Arnoldo Alemán llegó a la presidencia de Nicaragua tras una sólida victoria y durante su período (1997-2002) consolidó su poder como líder, «caudillo», indudable del PLC. Se convirtió en un presidente muy fuerte, con respaldo solidario de los miembros de su partido en los poderes del Estado. Los resultados de la elección demostraron que, a partir de esa fecha, el PLC ostentaba la hegemonía política del país, que el FSLN ocupaba el segundo lugar a una distancia respetable y que los restantes 22 partidos habían quedado también a una respetable distancia detrás del FSLN.

A finales de 1998, Nicaragua sufrió grandes daños causados por el huracán Mitch y recibió una generosa ayuda económica de la comunidad internacional, primero para la emergencia y posteriormente para la reconstrucción. El vicepresidente Bolaños presidió el Comité de Emergencia y, al superarse la emergencia 24 días después, disolvió el Comité, cerró operaciones y entregó cuenta pública exacta del manejo de los recursos internos e internacionales para la emergencia. 1 (Informe) Poco tiempo después, durante la etapa de la reconstrucción, el presidente Alemán y algunos de sus colaboradores cercanos empezaron a ser cuestionados por el manejo de los fondos de las ayudas internacionales otorgadas para la reconstrucción. También se señaló a propio presidente Alemán de notorios despilfarros.

El pacto: Reparto del poder Arnoldo Alemán, quizá impulsado por el deseo de continuar activo en la política como líder máximo del PLC después de su mandato, a finales de 1999 inició una negociación con Ortega para lograr una diputación automática al finalizar su período presidencial. Esta diputación le permitía 1) seguir controlando el PLC y el acontecer político nacional desde la presidencia de la Asamblea Nacional, que quizás iba incluida en las negociaciones; 2) restringir la competencia política para fortalecer el predominio de los dos pactantes; y 3)concederse mutuos mecanismos que fortalezcan sus «caudillajes». El acuerdo logrado con Ortega —conocido popularmente como el Pacto—, se formalizó mediante una reforma a la Constitución con los votos de los diputados del PLC y del FSLN en la Asamblea Nacional, cuyos puntos destacados son:

1. Serán diputados (propietario y suplente respectivamente) en la Asamblea Nacional el ex Presidente y ex Vicepresidente electos por el voto popular directo en el período inmediato anterior.

2. De los candidatos a Presidente y Vicepresidente, solamente los que obtuvieran el segundo lugar en la elección correspondiente, pasarán a ser diputado propietario y suplente de la Asamblea Nacional. (Nota: Se restringen las diputaciones a otros candidatos presidenciales perdedores, como era hasta ese momento).

3. Para poder ser electos, los miembros de la AN, CSE, CSJ, CGR, PGR, Ministros, Alcaldes, Concejales, etc., deben residir en el país, en forma continua al menos 4 años antes de la elección. (Nota: Se limita así la competencia política que pueda llegar de exiliados nicaragüenses).

4. Se rebaja el porcentaje de 45% a 35% del voto popular para salir electo Presidente si en la elección hay una diferencia de por lo menos 5% de votos. (Nota: con esto el FSLN puede ganar la presidencia con apenas su número de votos históricos.)

5. Se sube el número de Magistrados de la Corte Suprema de Justicia de 12 a 16 y se crea también un número igual de conjueces sin especificar sus funciones, y el Presidente de la CSJ pasa a ser electo por los mismos Magistrados, en vez de la AN. (Nota: Se crean 20 nuevos cargos de alta jerarquía que los pactantes pueden repartir

entre sus incondicionales).

6. Se crea el Órgano Superior de la Contraloría General de la República integrada por 5 magistrados propietarios y tres suplentes. (Nota: Se crean 8 nuevos cargos de alta jerarquía que los pactantes pueden repartir entre sus incondicionales).

Síntomas de desgaste de Alemán y del PLC 

El pacto también le dio nueva vida al FSLN, porque en las elecciones anteriores siempre había obtenido del 35% al 40% de los votos, pero nunca había podido acercarse al 45%. Con el pacto, la presidencia ya era posible para el FSLN. El PLC y Alemán fueron cuestionados por la opinión pública, tanto de malos manejos de la cosa pública como por el mismo pacto, lo que desgastó aún más a ambos. 

En 1999 Alemán contrajo nupcias con María Fernanda Flores. Tanto la fiesta de compromiso en Miami, como los regalos a la novia, y el viaje de luna de miel por Europa, levantaron suspicacias y críticas entre la ciudadanía que abonaron al deterioro de la imagen del presidente Alemán, del Gobierno y del PLC. Seis meses después de dejar la presidencia, los medios de comunicación informaban que los costos (un millón 800 mil dólares) habían sido cubiertos con una tarjeta de crédito (American Express) (cuadro gastos) pagados por el Banco Central 2 (LP 2002-06-21). En febrero del 2003, la Contraloría General de la República aludía lo mismo en sus investigaciones.3 (LP 2003-02-25)

El primer resultado del desgaste de la imagen de Alemán y del partido PLC, que él mismo reconoció4 (LP2000-10-19), se reflejó en los resultados de las elecciones municipales de noviembre de 2000, apenas a diez meses después de firmado el Pacto5 ( LP 2000 11 11).

En cuanto a la alcaldía de Managua, por ejemplo, en 1996 el PLC ganó la alcaldía de Managua a pesar de que la entonces popular figura de Pedro Solórzano, del Movimiento Viva Managua, obtuvo una buena suma de votos y posiblemente restó muchos a Roberto Cedeño, candidato del PLC. Por ello, para las elecciones municipales del año 2000, la aspiración de Solórzano a la alcaldía de Managua fue decapitada mediante una jugada política de cartografía que movió su residencia a otro municipio (él reclamó que el presidente Alemán le pasó la raya) y, a pesar de eso, el candidato del PLC, Wilfredo Navarro, perdió la elección, que la ganó Herty Lewittes del FSLN.

El PLC obtuvo el 41.9% de los votos nacionales (636 mil votos), mientras el FSLN le pisaba los talones con el 40.6% (618 mil votos), a sólo 18 mil votos de distancia. Este revés, apenas un año antes de las elecciones presidenciales de 2001, causó honda y lógica preocupación entre las bases del PLC y en la población democrática del país, especialmente por la amenaza que significaba el fortalecido FSLN, que ahora sólo necesitaría el 35% de los votos para ganar las elecciones presidenciales.

En las elecciones municipales del 2000, el PLC sufrió pues, una seria derrota, no solamente perdió la capital Managua, sino que también perdió las cabeceras departamentales (que son las de mayor valor) de los municipios de León, Matagalpa, Chinandega, Estelí, Granada, Puerto Cabezas, Juigalpa, Jinotepe, San Carlos, Ocotal y Somoto (12 de 17 cabeceras). Solamente ganó Masaya, Jinotega, Boaco, Bluefields y Rivas (5 cabeceras).

Estos datos muestran que en apenas cuatro años del Gobierno de Alemán, el panorama político se había deteriorado para el PLC.

De la misma manera, el panorama económico empeoraba con las quiebras fraudulentas, en ristra, de siete bancos importantes del país: el Bancosur (1998), el Banades (1998), el Interbank (2000), el Bamer (2001), el Bancafe (2001), el Banic (2001) y el BancoPopular (2001). Económicamente el país estaba al borde del colapso:

Se emitieron CENIS (Certificados Negociables de Inversión) para cubrir las quiebras de los bancos,

negociados a altas tasas, hasta del 21%, y a más del 18% de promedio a muy corto plazo.

La deuda interna creció de C$9,800 millones en 1999 a C$14,100 millones en el 2000 y a C$22,600 millones en el 2001.

El déficit del sector público no-financiero antes de donaciones subió hasta el 9.6 por ciento del PIB para el 2001; y el déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos llegó en ese mismo año a más del 19 por ciento del PIB.El gobierno perdió la confianza de los organismos internacionales, lo que causó que no lograra un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y, por tanto, Nicaragua no consiguió la condonación de la deuda externa que ya el gobierno había celebrado como cosa segura.

El excesivo gasto hizo que en el año 2001 las Reservas Internacionales Netas cayeran a sólo 99 millones de dólares y las Reservas Netas Ajustadas cayeran a valor negativo de 16 millones de dólares.  

El FMI dio por cancelado el programa de Asistencia por incumplimiento de Nicaragua.