cesiones en precario sin acuerdo por esc1ito y con la posibilidad de ser recu­perada por el propietario en cualquier momento.

Sólo una pequeña parre de las explotaciones están afectadas por las transferencias de tierra; así, en el pe­ríodo 1992-94 tan sólo el 15% de las eA'Ploraciones incrementaban su superficie., mientras que otro 6% la reducía, pennaneciendo el resto de ellas sin cambios, habiendo un saldo positivo muy reducido equivalen­te al 2% de la superficie toral de las explotaciones de vacuno (IGE, 1996).

Con relación a este problema de. transferencia de tierras interesa re.visar el efecto de dos programas co­munitmios: el cese anticipado y fa forestación de tie­tTas agrarias.

El programa ele ce.se anticipado ha te.nido un de­satTollo muy escaso en Galicia, con poco más de 315 beneficiarios en el periodo 1990-96, mientras que As­turias tenía en términos relativos un nivel de respuesra casi veinte veces superior a Gallcia, con relación al nú­mero de titulares en el estrato de. edad de. la prejubi­lación. Esre re.ducidísimo número de beneficimios del programa en Galicia viene a equivaler al 0,8% de los potenciales ti tulares que cumplían con los requisi­tos del mismo y al 0,9 por mi.l de los existentes con ese estrato de edades en e.1 censo ele 1989. En un es­tudio realizado en 1992 se identifican como causas

82

no del 15%, y los problemas ele herencia del tirular con el 6% ele las respuestas.

El programa de forestac ión, que fuera concebi.do corno una vía de compensa­ción al ajuste de precios y al control de la producción en la reforma de 1992, ha si­do desvirruado en su aplicación prácti­ca en Galicia. Ello es debido a varios mo­tivos: la ausencia de lim itaciones para la realización de esas plantacion es sobre cualquier tierra de cultivo o pastos , el ele­vado nivel de subvención que compen­sa o incluso supera el coste de los traba­jos realizados, la aceptación de su ejecu­ción por empresas que realizan los trabajos a cambio del cobro directo de la subvención, el uso mayOLitario de es­pecies de ciclo cono en especial euca­lipto y pinos, la falta de aplicación efec­tiva de las medidas agroambientales.

El desarrollo de este programa ha ve­nido a ampliar la competencia por las rie tTas poten­cialmente liberadas por la reducción ele actividad o cese de explotaciones, reduciendo la oferta por parte de sus propietari.os no sólo para la venta, si.no para también para las cesiones informales , al primar la re­tención ele las tiemis por sus actuales propietari.os con la e.'\-pecrativa, sobre rodo a medio plazo, del aprove­chamiento ele las plantaciones realizadas con especies ele ciclo corto, en especial el eucalipto .

Además, crea problemas ele dispu tas por el efecto del arbolado sobre los terrenos colindantes de culti­vo y es contradicrmio con la situación de la agricul­tura gallega con una superficie agrícola úril ya muy li­mitada. Al contrario que para los otros dos programas ele acompañamiento, de cese anticipado y medidas agroambientales, donde la participación de Galicia era muy reducida, en este caso los beneficiarios gallegos equivalen al 23,3% del toral nacional (MAPA, 1998).

El delicado encaje de las pequeñas explotaciones

El grupo de explotaciones que podrían propor­cionar rentas familiares que les permitiera depender en exclusiva o principalmente de la agricultura, que se si tuaba al comienzo de esre artículo por encima de. 8 UDEs, queda en Galicia reducido al 10% ele ellas

Page 85: Anuario UPA 1999

tyuna !lyoríade plotaciones nuna nensiónmuy queñaque ecisandel mplemento de ~singresos

rala elevación unas rentas rariasmuy lucidas -

según la encuesta de estructuras de 1995, que pue­de estar algo infravalorada debido a la base ele precios usados para su cálculo.

En el otro e,xtremo hay una mayoría ele explota­ciones con una dimensión muy pequeña que preci­san del complemento ele otros ingresos para la ele­vación ele unas remas agrarias muy reducidas: el 75% tienen menos ele 4 UDEs (800 .000 pesetas) y otro 15%, entre 4 y 8 UDEs. En estas pequeñas explota­ciones es tá el 88% ele las personas, ele las que el 43% tienen una ocupación secundaria en la explotación en términos ele tiempo ele trabajo, de las que menos de la mitad tienen orra actividad remunerada fuera de la explotación (cuadro nº 5).

La situación actual y las condiciones de entorno ele la agricultura gallega, teniendo en cuenta la evo­lución de sus esrrucruras en los últimos años y la evo­lución global de su economía, así como las limita­ciones productivas derivadas de la PAC, no llevan a esperar unas alteraciones importantes en su estruc­tura productiva en el cono y medio p lazo. Y esto es así analizado desde diversos puntos ele vista: econó­mico, porque el 41 % del margen bruto total es apor­tado por las pequeñas e11.1Jlotaciones de menos de 8 UD Es; ele gestión del tenitorio, porocupar el 68% de la SAU; y por cuestiones del empleo, por contener al 88% de los agricultores y por la reducida capacidad de. creación ele empleo de la economía regional.

Ello supone un encaje delicado que genera pro­blemas en la evolución de las esm1cruras y organiza­ción ele la producción, que precisa ele medidas y es­tímulos especí.ficos que no pueden ser abordadas en este análisis más general. No parece correcta la posi­ción de los que simplemente están aguardando por una desaparición masiva ele estas pequeñas explora­ciones, que al menos parece muy improbable que se produzca en el medio plazo.

Las oportunidades de rrabajo en el medio rural ga­llego son muy limitadas, lo que lleva a que exista un fuerte desfase entre las personas que tienen una de­dicación parcial a la explotación en tiempo de traba­jo y las que tienen una actividad remunerada, que en las pequeíias e,xp lotaciones ele menos ele 8 UDEs comprende al 25% ele las personas, aunque en parre también puede estar afectado por la presencia de una proporción elevada ele pensionistas parte ele los cua­les sólo trabajan a tiempo parcial. Por eso se les ha e,x­cluido en las exploraciones ele vacuno para el cóm­puto de las personas con otra actividad, que no ll e­gan al 30% ni en las e.x.--plotaciones más pequeñas (cuadro nº 6).

Las bajas oporrunidacles de trabajo en el medio ru­ral también parecen indicarse en un estudio limita­do a la provincia de A Coruña, tanto por la estructu­ra secto tial e,xistente en los miembros de las explota­ciones con orra actividad con el 42% de los activos en

83

la consrrucción, el 32% en la industria y el 18% en los ser.~cios, como por su siruación profesional, sien­do profesional el 57% asalariados eventuales y el 15%, autónomos; con sólo el 28% como asalariados fijos.

Desde el punto de vista de las remas de las e>..-plo­raciones , interesa conside rar aqué llas que tienen al­gún miembro que recibe orros ingresos derivados de la realización de una actividad lucrativa fuera de la ex­plotación o de la percepción ele una pensión (cua­dro nº 7) . El 69% riene al menos un pensionista, su­perando en 30 puntos a las que tienen alguna perso­na con orra acth~dad. De ahí que , dado que este margen no parece que llegue a compensarse por la di­ferencia en retrLbuciones entre los salarios y pensio­nes percibidas, teniendo en cuenta los sectores ele ac­tividad y las situaciones profesionales ames citadas, puede estimarse que las aportaciones de las pensio­nes son un complemento ele rentas globalmeme más importante que los ingresos procedenres de otras actividades en las e,'qJlotaciones gallegas, llegando a aportar un vo lumen de ingresos superior a los cleti­vados ele la actividad ganadera en las e>.1Jlotaciones más pequeiias de menos ele 4 vacas. e

BIBLIOGRAFÍA

-BARBEYTO, E, 1998. E.xplowcións ele vactí11 de /cite en Gali­cia. Man exo técnico e resultados económicos. Ano 1997. Conse­llería de Agliculwm, Gandc1ía e Montes. Xt111ta de Calina

-COM ISIÓN EUTWPEA, 1997. La s1t11crció11 ele la agrirn/turn en la Unión Europi:a. I11fo1111 e 1996. Comunidades Europeas. Brnselas.

-INSTITUTO GALEGO ESTATÍSTICA, 1996. En lLli a de ex­plotaeións de vaetín en Ca lina 1994. Co11scllc1ía de Economía e Facencla. Xunta de Galicia. Santiago.

-INSTJTUTO GALEGO ESTATÍSTICA, 1998. Enc¡u1sa debo­vino 1995-96. Co11sdle1ía de Economía e Facenda. Xw1tc1 ele Ga­licia . Santiago.

-INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA, 1998. Enrnes­la sobre la est111ct11ro de las t:Xplotaciones agrícolas 1995. Rcsul-1aclos por Comunidades Autónomas; disllctcs de Galieia, Ast.u­lias, Cantab11ay País Vasco. Madrid.

-INSTITUTO NACIONAL DE. ESTATÍSTICA (Portugal), 1996. l11c¡whito it estn1ctura das cxplo1w;óes agrícolas 1995. Lisboa.

-LÓPEZ IGLESIAS, E., 1996. Movilidad de la Lima y d1ná111i-ca de las cst 111cturas agrwias m Ga/1eia. Sclic Estudios. MAP.A.

-MINISTERIO DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTA­CION, 1990 a 1998. La agricultura, la pesca y la alimentación cspC11iolas en ... (dift1rntes w'ios).

-SIN El RO GARCIA, E, 1992. Lo rn111bios operados en la agri­CI1ltt1ra y c1etividadcs foresta les en el pe1íodo 1962-1988. tipolo­gía ele las indust1ia agroali111enta11as y de la tran~fonnanón de la madera. E11 Estrw:tura económica de Galicia. Coord. F Gon­

zálcz Laxe, 57-124. Biblioteca ele economía. Ed.Espasa Ca/pe.

Page 86: Anuario UPA 1999

Agricultura Ecológica en Anct. rucía: "Salud para la vida, vida para el f'utur. '~

Page 87: Anuario UPA 1999

\.gricultura, medio ambiente r desarrollo rural

PEDRO tUIZ AVILÉS

C.<.·1 1t1 o de m w.t1gac1ó11 y f orma ió11

Agrana de la omejcría de

Agncult11ra y H:sca de /.u junta de

A11do/ucíu

e uriosamenre, uno de los primeros docu­mentos ele la Unión Europea que aborda la relación entre medio ambiente y agricultu­ra data de 1975 y se refiere a las zonas de

montaña y desfavorecidas (1). Como es conocido, tra­taba de hacer [reme a la problemárica de las zonas rn­rales más frágiles estimulando su acriviclacl económi­ca, y al mismo riempo, que1iendo promover una agri­cu ltura respetuosa con el medio ambienre y la conservación ele sus recursos pacrimoniales.

Pero aún habrían de rranscurrir más ele 10 años para que esta interacción ag1iculrura-medio ambiente fuese oficialmente reconocida. Concretamente, en el Acta Única Europea (1987) y en el posrerior regla­mento (2078/ 92) , anticipándose, en el p1imer caso, a lo que ya demandaría el documento comunitario so­bre "El Fururo del Mundo Rural" (1988).y la Cumbre de la Tierra (1992) en la Agenda 21 a escala universal.

Desde este momento , la que era una roma de conciencia por parte de algunos ámbitos intelectuales o de grupos de opinión pasa a ser objeto de la preo­cupación institucional y polírica.

Los agricultores europeos , también habrán de con­nibuir a preservar su medio rural, garantizando, como afirma el infonne BRUNTLAND ele la ONU, su trans-

85

misión en buenas condiciones a las generaciones fu­ruras, y a la vez favorecer y estimular prácticas agra­rias que contribuyan un buen uso y disfrute del mis­mo. En especial para actividades de ocio y turismo rural.

Este es el contexto en el que Jos Estados dela UE han comenzado a gestar y aplicar medidas agroam­biemales y otras acciones e insrrumentos conexos. Aun­que el volumen financiero y el nivel de sensibiliza­ción y concienciación sea cliferenre según los países lo cierto es que la presión social juega a favor de su pro­moción y exrensión. Y así está sucediendo también en España y en el caso parricular de Andalucía.

La PAC y el desarrollo sostenible

Con la puesta en vigor del Acta Única (1992) es cuando comienza verdaderamente la "Política Común de Acción hacia un Desarrollo Sostenible". En ella se instaba a los Estados miembros a incorporar obliga­ciones de respeto medioambiental en rodas sus polí­ticas. Por eso, en la reforma de la PAC de 1992 ya se introdujeron objetivos medioambientales (ver cuadro nº 1), concretados en el ya citado Reglamento (CEE)2078/ 92 .

Page 88: Anuario UPA 1999

Agricultura, medio ambiente

y desauollo rural

Cuadro n2 1

OBJETIVOS MEDIOAMBIENTALES DE LA PAC DE 1992

• Mantenimiento de los procesos indispensables de la agricultura que conduzcan

a un desarrollo duradero del medio rural.

• Conservación de los recursos hfdricos.

• Protección de los suelos y preservación de los recursos genéticos.

• Reducir la utilización de productos químicos en la agricu ltura.

• lmgulsar prªcticas de gestión medioambiental compatibles con las exigencias

de un desarrollo duradero.

• Preservar la biodiversidad y los hábitats naturales.

• Minimizar los riesgos naturales.

• Adoptar las medidas agroambientales, de forestación y reforestación para tierras

agrarias.

voluntad de la UE en aplicar lo que, con frecuencia y con excesiva ampulosidad desea estimular. Y es mucho, según muestra el cuadro nº 2, elaborado partiendo de un in­forme de la propia Comisión Eu­ropea.

En el V Programa Comunitario de Medio Ambiente, en vigor des­de 1992 y revisado en 1998, se in­cluyen remas que incumben, o también conciernen , al sector agra­rio y alimentario (ver cuadro nº 3).

Además hay otros aspectos pa­ra-agrarios que se plantean a los 15 Estados actuales de la UE y tam­bién a los futuros miembros:

• Evaluar los impactos ambientales de medidas y proyectos de mejora o modernización

de infraestructuras estructuras agrarias o desarrollo rural.

- Ejecución de los acuerdos de las cumbres de Kyoro (1997) y Buenos Aires (1 998) sobre el Cam­bio Climático.

•Incentivar tos métodos agrícolas compatib les con el medio ambiente, la agricultura

ecológica y las tecnologías blandas en la producción agraria y de alimentos. - Tratamiento específico de los

problemas de acidificac ión y con­taminación de suelo y atmósfera , con especial referencia al tema de los ni traros en las aguas y el "efec-

Hasta al menos el año2010vaa continuar el proceso de urbanización y crecimiento sostenido de la UE; lo que sin duda tiene incidencia en su demanda de alimentos

Es España funcio nan ya cuatro medidas horizon­tales o ele carácter genérico:

H 1. Exrensi llcación ele cultivos en zonas agrícolas. I-12. formación ele técnicos y agricul tores en el co­

nocimiento y la aplicación ele técnicas comparibles con el medio ambiente.

rD. Conservación ele razas autóctonas en peligro de extinción.

H4. Fomento de la agriculrura ecológica. Hay varias medidas de üpo vertical de entre las que

destacaremos dos: l.Hégimen de ayudas para agricultores de las Zo­

nas de Especial Protección para las Aves (ZEPAs) y ele las áreas de influencia ele humedales acogidos al Con­venio MMSAR.

2 .Ayudas a acciones a aplicar en la zona de in­lluencia del Parque Nacional ele Doñana (Sevilla­Huelva).

Otras medidas conocidas como zonales referidas en este caso a Andalucía serán objeto de comenra1io posterior.

Desde el año 1993, con l<J aplicación del regla­mento 2078/ 92 , resulta obligatoria la roma en con­sideración ele estas medidas y, también , garanüzar la evaluación ele su incidencia medioambiental, agraria y socioeconómica. Cierro es que, al regir en su apli­cación los principios ele cofinanciación y de subsi­diariedad por parre de los Gobiernos , - y en España también ele las regiones- están surgiendo diferencias en su puesta en práctica y poniendo en evidencia la

86

ro invernadero ''. -Afrontar el tema del empobrecimiento de los re­

cursos naturales y la disminución biológica del espa­cio europeo.

- Encarar el asumo del depósito, almacenamien­to y tratamiento de residuos conraminanres o peli­grosos.

- Abordar con más decisión los aspectos de sani­dad y salubridad alimentaria, y el uso de productos nocivos para los seres vivos .

En la Cumbre ele Card iff (1998) se elaboraron pro­puestas y recomendaciones al Consejo de Ministros, el Parlamento y la Comisión Europea a fin de que die­ran cumplimiento al artículo V1 (reformado) del Tra­tado ele la Unión.

A este respecto , los instrumentos con que la UE cuerna o se ha dorado recientemente figuran en el cuadro nº 4.

La Agenda 2000 y el medio ambiente

Según dive rsos estudios de prospectiva, hasra al menos el año 2010 va a continuar el proceso ele ur­banización y crecimiento sostenido ele la UE; lo que sin duela tiene incidencia en su demanda ele alin1en­ros, en los patrones ele consumo y, por supuesto, en las políticas de clesatTOllo rural. En el infom1e sobre las nuevas mientaciones de la PAC y la ampliación al Este (Agenda 2000) se menciona la necesidad ele re­forzar las ayudas estructurales ligadas a la protección

Page 89: Anuario UPA 1999

uadro n2 2

~TEGRACIÓN DEL MEDIO AMBIENTE EN LA POLÍTICA RURAL

1. ¿En materia de medio ambiente es un área especial?

• Zonas de protección especial: aplicación de directivas concernientes a las aves salvajes, la

conservación de los hábitats naturales y la fauna y flora silvestre: Natura 2000, hábitats, Ll ­

FE, ZEPA, etc.

Ítem más, las polí ticas agroam­bientales es de esperar que reciban un mayor impulso si, como es de prever, en la discusión de la "Ron­da del Milenio" en el seno de la Organización Mundial de Comer­cio surgen nuevas objeciones a las ayudas direc tas a la producción agraria. Lo cier ro es que, al día de hoy, aírn represeman menos del 4% de rodas las ayudas ges tiona­das por el FEOGA-Garantía y, por consiguiente, exis re un amplio margen para poder aumem ar su cuantía.

• Zona vulnerable: directiva relativa a los nitratos en suelos y aguas.

• Zona de montaña o desfavorecida.

• Zona incluida en un objetivo de desarrollo reg ional o rural: 1 y 5b.

• ldem. incluida por una acción agroambiental zonal: R(CEE)2078/92.

~-¿Qué factores medioambientales deben contemplarse?

• Respeto de los recursos naturales.

•Elección de pesticidas adecuados (D. 91/414/CEE)

• Respeto de las reg las en retirada de tierras.

• Respeto de las normas concernientes a las explotaciones ganaderas intensivas.

Con esta nueva orientación am­bien ra]is ta se intenta, asimismo , dar un giro positivo a las relacio­nes em re agricul tura y sociedad . Y en es te semido, la Ley ele O rien-

•Adopción de topes máximos en la aplicación de abonos (directiva de los nitratos). tación Agraria recién aprobada en Francia avanzarla en esa dirección estableciendo la posibilidad de li-· Valores máximos de lodos de depuración.

l. ¿Qué puedo hacer por el medio ambiente?

Extensificación: R(CEE)2078/92.

Agricultura ecológica: R(CEE)2092/91 y 2078/92.

Preservación de la biodiversidad y los recursos naturales (R2078/92).

Gestión de espacios naturales: R(CEE)2078/92.

Medidas de reducción de impactos. Directiva 85/337/CE (Rev. 1993)

. ¿Qué otras medidas son aplicables?

Normas sobre calidad y denominaciones de origen.

Reg lamento sobre mejora de estructuras agrarias: R(CEE)950/97 (Decreto 204).

Reg lamento de coordinación de fondos estructurales: R(CEE)2052/88 y 4256/88.

Ayudas para formación profesional: R(CEE)4255/88.

Iniciativas LEADER 11 , ADAPT, INTERREG.

Ayudas para la adopción de buenas prácticas agrarias: R(CEE)2078/92.

JENTE: Elaboración a partir de Com1slón Europea (1998) DGVI "Search far Europe".

y conservación del medio ambiente, a la calidad, sa­n idad y salubridad ele los proclucros agra1i os y ali­mentarios, a la realización de buenas prác ücas liga­das a esas obligaciones (en especial, en las áreas ru­rales más frágiles), a la irnegrac ión de todas esas acciones en las OCMs y las políricas ele desarrollo ru­ral. Así se da contenido al mandato de la denomina­da Declaración de Cork (Irlanda) del oroiio de 1997 (cuadro nº 5).

87

gar las ayudas direc tas a un con­rraro agticultor-Administración en el que el primero se compromete­ría, entre a rras cosas, a ap licar en su exploración (y qu izá en su en­romo) prácticas respetuosas con el patrimonio rura l. Lo mismo cabe afirmar ele la propuesta de la Agen­da 2000 de modular las ayudas en fun ción de las responsabilidades medioambie ntales asumidas.

Restan por aclarar, sin embargo, numerosas cuestiones importantes entre las que cabe citar las vi ncu­ladas a los comprom isos de eco­condicionalidad, una mejo r p re­cisión de los cód~gos de "buenas prácticas" e itinerarios [écnicos, las modalidades ele participación , y de compromiso, de las diversas ins ti­tuciones y grupos de inte rés, la apl.icación del principio de subsi­di.a riedad , garantías para minimi­zar el tra ta discrim in arnrio entre

productores por la vía de la renacionalización de es­tas ayudas, etc.

Aplicación de las medidas agroambient:ales en Andalucía

Su puesta en marcha data del año 1996 e incluso más tarde y, por ranto, la opinión sobre su aplicación resulta aún preliminar al carecerse de sufi ciente pers-

Page 90: Anuario UPA 1999

Agiicultura, medio ambiente

y desarrollo rural

Cuadro n2 3

CONTENIDO DEL V PROGRAMA COMUNITARIO DE MEDIO AMBIENTE

Abordar de manera decidida estos temas:

• El Cambio Climático y la ejecución de los acuerdos al respecto derivados de las cumbres

de Kioto (1997) y Buenos Aires ( 1998).

• La acidificación y contaminac ión del suelo y la atmósfera .

• El empobrecimiento de los recursos naturales y la diversidad biológica del espacio europeo.

• Degi:ad~c ión d 1 mec;J io urbano.

• Deterioro de las zonas costeras y algunos entornos insulares.

• Un problema no resuelto: el depósito y almacenaje de residuos. ~~~~~~~~~·-·

• Evaluar la incidencia de las redes de comunicación y de transporte.

• Incidir en los aspectos de sanidad y salubridad, y el consumo alimentario y de productos

en el hogar y la construcción.

Cuadro n2 4

INSTRUMENTOS DE LA UNIÓN EUROPEA EN MATERIA DE MEDIO AMBIENTE

• El PROGRAMA LIFE con tres líneas de acción

• LI FE-Medlo Ambiente: l+D en industria , D+A.T. a municipios y en la adopción de legislación

comunitaria.

• LIFE-Naturaleza: hábitats y fauna y flora silvestre.

• LI FE-Terceros Países: En 1997 priontaria la Cuenca Mediterránea.

• Apoyo a actividades de Información y Sensibilización: "Bandera Azul'', Premios Europeos,

Conferencias Nat-Tour.

• Ayudas a ONG(s) preocupadas por el medio ambiente.

• Programas Educación-Medio Ambiente.

• Protección Civil y Lucha Contra Emergencias Ecológicas.

• Fondos de Cohesión y su aplicación a polfticas de infraestructuras y medioambiente.

• Incorporación del tema medioambiental en otras iniciativas y políticas: FEDER, FSE, FEO­

GA, IFOP, LEADER 11 , INTERREG , ADAPT, BEi, Planes de Desarrollo Regional, etc.

a comarcas con bajos rendimientos agrícolas: Los Pedroches (Córdo­ba), A.ndévalo y La Sie1Ta (Huelva) y Huéscar (Granada) .

En Fomento de la Formación Ambiental se han benefi ciado 13 organizaciones, destacando la Con­federación de Cooperativas Agra­rias (CCAAE y, an tes FAECA), UA­GA y UPA. Durante el trienio 1996-98 se han invertido 615 mi­llones y por estas cursos pasaron 30.000 alumnos, principalmente agiicultores y estudiantes de ramas agra1ias. Además la Conseje1ía de Agricultura a través de sus servicios fon.nativos se han realizado 7 cur­sos de form ación para aprmdma­dameme 200 monitores agroam­bientales.

En la Medida de Conservación de Razas Autóc tonas se ha actua­do especialmente en estas razas:

- En caprino: payoya y blanca serrana.

- En ovino: merino de Grazale-ma.

- En bovi no: mos trenca, be­rrendas en negro y en colorado y p~ju na.

Pese al con o tiempo de su en­trada en vigor se ha conseguido ya la creación de siete Asociaciones de Defensa de Razas AU[óctonas .

En cuanto a la medida H4 de Fomento de la Agricultura Ecoló­gica, hasta finales de 1998 se han acogido l. 768 apicultores anda­luces con casi 40.000 hectáreas (el

21,5% del toral) recibiendo algo más de 1.000 mi llones de pesetas durante 1996-98. c

abe mencionar como cultivos el olivar (casi la mi tad), el viñedo, los pastos y la dehesa, sobresaliendo como comarca de aplicación Los Pedroches.

pectiva para emitir un diagnóstico riguroso sobre su posibl.e impacto ambiental y socioeconómico. No obs­tante, ya hay algunas pistas que permiten apreciar el esfuerzo emprendido.

La medida Hl ele Fomento de la Ag1iculrura Ex­tensiva, ha amparado en Andalucía a 16.000 y a 23 .000 hectáreas, respectivamente, en 1996y 1997. Geográficamente, como era esperable -aunque para algunos ámbitos también es discutible-, ha afectado

En total, el importe de la aplicación en Andalucía ele estas cinco medidas ha superado ligeramente en el trienio 1996-98 los 1.500 millones ele pesetas . Sin duela, lejos del más de medio billón ele pesetas que percibe en ayudas a las rentas la agricultura an­daluza.

88

Por otra parte, en Andalucía hay ya aprobados cin­co programas regionales, que abarcan los siguientes aspectos:

Page 91: Anuario UPA 1999

llimporte de l aplicación en mdalucía de las tedidas groambientales a superado geramente neltrienio 996-98105 .500 millones de e setas

Cuadro n2 5

ALGUNOS ASPECTOS MEDIOAMBIENTALES DESTACABLES DE LA AGENDA 2000

1. En políticas agrarias y de desarrollo rural

• Ligazón o subordinación de ayudas a sostén de precios y mercados a criterios ambientales.

• Apoyo a la extensificación, agricultura ecológica, denominaciones de calidad, sanidad y salubridad ali-

mentaria y al bienestar animal.

• Reorientación de los programas de desarrollo rural hacia más énfasis ambiental.

• Exigencia de compatibilidad (o de impacto) a todos los proyectos dEi desarrollo: regionales, rurales, etc.

• Compensaciones especiales a las zonas de montaña y/o desfavorecidas. Criterios medioambientales en

las OCMs.

• Mayores fondos para medidas horizonta les y verticales, agroambientales e inclusión en los programas de

desarrol lo rural.

• Puesta a punto de indicadores de evaluación sobre la aplicación de orientaciones medioambientales en

todas esas medidas e iniciativas.

2. En las políticas regionales y de cohesión

• Todos los Fondos Estructurales Europeos (FSE, FEDER, FEOGA-0 y de Cohesión) tendrán como meta un

desarrollo duradero con equidad social.

• Se podrá aumentar (como en el LEADER 11) el volumen o el porcentaje de coflnanciación de programas o

medidas que contribuyan a la protección o conservación del medio rural.

• Los Planes de Desarrollo Regional y los de Desarrollo Rural serán evaluados previamente bajo el punto

de vista medioambiental.

• Los proyectos de inversión con más de 50 millones de euros contendr;:!in un detallado análisis de Impacto.

• Invitación a la participación en los Programas de Desarrollo Regional (y Rural) a las ONG(s) y movimien­

tos sociales medioambientales.

3. La ampliación al Este y la cooperación internacional

• Los países candidatos (PEGOS) habrán de asumir el acervo comunitario en M.A.

• Selección prioritaria de sus programas de inversiones o de modernización de su administración que in­

cluyan propuestas en medio ambiente.

• Incremento de los recursos a programas de cooperación internacional de la UE: PHARE, ISPA, MEDA,

Fondos al Desarrollo Agrario, etc.

• Cumplimiento a compromisos de la U.E.: Cambio Climático, reducción del Efecto Invernadero (2008-

2012), incremento del consumo de energías renovables, eliminación de gases contaminantes, etc.

• Cooperación (o exigencia) Internacional para que todos los países adopten normas de respeto al Medio

Ambiente.

1. Lucha cono-a la erosi ón en el olivar, con cerca

de 8.000 solicitudes y que pensamos será el verda­dero banco de pruebas sobre la volumad de las tres

administraciones (autón oma, estatal y comuni raria)

en apostar por es tas medidas contracmales. 2. O tra medida es el [omento de l a conservación

ele la dehesa a gesti onar conjuntamente con M edio

Ambiente.

89

- Primas para la Apicultura trashumante.

-Apoyo al cultivo de la ca frn de azúcar. - Ayudas al sec tor de la uva pasa en la A,xarquía

(M álaga) .

Partiendo ele estos resultados - poco significativos

como se ha dicho- y el seguimiento que venimos ha­

ciendo a través de cursos formativos y visitas de cam­

po , realizados en el marco de un proyecto el e I +O re-

Page 92: Anuario UPA 1999

Ag1icultura, medio ambiente

y desarrollo nlral

Espacialmente, la aplicación del programa agroambiental ha

1 sido desigual, sibienlos territorios más beneficiados han sido algunas de las comarcas andaluzas ambientalmente más frágiles

gional, seguidamente esbozamos algunas ideas sobre las tendencias observadas sobre la aplicación de las medidas agroambientalcs.

Espacialmente, la aplicación ha sido desigual , si bien los terrimrios más beneficiados han sido, como se deseaba, algunas de las comarcas andaluzas am­bientalmente más frágiles: las de montaña y de infe­rior productividad agrícola ..

En el aspecm temporal, parece necesaria una ade­cuación mejor a los objetivos pretendidos y a las ca­racteristicas de los solicitantes. Medidas como la sa­Linización ele suelos, la protección de las aguas, la pér­dida de la biocliversiclacl, etc. tienen un horizome ele valoración ele su aplicación insuficiente. Por el con­trario otras relacionadas con la exrensificación o el abandono de tierras se han revelado como demasia­do rigurosas en cuanto a Las obligaciones asumibles por los agriculmres.

Considerando la dimensión monetaria, la may01ía de los entrevistados Lamenta la escasa cuantía asig­nada. Lo que aparece relacionado con la aplicación del principio de subsidiariedael y el poder económi­co de cada Estado en la U.E., y que no privilegiaría a las zonas más necesitadas. En el Reino Unido se han percibido 159 euros/hectárea ele SAU como medida en 1997 y 13,5 en Alemania por sólo 1,2 euros/hec­tárea de SAU en España.

En cuanto a Las características de los beneficiarios, se han detectado dificultades en los requisitos a cum­plir por parre ele los potenciales solicitantes: ser titu­lar de una eA-plotación, condición de profesional ele la agricultura. Lncluso en la medida de [omento de

90

agricultura ecológica son penalizados con menor subvención aquellos agri­cultores que ya eran ecológicos antes ele comenzar a aplicarse aquella.

Muchos ag1icultores son renuen­tes a aceptar una pérdida en sus in­gresos a corto plazo por disminución de los rendimientos si además sus rentas como consecuencia ele las re­formas de las organizaciones de mex­cado se hayan en disminución, y co­mo ponen ele manifiesto los propios informes de la Comisión Europea.

En los componentes institucional y social está avanzándose significari­vamenre en lo que respecta a la concienciación de los agricultores y otros co lec tivos sociales del medio rural y en la sensibilización de toda la sociedad. En ésta los nuevos mo­vimiemos socia les y los medios de comuni.cación han desempeñado un gran papel.

Por el contrario, aún se perciben carencias ele infonnación sobre las características ele estas ayudas y la consecución ele las certificaciones precisas. También han aparecido algunos desajustes, en parte ya subsanados, a la hora de responsabilizar a la administración autonómica y a las OPAS de las actividades íormativas sin que estas contaran con las c01Tespondientcs infraesrructuras en func ionamien­to. lgualmeme el seguimiento administrativo de la aplicación es[á resultando demasiado oneroso con respecto a la cuanóa económica asignada globalmente y por beneficiario.

En lo referente a la normaüva en sí el juicio es ambivalente . Se valora su necesidad y oponunidad pero también se reivindica una mayor L1exibilidad y adaptación a las caracte.Jisricas de cada tenitorio: no es lo mismo la agricultura-tipo del Norte que la del Sur ele Europa. Por otro lado habría que trab~jar más en la definición ele indicadores - y no sólo técnicos, también económicos y sociales- que den una visión más integrada del e.srado de la naturaleza, ligándolos a la producción de hábitats , paisajes o ecosistemas, La generación de actividades ligadas al ocio y el turis­mo rural, etc.

Conclusiones

El tema ele la conservación y protección de nues­tro panimonio rural, y en particular del medio am­biente, trasctende lo que hasta hace poco era un ob­jeto material o volumarista para pasar a ser una obli­gación, una exigencia , que a rodas concierne. La sociedad en general y, entTe ella Los ag1i.cultores, sus

Page 93: Anuario UPA 1999

rumerosas áreas urales españolas ·andaluzas ozan aún de una osición rivilegiada nmateria e calidad e su entorno

organizaciones profesionales y el resto ele la población rural soy consciernes ele la importancia ele la rarea y de los impactos o exremaliclacles -negativas y positi­vas- ele la actividad humana sobre el enromo . Nu­merosas áreas rurales españolas y andaluzas gozan aún de una posición privilegiada en mare1ia de calidad ele su enromo, y por ramo para el ejercicio en él de múl­tiples Funciones ambientales y/o actividades produc­tivas y generadoras de bienes y servicios.

Si bien hemos p1i01izado en el análisis, como co­tTesponde, las acciones en mare1ia de políticas agro­ambienrales y de desarrollo rural es evidente que és­tas son inrerdependiemes; e interaccionen con otras en la construcción de un compromiso medioam­biental, parre funclamemal en la consecución de un desatTol!o duradero del mundo mral.

Acrualmeme, en los ámbitos cienúficos y técnicos, abundan los métodos de valoración de preferencia so­ciales (precios hedónicos), de la disposición a pagar por los individuos, o la sociedad, por utilizar, o man­tener una especie o recurso ambiental en vías de ex­tinción , por ejemplo. Aumentan igualmente los clu­dadanos adeptos a movimientos socia les y grupos de interés rei\indicativos y creciemememe preocu­pados por los recursos, renovables y no renovables,

del planeta. Esw ha contribuido a darle un trata­miento pluridisciplinar a la problemática y, también, a la generación de oportunidades benéficas de em­pleo en la gestión de estos activos .

La puesta a punto del contrato medioambiental (o integral) Estado (o región) -agricultores, al quepo­drían aplicarse fondos ahorrados con la modulación de las ayudas agrarias- puede ser el instrumento ca­paz de legitimar, dar contenido y reforzar a la secular relación simbiótica Agriculrura-Naruraleza; y la vía pa­ra conseguir ese anhelado pacto social común a favor de la vi.da en la tierra. La nuestra y la de las genera­ciones sucesivas, humanas y no humanas.

Y bajo esta perspectiva es como hemos de justifi­car socialmente el apoyo económico que recibimos. Un modo de alterar en positivo el conocido pti.ncipio polucionador-pagador por el lema más positivo "el que conserva cobra " que incorporábamos al docu­mentos Bases para un Plan de Desarro llo Andaluz". No son, no somos, ganaderos y agricultores, prota­gonistas negativos en la responsabilidad de la pro­tección del sistema ambiental, sino destacados con­tribuyenres en esta tarea. Función que, acertada­mente, se nos reconoce ya en la gran mayoría de los ámbitos de decisión . e

Page 94: Anuario UPA 1999
Page 95: Anuario UPA 1999

1EBNANDOE. GARBIDO

/E A Lte Anda/u íd­

CSI . Ccínlobr1 .

Medida~; agroambientales: . ,, una opc1on para la agricultura familiar

Es un hecho que un nuevo discurso sobre la pluri[uncionalidad ele la agricultura y los es­pacios rurales ha acabado imponiéndose co­rno discurso dominante en la Unión Euro­

pea en este final del milenio. Dentro de ese discurso ocupa un lugar preferente el apoyo a la introducción de métodos de clesaITollo sostenible en las prácticas agiícolas y ganaderas para hacerlas más respetuosas con el medio ambiente, tal como quedó reflejado en las medidas ele acompañamiento ele la reforma ele la PAC ele 1992 -concretamente, en el R(CEE) 2078/ 92 que regula el programa agroambiental- y más re­cientemente en la Agenda 2000.

En este artículo se propondrá, en p1imer lugar, un sencillo marco analítico para explicar las actitudes ele los agricultores respecto a las medidas agroambi.enta­les y, en segundo lugar, se intentará aplicar dicho mar­co al caso de los agiicultura española, analizando las implicaciones de la nueva polícica agroambiental para la agricultura familiar.

Marco analítico

Diversas investigaciones (Costabeber, 1998; Gani­do, 1999) han puesto de manifiesto que, en las acti­tudes de los agricultores ante el programa agroarn­biental, intervienen una gran diversidad de factores, que pueden agruparse en las siguientes tres dimen­siones: económica, social y ambiental.

1. De acuerdo con la dimensión económica, se!Ían las dificultades que encuenmm los agricultores para se­guir el titmo marcado por los avances tecnológicos y

93

la dinámica de la cornpeticiviclad -dentro ele lo que sue­le denominarse la "espiral de la producción" (rreadmill of production)- las que podrían explicar la opción por unas prácticas agrarias altemativas más resperuosas con el medio ambiente. La adopción ele estos nuevos esti­los de agricu ltu ra estaría motivada por la búsqueda de una reducción de costes económicos (por ejemplo, en el uso de inputs) en las explotaciones; porque ven en ello la posibilidad de ser más competitivos en nue­vos mercados que priman la calidad, la sanidad ali­mentaria o el origen ecológico ele los proclucros; o sim­plemente por la ayuda económica que reciben de l pro­grama como complemento de renca.

2. Respecto a la dimensión social, se!Ía el crecien­te deterioro ele la imagen ele la agricultura y los agri­culrores ante el conjunto ele la sociedad y la búsqueda de una nueva legitimidad que le rehabilite frente a ella, un factor e>..-plicari' o de la acritud positiva de los agri­cultores respecto ele los programas agroambientales. Esa actitud se e.xplicaria más que por razones econó­micas, por la necesidad ele un nuevo reconocimiento social de la profesión de agticultoi; ofertando al con­junto de la sociedad productos más sanos y servicios que respondan a las nuevas demandas de la ciudada­nía, y aceptando ser los garantes del buen estado del medio ambiente y los depositarios de ciertos valores culturales que se consideran como una especie de pa­nimonio social.

3. En lo que se refiere a la dimensión ambiental , los agricultores tend1ían en cuenta en sus actirncles a fa­vor ele los programas agroambientales el nivel de de­terioro del medio ambiente, al haber adquirido

Page 96: Anuario UPA 1999

Medidas agroambien tales:

una opción para la agricultura familiar

En el caso de los países mediterráneos, el contexto de oportunidades es menos favorable: las ayudas agroambientales son bajas y por ello poco atractivas

conciencia de la amenaza que ello supone para los agro-ecosistemas tanto en su función productiva, co­mo paisajística o de ordenación de l re1Titorio. El ob­jetivo perseguido por las actuaciones fundamentadas en esta dimensión medioambienral sería, pues, re­cuperar y mantener la capacidad productiva y rege­nerativa del ecosistema a través ele la adopción de téc­nicas, métodos y procesos de producción más com­patibles con el respeto al medio ambiente. Es decir, los agricultores, movidos por una dimensión am­biental, elegirían optar por unos métodos de pro­ducción más respetuosos con el medio ambiente por su repercusión en la mejora del entorno ambiental y de los recursos naturales y por una concepción ele la agricultura más natural y menos artificializada.

En la práctica , es un hecho que en el comporta­miento de los agricultores estas rres dimensiones es­tán presentes en mayor o menor medida, pudiéndo­se observar importantes diferencias entre los distin­tos países europeos, como han puesto de manifiesto algunas importantes investigaciones (Whitby, ed., 1996;Just et al, 1996).

En efecto, en países como Dinamarca, Reino Uni­do o Países Bajos, parece que las dimensiones am­biental (por la elevada contaminación de origen agrí­cola e,xis teme o por el deterioro del paisaje) y social (por la búsqueda de una nueva legirl!11idad ante una sociedad impregnada de valores postmarerialistas) es­tán muy presentes en las actitudes de los agricultores

94

que optan por acogerse al programa agroambiental. Si a ellas se une el hecho de que las ayudas agroam­bien tales son airas, y por ello muy atractivas para los agricultores, y de que C.\.isten mercados ampliamen­te desan-ollados que demandan productos sanos y de calidad (dl!nensión económica), encomramos un con­mcto de buenas oportunidades que explicaría el ma­yor impacto de los programas agroambiemales en esos países.

En ese conrexLO habría que destacar también el pa­pel relevante que juegan las organizaciones profesio­nales como acLOres inte1medios en la aplicación de los distintos programas y la red eficiente de servicios administrativos que se les presta a los agricultores pa­ra ayudarles a resolver los problemas generados por la introducción de nuevas prácticas agrícolas en sus e,xploraciones.

En el caso de los países mediterráneos, por el con­trario, el contexto de oportunidades es menos favo­rable: las ayudas agroambientales son bajas y por ello poco atractivas; los nuevos mercados de productos de calidad y ecológicos son todavía incipientes; las demandas de la sociedad no son muy fuertes res­pecto a las nuevas funciones ele la agricultura, a la que todavía se le pide mayoritariamente, y salvo excep­ciones, productos baratos aunque sea en detrimento de su calidad; el dete1ioro del medio ambiente y los recursos naturales causado por la actividad agraria no ha alcanzado, salvo en zonas muy localizadas, co tas

Page 97: Anuario UPA 1999

os agricultores ;pañoles se :ogenal ro grama ~ambiental si ;te le resulta ;ractivoen mrlnos :onómicos, bien >rque la ayuda 1a interesante o 1rquela troducción de ·ácticas más 1stenibles les rnrlta reducir stesoabrir Levas mercados -

preocupantes; la red de servicios adminisrraóvos a los agricultores es, por lo general, deficiente; y el rol ele las organizaciones profesionales como actores inter­medios de la política agroambiental es todavía poco significarivo.

Es posible que todas esas condiciones vayan evo­lucionando en el futuro, pero por ahora puede de­cirse que ese contexto de oportunidades no es el más favorable para que los agricultores se sientan arraídos por unos programas que son percibidos como im­puestos desde fuera del propio sector y que no res­ponden a las exigencias ele modernización producti­va en que están sumidas toda\Ía sus explotaciones.

Los agricultores españoles, ante el programa agroambiental

Los agricultores espa!loles responden en tém1inos generales al perfil trazado para los países mediteJTá­neos (Paniagua, 1999). Puede afi1111arse que se aco­gen al programa agroambiental si éste le resulta atrac­tivo en ténninos económicos, bien porque la ayuda sea interesante o porque la introducción de prácricas más sostenibles les pennica reducir costes o ab1ir nue­vos mercados. Ni la dimensión ambienral (toma de conciencia del dete1ioro del medio ambiente por cau­sas ag1ícolas), ni la social (búsqueda ele una nueva le­girimiclacl ante la ciudadanía), parecen tener, por aho­ra , efectos relevantes en el comportamiento de los agriculrores, lo que no quiere decir que no los tengan en el fu[llro si su conrexro de referencia cambia.

El predominio de la dimensión económica

Entre el reducido colectivo ele agii­culrores que se ha acogido a los pro­gramas agroambientales (Garrido , 1999) , es evidente que, en su mayor parte , han guiado sus decisiones por criterios económicos. No obstante, pueden distinguirse varios cipos de agricultores. En p1imer lugar, nos en­contramos con agiicultores de altos niveles de fmmación, ótulares de ex­plotaciones modemas y competitivas, para los cuales los programas agro­ambiemales representan , de hecho, una oportunidad de reducir costes en sus e,'l-plotaciones y aumentar sus ni­veles de competitividad.

Su opción por introducir prácticas agrarias más respe[llosas con el me­dio ambiente persigue mejorar los fac­tores de los que depende la capacidad

95

productiva de sus ex-plotaciones (suelo, materia or­gánica, agua,. . .), al mismo tiempo que reducir la uti­lización de inputs y con ello los costes de producción; es decir, su objetivo es obtener un "plus" de com­petitividad en el mercado. En este mismo grupo pue­den incluirse aquellos agricultores que optan por prácticas agroambienrales con la finalidad de obtener mayor rentabilidad en los incipientes mercados de productos sanos, de calidad y naturales. Todos escas agi·iculrores, debido a su capacidad económica y sus altos niveles ele formación , toman sus decisiones con una lógica relai:ivamente autónoma, sin verse condi­cionada por factores como el contenido del progra­ma o las actitudes institucionales de la Administra­ción o las OPAs.

En segundo lugar, podemos situar arra tipo de agri­cultor (con explotaciones no moclemizadas y con han­clicaps estructurales) , para el que los programas agro­ambientales son una oporruniclad para complemen­tar sus rentas y no ser excluidos ni social ni económicamenre. En este segundo tipo se incluitían ciertos agricultores que, con unas eJqJlotaciones en el límite de la viabilidad económica o con unos condi­cionantes estructurales importantes, deciden optar por las prácticas agi·oarnbienrales como una fama de salir ele esa siruación e inco1-porarse por arra vía al "tren" de la competitividad evitando la exclusión.

Esce grupo se localiza claramenre en algunos agri­culrores familiares situados, por ejemplo, en zonas de montaña, donde los cosces de producción y los ren­dimientos de sus cultivos les impiden competir acle-

Page 98: Anuario UPA 1999

Medidas agroambientales:

una opción para la agricultura familiar

Los agricultores españoles son conscientes de los efectos negativos que el modelo productivista está ocasionando sobre los recursos naturales

cuadamente con o tras explora­ciones con la misma orientación de cultivos, pero situadas en zo­nas más productivas , como las de campiña. Por consiguieme, las clificulrades de competir en un secmr de producción que , dadas ciercas condicionantes y limitaciones estructurales, no les permi te continuar como agri­cultores, puede significar en es­tos casos la búsqueda de nuevas orientaciones productivas en sus exploraciones, que les ofrez­can diferenciar sus productos y buscar un nuevo valor añadido.

En este grupo de agricultores sí parece que tengan influencia a la hora de decidirse a acoger­se a algún programa agroam­biental factores rales como la propia divulgación del progra­ma. Asimismo, a diferencia de los agricultores con explotaciones modernizadas an­tes citados, para estos otros, por lo general de menor nivel de cualU'icación y el e menor ía ilidad de acceso con sus propio recursos a las fuentes de informa ·ión, la presencia ele actores intem1eclios es rundamental , s i bien ello depende del nivel y calidad ele servicios que le pres ten. Estos agti.cultores reconocen , por ejemplo, la importancia de organismos como el Servicio de Extensión Agraria o las propias OPAs.

En tercer lugar, encontramos agricultores que al acogerse a alguna de las ayudas agroambientales no buscan específicamente los beneficios económicos de un nuevo mercado o una reducción de costes que le baga más competitivo, sino que simplememe lo ha­cen porque les resu lta suficiememente atractivo el montante de la ayuda que establece el programa.

En este caso se incluirían aquellos agricu ltores que se orien tan hacia una producción u otra en Función de las distintas ayudas que ofrece la PAC y de las me­nores complicaciones que les supone para la gestión de su eA.'"]Jlotación. Para estos agricultores es eviden­te que el contenido del programa agroambiental ejer­ce una iníluencia [undamemal a través del mayor o menor atractivo que tienen las ayudas en compara­ción con las otras de la PAC, así como a o·avés de los cambios que implica el programa en la gestión ele sus exploraciones.

En este grupo, la importancia del servicio de ase­soramiento que puede prestarle la Administración o las OPAs es fundamental, no sólo al comienzo del pe­riodo de contrato, sino a lo largo del mismo, ya que son muchas las incertidumbres que le puede gene­rar y la necesidad ele un apoyo continuado.

96

La dimensión social en el discurso de los agricultores españoles

[ I predominio de la dimensión económica en el comportamiento ele los agricultore españoles respecto al programa agroambiental , no impide que, en el ni­vel de sus discursos y acritudes, se observe la presen­cia de la dimensión social, plasmada en una cierra pre­ocupación por las nuevas demandas ele la sociedad, aunque matizada por los siguientes elementos.

En efecto , los agricultores españoles son cons­cientes de los efectos negativos que el modelo pro­cluctivista está ocasionando sobre los recursos nani­rales , pero también lo son de que su actividad pro­ductiva opera directamente sobre el medio ambiente, hecho que inevitablemente produce efectos que pue­den ser perjudiciales.

Es una relación la del agiicultor con el medio am­biente que tiene dos caras: una de afecto, en cuanto a que el agricultor vive en y del medio ambien te y lo quiere conservar, y oo·a ele rechazo, que surge por una actuación político-administrativa que los agricul rores entienden irracional y agresiva en la medida en que puede amenazar su subsistencia y libertad como agri­cultores, pues no da opción a una alternariva que per­mita la convergencia ele la acción del agricu ltor y la protección del medio natural.

El agricultor también argumenta frente a esta acu­sación de la sociedad que él es víctima ele las políticas. Políticas que en los años sesenta y setenra le impulsa­ron a intensificar su C\.'"]J loración buscando la máxima producción y sin reparar en el medio ambiente, y po­líticas que a finales ele los ochenta y en los noventa

Page 99: Anuario UPA 1999

lSmeclidas troambientales, lalguna edida, vienen a 1sibilitar un :ercamiento Ltre las nuevas mandas que la ciedad hace de sespacios ralesen neralydela ;ricultura en rticular -

promueven reducir las producciones y buscar alter­nativas de prácticas agrarias más respetuosas con el medio ambiente. Un victimismo que ahora extienden al mercado, que les obliga a mantener la competiti\~­dad y la productividad si quieren sobrevivir como ag1i­culrores. Y producir con esas condiciones supone pa­ra muchos de ellos dañar el medio ambiente.

Pero al margen de ese malestar del agricultor fren­te a las imposiciones de la sociedad, parece mostrar también su desencanto por su incapacidad para tras­ladar a esa misma sociedad los efectos positivos que la agricultura tiene sobre el medio ambiente y el pa­pel que la acti\'idacl agra1ia puede desempeñar ante esas nuevas demandas de producms y servicios. El ag1icultor se sitúa alejado ele esa posición adoptada por la sociedad respecto a los temas ambiemales que lo califica ele "destructor del medio ambiente" y que, in embargo, no le reconoce las funciones positivas

que hasta ahora ha venido realizando, incluidas por supuesto las ele conservación y cuidado del medio ambiente. En este sentido, creen necesmio rehabili­tar la imagen del ag1icultor en relación con esas tare­as de conservación.

Es decir, que Lo que está ahí bien conservado y los paisajes que ahora se quieren conservar, son fruto de la actividad agrmia, y est<fo ahí porque los agricultores lo han hecho posible. El problema es que no han sa­bido transmitir ese activo y, por el contrario, sí se ex­tiende el factor negativo ele la contaminación que pro­vocan. Deben, pues, defender y legitimar su trabajo.

Las medidas agroambientales, en alguna medida, vienen a posibilitar un acercamiento entre las nue­vas demandas que la sociedad hace de los espacios rurales en general y ele la agticul tura en panicular, al mismo tiempo que acogiéndose a ellas el agricultor puede "limpiar" su imagen de agente contaminante y legitimar su profesión. En este sencido, y en la me­dida en que la i1moducción ele uno · modelos ele agri­cultura más respetuosos con el medio ambiente per­miten ofrecer a la sociedad unos productos menos ar­ri[iciales y más sanos, se pone de manifiesto en la decisión del agricultor una componente o dimensión social ligada a la valoración ele su rrabajo a tra\·és del que obtiene productos de calidad. Ello supondría, pues, un reconocimiento del agricultor como un pro­ductor que cuida la calidad frente a lo que vienen per­cibiendo como un menoscabo y un deterioro de su figura en una sociedad eminentemente urbana.

Hay que decir, no obstame, que la dimensión so­cial sólo parece estar presente en términos discursi­vos entre lo agricultores, pero no parece que esté guiando su comportamiento y decisiones respecto a los programas agroambientales. Es un hecho eviden­te que en una agricultura como la europea, en la que los agricultores se encuentran todavía bien protegi­dos por la política agraria, su reproducción social no

97

parece que esté se1iamente amenazada a pesar ele los cambios que se han producido en la PAC y los que se prevén en un futuro inmediato. En ese contexto, se comprende que los agricultores e palioles no vean to­davía en la nueva polírica agroambiental una vía para garantizar su reproducción social y que , en cambio. la vean con un cierro recelo. Sólo en términos dis­cursivos, en efecto, puede apreciarse una valoración positiva ele la política agroambiemal en tanto que una oportunidad para conectar mejor con las nuevas de­mandas ele la sociedad.

La dimensi1ón medioambiental, tan cerca y tan lejos de los agricultores

Pese a ser el medio ambieme una parte del adjeti­vo que acompa:ña a las medidas agroambienrales, es­ta dimen. ión está poco presente tanto en el discurso como en la lógica que inspira sus decisiones a la ho­ra de acogerse o no a algunas actuaciones que reco­ge el programa agroambiemal.

En efecto, el tema del deterioro de los recursos y las implicaciones medioambientales ele la agricultu­ra, tal como e plantean en los programas agroam­bienrales, se manifiesta de un modo lejano y vago en el discurso de los agiicultores. La dimensión ambien­tal sólo aparece como algo cercano a los agricultores cuando se concreta en problemas ecológicos que afec­tan a su sistema producrivo -el caso del problema ele los acuíferos en las Tablas de Daimiel es en este semi-

Page 100: Anuario UPA 1999

Medidas agroambientales:

una opción para la agricultura familiar

La adopción de prácticas agrarias más respetuosas con el medio ambiente parece responder no sólo aunamayor preocupación por la naturaleza, sino también por un menor daño para la salud

do bastante ilustrativo (Viladomiu y Rosell, 1996)-.

Los problemas de erosión de suelos y los efecrns de los pro­ducrns químicos sobre los recur­sos naturales, así como el declive en la productividad de los agroe­cosistemas, son citados por los agricultores en muchos casos en que ha habido cambios en las prácticas productivas. El agricul­to1; por tanto , conecta con el d is­curso ele la conservación del me­dio am bieme en la med ida en que percibe directamente los da­ños en su entorno y más concre­tamente en su propia explota­ción.

La to ma ele conciencia ele los daños producidos a la naturaleza por algunas de las prácticas agra­rias lleva al agricultor en ocasio­nes a dar una nueva orientación a su exploración . En este caso, la dimensión ambiental preva lece claram 'n te en la decisión ele es­tos ag1i cultores ele acogerse a al­gunas ele las opciones del progra­nrn agroambiental, incl inándose la mayor parre ele ellos por la agri­cultura ecológica. En términos ge­nerales, los agricultores que así actúan no suelen tener la ag1icul­tura como actividad principal y, en general, tienen una formación culrural mayor y un buen acceso a la información. A estos factores hay que sumar también , en ocasiones , cierto com­promiso ideológico; es deciI; la adopción ele estos mé­todos más respetuosos con el medio ambiente su­pone para estos ag1icultores su contribución perso­nal -"granito de arena"- a La causa de evitar la destrucción del planeta.

En ou·os casos, la adopción ele prácticas agrarias más respetuosas con el medio ambiente parece res­ponder no sólo a una mayor preocupación por la na­turaleza, sino también por un menor daño para la salud . La salud es, pues, un significante que empie­za a incorporarse al discurso ele algunos agricultores, de manera que la preocupación por el medio am­biente no tiene entonces tan sólo el propósito de con­servarlo, si.no también ele garantizar la salud humana.

Finalmente, hay otra componente ele la dimensión ambiental que aparece en menor med ida en las es­trategias ele los agricu ltores y que tiene que ver con el proceso modernizador a que aludíamos al tratar la di-

98

mensión social. En la medida que dicho proceso ha artificializado la producción y ha incrementado con­siderablemente el volumen de inpu ts (energía, pro­ductos químicos, etc), ha contribuido igualmente a que algunos agricultores sien tan una especie de "alie­nación" respecrn del proceso productivo.

Un proceso que ahora parece depender menos de su conocimiento de la naturaleza y de sus labores al haberse artifi.cializado en gran medida. En estos ca­sos, La estrategia del agricultor de imTOclucir en su e,x­

plotación prácticas agrarias más respemosas con el medio ambieme está imbuida de una dimensión am­biental, ya qu supone para él un reacercamiento a las prácticas cultu rales tradicionales que considera más naturales e inclirectameme una relación más di­recta con el medio ambiente .

La dimensión ambiental aparece en el discurso y esrrategias de los agricu ltores de un modo ambiguo y contradictorio: cuando los ternas agroambiemales se

Page 101: Anuario UPA 1999

. apertura de los ~rcadosyla

tirada del tadode ~áreasde política agraria tenaza con la clusión de la ricultura niliarcon >blemasde npetitividad -

definen en rérminos generales, aparecen en un lugar bastarne alejado ele su núcleo discursivo , pero cuan­do se definen haciendo referencia a problemas con­cretos, la dimensión ambiemal emerge en un lugar central no sólo del discurso, sino de las esrracegias de los agricultores, especialmeme en el caso de ag1icul­tores cuyas explotaciones están ubicadas en zonas donde son ya tangibles problemas de deterioro me­dioambiental.

En esre sentido, puede cobrar un inrerés funda­memal el papel de la Administración y las OPAs co­mo actores intennedios , ya que es precisameme su labor de divulgación del programa y de concreción del contenido de las disrintas medidas para hacer que respondan a problemas agrombientales cercanos a la realidad de los ag1icultores, la que puede incentivar­los para que se acojan a dichos programas. En este punto nos encontramos con el problema de la desi­gualdad de oportunidades en la que se encuemran los agricultores según la zona donde estén ubicadas sus ex1Jlotaciones, debido a la desigual presencia ins­tirucional de la red ele servicios de la Administración y de las OPAs y a la desigual eficacia en el desarrollo de tales servicios.

Conclusiones

Los factores que justificaban el apoyo público a la agricultura en el Traraclo de Roma (estabilidad de los mercados, gararnía de autosuficiencia alimentaria, ere.) ya no son suficiemes en el contexto actual. En las actuales cirrnnstancias , en las que una parte ca­da vez mayor de la sociedad europea rnestiona algu­nas ayudas agrarias y su distribución , y en las que la ag1i culrura ha ido perdiendo su status de excepcio­nalidad como actividad no contaminame, hay que buscar otros referentes que permitan legitimar lastra­dicionales ayudas (Colson y Fuentes , 1998).

Es claro, pues, que si se quiere conservar o man­tener ese apoyo financiero público al sector agrario, tiene que basarse en una nueva legirimidad, donde la imroducción de la variable medio ambiente emerge corno uno de los argumentos fundamentales.

En este sentido, las medidas agroambientales pue­den constituirse en una referencia estratégica para la legitimar la concesión de ayudas a los agriculmres, ya no sólo en lo que a la propia sociedad europea se re­fiere, sino rambién en el ámbim imernacional de la Organización Mundial de Comercio.

Un argumento que, unido a la generación de em­pleo o a la ordenación del terrimtio , puede concre­tarse en una defensa del medio rural basada en una percepción ele las relaciones entre agricultura y na­turaleza según Ja cual el medio ambiente no sólo es un espacio económico para Jos agiicultores , sino tam­bién social y culrural.

99

La política agroambiemal puede ser valorada en­tonces como una vía para complementar la renta ele los agrirnltores familiares , pero también como una oponunidacl para legitimar sobre nuevas bases las fun­ciones que éstos clesaiTOllan en la conservación y di­namización de los espacios rurales.

Asimismo, la apertura de Jos mercados y la retira­da del Estado ele algunas áreas de la política agraria amenaza con la exclusión de la ag1iculrura familiar con problemas ele competitividad, pudiéndose ver igual­meme en la política agroambiental una nueva posi­bilidad no ya sólo para legitimar las ayudas a la agri­rnlrura , sino también para, haciendo uso del argu­menw ele que la función del agricultor familiar es importame para la propia conservación del medio am­biente, defender el apoyo preferencial a ese tipo de agiiculrura y el mamenimienro ele la población en el medio rural. tt

NOTAS

(l. ) Este artíwlo se c11mc11rn de11tro de los trabajos rrnl1:::e1dos e11 el marco del proyecto PB95-0076 ji11anc1ado por la DG/CYT, y di1igiclo por el D1: Pa111ague1 .

BIBUOGRAFÍA

- Colso11 , Fm11~01s y /\fc11ía A11to11ia FuciHcs (1998): ''Política Agimia Común y diversidad de agrirnlt!llm 1wcw11ulc ·", l111 1110-

dclo para la colicsid11 socwl rnropca . f11Jormc svnocco11ó111ico de la ugncultura cspc11iol,1, Fu11daciJ11 de Est11dws Rumies, pp.

63-70.

- Costabcbcr;]o e' Antonio (1998): Acción colcwva y tmmición

ªbry·occológirn c11 Rio Gm11dc do Su!, 13msil, Tesis Doctonil, U11i­

vcrsidad de Córdoba.

- Ganido frnuínt!e::. Fcrna11clo E. (1999): Análisis ch' los d1s­ct11".1os actitudes y cstmtcgic1s de los agnrnllorcs y su orga11b1-cio11cs profcsio1wlcs cmtc la 111tioclucció11ele111rtodos de clcsL1rro­lln so trni/Jlc r11 la ag1irnltm cw·opce1, Ii:s is Doctornl, U111 vr1·si­clad de Có1·dnba.

-jusi, Flc111111111g (L'Ci.) (1996): J11cc1111ves a11d obstaclcs to lhe 1mplcmc11tut1011vf1110rc sustai11a/;lc 111ctl10ds i11 L1grirnliure in

De1111wrl1, tlic N.:thcdc111ds c111cl Spai11 , proyecto SEER n" E\15\I - CT92-0162.

- Pa11iL1gua, Angd (d11:) (1999): Art1culació11 de i11t1.:rcscs y co11-f11cto entre agentes sociub rn los cí111/Jitos de dcci ión 11ac101wl, rcgio11al y local respecto a la i11troducció11 de medidas de regula­ción a111bicntt1l rn la ag1irnlturn, pro 'CCto PB95-0076, DG/C\'T

- VillC1do11rní, Lo11rclcs y Roscll, j orcli (1996): lriformc prd1111i-

1wr so/;rc el programa de co111pc11sanó11 de re11tc1 Cl1 los rcglldí­os de La /Vlanclia occidental y Campo de Mo11ticl, l\11011agi·cifíc1, U11iversiclc1d At1tó11011w de /3arcclo1w.

- \Vhitby, Martin (cd.) (1996): Tl1c Europcc111 c11v1ro11111c11t and CAP refor111 , Ca/; /11rcrnatio11al, Walli11g(ord .

Page 102: Anuario UPA 1999

CON DENOMINACIÓN DE ÜRIGEN LA ALCARRIA

RQMERO

LA FLOR DE M ONDÉIAR Luis liménez Torres

ifrnvesía Gabriel de la Puerta. 14 191 1 O l\llondéjar (Guadalajarn)

Tel: 949 38 50 88

EBP LEGO

Tío FÉLIX Apícola Puente Nuevo. S.L.

Casa del Puen te Nuevo. Apdo. 4 2 194 12 Caspueñas (Guadalajara)

Tel : 949 32 20 48

M ULT J F. ORAL

COLMENEROS A LCARREÑOS Coop. de Apicultores de La Alcarria

ConQuense Camino de Uclés. s/n

16822 1-luelves (Cuenca) Tcl: 969 13 67 52 / 57

SIN Ü ENOMICACIÓN DE ÜRIGEN

+

iJ

ROMBIRO

A PÍCOLA LAS O BRERAS Apícola Las Obreras. 5.L.

C/ Admin istración. 54 16260 Min¡\lanilla (Cuenca)

Tcl: 96~ 18 7 1 64

Junta de Comunidades de

Castilla-La Mancha

B f: O

IAIME GUTIÉRREZ LIMA laime Guliérrez Lima

C/ Linares. 7 13 11 O Horcajo de los Montes

(Ciudad Rea l) Tel: 926 77 52 19

M U T O AL

M IEL A URELIO Aurclio González López

C! Doctor Patricio Fern<Índez. 3 1 13 760 Almurndiel (Ciudad Real)

Tel : 926 33 90 65

/ .. "' ~ Mieles de Casti!!a-La Manch _./ Nnt11mlmeuleb11e1111

Page 103: Anuario UPA 1999

JOSEP ~ORTOSA

t u.frntt de la td fapcmala

fr: Dcswi-ollo Rural

El desarrollo rural. Una ap·uesta de futuJro para diversificar la actividad

• a grana y garantizar un Inundo rural vivo

La Red Española ele Desarrollo Rural es una aso­ciación sin animo de lucro, form ada por 159 de los Grupos de Acción Local (GAL), que son 1a gran mayoría de los grupos españoles que

gestionan la Inic iativa Co munitaria LEADER 11 (Ini­ciativa que esta d inamizando durante el actual perio­do 1995-99 un presupuesto de 179.107 millones de pesetas, de los que 65.111 son subvención de la Unión Eu ropea; con actuaciones que engloban el 45% del te­rritorio nacional y al 12% de la población) y el Progra­ma Nacional PRODER (con un presupuesto de 105.420 millones de pesetas y 45 .984 de subvención de la VE).

Nuestra preocupación ante el furnro del desarrollo rural en España y en Europa nos ha Llevado a realizar una serie de reflexiones y aportaciones de forma abier­rn y consensuada con los agentes e instituciones del mundo rural : partidos políticos, OPAS, Comisiones Parlamentarias, etc.

Estas reflexiones y propuestas de fucuro se pueden concretar en los siguientes puntos:

- Las zonas rurales de la Unión Europea se enfren­tan actual mente a una se1ie de retos que condicionan su futuro. Para responder a estos retos surge la nece­sidad de una Políüca ele Desarrollo Ru ral Sostenible que integre los aspecros económicos, sociales y me-

101

dioambientales de forma equilibrada, a favor de la me­jora del bienestar social de la población del medio ru­ral y garantizando la calidad del entorno y de la activi­dad existente en el mismo.

- La revitalización y renovación del tejido social y económico de los distintos territorios rurales europe­os requiere la existencia en dichos terri torios de redes de infraestructuras, de actividades, de formación y de difusión desde donde propagar las inicia tivas mejor adaptadas y el esümulo a la creatividad local. Resulra evidente que no sólo se trata ele madi.ficar marcos nor­mativos y financieros, que es lo más fácil , sino de mo­dificar mentalidades.

En esta línea de trabajo , durante Los últimos años y de la mano de la Iniciativa Comunitatia LEADER se ha impulsado, en numerosas zonas rurales de la Unión Europea, la puesta en marcha ele un nuevo y exitoso proceso de desarrollo rural. El rem para los próximos años se sitúa en la necesidad de consol.idar el modelo de desan"Ollo establecido para lo que se requiere un im­portante apoyo técnico y económico durante mayor tiempo.

Por ell o, el medio rural español asiste con inquie­tud a las diferentes informaciones que llegan de los fo­ros internacionales sobre las consecuencias ele los acuerdos en tomo a la Agenda 2000, la nueva lnicia-

Page 104: Anuario UPA 1999

El desarrollo rural.

Una apuesta de futuro

La nueva normativa europea relacionada con el desarrollo del medio rural se une a la reforma de la Política Agraria Común, en un momento en el que también están sujetos a debate la cuantía y fines de los Fondos Estructurales

tiva Comunitaria de Desarrollo Rural y el Nuevo Re­glamento Horizontal.

La razón de este sentimiento radica en la impor­tancia ele las nuevas normativas para el futuro del te­jido social y del medio natural ele las zonas rurales ele nuestro país.

Las dinámicas de ripo ascendente, enroque terri­torial y panenariado, fomentadas por LEADER, han demostrado una gran capacidad de desarrollo ele la musculatura social del medio rnral español. l os más de 130 Grupos de Acción Local suponen un activo estratégico de primer orden que implica a más del 25% ele la población de nuestro país.

Pero para hablar ele esra realidad los números no bastan. los procesos ele partenariac\o han permiti­do in iciar, en unos casos, y c\esanollar, en otros, re­laciones de colaboración entre instituciones y enti­dades que ya están ciando sus frutos, pero que no han dispuesto del tiempo suficiente para consoli­darse. La cooperación enrre diferentes grupos de acción local se ha iniciado con gran éxito ofrecien­do unas excelentes perspectivas de cara al fumro.

El esfuerzo que ha supuesto poner en marcha es-tos grupos, alcanzar la credibilidad necesa1ia para am­

pliar la participación en ellos y lograr una adecuada presencia de las lnstimcioncs no debe malograrse en el nuevo horizonte ele programación.

Dicho de ocra ronna: no debe dcspilrarrarse el ac­tivo de ilusión que con tanta dificulracl se ha logrado sembrar en zonas muchas veces ca racterizadas por la apaúa y por el sentimiento ele estar demasiado le­jos de las decisiones que más les afectan. Tampoco

102

deben frustrarse las iniciativas de los agentes econó­micos y sociales que han decidido apostar por sus pro­p ias comarcas asumiendo los riesgos inherentes a roda inversión. Y, evidentemente, no deben abortar­se las aún verdes relaciones de cooperación entre ins­tirnciones no siempre acostumbradas a compartir la responsabilidad ele las decisiones.

Estas razones bastaIÍan para justificar la conve­niencia de profundizar en esta estrategia. Pero es que, además, hablar de LEADER supone hablar de una lni­ciariva barata, y por tanto 111 uy rentable, desde la pers­pectiva de su coste financiero.

Pero cuando a su bajo coste se añade su impacto social, la ratio impacto/cosre alcanza unos valores sen­siblemente superiores a los de otras acruaciones co­munitarias. Se trata por tanto de una buena idea que conviene clesanollar adecuadamente a partir ele las enseñanzas de su reciente aplicación.

Precisamente, la expe1iencia acumulada a lo largo de las dos lniciarivas LEADER en España, la relevan­cia cuantitativa tanto ele la población corno de la ex­tensión ele los te1Titorios cubiertos por ell as y, parti­cularmente, la naturaleza y calidad de las iniciativas llevadas a cabo significan una infoimación y una ma­sa crírica adecuadas para reíle,xionar sobre nuevas pro­puestas.

Fundamentos

El disc1io de toda política exige tanto definir con claridad el modelo al que se pretende llegar corno ana­lizar adecuadamente los resultados ele políticas ante­riores. La próxima aprobación de una normativa eu­ropea relacionada con el desarrollo del medio rural se une a la reforma de la Polírica Agraria Común en un momento en el que también están sujetos a debate la cuantía y fines de los fondos Esuucrnrales.

Así, aunque el modelo pueda quedar desdibujado, por la diversidad ele procesos de cambio a los que se enfrenta incvirnblcmcntc la UE, sí resulta clara la ne­cesidad de mejorar la competitividad ele los sectores productivos y de mantener un tejido vivo en el me­dio rural ganando en ílexibilidad y en subsicliaiiedad.

En lo rdereme a las medidas, la Comisión Euro­pea propone una nueva lniciariva Comunitaria de De­sarrollo Rural y un Nuevo Reglamento Horizomal pa­ra el próximo pe1íodo de programación 2000-2006. Una y orro se enmarcan en el conjunto de objetivos de1ivados en la Agenda 2000, por lo que la referencia a la ampliación de la UE, la orientación hacia los mer­cados y la reforma ele la Política Agraria Común son referentes que no se pueden olvidar.

Ante la aprobación ele tales medidas se presentan aqui una serie de propuestas que se han elaborado con un modelo claro de medio mral deseable para nuestro país y sobre la base de la experiencia obteni-

Page 105: Anuario UPA 1999

ua avanzar en consecución tl objetivo de 1hesión :onómicay ICial, el rtalecimiento !lasáreas !rales resulta Lelemento lprescindible -

da en los últimos años, para que la programación ele medidas permita el mayor grado posible de eficacia.

En primer lugar, se estima adecuado el enfoque in­rroducido por LEADER. Su cominuidad y pro rundi­zación se consideran, pues , fuera de toda eluda. La implicación de la población, la colaboración insriru­cional y el aprovechamienro de los recursos y venta­jas ligados al rerrirorio son ideas que esrán demos­trando su capacidad para caprurar valor añadido y ge­nerar empleo en muchas zonas rurales.

Por orra parre, es esencial interpretar los procesos de desaiTOllo en el senrido que realmente tienen: una secuencia de [ases necesaiiamente sucesivas y difícil­meme evitables. Los conceptos de innovación, cali­dad y red presentan un semido especial cuando se cornemplan desde esra perspecriva.

Por ello , se considera adecuado que la nueva lni­ciariva renga un doble papel: e.! de banco de inncva­ción y calidad , por una parte, y el de mulriplicación y e,'<rensión ele las iniciativas exirosas, por la orra. De esta manera debería superarse su mal llamado carác­ter ele laboratorio y aceptar su mayoría de edad si r­viendo de eslabón entre el nuevo Reglamento y la nueva PAC.

Para avanzar en la consecución del objetivo de co­hesión económica y social, el lortalecimiento ele las áreas rurales resulra un elemento imprescindible. Pe­ro la dificultad básica consiste en hacer esro posible sin que el predominio del medio urbano acabe por incorporar, y por tanto hacer desaparecer, las expe­riencias de clesa1TOl10 rnral ele mayor éxito o por su­mir en la marginación a las más arrasadas por la emi­gración de su población y el abandono de su pani­monio narural e hisró1ico.

La cooperación entre el medio ur-bano y el medio rural ofrece una se­rie de imeresantes posibilidades en es te sentido que deben ser explora­das y fomentadas.

La utilidad de disponer de esrruc­turas cercanas que animen los proce­sos de rransfom1ación y desaiTOllo no puede discutirse en términos genera­les. Estas estructuras han demosrra­clo su capacidad ele dinamización y suponen un acrivo inmaterial de gran valor al servicio del desarrollo del me­d io rural , aproximando, en muchos casos, las [unciones de la Admin is­tración a los reside.mes locales.

La labor de estas es trucruras se considera insustiruible para alcanzar consensos comarcales en objetivos y criterios de selección de proyectos. Si n embargo ciertas limitaciones ob­servadas deben ser s uperadas con

103

una programación adecuada que condicione la se­lección y fi nanciación a un adecuado nivel de parti­cipación y represenratividad.

Las esoucruras que ya e>.isren se encuentran en cli­[erenre esrado de madurez. Algunas, casi siempre en­tre las ele mayor antigüedad , han avanzado lo suEi­cieme como para ofrecer experiencias positivas de in­novación y cooperación. Otras , emre las que predominan aquellas con un periodo ele vida más cor­ro , han necesirado fortalecer la participación y repre­sentarividacl del grupo a la vez que fomentaban la puesta en marcha ele ideas innovadoras. U nas y otras deben coexistir e intercambiar experiencias para una mejor y mayor extensión de la política rural.

Vincular la creación y/o Ja consolidación de em­pleos con la diversificación de la economía y la inte­gración de objetivos ambientales, como objetivos que pem1iran recuperar la legitimidad de algunas políti­cas puesras en cues ti ón por la sociedad europea ac­mal. El incremenro de los fondos para desarro ll o ru­ral debe ser compatible con la protección ele la agri­cultura y del mLdio ambicme. Encomrar la fom1a de conseguirlo es uno de los pumos esenciales para al­canzar el neccsaiio apoyo social a las nuevas medidas.

La población, y las esrruc[Uras al servicio de los procesos ele desarrollo, deben esrar preparadas para asumir las responsabilidades derivadas ele un mayor grado ele subsicliariedacl compatible con el rigor ne­cesaiio en el uso ele fondos públicos. Así, para deci­dir sobre la perrinencia ele un programa de desarro­llo rural deberán utilizarse crite tios que separen las circunstancias esrructurales ele una zona ele las ele ri­po coyuntural vinculadas a la naturaleza ele las pro­puestas y de los recursos humanos implicados.

Page 106: Anuario UPA 1999

El desarrollo rural.

Una apuesta de futuro

El mantenimiento de un nivel mínimo de servicios en las zonas más necesitadas, que garantice la calidad del área rlll'al, es un aspecto clave para fijar la población del medio rural

En suma, el nuevo periodo de programación debe fomentar que todos los tetTitorios rurales, y especial­mente los más anasados. puedan llegar a conlormar las estructuras necesarias para enfrentarse a un ho1i­zonte de competitividad creciente y previsible esca­sez ele recursos. La combinación de las ac[Uaciones de la nueva lniciativa y del Reglamento h01izomal de­be crear las condiciones necesaiias en es te sentido.

Retos del medio rural europeo

La nueva Política Europea de Desarrollo Rural se enfrenta a una serie ele retos que son consecuencia de los cambios y son comunes a todas las zonas rurales de la Unión Europea.

1. La mundialización y el declive rural Los problemas de las zonas rurales de la Unión Eu­

ropea son rambién el resultado de los actuales pro­cesos económicos a escala mundial. Dichas zonas se encuentran gravemente amenazadas por las o·ans[or­maciones económicas y especialmente las reestruc­turaciones del sector agrario.

La actividad agraria sigue siendo un componente esencial de la cultura y economía rurales, pero no bas­ta por sí sola para garantizar la viabilidad y el desa­nollo equilibrado de los espacios rurales .

La presión sobre los ingresos de zonas con una dé­bil infraestructura produce una disminución en la densidad de la [JL)blación y hace difícil mantener una oferta de equipamientos suficiente sobre los que ba­sar el desanollo económico de las mismas.

2. La cohesión económica y social Las regiones más desfavorecidas y aquellas que se

ven afectadas negalivamente por los cambios en la PAC, deberán recibir compensaciones por medio ele un mayor esfuerzo en política estructural para supe­rar su declive económico y social, en el marco ele una política global para el desarrollo sostenible ele las zo­nas rurales.

El futuro del medio rural europeo constituye un problema ele la sociedad europea en su conjunto que debe ser afrontado, para avanzar en el proyecto eu­ropeo , a navés ele la política ele cohesión económica y social ele la Unión Europea.

3 . Actividad , empleo y calidad de vida La búsqueda de nuevas posibilidades ele creación

ele empleo y renta corn plernentaiias, y la potenciación del carácter multifuncional del medio rural, para for­ralecer el tejido económico y social, así como con­tralTestar la pérdida ele empleo agrario y apoyar la competitivi.clad ele este importante sector en el medio rural. De fo1ma complementaiia, el mantenimiento de un nivel mínimo ele servicios en las zonas más necesi taclas que garantice la calidad del área rural, constituye un aspecto clave para fijar la población del medio rural.

104

4 . Desarrollo sostenible y medio ambiente Un desarrollo adaptado a las características y re­

cursos de cada territorio rural requiere una creciente integración ele las políticas sectoriales, buscando el equllib1io actual y futuro, en el marco de una esna­tcgia participativa de desarrollo rura l. Las zonas ru­rales deben ser capaces de garantizar a la propia po­blación unos ingresos y equipamientos suficientes y res poncln a la crecieme necesidad ele proteger el me­dio ambiente y los recursos naturales.

5. Comp lementariedad de lo rural y lo urbano Las zonas rurales tienen un valor propio, que no

solo es un complemento, sino incluso una compen­sación por los valores que se han perdido en las zo­nas industrializadas y en las graneles áreas urbanas.

La sociedad demanda unas funciones al medio ru­ral (por ejemplo, la presetvación del paisaje y ele la es­trucrnra social, la protección del patrimonio cultural y la ecología) que no han encomraclo todavía una tra­ducción en términos ele rendimiento económico.

Consecuentemente, es necesario un nuevo con­trato social para buscar un nuevo equilibrio enrre los valores de áreas rurales y urbanas y reorientar las fun ­ciones de l medio rural, acorde a los requerimientos ele una sociedad moderna y democrática.

Nueva política europea de desarrollo rural

Para responder a estos retos surge la necesidad ele una nueva política europea ele desarrollo rural que complemente la PAC y combine los principios ele sos­tenibilidacl , equidad y eficiencia.

La sostenibiliclacl del proceso ele clesmollo requiere la integración ele los aspectos económico, social y me-

Page 107: Anuario UPA 1999

[éxito del iodelo LEADER o reside tanto n el volwnen de 1versiones !alizadas sino en Lformaen ¡¡e éstas han .do gestionadas: .partenariado ~Grupode

cciónLocal

dioambiemal de forma equilibrada, en favor de la me­jora del bienestar social de la población del medio ru­ral y garanüzando la calidad del entorno y de la acti­vidad existente en el mismo.

Las políticas horizontales garantizan la equidad y la cohesión mediante la dotación de servicios y equi­pamientos para tenitorios deptimidos. De fonna com­plementaria, las políticas ascendentes faci.litan la eficiencia de aquellos territorios que clemuesrren su capacidad para asumir responsabilidades y para ga­rantizar otros proyectos más ambiciosos.

Profundizar en el proceso de desarrollo rural

Durante los úlrimos años, ele la mano de la Inicia­tiva Comunitaria LEADER se ha impulsado, en nu­merosas zonas rurales de la Unión Europea, la pues­ta en marcha de un nuevo proceso de desarrollo ru­ral, que supone un punto de inílexión con los p1incipios )' mecani.smos de las políticas europeas, pe­ro esta breve experiencia no ha madurado aún.

Desmantelar estas esO"ategias antes de tiempo re­sultaría un despilfarro)' frusO"aiía las expectativas ge­neradas, mientras que la continuidad del pro eso ele desarrollo emprendido per111iri1ía la obtención del ma­yor grado de cohesión y resistencia de Jos tenitorios rurales, la mayor capacidad de adaptación y de reno­vación ele los mismos.

El modelo LEAD ER

Este modelo puede ser un elemerno esencial ele la nueva política europea ele desarrollo rural porque ha permitido acercar Europa a la población rural , es­tá ofreciendo sign.ificativos éxitos en numerosas zo­nas rurales europeas y complementa las limitaciones de las políticas ho1izontales,

El éxito del modelo LEADER no reside tanto en el volumen de inversiones realizadas sino en la for­ma en que éstas han sido gestionadas: el partenaria­do del Grupo de Acción Local, la responsabilidad e ilusión, la autonomía y Oe.'\:ibiliclad o adaptabilidad ele los programas a las necesidades de cada zona con un enfoque imegral , el capital humano, la cercanía del equipo técnico , la cooperación y la transferencia.

El valor añadido ele la Iniciativa LEADER ha sido, desde su carácter innovador. complementar los plan­teamientos clásicos ele cada zona y con la partici­pación local. Estos mecanismos expe1imentados y la propia metodología LEADER pueden ser adaptados hacia los modelos o políticas clásicas.

Por todo ello , consideramos positivo que la futu­ra Iniciativa de Desan·ollo Rural guarde el apelativo "LEADER" dado Ja imagen positiva que la Unión Eu­ropea transmite mediante dicha lniciativa reíleja en

105

las Comarcas beneficiarias. Si además consideramos que el desarrollo del modelo LEADER no se ha con­solidado dacia la necesidad ele tiempo para que dicha Iniciativa logre los objetivos perseguidos. Por lo tan­to LEADER + poclria ser el nombre con el que se de­signase a la fuc:ura Iniciativa ele DesaiTOllo Rural.

Herramientas para la nueva política europea de desarrollo rural

La profundización en el proceso de desarrollo ru­ral emprendido debiera facilitarse ele fom1a comple­mcn taiia a O"avés ele las dos herramientas pr puestas por la nue''ª polírica europea ele desarrollo rural: los programas regionales y la nueva lniciati a Comunita-1ia. Los programas regionales, a través ele las medidas de adaptación y desarrollo ele las zonas rurales, de­bieran contemplar una auténtica estrategia de desa­rrollo adaptada a cada tenitorio rural. La nueva Ini­ciativa Comunitaria de Desarrollo Rural, de la mis­ma manera que LEADER, debiera facilirar el impulso y la evolución de los procesos de desarrollo.

Líneas de acción ele la nueva política europea ele desarrollo rural

Cada tenitorio rural debe planificar y definir una estrategia de desarrollo socio-económico, adaptada a sus caracte1ísticas y recursos, que integre las distintas políticas sectoriales y sirva de referencia a todos los agentes que actúen sobre el dicho espacio rural.

La participación del ni,·el local en la definición y en la realización de la política de desarrollo de cada tenitorio rnral debe ser real y eíeniva, para lo cual es necesario facilitar la consolidación ele emidades a ni­vel local con capacidad técnica suficientes para hacer po ible esta participación.

Una cooperación eficaz en materia de desarrollo rural entre los distintos niveles de la Administración y los agentes económicos y sociales incrementarla la eficacia de las actuaciones que se realizan sobre cada espacio rural.

El apoyo de programas de carácter innovador en el marco de la nueva Lniciativa Comunita1ia, promrni­dos por entidades que facilitan la colaboración ele los agentes y actores locales y que cuenten con capaci­dad conm1srada para la gestión de los mismos.

Como conclusión, quisiéramos manifestar nues­tro compromiso ele seguir incrementando los acti­vos del mundo rural, y la apuesta que debe ser com­partida por todos los actores institucionales, sociales, culturales y económicos de conseguir un futuro es­table e integrador para el mundo rural, en el que exis­ta una participación acriva ele codos los sectores del territorio para facilitar un desarrollo sostenible , in­novador, respetuoso, y sobre todo, '~vo. e

Page 108: Anuario UPA 1999

Devore las cosechas más densas ... triunfe en las condiciones más difíciles con una nueva cosechadora CTS Bienvenido al nuevo mundo de la alta potencia, robustez y rendimiento. He aquí la cose­chadora CTS 1999, con sistema de separación mediante cilindro ele dedos. Nacida para proporcionarle mayor productividad y fiabilidad en las condiciones ele recolec-ción más clificiles. Con un

depósito de grano ele 9.500 litros de capacidad, sistema ContourMaster . para controlar la plataforma ele corte, sistema de limpieza ele alta eficacia, y muchas más caracteiísticas. le invi­tamos a visitar a su Concesionaiio John Deere para conocer muchos otros detalles sobre estas avanzadas máquinas.

LA CALIDAD ES NUESTRA FUERZA

Page 109: Anuario UPA 1999
Page 110: Anuario UPA 1999

EL SECTOR AGRARIO EN 1998

Principales macromagnitudes de la agricultura española en 1998

Los resultados económicos de la ac­tividad agraria en 1998, reflejados en las macromagnitudes estadísti­

cas que elabora el Ministerio de Ag ricul­tura, se resumen en los siguientes aspec­tos básicos:

- Los efectos más destacados de la evolución fueron las sensibles reduccio­nes de las superficies de cereales de oto­ño-invierno y leguminosas-grano, así co­mo los notab les aumentos de los rendi­mientos en ambos grupos de cu ltivos, que determinaron notables aumentos de la su-

perficie de barbecho y de girasol. - En el anál isis de las producc iones

ag ríco las de 1998, cabe señalar los no­tables aumentos de cosecha en cereales­grano, hortali zas, cítricos y aceite de oli­va, así como las disminuciones acusadas en leguminosas-grano, cultivos industria­les (por reducción de la superficie de al­godón y el notabl e descenso de rend i­mientos del girasol), frutas no cítricas (ren­dimientos negativamente afectados por heladas primaverales y tormentas vera­niegas) y vino y mosto (como en el caso

108

de los frutales no cítricos, afectado por las heladas primaverales y las tormentas ve­raniegas).

- Entre las producciones ganaderas, a lo largo de 1998 la producción cárn ica es­pañola tuvo una evolución controvertida. La producc ión de porcino creció signif i­cativamente, lo que, unido al progres ivo hundimiento del mercado del Este de Eu­ropa, generó excedentes de difíc il colo­cación y, en consecuencia, fue rte caída de los precios. Por su parte, la producción de vacuno ha experimentado una evol u­ción sensiblemente positiva, mientras que la de ovino-caprino y aves fue negativa

- El conjunto de productos ganaderos (leche, huevos, lana y otros) evolucionó a la baja en 1998, con un descenso glo­bal de la producción láctea y una bajada estimada del 3,8% en la producc ión de huevos.

- En 1998 se produjo un sensible des­censo del nivel global de precios de los productos agrarios, especialmente acu­sados en porcino y aceite de oliva.

- Por su parte, los precios de los me­dios de producción util izados en la acti­vidad agraria han experimentado, en con­junto, un leve descenso, que integra su­bi das por enc ima del 5% en semill as y plantones, productos fi to y zoosanitarios, y servicios, mientras que bajaron los pre­cios de los abonos, los piensos para el ga­nado y la energía.

- La evolución diferencial de los pre­cios agrarios -sensible caída en los de los productos, acompañada de un ligero des­censo en los de los medios de produc­ción- tuvo en 1998 un acusado efecto ne­gativo sobre la evolución de todos los agregados macroeconómicos de la agri­cultura expresados en valores monetarios a precios corrientes .

En consecuencia, el valor corriente de la Producción Final Agraria descendió un 0,5%, hasta situarse en 4,43 billones de pesetas, de los que un 60% corresponde al valor de las producciones agrícolas y el 40% restante a las producciones gana­deras.

Page 111: Anuario UPA 1999

Rüumen c18 evoluCión de macro~tudes ~ en 1998 I Macromagnitudes 1997 Variaciones 1998/1997 1998

Grupos (Miles de millon. ptas. Volumen Precios Valor (Miles de millon. ptas. Estructura Productos corrientes) corrientes) (%)

,454,5 ..,6 ·0,5 100,0 Producción Final Agrícola 2.572,8 3,7 ·0,7 3,0 2.651,1 59,8

Cereales (incluido arroz) 401 ,1 18,7 ·6,1 11 ,5 447,3 10,1 Plantas de escarda 132,5 0,0 10,7 10,7 146,7 3,3 Plantas industriales 118,5 -12,2 10,3 -3,2 114,7 2,6 Hortalizas 578,2 8,6 2,3 11 ,1 642,4 14,5 Frutas no cítricas 30,72 -15, 1 24,3 5,6 324,4 7,3 Cítricos 248,5 8,3 -15,6 -8,6 227,2 5,1 Viñedo 259,2 -9,9 8,3 -2,4 253,0 5,7 Olivar 336,2 11 ,5 -20,7 -1 1,5 297,6 6,7 Otros productos agrícolas 191 ,4 -0,7 4,1 3,3 197,8 4,5

Producción Final Ganadera 1.850,7 2,5 -7,8 -5,5 1.749,6 39,5 Carne y ganado 1.382,4 4,0 -11 ,0 -7,4 1.279,6 28,9

Vacuno 285,0 3,2 4,6 8,0 307,7 6,9 Porcino 630,4 7,6 -20,7 -14,7 537,8 12, i Ovino y caprino 202,3 -1,0 -12, 1 -12,9 176,1 4,0 Aves 204,7 -0,3 -4,3 -4,6 195,3 4,4 Otros 60,0 0,7 3,8 4,6 62,7 1,4

Productos ganaderos 468,3 -1,8 2,2 0,4 470,0 10,6 Leche 333,2 -1 ,2 4,8 3,5 344,9 7,8 Huevos 116,6 -3,8 -4,8 -8,4 106,8 2,4 Otros 18,5 0,0 -1 , 1 -u 18,3 0,4

Bienes de capital producidos por cuenta propia 0,0 0,0 0,0 31 ,0 0,7

B . ..CONSUMO.S INTERMElllOS 20 ·O, 1,8 1.926,2 !13,5 100,0 Energía y lubricantes -5,5 -2,2 -7,6 136,1 3,1 7,1 Abonos y enmiendas 5,1 -3,9 1,0 150,4 3,4 7,8 Alimentps para animales 777,7 3,5 -3,1 0,3 779,9 17,6 40,5 Conservación y reparación del capital 311 ,7 2,0 8,4 337,8 7,6 17,5 Otros 507,1 4,6 2,9 522,0 11 ,8 27,1

C=A-B VALOR ANAOIOO B los de ar ad 8 D. SUBVENCIONES

19,8

, 234, 369,8

al coste de los factores o

Fuente: MAPA.

MEDIOS DE PRODUCCIÓN ganado (que representan más del 40% 1E1tm+1*McemW-jjlll%1QlíW-ik•l-1i del total de los Consumos Intermedios) se

Los consumos intermedios - gastos de uera del sector o util ización de medios de lroducción corrientes- crecieron en vol u­nen un 2% en 1998, y dado que los pre­:ios de dichos medios de producción dis­ninuyeron muy ligeramente, su valor co­riente aumentó un 1,8%.

- En el consumo de al imentos para el

registró un aumento del 3,5%. - El uso de fertilizantes creció un 5%. - El emp leo de productos de protec-

ción de los cultivos, productos zoosani­tarios y energía y lubricantes se redujo en­tre un 4 y un 5%; mientras que los gastos de conservac ión y reparación de activos fijos crecieron sensiblemente.

109

Las subvenciones de explotación tu­vieron en 1998 un aumento global del 1,8°/c,, y ascendieron a 704.500 mil lones de pesetas.

Por su parte, los impuestos ligados a la producción ascendieron a 20.900 millo­nes ele pesetas, con un aumento del 5,6% sobre el valor de 1997.

Page 112: Anuario UPA 1999

VALOR AÑADIDO Y RENTA AGRARIA

El valor añad ido bru to a prec ios de mercado, macromagnitud por ta cual se integran tos resu ltados de ta agricultura española en la Contab ilidad Nacional, ex­perimentó en el año 1998 un aumento a precios constantes del 4, 1 %. Sin embar­go, como consecuencia del fuerte des­cen so de los precios de los productos agrícolas y ganaderos (una disminución del 6, 1 % ), en términos monetarios, el va­lor añadido bruto a precios de mercado bajó un 2,2%.

Por su parte, et valor añadido neto al coste de los factores, o renta agraria to­tal , descendió un 2,8 por ciento; mientras que la renta ag raria por ocupado -una vez contemplado el inc remento del IPC en una media del 1,8% y la disminución del 0,6% en el número de ocupados en "agricu ltura, ganadería y caza" (media de tos 4 trimestres de la EPA)- se redujo en un 3,9 por c iento.

i #IJiR;N;f¡fü;t¡';'c•IMlfPI;i

• Subvenciones de explotacion (millone1 de ptu. corrientes) 1

Rúbricas 1994 1995 1996 1997

l. A LA PRODUCCIÓN VEGFFAL M1.857,8 525.368,1 466.504,0 11.859,1 Cereales 4,1 1.397,3 Leguminosas 4.809,0 10.671 ,2 11 .052,1 11 .181 ,0 Plantas de escarda 4.600,7 1.753,5 0,8 0,1 Plantas industriales 17.202,9 20.913,4 20.029,7 25.113,9 Frutas y hortalizas 28.799,1 32.366,6 49.395,7 46.603,3 Mosto y vino 24.600,0 17.946,3 20.421 ,0 2.849,7 Aceite de oliva 24.600,0 17.946,3 20.421 ,0 2.849,7 Otros productos vegetales 63.362,0 110.690,2 79.633,9 152.411,0 11. A LA PRODUCCIÓN

L 127 031 ,9 149.125,6 158.857,9 14.0.311 ,9 Vacuno 31 .177,3 43.578,1 65.307,8 67.117,8 Ovino y caprino 78.678,6 88.696,0 79.907,8 56.589,4 Otras ayudas animales 61 .154,0 6.395,3 3.447,3 8.148,8 Leche 11 .022,0 10.456,2 10.195,0 8.455,9 111. OTRAS SUBVENCIONES 20.169__,6 19.734,8 41 .041,7 40.050,9 iTOTAL SUBVENCIONES (loi-ll't'lll) 589.059__,3 694.228,5 666.403,6 692.221 ,9

FUENTE: MAPA.

1998

50AJ9A,9 3.611 ,4

10.422,2

54.702,8 3.570,4 3.570,4

134.367,6

154.481.4 66.173,1 74.865,6 5.299,0 8.143,7

45.833,5

704.509,8

Page 113: Anuario UPA 1999

i#JiR4i•l ;!:fü;i1\ ; ic1l #~I Vfl:I

nti

A B C=A/8 *1.000 o Renta por ocupado VAN el ó Renta Ocupados Renta Agraria por ocupado Evolución en términos reales

Años Agraria (109 ptas. (miles de ptas. corrientes IPC E=C/D *100 ptas . Índice corrientes) personas) Miles ptas. Índices (1980=100) (miles de ptas . (1980=100) (1980:100) constantes)

1994 2.356,6 1.040,8 2.262,3 558,2 299,6 755,1 186,3 1995 2.480,4 1.011,4 2.452,4 605,1 313,7 781,8 192,9 1996 2.932,4 979,1 2.995,0 739,0 324,9 921,8 227,4 1997 2.851 ,3 979,2 2.911 ,9 718,5 331,4 878,7 216,8 1998 2.783,4 973,5 2.859,2 705,4 337,4 847,5 209,1

PUENTE: MAPA.

Las condiciones climáticas empujan las ventas 1de fitosanitarios

El me_rcado fitosanitario en España cre­ció en 1998 un 5,78% con respecto

al año anterior, según los datos de la Aso­ciación Empresarial para la Protección de las Plantas (AEPLA) . Con este crecimien­to, España se sitúa en el cuarto puesto del 1lercado europeo. Los productos con un 1layor consumo fueron los herbicidas e nsectic idas , cuyas ventas han superado

los 63.000 millones de pesetas frente a los 60.291 millones del año anterior. Según AEPLA, este espectacular crecimiento se debió a las condiciones climáticas.

Por regiones , Andalucía sigue siendo la mayor consumidora de fitosanitarios con un 31,23% del total nacional , segui­da de la Comunidad Valenciana con un 16,15% y Cataluña con un 9,4%.

N1J1nca le dejaremos

pla111tado. En BASF estamos a su lado durante toda la temporada para que obtenga el máximo rendimiento de sus cultivos de frutales: BASF

investiga constantemente e11 todas las etapas de la vida vegetal para poder

ofrecerle solucio11es innovadoras en nutrición y sanidad del cultivo. Así, en el caso de los frutales, hemos desarrollado ferti lizantes como Nitrofoska

Stabil, que reduce pérdidas de Nitrógeno por lavado,

aumenta el rendimiento de su cosecha y mejora la nutrición del árbol con una sóla aplicación de abono. O nuevos fitosanitarios tan avanzados y ffficaces como el fungicida Stroby que elimina el

oídio y el moteado de sus frutales. BASF, su especialista para el cultivo de

frutales: nunca le dejaremos plantado.

Expertos en nutrición y sanidad vegetal BASF

Page 114: Anuario UPA 1999

dewulf DEWULF: Autocargadores

de remolacha de 10, 15 y 26 tonelada .

SIMON: Cosechadoras de Horlíeolas, suspendidas, de arrus tTe y autopropulsadas, para znnahorias, remolacha de mesa, nabos. puerros. apios, ele.

SIMON ATELIERS DE CLAIRE FONTAINE

STRUIK: Fresadora campo phrno y alomadoras para remolach y palatas de 2 y 4 filas.

Page 115: Anuario UPA 1999

i#JiHff M :f;fü ;#;C ; \ (,)#~•VVl:I

Fertilizantes: el mayor consumo de los últimos años

E 1 consumo de fertilizantes por parte de los agricultores españoles aumentó un

9,6% en 1998, hasta llegar a un total de 2.281 .000 toneladas de elemento fertili­zante , según los datos del Ministerio de Agricultura. El consumo registrado en 1998 fue el más elevado de los últimos cinco años.

Diferenciando por tipos de productos , los consumos de fertilizantes se incre-

mentaron en todos ellos, pero fue el gru­po de los nitrogenados el que registró un incremento mayor con respecto al año an­terior.

Por grupos, se utilizaron 1.125.000 Tm de nitrogenados (un 8% más que en 1997); 643.000 Tm de productos Fosfata­dos (un 15% más) y 513.000 Tm de pro­ductos cuya base es el Potasio, en este caso con un aumento del 7%.

• Evolución de la maquinaria inscrita (total nacional}

Tipo de máquina 1998 1997 %98/97

TRACTORES 5.041 22.518 11 MDTOCULTORES Y MDIOMAQUINAS 1.358 1.673 -19 Maquinaria automotriz:

De recolección 951 800 19 Equipos de carga 11 3 70 61 Tractocarros 123 105 17 Otras 12 23 -48

TOTAL MAQUINARIAS.AUJOMOJRICES 1.199 998 o Maq. arrastrada y suspendida:

Trabajo suelo 394 249 58 Siembra y plantación 129 137 -6 Aporte fe rtilizantes 2.658 2.536 5 Equipos tratamientos 2.095 1.620 29 De recolección 2.365 2.355 Otras 194 176 10

TDTALMAQ. ARRASlBADA Y. SUSPENDJDA :Z.835 7.073_, 1j

REMOLQUES 10.890 10.356 OTBAS..MAQUlNAS 90 10 5 TOTAi,; M_ÁgUINAS 46.413 42.718 9

Seguros .Agrarios: el aumento de líneas y coberturas eleva la contratación

Durante el pasado 1998 se contrata­ron unas 328 .000 pólizas de segu­

JS agrarios , que generaron unas primas le 37 .950 millones de pesetas . Estos latos suponen un crecimiento del 2,6% respecto al año anterior. El capi-

3.1 asegurado por los agricultores es-1añoles también creció y las subven­iones que concede el Ministerio de .g ricu ltura por este concepto alcanza­Jn, por primera vez, la cifra de 20.000 iil lones de pesetas.

Respecto a la siniestra lidad soporta­ª durante 1998, los datos declarados

cifran en 136.30 1 los siniestros. Asimis­mo, los daños indemnizados fueron un 20 por ciento inferiores a los del año an­terio r.

Esta evolución del mercado de los se­guros agrarios respondió , por una parte, al aumento de las producciones asegu­rables y, por otra , a la incorporación de nuevas coberturas y modalidades de se­guro que han tenido gran acogida en tre los ag ri cu ltores , como la cobertura de inundación y las nueva modalidad de pó­lizas plurianuales para los cu ltivos de fru­tales y plátanos.

113

l'uertes inversiones en maquinaria

El sector agrario está haciendo un con­siderable esfuerzo inversor para re­

novar el parque de maquinaria, en mu­chos casos muy obsoleto . En 1998, se destinaron a este fin unos 200.000 millo­nes de pesetas , con los que se compró un total de 46.413 nuevas máquinas agrí­colas, un 9% más que durante todo el año anterior y la cifra más alta desde 1981 .

Por comunidades, los principales as­censos corresponden a Castilla-La Man­cha, Casti lla y León , Murcia , Asturias, Ba­leare:s y Canarias; mientras que el com­portamiento en Andalucía, Comunidad Valenciana , Cataluña, Navarra y Galicia, aun siendo positivo, fue interior a la me­dia española. Por el contrario , en Aragón, Extremadura , Cantabria y el País Vasco ha disminuido el número de inscripciones de maquinaria con respecto a 1997.

El parque oficial español de maquina­ria automotriz para usos agrarios estaba compuesto al final de 1998 por más de 862 .000 tractores , cerca de 283.000 mo­tocul tores y motomáquinas , unas 50.000 cosechadoras de cereal , 882 de remola­cha, 823 de algodón , 553 ele forraje , 172 ele hortalizas , 92 vendimiadoras y otras 458 consechadoras automotrices. Aparte de éstas , estaban registrados 1.27 4 trac­tocarros, 358 equipos de carga y 463 uni­dades de otros tipos de máquinas auto­motrices . De todas maneras, estos datos deben corregirse a la baja, porque en mu­chas ocasiones las máquinas inservibles no se anulan en los registros. En el caso de los tractores, las máquinas agrícolas más características, una cifra más real po­dría situarse en 720.000 unidades.

Page 116: Anuario UPA 1999

Menos hipotecas en fincas rústicas

Al finalizar 1998 había en España 1.630 tincas rústicas sometidas a hipoteca,

un 9,5% menos que en 1997, según el Instituto Nacional de Estadística (!NE).

En cuanto al capital prestado , en di­ciembre de 1998 ascendía a 15.566 mi­llones de pesetas, con un descenso del 10% con respecto al año anterior.

Por tipos de fincas, 1.248 eran de se­cano y el resto (284) correspondía a hi­potecas sobre fincas de regadío. Las Ca­jas de Ahorros absorben cas i el 70% del total de estos préstamos, seguidas de los bancos, con el 25%.

El reparto por comunidades era el si­guiente: Andalucía, 512; Aragón , 72; As­turias, 45; Ba leares, 66; Canarias, 74; Cantabria, 10; Castilla y León, 187; Cas­tilla- la Mancha, 105; Cataluña, 69; Co­munidad Valenc iana, 87; Extremadura, 61; Galicia, 106; Madrid , 6; Murc ia, 43; Navarra, 45; País Vasco, 28 y La Rioja, 14.

DENOMINACION ESPECIFICA ESPARRAGO DE NAVARRA

:~ ~ =

i #IJi8&N;l¡fü;i¡C;\(1l fü l Vfl:I

DENOMINACION DE ORIGEN PIQUILLO DE LODOSA

DENOMINACION DE ORIGEN CALIFICADA

DENOMINACION DE ORIGEN RONCAL

DENOMINACION DE ORIGEN IDIAZABAL

O) DENOMINACION DE ORIGEN NAVARRA

RIOJA

DENOMINACION ESPECIFICA PACHARAN NAVARRO

DENOMINACION DE CALIDAD ALCACHOFA DE TUDELA

DENOMINACION DE CALIDAD TERNERA DE NAVARRA

Page 117: Anuario UPA 1999

EL SECTOR AGBABIO EN 1998

Empleo: la población activa agraria sigue bajando

La Población Activa Agraria descendió en un porcentaje del 2,3 en 1998, se­

gún los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), que cifran la actividad en es­te sector, incluida la pesca, en 1.285 .850 personas en activo como media de los cuatro trimestres .

La caída de los activos agrarios du­rante el pasado 1998 sitúa al sector agra­rio en los niveles de actividad más bajos de los últimos años y supone, además ,

que los activos agrarios hayan pasado de representar el 8, 1 % del total de acti ­vos en 1997 al 7,9% en 1998.

AFILIACIÓN AL REASS: MÁS POR CUENTA AJENA

La media de afiliación al Régimen Es­pecial Agrario de la Seguridad Social (REASS) en 1998 ascendía a 1.159.928 personas , muy similar al dato equivalen-

te del año anterior. Sobre esa cifra total , 360.459 afiliados lo eran por "cuenta pro­pia" y el resto (799.469) por "cuenta aje­na". De esta fo rma, la evolución durante 1998 confirma la tónica que se viene manteniendo en los últimos ejercicios: un descenso de los afiliados por cuenta pro­pia y un aumento de los trabajadores por cuenta ajena .

En concreto, en el primer grupo el descenso registrado fue del 4 por c iento (siempre medias del año relacio nadas con las medias del año anterior) y en se­gundo, e! incremento de la afiliación lle­gó a un porcentaje del 2,3.

lvoluCion cie li aflliaCión a la Segundad ocial (1997 I 1998) 1

AFILIACIÓN AL RÉGIMEN ESPECIAL AGRARIO (REASS) (en miles de afiliados)

1997 1998 MESES TOTAL CUENTA CUENTA TOTAL CUENTA CUENTA

AJENA PROPIA AJENA PROPIA

ENERO 1.156,9 772,5 384,3 1.164,6 797,3 367,3

FEBRERO 1.156,8 774,3 382,4 1.165,1 798,7 366,4

MARZO 1.158,6 777,4 381 ,2 1.164,2 799,1 365,1

ABRIL 1.160,2 780,7 379,5 1.163,5 799,7 363,7

MAYO 1.159,2 781,2 378,0 1.160,3 799,7 363,7

JUNIO 1.156,6 779,2 376,4 1.156,8 796,6 360,2

JULIO 1.151 ,5 777,0 374,5 1.153,6 794,2 359.4 AGOSTO 1.149,8 776,5 373,3 1.152,8 794,4 358,4

SEPTIEMBRE 1.151 ,6 779,5 372,1 1.152,6 795,4 357,2

OCTUBRE 1.156,2 785,9 370,2 1.158,2 802,3 356,0

NOVIEMBRE 1.161,0 791,8 369,2 1.163,0 808,2 354,8

DICIEMBRE 1.163,5 794,8 368,7 1.164,4 810,0 354,5

lvolucion del empleo en el sector~ 1

AÑO ACTIVOS OCUPADOS (Miles de personas) PARADOS (Miles de 11ersonas) TASAS DE PARO (%)

y Todos los Sector Tasa(%) Resto de Sector Resto de Sector Resto de TRIMESTRE sectores agrario Población activa Sector agrario sectores agrario s11ctores agrario sectores Agraria

1996 15.791 ,5 1.350,0 8,5 1.127,1 11 .046,8 222,9 3.394,7 16,5 23,5 11 15.877,8 1.305,0 8,2 1.065,0 11 .277,0 240,0 3.295,8 18,4 22,6

111 16.039,5 1.290,2 8,0 1.054,0 11 .470,5 236,2 3.278,8 18,3 22,2 IV 16.035,4 1.297,2 8,1 1.059,3 11.484,3 237,9 3.253,9 18,3 22,1

1997 1 16.018,8 1.345,3 8,4 1.129,5 11 .446,9 215,8 3.226,6 16,0 22,0 11 16.071 ,4 1.310,9 8,1 1.054,7 11 .651,7 256,2 3.108,7 19,5 21 ,1

111 16.186,6 1.295,6 8,0 1.036,6 11 .824,2 259,0 3.066,8 20,0 20,6 IV 16.207,3 1.314,6 8,1 1.048,6 11 .866,0 266,0 3.026,7 20,2 20,3

1998 16.164,1 1.346,0 8,3 1.140,4 11 .851,2 205,6 2.966,9 15,3 20,0 11 16.230,6 1.278,3 7,9 1.040,5 12.120,1 237,8 2.832,2 18,6 18,6

111 16.360,6 1.265,8 7,7 1.29,5 12.295,6 236,3 2.799,2 18,6 18,5 IV 16.305,5 1.253,3 7,7 1.031 ,9 12.310,2 221,4 2.'142,0 17,7 18,2

NQTA: Población Activa Agraria Incluye agricultura, ganadería, silvicultura, caza y pesca.

FUENTE: Encuesta de Población Activa 1 NE.

115

Page 118: Anuario UPA 1999

i#JiRffM;t;fü;t¡C¡\(,)mlffl:I

Transferencias FEOGA-Garantía En el ejerc ic io de 1998 España recibió 883.743 mi llones de pesetas del FEOGA-Garantía, fondo que se ocupa del apoyo a los mer­cados agrarios. El desglose de esta cantidad por sectores se recoge en el siguiente cuadro:

•Transferencias FEOGA·Garantia a España 1998 (en millones ptu.) 1

CULTIVOS HERBÁCEOS CEREALES ARROZ PROTEAGINOSAS AZÚCAR E ISOGLUCOSA ALGODÓN GUSANOS DE SEDA LINO TEXTIL Y CÁÑAMO LÚPULO APICULTURA TABACO ACEITE DE OLIVA VINOS Y ALCOHOLES FLORICULTURA FRUTAS Y HORTALIZAS VACUNO PORCINO OVINO Y CAPRINO LECHE Y PRODUCTOS LÁCTEOS

270.662,0 14.588,5 11 .241 .6 29.648,1 13.190,1 37.139,9

0,6 5.923,7

62,4 339,2

19.119,8 158.761,5 37.707,0

65,1 77.695,8 69.982,8 7.389,4

74.854,9 6.511 ,4

HUEVOS Y AVES SEMILLAS PRODUCTOS AGRÍCOLAS TRANSFORMADOS POSEICAN AYUDAS A LA RENTA RETIRADAS QUINQUENAL DE TIERRAS MONTANTES COMPENSATORIOS MONETARIOS MEDIDAS COMPLEMENTARIAS

Jubi lación anticipada Medio ambiente Forestación Recuperaciones, irregularidades o fraudes

PRODUCTOS DE LA PESCA

165,4 1.270,6 3.777,6

16.861 ,5 1,8

139,3 1,4

42.002,5 3.491 ,8

11.462,2 27.072,0

OTRAS REPERCUSIONES, IRREGULARIDADES O FRAUDES MEDIDAS DE CONTROL Y PREVENCIÓN DEL FEOGA

-23,5 869,6

-184,1 442 ,3

lQTAL -----~_.. ...... l.251.J.

LIQUlDACIÓN._OE_EJERCICIOS ANIERLDRES._~~ s

Page 119: Anuario UPA 1999

i ijJiRff ie) ;f1fü ;#:C ; t (1iij~IM!I:I

Fuerte descenso de la renta agraria en la Unión Europea

De acuerdo con los datos que faci lita la Oficina Estadística Europea (Eu­

rostat), durante 1998 la renta agraria me­dia bajó, en términos reales, el 3,9% en el conjunto de la UE, con respecto al año anterior. Un descenso que se añade al registrado en 1997, que fue de un 2,6%.

La caída registrada en 1998 se debe, en gran medida, a la disminución de las subvenciones (-6,4%) y al fuerte des-

censo de los precios a la producción . El nivel medio de los precios reales a la pro­ducción final agraria bajó el 5,3% debi­do, esencialmente , a la caída del 13,2% de los precios reales de los productos animales (-27,1% en el caso del porcino).

Asimismo, en 1998 se registró un lige­ro aumento del volumen de la producción final {1,6% en los productos agrícolas y 1,4% en los ganaderos); la caída del

• lvoluCión de la renta~ 1998 en los Estados miembros (%) 1

Luxemburgo 2,1 Suecia 1,1 Alemania 1,0 Francia 0,9 Italia -0.7 Grecia -1 ,3 Austria -4,2 Finlandia -5,0 ESPAÑA -6,2

Irlanda Bélgica Holanda Portugal Reino Unido Dinamarca

lJE-15 ZONA EURO

GAS PROPANO 902 155 156

-6,6 -8,4

-11 ,7 -12, 1 -16,3 -18,0

-3,9 -2,7

5,2% del valor real de los consumos in­termedios; y la disminución del 0,4% del valor real de las amortizaciones.

El balance de 1998 encierra también un nuevo descenso del empleo en la agricultura, que en términos generales se redujo un 1,7%; un porcentaje similar al que ya se había reducido en 1997.

En cuanto al comportamiento de la renta agraria en España, de acuerdo con los datos que facilita Eurostat, descen­dió un 6,2%, muy por encima de la me­dia comunitaria.

Page 120: Anuario UPA 1999

MERCEDES e 1so

FURGONETAS Opel Combo Tour

MOTOS Derbi Easy

PREMIOS directos

Consiga una gran cosecha de premios con Fertiberia

Para conseguir una gran cosecha sólo t iene que utilizar en sus t ierras los fertilizantes Fertiberia. Y para conseguir una gran cosecha de premios sólo t iene que consumir los ferti lizantes de Fertiberia.

Porque ahora cada vez que compre fertilizantes Fertiberia podrá ganar premios directos: camisetas, bolsas de viaje y bicicletas Mountain Bike. Y, además, entrará en el sorteo, junto

con su distri buidor, de motos Derbi Easy y de fu rgonetas Opel Combo Tour 1.7 D cada tres meses y, una vez al año, de magn íficos automóviles Mercedes C 180.

Recuerde: comience a sembrar porque este año puede recoger una gran cosecha ... de premios.

(1)

Fertib)1r¡a ~IMilli;ffM1i •t-Mlii##, FERT I L I ZAN T ES

Infórmese en su

distribuidor Fertiberia

Page 121: Anuario UPA 1999

CEREALES

La producción de cereales de otoño-in­vierno aumentó un 23% en 1998, situán­dose en unos 17 ,2 millones de toneladas, a pesar de que las siembras habían sido infe ri ores. Por su parte, en maíz la pro­ducción bajó un 6% y se situó en 4, 15 mi-

• ~oduro Sup. cultivada en España (Has) 625.000

Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 22%

Producción española (1998)(Tm) 1.290.300

Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 18% Precio medio en origen (1998) 25,34 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras (% s/total nacional))

Andalucía 73%

Aragón 13%

Extremadura 7%

Fuentes: MAPAIEUROSTAT.

• Jrllo blando Sup. cu ltivada en España (Has) 1.249.900

Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 10%

Producción española (1998)(Tm) 4.056.700

Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 4%

Precio medio en origen (1998) 23,50 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras (% s/total nacional))

Castilla y León 40%

Castilla- La Mancha

Aragón

Fuentes: MAPAIEUROSTAT.

16%

9%

llones de toneladas, en una superficie de 466.700 hectáreas, también por debajo de las de la campaña anterior.

En cuanto a los precios, la cebada y el trigo empezaron el año a niveles bajos de­bido a que la demanda del sector gana­dero, y más concretamente del porcino, fue menor. Después, la calidad de los gra-

• Cebada seü carrero Sup. cu ltivada en España (Has) 1.062.600

Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 21 %

Producción española (1998)(Tm) 3.006.100

Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 8% Precio medio en origen (1998) 19,26 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras(% s/total nacional))

Castilla y León 25%

Aragón 25%

Castilla-La Mancha

Fuentes: MAPAIFAO.

Centeno Sup. cu l~vada en España (Has)

24%

119.500

Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 8%

Producción española (1998)(Tm) 207.400

Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 3%

Precio medio en origen (1998) 19,60 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras (% sttotal nacional))

Castilla y León 75%

Galicia Castilla-La Mancha

Fuentes: MAPAIFAO.

119

9%

6%

mi Sorgo Sup. cultivada en España (Has) 11.660

Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 6% Producción española (1996)(Tm) 74.100

Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 7%

Precio medio en origen (1996) 21 ,50 (pls/Kg.)

Principales zonas productoras (% s/total nacional))

Cataluña 39%

Andalucía 37%

Extremad u ra

Fuentes: MAPAIFAO.

• Avena Sup. cultivada en España (Has)

Porcentaje aproximado respecto a la UE-1 5

Producción española (1996)(Tm)

5%

397.700

20%

696.300 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 11 %

Precio medio en origen (1996) 21,64(pls/Kg,)

Principales zonas productoras (% s/total nacional))

Cas:tilla y León 30%

Castilla-La Mancha

Anclalucfa

Fuentes: MAPAIFAO.

• Oebada dos carrero Sup1. cultivada en España (Has)

26%

16%

2.463.100

Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 40%

Producción española (1996)(Tm) 7.695.400

Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 25% Precio medio en origen (1998) 19,69 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras(% s/total nacional))

Cas!llla y León 51 %

Castilla-La Mancha

Ara¡¡ón

Fuentes: MAPAIFAO.

• 1Müi Sup. cu ltivada en España (Has)

26%

6%

466.700

Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 11 % Producción española (1996)(Tm) 4.154.300

Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 12%

Precio medio en origen (1996) 22,9 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras(% s/total nacional))

Castilla y León 24%

Aragón

Extremadura

Fuentes: MAPAIFAO.

19%

14%

Page 122: Anuario UPA 1999

• Triticale Sup. cultivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)

29.000 5%

61 .000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 1 % Precio medio en origen (1998) 23,70 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras(% s/total nacional)) Andalucía 7 4 %

Extremadura 11 % Castilla-La Mancha 7%

Fuentes: MAPA!FAO.

nos no pudo evitar que los precios caye­ran con el inicio de cosecha. Hasta me­diados de octubre no se apreció una li­gera recuperación. Como ejemplos, la ce­bada terminó el año con un precio medio de 20 ptas/kg; el maíz, en 23 ptas/kg; el tri­go panificab le, entre 22 y 25 ptas/kg; y el trigo duro entre 23 y 25 ptas/kg .

ARROZ

• Arroz Sup. cultivada en España (Has) 113.200 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 27% Producción española (1998)(Tm) 804.300 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 30% Precio medio en origen (1998) 48.20 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras(% s/total nacional)) Andalucfa 37% Extremadura Cataluña

Fuentes: MAPA!FAO

18% 17%

La producción española de arroz en 1998

se situó en unas 804.000 toneladas, un 2%

más que en 1997. Por su parte, la superficie nacional de cultivo es de unas 110.000 hec­tá reas, lo que supone, según datos del FE­

GA, que debe revisarse la penalización apli­cada a los pagos ya realizados, solicitando a los agricultores el re integro de 1 euro por hectárea, equivalente a 168,386 pesetas por hectárea.

FORRAJES

El mercado de forrajes deshidratados, tanto a nivel nacional como comunitario, estuvo durante 1998 muy saturado debi­do especialmente al exceso de oferta de

• Yeros Sup. cultivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)

88.000 97%

58.700 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 98% Precio medio en origen (1998) 25 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras(% s/total nacional)) Castilla-La Mancha 53% Aragón Andalucía

Fuentes: MAPA/FA O.

• Vezas

19% 19%

Sup. cultivada en España (Has) 200.500 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 85% Producción española (1998)(Tm) 127.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 65% Precio medio en origen (1998) 35,4 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras(% s/total nacional)) Castilla y León 32% Castilla-La Mancha 21 % Cataluña 17%

Fuentes: MAPAIFAO.

baja calidad. Los precios , aunque la de­manda ha sido buena en general , estu­vieron por debajo de los del año anterior.

Por todo ello, desde el sector produc­tor español ha pedido un plan de actua­c ión en defensa de las primeras calidades de forraje (alfalfa deshidratada) , mientras que la Comisión ya ha presentado a los Estados miembros una propuesta dirigida a reducir la producción en toda la Unión incrementando la temperatura exigida pa­ra acceder a las ayudas que se conceden. De este modo se conseguiría, según los expertos comunitarios , disminuir la pro­ducción de peor calidad. La producción nacional de forrajes desecados en la cam­paña 1998/99 se situará en 1, 72 mil lones de toneladas, medio mi llón de toneladas por encima de la Cantidad Máxima Ga­rantizada, que está establecida para Es­paña en 1,22 millones de toneladas.

ALIMENTACIÓN ANIMAL

La producción de piensos compuestos en 1998 fue de 15,5 millones de toneladas, más de 200.000 toneladas de 1997. Por sectores, la producción de piensos desti-

120

• soja Sup. cul tivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15

5.470 1%

Producción española (1998)(Tm) 12.400 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 1 % Precio medio en origen (1998) * 31,50 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras(% s/total nacional)) Extremadura 79% Andalucía Aragón

Fuentes: MAPA/FA O.

• Colza

20% 1%

·Estimaciones

Sup. cu ltivada en España (Has) 46.100 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 1,50% Producción española (1998)(Tm) 73.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 0,80% Precio medio en origen (19978) ' 33 (pts/Kg .)

Principales zonas productoras (% s/total nacional)) Aragón 30% Castilla-La Mancha Andalucía

27% 22%

Fuentes: MAPAIFAO. "Estirnaciónes.

nadas al porcino se situó en 6,6 millones de Tm (ligeramente por encima de 1997); la destinada al ovino, en 4, 1 millones; y la del vacuno, en 3,3 millones de Tm.

ACEITE DE OLIVA

El sector de aceite de ol iva estuvo muy condicionado durante 1998 por la reforma de la OCM, que finalmente fue aprobada en el mes de junio , tras varios meses de movilizaciones en España, con elementos muy negativos para el futuro de los pro­ductores.

• Aceite de oliva Sup. cu ltivada en España (Has) 2.132.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 50% Producción española (1998)(Tm) 747.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 45% Precio medio en origen (1998) 292 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras (% s/total nacional)) Andalucfa 84% Castilla-La Mancha Extremadura

Fuentes: MAPA!FAO.

7% 5%

Page 123: Anuario UPA 1999

• Aceituna de mesa Sup. cu ltivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)

133.000 56%

238.400

Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 61 %

Precio medio en origen (1998) 93,55 (pts/Kg.)

Principales zonas producloras (% s/lolal nacional))

Andalucía 79% Extremadura 17%

Murcia 1%

Fuentes: MAPAIFAO.

La reforma estableció una Cantidad Máxima Garantizada para España de 760.027 Tm; la ayuda a la producción se redujo un 7%; se suprimió el sistema pú­blico de intervención quedando sólo el ré­gimen de ayuda al almacenamiento pri­vado; y también se suprimió la ayuda al :;onsumo y la ayuda específica para pe­::iueños productores.

Además, no se prohibieron las mezclas, Jno de los puntos rechazados con mayor :ihínco por el sector español.

La cosecha, en principio, parecía des­:inada a superar la del año anterior, pero jespués con la escasez de humedad, no >e cumplieron las expectativas.

También hubo guerra de cifras entre Mi-1isterio, sector y la Junta de Andalucía. De as 1.080.700 toneladas que se preveían ~ finales de verano se llegó a fin de año ~on unas previsiones de cosecha por de­)ajo de las 755.000 Tm.

Las expectativas de una recolección in­erior a la prevista provocó un repunte de os precios al consumo, más especulativo l Ue real , provocado por el sector indus­rial y las grandes empresas de distribu­;ión, que acapararon mercancía.

En los doce meses de 1998, las ven­tas de aceite de oliva de la industria en­vasadora ascendieron a 413,68 millones de litros , con un incremento del 11 % so­bre 1997, que porcentualmente fue muy superior en el caso de los vírgenes.

En cuanto a los precios pagados al pro­ductor, el año se cerró aproximadamente en los mismo niveles del anterior (con un precio medio de 310 ptas/kg para el acei­te de 1° y 260 ptas/kg para el de 3°),.

GIRASOL

• Giruol Sup. cultivada en España (Has) 1.030.509

Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 45%

Producción española (1998)(Tm) 1.096.900

Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 29% Precio medio en origen (1998) 38,95 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras (% s/tola l nacional))

Andalucía 44%

Castilla-La Mancha

Castilla y León

Fuentes: MAPAIFAO.

43%

16%

La producción española de girasol fue en 1998 de de 1, 1 millones de toneladas, con unos precios que oscilaron entre 32 y 36 ptas/kg . El sector vivió durante todo el año con la amenaza de los cambios pro­puetos en su Organización Común de Mercado (OCM)

REMOLACHA

• Remolacha azucarera Sup. cultivada en España (Has) 153.300 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 7% Producción española (1998)(Tm) 8.871.300 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 7% Precio medio en origen (1998) 8,35 (pts/Kg.)

Principales zonas producloras (% s/total nacional))

Castilla y León 57%

Andalucfa

Castilla-La Mancha

Fuentes; MAPA!FAO.

30%

8%

La producción total de remolacha azu­carera en 1998 ascendió a 8.87 1.000 to­neladas - frente a 8.583.000 toneladas en 1997-; mientras que la producción de azú-

121

•1 Tabaco Sup. cultivada en España (Has) 17.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 11 ,60% Producción española (1998)(Tm) 42.300 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 12% Precio medio en origen (1998) 483,46 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras(% s/lotal nacional))

Extremadura 82%

Andalucía 14% Castilla y León

Fuirntes: MAPA/FA O

• .&Igodón Sup. cultivada en España (Has)

Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)

2%

97.600

19%

323.800

Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 21 %

Precio medio en origen (1998) 139,67 (pts/Kg.)

Pri1~cipales zonas productoras(% s/lolal nacional))

Andalucía 95%

Murcia

Comunidad Valenciana

FuBnles: MAPAIFAO.

4%

1%

car refinado fue , respectivamente, de 1, 18 y 1,6 millones de toneladas. Otro elemen­to importante de 1998 fue la fusión de Ebro Agrícolas y Sociedad General Azucarera, constituyéndose en la sociedad Azucare­ra Ebro Agrícolas que dispone del 78% de la cuota de azúcar española.

• :vino 1 mosto Sup. cu ltivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)

1.127.000

33% 32.524

Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 21 % Precio medio en origen (1998) 641 (pts/hgdo.)

Principales zonas productoras(% sMtal nacional))

Castilla-La Mancha 50% Cataluña Comunidad Valenciana

Fuefltes: MAPA!FAO.

9% 8%

El sector del vino vivió en 1998 una campaña desigual . Por un lado, las pro­ducciones fueron en general inferiores a las del año anterior (con excepciones im-

Page 124: Anuario UPA 1999

• .AJo Sup. cultivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)

24.400 66%

160.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 62% Precio medio en origen (1998) 184,12 (pts/Kg.) Preclo medio mayorista (1998) 254 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras (% s/total nacional)) Andalucía 40% Castilla-La Mancha Gastilla y León Fuentes; MAPAIFAOIMERCASA.

• Alcachofa Sup. cultivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15

40% 9%

236.995

Producción española (1998)(Tm) 274.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 30% Precio medio en origen [1998) 98,99 (pts/Kg.) Precio medio mayorista (1998) 167 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras(% s/total nacional)) Murcia 42% Comunidad Valenciana 31 % Cataluña 8% Fuentes MAPA/FAOIMERCASA.

• Patatas Sup. cultivada en España (Has) 141 .700 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 10%

Producción española (1998)(Tm) 3.319.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 7% Precio medio en origen (1998) 29,80 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras (% s/total nacional )) Castilla y León 28% Galicia Andalucía

Fuentes: MAPAIFAO.

16% 15%

portantes, como La Rioja) ; y, por otro, los precios fueron muy superiores.

En la reducción de la cosecha tuvieron mucho que ver las heladas que diezmaron la cosecha en muchas zonas de Casti lla y León, la Comunidad Valencina y Cataluña; seguidas en el verano por la fa lta de lluvia, que frenó el engorde de la uva. En cuan­to a la calidad , la cosecha de 1998 ha si­do una de las mejores del sig lo. En pre­cios, los más altos se pagaron en zonas como la Ribera del Duero y La Rioja don­de cas i se llegan a dup licar los precios

• Pimiento _fulp. c~lti_vada.!l_n EsQaña (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)

22.600 55%

882.800 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 57% Precio medio en origen (1998) 101 ,80 (pts/Kg.) Precio medio mayorista (1998) 145(pts/Kg.)

Principales zonas productoras (% s/lotal nacional)) Andalucía 63% Murcia Comunidad Valenciana Fuentes: MAPAIFAO!MERCASA.

• Cebollas Sup. cu ltivada en España (Has) Porcentaje aproximado resp'ecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)

14% 5%

24.400 10%

981.200 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 29% Precio medio en origen (1998) 21 ,73 (pts/Kg.) Precio medio mayorista(1998) 69 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras(% s/total nacional)) Casti lla-La Mancha 45% Andalucía Comunidad Valenciana Fuentes: MAPA/FAOIMERCASA.

• Tomate Sup. cultivada en España (Has)

15% 13%

60.500 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 25% Producción española (1998)(Tm) 2.942.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 23% Precio medio en origen (1998) 55,70 (pts/Kg.) Precio medio mayorista(1998) 106 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras(% s/lotal nacional)) Andalucía 30% Extremadura Murcia Fuentes: MAPA/FAO/MERCASA.

27% 10%

medios de años anteriores. Sin embargo, el encarecimiento del precio de la uva no fue un hecho puntual sino que se viene arrastrando desde hace tres.

PATATAS La patata comenzó el año como había

terminado el anterior: con buenos precios en tardía que luego se mantuvieron, con altibajos, hasta el final de la campaña. En concreto, el precio medio en enero para la patata era de 23 ptas/kg y al finalizar el

122

GUüiiltes Sup. cultivada en E~¡mjia (Has) 56.500 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 7% Producción española (1998)(T1n) 73.300 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 2% Precio medio en origen (1998) 106 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras (% s/total nacional)) Castilla-La Mancha 36% Castilla y León 35% Andalucía 8%

Fuentes; MAPA/FAO.

• Habu secas Sup. cultivada en España (Has) 9.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 6,80% Producción española (1998)(Tm) 9.300 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 3,50% Precio medio en origen (1998) 42,25 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras(% s/l'otal nacional)) Andalucía 55% Cataluña Baleares

Fuentes: MAPA/FAO.

• Fresa-fresón

11% 9%

Sup. cultivada en España (Has) 8.300 Porcentaje aproximado respecto a Ja UE-15 19% Producción española (1998)(Tml 317.300 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 37% Precio medio en origen (1998) 198,97 (pts/Kg.) Precio medio mayorista (1998) 244 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras(% s/total nacional)) Andalucía 92% Cataluña Galicia Fuentes: MAPAIFAOIMERCASA

4% 3%

año , estaba en 40 ptas/kg. La producción final de patata en España quedó ligera­mente por debajo de la de la campaña an­terior, al recogerse 3.246.800 toneladas Sin embargo, la producción de patata tar­día (que se preveía escasa) superó la de 1997. Los buenos precios consegu idos por los productores de patata, especia l­mente al fi nal de la campaña, han levan­tado la alarma en el sec tor de cara a las siembras de 1999; y, además, el encare­cimiento de los precios provocó en 1998 un descenso del consumo.

Page 125: Anuario UPA 1999

• •annJa Sup. cultivada en España (Has) 134.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 45% Producción española (1998)(Tm) 2.384.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 43% Precio medio en origen (1998) 28,96 (pts/Kg.) Precio medio mayorista (1998) 7 4 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras (% sllotal nacional)) Comunidad Valenciana 70% Andalucía 22% Murcia 5% Fuentes: MAPAIFAO/MERCASA.

• Pera Sup. cu ltivada en España (Has) 39.391 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 24% Producción española (1998)(Tm) 599.800 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 21 %

Precio medio en origen (1998) 75,62 (pts/Kg.) Precio medio mayorista (1998) 109(pts/Kg.)

Principales zonas productoras(% sllotal nacional)) Cata luña 55% Aragón 19% Extremadura Fuentes: MAPA/FAO!MERCASA.

• Manzana Sup. cultivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)

6%

49.373 14%

719.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 9% Precio medio en origen (1998) 44, 13 (pts/Kg.) Precio medio mayorista (1998) 101 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras (% s/total nacional)) Cataluña 48% Aragón 24% Galicia 6% Fuentes: MAPA/FAOIMERCASA.

• PJ.üiiios Sup. cultivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)

8.369 85%

385.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 94% Precio medio en origen (1998) 55.07 (pts/Kg.) Precio medio mayorista (1998) 123 (pts!Kg.)

Principales zonas productoras(% sltotal nacional)) Canarias 100% Andalucla 0,05%

Fuentes: MAPAIFAO/MERCASA.

• Mandarina Sup. cultivada en España (Has) 97.072 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 76% Producción española (1998)(Trn) 1.698.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 63% Precio medio en origen (1998) 41,62 (pts/Kg.) Precio medio mayorista (1998) 100 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras (% sltotal nacional))

Comunidad Valenciana 91 % Andalucía 3% Murcia Fuentes: MAPA/FAOIMERCASA.

• Sandía Sup. cultivada en España (Has) Porcentaje aproxfmado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)

3%

21.600 38%

816.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 40% Precio medio en origen (1998) 30,92 (pts/Kg.) Precio medio mayorista (1998) 51(pts/Kg.)

Principales zonas producloras (% sttota l nacional)) Andaluola 68% Comunidad Valenciana Murcia Fuentes: MAPAIFAOJMERCASA.

• Albaricoque Sup. cultivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)

12% 7%

24.982 39%

149.800 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 35% Precio medio en origen (1998) 69,80 (pts/Kg.) Precio medio mayortsta (1998) 187 (pts!Kg.)

Principales zonas productoras(% s/total nacional)) Murcia 58% Comunidad Valenciana 24% Castilla-La Mancha 8% Fuentes: MAPAIFAOIMERCASA.

• Oernu Sup. cultivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)

27.650 24%

54.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 12% Precio medio en origen (1998) 278,60 (pts{Kg.) Precio medio mayorista (1998) 387 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras(% s/tolal nacional)) Extremadura 24% Cataluña 21 % Aragón 13% Fuentes: MAPAIFAO/MERCASA.

123

• Limón Sup. cul tivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)

43.000 45%

702.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 48% Prncio medio en origen (1998) 36,20 (pts/Kg,) Prncio medio mayorista (1998) 75 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras(% sltola l nacional)) Murcia 50% Comunidad Valenciana Andalucía Fuentes: MAPAIFAOJMERCASA.

• Melón Sup. cultivada en España (Has)

31% 17%

43.100 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 48% Producción española (1998)(Tml 993.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 53% Precio medio en origen (1998) 41 ,37 (pts/Kg.) Precio medio mayorista (1998) 83 (pts!Kg.)

Principales zonas productoras (% sltotal nacional)) Andalucía 35% Castilla-La Mancha 26% Murcia Fus•ntes: MAPA/FAO/MERCASA.

• Melocotón y llectarina Sup. cultívada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-1 5 Producción española (1998)(Tm)

19%

72,000 25%

925.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 22% Precio medio en ortgen (1998) 95.91 (pts/Kg.) Precio medio mayorista (1998) 162 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras (% s/total nacional)) Cataluña 27% Ara¡¡ón 24% Murcia 21% Fue11tes: MAPA/FAO/MERCASA.

• Uva de mesa Su~1 . cultivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)

34.716 36%

350.500 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 15% Precio medio en origen (1998) 81 ,02 (pts!Kg.) Precio medio mayorista (1998) 180 (pts!Kg.)

Prirncipales zonas productoras (% sltotal nacional)) Comunidad Valenciana 60% Murcia Andalucía Fuentes: MAPA/FAOIMERCASA.

23% 14%

Page 126: Anuario UPA 1999

• Ciruela Sup. cultivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)

20.330 22%

136.100 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 14% Precio medio en origen (1998) 88.50 (pts/Kg.)

Precio medio mayorista (1998) 184 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras (% s/total nacional)) Murcia 25% Comunidad Valenciana 21 % E'xtremadura 18% Fuentes. MAPA!FAO/MERCASA.

• Lentejas Sup. cultivada en España (Has)

Porcentaje aproximado respecto a la UE-15

Producción española (1998)(Tm)

27.400

82%

16.200

Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 68% Precio medio en origen (1998) 69, 1 O (pts/Kg . .)

Principales zonas productoras (% s/total nacional))

Casti lla-La Mancha 84% Casti lla y León 11 %

Andalucía 3%

Fuentes: MAPA!FAO.

HORTALIZAS

En general, las producciones hortícolas estuvieron en 1998 por encima del año an­terior, pese a que las superficies sembra­das estaban por debajo y a que se pro­dujeron heladas que en algunas zonas diezmaron los cultivos.

Los precios estuvieron más bajos que en la campaña anterior debido a este au­mento de la oferta en el mercado.

Corno en otros sectores de producción, la crisis rusa también afectó al sector hor­tfcola incidiendo en la calda de los precios. En concreto, las exportaciones de tomate y lechuga fueron las más afectadas . No obstante, la apertura del mercado norte­americano al pimien to y al tomate, ayudo sin duda a paliar los efectos negativos.

FRUTAS

La campaña de pera y manzana em­pezó con precios al alza debido a la re­ducción de la cosecha tanto en España como en los primeros países productores de la UE, aunque en Italia sf se registró un aumento de la producción de pera.

• Avellana cáscara Sup. cultivada en España (Has) Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 Producción española (1998)(Tm)

32.000

20% 16.200

Porcenta je aproximado respecto a la UE-15 12% Precio medio en origen (1998) 239,95 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras(% s/total nacional)) Cataluña 96% Comunidad Va lenciana Asturias

Fuentes: MAPAIFAO.

• Judías secas

3% 1%

Sup. cultivada en España (Has) 22.427

Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 35%

Producción española (1998)(Tm) 22.100

Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 20%

Precio medio en origen (1998) 228, 1 O (pts/Kg.)

Principales zonas productoras(% s/total nacional))

Casti lla y León 48%

Galioia

Asturias

Fuentes: MAPA/FA O.

17%

5%

En frutas de hueso, la tónica de la re­ducción de la cosecha se mantuvo , ex­cepto en albaricoque, donde se logró su­perar la producción del pasado año al al­canzar un volumen de 149.800 Tm.

La problemática del plátano se recru­deció en 1998. La Unión Europea acabó pidiendo al Consejo General de la Orga­nización Mundial de Comercio que resol­viese el procedimiento que la enfrentaba a Estados Unidos.

En cuanto a los cítricos, los precios su­bieron en 1998, pero las producciones es-

124

• Almendra cáscara Sup. cultivada en España (Has) 720.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 72% Producción española (1998)(Tm) 202.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 54% Precio medio en origen (1998) 139,08 (pts/Kg.)

Principales zonas productoras (% s/total nacional)) Andalucía 27% Comunidad Valenciana Aragón

FOentes: MAPMAO!MERCASA.

• Garbanzos

21% 16%

Sup. cultivada en España (Has) 115.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 81 %

Producción española (1998)(Tm) 65.900

Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 82% Precio medio en origen (1998) 104(pts/Kg.)

Principales zonas productoras (% s/total nacional))

Andalucía 47% Castilla-La Mancha

Extremadura

Fuentes: MAPAIFAO.

24%

17%

tuvieron lejos de alcanzar la cifra récord del año anterior. Además, la crisis rusa no afectó tanto como se estimaba a comien­zos del verano.

Un tema que sí preocupa a los produc­tores españoles es el previsible acuerdo comercial UE-Sudáfrica, porque las pro­ducciones cítr icas de este país africano, aunque en esencia no coinciden en el tiempo con las españolas, pueden perju­dicar a las producciones españolas al ini­c io de la campaña en octubre y al final de la misma.

FRUTOS SECOS

La producción española de almendra fue de 202.600 toneladas; y la de ave lla­na, de 16.200 Tm, en ambos casos muy por debajo del nivel alcanzado en la cam­paña anterior. que fue , por otra parte, una campaña excepcional.

No obstante, los precios no experi­mentaron una tendencia alcista como era de prever ante esa reducción de la oferta y en los primeros meses del otoño la es­tabilidad era la tónica dominante en el mercado. Concretamente , la almendra

Page 127: Anuario UPA 1999

• Leche de cabra Censo español (1998) • 1.855.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 21 % Producción española (Millones de litros) 402 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 27% Precio medio en origen 70 (pts/I.)

Princi~ales zonas ~roductoras Andalucía 56% Castilla-La Mancha 14% Canarias 11%

·Hembras reproductoras

Fuentes: MAPA/FA O.

• Carne de porcino Censo español (1998) (cabezas) 21.715.000 Porcentaje ap roximado respeoto a la UE-1 5 17% Producción española (en Tm) 2.505.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 15% Precio medio en origen 178 (pts/kg/vivo)

Distribución de la cabaña ganadera

Cataluña 25% Castilla y León 16% Aragón 15%

Fuentes: MAPAIFAO.

!mpezó el año 98 a 520 ptas/kg y termi-1ó a 670 ptas sin cambios en varias se­nanas. Por su parte, la ave llana terminó 1 575 ptas/kg cuando había empezado a i10 ptas.

LECHE

En el sector lácteo, durante el período le tasa 1998/99 no se llegó a cubrir la cuo-1 con las entregas de los ganaderos, que e quedaron en 5.437.140 toneladas. Es­) responde al esfuerzo realizado por el ector para adaptarse al sistema de cuo-1s y no sobrepasar el límite establecido.

También puede haber contribuido la im­ortante bajada del número de ganade­)S, que ha pasado de 90.867 en la cam­aiia 1996/97 a 81.377 en la 1997/98, por 1 que un año más se confirma que el pro­io sector se están reconvirtiendo, sin ca-apoyos oficiales y debido a la presión

el mercado. El 11 de julio de 1998 se publicó el Re­Decreto sobre modernización y mejora

e la competitividad en el sector lácteo, 1a norma que por primera vez decreta-9. las retenciones obligatorias para el co­ro de la supertasa par a los ganaderos

• Leche de vaca Censo español (1998) 1.282.959 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 6% Producción española (Millones de litros) 6.021 Porcentaje ap roximado respecto a la UE-15 5% Precio medio en origen 48,62 (ptsll.)

Princi~ales zonas ~roductoras Galicia 30% Castilla y León 14% Asturias 11 %

Fuentes: MAPA!FAO.

• Carne de vacuno Censo español (1998) (cabezas) 6.118.000 Porcenta je aproximado respecto a la UE-15 7,30% Producción española (Tm) 602.500 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 7,60% Precio medio en origen 252 (pts/kglvivo)

Distribución de ta cabaña ganadera Castilla y León 20% Galicia 16% Cataluña 12% Fuentes: MAPA/FA O.

españoles, y por el que se instrumentalizó un plan de abandono del sector con ex­pectativas de captar 100.000 Tm de cuo­ta , financiadas por el Ministerio y las co­munidades autónomas (éstas al 25%). Al cierre de dicho plan , tan sólo se abando­naron 70.000 Tm, con lo que ni siquiera se gastaron los fondos procedentes de la Ad­ministración central, que cubrían 75.000 Tm. Esto se debió a problemas por la re­dacción de la normativa, como el hecho de que, quien abandonara la cuota como condición previa para acogerse al cese

125

• Leche de oveja Censo español (1998) • 2.665.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 15% Producción española (Millones de litros)" 320 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 16% Precio medio en origen (1998) 130,84 (ptsll.)

Princi~aies zonas ~roductoras Castilla y León 67% Castilla-La Mancha 22% Navarra 2%

'Hembras reproductoras "O.atas de 1997 Fuentes: MAPAIFAO.

• Carne de aves Censo español (1998) (cabezas) 37.033.000 Pon:entaje aproximado respecto a la UE-15 37% Producoión española (Tm) 897.000 Porc:entaje aproximado respecto a la UE-15 14% Precio medio en origen (gallina y polio) 91 (ptslkg)

Distribución de la cabaña ganadera Cata luña 32% Andalucía 14% Comunidad Valenciana 13%

Fuentes: MAPA!FAO

anticipado, pod!a no obtener éste a pesar de todo, y por tanto quedarse sin derecho de producción y sin prejubilación .

• VACUNO DE CARNE

Después de dos años claramente ne­gativos (1995 y 1996), y de otro de equili­brio ('1997), volvieron, aunque moderados, los beneficios en 1998, atendiendo a la di­ferencia entre costes e ingresos y sin te­ner en consideración en el cálcu lo los in­gresos por primas en el caso de machos con acceso a ellas.

En lo referente a los costes de produc­ción, las compras de animales destinados a cebo en este año sufrieron por lo gene­ral un incremento en el segundo trimestre , aunque se moderaron sensiblemente en el tercero. Hay que señalar diferencias im­portantes por tipos de ganado: los precios del ganado de buena genética de origen francés (charolés y similares) se mantu­vieron disparados durante el verano, cuan­do los pasteros cruzados nacionales si­guieron una tendencia contraria en el mis­mo período.

A final de año , los precios de frisón na­cional destinados al engorde estaban en

Page 128: Anuario UPA 1999

• Carne de caprino Censo español (199lt) (cabezas) 2.534.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 21 % Producción española (en Tm) 15.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 19% Precio medio en origen 396 (pts/kg/vivo)

Distribución de la cabaña ganadera Andalucla 47"/o Castilla-La Mancha 14% Extremadura 8%

Fuentes: MAPA/FAO.

• carne de conejo

Cen~o español (1998) (cabezas) 2.300.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 14% Producción española (en Tm) 123.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 27% Precio medio en origen 280,81 (pts/kg/l

Principales zonas productoras

Cataluña Aragón Galicla

Fuentes: MAPA/FAO.

33% 14% 14%

66.000 ptas para animales machos de 60 kg , mientras se situaban en 54.000 para hembras entre 60 y 65 kg . En asturiano y similares, el prec io era de 37.000 ptas pa­ra los machos de 50 kg y de 28.000 para hembras del mismo peso. En retinta con charolés, la cotización para engorde era de 90.000 ptas el macho de 220 kg , y 70 .000 la hembra del mismo peso, y en charolés cotizaban a 123.000 ptas el ma­cho de 250 kg , y a 88.000 la hembra de ese peso. En cuanto a los precios de ven­ta, empezaron muy firmes en enero (550

• Carne de equino Censo español (1998)~ 33.768 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 14% Producción española (en Tm) 7.100 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 7% Precio medio en origen'* 223,94 (pts/kg/)

Principales zonas productoras

Cataluña 38% Comunidad Valenciana 26% Cantabria 10%

• Saarfficia de ganada • •oatos de 1997

Fuentes: MAPMAO.

• Huevos Censo español de gallinas ponedoras 1998 37 .033.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 11 % Producción española (1998) 585.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 12% Huevos puestos por cada gallina 245.000 Precio medio en origen

Principales zonas productoras Cataluña Castilla y León Castilla-La Mancha

Fuentes: MAPA/FAO.

124,79 (ptsfdoc)

21 % 15% 14%

ptas el precio testigo nacional) , para caer progresivamente hasta el verano (440 ptas en junio), e iniciar una remontada en el ter­cer trimestre. En el consumo la normalidad ha sido la tón ica dominante después de la debacle que había provocado en años an­teriores la crisis de las vacas locas.

PORCINO

En el balance sobre la situación del sector porcino en 1998 se pone de mani­fiesto el importante aumento de l censo que se produjo en toda la UE y especial­mente en España, y la consiguiente baja­da de precios hasta llegar a niveles des­conocidos desde los años 70.

Comparando el censo total de repro­ductoras en agosto de 1998 con el de 1997 se aprecia un incremento del 3,8% en la UE, mientras en España subió un 13,5%, pasando el parque a ser de 2.485.000 reproductoras, lo que supone que fuimos el estado miembro con mayor incremento.

El precio medio de l ganado vivo de abasto fue inferior al de 1997 en un 28% (147 ptas/kg vivo}, apenas equiparable a

126

• Lana de oveja Censo español (1998) * 19.053.190 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 30% Producción española (Tm) 31 .922.040 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 26%, Precio medio en origen 81.15 (pts/kg/l

Principales zonas productoras Castilla y León 22% Extremadura 20% Castilla-La Mancha 17%

·cabezas esquiladas a dic. 1997

Fuentes: MAPMAO.

• carne de orino Censo español (1998) (cabezas) 24.200.00Q Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 21 % Producción española (en Tm) 228.000 Porcentaje aproximado respecto a la UE-15 21 % Precio medio en origen 372 (pts/kg/vivo)

Distribución de la cabaña ganadera Castilla y León 24% Aragón 15% Extremadura 14%

Fuentes: MAPAIFAO.

las 142 ptas de 1988, o a las 144 de 1993, ya que los sistemas de producción han cambiado y los costes son mucho mayo­res . El prec io máximo se alcanzó en fe­brero, con 181 ptas/kg vivo, comenzandc a descender a partir de ese mes y llegan­do a su nivel más bajo en noviembre (9C ptas/kg vivo) , un precio histórico desco­nocido por los ganaderos desde la déca­da de los 70. Esto supuso unas pérd idaE por animal de 100 kgs vivo, de entre 5.00C y 7.000 pesetas.

El precio medio del lechón de 20 kgs he

Page 129: Anuario UPA 1999

sido de 5.300 ptas/unidad, inferior en un 35% al del año ante­rior (que fue de 8.200 ptas) . El nivel más bajo se alcanzó en noviembre con 1.800 ptas/unidad, lo que significó perder por lechón entre 3.000 y 4.000 pesetas.

La crisis comenzó en agosto, y se agravó en los meses si­guientes llegando al punto máximo en noviembre. La causa de la crisis es el incremento de la producción en la UE, unido al descenso de las exportaciones a Rusia y países asiáticos por las circunstancias económicas que atraviesan .

Los productores de ovino sufrieron en 1998 las conse­cuencias de la espectacular caída de precios en el porcino, que tiró inevitablemente a la baja de los precios del resto de as carnes. Para colmo, los precios de las pieles también han ::aído en 1998 y esta vez como consecuencia de las crisis eco-1ómicas que a comienzos del pasado año azotaron a los mer­::ados ruso y asiático. Sólo el importe de las primas permitió ·ecompensar mínimamente a los ganaderos

AVICULTURA

Las producciones avícolas tienen un marcado carácter cí­)lico, por lo que tras dos años de relativa calma-1996 y 1997-, m 1998 se produjo una crisis de precios en el mercado de 1uevos a nivel europeo. España, que supone el 12% de la pro­iucción comunitaria, aumentó su oferta respecto al año 1997 m torno a un 10%, lo que unido al incremento del 2% en la pro­iucción comunitaria, provocó que los precios al productor ba­::insen entre un 1 O y un 15% durante.

Por su parte, el mercado de los pollos no consigue alcan­:ar niveles aceptables para sus productores. El año 1998 fue nuy difícil para los avicultores, ya que durante la mayor parte !el mismo los precios se mantuvieron por debajo de las 200 >tas, y a lo largo de muchas semanas no se superaron las 140, ) que implica fuertes pérdidas ya que es un nivel inferior a los . ostes de producción. En diciembre, y a principios de 1999, :i situación se ha ido agravando progresivamente.

CUNICULTURA

Las expectativas del sector de la cunicultura se vieron bas­rnte defraudadas durante 1998, porque la anunciada nor-1ativa ordenar y regular esta actividad productiva, finalmen-3 no llegó a ponerse en marcha. El objetivo de esta nueva nor-1ativa debería ser el incremento del consumo y la iversificación de las ventas .

En cuanto a los precios. durante el año pasado la situa­ión fue aceptable hasta principios del otoño, en torno a las 60 pesetas.

Sin embargo, a final de año las cosas se complicaron, por­ue cayó el consumo por la competencia de otras carnes y 1 proximidad de las fiestas navideñas , y las cotizaciones es-1vieron entre 30 y 40 pesetas por debajo de las de años an-1riores. La media del año quedó en torno a 250 ptas/kg.

EUROAGRO se integra en "

LA GRRíl FERIA DE LA PRODUCCIÓíl AGRICOLA , LA HORTICULTURA ORílRffifílTRL, FO RESTAL, fLORISHRÍA Y JARDlílERÍR

El próximo mes de Octubre, los visitantes y expositores de Euroagro verán multipl.icados por 5 los atractivos que esta feria ofrece, porque por primera vez en Europa se van a ofrecer de forma conjunta los contenidos de las 5 ferias y salones más representativos de la producción agrícola, de la horticultura ornamental, forestal ~¡ floristería . Una forma más ren table y dinámica de ofrecer o conocer, de una sola vez y en un único espacio, todos aquellos aspectos relacionados con los contenidos que hasta ahora ofrecían las ferias IBERFLORA Y EUROAGRO y el SALÓN DEL JARDÍN, el SALÓN DE LA TECNOLOGÍA HORTICOLA­AGRÍCOLA y las aportaciones del nuevo SALÓN INTERPROFESIONAL DE LA ALIMENTACIÓN EN FRESCO. Un mundo interconectado en una sola feria capaz de satisfacer las demandas de todos los profesionales de una forma perfectamente sectorizada en 5 salones .

~

~ EUROAGRO

FERIA INTIRNACIONAL DE FRODUCOÓN AGRiCOlA

<C[IA_f

FERIA INTERNACIOtlAL DE HORTICULTURA ORt/AMftlTA.L. FORBTAL Y FLORlSTERiA

SALO!i DE lA TECNOWGiA HORTl<OlA y .AGRICDLA

SA.toti DELJAR!>lrl, UR!IAJllSMOV PA!SAJiSMD

14 al 16 Octubre'99 - Valencia/España

(~- q Fetla Va!encla Ao,ien1da de las ferias. s;n E 4503S Valerwa !España) 0 Apdo.(F.Ollo<)47óE.lli080Va:!nc.a • lii34 96J86l IOO • Fa<J.l 96J63611l !li1644a;l ~ FER 1 A

·=-~~ E·mall h!riavalenc1a'7fer1avalen.c1a com • Internet hup ii'www le.m1valenc1a com V A L E N e 1 A

Page 130: Anuario UPA 1999

n

azucarera _ ebro agrícolas

Page 131: Anuario UPA 1999

Industria alimentaria

La producción bruta de la industria ali­mentaria española alcanzó en 1998

os 8,73 billones de pesetas, con un cre­;imiento, respecto al año anterior, en tér­ninos físicos (volumen) del 1, 12%, y un nc remento en valores corrientes del ?,3%. La producción bruta del sector de 11imentación representa el 20% de la pro­lucc ión industrial en España.

Por su parte, la formac ión bruta de ca­>ital (volumen de inversiones) registró un lcremento del 3,7% respecto al año an­:!rior. La formación bruta de capital sobre entas, con un crecimento del 3,3%, in­lica el esfuerzo dedicado al capi tu lo de wersiones, destacando los apartados de seguramiento de cal idad, procesos de omunicación e informática, loglstica y xmación.

El empleo en el sector, que representa 1 17% de la mano de obra del total in­ustrial nacional , se incrementó durante 1 pasado ejercicio en un 8% , con unos ctivos de 398.000 personas.

Asimismo, en 1998 se detectó una ra­?ntización de la exportación, lo que hizo ue el nivel de cobertura de la balanza re­istrara défic it.

• IndtCe de precios al con:sumo. Tasas anuales de variacion l

1996 1997 1998

ÍNDl.CE GENERAL 2,0 u Alimentación 0,5 1,6 Vestido y calzado 2,0 2,1 Vivienda 3,4 1,5 Menaje 2,4 2,3 Medicina 3,7 3,1 3,3 Transporte 3,4 2,1 0,4 Cultu ra 3,1 1,9 1,8 Otros 3,7 3,4 3,6

FUENTE: 1 nstituto Nacional de Estadistica.

BvoluCion del IPO de illikentacion segun el grado de elaboración de 101 prod.11 ctos (% variación anual)

1994 1995 1996 1997 1998

~LIMENTAC 6i 7 5,3 .1 .,5 :1 6 Sin elaboración 6,2 3,8 2,9 0,9 2,1 Con elaborac ión 5,3 6,3 4,3 0,3 1,3

FUENT[ Instituto Nacional de Estadística.

Consumo alimentm~io en 1998

El gasto total en la compra de alimen­tos ascendió en España durante 1998

a 8,6 bi llones de pesetas , un 3,4% más que en 1997, según la información que fa­cil ita el Ministerio de Agri cu ltura, Pesca y Alimentación, a través de los Paneles de Consumo Alimentario.

En esa cifra global se incluye el valor tota l del gasto al imentario realizado por los hogares , el que realizan los estableci-

129

mientos de hostelería y restauración y el correspond iente a los consumos institu­cionales (hospita les , coleg ios , comedo­res de empresa, ejérci to, residencias de ancianos, centros penitenciaras).

Por tanto, para va lorar el gasto tota l que realizan los consumidores en alimen­tac ión , a la cifra global de 8,6 bil lones en 1998 habría que añadir el dato, no dispo­nib le, re lativo a la diferencia entre el gas-

Page 132: Anuario UPA 1999

to de los establecimientos de hostelería y restauración por la compra de al imen­tos y lo que finalmente pagan los consu­midores en esos mismos establecimien­tos. En cuanto al consumo en volumen, las cantidades compradas de alimentos cre­cieron un 1,3% en 1998, mientras que los precios subieron una media del 2, 1 %.

El comportamiento en 1998 de los di­ferentes segmentos de consumo -do­méstico y extradoméstico- refleja la ten­dencia apuntada en años anteriores: se reduce la participación relativa del gasto realizado por los hogares respecto al to­tal - que entre 1993 y 1998 ha bajado cua­tro puntos, hasta situarse en el 72%-, con un crecimiento paralelo del gasto realizado por la hostelería, que supone el 26% del total. Por su parte, el llamado consumo institucional se mantiene estable en el 2%.

EVOLUCIÓN POR PRODUCTOS

Los resul tados globales de 1998, inclu­yendo consumo en hogares y extrado­méstico, reflejan por productos los si­guientes cambios más signficativos: • Desciende el consumo de carnes y pro­ductos cárnicos un 0,7% en volumen y un 0,4% en valor. • Aumenta un 6,3% el consumo de pro­ductos pesqueros y crece un 10,5% el gas­to destinado a este grupo de alimentos. • Se mantiene estable el consumo de le­che líquida y crece un 7,2% el consumo de productos lácteos. • Disminuye un 2,5% el consumo total de aceites, a pesar de lo cual el aceite de oli­va crece un 3,9%, que de este modo pa­sa a representar un 59% del consumo to­tal de aceites. • Aumenta un 2,2% el consumo de frutas frescas y un 1,3% el de hortalizas frescas , mientras que el consumo de patatas fres­cas baja un 5%. • El consumo de frutas y hortalizas trans­formadas crece un 1,7%; y el de p latos preparados, un 5,5%. • Crece el consumo de vinos con Deno­minación de Origen (5,5%) y de vinos de mesa (2,2%).

CONSUMO EN HOGARES

El gasto total en alimentación y bebi­das realizado por los hogares españoles

• Variacion anual del IPO de alimentación por rúbricas de gasto (medias anuales)

1996 1997 1998

ALIMENTACIÓN 3,1 0,5 1,6.. Carne de vacuno -0,8 1,3 1,4 Carne de ovino 7,1 3,8 -2,1 Carne de cerdo 8,4 2,9 -11,4 Carne de ave 12,1 -1 ,5 -1,6 Otras c(lrnes 2,4 3,6 0,8 Huevos 9,6 o.o -0,9 Pescado fresco y congelado 5,8 5,8 4,8 Transformados de pescado 0,0 1,4 6,0 Leche 0,6 -0,1 0,4 Derivados lácteos 1,2 0,2 0,2 Cereales y derivados 1,9 0,4 0,6 Pan 3,3 2,0 2,2 Cacao, café, té y sucedáneos de café -6,1 o.o 2,3 Azúcar 1,2 -0,1 0,5 Aceites y grasas 20,9 -29,8 -11 ,2 Frutas frescas 6,1 -3,1 3,7 Frutas transformadas 8,0 -0,1 -2,1 Patata y preparados -24,0 -2,0 15,8 Otros productos alimenticios 2,1 0,4 1,3 Bebidas no alcohólicas 0,4 -0,5 0,8 Bebidas alcohólicas 6,4 0,9 1,5 Tabaco 7,1 16,3 7,9

FUENTE: Instituto Nacional de Estadistica.

en 1998 ascendió a 6, 18 bi llones de pe­setas , un 1,5% más que en 1997. Esta ci­fra supone un gasto med io por persona de 156.270 pesetas.

Las variaciones más significativas por productos son las siguientes: • Los mayores aumentos en cantidad comprada y valor del gasto se registran en aceite de oliva virgen, derivados lác­teos, platos preparados, productos pes­queros, zumos y aguas envasadas. • Los mayores descensos en cantidad comprada y valor del gasto se registran en el total de aceites, legumbres y vinos espumosos. • Entre los productos que registran una mayor diferencia entre las compras en vo­lumen y el valor del gasto, como conse­cuencia de descensos de precios, desta­can el aceite de oliva (el consumo au­mentó en 1998 un 4,2%, y el gasto total descendió un 15.4%), los frutos secos(+

130

6, 1 % y -3,5%, respectivamente), y la le­che líquida(+ 0,8% y-1,5%).

LUGAR DE COMPRA

Los hábitos de compra de los hoga­res no reflejan grandes cambios en 1998, aunque, en todo caso, acentúan la ten­dencia de años anteriores.

Incl uyendo el gasto total realizado por los hogares en la compra de al imentos y bebidas, los datos más signi fi cativos en cuanto a hábitos de compra son: • Las tiendas trad icionales p ierden un punto, y pasan de tener una cuota de mer­cado del 34% en 1997 a un 32,9% en 1998. • Los supermercados siguen creciendo y suponen ya un 38,5% del total (37,2% en 1997). • Los hipermercados siguen teniendo di­ficu ltades para ganar cuota de mercado -como ya se reflejaba el año anterior- y se mantienen en el 17,3% del total (un 17% en 1997). • El resto de formas comerciales (merca­dillos, venta a domici lio, autoconsumo ... ) representaron un 11,3 en 1998 ( 11,8% en 1997). • En el segmento de alimentación fresca (frutas y hortalizas, carnes y pescados, básicamente) , las tiendas tradicionales se mantienen en un 50%, aún habiendo per­dido 2 puntos en 1998. • En alimentación seca, el liderazgo ge­neral de los supermercados se eleva has­ta casi el 51 % del total; mientras que l a~

tiendas tradicionales descienden al 15%

FUERTE AUMENTO DEL CONSUMO EN HOSTELERÍA

Y RESTAURACIÓN

El gasto total en alimentación y bebí das realizado por los establecimientos dE hostelería y restauración en 1998 aseen· dió a 2,44 billones de pese tas, un 7,5°1< más que en 1997. Por su parte, el au mento en volumen (cantidades compra­das) es de un 3,4%.

La estructura del gasto total en hoste lería y restauración incluye un 52% del to tal destinado a comprar alimentos, un 32°/. a bebidas alcohólicas, un 12% a bebida~ sin alcohol y un 4% a cafés e infusiones.

Page 133: Anuario UPA 1999

Denominaciones de Origen y de Calidad 1en España

, ..

• Datos 'liasicos or sectores 1

• El análisis por sectores refleja que en España hay reconocidas un total de 266 Denominaciones de Origen y de Calidad, de acuerdo con el siguiente desglose:

Denominaciones de Origen 116 . Denominaciones Específicas 30

1 ndicaciones Geográficas Protegidas 36 Denominaciones Geográficas 7 Denominaciones de Calidad 77

• El desglose por sectores (incluidas todas las Denominaciones de Origen y de Calidad) es el siguiente:

Harinas y Derivados Huevos 2 Bollería y Dulces 12 Productos pesqueros 6 Arroz 4 Aceitunas de mesa 1 Legumbres 6 Aceite de oliva 15 Frutas 18 Turrones y Mazapanes 5 Hortalizas 22 Miel 9 Frutos Secos 2 Condimentos 3 Productos Lácteos 3 Vinagre 1 Quesos 30 Vino 70 Carnes 23 Bebidas espirituosas 14 Jamones 6 Sidra 1 Embutidos y Salazones 12 Agricultura ecológica 17

• Datos basicos p_or Oomun: elides Aut nomas 1

DO DE IGP DG DC Andalucía 15 6 Aragón 6 2 27 Asturias 4 Baleares 2 2 3 2 Canarias 11 2 Cantabria: 3 Castilla-La Mancha 11 3 Castilla y León 13 18 Cataluña 15 13 2 12 Comunidad Valenciana 10 7 4. Extremadura 13 4 Galicia 7 4 2 La Rioja 2 2 1 Madrid 12 Murcia 7 3 Navarra 6 2 2 País Vasco 5 11

DO: Denominación de Origen DE: Denominación Específica IGP: Indicación Geográfica Protegida DG: Denominación Geográfica DC: Denominación de Calidad •A las denominaciones recogidas en este cuadro hay que añadir otras 17 (una por Comunidad Autónoma) relativa a los productos de agricu ltura ecológica de cada comunidad. • La suma total de denominaciones por comunidades no es idéntica a la suma por sectores, porque las denominaciones que son compartidas por varias comunidades aparecen contabilizadas más de una vez, lo que no ocurre en la relación por sectores.

131

Page 134: Anuario UPA 1999

FORMAMOS un gran EQUIPO ...

... LIDER en SERVICIO

C/ Rafael Riera Prats, 57-59 08339 VILASSAR DE DALT (Barcelona) Tel.: (93) 753 97 00 Fax: (93) 750 85 12 e-mail: [email protected]

Page 135: Anuario UPA 1999

Política medioambiental en 1998 Consecuencias de la catástrofe de Aznalcóllar • El Gobierno pretende privatizar

la gestión del agua • El Plan de Reforestación no cumple sus objetivos .

U na catástrofe, la ocurrida el 25 de abril al romperse la balsa de residuos de

la mina de Aznalcóllar, marca el balance de 1998 en materia medioambiental . El desastre no sólo puso en peligro el Parque de Doñana, sino que arrasó áreas prote­gidas y amplias zonas de cultivo. Una vez más, se demostró que cualquier agresión a los recursos naturales supone también una perdida directa para los agricultores y ganaderos y, en general , para todos cuantos habitan un territorio.

De hecho, transcurrido un año desde la catástrofe, y aunque los lodos ya están retirados y de momento no han aparecido signos de contaminación en el Parque Na­cional, los científicos no se atreven a pre­decir las consecuencias a largo plazo y habrá que esperar todavía para ver sus re­percusiones en la cadena trófica.

El balance medioambiental de 1998 in­cluye también varias iniciativas del Go­bierno en la tendencia privatizadora de la gestión del agua, la declaración de un nue-

vo Parque Nacional - Sierra Nevada- y los efectos de los incendios forestales , espe­cialmente graves en Gallcia y Cataluña.

EL DEBATE DEL AGUA

Con un año de retraso, según sus pro­pias previsiones, el Ministerio de Medio Ambiente presentó ante el Consejo Na­cional del Agua , en diciembre de 1998, el Libro Blanco del Agua, con el que se pretende abrir el debate sobre el futuro Plan Hidrológico Nacional.

Con anterioridad, el Consejo de Minis­tros había aprobado los Planes para las distintas cuencas hidrográficas y la crea­ción de las Sociedades Estatales de Aguas. Unos meses después, ya en 1999, se aprobó también el proyecto de reforma de la Ley de Aguas de 1985.

Todo ello, con una clara orientación ha­cia el objetivo de privatizar la gestión del agua, que está recibiendo un fuerte re­chazo de los ecologistas y las organiza-

133

ciones representativas de los agricultores, entra las que la Unión de Pequeños Agri­cultores está abanderando las denuncias ante una política hidráulica que atenta cla­ramente contra los intereses de las explo­taciones agrarias de carácter familiar.

• UIEN CONTAMINA, PAGA

El Congreso de los Diputados aprobó en abril de 1998 la Ley básica de residuos, que traslada la Directiva comunitaria so­bre este tema e incorpora los aspectos fundamentales de la Declaración de Río y de la Agenda 21 . En ella se incorpora el principio de "quien contamina, paga" co­mo método para conseguir la necesaria calidad ambiental .

Esta Ley es de apl icación a todo tipo de residuos. excepto las emisiones a la at­mósfera, los radiactivos y los vertidos al agua. Su objetivo es prevenir la produc­ción de residuos, establecer el régimen ju­rídico de producción y gestión y regular

Page 136: Anuario UPA 1999

• Programa agroam lenta! en 1998 1 cipado las administraciones, agentes so­ciales y ecologistas.

Comunidad Autónoma Ayudas FEOGA Importe total Una de las novedades de la Estrategia es la creación de un Consejo Nacional de Bosques del que serán miembros todos los sectores implicados que ya han inter­ven ido en la redacc ión del documento . También recoge los c ri terios para la re­dacción de la futura Ley Básica de Mon­tes y Aprovechamientos Forestales.

ANDALUCÍA 500.444.475 667.259.300 ARAGÓN 368.598.844 737.197.688 ASTURIAS 683.021 .233 910.694.977 BALEARES 9.317.794 18.635.588 CANARIAS 391 .017.144 521 .356.192 CANTABRIA 51 .684.798 68.913.0640000 CASTILLA-LA MANCHA 3.096.740.821 4.128.987.761 CASTILLA Y LEÓN 2.269,977 ,822 3.026.637 .096 CATALUÑA COMUNIDAD VALENCIANA EXTREMADURA GALICIA LA RIOJA MADRID MURCIA

los suelos contaminados y las operacio­nes de limpieza. Las críticas a esta nor­mativa se han centrado en su falta de apo­yo a la filosofía de las "tres erres": reduc­c ión , reuti lización y recic lado.

En el caso de los desperdicios de ori­gen animal y los residuos producidos en las explotaciones agrícolas y ganaderas, siempre que no sean peligrosos y se utili­cen exclusivamente en el marco de las ex­plotaciones, la Ley sólo será de aplicación en los aspectos que no estén expresa­mente regulados por otras normativas.

Por otro lado, se publicó un Reglamen­to para el desarrollo y ejecución de la Ley de Envases y Residuos de Envases, ins­trumento jurídico imprescind ible para la correcta aplicación de la ley. El reglamen­to regula , entre otras cosas, los planes em­presariales de prevención de residuos de envases.

ESPAÑA NO CONTRALA SUS EMISIONES DE C02

Poco se ha avanzado tras la Cumbre de Kioto sobre Cambio Climático. La decisión adoptada de reducir en un 8% las emi­siones de gases no ha supuesto la adop­ción de medidas necesarias para conse­guir el objetivo fijado. De hecho, países del ámbito comunitario se han ido desligando

149.636.462 299.272.924 585.781 .105 781.041.473 530.402.254 707.203.005

54.799.560 73.066.080 9.360.450 18.720.900

69.603.036 139.206.072 375.337.692 500.450.256

9.199.636 18.399.272 29.632.739 59.265.478

del acuerdo ante una supuesta "imposibi­lidad" para cumplir los compromisos.

Hay que recordar que entre los gases de efecto invernadero no sólo se encuen­tra el C02, que es el más conocido y que se emite fundamentalmente por la indus­tria y por el transporte de carretera, sino que también hay gases que se producen por el efecto de las labores agrícolas (co­mo por ejemplo el metano) y que por tan­to, es un tema que afecta de forma direc­ta al sector.

POLÍTICA FORESTAL Y LEY DE MONTES

En marzo de 1999 se aprobó en la Con­fe rencia Sectorial de Medio Ambiente la Estrategia Forestal con el objetivo de con­sensuar el diseño general de la gestión y conservación de los montes españoles. En la elaboración del documento han parti-

CINCO AÑOS DEL PLAN DE REFORESTACIÓN

En 1998 se cierra un ciclo del progra­ma de reforestación de tierras agrarias que empezó en 1994. Según los datos del MA­PA, en total se han re forestado unas 400.000 hectáreas en los cinco años, por debajo de las previsiones iniciales de este programa, en el que se han invertido unos 126.500 mi llones de pesetas, de las cuales el FEOGA ha puesto 92.450 millones.

MEJORA LA SALUD DE LOS BOS UES

Continúa mejorando la salud de los bosques españoles. Según el Inventario de Daños Forestales de 1998, el 86,3% de los árboles presentan un aspecto saluda­ble y ha descendido por tanto el nivel de defoliación en frondosas y coníferas.

El estudio confirma la tendencia hacia la estabilización del proceso de mejoría creciente que ya se había inic iado en 1996, tras la sequía que afectó a España desde 1990 hasta 1995. Otro signo evi­dente es que los árboles se han recupe­rado con un c ierta rapidez y efectividad, a pesar de la vulnerabilidad que tenían en el ciclo seco. Sin embargo, las consecuen­cias del invierno 1998/99, más seco de lo habitual, hace prever que las masas bos-

• Porcentaje de arboles üñiidos en Espana y en la UE 1

UE ESPAÑA

1994 17,70 19,36

1995 17,30 23,82

1996 18,1

19,43

1997 18,2

13,67

1998

13,66

Se consideran árboles dañados aquellos que superan el 25% de defoliación, incluyendo los secos y desaparecidos.

134

Page 137: Anuario UPA 1999

cosas se puedan ver afectados en el In­ventario de Daños Forestales correspon­diente a 1999.

INCENDIOS FORESTALES

Los incendios forestales durante el ve­rano de 1998 fueron especialmente gra­ves en Galicia y Cataluña. En Galicia se quemaron más de 48 .000 hectáreas , un 2,44% de su superficie forestal ; y en Ca­taluña coincidió un elevado número de in­cendios , que arrasaron más de 21 .0000 hectáreas, con algún caso concreto de in­cendios especialmetne largos y devasta­dores, como el que se produjo a media­dos de julio entre las provincias de Bar­celona y Lleida, en el término municipal de Aguilar de Segarra. La superficie que­mada superó las 27.000 hectáreas, de las cuales 18.000 eran forestales.

Los datos generales indican que el nú­mero de incendios, entre conatos e in­cendios reales, no varió sustancialmente en 1998. Sin embargo, la superficie afec­tada por el fuego fue muy superior, con 127 .340 hectáreas, frente a las 98.503 1ectáreas de 1997.

• Iiiiiindloa fo?iiitües 1

AÑO 1997 1998 N2 Conatos ( =<1 Ha) 15.388 14.643

N2 Incendios 6.931 7.327 Sup. Arbolada 21 .326,3 42.383,8 Sup. No Arbolada 77.176,9 84.956,6

Superficie Total 98.503,2 127.340,4

% Sup. Forestal afectada 0,38 0,47

Nº Grandes Incendios (>500 Has.) 7 19

AYUDAS AGROAMBIENTALES

Las inversiones realizadas en España :on cargo a las medidas de acompaña­niento de la PAC, correspondiente al pro­¡rama de ayudas agroambientales, fue­Jn en 1998 de unos 12. 700 millones de 1esetas, de los que unos 9.200 proce­lieron del FEOGA.

Por Comunidades Autónomas sigue iendo Castilla-La Mancha la que mayores ubvenciones percibe con cerca de 3.100 iillones, seguida por Castilla y León con

• 11pacio1 naturales prote~doa 1998 I COMUNIDAD AUTÓNOMA Nº SUPERFICIE (Has.) Superficie CCAA (Has.) % CCAA ANDALUC[A 83 1.479.208 8.726.800 16,95 ARAGÓN 27 102.489 4.765.000 2,15

ASTURIAS 19 107.870 1.056.500 10,21 BALEARES 6 17.601 501.400 3,51

CANARIAS 145 301 .162 724.200 40,40

CANTABRIA 5 35783 528.900 6,77 CASTILLA-LA MANCHA 6 51 .058 7.923.000 0,64

CASTILLA Y LEÓN 12 270.541 9.419.300 2,87

CATALUÑA 66 132.163 3.193.000 4,14

COMUNIDAD VALENCIANA 13 44.330 2.330.500 1,90

EXTREMADURA 4 35.592 4.160.200 0,86

GALICIA 7 23.153 2.943,400 0,79

LA RIOJA 1 23.640 503.400 4,70

MADRID 8 81 .199 799.500 10,16

MURCIA 12 40.006 1.131 .700 3,54 NAVARRA 100 34.004 1.042 .100 3,26

PAÍS VASCO 69.905 726.100 9.,63 iTOIAL 2.91A . .3M 50.475.000 5;rL

Fuente: Dirección General de Conservación de la f\/aturaleza, Ministerio de Medio Ambiente.

135

Page 138: Anuario UPA 1999

casi 2.270 millones. Por el contrario Nava­rra, Rioja y Baleares sólo han recibido algo más de 9.000 mi llones.

LIBRO BLANCO DE LA CONSERVACIÓN

La Estrategia española para la conser­vación y el uso sostenible de la diversidad biológica fue aprobada por los Conseje­ros de Medio Ambiente de todas las Co­munidades Autónomas en una reunión de la Conferencia Sectorial celebrada a prin­cipios de diciembre de 1998.

El objetivo de la Estrategia, además de responder a los compromisos del Conve­nio de Biodiversidad, es introducir los cri­terios ambientales en todas las actuacio­nes que realicen tanto las administracio­nes como los particulares.

La Estrategia hace un repaso de cada uno de los sectores que están involucra­dos en la conservación de la biodiversi­dad . Se compromete a la elaboración y puesta en marcha de trece planes secto­ria les , entre ellos uno específico para la agricultura y la ganadería. Los planes tie­nen un periodo máximo de redacción de tres años.

En varios capítulos, el documento se re­fiere de forma expresa al sector agrario puesto que es uno de los que tiene ma­yor grado de interdependencia con la con­servación de la biodiversidad, tanto en los aspectos negativos como positivos. En­tre los aspecto negativos se pueden des­tacar la introducción de variedades agrí­colas y razas ganaderas no autóctonas y la sobrexplotación de los terrenos de cul­tivo que conlleva la pérdida de la capaci­dad productiva. En cuento a los positivos, estaría el mantenimiento de los elementos naturales que ha contribuido a la conser­vación biológica y paisajística.

CONTRA LA DESERTIZACIÓN

En los últimos cinco años se han recu­perado en España 165.777 hectáreas de suelo erosionado, cantidad claramente in­suficiente si tenemos en cuenta que al me­nos el 18% del territorio está afectado por problemas de erosión alta, muy alta o ex­trema y el 43,8% sufre problemas de de­gradación.

Ma ;i @• ~ ¡1, ; 1:1j 1~ i a.),, t' \~ * :i ·m~ ¡ t

• Forestacion de tierras ~ (desarrollo del programa en el periodo 1994/98) 1

COMUNIDADES Superficie AUTÓNOMAS Has.

ANDALUCÍA 127.048 ARAGÓN 4.741 ASTUR IAS 5.823 BALEARES 949 CANARIAS o CANTABR IA 532 CASTILLA-LA MANCHA 64.850 CASTILLA Y LEÓN 89.562 CATALUÑA 1.674 COMUNIDAD VALENCIANA 6.251 EXTREMADURA 4'1.712 GALICIA 29.757 LA RIOJA 1.426 MADRID 6.019 MURCIA 6.578 NAVARRA 1.441 PA[S VASCO TOTAL ESPAÑA

NATURA 2000 EN LA RECTA FINAL

La elaboración de la lista española pa­ra la Red Natura 2000 es la historia inter­minable. Si bien España ya había pre­sentado a principios del año 1998 una lis­ta provisional, en ella no estaban

136

Total millones de pesetas MAPA CA FEOGA TOTAL

2.446 11.059 40.558 54.063 323 323 647 1.293 207 348 1.666 2.221 59 59 118 235 o o o o

20 20 140 180 1.453 2.287 11.220 14.960 2.242 2.242 13.448 17.931

299 311 598 1.208 349 349 2.096 2.795

1.455 2.438 11 .686 15.579 664 973 4.910 6.546

96 96 192 383 514 604 1.124 2.243 287 287 1.724 2.299

o 248 248 496 o 2.077 2.077 4.153

10.413 23.722 92.450 126.586

incluidas cuatro Comunidades Autóno­mas (La Rioja, Navarra, Aragón y Murcia) y faltaban por incorporar muchos hábitats y taxones de otras Comunidades Autó­nomas que no habían acabado de hacer sus propios recuentos. En marzo de 1999 se han presentado a la UE las cuatro Co­munidades restantes y fuentes oficiales aseguran que en el mes de abril se man­dará un envío completo para dar por f i­nalizado el trabajo in terno. A cont inua­ción, comenzarán las reuniones entre los técnicos de los países comunitarios y la propia Comisión para ir ajustando la fu­tura Red Natura 2000. Las reuniones, que están organizadas por regiones biogeo­gráficas, comenzarán en el verano en Portugal para tratar el área del Medi te­rráneo.

Por tanto , los datos d isponibles si­guen siendo prov isionales. Según el cuadro adjunto se puede ver que estár contabilizados 7.753.871 km 2 , lo quE supone un 14,82 por ciento de la super­ficie nacional. En cifras absolu tas , An­dalucía se encuentra a la cabeza de la~ Comunidades Autónomas, seguida poi Castilla-La Mancha y Castilla y León. Er porcentajes sobre superfic ie, Madrid tie· ne un 39,71% del territorio incluido 81'

las listas , Canarias un 37 ,81 % y La Río· ja un 33,08%.

Page 139: Anuario UPA 1999

• es Nombre Comunidad Extensión Zona periférica Declaración Otros tipos Inversiones Visitantes del Parque Autónoma Parque (Has) Protecc. (Has) de protección 1998 1998

Aigües Tortes y Cataluña 14.119 26.733 0.21 /10/55 ZEPA ~ 349.021 Lago Sant Maurici

Cabañeros Castilla-La Mancha 41.805 90.612 Ley 33/1995 ZEPA 339.450 51 .000 Cabrera Baleares 10.021 Ley 14/1991 ZEPA 106.861 52.796 Caldera Canarias 4.690 5.956 R.O. 6/10/54 ZEPA 187.262 265.961 de Taburiente

Ooñana Andalucfa 50.720 26.540 0.2412/69 PtHumanidad 1.372.347 385.393 Oiplo.Europeo Ramsar/Zepa/Mab

Garajonay Canarias 3.984 1.160 Ley 3/81 Pt. Humanidad/lepa 190.001 525.000 Picos de Europa Asturias/e. y León 64.660 Ley 16/1995 ZEPA 270.740 1.451 .697 Ordesa y Monte Aragón 15.608 19.679 R.O. 16/8/81 Dipl. Europeo 296.813 603.004 Perdido Zepa/MAB Tablas de Oaimel Cast.-La Mancha 1.928 5.410 O. 1874173 RAMSAR/ZEPA/MAB 177.652 146.652 Teide Canarias 13.571 12.283 D. 22/1 /1 954 Oipl. Europeo 194.739 3.520.000 Timanfaya Canarias 5.107 D. 2615/74 MAB/ZEPA 114.299 1.691 .347 Sierra Nevada Andalucía 86.208 Ley 3/1999

* Aigües Tortes y Sierra Nevada son Parques de nueva creación y no tienen presupuesto en 1998.

ALA CABEZA DE LOS FONDOS LIFE

En 1998, de los 34 proyectos que pre­sentó España a la línea de financiación Ll­FE-Naturaleza del Comité Hábi tats de la Unión Europea ,se aprobaron 16. El primer país comunitario en cuanto a proyectos fue Italia que presentó 70 y le aprobaron 20. El resto de los países quedaron muy por

debajo de estas cifras. Esta línea de ayu­das está destinada a financiar proyectos relacionados con la protección de la na­turaleza y tienen como objetivo contribuir a la conservación de biotopos, hábitats y especies en peligro de extinción.

excelencia de 1998 en el área de Par­que Nacionales. Si bien la riada tóxica no llegó a penetrar en las marismas de Doñana, se convirtió en una amenaza para la supervivencia del Parque. A un año vista , no se han detectado niveles de c ontaminación en aguas y suelos dentro de este espacio protegido , ni tampoco han aparecido animales muer­tos que presentaran concentraciones de metales pesados significativas . Sin em­bar~¡o, una parte del Parque Natural se vio muy afectada y desde luego la cuen­ca del río Guad iamar quedó completa­mente destru ida.

ENTORNO DE DOÑANA

La rotura de la balsa de residuos mi­neros de Aznalcóllar ha sido el tema por

• P?iij8Ctü LIPl·ll'ifiirileza 98 presentidos y aprobados por el Ooiiü Hábitats de la UI

ESTADO MIEMBRO N2 PROYECTOS FINANCIACIÓN UE % APROBADOS (ECUS)

BÉLGICA 4 1.830.135 3,8 ALEMANIA 8 7.250.262 15,1 GRECIA 4 3.105.103 6,4

ESPAÑA 16 7.214.292 15,0 FRANCIA 11 5.516.968 11 ,5 ITALIA 20 5.352.661 11 , 1 HOLANDA 1 895.222 0,18 AUSTRIA 6 4.707.812 9,8 PORTUGAL 7 5.249.542 10,9 FINLANDIA 1 407.039 0,08 SUECIA 5 5.742.143 11 ,9 REINO UNIDO 2 728.821 0,15 TOTAL 85 48.000.000 95,9

137

Los daños personales, económicos y ambientales son incalculables y todos los habitantes del entorno , hasta la desem­bocadura del Guadalquivir, han sufrido las consecuencias. Pérdida de cosechas y de ganado, paralización del turismo, des­trucción de puestos de trabajo y contami­nación de los suelos son algunas de las repercusiones de esta catástrofe.

En cuanto al resto de los Parques Na­cionales , cabe resaltar que en diciembre de 1988 las Cortes declararon un nuevo espacio protegido, el Parque Nacional de Sierra Nevada. Su extensión es superior a las 86.000 hectáreas, de las cuales unas 71 .000 están en la provincia de Granada y el resto en Almería.

Page 140: Anuario UPA 1999

Desde siempre, apoyando la Agricultura.

Ponemos la mejor semilla

en su cosecha,

porque en Caja Rural de Al.merla

siempre tenemo~ para

el agricultor las mejores

líp.eas de Financiación

y Ahorro, así como

los Anticipos de Seguros Agrarios y . '

tramitación de las Ayudas PAC.

Page 141: Anuario UPA 1999

Balance de 1998

Una campaña difícil de superar

:e En la actualidad , el sector agrario andaluz es, junto al turismo, el elemento más dinámi­

) de la economía de esta comunidad au­noma. Las exportaciones agroalimenta­rn constituyen el elemento clave que po­bilita el saldo positivo de la balanza Jmercial andaluza. Durante 1998 ronda­n los 607.000 millones de pesetas, un 9% ás que en el año anterior. La producción final agraria (PFA) anda­

z:a llegó durante 1998 hasta los 1,24 bi­nes de pesetas, cifra ligeramente supe-1r a la de 1997. La renta agraria sigue al-1nzando el billón de pesetas, gracias al 3ntenimiento de las subvenciones a las plotaciones, cuya cifra ronda los 260.000 llones de pesetas . La agricultura repre­nta el 81,4% de la PFA regional , mientras 1e la ganadería contribuye con el 16,2%. restante 2,4% constituye el porcentaje d subsector forestal. La población activa agraria andaluza es­)a compuesta a finales de 1998 por 8.300 personas, un 4,4% menos que en año anterior. De éstas, 243.800 estaban m ocupados y el resto parados. El paro rario en Andalucía ha disminuido en un %. Los activos agrarios suponen el ,2% del total de activos . Por productos, las hortalizas son el gru­más importante , con cerca de 377 .000 Iones de pesetas, lo que supone casi el % de la PFA andaluza . A continuación arece el aceite de oliva, con una cose­ª histórica durante 1997 cuyo valor ha 1dado los 295.000 millones de pesetas ~%de la PFA). A continuación se sitúan cultivos industriales (7 ,5% de la PFA), cereales (3,7%), el vino (3,4%), los fru­no cítricos (2,8%), los cítricos (2,5%) y flores y plantas ornamentales (1 ,8%). Dentro de las hortalizas, la producción .s importante es la de tomates, con algo s de 1 millón de toneladas y una varía­n interanual negativa del 3,4%. A conti-

nuación aparecen los pimientos, con 561.000 toneladas (+2 ,2%), las sandías , con 557 .000 toneladas (+27%), los pepi­nos, con 319 .000 toneladas (-6,8%) ,, las fresas y fresones, con 291 .500 toneladas (+24%) y las lechugas, con 255.000 tone­ladas (+10,5%).

enoaaceite La producción de olivar durante 1998

fue de unos 3,2 millones de toneladas en el caso de las aceitunas de almazara y las 191.000 toneladas en las aceitunas de me­sa. El aceite supera las 656.000 toneladas, un 22% menos que el año anteiror.

En cultivos industriales , destacan los más de 2,6 millones de toneladas de re­molacha, un 42% más que en la campaña anterior. Por contra se han reducido las pro­ducciones de girasol, con 480.000 tonela­das (-26%) y de algodón , con 310.000 to­neladas (-11%) . Tampoco el vino ha teni­do un comportamiento comparable al de la campaña precedente. Se elaboraron algo menos de 1, 7 millones de hectolitros, con una reducción interanual de casi el 22%.

Los principales cereales incrementaron sus cifras de producción, gracias a una me-

139

teorologfa más favorable . Destacan los 1,2 millones de toneladas de trigo, casi un 17% más que en 1997 y las 299.000 tone ladas de arroz ( +5%) . Por contra, el maíz, con 469 .000 toneladas y la cebada, con 243.000 toneladas obtuvieron resultados menos positivos que en el año anterior.

Los cítricos y los frutales no cítricos tu­vieron unos comportamientos menos po­sitivos, con pérdidas productivas significa­tivas. Algo similar ocurrió con las flores cor­tadas , cuyos 1,4 millones de toneladas apenas supusieron el 95% de las cifras de 1997. Por último, la cosecha de patatas, con más de 518.000 toneladas aumento un 6,5% los resultados del año anterior.

Los censos ganaderos llegan hasta las 527 .000 cabezas de vacuno, los más de 3 millones de cabezas de ovino, los 1,25 mi­llones de cabezas de caprino y los alrede­dor de 1,8 millones de ejemplares de por­cino. Anualmente se recogen unos 506 mi­llones de litros de leche de vaca y algo más de 200 millones de litros de leche de cabra.

El sector agroalimentario andaluz repre­senta el 38% de las ventas netas de pro­ducto, con cerca de 1,4 billones de pese­tas. El número de empleos generados por todas estas empresas , unas 54.000 pues­tos de trabajo. La mayor facturación co­rresponde al subsector de aceites y gra­sas, con 495.000 millones de pesetas, se­guido por las industrias cárnicas , con 137.000 millones.

La oferta andaluza de alimentos de ca­lidad incñuye 15 Denominaciones de Ori­gen (7 aceites, 4 vinos, 2 jamones, 1 vina­gre y las pasas de Málaga). Además , hay 6 Denominaciones Específicas (en bebidas espirituosas , jamones, hortalizas, frutas y productos pesqueros). Por último hay unos 500 productos protegidos porel distintivo de calidad "Alimentos de Andalucía" y un Comité Andaluz de Agricultura Ecológica que ampara a este tipo de productos.

Page 142: Anuario UPA 1999

Regaber, líder en sistemas de riego

• • ~· Y en serv1c10

de asesoramiento Regaber, 1 8 años en la vanguardia

de la ca li dad , la tecnología

y el mejor serv ic io t écnico y profesional.

Confíe en Regaber,

los profesionales lo saben.

Rega@®cr ~

RIEGOS IBER IA REGABER S.A . e l Rafae l Riera Prats , 57-59 . 08339 Vi lassar de Dalt. Barcelona Teléfo no 93 7539700 Fax 93 75085 12 e- mai l : regabe r@cambrabcn .es

Page 143: Anuario UPA 1999

Balance de 1998

Las consecuencias de la crisis del porcino El año agrario se vió seriamente afectado en Aragón durante 1998 por el mal com­

>rtamiento del porcino , inmerso en una ave situación , con claros problemas de ceso de oferta y con caídas de precios periores al 27% con relación a los datos · 1997. Hay que tener en cuenta que la rticipación del porcino en la producción al agraria (PFA) de esta comunidad au-10ma es del 25%, por lo que su mala si­lción condiciona la evolución del sector rario aragonés en su conjunto. La PFA regional superó ligeramente los 6.000 millones de pesetas, con un des­nso interanual en pesetas corrientes de si el 4% . El subsector ganadero , con más de 2.000 millones de pesetas, supone el 6% de la PFA regional ; mientras que el Jsector agrícola alcanzó los 120.500 mi-1es de pesetas, un 45,3% en la PFA re­•nal. Por último, el subsector forestal y 3S producciones , con 13.500 millones Jrtó el restante 5, 1 %. La renta agraria aragonesa se mantuvo able en torno a los 137.000 millones de 3etas, gracias fundamentalmente al au­nto de la cuantía de las subvenciones, 3 durante 1998 llegaron hasta los 63.000

Iones de pesetas, un 18% más que en l7; hasta representar un 46% del total de enta agraria de esta comunidad .

_a población activa agraria aragonesa aba compuesta a finales de 1998 por 300 personas , con 39 .600 ocupados y DO parados . Estas cifras suponen una ucción del 6 ,8% con respecto a 1997. 1úmero de ocupados agrarios disminu-3n 2.800 efectivos y el de parados en 1 personas. Los activos agrarios consti-3n el 8,5% del total de la población ac­aragonesa, con una disminución inte-

Jal del 0 ,6% .

En 1998 se sembraron más de 858 .000 hectáreas de cereal , con una producción total de más de 2,8 millones de toneladas. Destacan los buenos resultados del trigo blando, con cerca de 370.000 toneladas y un incremento interanual de más del 34%. También el trigo duro, con 212.000 tonela­das vió aumentar su cosecha en un 26,6% . Igualmente, el comportamiento de la ce­bada fue muy positivo, con más de 1,4 mi­llones de toneladas (+9%). Por contra, el maíz se quedó en 767.000 toneladas, con una reducción porcentual del 3,5%. El arroz superó ligeramente las 77 .000 toneladas , un 9% menos que en la campaña anterior.

tas hortalizas La superficie de frutales ronda las

104.000 hectáreas, con una producción de casi 558.000 toneladas, ligeramente infe­rior a la de 1997. Se incrementó la cosecha de melocotones y nectarinas, con 215.500 toneladas ( +5,8%) y las de manzanas. En hortalizas, crecieron las cosechas de to­mates, con 82.800 toneladas (+10%) , de cebollas, con 36.400 toneladas ( +34%) y de guisantes, con 12.500 toneladas (+6%). Por contra, fue menor la producción de patatas , con 59 .000 toneladas (-2%) , pi-

141

mientas, con 16.200 toneladas (-42%), y ju­días verdes, con 4.600 toneladas (-43%).

La última vendimia obtuvo unos resu l­tados prácticamente iguales a los del año anterior, con unas 140.000 toneladas de uvas recogidas . Por contra la producción del olivar disminuyó de manera drástica al­canzando las 24.000 toneladas, apenas la mitad que en 1997. También el girasol tuvo un comportamiento negativo, con 59.000 toneladas (-11 ,5% ).

Dentro de los censos ganaderos, el por­cino es el más importante , con cerca de 5 millones de cabezas y con una producción de más de 403.000 toneladas de carne. A continuación aparece el ovino, con 2,5 mi­llones de cabezas y una producción su­perior a las 56.000 toneladas. Aparte de és­tos, hay que reseñar las más de 252.000 cabezas de bovino de cebo, las 23.500 va­cas lecheras y las 51 .500 unidades de ca­prino. Cierran los censos ganaderos los 14.6 millones de pollos de cebo, los más de 2,2 millones de gallinas de puesta, con cerca de 49 millones de docenas de hue­vos y las 140.000 conejas reproductoras . Aparte de la caída de los precios del por­cino ya reseñada, es necesario reflejar el mal comportamiento del precio de la carne de ovino, con disminuciones cercanas al 11 ,5%. Por contra los precios de la carne de bovino aumentaron en un 4,5%.

' '.1 stria alimentaria El sector alimentario aragonés factura

unos 317 .000 millones de pesetas anua­les y da empleo a unas 11 .600 personas, La mayor facturación procede del subsec­tor d19 industrias cárnicas, con 77.000 mi­llones de pesetas.

En Aragón hay 6 Denominac iones de Origen, (5 en vinos y el jamón de Teruel), junto a 2 Denominaciones Específicas en los subsectores de hortalizas y carnes. Asi­mismo, existe un Comité Aragonés de Agri­cultura Ecológica que ampara a este tipo de productos.

Page 144: Anuario UPA 1999

Balance de 1998

Importancia creciente del vacuno La producción final agraria (PFA) asturia­na rondó en 1998 los 67.000 millones de pe­

setas, con un incremento interanual cerca­no al 3%. El 82% de esta cantidad es apor­tado por la ganadería, donde la preponde­ranc ia del ganado vacuno es muy clara. El valor añadido bruto al coste de los fac­tores es de unos 50.000 millones de pese­tas, lo que supone el 3% del PIB regional. Por su parte, la contribución de la industria agroalimentaria llega hasta el 5% del total de la economía asturiana. Las subvencio­nes aportan alrededor de una cuarta par­te de la renta ag raria.

La población activa agraria asturiana es­taba compuesta a finales de 1998 por 32.200 personas, un 7% menos que el an­teiror, con unos 31 .600 ocupados (-8, 1 %). Los activos agrarios constituyen el 8,3% del total de la población activa regional.

Atend iendo a los medios de producción, en Asturias se encuentran registrados más de 22.000 tractores.

La superficie total del Principado de As­turias supera ligeramente el millón de hec­táreas, de las que tan sólo unas 30.000 es­tán consideradas como tierras de cu ltivo. Los prados se extienden por otras 285.000 hectáreas, mientras que los terrenos fores­ta les ocupan algo más de 408.000 hectá­reas. Dentro de las tierras de cu ltivo, el 97% está ocupado por cultivos herbáceos.

El número total de explotaciones agra­rias en Astu rias llega hasta las 41.800, lo que supone el 3,3% de todas las españo­las. Aproximadamente, unas 33.000 pose­en efectivos ganaderos.

Entre los cultivos astu rianos, las fabes tienen una significación especial aunque sus cifras de producc ión son muy reduci­das. Durante 1998 se recogieron unas 2.000 tone ladas, algo más que el año an­terior pero muy debajo todavía de la de-

manda potencial. También las patatas tu­vieron un comportamiento más positivo que en 1997, llegando hasta las 71 .000 tonela­das ( + 1 ,5%). La tercera de las produccio­nes agrícolas más características de As­turias es la de las manzanas de sidra. Las cantidades recog idas varían drásticamen­te de un año para otro, oscilando entre las 5.000 y las 50.000 toneladas.

Los cu ltivos más importantes son los destinados a la alimentación animal. Se re­cogen unas 580.000 de maíz for rajero y unas 320.000 de ballico. Menos importan­cia tienen la alfalfa (20.000) , el nabo forra­jero (15 .000) y la remolacha forrajera (6.000). La producción de maíz, por su par­te, llega hasta las 4.500 toneladas.

Las hortalizas, aunque de gran cal idad, apenas presentan c ifras de producc ión apreciables en Asturias .

En la región hay unas 467.000 cabezas de bovino, de las que 133.000 son vacas lecheras. El siguiente censo en importan­cia numérica es el ovino, compuesto por unas 96.000 unidades. A continuación apa­recen los 45.000 ejemplares de porcino.

A partir de 1996 el sector cárnico se ha

142

convertido en el auténtico motor de la agr cu ltura asturiana. Se han incrementado e un 735% el número de explotaciones cal ficadas, mientras que el sacrificio de te neros ha aumentado en un 580% duran\ este periodo. En el Principado se sacrifica anualmente unas 75.000 cabezas de be vino, con un peso canal cercano a la 21.000 toneladas. Aparte se producen 82 toneladas de ovino, 30 toneladas de capr no y una 18.000 toneladas de porc ino.

La producción láctea en Asturias lleg hasta los 661 millones de litros de leche e vaca, los 390.000 litros de leche de cabr y los 150.000 litros de leche de oveja. E: tos dos últimos tipos de leche se destiné casi exclusivamente a la producción e quesos, mientras que el 94% de la leche e vaca es entregada a las empresas láctea

Otras producciones animales destac; das son los cerca de 13 mi llones de doc1 nas de huevos, de lo que casi un 30% pri vienen de gall inas camperas, las cerca e 100 toneladas de lana, los 670.000 ki los e miel, los 18.000 ki los de cera y los más e 2,5 mil lones de toneladas estiércol.

El sector alimentario en Asturias factu unos 190.000 millones de pesetas anuale el 19% del total de las ventas netas de pr dueto de todas las industrias del Princip do. Las empresas agroalimentarias gen ran unos 8.500 puestos de trabajo, el 14 del total de los empleos industriales de región. La mayor facturación procede e las industrias lácteas con 99.000 mi llonE seguidas por las empresas cárnic: (21.000 mil lones) y las de aguas y bebid1 analcohólicas ( 16.500 millones).

La oferta agroalimentaria de calidad i cluye 4 Denominaciones de Origen pa otros tantos quesos. Aparte existe una D nominación Específica que ampara a la f ba y una Indicación Geográfica Protegí< para la sidra natural. Por último, un Com Regulador controla la producción ag rar ecológica; y también existe el distintivo Pr duetos Tradicionales Asturianos.

Page 145: Anuario UPA 1999

Mejore su explotación Banco Herrero pone a su disposición el Préstamo Maquinaria Agrícola, una línea de crédito con la que usted podrá adquirir, sin ninguna complicación, maquinaria agrícola, ya sea nueva, o usada.

Para su comodidad, este préstamo cuenta con unos amplios plazos de amortización y un tipo de interés muy bajo que, además, podrá reducir al domiciliar el cobro de sus suministros agrícolas y/ o ganaderos y los pagos de la seguridad social.

Infórmese en cualquier oficina de Banco Herrero

Page 146: Anuario UPA 1999

" - . ~.;-_;-..-:e:._:_ - ---~ ----:.y ~--- .--e - - 1 • =--- -

:~~E~f;~:~~~::-~~ .: -~·.--;r.~~~·-~ ·""......-...... ~·~~ _§t.,_~~,_;·

La

Nuestras raíces son muy profundas

alidad esu de llas.

Los productos de la agricultura y la ganadería balear

son los mejores exponentes de la sanísima dieta

mediterránea. Su calidad tradicional ha conseguido un

prestigio nacional e internacional.

La leche, el queso, el pare negre, los embutidos, el

vino, los tomates, las patatas y muchos otros son el

resultado de una tierra generosa y de un trabajo bien

hecho por los payeses y empresas de nuestras islas .

Queremos que esta ca lidad sea cada día más

reconocida. Para conseguirlo, nuestro campo se adapta

a las nuevas tecnologías y a los nuevos retos

comerciales . Respetando siempre la naturaleza. De

esta manera, conseguimos que la calidad esté siempre

arraigada en nuestra tierra .

r;;J2, a C(d alidad, distinti vo de Bafeares ]

Page 147: Anuario UPA 1999

Balance de 1998

Ventajas y oportunidades del turismo para el sector agrario

La producción final agraria de las islas Ba­leares llega hasta los 46.000 millones de pe­

:itas, de los que un 56% corresponde a las roducciones vegetales y el restante 44% la ganadería. El valor añadido bruto al Jste de los factores es de unos 33.000 mi­mes de pesetas (1,7% del PIB balear). Por J parte , la industria agroalimentaria con­buye con casi el 2% del valor total de la ~onomía insular. Las subvenciones perci­das por los agricultores rondan los 4.000 iliones de pesetas anuales.

La población activa agraria balear esta­l compuesta a finales de 1998 por 7. 700 3rsonas , 900 más que en el mismo pe­>do del año anterior, con un incremento il 13,2%. De éstas, 7.300 son ocupados. >S activos agrarios representan el 2,4% il total de la población activa balear, más ! cinco puntos por debajo de la media es-1ñola. El número de explotaciones agra­.ses de unas 16.900. En los últimos tiem-1s se ha detectado una fuerte tendencia cia la reducción de la superficie cultiva-1, mientras que aumenta el suelo urbani­ble con destino a la gran demanda tu­tica. En Baleares se encuentran censa­,s unos 16.400 tractores s.

El sector agrario balear se encuentra 1y diversificado, pero su principal voca­>n es la de proporcionar productos para ~reciente demanda turística que visita las 3.S. Dentro de las producciones agrico­, las hortalizas constituyen el grupo prin-1al y han obtenido en la última campaña ;ultados bastantes variados, aunque, en neral , inferiores a los del año anterior. eden destacarse las 40.000 toneladas tomates, con un descenso interanual del i%, las 26 .000 de repollos ( + 13%), las . 000 de cebollas (-1%) , las 19.000 de

melones (-27%), las 16.000 de pimientos ( +5%) y las 11 .000 de sandias (-50%).

Por lo que hace refe rencia a los cerea­les, pueden destacarse las 21.000 tonela­das de cebada, las 9.000 de trigo y las más de 5.000 de maíz, un cultivo en expansión .

La patata constituye un cultivo impor­tante en Baleares, con cifras significativas de exportación hacia Francia y el Reino Unido. La producción de 1998 disminuyó en un 7% con respecto a la del año ante­rior, rondando las 70.000 toneladas.

El olivo tiene una superficie de produc­ción de unas 10.300 hectáreas, aunque su valor productivo es a menudo muy escaso. Se recogen unas 1.700 toneladas de acei­tunas y se elaboran unas 500 toneladas de aceite de una gran calidad .

En frutas , destacan las naranjas, que du­rante el último año llegaron hasta las 25.000 toneladas, un 6% más que en 1997. Por contra, la recogida de almendras , uno de los cultivos más característicos de las islas, ha sido muy negativa pues solo se consi­guieron unas 5.000 toneladas, apenas la tercera parte que en 1997. En Baleares existen unas 51 .000 hectáreas plantadas con almendros, aunque la superficie tien­de a disminuir de año en año .

145

El vino balear se encuentra inmerso en un interesante proceso de recuperación , estableciendo unos parámetros de calidad que le permitan competir en un mercado cada vez más difícil. En la última vendimia se elaboraron 38 .000 hectolitros , un 8% más que en la temporada anterior.

Dentro de los censos ganaderos, el más importante numéricamente hablando es el ovino, con más de 340.000 cabezas. A con­tinuación aparece la cabaña de porcino, con cerca de 110.000 ejemplares. En ter­cer lugar se sitúa el bovino, con unas 37 .000 cabezas, mientras que el capri no se mantiene en las 20.000 unidades. La producción de leche de vaca llega hasta los 120 millones de litros.

La industria alimentaria en Baleares fac­tura unos 81.000 millones de pesetas anua­les , lo que representa el 28% de todas las ventas netas de producto de las industrias regionales y da trabajo a unas 5.700 per­sonas, el 22% del total de empleos indus­triales de esta comunidad autónoma.

Las mayores cifras de negocio proce­den del subsector de las industrias lácteas (producción de quesos), con 27.000 millo­nes de pesetas , seguidas por las de pan­galletas con 16.300 millones , y las indus­trias cárnicas con 11 .300 millones .

En Baleares hay 2 Denominaciones de Origen ,que amparan al vino de Binissalem­Mallorca y al queso de Mahón. Aparte exis­ten :2 Denominaciones Específicas para la sobrassada y la ensaimada de Mallorca; mientras que en las Denominaciones Ge­ogréficas se protegen a tres tipos de bebi­das espirituosas regionales: Palo de Ma­llorca, Hierbas de Ibiza y Ginebra de Me­norca. Por último, en las Denominaciones de Calidad aparecen 2 tipos de vinos, el Pla i Llevant de Mallorca y los vinos de Ibiza. Por último, el Canse!! Balear de Agricultura Ecológica regional que regula este tipo de producciones.

Page 148: Anuario UPA 1999

Balance de 1998

Amenazas para los principales cultivos del archipiélago

La producción fi nal ag raria (PFA) de Ca­narias se si túa en tor­no a los 120.000 millo­

nes de pesetas anuales, de los que el 75% - unos 90.000 millones- proceden de las producciones vegetales , mientras que el resto corresponde a la ganadería. El valor añadido al coste de los factores del con­junto del sector agrario alcanza los 90.000 mi llones de pesetas, el 3% del PIB reg io­nal. Por su parte, la contribución de la in­dustria alimentaria es ligeramente inferior y se sitúa en el 2, 7% del total de la economía insular. Las subvenciones directas a las ex­plotac iones rondan los 5.000 millones de pesetas y la renta agraria alcanza una cifra cercana a los 85.000 millones de pesetas.

La población activa ag raria canaria a fi­nales de 1998 estaba compuesta por 41.700 personas , 4 .600 menos que en 1997. Los activos agrarios constituyen el 6,2% de la población activa canaria, un punto y medio por debajo de la media es­pañola.

El número de explotaciones agrarias en Canarias es de 16.100, el 1,3% del total de las espaii olas. La superficie agraria útil ron­da las 57.400 hectáreas.

El principal cultivo de las islas Canarias es el del plátano. Sus superficies de culti­vo se extienden por unas 8.000 hectáreas y genera una riqueza bruta anual de alre­dedor de unos 40.000 mil lones de pesetas.

Durante 1998 se recogieron 385.000 to­neladas de plátanos canarios, un 3% que en el año anterior, pero más que en 1996.

En el tomate, segundo cultivo en impor­tancia de Canarias, en la última campaña se produjeron 310.000 tone ladas (-13%) . Las restantes horta lizas tienen cifras de producción mucho menos significativas. Se recogen unas 9 .000 toneladas de lechu­gas, 6.000 de repollos y pimientos y 5.000 de cebollas.

Además, las naranjas tienen en Cana­rias una producción destacada. En1998 se produjeron 30.000 toneladas de este cítri­co, un 25% más que en el año anterior.

Otro cu ltivo insular muy destacado son las patatas. Durante 1998 se han recogido unas 80.000 toneladas, un 22% menos que en la campaña anterior. La patata canaria, al igual que el tomate , está exper imenta­do en estos últimos tiempos una fuerte competencia proveniente de Marruecos, por lo que ha visto cómo se reducían sus exportaciones hacia el Reino Unido.

Por lo que hace referencia a la vendimia, hay que destacar que la última campaña no ha sido tan positiva como la anterior, ela­borándose unos 128.000 hectolitros, fren­te a los 185.000 de 1997 , lo que supone una reducción interanual de casi el 31 %.

Los cerea les son poco importantes en Canarias. De todas formas tienen una cier­ta significación porque constituyen la base de uno de los alimentos locales más tradi­c ionales del archipiélago, el gofio. En 1998 se obtuvieron 400 toneladas de trigo, 300 de cebada y unas 2.000 de mafz. Las pro­ducciones de los dos primeros se encuen­tran estabilizadas, mientras el maíz tiende a crecer.

146

Con respecto a los censos ganaderos, puede señalarse que el más importante nu­méri camente hablando es el de capri no, con más de 21 1.000 cabezas, de las que unas 136.000 son cabras de ordeño . Me­nos significativos son los 30.000 ejempla­res de ganado ovino, de los que 18.000 sor ovejas lecheras, los alrededor de 35.00C efectivos de ganado porcino y las cerca dE 15.000 cabezas de ganado bovino. En e úl timo año se produjeron en esta comuni· dad autónoma alrededor de 42 mi llones dE li tros de leche de vaca y otros 38 mi llone~

de litros de leche de cabra.

El sector alimentario de las islas Cana rías tiene unas ventas netas de productc que llegan hasta los 147.000 mi llones dE pesetas anuales, lo que supone el 25% dE las ventas netas del conjunto de las indus trias de las islas. El número de puestos di trabajo generado por estas industrias es di unos 11 . 700, el 31 % del total de empleo: industriales de esta comunidad autónoma

Por subsectores, el más importan te e: el de agua y bebidas analcohólicas co i una facturación cercana a los 31 .000 mi !Iones de pesetas. Muy cerca de éstas si sitúan las industrias lácteas, cuyas venta llegan hasta los 30.800 mi llones. A conti nuación aparecen las industrias de pan galletas con 21.400 millones.

En Canarias hay 11 Denominaciones di Origen . En éstas, hay 7 que amparan . otros tantos tipos de vino, en general co cifras rnuy pequeñas de producción y de~ tinados al consumo local, mientras qu otras 2 certifican la calidad de los queso Majorero y de La Palma.

Un producto tan característico como E

gofio canario tiene su propia Denominació Específica. Por último, las Denominacione de Calidad protegen a 2 vinos. Las pre ducciones ecológicas están controlada por el Consejo Regulador de la Agricu ltL ra Ecológica de Canarias.

Page 149: Anuario UPA 1999

-~ ELECCIC>N

IVl~S ~DECU~D~ Acuda hoy mismo a visitarnos y le ayudaremos a tomar /a1 decisión más adecuada

a sus condiciones de trabajo. Y recuerde, sólo John Deere le ofrece:

feumáticos o Cadenas de Goma coja un tractor 8000/8000T desde 185 a 260 CV ( 136 a 19 1 kW).

!Cuerde, sólo su Concesionario John Deere le ofrece una línea completa

· productivos aperos que se adaptan perfectamente a estos tractores de alto

ndimiento.

abina TechCenter 3da es comparable a la comodidad y visibilidad de la cabina

·chCenter. Casi 6 m' de superficie acrista lada y el ceñido diseño

1 capó, proporcionan una visibilidad total del tracror y el apero.

istema Hidráulico TouchSet .dos los tractores Serie 8000/ BOOOT proporcionan un caudal de

O l/min (a 200 bar) en los enchufes

:!ráulicos . El caudal puede ser ajustado

, detener el tractor, desde la cabina .

stema de Control 1 el Reposabrazos ; principales funciones del tractor,

palancas hidráulicas , el acelerador,

palancas de cambio, y las palancas

control del elevador hidráulico se mane­

con la yema de los dedos.

<>bre neumaticos o sobre cadenas de goma.

Salidas Hidráulicas Controladas Electrónicamente Cada válvula de mando a distancia puede ser programada individua l­

mente para producir un caudal de aceite continuo, temporizado o con­

trolado manualmente, desde el asiento del tractor.

Control de Crucero El control de velocidad de crucero permite seleccionar y mantener

el régimen del motor, para trabajos con cultivador, siembra o

fertilización . Ahorra combust ible.

Motores PowerTech de 8, 1 L Estos potentes motores desarrollan hasta un 1 O por cien ro de Potencia

Extra , y pueden mantener su alto rendimiento a velocidades de tan

solo 1000 r/min .

Su Concesionario Cerca de Casa Neumáticos o cadenas de goma, su Concesionario John Deere está a su

disposición . Con un servicio profesional de asesoramiento,

repuestos y servicio, muy cerca de usted.

LA CALIDAD ES NUESTRA FUERZA

Page 150: Anuario UPA 1999

1 1 1 1

1 ~~-.,.,~ CONSEJERIA DE • GANADERIA,

tf 1• AGRICU LTURA ~'f Y PESCA

-• -· 1 En una tierra como la nuestra, de verdes pastos y

limpias aguas, sólo se puede criar un buen producto; . ----~ la carne de Cantabria, que llega a su mesa, conservando •

• todo el sabor y propiedades nutritivas, resultando un

GOBIEE

alimento de alta calidad imprescindible en nuestra dieta. de

CANTAB •• rr

1 •• ........ ..

Page 151: Anuario UPA 1999

Balance de 1998

Especialización ganadera Cantabria es el caso más acabado de es­pecialización ganade­ra de toda España. El

!Sto de las producciones agrarias , y en 3rticular la agricultura, pierden presencia 3 año en año mientras aumenta la pre­)nderancia de la ganaderla bovina y, es-3cialmente, del vacuno de leche. El 79% 3 la producción final agraria (PFA) regio­il es aportado directamente por el gana­J bovino . Ese porcentaje se divide entre 1 50% proveniente de la producción lác­a y un 29% de la venta del ganado para ja y la producción cárnica. La producción final ag raria cántabra

1ede estimarse en unos 53.000 millones ! pesetas, de los que el 90% constituye aportación ganadera, mientras que los bsectores agrícola y el forestal se repar-1 el 10% restante en partes práctica-3nte iguales . El valor añadido bruto al iste de los factores se sitúa en unos .000 millones de pesetas, lo que supone 4% del PIB regional. El valor añadido bru­de la industria alimentaria es algo más !Vado y representa un 5% del valor de to-la economfa cántabra. La renta agraria

::::iende a 37 .000 millones de pesetas . La población activa agraria de Cantabria taba compuesta a finales de 1998 por .800 personas (+5,9%). Los activos agra­s constituyen el 8,6% del total de activos ¡ionales, un punto por encima de la me-1 española.

El conjunto de los cultivos no supera las 000 hectáreas, mientras que los prados astizales se extienden por unas 150.000 ;táreas y los terrenos forestales ocupan ~s 273.000 hectáreas. El número de ex­taciones agrarias en esta comunidad ónoma es de unas 17.200, el 1,3% del il nacional. El parque estimado de trac­>s ronda las 4.900 unidades.

Dentro de las producciones agrfcolas, el maíz está experimentando un continuo descenso. La patata tiene una cierta sig­nificación local en la zona de Valderredible, donde se dedican a este cultivo unas 2.500 hectáreas. La cosecha de 1998 fue de 33.000 toneladas, menor que en 1997.

La producción hortícola es muy reduci­da y destinada básicamente a circuitos co­merciales de carácter local.

Los princ ipales cultivos , como no po­día ser de otra manera, son los forrajeros y de pastos , destinados a la alimentación animal . El maíz forrajero , el ballico, los pra­dos artificiales y la alfalfa constituyen los cultivos forrajeros de mayor arraigo.

El subsector forestal tiene una impor­tancia creciente en Cantabria. Las princi­pales especies son el pino radiata entre las coníferas y el eucalipto, el chopo y el quer­cus robur entre las frondosas. Aproxima­damente la mitad de la superficie regional tiene una orientación forestal. En la actua­lidad, existen 116 empresas forestales, en­tre aserraderos y explotaciones dedicadas a actividades de la primera transformación de la madera. Su facturación anual supe­ra los 13.000 millones de pesetas y dan em­pleo a 1.400 trabajadores.

149

Dentro de los censos ganaderos, el más importante con diferencia es el del ganado vacuno. En 1998 se registraron 345.600 ca­bezas de bovino, de las que casi 223.000 eran de raza frisona y de ellas , más de 108.000 eran vacas de ordeño. La produc­ción láctea es de unos 480 millones de li­tros de leche al año. Hay que tener en cue·nta que el 40% de la leche producida en la región se industrializa fuera de ella.

La importancia del ganado bovino en Cantabria puede valorarse teniendo en cuenta que el Mercado Nacional de Ga­nados de Torrelavega es el punto de re­ferencia a nivel de toda España para las transacciones de ganado de raza frisona. Durante el pasado año se vendieron allí más de 179.000 cabezas por un importe superior a los 12.500 millones de pesetas .

Aparte del ganado bovino, en Cantabria están registradas unas 84.000 cabezas de ovino, con un cierto crecimiento interanual. Mucha menos importancia tienen los ga­nados caprino y porcino, con unas 20.000 unidades en cada caso.

El sector alimentario en Cantabria tiene una facturación anual de unos 108.000 mi­llones de pesetas, el 18% del total de las ventas industriales regionales. Todas estas empresas generan unos 6.300 puestos de trabajo, el 20% de los empleos industriales de la comunidad autónoma.

La mayor facturación procede de las in­dustrias de cacao-chocolate , con 38.100 millones de pesetas. A continuación apa­recen las de pan-galletas con 15.600 mi­llones , las industrias de pescado con 13.300 millones y el grupo de las industrias lácteas con 8.300 millones.

En Cantabria hay 3 Denominaciones de Origen destinadas a otros tantos quesos. Existe también una Indicación Geográfica Protegida para la Carne de Cantabria y una Denominación Geográfica para el Orujo de Liébana. Por último, la agricultura ecológi­ca posee su propio Consejo Regulador.

Page 152: Anuario UPA 1999

ARTESANO MEDIA CURACIÓN

CASTILLO DE PEÑARROYA losé Antonio Valverdc Lara

C/ Pasos. 56 1 3 71 O Argamasilla de Alba (Ciudad Real)

Tel: 92 6 52 33 93

PLATA NAVALOSHACES

Agropecuaria Navaloshaces S.L. Ctra. de Almadén. km 9

13 190 Corral de Calatrava (Ciudad Real) Tel: 926 69 O 1 67

BRONCE EL PESEBRE

Quesera Campo Rus S.L. C/ Carrera. 56

1662 1 Santa María del Campo Rus (Cuenca)

Tel: 967 18 62 36 .

iJ Junta de Comunidades de

Castilla-La Mancha

ARTESANO CURADO

MIRO Moral Collado C.B. Clra. Malas Verdes

16600 San Clemente (Cuenca) Tel: 969 30 12 29

PLATA MONTEGUERRAS

Quesera Herenciana Cofer. S. L. C/ Gómez Montalbán . 28

1 3640 Herencia {Ciudad Real) Tel: 926 57 14 11

BRONCE EL CONSUELO

Los Claros. S.L. Aptdo. Correos 660 13080 Ciudad Real Tel: 926 69 84 70

INDUSTRIAL MEDIA CURACIÓN

COQUEM Coop. Quesera Manchega La Sta. Cruz

Clra . San Clemenle. 15 16620 La Alberca de Záncara (Cuenca)

Tel: 967 15 00 36

PLATA CASA DEL CAMPO

Unión Quesera Manchega. S.A. Ctra. de Jaén, km. 8

02080 Albacele Tel: 967 23 68 35

BRONCE Los TRES PASTORES

Pastores Toledanos. S.C.L. C! La Plaza, 2

4SS 18 Gerindote (Toledo) Tel: 925 77 06 02

INDUSTRIAL CURADO

ROBLEVEGA ORO CoQueya. S.A.

Avda de Barrax, s/n 02600 Villarrobledo (Albacele)

Tel: 967 14 14 50

PLATA DON BERNARDO

Quesos Forlasa. S.A. Avda. Reyes Católicos. 135

02600 Villarrobledo (Albacele) Tel.: 902 14 17 SO

BRONCE MAESE MIGUEL

Industrial Quesera CuQJJerella. S.L Clra. Toledo, s/n

134 20 Malagón {Ciudad Rea l) Tel: 926 80 02 15

Page 153: Anuario UPA 1999

Balance de 1998

Producciones varialJles La producción final agraria (PFA) castella­no-manchega ronda los 375.000 millones

le pesetas , de los que unos 250 .000 mi­ones corresponden a las producciones ve-1etales y los restantes 125.000 millones a :i ganaderfa. La con tribución del sector .grario a la economía regional es de un 5%, y la industria agroalimentaria contri-1uye con otro 6%. De esta forma, el sector grario y sus industrias derivadas consti-1yen el área principal de actividad econó-1ica de esta comunidad autónoma.

La renta agraria está situada en torno a >S 325 .000 millones de pesetas anuales, os cereales y la vendimia resultan las dos portaciones esenciales a la hora de de­irminar la renta agraria regional .

La población activa agraria de estaco-1unidad autónoma estaba compuesta a fi-3les de 1998 por 76.600 personas ( + 1 % ). JS activos agrarios constituyen el 11,6% el total de la población activa castel lano-1anchega, cuatro puntos por encima de la 1edia española. El número de explotacio­:is agrarias caste llano-manchegas es de ias 144.500, el 11.4% de todas las es­:iñolas. La superficie agrícola útil es de 4,7 iliones de hectáreas , un 18,6% del total :icional. En Castil la-La Mancha hay unos 15.500 tractores.

La superficie de viñedos en Castilla-La ancha es de 560.000 hectáreas, alrede­Jr de la mitad del total español. Durante última vendimia se han elaborado 16,5 iliones de hectolitros de vino frente a los 1,8 millones de 1997, lo que supone una sminución interanual del 16,6%. En Cas­a-La Mancha se concent ra el 18,4% de jas las empresas vinícolas españolas. Aparte del vino, el sector agrícola de es-región se ve claramente condicionado ir los cereales. Algo menos de 1.4 millo­·s de hectáreas se destinan a estos cul-

tivos en esta comunidad autónoma, la quin­ta parte de la superficie total española de­dicada a estas producciones .

Las cosechas de 1998 fueron muy su­periores a las del año anterior, recogiéndo­se unos 2,8 mil lones de toneladas de ce­bada ( +56%) , 735.000 toneladas de trigo (+67%) y 1.600 toneladas de arroz ( +23%). Por contra, el maíz ha reducido su produc­ción en un 6,4%.

En legumbres, en 1998 se produjeron 26.100 toneladas de guisantes secos , un 22% menos que en 1997, 15.800 toneladas de garbanzos, más del doble que en 1997 y 12.200 toneladas de lentejas (-32%).

En frutas y hortalizas , los comporta­mientos han sido muy variados, aunque, en general, se han registrado más comporta­mientos positivos que negativos. Destacan las 439.900 toneladas de cebollas, con un incremento interanual del 12.7%, las 258.400 toneladas de melones (+30,7%) , las 229.100 de patatas (-3,5% ), las 132.400 de tomates (+15,4%), las 63 .900 de ajos (-12,9%), las 39.100 de pimientos (-25,8%), las 28.500 de coles ( +27%), las 29.000 de sandías (+8,6%), las 16.300 de manzanas (-22.7%) y las 12.200 de albaricoques ( +93%). Casti lla-La Mancha es la primera región productora nacional de cebollas y ajos y la segunda de melones.

Dentro de las semillas oleaginosas, el gi­rasol alcanzó durante 1998 las 205.800 to­neladas (-22,3%). Es también significativa

151

la producción de colza, con 28.300 tonela­das ( +22%). La cosecha de remolacha ron­dó las 680.500 toneladas (-85,5% ). En 1998 se produjeron 40.000 toneladas de aceite de oliva (-50%).

En los censos ganaderos, destacan los más de 3,3 millones de cabezas de gana­do ovino, de las que unas 875.000 son ove­jas lecheras. En segundo lugar, hay 1.4 mi­llones de efectivos de porcino, con 190.000 hembras reproductoras. En tercer lugar se sitLJan las 426.000 cabezas de caprino, en­tre las que más de 172.000 son cabras de ordeño. Por último, la cabaña de ganado bovino llega hasta las 262.000 cabezas , con unas 28.000 vacas lecheras. Además, hay 6 millones de gallinas ponedoras.

La producción anual de leche de vaca llega hasta los 149 mi llones de litros; la de leche de oveja, a 68 millones de litros; y la de cabra alcanza los 52 millones de litros.

La producción media anual de carne de cordero manchego llega hasta los 1,3 mi­llones de kilos. En esta región se obtienen alrededor del 16% de todos los huevos pro­ducidos en España, mientras que la pro­ducción de miel de calidad llega hasta los 60.000 kilos anuales, obtenidos de más de 11.000 colmenas.

El sector alimentario de Castilla-La Man­cha tiene unas ventas netas de producto de unos 482.500 millones de pesetas anua­les, el 33% de la facturación industrial de toda la región. Estas industrias generan 18.600 puestos de trabajo, el 19,5% del to­tal de empleos industriales regionales . Las mayores facturaciones proceden del sub­sector de las industrias cárnicas con 97.700 mi llones de pesetas , seguido muy de cerca por las empresas vitivinícolas con 95.000 millones.

En Castilla-La Mancha hay 11 Denomi­naciones de Origen(6 de ellas de vinos) y 3 Denominaciones Específicas (carne de cordero, berenjenas y ajo morado. También ahy un órgano de Control de la Agricultura Ecológica de Castilla-La Mancha.

Page 154: Anuario UPA 1999

Balance de 1998

Baja la renta agraria La prod ucc ión fin al ag raria (PFA) de Cas­tilla y León supera li­geramente los 600.000

millones de pesetas y parece haber dismi­nu ido ligeramente durante el último ejer­cicio. Aproximadamente el 54,5% es apor­tado por las producc iones animales, mien­tras que el restante 45,5% corresponde a la contribución de las producciones vege­tales. La PFA constituye alrededor del 11,5% del PIB reg ional, mientras que la in­dustria agroalimentaria, por su parte, apor­ta la mitad de este porcentaje.

Las subvenciones rec ibidas por las ex­plotac iones rondan los 116.500 millones de pesetas, mientras que los consumos inter­med ios superan los 309.000 millones de pesetas. La ren ta agraria caste llano-leone­sa se sitúa en algo menos de 294.000 mi­llones, la cifra más baja de los últimos seis años. El número de explotaciones agrarias en la reg ión es de unas 129.700, el 10,2% del total nacional.

La población activa agraria de esta co­munidad autónoma estaba constituida a fi­nales de 1998 por 98.400 personas, lo que supone una importante disminución con respecto a los datos del año anterior de 14.500 personas en cifras absolutas y de casi el 13% en porcentajes. Del total de ac­tivos agrarios, 93.500 personas estaban re­gistradas como ocupados y las restantes 4.900 como parados. Los activos agrarios representan el 9,8% del total de ac tivos castellano-leoneses, dos puntos por enci­ma de la media española. En Castilla y Le­ón hay unos 130.000 tractores con una po­tencia total de más de 9,4 millones de CV.

Dentro de las producciones agrarias, la más importante por superficie y volúmenes productivos es la de los cereales. En 1998 se sembraron 2,2 millones de hectáreas y se obtuvieron algo menos de 7 ,8 millones de toneladas, un 17% más que en el año

anterior. Destacan los más de 4,7 millones de toneladas de cebada, los 1,6 mi llones de trigo y el mi llón de toneladas de maíz.

Otro cultivo muy característico de la re­gión es la remolacha. En 1998 se plantaron unas 82.000 hectáreas y se obtuvieron más de 5 mil lones de toneladas de remolacha, un 21% menos que en 1997.

La superfic ie ocupada por las vides en la región es de unas 70.000 hectáreas. Du­rante 1998 se recogieron más de 130.000 toneladas de uvas y se elaboraron 918.000 hectolitros de vinos y mostos, un 25% más que en 1997, pero lejos todavía de los 1,3 millones de hectol itros de 1996.

La producción global de hortalizas fue de 173.000 toneladas. Destacan las 47.000 toneladas de lechugas, las 32.000 tonela­das de repollos, y las más de 20.000 tone­ladas de cebollas.

Las leguminosas representan otro gru­po de cu ltivos significativo La producción total llegó en 1998 a las 78.500 tone ladas.

Los frutales no tuvieron una buena cam­paña en la región. La producción global su­peró ligeramente las 50.000 toneladas. La cosecha más importante es la de manza­nas, de las que se recog ieron 35.600 tone­ladas, un 17% menos que en 1997 y me­nos de la mitad que en 1996. Otras pro­ducciones reseñables son las 6.000 toneladas de cerezas-guindas y las más de 4.000 toneladas de peras.

152

El olivar no es muy importante en Casti ­lla y León y está concentrado en Ávi la y Sa­lamanca. Se recogieron algo más de 6.70C toneladas de aceitunas y se elaboraro r unas 920 toneladas de aceite.

La principal cabaña numéricamente ha­blando es la del ovino, con casi 5,5 millo· nes de cabezas. A continuación aparecer más de 3 millones de cerdos, 1,3 mi l lone~

de cabezas de ganado bovino y alrede· dor de 177.000 cabras. La producción dE las 172.000 vacas de leche llega hasta lrn 840 millones de litros, mientras que los 1,; millones de ovejas lecheras producen unrn 204 mil lones de litros . Por último, la pro ducción de leche de cabra es de unos me nos importantes 16 millones de litros.

La región posee la principal cabaña dl bovino de nuestro país, es la principal pro ductora láctea de ovino, la qu inta de ca prino y la segunda en lo que se ref iere a I< producción cárnica de porcino. En Castill< y León hay más de 40.000 explotacione ganaderas de bovino, cerca de 56.000 d1 porcino y unas 21.000 de ovino-caprino.

La facturación del sector al imentari1 castellano-leonés es de unos 810.000 m1 llones de pesetas anuales, el 29% del te tal de las ventas netas de producto. Pe su parte, los empleos generados por esta industrias, unos 32.000, representan el 24~ de todos los empleos industriales de la rE gión. Por subsectores, la mayor facturació se concentra en el grupo de las empresa cárnicas, con 250.000 millones de peseta~

seguidas por las industrias lácteas , co 127.000 mi llones, las de al imentación an mal, con 108.000 millones y las de azúca con 95 .000 mi llones.

En Castilla y León hay 13 Denominacic nes de Origen, (inc luidos 5 vinos y 3 quE sos) y 18 Indicaciones Geográficas ProtE gidas (4 legumbres, 4 tipos de carne, 7 v nos, 2 embutidos y unos dulces. Tambié están protegidos los productos ecológico:

Page 155: Anuario UPA 1999
Page 156: Anuario UPA 1999

Balance de 1998

Los efectos de la crisis del porcino La producción fina l agraria (PFA) de Cata­luña ronda los 500.000 millones de pesetas

anuales, de los que un 60% es aportado por la ganadería y el 40% restante por las producciones vegetales. El valor añadido bruto al coste de los fac tores es de unos 300.000 mi llones de pesetas, lo que repre­senta el 2% del valor producido por toda la economía catalana. Por su parte, la apor­tación de la industria alimentaria es de un más importante 4,8% del PIB de la comu­nidad autónoma. La renta agraria se esti­ma en unos 250.000 mil lones de pesetas.

La población activa agraria de Cataluña estaba compuesta a finales de 1998 por 85.600 personas, el 3,2% de la población activa catalana.

En Cataluña se encuentran registrados algo menos de 92.000 trac tores con una potencia total de 4,8 millones de CV.

El número de explotaciones agrarias de Cataluña es de unas 70.600, el 5,6% de to­das las españolas, mientras que su super­fic ie agraria útil supera los 1, 1 millones de hectáreas, el 4,4% del total nacional.

Los cult ivos de cereales han obtenido, en términos generales, mejores resu ltados que el pasado año. Se recog ieron 757.000 tone ladas de cebada ( +31 %), 262.000 de trigo ( +22%) y 138.200 de arroz (1,2%). Por el contrario el maíz redujo su producción hasta las 378.400 toneladas (-5,5%).

En frutas , destacan las cosechas de manzanas con 343.800 toneladas (-29%), de peras con 330.900 (-15%) y de melo­cotones y nectarinas con 240.800 (+10,5%). Menos importanc ia tienen los melones {14.100 tone ladas), las cerezas (11.400), las fresas y fresones (11.400), las sandias (11 .300) y las ciruelas (7.600).

En el caso de los cítricos, las cosechas más importantes son las de naranjas con 40700 toneladas ( +4,3%) y la de mandari­nas con 45.600 (-8%). Por lo que hace re­ferencia a los frutos secos, 1998 ha resul-

tado ser un mal año pues apenas se han obtenido 7.700 toneladas de almendras (-34,2%) y 7.000 de avellanas (-18,6%) .

En hortalizas , las más destacadas son las patatas, con 149.900 tone ladas (+4 ,3%); los tomates, con 121 .100 (+2%}; y las cebollas, con 52.400 (+3,5%).

La producción de aceite de ol iva ha si­do mucho más reducida que en el año an­terior, pues apenas se han elaborado 25.500 toneladas, un poco más de la mitad que en 1997. Tampoco el girasol ha repe­t ido resultados, pues sus 24. 100 toneladas suponen un descenso interanual del 14%.

La vendimia ha continuado esta tónica negativa. Se han elaborado poco más de 3 mil lones de hectolitros de vinos y mostos frente a los 3,4 mi llones de 1997 y los casi 3,6 mi llones de 1996.

J" 1 • . ••

••••• Dentro de los censos ganaderos de Ca­

taluña, el porcino es, con gran diferencia, el más importante. Hay unos 5 millones de cabezas de ganado porcino, de los que ca­si 481.000 son hembras reproductoras. Se trata del primer censo de porcino de Es­paña y concentra al 25% de todos los cer­dos existentes en nuestro país. En segun­do lugar aparece el ganado ovino, con al-

154

go más de un millón de cabezas. En ter cer lugar, hay 680.000 ejemplares de ge nado bovino, de las que 105.000 son vaca de ordeño, mientras que cierran esta relé ción las 88.000 cabezas de ganado capr no, de las que 21.000 son cabras lecherai Anualmente se recogen en Cataluña uno 584 millones de litros de leche de vaca.

Más del 21 % de la carne de vacuno pre ducida en España, lo que significa alredE dar de 129.000 toneladas, se sacrifica e los mataderos catalanes. De la misma mé nera, el 50% de los mataderos de pollos d nuestro país están si tuados entre esta ce munidad autónoma y la valenciana. En C¡ taluña se concentra el 18% de la produc ción española de huevos.

También la cunicultura ha adquirido ur gran importancia, pues se obtienen más e 40 .000 toneladas anuales de conejos, L

tercio de la producción total española. La crisis de precios que ha afectado

porcino en 1998 ha tenido serios efectos E

el subsector ganadero catalán y está pre vacando una radical reestructuración e las explotaciones. Los precios del parcir disminuyeron en casi un 50% con relacié a lo percibidos por los ganadero durante anterior ejercicio.

La industria alimentaria de Cataluña E la más importante de España y tiene ur facturac ión de 1,9 bi llones de peset¡ anuales, el 17% de las ventas netas de pr dueto de la industria regional.

Las industrias cárnicas presentan la m yor facturación con 531.000 millones de p setas, seguidas por las de alimentación ar mal con 245.000 mi llones, las de otros pr duetos con 179.000 mi llones y lé industrias lácteas con 138.000 mi llones.

En Cataluña hay 15 Denominaciones e Origen, de las que 1 O amparan a otros ta tos vinos; junto a 13 Indicaciones Geogr ficas Protegidas, 2 Denominaciones Ge gráficas, una Marca de Cal idad Aliment ria; y el Consell Catalá de la Produce Agrária Ecológica.

Page 157: Anuario UPA 1999

UN RIOJA DE HOY HECHO COMO MANDA LA TRADICIÓN

Page 158: Anuario UPA 1999

P a la Co-nutatdad cth!mciaaa .~b J1vdttCb ÁcetXb a& é)/io-cv

6ti{Ye1z, 6xtl'(l;, aaa áb las/ ;7t[YRJ>

áb la Áluneatacióa/ ffeditoYYiaea~ .

_(ó,s· t.fen ·aao.s JI ú'cv1 (J riel Eh/'ra

1fr/le ck '(yo1·a

.sLe- Aceite- 8f taJ?,,, ht.o,cado y ta/V M.ca&o- como- et (!}..¡y;-­

J-o-1cr¡ae- tú~ab tocio-d Ja6,01< y la Calidad de/ locS Áiu12e/Zt,(}6' de- \ tte6'.tl'a g¡rv'!Yl.

{/to !br lom:t'a-r·· _¡ (J,.;, i , ure1Y·rr at' >f .Jctacm

:J'WJ!rr ele 0 rriiol ~..,,...,.. r7l16c1·0 {Ita

$ 11al/ el {/6a1da

~ ~ Comunidad Va/rn cía11a : .:::; ( A límmtaríón Mrdítcrrrinea

~ GENERALITAT VALENCIANA ~ CONSELLERIA D'AGRICULTURA, PEIXCA 1 ALIMENTACIO

Page 159: Anuario UPA 1999

Balance de 1998

Descenso en las producciones de cítricos La producción final agraria (PFA) de la Co­munidad Valenciana es de unos 400 .000

iillones de pesetas anuales , de los que iás del 75% provienen de la agricultura . oncretamente , los cítricos representan el 5% de la PFA regional.

El sector agrario aporta el 4,4% de to-o el PIB regional, mientras que la contri ­Jción de la industria alimentaria puede ci-3.rse en el 3,9% de esa macromagnitud . :i renta agraria se aproxima a los 280.000 iliones de pesetas anuales. La población activa agraria valenciana

;taba compuesta a finales de 1998 por 3.100 personas ( +5,3%). Los activos agra­JS constituyen el 5,3% del total de la po­ación activa regional. En la Comunidad Valenciana se encon­

l.ban censados a finales del año pasado go menos de 55.000 tractores. Las explotaciones agrarias de la Comu­

jad Valenciana son unas 171.200, lo que ipone el 13,5% de todas las españolas. Su 1perficie agraria útil supera las 692.000 !Ctáreas, el 2,7% del total nacional.

La principal producción agrícola valen­ma son los cítricos y, dentro de éstos, las .ranjas ocupan un lugar preponderante. campaña pasada no fue muy positiva y s resultados estuvieron claramente por ·bajo de los de 1997. Así, se han recogi­, más de 1,6 millones de toneladas de na-1jas, un 16,4% menos que durante el año terior. También ha disminuido la cosecha mandarinas en un 15%, quedando en

¡o más de los 1,5 millones de toneladas. s limones, por su parte , prácticamente n repetido resultados quedando en las 1.000 toneladas. Las frutas dulces han continuado esa 1dencia negativa , pues se obtuvieron as 62.500 toneladas de melocotones y ctarinas (-19 ,5%), 36 .700 de albarico-

ques (-19,2%), 28 .700 de ciruelas (-6,5%), 16.100 de peras (-20,3%) y 12.200 de man­zanas (-44,3%), junto a 423 .000 toneladas de melones (-22,8%) y 99 .500 de sandias (-20%). En almendras, se obtuvieron 13.800 toneladas, un 42,5% menos.

Un caso particularmente importante es el de las uvas de mesa. En la Comunidad Valenciana se recoge el 60% del total de la producción española. Durante 1998 se han obtenido en esta región 212.000 toneladas, un 7% más que en 1997. Algo similar pcu­rrió con el vino, con 2,46 millones de hec­tolitros ( + 15%).

En hortalizas, los comportamientos fue­ron más variados, con alzas y bajas consi­derables. Aumentaron las producciones de tomates con 163.200 toneladas ( +3,3%) y de pimientos con 42.100 ( +21,3%), mien­tras que se mantuvieron estables las de patatas ( 144.500 toneladas) y alcachofas (86.500) , y se redujeron las cosechas de cebollas, con 127.500 toneladas (-7 ,3%), de coliflores con 41.400 toneladas (-8%) , de coles con 15.800 (-3%) y de judías ver­des con 15.800 (-3%).

Dentro de los cereales, el arroz consti­tuye la producción más significativa con gran diferencia. Durante 1998 se produje-

157

ron 123.000 toneladas, un 2,4% menos que en el año anterior. Por contra se incremen­taron las cosechas de cebada con 48.100 toneladas (+5 ,7%), de trigo con 24.400 (+24,5%) y de maíz con 15.300 (+28,6%).

Dentro de los censos ganaderos , el más importante numéricamente hablando es el del ganado porcino, con 1.221 .000 cabe­zas, de las que 129.000 son cerdas repro­ductoras . A continuación aparecen los 633 .000 efectivos de ganado ovino, con 25 ovejas lecheras . En tercer lugar se sitúan las 105.000 cabezas de ganado caprino, con 33 .000 cabras de ordeño. Cierran es­ta relación las 68.000 unidades de ganado bovino, de las que tan solo unas 8.000 son vacas lecheras.

Aparte de la carne de porcino, en la re­gión tienen una importancia creciente las producciones de carne de pollo y huevos. En la Comunidad Valenciana y Cataluña es­tán localizados el 50% de todos los mata­deros de aves de nuestro país.

L.a industria alimentaria de esta comuni­dad autónoma factura unos 640.000 millo­nes de pesetas anuales, el 14 % de las ven­tas netas de producto de todas las indus­trias regionales . Además el sector alimentario genera unos 35 .000 puestos de trabajo, lo que supone el 11 % del total de empleos industriales.

Son las industrias cárnicas las que tie­nen una mayor facturación con 98.500 mi­llones de pesetas, seguidas por las de con­servas vegetales con 80.000 mi llones, las de pan y galletas con 77.700 millones y las láctHas con 51.500 millones .

La Comunidad Valenciana cuenta con 10 Denominaciones de Origen , (4 amparan a otros tantos vinos, 3 a frutas, 2 a hortali­zas y una al arroz), junto a 7 Denominacio­nes Especificas ( 4 de bebidas espirituosa) y 2 Denominaciones de Calidad Por último, hay un Comité de Agricultura Ecológica de la Comunidad Valenciana.

Page 160: Anuario UPA 1999

Balance de 1998

Recortes en las principales producciones _,,,,,_ El año agrario en Ex-

-~ tremadura se vió en ~ 1998 negati vamente

condic ionado por la situación climatológica. A pesar de que las precipitaciones se mantuvieron dentro de la normalidad, las fuertes lluvias registra­das a finales de 1997 y comienzos de 1998 provocaron una disminución de las siem­bras de cerea l y afec taron a las p roduc­ciones frutales , debido a la asfixia radicu­lar de los árboles. Por ·contra, el seco oto­ño de la pasada campaña perjudicó a los ganaderos extremeños, quienes tuvieron que suplementar con piensos la alimenta­ción de sus animales, al agotarse los pas­tos de las dehesas.

La Producción Final Agraria extremeña asciende a unos 260.000 millones de pe­setas, el 56% aportado por la agricultura y el 44% restante por la ganadería. El sector agrario aporta alrededor del 17% del PIB regional. La renta agraria se sitúa en torno a los 225.000 mil lones de pesetas.

El número de activos agrarios extreme­ños a finales de 1998 estaba compuesto por 66.800 personas (-6, 7%), un 16,2%, más de la población activa regional. Las ex­plotaciones agrarias extremeñas son unas 71. 100, el 5,6% del total español.

Por lo que hace referencia a los cerea­les de invierno, la superficie de cu lt ivo se redujo en un 20% , quedando en unas 210.000 hectáreas, con una producción de 350.000 toneladas. Por su parte, el maíz lle­gó hasta las 593.000 toneladas, un 20% menos que en 1997. Por su parte, la pro­ducción de arroz se mantuvo estable en tor­no a las 144.000 toneladas.

La remolacha, después de la recupera­ción experimentada tras la superación de los efectos de la sequía, ha mantenido sus niveles de producción, con 108.000 tone­ladas, (-6%). El girasol llegó a 130.000 to­neladas, ( +30%).

El tabaco tuvo un desarrol lo normal en cuanto a producción y niveles de calidad, llegando hasta las 36.800 toneladas, lo que supone el 100% de las can tidades máxi­mas garantizadas.

En el olivar se registró una importante disminución de producciones. Se recogie­ron unas 170.000 toneladas de aceitunas (-23%). La calidad del aceite obtenido en esta campaña ha si_do excepcional, pero se han producido tan sólo 24.000 toneladas, apenas el 80% de los resultados alcanza­dos en los dos años precedentes.

Algo similar ha ocurrido con el viñedo, pues la vendimia de 1998 apenas repre­sentó el 85% de la de l año anterior. Las 252.000 toneladas de uvas recogidas per­mitieron elaborar 1,86 millones de hectol i­tros de vino, con una cal idad muy elevada.

En frutales, el comportamiento no fue tan positivo como en las campañas anteriores. Las lluvias de primavera afectaron a los ce­rezos y las 13.300 toneladas de cerezas re­cogidas vienen a suponer el 60% de una cosecha media.

Dentro de las hortalizas extremeñas, en tomate para industria la superficie sem­brada aumentó un 14%, llegando hasta las 15.900 hectáreas, aunque la producción no

158

fue tan abundante como se esperaba quedando en unas 780.000 toneladas. Po contra, la cosecha de melones aumentó ur 24% y llegó a 88.000 toneladas. Algo simi lar ocurrió con las sandías, cuyas 40.00C toneladas suponen un incremento intera nual del 11 %. La producción de pimientos muy significativos en la región porque sor la base para la elaboración del pimentón fue de 16.000 toneladas.

La ganadería tiene una gran importan cia en Extremadura. El censo más nume roso es el del ganado ovino, con más dl 3,8 millones de unidades. A con tinuació1 aparecen las 676.000 cabezas de porc inc las 520.000 de vacuno y las casi 310.0Q( cabezas de caprino. El comportamiento dE subsector ganadero en 1998 fue, en tér minos generales, muy positivo. Especial mente el porcino, compuesto en un 90'} por ganado del trono ibérico, tuvo unos rer dimientos notables. La crisis del porc in· blanco apenas se dejó notar en la reg ión

La industria alimentaria extremeña fac tura anualmente unos 155.000 millones d pesetas y genera 8.000 empleos directm Estas cifras suponen el 53% de las venta netas de producto del total de las industria extremeñas y el 35,5% de los empleos ir dustriales. Por subsectores, las industria cárnicas son las más importantes, con un facturación de 26.000 mi llones de peseta! seguidas muy de cerca por las de vino y la de conservas vegetales.

En Extremadura hau 13 Denorninacione de Origen ( 3 para jamones y paletas otras 3 para quesos, junto a aceites, vinrn las cerezas del Jerte, el pimentón y un miel. Aparte de éstas, hay también 4 DE nominaciones Específicas para otros tar tos tipos de carne. Por último, hay un Cor sejo Regulador Agroalimentario Ecológic Extremeño.

Page 161: Anuario UPA 1999

arte sano JUNtA DE EXTREMADURA

Consejería de Agricultura Y Comercio

Page 162: Anuario UPA 1999

.l......, • au.'111

1•rt.•• I , ,..

6 o

!:\iciÑTiiRRnil ;Jla,..ia..u..J.o.¡,,. ,

¡ ~ ;1 I ~ ~ (

'·······-··--·--1

e h

PATACA DE GAL!CIA

u E. n d a m a

GAL EGO DE GRIXE

O mellar da terra, coidado con esmero e elaborado c0n sabedoría,

de forma tradicional, ten como resu l tado a excepcional

calidade d0s productos de Galici a con i ndicativo de ca l idade .

Page 163: Anuario UPA 1999

Balance de 1998

GALICIA

Desciende el valor de la producción final agraria

La producción final agraria (PFA) de Galicia alcanza un valor de unos 280.000 millones

e pesetas y presenta una clara tendencia igresiva durante los últimos años. El 57% e esta cantidad es aportado por el sub-3ctor ganadero. el 26% por el subsector ~rícola , algo más del 13% por el subsec-1r forestal . mientras que el 3,5% restante 3 contabiliza como la aportación de otras ·aducciones agrarias.

La preponderancia de las producciones iimales ha ido atenuándose, pues en 385 constituían el 70% de la PFA galle­~. mientras que la agricultura ha incre­entado su participación en 6 puntos y el 1bsector forestal en otros 7 puntos. La renta agraria de Galicia se sitúa en

rno a los 155.000 mil lones de pesetas, ispués de haber disminuido hasta un J% en los últimos diez años. La contribución del sector agrario al PIB

!llego es de un 5%. Por su parte, el valor 1adido bruto de la producción alimenta­l gallega supone el 5,3% de la econo­a regional. Las tierras de cultivo en Galicia rondan

; 537 .000 hectáreas. Los prados y pasti­les se extienden por otras 373 .000 hec­·eas y los terrenos forestales ocupan 1 ,8 !Iones de hectáreas. En Galicia están registradas unas 9.000 explotaciones agrarias, el 10% del al nacional . Entre éstas, el 54% tienen a orientación técnico-económica mixta; o 30% se dedica preferentemente al va­no de leche y un 10% al vacuno de car­. La población activa agraria gallega es­>a formada a finales de 1998 por 182.300 rsonas (-4,7%). Los activos agrarios istituyen el 16,4% del total de los activos liegos, casi 11 puntos por encima de la idia española. En Galicia están registrados más de 1.000 tractores, con una potencia total más de 6 millones de CV.

ducciones a la ba ·a Las principales producciones agrarias

gallegas tuvieron en 1998 una clara ten­dencia a la baja, motivada por un año de climatología irregular y por una tendencia estructural hacia el abandono de cultivos.

Entre los cereales destacan las más de 141.000 tonelada de maíz, muy por deba­jo de los resultados de 1997.

La cosecha de patatas fue de 517 .000 toneladas (-22%) y el vino elaborado as­cendió a 848.000 hectolitros frente a 1, 1 mi­llones en 1997. Los productos hortofrutíco­las repitieron resultados aunque con una cierta tendencia a la baja, y en frutas , la más importante es la cosecha de manza­nas, de las que se recogieron 43.000 tone­ladas, un 16% más que en 1997.

anaderos En Galicia están registradas algo más

de 950.000 cabezas de ganado bovino, de las que unas 479.000 son vacas de orde­ño, mayoritariamente de la raza frisona. En Galicia está el 16% del ganado bovino de España y cerca del 38% de todas las va­cas de ordeño. Tiene también importancia el ganado porcino, con algo más de 1 mi-

161

llón de ejemplares ; mientras que de ovino hay 300.000 cabezas.

l_a principal producción ganadera de Galicia es , con diferencia, la leche de va­ca. Anualmente se recogen unos 1 ,8 mi­llones de leche de vaca , de los que 160.000 son consumidos en las explota­ciones y el resto se comercializa. Estas cantidades suponen algo más del 30% de toda la producción española de leche

A continuación aparece por su impor­tancia económica la carne de vacuno. La producción anual supera las 70.000 tone­ladas de peso canal que se obtienen del sacrificio de alrededor de 345.000 anima­les. La producción cárnica gallega repre­senta algo más del 12% del total nacional.

Otras producciones ganaderas desta­cables son las 80.000 toneladas de carne de cerdo, las algo menos de 100.000 to­neladas de carne de ave y las más de 5.000 toneladas de carne de conejo.

El sector alimentario gallego tiene unas ventas netas de producto de unos 500.000 millones de producto, el 21,5% de la factu­ración industrial regional , y genera unos 24.400 puestos de trabajo, el 18% de todo el empleo industrial de Galicia.

Por subsectores , el más importante es el ele las industrias de pescado con 143.000 millones de pesetas, seguido por las industrias lácteas con 109.000 millones, las cárnicas con 100.000 millones y las de alimentación animal con 54.000 millones.

La oferta agroalimentaria gallega de ca­lidad cuenta con 7 Denominaciones de Ori­gen, 5 de las cuales son de vinos y 2 de quesos. Además , hay 4 Denominaciones Específicas destinadas a miel , carne y pro­ductos cárnicos, hortalizas y orujo. La úni­ca Indicación Geográfica Protegida ampa­ra a la ternera gallega. Hay Denominacio­nes de Calidad que protegen a 2 quesos y, finalmente , el Consejo Regulador de la Agricultura Ecológica.

Page 164: Anuario UPA 1999

Balance de 1998

El creciente protagonismo del vino La Rioja es una región con una agricultura sumamente especiali­zada, basada en cua­

tro producciones agrícolas básicas que de­terminan la evolución general de todo el sector. El vino es, sin duda, la más impor­tante, seguido a cierta distancia por las hor­talizas, las patatas y las frutas .

La producción final agraria (PFA) rioja­na asciende a unos 80.000 mil lones de pe­setas, de los que un 80% es aportado por la agricultura, un 18% por el subsector ga­nadero y un 2% por las producciones fo­restales. La contribución del sector agrario a la economía regional es de un 11 %, mien­tras que un porcentaje ligeramente inferior constituye la aportación de la industria ali­mentaria de La Rioja.

La población activa agraria estaba com­puesta a finales de 1998 por 9.700 perso­nas, 800 más que en el mismo periodo del año anterior. Los activos agrarios suponen el 9,7% del total de activos en la región.

Atendiendo a los medios de producción , en La Rioja se encuentran censados unos 15.200 tractores.

Las ti erras de cu ltivo ocupan unas 162.000 hectáreas, mientras que los pra­dos y pastizales se extienden por otras 14 7. 000 hectáreas y los terrenos forestales ocupan otras 119.000 hectáreas. El 54% de las ti erras de cultivo está dedicado a los cultivos herbáceos y el 35% a los cultivos leñosos. En La Rioja hay 14.600 explota­ciones agrarias, la mayoría de tipo familiar.

La superficie de viñedos en La Rioja se extiende por unas 36.000 hectáreas. La producción vitivinícola aporta alrededor del 40% de la producción final agraria reg io­nal. Durante la última vendimia se elabo­raron 1,9 mi llones de hectolitros de vino, por encima de una campaña normal. La demanda de vino de La Rioja tiende a ex-

ceder a su oferta, por lo que los precios de las uvas han experimentado fuertes incre­mentos en los últimos tiempos.

Las patatas tienen también una gran im­portancia en La Rioja. En 1998 se han re­cogido 194.000 tone ladas (+2%) .

Entre las hortalizas, destacan las pro­ducciones de coliflor (64.000 toneladas), la principal de toda España, tomates (45.000), judías verdes (37.000), cebollas (16.000), alcachofas ( 15.000) , guisantes verdes (12.000) y pimientos (7.000).

Entre los cereales destacan las 171 .000 toneladas de trigo, las 117.000 toneladas de cebada y las apenas 12.000 toneladas de maíz.

En frutales , las producciones de 1998 fueron menores que las de 1997. Sobre­salen las cosechas de peras, con 33 .000 toneladas (-3,5%) y de melocotones-nec­tarinas, con 19.000 toneladas (-31%).

Dentro de los censos ganaderos , el más importante es el del ganado ovino , con unas 265.000 cabezas. El número de ove­jas de ordeño ronda las 31 .000 unidades.

162

A continuación aparece el ganado por· cino, con más de 118.000 cabezas.

El censo de ganado bovino de La Riojé está compuesto por algo más de 49 .00C cabezas, de las que 21.000 son animalei con menos de 12 meses. Apenas están re gistradas 4.000 vacas de ordeño. Con res pecto al ganado caprino, se refleja la exis tenc ia de unas 16.200 unidades. Hay ade más unas 8.000 cabras de ordeño.

Entre las producciones ganaderas má: importantes destacan unas 2.100 tanela das de carne de vacuno, 4. 100 tonelada: de porcino y 3.800 tone ladas de ovino También se obtienen unas 7.000 tonelada: de carne de ave provenientes del sacrificit de más de 4,5 mi llones de pol los.

Por lo que hace referencia a la leche, e1 esta comunidad autónoma se recoge1 anualmente más de 26 millones de li tros di leche de vaca , 546.000 litros de leche d· oveja y 828 .000 litros de leche de cabra. .. ,_ .... " atimentaria-- -. -:-e - --

El sector al imentario de La Rioja factur unos 162.000 millones de pesetas anuale1 el 34,5% del total de las ventas netas d producto de las industria reg ionales, y gE nera unos 5.800 puestos de trabajo, ¡

21 ,5% de los empleos industriales de est comunidad autónoma.

La mayor facturación proviene del sut sector de vinos con 85.000 mi llones de pE setas, seguido por el de conservas vegE tales con 30.200 millones, industrias cárn cas con 22.400 millones y alimentació animal con 5.700 millones.

La oferta agroalimentaria de calidad d La Rioja cuenta con 2 Denominaciones d Origen, una de las cuales tiene el rango a Calificada, que ampara al vino de Rioj; Además hay otras 2 Denominaciones E: pecíficas que amparan a los espárragos a la carne. Por último hay un Consejo R1 gu iador de la Agricul tura Ecológica, qL distingue a este tipo de productos.

Page 165: Anuario UPA 1999

Productos Agroaliment~rios

de La Rioja Gobierno de~ La Rioja Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural

Page 166: Anuario UPA 1999

, ,

, CONSEJERIA DE ECONOMIA V EMPLEO , DIRECCION GENERAL DE AGRICULTURA V ALIMENTACION

PROMOCIÓN DE LA INDUSTRIA

AGROALIMENTARIA

.. ~x2~ ~ ,., ...b

APOYO ALA COMERCIALIZACIÓN DE

ALIMENTOS DE CALIDAD

AL SERVICIO DE LOS ALIMENTOS DE MADRID GARANTIA DE CALIDAC

• Comunidad de Madrid CONSEJERIA DE ECONOMIA Y EMPLEO

Dirección General de Agricultura y Alimentación

Page 167: Anuario UPA 1999

Balance de 1998

Sensible descenso del empleo agrario

***~ **'"" Durante 1997 el incre­mento de los empleos agrarios en la comuni-dad autónoma de Ma­

rid fue muy importante, pero en 1998 esa mdencia se invirtió de forma drástica. En nminos absolutos, desaprecie ron 11 . 700 ctivos agrarios, reduciendo hasta 14.500 ersonas el número de activos agrarios.

La producción final agraria (PFA) madri­·ña se sitúa en torno a unos 40.000 millo­:is de pesetas. El subsector ganadero Jorta el 55 ,4% de la PFA regional. Por su 3rte , la contribución de la agricultura es :i un más reducido 41 , 1 %, mientras que producción forestal y otras producciones Jrarias contribuyen con el restante 3,5%.

La renta agraria de la Comunidad de adrid se sitúa en torno a 21.500 millones 3 pesetas y ha experimentado en el últi ­o ejercicio una ligera reducción. La contribución del sector primario a la

:onomía madrileña es de un poco signi­:ativo 0,33%. El número de explotaciones ¡rarias registradas en esta comunidad au­noma es de 11. 700, apenas el 1 % de to­is las españolas.

Mucha más importancia tiene la indus­a alimentaria radicada en la región ma­ileña. El sector alimentario representa el 5% del total de empleos industriales y las ntas netas de producto llegan hasta los 4.000 millones de pesetas, sobre un to­de 5, 1 billones de facturación industrial. La industria alimentaria contribuye con 2, 1 % al valor añadido bruto de toda la onomía madrileña. Esta gran diferencia entre los porcenta­; del sector agrario y de la industria agro-11entaria se explica porque la mayoría de ; industrias radicadas en la Comunidad Madrid trabajan con materias primas

Jcedentes de otras regiones. La mayor facturación procede del gru­de las industrias cárnicas, con 111.000

millones de pesetas. A continuación apa­recen las empresas cerveceras, con 77.000 millones, el subsector de pan-galletas, con 72.000 millones y las industrias de agua y bebidas analcohól icas, con 71.6000 millo­nes. Las industrias alimentarias de Madrid contribuyen con el 6% del total de las ven­tas del sector alimentario, mientras que consumen el 5,5% de todas las materias primas utilizadas por el sector. Por último, los empleos generados representan el 6,5% de los puestos de trabajo del sector alimentario español.

Entre las principales producciones agrí­colas madrileñas pueden citarse las 155.000 toneladas de cebada, las más de 55.000 toneladas de trigo y las alrededor de 65.000 de maíz. Las legumbres han per­dido mucha importancia dentro de la agri­cultura madrileña. En la pasada campaña se recogieron 40 toneladas de judías , 1 O de hablas, 600 de lentejas y algo más de 1.100 toneladas de garbanzos.

La producción general de hortalizas su­pera las 144.000 toneladas. La cosecha de patatas alcanzó las 42.400 toneladas un 9% más que el año anterior.

165

La producción de uvas fue de 44.900 to­neladas, con una reducción interanual del 25%. Se elaboraron 275.000 hectolitros de vinos que, de año en año, mejoran su cali­dad. Se comercializaron alrededor de 2,5 mil lones de litros de vino amparados con la Denominación de Origen Vinos de Madrid .

La producción del olivar experimentó también una fuerte disminución: se reco­gieron 4.800 toneladas.

E::ntre las diferentes cabañas ganaderas madrileñas , el mayor censo es de ovino , con 175.000 unidades. En cualquier caso, atendiendo a sus producciones, el censo ganadero más importante es el del vacuno. En Madrid se encuentran censadas 15.300 vacas de leche, casi 32.000 vacas de car­ne y cerca de 20.000 chotos de cebo . La producción de leche de vaca ronda los 80 millones de litros, mientras que se recogen otros 9 millones de litros de leche de ove­ja . Hay una Denominación de Calidad de Carne de la Sierra de Guadarrama, exclu­sivamente madrileña, que comercializa 1,6 millones de kilos de carne anuales.

E:n Madrid hay también unos 55.000 cerdos y algo más de 25.000 cabras que producen unos 1 O millones de litros de le­che . Por último, están registradas más de 2.500 jaulas de conejos, 1 millón de galli­nas ponedoras que producen 22,3 millones de docenas de huevos, alrededor de 1 O mi­llones de pollos de engorde y 3,5 millones de patos. En otro orden de cosas, se reco­ge la existencia de unas 13.000 colmenas , con una producción de 185.000 kilos de miel y más de 11 .000 kilos de cera.

Madrid cuenta una Denominación de Origen en vinos, de una Denominación Ge­ogréfica para el anís de Chinchón y de una Indicación Geográfica Protegida en el ca­so de la carne. Denominación de Calidad para las aceitunas de Campo Real y de un Lábel de calidad "Alimentos de Madrid" que engloba a once productos. Por último, la agricultura ecológica cuenta con su propio Consejo Regulador.

Page 168: Anuario UPA 1999

Balance de 1998

Fuerte creciiniento en cítricos La producción final agraria (PFA) murcia­na ronda los 240.000 mi llones de pesetas

anuales y se basa esencialmente en las producc iones vegetales , que alcanzan los 180.000 millones de pesetas, el 75% de la PFA regional. Dentro de la agri cultura, las frutas y las hortalizas aportan las tres cuar­tas partes de su valor. Las producciones anímales contribuyen con el restante 25% y, dentro de ellas, dos terceras partes pro­vienen de la ganadería de porcino.

El valor añadido bru to al coste de los factores se sitúa en unos 165 .000 mi llones de pesetas, lo que representa el 9,2% del PIB regional de Murcia. La renta agraria es de unos 155 .000 millones de pesetas anuales. Las subvenciones por explotación rondan los 22 .000 millones de pese tas anuales. Por su parte, la industria agroali­mentaria aporta alrededor del 7,2% del va­lor total de la economía regional.

La población activa agraria murciana es­taba compuesta a finales de 1998 por 53.800 personas (-4,8%) . Los activos agra­rios constituyen el 12,3% del total de lapo­blación ac tiva murciana, casi 5 puntos por encima de la medía española.

Atendiendo a los medios de producción, en la región de Murcia se encuentran cen­sados algo menos de 19.000 tractores.

La superficie agraria total de Murcia su­pera ligeramente los 1, 1 millones de hec­táreas, con 942.000 hectáreas en secano y unas 190.000 en regadío. En Murc ia hay unas 46 .000 explotac iones agrícolas, el 3,6% del tota l nacional. El 72% posee al­gún tipo de superficie con riego. Las ex­plotac iones ganaderas registradas se acer­can a las 13.000.

Entre los cu ltivos murcianos, las hortali­zas tienen una importancia fundamental. Destacan especialmente las lechugas, que con alrededor de 340.000 toneladas cons-

tituyen la primera producción española . También son importantes las cosechas de tomates, con 359.000 toneladas; melones, con 192 .000 toneladas; pimientos , con 123.000 toneladas ; y alcachofas, con 117.000 toneladas.

Entre las frutas , en 1998 se recogieron 358.000 tone ladas de limones, en la que constituye la primera producción de toda España y la más positiva de toda la déca­da, con un incremento interanual del 25,6% . La cosec ha de naranjas fue de 104.000 toneladas (+38%) y la de manda­rinas, de 51.000 toneladas ( +21,4%).

En frutas dulces, se consiguieron 188.000 toneladas de melocotones-necta­rinas (-12,2%) , 25 .000 de peras (-11%) y 34.000 de ciruelas (-21%).

Las producciones de 1998 fueron más reducidas que las del año anterior. Se re­cogieron 57.000 toneladas de cebada (-37% ), 9.000 de trigo (-10%) y apenas 3.000 de maíz. El arroz, con 4.000 toneladas, do­bló la producción de 1997.

La sequla afectó muy gravemente a los viñedos y la producción vitivinícola no se recuperó. Durante la anterior vendimia se elaboraron 549.000 hectoli tros de vinos y mostos, apenas el 90% de los producidos durante la campaña precedente.

166

Entre los censos ganaderos, el más im portante es el de porcino, con más de 1 . ~

millones de animales. Murcia está entre la: primeras regiones españolas en cuanto é

número de ganado porcino, especialmen te de animales reproductores, y cuenta coi unas 7.000 granjas.

A continuación aparecen algo menos di 700.000 cabezas de ovino, 146.000 de Ce prino, de las que cerca de 50.000 son ce bras de ordeño de la raza autóctona mur ciana y unos 47.000 efectivos de ganad bovino. La producción de leche de cabr llega hasta los 18 millones de litros, mier tras que la de vaca ronda los 22 millone de litros.

La principal producción ganadera mu1 c iana es la carne y, dentro de la carne, ¡ porcino ocupa el primer lugar. Se produce anualmente unas 232.000 tone ladas d carne, de las que casi 185 .000 tonelada son de porc ino. A continuación aparece las 23.000 toneladas de carne de ave, la 9.000 de bovino, las 7.800 de ovino y la cerca de 7.000 toneladas de carne de ce nejo . En 1998 el comportam ien to de le precios del porcino fue muy negativo.

Las industrias alimentarias murciana factu ran unos 335.000 mi llones de pesetc: anuales, el 37% de la industria regional. 1

número de puestos de trabajo generadc por todas estas empresas es de une 18.800 , el 31 % del total de los empleos ir dustriales de la Región de Murcia.

La mayor facturación procede de las ir dustrias de conservas vegetales ce 140.000 mi llones de pesetas. A continu: ción se sitúan las industrias cárnicas ce 71 .000 mi llones.

Murcia cuenta con 7 Denominaciom de Origen , (3 vinos, 2 quesos y 1 en arre y pimentón. Además, las Denominacione de Calidad amparan a miel , colines y ro quillas, y aceite. También hay un Conse Regulador de la Agricultu ra Ecológica.

Page 169: Anuario UPA 1999
Page 170: Anuario UPA 1999

Balance de 1998

Crece la agricultura, baja la ganadería La producción final agraria (PFA) navarra superó durante 1998 los 96.000 millones de

pesetas, repartidos a partes iguales entre las producciones vegetales y las animales. En las primeras, los volúmenes producidos aumentaron en un 7,1 %. Por su parte, el va­lor de la producción animal rondó los 48.000 millones de pesetas (-5%) . La ren­ta agraria de Navarra se situó en unos 56.000 millones de pesetas (-1 %). El nú­mero de explotaciones ag rarias es de 23.800, el 1,9% de todas las españolas.

El número tota l de activos agrar ios de Navarra era a fina les de 1998 de 20.000 personas, 200 personas más que en el mis­mo periodo del año anterior, lo que supone un incremento interanual del 4,2% . Entre éstas, 19. 700 personas estaban registra­das como ocupados, mientras que las 300 restantes aparecían censadas como pa­rados. El porcentaje de los activos agrarios sobre el total de la población activa nava­rra es de un 8,9%, más de un punto por en­cima de la media española.

El censo de maquinaria agrícola indica la existencia de más de 19.000 tractores, aunque estimaciones más fiab les rebajan esa cifra en unas 1.500 unidades.

Dentro de las producciones agrícolas destacan las 396 .000 toneladas de ceba­da - un 17% más que en 1997-, las 294.000 toneladas de trigo -con un aumento del 6%- y las 138.000 de maíz, en este caso con una reducción del 18% respecto al año anterior.

En hortalizas se registró un importante incremento en el valor de las producciones, en torno a un 36% con respecto a los da­tos del año anterior. Los precios percibidos aumentaron en un 7,7%, mientras que los volúmenes de producción crecieron en un 26,2%. Los mayores incrementos se regis­traron en la cosecha de tomates ( +50%),

mientras que las de pimientos aumenta­ron en un 10%.

Por contra, la producción de espárragos ha disminuido en un 28% . Se recogieron unas 17 4.000 toneladas de tomates, 46.000 de coliflores, 15.000 de cebollas, 12.000 de alcachofas y 10.000 de pimientos. Por últi­mo, la cosecha de patatas ha llegado has­ta las 28.000 toneladas.

La producción vitivinícola navarra se re­dujo en un 16% en comparación con los datos de la anterior vendimia. Durante 1998 se elaboraron 685.000 hectolitros de vino.

En el grupo de las frutas, la más impor­tante es el melocotón. En el pasado año se recogieron unas 8.000 toneladas, apenas la mitad que la producción de 1997.

Dentro de los censos ganaderos, el más importante numéricamente hablando es el de ovino , con casi 810.000 unidades, de los que 120.000 son corderos . El número de ovejas de ordeño ronda las 160.000. Los efectivos de vacuno llegan hasta las 111 .000 cabezas, de las que unas 26.000 eran vacas de ordeño.

168

La producción de leche de vaca llega hasta los 161 millones de l itros anuales . mientras que se recogen otros 4 milloneE de litros de leche de oveja.

Por lo que hace referencia al ganadc porcino, existe un censo de uno 465.00C animales, de los que algo más de 162.00C eran lechones. El 72% de los cerdos de Na· varra se encuentran local izados en expb tac iones dedicadas preferentemente a IE producción, mientras que el 28% restante aparecen en explotaciones de cebo. Mu· cho menor es el número de ganado capri· no , de las que se encuentran registrada~

alrededor de 10.000 cabezas. La producción de carne de bovino llegé

hasta las 6.600 tone ladas anuales, míen tras que se obtienen 3.500 tone ladas dE carne de ovino, 22.000 de carne de porci no y 30.000 de carne de aves.

diversificada La industria al imentaria navarra tiern

una facturación anual de unos 224.000 mi llones de pesetas y da emp leo a una: 10.000 personas. Estas cifras suponen E

17% de las ventas netas de producto d1 todas las industrias de la Comunidad ForE y el 17% del total de empleos industriale:: Las industrias de conservas vegetales re únen la mayor facturación con 68.000 mi llones de pesetas . A continuación apare cen el subsector cárnico con 39.000 millc nes, las industrias de alimentación animE con 23.000 mil lones y las de vinos coi 21.000 mi llones.

La oferta agroalimentaria navarra de ca lidad cuenta con 6 Denominaciones de Or gen, de las que 3 corresponden a vinos , a quesos y una a hortal izas. Además, ha otras 2 Denominaciones Específicas par el pacharán y el espárrago. Por último, la Denominaciones de Calidad amparan una hortaliza y a la carne de ternera. Tarr bién hay un Consejo Regulador de la Agr cultura Ecológica.

Page 171: Anuario UPA 1999

Balance de 1998

Un momento excepcional para la producción forestal

·­•• El sector agrario del País Vasco tuvo en 1998 unos resultados positivos . con fuertes

icrementos productivos y con un buen omportamiento de los precios en los prin­ipales sectores. La producción final agra­ª (PFA) del País Vasco, incluyendo un pu­mte sector forestal, llegó en 1998 hasta los 7.300 millones de pesetas. un 19% más ue en el año anterior. La producción final grícola alcanzó los 38.500 millones de pe-3tas ( +25,6% ); y el subsector ganadero se uedó en 27.500 millones (- 1%). Por su arte, el subsector forestal tuvo el creci­liento más notable, un 44,6%, llegando :i.sta los 21.300 millones.

De esta manera . la producción final )raria vasca se divide en un 44, 1 % apor­. do por la agricultura, un 31 ,5% por la ga­:i.dería, y el restante 24,4% por las pro­Jcciones forestales. Se registra una pau­tina pérdida de importancia de la :inadería, que en 1985 representaba más 3 la mitad de toda la PFA vasca.

La renta agraria del Pafs Vasco se situó Jrante 1998 en 62.900 millones de pese­s ( +29,6%) . En esta comunidad autóno­a están registradas 24.100 explotaciones irarias, el 1,9% de todas las españolas . La población activa agraria del País

isco estaba compuesta a finales de 1998 Jr 18.300 personas (+2,2%). Los activos ¡rarios representan el 2, 1 % del total de la lblación activa vasca. En el País Vasco están censados más de

i.200 tractores con una potencia total cer-1na a los 761.000 CV.

La producción agrícola en su conjunto 3ció cerca de un 26% durante 1998, in-3mentándose en más de un 11 % las pro-1cciones y en un 13% los precios. En el subsector de cereales el creci­ente fue superior al 20%, a pesar de que ; precios cayeron en torno a un 6% . Se

produjeron unas 143.000 toneladas de tri­go y alrededor de 80.000 de cebada. Tam­bién fue muy buena la cosecha de patatas, con cerca de 130.000 toneladas.

La horticultura creció un 15% en valor, apoyada por incrementos de producción y precios. La producción de tomate creció un 36% y la de pimiento un 17%, mientras que la lechuga se mantuvo estable en sus pro­ducciones y con una ligera tendencia a la baja en los precios . La judia verde aumen­tó ligeramente pero los precios percibidos fueron muy positivos. Estas cuatro produc­ciones suponen el 67% del total de la ofer­ta hortícola vasca. El subsector frutícola ex­perimentó un crecimiento de más del 27%.

La vendimia de la Rioja Alavesa aumen­tó en producción (6,4%) y en precios (22%) El volumen de txakolí elaborado cre­ció en un 12% mientras que su precio fue un 8,5% superior al del año anterior.

El comportamiento del sector ganade­ro no fue comparable al del agrícola y se vió afectado por la crisis del porcino. El ma­yor censo ganadero en el Pafs Vasco es del vacuno. con más de 184.000 cabezas, de las que 50.000 son vacas lecheras. La pro-

169

ducción de leche tiende a disminuir de ma­nera continua y así se recogieron en 1998 unos 244 millones de litros . cuando en el año 1985 se llegaba hasta los 290 millones.

Es también significativo el censo de ovi­no , con unos 345 .000 ejemplares, de las que 147.000 son ovejas lecheras que pro­ducen unos 1 O millones de litros de leche.

Las producciones de ganado ovino se han incrementado en un 7,4% , mientras que las de bovino, cunícola y aviar se man­tienen. El caprino ha crecido ligeramente y

el porcino ha caldo un 1,5%. Por lo que ha­ce referencia a los precios . la leche ha au­mentado en un 3,5%, el caprino y el cone­jo han subido un 3,7%, mientras que el ovi­no y el aviar se mantienen. Por el contrario, los precios percibidos por el porcino caye­ron un 30% .

La producción forestal se beneficia de unos precios en continua alza ( +24%) y de una masa forestal, sobre todo la de pino ra­diata. que se encuentra en el momento óp­timo para la corta. Se prevé que a partir del 2001 se producirá una drástica reducción de las cortas. lo que provocará una nueva disminución de la importancia de este sec­tor. En estos momentos , el valor de la pro­ducción forestal vasca es más elevado que el vino o el bovino.

El sector alimentario del País Vasco tie­ne una facturación anual de 302.000 mi­llones de pesetas y da empleo a unas 12.500 personas. Estas cifras suponen el 8% de las ventas de todas las industrias vascas y el 6,5% de los empleos industria­les de la comunidad autónoma.

La oferta agroalimentaria de calidad del País Vasco cuenta con 5 Denominaciones de Origen (4 vinos y un queso). Bajo el Lá­bel Vasco de Calidad Alimentaria se am­paran 1 O productos (3 tipos de carnes, 4 hortalizas, miel, un pescado y la leche de vaca). Por último hay también una marca de garantía para distintas frutas y hortali­zas y un Comité Regulador de la Agricul­tura Ecológica.

Page 172: Anuario UPA 1999

BETA NUTROR, S.A. FEDERICO SALMÓN. B- 111

• 28016 MADRID TEL 91359 04 00 FAX 91HS70 47

Emoil: ~R!dellbes

Operación de [a P[anta de Compostaje

« (juada[ete»

./ '.En '.Enero áe 1994, comienza a funcionar [a '.E'DJ.1!/{ << (juaáa{ete», en Jerez áe [a !frontera (Cááiz). 'Desáe entonces se ftan proáuciáo como meáia anua[ 17.000 'Tm. áe [oáos .

.! La P{anta áe Compostaje winárow « (juaáa{ete», áe propieáaá !J operación privaáas, permite [a transformación áe [os [oáos en compost .

./ '.E[ bj.to en [a comercia{ización áe[ compost !J [a e'K._ce[ente aceptación socia[ áe [as insta[aciones estimu[an [a iniciativa áe mejora en [a proáucción !J ca[iáaá áe[ compost .

.! Compostaje con agentes bu[/(jng: runa so[ución para e[ recic[aáo áe otros resiáuos orgánicos como, 6iomasa áe parques !J jaráines, estiércores !J camas áe ganaáo, resiáuos aamentarios, etc.

•1 .91.na[ítica meáia años 199~ 1996, 1997!J1998 DE JEREZ

EMl'UL"'- MUNICll'Al.. 5A

:M'E'JJL'il"' LJ'J;{J'J'LS'll'E TYl!R,;i0vf'EI'l(OS '13 IOSÓLI'DOS 'FJDJl'f?.. (ap(icació11 fo1fos)

(j'llJl.'DM"El'E pJ-[<7 pJ-f>7

Caámio ppm 1,70 20 40

Co6re ppm 161,7 1000 1750

óJ{fque[ ppm 31,7 300 400

P[omo ppm 114 750 1200

Zinc ppm 562 2500 4000

Mercuno ppm 1,91 16 25

Cromo ppm 47 1000 1500

'Biosófiáos con Eajo conteniáo en contaminantes.

Page 173: Anuario UPA 1999

ACCION SINDICAL DE UPA

POR LA DEFERS.A Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos

DE LA AGRICULTURA FAMILIAR El balance de la acción sindical de UPA durante 1998 y los primeros

meses de 1999 encierra uno de los periodos más dinámicos, revindicativos y representativos en toda la historia de la organización

Un periodo que se inicia con en los Y un periodo que concluye, en la pri- drid por la defensa de la agricultura primeros meses de 1998, con toda la mavera de 1999, con dos acontecí- famrliar; y el IV Congreso Federal de mganización movilizada para explicar, mientas muy importantes: la gran ma- UPf\ cuyas resoluciones con1ienen de una parte, las propuestas de UPA nifestación que concentró el 20 de las propuestas de progreso que de­en torno a la Agenda 2000; y de otro marzo a más de 40.000 compañeros tenderá UPA en los próximos años, lado, para intentar evitar una reforma y compañeras de UPA, procedentes con la idea central de la modulación njusta de la OCM del aceite de oliva. de toda España, en las calles de Ma- de las ayudas.

171

Page 174: Anuario UPA 1999

El campo es vida UPA siempre ha defendido que actividad

agraria y desarrollo rural deben estar muy unidos. No puede hablarse de sistema agro-industrial en ningún trerritorio que no tenga una míñima actividad a1;i raria; ni si­quiera en el escenario de una liberalización del comercio, que facilite la llegada de ma­terias primas para su posterior proceso in­dustrial, porqúe se demuestra qoe las in­dustrias prefieren deslocalizar sus activi­dades e irse a las zonas de origen de la materia prima. Una actividad agraria efi­ciente permite obtener un sector Industrial y un sector de distribución eficientes. Es im­posíble que se pueda pensar en tener una industria eficiente y una distribución co­mercial sana sobre la base de un sector agrario con déficits estructuFales profundos.

Por todo ello, UPA lanzó en 1998 un le­ma que es toda una declaración de prin­cipios: el campo es vida; y con este ar-

ACCION SmDICAL DE UPA

gumento UPA organizó una gran movili­zación en Madrid, el 30 de mayo, ante la oficina de la Comisióh Europea en Espa­ña, con la participación de mas de 2.000

compañeros y compañeras de UPA. pro­cendentes de Extremadura, Galicia, As­turias, Can~abria , Castilla y Leóh , Murcia, Casti lla-La Mancha, Andalucla, etc ...

Jesús Posada, nuevo Ministro de Agricultura Balance negativo de la gestión de Loyola de Palacio

172

A finales de abri l de 1999, Loyola Gle Pa­lacio abandonó el Ministerio de Agri­

cultura, para encabezar la candidatura del Partido Popular a las elecciones al Parla­mento Europeo. Unos días después, Je­sús Posada era nombrado Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación.

La gestión de Loyola de Palacio en el Ministerio de Agricultura ha sido valorada por UPA como muy negativa para las ex­plotaciones fami liares, durante un perio­do caracterizado por rentas a la baja, amenazas para el empleo y graves pro­blemas sectoriales, como balance de una política agraria basada en los gestos, las estridencias y las grandes declaraciones.

Por su parte, en relación con el nuevo Ministro, UPA espera que el cambio sirva para afrontar una polftica que vaya dirigi­da a todos los agricu ltores y ganaderos españoles y en especial hacia las explo­taciones fami liares ag rarias, que repre­sentan el 85% del empleo dentro del sec­tor. Asimismo, UPA ha exigido a Jesús Po­sada que asuma con seriedad el tema de la modulación de las ayudas agrarias.

Page 175: Anuario UPA 1999

ACCION SINDICAL DE UPA

, LA HORA DE LA MODULACION

E n 1996, el término modulación tan só­lo sonaba a palabreja más bien ex­

traña y de sign ificado un tanto incom­prensible. Pero para UPA estaba muy cla­ro que el futuro de la Polltica Agraria Común pasa por modular las ayudas , porque éste es el único camino para que las subvenciones tengan legitimidad so­cial , para que se avance hacia una ver­dadera cohesión en la UE y para asegu­rar el futuro de la agricultura familiar.

En 1997, la Comisión Europea aproba­ba la Agenda 2000 , con propuestas de reforma presupuestaria y de cambios im­portantes en la PAC. Nuevamente, UPA fue la primera organización agraria que presentó alternativas a estas propuestas, con un eje central: la modulación.

En marzo de 1999, los Jefes de Esta-

t • ~ ••••• : 1 •

E 120 de marzo de 1999 quedará mar­cado en la historia de la Unión de Pe­

queños Agricultores y Ganaderos como una fecha muy especial. Un sábado es­pléndido de primavera, en el que más de 40.000 compañeros y compañeras de to­da España demostramos con firmeza y claridad, en pleno centro de Madrid , cual

do y de Gobierno de la UE aprobaban las reformas propuestas en la Agenda 2000. UPA respondía con más de 40.000 agri­cultores y ganaderos en las calles de Ma­drid exig iendo la modulación de las ayu­das. Una reivindicación que centró una masiva campaña de información - basa­da en un cartel que contrapone la imagen de los agricultores y ganaderos profesio­nales con la de los "cazaprimas"- y que volvió a centrar los debates y las resolu­ciones del IV Congreso Federal de UPA.

A partir de aquí, el Gobierno español y las comunidades autónomas tienen la responsabilidad de desarrollar la Agen­da 2000 , a partir de unos Reglamentos de la UE que ofrecen margen suficiente para modular la concesión de las ayudas en cada Estado miembro.

La modulación es ya una reivindica­ción social que supera el ámbito secto­rial. No sólo lo exige UPA, que represen­ta a la agricultura familiar y profesional. Lo pide toda la sociedad , porque es la única alternativa para acabar con los "ca­zaprimas" y asegurar el buen fin de las ayudas públicas a los agricultores .

:·•··· 1 • 1 • 1 • 1 ' • a exigir la modulación

es el clamor del colectivo mayoritario de la agricultura española para defender el futuro del mundo rural.

UPA convocó la manifestación bajo el lema "por la defensa de la agricultura fa­miliar" y la participación masiva, incluso superior a la prevista por la Organiza­ción, demostró con claridad que los pe-

173

querías agricultores y ganaderos están dispuestos a seguir apostando por el mo­delo de explotación que más empleo ge­nera , que mejores alimentos produce y que mayor vitalidad mantiene en las zo­nas rurales de toda España.

La manifestación se inició en la Puer­ta de Alcalá , uno de los símbolos más emblemáticos de Madrid y, tras llegar a la Plaza de Cibeles, transcurrió por el Pa­seo del Prado en dirección a la Plaza de Atocha, donde se encuentra la sede del Ministerio de Agricultura.

La manifestación estuvo encabezada por cinco tractores , custodiados por un grupo de gaiteros gallegos. A continua­ción, un grupo de niños y niñas , hijos de afiliados a UPA, sostenían la primera gran pancarta, con el lema "Por el futuro del mundo rural". Tras ellos, todos los miem­bros de la Comisión Ejecutiva Federal de UPA, acompañados por el Secretario GE?,­neral de UGT. Cándido Méndez, llevaban el se!~Undo gran cartel, con el mensaje "En defensa de la agricultura y ganade­ría familiar. Modulación". Detrás, la rei­vindicación y la ilusión de más de 40.000 personas.

Page 176: Anuario UPA 1999

Hay que acabar con los

'cazaprimas'

Durante la primavera de 1999, se ini­ció en España un amplio debate

social y político en torno a las ayudas al lino, que puso en evidencia, entre otras cosas, la necesidad de acabar cein les "cazaprimas", que se acercan a la ac­Lividad agraria con ánimo especulativo y el ún ieo objetivo de acceder a las subvenciones de la PAC. Y para acabar con este tipo de actividad, sólo hay un camino: la modulación de las ayudas.

Nuestra organización viene denun­ciándolo desde hace años: el sistema de concesión de las subvenciones de la PAC genera desequilibrios y fomen­ta la agricultura especulativa. Los más beneficiados por este sistema son, precisamente, los "cazaprimas"; en detrimen to de los verdaderos profe­sionales del sector -en su mayoría pe­queñas y medianas explotaciones fa­miliares- y del conjunto de ciudada­nos, que pagan con sus impuestos las ayudas que reciben todos, los que las merecen y los que no.

ACCION SINDICAL DE UPA

La amenaza de una ,, nueva sequ1a

Los agricultores y ganaderos españo­les han ido asumiendo, desde el in­

vierno de 1998, que podemos estar en puertas de un nuevo periodo de sequía. ble hecho, la sequía .se ha convertido ya en un grave prob lema para los rendi­mientos agrícolas y la actividad ganade­ra en 1999, con pérdidas que, hasta final de primavera, superaban los 300.000 mi­llones de pesetas.

Ante la gravedad de la situación, UPA ha propuesto un plan de actuaciones, que incluyen, entre otras, las siguientes propuestas: • Venta a precio reducido del cereal de intervención.

• Establec imiento de una línea urgente de ayudas directas, moduladas y techa­das, por explotación, justificadas por la sequía. • Adelanto del cobro de las ayudas de la PAC al cereal, vacuno, ovino y caprino. • Reducción al 0% del índice de rendi­miento neto aplicable en el IRPF en las actividades agrarias más afectadas (prioritariamente cerea l) y en las activi­dades ganaderas .de vacuno de carne y ovino-caprino en extensivo. • Exención de los pagos a la Seguridad Social en todos los regímenes p_arn Los productores de vacuno y ovino-caprino con aprovechamiento de pastos y para los agricultores afectados de pérdidas por la sequía, especialmente de cereal. • No penalización a los cu ltivos-refugio por ia,s ªiembras provocadas por la se­quía. • Flexibi lización de la fecha de recolec­ción de los cu ltivos PAC para que los ga­naderos utilicen sus ..recursos.

Sin embargo, el Gobierno sólo res­ponde tarde y mal, con med idas insufi­cientes e inútiles, porque únicamente se refieren a las producciones aseguradas y no contemp lan siquiera reducciones fiscales como las aplicadas en normati­vas anteriores por sequía.

Nueva reforma de la PAC en contra de la agricultura familiar

Tras casi dos años de debates y ne­gociaciones en torno a las propues­

tas de la Agenda 2000, los Jefes de Es­tado y de Gobierno de la UE aprobaban en marzo de 1999, en la Cumbre de Ber­lín, una amplia serie de reformas presu­puestarias y de la PAC, con un conteni­do muy negativo para las pequeñas y medianas explotaciones agrarias, que re­presentan el 85% del empleo en nuestra agricultura.

Los Gobiernos de la UE volvián a per­der una oportunidad de oro para entrar en el fondo de la cuestión: reformar la PAC en profundidad con la modulación de las ayudas y una mayor justicia social en el reparto de las subvenciones. A cambio, todo quedo limitado a la nego­ciación presupuestaria . El objetivo ha vue lto a ser, únicamente, el con trol del

gasto, sin preocuparse por quién recibe finalmente las ayudas.

Los acuerdos alcanzados en la Cum­bre de Jefes de Estado y de Gobie rno han estabilizado el gasto en 40.500 mi­llones de euros, prestado asf más aten­ción al recorte presupuestario de la PAC

174

que a garantizar la renta de las explota­ciones agrarias europeas.

Todas las reformas aprobadas supo­nen en esencia reducir los precios de los productos y compensar sólo parcial­mente estas bajadas, de tal forma que la renta de las explotaciones ag rarias va a descender.

• España perderá más de 35.000 mi­llones de pesetas anuales, y el lo a ex­pensas de cómo pueda evolucionar la OCM de la leche.

• Este descenso va a hacer que las explotaciones de menor tamaño no les quede otro remedio que abandonar la actividad agraria.

• El descenso de activos agrarios se­rá del 10%, unas 100.000 explotaciones agrarias familiares se van a ver aboca­das a dejar la actividad.

Page 177: Anuario UPA 1999

ACCION SINDICAL DE UPA

MOVILIZACIONES GANADERAS

La acción sindical reivindicativa de UPA en los sectores ganaderos co­

menzó el año 1998 siendo más signi fi­cativa en el sector lácteo. A mediados de enero, la Unión de Pequeños Agri­cultores y Ganaderos conseg uía para­lizar el proceso de cobro de la multa láctea a los ganaderos. Este objetivo se logró tras anunciar un proceso canten-

cioso administrativo contra el procedi­miento ilegal utilizado por el Ministerio de Agricultura para determinar la mul­ta a pagar por los ganaderos, al so­brepasar la cuota de producción asig­nada en la campaña anterior, ya que se han detectado errores que equivalen al 20 por ciento de las sanciones comu­nicadas. UPA también consiguió que la

175

multa anunciada para Galicia de 1.800 millones quedase rebajada , con el anuncio de la presentación del proce­dimiento hasta los 1.000 millones de pesetas, sin descartar que esta cifra se reduzca aún más.

Pero la falta de respuestas a los pro­blemas acumulados en el sector lácteo concentró a más de 10.000 agricultores y ganaderos gallegos en la gran trac­torada celebrada el 6 y 7 de marzo en toda Galicia, convocados por Unións Agrarias-UPA. Se trataba de conseguir una solución definitiva al problema de la supertasa láctea y exigir alternativas reales de reconversión para el sector, incluido un aumento significativo de la cuota de producción que tiene Espa­ña en la Unión Europea. Esta gran trac­torada - la cuarta que se convocaba desde finales de 1997- se concretó en concentraciones en más de 40 puntos distintos de Galicia y en algunos casos , como ocurrió por ejemplo en Lugo, los agricultores y ganaderos volvieron a su­frir el acoso injustificado de las fuer­zas ele seguridad, para impedir su en­trada. en la ciudad .

Por su parte, a medida que avanza­ba el año, la grave y prolongada crisis del sector porcino obligó a movilizacio­nes EJn toda España, que tuv ieron su convocatoria más importante en Madrid , el 17 de noviembre, para exigir solucio­nes firmes al Gobierno español y la Unión Europea.

Asimismo, otro sector ganadero que está exigiendo una acción sindical rei­vindicativa muy firme es la avicultura. En este caso, antes de que estallase el es­cándalo de los pollos belgas a finales de mayo de 1999, UPA y la Plataforma Aví­cola Estatal se movilizaron en Madrid con una gran manifestación, que culmi­naba las actuaciones realizadas en los meses anteriores para exigir una Ley de Contratos de Integración y un trata­miento legal a todos los niveles que re­conozca los derechos de los pequeños productores avícolas.

Page 178: Anuario UPA 1999

Cuando vaya a comprar Riego por Goteo, compre el Rolls Royce del Riego

por Goteo y no le costará más Cinta de Riego por Goteo

el Rolls Royce 'QUEENGIL del Riego por Goteo

- La tecnología más avanzada - La cinta más fuerte

- La cinta de mayor garantía - La cinta que da mejores resultados

- La cinta fabricada con la mejor materia prima del mundo

Pruebas comparativas hechas entre la Cinta de Riego por Goteo •QUEEN GIL y otras cintas y tubos fabricadas en USA e Israel muestran sin lugar a dudas que existe una gran diferencia entre la Cinta de Riego por Goteo •QUEEN GIL y los otros productos. •QUEEN GIL le ofrece el mejor resultado y la más alta calidad

Pruebas realizadas en todos los Institutos de Standard en el Mercado Común muestran objetivamente y sin ninguna duda que la Cinta de Riego por Goteo •QUEEN GIL es la cinta más avanzada tecnológicamente de todo el mundo

La Cinta de Riego por Goteo•QUEEN GIL es la única a la que se ha concedido el Premio a la Calidad en Japón y el Premio a la Tecnología en Israel

Es la única cinta que tiene la garantía ISO 9000 - 9002

Codcs Gahisa Don Benito - BADAJOZ Tel. : 924 80 20 61 - Fax: 924 81 00 78 PRODUCTOR Montajes Mora Si en tu zona no existen importadores de Niebla - HUELVA 'QUEEN GIL, compra d.irectamente al Tels./Fax: 959 36 20 70 - 36 20 78 importador en Barcelona Andaluza de Gomas y Plásticos, S.L. Zobcrbac, S.L. SEVILLA Sant Pere de Ribes - BARCELONA Tel. : 95 492 27 96 - Fax: 95 464 21 55 Tel. : 93 81 1 54 00 - Fax: 93 893 99 07

Se buscan DISTRIBUIDORES

Contactar por FAX en español o inglés con:

'QUEEN GIL INTERNATIDNAL®

Oficina en Israel: (++972)-2-641 03 13 Oficina en Suiza: (++41 )- 1-26 1 30 80

Director comercial y ventas Sr. Dotan Gilead

• ----= ---~

MrfMn ·- - -- -------- -~- ----------~---------------

~~~

Page 179: Anuario UPA 1999

¿Por qué uno de cada dos agric:ultores en Israel y agricultores de todo el m11ndo cuando tienen que renovar su antiguo sistema de

Riego por Goteo eligen comprar y utilizar la Cinta de Riego por Goteo 'QUEEN GIL ?

6~ ~~ 6~ o~ ~~ ~ ~ ~ ~ ~

¡¡¡Goteros cada 10 cnn !!! ~ ~ ~

¡¡¡Goteros cada 10 cm!!! Goteros que no se bloquean - El diámetro de la entrada de agua

al gotero es el mayor del mercado mundial

- El especial diseño del gotero evita bloqueos por medio de una mayor turbulencia en el agua

- 22 entradas de agua filtrante para cada gotero. Cuatro salidas de agua en cada gotero

- Aditivos especiales añadidos a la materia prima evitan que se peguen algas y minerales a las paredes internas

¡¡¡Goteros cada 10 cm!!! Uniformidad de los goteros de 99,2 % - Debido a la proximidad entre

los goteros , la distribución tanto del agua como del fertrilizante es la óptima en todo tipo de suelos

- Absoluta uniformidad de la cosecha tanto en flores como en tomate, lechuga, .. .

- Debido a la óptima distribución y del fertilizante en el suelo, se puede ahorrar hasta un 25 % de agua y fertilizante comparado con otros riegos por goteo

- 1 O goteros por metro es mucho mejor que 2 ó 5 goteros por metro

¡¡¡Goteros cada 10 cm!!! Con caudales de 2, 4 y 8 litros/metro/hora - Tres tipos distintos de cintas

con caudales de 2, 4 y 8 l:itros/metro/hora

- Auténtico rnicroriego. Cada gotero da 0'2, 0'4 ó 0 ' 8 li tros/ metro/hora

- Laterales hasta de 300 metros en suelo llano

- Lo ideal para todo tipo de cultivos y de suelos

1 O goteros x metro Al precio de 1 gotero x metro

Con•QUEEN GIL, •auEENGIL •auEENGIL •auEENGIL 10 goteros por metro INTERNACIONAL INTERNACIONAL CONECTORES

no cuestan le da el producto es el socio También le ofrecemos más que 2 ó 5 goteros Nº 1 a un precio del agricultor, conectores al precio

por metro más bajo que o le vende!llOS más bajo dei mercado. '· la competencia, nuestro producto, Cualquier conector

que además no tiene se lo damos al precio a 20 pesetas el producto Nº 1 más bajo posible para el agricultor

Page 180: Anuario UPA 1999

ACCION SINDICAL DE UPA

UPA LIDERA LA DEFENSA DEL OLIVAR

La movilización general del secto r agrario, apoyada por toda la socie­

dad española, para intentar evitar pri­mero , y denunciar después, la reforma negativa de la OCM del aceite de oliva, ha demostrado el liderazgo de UPA en la representación del sector olivarero. En este tema, UPA ha llevado siempre la inic iativa. En las movi lizaciones an­teriores a la presentación formal de la propuesta de la Comisión Europea, que se conoció en marzo de 1998; en las que se realizaron co incid iendo con la negociación en el Consejo de Ministros; y en las iniciativas posteriores al acuer­do de la reforma, alcanzado en junio de 1998, incluida la presentación de un re­curso ante el Tribunal de Justicia de Lu­xemburgo.

La propuesta de la Comisión Euro­pea se aprobaba mientras en Madrid unos 30.000 olivareros se concentraban fren te a la sede del Ministerio de Agri-

cultura, para protestar con esta deci­sión y exigir una actitud más fi rme del Gobierno español , responsab le de ne­gociar ahora la reforma en el Consejo de Ministros de Agricu ltura de la UE.

Dos meses después, más de mi llón y medio de personas mostraron el 14 de mayo de 1998 su solidaridad con el sector del olivar con una huelga gene­ral que fue un éxito rotundo.

La participación masiva en los 300 municipios más afectados y la histórica manifestación de Jaén en ese mismo día demostraron al Gobierno español y la Unión Europea que el problema del olivar no es sólo un problema sectorial. Se trata de una cuestión que el conjun­to de la sociedad asume como propia y que exigía, en consecuencia, una res­puesta adecuada por parte de las ins­tituciones.

El c lamor social en España no impi­dió, sin embargo, que la UE aprobase

178

en junio la reforma de la OCM, con el voto afirmativo del Gobierno español. Tras esta decisión, UPA inició una cam­paña informativa para denunciar que la reforma puede suponer pérdidas de hasta 210.000 millones de pesetas por campaña y exig ir al Gob ierno un de­creto de modulación de las ayudas , pa­ra evitar la desaparición de los peque­ños productores y el olivar de bajo ren­dimiento.

Además, por convicción y por cohe­rencia, UPA presentó, el 20 de octubre, ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, un recurso contra la reforma de la OCM.

Page 181: Anuario UPA 1999

ACOION SINDICAL DE UPA

El papel de la mujer ntral En el seno de la Unión de Peque­

ños y Ganaderos se co nst ituyó formalmente en 1998 la Asociac ión de Mujeres Rurales, que ha retomado el trabajo realizado por el Departamen­to de Mujer Rural de UPA en los últi ­mos años. con el objetivo de canali­zar los intereses y las reivindicac io­nes de las mujeres del medio rural, tanto de aque llas que -cada vez en mayor medida- asumen la titu lari dad de las explotaciones familiares, como las que trabajan en actividades com­plementarias.

Asimismo, el IV Congreso Federal de UPA, ce leb rado en abril de 1999, apostó por si tuar en primer plano a las mujeres rurales, tanto en el modelo de "exp lotación rura l" en que se está transformando la explotac ión agrar ia fam ili ar como en las estru cturas y la acción sind ical de nuestro sind icato.

Por ello, no es casual que la nueva Comisión Ejecutiva Federal de UPA tras es te IV Congreso inc luya a tres fT]u jeres - en la anterior no había nin­guna- , y que una de ellas, Montserrat Cortiñas González, sea la responsable de la Secretaría de Desarrollo Rural.

·-·-- ... ~ . . " .... . . . / ... ,_._...,-·-...

.- . _, .

UPA se integra dentro de UGT en la nueva Unión de Trabajadores por cuenta propia

La Unión de Pequeños Agricultores es­tá contribuyendo a la vertebración de

la Unión de Trabajadores por Cuenta Pro­pia, dentro de la Unión General de Tra­bajado res (UGT), ta l y como se acordó en el XXXV II Congreso Confedera! de

GT, ce lebrado en marzo de 1998. La jecisión de crear la Unión de Trabaja­jores por Cuenta Propia fue uno de los acuerdos más signifi cativos del Congre­se, porque supone una apuesta de futu­·o del sindicato para defender los intere­>es y canalizar las reivindicaciones de un )Olectivo cada vez más numeroso de tra­)ajadores autónomos, que en muchas )Casiones se ven ob ligados a elegir es­a situación laboral por las estrategias

empresariales. En el caso de UPA, que es la primera

organización que ha pasado a formar parte de la Unión de Trabajadores por Cuenta Propia, supone, además, un avance muy importante en el status de la Unión de Pequeños Agricu ltores dentro de UGT.

UPA encuentra, a través de este ins­trumento, una ubicación más Jógica den­tro de UGT; y al mismo tiempo, la expe­ri encia acumulada por la Un ión de Pe­queños Ag ricultores es muy útil ahora para facilitar la integ ración de otros co­lectivos de autónomos, sobre la base de la amplia red de servicios con que cuen­ta UGT.

179

·-.·-· .. ,

El Gobierno margina a UPA en el t~onsejo Económico y Social Europeo

El 21 de septiembre de 1998, el Con­sejo de Ministros de la UE ratificó el

nombramiento de los miembros espa­ñoles del CES Europeo para el periodo 1998-2002. Estos representantes fueron propuestos por el Gobierno a través de la entonces Ministra Loyola de Palacio, marginando a UPA, cuyo representan­te en el CES durante los últimos años, Pere Margalef, fue sustituido por una amiga de Loyola de Palacio y diputada provincial por el PP en Segovia, Juana Borrego, Presidenta de la Federación Nacional de Mujeres Rurales.

Page 182: Anuario UPA 1999

ACCION SmDICAL DE UPA

El debate del agua Rechazo al Plan Nacional de Regadíos y a la reforma de la Ley de Aguas

Como ya ocurrió el año anterior, el de­bate del agua tuvo en 1998 un pro­

tagonismo destacado, en gran medida por la falta de soluciones polít icas res­ponsab les y razonables a la gestión de recursos, los regadíos, etc.

Los términos de este debate se expu­sieron con c laridad en el Seminario so­bre el Sector Agrario y las Políticas del Agua, organizado por UPA en noviembre de 1998, en el que se analizaron las re­percusiones del Plan Nacional de Rega­díos, el proyecto de reforma de la Ley de Aguas , el Plan Hidrológico Nacional o la propuesta de Directiva comunifaria so­bre aguas.

Tanto las ponencias presentadas en Seminario como los debates posterio­res pusieron de manifiesto la enorme y creciente preocupación que hay a todos

los niveles en torno al problema del agua, cuya gravedad se acentúa por los últi ­mos proyectos lanzados desde el Go­bierno español y la Unión Europea.

180

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos estima que el Plan Nacional de Regadíos presentado por el Gobier­no en 1998 es insuficiente para los ob­jetivos de modernización de la ag ricultu­ra española. Uf"'A considera que no se puede permitir una vinculación restri cti­va de la futura política de regadíos con la reforma de la PAC dentro de la Agen­qa 2000, que pretende el incremento de la compet itividad de las explotaciones ag rarias para hacer frente a un merca­do cada vez más liberalizado. Por este motivo, UPA rechaza las limitaciones de cultivos marcadas en el Avance del Plan y reclama un incremento de las diferen­tes superfi cies de base y contingentes sectoriales .

Por otro lado, es preciso introducir el concepto de modulación en la política de gestión del agua, con criterios de equil i­brio territorial y de equidad social y de mantenimiento y generación de empleo en el medio rural.

INTENTOS DE PRIVATIZACIÓN EN LA GESTIÓN DEL AGUA

Las expectativas más preocupantes que se manejaban en 1998 terminaron confirmandose en los primeros meses de 1999. El Gobierno, decidido a llegar has­ta el final en su objetivo de privatizar la gestión del agua, aprobó primero la crea­c ión de las Sociedades Estatales de Aguas y después, un proyecto de reforma de la Ley de Aguas de 1985 que abre la puerta a la creación de un mercado del agua, a través de los contratos de cesión de derechos de uso entre particulares.

La gravedad de esta reforma se constata al comprobar el fuerte rechazo que ha generado. Todos, ag ricultores y ecologistas , se han manifestado en con­tra; y entre las organizaciones represen­tativas del sector agrario, UPA está aban­derando las denuncias ante una pol ítica hidráulica que atenta claramente contra los intereses de las explotaciones ag ra­rias de carácter familiar.

Page 183: Anuario UPA 1999

ACCION SmDICAL DE UPA IV OONGBESO FEDERAL

UPA PROPONE UH ESTATUTO DEL AGRICULTOR Y GANADERO

Bajo el lema "Por la defensa de la agri ­cu ltura familiar" se celebró en Madrid,

los días 15, 16 y 17 de abril de 1999, el IV Congreso Federal de la Unión de Peque­ños Ag ricultores y Ganaderos.

El Congreso permitió hacer balance de la gestión de UPA durante los últimos cua­tro años; y con sus Resoluciones ha mar­cado los objetivos de la acción sindical pa­ra los próximos años, entre los que destaca la propuesta de un Estatuto del Agricultor y Ganadero, en el que, al igual que ocurre con si Estatuto de los Trabajadores, se recojan todos los derechos y obligaciones de los ::irofesionales de la agricultura y la gana­Jlería. Un Estatuto que actúe como norma egal básica y sirva de soporte para el de-3arrollo de las políticas agrarias.

Asimismo, el IV Congreso Federal de JPA reclamó una mayor cohesión en la 'AC y una modulación de las ayudas que ·ecibe España de la UE, para acabar con a injusti c ia soc ial que supone financiar

El IV Congreso Federal de la Unión de Pequeños

Agricultores y Ganaderos exige una mayor cohesión en la PAC y la modulación

de las ayudas

con fondos púb licos las inversiones es­peculativas en el sector agrario, en detri­mento de los verdaderos profesionales del sector, mayoritariamente explotaciones fa­miliares de pequeña y mediana dimensión.

El Cong reso con tó con una partici-

181

pación muy activa de los cerca de 200 de­legados procendentes de las diferentes Uniones Regionales de UPA, así como de los numerosos invitados que acudieron al Hotel Chamartín, donde se celebró.

En cuanto al futuro de la organización, el IV Cong reso Federal eligió una nueva Comisión Ejecutiva Federal, en cuya com­posición destaca la reelección de Fernan­do Moraleda como Secretario General, la presencia de de tres mujeres (Montserrat Cortiñas, Ascensión Mi llán y María Luisa Pérez), la apuesta por las relaciones inter­nacionales, con la incorporac ión de Pere Margalef para esta responsabilidad; la con­solidación de dos Secretarías sectoriales de Agricultura (Ignacio Senovi lla) y Gana­dería (Román Santalla), adjuntas a la Se­cretaría General; y el refuerzo del área de organización, con dos máximos responsa­bles , José Domígo García y Lorenzo Ra­mos, cuyo objetivo durante los próximos años será reforzar el protagonismo de UPA.

Page 184: Anuario UPA 1999

ACCION SINDICAL DE UPA IV CONGBESO FEDEBAL

Una organización joven y fuerte Los delegados del IV Congreso Federal

de UPA eligieron una nueva comisión Ejecutiva Federal, para el periodo 1999-2003, que debe asumir la defensa de la ag ri cultura familiar en el horizonte inme­diato del sig lo XXI, tanto en España como en la Unión Europea.

La nueva Comisión Ejecutiva se con­vierte así en el mejor reflejo de que UPA es una organización joven y fuerte; la más jo­ven en España y en la UE, y la más fuerte a la hora de reivindicar una orientación de la política agraria a favor de la agricultura familiar y del futuro del mundo rural.

SECRETARÍA GENERAL Fernando Moraleda Quílez

(1) Nació en Ciudad Real, en 1956. Estu­dió Ciencias Químicas. De 1980 a 1986 trabajó en la Federación de Trabajadores de la Tierra. En 1986 pasa a formar parte del Gabinete Técnico de UGT-Confederal. En 1987 fue elegido Secretario General de UPA, en el 1 Congreso Federal, siendo re­elegiso en 1991 , 1995 y 1999. Es Conse­jero del Comité Económico y Social (CES) y miembro del COPA. Está casado y tie­ne un hijo de 13 años.

SECRETARIA DE ORGANIZACIÓN Y ADMINISTRACIÓN

José Domingo García Jiménez (2) Nació en Casas del Cerro, Alcalá del Júcar (Albacete) en 1957. Es técnico del Servicio de Extensión Agraria . Fue funda­dor de UPA-Albacete y es Secretario Ge­neral desde su creación . Es Secretario de Organización de UPAdesde 1991 .

182

Lorenzo Ramos Silva (3) Nació en Badajoz en 1958. Casado, tie­ne dos hijos. Es agricu ltor. Secretario Ge­neral de UPA-Badajoz desde 1989 y Se­cretario General de UPA-Extremadura des­de abri l de 1999. Es Presidente de la Cámara Agraria Provincial de Badajoz.

SECRETARÍA DE AGRICULTURA Juan I. de Antonio Senovilla

(4) Nació en Donvidas (Ávila) en 1953. Ca­sado y con dos hijos . Es ag ri cu lto r. Fue fundador de la Asociación de Campesinos Abulenses (ACA-UPA-Ávi la}, de la que es Secretario General.

SECRETARIA DE GANADERIA Román San talla Agra

(5) Nació en Palio, Lalín (Pontevedra}, en 1960. Casado y con dos hijos. Es gana­dero de leche. Secretario general de Unions Agrarias en Deza y Tabeirós.

Page 185: Anuario UPA 1999

SECRETARIA DE RELACIONES INTERNACIONALES

Pere Margalef i Masiá (6 ) Nac ió en Amposta (Tarragona) en 1951 . Casado y con tres hijos. Es agricul­tor. Entre 1986 y 1998 ha sido consejero en el Consejo Económico y Social Euro­peo (CES) de la Unión Europea.

SECRETARIA DE DESARROLLO

Montserrat Cortiñas González (7) Nació en Andemil , Chantada (Lugo), en 1969. Periodista. Responsable de Co­municación de la Asociación Gallega de Cooperativas. Fundadora de la Aso­c iac ión de Mujeres Rurales de Galic ia (AGRA).

SECRETARÍAS FEDERALES Mª Ascensión Millán Jiménez

(8) Nació en Martas (Jaén) en 1972. Abo­gada. Presidenta de .la Asociación de Mu­jeres Rurales de Andalucía (Ademur).

Mª Luisa Pérez San Gerardo (9) Nació en Segovia, en 1951. Licencia­da en Histori a. Secretaria de Desarroll o Rural de UPA-Castilla y León.

José Luis Gutiérrez García (10) Nació en Priego (Córdoba), en 1950. Desde 1997 es Secretario General de UPA-Andalucía.

Cristóbal Torres Torres (1 1) Natural de San Carlos d~ I Valle (Ciu­dad Real).Agricultor. Es coordinador Re­gional de UPA Castilla-La Mancha.

José Calvo Martínez (1 2) Nació en Limes, Cangas de Narcea. Ganadero . Es Secretari o General de la Unión de Campesinos Asturianos (UCA­UPA Asturias) desde 1995.

Roberto García González '.13) Nació en Vilares, Rodeiro (Ponteve­j ra) en 1958. Abogado y ganadero. Es se­:::retario general de Unions Agrarias (UPA-3al ic ia), desde 1985.

ACCION SINDICAL DE UPA IV CONGRESO FEDERAL

RESOLUCIONES DEL IV CONGRESO FEDERAL Aplicar la cohesión a la política agraria

COHESIÓN Y MODULACIÓN DE AYUDAS • (lo

LA COHESIÓN, EJE DE LA LÍTICA AGRARIA NACIONAL

La cohesión aplicada a la PAC debe te- UPA defiende que se apliquen los crite-ner en cuenta a los productores, los pro­ductos y los territorios . Por eso desde UPA planteamos que la aplicación de la cohesión a la PAC y a las políticas na­cionales pasa irremediablemente por la modulación de las ayudas directas , to­mando como criterios de la misma el empleo y el territorio. Las nuevas políti­cas agrarias deben remunerar más el trabajo que el cap ital y diferenciar posi­tivamente sus apoyos a aquel las explo­taciones que se ubiquen en zonas des­favorecidas.

rios de cohesión al reparto del peso de la cofinanc iación. de tal forma que el Es­tado aporte porcentualmente más canti­dad en aquellos programas cofinancia­dos que se ejecuten en Comunidades Autónomas con menor capacidad finan­ciera o donde el peso de la agricultura sea mayor en la contribución a su pro­ducto interior bruto. En cualquier caso se debe constituir un "fondo de compen­sación" destinado a apoyar aquellas me­didas cofinanciadas en aquellas Comu­nidades que más lo necesiten.

Definir la profesión agraria: el Estatuto del Agricultor y Ganadero

UPA propone la creación de un Estatuto del Agricultor y Ganadero como un mar­co general donde se definan perfecta­mente todas las figuras que estén rela­cionadas con la agricultu ra y ganadería

183

y que sirva de sop~rte para la concreción de todas las políticas agrarias: desde la priorización a la hora de modular las ayu­das, o la hora de establecer criterios pa­ra la modernización de las explotaciones.

Page 186: Anuario UPA 1999

ACCION SINDICAL DE UPA IV CONGBESO FEDERAL

RESOLUCIONES DEL IV CONGRESO FEDERAL Un pacto para la modernización agraria

INSTITUCIONALIZAR LA INTERLOCUCIÓN

Se propone la creación de un "Consejo Agrario Nacional" como un marco per­manente y estable de interlocución en­tre el Ministerio de Agricultura, las Co­munidades Autónomas y las Organiza­ciones Profesionales Agrarias, donde se debatan y analicen todos los temas de interés para la agricultu ra española. Un primer reto en este marco sería estable­cer un "Pacto para la modernización de la agricultura española" en el que se in­cluyan aspectos como la mejora estruc­tural de las exp lotaciones agrarias, la modernizac ión de las infraestructu ras ru­rales, la mejora de las estructuras de co­mercialización, la experimentación e in­vestigación y la formación agraria.

MEJORA DE ESTRUCTURAS AGRARIAS

Hay que proceder a una revisión de la ac­tual Ley de Modern izac ión de las explo­taciones agrarias con el fin de adaptarla a los principios del Estatuto del Agricu l­tor y Ganadero. Dicha modificación de­be tener como objetivo fundamental lo­grar el asentamiento de la población ru­ral en el nuevo contexto que se avecina.

LA JUVENTUD Y LA REESTRUCTURACIÓN RURAL

Cualquier medida que pretenda llevar a cabo diferencias o criterios de prioridad entre explotaciones agrarias, tiene que te­ner como elemento diferenciador positivo a las explotaciones cuyos titulares sean agricu ltores jóvenes, especialmente los que poseen una menor dimensión de ex­plotación y situados en zonas desfavore­cidas. ·se debe faci litar la transmisión de explotaciones, especialmente en los casos de cese anticipado de la actividad agraria, eliminando obstáculos de tipo restrictivo

que impiden o dificulten gravemente el ac- presupuestario de la Seguridad Social. ceso a la titularidad de las explotaciones. Deben existir mecanismos de modula­

UNA JUBILACIÓN ANTICIPADA DIGNA Y FLEXIBLE

Un programa de jubilación anticipada de­be ser fácilmente accesible, tanto para los agricultores que deseen cesar en su ac­tividad, como para aquellos a los que se traspasan las tierras . No se puede con­cebir un programa de jubilación anticipa­da sin la constitución de organismos de transmisión de tierras, que actúen ha­ciéndose cargo de las tierras en arren­damiento o transmitidas en propiedad, con objeto de transmitirlas posteriormen­te según las siguientes prioridades: agri­cultores jóvenes, ampl iación de superfi­cie en pequeñas explotaciones, conser­vación del medio natural y uso forestal.

LOS SEGUROS AGRARIOS COMO GARANTÍA DE RENTAS

Se pide una modulación de los apoyos públicos a la contratación de las póli­zas de seguros agrarios combinados, en función del nivel de renta de los titulares. Además , se propone que el sistema de un paso ade lante , adentrándose más allá del aseguramiento de las produc­ciones, y ponga en marcha un seguro in­tegral de la explotación que contribuya a universalizar el seguro agrario.

E UIPARACIÓN DE LA SEGURIDAD SOCIAL

CON OTROS SECTORES

Para equiparar la Seguridad Social de los trabajadores del campo y pequeños agricultores a la de los demás sectores, la financiación del REASS ha de obtener parte de sus recursos económicos fue­ra del sector, al no contar éste con me­didas sufic ientes para afrontar el gasto

184

ción de las cotizaciones que permitan re­ducir los importes a los titu lares de ex­plotaciones con rentas especialmente bajas y hay que implantar medidas de lucha contra el fraude en el sistema de cotizaciones de las jornadas reales.

UNA FISCALIDAD AGRARIA CON COHESIÓN

El IRPF debe considerar la situación so­cioeconómica de los agricultores y ga­naderos, favoreciendo a aquéllas explo­taciones cuya dimensión económica sea menor, incluyendo reducciones propor­c ionales en la tributación para los agri­cultores en función de su dedicación a la agricultura y para las explotaciones en zonas desfavorecidas. Ha de ser un im­puesto progresivo, es deci r, que favo­rezca a las rentas más bajas reduciendo más que proporcionalmente sus tipos marginales. También es especialmente urgente una mayor armonizac ión en el Régimen Especial de la Agricultura del IVA respecto a los precios de la UE, pa­ra conseguir una mejor neutralidad y evi­tar perjuic ios en la libre competencia.

LA POLITÍCA DEL AGUA, FACTOR CLAVE PARA LA

MODERNIZACIÓN DEL CAMPO

UPA rechaza cualquier cambio de ín­dole leg islativa en cuanto a la gestión de los recursos hídri cos que sustituya la iniciativa públ ica por el cap ita l pr i­vado, así como a la li beral ización de los contratos de cesión de los derechos de uso de l agua . Por otro lado, se rec la­ma la aprobación urgente de un Plan Nacional de Regadíos consensuado y con suficiente respaldo presupuestario, para abordar inmediatamente un Plan Hidrológico Nacional.

Page 187: Anuario UPA 1999

AOCION SmDICAL DE UPA · IV OONGBESO FEDERAL

RESOLUCIONES DEL IV CONGRESO FEDERAL Apostar

por el desarrollo agroalimentario

INTERPROFESIONALES AGROALIMENTARIAS

En las organizaciones interprofesio­nales el único equil ibrio posible es la paridad , ya que en algunos casos se está permitiendo que se perpetúe la posición de dominio de una parte so­bre la otra . Por otra parte , la necesi­dad de verteb rar sectorialmente la producción a través de Organizacio­nes Profesionales Agrarias de ámbito estatal y de carácter general debe im­plicar que estén presentes en cual­quier interprofesional. En cuanto al ba­remo de representatividad de las dis­tintas ramas de act ividad en ningún caso deben considerarse criterios de índole política.

FORTALECIMIENTO DE LA CALIDAD AGROALIMENTARIA

UPA reclama mecanismos normativos, que aseguren al consumidor una cali­dad básica que garantice la sanidad , seguridad e información suficiente de los productos . As imismo es importan­te regu lar el reconocimiento y homo­logación de organismos de certifica­ción y control. También es necesario establecer un amplio programa de pro­moción con financiación comunitaria que tendría que incluir acciones dirigi­das fundamentalmente a un mejor co­nocimiento de estos productos . Una promoción de la calidad se tiene que llevar a cabo contando con incentivos de fndole fisca l y financiera a la pro­ducción, a la transformación o al con­sumo. Y por último se debe exigir un planteamiento de "calidad total" en el proceso agroalimentario, en el que de­be inc lu irse el esfuerzo de todos los agentes implicados.

UPA, un sindicato abierto a todos El sindicato debe abri r las puertas, or­ganizativamente hablando, a quienes diversificando su producción han en­trado o entrarán en la profesión rural. Al igual que las Uniones Sectoriales se crearon para dar respuestas profesio­nales a la agricultura y ganadería, aho­ra no debemos dejar sin respuesta sin­dical , reivindicativa y organizativa a los profes ionales de la explotación rural, aquéllos que han optado por una pro­fesión agraria más abierta.

Además, es preciso un mayor acerca­miento a la sociedad en su conjunto, potenciando las alianzas y relaciones con colectivos no precisamente rura­les, como pueden ser los sindicatos de trabajadores , los colectivos ecologis­tas, las asociaciones de consumidores, de vecinos, juveni les, etc.

Un nuevo contrato social: la explotación rural UNA LEY BÁSICA DE

DESARROLLO RURAL UPA reclama una Ley básica de Desa­rrollo Rural para dotar de un marco legal global al medio rural español , que con­tenga las bases de un desarrollo integral y sostenible. UPA apuesta por la agricul­tura como actividad vertebradora del me­dio rural, pero proponiendo al mismo tiempo políticas que contemplen también la diversificación de actividades, valo­rando el papel multidisciplinar del agri­cultor. Por ello es preciso definir y empe­zar a hablar de la "explotación rural" .

LA MUJER RURAL

El colectivo de mujeres rurales, bien en la explotación agraria, en la explotación rural o en otras situaciones, tiene una po­tencialidad innovadora insustituible. Por el lo UPA tiene que incorporar, sin más di­lación y en pie de igualdad con los hom­bre, a mujeres en los puestos dirigentes de la organización .

PROGRAMAS DE DESARROLLO

UPA debe reforzar el papel de los grupos de acción local en la gestión de la nue­va iniciativa comunitaria de desarrollo ru-

185

ral y en los programas regionales de de­sarrollo rural , en atención a los principios de subsidiariedad y descentralización.

• • INTEGRACION DEL MEDIO AMBIENTE

Se deben modular las ayudas en función de consideraciones medioambientales, y en cualquier caso , estos criterios medio­ambientales no deben afectar a la com­petitividad de las explotaciones. También es preciso reforzar las "medidas agro­ambientales" tanto en sus presupuestos como en su divulgación. En cuanto a los alimentos "transgénicos", UPA rechaza la importación y cultivo en las condiciones actuales, dado que no se cumplen los re­quisitos de carencia de riesgos.

• ONAS DESFAVORECIDAS

El desarrollo global de las zonas desfa­vorecidas debe ir unido a los cuatro ám­bitos siguientes, que están interrelacio­nados: política de mantenimiento de la actividad agraria , política estructural agraria, polftica regional y política de mer­cados agrarios. Por otro lado, se reclama un incremento de las indemnizaciones compensatorias para equipararlas a la media de la UE.

Page 188: Anuario UPA 1999

Muy fácil Usted ha contratado ya su seguro agrario. Ahora, sólo le queda esperar a que este año se den las condiciones más favorab les para sacar el mejor fruto posible a su trabajo. Pero pongámonos en el peor de los casos: que se produzca un siniestro. De ser asr, se preguntará: y ahora ... ¿ qué hago ?. Muy fácil. En esta gura le explicaremos con la máx ima sencillez lo que debe hacer, cómo hacerlo y dónde acudir. Todo se resume en los puntos siguientes:

Lo que hay que hacer ante un siniestro Sin perder un segundo, deberá cumplimentar y remitir antes de 7 días desde que lo conoció, la "Declaración de Siniestro" que le facilitará su Tomador o Agente de Seguro y enviarla, usted mismo o a través de su Tomador, a AGROSEGURO por el medio más rápido posib le. Bien directamente a C/Castelló, 117, 2ª planta, fax: 91 563 03 35, 28006 Madrid.Recuerde que debe indicar en su "Declaración de Siniestro" la fecha prevista de recolección en la parcela siniestrada. Si en este momento no la conoce no olvide comunicarla con posterioridad.

Así es el procedimiento para tasar los daños Una vez que usted ha enviado su "Declaración de Siniestro " a AGROSEGURO, comienza el proceso de tasación en 2 fases: Inspección y Tasación definitiva.

- Inspección: AGROSEGURO inspeccionará, si procede, el siniestro en los plazos y de la forma fúados en las Condiciones Especiales del Seguro. Durante la misma, el perito cumplimentará el "Documento de Inspección Inmediata" en el que se recogen los distintos aspectos a tener en cuenta en la Tasación definitiva.

Usted o su representante deberán firmar dicho Documento manifestando su "conformidad" o "disconformidad" con su contenido, quedándose con una copia del mismo. De no firmar en las 48 horas siguientes a su presentación, se considerará que acepta su contenido

- Tasación definitiva: La tasación puede demorarse hasta un momento próximo a la reco lec

Los daños causados en la producción quedarán recogidos en las "1-de Campo" y en el "Acta de Tasación", así mismo en ésta última de figurar la indemnización que corresponda al Asegurado. Usted representante deberan firmar dichos documentos manifestand "conformidad" o "disconformidad" con su contenido, quedándosE una copia del mismo. De no firmar en las 48 horas siguientes presentación, se considerará que acepta su conten

Si llegado el momento de la recolección, todavía no le han realiza tasación definitiva, podrá recolectar. Pero no olvide dejar "MUESl TESTIGO". Estas muestras deben ser, como mínimo, el 5% de la pan representativas del estado de la cosecha, además de estar uniformen repartidas por la misma.

Sin estas muestras no le podrán peritar los daños, por lo que, si no las no le indemnizarán por las pérd idas sufridas. Y muy importante: tasación sobre muestras testigo se realiza después de 20 días de~ recepción de su declaración, AGROSEGURO, previa reclamaci( abonará el valor de las mismas y sus gastos de mantenimi1

Cómo se resuelven las diferencias de valorac en la tasación de los daños

Usted, como Asegurado que es, puede no estar conforme con la tas de los daños que se haya rea lizado. No se preocupe. Si usted ha manife su disconformidad firmando "no conforme" la "Hoja de Camp1 normativa vigente tiene establecido el procedimiento de "Tas< Contradictoria" por el cual, tendrá derecho a solucionar las discrep; que crea oportunas en cuanto a la tasación de daños.

¿ Cómo hacerlo ?. Muy sencillo. Deberá designar un perito, delegar er persona que le represente para esa tasación, o representarse usted n como Asegurado, y comunicar cuanto antes d icha designac AGROSEGURO.

Hecho esto, ambas partes (la persona designada por usted como Aseg y AGROSEGURO como Asegurador) en el plazo de 10 días valorar nuevo los daños de manera conjunta, redactando un "Acta de Tas. Contradictoria" que será firmada por las dos partes. En el caso d1 no se llegara a un acuerdo definitivo y las diferencias continuarar resolverlas, las partes podrán recurrir a los siguientes procedimi1

1. Nombramiento de un tercer perito. Se realiza rá siempre previo acuerdo ent re las dos partes impli1

Page 189: Anuario UPA 1999

tercer perito, conjuntamente con los otros dos nombrados iormente, estudiará y valorará aquéllas cuestiones en las que todavía ese disconformidad. Los tres peritos decidirán entonces, en el plazo ) días y por mayoria, la solución definitiva.

timo extremo, y en caso de no existir acuerdo en el nombramiento 'rcer perito, lo nombrará el Juez de Primera Instancia del lugar donde Jbicada la parcela. :tamen de los tres peritos será vinculante salvo que se impugne almente, para lo cual se dispondrá de un plazo de 180 días desde la en que le fue notificado.

bitraje de equidad. 1re que sea de común acuerdo entre las partes, éstas podrán solicitar Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA) la realización de un traje de Equidad", para cuyo desarrollo será imprescindible el 1romiso vinculante, de ambas partes, de aceptar la decisión final ueda adoptar ENESA.

uién le puede ayudar ? uilo. Varias organizaciones e instituciones le van a ayudar ante cualquier ~ma que tenga relación con la tasación de los daños. Si tiene dudas, ra a ellas. Están para ayudarle: te problemas relacionados con el proceso de Tasación de los ¡y presentados durante la peritación, deberá recurrir en primera cia a la Jefatura de Zona de AGROSEGURO o al Departamento ;aciones de AGROSEGURO (C/Castelló, 117. 28006 Madrid. Tel.: 111 00 02).

·vicio de Atención de Reclamaciones. 3 disconforme con la solución dada en cuanto a la tasación de , existe un Servicio de Atención de Reclamaciones en AGROSEGURO ~studiará de nuevo la solución a su problema concreto .

!amación debe efectuarla: >r correo, enviándola al Servicio de Atención de Reclamaciones partado de Correos nº 2448, Código Postal 28080 Madrid. por teléfono, llamando al número 902 23 94 97.

)efensor del Asegurado. ocurrir que Vd. siga disconforme con la solución dada a su problema Servicio de Atención de Reclamaciones. En este caso, podrá dirigirse, crito, al Defensor del Asegurado que, de manera gratuita, estudiará lverá en equidad sobre su reclamación. Formule su reclamación por > y envíela al Defensor del Asegurado Apartado de Correos nº 2194, o Postal 28080 Madrid.

4. El Consorcio de Compensación de Seguros. La función del Consorcio de Compensación de Seguros es ejercer el control de las peritaciones de los siniestros, por ello le atenderá si tuviera problemas relacionados con el desarrollo de la valoración de los daños. Para sus reclamaciones dirijase al Consorcio de Compensación de Seguros C/ Serrano, 69, 28006 Madrid.

La Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA) y Direcciones Provinciales del M inisterio de Agricultura, Pesca y Alimentación También puede hacer llegar sus reclamaciones, en cualquier momento del proceso, a la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA) C/ Miguel Angel, 23, 5°, 28010 Madrid - Tfno: 91 308 10 30, Fax: 91 308 54 46 y las Direcciones Provinc iales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, las cuales recabarán información sobre la situación de su reclamación y le indicarán los procedimientos de que dispone para su solución.

Puntos de lnforn1ación

Delegaciones Provinciales de su Comunidad Autónoma

- Areas de Agricultura y Pesca de las Delegaciones y Subdelegaciones

del Gobierno

- Organizaciones Profesionales Agrarias

Cooperativas

- Entidades Aseguradoras

Agroseguro

- Entidad Estatal de Seguros Agrarios

ENESA (Entidad Estatal de Se!Juros Agrarios):

C/ Miguel Angel, 23 · 5' planta. 2801 O Madrid. Tels.: 913 081 0 30/31/32 Fax: 913 08 54 46 Internet: http://www.enesa.mapya.es e-mail : enesa @tsai.es

MINISTERIO DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN ENTIDAD ESTATAL DE SEGUROS AGRARIOS (ENESA)

Page 190: Anuario UPA 1999

ACCION SINDICAL DE UPA SIOBJTABÍAS

SECRETARÍA DE ORGANIZACIÓN Y ADMINISTRACIÓN

UPA revalida su acción sindical ante las urnas Buena parte de la acción organizati­

va de UPA a lo largo de 1998 ha es­tado marcada por los sucesivos proce­sos electorales a Cámaras Agrarias, que se iniciaron en 1997 - en Castilla y León y Ar-agón- y eoAtinuamn con Extrema­dura, Asturias, Murcia y Navarra: más Cataluña en su segundo proceso elec­toral. En todos los casos, UPA se ha pre­sentado siempre como la organización agraria que representa y defiende los in­tereses de los pequeños y medianos agricultores y ganaderos, y para ello nos hemos dirigido a este colectivo con las siguientes consideraciones: • UPA es la organización que se movili ­za - ahte cualquier Gobierno, sea del co­lor que sea- siempre que hay que de­nunciar situaciones de injusti cia o exigir soluciones a problemas puntuales. • UPA es una organizac ión con repre­sentación directa en todos los foros de interlocución y negociación. • UPA es la organización que más y me­jores servicios presta a sus afiliados: ju­rídicos, fiscales, en relación con los se­guros agrarios y con otras actividades. • UPA es la organizac ión que más se preocupa por la formación de los hom­bres y mujeres del mundo ru ra l.

Nuestra oferta electoral ha destaca­do los efectos positivos que conlleva la integración de las diferentes Uniones Te­rritoriales -que son, en definitiva, las que se presentan a las urnas- en una es­tructura estatal como UPA. Los servicios centrales de UPA, con sede en Madrid, mantienen la representación de la orga­nización ante la Administración del Es­tado, así como la parti cipación en el Consejo Económico y Social (CES). UPA participa en las diferentes mesas de ne­gociación e interlocución con los Minis­teri os de Agricultura, Medio Ambiente, Economfa y Hacienda, Trabajo y Segu­ridad Social, etc ...

Desde nuestra oficina en Bruselas se realiza un seguimiento puntual de la Po­lítica Agraria Común (PAC) de la Unión

Europea; y ti ene una representación en distintos Comités Consultivos de la UE.

Del mismo modo, y como organiza­c ión ag raria española, formamos parte del Comité de Organizac iónes Profesio­nales Agrarias de la UE (CO P-A) , en el que se debaten todas las actuac iones enmarcadas en la Política Agraria Co­mún y se-realizan las propuestas co­rrespondientes a la Comisión Europea y al Consejo de Ministros de la UE.

En cuanto a los programas electo­rales con los que UPA se está presen­tando ante los agricultores y ganaderos, nuestra oferta siempre ha estado orien­tada a plantear soluciones de prog reso y solidaridad para las pequeñas y me­dianas explotac iones, defendiendo la modulación de las ayudas de la PAC, apostando con firmeza por el futuro de la actividad agraria y del mundo rural, y

proponiendo alte rnativas concretas pa­ra cada sector y cada territorio.

De igual modo, las cand idaturas se forman siempre buscando la mayor re­presentatividad posib le, con hombres y

mujeres de los diferentes sectores y co­marcas de cada comunidad, ilusionados por trabajar desde las Cámaras Agrarias por mejorar las cond ic iones de vida y trabajo de los ag ricultores y ganaderos.

188

El trabajo y la acción sindical que es­tán generando las convocatorias elec­torales descansan en primera instancia, lógicamente, en las Uniones Territoriales respectivas, cuyo esfuerzo debemos re­conocer cGn sinceridad.

Pero, además, hay que resaltar tam­bién la colaboración prestada desde la Comis.ión Ejecutiva Federal y todos los servi c ios que de ésta dependen, que están parti cipando activamente en todo el trabajo previo a cada elección.

Asimismo, está resultando muy posi-tiva la experiencia de los su­

plementos especia­les editados por la revista "La Tierra", con motivo de cada convocatoria, que se envían a todos los ag ri cultores y gana­deros que conforman el ce nso electoral en cada comunidad.

El contenido de es­tas revistas especiales incluye un amplio infor­me sobre la realidad ac­tual de l sector agrario en cada comunidad y, a

continuación, se recoge la oferta elec­toral de UPA y se presentan las candi­daturas correspond ientes.

Respecto a los resultados electorales, las convocatorias de 1998 se saldan con un balance muy positivo, porque aún te­niendo en cuenta las características par­ti culares de cada caso, como resumen general se desprende una clara conso­lidación del modelo sindical de UPA y de nuestra alternativa d iferenc iada, que apuesta con ideas de progreso por el fu­tu ro de la agricultura familiar y el desa­rrollo del mundo rural.

Son, además, unos resultados que re­flejan nuestra desigual implantación te­rritorial y que, por tanto, abren un cami­no al esfuerzo organizativo para los pró­ximos años.

Page 191: Anuario UPA 1999

ACCION SmDICAL DE UPA SECRETARÍAS

SECRETARÍA DE AGRICULTURA

Unión Sectorial de Cultivos Herbáceos: las amenazas de la ~enda 2000 y el negro futuro del girasol

La recolección del pasado verano de 1998 fue mejor que la anterior, reco­

giéndose en torno a los 21 millones de toneladas , frente a los 18 mi llones del año precedente . El problema para los agricultores , sin embargo, ha estado en los bajos precios del mercado, sobre to­do en cebada. En este sentido la Unión Sectorial reclamó al FEGA un adelanto en el período de intervención y una ma­yor flexibilidad en las condiciones técni­cas de recepción del cereal en los si los, especialmente en lo referente a la de­nominada "caída" o diamétro mínimo del grano.

El organismo de intervención del Fon­do Español de Garantía Agraria (FEGA) tuvo que abrir la intervención en dicha campaña, alcanzando a finales del pa­sado año la cifra de cerca de 550.000 toneladas . Desde UPA se criticó el mal funcionamiento de éste régimen de compras públ icas, sobre todo, al inicio de la campaña 1998/99, debido a la fal­ta de suficiente agilidad para evitar que el incremento en las ofertas de interven­ción se tradujese , como así fue en par­te, en un c laro descenso de las cotiza­ciones, hasta llegar a rozar los costes de producción .

Las ayudas compensatorias se han cobrado íntegras en todos los cereales, salvo en maíz de regadío del régimen general, donde se ha dado una penali­zac ión del 10 % de la misma. También hay que resa ltar que en 1998 se libe­ralizaron las siembras de trigo duro, en las zonas tradicionales y en comarcas no históricas, con lo cual va a produci r­se una fuerte superación de la superfi­cie máxima garatizada, y por tanto fuer­tes penalizaciones. En este sentido la Unión Sectori al de UPA propuso en un documento una alternativa dentro de és­te nuevo régimen, en dicha alternativa se proponía que se eximiese de una po­sible penalización a las primeras hec-

!áreas pertenecientes a los agricu ltores profesionales, pero fue rechazada por el Ministerio de Agricu ltura.

La Unión Sectorial también trabajó en varios documentos de respuesta ante las propuestas de reg lamentos relativas a la reforma de la OCM en este sector dentro de la Agenda 2000. En este do­cumento se valoró de manera muy ne­gativa las repercusiones de la citada propuesta (que fue aprobada en marzo del presente año) por el grave impacto que va a tener en la renta de las explo­taciones familiares .

Especialmente hay que destacar des­de el punto de vista negativo que la re­ducción en los precios de intervención asimi lados a precios de mercado, su­pondrá que el precio de los cereales es­tará a un nivel próximo a las 17 pts/kg, lo cual signi ficará que no será rentable producir en muchas comarcas del se­cano español ya que los costes de pro­ducción estarán muy próximos a la ren­ta obtenida vía precios.

EL GIRASOL, AMENAZADO

Pero el aspecto de mayor gravedad es el referido al cu ltivo del girasol. UPA y el resto de organizaciones agrar ias, la Confederación de Cooperativas y el sec tor industrial reaccionaron de forma unánime trente a las amenazantes pro­puestas de la Agenda 2000, que des­graciadamente se hicieron realidad. Se constituyó un grupo de trabajo , denomi­nado G-7, en el cual se elaboraron di­versos documentos y se llevaron nume­rosas reuniones tanto con la Ministerio de Agricultura , las Comunidades Autó­nomas y con la propia Comisión Euro­pea.

La concreción de las propuestas de reforma para el sector de oleag inosas dispararon la alarma en el sector del gi­rasol ya que la reducción de la ayuda de

189

92 a 63 ecus/tm va a suponer una pér­dida superior a los 18.000 mi ll ones de pesetas y puede suponer la reducción de casi 500.000 hectáreas en la super­ficie total de cultivo, que se trasvasarían tanto a retiradas o barbecho y a la siem­bra de cereales.

Frente a esta amenaza los represen­tantes del sector español de oleagino­sas, unidos en el "G-7'', en el cual está UPA, ha valorado de la manera más pre­cisa posib le los efectos reales de estas medidas y para elló encargó un estudio a la Escuela Técnica Superior de Inge­nieros Agronómos de Madrid la realiza­ción ele un estudio sobre el problema en cuestión, titulado "El impacto de la Agenda 2000 en el sector del g iraso l en Esparia". Las conclusiones del estudio concluyen que la reforma de la Agenda 2000 en este sector supone un grave perjuicio para el girasol español.

Page 192: Anuario UPA 1999

ACCION SINDICAL DE UPA SECBETABÍAS

SECRETARÍA DE AGRICULTURA

Unión Sectorial de Tabaco: rechazo a la reforma de la OCM

E 1 Consejo de Ministros de la UE apro­bó en junio de 1998, junto al paque­

te de precios agrarios para la campaña 1998/99 , la reforma de la OCM del ta­baco. UPA ha desarrollado una intensa labor en defensa de íos productores, en su mayoría pequeñas y medianas ex­plotaciones. Nuestra valoración global sobre la refo rma y la gestión de la ad­ministración española ha sido totalmen­te negativa, pues no se ha tenido en cuenta la posición del sector, expuesta en innumerables ocasiones al Ministerio: • Oposición a cualquier programa de abandono de la producción, por cuan­to la compra de cuotas a productores va a provocar una disminución sustancial de las explotaciones familiares, a las que por una compensación económica se les aboca a enfrentarse a un porven ir poco nítido en zonas donde no hay al-

ternativas. El establecimiento de la limi­tación del 25% por zonas sensibles se valora totalmente insuficiente, por cuan­to es muy difícil para el caso español lle­gar a definir zonas especialmente sen­sibles donde el abandono no se aplique. UPA plantea la posibilidad de que ese 25% se defina a partir de la suma de cuotas de agricultores en circunstancias especialmente "sensibles" al abandono. • Rechazo del principio de que el precio es indicador de la cal idad del tabaco y, por tanto, oposic ión a la modulación de la parte variable de la prima en función del precio comercial de l tabaco, por cuanto se disminuirá la renta de los cu l­tivadores, los compradores se verán me­nos necesitados de incentivar con pre­cios comerciales a los cultivadores y se provocará una serie de actuaciones pa­ralelas a las estrictas del mercado, don-

de se jugará con el precio para modifi­car la ayuda. En este escenario nueva­mente los más perjudicados serán los pequeños ag ri c ultores . La fijaci ón del tramo correspondiente a la parte varia­ble de la prima en el 30%-45% del total de la prima se valora, por tanto, como to­talmente desorbitado y perjudicial para el conjunto eJel secter.

Faltan por definir los tramos que se va a tener en cuenta por cada Estado miembro, hasta llegar al límite conside­rado, en los 3 años fijados, y que con­dicionarán sin lugar a duda la capac i­dad de adaptación de los agrupaciones y APAS al nuevo reg lamento. También falta por definir cómo se van a concretar los criterios objetivos de calidad y si van a ser compatib les con el precio de mer­cado, por lo que aún es pronto para va­lorar esta c ircunstancia.

Unión Sectorial del Olivar: el año de las grandes movilizaciones

E 1 año 1998 fue el año de la movi li­zac ión general del sector agrario,

apoyado por toda la sociedad españo­la, para intentar evi tar primero, y de­nunciar después, la reforma negativa de la OCM del aceite de oliva.

La propuesta de la Comisión Euro­pea de reforma de la OCM de materias grasas se aprobaba en marzo de 1998, mientras en Madrid unos 30.000 oliva­reros se concentraban frente al Minis­terio de Agricultura para protestar y exi­gir una actitud más firme del Gobierno español, responsable de negociar la re­forma en la UE.

Más de millón y medio de personas mostraron el 14 de mayo su solidari dad con el sector del olivar con una huelga general que fue un éxito rotundo. La par­ticipación masiva en los 300 municipios más afectados y la histórica manifesta­ción de Jaén demostraron al Gobierno español y a la UE que el problema del olivar no es sólo un prob lema sectorial.

Se trata de una cuestión que el conjun­to de la sociedad asumió como propia y que exigía una respuesta adecuada.

Tras aprobarse la reforma, la cohe­rencia con lo manifestado hasta ahora y la defensa de los intereses de las explo­taciones famil iares y del olivar tradicio­nal, llevó a UPA a presentar, el 20 de oc­tubre, un recurso de anulación de parte del articulado de la reforma de la OCM de materias grasas ante el Tribunal de Justicia de la UE. Con el recurso se pre­tende impedir la consumación de la in-

190

justicia, y se cimienta en el hecho de que la reforma no está basada en criterios ra­zonables, porque no reconoce la rea li­dad actual del sector ni la dimensión so­cial del olivar. La reforma es injusta, por­que penaliza a unos productores y a unos territorios frente a otros. En conse­cuencia, vulnera los principios del Tra­tado de Roma - "la "constitución" de la Unión Europea- y atenta contra el obje­tivo más importante de la UE: la cohe­sión social y territorial.

Sabemos que el proceso dentro del Tribunal de Justicia no es fáci l. Pero es­to no quiere deci r que sea imposib le. Hay razonamientos jurídicos suficientes para apoyar el recurso, cuya solución, si el Tribunal de Justicia de la UE admite las motivaciones de UPA, puede supo­ner un serio precedente para futuras re­formas de otras OCM, en cuya gestión no debería olvidarse nunca el objetivo de la cohes ión, gravemente vulnerado en el caso del aceite de oliva.

Page 193: Anuario UPA 1999

ACCION SINDICAL DE UPA SECRETARÍAS

SECRETARÍA DE AGRICULTURA

Unión Sectorial del Lino: clarificar y regular el sector

Las actuaciones llevadas a cabo por UPA en este sector durante 1998 es­

tuvieron orientadas a clarifi car el sec­tor y regularlo en la medida de lo posi­ble, a través de la toma de iniciativas de todo tipo en el marco de la Organiza­c ión Interp rofesional del Lino de Espa­ña (OILE), que aunque no está recono­c ida todavía por el MAPA, a efectos prácticos se ha estado reuniendo y tra­bajando como una interprofesional más.

En febrero, UPA propició la divulga­c ión de una nota informativa de la inter­profesional, junto con una campaña pu­blicitaria, explicando la realidad norma­ti va del cultivo del lino y apoyando la profesionalizac ión de éste.

El 20 de febrero conseguimos que se firmase el acuerdo básico sobre homo­logación de las plantas de transforma­c ión, que supone la plasmación de las condiciones básicas que se han de ve­rificar y tener en cuenta a la hora de ho­mologar las pl antas transformadoras, con el fin de evitar los profundos agra-

Unión Sectorial del Algodón: hacia una interprofesional

La actividad de la Unión Sectorial de Algodón de UPA se centró durante

1998 en el objeti vo fundamental de constituir la Organizac ión lnterprofes io-

vios comparativos que existe hasta la fe­cha en cuanto a la homologación de las transformadoras por parte de las Co­munidades Autónomas.

Una vez consensuados los criterios, se decidió presentar el acuerdo a las di­ferentes Administraciones, haciendo es­pecial hincapié en la nacional para que coordine las actividades de todas lasco-

na! para el algodón. Tras varias reunio­nes con los distintos representantes del sector, en el mes de abril se entregó el borrador de estatutos en el Ministerio de Agricultura firmado por las organizac io­nes ANEDA, UPA, CC.AE y COAG en el que se propone que la representación del sec tor p roductor sea del 50% por prod ucción y del 50% por número de agricultores.

Se mantuvieron reuniones durante to­do el año con socios y afi liados de la Co­operativa Al godonera de Córdoba (20.000 soc ios) , para tratar de resolver la crisis de esta empresa y propiciar una so lución que impida la desapari ción de la Cooperativa.

En el mes de noviembre, el sec tor productor mantuvo una reunión en Sevi-1 la con representantes de la Comisión Europea para tratar sobre el tema de la reforma del régimen de ayudas del al-

191

munidades autónomas. Así, el 21 de ju­lio se mandó una carta al Subdirector de Productos Agríco las del FEGA, al Di ­rector General de la Producc ión Agra­ria de la Consejería de Agricultura de la Junta de Comunidades de Castill a-La Mancha, al Subdirector Generales Gra­sas Vegetales y Cultivos Industriales , al Director General de Agricultura y Ga­nadería de la Consejería de Agricultu­ra y Ganadería de la Junta de Castilla y Le~ó n , para, por un lado, presentarl es el acuerdo y, por otro, anunciarl es que se iba a proceder a la verificación de las di ferentes instalaciones transforma­doras por parte de la interprofesional, inv it~índo les a que participaran en dicha verifi cación.

En la asamblea general de OILE ce­leb rada el 2 de dic iembre, entre otras cues tiones , se acordó nombrar a Ro­berto Sáez, el representante de UPA, co­mo presidente de la intreprofesión y pro­ceder a solicitar el reconocimiento por parte del Ministerio.

godón. UPA junto con el resto de orga­nizac iones profesionales agrarias y la CCAE, entregaron un documento con­sensuado en las que defendemos la continuidad del actual régimen de ayu­das con ligeras modificaciones.

La Unión Sectorial de Algodón tam­bién participó en varias reuniones de tra­bajo con representantes de la Empresa nacional de Seguros Agrarios (ENESA) y del Ministeri o de Agricultu ra para fij ar las nuevas condic iones de aseg ura­miento del cultivo de algodón.

Por último UPA parti cipó en la pre­sentación de resultados de la Red An­daluza de Experimentac ión Agrari a (RAEA) , en el sector del algodón, ela­borados por la Consejería de Agricul­tura de la Junta de Andalucía, así co­mo en di ve rsas jornad as sobre este sec tor como las ce lebradas en Posa­das (Córdoba).

Page 194: Anuario UPA 1999

ACCION SINDICAL DE UPA SECRETARÍAS

SECRETARÍA DE AGRICULTURA

Unión Sectorial de Frutas y Hortalizas: renegociar la OCM tras el hundimiento de precios en algunas producciones

UPA exigió en septiembre de 1998 la intervención urgente del Ministerio

de Agricu ltura y la Unión Europea para solucionar la grave situación de los pro­ductores de melones y sandías, afecta­dos por una fuerte caída de precios; al tiempo que, de cara al futuro, se ha so­licitado también al Ministerio de Agri­cultura que afronte de manera inmedia-

ta una renegociación de la actual OCM de frutas y hortalizas, ya que su aplica­c ión práctica en los términos actuales está siendo enormemente perjudicial para todos los sectores implicados y en especial para las producciones de me­lones y sandías españolas.

UPA denunció ya a finales de agosto los bajos precios que estaban recibien­do los agricultores por sus cosechas de melones y sandías durante la actual campaña y las graves repercusiones económicas que están teniendo un gran número de pequeñas exp lotaciones agrarias.

Los niveles de precios alcanzados, de hasta 6 pesetas por kilo, no llegaban a cubrir ni tq.n siquiera los costes de re-

colección, por lo que una gran parte de los agri cu ltores decidió dejar la cosecha sin recoger.

Una situación que UPA ya preveía cuando denunció en su momento las ne­gociaciones de la OCM de frutas y hor­talizas, con las consecuenc ias negati­vas que iba a tener y para algunos pro­ductos, tal y como se está demostrando

ahora con los melones y las sandías. Asimismo, otro de los productos de sec­tor que sigue acumulando problemas propios es el ajo, en el que durante 1998, tras realizar un análisis detallado de la situación del sector productor y co­mercial en la UE, UPA ha volvió a plan­tear una serie de reivindicaciones en de­fensa del sector, que se concretan en: • Ap licación correcta y vigilancia de los códigos arancelarios del ajo._ • Información puntual de la Comisión Eu­ropea a los representantes de los pro­ductores sob re las sol icitudes de im­portación. • Ampl iación de los Reglamentos que li­mitan y controlan las importaciones pro­cendentes de fuera de la UE.

192

• Establecimiento para todos los terce­ros países de volúmenes definitivos de exportación a la UE.

Por su parte, en el caso del plátano , el Consejo de Ministros de la UE aprobó en junio la reforma de la OCM, en rela­ción con la cual, desde UPA planteamos las siguientes valoraciones:

- No se aumentaron las cantidades máximas garantizadas. Se mantienen para Canarias en 420.000 toneladas.

- Se ha consolidado el contingente autónomo, que anteriormente se consi­deraba provisional (353.000 Tm), por la ampliación de Austria, Suecia y Finlan­dia, y al que se le aplicará un arancel de 75 ecus/Tm, en lugar del inicialmente previsto de 300 ecus/Tm, y muy inferior al que se venia aplicando, 750-850 ecus/Tm, que hará que el vo lumen de producto aumente en el mercado, y por tanto el precio baje.

- Por otro lado, la formu la para la con­cesión de licencias de importación, que venia ligada a la comercialización de plátano comunitario , ha desaparecido. El volumen total de las nuevas licencias ha sufrido un descenso, ya que el cal­culo se realizaba tomando el 30% del volumen total del contingente de los lla­mados países terceros (2.200.000 Tm), y ahora se tendrá que realizar acorde al nuevo contingente (2.553.000 Tm), con lo cual se rebaja el porcentaje al 26%.

- De la misma manera, se han endu­recido los req uisitos para optar a su concesión, que se realizará por medio del método "tradicional/recién llega­dos", en detrimento del anteri or método del "partenariado". Tomando como años de referencia 1994, 1995 y 1996, será necesario presentar licencia de impor­tación o documento aduanero equiva­lente, medida que provocará la perdida de las licencias que en estos años no se hubiesen utilizado para la importación efectiva.

Page 195: Anuario UPA 1999

ACCION SmDICAL DE UPA SECRETARÍAS

SECRETARÍA DE AGRICULTURA

Unión Sectorial del Azúcar: descoordinación y 'pelotazos' en la reestructuración del sector

La última fase de la reordenación in­dustrial en el sector azucarero, im­

pulsada y organizada desde el Ministe­rio de Ag ricu ltura, se saldaba a flna les de 1997 con un gran "pelotazo" espe­c ulativo de la mu ltinacional KIO , que vendió a la empresa púb lica aceitera Alycesa el 18% del paquete de acciones que posefa en Ebro por 26.000 mil lones de pesetas.

Una operación califica de "brillante" por el MAPA, gracias a la cual el grupo KIO obtuvo un sobreprecio por la venta de sus acciones (3.000 pesetas por ac­ción) tres veces superior al valor que te­nfa un año antes (1 .000 pesetas por ac­ción) , propiciado por la actitud del Go­bierno, incapaz de aportar soluciones positivas para el sector remolachero­azucarero.

Ante esta si tuación, LJPA se mostró muy critica con el Ministerio de Agricul­tura, por su falta de política definida en

el sector remolachero-azucarero, uno de los pocos sectores agroalimentarios que siguen teniendo un futuro c laro en Es­paña, y que cuenta con una estructura productiva y un entramado económico­soclal del que dependen varios miles de familias.

Por su parte, el acuerdo del Consejo de Mlhistros 25 de septiembre de 1998, por el que se aprobó la fusión entre la So-

ciedad General Azucarera y Ebro Agrí­colas, terminó teniendo en cuenta gran parte de las tesis recogidas en el dicta­men del Tribunal de Defensa de la Com­petencia sobre la operación, que cues­tionaban los criterios defendidos hasta entonces por el Ministerio de Agricultura.

En tal sentido, la Unión Sectorial de UPA va loró la decisión de reasignar 30.000 toneladas de azúcar de impor­tante tanto para el sector productor re­molachero como para los consumidores, porque reduce la capaci dad de la em-

193

presa fusionada para tranformarse de hecho en un monopolio y permite una mayor transparencia en los mercados y aumenta la capacidad de negociación del sector productor con las industrias azucareras.

La decisión del Consejo de Ministros desautorizó con claridad las tesis man­tenidas por el Ministerio de Agricu ltura, que orquestó un proceso de fusión olvi­dando los intereses generales del sec­tor rnmolachero y centrándose exclusi­vamente en la consecución de unos ob­jeti vos pseudo-polfticos de difícil justificación.

La nefasta gestión realizada por el Ministerio de Agric ultura desde que asumió el proceso de reestructuración y fusión de las industrias azucareras únicamente ha conseguido triplicar el valor de las acciones de Ebro Agrícolas y forzar a las Cajas de Ahorro y las en­tidades bancarias de Casti lla y León a destinar a la operación ingentes recur­sos monetarios que tras la decisión del Consejo de Ministros pueden saldarse con pérdidas multimillonarias.

La decisión del Consejo de Ministros viene a dar la razón a UPA cuando ha defemdido que la garantía de la presen­cia de la remolacha y la caña de azúcar en las zonas productoras tradicionales de cu ltivo no sólo se asegura con la fu­sión de ambas sociedades sino que el futuro del cultivo requiere de un con­senso mucho más amplio de todos los sectores y zonas afectadas, a través de un plan estratégico de carácter global y de ámbito nacional.

Por otra parte, este acuerdo viene a significar la pérdida de un año en lo que se refiere al desarrol lo de los acuerdos interprofesionales y al propio proceso de reestructuración del sector remolache­ro-az:ucarero, con las incertidumbres que todo ello ha generado y sigue ge­nerando en el sector.

Page 196: Anuario UPA 1999

ACCION SINDICAL DE UPA SECRETARÍAS

~ ~

SECRETARIA DE GANADERIA

Unión Sectorial de Vacuno de Leche: supertasa y reforma de la OCM

D urante 1998, los problemas del sec­tor lácteo español se han centrado

en la reforma de la OCM de la leche y la puesta en marcha del plan de reor­denación del sector lácteo, que se apro­bó a principios del año mediante Real Decreto. así como el trabajo constante en el tema de la supertasa.

A propósito de esta última. UPA con­siguió a principios de 1998 paralizar el cobro de la multa láctea a los ganade­ros, tras anunciar un proceso conten­c ioso-administrativo contra el procedi­miento utilizado por el Mini sterio para determinar la multa, ya que se detecta­ron errores al menos en el 20% de las sanciones comunicadas. UPA también consiguió que la multa anunciada para Galicia de 1.800 millones quedase re­bajada con el anuncio de presentación de procedimiento hasta los 1.000 millo­nes de pesetas.

La fa lta de respuestas a los proble­mas acumu lados concentró a más de 10.000 agri cultores y ganaderos galle­gos en la gran tractorada celebrada en marzo en Galicia, para exigir una solu­ción definitiva al problema de la super­tasa láctea y alternativas reales de re­conversión, incluido un aumento signi­ficativo de la cuota de producción.

También en marzo de 1998 se cono­cieron las propuestas de la Comisión Eu­ropea para la reforma del sector lácteo en la Agenda 2000. La propuesta de re­forma de la OCM de la leche y los pro­ductos lácteos incluyó como elementos principa les una bajada de un 15% del precio indicativo y una bajada del 17% de los precios de intervención para la mantequilla y la leche desnatada en pol­vo . En seg undo lugar contemplaba el establecimiento de primas a la vaca le­chera. calculadas en función de la cuo­ta de la explotación y de l rendimiento medio europeo (la famosa "vaca vir­tual "). propuesta que en 1999 se varió dando lugar a la reforma definitiva, que elimina el concepto "vaca virtual" y lo

sustituye por una prima por kilo de cuo­ta. Las principales consecuencias que se derivaban para el sector productor español de la propuesta de marzo de 1998 eran bastante desalentadoras, desde el momento en que ponían en pe­ligro la viabilidad de muchas explota­ciones familiares españolas.

La Union Sectorial Láctea hizo las si­guientes apuestas de futuro, propuestas que se siguen manteniendo, aunque en marzo de 1999 se aprobara finalmente la reforma en términos distintos: • UPA es partidaria del mantenimiento

del sistema de cuotas más allá del año 2006. ya que éstas suponen un estabi­lizador social. • Consideramos ineludible un aumento de la cuota global para España de 1.000.000 de toneladas. • Nos oponemos totalmente a bajadas de precios institucionales, si no se rea­liza un aumento previo de cuota de 1.000.000 de toneladas para España. •Toda concesión de ayudas comunita­rias debe seguir criterios homogéneos y unitarios para los países miembros, y a su vez toda prima compensatoria en es­te sector debe ser modulada. • UPA es partidaria del establecimiento de una tasa suplementaria variable en función del grado de autoabastecimien­to de cada Estado miembro y del precio medio pagado al ganadero. A su vez es

194

necesaria libertad de trasvase de venta directa a venta a industrias. • Es necesaria la homogeneización de las referencias de materia grasa a la me­dia comunitaria.

UN MAL DECRETO DE MODERNIZACIÓN

Otro de los frentes de actuac ión de esta Unión Sectorial en 1998 fue el Real Decreto de reordenación del sector. aprobado en julio. Desde que tuvo co­nocimiento de sus contenidos. UPA ha criticado duramente los numerosos pro­blemas que con lleva.

El Real Decreto crea un Fondo de cuotas. al que el ganadero puede ac­ceder para adquirir cuota. previo pago de una parte de la cuota que adquiere (mínimo la mitad) . Así se exige al pro­ductor que realice une fuerte inversión, y sin embargo cualquier reordenación que realmente quiera mejorar la com­petitividad no debe suponer un fuerte endeudamiento.

Asimismo, hemos denunciado la au­sencia de un verctadero esfuerzo presu­puestario por parte de las administra­ciones. que permitiera la reasignación gratuita de la cuota liberada.

El relación con el abandono de la ac­tividad , esta medida ve mermada su efectividad por la rigidez de los requisi­tos exigidos. En reiteradas ocasiones hemos expresado la necesidad de cre­ar entidades de transmisión de tierras en todas las Comunidades Autónomas.

También es rotunda la oposición de UPA al sistema de retenciones obligato­rias en el precio de la leche, mientras no se establezca un periodo transitorio en el cual se incremente la cuota de pro­ducción a los ganaderos españoles, porque se compromete seriamente la viabi lidad de gran número de explota­ciones que actualmente hacen frente a créditos para mejoras. o por anteriores adquisiciones de cuota.

Page 197: Anuario UPA 1999

ACCION SmDICAL DE UPA SECRETARÍAS

SECRETARÍA DE GANADERÍA

Unión Sectorial de Vacuno de Carne: alternativas de progreso ante un futuro incierto

En 1998, al igual que en el año ante­rior, no se repartieron los cupos de no­driza existentes en la reserva nacional (ya que un reglamento comunitario lo im­pide), pero sin embargo sí se abrió el plazo de solicitud para dichos cupos, de modo que los ganaderos acudieron a solicitarlos sin que, finalmente, existiese posibilidad de concederlos.

En marzo de 1998 la Comisión publi­có sus propuestas para la reforma de la OCM, con graves repercusiones para el tipo de ganadería familiar que defien­de UPA: se proponía una bajada de un 30% de los precios de intervención (que en la reforma defin itiva se ha quedado en un 20%), la eliminación del mecanis­mo de intervención y su sustitución por las compras de almacenamiento priva­do, y en una subida de las primas en una proporción que no compensaba la bajada de precios. Ante las propuestas de la Comisión y el posterior acuerdo pa­ra la reforma, UPA presentó su alterna­tiva, basada en los siguientes puntos. • Las compensaciones por disminución de precios deben ser totales . • Elevar los derechos de vacas nodrizas.

as i !~n ado a España hasta un millón. • Debe rebajarse la edad de cobro de la prima especial de vacuno macho a los ocho meses. • Nos oponemos al establecimiento de una prima complementaria (cheque pre­supuestari o) que conceda el Estado miembro con sus propios criterios. • Eliminación del segundo tramo de la prima especial a los machos. • Modulación de las ayudas según el ti­po de explotación, con prioridades pa­ra las explotaciones familiares en zonas de montaña o desfavorecidas o de d ifí­cil alternativa de producc ión. • Debe incrementarse el p resupuesto para la promoción de carnes de calidad y crearse fondos para financ iar los gas­tos de los controles.

En 1998, los ganaderos españo les han tenido que soportar la confirma­

ción definitiva de que los cupos de pri­mas en el vacuno macho son insosteni­bles para España. La penalizac ión su­peró el 29%, por lo que los ganaderos españoles, en términos de primas, son cas i un tercio menos competiti vos que los de otros países. A raíz de este nivel de penalizac ión empezaron a correr ru­mores de un posible reparto de los cu­pos de ternero de modo individual. UPA consiguió que el MAPA desmientiese es­ta posibi lidad por escrito, mientras no hemos dejado de denunciar que el sec­tor español no soporta ni un año más sin un aumento del cupo de terneros y de vaca nodriza, porque l1ay regiones don­de el índice de cobro de la prima al ter­nero no llega ni al 10% y en vaca nodri­za apenas sobrepasa el 50%.

• Debe aumentarse el techo de de re- • Hay que seguir manteniendo un siste­c l1os a la prima especial de machos ma de intervención pública.

Unión Sectorial de Ovino y Caprino: consecuencias de la crisis del porcino

Durante 1998 UPA vo lvió a denunciar que los ingresos de los productores

de ovino y caprino está entre los más ba­jos de las producciones animales, cuya producción constituye a menudo la úni­ca alternativa en las zonas desfavoreci­das y de montaña de la UE donde, esen­c ialmente, se practica. Por ello se debe eliminar del sistema de regulación de es­te sector toda medida que implique ba­jada de la rentabi lidad a unos producto­res que corren el riesgo de verse expul­sados del mercado si no se tienen en cuenta las condic iones en las que de­ben desarrollar su actividad.

Además, durante 1998 el ovino y ca­prino de carne han acusado los graves problemas del porcino, que en general ha afectado a todos los sectores cárn i­cos. Ha provocado una demanda y evo­lución de precios muy a la baja, a lo que se añade el tratamiento negativo que re­cibe este tipo de carne en las grandes superfi cies de distribución. UPA ha es­tado reclamando en este último año de gestión ayudas para el almacenamiento privado de carne y que se elimine el de­nominado "elemento estabi lizador", con lo que aumentarían las primas a los ga­naderos . La combinación de congelar el

195

precio de base, mantener el estabiliza­dor en el 7% y cambiar el coefic iente técnico de cálculo de la prima (que se ha bajado) reduce cada año más la ren­ta de los ganaderos . Por ello, la Unión Sectorial debe reforzar su trabajo y abrir nuevas vías de reivindicac ión, inc luido el seguimiento continuado de los precios de la carne, leche, piel y lana; así como de la causas de las actuales coti zac io­nes IJajas en todas las lqnjas españolas.

A su vez ya ha in iciado el trabajo de estudiar la rentabi lidad de las explota­ciones famil iares españolas y los com­ponentes que en ellas intervienen, con el objetivo de buscar mejoras en los cos­tes, pri mar la comerc ializac ión y sobre todo obtener mejoras de tipo soc ial y modo de vida de los ganaderos .

Page 198: Anuario UPA 1999

ACCION SINDICAL DE UPA SECBETABÍAS

, , SECRETARIA DE GANADERIA

Unión Sectorial de Porcino: movilizaciones para exigir soluciones urgentes a la crisis

E 1 balance de 1998 para el porcino se resume con una de las crisis de pre­

cios más grave que se recuerdan, que puede dividirse en tres fases: • Desde enero hasta marzo, los precios estuvieron a un nivel similar al del año anterior, que permitía un estado finan­ciero de desahogo a los productores. • De marzo a mediados de junio, los pre­cios son notablemente inferiores a los re­gistrados en el mismo periodo de 1997, pero siempre por encima de los costes de producción y a ñTveles no cñtlcos. • De mediados de junio a finales de año (salvo las subidas que se vienen regis­trando en Navidad) los precios sufrieron una bajada progresiva hasta niveles muy inferiores a los cos tes de producción, con una caída en picado en octubre y principios de noviembre hasta niveles no conocidos desde hace 25 años . Por ejemplo, e l 30 de octubre la lonja de Mercolleida, una de las más represen­tativas de España, registró un mínimo "histórico" en la cotización de cerdo ce­bado en vivo, marcando 88 ptas/kilo.

Ante la gravedad de la crisis UPA conv0có una gran manifestación en Ma­drid, el 17 de noviembre, tras la que el Ministerio de Agricultura presentó crn do­cumento llamado "Pacto para la estabi-

lidad y el desarrollo del sector porcino español ", con unas medidas totalmente insuficientes para superar la crisis. UPA se negó a firmar este pacto, mantenien­do asf su independencia reivindicativa y su coherencia interna frente al resto de las organizaciones, y centró su actividad

Unión Sectorial Avícola: reacciones ante la discriminación en la interprofesional

Durante 1998 la actividad de esta Unión Sectorial se ha llevado a ca­

bo mediante las numerosas actuaciones de la Plataforma Avícola Estatal (PAE), a la que UPA rep resenta ante las Admi­nistraciones públicas, y que engloba un 34% de la producción total española de pollos de engorde . En general se ha centrado en tres temas, cuyas gestiones van avanzando durante 1999: • Gestiones para el paso de los avicul­tores integrados del RETA al REASS: se han remitido numerosos escritos a la Se­c retaría General de la Seguridad Social, así como regulares reuniones con la mis-

ma, en las que se demostró la falta de vo-1 untad de atender a las peticiones del sector, de modo que nos hemos vistos abocados a acudir a otras instancias que sf están demostrando voluntad política. •A finales de 1998 y principios de 1999 se concreta la inteprofesional del pollo (PROPOLLO) en la que no aparece nin­guna de las organizaciones representa­tivas del sector. UPA y la PAE son las úni­cas organizaciones que reaccionan an­te tal discriminación, y así UPA presenta en el Consejo General de Interprofesio­nales un documento de alegaciones. A pesar de todo se aprueba el reconoc i-

196

en realizar manifestac iones, asambleas y ruedas de prensa en la que se expu­sieron las peticiones de UPA ante la cri­sis, reivindicaciones que suponen la ver­dadera defensa de un sector.

UPA ha venido so licitando estab le­cimiento de ayudas directas a la pér­dida de renta para paliClr las fuertes pérdidas que está sufriendo el sector, apertura del sistema de intervención pública con el fin de reducir los e-xce­dentes, la inclusión de lechones en las compras de intervención con el objeti­vo de reducir los excedentes a medio plazo, el estab lecimiento de ayudas a la retirada de madres, el estab leci­miento de programas de cese antici­pado voluntario de la producción por­cina a partir de los 55 años, compatibi­lizado con las indemnizaciones a la retirada de madres, la prolongación de los contratos de almacenamiento pri­vado hasta los 12 meses y estableci­miento de medidas que faci liten la ex­portación de la carne almacenada a ter­ceros países, la exención de los pagos a la seguridad soc ial en todos los regí­menes, así como de todas las cargas fis­ca les, la apertura de líneas de crédito a interés cero, entre otra muchas medidas.

miento de PROPOLLO, sentando un pe­ligroso precedente. La PAE y UPA pre­sentaron un contenc ioso administrativo contra el reconocimiento de PROPOLLO que está en trámite. • En lo que respecta a la Ley de Con­tratos de Integración, se sigue trabajan­do en el logro de su ap robación . UPA elaboró un borrador de alegaciones pre­sentado al Grupo Parlamentario Socia­lista, que será el inicio del trabajo que llevará a este grupo a presentar al Con­greso de los Diputados un Proyecto de Ley mucho más adaptado a lo que el sector necesita.

Las reivindicaciones se han canali­zado también con movilizaciones, tanto en 1998 como con la gran manifestación ce lebrada en Madrid en mayo de 1999.

Page 199: Anuario UPA 1999

ACCION SINDICAL DE UPA SECRETARÍAS

SECRETARÍA DE GANADERÍA

Unión Sectorial Cunícola: UPA denuncia el hundimiento de precios de la producción

La Unión Sectorial Cuníco la de UPA comenzó 1998 con una reunión en la

que se renovó la Comisión Gestora, eli­g iendo como coord inador a Juan Fer­nández Pérez; y se acordó inic iar una actividad de formación muy importante, con cursos desarroll ados por toda Es­paña, sobre la problemática de las ex­plotaciones cuníco las en mejora de la calidad , modernización de explotacio­nes, reproducción y procesos patológi­cos del conejo, impacto ambiental de las explotaciones cunícolas y patología di­gestiva en conejos.

Asimismo, durante todo 1998 la Unión Sectorial informó y denuncio ante la opi­nión pública que los precios medidos de los conejos no superaron las 250 pese­tas/kilo.

A princ ipios de año, el Ministerio de Ag ri c ultura anunc ió que publicaría un Real Decreto de ordenación del sector cuníco la, con la actualización de datos,

censos de explotaciones, regulación de condiciones sanitarias mínimas, etc. El borrador del mismo se envió a las orga­nizaciones agrarias , que a su vez reali­zaron las convenientes alegaciones , y

desde entonces no ha habido más avan­ces en este sentido.

UPA también pidió la constitución de una mesa consultiva a nive l nac ional, que pudiera realizar un estudio del sec-

Unión Sectorial Apícola: UPA exige una OCM y un plan de reordenación

En 1998, UPA partic ipó en todas las mesas convocadas por el MAPA y las

comunidades para el análisis y desarro­llo del Programa Apíco la Nac ional, así como los problemas que han encontra­do los beneficiarios y el análisis y mejo­ra del mismo. UPA participa también en la Comisión de Control de los programas de investigación que se contemplan en el Programa nacional, junto con el INIA.

Desde la Unión Sectori al, se ha ll e­vado a cabo una importante labor infor­mati va, mediante charl as, intervencio­nes en los medios de comunicación; así como la tramitación de los expedientes de todas las ayudas de las que pueden benefic iarse los productores apíco las. UPA ha presentado las pertinentes ale-

gaciones a las normativas que desarro­llan este programa (en este tema, a fi­nales de 1998 se presentaron las alega­ciones al programa de 1999).

Nuestra organización, dentro de esta labor sindical, ha denunciado una y otra vez que la apicultura adolece de una normativa que favorezca su manteni ­miento y desarrollo tanto a nive l estatal como comunitario. Reclamamos que es­ta actividad se debe integrar en las po­líticas comunitarias, ya que la Comisión Europea sigue sin considerar a la activi ­dad apícola como una ganadería de ple­no derecho en la UE.

Los Programas Nac ionales que se han puesto en marcha presentan serios problemas de apl icación, dada su com-

197

tor t acometer tareas de reestructuración y fomento del consumo, algo que tam­poco se ha realizado. Y por ultimo UPA, junto con el res to de organizac iones agrarias representativas de este sector, remitió al Ministerio los estatutos de la ln­terprofesión, que han sido devueltos porque no se ajustan a la normativa vi­gente, y en cuyo estudio jurídico para lo­grar su viabilidad estamos trabajando en 1999 .

También se reiteraron en 1998 las pe­tic iones de inc luir a la ganadería inten­siva, como es la cunicultura, en el Ré­gimen Especial Agrario de la Seguridad Social (REASS), en lugar de considerar­la una actividad industrial, como ocurre ahora. Esto perjudi ca a los ganaderos, que no tienen los benefic ios reales de una actividad industrial pero deben co­tizar como tales.

A juic io de UPA, la interp rofesional contribuiría a c larificar la situación y re­solver muchos de estos problemas, do­tando al sector de mayor transparencia productiva y comercial, y promocionan­do el consumo.

plejidad. Por ello, es necesari a una ver­dadera OCM para la supervivencia de la apic ul tura profes ional. Una OCM que debería contemplar compensaciones por las pérdidas de renta que soportan los apicultores al tener que competir en prec ios con mieles de terceros países, la extensión de las indemn izac iones compensatorias de montaña para las colmenas situadas en las zonas desfa­vorecidas, una prima de polinizac ión unificada en su importe a nive l europeo y corno ayuda directa, y por supuesto la aprobación inmediata de la normativa de reordenación, que incluya la creación de un registro apíco la en todas las Co­munidades Autónomas, con la ex isten­cia de un documento ágil y l1omologado en toda España para el traslado que evi­te los problemas actuales que sufren los trashumantes cuando se trasladan a de­terminadas comunidades autónomas.

Page 200: Anuario UPA 1999

ACCION SINDICAL DE UPA

DEPARTAMENTO DE FORMACIÓN

Fuerte impulso a la acción formativa U no de los objetivos básicos de la ac­

c ión sindical de UPA ha sido siem­pre la formación de los hombres y muje­res del medio rural. Durante 1998, este objetivo se ha visto reforzado de mane­ra sustancia[, tanto a través del plan plu­ri rreg ional que se desarrol la en colabo­ración con el Ministerio de Agricultura co­mo en las actuaciones enmarcadas en los prog ramas de la FORCEM.

Con el plan plurirregional del MAPA, hemos desarrollado en 1998 más de 400 actividades formativas, a través de jor­nadas, c ursos y seminarios; en los que han partlcfj5ado rñás de 13.000 ah:imnos y alumnas . Las actividades desarroll a­das han estado relacionadas con el sec­tor lácteo, la f iscalidad, la carne de va­cuno, regadíos, mejora en la gestión de explotaciones , diversificación de activi­dades, vino, Agenda 2000, modulación y cunicultura.

Por su parte, mediante convenios con la FORCEM se han desarro llado cursos para ag ri cultores y agricu ltoras en acti­vo, centrados en materi as como aso­ciacionismo agrario, gestión empresarial, técnicas ganaderas, técnicas agrícolas

ruAM~ _

~~;-,:!"; ---·-···~--- --

e informática. En estas actividades han participado unos 6.000 alumnos y alum­nas de toda España.

SUPLEMENTOS DE "LA

TIERR~' EN COLABORACIÓN

CONFORCEM

El programa de colaboración de UPA con la FORC EM ha incluido también en 1998 la edición y divulgación, a través de la revista LA TI ERRA, de una serie de su­plementos especiales sobre formación en el sectoragrarie, que se han Ido dis­tribuyendo durante todo el año.

La primera acción de este programa consistió en el envío de una encuesta, con el primer número de LA TI ERRA co­rrespondiente a 1998, para valorar las ne­cesidades de formación que tienen los agricultores y ganaderos españoles.

Asimismo, el 24 y 25 de marzo se ce­lebraron en Madrid unas Jornadas sobre "Difusión-Validación en Material de For­mación Continua", entre cuyos partic i­pantes cabe destacar la incorporación de 20 personas, elegidas entre las que habían respondido a la encuesta sobre formación. Fueron invitados represen­tantes tanto de la 'formación en el sector agrario como responsables del mismo en otros ámbitos, incluidos varios del MAPA.

........... _.~ ---·--·------· -·---

.... - .. ~-·-'"'· - - -

' --~

- ----

198

DEPARTAMENTO DE MUJER RURAL

Una acción sindical para la mujer rural

En febrero de 1998 quedó constitui­da la Comisión Gestor¡;¡ de las Mu­

jeres de UPA, según mandato de la Asamblea de Mujeres de la Organiza­ción celebrada en noviembre de 1997. La Gestora, integ rada por cinco re­presentantes de distintas provincias españolas, ha mantenido distintas reu­niones con responsables de la Comi­sión Ejecutiva Federal para tratar de defin ir un modelo organizativo en el cual las mujeres agricultoras y gana­deras de UPA puedan desarrollar la acción sindical oportuna.

En 1998, se ha participado en to­das aquellas convocatorias en las que UPA tiene presencia institucional (Co­misión Femenina del COPA, asisten­cia al Congreso Internacional del Em­pleo, realización de cursos ... ) y en nu­merosas mesas redondas.

Se ha realizado un esfuerzo espe­cial para crear una mayor sensibil idad hacia la problemática de la mujer ru­ral. Por ello, las resoluciones del IV Congreso Federal han dado un impul­so defin itivo para potenciar el papel de la mujer en el ámbito de la organiza­ción , situando a UPA a la vanguardia de las organizaciones agrarias.

Page 201: Anuario UPA 1999

ACCION SINDICAL DE UPA DEPAIT.AMINTOS

DEPARTAMENTO DE MEDIO AMBIENTE

Propuestas para evitar la privatización del agua UPA, junto con COAG,

las asoc iaciones de vecinos, determinadas asociaciones ecologistas, UGT, CCOO y ONG , for­malizaron en 1998 su no asistencia al Consejo Asesor de Medio Am­biente (CAMA), uh órga­no consultivo del Ministe­rio de Medio Ambiente, que fue creado en 1994.

El compromiso de no asistencia de los repre­sentantes de diferentes colectivos sociales en el Consejo se ofi­cializó a mediados de septiembre, me­diante el envío de una carta conjunta al Presidente del Gobierno, José María Az­nar, en la que todas las organizaciones firmantes denuhcian el incumplimiento de los compromisos contraídos por la 13ro¡:iia Ministra, Isabel Tocino, en cuan­to a reforzar el diálogo con el CAMA.

En la carta a Aznar se denunciaba, asimismo, que "estamos ante un Minis­terio bunkerizado frente a la sociedad, que contrasta con la permeabilidad que muestra ante las asociaciones em­presariales y los grupos de presión fo­restales, Industriales o hidroeléctricos, con los que sf mantiene una relación muy fluída".

Estrategias de conservación A lo largo de 1998, UPA participó ac­

tivamente en los grupos de trabajo des­tinados a elaborar la "Estrategia espa­ñ.ola para la conservación y el uso sos­tenible de la diversidad biológica" y la "Estrategia Forestal Española".

Dentro de los debates suscitados la Dirección General de Conservación de la Naturaleza constítuyó diversos grupos de trabaj0, entre ellos uno en el cual es­taban encuadrados los agentes socia­les y en el cual participó UPA. Estas Es­trategias han sido presentadas fina l­mente a principios de 1999.

Seminario

El sector agrario y las políticas del agua

Madrid. 3 de novlembno de 1998

El debate del agua Como ya ocurrió el año anterior, el de­

bate del agua tuvo en 1998 un protago­nismo destaeado, en gran medida por la falta de soluciones pollticas responsa­bles y razonables a la gestión de recur­sos, los regadíos, etc . Los términos de este debate se expusieron con claridad en el Seminario sobre el Sector Agrario y las Políticas del Agua, organizado por UPA en el mes de noviembre, en el que se analizaron las repercusiones que van a tener para el futuro del sector agrario español el Plan Nacional de Regadíos, el proyecto de reforma de la Ley de Aguas, el Plan Hidrológico Nacional o la propuesta de Directiva comunitaria so­bre aguas.

Todas las ponencias presentadas en el Seminario como los debates poste­riores pusieron de manifiesto la enorme y creciente preocupación que hay a to­dos los niveles en torno al problema del agua, cuya gravedad se acentúa por lo últimos proyectos legislativos lanzados desde el Gobierno español y la UE.

En re lación al Pian Nacional de Re­gadíos presentado por el Ministerio de Agricu ltura, UPA lo estima como Insu­ficiente para los objetivos de moderni­zación de la agricu ltura española, ya que el futuro de la ag ricu ltura y del de­sarrollo rural en muchas regiones de nuestro territorio se basa en la política

199

de regadíos que se diseñe y ejecute. UPA csnsidera que no se puede permitir una vinculación restrictiva de la futura polltica de re­gadíos con la refG>rma de la PAC derivada de la Agen­da 2000 y el objetivo de in­cremento de la competiti­vidad de las explotaciones agrarias para hacer frente a un mercado cada vez más liberalizado. Por este motivo UPA rechazó las li­mitaciones de cultivos

marcadas en el Avance del Plan. Por otra parte, UPA detecta falta de

voluntad política para ejecutar un Plan Nacional de Regadíos, ya que la pro­puesta de financiación con las CCAA originaría un desequilibrio importante en las inversiones. También se estima que la financiación por parte de los agricul­tores debe ser como máximo del 30 % en lo que respecta a mejoras de regadío y no del 50 % propuesto .

Ante el proyecto de reforma de la ley de a~Juas, UPA ha defendido que los as­pectos primordiales en los que se debe fundamentar la base legislativa de lapo­lítica de aguas en España, pasan por que la titu laridad pública del agua sea irrenunciable y la adminis tración del agua debe seguir correspondiendo a la Administración Pública en sus ámbitos de competencia.

La propuesta de celebración de con­tratos de cesión de derechos de uso del agua reviste tal gravedad e impacto ne­gativo para las explotaciones familiares que constituye motivo suticiente para que UPA rechace el conjunto del texto del ~royecto de reforma de la ley de aguas. Esta forma de privatización de la gesticSn conllevarla un encarecimiento significativo de los costes de producción y el enriquecimiento privado a través de la especulación con un bien de titulari­dad púb lica.

Page 202: Anuario UPA 1999

COBERTURA TOTAL

SISTEMAS AUTOMATICOS

Polígono La Mora • Calle 1, Pare. 13-1 • 4 7193 LA CISTERNIGA • (VALLADOLID) España Tel.: 34 (9) 83 - 40 18 96* • Fax: 34 (9) 83 - 40 18 97 • http://www.adenet.es/rkd.htm • e-mail: [email protected]

Page 203: Anuario UPA 1999

.AOCION SINDICAL DE UPA UNIONES TllllTOlUALIJS

UPA-Andalucía Un año especialmente intenso

Aunque la Producc ión Final Ag rari a en Andalucía fue

buena, el año 1998 estuvo sal­picado de acontec imientos preocupantes que, a juicio de UPA-A, llenan de incerti dum­bre los años venideros.

En Andalucía, el ini c io de año fue malo debido a las fuer­tes lluvias caídas que provo­caron inundaciones y perjudi­caron siembras y cosechas, lo que hizo que UPA-A tuviera que salir en defensa de agri­oultores y ganaderos, pidien­do medidas que pudieran ali ­viar su situación. Por el con­trari o los últimos meses de 1998 fueron extremadamente secos, lo cual ha provocado ya daños importantes .

Conviene repasar cual ha sido la activ idad de UPA-An­dalucía en defensa de los pe­queños y medianos ag riculto­res y ganaderos. Lógicamente en una comunidad como An­dalucía - primera región pro­d.uctora del mundo de ace ite de oliva- se vivió con una es­pecial intensidad la reforma de la OCM del ace ite. En es te sentido el esfuerzo de UPA-A *ue enorme. Ll evamos dos años luchando contra las pro­puestas existentes y en 1998, cuando el proceso entraba en su recta final, las acciones de UPA-A se intensificaron. Char­as y asambleas, reuniones en dist intos ámbitos, manifesta­ciones masivas en Jaén, Cór­doba y Madrid , huelga gene­ral en c ientos de pueblos ...

Desgraciadamente la OCM :;e aprobó finalmente con unos ·esultados totalmente contra­"ios a nuestros intereses . Un ~wpo insuficiente y la desapa­"ic ión del sistema de interven-

ción y de la ayuda al consumo, nos colocan en una si tuación comprometida, especialmente para el olivar de baja produc­ción y para los pequeños oli­vareros . Estas razones han si­do las que han llevado a UPA a presentar un recurso contra la Reforma ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea al entender que las disposicio­nes adoptadas atentan contra el Tratado de Roma y contra el Tratado de Maastricht.

Aunque en 1998 no todo fue aceite. UPA-A tuvo que di­versificar su acción sindical en numerosos frentes, entre los que cabe destacar las conse­cuencias de la ro tura de la pre­sa de las minas de Aznalcóllar enabril, que ocasionó la mayor catástrofe ecológica andaluza de los últimos años. Cientos de ag ricultores vieron sus tierras inundadas por el lodo tóx ico. Se abr ió entonces un comple­jo proceso de indemnizacio­nes, limpieza y compra de fin­cas, creación de un corredor verde ... en donde participó ac­tivamente UPA-A.

Problemas también para el sec tor ganadero , y más con­cretamente para el ovino-ca-

La defensa de los olivareros ha llevado a UPA a presentar un recurso contra

la Reforma de la OCM del Aceite ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea

En 1998 UPA Andalucía tuvo que

diversificar su. acción sindical Em

varios frentes, en.tre los destacan la.e;

consecuencias de· la rotura de la presa. de

las minas de Aznalcóllar

................. ! ....

pri no (con gran relevanc ia en Andalucía), ya que el descen­so acusado de los precios de la leche de cabra han coloca­do en una situación especial­mente d ifícil a c ien tos de ga­naderos. UPA-A ha pedido con urgencia un verdadero plan de choque para paliar una cris is que perdura en el tiempo.

También se ha prolongado de manera insostenible la cri­sis del porcino, con una baja­da de precios en ori gen que ha tenido su continuación en 1999. UPA-A organizó una se­rie de actos en d istin tas pro­vinc ias andaluzas y elaboró una tabla reivind icativa para tratar de paliar la crisis.

Pero dejando atrás proble­mas de sectores en concreto ( tamb ién podíamos hacer re­ferencia a frutas y hortalizas , cul t ivos her-báceos, vino , ta­baco ... ) tenemos que ci tar dos acontecimientos que han cau­sado un gran perjui cio.

En primer lugar, ha resulta­do muy negativo el incremen­to del precio de la tierra que se experimentó durante 1998, lle­gando en algunos casos a un

201

25/30%. UPA-A destacó que esto se debla a movimientos especulativos ajenos al sector y que grava especialmente a los pequeños productores, que se ven impos ibi litados a invert ir en una ampliación de su exp lotación.

Además UPA-A resaltó la parali zación experimentada desde el verano de 1998 del Real Decreto 204. Ello ha su­puesto un verdadero lastre pa­ra los agricultores y ganaderos andaluces, que han visto có­mo se detenían sus planes de mejora de las explotaciones o se paralizaban nuevos pro­yectos de incorporac ión a la actividad agraria. Por ello UPA­A exig ió a la Administrac ión central y a la autonómica un esfu erzo presupuestario.

En cuanto a la políti ca de aguas, UPA-A realizó en 1998 numersos estudios y organizó jornadas y debates en distin­tos lugares . Para UPA-A, los Planes de Cuenca aprobados recogen unos planteamientos muy heterogéneos y desfasa­dos; y el Plan Nacional de Re­gadíos nace con una escasa fi nanciación pública, con gra­ves prob lemas de co nsenso con las Comunidades Autóno­mas y con marginaciones gra­ves , caso de la que sufre el Genil-Cab ra. Si a ello suma­mos la falta de infraestructuras (¿para cuándo proyectos co­mo Arenoso, Melonares o La Breña 11 ?) podemos compren­der que la c ríti ca de nuestra organización haya sido espe­cialmente ácida.

Por último, hay que resaltar el importante esfuerzo realiza-_ do por UPA-A en el aspecto formativo. Cursos, jornadas y seminarios han inundado nuestros pueblos siempre con la idea existente de adaptar a agricultores y ganaderos a las necesidades de nuestros días.

Page 204: Anuario UPA 1999

ACCION SINDICAL DE UPA UNIONESTEBRITOBIALES

Unión de Campesinos Asturianos (UCA-UPA) La primera fuerza progresista del campo asturiano

E 1 año 1998 estuvo marca­do en el mundo agrario as­

turiano por la ce lebración de las primeras elecciones sindi­cales democráti cas, que con­sumieron por parte de nuestra Organización buena parte de nuestro tiempo y de los recur­sos económicos y humanos de los que disponemos.

La Unión de Campes inos Asturianos (UCA-UPA) afrontó las elecciones en las peores circunstancias posibles, por­que el Gobierno de la Comu­nidad Au tónoma, en manos del Partido Popular, utilizó to­dos los med ios a su alcance a favor de las candidaturas de ASAJA y SAC-COAG; a lo que se añadió un trato desigual en el reparto de ayudas y sub­venc iones de las Administra­c iones Púb licas, parcialmen­te paliadas por el apoyo de la estructura de UPA a nivel na-

UPA-Canarias

Como resultado de las primeras

elecciones sindicales en el

campo asturiano, UCA-UPA obtuvo

nueve vocales en la Cámara .Agraria

Provincial

clona! y de los compañeros de UGT, tanto en el ámbito regio­nal como nacional. A todo ello se sumó la optimizac ión del voto conservador, ya que los

dos sind icatos tradicionales , FAYGA y ASAJA, se presenta­ron en una lista conjunta, que ayudó a la victoria de la opción conservadora.

No obstante, y a pesar de las dificultades, UCA-UPA ob­tuvo unos resultados muy sa­tisfactori os, con un empate técnico en votos con ASAJA, porque tan sólo hubo una di­ferencia de 12 votos. En con­secuencia, en la Cámara Agra­ria Provincial de Asturias hay 9 vocales de UCA, otros tantos de ASAJA y 7 de COAG. Asi­mismo, la Vicepresidencia de la Cámara es para UPC-UPA.

En materia de formac ión, durante 1998 se consolidó la tendencia al incremento de la presencia de UCA-UPA en el sector impartiendo un número de cursos, Jornadas Técnicas y Seminarios muy estimable tanto en cantidad como por la calidad de los mismos, hasta llegar con actividades formati­vas a la práctica totalidad de los municipios rurales asturia­nos, afrontando necesidades formativas en los ámbitos de calidad de la leche, vacuno de carne, quesos artesanos,

En defensa de los sectores del archipiélago

UPA-Canarias es la organi­zación que defiende y re­

presenta los intereses de la ag ricultura familiar en los dis­tin tos sectores agrícolas y ga­naderos del archipiélago. En 1998, los aspectos sectoriales más destacados fueron: - Tomate: UPA-Canarias solicitó una ayuda compensatoria por pérdida de renta, dada la com­petencia de países terceros. - Plátano: UPA-Canarias solici­tó ante las autoridades euro­peas, nacionales, autonómi-

cas y locales aumentar la cuo­ta de 420 .000 a 504.000 tone­ladas, lo que signifi ca un au­mento del 20% sobre la actual.

Asimismo, se demandó que las ayudas compensatorias por pérdida de renta se cuan­tifiquen de forma bimestral, no con carácter anual, como se hace h.asta ahora, con un gra­ve perjuicio para las zonas más desfavorecidas.

También solic itamos ante las mismas autori dades sub­vencionar en la cuantía sufi-

202

ciente al transporte de las pro­ducciones canarias, para po­der competir con el resto de Europa, dada nuestra situa­ción geográfica.

Seguimos reclamando que se equi paren las subvencio­nes que reciben los productos de importación por medio del Régimen Específico de Abas­tecim iento (A.E. A.) en igual cuantía que a las produccio­nes locales.

Entre otras actividades que estamos llevando a cabo des-

ag roturismo, actividades arte­sanales, aspectos medioam­bientales , info rmáti ca, etc., contando en ocasiones con el apoyo del Ministerio de Agri­cultura, el Principado de Astu­rias y la FORCEM.

Asimismo, en el mes de agosto ce lebramos nuestra Fiesta Anual en Cangas del Narcea, significada una vez más por el éxito de concurren­c ia, acentuándose como ci ta ineludil.:l le par-a cuantos están directa o indirectamente rela­cionados con el sector.

En otro orden de cosas, UCA siguió prestando a sus afiliados todo tipo de servicios (jurídic0s, fi scales, de aseso­ramiento, seguros) con niveles de satisfacción creciente en­tre los afiliados. Este hecho está contribuyendo de mane­ra muy eficaz a que, a pesar de la pérdida de efectivos en el medio rural asturiano -como consecuencia de la reconver­sión brutal a la que está so­metido- , la Unión de Campe­sinos Asturianos mantenga, e incluso incremente, su núme­ro de afi liados y su estimación pública.

tacamos también la represen­tación de UPA en la Junta de Gobierno del Consejo Insular de Aguas de La Palma cen­trándonos en: -La consecución de un mayor incremento económico en los presupuestos del Consejo en los ejercicios de 1997, 1998 y i 999, que ha pasado de 230 millones en 1996 a 537 millo­nes en 1999 con un conside­rable incremento en las inver­siones para el agua de abas­tecimiento a la población y las subvenciones a la ag ricul tura (alumbramiento y ayudas a las mejora de regadío y ahorro de agua).

Page 205: Anuario UPA 1999

ACCION SINDICAL DE UPA UNIONES TEBBITORIALES

SDGM-UPA Cantabria En defensa del medio natural, patrimonio de los ganaderos E 1 balance de actividades

del Sindicato Democrático de Ganaderos Montañeses (SDGM)-UPA Cantabria incluye de manera destacada la pro­puesta a la Mesa Regional Agraria ¡¡iara que se considere órgano consultivo en todas las modificaciones urbanísticas de importancia que afecten al sue­lo rústico. A nuestro juicio, la Ley del Suelo, aprobada el 13 de abri l de 199!i!, no liberaliza sino <q ue limita los eerechos, constituyendo un estatuto más rígido en el que el suelo no ur­banizable, el medio natural y productivo cántabro, t iene la clasifü::aciórJ de protegido.

Poro otra parte, ante la posi­ble asignación de los derechos de bovino macho, individual­mente, por productor, y tenien­do en cuenta que Cantabria disponía únicamente, en las fe­chas del inicio de campaña, de aproximadamente 7.000 dere­chos, el SDGM organizó un ci-

- PGr otra parte, el Plan Hidro­lógico de La Palma, en fase de elaboración, donde venimos

articipando activamente pa­ra que el plan contemple una amecuada planificación hidro­lógica, normativa y de inver­siones. La ¡¡i lanifícación debe conseguir una distribución ;)quiiibrada del agua: zonas de Josta y de medlanfas y en to­ttas las vertientes de la Isla de _a Palma, es deci r, Red de ransporte a la cota 600 y co­a 1.000; inversiones para el al­iílacenamiento de agua en evi­aclón de su pérdida al mar o en invierno; que las nuevas ;aptaciones de agua se ha-

El SDGM denuncia que la Ley del Suelo

de 1998 no liberaliza, sino que limita los derechos, constituyendo un

estatuto más rígido para el suelo no

urbanizable

clo de charlas ganaderas, bajo el lema: 'Objetivo: 60.000 dere­chos Gle bovino macho en 1998 para Cantabria". Acusarnos pú­blicamente a la entonces Mi­nistra de Agricultura, Loyola de Palacio, de mentir a los gana-

UPA-Canarias solicitó una ayuda

compensatoria para el tomate, dada la competencia de

terceros países, y un aumento del 20% de

la cuota para el plátano

deros, por afirmar que pagarí­an únicamente el 59% de la "supertasa" cuando realmente se les liquidaba el 100%. Pusi­mos a disposición del ganade­ro que asf lo solicitara un abo­gado para recurrir.

Denunciamos ante la Con­sejerfa de Ganaderfa la parali­zación de ayudas al sector ga­nadero, sin posibilidad d1;) trá­mite de nuevos expedientes, y la tardanza en los pagos.

Tras la publicación en junio en el Boletín Oficial de Canta­bria de la Orden para acceder a primera instalación de agri­cu ltores jóvenes, nos encon­tramos con una clara discrimi­nación a los productores de carne y la mayoría Gle gana­deros de leche, por lo quema­nifestamos la necesidad de que el Gobierno Regional ins­trumentara l'luevos fondos.

Denunciamos el retraso in­justificado del MAPA en los pa­gos a ganaderos de Cantabria acogidos al Pian de abandono voluntario definitivo de la pro­ducción lechera del año 1 !393.

Rechazamos el Decreto de Modernización del sector lác­teo aprobado per el Gobierno,

gan desde la iniciativa pública del Censejo Insular de Ag uas para evitar la especu lación y garantizar el suministro para la agricu ltura y el abastecimien­to público.

En el ámbito de la repre­sentación se incluye también la presencia de UPA dentm de la asociación ADER (Asocia­ción para el Desarroll o Rural de la Isla de La Palma), cuyos objetivo es la gestión del Pro­grama LEADER 11 , donde se estan llevando a cabo Progra­mas de Innovación Rural : apo­yo técnico al desarrollo ru ral, formación profesional y ayu­das a la contratación, turismo

203

que pospone una verdadera reestructuración del sector.

Exigimos en la Mesa Regio­nal Agraria que se tramitara el Proyecto de Ley de Crédito Ex­t raordinario para la mejora y modernización del sector lác­teo, desbloqueando así la si­tuación de muchos ganaderos a los que se les habían cerra­do sistemáticamente las puer­tas para ayudas a inversiones.

Dentro de las act iv idades informativas, destaca el incre­mento de 3.500 a 13.000 ejem­plares del 'Boletín de Informa­ción Rural ', que edita la orga­nización; junto a la realización del programa de introducción de la te lemática en el medio rural. En el Programa de For­mación , durante 1998 se ll e­varon a cabo cursos sobre "Fiscalidad, Legislación y Ges­tión de Explotación', asT como varias Jornadas sobre Nuevas Tecnologías y cursos prácticos de 25 horas: inseminación ar­tificial, mamitis y ca lidad hi­giénica de la leche, etc. Por úl­timo, el 1 O de octubre se ce­lebró en Oreja la 1 Fiesta del Campo de Cantabria, que reu­nió a 2.000 ganaderos.

rural, pequeñas empresas, ar­tesanía y servicios, valoración y comercia lización de la pro­ducción agraria, conservación y mejora del medio ambiente y del entorno.

Dentro de la representación en el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vi­nos de La Palma, destaca nuestra preocupación e insis­tencia en el control de la ven­dimia, control de vinos de ca­lidad así como su promoción, tener un cuerpo administrati­vo capaz y suflciel'l te, defen­der nuestras variedades au­tóctonas, fomentar y desarro­llar bodegas.

Page 206: Anuario UPA 1999

ACCION SINDICAL DE UPA umo·ns TERBITOBIALES

UPA-Castilla-La Mancha En defensa de la modulación de las ayudas El porcino y el aceite de oli­

va fueron los dos sectores que han centrado la actividad reivindicativa de UPA en Cas­tilla-La Mancha durante 1998.

Para concienciar a la socie­dad castellano-manchega so­bre la situación del olivar, UPA Castilla-La Mancha emprendió un ciclo de asambleas y char­las informativas en diferentes pueb los olivareros. En estos días se demostró la fuerza de UPA Casti lla-La Mancha en un sector tan importante para la región como el del aceite . Cientos de olivareros y perso­nalidades de la actividad sin­dical y las instituciones se con­centraron el 1 O de marzo en Toledo para apoyar el olivar re­gional, repartiéndose en este acto 2.000 botellas de aceite. Participamos en la manifesta­ción del 18 de marzo ante el Ministerio de Ag ri cu ltura y en el paro general del 14 de ma­yo conseguimos cerrar lama­yoría de los pueblos olivareros de la región. Cuando la re for­ma estuvo aprobada y UPA in­terpuso recurso en contra an­te el Tribunal de Justicia de la UE, entregamos copias a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, institucio­nes y todo aquel que pudiera sentirse perjudicado invitán­doles a que se sumaran a no­sotros en la defensa del olivar.

El balance de actividades de UPA Castill a-La Mancha debe resaltar también las con­secuencias de la crisis del sector porcino, con unas pér­didas entre agosto y diciembre superaban los 4.000 millones de pesetas. Hay que añadir la aparición de varios brotes de

Peste Porcina Clásica, que tu­vieron paralizado el mercado europeo en meses anteriores y que una vez superados, per­mitieron a final de año lanzar al mercado stock almacenado. El 13 de noviembre UPA Castilia­La Mancha concentr en Tole-

A finales de año Castilla-La Mancha tenía su propuesta al Plan Nacional de Regad.Íos, en la que hemos participado, y a la que apoyamos porque contempla

las necesidades reales del futuro

do a ganaderos de toda la re­gión para entregar una tabla con sus reivindicaciones a la Delegación del Gobierno y la Consejería de Agricu ltura, pro­ceso que culminó con una ma­nifestación en Madrid el 17 de noviembre en la que UPA Cas­tilla-La Mancha movilizó a unos 400 ganaderos, ante la falta de medidas efectivas.

Con relación al vino esta­mos presentes en la Mesa Na­cional de la Viña y del Vino y tras ladamos nuestra preocu­pación sob re la situación de este sector al Príncipe de As­turias, aprovechando su visita

204

a Castilla-La Mancha, al presi­dente de la Junta de Comuni­dades y en varias reuniones a la Ministra de Agricultura.

La superficie sembrada de girasol en Castilla-La Mancha ascendía en la pasada cam­paña a más de 280.000 hectá­reas sie11do nuestra región una de las mayores productoras en España y en la que existe una importante industria alrededor de este producto. Frente a las amenazantes propuestas de la Agenda 2000 para la reforma de la PAC que ponen en peli­gro el futuro del girasol, UPA Castilla-La Mancha movilizó a cientos de agricultores en la proVlhcia de Cuenca. También en 1998 se creó la Mesa para la defensa del Girasol que ha desarrollado una campaña de sensibil ización social en la que estamos participando.

Durante 1998, por parte del Ministerio del Medio Ambiente se ha seguido ap licando una política de discriminación res­pecto a Casti lla-La Mancha en materia de agua. Desde UPA se ha realizado una campaña de sensibi lización, en la que destaca la partic ipación de agricu ltores en las jornadas sobre el Agua, la Agricultu ra y el Medio Ambiente en Casti­lla-La Mancha celebradas el 25 y 26 de marzo en Villarro­bledo, de donde surgió la ini­ciativa de crear la Unión por la Defensa del Agua en las cinco provincias de la región .

Por fin, a finales de año Castilla-La Mancha tenía su propuesta al Plan Nacional de Regadíos, en la que hemos participado, y a la que hemos apoyado porque contemp la las necesidades reales para encarar el futuro . Consegui­mos el comprom iso del Go­bierno Regional para defender que en la financiación de di­cho Plan, el agricultor pague

con carácter general como máximo un 25% frente al 50% que pretende el Ministerio y a que pague en el último tramo de realización de las Inversio­nes y no, como pretende el Mi­nisterio, que se pague por a,delantado. Asimismo le pedi­mos al Gobierno de Castilla-La Mancha que se esfuerce en conseg·uir un acuerdo en el que se contemple el 100% de los regadíos.

Los que más ayudas reci­ben en Casti lla-la Mancha, vi­ven fuera de esta Comunidad. Ante esta situación, el 2 de di­ciembre, UPA Casti lla-La Man­cha celebró unas jornadas so­bre el Futuro Gie las Ayudas Comunitarias y la Modu lación de las Ayudas, en Cuenc-a, en las que se analizó la necesi­dad de un modelo viable de modu lación.

Los días 16 y 17 de diciem­bre se celebraron en Toledo de las Primeras Jornadas Regio­nales Mujeres del Campo, donde se presentó el Estudio de las Necesidades de For­mación de las Mujeres Agro­rurales de Castilla-La Mancha realizado por UPA.

Entre los aspectos internos resalta la firma de un convenio entr\') UPA y Caja Casti lla-la Mancha por diez mi l millones de ptas. del que podrán bene­ficiarse todos nuestros afi lia­dos que deseen solicitar ayu­da económica cuando atravie­sen periodos de crisis. Destaca también la edición de la revista Tierra de Castilla-La Mancha' , cuyo primer número salió en octubre y que está in­tegrada en un Plan de Comu­nicación regional enfocado a la difusión de las actividades del sind icato. Por último, se­ñalamos la apertu ra de una nueva oficina en Villarrobledo, para atender a la Comarca de La Mancha.

Page 207: Anuario UPA 1999

ACCION SINDICAL DE UPA UNIONES TERRITORIALES

UPA-Castilla y León En vanguardia de la acción reivindicativa regional UPA-Casti lla y León se ha

convertido en la organi­zación agraria que ha tomado durante 1998 el mando de la acción reivindicativa de la re­gión, y es que ha sido la única que no se ha 'vendido' a los fa­vores de la Administración .

UPA-Castilla y León se ha situado en defensa de los

remolacheros y de ahí que hayamos

solicitado, incluso en Bruselas, la

ampliación de cupo a la cooperativa castellana Acor

El campo castellano y leo­nés en 1998 estuvo marcadG por dos temas fundamentales. El primero es la reestructu ra­ción del sector remolachero, que ha traldo consigo el cie­rre de las fábricas de Venta de Baños en Palencia y Veguell i­na en León. Respecto a los cambios oiue se han produci­do en este sector, UPA-Casti-11a y Leó!71 se ha situado cla­ramente en defensa de los in­ereses se los remolacheros y '.:le ahí que hayamos solicita­:lo ante todas las administra­:::iones e incluso en Bruselas a ampliación de cupo a la co-

operativa castellana Acor, por considerar que es la única ga­rantla para mantener la ' es­pañolidad ' de nuestro azúcar, y que en todo caso los cu lti­vadores puedan llevar su re­molacha a la fábrica donde li­bremente crean oportuno.

El segundo es el sector porcino, que puede conside­rarse como el otro gran y ne­gativo titu lar del sector agra­rio en Castil la y León en 1998. Además de la conoc ida crisis de precios que hemos pade­cido Castilla y León ha sufrido también la tan temida Peste P0rcina Clásica, y ante la que UPA exigiió medidas contun­dentes a la Administración después de denunc iar que fue una peste de 'diseño' de los grandes propietarios.

Nuestra organ izac ión se alineó desde el principio con los más indefensos, que en este caso han sido una vez más los pequeños producto­res y ha pedido responsabili­dades a la Admin istración por amparar y defender tan sólo los intereses mi llonarios de las integradoras.

De igual modo, UPA Casti­ll a y León ha vue lto a poner especial énfasis en reivindicar la mejora de las estructuras agrari as, así como so luciones para la incorporación de jóve­nes a la actividad agraria.

Los regadíos también han supuesto un punto de aten­ción prioritario, e incluso man­tuvimos distintos encierros, in­c lu ido uno en la Confedera­ción Hidr0gráfica del Duero, para pedir la puesta en mar­cha de los regadíos más ur­gentes y necesarios.

UPA-Comunidad Valenciana Apoyo a la interprofesional citrícola En la Comunidad Va len­

ciana , la Unión de Pe­queños Agricultores desarro­lló a lo largo de 1998 una se­rle de charlas informativas en más de cuarenta municipios, con un temario amplio, ha­ciendo hincapié sobre todo en los aspectosde mayor in­terés para los agricu ltores y ganaderos.

Desde esta Unión Territorial de UPA tenemos que desta­car la buena acogida que han tenido los cursos y jornadas llevados a cabo. Los temas seleccionados para estas ac­ciones formativas en la pro­vincia de Valencia fueron la re­conversión varietal de cítricos y la apicultura, mientras que en la provincia de Castel lón se centraron en citricu ltura , cunicultura, apicultura y ga­naderla.

En el sector de cítricos, he­mos coAtribuido y colaborado intensamente en el reconoci­miento oficial de la Interprofe­sional citríco la "Naranjas y mandarinas . INTERCITR US' , como interprofesional de ám­bito nacional. Durante el año 1988 se ha esta!Jlecido la In­dicación Protegida de Cltricos

Desde UPA­Comunidad

Valenciana hemo:s contribuido y colaborado

intensamente en 1el reconocimiento

oficial de la interprofesional

citrícola

Es necesario llenar de contenido

normativo y legal los Consejos Municipales

~rarios, como órganos con ordenanzas

reguladoras del medio rural

de Valencia y también se ha puesto en fu ncionamiento el contrato tipo, aunque en la re­alidad fa lta mucho para que se aplique al 100% de las ope­raciones de compra-venta.

En UPA-Comunidad Valen­ciana estamos convencisos, y cada día más, de que los agri­cu ltores y ganaderos necesi­tan servicios como los que presta nuestra organización; sobre todo en materia de for­mación e información .

.. ............... 1 ..

También es necesario ll e­nar de contenido normativo y legal los Consejos Municipa­les Agrarios , como órganos con ordenanzas regiu ladoras del medio rural, capaces de dar respuestas a las necesi­dades de infraestructuras agrarias, que permitan un de­sarrol lo sostenible como com­plemento de la modernización y adaptación de nuestras ex­plotaciones.

205

Page 208: Anuario UPA 1999

ACCION SmDICAL DE UPA UNIONES TEBRITORIALES

UPA Extremadura Líderes en el campo extremeño

Sin duda, 1998 marcó una antes y un después en la

historia del campo extremeño. Las elecciones a Cámaras Agrarias, celebradas en mayo, culminaron con Ja vlc1orla de UPA en la provincia de Bada­joz y consolidaron, pese a su juventud, el liderazgo de la Or­ganización en esta región. Los comicios ag rarios permitieron que agricultores y ganaderos elig ieran libremente a sus re­presentantes y lo hicieron con un alto Indice de partieipación. El resultado dio un fuerte res­paldo a UPA-Extremadura, que concurría a las urnas co­mo una organizac ión seria , profesional y sin fisuras Inter­nas; con una sólida trayectoria en defensa de los intereses de las explotaciones profesiona­les. Y los agricultores y gana­deros extremeños entendieron el mensaje.

Con esos resu ltados abor­damos con optimismo una nueva etapa de Ja organiza­ción extremeña en la que la re­giona l ización de las dos Se­cretarías provinciales ocuparía un lugar privilegiado en nues­tr9 plan de trabajo. A media­dos de año iniciamos los trá­mites administrativos corres­pondientes para convert ir la unificación en una realidad y diseñamos una intensa tarea organizativa de información y de contacto con agricu ltores y ganaderos por toda la región. Así surge la Gestora Regional, órgano transitorio de gestión hasta la ce lebración del Primer Congreso Regional, celebrado en mayo de 1999.

En el ámbito sectorial, ini­ciamos el año con los ojos puestos en el olivar, L,Jn sector

que factura en Extremadura 20.000 millones de pesetas anuales y genera cuatro millo­nes de jornales; de ahí la pre­ocupación y el rechazo de UPA ante la propuesta de la Comisión para su reforma.

En Extremadura, UPA aban­deró las mevil izaeiones contra la reforma y recog ió más de 50.000 firmas de adhesión en los diversos actos que prota­gonizamos a lo largo de tres meses de protestas . La cam­paña finalizó en mayo con un paro generalizado del sector en la región, que fue un éxito y estuvo respaldado por toda la sociedad extremeña.

El conflicto del maíz nos lle­vó de nuevo a las primeras pá­ginas de la actualidad regional al mostrar nuestra intención de endurecer las protestas enca­minadas a que se rectificase la Orden Ministerial por la que se reducía en 14.000 hectáreas la superficie extremeña. Desde la Plataforma en Defensa del Regadfo exigimos al Gobierno regional su intermediación en el conflicto que desde sus ini­cios suponía una clara discri­minación en Extremadura res­pecto a otras comunidades.

Las elecciones a Cámaras Agrarias culminaron con la victoria de UPA en

la provincia de Badajoz y

consolidaron, pese a su juventud, el

liderazgo de UPA en esta región

206

En 1998 creamos la Unión Sectorial de Frutas y Hortalizas, un sector de gran incidencia en la

economía extremeña por la mano de obra

que genera y el volumen

de ·facturación

Las reivindicaciones de los agricu ltores tuvieron como res­puesta una circular de carác­ter interno emitida por el MA­PA por la que se nacionaliza­ban los cupos a efectos de sobrepasamiento.

De la administración regio­nal también reclamamos insis­tentemente la colaboración de la Junta de Extremadura para la puesta en marcha del Plan de Reestructuración de los vi­ñedos extremeños afectados por la sequía entre los años 1994 y 1996. La propuesta de la organización incluía un plan de actuación sobre 11.000 hectáreas para recuperar los viñedos y dotarlos de unas es­tructuras más modernas.

En este ámbito, apagamos la euforia del Gobierno en tor­no a la reforma del vino y cri ti­camos el excesivo entusiasmo con que había sido acogida la propuesta de reforma del sec­tor. La organización apoyó con reserva dicha propuesta eh tanto que venía a mejorar la anterior, pero demandó una mayor dotación económica para medidas de promoción y

ayudas a la ren ta de los viti­cultores.

En el verano de 1998 crea­mos la Unión Sectorial de Fru­tas y Hortalizas, un sector de inagotable incidencia en la economía extremeña por la mano de obra que genera y el volumen de facturación . Pre­cisamente este sector fue une de los más afectados por la irregularidad de la climato lo­gía de 1998 que provocó gra­ves daños en las coseG.hªs de. frutas. UPA no tardó en so­licitar a la Junta de Extrema­dura una línea de créditos blandos con los que paliar los daños producidos.

Nl..lestra preocupación por las repercusiones de la Agen­da 2000 quedó patente en los numerosos seminarios, jorna­das y charlas informativas que impartimos a lo largo del año para mantener informa­dos a los agricultores y gana­deros de la marcha de las ne­gociaciones que se libraban en Bruselas.

La grave crisis del porcino nos llevó a manifestarnos en Madrid y no olvidamos otros sectores,como el de l arroz, para el que solicitamos su in­corporación a la Agricu ltura Integral.lo que permitiría me­jorar el nivel de renta de los agricultores.

Por su parte , AMURES (Asociación de la Mujer Rural y su Entorno Social), convocó a las mujeres rurales extreme­ñas a unas jornadas en las que debatieron aspectos re lacio­nados con las repercusiones en la Agenda 2000 y el desa­rro llo rural sostenible . La di­versificación de activ idad en áreas rurales despertó tam­bién el interés de este colecti­vo, al que la asociación infor­mó sobre las actividades que sirven de comp lemento a la renta agraria.

Page 209: Anuario UPA 1999

ACCION SINDICAL DE UPA UNIONES TERRITORIALES

Unións Agrarias (UPA-Galicia) Movilizaciones contra la supertasa

El balance de acción sindi­cal de Unións Agrarias du­

rante 1998 tuvo uno de sus acon tecimientos más signifi­cativss en los primeros meses del año, en relación con el sec­tor lácteo. Unións Agrarias or­ganizó el 20 de enero , junto con el SLG, una tractorada de rechazo a la supertasa láctea . No faltaron los golpes y las de­tenciones por parte de fuerzas de seguridad, en una protes­ta autorizada legalmente y en la que participaron miles de ganaderos. Unas semanas <después, más de 10.000 ga­naderos gallegos y unos 8.000 tractores salieron a la calle los dlas 6 y 7 ele marzo para mos­trar de nuevo su rechazo a la aplicación d.e la multa por ex­ceder la cuota láctea.

Cientos de ganaderos se desplazaron hasta Madrid el ~O de mayo convocados por Unións Agrarias y UPA, bajo el lema 'El campo es vida', en un acto convocado para protestar por las propuestas que se ma­nejaban en esas fechas en tor­no a la Agenda 2000.

Asimismo, Unións Agrarias mostró su disconform1das con la retirada de cantidades de la asignación provisional de cuo­ta láctea practicada a algunos productores por el Instituto Lácteo Gandeiro de Galicia , ILGGA, cuando muchos de ellos la estaban util izando por tener ya su cantidad de re­ferencia agotada.

En el sector del vacuno de carne, la Mesa de la Carne -en la que está representada Unións Agrarias- denunció la propuesta de la Comisión Eu­ropea de reducir los precios cie la carne un 30%.

Más de 10.00.0 ganaderos gallegos y unos 8.000 tractores

salieron a la calle los días 6 y 7 de

marzo para mostrar su rechazo a la aplicación de la

multa por exceder la cuota láctea

Unións Agrarias exigió el cierre de fronteras con Portu­gal por los casos de 'vacas lo­cas' en el país vecino, petición que las autoridades españolas escucharon, pero que implicó que desde Portugal se vertie­ran acusaciones sin funda­mento sobre la supuesta mala calidad de la leche gal lega.

Unións Agrarias criticó el nuevo plan de jubilación anti­cipada de la Xunta de Gallcia para los ganaderos, por la in­seguridad jurldlca que genera y la imposibi lidad de incorpo­ración de los jóvenes a las ex­plotaciones, puesto que se obliga a una transferencia 'sin producción' .

En el caso del porcino, el in­cremento de la producción, la competencia extranjera y la cri sis rusa provocaron que, a partir de junio, se produjese una alarmante calda de los precios, que se situaron por

debajo de los costes de pro­ducción. Por ello, Unións Agra­rias puso en marcha una cam­paña de sensibi lización y mo­vi lización. Muestra de ello fue la manifestación del 17 de no­viembre en Madrid para exigir medidas de urgencia para el sector, que contó con la pre­sencia de cientos de ganade­ros gallegos.

En el sector avícola, más de setecientos productores de pollos se manifestaron el 1 O de marzo en A Coruña convoca­dos por Acriaga-Unións Agra­rias, con el fin de reclamar la aprobación de una Ley de Contratos de Integración y exi­gir la fijación de un precio ba­se por la crianza de cada po­llo, movilización que también se produjo en otros puntos del Estado. Hubo numerosos en­cuentros a lo largo del ario de Acriaga con representantes del MAPA y de la Secretarla de Estado de la Seguridad Social, para elaborar una Ley de Inte­gración para el sector y la consideración de trabajadores por cuenta ajena en el REASS de los productores de aves . Las mismas peticiones se pu­dieron escuchar en las 1 Xor­nadas de Avicultura en Galicia organizadas por Acriaga­Unlóns Agrarias el 1 O de octu­bre en Sil leda (Pontevedra).

En el sector vitivinícola, Ma­nuel· Vázquez y Pedro Gonzá­lez lrago, Presidente del grupo Arnoia y Gerente de Bodegas la Patena-Fih de Sig lo respec­tivamente, fueron condenados cada uno a dos años, cuatro meses y un día por delito de falsedad y a un año más de prisión por estafa, después de la denuncia realizada por

207

Unións Agrarias por la detec­ción de contraetiquetas falsas, aunque resu ltaron absueltos del delito contra la Hacienda Pública. La audiencia de Ou­rense, eludió, no obstante, res­ponsabilidades civi les o in­demnizaciones en este caso . Unións Agrarias presentó re­curso contra esta sentencia y exigió indemnizaciones para los viticultores del Ribeiro.

El Consello Regulador de la Denominación de Origen Ri­beiro creó en junio comisiones de trabajo para llevar a cabo proyectos de promoción y contro l de la cosecha, impli­cando a todos los sectores re­presentantes en el pleno.

En julio, Unións Agrarias calculó que los viticultores ga­llegos perderían durante 1998 alrededor de 3.000 mi llones de pesetas debido a las adversas y atípicas condiciones meteo­rológicas de los últimos años. Unións Agrari as solicitó a la Xunta y al Gobierno centra l ayudas para los product0res afectados , puesto que las pó­lizas de los seguros agrarios no cubren ciertos riesgos que fueron precisamente los cau­santes GJe las pérdidas de 1998. Por este motivo , el sin­dicato solicitó la revisión de las condiciones de las pólizas de seguro.

El Tribunal Superior de Xus­tiza de Galicia estimó la de­manda interpuesta por Unións Agrarias contra la aprobación provisional de la campaña 1994-95 en O Ribeiro, aproba­da por el Consejo Regulador de la O.O. "sin con tar con la declaración de cosecha de los viticu ltores" . Dado que poste­riormente el TSXG consideró válida la aprobación de cose­cha, UUAA anunció que sus servicios jurídicos estudiarlan la viabilidad de un recurso de casación .

Page 210: Anuario UPA 1999

ACCION SmDICAL DE UPA UNIONESTEBBITORIALES

UPA-Murcia Alternativa para las explotaciones familiares La Unión de Pequeños Agri­

cultores de Murcia ha con­solidado en las urnas su alter­nativa de sindicalismo agrario para la defensa de los intere­ses de las explotaciones agrf­colas y ganaderas de esta Co­munidad Autónoma.

En las elecciones a la Cá­mara Agraria celebradas el 29 de noviembre de 1998, UPA Murcia recib ió el 12% de los votos , que suponen tres re­presentantes en la Cámara Agraria. Con estos resultados, UPA Murcia confirma su mo-

UPA-Navarra

delo de organización joven, comprometida con el futuro del campo murciano para me­jorar la situación de las explo­taciones fami liares ag rarias, facilitar la incorporación de los jóvenes al campo y tratar de asegurar un futuro digno a las nuevas generaciones en el medio ru ral.

De igual modo, UPA Murcia trabaja a diario para ser la or­ganización con mayor repre­sentación directa en tGdos los foros de interlocución y nego­ciación del sector agrario .

El respaldo de las urnas

E 1 año 1998 será recordado como el año más impor­

tante en la joven experiencia de UPA-Navarra. La trascen­dente c ita que teníamos con las urnas en el mes de diciem­bre, se saldó con un balance positivo, a pesar de nuestra re­ciente imp lantación definitiva en Navarra, ya que partíamos con una enorme desventaja frente a dos organizaciones plenamente instaladas y orga­nizadas en nuestra Comuni­dad Autónoma.

Y ahí es tuvimos, con una idea c lara, la defensa del ag ri­cu ltor y ganadero profesional dentro del máximo respeto a nuestras insti tuciones forales y a nuestra identidad prop ia co­mo autonomía . Al final nos quedamos a menos de un punto del porcentaje necesa­rio según la ley para alcanzar la 'representatividad' en la Cá­mara Agraria Provinc ial. Pero

nuestros resultados fueron se­ñal inequívoca de que el men­saje de UPA Navarra había ca­lado hondo en el sentir del campo navarro , a través de una candidatura joven, eficaz y diversificada por secto res, cuyos miembros están llevan­do a cabo una labor funda­mental para la conso lidación de nuestra organización.

Pero, además de este hito tan importante en nuestra re­ciente historia en Navarra, an­tes, durante y después de las elecciones se ha seguido de­sarrol lando nuestra acción sin­dical. Hemos partic ipado en todos los foros de importancia para la agricultura y ganadería de la Comunidad Foral: Mesas de homologación de contratos de hortal izas (espárrago, to­mate, etc.), Comisión Territorial de Seguros Agrarios de Nava­rra y Comisión del Medio Am­biente. Igualmente seguimos

208

En las elecciones a la Cámara Agraria, UPA Murcia obtuvo tres repreientantes y confirmó, con el

respaldo de las urnas, su modelo de organización joven, comprometida con

el futuro

trabajando en el sector avíco­la, co laborando con la Plata­forma Avícola Estatal , así co­mo en la Junta Ejecutiva de la 1 nterprofesional de Forrajes Deshidratados.

De forma cotidiana se han atend ido numerosos proble­mas y consultas, sobre todo

UPA-Navarra acudió a las elecciones con una idea clara: la

defensa del agricultor y

ganadero profesional; y para ello contó con una

candidatura joven y representativa

Un compromiso que justi fi­ca el hecho de que UPA Mur­c ia sea la organización que más y mejores servicios pres­ta a sus afil iados en la región: servic ios jurídicos, fiscales, en relación con los seguros agra­rios y con otras actividades.

Igualmente, la Unión de Pe­queños Agricultores de Murcia es la organización que más se preocupa por la formación de los hombres y mujeres de l campo m.urciaQQ. Y pª ra c;um­plir este objetivo, UPA Murc ia es la organización que desa­rrolla mayor número de cursos, seminarios , etc. sobre los te­mas de mayor interés para los verdaderos agricultores y ga­naderos: los titulares de las ex­plotaciones familiares .

del sector hortofrutícola y de todos los sectores ganaderos. Entre ellos, destaca la grave crisis que su fre el sector del porcino, que ha llevado a la desapari ción de numerosas explotaciones fam il iares en nuestra provincia. El servic io de atención al afil iado se está desarro llando con mucha de­manda de servic ios como son las tramitaciones de primeras instalaciones de jóvenes agri­cu ltores, planes de mejora, so­licitudes de subvenciones, matriculaciones de maqu ina­ri a, proyectos de naves agrf­co las y ganaderas, contabi li­dades, y todo tipo de gestio­nes administrativas.

Otro punto importante en nuestra actividad durante 1998 ha la campaña informati­va sobre nuestra propuesta de modulación de las ayudas de la PAC, a través de charlas y asambleas, para concluir con nuestra comparecencia ante la Comisión de Agricu ltura y Ga­nadería del ParlamentQ Foral de Navarra.

Page 211: Anuario UPA 1999

ACCION SmDICAL DE UPA UNIONES TERBITORIALES

UPA-La Rioja Con la mirada puesta en las elecciones a la Cámara Agraria

La acción sindical de UPA­La Rioja durante 1998 se

desarrolló con la mirada pues­ta en la convocatoria de las elecciones a la Cámara Agra­ri a, que se ce leb raron en fe­brero de 1999, y en las que UPA obtuvo dos vocales.

En el balance anual sobre­sale la pasividad de las Admi­nistraciones en la transferencia de derechos de rep lantación de viñedo , que ha dejado a más de la mitad de los viticul­tores riojanos sin saber cuál es el resultado de sus solicitudes, presentadas desde el año an­terior. UPA- La Rioja elevó un centenar de contenc ioso-ad­ministrativos en defensa de los derechos legítimamente ad­quiridos.

La Administración regional sigue sin reconocer que los cursos del Fondo Social Euro­peo que imparten las OPAs sir­ven para incorporación dejó­venes, con materi as específi­cas que se adaptan a la realidad del agricultor y gana­dero, y fuera de su horario de trabajo. Mientras tanto, jóvenes de la Sierra eran obligados a bajar a Haro, para realizar cur­sos de incorporación en hora­rio de funcionario, sin tocar na­da de la actividad ganadera.

UPA-La Rioj a fu e disc rim i­nada por la Consejería de Agri­cu ltura en el reparto de Patri­monio Sindical, lo que originó la presentación de los corres­pondientes recursos.

UPA-La Rioja ha conseg ui­do un c recimiento afi liativo ba­sado en la acción sindical, la formac ión y los servic ios. Así,

UPA-La Rioja ha conseguido un

importante crecimiento

afiliativo, basado en la acción sindical, la

formación y los servicios a

agricultores y ganaderos

a través de la Cooperativa de Servicios 'Valles de La Rioja' se presta atención técnica en fru­ticul tu ra y viticultura. UPA-La Rioja y la Cooperativa han sido las organizaciones que más acciones formativas han real i­zado en la Comunidad.

A través del proyecto Lea­der 11 se ha completado la for­mación en artesanías y se ha presentado un proyecto para la creación de una marca de ga­rantía 'Carne de las Sierras de La Rioja' en vacuno extensivo.

UPA ha realizado intercam­bios con Unións Agrari as (UPA-Galicia), con visitas mu­tuas de viticultores de Rías Bai­xas y Rioja, y una visi ta con­junta a la región vi tivinícola de Baden en Alemania. En co la­borac ión con UPA-Castilla y León, se visitaron las Denomi­naciones de Origen de Rueda, Ribera de Duero y Cigales.

... " "' o ..1

"

5 KILOS DE CEREZAS PARA ELABORAR

1 BOTELLA DE AGUARDIENTE.

V alle del Jerlte.

Primer Aguardiente y

Licor de Cerezas

en España. Productos

únicos, genuinos,

naturales, elaborados

en un 100% con Cerezas

del Tipo Picota, propia

de nuestro valle.

Materia prima que para

sí quisieran en la Selva

Negra Alemana.

Pruébelos. Descubra su

sabor profundo e intenso

retrogusto. Y usted

también dirá:

"Estos Sí son

de Fruta''.

"" Agz_tardiente de

Cereza ºº'ºº'

Agrupación de Cooperativas Valle del jerte. Ctra. Na!. 110 Km. 381 Tel. (927) 47 63 70 · 10614 Valdasti llas (Cáceres)

Page 212: Anuario UPA 1999

LEGISLACION NACIONAL 1998

rrero SEGURIDAD SOCIAL AGRARIA. Re­

al Decreto 4/1998, de 9 de enero de

1998, por el que se fijó la revalori­

zación de las pensiones del siste­

ma de la Seguridad Social para

1998. El tipo de cotización en el Ré­

gimen Especial de la Seguridad So-

ferencia para el año 1998, que fija

el Instituto Nacional de Estadistica

tomando como base datos de di­

versos sectores económicos y que

se uti liza para el acceso a créditos

destinados a modernizar las explo­

taciones. (BOE 28-2-98).

cia I Agraria durante 1998 fue del AYUDAS. Una Orden del MAPA de

·t 1.5% para los trabajadores por 11 de marzo prorrogó la presenta-

cuenta ajena y del 18, 75% para los ción de solicitudes de indemniza-

trabajadores por cuenta propia.

(BOE 10-1-98).

AYUDAS. Orden del 19 de enero de

1998 por la que se fijó el importe de

las ayudas destinadas a fomentar

el cese anticipado en la actividad

agraria para 1998. Coexistieron tres

planes de jubilac ión anticipada,

con importes distintos. La actuali­

zación fue del 2, 1 % . En el caso de

transmisión. de exp lotaciones de

vacuno de leche, con objeto de que

la cuota lechera pasara a jóvenes

agricultores a través de la Reserva

Nacional, el importe de la prima fue

de 16.267, pero se actualizó aña­

diéndole una cantidad que se ob­

tenía multiplicando 87.500 ptas por

el número de vacas lecheras, cu­

ya cuota se transfería dividiendo el

resultado por el número de hectá­

reas tope y por el número de años

que le faltaran al cedente para

cumplir 70 años en el momento de

la cesión . (BOE 28- 1-98).

17 4/98, de 16 de febrero de 1998,

por el que se estableció el marco

normativo para repartir las cantida­

des de referencia acumuladas du­

rante varios años en la Reserva Na­

cional Lechera. (BOE 17-2-98).

RENTA. Orden del MAPA de 19 de

febrero de 1998, por la que se fijó

en 2.887.061 pesetas la renta de re-

c ión compensatoria básica corres­

pondiente a 1998 (BOE 13-3-98).

CHACOLÍ DE BIZKAIA. Orden del

MAPA de 24 de febrero de 1998

por la que se ratificó la modificación

del Reglamento de la Denomina­

ción de Origen "Chacolí de Bizkaia­

Bizkaiko Txakoli na" y de su Con­

sejo Regulador (BOE 10-3-98 ).

ORGANIZACIONES AGRARIAS. Co­

munidad de Extremadura. Ley

12/1997 de 23 de diciembre de las

Elecciones al Campo (BOE 6-3-98).

Programas de fo rmación. Orden

del 3 de marzo de 1998 por la que

se establecieron las bases regula­

doras de las ayudas para progra­

mas p lurirregionales de formación

dirigidos a los profesionales del

sector agroalimentarío y del mundo

rural (BOE 6-3-98).

AYUDAS A LOS FORRAJES. Una Or­

den del MAPA de 24 de febrero de

1998 establecía los dispositivos de

aplicación del rég imen de ayudas

en el sector de forrajes desecados

en la campaña de comercialización

1998/99 (BOE 3-3-98) .

Variedades comerciales de plan­

tas. Sendas Ordenes del MAPA de

12 de marzo de 1998 disponfaN la

inscripción de variedades de trigo

duro "Ray gran inglés" y maíz en

la lista de variedades comerciales

(BOE 31-3-98).

SEGURO DE INCENDIOS. Resolu­

ción del 23 de febrero de 1998 de

210

la Dirección General de Seguros

por la que se publicaron las Condi­

ciones Especiales y las tarifas de

Primas de Seguro de Incendio y

Daños Excepcionales por Inunda­

ción en Paja de Cereales de invier­

no Comprendido en el Plan de Se­

guros Agrarios Combinados para el

ejercic io de 1998 (BOE 25-3-98) .

del MAPA de 3 de abri l de 1998 por

la que se adaptó el Reglamento CE

2502/97, por el que se fijaban las

primas a percibir por sacri fic ios de

terneros . Estas primas quedaban

asl:

- 75 ecus por animal, para los ani­

males sacrificados hasta el 3 1 de

enero de 1997.

- 60 ecus por animal, para los ani­

males sacrificados entre el 1 de fe­

brero y el 13 de abril de 1997.

- 50 ecus por animal, para los ani­

males sacrificados entre el 14 de

abril y el 1 de diciembre de 1997.

- 45 ecus por animal, para aquéllos

sacrificados después del 1 de di­

ciembre de 1997.

No obstante, estos importes se in­

crementaban en los siguientes su­

puestos:

En el caso de los animales sacrifi­

cados entre el 20 de enero y el 13

de abri l de 1997:

- 1 O ecus por canal de un peso no

superior a 110 kilos.

- 5 ecus por canal de un peso su­

perior a 110 ki los, hasta 120 kilos.

En el caso de los animales sacrifi­

cados entre el 14 de abril y el 30 de

junio de 1997:

- 30 ecus por canal de un peso no

superior a 11 O ki los.

- 15 ecus por canal de un peso su­

perior a 110 Kilos, hasta 120 ki los.

En el caso de los animales sacrifi­

cados entre el 1 de julio y el 1 de di­

ciembre de 1997:

- 15 ecus por canal en un peso no

superior a 110 ki los.

- 7,5 ecus por canal de un peso su-

perior a 11 O kilos, hasta 120 kilos.

En el caso de los anímales sacrifi­

cados después del 1 de diciembre

de 1997:

- 30 ecus para canales de un peso

igual o inferior a 110 ki los.

- 15 ecus para canales de un peso

superior a 11 O ki los, pero inferior a

120 kilos.

- 5 ecus para canales de un peso

superior a 120 kilos correspon­

dientes a animales sacrificados en­

tre el 1 y el 31 de dic iembre de

1997.

No se abonaron primas para ani­

males sacrificados después del 30

de noviembre de 1998. El tipo de

conversión ap licado a los impor­

tes mencionados fue el vigente el

primer día laborable del mes inme­

diatamente anterior a aquél en que

el animal fue sacrificado. (BOE 16-

4-98).

INUNDACIONES. Real Decreto-Ley

2/1998 de la Jefatura del Estado, de

17 de abril, por la que se estable­

cían medidas urgentes para repa­

rar los daños causados por laE

inundaciones y temporales acaeci­

dos entre noviembre de 1997 y fe­

brero de 1998. (BOE 18-4-98).

HERBÁCEOS. Orden del MAPA de

21 de abril de 1998, por la que SE

vuelve a determinar los rendimien·

los medíos españoles: rendimientc

de cereal en secano, 2,2 Tm/Ha

rendimiento del maíz en regadío

6,5 Tm/Ha; rendimiento de otros ce

reales en regadío, 3,3 Tm/Ha; y ren

dimiento medio de cereales en re

gadfo, incluido el maíz, 4,6 Tm/Ha

(BOE 24-4-98).

PATATA. Real Decreto 617/98, qw

estableció medidas de apoyo a la!

agrupaciones de productores d1

patatas no fecu leras.

Las agrupaciones de productore:

de patatas de consumo podrán re

cibir ayudas anuales hasta el 200

para financiar acciones con objet:

vos concretados por el MAPA (BOi

29-4-98).

Page 213: Anuario UPA 1999

para las campañas 1999/2000 y si- otras disposiciones sobre las con-

guientes, la normativa del régimen diciones de las explotaciones de

de apoyo a los productores de tri- producción , y la necesidad de su

go duro en España. (BOE 24-6-98). homologación y control por las au-

APICULTURA. Orden del MAPA por toridades competentes, lo que obli-

la que se establecen ayudas a la gaba a un importante esfuerzo de

apicultura en el marco del Progra- endeudamiento por parte del sec-

ma Nacional Anual , con la que se

transcriben a la leg islación espa­

ñola los programas comunitarios.

(BOE 8-5-98) .

ALIMENTACIÓN ANIMAL. Orden del

MAPA 6 de mayo de 1998 por la

que se modificó el anexo de la Or­

den de 23 de marzo de 1998, por la

que se dictaron normas relativas a

los aditivos en la alimentación de

Los animales. (BOE 9-5-98).

PRODUCTORES DE SEMILLAS. Re­

solución de 30 de abril de 1998, de

la Dirección General de Produccio-

1es y Mercados Agrícolas , por la

:;iue se concedieron nuevos títu los

je productores de semillas con ca­

·ácter provisional y prórrogas a dis­

intas entidades. (BOE 15-5-98).

ITunio JESARROLLO RURAL. Orden del

vlAPA de 21 de mayo de 1998, por

3 que se regulaba la aportación de

3 Administración General del Esta­

la destinada a cofinanciar los pro­

¡ ramas comarcales de desarrollo

ural acogidos al programa opera­

ivo PRODER y a la iniciativa co­

nunitaria LEADER 11. (BOE 9-6-98).

NUNDACIONES. MEDIDAS. Una Or­

len del MAPA de 17 de junio de

998 completaba la normativa pa­

~ el desarrollo del RO Ley 24/1997,

e 12 de diciembre, por la que se

doptaban medidas urgentes para

3parar los daños causados por las

1undaciones y temporales de vien­

l del 5 y 6 de noviembre de 1997.

30E 20-06-98).

MODERNIZACIÓN DEL SECTOR LÁCTEO. Real Decreto 1486/1998,

de 1 O de julio , que establecía el

programa de modernización y me­

jora de la competitividad del sector

lácteo, con los siguientes elemen­

tos básicos:

- Creación de un Fondo Nacional

coordinado de cuotas lácteas, den­

tro de la Reserva Nacional.

- Liberación de cantidades de re­

ferencia que permitan constituir el

Fondo y alimentar la Reserva Na­

cional .

- Asignación de las cantidades de

la Reserva Nacional.

- Ordenación de la estructura de la

recogida de la leche.

- Adecuación de mecanismos que

propicien una aplicación más equi­

tativa de la tasa suplementaria .

- Codificación y adaptación de los

instrumentos de flexibilidad del ré­

gimen de cuotas , transferencias ,

cesiones y trasvases.

Estos elementos se complementan

con medidas destinadas a fomen­

tar el cese antícípado de la activi­

dad agraria y acciones para la me­

jora integral de las explotaciones y

compradores de leche con espe­

cial atención de la mejora de la ca­

lidad de la leche. (BOE 11-7-98).

l:ECHE. Real Decreto 1563/1998, de

17 de julio, que establecía medidas

para la mejora integral de las

explotaciones de producción y en

relación con los compradores de

leche.

Esta norma se derivaba de la en-

tor, tanto compradores como pro­

ductores. En este sentido, el Real

Decreto de modernización y mejo­

ra de competitividad del sector lác­

teo preveia , entre otras medidas,

una línea de apoyo a la mejora in­

tegral de las explotaciones dentro

de las cuales, por razones de opor­

tunidad y atendiendo a las deman­

das del propio sector, se estable­

cía un marco general de ayudas,

que podía completarse económi­

camente con las aportaciones de

las Comunidades Autónomas.

(BOE 1-8-98).

PLANES DE CUENCA. Real Decreto

1664/1998, de 24 de julio, por el

que se aprueban los planes. hidro­

lógicos de cuenca . (BOE 11 -8-98) .

Septiemb1~e INDEMNIZACIÓN POR ABANíDONO DE PRODUCCIÓN LÁCTEA. REial De­

creto 1931 /1998, de 11 de septiem­

bre, por el que se amplía el plazo de

presentación de las solicitudes de

indemnización por abandono de la

producción láctea para el p1eriodo

1998/1999. (BOE 12-9-98).

AGRICULTURA ECOLÓGICA. Orden

de 16 de septiembre de 1998, por

la que se ratificó el Decreto

102/1996, de 7 de octubre, por el

que se regula la producción agra­

ria ecológica y se crea el Consejo

Regulador de la Agricultura Ecoló­

gica de Cantabria. (BOE 25-9-98) .

CUOTAS DE AZÚCAR. Orden de l

MAPA de 25 de septiembre de

1998 por la que se asignaban cuo-

!rada en vigor, el 1 de enero de tas de azúcar, que quedaban de la

de comercialización azucarera

1998/1999 a la empresa "Azucare­

ra Ebro Agrícolas, SA" una cuota de

774.074 toneladas expresadas en

cantidades equivalentes de azúcar

blanco. con la siguiente distribu­

ción:

Azúcar A: 742.911 Tm.

Azúcar B: 31 .163 Tm.

A partir de la campaña 1998/1999

desaparecen las cuotas de "Ebro

Agrícolas Cla de Alimentación SA"

y de "Sociedad General Azucare­

ra de España, SA". (BOE 29-9-98).

Octubre ESE ANTICIPADO. El Real Decreto

2286/1998, de 23 de octubre , mo­

dificaba el Real Decreto 1695/1995

de 20 de octubre, por el que se es­

tablecía un régimen de ayudas

destinado a fomentar el cese anti­

cipado en la actividad agraria. Las

modificaciones se centraban en

dos artículos. En concreto, el nue­

vo texto del artícu lo 4 establece

que, para poder percibir las ayudas

que se fijan en el artículo 1 O -el otro

artículo modificado-, los cedentes

tendrán que haber cumplido 60

años sin haber llegado a los 65 en

el momento del cese. Se establece

una excepción para los titu lares de

explotacíones de vacuno de leche

con la cantidad de referencia, que

podrán jubilarse a partir de los 55

años, con la condición de que

transfieran su cantidad de referen­

cia a la reserva nacional de cuotas

lácteas y lo soliciten en el plazo de

dos meses a partir de la concesión

de la indemnización por abando­

no de la producción. Asimismo. se

establece que, en ningún caso, el

importe máximo de la prima por be­

neficiario puede ser superior a la

cuantía resultante de multiplicar la

superficie agrícola utilizada de la

explotación, expresada en hectá­

reas, por 47.500 pesetas.

RIGO DURO. Orden del MAPA de

:;¡de junio de 1998 que regulaba,

1998, de las exigencias relativas a

la calidad higiénica de la leche y

siguiente forma: ANIMALES BOVINOS. Real Decreto

- Se asigna a partir de la campaña 1980/1998, de 18 de septiembre,

211

Page 214: Anuario UPA 1999

por el que se establecía un sistema

de identificación y reg istro de los

animales bovinos. (BOE 23/10/98).

Seguros agrarios. Orden de 23 de

octubre de 1998 por la que se es­

tablecla el Registro de Tomadores

para la con tratación colectiva de

los seguros agrarios combinados.

(BOE 28-10-98).

oviembre VACAS NODRIZAS. Una Resolución

de 31 de octubre de 1998, publ i­

cada en el BOE del 11 de noviem­

bre, de la Dirección General de Ga­

nadería, por la que se establecía la

asignación de derechos de prima

por vaca nodriza procedentes de la

reserva nacional correspondientes

al ejercicio 1999.

CONTRATO·TIPO Contratación. Or­

den de 12 de noviembre de 1998

por la que se homologa el contra­

to-tipo de compraventa de semillas

de cereales destinadas a la fabri­

cación de etanol como producto no

alimentario, que habría de estr en

vigor durante la campaña de co­

merc ialización 1999/2000. (BOE

18-1 1-98).

ieiembre l\YUDAS COMUNITARIAS. El Real

Decreto de 19 de diciembre esta­

blecla la normativa básica aplicable

a los siguientes reglmenes de ayu­

das comunitarias: pagos compen­

satorios a los productores de deter­

minados cultivos herbáceos; pagos

compensatorios a los productores

de arroz; prima especial a los pro­

ductores de bovino machos; primas

a las vacas nodrizas: prima com­

plementaria de extensificación ; pri­

ma a los productores de ovino y ca­

prino y ayuda a la cria del ovino y

cap rino en determinadas zonas

desfavorecidas.

En las ayudas por superficie, se in­

clulan como novedades: una única

LEGISLACION NACIONAL 1998

solicitud de ayudas por superficie y

primas ganaderas los productores

que deseen obtener: los pagos

compensatorios de herbáceos (ce­

rea les, oleaginosas y proteagino­

sas), arroz, leguminosas de grano,

lino y cáñamo, algodón (precio mí­

nimo) , lúpulo, vacuno, ovino y ca­

prino; asimismo, también tendrán

que presentar una solic itud única

aquellos ti tulares de explotaciones

que necesiten justificar la superficie

forrajera a efectos del cálculo del

factor de densidad ganadera.

De manera excepcional, la norma­

tiva para el lino textil, el cáñamo y

el lúpulo establece también que los

cultivadores tendrán que presentar

una solicitud de ayuda específica,

que queda ya reflejada en los re­

glamentos correspondientes a es­

tos cultivos.

Como en campañas anteriores, pa­

ra las oleaginosas quedan exclui­

dos los pagos específicos a las su­

perl icies con rendimientos iguales

o inferiores a 2 Tm/Ha (salvo ex­

cepciones) y las destinadas al cul­

tivo de arroz.

Igualmente, se ha acordado que

deberá utilizarse una dosis mlnima

de semillas certificadas, respetar la

rotación de cultivo y real izar las la­

bores culturales tradic ionales.En

cuanto a los cu ltivos no alimenta­

rios , la normativa aprobada es la

misma que en las campañas ante­

riores. Se acuerda que quedarán

exentos de respetar los llmites má­

ximos de retirada voluntaria y la ro­

tación de cultivos de oleag inosas

los agricultores afectados por con­

diciones climáticas o medioam­

bientales excepcionales .

Para la campaña 1999/2000, la reti­

rada de tierras obligatoria se lijó en

el 10%. Las modalidades podrán

ser fija o libre.

1 guamente, respecto a la retirada volun­

taria, se ha acordado que ésta podrá ser

de 5 puntos más en regadlo mientras

que en secano la suma de ambas r:io po­drá superar el 30%.

La nueva normativa establece que

para el arroz los pagos se abonarán

a las superfic ies de las parcelas

completamente uti lizadas y catas­

tradas como de regadío.

Además, se establece que los pro­

ductores deberán presentar antes

del 30 de septiembre de cada cam­

paña una declaración de superficie

cultivada; otra de existencias en su

poder a 31 de agosto y una decla­

ración sobre la producción total y el

rendimiento antes de finales de oc­

tubre. Asimismo, para los industria­

les se acuerda que deben presen­

tar una declaración de existencias

antes del 30 de septiembre.

El Real Decreto también recoge el

plan de regionalización productiva,

los índices comarcales de barbe­

cho tradicional en secano que de­

ben respetarse en las distintas co­

marcas y las superficies básicas de

secano y regadío.

En cuanto a las ayudas al vacuno,

la concesión se supedita a que la

densidad ganadera de la explota­

ción no supere las 2 Unidades de

Ganado Mayor (UGM) por hectárea

dedicada a la alimentac ión de los

animales en el la mantenidos, de

acuerdo con la declaración de su­

perficie forrajera realizada por el so­

licitante.

La prima se concederá hasta un

máximo de 90 animales por explo­

tación si los animales no están cas­

trados o por tramos de edad si lo

están y no podrá exceder el límite

máximo anual asignado a España.

La prima por vacas nodrizas se con­

cederá a quienes tengan asignado

un límite individual de derechos y a

aquellos que no vendan leche o

productos lácteos procedentes de

su explotación (o si la venden, que

tengan una cantidad de referencia

individual asignada igual o inferior

a 120.000 ki logramos).

En explotaciones con una densidad

ganadera inferior a 1.4 UGM por

hectárea, se ha acordado conceder

una prima complementaria por ex­

tensificación. El importe de la prima

será superior para las explotaciones

cuya densidad ganadera sea infe­

rior a 1 UGM por hectárea.

212

Para los productores de vacas no­

drizas, así como para los de ovino y

caprino, el RO establece que se de­

berán respetar unos períodos de re­

tención del ganado por el que soli­

citan ayudas en su explotación.

Igualmente, en el artículo 25 del RO

se establece que para los produc­

tores de ovino y caprino las ayudas

estarán limitadas al número de de­

rechos de que disponga el gana­

dero, al tiempo que se concede una

ayuda específica de zonas desfa­

vorecidas a quienes tengan al me­

nos el 50% de la superficie de su

explotación en una de estas zonas

o en áreas de trashumancia tradi­

cional.

El importe de la prima correspon­

diente a los productores de corde­

ros ligeros y de cabras será del 80%

de la que corresponda a los pro­

ductores de corderos pesados, sin

perjuicio de las posibi lidades que la

normativa comunitaria otorga a los

productores de corderos ligeros de

percibir la prima completa corres­

pond iente a la categoría pesada.

Asimismo, los productores de cor­

deros ligeros y de cabras situados

en el territorio de las islas Canarias

percibirán los complementos que

estab lece el Reg lamento CEE

1601/1992. (BOE 19-12-98).

RENTA DE REFERENCIA. Una Orden

del MAPA establecía Ja renta de re­

ferencia (que se util iza para deter­

minar el Importe de las ayudas es­

tructurales) en 2.979.238 pesetas,

de acuerdo con lo establecido en la

Ley 19/1995 de Modernización de

las Explotaciones Agrarias . (BOE

23-12-98) .

ORGANIZACIONES INTERPROFE·

SIONALES. Ordenes del MAPA por

las que se reconoce a la Asociación

Interprofesional de Limón y Pome­

lo (AILIMPO) y a la lnterprofesiona

Citr[cola Española (INTERCITRUS)

como Organizaciones lnterprofe·

sional es Agroalimentarias de lm

sectores de naranja, mandarina, li·

món y pomelo. (BOE 2-12-98).

Page 215: Anuario UPA 1999

A ÑIL Coop. Vi nícola de Tomelloso

Clra . Toledo-Albacele. km 130.8 13 700 Tomelloso {Ciudad Real)

Tel. : 926 51 30 04

PLATA ( ANFORRALES

Coop. Nlra . Sra. del Rosario C! Castilla-La Mancha . 4

16670 El Provencio (Cuenca) Tel. : 967 16 60 66

BRONCE C ENIBÉN

Bod. Arcos de Casablanca. S.L. Paseo Virgen de las Nieves. 1 O

02247 Cenizale (Albacele) Tel. : 967 48 22 37

JOVEN

R. V ERONÉS

S.A.T. Santa Rila C/ San Agustín. s/n

16630 Mola del Cuervo (Cuenca) Tel. : 967 18 00 71

PLATA VIÑA LASTRA Coop. La Invencible C! Torrecillas. 130

1 3300 Valde?eñas (Ciudad Real) Tel. : 9_6 32 17 00

BRONCE MUNDO DE YUNTERO

Coop. Jesús del Perdón Zona Industrial del Polígono

13 200 Manzanares (Ciudad Real) Tel.: 926 61 03 09

Junta de Comunidades de

:astilla-La Mancha

CRIA NZA

VARONES 95 S.A.T. Santa Rita

C/ San. Agustín . sin 16630 Mota del Cuervo (Cuenca)

Tel. : 967 18 00 7 1

PLATA ( ALZADILLA 96

Uribes Madero. S.L. Clra. Huete a Cuenca. km. 3

16500 Huele (Cuenca) Tel. : 91 302 20 54

BRONCE ÜRISTÁN 95

Juan Ramón Lozano. S.A. Avda Reyes Católicos. 156

02600 Viílarrobledo (Albacete) Tel. : 967 14 19 07

RESERVA

OPO SEMBRADOR 90 Evaristo Maleas. S.A.

CI Mayor. 62 45350 Noblejas (Toledo)

Tel : 925 14 00 82

PLATA C AMPOS REALES 9 5 Coop. Ntra . Sra. del Rosario

C/ Castilla-La Mancha, 4 16670 El Provencio (Cucnc¡¡J

Tel: 967 16 60 66

BRONCE C ASTILLO DE LAS Z ARZAS 93

Félix Solís. S.A. Autovía de AndaluciJ . km. 199 1 3 300 Valdepeñas (Ciudad Real)

Tel: 926 32 24 00

CORCOVO Bodega l. A. Megía e Hi jos. S.L.

C! Magdalena. 33 13300 Valdepeñas (Ciudad Real)

Tel.: 926 31 30 08

PLATA ( ASA A NTONETE

Coop. del Campo La Unión Barrio San José. s/n

02 1 00 Tarazana de La Mancha {Albacele)

Tel. : 967 48 00 74

BRONCE A LTOS DEL ( ABRI EL

Coop. San Antonio Abad C/ Valencia. 4 1

022 70 Villamalea (Albacele) Tel. : 967 48 30 23

GRAN RESERVA

VI ÑA ALBALI 91 Félix Salís. S.A.

Autovía de Andalucía. km 199 13300 Valdepeñas (Ciudad Real)

Tel : 926 32 24 00

PLATA V EGAVAL PLATA 9 1

Bodega Miguel Calatayud. S.A. C/ Postas. 20

13300 Va ldepeñas (Ciudad Real) Tel: 926 32 22 37

BRONCE PATA N EGRA 9 1

Bodega Los Llanos Ctra. Nacional IV. Km. 200

1 3 300 Valdepeñas (Ciudad Real) Tcl : 926 32 03 00

1~· ~ VlllOs de Castilla-La MctndJa _/' N1lumlmente buenctJ.

Page 216: Anuario UPA 1999

LEGISLACION EUROPEA 1998

Resumen de las principales disposi· la pérdida de renta y los importes IMPORTACIONES DE VACUNO. Rg- promoción en favor del consumo

ciones publicadas en el Diario Oifial de la prima pagadera por oveja y to. CE nº 853/98 de la Comisión, de de zumo de uva. (DOCE L-148, de

de las Comunidades Europeas cabra durante la campaña de 1997, 23 de abril de 1998, que modifica y 19-5-98).

(DOCE) durante 1998, en relación y el pago de la ayuda específica rectifica el Reglamento CE nº

con la agricultura y la ganadería. para la cría de ovinos y caprinos en 546/98 por el que se establecen, LÚPULO. Rgto. CE nº 1098/98 del

determinadas zonas desfavorecí- para el año 1998, las disposiciones Consejo , de 25 de mayo de 1998,

Enero PORCINO. Rgto. (CE) nº 2530/97 de

la Comisión, de 16 de diciembre de

1997, que modifica por sexta vez el

reg lamen to (CE) n1 913/97, por el

que se aprueban medidas excep­

cionales de apoyo al mercado de la

carne de porcino en España. (DO­

CE L-346)

CEREALES. Rgto. CE nº 23/98 de la

das de la Comunidad. (DOCE L-33,

de 7-2-98).

TABACO. Rgto. CE nº 284/98 de la

Comisión, de 3 de febrero de 1998,

por el que se modifica el Reg la­

mento CEE nº 3478/92 en lo re­

ferente a determinadas fechas lími­

te en el sector del tabaco crudo.

(DOCE L-28 de 4-2-98).

Marzo Comisión, de 7 de enero de 1998, COMITÉS CONSULTIVOS. Decisión

por el que se modifica el Rgto. CE

nº 689/92 por el que se fijan los pro­

cedimientos y condiciones de

aceptación de los cereales por par­

te de los organismos de interven­

ción. (DOCE L-4, de 8-1-98).

ACEITE DE OLIVA. Rgto . CE nº

94/98 de la Comisión, de 14 de

enero de 1998, re lativo a los con­

tratos de almacenamiento del acei­

te de oliva para la campaña de co­

mercialización 1997/98. (DOCE L-

9, de 15-1-98).

ABANDONO DEL VIÑEDO. Rgto. CE

nº 191/98 de l Consejo, de 20 de

enero de 1998, por el que se mo­

difica el Rgto. CEE nº 1442/88 so­

bre la concesión, para las campa­

ñas vitlvinlcolas 1988/89 a 1997/98,

de primas por abandono definitivo

de superficies vitícolas. (DOCE L-

20 de 27-1-98).

de la Comisión 98/235/CE de 11 de

marzo de 1998 re lativa al funciona­

miento de los comités consultivos

en el marco de la Política Agraria

Común. (DOCE L-088, de 24-3-98) .

PORCINO. Rgto. nº 618/98 de la Co­

misión de 18 de marzo de 1998, por

el que se modifica el Rgto. nº

1898/97 por el que se establecían

las disposiciones de aplicación en

el sector de la carne de porcino del

rég imen establecido en el Rgto. nº

3066/95 del Consejo y se derogan

los reglamentos CEE nº 2698/93 y

CE 1590/94. (DOCE L-082, de 19-

3-98).

Abril VACUNO DE INTERVENCIÓN DESTI·

NADO AL COMERCIO EXTERIOR.

Rgto. CE nº 788/98 de la Comisión,

de aplicación del régimen de im­

portación de determinados pro­

ductos del sector de la carne de va­

cuno establec ido en la Decisión

97/831/CE del Consejo. (DOCE L-

122, de 24-4-98).

PRIMAS DEL TABACO. Rgto. CE nº

842/98 de la Comisión , de 22 de

abri l de 1998, por el que se modifi-

por el que se establecen medidas

especiales de carácter temporal en

el sector del lúpulo. (DOCE L-157,

de 30-5-98).

Junio AYUDAS A LOS CÍTRICOS. Rgto. CE

ca el Rgto. CEE nº 3478/92 relativo nº 1145/98 de la Comisión, de 2 de

a las disposiciones de aplicación

del régimen de primas previsto en

el sector del tabaco crudo. (DOCE

L-120, de 23-4-98).

ARRANQUE DE FRUTALES. Rgto .

CE nº 843/98 de la Comisión, de 22

de abril de 1998, por el que se mo­

difica el Rgto . CE nº 2200/97 del

Consejo en Jo que respecta a la dis­

tribución entre los Estados miem­

bros de las superficies de perales,

manzanos, melocotoneros y necta­

rinos que tienen derecho a una pri­

ma por arranque. (DOCE L-120, de

23-4-98).

VINOS Y MOSTOS. Rgto. CE nº

847/98 de la Comisión, de 22 de

abril de 1998, por el que se modifi­

ca el Rgto. CEE nº 3201/90 sobre

modalidades de aplicación para la

designación y presentación de los

vinos y mostos de uva. (DOCE L-

120, de 23-4-98).

Mayo

junio de 1998, que modifica el Re­

glamento CE nº 1169/97 por el que

se estab lecen disposiciones de

aplicación del Rgto. CE nº 2202/96

del Consejo, por el que se estable­

ce un régimen de ayuda a los pro­

ductores de determinados cítricos.

(DOCE L-159, de 3-6-98).

PORCINO. Rgto . CE nº 1147/98 de

la Comisión, de 2 de junio de 1998,

que modifica por undécima vez el

Rgto. CE nº 913/97 por el que se

aprueban medidas excepcionales

de apoyo al mercado de la carne

de porcino en España. (DOCE L-

159, de 3-6-98).

DESTILACIÓN VÍNICA. Rgto. CE nº

1205/98 de la Comisión, de 10 de

junio de 1998, por el que se fi ja el

importe del anticipo sobre el coste

de salida de determinados pro­

ductos de destilación vitiv inlcola

para 1999. (DOCE L-166, de 11-6-

98).

IMPORTE Y ANTICIPO DE LAS PRI·

MAS DEL OVINO. Rgto . CE n'

1213/98 de la Comisión. de 11 de

de 14 de abril de 1998, relativo a la PROMOCIÓN DEL ZUMO DE UVA. junio de 1998, por el que se deter·

Febrero PRIMAS DEL OVINO. Rgto. CE nº

316/98 de la Comisión, de 6 de fe­

brero de 1998, por el que se deter­

minan, para los Estados miembros,

venta , mediante un procedimien­

to definido en el Rgto. CEE nº

2539/84, de carne de vacuno en

poder de determinados organis­

mos de intervención y destinada

a ser exportada. (DOCE L-113, de

15-4-98).

214

Rgto. CE nº 1035/98 de la Comi­

sión, de 18 de mayo de 1998, que

modifica el reglamento CE nº

1435/97, por el que se determinan

los Estados miembros en los que

pueden rea lizarse, con cargo a la

campaña 1996/97, campañas de

minan para la campaña de comer·

cialización de 1998 la pérdida de

renta estimada y el importe estima·

do de la prima pagadera por ovejé

y cabra, y por el que se lijan el im

porte del primer anticipo de diché

prima y el de un anticipo de la ayu·

Page 217: Anuario UPA 1999

da específica a la ganadería ovina

y caprina de determinadas zonas

desfavorecidas de la Comunidad

Europea. (DOCE L-167, de 12-6-

98).

Julio LINO Y CAÑAMO. Rgto . CE

1º 1420/98 de la Comisión, de 26

je junio de 1998, que modifica el

'.lgto . CEE nº 619/71 por el que

>e fijan las normas generales

je concesión de la ayuda para el

ino y cáñamo. (DOCE L-190 , de

l-7-98).

WUDAS AL ACEITE DE OLIVA.

~gto . CE nº 1482/98 de la Comi ­

:ión, de 1 O de julio de 1998, por el

1ue se fija para la campaña de

:omercialización 1996/97 la pro­

lucción efectiva de aceite de oliva

el importe de la ayuda unitaria

. la producción . (DOCE L-195 de

1-7-98).

ILEAGINOSAS. Rgto. CE nº 1500/98

e la Comisión , de 14 de julio de

998, por el que se establecen las

antidades de referencia regiona-

1s previstas y el valor de los anti­

ipos que han de abonarse a los

reductores de semillas de soja ,

::millas de colza y nabina y semi­

iS de girasol para la campaña de

:imercialización de 1998. (DOCE

·198, de 15-7-98).

\gasto JTERVENCIÓN EN CEREALES. Rg­

. CE nº 1724/98 de la Comisión ,

3 3 de agosto de 1998, por el que

¡ establece la inaplicación ex­

ipcional del Rgto CEE nº 689/92

ir el que se fijan los procedimien­

s y condiciones de aceptación de

:; cereales por parte de los orga­

:;mos de intervención . (DOCE L-

6, de 4-8-98) .

l~Hdfi#:'3M~l iji1 ;{•)JSl:I Vfl:I

ALGODÓN. Rgto. CE nº 1844/98 de

la Comisión , de 27 de agosto de

1998. por el que se fija , para el al­

godón sin desmotar, la producción

estimada para la campaña

1998/99. (DOCE L-240 de 28-8-98).

Septiembre IMPORTACIONES DE MAÍZ. Rgto.

CE nº 1907/98 de la Comisión, de 7

de septiembre de 1998, relativo a

la apertura de una licitación para la

reducción del derecho de impor­

tación en España de maíz proce­

dente de terceros países. (DOCE L-

248, de 8-9-98) .

RENDIMIENTOS EN OLIVAR. Rgto .

CE nº 1923/98 de la Comisión, de

1 O de septiembre de 1998, por el

que se fijan las medias de los

rendimientos en aceitunas y aceite

para las cuatro últimas campañas.

de 1993/94 a 1996/97. (DOCE L-

251 , de 11-9-98).

AZÚCAR. Rgto CE nº 1940/98 de la

Comisión , de 11 de septiembre, por

el que se revisa , para la campaña

de comercialización 1998/99 en el

sector del azúcar, el importe máxi­

mo de la cotización B y se modifica

el precio mínimo de Ja remolacha B. (DOCE L-252 , de 12-9-98).

MIEL. Rgto. CE nº 2070/98 del Con­

sejo, de 28 de septiembre de 1998,

ña de comercialización 1997'/98, los

importes de las cotizaciones a la

producción en el sector del azúcar.

(DOCE L-268 , de 3-10-98)

ANTICIPOS AYUDAS ACEITEi. Rgto.

CE nº 2095/98 de Ja Comisión, de

30 de septiembre de 1998, por el

que se fijan , para la campaña

de comercialización 1997 /98 , la

producción estimada de aceite de

oliva y el importe de la ayuda uni­

taria a la producción que puEide ser

anticipada. (DOCE L-266 , de

1-10-98)

PAGOS COMPENSATORIOS A

HERBÁCEOS. Rgto. CE nº 2308/98

de la Comisión , de 26 de octubre

de 1998, por el que se modifica el

Rgto. CE nº 658/96 relativo a deter­

minadas condiciones de concesión

de pagos compensatorios en el

marco del régimen de apoyo a los

productores de determinados cul­

tivos herbáceos. (DOCE L-288, de

27-10-98) .

ESTRUCTURAS. Rgto . CE nº

2331/98 del Consejo, de 22 de oc­

tubre de 1998, por el que se modi­

fica el Rgto . CE nº 950/97 relativo

a la mejora de la eficacia de las es­

tructuras agrarias . (DOCE L-291 ,

de 30-10-98) .

ACEITE DE OLIVA. Rgto. CE nº

2366/98 de la Comisión , de 30 de

octubre de 1998, por el que se es­

tablecen disposiciones de aplica-

satsumas en la campaña de co­

mercialización 1997/98. (DOCE L-

303, de 13-11-98).

PORCINO. Rgto. CE nº 2375/98 de

la Comisión , de 3 de noviembre de

1998, que modifica por décimooc­

tava vez el Rgto. CE nº 913/97 por

el que se aprueban medidas ex­

cepcionales de apoyo del mercado

de la carne de porcino en España

(DOCE L-295, de 4-11-98).

Diciembre AZÚCAR. Rgto. CE nº 2665/98 de la

Comisión de 10 de diciembre de

1998 que modifica el Rgto. CEE nº

2782/76 por el que se establecen

las modalidades de aplicación pa­

ra la importación de azúcar pre­

ferencial. (DOCE L-336, de 11-12-

98) .

PRECIOS DE LOS CORDEROS. Rgto.

CE nº 2787/98 de la Comisión de 22

de diciembre de 1998 por el que se

modifica el Rgto. CEE 1481/86 re­

lativo a la determinación de Jos pre­

cios de las canales de cordero fres­

cas o refrigeradas comprobadas

en los mercados representativos de

la Comunidad y a la relación de los

precios de algunas otras calidades

de canales de ovino . (DOCE L-347,

de 23-12-98) .

COMERCIO EXTERIOR DE GANADO

que modifica el Rgto . CE nº ción del régimen de ayuda a la pro- OVINO Y CAPRINO. Rgto . CE nº

1221 /97 por el que se establecen ducción de aceite de oliva para las 2756/98 de la Comisión de 18 de

las normas generales de aplicación

de las medidas destinadas a mejo­

rar la producción y comerciali­

zación de miel. (DOCE L-270, de

30-9-98) .

Octubre AZÚCAR. Rgto. CE nº 2122/98 de la

Comisión , de 2 de octubre de 1998,

por el que se fijan, para la campa-

campañas de comercialización

1998/99 a 2000/01 . (DOCE L-293 ,

de 31-10-98).

Noviembre AYUDAS A CÍTRICOS. Rgto . CE nº

2437/98 de la Comisión, de 12 de

noviembre de 1998, por el que se

fija el importe de la ayuda definitiva

para las mandarinas, clementinas y

215

diciembre de 1998 por el que se

abren los contingentes arancelarios

comunitarios de ganado ovino y ca­

prino y de carne de ovino y caprino

para 1999, y se establecen excep­

ciones al Rgto. CE 1439/95 por el

que se establecen disposiciones

de aplicación del Rgto . CE nº

2467/98 del Consejo relativo a im­

portaciones y exportaciones de

productos del sector de Ja carne de

ovino y caprino. (DOCE L-344, de

21-12-98).

Page 218: Anuario UPA 1999

SEDES DE UPA

UPA FEDERAL Agustín de Betancourt, 17. 3º. UPA CIUDAD REAL UPA LA PALMA UPASEGOVIA

Tels. 915541870/ 21 47 /23 41 Alarcos, 24. Carretera General, 7. Moral, sin Tel. 926 21 41 54 Tel. 922 45 09 68 Tel. 921594619

Fax: 91 554 26 21 13002 Ciudad Real 38720 San Andrés y Sauces 40440 Santa Marra de Nieva 28003 Madrid

UPA CÓRDOBA UGAL-UPA LEÓN UPA SEVILLA

UPA BRUSELAS Plaza de Andalucía, 9. 12A. Valcarce, 8. Alberche, 4-B, 1 •. Tel. 957 4219 10 Tel. 987 22 00 26 Tel. 95 464 82 21

Rue Grety, 11. 5º - 2. 14103 Córdoba 24010 León 41005 Sevilla Tel. y Fax: 00 - 322-219 18 27

UPA CUENCA UPALÉBIDA UPASOBIA 1000 Bruselas Bélgica Colón, 14. La Font, 4. Sagunto, 4. 1º D. Tels. 969 23 0060123 00 29 Tel. 973 42 61 15 Tel. y Fax: 975 2315 46 16004 Cuenca 25130 Algerri 42001 Sorla

UPA ALBACETE UPA BURGOS Herreros, 14. 0\liotoria, 17,8º. UPAGOMEBA UM.MADBID UPA 'lABBAGONA Tel. 967 24 22 36 Tel. 947 20 39 46 Ruiz Padrón, 19. Agustín de Betancourt, 17, 3ª. Ciudadela, 9. 02002 Albacete 09004 Burgos Tel. 922 87 09 38 Tel. 91 554 21 47117 31 Tel. 977 44 44 56

38800 San Sebastián 28003 Madrid 43500 Tortosa UPAALICAlfTE Vl'A (lÁCEBES de Gomera Pintor Lorenzo Casanova, 4. Santa María, 13, 1•. UPA MÁLAGA UPA TENERIFE Tel. 96 592 76 41 Tel. 927 41 74 74 UPA GRANADA Leandro Martínez Méndez Núñez, 84. 03003 Alicante 10600 Plasencia M. Pedro Fdez. Estévez, 8 Marín, 37. 12iz. Tel. 922 27 52 62

Tel. 958 28 83 43 Tel. 95 234 04 05 38001 Santa Cruz de Tenerif1 UPAALMEBÍA UPACÁDIZ 18003 Granada 29006 Málaga Chiclana, 5. Medina, 23-25, 1RA. UPA TOLEDO Tel. 950 49 26 44 11402 Jerez UPA GUADALAJABA UPA MURCIA Avda. de Toledo, 25-32, Of. 2 04760 Almería de la Frontera PI. Pablo Iglesias, 2. Santa Teresa, 1 O. 6°. Tel. 925 80 79 12

Tel. 949 22 39 80 Tel. 968 28 13 2-4 Talavera de la Rei11ª' UPA ANDALUCÍA SDGM-UPA CAN'lABBIA 19001 Guadalajara 30005 Murcia Alberche, 4B. 1 ª planta Santa Lucra, 43. UPA C. VALENCIANA Tels. 95 464 82 21 Tel. 942 31 06 59 UPAHI!IRBO UPA NAVARRA Arquitecto Mora, 7. 1930 981515 39003 Sanlander Dr, Quintero, 10. Avda. de Zaraggza, 12. Tel. 96 388 41 09 41005 Sevilla Tel. 922 55 02 34 Tel. 948 23 6450154 4601 O Valencia

UPA CASTELLÓN 38900 Valverde 31003 Pamplona UCA-UPAASTUBIAS PI. Gobella, 16. UPA VALLADOLID Marqués de Santa Cruz, 6. Tel. 964 45 01 21 UPA HUELVA UPA PALENCIA Panaderos, 58. Tel. 985 22 67 11 12500 Vinaros Puerto, 28. PI. Abilio Calderón, 4. Tel. 983 30 68 55 33007 Oviedo Tel. 959 24 42 11 Tel. 979 70 31 25 47004 Valladolid

UPA CASTILLA-LA MANCHA 21001 Huelva 34001 Palencia ACA-UPAÁVILA Paseo del Miradero, sin. UPA ZAMORA San Juan de Ja Cruz, 27. C. Com. del Miradero. UPAHUESCA UPALABIOJA Lope de Vega, 6. Tel. 920 21 31 38 Local 113. Parque, 9. Milicias, 1 bis. Tel. 980 51 22 26 05001 Ávila Tel. 925 21 02 04 Tel. 974 22 40 50 Tel. 941 23 37 76 49002 Zamora

45001 Toledo 22004 Huesca 26002 Logroño UPA BADAJOZ UNIÓNS AGRABIAS Avda. de la Libertad, sin. UPA CASTILLA Y LEÓN UPA JAÉN UPA SALAMANCA Romero Donallo, 38 Estación de Autobuses T. Panaderos, 58. Avda. de Granada, 1. 2ºE. Pizarro, 19. Bajo. Tel. 981 53 05 00 Tel. 924 37 27 11 Tel. 983 30 68 55 Tel. 953 27 07 28 / 27 07 29 Tel. 923 22 01 71 15707 Santiago 06800 Mérida 47004 Valladolid 23001 Jaén 37001 Salamanca de Compostela

, Indice de anunciantes

BCH Interior Portada CAJA ESPAÑA 153 FERTILIZANTES NATURALES, S.A. 64

JUNTA DE ANDALUCÍA Interior Contra¡:iortada CAJA EXTREMADURA 60 GENERALITAT VALENCIANA 156

CAJA DUERO Contra¡:iortada CAJA RURAL DE ALMERÍA 138 GOVERN BALEAR 144

CAJAS RURALES DE CASTILLA-LA MANCHA 54 GOBIERNO DE CANTABRIA 148

ACOR 32 CEPSA 117 GOBIERNO DE LA RIOJA 163

AGRUPACIÓN DE COOPERATIVAS CETARSA 67 GOBIERNO DE NAVARRA 114

VALLE DELJERTE 209 COMITÉ ANDALUZ DE AGRICULTURA ECOLÓGICA 84 JOHN DEERE 106 ~ 147

ALFERSÁN, S.A. 112 COMUNIDAD DE MADRID 164 JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN 12 ~ 92 ARGENT ARIA 5 DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE ALBACETE 48 JUNTA DE CASTILLA-LA MANCHA 6, 100, 150 ~ 213

AZUCARERA EBRO AGRÍCOLAS 128 DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE CÁCERES 31 JUNTA DE EXTREMADURA 159

BANCO HERRERO 143 DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE CIUDAD REAL 42 KVERNELAND PIMSA, S.A. 18

BANESTO 41 DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE CÓRDOBA 20 NEW HOLLAND ESPAÑA, S.A. 68

BASF 1 1 0~ 11 1 ENESA 186~ 187 QUEEN GIL INTERNATIONAL 176 ~ 177

BETA NUTROR, S.A. 170 EUROAGRO 127 RIEGOS IBERIA REGABER, S.A. 132~ 140

BODEGAS Y BEBIDAS, S.A. 155 EUROMERCA, S.A. 91 RKD IRRIGACION, S.L 200

C.R.D.G.P. TERNERA GALLEGA 76 FECOAM 116 SEMILLAS FITO, S.A. 2

C.R.D.O. BULLAS 167 FERTIBERIA 118 XUNTA DE GALICIA 160

216

Page 219: Anuario UPA 1999
Page 220: Anuario UPA 1999

e u N T A

Agraria

La CUENTA AGRARIA de Caja Duero le ofrece:

Financiación especial y permanente para varias campañas .

• Solución para suministros, seguros y gastos de su explotación .

• Acceso al cobro anticipado de subvenciones y ayudas .

• Todas las ventajas y facilidades de una financiación a medida.