Aplicación de Los Principios de La Guerra en Las Guerras Médicas

Realizado por:

TNNV-AB Guillermo FALCONI Piedra.

2013

CURSO: DIRECCIÓN A CORRESPONDENCIA

TEMA: APLICACIÓN DE LOS PRINCIPIOS DE LA

GUERRA EN LAS GUERRAS MÉDICAS

ARMADA DEL ECUADOR

ACADEMIA DE GUERRA NAVAL

Guayaquil

-o-

El Ecuador ha sido, es y será País Amazónico.

REPÚBLICA DEL ECUADOR

ARMADA DEL ECUADORLICEO NAVAL DE ESMERALDAS

Tarea: Aplicación de los principios de la guerra en las guerras médicas.

I. INTRODUCCIÓN

Debido a que existe un acciona que reza “Nadie puede hacer lo que no ha

aprendido”. Como fase introductoria se expondrán los principios de la guerra que nos

servirán para analizar en detalle los acontecimientos de las Guerras Medicas,

llamadas así por los historiadores griegos, a las operaciones beligerantes realizadas

contra el expansionismo armado del imperio medo-persa y llegar a determinar

cuándo su aplicación genero el triunfo o cuando su inobservancia llevo al fracaso.

Principios de la Guerra:

Objetivo: Dirigir todas las operaciones militares hacia un objetivo que esté

claramente definido, decisivo y realista. El máximo propósito militar de la guerra es la

destrucción de la habilidad del enemigo para combatir y de su voluntad de hacerlo.

Ofensiva: Capturar, retener y explotar la iniciativa. La acción ofensiva es el modo

más efectivo y decisivo de obtener un objetivo común claramente definido. Las

operaciones ofensivas son los medios mediante los cuales una fuerza militar captura

y conserva la iniciativa mientras mantiene su libertad de acción y consigue resultados

decisivos. Esto es fundamentalmente verdad en todos los niveles de la guerra.

Masa: Amasar los efectos de un poder de combate devastador en el momento y

lugar decisivos. Conseguir la masa es sincronizar todos los elementos del poder de

combate donde tengan un efecto decisivo sobre una fuerza enemiga en un período

corto de tiempo. Amasar los efectos, más que concentrar las fuerzas, puede

posibilitar que fuerzas numéricamente inferiores puedan conseguir resultados

decisivos, mientras que se limita la exposición al fuego enemigo.

Economía de Fuerzas: Emplear todo el poder de combate disponible de la manera

más efectiva posible; asignar un poder de combate mínimo esencial a los esfuerzos

secundarios. La economía de fuerzas es la distribución y el uso juicioso de las

fuerzas. Ninguna parte de las fuerzas deben ser dejadas nunca, sin un propósito. El

empleo del poder disponible de combate para tareas tales como ataques limitados,

defensa, retrasos, engaño, o incluso operaciones retrógradas se tiene que sopesar

en relación a conseguir la masa en otro lugar del campo de batalla en el lugar y

momentos decisivos...

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Maniobra: Colocar al enemigo en una posición de desventaja mediante la aplicación

flexible del poder de combate. La maniobra es el movimiento de las fuerzas en

relación con las del enemigo para ganar una ventaja posicional. Una maniobra

efectiva hace que el enemigo pierda su equilibrio y protege a las fuerzas. Se usa

para explotar éxitos, para preservar la libertad de acción, y para reducir las

vulnerabilidades. Continuamente crea nuevos problemas al enemigo al hacer que

sus acciones sean inefectivas, conduciendo eventualmente a la derrota...

Unidad de Mando: Para cada objetivo, hay que buscar la unidad de mando y la

unidad en el esfuerzo. A todos los niveles de la guerra, el empleo de las fuerzas

militares de un modo que amase el poder de combate hacia un objetivo común,

requiere unidad de mando y unidad de esfuerzo. La unidad de mando significa que

todas las fuerzas estén bajo un único comandante responsable de ellas. Requiere un

único comandante con la autoridad necesaria para dirigir a todas las fuerzas en la

búsqueda de un propósito unificado.

Seguridad: No hay que permitir nunca que el enemigo adquiera una ventaja

inesperada. La seguridad potencia la libertad de acción mediante la reducción de la

vulnerabilidad a los actos hostiles, influencia, o la sorpresa. La seguridad surge de

las medidas que toma un comandante para proteger a sus fuerzas. El conocimiento y

la comprensión de la estrategia, tácticas, doctrina y planes del enemigo aumentan la

planificación detallada de las medidas de seguridad adecuadas.

Sorpresa: Golpea al enemigo en un momento, lugar o de una manera para las que

no esté preparado. La sorpresa puede cambiar decisivamente el equilibrio del poder

de combate. Mediante la búsqueda de la sorpresa, las fuerzas pueden conseguir un

éxito fuera de toda proporción con el esfuerzo realizado. La sorpresa puede ser en

tempo, tamaño de la fuerza, dirección o localización del esfuerzo principal, o tiempo.

El engaño puede ayudar en las probabilidades de conseguir la sorpresa...

Simplicidad: Hay que preparar planes claros y no complicados con órdenes

concisas para asegurar una comprensión completa. Todo en la guerra es muy

simple, pero la cosa más simple es difícil. Para los no iniciados, las operaciones

militares no son difíciles. La simplicidad contribuye al éxito de las operaciones. Los

planes claros y simples, las órdenes concisas minimizan la incomprensión y la

confusión. Pesando otros factores lo mismo, es preferible la parsimonia.

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II. ANÁLISIS

Las Guerras Medicas, tuvieron sus raíces en la revuelta Jónica que amenazo la integridad

del gobierno Persa, en las ambiciones del Rey Darío, que comenzó a esparcir el imperio en

Europa, sometiendo Tracia y obligando a Macedonia a convertirse en su aliado. Y debido a

que los estados de la Grecia personificaban una viable amenaza para su seguridad futura.

Por tanto, Darío resolvió someter y sosegar Grecia y el Egeo, al tiempo que reprendía a

Atenas y Eretria que le ofrecieron tropas a Aristágoras en defensa de la revuelta Jónica

(ciudades greco-asiáticas), ya que Aristágoras depuso el gobierno Persa, declarando que

Mileto se volvía una democracia. El resto de ciudades de Jonia, al filo de la insurrección,

siguieron sus pasos, echando a los dictadores designados por Persia y declarándose

democracias.

A. Primera Guerra Médica

La Primera Guerra Médica residió en la primera excursión Persa a Grecia. Comenzó en 499

a. C., debido a que las ciudades greco-asiáticas se le habían sublevado abiertamente y

finalizo con la determinante triunfo ateniense en la Batalla de Maratón en el 490 a. C. La

excursión, refleja dos campañas distintas, ordenadas por el Rey Darío, esencialmente para

escarmentar a las ciudades de Atenas y Eretria. Por apoyar a las ciudades de Jonia durante

la revolución jónica contra el gobierno Persa. Además el Rey Darío también vislumbró la

oportunidad de extender su imperio a Europa y asegurar su frontera occidental.

La primera campaña (492 a. C.) fue tutelada por Mardonio, quien subyugo Tracia y forzó a

Macedonia a ser vasalla del dominio de Persia. Pero, el avance de la excursión castrense

fue impedido por una tempestad que atrapó a la flota Persa, mientras costeaba el Monte

Athos. Perdiéndose unas trescientas naves y veinte mil hombres El siguiente año, habiendo

dado pautas de sus propósitos, Darío despachó embajadores a todas partes de Grecia

demandando el sometimiento. Recogió las mismas de todas menos Atenas y Esparta, las

cuales ejecutaron a los emisarios. Con Atenas desafiante y Esparta en guerra contra él,

Darío mudó su propósito decretó una campaña castrense para el próximo año.

La segunda campaña (490 a. C.) se ejecutó bajo el mando de Datis y Artafernes. La

expedición constaba una armada de seiscientos trirremes y muchas barcas de carga,

acomodó en ella un ejército de cien mil infantes y diez mil caballos, con los cuales zarpó en

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la primavera, con destinó a la isla de Naxos, que fue capturada e incinerada, y a

continuación, fue cruzando de isla en isla por el resto de las Cícladas, agregadas al Imperio

persa. La excursión desembarcó en Eretria, que fue sitiada, y tras un breve período,

aprisionada, devastada, y sus poblaciones fueron esclavizados. Finalmente, la tropa

expedicionaria se dirigió a Eubea, desembarcando acamparon en la llanura de Maratón, que

representaba un camino corto y fácil hacia Atenas. Allí un ejército ateniense dirigido por

Milcíades mucho más pequeño obtuvo una victoria destacada en la batalla de Maratón y los

persas corrieron a reembarcarse, pero los griegos les capturaron siete naves.

Dicha derrota impidió que la operación finiquitara con éxito. No obstante, la expedición había

logrado la mayoría de sus objetivos al sancionar a Naxos y Eretria y situar a gran fragmento

del mar Egeo bajo el dominio persa. Los objetivos sin lograr mientras se ejecutó la

operación hicieron que el Rey Darío tome medidas para una excursión mucho mayor a

Grecia para conquistarla firmemente y inhabilitar a Atenas y Esparta. No obstante, la

conmoción interna del imperio de Persia, retardaron dicha operación y luego Darío, ya de

edad avanzada, falleció. Hubo así que su hijo Jerjes, decide liderar la siguiente incursión

persa a Grecia, que comenzó en el año 480 a. C.

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Aplicación de los principios de la guerra a la primera guerra medica

PrincipiosAplicación de los principios por los beligerantes

Persia Grecia

Mantenimiento

del propósito

Someter a Grecia porque era una viable

amenaza para su seguridad futura,

Castigar a las ciudades de Atenas y Eretria

por apoyar a las ciudades de Jonia y la

oportunidad de extender su imperio a

Europa y asegurar su frontera occidental.

Mantener su libertad e

independencia del imperio

de Persia.

Acción

Ofensiva

Para los persas, las dos expediciones

habían tenido conquista en esencia:

habían arrebatado nuevos territorios para

el imperio, y Eretria había sido castigada.

La derrota en Maratón, efectivamente, sólo

presumía un vencimiento menor, que

escasamente tuvo secuela sobre los

enormes recursos del Imperio de Persia.

Para los griegos, la victoria

de Maratón, personificaba

una victoria llena de

significado. Era la primera

vez que griegos habían

derrotado a persas,

mostrándoles que no eran

invulnerables y la resistencia

era una opción a la sumisión

Concentración

y dispersión

Este principió lo aplico Persia en la primera

y segunda campaña cuando por la

El ejército ateniense mucho

más pequeño obtuvo una

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superioridad numérica subyugo Tracia y

forzó a Macedonia a ser vasalla. Cuando

sometió a la isla de Naxos, que fue

incinerada, Eretria, que fue sitiada

Pero no aplico este principio en Eubea, a

pesar de que tenía superioridad numérica

dividieron sus fuerzas esto los expuso y

Persia fue derrotada por el enemigo

victoria destacada debido a

que amaso sus fuerzas las

distribuyo a fin de que

atacaran al enemigo por el

frente y los lados, logrando

devastarlos en el momento y

lugar precisos.

Economía de

Fuerzas

No aplicaron este principió ya que

dividieron sus fuerzas que eran superiores

y por tanto fueron derrotados

Tenían menor cantidad de

fuerzas pero las

distribuyeron con el fin de

atacar por el frente y los

flacos así lograron la vitoria

Maniobra

La llanura de Maratón, protegida por un

pantano, era el lugar desde el que

amenazar a Atenas y obligar a luchar a los

atenienses en una zona propicia a la

caballería Persa, pero se equivocan y

Dividen el ejército. Datis, con la caballería,

embarca sigilosamente de noche,

esperando dirigirse a Atenas, sitiarla y que

las puertas de la ciudad se les abran. Si no

sucede así, pueden atacar a los griegos

por la espalda, y se quedan con la

infantería por tanto son derrotados

Los griegos se enteran que

los persas no tenían

caballería y atacan con una

maniobra envolvente y en

falange actuaba como un

solo hombre y avanzaba o

retrocedía sin perder su

formación

Unidad de

mando

Cumplían este principio estaba bajo un

solo mando

Cumplían este principio

estaba bajo un solo mando

Seguridad

Pusieron en riesgo la seguridad de la flota

persa y una tempestad la atrapo, mientras

costeaba el Monte Athos. y al dividir sus

fuerzas en la batalla de Maratón, dejaron

que su enemigo adquiera una ventaja

inesperada.

Atacaron en falange para

proteger sus fuerzas y que

eran menores y asi lograron

derrotar a Persia.

Sorpresa Quisieron sorprender a Grecia trasladando A través de informantes de

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su caballería para tomar Atenas aquí

aplicaron este principió.

enteraron que los Persas no

tenían caballería y atacaron

por sorpresa lo cual les dio

la ventaja y la victoria.

Simplicidad Elaboraron un complejo plan que los puso

en riesgo en territorio enemigo

Utilizaron las maniobras ya

conocidas y obtuvieron la

victoria

B. Segunda Guerra Médica

La Segunda Guerra Médica radicó en una incursión persa a la Antigua Grecia, que perduró

dos años (480 - 479 a. C.). Tras el fallecimiento del Rey Darío, su hijo Jerjes consagró varios

años a proyectar la segunda incursión, reclutando un formidable ejército y una flota

numerosa. Atenas y Esparta lideraron la resistencia griega, a la que se añadieron unas 70

ciudades griegas pero la mayoría continuaron imparciales, o bien se sometieron a Jerjes.

Las flotas tanto de Persia como de Grecia, estaban conformadas de la siguiente manera:

Recursos Persia Grecia

Galeras trirremes 1207 406

Hombres de servicio por cada galera 30 30

Naves mercantes 3000 No define

Total de hombres 541.610 No define

La incursión comenzó en la primavera de 480 a. C. cuando el ejército persa cruzó el

Helesponto por dos puentes que Jerjes hizo construir sobre el estrecho de Helesponto,

hacia Sestos, en un punto en que la costa asiática distaba del litoral europeo siete 'estadios'

-unos mil metros (hoy el estrecho es más ancho) Tejieron las dos especies de cuerdas

usuales en esa época: la egipcia de hojas de papiro y la fenicia, más firme, de lino,

tensándolas de una a otra orilla con potentes 'árganas', especie de grúas que en aquellos

años empleaban para levantar o trasladar grandes pesos. Bajo tal puente pusieron una

doble hilera de naves, sujetas con pesadas anclas, obra admirable que desafió con éxito las

corrientes y la profundidad de las aguas.

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Así traspasó Tracia y Macedonia rumbo a Tesalia, cuyas ciudades se sometieron a Jerjes.

El avance persa fue sitiado en el paso de las Termópilas por una pequeña fuerza aliada bajo

el mando del rey Leónidas de Esparta. Paralelamente, la flota persa fue cerrada por una

flotilla aliada en los estrechos de Artemisio. En la conocida batalla de las Termópilas, en la

que lo griegos a ver desordenadas las línea persas, lo aprovecharon y con rápidos

movimientos pudieron anotarse un éxito, arrebatando treinta naves enemigas. Los

doscientos barcos imperiales enviados a girar en torno a Eubea fueron sorprendidos por la

noche. Dotados de prácticos poco conocedores de esos lugares, se perdieron en el punto

llamado de las4 cavernas de Eubea'. Los griegos, que por su parte habían recibido un

refuerzo de 53 trirremes atenienses, tendieron al día siguiente una escaramuza. Al tercer día

los persas, avergonzados por los griegos, tan inferiores en fuerza, avanzaron ordenando sus

naves en forma de medialuna con el propósito de envolverlos; pero esta maniobra,

demasiado difícil para tan gran número de embarcaciones mal entrenadas, no resultó y la

batalla se mantuvo indecisa desde el medio día, hasta la noche, en que ambas flotas se

retiraron con fuertes estragos a sus fondeaderos, el ejército griego detuvo al persa durante

dos días, previamente de ser atacado por el costado desde una senda de montaña, tras lo

cual la retaguardia aliada fue apresada en el desfiladero y devastada. La flota aliada

asimismo se conservó estable durante dos días en la batalla de Artemisio, pero cuando supo

las noticias de la catástrofe en las Termópilas, se aisló a Salamina.

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Posteriormente a las Termópilas, toda Beocia y Ática cayeron en manos persas, que

apresaron y quemaron Atenas. No obstante, un gran ejército aliado con un total de 375

trirremes. pero, descorazonados y en desacuerdo, los capitanes de la armada griega

deseaban retirarse de Salamina, a lo que se opuso Temístocles, quien, cuando el navarca

de Corínto, Adimanto, le dijo que él no tenía voz ni voto entre los aliados, puesto que su

patria ya no existía, contestó enérgicamente mostrando los doscientos trirremes atenienses:

'Atenas está aquí, más potente que todos vosotros juntos'. La armada persa, compuesta

ahora de mil unidades, fondeaba entretanto en la rada de Falero. El mismo Jeijes, desde la

playa, dispuso que durante la noche saliesen doscientas naves a cerrar la boca

septentrional de la rada de Salamina, entre la isla homónima y el continente. Se ha dicho

que esto fue obra del propio Temístocles, que se lo aconsejó secretamente, consiguiendo

con ello un doble objeto: impedir la retirada a los griegos que aún se negaban a combatir, y

dividir las fuerzas enemigas. Ambos bandos inquirieron en aquel tiempo un triunfo naval que

valiera para afectar el rumbo de la guerra de modo definitivo.

Amanecía el 20 de septiembre del año 480 a.C. cuando apareció desde Egina una nave con

la imagen de los Eucidas. El sentimiento religioso vino a reconfortar el amor a la patria, de

modo que, cuando los persas avanzaron, vieron con asombro a la armada griega en

perfecto orden y oyeron sus trompetas y fieros himnos de guerra

Los persas, se dirigieron con ímpetu contra sus enemigos. Los griegos se apoyaban en

Salamina, bogando derecho, en buen orden y con la proa vuelta hacia los persas.

Avanzaron primero los atenienses y después los de Egina, siendo los más audaces

capitanes griegos los que provocaron la lucha, avanzando y atrayendo después al enemigo

hacia los suyos, con lo que la batalla se generalizó. Pronto la superioridad de los helenos se

hizo patente, pues los asiáticos, confiados en el número, no poseían un concepto táctico

definido. Estaban erróneamente dispuestos en tres filas, lo que era una condición

embarazosa y pésima en un espacio reducido. Por su parte, los griegos tenían las fuerzas

agrupadas en pequeñas escuadras que se apoyaban mutuamente. Además, muchas naves

persas eran más grandes y llevaban mucha más tropa a bordo que las griegas, las cuales,

ágiles y rápidas, se preocupaban especialmente de embestir con su rostro-espolón- a las

naves enemigas, echándolas a pique, o bien, de despedazar sus remos, dejándolas al

garete.

Hacia el mediodía, mientras el viento arreciaba y la mar iba poniéndose gruesa, la armada

imperial, batida y desordenada, comenzó a replegarse. En vano resistieron con valor sus

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más bravos capitanes; el mismo almirante supremo, Ariabigne, acosado por tres trirremes

atenienses, cayó muerto al saltar al abordaje de uno de ellos. Artemisia, reina de

Halicarnaso que mandaba cinco naves de la armada de Jeijes, había considerado inútil el

ataque a Salamina. Desestimado su consejo, combatió con valor durante la batalla, mas

viéndose perdida, se puso en fuga, seguida de cerca por el trirreme del valeroso ateniense

Ameinia. Atravesada en su derrotero por otra nave persa, la reina, sin amedrentarse, la

embistió por el medio hundiéndola, por lo cual Ameinia, creyendo que iba persiguiendo a

una desertora, la dejó continuar viaje.

Al caer la tarde toda la armada persa se puso en fuga. Favorecida por un viento del norte,

enfiló a la rada de Falero. Pero una escuadra eginia que había logrado perseguirla desde

Salamina le salió al encuentro, ocasionándole graves daños, ayudada por una clara luz de

luna

Grafico No. 1: Batalla Naval de Salamina

Fuente: http://santillan3.blogspot.com/2010/11/temistocles-o-el-incierto-

destino-de.html

Temístocles, general ateniense, atrajo a la armada persa hasta los angostos estrechos de

Salamina, en donde un gran número de naves persas cayeron en el caos en su orden, y

fueron completamente vencidas por la flotilla aliada. La victoria aliada en Salamina terminó

con las quimeras de un triunfo rápido para Jerjes, No más de la quinta parte de la flota

imperial fue destruida, ni las pérdidas griegas resultaron pequeñas; pero el inesperado

desenlace de la batalla descorazonó tanto a Jerjes quien, temiendo verse atrapado en

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Europa, se aisló a Asia renunciando al mando y dejando a su general Mardonio en Beocia

con las tropas de élite. Sus disposiciones consistían en finalizar la conquista de Grecia.

La primavera siguiente, los aliados reunieron el mayor ejército hoplita de su historia, y

cruzaron el istmo hacia el norte, inquiriendo la batalla con Mardonio. En la batalla de Platea,

la infantería griega definió su superioridad de nuevo, causando una severa derrota a los

persas y acabando con la existencia de Mardonio en el transcurso. El mismo día, una flota

griega cruzó el mar Egeo y arrasó los despojos de la armada persa en la batalla de Mícala.

Con esta doble derrota, la invasión se dio por finiquitada, y el dominio naval persa quedó

marcadamente dañado. Los griegos irían en aquel tiempo a la ofensiva, echando

definitivamente a los persas de Europa, las islas del Egeo y Jonia. La guerra finalizó en 479

a. C.


Persia Grecia

Mantenimiento

del propósito

Consistía probablemente en prosperar por

terreno griego con un poderío abrumador

Las localidades a su paso debían

someterse o atreverse a ser devastadas, lo

que de hecho ocurrió en Tesalia, Lócrida y

Fócida.

Se basaba probablemente

en frenar el avance persa

tan al norte como fueran

capaces, evitando así la

sumisión de tantos aliados

potenciales como fuera

posible

Acción

Ofensiva

Someter a Grecia a través de su gran

ejército utilizando los caminos más rápidos

que les permitiera someter en el menor

tiempo posible a los griegos.

Uno de los factores cruciales

del éxito aliado partió del

hecho de que, habiendo

formado una inestable

alianza, se mantuvieron

fieles a la misma, a pesar de

sus escasos pronósticos

utilizaron una táctica

defensiva aprovechando

cada error.

Concentración

y dispersión

Al inicio de la invasión, los persas

disponían de una clara ventaja ya que los

persas llevaron un número abrumador de

El ejército ateniense mucho

más pequeño obtuvo una

victoria destacada debido a

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tropas y barcos a Grecia

que amaso sus fuerzas las

distribuyo a fin de que

atacaran al enemigo en

escuadras y ordenadamente

por medio de maniobras

envolventes.

Economía de

Fuerzas

Los generales persas ganaron experiencia

en los 80 años de combates durante la

formación del Imperio Aqueménide.

Gozaban de una eficiente burocracia que

les permitía una planificación extensiva

Temístocles propuso

entonces la que a lo postre

resultaría la jugada maestra

de la campaña aliada: atraer

a los persas a una batalla en

el estrecho de Salamina

donde la flota griega no

podría expandir todo su

poderío.

Maniobra

Los persas dividieron sus fuerzas para

cortar la salida de los barcos griegos que

estaban en desacuerdo con la batalla, lo

cual va en contra de lo que recomienda

Sun Tzu, quien indica que si encierras a un

enemigo este luchara hasta morir y con

todas sus fuerzas si le das una salida esta

huira y se ganara la guerra sin entrar en

combate.

los griegos asumían que,

dada la aplastante

superioridad numérica

persa, tenían pocas

posibilidades de vencer en

una batalla campal, e

intentaron de este modo

defender cuellos de botella

geográficos, donde los

efectivos persas resultaran

inútiles

Unidad de

mando

Disponían de un mando unificado, y todos

los comandantes respondían ante el rey

Sus comandantes se elegían

principalmente en base a su

estatus político y social, y no

a su experiencia o habilidad.

Los griegos, en

comparación, se

encontraban fragmentados,

y únicamente unas 70

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ciudades se oponían

activamente a la invasión

persa. E incluso tenían

tendencia a enfrentarse

entre ellas

SeguridadNo analizaron el terreno de combate y se

confiaron de su superioridad numérica.

Finalmente, los aliados

vencieron porque evitaron

derrotas catastróficas

Sorpresa

La inestabilidad política de Grecia, la falta

de capacitación de sus comandantes y el

número reducido de sus fuerzas

garantizarían la victoria, para los persas

era el momento ideal para atacar. Pero no

analizaron en detalle el terreno.

La astucia de Temístocles

previa a Salamina es un

buen ejemplo de la

utilización del engaño en la

guerra - una de las fuerzas

extraordinarias de Sun Tzu

Simplicidad

No era necesario luchar en Salamina para

ganar la guerra. Se ha sugerido que los

persas se veían muy seguros de sí

mismos, o muy deseosos de finalizar la

campaña

se aprovecharon de los

errores persas

C. Tercera Guerra Médica

Durante este período los atenienses y los espartanos fundan la Liga Ático-Délica en

remembranza de la Simaquia, que tendría como primordial objetivo el salvaguardar a Atenas

y las colonias jonias del Asia Menor. Esta liga quedaría íntegramente regida por Atenas,

transportando así las normas en todos los aspectos viables, por lo que de esta forma se

convierte en la ciudad más importante de Grecia política, financiera, social, cultural y

militarmente, sobrepasando incluso a Esparta.

La batalla de Micala. El año 479 a.C la flota griega, preparada esta vez de ciento diez

trieras, tomó la ofensiva y se dirigió hacia Samos, en donde halló una flota persa bastante

numerosa que, aún amedrentada por su vencimiento en Salamina, eligió retirarse a Micala,

cerca de Mileto, en donde, varando las naves, los circundaron de defensas. Hasta allá los

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siguió Leotiquidas, el navarca griego, quien desembarcó a su gente, tomó el campo enemigo

e incineró todas sus embarcaciones. No obstante triunfos como éstos, los espartanos

desistierón a expediciones lejanas. La retirada de Esparta dejó libre el campo a Atenas, que

recibió de todas las ciudades libertadas la tarea de regentarlas en la continuación de las

rivalidades. En efecto, Arístides convenció a los restantes estados marítimos griegos de la

provecho de constituir una coalición federal guiada por Atenas, conocida con el nombre de

Liga de Délos (477 a.C ).

La mayor empresa de la armada Délica aconteció el año 464, en que, bajo el mando de

Cimón, hijo de Milcíades, desbarató los preparativos bélicos que los persas consumaban a

lo largo de la costa meridional del Asia Menor. Al frente de doscientas treinta naves, Cimón

escrutó a la marina enemiga, hasta dar con ella en aguas de Panfilia. Menores en fuerza, los

persas se plegaron hacia la boca del río Eurimedonte, donde Cimón devastó casi todas sus

unidades; pero como parte del ejecito de éstas había conseguido desembarcar, uniéndose a

un cuerpo de ejército persa, Cimón hizo lo propio y también los batió por tierra.

Posteriormente, con prisa admirable, salió al encuentro de una flota fenicia que, ignorante de

lo acaecido, avanzaba en sentido contrario, derrotándola y dispersándola. Por los años 458-

456 se alzaron en armas contra Atenas los estados de Corinto, Epidauro y Egina, temerosos

del poder de aquella. La flota délica obtuvo cerca de la isla Cecrifalea una gran victoria

sobre la de los confabulados, capturándoles setenta naves y conquistando la misma Egina

unos meses más tarde. Entretanto Egipto, ayudado por Atenas, se conservaba sublevado

contra el emperador persa.

En la primavera del 449 Atenas destacó una flota de doscientas unidades al mando de

Cimón con la misión de reconquistar Chipre y socorrer a los egipcios. Cimón encomendó

esto último a sesenta de sus naves y con las restantes puso sitio al puerto chipriota de

Kition. En la acción fue herido mortalmente. Cuando estaba por expirar, ordenó ocultar su

muerte e ir al encuentro de las naves persas una vez capturado ese puerto fatal.

Obedeciéronle sus capitanes, siendo poco después derrotada la flota imperial frente a

Salamina de Chipre. Artajerjes prefirió hacer las paces en 448. Firmando el tratado, Cimón,

por lo que se piensa fue realizado en su honor. En él se incluía las siguientes obligaciones a

los persas:

Desistir definitivamente en su conquista y expansión a Grecia.

No volver a navegar por el mar Egeo

Se les permite comerciar con las colonias griegas de Asia Menor.

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Persia Grecia

Mantenimiento

del propósito

Cumplir las órdenes de Jerjes y someter a

Grecia

Sacar de sus territorio a los

persas.

Acción

Ofensiva

Los persas, cuyos barcos se encontraban

en malas condiciones, no querían

arriesgarse a combatir, y anclaron sus

barcos en las playas a la sombra del

Mícala. Un ejército de 60.000 soldados

permanecía allí bajo orden de Jerjes, y la

flota se reunió con ellos. Construyeron una

empalizada alrededor del campamento

base para proteger las embarcaciones.

la flota ateniense bajo el

mando del estratego Jantipo

se reunió con el resto de la

flota aliada y por sorpresa

atacaron a la flota persa en

Micala esto les dio la

victoria.

Concentración

y dispersión

Tenían una armada más grande y

poderosa que la de los griegos incluso

después de la derrota de Salamina no

supieron aplicar este principió.

Los hoplitas se mostraron de

nuevo superiores,

destruyendo a la mayoría de

la hueste persa. Los barcos

fueron abandonados a

manos aliadas, quienes los

quemaron, acabando con el

poder naval de Jerjes y

marcando un punto de

inflexión para el ascenso del

poder naval griego

Economía de

Fuerzas

pero su moral estaba baja lo que ocasiono

nuevamente su derrota

Sun Tzu, describe que si se

destruye la moral de un

hombre se destruye su

capacidad de lucha los

griegos lo aprovecharon y

derrotaron nuevamente a

Persia.

Maniobra Los persas tenían la orden de Jerjes de

continuar con la invasión para lo cual

necesitaban trazar una maniobra el puerto

la flota griega, compuesta

esta vez de ciento diez

trieras, tomó la ofensiva y

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base fue Samos. Construyeron una

empalizada alrededor del campamento

base para proteger las embarcaciones que

de nada les sirvió porque fueron

sorprendidos.

se dirigió hacia Samos, en

donde halló una flota

persa bastante numerosa

que, todavía

desmoralizada por su

derrota en Salamina,

quien desembarcó a su

gente, conquistó el campo

enemigo e incendió todas

sus naves

Unidad de

mando

El rey Jerjes abandona el campo de batalla

y deja a un general a cargo de la flota. Se

mantenía la unidad de mando

Las batallas de la alianza

federal Lia de Delos fueron

guiadas Atenas, bajo el

mando de Cimón, hijo de

Milcíades.

Seguridad

Se aprecia claramente que los persas no

hacían un estudio geográfico que les

permitiera aprovechar y proteger a sus

flotas por tanto fueron derrotados.

Minimizaban las bajas y se

ayudaban de la geográfica

del terreno para están en

mejores condiciones para el

enfrentamiento.

Sorpresa

Fue sorprendida por la flota persa lo cual

genero la destrucción de todas sus

embarcaciones.

Cimón, hijo de Milcíades,

enterado de las intenciones

de Artajerjes I, avanza hasta

la actual Turquía y derrota al

ejército persa en la batalla

del río Eurimedonte en el

467 a. C. desbaratando los

preparativos bélicos que los

persas efectuaban a lo largo

de la costa meridional del

Asia Menor

Simplicidad Era necesario retirarse de la batalla para

elaborar un plan de batalla.

Se aprovecharon de la moral

baja de los persas y

17





sorprendieron al enemigo.

III. Conclusiones

En las guerras medicas se puede aprender la importancia de la utilización del terreno

para inutilizar la superioridad numérica de un adversario, La astucia de Temístocles

previa a Salamina es un buen ejemplo de la utilización del engaño en la guerra - una

de las «fuerzas extraordinarias» de Sun Tzu, la superioridad del hoplita sobre la

infantería persa, más ligera, en combate cuerpo a cuerpo.

BIBLIOGRAFÍA

1. Historia naval mundial. Tomo I. Carlos A. Aguirre Vio Pág. 21 y 22

2. Historia Marítima e Historia naval. Tomo I. Academia de Guerra Naval – AGUENA

Pág. 16 y 17

3. http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Salamina

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5. http://es.wikipedia.org/wiki/Segunda_Guerra_M%C3%A9dica .

6. http://es.wikipedia.org/wiki/Tercera_Guerra_Medica

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Aplicación de Los Principios de La Guerra en Las Guerras Médicas