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APRENDIZAJE INVISIBLE “Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas.” MARIO BENEDETTI Estamos ante una evidente crisis educativa: cuando las universidades plantean sus objetivos como simples modelos de negocio; cuando el internet se convierte en una fuente casi inagotable de estímulos e información; cuando la mayoría de los modelos de aprendizaje son obsoletos. Los cambios sociales y tecnológicos (así como los cambios sociales que producen los cambios tecnológicos) han favorecido el florecimiento de grupos de educación informal conocidos como “comunidades de aprendizaje”; en donde el conocimiento se transmite de forma totalmente horizontal (entre pares); la educación es verdaderamente continua, abierta e incluyente; y la acreditación, cuando se necesita, se logra por medio de evidencias. Dentro de estas comunidades de aprendizaje han quedado de manifiesto ciertos principios que hemos venido sospechando hace tiempo, pero que no hemos podido incluir por completo dentro de la educación formal: que podemos aprender de todos, casi cualquier cosa; que todos sabemos algo que podemos compartir (enseñar); y que la mejor manera de aprender algo es enseñándolo. Surge entonces el concepto, propuesto por Cristóbal Cobo y John Moravec, de “aprendizaje invisible”. Cobo y Moravec, en su libro Aprendizaje Invisible. Hacia una nueva ecología de la educación”, nos dicen que el aprendizaje invisible, más que un concepto en sí mismo, es un arquetipo conceptual, un protoparadigma y una metateoría. Es decir, que se trata de una idea que aún no está terminada, pues la iremos construyendo entre todos; además de ser una idea que abarca y genera otras ideas. Los autores nos dicen que es tiempo de repensar los límites temporales y espaciales de la educación, pues ya no es

Aprendizaje Invisible

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Breve introducción al libro "Aprendizaje Invisible" de Cobo y Moravec.

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APRENDIZAJE INVISIBLE

“Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto,

cambiaron todas las preguntas.”MARIO BENEDETTI

Estamos ante una evidente crisis educativa: cuando las universidades plantean sus objetivos como simples modelos de negocio; cuando el internet se convierte en una fuente casi inagotable de estímulos e información; cuando la mayoría de los modelos de aprendizaje son obsoletos.

Los cambios sociales y tecnológicos (así como los cambios sociales que producen los cambios tecnológicos) han favorecido el florecimiento de grupos de educación informal conocidos como “comunidades de aprendizaje”; en donde el conocimiento se transmite de forma totalmente horizontal (entre pares); la educación es verdaderamente continua, abierta e incluyente; y la acreditación, cuando se necesita, se logra por medio de evidencias. Dentro de estas comunidades de aprendizaje han quedado de manifiesto ciertos principios que hemos venido sospechando hace tiempo, pero que no hemos podido incluir por completo dentro de la educación formal: que podemos aprender de todos, casi cualquier cosa; que todos sabemos algo que podemos compartir (enseñar); y que la mejor manera de aprender algo es enseñándolo.

Surge entonces el concepto, propuesto por Cristóbal Cobo y John Moravec, de “aprendizaje invisible”. Cobo y Moravec, en su libro “Aprendizaje Invisible. Hacia una nueva ecología de la educación”, nos dicen que el aprendizaje invisible, más que un concepto en sí mismo, es un arquetipo conceptual, un protoparadigma y una metateoría. Es decir, que se trata de una idea que aún no está terminada, pues la iremos construyendo entre todos; además de ser una idea que abarca y genera otras ideas. Los autores nos dicen que es tiempo de repensar los límites temporales y espaciales de la educación, pues ya no es indispensable asistir a una escuela para aprender; basta con que contemos con algún dispositivo conectado a internet para que podamos acceder a miles de opciones de información (literalmente). Estamos viendo que ha llegado el tiempo de remezclar (o “remixar”, como dicen Cobo y Moravec) ideas y formas de aprender, con la intención de traducir conocimiento y hacerlo llegar a todo el mundo.

Aunque el concepto implica muchas otras cosas (y aquí les dejo el link del libro para que lo revisen con calma www.aprendizajeinvisible.com), en pocas palabras, el aprendizaje invisible toma su nombre del hecho de que la mayoría de lo que sabemos no acostumbramos hacerlo evidente, ya que lo aprendimos mientras no queríamos aprender algo en específico, o mientras hacíamos alguna otra cosa. Ese aprendizaje permanece invisible también porque proviene de entornos educativos no formales o informales, lo que lo hace muchas veces difícil de “acreditar” o “certificar”. Sin embargo, cada vez más, esos aprendizajes invisibles están teniendo más peso, en relación al pasado y en relación a los mismos aprendizajes formales.

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Dentro de este escenario, aparece una nueva tribu a la que Cobo y Moravec llaman “knowmads”, o nómadas del conocimiento; y que en un intento de apropiación y castellanización del término, yo los llamaré “cognómadas”. Estos cognómadas son expertos adaptables, capaces de trabajar con cualquier persona, en cualquier lugar y en cualquier momento. Laboralmente, son valorados por su conocimiento personal, que les da una ventaja competitiva; pero sobre todo porque se convierten en “ejes” alrededor de los cuales se generan innovaciones. A pesar de que pareciera que los cognómadas son siempre gente joven, en realidad la edad no es un límite; se trata más bien de una manera de pensar y de aprender. Son capaces de resolver problemas desconocidos en contextos diferentes. Los cognómadas son agentes del conocimiento, pues actúan sobre su propio conocimiento y aprendizaje, siendo capaces de aprender y desaprender rápidamente. Además, no temen al fracaso ni a que les “roben” las ideas. Saben que las ideas son de todos y de nadie; y que todos nos enriquecemos liberando información, compartiéndola, remezclándola y produciendo nuevos contenidos.

¿Qué hace una escuela formal ante semejante competencia? ¿Cuál debe ser el papel de las escuelas en un mundo en el que todos aprenden más cosas en tutoriales de YouTube que en las aulas? ¿Cómo podemos educar a una generación para que sean exitosos en un futuro que no sólo no conocemos; sino que no tenemos idea de cómo será? ¿Qué hace una escuela si tiene sus aulas llenas de cognómadas? Personalmente, creo que una de las respuestas es convertirnos nosotros mismos (los maestros) en cognómadas; si es que no lo somos ya. Para que la escuela tenga sentido tiene que existir aprendizaje; pero difícilmente alguien que no sabe aprender podrá enseñar a hacerlo. Convirtámonos pues en “aprendices modelo”, en cognómadas innovadores, imaginativos y creativos; capaces de aprender y reaprender; capaces de resolver cualquier situación inédita, sin miedo al fracaso, compartiendo nuestras ideas. Cambiando las preguntas.

Para terminar, les dejo la cita completa del libro mencionado. Junto con una invitación a que lo lean y lo hagan suyo: COBO ROMANÍ, CRISTÓBAL; MORAVEC, JOHN W. (2011). Aprendizaje Invisible. Hacia una nueva ecología de la educación. Collecció Transmedia XXI. Laboratori de Mitjans Interactius / Publicacions i Edicions de la Universitat de Barcelona. Barcelona.

IVÁN CAMACHO ANGUIANO

Iván Camacho Anguiano estudió la Licenciatura en Química de Alimentos en la Universidad La Salle, en donde fue subdirector del periódico universitario Pulsación; y la Maestría en Educación Científica en el Centro de Investigación en Materiales Avanzados (CIMAV). Se ha desempeñado como profesor de Ciencias desde el 2003 en el Colegio de Bachilleres del Estado de Chihuahua y de Ciencias, Historia y Español en el Centro de Educación Innovativa Elizabeth Seton. Es miembro del grupo de maestros que implementó por primera vez en habla hispana el proyecto para la enseñanza de las ciencias “Materials World Modules” (MWM); creado por la Northwestern University e implementado por el CIMAV. Es autor del libro “Ecología y Medio Ambiente” con ST Editorial, el cual lleva más de 50,000 ejemplares vendidos en cuatro ediciones. Ha sido editorialista en El Heraldo de Chihuahua y ha

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colaborado como formador de profesores en las instituciones donde labora. Participó como ponente en TEDx DF 2012, Diseñando el futuro: http://tedxtalks.ted.com/video/Ivn-Camacho-at-TEDxDF . Ha colaborado con el suplemento infantil QUO Niños y con la sección del mismo nombre desde 2013. En junio de 2013 ganó una beca por parte de Honeywell Educators para participar en el Space Camp for Educators, en el United States Space and Rocket Center, en Huntsville, Alabama. Actualmente es el Coordinador del Centro de Estudios Superiores Elizabeth Seton, institución que se dedica a formar maestros en Chihuahua, Chihuahua; en donde además imparte las clases de Observación y Práctica docente.