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ARGUMENTOS

ARGUMENTOSArgumento 1: derecho a la vidaLa Constitucin espaola garantiza el derecho a la vida como uno de los derechos fundamentales. Y es lgico que as sea cuando uno de los instintos ms fuertes del ser humano es el de la supervivencia. Se habla del derecho a morir, pero la muerte es un hecho que todos tratamos de retrasar lo ms posible; ahora se trata de convertirlo en un derecho. De existir como derecho del individuo tendramos que aceptar ticamente que es lcito quitar la vida y esto implica no slo la vida de un tercero, sino la propia vida. Sera el equivalente a decir porque era ma me mat. Pero no parece lcito que lo que no es vlido frente a terceros, quitar la vida a alguien, lo sea para nosotros mismos.Argumento 2: libertad de decisinEn el supuesto de que la ley que se aprobara permitiera la aplicacin de la eutanasia activa, esta habra de ser solicitada de forma consciente, libre y responsable. Son las condiciones bsicas que se nos exigen para cualquier negocio jurdico. Decidir acabar con la propia vida es la decisin ms trascendente que podemos tomar porque es irreversible. Entre las enfermedades mencionadas est la depresin, cuando hoy sabemos que est inducida por un desequilibrio de algunas sustancias qumicas producidas por el cerebro. Esta persona sabemos que es recuperable, pero en estado depresivo puede llegar a desear la propia muerte con conviccin. No parece que pudiera, en esas circunstancias, considerarse como una decisin libre, sino condicionada por una enfermedad. De la misma forma, si una persona sola y rechazada por la familia a causa de su enfermedad contara con el apoyo y el nimo de los suyos, quiz sus vivencias cambiasen: su decisin estara motivada por causas externas. Quin puede acreditar con certeza inequvoca que se trata de una decisin consciente, libre y responsable.Argumento 3: tica frente a tercerosEl tema sobrepasa el mbito subjetivo. Cuando alguien se suicida, no interviene nadie ms en el acto, l es agente y paciente de la accin. Pero en el caso de la eutanasia activa se requiere la intervencin de alguien que proporcione el medio, que participe activamente de esa muerte. Si la vida es un derecho, preservarla es una obligacin y as ha sido considerado ancestralmente. Desde el planteamiento moral, la vida es un don de Dios del que no podemos disponer, como tampoco podemos hacerlo desde un planteamiento agnstico. La Asociacin Mdica Mundial, en una resolucin dictada al efecto en el ao 1984, consider la eutanasia contraria a la tica y recomend para estos casos los cuidados paliativos. El sujeto decide sobre su propia eutanasia, pero quien debe cooperar necesariamente tambin tiene sus derechos.Argumento 4: las garantas socialesPor ltimo, no parece posible un sistema de garantas suficientes. Que la persona es consciente y libre cuando lo solicita, deber ser acreditado por alguien. Ese alguien habr de ser nombrado e instruido en sus funciones con un protocolo que respete todas las garantas. No podr ser un individuo, sino un grupo que tendr que estudiar cada caso, etc.; pero somos personas, y la experiencia en otros casos, como sucede con la regulacin del aborto y las clnicas donde se practica, demuestra que lo que empieza tratando de ser o parecer serio, acaba convertido en burocracia administrativa, y una vez iniciado el camino, a los diez o veinte aos, los supuestos aprobados ya se nos quedan cortos y los gobiernos futuros pueden ampliar su ampliacin.CONCLUSIONESNo resulta aceptable ticamente que lo que es ilcito realizar con otro quitarle la vida, sea lcito para con uno mismo.

Si matar es malo, lo ser siempre, por eso el derecho a la vida ya sea propia o ajena es uno de los derechos fundamentales recogidos en los cdigos morales y en las leyes.

La eutanasia activa excede el mbito subjetivo e implica a terceros, luego no es exclusivamente una decisin personal, conlleva un pacto con alguien que debe estar en disposicin de aplicarla, y esto no se puede forzar. Adems, es muy relativo que nadie pueda garantizar por ley que quien lo pide lo haga en pleno uso de sus facultades mentales y no movido por la propia enfermedad o por circunstancias externar que puedan ser reversibles.