apuntes2010-11_000

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Fernando Collantes Gutirrez

Apuntes de Historia Econmica I

Zaragoza, 2009

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Los siguientes textos estn destinados a los alumnos de la asignatura Historia Econmica I de la Licenciatura en Economa de la Universidad de Zaragoza, curso 2010/11. Se ruega no utilizar fuera de este mbito sin permiso del autor.

Fernando Collantes Gutirrez es profesor titular de Historia e Instituciones Econmicas en la Universidad de Zaragoza

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NDICE

Parte primera Captulo 1. Captulo 2. Captulo 3. Captulo 4. Captulo 5. Parte segunda Captulo 6. Captulo 7. Captulo 8. Captulo 9. Captulo 10. Captulo 11. Captulo 12. Europa noroccidental La periferia europea Espaa Los nuevos pases occidentales Amrica Latina Asia frica El desarrollo econmico en perspectiva histrica Cambio demogrfico Innovacin tecnolgica Marco institucional Relaciones econmicas internacionales

Referencias bibliogrficas

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Captulo 1 EL DESARROLLO ECONMICO EN PERSPECTIVA HISTRICA

Cules son las causas del desarrollo econmico? Por qu estn algunos pases ms desarrollados que otros? Por qu disfruta la poblacin de Australia de mayor calidad de vida que la poblacin de Bangladesh? Estas preguntas son importantes, y los economistas debaten intensamente acerca de las mismas. Hay posturas muy diferentes, pero todo el mundo est de acuerdo en que el desarrollo econmico es un proceso que se desenvuelve en el largo plazo y que, por tanto, no tiene sentido plantearnos las preguntas anteriores desde una perspectiva centrada exclusivamente en el presente. Ah es donde entra la historia econmica, siguiendo la pista del desarrollo econmico en el largo plazo. Pero no podemos aspirar a responder las preguntas anteriores sin disponer antes de algunos conocimientos bsicos: Cundo comenz el desarrollo econmico? En qu pases lo hizo? Cundo comenz la divergencia entre los pases desarrollados y los pases no desarrollados? La historia econmica parte de este tipo de interrogantes para, en un paso posterior, explicar las causas del desarrollo econmico.

El desarrollo como crecimiento econmico Suele decirse que la economa, como disciplina cientfica moderna, arranca con el escocs Adam Smith (1723-1790) y, ms concretamente, con su obra Una investigacin sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones (escrita en 1776). En esta obra, Smith intenta explicar los motivos por los5

cuales algunas sociedades eran capaces de progresar desde el punto de vista econmico, mientras otras se mantenan estancadas o incluso retrocedan.1 Desde entonces, la problemtica del desarrollo econmico ha formado parte de las preocupaciones principales de los economistas. Qu es lo que hace que unos pases se desarrollen y otros no? Qu deberan hacer los pases pobres para salir del atraso? Cmo se explica el xito econmico de determinadas sociedades? De hecho, desde mediados del siglo XX existe una rama especfica de investigacin econmica, la economa del desarrollo, que analiza el problema del atraso econmico en la parte menos desarrollada del mundo. Y no slo los economistas hablan de desarrollo econmico. La mayor parte de los gobernantes del mundo hablan frecuentemente del desarrollo como uno de los objetivos de sus polticas. Esto es muy claro entre los gobernantes de los pases menos desarrollados: en Amrica Latina, en Asia, en frica. Pero tambin, incluso en los pases ms avanzados, cierta nocin de progreso econmico est presente en los discursos de los gobernantes y polticos. En realidad, el trmino desarrollo ha entrado en el vocabulario popular y los ciudadanos emplean comnmente expresiones como pas desarrollado o pas subdesarrollado. Qu es el crecimiento econmico? Ahora bien, a pesar de que todos hablamos de desarrollo econmico no existe un consenso al respecto de qu es lo que realmente queremos decir cuando empleamos este trmino. Tradicionalmente, y ya desde el propio ttulo del libro de Smith, el desarrollo se ha entendido en trminos de riqueza, de aumento en los niveles materiales de bienestar de la poblacin. El principal indicador diseado por los economistas para esta tarea ha sido, y contina siendo, el Producto Interior Bruto (PIB) per cpita. El PIB mide el valor en trminos monetarios de la produccin realizada en los distintos sectores de la economa de un pas. Por ello, si dividimos el PIB entre la poblacin obtenemos una aproximacin al nivel de ingreso de un ciudadano medio o, dicho de otro modo, al nivel medio de ingresos en el pas. El nivel de PIB per cpita podra entenderse entonces como un indicador del nivel de desarrollo de un pas. La evolucin del PIB y el PIB per cpita a lo largo del tiempo nos reflejan entonces el crecimiento econmico del pas.

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Smith (2001). 6

Los historiadores econmicos consideran que existen tres tipos diferentes de crecimiento econmico. En primer lugar, existe la posibilidad de que un pas registre un crecimiento del PIB acompaado por un crecimiento de igual magnitud de su poblacin. En este caso, el tamao de la economa crece (de ah que tenga cierto sentido hablar de crecimiento), pero el ingreso medio de la poblacin no crece (porque el crecimiento demogrfico absorbe todo el aumento del PIB). Hablamos entonces de crecimiento maltusiano, en referencia a Robert Malthus (1766-1834), un economista cuyo trabajo hizo especial hincapi en la amenaza que el crecimiento demogrfico supona para el aumento del nivel de vida de la poblacin.2 Los otros dos tipos de crecimiento reflejan situaciones en las que el PIB crece ms deprisa que la poblacin, por lo que el ingreso medio de la poblacin aumenta. Se puede llegar a este resultado a travs de dos mecanismos. Es posible que el ingreso medio aumente porque aumente el grado de eficiencia de la economa: porque, dadas las condiciones tecnolgicas prevalecientes en ese momento, los factores productivos disponibles pasen a ser utilizados de manera ms adecuada. Pero tambin es posible que el ingreso medio aumente porque se produzcan innovaciones que aumenten la capacidad productiva de la sociedad. En el primer caso, el crecimiento se debe a que la economa se aproxima a su frontera de posibilidades de produccin (FPP). En el segundo, el crecimiento se debe a que la sociedad es capaz de expandir su FPP. El primer tipo de crecimiento se llama crecimiento smithiano, en referencia a Adam Smith, que enfatiz el papel de una correcta asignacin de recursos en el progreso de las economas. El segundo tipo de crecimiento, por su parte, se llama crecimiento schumpeteriano, en referencia a Joseph Schumpeter (18831950), el gran pionero en el estudio de los efectos econmicos de la innovacin tecnolgica. Qu nos dicen los datos histricos sobre crecimiento? Hasta aqu todo sencillo, pero, en la prctica, es muy difcil reconstruir la evolucin histrica del PIB per cpita. Es relativamente sencillo saber qu ocurri con la poblacin mundial y con la poblacin de las grandes regiones del mundo, pero es mucho ms complicado imaginar cul fue la evolucin del PIB. En realidad, el PIB es una creacin terica de los economistas del siglo XX, as que no la encontraremos en las estadsticas confeccionadas por los gobiernos de siglos anteriores: son los historiadores econmicos los que deben intentar construir a posteriori estimaciones sobre2

Malthus (1988). 7

el PIB en perspectiva histrica. Y esta tarea es compleja. Reconstruir correctamente el PIB de una economa requiere disponer de gran cantidad de informacin cuantitativa sobre los precios y cantidades vigentes en sus diferentes mercados y sectores. Cuanto ms nos vamos hacia atrs en el pasado, ms improbable es que el historiador econmico pueda encontrar la informacin suficiente para reconstruir de manera plenamente fiable el PIB de los pases. Llega entonces el momento de realizar supuestos y conjeturas acerca de realidades para las que no se dispone de datos directos. El resultado final son unas estimaciones acerca de la probable evolucin del PIB per cpita que, al basarse en distintos supuestos y conjeturas, estn expuestas a crticas y revisiones. Son, por tanto, cifras provisionales que deben aceptarse tan slo a grandes rasgos y como primera aproximacin a un problema ms complejo.3 Qu es lo que nos revelan estas cifras sobre el crecimiento econmico en perspectiva histrica? Lo primero que nos revelan es que, durante la mayor parte de la historia de la humanidad, las economas mantuvieron niveles de PIB per cpita muy bajos, prximos al nivel de subsistencia, y apenas fueron capaces de experimentar crecimiento econmico (Cuadro 1.1). En el mejor de los casos, las economas acostumbraban a ser capaces de experimentar crecimiento maltusiano.Cuadro 1.1. El crecimiento econmico mundial en el muy largo plazo PIB mundial por habitante (dlares internacionales de 1990) 0 1000 1500 1820 1913 1998 Fuente: Maddison (2002: 263). 444 435 565 667 1.510 5.709 Tasa media de variacin anual (%)

0,00 0,05 0,05 0,88 1,58

El crecimiento sostenido del ingreso medio de la poblacin comenz tarde en la historia de la humanidad. Cundo exactamente? Es muy difcilLas cifras ms comnmente utilizadas por los historiadores econmicos son las de Maddison (2002).3

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precisarlo porque carecemos de datos concluyentes y porque es difcil localizar el punto de inflexin a partir del cual la riqueza media cambi su tendencia. Generalmente se considera que el punto de inflexin fue la llamada revolucin industrial, que comenz en Gran Bretaa a mediados del siglo XVIII y posteriormente se difundi hacia otros pases (primero en Europa y despus en el resto del mundo). La revolucin industrial parti la historia econmica de la humanidad en dos: antes de ella, una fase preindustrial caracterizada por un crecimiento econmico muy bajo (en ocasiones crecimiento inexistente, maltusiano); a partir de ella, una fase caracterizada por lo que desde Simon Kuznets (1901-1985) se denomina crecimiento econmico moderno.4 A lo largo de los siglos XIX y XX, la economa mundial alcanz tasas de crecimiento muy superiores a las de cualquier siglo previo. Por ello, la evolucin del PIB per cpita mundial sigue una tendencia exponencial en el muy largo plazo: apenas hubo crecimiento durante la mayor parte de la historia y, en los ltimos dos siglos, se ha producido un crecimiento espectacular. Algunos historiadores han argumentado convincentemente que no hay que dejarse engaar por el trmino revolucin industrial. En realidad, el crecimiento econmico de Gran Bretaa durante los aos de la revolucin industrial (entre, aproximadamente, 1760 y 1830) fue bastante poco revolucionario si lo comparamos con lo que hoy es habitual en las economas desarrolladas: se calcula que el PIB per cpita britnico creci durante esos aos a una tasa media anual en torno al uno por ciento, lo cual sera hoy tanto como hablar de indicios de desaceleracin, crisis o recesin.5 Adems, la economa britnica no estaba estancada antes de la revolucin industrial, sino que haba conseguido ya un modesto crecimiento del PIB per cpita durante los dos o tres siglos previos. En realidad, casi todos los historiadores estn de acuerdo en que este modesto crecimiento fue importante para que posteriormente se desencadenara la revolucin industrial. Lo que esto quiere decir es que el crecimiento econmico de la revolucin industrial tuvo un elemento de continuidad con respecto al pasado: no slo fue un episodio de crecimiento schumpeteriano, sino que tambin tuvo un elemento importante de crecimiento smithiano. De hecho, se ha encontrado que algunos de los sectores con mayor crecimiento durante esos aos eran sectores bastante tradicionales desde el punto de vista tecnolgico, escasamente afectados por ningn tipo de revolucin.6 Por todo ello, no resulta sorprendente que muchos de los mejores economistas britnicos de aquel periodo (como Adam Smith,Kuznets (1973). Crafts (1985). 6 Wrigley (1991), Berg (1987).4 5

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David Ricardo o Robert Malthus) no fueran conscientes de estar viviendo una ruptura histrica.7 A posteriori s podemos, sin embargo, percibir tal ruptura. La revolucin industrial marc el comienzo de una era caracterizada por el crecimiento sostenido de las economas y, por tanto, por aumentos sostenidos de la riqueza media de la poblacin. Pero la gnesis y el propio crecimiento econmico de la revolucin industrial britnica fueron bastante graduales. La gran ruptura resida en que, despus de la revolucin industrial, el mundo ya no volvera a ser el mismo: la revolucin (tecnolgica, econmica, comercial) y el cambio iban a convertirse en algo cotidiano.8 Quedaba as atrs el mundo preindustrial de economas estancadas (o, en el mejor de los casos, economas de crecimiento muy lento) en las que el nivel de vida de la mayor parte de la poblacin se situaba en las proximidades del nivel de subsistencia (o, en el mejor de los casos, se alejaba muy lentamente del nivel de subsistencia). Pases ricos, pases pobres La transicin hacia el crecimiento econmico moderno comenz en Europa. Comenz de la mano de la revolucin industrial britnica, y posteriormente se difundi hacia otras partes del continente. A lo largo del siglo XIX, y especialmente despus del final de las guerras napolenicas en 1815, las nuevas tecnologas, las nuevas mquinas, las nuevas formas de organizacin empresarial circularon por Europa y tendieron a favorecer la difusin del crecimiento moderno desde su ncleo original britnico hacia el resto de pases. Puede decirse que no hubo prcticamente ningn pas europeo que no experimentara una cierta modernizacin de su economa durante este periodo.9 Sin embargo, la difusin del crecimiento econmico no fue inmediata ni completa (Cuadro 1.2). Los pases de la regin noroccidental del continente se incorporaron paulatinamente al desarrollo econmico a lo largo del siglo XIX. En torno a 1850, Francia, Blgica y Suiza se encontraban ya en dicha situacin. En torno a 1900, Alemania estaba desarrollando un proceso de industrializacin que comenzaba a amenazar seriamente el tradicional liderazgo britnico y los pases escandinavos tambin estaban incorporndose al club de los pases ms prsperos. Pero, en esta ltima fecha, tambin era patente que el crecimiento econmicoEste asunto es estudiado por Wrigley (1996). Cipolla (1987), Hobsbawm (2003A). 9 Pollard (1991).7 8

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marchaba mucho ms despacio en un amplio cinturn de pases que podramos llamar la periferia europea.10Cuadro 1.2. Niveles de ingreso medio en 1913 (nmeros ndice, Mundo = 100) Algunos pases relevantes Reino Unido Francia Alemania Italia Espaa Europa oriental 99 Hungra Rusia PIE Amrica Latina 348 Estados Unidos 100 Argentina Brasil Asia 45 China India Japn Imperio otomano frica 39 Egipto Fuente: Maddison (2002: 185, 195, 215, 224). 48 37 45 92 45 251 54 351 139 99 326 231 242 170 149

Grandes regiones Europa occidental 230

Este cinturn estaba compuesto por la Europa mediterrnea y oriental, siendo sus elementos ms representativos Espaa, Italia, el Imperio austro-hngaro y Rusia. Cualquiera de estos pases haba iniciado ya su modernizacin en algn momento del siglo XIX, por lo que haba dejado atrs los tiempos de la economa preindustrial. Sin embargo, el crecimiento econmico avanzaba con lentitud y se abra una brecha cada vez mayor entre sus niveles de ingreso per cpita y los niveles de los pases10

Berend y Rnki (1982). 11

noroccidentales. Aunque puede parecer paradjico, estas economas estaban progresando (porque el ingreso per cpita creca) y, al mismo tiempo, estaban quedndose atrasadas (porque aumentaba la distancia que separaba su ingreso per cpita del ingreso per cpita de los pases noroccidentales). Fuera de Europa, la difusin del desarrollo econmico tropez con obstculos an ms notables y tan slo unos pocos pases lograron incorporar sus economas a la senda del crecimiento moderno. El caso ms espectacular fue el de un grupo de pases que llamaremos nuevos pases occidentales (en adelante, NPO); se trata bsicamente de Estados Unidos, Canad, Australia y Nueva Zelanda. Los llamamos NPO porque se trata de pases que surgieron tarde en la historia mundial (nada comparable a los longevos pases e imperios de Europa o Asia) y lo hicieron como consecuencia de la formacin de una sociedad de rasgos indudablemente occidentales por parte de emigrantes europeos que desembarcaron en Norteamrica y Oceana. (La cara ms oscura de este proceso vino dada por las prcticas de agresin y marginacin practicadas por parte de los europeos en contra de las poblaciones indgenas.) Su nivel de ingreso per cpita creci aceleradamente a lo largo del siglo XIX y, a comienzos del XX, era ya superior incluso al de Europa occidental. Los habitantes de Australia y Nueva Zelanda se encontraban probablemente entre los ms prsperos del mundo, mientras que Estados Unidos iba ya camino de convertirse en el gran dominador de la economa mundial, superando a su antigua metrpoli (Gran Bretaa). Otros pases de fuerte herencia europea, los de Amrica Latina, tambin consiguieron mejorar sus niveles de ingreso durante el siglo XIX, si bien sus niveles se parecan ms a los de la periferia europea que a los de Europa noroccidental o los NPO. En el mundo no occidental, las cosas eran bien diferentes. Tan slo un pas, Japn, fue capaz de incorporarse a la senda del crecimiento moderno. Lo hizo a partir de las dcadas finales del siglo XIX y, a comienzos del siglo XX, dicho crecimiento an no haba sido suficiente para situar a este pas entre los ms prsperos del mundo. En torno a 1900, no se trataba realmente de una economa desarrollada: era ms bien una economa emergente cuyo desarrollo cristalizara a lo largo del siglo XX. Lo cual no era poco en relacin a los otros pases de su entorno. En el resto del mundo no occidental, es decir, en la mayor parte del planeta, el crecimiento econmico continuaba siendo muy bajo y, como consecuencia de ello, la amplia mayora de la poblacin continuaba atrapada en niveles12

de vida muy bajos, frecuentemente prximos a la subsistencia. En China, en la India, en el Imperio otomano, en frica, encontramos culturas, religiones y sistemas de gobierno muy diferentes entre s. Pero, en todos los casos, encontramos un rasgo econmico comn: bajos niveles de ingreso. A comienzos del siglo XX, la distancia econmica que separaba a Asia (dejando a un lado Japn) y frica del mundo desarrollado haba crecido sustancialmente. Es probable que un habitante asitico o africano medio dispusiera de un ingreso del orden de diez veces inferior al de un habitante europeo medio. Estaba formndose lo que, a partir de mediados del siglo XX, comenzara a llamarse subdesarrollo o Tercer Mundo. (An hoy da, las principales bolsas de pobreza del mundo se encuentran en el sur de Asia y en frica.) Cundo comenz la gran divergencia? La brecha entre mundo rico y mundo pobre era ya muy clara a comienzos del siglo XX, pero, cundo empez a abrirse? En el caso de frica, todo el mundo est de acuerdo en que la brecha comenz a abrirse muy pronto, mucho antes del siglo XIX. Todo el mundo est dispuesto a aceptar que, en torno al ao (pongamos) 1400, el nivel de desarrollo de las sociedades africanas era muy bajo, incluso comparado con el nivel de las todava preindustriales economas europeas.11 (Se llega a esta conclusin examinando las carencias tecnolgicas y la escasa complejidad organizativa de estas sociedades africanas.) En el caso de Asia, sin embargo, los historiadores no se ponen de acuerdo acerca del momento en el que empez a abrirse la brecha entre una Europa que caminaba hacia el crecimiento moderno y una Asia que se quedaba atrasada. Los historiadores se refieren a esta cuestin como la cuestin de la gran divergencia, y la plantean especialmente en trminos de una comparacin entre Europa y China. El punto de partida del debate est claro: nadie discute que, hasta aproximadamente el ao 1000, la economa china estaba ligeramente por delante de la Europa, tanto en trminos tecnolgicos como de niveles de vida de la poblacin. Y nadie discute tampoco que, a la altura de 1900, China, que no haba tenido una revolucin industrial al estilo europeo, estaba claramente por detrs. La discusin se centra en precisar cul fue el momento intermedio en el que se inici la gran divergencia (Cuadro 1.3).Cuadro 1.3. Estimaciones sobre el PIB per cpita de Europa y China (nmeros ndice, Inglaterra en 1800/1820 = 100)11

Wolf (2005). 13

Estimaciones de Maddison Europa China Europa / China 1000 1500 1600 1700 1800/20 1913 23 42 48 55 65 177 26 35 35 35 35 32 0,89 1,19 1,37 1,56 1,84 5,47

Estimaciones de Van Zanden Europa China Europa / China 37 52 52 56 55 53 53 53 53 53 0,70 0,98 0,98 1,05 1,05

Fuente: Maddison (2002: 240, 260, 263), Van Zanden (2005: 27, 32-33).

Algunas reconstrucciones de PIB per cpita en perspectiva histrica sugieren que la gran divergencia comenz a forjarse en torno al ao 1000.12 A partir aproximadamente del siglo XI (es decir, en un momento perteneciente a la fase de la historia que los europeos conocemos como Edad Media), la economa europea habra comenzado a mostrar tasas de crecimiento ligeramente superiores a las chinas. Se trataba de tasas de crecimiento an muy bajas (estamos an en el periodo preindustrial), pero que permitieron a Europa ir acercndose a los niveles de China, para posteriormente superarlos en torno al ao 1500. De acuerdo con esta hiptesis, existan diferencias notables entre la economa preindustrial europea y la economa preindustrial china, de tal modo que los resultados de la primera fueron sistemticamente superiores a los de la segunda.13 Es decir, la gran divergencia habra tenido lugar ya antes de que Europa viviera su revolucin industrial: la revolucin industrial europea simplemente habra ensanchado una brecha que ya era importante a la altura de 1750. Sin embargo, otras reconstrucciones histricas del PIB per cpita de Europa y China arrojan conclusiones diferentes: sugieren que la economa europea estaba bastante por detrs de la china en torno al ao 1000 y que, entre 1500 y el desencadenamiento de la revolucin industrial, ambas economas estuvieron prcticamente estancadas y aproximadamente a la par la una de la otra.14 Otras evidencias, sobre las caractersticas tecnolgicas o los niveles de vida de la poblacin han llevado igualmente a otros historiadores a opinar que la brecha que separaba a China de Europa a la altura de 1750 era pequea, y que fue la revolucin industrial europeaMaddison (2002). Jones (1994). 14 Van Zanden (2005).12 13

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(junto con la ausencia de una revolucin industrial en China) lo que cre la gran divergencia. De acuerdo con esta hiptesis, las economas preindustriales de Europa y China tenan ms similitudes que diferencias, por lo que sus resultados fueron bsicamente similares (es decir, bastante pobres en ambos casos). 15

El desarrollo como cambio estructural Aunque el PIB per cpita ofrece informacin relevante para valorar el nivel de desarrollo econmico de los pases, as como su progreso a lo largo del tiempo, hace ya muchas dcadas que los libros de texto explican que el crecimiento econmico (la tasa de crecimiento medio anual del PIB per cpita) no es equivalente al proceso de desarrollo econmico. El crecimiento econmico es uno de los componentes que forman parte de dicho proceso, pero no es el nico. Generalmente, los economistas han argumentado que el desarrollo es algo ms complejo que el crecimiento porque implica tambin la presencia de cambios estructurales en las economas y sociedades afectadas.16 De entre los muchos cambios estructurales comentados por los economistas, dos de los ms llamativos son el cambio ocupacional y la urbanizacin. El cambio ocupacional consiste en la transformacin de la estructura de la poblacin por sectores de actividad: primario (agricultura, ganadera y pesca), secundario (minera, industria y construccin) y terciario (servicios). La urbanizacin, por su parte, consiste en el aumento del porcentaje de poblacin residente en ciudades. En las economas preindustriales, la agricultura era el principal sector y la mayor parte de la poblacin viva en zonas rurales. En torno al 75-85 por ciento de la poblacin activa era poblacin agraria y un porcentaje an mayor de la poblacin resida en zonas rurales: no todo el 15-25 por ciento restante viva en ciudades, sino que una parte de la actividad de los sectores secundario y terciario era realizada por poblacin rural (artesanos, transportistas, pequeos comerciantes).17 Es llamativo apreciar que, con independencia de la gran diversidad de sistemas polticos, condiciones

Pomeranz (2000). Kuznets (1973). 17 De acuerdo con Bairoch (1997), la tasa de urbanizacin mundial se mantuvo prcticamente constante entre los aos 300-100 a.C., cuando estaba en torno al 10 por ciento, y el ao 1700, cuando quiz se situaba en torno al 13-15 por ciento.15 16

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climatolgicas o reglas culturales y religiosas, todas las economas preindustriales compartan este rasgo. Por qu el cambio estructural refleja desarrollo econmico El fuerte predominio de la agricultura dentro de la economa preindustrial era consecuencia simultnea de factores de oferta y factores de demanda. Por el lado de la oferta, hay que tener en cuenta que la productividad agraria (es decir, la produccin agraria media por agricultor) era muy reducida en todas las economas preindustriales, ya que existan barreras tecnolgicas (como la dependencia de convertidores energticos ineficientes para el aprovechamiento de fuentes de energa de origen orgnico, como la luz solar) e institucionales (como el sistema feudal, en el caso europeo) que impedan un progreso agrario ms significativo. Este bajo nivel de la productividad agraria obstaculizaba el crecimiento de los otros sectores (que dependan del agrario para obtener materias primas y para asegurar la alimentacin de sus trabajadores) y, por ello, haca difcil la creacin de empleo en dichos sectores y el consiguiente trasvase de poblacin activa hacia las ciudades. A ello hay que unir los factores de demanda. Se ha comprobado empricamente (en escenarios histricos y tambin en los pases menos desarrollados del presente) que, cuando el nivel de renta de las personas es bajo, la proporcin de renta que gastan en la satisfaccin de necesidades bsicas (entre ellas, en primer lugar, la alimentacin) es elevada. Por ello, en las sociedades preindustriales, marcadas por la pobreza y los bajos niveles de PIB per cpita, una proporcin muy elevada del consumo privado se canalizaba hacia la alimentacin. De ah que, de manera paralela, una proporcin muy elevada de la poblacin activa se empleara en la produccin de alimentos. La demanda de productos industriales o de servicios era ms pequea y, por ello, no era factible un cambio ocupacional que aumentara el peso de la poblacin empleada en estos sectores a costa de la poblacin agraria.18 El cambio ocupacional comenz a hacerse posible con la llegada del crecimiento moderno. Por el lado de la oferta, la innovacin tecnolgica (abonos qumicos, maquinaria agraria) y el cambio institucional (implantacin del liberalismo poltico y econmico en Europa) favorecieron aumentos sustanciales de la productividad agraria a lo largo del siglo XIX. Una cantidad decreciente de agricultores poda ahora hacerse cargo de producir la cantidad de alimentos necesaria, liberndose18

Wrigley (2004). 16

mano de obra para su empleo en los otros sectores de la economa. Adems, por el lado de la demanda, el aumento del ingreso per cpita asociado al crecimiento moderno permita a los individuos destinar proporciones crecientes de dicho ingreso a gastos diferentes de los alimenticios. Esto abri posibilidades de crecimiento a los sectores no agrarios y, por tanto, favoreci la creacin de empleo en dichos sectores y la transferencia de poblacin activa hacia las ciudades. Evidencia emprica sobre cambio ocupacional y urbanizacin Por todo ello, a la altura de 1900, los pases incorporados al crecimiento moderno presentaban ya una estructura ocupacional diversificada, en la que el peso de la agricultura haba comenzado a caer claramente por debajo del 75 por ciento (Cuadro 1.4). El Reino Unido iba por delante, pero, en general, el cambio ocupacional era claro tambin en el resto de Europa noroccidental y en algunos NPO, como Estados Unidos. La periferia europea, en cambio, apenas haba iniciado an su cambio ocupacional. (Algunas regiones concretas de la periferia, como Catalua y el Pas Vasco en Espaa, o el Piamonte y Lombarda en Italia, s lo haban hecho, pero este hecho se vea oscurecido por la persistencia de estructuras ocupacionales tradicionales en las muchas otras regiones de Espaa e Italia.) Esto ilustra que la modernizacin econmica de la periferia durante el siglo XIX fue incompleta: por un lado, ya no se trataba de economas preindustriales, pero, por el otro, la lentitud del proceso de industrializacin se reflejaba en el hecho de que algunos cambios estructurales apenas hubieran comenzado an. Fuera del mundo occidental, la ausencia de crecimiento moderno iba lgicamente aparejada a la ausencia de cambio estructural: la agricultura continuaba siendo el principal sector de la economa y las zonas rurales continuaban siendo el lugar de residencia de la mayor parte de la poblacin. En este sentido, resulta ilustrativa la evolucin comparada de la urbanizacin en Europa occidental y China (Cuadro 1.5). El nivel de urbanizacin era inicialmente muy bajo en ambos casos. (En Europa occidental, de hecho, a la altura del ao 1000 no haba ningn ncleo de poblacin que podamos asimilar a una ciudad en el sentido actual del trmino.) Sin embargo, en torno a 1900, era evidente que Europa occidental estaba viviendo un proceso de urbanizacin (que culminara a lo largo del siglo XX) y China, por el contrario, estaba quedndose rezagada y mantena niveles de urbanizacin bsicamente similares a los de siglos atrs.

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Cuadro 1.5.

Tasa de urbanizacin (porcentaje de poblacin residente en ciudades de ms de 10.000 habitantes) en Europa occidental y China Europa occidental China 3,0 3,8 3,8 4,4

1000 1500 1820 1890 Fuente: Maddison (2002: 40).

0,0 6,1 12,3 31,0

Implicaciones Esta conexin (terica y emprica) entre cambio estructural y crecimiento moderno ha llevado a muchos investigadores a utilizar el cambio estructural como una herramienta para desentraar algunas de las preguntas sin resolver sobre el desarrollo econmico en perspectiva histrica. En particular, se ha utilizado la evidencia disponible sobre cambio ocupacional y urbanizacin para comprender mejor la cronologa y las caractersticas del desarrollo econmico europeo: cundo comenz dicho desarrollo? Fue un fenmeno ms o menos sbito, causado por la revolucin industrial, o fue un fenmeno gradual cuyas races se hunden en la parte final del periodo preindustrial? La investigacin sobre cambio ocupacional ha revelado que, aunque la revolucin industrial supuso la llegada definitiva de la era del crecimiento moderno, las races del desarrollo econmico europeo podran hundirse en el final del periodo preindustrial. Los investigadores han encontrado que, a la altura del siglo XVII, los Pases Bajos haban avanzado en sus procesos de cambio ocupacional y urbanizacin, teniendo ya aproximadamente a la mitad de su poblacin activa empleada en los sectores no agrarios y a un tercio de la poblacin total viviendo en las ciudades (Cuadro 1.6). Esto era francamente excepcional en el contexto preindustrial, y tena que ver con la elevada productividad de la agricultura holandesa, la hegemona ostentada por el pas en el rea del comercio internacional y la tendencia ascendente del ingreso per cpita. Por ello, algunos especialistas no han dudado en considerar a la economa holandesa del siglo XVII como la primera economa moderna: su ingreso medio per cpita creci de manera lenta pero sostenida y se produjeron cambios estructurales como la urbanizacin y el declive de la agricultura dentro de

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la estructura ocupacional.19 No se trataba de una revolucin industrial, pero s de los inicios del desarrollo econmico.Cuadro 1.6. Indicadores de cambio estructural en Holanda e Inglaterra en 1700 Holanda Tasa de urbanizacin (%) Estructura ocupacional (%) Sector primario Sector secundario Sector terciario Fuente: Maddison (2002: 95). 33 40 33 27 Inglaterra 13 56 22 22

Otro caso de cambio estructural precoz fue el de Inglaterra, que, a las puertas de la revolucin industrial, mostraba ya niveles de urbanizacin relativamente elevados y estructuras ocupacionales bastante modernas. El peso de la agricultura en la economa inglesa de 1700 era ya ms bajo de lo normal en sociedades preindustriales, lo cual sugiere que el desarrollo econmico britnico no comenz con la revolucin industrial, sino que parti de los modestos pero sostenidos progresos realizados por su economa preindustrial durante los dos siglos previos.20 De hecho, una interpretacin ms radical de la evidencia disponible sugiere que numerosas regiones europeas comenzaron a transitar por la senda del crecimiento intensivo durante el periodo 1600-1800, es decir, con anterioridad al desencadenamiento de los procesos de industrializacin en la mayor parte del continente. Ello es as porque numerosas regiones vivieron durante este periodo lo que los especialistas denominan procesos de protoindustrializacin.21 A diferencia de lo que luego sera la revolucin industrial, la protoindustrializacin consisti en un crecimiento del sector manufacturero protagonizado por empresas a pequea escala (no por fbricas), que empleaban tecnologa tradicional (no innovaciones tecnolgicas revolucionarias) y se localizaban en zonas rurales (no en ciudades). En muchos casos, los campesinos europeos compatibilizaban su trabajo agrario con el desempeo de tareas protoindustriales (por ejemplo, transformando en sus propias casas materias primas que les proporcionabanDe Vries y Van der Woude (1997). Wrigley (1991). 21 Ogilvie y Cerman (eds.) (1996).19 20

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regularmente comerciantes-empresarios). Esto quiere decir que el cambio ocupacional registrado por la economa europea entre 1600 y 1800 fue mayor de lo que sugieren las cifras que se limitan a asignar cada trabajador a un solo sector: los campesinos contabilizan como poblacin agraria en las estadsticas, pero una parte cada vez mayor de su jornada laboral tena que ver con el sector secundario. En otros trminos: si midiramos la estructura ocupacional en trminos de horas de trabajo dedicadas a cada sector (en lugar de medirlo en trminos de personas empleadas en cada sector), encontraramos que numerosas regiones europeas (y no slo Holanda y Gran Bretaa) ya experimentaron cierto cambio ocupacional entre 1600 y 1800.22 No tenemos datos fiables para realizar esta medicin, pero parece una conjetura plausible que, en cierto sentido, el cambio ocupacional comenzara en Europa con anterioridad a la revolucin industrial.

El desarrollo como aumento del bienestar Hasta ahora nos hemos guiado por tres indicadores para evaluar el desarrollo econmico de los pases: el PIB per cpita, el porcentaje de poblacin activa empleada en la agricultura, y la tasa de urbanizacin. Durante mucho tiempo, este tipo de indicadores fueron considerados fiables para evaluar los progresos y/o los problemas de las economas en vas de desarrollo y, por extensin, para evaluar la historia econmica de los pases actualmente desarrollados. Sin embargo, desde hace algn tiempo, un nmero creciente de investigadores est preocupado por el hecho de que estas variables puedan engaarnos. Podra ser que la calidad de vida de la poblacin de un pas no aumentara a pesar de que el PIB per cpita (o el ingreso medio per cpita) de dicho pas s lo hiciera? Podra ser que un aumento del empleo no agrario o un avance del proceso de urbanizacin no desembocaran en verdadero desarrollo econmico de los pases? El economista indio Amartya Sen (n. 1933), Premio Nobel de Economa en 1998, sostiene que debemos evaluar el desarrollo econmico con la ayuda de variables que midan de manera directa el progreso en la calidad de vida de las personas.23 El crecimiento econmico, medido a travs del aumento del PIB per cpita, no mide dicho progreso de maneraJones (1997). En parte por ello, este historiador econmico no duda en calificar de decadentes las lneas de investigacin basadas en el concepto de revolucin industrial. 23 Sen (2000).22

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directa, ya que los ingresos son solamente un medio para obtener el fin ltimo: bienestar, calidad de vida. Disponer de ingresos elevados permite a las personas adquirir una gran cantidad de bienes y servicios en el mercado, lo cual puede liberarlas de penurias (por ejemplo, del hambre) y aumentar su calidad de vida. Pero la calidad de vida de las personas no slo depende de su nivel de ingresos: tambin depende de su salud, de su nivel educativo y, ms ampliamente, de las capacidades y libertades adquiridas por las personas. Y a su vez, cada uno de estos componentes de la calidad de vida puede distribuirse muy desigualmente entre la poblacin, por lo que sera preciso prestar atencin a lo que ocurre con los ingresos, la salud, la educacin y las capacidades de los distintos grupos sociales. (Por ejemplo, realmente podramos decir que est desarrollndose un pas en el que aumenta la esperanza de vida media de la poblacin, pero desciende la esperanza de vida de un determinado grupo social o etnia?) En suma, Sen propone que nos fijemos en lo que hoy da Naciones Unidas llama desarrollo humano, que es un concepto ms amplio y ms inclusivo que el simple crecimiento econmico. Tras la pista histrica del desarrollo humano Cmo cambia la historia contada en el captulo anterior si, en lugar de seguir la pista histrica del crecimiento econmico y el cambio estructural, hacemos lo propio con las variables educativas y sanitarias constitutivas de desarrollo humano? Cules son las implicaciones histricas de esta nueva perspectiva? Una parte de nuestra historia se mantiene ms o menos igual. Durante la mayor parte de la historia de la humanidad, no slo no se produjo un crecimiento econmico sostenido y significativo, sino que tampoco hubo un progreso claro en materia de desarrollo humano. El problema de las poblaciones preindustriales no era solamente su bajo nivel de ingresos, sino tambin sus deficiencias en el resto de reas constitutivas de desarrollo humano. Como consecuencia de la gran incidencia de diversas enfermedades y epidemias, el riesgo de mortalidad era, por ejemplo, muy elevado. Ello era particularmente devastador para las dbiles poblaciones infantiles: se estima que, en las sociedades preindustriales, uno de cada tres o cuatro bebs mora antes de cumplir su primer ao de vida, lo cual las situaba por detrs de lo que hoy es comn incluso en los pases subdesarrollados.24 Este elevado riesgo de mortalidad haca que la esperanza de vida fuera muyBairoch (1997) estima que la tasa de mortalidad infantil de las sociedades preindustriales era cuatro veces superior a la tasa de mortalidad infantil de los pases subdesarrollados del presente.24

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corta y apenas progresara a lo largo del periodo preindustrial. La esperanza de vida de las sociedades preindustriales se mantuvo en un arco en torno a 24-35 aos durante la mayor parte del tiempo. Incluso una de las sociedades preindustriales ms avanzadas, la europea, presentaba una esperanza de vida en torno a 33 aos en una fecha tan tarda como finales del siglo XVIII.25 (De nuevo, este registro es mucho peor que el que presentan en la actualidad incluso los pases subdesarrollados; vase el Cuadro 1.7) El panorama educativo y cultural no era mucho mejor: el analfabetismo estaba ampliamente extendido, la mayor parte de los nios no iban a la escuela y el nivel cultural de las poblaciones era muy bajo. 26 A lo largo de su vida, las personas lograban desarrollar en escasa medida nuevas capacidades y habilidades que les permitieran prosperar econmica y personalmente. La nueva perspectiva del desarrollo humano tampoco altera la percepcin bsica de que, en un determinado momento no demasiado lejano en el tiempo, este escenario fue cambiando hasta llegar a la situacin actual. En dicha situacin, no slo ha mejorado el ingreso per cpita, sino que tambin ha mejorado la condicin de la poblacin en materia de salud, educacin y capacidades personales. Asimismo, la nueva perspectiva tampoco altera otra percepcin bsica: que este progreso del desarrollo humano fue ms temprano y ms rpido en el mundo occidental que en el mundo no occidental (excluido Japn). En otras palabras: la cuestin de la gran divergencia entre Europa y China sigue en pie, porque parece claro que, a la altura de 1900, la calidad de vida (y no slo los ingresos) de los ciudadanos chinos era claramente inferior a la de los ciudadanos europeos.

Bairoch (1997). Un dato interesante para ilustrar el escaso nivel cultural de la mayor parte de la poblacin es que, an en una fecha tan tarda como 1700, probablemente no haba en el mundo ms de veinte peridicos diarios (Bairoch 1997).25 26

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Cuadro 1.7.

Esperanza de vida al nacer (nmero de aos) 1000 1820 36 24 40 28 28 39 27 21 34 23 1900 46 26 50 35 32 47 36 24 24 44 24 1999 78 64 77 78 67 77 67 71 60 81 66

Pases hoy desarrollados Pases hoy menos desarrollados Inglaterra Espaa Rusia Estados Unidos Brasil China India Japn frica (media) Fuente: Maddison (2002: 30-31).

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Revolucin industrial y desarrollo humano: el caso europeo revisitado La principal implicacin de la nueva perspectiva basada en el desarrollo humano tiene que ver con la cronologa y la naturaleza del proceso europeo de desarrollo econmico. Hemos visto anteriormente que, cada vez ms, los investigadores se alejan de la idea inicial de que, en torno a 1750, la economa europea era, sencillamente, una economa no desarrollada y que, a partir de entonces y de la mano de la revolucin industrial, se convirti en una economa desarrollada. La perspectiva del desarrollo humano avala este escepticismo porque cuestiona ambas afirmaciones. La primera afirmacin, que la economa europea era una economa no desarrollada (sin ms matices) en torno a 1750, es discutible, como sabemos, de acuerdo con los datos disponibles sobre cambio ocupacional y urbanizacin (al menos en Europa noroccidental), y tambin parece una exageracin de acuerdo con las estimaciones disponibles de PIB per cpita. Tambin parece una exageracin desde la perspectiva del desarrollo humano, ya que, a lo largo de los dos siglos previos al desencadenamiento de la revolucin industrial, se produjeron modestos pero sostenidos avances en la calidad de vida de las personas. Especialmente en Europa

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noroccidental, las familias rurales tendieron a acceder a una gama ms amplia de bienes de consumo. Y, lo que es ms importante, ello fue posible gracias a que las familias tendieron a intensificar su esfuerzo laboral (trabajando durante un mayor nmero de horas al ao o durante un mayor nmero de das al ao) a travs de la puesta en prctica de estrategias de pluriactividad mediante las cuales los distintos miembros de la unidad familiar se empleaban en una variada gama de actividades temporales. (La participacin de los campesinos en los procesos de protoindustrializacin que tuvieron lugar en este periodo sera un buen ejemplo de ello.) Algunos investigadores ven este proceso de manera pesimista, ya que es probable que la productividad por hora trabajada apenas aumentara: las familias disponan de ms ingresos, pero ello se deba bsicamente a que trabajaban de manera ms intensa. Sin embargo, desde la perspectiva del desarrollo como desarrollo de las capacidades de las personas, es importante apreciar que las familias rurales eligieron tal estrategia y que el contexto de la economa europea durante este periodo hizo posible que tal estrategia pudiera tener xito. Numerosas familias rurales tuvieron la posibilidad de aumentar su nivel de consumo a travs de una estrategia econmica que implicaba un desarrollo ms pleno de sus capacidades. Algunos especialistas consideran esta senda de cambio tan relevante que han hablado del desencadenamiento de una revolucin industriosa (una revolucin de la laboriosidad) en los siglos XVII y XVIII, que habra allanado el camino para el posterior desarrollo de la revolucin industrial (y el consiguiente inicio del crecimiento econmico moderno sostenido en el tiempo).27 La perspectiva del desarrollo humano no slo permite cuestionar que la economa europea fuera, sin ms, una economa no desarrollada en torno a 1750, sino tambin que la revolucin industrial la convirtiera con rapidez en una economa plenamente desarrollada. As lo sugiere al menos la evidencia disponible sobre la calidad de vida de la clase obrera britnica durante los inicios de la industrializacin del pas. Los investigadores han debatido apasionadamente sobre este tema, buscando las ms diversas fuentes histricas que pudieran contribuir al debate. En la actualidad, la mayor parte de los especialistas considera que, si la revolucin industrial comenz a mediados del siglo XVIII, no fue hasta aproximadamente las dcadas centrales del siglo XIX cuando la calidad de vida de los obreros britnicos comenz a mejorar con cierta claridad. Hasta entonces, el inicio del crecimiento moderno y el crecimiento del ingreso medio por persona apenas se trasmitieron a la calidad de vida de los trabajadores.2827 28

De Vries (1994). Escudero (2002). 24

Las pruebas a favor de esta hiptesis son varias. En primer lugar, la primera etapa de la industrializacin britnica conllev no slo un crecimiento del ingreso medio per cpita, sino tambin una distribucin ms desigual de dicho ingreso. Los beneficios empresariales crecieron con gran fuerza, pero el poder adquisitivo de los trabajadores se mantuvo estancado. (Los salarios nominales cobrados por los trabajadores crecieron pero no lo hicieron ms deprisa que la inflacin, as que el salario real se mantuvo estancado.) Adems, la jornada laboral de los trabajadores tendi a alargarse durante estas primeras dcadas de industrializacin. Los trabajadores podan llegar a trabajar durante 14 horas al da en la fbrica, lo cual es tanto como decir que, dado que el salario real se mantuvo constante, el rendimiento obtenido por cada hora de trabajo tendi a descender y, adems, la clase obrera pas a disponer de menos tiempo para el ocio, las relaciones personales, la adquisicin de culturaCuadro 1.8. Salud y educacin durante la revolucin industrial britnica 1760 Tasa de mortalidad infantil (por mil) Estatura (cm.) Tasa de alfabetizacin adulta (%) 174 167,4 49 1800 145 168,9 53 1850 156 165,3 62

Fuente: Crafts (1997: 623). El dato sobre estatura se refiere a la estatura de los reclutas alistados en el ejrcito con 20-23 aos de edad y que nacieron en el ao correspondiente.

Los resultados de la revolucin industrial britnica fueron tan pobres en trminos de desarrollo humano que las variables relacionadas con la salud mostraron resultados decepcionantes (Cuadro 1.8). En las ciudades britnicas, la mortalidad era muy alta en comparacin con las reas rurales, y la esperanza de vida se mantuvo estancada hasta mediados del siglo XIX. Ello fue consecuencia de las graves deficiencias que las ciudades britnicas arrastraban en materia higinica y sanitaria, dado el bajo nivel de inversin en infraestructuras pblicas y las psimas condiciones de habitabilidad de las viviendas obreras. Ms ampliamente, la salud de los habitantes de las ciudades inglesas se vio expuesta a problemas ambientales derivados de sus crecientes niveles de contaminacin. As, a comienzos del siglo XX, la esperanza de vida en el Reino Unido se situaba en torno a los 50 aos, un registro peor que el de los pases subdesarrollados de la actualidad.

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El deterioro de la salud de los trabajadores se ve corroborado, adems, por las evidencias disponibles sobre su estatura. Un nmero cada vez mayor de especialistas considera que la evolucin de la estatura de las poblaciones del pasado es un buen indicador del desarrollo humano, ya que la estatura se encuentra muy condicionada por los niveles alimenticios y las condiciones sanitarias en que se desenvuelve el individuo. Las investigaciones han mostrado que la estatura media de los trabajadores britnicos durante la revolucin industrial tendi a descender, lo cual ilustra hasta qu punto su calidad de vida pudo deteriorarse a pesar de que su pas (y las fbricas en las que ellos trabajaban) estuviera liderando el camino hacia el crecimiento econmico moderno. Lo dicho para Inglaterra se aplica, a grandes rasgos, para el resto de Occidente. Es cierto que, en la Europa continental, los inicios de la industrializacin no tuvieron un coste tan elevado en trminos de calidad de vida de la clase obrera. Las condiciones de vida en las ciudades, por ejemplo, tendieron a mejorar a lo largo del siglo XIX, con lo que los pases que se fueron incorporando a la industrializacin ms adelante registraron costes sociales menos graves. (De hecho, en pases de industrializacin tarda y lenta como Espaa, la calidad de vida en las ciudades fue superior a la calidad de vida rural desde un principio.) Sin embargo, por todas partes (en Europa y en los NPO) se registr un descenso de las estaturas medias durante la parte central del siglo XIX.29 A comienzos del siglo XX, la esperanza de vida en Europa occidental no llegaba a los 50 aos, lo cual situaba a esta regin por detrs de los registros de los pases subdesarrollados del presente.

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Escudero y Simn (2003). 26

Captulo 2 EL CAMBIO DEMOGRFICO

Durante la mayor parte de la historia de la humanidad, la mayor parte de los habitantes del mundo han vivido vidas precarias, al borde de la subsistencia material. El final de este mundo de pobreza generalizada ha sido relativamente reciente: el comienzo del fin fue el desencadenamiento de la revolucin industrial britnica durante la segunda mitad del siglo XVIII. Y, an hoy da, numerosas sociedades continan marcadas por el atraso econmico y la pobreza, dadas sus dificultades para incorporarse a la senda del desarrollo econmico. A partir de este captulo, vamos a analizar los factores que permitieron, en el caso europeo, la transicin desde economas preindustriales a economas modernas. Es decir, la transicin desde economas que propendan al estancamiento (y, por tanto, no eran capaces de generar aumentos sostenidos en el nivel de bienestar de la poblacin) a economas que propendan al desarrollo. Cules fueron los factores clave de la transicin? Por qu las economas europeas lideraron dicha transicin? Por qu se quedaron atrs las economas de Asia (con la nica excepcin de Japn) y frica? Nos centraremos en cuatro grandes palancas del desarrollo: el cambio demogrfico, la innovacin tecnolgica, el marco institucional y las relaciones econmicas internacionales. Comenzaremos el anlisis por el mbito de la demografa, que, al tratar sobre la evolucin de la poblacin y su estructura, nos pone frente a los protagonistas histricos del desarrollo econmico. La demografa es importante porque las estructuras demogrficas tienen un impacto sobre el cambio econmico. Lo que ocurra con variables como la natalidad y la mortalidad no slo es relevante para las personas afectadas: para los nios que nacen, para las personas que mueren, para los familiares y amigos que saludan los nacimientos y lloran las defunciones. Tambin genera efectos macroeconmicos que contribuyen a explicar la direccin del cambio econmico.27

El sistema demogrfico preindustrial Cuando, en alguna parte de la Europa preindustrial, un nio sala del vientre de su madre, entraba en un mundo inhspito en el que le acechaban la privacin y la enfermedad. La tasa de mortalidad infantil, es decir, el tanto por mil de nios que moran antes de alcanzar el primer ao de vida, se situaba en torno al 250 por mil y ocasionalmente poda alcanzar cifras an mayores.30 Como media, una familia poda calcular que, si tena cuatro hijos, uno de ellos probablemente morira antes de cumplir el primer ao de vida. Si el nio superaba con xito los primeros aos, poda esperar desarrollar una vida relativamente larga, pero igualmente expuesta a los peligros de la privacin y la enfermedad. Como mejor indicador de ello, la tasa de mortalidad del conjunto de la poblacin estaba por lo general en torno al 35-40 por mil en todas las sociedades preindustriales europeas. Adems, esta tasa de mortalidad poda alcanzar con cierta frecuencia valores anmalamente elevados (200-300 por mil) como consecuencia de la propagacin repentina de epidemias y enfermedades. En las dcadas centrales del siglo XIV, por ejemplo, toda Europa se vio azotada por la llamada peste negra, una enfermedad extremadamente grave transmitida por pulgas que se nutran de la sangre de roedores infectados, y que era contagiosa de ser humano a ser humano. Se calcula que Europa pudo perder hasta un 30 por ciento de su poblacin como consecuencia de la peste negra.31 Como consecuencia de este elevado riesgo de mortalidad, la esperanza de vida de las poblaciones preindustriales era muy baja: nunca superior a los 35 aos. Esto no quiere decir que fuera extrao encontrar personas mayores de dicha edad, sino que refleja el elevado riesgo de mortalidad de los nios (cuya temprana muerte tena la consecuencia estadstica de presionar a la baja el nmero de aos vivido como media en una determinada sociedad) y el hecho de que tambin los adultos estuvieran expuestos a un riesgo considerable. Ninguna sociedad preindustrial europea realiz grandes progresos en la lucha contra la mortalidad y, como consecuencia de ello, la esperanza de vida se mantena en niveles tan bajos como 30-35 aos a finales del siglo XVIII. Se trata de un registro escandalosamente negativo, probablemente el que mejor refleja la falta de desarrollo humano en las sociedades preindustriales.Esto sita a la Europa preindustrial por detrs incluso de los pases subdesarrollados del presente, cuya tasa se situaba en torno al 73 por mil a finales del siglo XX (Bairoch 1997). 31 Bairoch (1997).30

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Por qu mora tanta gente? Los especialistas sostienen que existen tres motivos por los que el riesgo de mortalidad era tan elevado en las sociedades preindustriales: las limitaciones del sector agrario, las malas condiciones sanitarias e higinicas, y el bajo nivel educativo de la poblacin. Las limitaciones del sector agrario se reflejaban en la relativa inelasticidad de la oferta agraria, problema que explotaba en toda su gravedad a travs de la generacin de episodios recurrentes de hambrunas y crisis de subsistencias.32 En muchas regiones, el paulatino crecimiento de la poblacin obligaba a poner nuevas superficies en cultivo con objeto de aumentar la oferta de alimentos. Sin embargo, las nuevas superficies eran generalmente superficies de peor calidad agronmica que las ya utilizadas con anterioridad. (En caso contrario, tales superficies habran sido ya ocupadas.) As, por ejemplo, mientras las tierras llanas y prximas a los ros eran cultivadas de manera continuada, otras tierras, montaosas y menos frtiles, eran puestas en cultivo slo en la medida en que la presin de la poblacin obligaba a ello. El resultado era una agricultura que operaba bajo la ley de rendimientos decrecientes: el rendimiento marginal de cada nueva hectrea puesta en cultivo iba descendiendo. Como consecuencia de ello, la productividad de los agricultores disminua y, por extensin, tambin lo haca la disponibilidad de alimentos per cpita. Esto haca disminuir el nivel de vida de las familias a travs de dos vas: por un lado, reduciendo la cantidad de alimentos disponibles para el autoconsumo; y, por otro, disparando los precios de los alimentos que podan comprarse en el mercado. En principio, segn la teora econmica bsica, este alza de los precios podra estimular el crecimiento de la produccin agraria, pero las limitaciones tecnolgicas del sector y la presencia de rendimientos decrecientes hacan que la produccin agraria fuera inelstica (su capacidad para expandirse era pequea, incluso aunque existieran incentivos de precios para ello). El resultado era una crisis de subsistencias durante la cual la falta de alimentos conduca a fuertes aumentos en la tasa de mortalidad, bien fuera directamente a travs de problemas de desnutricin o, lo que era ms frecuente, de manera indirecta a travs de la mayor facilidad que distintas enfermedades encontraban para causar estragos en una poblacin debilitada por la mala alimentacin. Este sencillo modelo en el que la presin demogrfica conduce a altas tasas de mortalidad como consecuencia de la inelasticidad de la oferta agraria est ampliamente inspirado en el trabajo del economista clsico Robert Malthus y ha sido propuesto por muchos historiadores de la32

Kriedte (1994). 29

poblacin europea preindustrial.33 Sin embargo, el modelo simplemente describe una de las posibles secuencias de acontecimientos en la sociedad preindustrial. El propio Malthus ya advirti que, junto con la terrible va de ajuste que supona el aumento de la mortalidad, la sociedad poda anticiparse al problema y establecer mecanismos preventivos para evitar un crecimiento excesivo de la poblacin.34 Y, en efecto, como han encontrado muchos especialistas, numerosas comunidades regulaban el crecimiento de la poblacin a travs de la edad de acceso al matrimonio: en situaciones de presin demogrfica elevada, las reglas y costumbres sociales podan retrasar la edad de contraccin de matrimonio y, por esa va, reducir el nmero de hijos que tenan los matrimonios (al reducir el nmero de aos durante los cuales poda tener lugar la procreacin).35 No slo eso: los investigadores han encontrado que las agriculturas preindustriales no siempre estaban sujetas a la ley de los rendimientos decrecientes. Inspirados por el trabajo de la economista Ester Boserup (1910-1999), los historiadores agrarios han encontrado casos en los cuales la presin demogrfica, lejos de ser un obstculo para el cambio agrario, actuaba como condicin necesaria y estmulo del mismo, al permitir el acometimiento de iniciativas novedosas que no sera posible poner en prctica con densidades de poblacin bajas.36 Veremos en la lectura siguiente que, an dentro de las limitaciones tecnolgicas del contexto preindustrial, algunos pases europeos (en especial, Inglaterra y Holanda) fueron capaces a partir del siglo XVII de generar cambios agrarios que burlaron la ley de los rendimientos decrecientes. En estos pases, la oferta agraria fue ms elstica a variaciones en los precios y el crecimiento de la poblacin no gener crisis de subsistencias que desembocaran en aumentos de la mortalidad. Y, sin embargo, las tasas de mortalidad de estos pases avanzados continuaban siendo relativamente altas Cmo explicar entonces estas altas tasas de mortalidad? Un problema similar es el planteado por la mortalidad infantil. Las tasas de mortalidad infantil eran muy elevadas durante el periodo preindustrial: en torno al 250 por mil. Es decir, una parte sustancial de la mortalidad que queremos explicar consista en bebs y nios que fallecan durante sus primeros meses o aos de vida. Pero, si nos centramos en elEn su Ensayo sobre el principio de la poblacin, publicado por primera vez en 1798, Malthus (1988) plante este modelo en el marco de una argumentacin ms general, segn la cual (y en contra de la opinin ilustrada convencional) no era posible una mejora sostenida de los niveles de vida de la poblacin. 34 La argumentacin de Malthus fue hacindose ms compleja en las ediciones posteriores de su Ensayo (por ejemplo, Malthus 1990). 35 Wrigley (1985). 36 Boserup (1967).33

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caso de los bebs, encontramos que, en su caso, los problemas del sector agrario no pueden ser esgrimidos como causa de su elevada mortalidad. Los bebs se alimentaban de la leche de sus madres, por lo que, durante los primeros meses de vida, se encontraban protegidos de las crisis de subsistencias que afectaban a los jvenes, adultos y ancianos. Por qu, entonces, moran tantos bebs? Lo que todas estas objeciones plantean es que los problemas del sector agrario y, en general, la mala alimentacin pueden explicar slo en parte las altas tasas de mortalidad de la poca preindustrial.37 Necesitamos otras explicaciones complementarias. Por ejemplo, tenemos que apreciar que las malas condiciones sanitarias e higinicas de la poca afectaban a todos los miembros de la familia, y quiz especialmente a los ms dbiles desde el punto de vista biolgico. Entre los problemas sanitarios podemos contar no slo la escasa inversin de los gobiernos en personal e instalaciones sanitarias, sino tambin el escaso grado de desarrollo de la investigacin mdica durante buena parte del periodo preindustrial. Desde el punto de vista higinico, la vida cotidiana de las familias se enfrentaba a numerosos factores de riesgo, desde los derivados de las malas condiciones de las viviendas hasta los relacionados con la contaminacin del agua disponible. Los problemas higinicos y sanitarios se vean agravados por la persistencia de costumbres y hbitos perjudiciales para la salud, en especial en el mbito del cuidado de los nios. Muchos de estos hbitos podan cambiarse de manera eficaz a travs de la difusin de la informacin pertinente y, ms ampliamente, a travs del sistema educativo. Sin embargo, los niveles educativos se mantuvieron bajos en todas partes durante el periodo preindustrial. Estudios sobre economas atrasadas del presente (en frica, en Asia) han encontrado una relacin inversa entre el nivel educativo de las madres y la tasa de mortalidad de sus hijos. Si concedemos validez a esta idea para el periodo preindustrial (suponiendo que las economas de ese periodo mantienen semejanzas importantes con las economas atrasadas del presente), los bajos niveles educativos se convierten en una de las causas de las altas tasas de mortalidad presentes en todas partes.

Por qu nacan tantos nios?

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Livi-Bacci (1988). 31

Las carencias alimenticias, las malas condiciones sanitarias e higinicas y los bajos niveles educativos producan un alto riesgo de mortalidad y, por ello, lesionaban uno de los elementos bsicos del desarrollo humano. Pero, adems, es probable que el desarrollo humano de las sociedades preindustriales tambin se viera lesionado de manera indirecta (pero no menos grave) a travs de una compleja cadena de implicaciones econmicas derivadas del alto riesgo de mortalidad. Esta cadena parte de los efectos de la alta mortalidad sobre las decisiones de fecundidad de las familias y desemboca en los efectos de estas variables demogrficas sobre la tasa de inversin y, ms generalmente, la tasa de crecimiento econmico de las sociedades preindustriales. Las decisiones de fecundidad de las familias se vean afectadas por el mayor o menor riesgo de mortalidad infantil. Dado que muchos bebs y nios moran tempranamente, las familias deban tener un nmero elevado de hijos con el fin de compensar tales prdidas. Dicho de otro modo: suponiendo que las familias preindustriales desearan tener un determinado nmero de hijos (supervivientes, se entiende), la muerte prematura de alguno(s) de ellos (o, simplemente, la previsin por parte de los padres de que tal muerte poda tener lugar) forzaba a las familias a mantener tasas de natalidad ms elevadas de lo que en principio sera estrictamente necesario para tener tal nmero de hijos. Pero, por qu queran los matrimonios preindustriales tener un nmero elevado de hijos? Hay que tener en cuenta que la vida econmica preindustrial estaba marcada por la precariedad y la ausencia de crecimiento sostenido: por qu entonces tener un nmero tan elevado de hijos? Por paradjico que pueda resultar, algunos de los principales motivos eran precisamente econmicos, y todos ellos remiten a los hijos como un autntico bien de inversin cuyos costes deban ser soportados con objeto de acceder ms tarde a diversos beneficios. Estos costes deban ser afrontados en los primeros aos del ciclo familiar, cuando las economas domsticas podan llegar a situaciones crticas en las que el nmero de miembros no activos (entre ellos, los nios) fuera excesivamente elevada en relacin al nmero de activos (adultos) y a la cantidad de recursos econmicos que estos podan generar. Pero mereca la pena soportar estos costes porque, en el otro lado de la balanza haba beneficios, y nada despreciables. En muchas regiones agrarias predominaban las explotaciones familiares, por lo que los hijos podan ser utilizados por sus padres como mano de obra gratuita (y dcil) desde una edad temprana, a menudo desde los 7-10 aos. Adems, ms adelante, ya en su pubertad y primera vida adulta, los hijos podan aumentar los recursos econmicos del hogar familiar al comenzar a desarrollar trabajos32

remunerados y contribuir con su salario al sostenimiento de la unidad familiar. (Los hijos, por ejemplo, podan emplearse como jornaleros o como pastores; las hijas, en el servicio domstico de familias pudientes.) Las ventajas econmicas de los hijos no terminaban ah. La mayor parte de sociedades preindustriales carecan de sistemas de seguridad social que permitieran, entre otras cosas, garantizar el sostenimiento econmico de la poblacin de mayor edad (a travs, como ocurre hoy, de pensiones de jubilacin). En el mundo preindustrial, conforme la capacidad fsica de la poblacin mayor iba mermando, sus oportunidades de sostenerse a s misma iban disminuyendo. Una forma de solucionar el problema consista en la realizacin de transferencias intergeneracionales de recursos: los hijos contribuan al sostenimiento econmico de sus padres, bien continuaran estos viviendo por su cuenta, bien se trasladaran al hogar de sus hijos.38 (Esta ltima opcin poda ser especialmente atractiva en los casos de viudos o viudas.) El resultado de todo ello fue que las tasas de natalidad (el nmero de nacimientos por cada mil habitantes) se mantuvieran muy elevadas, en torno a 35-40 por mil, y que las poblaciones preindustriales europeas desarrollaran sus vidas en el marco de un sistema demogrfico de alta presin, en el que tanto la mortalidad como la natalidad eran muy altas. Y esto, adems de implicar una baja esperanza de vida que puede tomarse directamente como indicador de escaso desarrollo humano, tambin ejerca una influencia negativa sobre el desarrollo a travs de sus efectos sobre el crecimiento econmico. Los efectos macroeconmicos del sistema demogrfico preindustrial El sistema demogrfico de alta presin desplegaba tales efectos a travs de dos conductos: el tamao de la poblacin y su estructura por edades. El tamao de las poblaciones preindustriales creca muy lentamente, ya que las tasas de natalidad y mortalidad eran aproximadamente similares. (En realidad, la tasa de natalidad acostumbraba a ser ligeramente superior a la de mortalidad, pero, por otro lado, la tasa de mortalidad poda alcanzar valores extraordinariamente elevados en momentos puntuales, como epidemias o hambrunas.) El pequeo tamao de las poblaciones preindustriales dificultaba la consecucin de economas de escala y, segn algunos investigadores, tambin obstaculizaba la innovacin tecnolgica.39Reher (1988), por ejemplo, estudia estas transferencias intergeneracionales en el caso de las zonas rurales de la provincia espaola de Cuenca.38

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Pero, adems, el sistema demogrfico de alta presin tambin generaba efectos econmicos negativos a travs de la estructura por edades de la poblacin. sta puede medirse a travs de la tasa de dependencia, que los demgrafos definen como el cociente entre la poblacin que no est en edad de trabajar (jvenes y ancianos) y la poblacin en edad de trabajar (adultos). Las poblaciones preindustriales, con sus altas tasas de mortalidad infantil y sus cortas esperanzas de vida, se caracterizaban por presentar altas tasas de dependencia. Una importante implicacin econmica de esto es que las poblaciones preindustriales tenan un margen pequeo para el ahorro y la inversin. Al haber una proporcin elevada de personas cuyo sustento econmico se basaba en los ingresos o recursos percibidos por las personas adultas en edad de trabajar, resultaba difcil separar una parte sustancial de tales ingresos o recursos para actividades que no fueran las relacionadas con el consumo. Como resultado de ello, las tasas de ahorro eran bajas en todas las economas preindustriales. Las necesidades de consumo presionaban fuertemente sobre los recursos disponibles y, por lo tanto, slo una pequea porcin de tales recursos se empleaba en actividades de inversin. Estas inversiones eran cruciales para ampliar la escala de las actividades econmicas ya existentes y para crear actividades econmicas nuevas; en otras palabras, eran cruciales para alimentar el crecimiento econmico. Por idnticos motivos, tan slo una pequea parte de los recursos familiares poda destinarse a realizar inversiones en capital humano: mejorar las condiciones nutritivas de los hijos y favorecer su acceso a la educacin. Estas inversiones no slo habran servido para mejorar directamente el nivel de desarrollo humano de la poblacin, sino que, de acuerdo con la opinin de la mayor parte de economistas especializados en teora del crecimiento, probablemente habran contribuido a impulsar el crecimiento econmico al aumentar la vitalidad y adaptabilidad de los trabajadores y, sobre todo, al aumentar la probabilidad de que se produjeran innovaciones tecnolgicas. En suma, existan distintos crculos viciosos en la interaccin entre demografa y desarrollo humano. Los bajos niveles de desarrollo contribuan a travs de diferentes mecanismos a generar un rgimen demogrfico de alta presin, pero, a su vez, dicho rgimen demogrfico obstaculizaba el crecimiento econmico (a travs de sus efectos sobre el tamao y la estructura por edades de la poblacin) y se converta en s mismo (a travs de variables como la esperanza de vida) en una de las mejores pruebas de las graves carencias de las sociedades preindustriales en materia de desarrollo humano. La presencia de este tipo de crculoBoserup (1983) argumenta que las bajas densidades de poblacin han actuado histricamente como un freno al cambio tecnolgico, ya que han daado la viabilidad tcnica y la rentabilidad esperada de las ideas innovadoras.39

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vicioso contribuye a explicar por qu el mundo preindustrial se mantuvo en pie durante la mayor parte de la historia de la humanidad, vindose todas las sociedades incapaces de salir de l hasta fechas relativamente recientes.

La transicin demogrfica Cuando, a lo largo del siglo XIX, se abri paso en el mundo occidental la llamada transicin demogrfica, comenz a venirse abajo el rgimen demogrfico preindustrial y aumentaron las posibilidades de desarrollo de las sociedades occidentales. 40 La transicin demogrfica fue puesta en marcha por una cada de las tasas de mortalidad. Ya a comienzos del siglo XIX, Inglaterra mostraba una tasa de mortalidad del 24 por mil, claramente inferior al 35-40 por mil tpico de las sociedades preindustriales. El resto de Europa noroccidental fue llegando a una situacin similar a lo largo de la primera mitad del siglo XIX. A la altura de 1913, las tasas de mortalidad de los pases occidentales se movan ya en un arco que iba desde el 14-15 por mil de Inglaterra, Suiza y los pases escandinavos hasta el 21-25 por mil de Espaa, Portugal o Rusia. La cada de las tasas de mortalidad fue especialmente significativa en el mbito infantil: en torno a 1830, la mortalidad infantil en Europa haba cado a 150-170 por mil (en comparacin con 230-260 por mil del periodo preindustrial). En vsperas de la Primera Guerra Mundial, se situaba en torno al 140 por mil. La situacin segua siendo grave, ya que implicaba la muerte de uno de cada siete bebs antes de alcanzar su primer ao de vida. Pero al menos haba comenzado a producirse una clara mejora. Como mejor expresin de lo que ello implicaba en trminos de desarrollo humano, un nio occidental que naciera en 1900 tena ya una esperanza de vida de 46 aos. Sigue siendo poco en comparacin con el presente, pero era mucho en relacin al arco de 25-35 aos que haba marcado a las poblaciones preindustriales. De hecho, la mayor parte de la poblacin mundial (en Amrica Latina, en frica, en casi todos los pases asiticos) continuaba movindose dentro de ese arco y continuaba viviendo en regmenes demogrficos de alta presin cuando comenz el siglo XX. Avances en la lucha contra la mortalidad El progreso occidental en la reduccin del riesgo de mortalidad se debi a tres factores: la mejora de la alimentacin de la poblacin occidental, laEste apartado est basado en Livi-Bacci (1988; 1990), Wrigley (1985), Cipolla (2000) y Bairoch (1997).40

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mejora de sus condiciones higinicas y sanitarias, y el progreso de su nivel educativo. A lo largo del siglo XIX, los recursos alimenticios disponibles para la poblacin europea aumentaron por dos motivos. En primer lugar, porque el desarrollo de la industrializacin, unido a la intensificacin de las relaciones econmicas internacionales (fenmenos ambos que adquirieron en el siglo XIX un vigor hasta entonces desconocido), hizo posible que los europeos importaron productos agrarios a cambio de sus exportaciones de productos industriales. Esta posibilidad fue aprovechada especialmente en Gran Bretaa, donde una poltica librecambista permiti a los consumidores disponer de una oferta de productos alimenticios ms abundante y barata de lo que habra sido posible si el pas hubiera confiado exclusivamente en sus propios agricultores y su limitada disponibilidad de tierra. Pero, adems, en segundo lugar, la agricultura europea registr un importante progreso a lo largo del siglo XIX. Unos pases antes, otros pases despus, todos terminaron liberalizando sus marcos institucionales: desmantelaron las instituciones propias del Antiguo Rgimen, que generaban asignaciones ineficientes de recursos y hacan que los resultados agrarios de los pases quedaran sistemticamente por debajo de su potencial. El establecimiento de una mayor libertad en la utilizacin e intercambio de los distintos factores productivos (tierra, mano de obra y capital) contribuy a una mejora de los resultados agrarios. (Un ejemplo pueden ser las leyes de desamortizacin promulgadas en Espaa en 1833 y 1855, que tendieron a liberalizar el mercado de la tierra.) Y, junto a este progreso de tipo smithiano (basado en el acercamiento a la frontera de posibilidades de produccin), la agricultura europea tambin registr, durante las dcadas finales del siglo XIX, los inicios de un progreso schumpeteriano basado en la introduccin de nuevas tecnologas. La introduccin de mquinas y abonos qumicos supuso el inicio de una industrializacin del campo que ha continuado hasta nuestros das. Fue a finales del siglo XIX cuando, en distintas partes de Europa y en Estados Unidos, la agricultura comenz a perder su carcter orgnico. El resultado fue una oferta agraria ms elstica. Unida a las importaciones agrarias y el desmantelamiento del Antiguo Rgimen, la nueva tecnologa agraria puso fin a un problema que haba hecho estragos en Europa durante siglos: las crisis maltusianas de subsistencia. El siglo XIX tambin presenci importantes cambios en los otros dos determinantes de la mortalidad. Las condiciones higinicas y sanitarias experimentaron una notable mejora. El avance de la ciencia hizo posible36

disponer de vacunas para enfermedades hasta entonces mortales. Adems, las condiciones sanitarias de las viviendas tendieron a mejorar. Especialmente a partir de mediados del siglo XIX, las viviendas urbanas pasaron a ser ms salubres e higinicas, lo cual redund en una mejor salud de las familias de clase obrera. Las propias administraciones pblicas (desde el Estado hasta los ayuntamientos) contribuyeron a esta mejora del entorno sanitario al aumentar su volumen de inversin en infraestructuras que, como el alcantarillado, resultaron decisivas para reducir los problemas ambientales de la vida urbana. Por otro lado, los niveles educativos de la poblacin occidental aumentaron de manera notable a lo largo del siglo XIX, lo cual tambin contribuy a reducir las tasas de mortalidad a travs de la adopcin de prcticas culturales y hbitos de cuidado infantil ms apropiados. La incidencia de este factor fue especialmente clara en el mbito de la mortalidad infantil y durante la segunda mitad del siglo. Los efectos macroeconmicos de la transicin demogrfica El hecho de que mejoras en la alimentacin, las condiciones sanitarias y la educacin redujeran el riesgo de mortalidad fue positivo para el desarrollo no slo de manera directa (al aumentar la calidad de vida de las personas), sino tambin de manera indirecta a travs de una compleja cadena de interacciones demogrficas y econmicas. Esta cadena parte de los efectos de una mortalidad decreciente sobre las decisiones de fecundidad de las familias y desemboca en los efectos de esta variable demogrfica sobre la tasa de inversin y, ms ampliamente, la tasa de crecimiento econmico. La cada de la mortalidad infantil permita a los padres obtener el nmero deseado de hijos sin necesidad de mantener tasas tan altas de natalidad. Este proceso de adaptacin no fue, por lo general, inmediato. Las familias tardaban en percibir la cada de la mortalidad infantil como una tendencia clara (cmo distinguir esta tendencia estructural que hoy sabemos que fue de un simple episodio coyuntural y quiz reversible?) y, adems, deban adaptar su mentalidad a las nuevas circunstancias. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de la adopcin sistemtica y planificada de mtodos anticonceptivos y que, incluso aunque se tratara an de mtodos tan rudimentarios como el coitus interruptus (probablemente el mtodo anticonceptivo ms utilizado a finales del siglo XIX), era precisa una cierta adaptacin cultural. Por ello, la natalidad comenz a caer con varias dcadas de retraso (aproximadamente, el lapso de una generacin) con respecto a la mortalidad infantil. Para el conjunto de Europa, es37

probable que la tasa de natalidad se mantuviera relativamente estable hasta bien entrado el siglo XIX (quiz hasta 1870-1890), cuando por primera vez en la historia de la humanidad comenz a registrarse una bajada significativa de la misma (de 32 por mil en 1871-80 a 25 por mil en 1913). En esta parte final del siglo XIX, la natalidad tambin tendi a disminuir en los pases desarrollados como reflejo de cambios ms generales que se estaban produciendo en su economa y en su sociedad. Desde el punto de vista econmico, la industrializacin supuso el ascenso definitivo del trabajo asalariado, con lo que la utilizacin de mano de obra familiar no remunerada dej de ser tan relevante. Adems, la tradicional funcin de los hijos como soporte econmico de sus padres una vez que estos llegaban a una edad avanzada comenz a verse aliviada por la aparicin, desde finales del siglo XIX, de sistemas pblicos de seguridad social y pensiones. Estos sistemas ampliaron la seguridad econmica de la poblacin anciana y redujeron as los beneficios esperados de la inversin en descendencia. La cada de la natalidad completaba la transicin demogrfica. Por qu fue esta transicin positiva para el crecimiento econmico? En primer lugar, porque el hecho de que la natalidad cayera de manera ms tarda y lenta que la mortalidad hizo que se acelerara el crecimiento demogrfico, lo cual a su vez permiti a las economas de los pases correspondientes aprovechar en mayor medida economas de escala. Especialmente en las ciudades, los procesos de industrializacin y modernizacin econmica pudieron beneficiarse de la existencia de un mercado ms amplio. Los costes unitarios de las empresas se redujeron al poder distribuir sus costes fijos entre un nmero mayor de unidades productivas (es decir: a mayor escala, menores costes fijos unitarios y, por tanto, menores costes unitarios). Adems, la concentracin de la poblacin y las empresas favoreca una circulacin ms fluida de la informacin sobre nuevas tecnologas y sobre las caractersticas de los mercados, lo cual redundaba en un mejor funcionamiento de las empresas. Incluso se ha argumentado que una poblacin ms numerosa podra haber estimulado la creatividad tecnolgica. Por supuesto, el aumento de la poblacin tambin generaba retos para las sociedades afectadas. La mayor presin demogrfica pudo generar situaciones problemticas en comarcas agrarias con recursos naturales escasos. Adems, el proceso de urbanizacin requera importantes inversiones en infraestructuras y equipamientos urbanos, con objeto de mantener niveles de vida dignos para la poblacin urbana. La experiencia de numerosos pases asiticos, latinoamericanos y africanos en las dcadas38

posteriores a la Segunda Guerra Mundial sugiere que un crecimiento demogrfico excesivamente acelerado puede volverse perjudicial para el desarrollo econmico de los pases. Da la impresin de que el caso de los pases occidentales durante el siglo XIX se situ a medio camino entre dos situaciones igualmente obstaculizadoras del desarrollo: por un lado, el escenario preindustrial de poblaciones pequeas y escaso aprovechamiento de economas de escala; por el otro, el escenario tercermundista de crecimientos demogrficos tan acelerados que contribuyen a generar marginalidad social tanto en el campo como en la ciudad. Al situar a los pases en un punto intermedio entre estos dos escenarios igualmente peligrosos, la transicin demogrfica contribuy a impulsar el desarrollo. Pero, adems, la transicin demogrfica iniciada en el siglo XIX tambin contribuy a la modernizacin econmica a travs de un segundo mecanismo: su efecto sobre la estructura por edades de la poblacin. Al reducir las tasas de dependencia (como consecuencia de la cada de la natalidad y el aumento de la esperanza de vida), la transicin demogrfica permita a las economas afectadas liberar recursos para el ahorro y, por tanto, para la inversin. La demografa permita ahora que la economa contara con un motor ms potente: era ms factible separar recursos del consumo y destinarlos al aumento de la escala de la actividad econmica o al desarrollo de actividades nuevas. De manera ms indirecta, pero sin duda trascendental en el largo plazo, la transicin demogrfica tambin permiti liberar recursos para que las familias realizaran mayores inversiones en capital humano. Antes de la transicin demogrfica, los padres deban invertir una cantidad considerable de sus recursos en disponer de una cantidad suficiente de hijos, ya que deban tener un nmero elevado de hijos con objeto de equilibrar los temibles efectos de la mortalidad infantil. Con la llegada de la transicin demogrfica, una parte de dichos recursos fue liberada para realizar inversiones en la calidad (por contraposicin a la cantidad) de la descendencia: fue posible mejorar las condiciones nutritivas de los nios y, sobre todo, fue posible dedicar recursos y tiempo a su educacin formal (a la adquisicin de conocimientos a travs del sistema educativo). Frente al modelo preindustrial de muchos hijos con bajos niveles educativos, la transicin demogrfica abri la puerta a un mundo de pocos hijos con elevados niveles educativos. Abri la puerta, por tanto, a un mundo con mucha ms capacidad para generar innovacin tecnolgica.

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Captulo 3 INNOVACIN TECNOLGICA

La palanca de la riqueza: as se titula el libro ms importante del historiador econmico Joel Mokyr, el gran especialista en la historia del cambio tecnolgico y sus efectos sobre el crecimiento econmico.41 Mokyr tiene una visin bastante schumpeteriana del desarrollo: la transicin de economas preindustriales a economas modernas habra sido en buena medida el resultado de la aparicin de innovaciones que desplazaron sustancialmente la frontera de posibilidades de produccin. La mayor creatividad tecnolgica de las sociedades europeas, sobre todo desde finales del siglo XVIII, habra sido la clave de su desarrollo. En este captulo estudiamos en perspectiva histrica la tecnologa: los instrumentos y procedimientos a travs de los cuales las sociedades producen bienes y servicios. Conoceremos las caractersticas de la tecnologa preindustrial, para despus analizar la ruptura introducida por las tecnologas de la era industrial.

Las limitaciones de la tecnologa preindustrial El principal obstculo tecnolgico al que se enfrentaban las economas preindustriales tena que ver con su base energtica. Toda economa (tambin las del presente) se apoya sobre la explotacin de un conjunto de fuentes de energa que permiten el desarrollo de las distintas actividades humanas (o, en trminos ms precisos, el desarrollo de los distintos sectores productivos). A su vez, la explotacin de una determinada fuente de energa puede realizarse a travs de distintos tipos de convertidores41

Mokyr (1993). 40

energticos. La base energtica, entendida como el conjunto formado por las fuentes de energa y los convertidores, establece entonces un lmite mximo a la capacidad productiva de la economa. Las economas preindustriales como economas orgnicas Las economas preindustriales contaban con una base energtica orgnica: sus principales fuentes y convertidores energticos emanaban del funcionamiento regular de la naturaleza y el mundo biolgico. La dependencia de fuentes de energa orgnicas era una caracterstica de todos los sectores de la economa preindustrial.42 En el sector principal (el ms importante en trminos de su contribucin al PIB y al empleo), el sector agrario, la energa solar era el punto de partida de la actividad econmica. Las plantas captaban (como continan haciendo hoy da) una parte (bien es cierto que muy pequea) de la energa desprendida por las radiaciones solares y, a travs del proceso de fotosntesis, utilizaban dicha energa para desarrollarse. Las plantas se erigan as en convertidores de energa solar. El resultado poda dar lugar a tres tipos de espacio agrario. El primero eran las superficies de cultivo, en las que la energa solar era aprovechada (va fotosntesis) para producir alimentos para el consumo humano. En el caso europeo, existan lgicamente muchas producciones agrcolas diferentes en funcin de las caractersticas geogrficas y medioambientales de cada regin, pero los cereales eran sin duda el principal cultivo. El segundo tipo de espacio agrario eran las superficies de pasto. En ellas, la energa solar era aprovechada para producir alimentos para el consumo de la cabaa ganadera. A su vez, el rendimiento econmico de la cabaa ganadera se manifestaba en distintos frentes: los animales podan servir para la alimentacin humana (si bien en pequeas proporciones, dados los altos precios que sola alcanzar la carne, en especial la vacuna), podan proporcionar materias primas para la industria (en especial, la lana de las ovejas, que serva de base a la principal rama de la manufactura preindustrial: la industria textil) y, finalmente, podan convertirse en una fuente de energa para las faenas agrcolas o el transporte (en especial, bueyes y mulas, que podan tirar de los arados y/o cargar mercancas sobre sus lomos, adems de fertilizar los campos con sus excrementos). Finalmente, el tercer tipo de espacio eran los bosques, de donde se extraan madera y carbn vegetal. La madera tena mltiples aplicaciones en la economa preindustrial: estaba presente en todo tipo de construcciones (por ejemplo, en la mayor parte de edificios) y herramientas (por ejemplo, la42

La mayor parte de este apartado est basado en Wrigley (1991; 1996; 2004). 41

mayor parte de herramientas agrcolas) y, adems, poda convertirse en una fuente de energa a travs de procesos de combustin. sta ltima era tambin la funcin que desempeaba el carbn vegetal. Los sectores secundario y terciario tambin se apoyaban sobre una base energtica de carcter orgnico. Las manufacturas preindustriales utilizaban mquinas que convertan la energa hidrulica y la energa elica. Molinos y norias, convenientemente situados junto a los cursos altos de los ros (donde ms pronunciada era la pendiente y, por lo tanto, con mayor fuerza caa el agua) o en zonas caracterizadas por la intensidad de sus vientos, convertan la energa hidrulica y la energa elica en movimiento de rudimentarias mquinas. Los telares de las industrias textiles, los fuelles y martillos de las industrias metalrgicas, las serreras basaban su actividad econmica en el aprovechamiento de este tipo de fuentes de energa. Otra posibilidad era recurrir a la combustin de madera. En el sector terciario, por su parte, es significativo el grado de dependencia que el transporte (una actividad de importancia estratgica) mostraba con respecto a fuentes de energa orgnicas. El transporte terrestre se basaba en el empleo de animales (generalmente, tirando de carros cargados de mercancas), por lo que era bastante lento. Ms rpido y econmico resultaba el transporte que se apoyaba en la fuerza combinada del agua y el viento: transporte fluvial y transporte martimo. Pero, en ambos casos, se trataba de una base energtica de carcter orgnico. Las energas orgnicas como factores limitantes del crecimiento Las implicaciones econmicas derivadas de que todos los sectores de la economa preindustrial se apoyaran en una base energtica orgnica eran decisivas. Las fuentes de energa orgnicas eran, por su propia naturaleza, renovables y no propendan al agotamiento por sobreexplotacin (como s ocurre, por el contrario, con las fuentes de energa inorgnicas que, como el carbn o el petrleo, han ocupado el centro de la escena a continuacin). Por ello, la economa preindustrial era (a grandes rasgos) ajena a problemas que hoy se han vuelto cruciales, como el de la sostenibilidad ambiental de las actividades econmicas. Sin embargo, la base energtica orgnica garantizaba una cantidad muy pequea de energa por trabajador. Es cierto que las radiaciones solares contenan una enorme cantidad de energa, pero su conversin a travs de la fotosntesis captaba apenas una mnima fraccin de la misma. Otras formas ms indirectas de aprovechar esa energa, como la cra de animales, resultaban an ms ineficientes desde el punto de vista de la conversin energtica. Las otras fuentes de energa42

orgnicas, c