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Arquitectura Maya
Introducción
La civilización Maya cubrió el territorio sureste de lo que es hoy la República
mexicana, y que corresponde hoy a los estados mexicanos de Yucatán,
Campeche, Quintana Roo, gran parte de Tabasco, la mitad de Chiapas, así
como la República de Guatemala, Belice y los extremos occidentales de
Honduras y El Salvador, y cubre una extensión de 325,000 a 400, 000 km2,
teniendo por límite el Golfo de México y mar de las Antillas, el océano Pacífico,
el río Grijalva (conocido en Guatemala como río Usumacinta), en el estado de
Tabasco y el río Ulúa en Honduras y el río Lempa en El Salvador actuales.
La civilización Maya, con una historia de aproximadamente 3.000 años,
pasó por distintas fases que comenzó antes de alcanzar su desarrollo máximo
de civilización. A continuación se explicarán a grandes rasgos las distintas
etapas de la civilización Maya:
Periodo Formativo o Preclásico
El formativo Maya, también conocido como el Periodo Preclásico fue un
período en que las influencias provenientes desde diversos focos se
relacionaron entre sí para dar florecimiento al período clásico de la civilización
en cuestión. Este periodo se desarrolló entre el 1000 a.C. y el 320 d.C. El
calendario de la cuenta larga y los sistemas de numeración parecen derivar de
la civilización Olmeca de Tres Zapotes; la cerámica polícroma, de las tierras
altas guatemaltecas, mientras que las bóvedas falsas fueron inventadas en las
tierras bajas. Los restos arqueológicos, indican una profunda relación entre la
civilización Olmeca y el desarrollo de las culturas formativas Mayas.
La evidencia arqueológica muestra que los mayas comenzaron a edificar
una arquitectura ceremonial hace unos 3.000 años. Hay un desacuerdo entre
los límites y la diferencia entre los mayas antiguos y una civilización
mesoamericana preclásica vecina, la cultura olmeca. Los olmecas y los mayas
antiguos parecen haberse influenciado entre sí. Los monumentos más antiguos
consisten en simples montículos de tumbas, los precursores de las pirámides
se erigieron más tarde.
Periodo Clásico
La presencia de inscripciones calendáricas en el sistema de la Cuenta
Larga se considera característica del período clásico Maya. Sus inicios podrían
remontarse al 250 d. C., donde ya seguramente algunos habitantes habían
adoptado los signos numéricos, el concepto del cero, y la contabilidad
vigesimal, bases para el desarrollo del calendario.
Los grupos sacerdotales, tuvieron gran importancia en el gobierno de los
Estados mayas del Clásico; a pesar de eso, nunca fueron dirigentes. Existía
una clase noble y en todo caso, eran los guerreros quienes concentraban el
poder. La imagen de los mayas como una sociedad gobernada por sacerdotes
fue derribada cuando se descubrió que las ciudades estaban en permanente
guerra unas con otras.
Se incrementó notablemente la agricultura como actividad económica
básica, la cual era practicada por grandes contingentes de labradores,
propiciando una compleja división del trabajo y en consecuencia una fuerte
estratificación social.
Periodo Posclásico
Este periodo abarca los años 1000 d.C. hasta el 1687 d.C., que es la
fecha en que los españoles logran conquistar de manera definitiva al pueblo
Maya.
A pesar de que alrededor del siglo IX los Mayas desaparecieron por
rivalidades internas en gran parte de su área de influencia, dándole fin al
periodo Clásico; en el área de Yucatán su tradición continuó, dando paso a la
aparición de los toltecas que con la entrada del Quetzatcoatl en el área marcó
los comienzos de este periodo, trayendo consigo una nueva tradición cuya
máxima expresión se ve en la ciudad de Chichen Itzá. Ocupando estructuras
de Quetzatcóatl y sus partidarios, es que reconstruyeron la ciudad de Tula en
Yucatán, creando una cultura híbrida que modificó moldes arquitectónicos y
artísticos, como también las estructuras políticas y religiosas de los Mayas
Clásicos.
Origen. El ejemplar más antiguo
La arquitectura de los mayas es tan características como la griega,
romana o gótica. Tiene variaciones locales; pero fundamentalmente es de una
naturaleza única.
Se ha sugerido que la choza de paja maya, con su techo fuertemente
inclinado de dos aguas, era el prototipo de los edificios de arcos de piedra
voladizos, lo que puede tener sus visos de probabilidad. La choza de paja de la
gente del pueblo, idéntica durante dos mil años, es rectangular, con los
extremos redondos, y mide 6.70 metros de largo por 3.65 metros de ancho. Las
paredes están hechas de palos recubiertos de lodo o ellas descansa una
armazón de palos que se levanta a otros 3.50 a 4.50 metros. Estos sostienen el
techo de paja de dos aguas, fuertemente inclinado.
En las pinturas murales y decoraciones de fachadas de la Época
Clásica, se ven reproducidas estas casas de la gente del pueblo, y los
cimientos mismos de una casa se han encontrado en uno de los pisos más
antiguos del palacio de Uaxactún. La semejanza entre las casas techadas de
paja y los edificios de piedra, es notable, especialmente si se observa desde el
interior. Este parecido sugiere que el declive de los techos de paja, dio lugar en
un principio a la idea del techo de bóveda de piedras saledizas.
Los materiales para las construcciones de piedra se encontraban en la
mayor abundancia, en forma de un material muy fácil trabajar: la piedra caliza
que, al quemarla, proporciona la cal y existen muchos depósitos de grava, que
empleaban en la mezcla. Dada la gran inteligencia y el profundo fervor religioso
de los antiguos mayas, era inevitable que crearan su propia arquitectura
religiosa. Fuera de las atenciones de su economía interna, no tenían otra
actividad que consumiera tanto su tiempo y energías sobrantes como la
arquitectura.
No es de suponer que existieran edificios de piedra en la primitiva etapa
formativa de Uaxactún, pero, al final del periodo comienzan a aparecer paredes
bajas de piedra. Es dudoso que al principio de este periodo se hayan
construido edificios de piedra propiamente dichos. Las paredes bajas de piedra
que se han encontrado asociadas con vasijas antiguas Chicanel eran simples
muros de retención o frentes de plataformas bajas para sostener estructuras de
materiales de poca duración. Sin embargo, al final del periodo, se encuentra la
primera construcción de piedra de grandes dimensiones, una pirámide
construida para sostener una estructura de madera y paja.
El ejemplar maya más antiguo de arquitectura de piedra es la pirámide
cubierta de estuco de Uaxactún. El notable estado de conservación en que se
encuentra se debe a que poco después de haber sido terminada, fue cubierto
por completo por una pirámide de mampostería, de piedras en bruto. Los
costados de esta construcción también estuvieron decorados con grandes
mascarones de estuco, como la más antigua. La cima de la pirámide posterior
era tan pequeña que claramente se ve que nunca pudo haber sostenido un
edificio de piedra, como tampoco lo sostuvo, pues en el piso de mortero de cal
de la cima, aparecieron rellenos cuatro hoyos para postes que sin duda
sirvieron originalmente para sostener los postes de las esquinas de una
estructura de palos y paja.
Esta pirámide de estuco, decorada con dieciséis mascarones de estuco
de tamaño heroico, con cuatro escalinatas, es una maravilla de la arquitectura
maya primitiva. Aunque fue construida de mampostería, es únicamente una
subestructura y procede de una época anterior a los edificios de piedra
propiamente dichos.
Con el complejo de estelas de piedra y cerámica Tzakol introducido a
Uaxactún, encontramos el ejemplar más antiguo de techado de bóveda de
piedras saledizas del territorio maya. Los ejemplos más antiguos de éstas son
muy toscos. Se componen de lajas ordinarias y sin proporción, colocadas sobre
una capa gruesa de mezcla y presentan una superficie muy dispareja.
Después de su introducción a Uaxactún, el techo de bóveda voladiza comenzó
a extenderse en todas direcciones. Llegó a Copán en el extremo sudeste, a
Oxkintok en el noroeste de Yucatán y probablemente al valle del Usumacinta.
Antes del final de la Época Clásica, el techado de bóvedas de piedras
saledizas había penetrado por todas partes del territorio maya pero cosa
curiosa, no pasó del área maya propiamente dicha y no se le encuentra en
ninguna de las regiones inmediatamente adyacentes. Su aparición mas
occidental ocurrió en Comalcalco, en el estado de Tabasco, y las más lejanas
hacia el sudeste, en Papalgualpa y Asunción Mita, en el sudeste de Guatemala.
No se encuentra para nada en las tierras altas de este país, salvo en el techo
de unas cuantas tumbas dispersas, lo que probablemente se debe a la intensa
actividad sísmica de esta última región.
Arquitectura Maya
Descripción de los Edificios Maya
Por lo general los edificios mayas fueron construidos por subestructuras que
variaban su tamaño según el uso que se le destinaba a las construcciones que
sostendrían, desde las terrazas bajas de 50 cm. a los 2 metros si se trataban
de palacios o edificaciones habitacionales, hasta los 45 metros si se trataba de
grandes templos. A dichas subestructuras se accedía mediante escalinatas
anchas y empinadas, construidas en uno o varios de sus lados. Las
edificaciones se levantaban en la parte posterior de la cima, dejando un
espacio amplio entre su frente y las escalinatas de acceso; pero por detrás y
los costados llegaban casi hasta la orilla de la subestructura.
En el caso de las fachadas, lo más común es que se encuentren
divididas horizontalmente en dos bandas principales, por un listón medio que
corre sin interrupción en torno al edificio, de la mitad para arriba de la pared.
Otro listón aparece alrededor de la parte alta de la construcción. Los techos se
encuentran hechos de concreto duro de cal y son planos, generalmente un
poco más altos en la parte central para así facilitar el desagüe y conducir el
agua al exterior.
Encima del techo encontramos frecuentemente, paralelo al frente del edificio, y
sobre todo en el eje central, un alto muro reticular, que corre por todo el largo
de la edificación. Este peine del techo es a veces tan alto como el edificio y no
tiene otro fin que el de adorno.
Los planos superficiales varían según el fin que tenían cada uno de los
edificios. Los templos por lo general tienen solo dos cámaras, una atrás de la
otra, a las cuales se ingresa mediante una puerta abierta en la pared del frente;
la cámara interior era el santuario y la cámara exterior era utilizada para
ceremonias menos reservadas. En el tipo de edificación de palacio existen casi
siempre dos largas filas de cámaras, una detrás de la otra. Si solo existen
puertas en la parte frontal, se puede acceder mediante puertas abiertas en la
pared posterior del edificio, pero también se puede acceder directamente a la
fila posterior de cámaras por puertas abiertas en la parte posterior. En este
caso es raro hallar puertas a lo largo del muro central que separa las dos filas y
casi nunca las hay en las partes divisorias transversales. Este es el caso de los
palacios de la región norte ya que en la región central es común encontrar
puertas en las paredes medias como en las transversales.
Las ventanas propiamente dichas no existen en la arquitectura maya aunque
en algunos casos encontramos pequeñas perforaciones rectangulares en la
mitad superior de la fachada. Existe una gran variedad de planos de edificios,
pero por lo general estos se pueden reducir a pocas y sencillas formas en
donde los más comunes serían los palacios y templos.
A pesar de que los mayas eran hábiles en cuanto al cortado y labrado de los
bloques de piedra individuales de cada edificio, las paredes, tanto exteriores
como interiores estaban cubiertos originalmente con estuco de cal, tapando así
todas las junturas.
Durante los casi tres mil años de tradición arquitectónica maya de edificaciones
de piedra, existieron cambios no solo de carácter temporal, sino de variantes
regionales que afectaron el estilo de construcción y de decorado. A pesar de
esto, considerando el largo espacio de tiempo que abarcaron y la extensa área
en la cual se desarrollaron, la arquitectura maya es notablemente homogénea.
Materiales de Construcción
Desde épocas tempranas, los Mayas hicieron uso de la piedra y del mortero
para sus construcciones. En la elaboración del mortero utilizaron el sascab,
término usado para referirse al polvo de tierra que se encuentra en la roca
caliza y que varía de color según la región; y la piedra caliza, que al quemarla
se transformaba en cal para la elaboración del estuco de cal. También se
utilizaron las maderas para dinteles y travesaños; y materiales perecederos,
como palos y paja, en caso de las casas-habitación de la gente de menor
estatus social.
Instrumentos de Construcción
Entre estos instrumentos tenemos las herramientas de diorita, pedernal y
obsidiana, que en ocasiones eran instrumentos de importación, en forma de
hachas o mazos, cinceles y martillos; es posible que también se hayan
empleados mazos de madera muy resistentes. La madera seguramente fue
empleada también para el andamiaje necesario en la construcción. No tenemos
evidencia de la existencia de herramientas que sirvieran para medir o nivelar;
ninguna unidad de medida ha sido encontrada; esto no quiere decir que no la
poseyeran, no es posible que sus edificios tan complejos y ornamentados
fueran construidos sin tal unidad, ya que por siglos los mayas incrementaron el
arte de construir, lo cual indica que tuvieron una serie de normas o registros
que eran transmitidos por generaciones.
Clasificación y Función de los Edificios
El tipo y la función de un edificio van asociado a la concepción que tenga la
sociedad que lo construyó. Tradicionalmente se pensaba en los sitios mayas
como centros ceremoniales exclusivamente, de ahí que a sus edificios se les
asignara funciones religiosas, a pesar de que existieran gran variedad de
edificios. Esto no quiere decir que no existieran edificios con tal función, pero
sí, que tenían tantas funciones como necesidades tenía la sociedad maya.
Dentro de la arquitectura maya encontramos edificios como:
Palacios.- Esta denominación ha sido empleada, aunque no de manera
satisfactoria, para estructuras de variadas dimensiones pero siempre
con tendencia a gran tamaño, con muchos cuartos abovedados; se les
atribuye funciones tales como las de residencia de nobles y sacerdotes,
sitios de reuniones y audiencias, es decir edificios de tipo
administrativos, o bien, aunque no existe mucha evidencia, se cree que
fue edificios de residencia. Desde luego el tamaño de estos palacios y
su disposición, es decir el área donde se encuentran situados, denota
que a ellos tendrían acceso las personas de una posición alta dentro de
la escala social. Un ejemplo claro es el Palacio del Gobernador en
Uxmal.
Los Templos y Adoratorios.- Los primeros los podemos encontrar de las
formas más variadas, pueden ser edificios piramidales coronados con un
cuarto de dimensiones pequeñas con una restringida disposición interna,
lo que los hace poco funcionales para vivienda; esto es lo que ha hecho
pensar de que en su interior se realizaban actos rituales; restringiéndose
el acceso a solo la clase sacerdotal. Los segundos son en su mayoría
pequeños y, no en pocas ocasiones, se encuentran aislados, como en el
caso de los adoratorios de la Costa Oriental de la Península. Parecen
haber servido para depósitos de ofrendas o para elevar plegarias a las
deidades. Si bien se señala que los comerciantes eran los que se
acercaban a los adoratorios, es posible también gente de otras esferas
sociales se acercaran para efectuar sus ritos y elevar sus plegarias.
Plataformas Ceremoniales.- El término empleado para este tipo de
estructuras es muy ambiguo y difuso. Estas plataformas no tienen
subestructuras como los demás edificios. Ejemplos de ellas son aquellas
encontradas en Chichén Itzá con paneles esculpidos de jaguares y
águilas.
Arcos.- Algunos autores le atribuyen a este tipo de estructuras varias
funciones, pero la más probable es que haya sido entrada a un precinto
o a un centro religioso administrativo. Los Arcos de Uxmal y Kabah son
un buen ejemplo.
Los Juegos de Pelota y Los Baños de Vapor.- Son estructuras cuya
función es clara por sus nombres y sirvieron para propósitos de carácter
religioso y ceremonial de gran importancia en la vida de los mayas. Se
cree que los últimos fueron traídos por gente el Altiplano Central, en
donde se les conoce bajo el nombre de temazcalli.
Murallas.- Estas tuvieron dos funciones; las que presentan altura
considerable sirvieron para propósito de defensa. Se pensó que se
habían empezado a utilizar durante el Periodo Posclásico de la historia
maya, pero como ya se ha visto en las investigaciones arqueológicas,
estas se usaron desde el Periodo Clásico; las otras murallas, si es que
se pueden considerar murallas ya que a veces no rebasan la altura de
1.20 metros, cumplen una función de división espacial, es decir separan
áreas determinadas de un asentamiento, por ejemplo, el área
administrativa del área habitacional, en otras palabras su función sería la
materialización de la división existente dentro de la sociedad Maya.
Existen algunos tipos de construcciones que denotan de planificación en
cuanto a las ciudades y su relación entre ellas. Dentro de estos encontramos:
Caminos.- Llamados sacbeoob, unen centros ceremoniales, tanto
aquellos que se encuentran distanciados como aquellos que son
cercanos. En otras ocasiones unen grupos de estructuras de un mismo
sitio. Se le han atribuido varias funciones, la de comunicación y la de
transporte, así como también la de simbolización de un lazo de unión
entre un sitio y otro.
Cisternas y Reservorios.- Estos servían para la recolección y
almacenamiento de agua, se construían aprovechando hondonadas
cuyos fondos eran recubiertos con aplanados para evitar la filtración del
agua. Ambas construcciones implican una serie de conocimientos de
tipo ambiental, conocimiento de los suelos, de la precipitación pluvial,
etc. y tecnológicamente conocimiento y utilización de herramientas
adecuadas, materiales propios para evitar la filtración del agua, etc.
Asimismo implican el nivel de desarrollo que alcanzaron los Mayas.
Patrones de Asentamiento
Otro aspecto de la arquitectura maya es el Patrón de Asentamiento, es decir la
distribución arquitectónica espacial tomando en cuenta factores naturales –
agua, riqueza de suelos, elevaciones del terreno – y sociales como división de
clases, tareas religiosas y administrativos, conflictos bélicos, etc.
Se sabe por medio de los estudios de patrones de asentamiento que los
“centros ceremoniales” no solo estaban habitados por la clase sacerdotal
dirigente, sino también por otras personas. Alrededor de los centros se
encuentran estructuras menores que denotan uso para habitación; varían de
tamaño y forma; algunas son ovoidales; otras, redondas, cuadradas; a veces
parecen delimitadas por líneas de piedras, otras, cerca de chultunes o con ellos
en sus plataformas; o bien aparecen cercanas a sitios con alta productividad,
dentro de una muralla o fuera de ella.
Todo lo anteriormente mencionado nos indica que existe diferenciación social,
por el tamaño y calidad de los materiales, por su proximidad de abastecimiento
y a los medios de producción, y por su situación (lejanía o cercanía) en el sitio
en general; características de la familia maya, – nuclear, extensa – y relaciones
de parentesco; densidad de población y grado de urbanismo.
Ciudades Maya
Carácter y extensión
Hasta ahora no se tienen pruebas de que los sitios arqueológicos de la Época
Clásica sean ruinas de ciudades o pueblos, si bien se sabe que eran centros
religiosos a donde los mayas acudían sólo para las ceremonias. Parece que los
mayas vivían dispersos en el campo, en pequeños grupos tal vez de familias,
en chozas de paja.
Cuando los primeros españoles llegaron a Yucatán, la situación había
cambiado. Describiendo una ciudad maya del siglo XVI dice Landa:
Que antes que los españoles ganasen aquella tierra, vivían los naturales juntos en pueblos
con mucha policía, y que tenían la tierra muy limpia y desmontada de malas plantas, y
puestos muy buenos arboles, y que la habitación era de esta manera: en medio del pueblo
estaban los templos con hermosas plazas, y en torno de los templos estaban las casas de
los señores y de los sacerdotes, y luego la gente más principal, y que así los más ricos y
estimados más cercanos a estos, y a los fines del pueblo estaban las casas de la gente
más baja.
Este cambio sorprendente de un modo de vivir dispersos, a un denso centro de
población sucedió casi sin lugar a dudas, después de que los toltecas llegaron
a Yucatán.
Los datos más exactos que se tiene acerca del modo de vida de los mayas de
la Época Clásica, vienen del estudio de los establecimientos domésticos, que
se llevó a cabo, cerca de Uaxactún. Puesto que se sabe que Uaxactún estuvo
ocupada por más de mil años, es posible que sólo una parte de las viviendas
del pueblo estuvieran ocupadas a la vez. Aunque la casa maya normal de paja
no dura más de unos treinta años, es probable que los montículos resulten de
las diversas reconstrucciones de una casa. Suponiendo que sólo una de cada
ocho casas hubiera estado ocupada, con cinco personas por casa, se tendría
una densidad de población de 136 personas por milla cuadrada. Esta densidad
de población disminuiría si se toma en consideración que la heredad maya
normal consiste de dos casas o más y que una tercera parte de los terraplenes
encontrados cerca de Uaxactún estaban en grupos.
Se hace difícil decir cuáles eran las dimensiones del área que dependía del
centro religioso y administrativo de Uaxactún, pero hay que recordar que Tikal,
el centro maya más grande conocido de la Época Clásica, está solo a diecisiete
kilómetros de distancia. Así se obtiene una reducida área de radio de Uaxactun
y una densidad de población poco habitual para la región de Uaxactun-Tikal.
Una comparación de la cantidad y calidad del trabajo humano requerido para
edificar los centros religiosos, es útil como ayuda para comprobar los cálculos
agrícolas y arqueológicos que se dieron con anterioridad.
La Pirámide del Sol, que es la construcción más grande del Valle de México y
la segunda más grande de Mesoamérica, contiene cerca de un millón de
metros cúbicos de tierra. La mano de obra necesaria seguramente se podía
conseguir fácilmente en un área no muy distante de Teotihuacán, ya que es
posible la existencia de una densa población en el valle.
La clase de trabajo que se necesitó para levantar los templos mayas, permite
una comprensión de las características de la población maya, más bien que de
su densidad. Sin lugar a dudas, la fuerza de trabajo maya, necesitaba un gran
porcentaje de artesanos especializados, leñadores, quemadores de cal,
albañiles, arquitectos y escultores, en comparación con la relativa pequeña
proporción de trabajadores especializados que se necesitaron para levantar
esa enorme aunque simple masa que es la Pirámide del Sol.
El area Puuc en el estado de Yucatán, es un área en que se facilita mucho el
estudio de la población, por la existencia tan ilimitada de agua potable.
Muestras de cerámica de los cuatro centros más grandes de la región, Uxmal,
Kabah, Labná y Sayil, permiten reconocer que estos centros ceremoniales, a
diferencia de otros quince centros de Yucatán, estuvieron ocupados sólo por
cerca de 250 años, al final de la Época Clásica. La repentina afluencia de la
población en la región Puuc, parece haber dependido del desarrollo de una
técnica para almacenar agua potable.
El área Puuc es notable por la abundancia de chultunes, cisternas mayas
talladas en el lecho calizo de la roca o construidas en el terraplén de piedra de
las plazas de los centros ceremoniales. Estos chultunes tienen generalmente
una forma semiesférica, el fondo plano, arriba una abertura de cerca de 40
centímetros de diámetro.
Descripción de ciudades maya
Los antiguos nombres de la vasta mayoría de las ciudades del área central se
han perdido desgraciadamente, con la posible excepción de Copán. A este sitio
se le llamaba Copán desde el siglo XVI, cuando los españoles llegaron por
primera vez a esa región, pero había sido abandonado desde hacía mucho
tiempo, por lo que hay serios temores de que éste no sea su nombre original.
En cuanto a los nombres de los demás centros de la Época Clásica,
probablemente ninguno es anterior al final del siglo XVIII, y muchos han sido
dados a aquellos centros por los arqueólogos modernos durante los últimos
cincuenta años.
La situación mejora ligeramente en la región norte. Por los Libros de Chilam
Balam conocemos los nombres originales de media docena de sitios – Chichén
Itzá, Chakanputún, Uxmal, Mayapán, Izamal, Cobá y Tihó (la moderna Mérida)
– pero los nombres antiguos de muchos otros sitios han sido olvidados desde
tiempo inmemorial.
Tikal, la ciudad más grande de la civilización maya
El centro más grande de la civilización maya, y probablemente el más antiguo,
era Tikal en el norte y centro del Petén. El centro cívico y ceremonial ocupa
poco más de 2,5 kilómetros cuadrados, pero más lejos hay patios y plazas más
pequeños, rodeados de edificios de piedra en ruinas que se extienden hacia
afuera con frecuencia decrecientes a más de tres o cinco kilómetros.
Arquitectónicamente Tikal se caracteriza por sus seis grandes templos-
pirámides, que son las construcciones elevadas del área maya. Desde el nivel
del suelo hasta la cima de sus prominentes cresterías, miden lo siguiente: El
templo I, 47 metros; el templo II, 43 metros; el templo III, 53 metros; el templo
IV, 69 metros; y el templo V, 57 metros.
Estas enormes construcciones también son dignas de admiración, porque
contienen hermosos grabados en madera. Las doce puertas de estos templos
estaban coronadas originalmente por dinteles de madera de chicozapote, ocho
de ellos labrados con magnificas representaciones de ceremonias religiosas: el
más bello se encuentra ahora en el Museo de Arqueología de Basilea, Suiza.
Si bien la arquitectura de Tikal es imponente, la escultura lapidaria languideció,
salvo durante el Periodo Antiguo. De las 86 estelas conocidas de Tikal,
solamente 21 son esculpidas. Se ha sugerido que las estelas lisas estaban
cubiertas originalmente de estuco y pintadas con figuras y jeroglíficos, aunque
se carece de pruebas. De las 21 estelas grabadas en Tikal, todas menos cinco,
datan del Periodo Antiguo.
Copán
El segundo centro más grande de la mitad sur de la península era Copán, el
centro científico de la Época Clásica. Esta ciudad se compone de un grupo
principal y dieciséis subgrupos dependientes de aquél, uno de los cuales se
halla a once kilómetros de distancia del centro ceremonial. La Estructura
Principal, ocupa alrededor de 30 hectáreas, y se compone de la Acrópolis y
cinco plazas anexas. La Acrópolis es un complejo arquitectónica de pirámides,
terrazas y templos que, en virtud de constantes adiciones, llegó a formar una
gran masa de mampostería que ocupa cerca de 5 hectáreas de terreno y mide
38 metros de alto en su punto más elevado. Sostiene los tres templos más
hermosos de la ciudad: el Templo 26, inaugurado en el año 756 al terminarse la
Escalera Jeroglífica, el Templo II, erigido en memoria de un importante
descubrimiento astronómico hecho en Copán en conexión con los eclipses,
nada menos que la determinación de la duración exacta de los intervalos entre
ellos, y el Templo 22, dedicado en 771 al planeta Venus.
El nivel de los pisos de las Plazas Oriental y Occidental de la Acropolis, se
encuentra a considerable altura sobre el nivel general del suelo. La primera
tiene en su costado occidental la hermosa Escalera de los Jaguares, en cuyos
flancos se ven las figuras de jaguares rampantes, con cuerpos incrustados
originalmente con discos de obsidiana negra brill, simulando la piel manchada
del animal. La Plaza Occidental tiene la hermosa Plataforma de Revista, la
Estela P, último monolito del Periodo Antiguo, y varios hermosos altares.
Uno de los rasgos arqueológicos más interesantes de Copán es el corte de la
Acrópolis expuesto a la vista por el rio de Copan. Después de haber sido
abandonada la ciudad en el siglo IX, el rio cambio de curso, y corto una gran
parte de la base oriental de la Acrópolis, exponiendo a la vista una cara vertical
de 35 metros de alto en el punto más elevado y cerca de 300 metros de largo
en la base, el corte arqueológico más grande del mundo, en el cual pueden
distinguirse claramente los niveles de los pisos de una plaza más antigua.
Chichén Itzá
La metrópoli más grande y al mismo tiempo la ciudad sagrada de la Época
Postclásica era Chichen Itzá, situada en el noreste de Yucatán. La ciudad
alcanzó su apogeo en los siglos XI y XII, bajo los jefes mexicanos que se
habían establecido en ella en el siglo X. El centro cívico y religioso cubre una
área de cerca de 3 kilómetros de largo por un kilometro y medio de ancho.
Aunque ocupan un área mayor que la de Tikal, los diversos grupos de Chichén
Itzá, son menos numerosos, más pequeños y más dispersos.
En la arquitectura se observan dos estilos distintos: 1) un periodo maya, y 2) un
periodo tolteca, cuyos edificios datan de los siglos XI y XII y presentan muchos
rasgos arquitectónicos importados del centro de México.
Uno de los rasgos arquitectónicos más notables de Chichén Itzá son los
templos-pirámides con columnas de serpientes emplumadas. De los siete de
este tipo que se conocen, el Castillo o templo principal de Kukulcán es el más
grande y posiblemente el más antiguo. Un templo más antiguo, el del Chac
Mool, está enterrado en la pirámide que sostiene el Templo de los Guerreros.
Estos templos, con columnas de serpientes estaban dedicados a Kukulcán, la
Serpiente Emplumada, deidad patrona de Chichén Itzá. El estilo parece ser una
importación del centro de México, traída por el propio Kukulcán durante el siglo
X.
Se conocen siete estructuras para el juego de pelota: seis que se encontraban
todavía en uso cuando la ciudad estuvo habitada por última vez, y una sétima,
más antigua, que se halla enterrada debajo de una terraza más moderna, atrás
del edificio de Las Monjas. Los patios de juego de pelota varían en tamaño; el
más grande, situado en la parte norte de la ciudad, mide 166 metros de largo
por 68.50 de ancho por el exterior y en el campo de juego propiamente dicho,
146 metros de largo por 36 de ancho; el más pequeño, atrás de la Casa Roja,
solamente tiene 20 metros de largo por 7 de ancho. Se empotraba un anillo de
piedra en el centro de los largos muros paralelos. El juego consistía en
introducir la pelota en uno u otro de los dos anillos, cuyos agujeros eran
perpendiculares al suelo. Las pelotas eran de caucho macizo y la descripción
que de ellas hicieron los antiguos historiadores españoles constituye la primera
noticia que los europeos tuvieron de la existencia de este material. No se
permitía arrojar la pelota con la mano, había que pegarle con el codo, la
muñeca o la cadera, partes del cuerpo que se forraban con fajas de cuero.
Otro rasgo único en Chichén Itzá son las grandes columnatas, que a veces
miden 120 metros de largo. En ellas se han encontrado algunos tronos, por lo
cual se ha sugerido que pueden haber sido usadas como salas de consejo.
Estas rodean completamente el Patio de las Mil Columnas, una gran plaza
abierta de 2 hectáreas y que puede haber sido el mercado de la antigua ciudad.
Tantas son. Por cierto, las columnatas de Chichén Itzá que a esta parte de la
ciudad se la ha llamado el Grupo de las Mil Columnatas.
Una de las estructuras más importantes es el observatorio astronómico. Esta
torre, llamada Caracol, mide 12,5 metros de alto y corona una terraza
rectangular que mide 9,5 metros de alto. La torre tiene una parte central de
mampostería, por la que sube una escalera en caracol hasta llegar a una
pequeña cámara de observación cerca de la cima de la estructura. Una
escalera de esta clase se llama asi por su parecido a las vueltas de la concha
del molusco. En las gruesas paredes de esta cámara hay unas aberturas
cuadradas que fijan ciertas visuales de importancia astronómica. Por ejemplo,
una visual dirigida a través de la pared del poniente corta por la mitad el sol
poniente el 21 de marzo, en el equinoccio de primavera, y el 21 de setiembre
en el equinoccio de otoño. Otras coinciden con puestas de la luna en estas dos
importantes estaciones del año.
Uxmal
Está situada en un valle en forma de taza, inmediatamente detrás de la
cordillera Puuc que corre del suroeste y del sureste y que llega a un punto al
sur del actual pueblo de Maxcanú.
En Uxmal se encuentran los más hermosos edificios Puuc de todo Yucatán. En
esta región, la influencia mexicana tan visible en Chichén Itzá, casi no existe.
Aquí no hay templo con columnas de serpiente, no hay columnatas y ninguno
de los edificios de Uxmal tiene la base en talud, tan común en Chichén Itzá.
El labrado y la colocación de los elementos individuales de las fachadas de
mosaico de piedra de Uxmal llegaron a un grado de perfección jamás igualado
en sitio alguno. Los bordes de estos elementos fueron cortados finamente, su
superficie labrada con primor y los motivos ajustados exactamente siguiendo
los diseños de gran complejidad del mosaico.
Imponentes también son el Cuadrángulo de la Casa de las Monjas y la Casa
del Adivino contigua a éste. El primero se compone de cuatro edificios
diferentes, con magnificas fachadas esculpidas, dispuestos a los cuatro lados
de un patio majestuoso de unos 80 metros de largo por unos 65 de ancho. Se
entra a él por una arcada central del edificio, que se abre hacia el costado sur.
Desde el punto de vista arquitectónico, es ésta la unidad más importante del
Cuadrángulo, aunque las dos laterales llamadas alas occidentales y oriental
son casi tan imponentes como aquélla. En este cuadrángulo probablemente
tenían su residencia los sacerdotes, que servían en la vecina e impropiamente
llamada “Casa del Adivino”, que era la construcción más elevada y el templo
principal de la ciudad.
Aunque Chichén Itzá ocupa más terreno que Uxmal, el efecto arquitectónico del
último, es mucho más importante a causa de sus seis grandes grupos: 1) la
Casa del Gobernador, La Casa de las Tortugas, el Juego de Pelota y la Gran
Pirámide; 2) el Cuadrángulo de las Monjas, y la Casa del Adivino; 3) el Grupo
del Sur: 4) El Grupo del Cementerio; 5) el grupo del Noroeste, y 6) La Casa de
la Vieja, con estructuras anexas, todas concentradas en una área relativamente
pequeña, de modo que el efecto arquitectónico es más inmediato.
BIBLIOGRAFIA
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ANEXOS
Fig. 1. Ruinas de Tikal.
Guatemala.
Fig. 2. Reconstrucción de la ciudad de Copán. Honduras.
Fig. 3. Templo de los Guerreros. Chichen Itzá. Península de Yucatán, México.
Fig. 4. Pirámide del Adivino. Uxmal. Yucatán, México.
Fig. 5. Palacio Maya en Palenque. Chiapas, México.
Fig. 6. Juego de la Pelota en Uxmal. Yucatán, México
Fig. 7. Templo I o del Jaguar en Chichen Itzá. Península de Yucatán, México.
Fig. 8. Baño de Vapor en Chichen Itzá. Península de Yucatán, México.