5
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN Enrique Guzmán y Valle FACULTAD DE PEDAGOGÍA Asignatura : TEORÍA DE LA EDUCACIÓN Docente : Dr. Jesús Cochachi Quispe Documentos de trabajo: WALABONSO RODRÍGUEZ ARAINGA La Cantuta, el Alma Máter del Magisterio Nacional, hoy está de luto. Walabonso Rodríguez Arainga nació en 1926, en una aldea andina, pequeña y bella, llamada Rarpa, con el canto arrullador de un río que riega su linda tierra de Chambaza, de la puqka allpa de Antonio Raimondi, (provincia) Región Ancash; falleció el 25 de agosto de 2012. Fue un hijo muy amoroso, especialmente con su madre doña Viviana. Afectuoso con todos sus familiares. Desde muy tierno dio rienda suelta a su inclinación de maestro, enseñando las primeras letras a los niños y jóvenes del lugar, hasta ser llamado al pueblo de Aczo, distrito de Llamellín, como auxiliar en la escuela primaria que funcionaba del primero al tercer año. Estando trabajando en Uchupata, fue invitado a la ciudad de Huari, capital de la provincia del mismo nombre, para ponerlo frente al cargo de la parte administrativa del sector, donde entró en contacto con el magisterio huarino y también pudo terminar su educación secundaria, hecho que le valió para postular a una beca en la entonces Escuela Normal Superior “Enrique Guzmán y Valle” de la Cantuta. Ingresó con la nota más alta. Destacó como estudiante de la primera promoción de cantuteños formados en la Escuela, con categoría universitaria. Al terminar, como ordenaba el Reglamento de la Escuela, tuvo que regresar dos años al lugar de procedencia (Huari-distrito de Llamellín). En esos dos años recorrió, con su pedagogía moderna y los conocimientos que da la academia, Chingas, Rahuapampa y otros lugares más, hasta que 1

aportes pedagogicos WALABONSO RODRÍGUEZ A

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: aportes pedagogicos WALABONSO RODRÍGUEZ A

UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓNEnrique Guzmán y Valle

FACULTAD DE PEDAGOGÍA

Asignatura : TEORÍA DE LA EDUCACIÓNDocente : Dr. Jesús Cochachi QuispeDocumentos de trabajo:

WALABONSO RODRÍGUEZ ARAINGA

La Cantuta, el Alma Máter del Magisterio Nacional, hoy está de luto.

Walabonso Rodríguez Arainga nació en 1926, en una aldea andina, pequeña y bella, llamada Rarpa, con el canto arrullador de un río que riega su linda tierra de Chambaza, de la puqka allpa de Antonio Raimondi, (provincia) Región Ancash; falleció el 25 de agosto de 2012. Fue un hijo muy amoroso, especialmente con su madre doña Viviana. Afectuoso con todos sus familiares.

Desde muy tierno dio rienda suelta a su inclinación de maestro, enseñando las primeras letras a los niños y jóvenes del lugar, hasta ser llamado al pueblo de Aczo, distrito de Llamellín, como auxiliar en la escuela primaria que funcionaba del primero al tercer año. Estando trabajando en Uchupata, fue invitado a la ciudad de Huari, capital de la provincia del mismo nombre, para ponerlo frente al cargo de la parte administrativa del sector, donde entró en contacto con el magisterio huarino y también pudo terminar su educación secundaria, hecho que le valió para postular a una beca en la entonces Escuela Normal Superior “Enrique Guzmán y Valle” de la Cantuta.

Ingresó con la nota más alta. Destacó como estudiante de la primera promoción de cantuteños formados en la Escuela, con categoría universitaria. Al terminar, como ordenaba el Reglamento de la Escuela, tuvo que regresar dos años al lugar de procedencia (Huari-distrito de Llamellín). En esos dos años recorrió, con su pedagogía moderna y los conocimientos que da la academia, Chingas, Rahuapampa y otros lugares más, hasta que cumplido el plazo regresó a Lima, a seguir empapándose de nuevos conocimientos, y como había egresado de la Cantuta con la primera nota, fue incorporado a la plana de profesores, cumpliendo la política de la Escuela de seleccionar a docentes jóvenes entre los egresados más brillantes. Walabonso pertenece pues a esa generación institucional formadora de maestros identificados con la doctrina de Walter Peñaloza Ramella, La Cantuta, Alma Máter del magisterio nacional, que hoy está de luto.

Se fue a los 86 años, su vida es ejemplo de dedicación, perseverancia y amor por la ciencia de la educación, La Pedagogía. Maestro de maestros, investigador y fecundo escritor y difusor del marco teórico de la pedagogía.

Destacado estudiante de la primera promoción de cantuteños formados en la Escuela Normal Superior Enrique Guzmán y Valle – La Cantuta, con categoría universitaria.

1

Page 2: aportes pedagogicos WALABONSO RODRÍGUEZ A

Egresó como Normalista de Educación Primaria. Fue becario Lasspau en Puerto Rico.

Posteriormente obtuvo el título de Profesor de Lengua y Literatura. También fue abogado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Alcanzó el grado de Doctor en Educación.

Fue Decano de la Facultad de Pedagogía de la UNE, Rector de la misma. Fue docente de las escuelas de posgrado de La Cantuta, San Marcos, Garcilaso de la Vega, San Juan Bautista. Venía ejerciendo, hasta poco antes de su deceso, el Vicerrectorado Académico de la Universidad San Juan Bautista.

Fue objeto de numerosas condecoraciones; la última de ellas, el 28 de febrero de este año, en el Congreso de la República, donde recibió la medalla “El Dios Guari de Chavín”, “en mérito a su ejemplo de vida y a su gran aporte al engrandecimiento de nuestra cultura regional y nacional” y fue declarado “Patrimonio Cultural Vivo de Ancash”. Este gesto de reconocimiento a su trabajo por parte del Director Regional de Cultura-Ancash.

Walabonso no ha muerto, porque cuando muere un maestro se abre el camino de su recorrido en la vida, cuando muere un maestro termina de tejerse en el horizonte del tiempo un pensamiento liberador y justiciero. Cuando muere un maestro cantuto nunca muere, vive eternamente.

Su producción intelectual ha servido de sustento para la formación y producción intelectual de estudiantes de educación, maestros, investigadores y escritores de pedagogía. Entre las más destacadas obras suyas tenemos:

DIRECCIÓN DEL APRENDIZAJE (1986). LECTURAS PEDAGÓGICAS (1975). INTRODUCCIÓN A LA INVESTIGACIÓN CIENTÌFICA (1976). LA FORMACIÓN DE PROFESORES Y EL DESARROLLO DEL PAIS (1973). ORGANIZACIÓN DEL AULA (1964). ORGANIZACIÓN ESCOLAR (1969). EXPLORACIÓN INTEGRAL DEL EDUCANDO (1968). DIDÁCTICA DE LA MATEMÁTICA EN LA ESCUELA PRIMARIA (1968). ANÁLISIS DE LA ESCTRUCTURA CURRICULAR VÁSICA DE LA EDUCACIÓN

INICIAL (1981). PEDAGOGÍA GENERAL (1981). TECNOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN EXPERIMENTAL EN EDUCACIÓN (1986). EDUCACIÓN ABIERTA Y A DISTANCIA (1986). ACERCA DE LA CIENCIA (1987). CIENCIA GENERAL DE LA EDUCACIÓN (1990).

Aportes:

Etapas de desarrollo de la pedagogía:

La etapa de acumulación; consiste en el recojo de las primeras preocupaciones pedagógicas de los pueblos en forma de sentencias, preceptos, aforismos, proverbios, etc.; unida en la mayoría de los casos a elementos religiosos, estéticos, literarios, normas jurídicas y morales. Se encuentran así en la Biblia, los textos sagrados de la China, el Código Manú de la India, los textos budistas y la literatura sánscrita. Se

2

Page 3: aportes pedagogicos WALABONSO RODRÍGUEZ A

refieren al problema de la formación del hombre.

La etapa de formulación temática; se extiende desde Grecia Clásica hasta el siglo XVII. En este largo periodo la pedagogía se va enriqueciendo y haciéndose cada vez más amplio en contenido. Así tenemos: “La República” de Platón que se refiere a la formación de gobernantes; En Roma Quintiliano aporta con su obra “Instituto Oratoria” tratado de didáctica. Durante la Edad Media los escritos de San Agustín en su obra “De Magistro”, y de Santo Tomás publicado con el mismo título. Durante el Renacimiento y el Humanismo en las ideas de Da Feltre, Rebelais, Erasmo (la formación del hombre cristiano), Montagne (ensayos) y Vives (formación de la mujer cristiana, la pedagogía de la reforma y de la contrarreforma).

La Etapa de la iniciación, primeros esfuerzos para establecer el carácter científico del saber pedagógico, aparece Amos Comenio en la mitad del siglo XVII, teniendo como base las ideas de Wolfgang Ratke, escribió su obra famosa “Didáctica Magna” (1630) en la que se dedica a la teoría de la enseñanza. En el siglo XVIII, la pedagogía adquirió desarrollo extraordinario con alcances de Locke, Rousseau, Pesatalozzi. En el Siglo XIX, con Herbart se estructura por primera vez una ciencia pedagógica en su libro “Pedagogía General”. Se fue enriqueciendo con aportes de Spencer, Meumann, Lay, Rusk y Binet (pedagogía experimental).

Etapa de la consolidación científica, En las postrimerías del siglo pasado se suscitaron debates sobre el carácter de la disciplina pedagógica, como una reacción contra el positivismo, Guillermo Dilthey a la cabeza y seguido por Kerschensteiner, Spranger, Litt, Nohl, Hernández Ruiz, entre otros. La pedagogía como ciencia del espíritu, considera al hombre como ser espiritual en el mundo de la cultura, sin romper su enlace íntimo con la naturaleza, su obra “Fundamentos de un sistema de pedagogía”.

La pedagogía como ciencia: la pedagogía cumple con las características principales de la ciencia, es decir, tiene un objeto propio de investigación, se ciñe a un conjunto de principios reguladores, constituye un sistema y usa métodos científicos como la observación y experimentación.

La pedagogía, es la ciencia que estudia los procesos educativos, este complejo es un proceso vivo en el cual intervienen diferentes funciones en el organismo para que se lleve a cabo el proceso de aprendizaje, por tal motivo si el objeto mismo es difícil de definir, por lo tanto su definición, seria el estudio mediante el cual se lleva a cabo las interconexiones que tienen lugar en cada persona para aprender, tales como el cerebro, la vista y el oído, y que en suma se aprecia mediante la respuesta emitida a dicho aprendizaje. ([email protected])El quehacer científico es patrimonial del ser humano. Tiene como objetivo fundamental, y subyace en su esencia, el descubrimiento, conocimiento y aplicación consecuente y creadora de las leyes y regularidades que rigen el desarrollo de los fenómenos, o lo que es lo mismo, los cambios o transformaciones del movimiento evolutivo de la Naturaleza, la sociedad y el pensamientoEl conocimiento científico, a su vez, es el reflejo fenoménico en la conciencia del hombre del ordenamiento espacio temporal del mundo material y de la sociedad, en su devenir evolutivo e histórico, que conlleva implícitamente, de manera esencial, la renovación constante del mismo.

3