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Arte de tapa
“Los hombres las prefieren yeguas”pintura de María Celina Galera
María Barrientos
La duración
poemas
La doble de riesgo I
1.
Durante años intenté saber qué pensabas, chica mía, ausente de mí,pero me sedujo tu forma de esclavizarme. Hubiera necesitado que mehablaras con el idioma de las mujeres para poder sobrevivir las dos.Un agua turbia limpiaba tus ojos de humillaciones y después decíasque no, que no romperías ningún pacto. El pacto era la sangre, laambición de no dejar a los tuyos en el cielo de los perdedores, en elenigma de los amores perdidos para siempre.
2.
No supiste que yo era tu yelmo de seda en donde hubieras podidorecostarte sin salir herida. Entonces, iba a los lugares que no querías ytorcía los valores tuyos. Me tiraba sin red, a veces caía mal, pero enmí las múltiples cicatrices no se ven, los primeros planos meexcluyen.
3.
La carne de tu carne te era vedada como si fuese un sacramento; paraperpetuarte, elegiste técnicas más duras, más metálicas: las luces
negras y las ventanas cerrándose. ¿Fue eso y no la cobardía lo quehizo que me dejaras llorando entre perlas, temblando de frío con unvestido de verano y el pelo rojo? O acaso no estábamos las dos,tratando de sobrevivir, como bailarinas de las guerras, como muñonesde otras mujeres?
El principio del padre
Te llamo por tu nombrecomo la hija adúltera, lejosde la brutalidad del momento
labios selladosy esta prohibición
de hielo:no puedo quebrarla con mis manosy ser tu virgen
pero no te olvidesque
empezamosjuntos esta necesidadde nombrarnos.
Zoo
Culpade tu carne
es esta rama devenas
que calientauna circulaciónmelancólica
ambosatacamoscon un desgarrotriste:
la boca en la comisurade la cacería
la sangrecorriendo
pequeños ciervosque vimosaquel díaen su selva
doméstica.
Aquiles
Traté de pensaren la enfermedadde los tendonesesos dioses pequeñosque endurecieronel corazón de mi padrey del padre de mi padre
(aún cuandosus sueños se hubiesenhabitado de lanzasde torres de cráneos)
todo el pasadoresistentea cualquier traccióndispuestoparaleloa la debilidad de las ruinasfamiliares.
La limpieza
Saqué las telarañas casi con pename había acostumbradoa sus delgadas brutalidades
así como a las tuyas
contabaslo feliz que habías sido antes,cuando yo no estaba:viajes, vestidos lindos yla casa de fin de semanadonde languidecías al solsin tener que hacer nada;
estar sometida a las tareas domésticaste indignaba, así como tu marido,que era precisamente mi padre,y te hizo vivir en esa casa de pobres
a pesar de todoestabas encadenadaal perdedor
te habían sometido
los ojos celestesla nariz árabe
y el acento de extranjeropero esaextraña combinaciónno bastabay debíamos librarnos
de las telarañas y de mi padrecomo si ambos afearan por igual nuestros destinos.
Arte poética
Al poeta laenfermedad de lo realle viene entre sollozos
sacude sus lastimadurascomo si deesos frutospudiese
renacer lo dulce
un huecoen donde deposita
los mapas de la fugaperdido como un pájaroen su camastro
dormía yo en el entresueñovacilantede los suelos.
La seducción
Antes una técnicade cuartos vacíoste hubiese bastadopara dejarrendido a tu padreen una cama de espinas.
Daño colateral
Para que una creaciònsea perfectadebe haber perdedores:los virtuososbrillancomo vidrios en mi boca
esa luz
que nace vorazcuandome ríoy las múltiplesimperfeccionesdesaparecen.
Medita
¿No lo venconcentradoen el medio
de un mundoque creeperfecto?
Es una mentedetenidaen su anillode diamante
con el que conquistapara luego jugara los esclavos
(al principionos vimos cegadospor el brillo,
parecía un mar líquido,del que me recuperé,una vez expulsada)
Tu madre, ese anillo y su costura
Viajes viajespara encontrar
a tu joven madre muerta
y no pensabas en otra mujerporque todasse habían
roto con ella,como copas
finas,fragmentos
de operacionessin sangre,
y así heredé una tolerancia al dolorque los médicosadmirarían
pero ese síntomani llegaba a palidecernosapenas
dóciles
nos domabanhacia un alivio instantáneo,como si un ángel golpearacon su palala verdadera enfermedad.
Accidentes
En el cielo de losperdedores
tengo amigos queaman su insignificancia
es un lugar del queme han echado varias veces
yo les digo que tengo que entrarpara salvar a mi padrepero me mirancon pena.
Los mantiene unidosuna sangre frágil
que no soportaríaun accidente en la ruta.
Cae sobre el pasto quemadola primera de sus heridas.
Hojas
Estos otoños enterradoresduraron un siglo
qué desinterés violentohizo que las pobresdesarrollaran esta caídade sí mismas.
Sin embargoson tan lindas
(si el declive es el apropiado,brillan).
Pastillas
Fuera de su destinode curaciones
las heridas,dormirán un ratocon su costura químicacomo quien entraal paraísocon esos bordes unidos(un vestido de la felicidadcon botones enfermos)
por ahorael dolorse desbarrancay huye señalandoun bosque en llamas:parece un hambriento frentea un cielo de naranjas;recuperalo roídopor pequeños animales,escupe el frutode las palabrasque no se pueden decir
sin amordazarse luego.
¿No dejarás nunca de caer?
Aunque lo tocase,ese gesto tuyose ve
falso de sí mismo
fielal fantasma del desamor
aquí y allá duele la cabezade sólo pensarlo
duele el cuerpo como su castillo.
El deseo se derrumba sobre los objetos,cansado y a la vez hambriento.
Edipo
El destinose lo tiran a los perros
van a perdervan a perder
se verán en un espejo
sus reflejosenlos pequeños accidentesde la carne
como dobles de riesgodurante la explosión
de lo falso:el peso de dos
cuerposa la vez culpables y puros.
Los espacios estancados
Qué de míquedó
en los espacios estancadosventanas cerradas,simulacrosen donde ambasnos tendíamoshaciendonos
las muertas
no importaba queviniesenlas cirugías mañaneras
mutilando otra parteque conservábamos
en cofres de hielo
un veloriosencillo con los más íntimos:el tedio, los sueños sin cumplir,
unos amigos pocosintentan
maniobras de salvación.
Patrón
Esa persistenciade la luz
cuando se topacon lo oscuroy le clava
su diente de cristaly lo sometelo que duraun chasquido
en tu Boca.
Flores rojas
Durmiendoen el camastrocomo niñas de prostíbulo
que se ríende la fecundidad
madrecitasellas abortadas
de los partos de otras
un bautismouna opera clínica
que todos aplauden.
La doble de riesgo II
1.
Un día descubrí como eras: la costumbre te había resignado a lossometimientos. Por eso nos gustaban las hojas caídas, esas que todospisamos y el dorado se pierde entre las cenizas del momento. Antesbrillaban en terrazas o respondían al sol girando levemente lascabezas, pero al sacarlas de su lugar, el sacrificio las hacía enmudecer.
2.
Debo matarte antes de que mates lo bueno en mí. Antes de que hablesde nosotras, ya no me sirven tus promesas de estrella, que algúndirector se enamore de tu pelo y tu frente. Muñeca de un reino decera, cuando sea yo la que te devore, tu herida lucirá como undiamante en mi boca, como un brillo que se verá a lo lejos cuando mería de vos.
La decisión
1.
El miedovistode frentees más livianoque el humo
el miedo
que te criótransversal
a tus puntillasa tu blancura
de agua de hielo
lo tortuosoestá en
tu columnavertebral
te mantiene
en piecomo una bailarinaescondiendosus torpes desplazamientosfuera del escenario.
2.
Te dijetenemos que salvarnos.
Labores 1
Se necesita más amorque sombrapara levantarse a la mañanay correr
indivisaa salvo del sueño
sin dar detallesse arregla el pelo
y busca un vestidoque la salvede los frutos de su boca
los besos por venirla embriagancomo a una obrera del paraíso
hasta que un enérgico soplola saca de su adormecimiento.
Labores 2
Para lanaturalezaes fácilel lujo: aquí el mar,allá unos pájaros
con una cuñade oro
abro mi voluntady le introduzcolas órdenespara esta mañana
¿Quién habrá de vereste engaño,esta flagelación?
Leona
Mi bocaes una costura
la hice mordiendorecuerdosy dejándolos desangrar
como a hombrescansados
en la noche hasta la caceríaparece pura
giran las estrellas,perlas de mí.
Picnic
Ahora lo que cubrenuestras cabezas
es la luz,esa memoriadel cielo queaparececuandonos disponemosa comer
carne de lo que esperábamosse deshoja como una margarita
materia en las bocaslágrimas
sobre las bebidas,
vagabundaque junta losrestos de un banquete.
Que de la levedad
Que de la levedadhaga mi vida
esquirlas en la bocabriznas levesque tapizaron
la mañana de soly la mirada distante
de los dos
así el tiempose encargará
de buscar frutosdonde rosas quemadas
hubo¿será quien nos arraseesta enjoyada boca?
Del silencioemergenrumores
cenizas
que pronto caeránsobre nosotros.
Calas
Blanco licorque viene del fuegoy cae en las bocas
se espesaante los embelesos
frente a la pielprimerose detiene
como un mar(el agua hundida
de los talloslareina
en la espuma)
Alhajas de perra chica*
¿Una mamitapelirrojapuede alejarte
de este tedio de la vida?
Ni la tormenta,espacio de agua
entre dos lenguas,prostituta de las alturas,
trabaja a destajo.
* Charles Baudelaire
Anatomía del agua
1.
La esclava albinase mira en el espejopor primera vez
del cuerposaca goznes
cadenas en elcuello
de la fuentefraguade las piletas.
2.
El nadadorquiere salvarlano hace pie
brazada brazaday la orilla
brazada brazaday la orilla
3.
La esclava albinalo ahoga
y ahoraquién ganala esclava oel nado
brazada brazaday la orilla.
Los castigos del cielo o los castigos de la mente
1.
Este calor loagobia
hace un gesto de fastidioante el plato vacíomira el jarróndonde esas tontasnadansu cabeza deniñas rojas
su tallo erguido
la habitación estambién un pensamientodesmoronándose
la felicidad de tiempos mejoresse le adelgaza como una uñarota pared
mordiente de la manoa oscuras
de la propia enfermedad
la cabeza que cuelgacomo un santo esforzándosepor respirar
el cielo pareceno rendirsetanfácilmente
hasta que por fin,esa brisa sobre las flores.
2.
Un ruido de obra en construcciònle invade la tarde
mosca que vuela contemplandoel desorden de la mesa
esta horanos trae sólo los recuerdosque no pueden ser sometidospor el ruido de una amoladorapor los gritos de un tornero.
3.
Esas floresmuestran sus primeros signosde decadencia
y nadie le da alivio en el infiernode la belleza perdida,
¿será éste el sacrificio que el amor reclamao será arrastrada sin pena sobre un pasto antiguopasto quemadobocas sobre el aire detenido?
Cardúmenes de esclavos
Cómo arrastra este río
pecesmuertos
a lo único luminoso:ese cieloque mirancomo pensadoresde la insignificancia
un grupo de moscasles construye un cuarto
les da de comeralgo de su propiaperdición.
Fusilería
Apoyo mi frenteen la ventanay la naturalezase entrega: un perro dudaen cruzar la calle
es sólo un momentoy luego empieza a corrersus patas tan velocessu entrecejo mortífero
sin rebaños debúfalos,
agónicos,lejos de la fusilería
en el poco cielosobre su cabeza.
Astillada(Variaciones sobre un vaso roto)
Partida de mi boca,sus mordientes heridas
hubiesen alertadoal barriosino fuese queel peligrolas volvió mudasentre restos de comida.
Un tembloren mi pulso
llevó los vidriosa su destino finalcon sangre
el cortede mi manoera el primer fracaso
de la mañanaesa pequeña heridaque iría a sanaren el placer del dolor del momento.
Vi en estoreflejarseun cielo también rotoque parecía decir“todo fracasolleva su satisfacciòn”.
Huerto
Viniera ese misterioque se quebrará
como un bambúcomo la boca de un púber
con su gemido de rocay pidiendo a los amigosque si la fiesta terminó,no se duerman,
lo asistan, al menos.
El silencio(como un diamante en mi boca)
No digas la palabraoculta tu voz
cuando se hundeleve
en el espejismo deeste fuego de nombrar,
del bosque,salva pájaros
quemados
de las cárceles florales,su destino,
verde, sibilante;
entoncesese silencio será para siempre.
Las sentencias mejores
El pasadoes un juego de cartas
miembros, transparenciasquevan a buscara la esclava,un diamante en la bocavale másque el honor.
La traeny le construyenuna casa de trenzas,no es cierto que lo escritoen su cuerpovaya a durarel resplandorde las velas
afuerahay instantáneos reflejosastucias de lo que se cumple
y algunos llaman destino.
El esplendor estaba ahí, en tu boca
¿Escuchaste ese rumorcuando el cielo
se acercaba?
Ah un par de pasosy el esplendor estabaahí
como un cuerpodevorado por su espíritu
rositas en los dedosazúcares para desclavar
las muertes
¿Y si la lenguahablara
Y fuese este silencio heridosu testigo?
DATOS DE LA AUTORA
María Barrientos(Buenos Aires, 1959)
Cursó estudios de Literatura y de Bibliotecología. Ha publicado los libros“Habitaciones para la vigilia” (Poesía, Filofalsía , 1990. Faja de Honor de laSade), “Cross” ( Poesía, Libros del Empedrado, 1995. Finalista Primer ConcursoHispanoamericano de Diario de Poesía y “Sociales” (Narrativa, El fin de la noche,2010). Tiene inédito el libro “Ingesta”, Mención en Ediciones del Dock. Sus textosfiguran en varias antologías nacionales. Publicó investigaciones sobre la relaciónentre la poesía y la mística; ha analizado la poética de San Juan de la Cruz, enespecial en el Cántico Espiritual (Mención categoría Ensayo del Banco MercantilArgentino.. También realizó trabajos sobre la obra de Roberto Arlt, LeopoldoMarechal, Tununa Mercado, entre otros autores argentinos. Colaboró en diversosmedios, entre ellos Crisis (2da etapa). Formó parte del Consejo de Redacción de larevista Tamaño Oficio. Coordinó talleres de escritura en Buenos Aires y fuecolumnista en Radio Cultura.
CONTRATAPA
Intensas palabras para definir eso que oscila entre memoria y deseo.El movimiento pendular del tiempo que, en la voz poética de Barrientos modificael valor de lo mutable y, como una transparencia que sufriera un ínfimocorrimiento, expone la indefinición de un contorno como respuesta a interrogantesque sobrevivieron a la experiencia. Al devenir.La referencia especular se instala y pervive en medio de una furiosa tormenta. Enel centro de cierta forma de la devastación contra la que nada se puede. El sismodel yo. La grieta por la que caemos. Esa herida que es el padre y es la madre y dela cual emergeremos -si hay fortuna- para nacer a la identidad revelada con nuestramarca definitiva.También un erotismo desolado está presente en algunos poemas, más cerca de laexpresión del desencanto que de la voluptuosidad.Poemas duros, sin aire, casi al borde de la asfixia por desgaste del grito. Por tantavoz y tanta vez de no ser escuchada.En La duración, Barrientos expone una potencia poética no exenta del toqueáspero y se equilibra por el uso de un lenguaje rico en valor simbólico y preciso ensu ejecución.Este trabajo de la poeta María del Rosario Barrientos, constituye una bella ynutricia experiencia que invito a compartir.
Graciela Zanini
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