Upload
laboralyorganizacional
View
378
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
“Aprendizaje organizacional: un desafío vital”Autor: Psic. Lab. Eduardo Antonio Guardia
E-mail: [email protected]
Eje temático: Psicología Laboral, Organizacional e Institucional
RESUMEN:
La práctica de psicología en el terreno de las organizaciones abunda en
experiencias de capacitación, adiestramiento y aprendizajes.
Frecuentemente los esfuerzos (inversiones económicas y humanas) se “disipan”
carentes de efectividad.
Una hipótesis cada vez más enriquecedora del análisis de este despilfarro está
vinculado a una dialéctica de fondo: el dilema entre “desarrollo de habilidades y
competencias” versus el “desarrollo personal”, entendido como la ciencia y la
gestión de la adultez de los trabajadores, que asumen como emergencia de su
propia subjetividad la decisión de aprender y desarrollarse.
Aprendizaje organizacional: un desafío vital
La práctica de psicología en el terreno de las organizaciones abunda en
experiencias de capacitación, adiestramiento y aprendizajes.
Frecuentemente los esfuerzos (inversiones económicas y humanas) se “disipan”
carentes de efectividad.
Una hipótesis cada vez más enriquecedora del análisis de este despilfarro está
vinculado a una dialéctica de fondo: el dilema entre “desarrollo de habilidades y
competencias” versus el “desarrollo personal”, entendido como la ciencia y la
gestión de la adultez de los trabajadores, que asumen como emergencia de su
propia subjetividad la decisión de aprender y desarrollarse.
Efectivamente, todo esfuerzo formativo encuentra una significación profunda y
vitalizante siempre y cuando se relacione con esta emergencia, verdadera
educación del ser, como despliegue de potencialidades y realización personal,
individual, grupal y colectiva de la organización, como ejercicio de la “promesa”
esencial al ser humano.
Al simplificarse dentro de la jerga del “managenment” los programas de
capacitación de las empresas en un reduccionismo representado hoy por la
“gestión de competencias”, sin reconocimiento del marco vital de los trabajadores,
cuyo escenario más o menos estructurado es la organización, la empresa, se
corre el riesgo de esterilizar el esfuerzo formativo.
Desde este ángulo “si analizamos el proceso o arco vital del sujeto, no ya dentro
de una concepción de estadios, que reserva a la edad adulta la plenitud de las
prestaciones, sino a la luz de una nueva epistemología del existir, es posible
demarcar la vigencia del crecimiento y del cambio como juego irreductible de
posibilidades a veces asumidas, y frecuentemente pasadas por alto”1.
De allí que merece una serie de consideraciones esta temática de la gestión de la
adultez como marco de referencia de la práctica de dirigir organizaciones
humanas.
La organización como CAMPO DE ACCIÓN de la estructura vital: La fenomenología de la vida de la mente en las organizaciones resulta un
campo donde son necesarias otras categorías que las tradicionales para
responder a preguntas como:
• ¿Cuándo se ingresa en una nueva edad?
• ¿Existen “fases subterráneas”?
• ¿Cuándo se sale, se supera un cierto estadio?
• La idea de “pasaje”, pérdida, descubrimiento, abandono y retención
así como muchas otras
1 Demetrio Duccio y otros, 1998, Apprendere nelle organizzationi, Carocci, Roma (Traducción Eduardo A. Guardia)
tienen indudablemente parte en un repertorio lingüístico recurrente y representan
un desafío al reduccionismo científico.
La adultez es sueño de poder y completitud existencial, es reservorio y deseo de
la infancia, de la adolescencia y de las mismas adultez y vejez y … ora
prefiguración de un querer ser, ora nostalgia de haber sido.
Crecimiento y cambio como organizadores de la adultez
La adultización 2 es juego irreductible, campo de acción y teatro de estas
dialécticas entre estados visibles e invisibles de toda SUJETIVIDAD EN
CIERNES, EMERGENTE. Cada individuo genera el sentido de vivir, de haber
vivido, de poder vivir un cambio. En una palpable experiencia de elevación por
encima del crecimiento mismo (a través de la experiencia de emociones activas y
de decisiones transitivas: hacia los otros, hacia sí mismos, hacia las cosas, etc.).
El campo de acción es lugar de una operatividad, de una interacción material
(aspectos técnicos yde proceso del trabajo mismo) y humana, (ahora también
virtual), relacional, factual, donde la representación de la adultez a veces se
esfuma, a veces se precisa y delinea más claramente. Es analizable a través de
la distinción de hechos que inducen cambios, capaces de hacer recrear el sujeto
durante el encuentro orientado a estimular la NARRACION DE SU PROPIA VIDA.
El sujeto es el primero que designa lo que ha cambiado en sí mismo, o ve, ha visto
cambiar: los episodios sobre los que narra son entonces la cúspide del evento
formativo, porque ambientan el proceso de cambio.
El cambio obedece a una exigencia vital de autoafirmación y diferenciación
progresiva, y alimenta la creación de otros campos de acción posibles.
El cambio obedece a exigencias relacionales del crecimiento porque el cambio se
actúa mediante relaciones (rapports) interpersonales a expensas de los otros,
gracias a los otros, sin los otros, a pesar de los otros que evocan los problemas,
aún no resueltos, del crecimiento.
2 Honoré B (1992)Hacia la obra de la formación, hacia la obertura de la existencia. L’Hartmattan, París, citado por Demetrio Duccio.
El tiempo de exposición al proceso de cambio y la reacción (mediata o instintiva) a
los procesos que apareja, ponen en evidencia problemas conectados con la
reformulación – formulación de proyectos de vida, sueños, fantasías. Porque el rol
proyectivo de la idea del cambio ilumina a veces un EMBRION DE DESEO de
NOVEDAD-DIVERSIDAD, otras veces las nostalgias retroactivas por las vivencias
y saltos del crecimiento y desarrollo ya vivido.
El escenario vital del mundo del trabajo se configura día a día, año a año sobre la
base de eventos significativos que caracterizan las transiciones cruciales de la
vida, del modo en que el sujeto los ha interpretado y afrontado, y de las
consecuencias de este proceso.
Los efectos de las decisiones y de las elecciones tomadas (como acción o como
omisión) operan a la saga de ulteriores eventos que, unificados e integrados a una
imagen de sí mismo y del mundo siempre más global y exhaustiva , ponen en
evidencia a los ojos del sujeto, la obligatoriedad y la irreversibilidad de su decurso,
de su curva vital.
Arquetipo de una necesidad de diferenciación y de individuación hacia el interior
de múltiples identidades que la connotan.
La práctica de formación en el mundo de las organizaciones nos sitúa
permanentemente en esta diálectica del aprendizaje meramente en el plano de lo
técnico, versus el de la significación del episodio formativo como parte de la
constitución del escenario vital de los sujetos. La objetivación y reducción a la faz
técnica no hace otra cosa que mitificar la gestión de los recursos humanos como
“gestión de competencias” ignorando la naturaleza central del trabajo como
escenario vital de los trabajadores.
De allí que más que como un imperativo ético, una psicología estética del trabajo,
del trabajo bello y bueno, que merece ser vivido plantea necesariamente el
discurso de la pedagogía crítica como momento de asumirse, -y relatarse-, a uno
mismo como un ser-viviente-en-el-trabajo, no meramente como un sobreviviente.
Desde esta óptica, entonces, la posibilidad de repensar los programas de
capacitación como eventos formativos sustanciales del modo en que el trabajador
se despliega y desarrolla en el trabajo, asumiéndose a sí mismo y sus propias
circunstancias reubica la problemática de la educación para el trabajo como
educación para la vida en el trabajo.
Desde hace más de quince años, con experiencias sistemáticas, medulosas y
significativas con centenares y centenares de trabajadores agroindustriales,
(gerentes, mandos medios y operarios), de servicios (comerciales, financieros,
médicos y de administración de justicia), la problemática del desarrollo técnico
adquiere operatividad sólo como parte de una decisión de inscribir el episodio
organizativo como parte, -asumida conscientemente, tanto individual como
colectivamente-, de la voluntad de con-vivir mejor y más saludablemente en el
trabajo. De allí a la habilidad, a la eficacia y a la excelencia, un salto cuanti-
cualitativo practicable, al alcance de la mano.
De allí que temas como el pasaje de lo técnico a lo vital, sea todavía en nuestro
medio una asignatura pendiente del gestor de recursos humanos. Desde esta
óptica, el pasaje de la formación organizada a la formación organizativa, vale
decir, desarrollo del potencial cognitivo, como instrumento del ser-uno-mismo vital
del sujeto, resitúa la problemática de la psicología del trabajo como parte de un
vasto programa de emergencia de la sujetividad, individual, grupal y colectiva: de
allí, a la organización excelente, flexible, dinámica, resilente, creativa y eficiente.
Solo un paso, con “botas de siete leguas”.
Escenario vital y trabajo bello
El trabajo bello, entonces, es más que una utopía, una realidad todavía en ciernes,
pero definitiva y ciertamente incoante. Como diría el maestro Enzo Spaltro,
emulando a Benedetti: el futuro viene lento, pero viene… lento aún tal vez3.
3 Lento pero vieneMario Benedetti (Uruguay, 1920)
Lento viene el futurolentopero viene
ahora está más alláde las nubes ramplonasy de unas cimas ágilesque aún no se distingueny mas allá del truenoy de la araña
demorándose vienecomo una flor porfiadaque vigilara al sol
a lo mejor es esola vida cotidianaprepara bienvenidascierra caldos de usuraabre memorias vírgenes
pero élno tiene prisalentovienepor fin como su respuestasu pan para la hambrunasus magullados ángelessus fieles golondrinas
lentopero no lánguido
ni ufanoni aguafiestassencillamentevienecon su afilada hojay su balanzapreguntando ante todopor los sueñosy luego por las patriaslos recuerdos yacentesy los recién nacidos
lentoviene el futurocon sus lunes y sus marzoscon sus puños y ojeras y propuestaslento y no obstante raudocomo estrella pobresin nombre todavíaconvaleciente y lentoremordidosoberbiomodestísimoese experto futuro que nos inventamosnosotrosy el azarcada vez más nosotrosy menos el azar.