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Mada’in SalehMada’in SalehLa otra Petra, en Arabia SaudíLa otra Petra, en Arabia Saudí

Mada’in Saleh, en Arabia Saudí, también conocida como la ciudad de Hagra o Al Hijr,

es una ciudad tallada en la roca arenisca casi desconocida y, sin embargo, sus restos

arqueológicos están considerados los segundos más importantes de la cultura

nabatea tras Petra. El apogeo de la civilización nabatea se da entre los años 100

antes de Cristo y 150 después.

Antiguamente habitada por thamudis, lihyanitas y nabateos, de estos últimos son los restos que se

conservan. Mada’in Saleh es el primer sitio de lo que hoy es Arabia Saudí, el primer yacimiento del reino

incluido en el Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO en 2008.

Todos sus rasgos arquitectónicos poseen el estilo de Petra, y no falta hasta una grieta natural que remite a su ciudad hermana,

aunque de menores dimensiones. El paisaje es espectacular, esas rocas en

medio de un inmenso desierto, y en función de la hora del día, se reflejan unos colores magníficos. Las inscripciones encontradas

podrían remontarse al segundo milenio antes de Cristo.

Las construcciones se dividían en vivienda, templo y habitación funeraria. Excavaron

tumbas dentro de inmensos bloques de piedra, se han contabilizado hasta 131. Pueden tener hasta 16 m de altura las edificaciones. Incluso se ven mejor conservados que los de Petra, al estar menos expuestos al viento y la erosión.

Restos de murallas cisternas y torres se encuentran repartidos sobre 13,4 km2. Es un verdadero tesoro para todos los arqueólogos

del mundo. Hay un equipo de franceses dirigiendo las excavaciones.

Curiosamente, casi todo el mundo sabe de la existencia de los restos de Petra, pero poco se conoce sobre este lugar. Mada’in Saleh fue algo así como la capital nabatea del sur.

Según las investigaciones arqueológicas, sería abandonada cuando los romanos desplazaron

la ruta mercantil hacia el Mar Rojo. Hoy, apenas unas 15 000 personas la visitan al año,

mientras la promoción turística del sitio es muy incipiente. No se dan facilidades para acceder a ella, pero parece que esto va a

cambiar. El país desvela una muestra de su legado histórico en la exposición Rutas de Arabia, el verano de 2012 en el Louvre y

solicitada por otros muchos museos europeos.