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El mito de la creación tehuelche es de alguna manera, el resultado cultural del cruce étnico entre huárpidolicoides, láguidolicoides y fuéguidolicoides, Este cruce étnico que converge en la consumación definitiva de los caracteres tsonnek´n, comienza a producirse aproximadamente a los 45º de latitud de la meseta chubutense, en el paso del río sengel y luego se extiende hasta el cerro Chaltén, ubicado cerca de los 50º de latitud.(Salvador Canals Frau-Rodolfo Casamiquela)

La mítica y primigenia Isla creada por Kooch, en verdad, sería la propia región patagónica que rodeada de mares, y cruzada por ríos interiores, se extiende desde los ríos Barrancas y Colorado hasta el extremo mas austral de Tierra del Fuego (Julieta Gómez Otro-Cristina Belleli).

Conforme a lo dicho, entre los aportes étnicos que dieron origen a los patagones o tsonek´n, se encontrarían los fuéguidos, un grupo humano de pequeña estatura, (promediaban los 1,50m aproximadamente) y hábitos canoeros, los cuales, vistos desde lo que pudo ser la mirada de un tehuelche originario medio, (de hábitos caminantes que no practicaban la pesca), solo eran erráticos personajes que aparecían y desaparecían fugazmente viniendo por los ríos y arroyos con el aparente propósito de consumir las cortezas de los árboles y seguidamente a ello, desaparecían entre las montañas con sus embarcaciones desarmables, por lo que desde el punto de vista tehuelche o tsonek´n, los enigmáticos y pequeños canoeros, erráticamente aparecían y desaparecían con una fugacidad comparable a la de los roedores patagónicos, cururúes y/o tucutucus, apelativo probable y con el cual, los tsonnek´n, muy posiblemente habrían identificado a los fuéguidos.

Por Pampa patagónica interpretamos el concepto descripto por George Musters, en el sentido un espacio abierto y despoblado de personas que careciente de árboles, se abre de tanto en tanto entre las diferencias topográficas de la Patagonia (George Mustrs).

Epistemológicamente, las inferencias entre los caza-recolectores, parecen ser de tipo analógico y carácter recíproco, en las que no se consideran y/o no aparecen claramente las

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relaciones entre causas y efectos; o en todo caso, la relación causa-efecto, es reversible, de modo que los fenómenos en general, son vistos como un sistema de correlaciones que interactúan concatenados entre sí, unos sobre otros y en sentidos encontrados, de tal manera que da lo mismo actuar sobre directamente la persona, como sobre cualquiera de sus partes, aún cuando estas partes se encuentren separadas de ella.

El pelo del tzonek´n (tehuelche) una vez cortado, se lo debía quemar para que sobre él no actuara ninguna otra persona malintencionada y consiguientemente le provocara algún daño a su dueño (Salvador Canals Frau), de modo que, bajo esta manera de razonar, la acción sobre cualquiera de las partes compromete al todo porque en la parte, siempre se entendía que de alguna manera está el todo, incluso, aunque esa parte se la verifique visualmente desvinculada del todo. En el pelo cortado, hay algo que a ese pelo lo sigue vinculando vitalmente al todo.Llevando esta manera de razonar a todos los demás órdenes de la posibilidad de pensamiento, entre los cazarecolectores, siempre que aparece un círculo y recorremos visualmente la longitud de su circunferencia, por ejemplo, debemos pensar en la triple (3) relación recíproca que guarda la circunferencia recorrida o contorno, con el diámetro y viceversa. Siempre que aparece un tres (3) o la triplicación de una acción, es porque hay algo ligado con la circularidad.De esta forma habría que enfocar y entender el cautiverio de Teo y el exilio de Em´Al en el Mito de la Creación y posiblemente también, el hallazgo de un gran círculo, por parte de Guillermo Cox antes de disponerse a atravesar el boquete andino de Perez Rosalez. También habría que entender de esta manera los relatos de Musters-Guinnard-Chapman, y en general, toda vez que se analizan los restos arqueológicos.

En el modo recíproco de razonar e inferir mediante las analogías, siempre que nos referimos a un lugar, también lo hacemos a quienes lo habitan, a un color o combinación determinado de ellos que prevalece en el sitio, como por ejemplo el Chaltén o Tsaltén que significa azul; a veces ese lugar cobra el nombre o se asocia a las características de las tierras, a un tipo de alimentación diferente si se tratara de personas vecinas o animales. Recordemos que el ñirre o haya antártica (Nothofagus antarctica) recibe el nombre por parte de los mapuches, porque ñiré o ñirré, significa zorro en mapuzundungún y así llamaron a este árbol, ya que estos animales, los zorros, suelen construir sus madrigueras debajo de los mismos. Así un árbol se nomina conforme a un animal característico, como también el grupo de estrellas que conforman la cruz del sur, se la identifica con la pata del ñandú y a la constelación con la caza del ñandú. Un acontecimiento celeste o un determinado cielo se asocia con un haruwen (territorio) delimitado. Todo esto, visto de manera recíproca. Por eso es que en la ceremonia del HAIN, cada cielo selk´nam significa todo lo dicho y cada individuo simultáneamente es, representa y reproduce, a todo el conjunto correlacionado y recíprocamente. Dicen que de un modo parecido a éste, inferían los japoneses ya que afirmaban que el sable llamado catana, buscaba a su samuray como el samuray a su sable.

Destaquemos que este conocimiento de la triple relación intrínseca entre el diámetro con la circunferencia, es muy antiguo y aparece escrito en el Libro de los reyes y en Crónicas 2 de los relatos bíblicos, donde se encuentran medidas relacionadas con el templo que Salomón

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construye para Jehová, su Dios, las que indirectamente aluden a la relación del diámetro respecto al contorno y para esos fines, el lenguaje utilizado en la Biblia, según las distintas traducciones, se refiere a “de un lado al otro”, “de un borde al otro” y “anchura” como sinónimos de diámetro, y “alrededor” y ”longitud” para referirse al contorno y/o longitud de la circunferencia. Evidentemente, lejos estaban del 3,16 egipcio y mucho más del 3,1416 de Arquímides. Hoy esa relación la conocemos como número aunque en rigor de verdad, para los fines prácticos y las relaciones analógicas, al igual que lo hacían los antiguos, es suficiente hablar de =3.

Conceptualmente, el ir en pos del Sol, significa poder hacerlo opcionalmente en dirección a los paralelos con sentido de Este a Oeste o de Norte a Sur y/o de Sur a Norte, conforme a su ir y venir meridional tras los respectivos cambios estacionales y en el caso particular que nos ocupa, Terwer, la abuela materna de Em´Al, según la interpretación gnomónica que surge de este análisis, se habría dirigido de norte a sur siguiendo uno de estos dos sentidos posible de la declinación solar y no como se suele interpretar de Este a Oeste.

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Con estas pautas previas, estamos en condiciones como para introducirnos en el mundo de los patagones e intentar desde adentro, reinterpretar la genealogía tzoneck´n a partir de la lectura y relectura de su mitología en general y muy particularmente, de aquella que surge del testimonio histórico que Ramón Lista tomara del anciano cacique Papón, hijo e inmediato sucesor de Casimiro Biguá, el cacique de todos los tehuelches. Para entrar en tema, digamos que Casimiro Biguá, era hijo de Joujuna o Jounja, mujer tehuelche y de un cacique de la misma etnia, asesinado en el año 1922, durante un enfrentamiento con los mapuches y los hermanos Pincheira-; Casimiro Biguá, nació aproximadamente en el año 1820.El pequeño Casimiro se crió en la Estancia del Estado, asentamiento que se encontraba ubicado cerca de la localidad de Patagones, al cuidado de Francisco Fourmantín, administrador del establecimiento y apodado Bibois. Casimiro heredó como apellido, el apodo Bibois pero deformado a partir de la manera en que sonaba al ser pronunciado y reproducido por los tehuelches. El apodo escrito sería algo así como se Bibois, pero se pronunciaba bibuá, por lo que esa sílaba, buá en la guturalidad tehuelche sonaba como guá y el apodado apellido, de pronunciación bibuá paso a ser Biguá, motivo por el que el niño Casimiro pasó a ser conocido como Casimiro Biguá.Según relata George MUSTERS, este señor Bibois, que fuera su apropiador, oficiaba de corsario y tratante de esclavos y abusando del estado en que por entonces se encontraban los tehuelches, luego de que los europeos introdujeran el alcohol, le ofreció a Joujuna madre de Casimiro, suficiente aguardiente a cambio de su hijo. Como resultado de ese lamentable canje, los descendientes de Em´Al, (aquel que se tomara tres días con sus respectivas noches para pensar como vencer a las tinieblas) con Joujuna a la cabeza, recibieron el alcohol como pago y en una burlona mueca del trágico destino, profanada sobre la austera y valiosa tradición tzonecka, bebieron durante tres días y tres noches sin pausa. Casimiro aprendió a hablar español y a la edad de 13 años se escapó para unirse a los suyos. Fue así que en 1840 Casimiro Biguá llega a ser caique sucediendo a María la Grande cacique de toda la Patagonia (wikipedia) y en 1869, en la actual localidad patagónica de José de San Martín -el mitológico ombligo del mundo tzonecka-, Casimiro Biguá, luego de tres días seguidas por sus tres respectivas noches, entre parlamentos (aix) y acuerdos, el 3 de noviembre de 1869 fue elegido cacique de todos los tehuelches bajo lo que por esos momentos fuera su identificación política frente a los Penkal (mapuches), La Bandera Argentina.Para tomar contacto con la mitología tzoneck´n, incluyendo entre ellos a los selk´nam, tenemos los testimonios directos de Papón, relatados por Ramón Lista, y la obra de Anne Chapman como resultado de los diálogos que tuvo, con quien fuera la última selk´nam –Lola

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Kiepja. De estos documentos y los aportes de Guillermo Cox, Musters, Guinnard, Viedma etc, podemos reescribir, el mito considerando aspectos gnomónicos y diciendo que:

………En tiempos tan remotos, que no se pueden medir, irrumpe la figura de Kóoch y crea el Universo.

Con la aparición de Kóoch, lo uno que era, se desdobla en Kóoch representando al cielo claro y en Tons a la oscuridad.

Simultáneamente y junto a la diferenciación se origina Shorro (el tiempo). A través de Shorro, una serie de diferencias entre la claridad y la oscuridad, se suceden.

Entre el cielo claro Kóoch, y el cielo oscuro Tons, las diferencias marcan una inalcanzable y circular línea de horizonte donde ambos aspectos, no solo se separan sino que se vinculan y toman contacto y se tocan.

Muchos fueron los momentos que Kóoch pasó en soledad, pugnando en favor de mantener la claridad e impidiendo el avance de Tons, y tal era su pena y soledad, que hubo un tiempo en que comenzó a llorar profundamente, ¡tan pero tan profundamente!, que de sus ojos emanaron enormes lágrimas que de a poco, formaron a Arrok (Mar).

Kóoch al advertir el desmedido crecimiento de las aguas, suspiró, y de su aliento se formó Xóchem, (viento), mediante el cual, hizo que retrocedieran las aguas, se detuvo el avance de las tinieblas y se preparó el camino para que llegara la luz.

KOÓCH, luego de estos logros, se sintió reconfortado por un tiempo y decidió continuar con su obra en procura de aumentar la cantidad de luz, para poder así, apreciar acabadamente hasta donde llegaba el mar. Con ese objeto, KOÓCH rasgó de tal manera el velo que cubría a la penumbra impuesta por Tons, que su gesto encendió una enorme chispa de fuego que dio origen a Xaleshem, (el sol).

La luz de Xaleshem (el sol), hace aproximadamente seis mil quinientos años, reveló que Xóchem, (viento), no solo detuvo el avance de las aguas de Arrok (Mar), sino que además, puso al descubierto, para ser visto desde el Senguel (paso del río), que la gran meseta

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patagónica (Julieta Gómez Otero-Cristina Belleli) como una gran isla con sus montañas, extensas pampas, ríos y arroyos junto a las áridas condiciones climáticas, emergían desde las profundas aguas cual un enorme conjunto insular universal y circularmente limitada en todas las direcciones, por la misma e igualmente inalcanzable distancia radial . Así de los ríos y arroyos patagónicos, se formaron los lagos que luego se poblaron de peces, nacieron las plantas dispuestas a ser el alimento de los primeros animales y aparecieron mas tarde el guanaco, el ñandú, el tucu tucu o cururú y toda la fauna patagónica.

El calor que Xaleshem (el sol) proveía a los fuéguidos cururúes (Ctenomys rionegrensis) habitantes de las laberínticas galerías de las altas montañas cordilleranas, hizo que se evaporaran las aguas encargadas de humedecer sus cuevas y así, desde las propias tucureras, se engendraron las claras nubes montañosas de entre las que surgió TEO, una nube que en sus orígenes, era llamativamente clara y blanquecina, dotada de una sonora y estremecedora risa Katrú, (el trueno) y del fulminante Lufke (relámpago)

Los hijos de KOÓCH, admirados por la belleza de la gran Isla conteniendo sus islotes (Patagonia emergida o visibilizada) y lo creado por su padre, comenzaron a derramar sobre ella todas sus dádivas, sin percibir que era perjudicial no tener un órden. Xaleshem (el sol), indiscriminadamente enviaba su luz y calor entibiando la tierra; TEO, (la nube) ayudada por el viento, rosaba las altas montañas y de ese modo derramaba la lluvia que llevaba en su vientre y así alimentaba a los ríos, lagunas y arroyos con agua en abundancia.

Frente al entusiasmo producido por tamaña belleza, los hijos de Kóoch no regulaban bien las lluvias, el calor y los vientos y en ocasiones enviaban demasiadas lluvias que finalmente terminaban anegando la tierra y matando las plantas; en otras, por el contrario, el calor las secaba o el viento las volteaba. Ante esta situación, Kóoch reunió a todos y les habló firmemente. Desde ese momento volvió a reinar la armonía.En La Patagonia creada por Kóoch, todo se deslizaba ordenada y apaciblemente, pero en sus márgenes, contenido por la acción de Xóchem, (viento), asechaba Tons, el representante de la oscuridad absoluta, que no cesaba en su intento por prevalecer volviendo todo a los orígenes en que Kóoch era uno y todo. Obsesivo en su propósito, Tons junto a su consorte Shorro (el tiempo), engendraron a tres malos y temibles espíritus: Axshem y a los mellizos Kelenken y Maip.

Tons había observado que Xaleshem (el sol) tenía dos movimientos ortogonalmente direccionados y vinculados al gran círculo del horizonte; uno de ellos se relacionaba con los dos puntos cardinales ligados a lo claramente óptimo (Este) y lo claramente indeseable (Oeste) perfectamente definidos y que continuamente y siempre, se repetía saliendo desde Arrox (el mar) -lo óptimo- y poniéndose tras la cordillera -lo indeseable- (A. Siffredi). Este movimiento ganaba altura para luego bajar y perderse tras las montañas originando la sucesión de los días y las noches.

El otro movimiento de Xaleshem (el sol) era vacilante, ya que en ese salir diario (De Este a Oeste), no siempre lo hacía por el mismo punto, sino que lejos de repetirse al día siguiente, se iba corriendo día tras día y a medida que se desplazaba en el horizonte circular, con su alejamiento (solsticio de invierno) se advertían el acortamiento y enfriamiento de los días y la

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dilatación de las noches (otoño), mientras que con su aproximación (solsticio de verano), los días se alargaban y entibiaban, mientras que se acortaban las noches. En ese vacilar, solo por pocos días, Xaleshem (el sol) volviendo a pasar por un punto medio, parecía igualar la duración de los días y las noches (equinoccios).

Xaleshem (el sol) al salir diariamente desde Arrox (el mar), se dirigía hacia las montañas y luego se escondía tras ellas, por lo que en esas circunstancias, la oscuridad invadía toda la Patagonia hasta el regreso de Xaleshem (el sol) al día siguiente. Fue entonces cuando Tons, aprovechando el descuido, se las arreglaba para encontrarse con Shorro, (el Tiempo) su consorte, y engendrar a los tres ya mencionados malos espíritus. Axshem, y los mellizos Kelenken y Maip. Axshem, vivía en el fondo de un manantial sulfuroso, mientras que Kelenken, representante del frío y la nieve, se lo sabía capaz de infringir los mayores dolores físicos cuando se unía a su mellizo Maip, que era el viento helado de las tinieblas. De los dos mellizos juntos, se conocía que se ocupaban de apagar los fogones, entumecer los miembros y matar a las pequeñas aves desprotegidas y sin nidos, como así también los nuevos brotes de las plantas.

Kóoch ya se había enterado de los planes de Tons y si bien durante el día lo mantenía a raya gracias a la presencia de Xaleshem (el sol), durante la noche en cambio, dentro de la oscuridad, Tons hacía de las suyas. Para impedirlo, Kóoch dio origen a Keenyenkon, (la luna) y a ella le encomendó iluminar la noche cuando el sol se alejara del cielo; pero ella se enamoró del astro Xaleshem y no sólo lo acompañó durante algunos de sus viajes por el cielo mostrándose pálidamente junto a él durante los días, sino que luego de mostrarse luminosa, de siete formas diferentes, se perdía durante tres noches consecutivas con Xaleshem, detrás de los Andes, sumiendo a La Patagonia en la negrura total (novilunio, luna invisible u octava).

Kóoch decidió bendecir esta unión con la llegada de los mellizos, Wun (Teluj ) y Etensher, luceros de la mañana y la noche (fases mas visibles, inicial y final del Planeta Venus) y encargados de avisar con su salida a los habitantes de La Patagonia, acerca de la aparición o desaparición de sus padres y anunciar del paradero de Keenyenkon; pero ni el cielo del amanecer con su lucero, ni el del ocaso con el suyo, tenían color alguno como para servir de señal, y fue así que, en una noche oscura, aprovechando que Keenyenkon se encontraba ausente (novilunio), Nóshtex uno de los hijos de Tons, raptó a la nube Teo.

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Teo en su cautiverio era ayudada por Xóchem, (viento), que para resistirse ante los propósitos de su captor, comenzó a correr en tanto que en su vaporoso despliegue, era suavemente rosada por las altas montañas, durante el tiempo de tres días consecutivos con sus tres respectivas noches y de ese modo, por efecto de ese rozamiento, estuvo derramando la lluvia que llevaba en su vientre.Así Teo, rozada en su vientre por los picos más altos de los Andes, alimentó a los ríos, las lagunas y los arroyos, perimetralmente alrededor del horizonte patagónico, hasta completar el inalcanzable circuito que separa al cielo claro Kóoch de las tinieblas,Tons. De este modo Nóshtex, el raptor, y Teo, la nube blanca, engendraron a Em´Al o El´Al (Em´Al o El´Al, entendido como el colectivo HOMBRE TEWSTS Tsonek´n Aónikenk, Chonik o Chonk Joiuen, corrientemente conocido por la nominación mapuche- TEWELCHE o TEHUELCHE, posiblemente derivado de la autonominación en alguno de los dialectos patagónicos, TEWSTS.El nuevo colectivo humano auto-construido en la subjetividad patagónica, era un SER capaz de correr con pasos tan largos como su altura, poco mas o poco menos de 1,90m –(Anne Chapman)-, la distancia que separa al mar Arrox de la cordillera, en un solo día (Mito), sin sentir la necesidad de comer ni descansar (Viedma-Cox-Musters).

Kóoch, enterado de esta afrenta del raptor Nóshtex, advirtió que a Em´Al, lo dotaría de sabiduría y de un esbelto cuerpo erguido, tan erguido, bello y valioso, que su sombra sobre el suelo de las pampas patagónicas, se vería recta; tan recta, como la menor distancia capaz de recorrer solamente Em´Al en un solo día, entre Arrox y las montañas . De este modo, Em´Al superaría en belleza, poder y capacidades, a su propio padre, y él y su sombra, serían admirados y venerados por todos los seres vivos de la Patagonia.

Al conocer esta intención de Kóoch, Nóshtex dominado por la furia y el miedo a ser superado por su futuro hijo, abrió el vientre de Teo con filoso pedernal para de ese modo acabar con su hijo. Sin embargo, un roedor llamado Ter-werr, abuela materna de Em'Al, saliendo inesperadamente de su humedecida tucurera, supo distraer la atención de Nóshtex y de ese modo logró arrebatarle y rescatar vivo a Em'Al. Luego Ter-werr, valiéndose de sus poderosos dientes, arrancó la corteza de un alerce patagónico e inmediatamente construyó un/a Uenitalenk o Yenié (Bote o Canoa tipo dalka) convenientemente mimetizada como para que parezca un Koonkne o (cisne patagónico de cuello negro) y de esa manera poder confundir a Nóshtex.

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Recordemos que en aquellas culturas era muy común disfrazarse con partes de una presa para permitirse entrar en su medio y confundirlas. Los tehuelches solían ponerse plumas de ñandú para confundirse entre ellos y sorprenderlos, de manera que el enmascaramiento como recurso de penetración, permanencia y fuga en campos adversos, ha sido un recurso mu recurrente entre los grupos humanos patagónicos.

Ya con la nave terminada en forma de cisne patagónico de cuello negro, Ter-werr se hechó a navegar por las aguas del arroyo del Henno (actual localidad de José de San Martín, donde Casimiro Biguá fue elegido cacique de todos los tehuelches y donde el 3 de noviembre de 1869 se izó la Bandera Argentina y que en 1998 se declaró monumento nacional y erigió una estatua de Casimiro) y el Senguerr (Senguerr del vocablo tehuelche sengel o singer que haría referencia a un vado o “paso del río”. y no al río mismo. El paso fue conocido históricamente como Paso Schultz - latitud -44.5333 longitud -70.4.), llevando consigo al rescatado Em'Al, el hombre tsonek´n, en pos de uno de los contrapuestos sentidos en dirección meridional, que suele tomar Xaleshem (el sol) durante su ambiguo vacilar de ir y venir por el cielo patagónico de Norte a Sur y de Sur a Norte. Así, siguiendo a Xaleshem (el sol) en dirección al oóiú o huella del megeush (ñamdú) de los cielos, (la cruz del sur) fue cuando comenzó a verificarse un franco alargamiento de los días y el consiguiente achicamiento de sus respectivas noches; cruzaron los ríos y pampas patagónicas rumbo al muy frío y azulado cerro CHALTÉN o TSALTÉN. Una vez llegados a la azulada montaña (Latitud: -49.3232 // Longitud: - 72.8906), Ter-werr, su abuela materna, lo mantuvo escondido durante tres días y sus tres respectivas noches, en la parte mas recóndita de su cueva y Em'Al, el hombre de talón (tee) en la tierra (Relato de Papón citado por Ramón Lista), tuvo donde criarse y crecer. Recordemos que en cuanto a las latitudes medidas gnomónicamente, siempre surgen diferencias que las separan ligeramente de aquellas indicadas en los mapas, por lo que en estos casos, amerita el estudio y experimentación de campo ya que gnomónicamente, el ombligo del mundo tzoneck´ debería situarse a 45º gnomónicos, lugar donde Em´Al, como colectivo tsonek´n, nació cual sombra de todos los hombres, igual a su altura.

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En Henno, se formaron las nubes, las que de allí en mas comenzaron a vagar incansablemente por el cielo patagónico, en tanto que proyectaban su sombra (Arnoldo Canclini) y salpicaban de matices diversos las aguas hasta que, con grandes manchones oscuros, relámpagos y truenos, mostraban su enojo al viento que molesto las empujaba.…. Antes de que Nóshtex matara a Teo, las auroras y crepúsculos, eran siempre blancas, de un color un tanto lechoso. Pero después del infortunio de Teo, la sangre derramada por su cuerpo, la destrucción de su vientre y el cordón umblical destrozado, salpicó a los mellizos, hijos de Keenyenkon, (la luna) y de Xaleshem (el sol) de nombres Wun y Etensher, y un nuevo y portentoso manantial cercano a Tecka, se abrió camino hacia el Senguerr emanando cual cordón vertiente del propio ombligo, desde el mismo vientre abierto de Teo. Tras ello, Nóshtex, muy asustado, decidió arrojar al espacio circundante el cuerpo ensangrentado de la víctima.

Al hacerlo, la sangre que aun brotaba de sus heridas, salpicó el firmamento y escurrió hacia el oriente, de modo que a medida que aumentaba la claridad del día, más sangre se amontonaba y más rojo se tornaba el amanecer que iluminaba al arroyo originario Tsonekas Aónikenk o Chonkes Joiuen, antes de migrar al Chaltén o Kalténk.Por estas razones, Henno, sitio cercano al sengel o Singer (paso del río) y fundamentalmente su arroyo, pasó a ser el ombligo del mundo tsonecka, porque reúne las exigidas evidencias de las distintas acciones creadoras en tanto que también es el escenario donde al cortarse el cordón umblical de Teo, nació Em´al y con él comenzó el desarrollo de su obra en la tierra. (Dra. en Antropología Alejandra Siffredi). Pero la roedora Ter-Werr y Em´al, no llegaron solos, pues Em´al, mas que un solo individuo, es El HOMBRE, entendido como el colectivo hombre tsoneck. Em´Al es el hijo de las tinieblas representada en Nóshtex que emerge de ellas entendida como el pasado desconocido, en tanto que Teo, es la madre que de su vientre de nube cargada, dejó caer el agua en forma de lluvia sobre la tierra, para que el agua se hiciera conocida y resurgir, en forma de nuevas nubes emanadas por y desde la propia tierra, en los momentos en que la falta de aire y el excesivo polvo de las pampas patagónicas, implacablemente matan de sed; en esos momentos el agua turbia y negra mana del suelo abierto por la mano y apaga la sed. (Guillermo Cox).

Em´Al es en sí, y para sí mismo, el colectivo étnico originario tehuelche a partir de lo que significaban sus ascendientes. Nóshtex, su padre, un posible descendiente de la fusión entre huárpidolicoides y láguidolicoides, dos grupos humanos de milenaria tradición caminante e hidrófobos, en tanto que Teo, la madre, una “nube” fuéguidolicoide, hija de la roedora y navegante de los ríos y lagunas interiores, ter-wer. Estas raíces dan lugar a pensar que la fuga de Em´Al en la fuéguida canoa construida por Ter-Werr, puede verse como el rescate en un arca con forma de cisne, en la que algunos de estos híbridos patagónicos primero y otros poco después, se embarcaron, mientras que en su

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peregrinar y asentamiento al pié del Chaltén, fuéronse consolidado los caracteres étnicos propios , de lo que en el devenir, se resolvería como tsoneck o tehuelche.Ya en el Chaltèn, Elal o Em´Al, durante sus primeros tiempos, pasó ignorado y en soledad al abrigo del desierto patagónico y posiblemente orientado por la cruz del sur y el sol naciente. Em´Al siempre supo que su padre no dejó de perseguirlo, por lo que en estas latitudes, pese a la distancia recorrida al emigrar del Senguerr, también corría serios peligros porque sus enemigos podían intentar atacarlo ya que hasta aquí también solían llegar los hijos de Tons: Kokeske (el frìo) y Shìe (la nieve). Luego de haber pasado Em´Al tres días con sus respectivas noches, oculto en la cueva de su abuela Ter-werr sobre la parte mas alta del Tsaltén (Chaltèn), quiso bajar y fué en esas circunstancias que Kokeske (el frìo) y Shìe (la nieve) lo atacaron, dispuestos a matarlo.

Pero el pequeño Em´Al demostró ser muy astuto y que matarlo no sería tan sencillo como ellos pensaban, porque en su permanencia en la cueva de su abuela Ter-werr sobre la parte mas alta del Chaltèn, lugar donde pasó tres días consecutivos con sus respectivas noches, el roedor fue su sostén y le procuró calor, alimento guía y fue su maestro, aquel que le enseñó a recorrer los senderos de las montañas, buscar, reconocer y recolectar las buenas yerbas (Bernal-Sanchez Proaño), por lo que conocedor de su tierra, supo vencer al frío Kokeske y la nieve Shìe. El roedor también fue quien alivió la hambruna de los primeros tsoneck´n que migraron desde el Chaltén a la Tierra del Fuego y a quienes se los conocía como huaicururúes (Anne Chapman) porque continuaron con estos hábitos de alimentación y eran ellos –los comedores de cururúes o tucu tucus, los considerados tehuelches -mas temibles-(Guillermo COX) y según Rodolfo Casamiquela, los verdaderos Aonek´nk.

Ente los habitantes de la Patagonia, parece que era muy común identificar a las personas y grupos vecinos mediante un apelativo que aludiera apropiadamente a algún hábito

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característico, de manera que los que vivían al norte de la isla de Tierra del Fuego, eran, como lo hemos dicho, despectivamente llamados huaicururúes por los selk´nam del centro, en tanto que a los que se alimentaban a base del fruto del pino se los llamara pehuenches, o manzaneros a quienes luego de la llegada de los europeos se habituaron al consumo y tráfico de la manzana; comedores de papas se les llamaba a los chilotes, chonos y provenientes del Chiloé, de modo que en general se identificaba al otro, en base a alguna práctica acentuada en aquel y previamente conocida por este, vinculada con la alimentación y o la vida cotidiana. Siendo así, se refuerza la sospecha de que los chonos llegados tempranamente a los ríos interiores de la Patagonia Continental, eran consumidores de árboles y de cortezas, que fugáz y erráticamente aparecían y desaparecían con su relativamente diminuta talla, frente a la mirada de los enormes patagones. ¡Como no compararlos con los ratones patagónicos!.También y de manera correlacionada, a través de ellos se identificaba el cielo y o el territorio que cada uno de estos grupos así identificados, habitaban (Anne Chapman). La persona era el hábito, su medio y muchas veces, ese hábito y/o el medio, era la persona. Todo en una manera de asociar donde lo causal cedía paso a lo concomitante. De esta manera pudo surgir un doble carácter respecto al cururú, el de cururú alimento y el de cururú navegante para referirse a los fuéguidos, por lo que en la mitología tzoneck´n, se puede interpretar que como fruto de una sesgada mirada continental y de a pié, propia del tsonek´n, se veía en los fuéguidos canoeros, a unos empequeñecidos (1,50m de altura frente a 1,90m tzonecka) navegantes de los ríos interiores, que simplemente llegaban hasta ellos para descortezar las hayas patagónicas, entablar los alerces y procurarse de recursos con propósitos desconocidos y no visibilizados, (fabricar las canoas o dalkas, intercambiar productos), para luego, prontamente desaparecer internándose en los boquetes montañosos y desaparecer entre las laberínticas e inter-montañosas rutas hídricas, llevándose lo que vinieron a buscar, como lo sabían hacer los ratones patagónicos. Es probable que algunos antiguos tzoneckas hayan establecido contacto con estos canoeros y que admirados por su destreza y disposición, para la fabricación de embarcaciones y mantener el fuego encendido mientras navegaban, ¡plenos de admiración!, hayan salido a divulgar y transmitir sus vivencias, aunque un tanto agrandadas quizás, o envueltas en los misterios a los que tanto predispone la ambientación cordillerana y de la que supieron dar cuenta los exploradores mas relevantes, (Guillermo .Cox- George .Musters). Para el común de los tzoneckas, los chonos canoeros, no habrían sido nada más que simples comedores de cortezas, que al igual que los cururúes (ratones patagónicos), contaban con sus propios caminos y rutas hídricas entre las montañas, para poder fugarse velozmente llevando el fuego encendido sobre el agua, con lo cual, el tsonek´n medio pudo haberse preguntado si ese fuego no era el mismísimo Xaleshem (el sol) que enamorado del cururú, deslizándose sobre las aguas, estaba entregado a engendrar las nubes que luego se elevarían con él, para aparecer inmaculadas rosando los picos montañosos. Quizás algún tucu tucu, cururú,(ratón patagónico) canoero fue quien se apiadó de Em´Al convirtióse luego en Terwerr, llevándose raudamente al niño salvado a la zona mas austral.

Em´Al, ya conociendo como y donde procurarse de agua, siguió creciendo y a fuerza de piedrazos por doquier, supo experimentar e incrementar las posibilidades que brindaban las piedras cuando a tal fin, se desarrollaban las capacidades de manejo, así Em´Al, supo inventar el arma originaria de los tzoneckas, llamada bola arrojada (Salvador Canals Frau),

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arma que, como toda la subjetividad tehuelche, se funda en la generación de un círculo en el espacio y el movimiento de tres vueltas de bola, tras lo cual, la presa cáe de un bolazo en la cabeza.Em´Al, aprendió a realizar señuelos para engañar y cazar a sus presas y hasta a imitar sus movimientos para mimetizarse entre ellas y desde el engaño sorprenderlas con flechas cortas y emplumadas disparadas desde los arcos cortos y recios (Salvador Canals Frau) que el mismo Em´Al inventó y enseñó a fabricar. Los Selk´nam imitaban el salto del pingüino (Chapman) y probablemente los poyas o tsonek´n del norte patagónico, probablemente engañaban a sus presas saltando en una pierna y sostenidos sobre un solo pié, en tanto que con la otra pierna y pié, podía simular el largo cuello y cabeza de ñandú.

Em´All, por haber seguido a Xaleshem (el sol) cuando se dirigía hacia el Chaltén o Tsaltén junto con Terwer, observó que mientras los días se alargaban (primavera) las noches se acortaban una tras otras y que en el cielo se dibujaba la pata de un joven ñandú (cruz del sur) que servía de guía para no desorientarse y entonces llamó a esta estación del año, la estación del ñandú.

Xaleshem (el sol) le enseñó a Em´Al, que su sombra crece cuando su luz y calor se aleja de la parte mas alta del cielo y que ese crecimiento de la sombra, Em´Al lo podía verificar simplemente observando la gran diferencia entre la sombra del amanecer con la del mediodía. ¡¡Verifica Em´Al!!, dijo Xaleshem (el sol) que en tanto al amanecer es imposible cubrir la sombra saltando en un solo pié, al mediodía, en cambio, saltando como un ñandú, en un solo pié, no solo puede divertir a los niños, sino que además ayuda al tzonecka a saber de su ubicación en el espacio y en el tiempo patagónicos.

Em´Al entendido como colectivo tzoneck´n, se reivindica, surge y vuelve a la vida, toda vez que se forma un círculo humano, sea en una perimetral reunión en torno a cualquier hoguera patagónica donde se cuentan y escuchan historias de tsoneck´n, o dando tres vueltas enredador del recién llegado (Musters), se lo agasaja y brinda la bienvenida, memorando con la reproducción del círculo y su relación entre el perímetro y el diámetro, no solo los días de cautiverio de Teo sino que también, el exilio de Em´Al en el Chaltèn o Tsaltén. Elal surge y vuelve a la vida, siempre que se forma un círculo humano para parlamentar (aíx), para cazar (aonkenk), para fumar y o simplemente, para llevar a cabo una mateada.

Donde hay un fuego encendido, siempre hay un círculo y en el círculo, siempre están las tres vueltas de Teo y los días del exilio de Em´Al refiriendo a la relación que guardan con el diámetro como distancia recta entre sus bordes. En el círculo que el expedicionario chileno Guillermo COX supo dar tres vueltas antes de pasar el boquete cordillerano que le permitiría dirigirse a VALDIVIA, revivió y permaneció vivo Em´Al durante la ceremonia y es la vida de Em´Al como colectivo tehuelche, la que impone solemnidad y respeto. En los círculos patagónicos siempre hay un implícito número tres (3), vinculado a los tsoneck´n y siempre que en la mitología y literatura tehuelche hay un número tres, existe un círculo. Los hay también entre los Selk´nam cuando en sus coreografías circulares del HAIN, hombres y mujeres se agasajan mutuamente, (Chapman)

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Em´Al como descendiente de la primera migración humana llegada al continente americano desde Asia, está ya pre-configurado en el círculo y en la triple relación que la circunferencia del círculo guarda con el diámetro, conocimiento muy antiguo y citado con otros nombres en el Libro de los reyes y en las Crónicas de la BIBLIA, y aunque desaparece por momentos de la cabeza humana y parece perderse en las sombras de los tiempos, vuelve nuevamente a resurgir con el brillo propio de la sabiduría, en una recurrente dialéctica tan circular, como la suma de los tres diámetros. Em´Al surge y vuelve a la vida, en las numerosas lagunas circulares de la Patagonia y en el inalcanzable y circular horizonte que universalmente acompaña la mirada distante del tzonecka.

Em´Al y su sombra recta, solo cambian de sitio y de longitud, pero nunca abandonan su hogar patagónico.

Em´Al, ten cuidado – prudentemente le recomendaba Ter-wer- las fieras son hijas Tons y ahora que hemos descubierto como procurarnos del agua en cualquier terreno, vendrán por ti cuando menos lo esperes. Fue así que una mañana, mientras correteaba y practicaba el arrojo de piedras sobre la ladera de un sinuoso torrente, a su encuentro y repentinamente salió un enorme puma. Em´Al, se detuvo, tomó su arma, dió tres vueltas de piedra sobre su cabeza y con un certero golpe supo herir al felino que mal herido, lanza un pavoroso y estremecedor grito al que le sigue en respuesta de otro no menos estremecedor de otro felino y del lado opuesto que oculto entre las malezas, no se dejaba ver y hacía que Em´Al, se encontrara seriamente amenazado entre dos frentes. Uno al oriente y otro al occidente y Em´Al sin su bola ya arrojada, pudo haberse atemorizado, pero sin embargo el hombre tzonecka, deslizó una sonrisa y prontamente trepó una colina, descendió sobre un valle y en las orillas del caudaloso río cercano al Chaltén, (actual Río Santa Cruz), recoge de su lecho dos pedernales. Luego, volviendo sobre el centro de la escena del drama, recoge algunos arbustos leñosos y desmenuzando unos y partiendo otros, golpea las piedras hasta encender el fuego con el que alentado por su aliento, comienza a brillar la Patagonia toda y se ahuyentaron las bestias.

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Em´Al, que sabía como procurarse de agua, conocía el silencioso lenguaje de su sombra, contaba con el arma elemental tsonek´n y sabía ya como darle vida al fuego, a quien todas las bestias temían y ante el cual, retrocedían. Pero aún no se sabía dueño de otras capacidades que se irían manifestando día tras días, conforme nuevas experiencias. Es así que un día, Em´Al ve un cóndor posado sobre la parte más alta de un cerro y subyugado por la belleza de sus plumas, Em´Al, muy amigablemente le solicita una para adornar su cabeza y dar mayor altura a su apariencia, pero el orgulloso alado le grita ¡¡no, eso es imposible, pues las necesito para volar y abrigarme ¡!. Em´Al volvió a insistir con su demanda, primeramente fue con un ruego y luego con insistencia. Frente a la persistente negativa del ave y su disposición a echarse a volar, Em´Al tomó su bola arrojable, giró tres veces sobre su cabeza y el cóndor cayó atontado al piso, carreteó como para retomar el vuelo y en el intento perdió numerosas plumas. Em´Al, eligió una pluma pero se dio cuenta que la mas bonita no se encontraba entre ellas, por lo cual se dijo que, quizás con dos bolas en lugar de una, podría amarrar sus patas o su cuello e impedirle de volar. Fue así que en otro encuentro, el ave creyendo que podía zafar con solo esquivar la piedra, se encontró que al ser dos, la otra lo envolvió con los tendones de guanaco con que estaban atadas (katz) y cayó aprisionada al suelo con sus garras entreabiertas. Desesperado el animal alado imploró, ¡por favor, toma la pluma que más te guste pero déjame volar!, a lo que Em´Al respondió con serenidad y firmeza: ahora quiero todas tus plumas y después que me quede con todas ellas, quiero que te vuelvas a la cumbre del cerro nuevamente (si puedes). En ese momento Em´Al se dio cuenta de su fortaleza y de las bondades de su nuevo invento, la boleadora de dos bolas (chume). Em´Al tiene la fuerza física, la inteligencia y juventud capaz de atemorizar, domesticar, dominar o eliminar a cualquiera otro animal. El puma fue vencido por su temor al fuego, el zorro lo acompaña en las correrías y recibe mansamente su parte, en tanto que el cóndor, pese a volar, no se atreve a negar sus plumas por temor a ser eliminado por Em´Al.

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Pero tal como se lo advirtió oportunamente su abuela terwerr, Nóshtex (padre de Em´Al), volvió a aparecer diciéndole con autoritaria soberbia. ¡yo soy tu padre!, ante lo cual Em´Al lo acepta y decide llevarlo a conocer la tierra que con la ayuda y consejos de Terwer supo realizar. Em´Al le enseña las armas inventadas, sus enmangues tallados como para manejar las piedras, las pieles que supo extraer y curtir, los caparazones de armadillo que utilizaba para recoger agua y los paravientos que oponía a Xóchem, (viento) para guarecerse y mantener la llama del fuego encendida, pero Nóshtex lejos de cesar en sus intentos de eliminarlo, se vuelve amenazante como para hacerse de todo el poder. Entonces Em´Al, al ver malogradas sus buenas intenciones y comprender la naturaleza irrecuperable de su padre, decide revelarse e hiere la tierra (guer) con un pié (kel), clavando profundamente su talón (tee) en el suelo que el supo transformar y aprender a querer. Em´Al, se subleva y da muerte a Nóshtex su malvado progenitor. ..-Muerto Nóshtex y consolidado Em´Al, comienza un nuevo ciclo tzonecka, en el que aparece Sintalk´n, guerrero poderoso y sagáz que viene a enfrentarse con Em´Al. La sangre tzonck, riega las pampas patagónicas y enfurece a las fieras. Xaleshem (el sol) por momentos, queda opacado y parece oscurecer el día, la corteza terrestre palpita y el Xóchem, (viento) ruge furioso. El poder de Em´Al se debilita y su carácter representativo del hombre tzonck queda cuestionado. La boca de Em´Al que tantas cosas bellas produjo, ahora blasfema y en su corazón se encienden las mas bajas pasiones.

¡¡¡Sintalk´n, Sintalk´n… ¡!! Resuena desde la costa de Arrok (Mar) al pié del Chaltén o tsalténk y finalmente el guerrero es vencido y aprisionado por Em´Al que consecuentemente vuelve a recuperar su omnipotencia y representatividad entre los tsonk´n.

Em´Al, que mucho supo aprender huyendo junto a Terwer, sabía que Keenyenkon, (la luna) se mostraba bajo siete rostros diferentes y que Xaleshem (el sol), producía una sombra medible, pero también sabía que ambos, Xaleshem (el sol) y Keenyenkon, (la luna), constituían un armonioso conjunto familiar con dos descendientes. Fue entonces cuando Em´Al se enamoró de Wun o Teluj, que era el lucero del amanecer (fase inicial y mas brillante del planeta Venus), hija del matrimonio formado por Xaleshem y Keenyenkon. Este enamoramiento refleja una mirada gnomónica sin predominio de Keenyenkon, (la luna), sobre Xaleshem (el sol) ni viceversa y con cierta consideración sinódica con Venus. Para el tzonecka originario en su mirada gnomónica, la luna y el sol tenían la misma jerarquía al momento de contabilizar los días o referir algún acontecimiento, pero luego de este enfrentamiento de Em´Al con Sintalk´n, Xaleshem (el sol) paso a subordinarse y Keenyenkon, (la luna) pasó a ser referente en la cosmogonía de quienes siguieron a Em´Al.Esta mirada que hace centro en la luna, pareciera reflejarse en la cosmogonía mocovíe, (los mocovíes son patagónidos que llegaron tardíamente a la región chaqueña) en tanto que, el predominio de Xaleshem (el sol), en correspondencia con Sintalk´n, curiosa y muy claramente se refleja en la cosmogonía Selk´nam y en ambos casos, prevalece la estructura originaria donde el círculo o el número tres a la manera de triplicación de lo que podría ser un diámetro, aparece para cazar, para las ceremonias, para la representación cosmogónica e incluso, aunque no se lo mencione, es el factor gnomónico que prevalece en esa región patagónica, entendido como la triplicación de la longitud de la altura propia en los mediodías de los equinoccios; también aparecen el eje del mundo Este-Oeste u axis-mundi, las siete

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formas diferentes de la luna y además, el papel del concepto de cielo en ambos casos es muy significativo (Chapman, Cox, Musters).

Se dice que como consecuencia de esta cruenta lucha entre los antiguos tzoneck´n, en la que se debatieron cosmovisiones diferentes, Arrok (Mar), no permaneció neutral y por el contrario, para evidenciar su postura, toda vez que Keenyenkon, (la luna) se ausenta, Arrok (Mar) eleva sus aguas intentando anegar las tierras de Em´Al.

Esta sangrienta lucha entre patagónidos tzoneck´n, pudo dar origen a varias migraciones importantes, subdivididas en tiempos diferentes hacia el norte primero, y luego hacia el sur. Los que migraron rumbo al norte pudieron haberse ordenado en tres oleadas temporalmente distintas, siendo la más antigua, aquello que habría llegado a la región chaqueña y con el tiempo constituirse en el grupo de comunidades que los guaraníes llamaban guaykurú, luego una segunda que al llegar a la pampa húmeda pudo mestizarse y reforzar su carácter láguidolicoide para convertirse en los pampas y finalmente, la mas reciente en rumbear hacia el norte, pudo establecerse en la meseta chubutense. La que migró al sur, en su primera oleada habría sido aquella que surgida tras posibles cruzamientos con los alacalufes canoeros, pudieron dar origen a los haush y la más reciente, importante y numerosa, quizás, luego de finalizar la lucha intestina entre tzoneck´n, es la de los Selk´nam, mal llamados onas. Mal llamados pues ellos no se llamaban a sí mismos de esa manera y en cambio sí, hubo un cacique conocido por Onos, citado por Antonio Viedma al referirse a las 24 horas entre el día 30 y 31 de Diciembre del año 1780, que moraba cerca del río Santa Cruz, amigo del cacique Julián y al parecer, pudo haber operado como generalizador del apelativo y generador del

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parónimo ona. Todos los tsonek´n al sur de los 50º de latitud, para cualquier español, pudieron entenderse como parte del cacicazgo ona. Y hablando de generalizaciones y parónimos, es interesante observar la similitud del nombre Sintalk´n con el de Selk´nam y cuesta resistirse a asociar que son ellos, los selknam quienes como lo habría hecho Sintalk´n en la lucha entre cosmovisiones diferentes, reivindicaron el predominio del sol frente a la luna. También debemos señalar que en tanto para los tzoneckas, Kóoch (el cielo) es el hacedor, para los Selk´nam, es Shoón (cielo) y en ambos casos el concepto de cielo, aunque con nombres transformados, supo funcionar como principio organizador de la cosmología y tuvo una destacada significación social y ceremonial (Chapman). Algo similiar ocurre con el círculo que en las dos culturas es estructurador de su cosmovisión. Cabe preguntarse entonces:

¿Habrá sido Sintalk´n la personificación de todos los selk´nam?, ¿Habrá sido Sintalk´n el EM´AL y hombre colectivo selk´nam?,

Algo así como el colectivo disgregado y que migró al sur luego del enfrentamiento. Recordemos que hemos presentado a Em´Al como ese (EM) colectivo hombre (AL), entre los tzonecka, y dado que Kóoch (el cielo) tzonk, pudo transformarse en Shoón (cielo) selk´nam, la separación violenta entre tzoneckas, que produjo el martirio del guerrero Sintalk´n por su enfrentamiento con Em´Al, pudo haber motivado a los seguidores de Sintalk´n, como para que las capacidades y virtudes de Em´Al se la hayan transferido a Sintalk´n, haciéndolo de hecho a este guerrero, el heredero directo de todo el pasado patagónico con lo cual Sintalk´n o Selk´nam, pudo pasar a ser el nombre del nuevo colectivo de hombre desarrollado por esta novel comunidad y entre los seguidores de Em´Al, rivales de Sintalk´n, pudo pasar a ser sinónimo del mal, del no deseado. De ser así, por tratarse de un mártir y no de un líder presente de carne y hueso, Sintalk´n o Selk´nam, tendría una genealogía traumática, con lo cual sería un colectivo más abstracto que Em´Al y como consecuencia de esa abstracción, no podría cumplir funciones de líder, de modo que, un representante concreto y posible motivador de la disputa, el sol, pudo reemplazarlo en el rol de preeminencia. Entonces Xaleshem (el sol), pudo pasar a ser- Krren (el sol) entre los Selk´nam - y cumplir con el rol de líder que dejara vacante tanto Em´Al por rival, como del guerreo Sintalk´n por fallecido.

Tengamos en cuenta que en el mito del HAIN femenino, un día Xaleshem paso cerca de la choza del HAIN cargando un guanaco recién cazado y sin pretenderlo se percató de que los espíritus no eran tales sino mujeres disfrazadas y fue ese el detonante mítico que motivó a los varones a revelarse y a hacerse dueños de los haruwens (divisiones territoriales). Ni Em Al ni Sintalk´n podía liderar concretamente los tiempos presentes ni venideros, pero si podía hacerlo Krren- (el sol), y de ese predominio solar por sobre la armoniosa relación entre Xaleshem (el sol) y Keenyenkon, (la luna), dan prueba las ceremonias del HAIN histórico (Chapman) y arqueológico hallado sobre el río Ewan (Laura Caruso).

Solo cuando a las estructuras reales se las somete y exige funcionar bajo condiciones extremas, como es el caso de cualquier máquina y o a las expresiones matemáticas a las tendencias límites de infinito o a cero, solo así y bajo esas condiciones, se ponen en evidencia las constantes materiales y o matemáticas que la componen y con las teorías ocurre lo

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mismo, aunque para ello incluso se recurra a las hipótesis del absurdo como podría ser en caso extremo, la posibilidad de considerar un STONEHAIN,

En cuanto a la visión que desde el interior de la choza se tenía del cosmos, es básicamente de forma circular y por tratarse de las culturas patagónicas, comunidades muy alejadas de la línea ecuatorial, las proyecciones gnómicas sobre estos círculos, arrojan ángulos azimutales importantes y le dan al conjunto una configuración cercana a una división del círculo en ocho partes casi iguales que, por otro lado, como todo lo que contiene y pertenece al HAIN, se subordina al mecanismo general de subordinación de la mujer para el cual fue concebido.Los hallazgos arqueológicos dan cuenta de por lo menos dos chozas que pudieron haber sido levantadas con fines ceremoniales a orillas del Río Ewan, dentro de la actual localidad homónima, donde una de ellas, la llamada, según la datación dendrocronológica, indicaría que sus troncos habrían sido cortados en tiempos históricos, durante la primavera del año 1905, son troncos enteros, rectos, provisto de terminaciones en horqueta, con un largo mayor a 4 metros y menor o igual a 5,63m y de 0,08 a 0,21m de diámetro más o menos. Las medidas de la choza son de aproximadamente 6m de diámetro en la base, 3,17m de altura interna y todos los restos pertenecen a la especie Nothofagus antártica o ñire mapuche. Tambien se hallaron grandes troncos de ñire para la alimentación del fuego -Laura Caruso Fermé - María E. Mansur - Raquel Piqué –

Rubén CALVINOMarzo 2012

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Si bien estos datos son de suma importancia, las diferencias y semejanzas entre el STONEHAIN y el STONEHENGE, son tema de un trabajo específico, por lo que aquí, solo presentamos este gráfico que resume conceptualmente la idea y los ejes gnomónicos, esencialmente mantenidos incluso cuando la latitud gnomónica sufriera algunas diferencias.

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LENGUA TSONEK´N

Las culturas patagónicas no tenían escritura por lo que cada autor a su manera, entre los que no faltaron cautivos, exploradores y misioneros devenidos accidentalmente en lingüistas, intentaron asignarle las letras de su abecedario a los fonemas que según ellos entendieron, tenían o podían tener algún significado. Es así que hay algunos vocabularios tehuelches que aunque con algunas diferencias de escritura, revelan coincidencias y en este sentido aunque Salvador Canals Frau utiliza la palabra CHONIK, nos presenta las grafías a la que distintos autores arribaron para referirse al fonema con que los patagones o tehuelches se llamaban a sí mismo, conforme cada uno de ellos a las reglas ortográficas de sus respectivas nacionalidades, son muy diversas

CHO-TCHÓ-TSÓ-TSHO, son las diferentes maneras de escribir la sonoridad con que los patagones expresaban su idea de sí mismos. Todas estas expresiones son variantes en torno a la sonoridad que en castellano tiene la letra compuesta CH, cuando se la pronuncia un tanto suavizada por provenir quizás, de una locución posiblemente afectada por la conformación biotípica muy particular del tipo patagónido. No habría que descartar esta posibilidad, ya que el bello biotipo de hombre tehuelche, considerado como uno de los mas altos de la tierra, robusto, de cráneo macizo, alto, alargado y de gruesas paredes (Canals Frau) con una dentadura blanca y conservada hasta la muerte, es un tipo muy peculiar de hombre que como tal, pudo haber tenido en correspondencia a su peculiaridad, una manera de locutar lo que para nosotros en el habla castellana es la letra CH, un tanto ligada a la T y la S por la colocación de la lengua frente a la dentadura, al punto que CLARAZ -1896- entendió que el sonido se lograba con una letra simple S, abriéndose paso desde adentro de una T inicial en TSÓ.

LEHMANN-NITSCHE (1914) interponiéndole la letra H en medio de la S y la O, y componiendo la letra compuesta SH en TSHO. Aunque no falto el autor- GARDINER -1852- que directamente ha escrito CHO - ni tampoco quien como Musters haya interpretado que para la gramática inglesa sea TCHÓ.

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Tomando todas las expresiones en base a la economía de expresión y utilizando letras simples dentro de lo que pudo ser el biotipo tehuelche y su dentadura tan elogiada por cautivos y exploradores. proponemos experimentar con TZON o TSON-Estas diferencias entre otras, respecto a la escritura de los fonemas patagones, posiblemente derivadas de amoldar a veces inconscientemente, la lengua investigada a la lengua materna del investigador, nos habilita para sospechar de que EL AL o EL el (Canals Frau), pudo ser en rigor Em Al tal cual lo hemos citado hasta aquí, en base a que, Em, significa que CHE en mapuche, es decir alude al colectivo hombre en el sentido de de especie, en tanto que tanto la palabra EL como lo cita Canals Frau, como Al significan Hombre; osea que Em Al sería el hombre y o arquetipo de hombre del colectivo tehuelche. Muchas expresiones se han contaminado de expresiones mapuches donde EL, tiene un significado localizador en tiempo y lugar muy utilizado por ellos para la designación del CHE –gente- mapuche.

Las terminaciones KEN- KENE, KENK, KUNU, KNAM…, todas ellas, son expresiones escritas de un solo y mismo fonema que con letras puestas por distintos autores de orígenes diversos y sin previo acuerdo lingüístico, aparecen como palabras diferentes pero que en verdad, es una sola y única terminación que se presenta en la mayoría de los nombres que los tzonek´as, tanto del norte como del sur, le asignan a palabras que se refieren a sí mismo (Salvador Canals Frau) y posiblemente a ligado a lo visualmente distante.

Basados en lo expuesto por Canals Frau y el análisis sobre algunas palabras recogidas de distintos vocabularios, tomamos la palabra escrita KENK, como una de las formas posibles de generalizar el fonema de lo que, según interpretamos, sería la expresión concreta del YO . Sería algo así como una partícula con la que se termina todo fonema usado para hablar de sí mismo y puesto a la vista en un contexto de universalidad, de manera tal que con la sola presencia de KENK al final, le da o daría espacialidad y concreción, a la función y o actividad particular a la que va asociada.

KENK , es o sería siempre la forma de “yo función-KEN”, yo cazador-KEN como el espacio de caza. YO CAZADOR en el espacio de caza aunken.YO y la cardinalidad espacial -penkóken- teurken, penken - aoniken . YO y lo que fluye o emana, keoken,kenken, ajken, kenken. Un caso interesante es el que se presenta entre los tsonek´as mas australes, los HAUSH o MANNEKEN y o directamente con los SEL K´NAM.TEHUELCHE, posiblemente derivado de la nominación dada por ellos para sí -TEUESCH- TSONEKAN.

La denominación TEHUELCHE con la que comúnmente se conoce a los patagones, posiblemente derive de la nominación que Salvador Canals Frau cita como aquella dada para sí -TEUESCH- la cual, siendo que la letra CH, pudo sonar como TSONEK TSONEKAN TSONEK´NEs obvio que estas son deducciones provisionales que inevitablemente conducen a diversas ambigüedades que en algún momento y colectivamente se deberán ir evaluando en cada caso para finalmente, conocer fehacientemente el significado y acertar en su escritura.

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Rubén CALVINOMayo 201

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BIBLIOGRAFíA

LOS TEHUELCHES-------------------------------------------------------------------Irma BERNAL-Mario SANCHEZ PROAÑOVIAJE A LA PATAGONIA AUSTRAL----------------------------------------------------------------------------------Ramón LISTAVIAJE A LAS REJIONES SEPTENTRIONALES DE LA PATAGONIA-----------------------------------------------G. COXARGENTINA INDÍGENA-------------------------------------------------------------------------Andrés BONATI-Javier VALDEZLOS JESUITAS EN LA PATAGONIA--------------------------------------------------------------Jesuita Miguel de OLIVARESLOS SELK´NAM---------------------------------------------------------------------------------------------------------Anne CHAPMANTRES AÑOS ENTRE LOS PATAGONES-------------------------------------------------------------------Auguste GUINNARDDIARIOS DE NAVEGACIÓN-----------------------------------------------------------------------------------------Antonio VIEDMAVIDA ENTRE PATAGONES-----------------------------------------------------------------------------------George C. MUSTERSLA PATAGONIA PIENSA-----------------------------------------------------------------------------------------------Juán BENIGARPREHISTORIA DE AMÉRICA----------------------------------------------------------------------------Salvador CANALS FRAUMETODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA---------------------------------------------------------Juán SAMAJAVIDA ENTRE LOS PATAGONES--------------------------------------------------------------------------------George MUSTERS

REFERENCIAS

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------EL USO DE RECURSOS VEGETALES ENTRE CAZADORESRECOLECTORESDE LA ZONA CENTRAL DE TIERRA DEL FUEGO--Laura Caruso1, María E. Mansur2 & Raquel Piqué1http://www.scielo.org.ar/scielo.php?pid=S0011-67932008000200002&script=sci_arttext#1----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Economía y sistemas de asentamiento aborigen en la cuenca del río Limay--Mabel M. Fernándezhttp://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1851-37512006000100003-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------LA FRUSTRADA MISIÓN ESTRATÉGICA DE NAHUELHUAPI, UN PUNTO EN LA INMENSIDAD DE LA PATAGONIA--M. XIMENA URBINAhttp://www.scielo.cl/pdf/magallania/v36n1/art01.pdf-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

UN MITO TEHUELCHE: KOOCH, EL CREADOR DE LA PATAGONIAhttp://www.alconet.com.ar/varios/mitologia/patagonia/koock.html--Arnoldo Canclini compilador.----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------María la grande o reina de los tehuelcheshttp://es.wikipedia.org/wiki/Mar%C3%ADa_la_Grande----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------