6
Institución Educativa : Federico Villarreal Arte ¿QUÉ ES UNA PINTURA RUPESTRE? Una pintura rupestre es todo dibujo o boceto prehistórico que existe en algunas rocas y cavernas. El término «rupestre» deriva del latín rupestres, y éste de rupes (roca). De modo que, en un sentido estricto, rupestre haría referencia a cualquier actividad humana sobre las paredes de cavernas, covachas, abrigos rocosos e, incluso farallones o barrancos, entre otros. Desde este aspecto, es prácticamente imposible aislar las manifestaciones pictóricas de otras representaciones del arte prehistórico como los grabados, las esculturas y los petroglifos, grabados sobre piedra mediante percusión o erosión. Al estar protegidas de la erosión por la naturaleza del soporte, las pinturas rupestres han resistido el pasar de los siglos. ARTE RUPESTRE PERUANO Las quilcas del Perú o el arte rupestre peruano (las marcas antropicas en las rocas) son uno de los más preciados bienes culturales del país y al mismo tiempo uno de los menos comprendidos. De su existencia se 1

ARTE-ipintura-rupestre (1)

Embed Size (px)

DESCRIPTION

word

Citation preview

Page 1: ARTE-ipintura-rupestre (1)

Arte

¿QUÉ ES UNA PINTURA RUPESTRE?

Una pintura rupestre es todo dibujo o boceto prehistórico que existe en algunas rocas y cavernas. El término «rupestre» deriva del latín rupestres, y éste de rupes (roca). De modo que, en un sentido estricto, rupestre haría referencia a cualquier actividad humana sobre las paredes de cavernas, covachas, abrigos rocosos e, incluso farallones o barrancos, entre otros. Desde este aspecto, es prácticamente imposible aislar las manifestaciones pictóricas de otras representaciones del arte prehistórico como los grabados, las esculturas y los petroglifos, grabados sobre piedra mediante percusión o erosión. Al estar protegidas de la erosión por la naturaleza del soporte, las pinturas rupestres han resistido el pasar de los siglos.

ARTE RUPESTRE PERUANO

Las quilcas del Perú o el arte rupestre peruano (las marcas antropicas en las rocas) son uno de los más preciados bienes culturales del país y al mismo tiempo uno de los menos comprendidos. De su existencia se tienen referencias continuas desde la conquista y la colonia en cronistas como Cieza de León (que escribió su crónica entre 1548 y 1550) o Fray Antonio de

la Calancha (que escribiera su crónica a partir de 1631), sin embargo su conocimiento y descripción más consistente para nuestro tiempo se inicia recién en el siglo XIX por el interés de algunos intelectuales peruanos ilustrados como Mariano Eduardo de Rivero (1851 [1958]), o el de viajeros cultos como Thomas Hutchinson (1873) o George Squier (1877) entre otros. No obstante estos tempranos acercamientos, el estudio técnico de las quilcas o arte rupestre peruano empieza definitivamente en el siglo XX con dos sucesos transcendentales: el descubrimiento, en 1925, del sitio arqueológico con petroglifos de Checta ,ubicado en el valle del Yangas (río Chillón), Lima, que fuera

1

Page 2: ARTE-ipintura-rupestre (1)

Arte

realizado por el Catedrático de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Monseñor Pedro E. Villar Córdoba (1935).Y en segundo lugar con el descubrimiento, en 1926, de las líneas de Nasca, realizado por el arqueólogo peruano Toribio Mejía Xesspe A partir de estos extraordinarios hallazgos las quilcas  del Perú, el arte rupestre peruano, ha sido objeto de numerosas investigaciones, posteriores.

Así tenemos que en año de 1925 Luis E. Valcarcel publica uno de los primeros trabajos sobre las quilcas del Cusco, iniciando una larga historia de investigaciones en la cuenca del río Urubamba y el valle de la Convención. Por su parte en 1936, el amauta Javier Pulgar Vidal establece la primera asociación directa entre el término “Quilca” y arte rupestre al explorar la roca de “Quilla Rumi” ubicada sobre el río Higueras en Huanuco, y donde descubriera cientos de “signos ideográficos” (pinturas rupestres)

En 1937 Julio C. Tello va a descubrir y estudiar el canal de Kumbemayo donde encuentra numerosas quilcas, las que registra como parte de los trabajos del Programa de la Expedición al Marañón, una de las empresas arqueológicas más brillantes de la historia peruana.

En 1947 Pulgar Vidal funda el Departamento de Investigaciones Toponímicas en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos iniciando así el más importante proyecto de investigación rupestre en el Perú, descubriendo, gracias al uso del topónimo “quilca”, decenas de “centros de quilcas” (sitios arqueológico con arte rupestre) principalmente en las exploraciones que dirigió en los departamentos de Huanuco y de Lima (Pulgar 1962-1963).

En 1951 el Dr. Eloy Linares Málaga va a realizar el descubrimiento científico del sitio de Toro Muerto o Hatumquilcapampa en la cuenca del rio Majes, auspiciado por la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa. En 1954 el Dr. Federico Kauffmann Doig (ver Fig. 2) estudia las quilcas coloniales del la arquitectura estilo Cusco imperial de Huamanga, con lo que obtuvo su grado académico en la Universidad de San Marcos.

2

Page 3: ARTE-ipintura-rupestre (1)

Arte

En 1957 Luis A. Pardo publica su enjundioso estudio sobre las quilcas de La Convención en el Cusco. Y ya, hasta 1960, el Dr. Eloy Linares Málaga habrá introducido los estudios formal - estadísticos para el análisis del arte rupestre peruano (Linares 1960).

A partir de 1960, las investigaciones rupestres se diversifican incidiéndose en los estudios artísticos y en el establecimiento de la antigüedad del arte rupestre, reportándose importantes trabajos como los de Augusto Cardich en Lauricocha (1964) de Rogger Ravines en Caru (1967), de Máximo Neyra en Sumbay (1968) [Fig. 10], de Toribio Mejía Xesspe en Monte Calvario - Catache (1968) y de Jorge C, Muelle en el famoso sitio de Toquepala (1969). Ya en la década de 1970 Eloy Linares Málaga va a definir la tipología del arte rupestre y realizar estudios sistemáticos en el sur del país que incluyeron los departamentos de Arequipa, Moquegua y Tacna. Por otra parte muchos otros autores amplían notablemente el conocimiento de este material cultural en el Perú abarcando todas las variaciones materiales del arte rupestre: Petroglifos, Pinturas, Arte Rupestre Mobiliar, y Geoglifos (Linares 1974).

Destacan a partir de 1970 los trabajos de Bonavia y Ravines para las pinturas de Cuchimachay Lorenzo Rosello para los geoglifos de Lima (1978), Jaime Miasta para las pinturas del Chinchipe en Cajamarca (1979), Isabel Flores para los petroglifos de Miculla (1979), Jean Guffroy para los petroglifos de Checta (1979), Alberto Bueno para las pinturas del Chinchipe (1982), Núñez Jiménez para los petroglifos de la costa peruana (1986), Ruth Shady y Arturo Ruiz para las pinturas de Amazonas (1987), Alberto Bueno y Terence Griedder para los petroglifos de la Galgada en Ancash (1988), Daniel Morales para Toquepala (1993), entre otros.

En la actualidad las investigaciones son muy numerosas y variadas. Por citar un caso, sólo en Tacna existen relevantes y sistemáticos esfuerzos por estudiar este material cultural y los trabajos de Ravines (1967, 1967-1968, 1986, 1990), Isabel Flores (1979), Ayca Gallegos (1979, 1987), Eloy Linares Málaga (2004), Jesús Gordillo y Marko López (1987), Jesús Gordillo (1989, 1991, 1992, 1993, 1996, 2001, 2007), Adán Umire (2009), Bertha Flores y Cecilia Tirado (2009), J. Gordillo, A. Unimre y G. T. Echevarría (2010) entro otros, son claros ejemplos del interés, continuidad y amplitud de estos estudios.

3

Page 4: ARTE-ipintura-rupestre (1)

Arte

ESCUELA DEL ARTE RUPESTRE REPRESENTANTES

 Las pinturas de la Cañada de Marco se situan a 2 km. del pueblo, en lo alto de un macizo calizo perteneciente a la zona de "Las Guardias" que destaca por su altitud: 897 m., y por un frondoso pinar. Frente  al  macizo  se  halla  el renacimiento del río Martín: el manantial de la "Fuente Hermosa" o "Las Fuentes" donde se eleva la montaña de "Benicozar" de 848 m. encañonando el río y dando vida a alimoches, águilas reales y la colonia de buitres leonados.

El abrigo de la Higuera se halla en un cabezo alto en el margen derecho del barranco de Estercuel a 700 m. de altitud, que permite visionar gran parte del territorio y próximo al manantial denominado "Fuente Caroz" que surge del interior de una profunda cueva. Este conjunto pictórico muestra la figura de un felino, probablemente un lince, un gran ciervo con imágenes arborescentes y figurillas humanas estilizadas, oquedades pintadas, una figurilla antropomórfica y la figura de una mujer desnuda y embarazada, todo ello pudiéndose interpretar como un lugar de adoración a la fertilidad.

 

4