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Como ocurre tantas veces, parece que también en el movimiento de Jesús se ha perdido la experiencia original que al comienzo lo vivi- ficaba todo. Al enfriarse aquella primera experiencia y al acumularse luego otros códigos y esquemas religiosos, a veces bastante extraños al Evangelio, la alegría cristiana se ha ido apagando. ¿Cuántos sospechan hoy que lo primero que uno escucha cuando se acerca a Jesús es una llamada a ser feliz y a hacer un mundo más dichoso? ¿Cuántos pueden pensar que lo que Jesús ofrece es un ca- mino por el que podemos descubrir una alegría diferente que puede cambiar de raíz nuestra vida? ¿Cuántos creen que Dios busca solo y exclusivamente nuestro bien, que no es un ser celoso que sufre al vernos disfrutar, sino al- guien que nos quiere desde ahora dichosos y felices? Estoy convencido de que una persona está a punto de tomar en se- rio a Jesús cuando intuye que en él puede encontrar lo que todavía le falta para conocer una alegría más plena y verdadera. El saludo a Ma- ría: «Dichosa tú, que has creído», puede extenderse de alguna ma- nera a todo creyente. A pesar de las incoherencias y la infidelidad de nuestras vidas me- diocres, dichoso también hoy el que cree desde el fondo de su cora- zón. –José Aº Pagola– Año XIII / 20 Dic 2015 DON BENITO DICHOSO EL QUE CREE El pensador francés Blaise Pascal se atrevió a decir que «nadie es tan feliz como un cris- tiano auténtico». Pero, ¿quién lo pue- de creer hoy? La in- mensa mayoría piensa más bien que la fe poco tiene que ver con la feli- cidad. En todo caso habría que relacionarla con una salvación futura y eterna que queda muy lejos, pero no con esa felicidad concreta que ahora mismo nos interesa. Más aún. Son bastantes los que piensan que la religión es un es- torbo para vivir la vida de manera intensa, pues empequeñece a la persona y mata el gozo de vivir. Además, ¿por qué iba a preocuparse un creyente de ser feliz? Vivir como cristiano, ¿no es fastidiarse siem- pre más que los demás? ¿No es seguir un camino de renuncia y ab- negación? ¿No es, en definitiva, renunciar a la felicidad? Lo cierto es que los cristianos no parecen mostrar con su manera de vivir que la fe encierre una fuerza decisiva para enfrentarse a la vida con dicha y plenitud interior. Muchos nos ven más bien como Friedrich Nietszche, que veía a los creyentes como «personas más encadenadas que liberadas por Dios». ¿Qué ha sucedido? ¿Por qué se habla tan poco de felicidad en las iglesias? ¿Por qué muchos cristianos no descubren a Dios como el mejor amigo de su vida? —SIGUE ATRÁS— 53 * Lunes 21. Cáritas Don Benito. Reunión de Formación en nuestros sa- lones a las 18:00 * Jueves 24. Nochebuena. Misa a las 12 de la noche. No hay misa a las 20:00. * Viernes 25. Misas a las 12:30 y 20:00 horas.

Año XIII / 20 Dic 2015 53 · frío o como mucho a 30º se ahorra mucha energía, ya que entre el 80 y el 85% del consumo de energía de una lavadora se emplea en ca-lentar el agua

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Page 1: Año XIII / 20 Dic 2015 53 · frío o como mucho a 30º se ahorra mucha energía, ya que entre el 80 y el 85% del consumo de energía de una lavadora se emplea en ca-lentar el agua

Como ocurre tantas veces, parece que también en el movimiento de Jesús se ha perdido la experiencia original que al comienzo lo vivi-ficaba todo. Al enfriarse aquella primera experiencia y al acumularse luego otros códigos y esquemas religiosos, a veces bastante extraños al Evangelio, la alegría cristiana se ha ido apagando.

¿Cuántos sospechan hoy que lo primero que uno escucha cuando se acerca a Jesús es una llamada a ser feliz y a hacer un mundo más dichoso? ¿Cuántos pueden pensar que lo que Jesús ofrece es un ca-mino por el que podemos descubrir una alegría diferente que puede cambiar de raíz nuestra vida?

¿Cuántos creen que Dios busca solo y exclusivamente nuestro bien, que no es un ser celoso que sufre al vernos disfrutar, sino al-guien que nos quiere desde ahora dichosos y felices?

Estoy convencido de que una persona está a punto de tomar en se-rio a Jesús cuando intuye que en él puede encontrar lo que todavía le falta para conocer una alegría más plena y verdadera. El saludo a Ma-ría: «Dichosa tú, que has creído», puede extenderse de alguna ma-nera a todo creyente.

A pesar de las incoherencias y la infidelidad de nuestras vidas me-diocres, dichoso también hoy el que cree desde el fondo de su cora-zón. –José Aº Pagola–

Año XIII / 20 Dic 2015

DON BENITO

DICHOSO EL QUE CREE

El pensador francés Blaise Pascal se atrevió a decir que «nadie es tan feliz como un cris-tiano auténtico».

Pero, ¿quién lo pue-de creer hoy? La in-mensa mayoría piensa más bien que la fe poco tiene que ver con la feli-cidad. En todo caso habría que relacionarla con una salvación futura y eterna que queda muy lejos, pero no con esa felicidad concreta que ahora mismo nos interesa.

Más aún. Son bastantes los que piensan que la religión es un es-torbo para vivir la vida de manera intensa, pues empequeñece a la persona y mata el gozo de vivir. Además, ¿por qué iba a preocuparse un creyente de ser feliz? Vivir como cristiano, ¿no es fastidiarse siem-pre más que los demás? ¿No es seguir un camino de renuncia y ab-negación? ¿No es, en definitiva, renunciar a la felicidad?

Lo cierto es que los cristianos no parecen mostrar con su manera de vivir que la fe encierre una fuerza decisiva para enfrentarse a la vida con dicha y plenitud interior. Muchos nos ven más bien como Friedrich Nietszche, que veía a los creyentes como «personas más encadenadas que liberadas por Dios».

¿Qué ha sucedido? ¿Por qué se habla tan poco de felicidad en las iglesias? ¿Por qué muchos cristianos no descubren a Dios como el mejor amigo de su vida?

—SIGUE ATRÁS—

53

* Lunes 21. Cáritas Don Benito. Reunión de Formación en nuestros sa-lones a las 18:00 * Jueves 24. Nochebuena. Misa a las 12 de la noche. No hay misa a las 20:00. * Viernes 25. Misas a las 12:30 y 20:00 horas.

Page 2: Año XIII / 20 Dic 2015 53 · frío o como mucho a 30º se ahorra mucha energía, ya que entre el 80 y el 85% del consumo de energía de una lavadora se emplea en ca-lentar el agua

Cosas que yo puedo hacer (2ª de 3)

Alimentos. Conviene fijarse sobre todo de dónde procede lo que nos llevamos a la boca. Un producto que ha viajado 3.000 kilómetros hasta llegar a la mesa ha generado muchas más emisiones en el transporte que un pro-ducto fresco y cultivado a la vuelta de la esqui-na. Además, cuanto más empaquetados estén los alimentos, más energía habrá sido necesa-ria para producirlos y más gases contaminan-tes se habrán emitido en el proceso. Producir legumbres o vegetales contamina mucho me-nos que producir carne.

Electrodomésticos. Es importante que ten-gan la etiqueta energética que informa sobre

su consumo. Con la lavadora por ejemplo, el gasto energético depen-derá en buena medida de la temperatura del programa. Lavando en frío o como mucho a 30º se ahorra mucha energía, ya que entre el 80 y el 85% del consumo de energía de una lavadora se emplea en ca-lentar el agua. Los programas cortos de lavado gastan menos que los largos.

En el caso de los frigoríficos, conviene si es posible deshacerse de los antiguos y en cualquier caso asegu-rarse de que no se superan las tem-peraturas mínimas (5º para la nevera y -18º para el congelador). Cuanto más grande sea el frigorífico, más consume. Procuremos acordarnos de descongelar los alimentos en el frigo-rífico en lugar de en el microondas, que también ahorra energía.

Un año más compartiremos la cena con nuestros hermanos necesitados atendidos en Acción Solidaria.

El importe que gastes en un cubier-to, en dos, en… de tu cena de Navi-dad, lo pones en el sobre que dice “Cena del Señor”

JUGUETES EN CÁRITAS Durante estos días se han estado reci-biendo en Cáritas Don Benito gran cantidad de juguetes que ha supuesto varios días de trabajo para seleccio-narlos y prepararlos y tenerlos listos para distribuirlos entre las familias ne-cesitadas que son beneficiarios del plan social. En nombre de nuestra parroquia y de toda la Iglesia de Don Benito, expresar el agradecimiento a los que han hecho posible esto.

ANTORCHA SOLIDARIA Aunque los días de retrasmisión en la radio han terminado, todavía se sigue contactando por teléfono con las personas con las que se creó esta cadena de solidaridad. Cuando se llegue a cerrar os informaremos del resultado obtenido. Gracias a todos.

OBRAS DE MISERICORDIA Espirituales: 2. Para dar buen conse-jo es necesario que a nosotros mismos nos ayude Dios Padre, que nos envíe su Santo Es-píritu. Que bajo la guía del Señor, tanto nues-tras palabras como nuestro actuar, sean un constante aconsejar a los que lo necesitan.

Corporales: 2. Jesús nos ordena com-partir con el necesitado cu-nado nos dice, "El que tenga dos capas dé una al que no tiene, y el que tenga alimento,

comparta con el que no"(San Lucas, 3-11). Al compartir nuestro alimento, no solo les llenamos el estómago a nuestros hermanos necesitados, sino que les mostramos el amor de Dios que no los deja desfallecer.

¿QUÉ SOY, SEÑOR?

Algo bueno debo de tener y, por eso mismo, con Santa Isabel,

digo y grito: ¡Bendita la Madre de Dios!

Esa Madre que, aun sabiendo de mi frialdad e indiferencia,

se digna visitarme para caldear la morada

de mi corazón para abrir las compuertas

de mi conciencia para ayudarme a descubrir

que, Tú, eres el gran regalo

de la Navidad. Sólo sé, Señor, una cosa:

que me quieres… y que tu amor me hace sentir algo insuperable:

que te debo de importar mucho, cuando por mí,

tanto haces. Gracias, amigo y Señor.