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Revista de arte y arquitectura de la ciudad de Antigua Guatemala.
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ARTE Y ARQUITECTURA
La iglesia de Santa Clara es una obra
arquitectónica perteneciente al estilo Ultra
Barroco. El detalle de su fachada está
decorado con pilastras serlianas.
Pilastra serliana
Hornacina
En 1693, se concedió licencia real para
la fundación de un convento bajo la regla
de San Francisco, el 15 de febrero de 1703
se inició la construcción del convento. Se
usó la misma técnica en el Ayuntamiento
y en unos cuantos otros edifi cios del
siglo XVIII, se usaron las acostumbradas
paredes macizas de mampostería, ladrillo
y argamasa. Se asocia a Diego de Porres
con el Ayuntamiento, y se cree que fue el
arquitecto de la Escuela de Cristo, donde
también se uso este revestimiento de piedra,
se supone que pudiera haber sido también
el arquitecto de la iglesia de Santa Clara.
Detalle de las pilastras serlianas, ruinas del complejo de Santa Clara.
FOTO: CARLOS JIMÉNEZ
SANTA CLARA
La fachada de la iglesia es rica en detalles.
Muestra el paso del tiempo y algunos
daños causados por los terremotos pero sin
duda son detalles que añaden belleza a su
apariencia. Es en verdad hermosa. El interior
muestra corredores con arcos de doble
nivel rodeando al patio y fuente central. La
jardinización es una imagen dulce y pacífi ca,
demás decir agradable.
En general las áreas antiguas de la iglesia se
encuentran despejadas para poder disfrutar
el recorrido, excepto por una donde se
exhiben los bloques caidos durante los
terremotos.
Es sorprendente ver el tamaño de los bloques
de la construcción que fueron derribados, así
como las partes que formaban las cúpulas,
sin duda da una clara idea del poder de los
seísmos de la época.
Durante el recorrido de estas ruinas se
permite visitar el interior subterráneo del
complejo que cumplía entre diversas
funciones, entre ellas espacios funerarios.
EL COMPLEJO DE SANTA CLARA
FOTO: CARLOS JIMÉNEZ
Es un lugar amplio, hermoso. La jardinización resalta a la vista en
su patio central alrededor de la fuente. Se encuentra a tan solo
cuatro cuadras del Parque Central hacia el sureste, justo detrás del
Tanque La Unión.
Columna
Salomónica
Espadaña
SAN PEDRO
La fachada es tradicional con frente alto y
laterales menores, éstos no contienen los
campanarios como otros templos de la
región. Sus detalles y estilo la constituyen
como un ejemplo de arte barroco en la
ciudad. En su costado, sobre la 3ª Avenida
Sur, cuenta con una entrada provista de
una sobria puerta de madera. Las columnas
que la acompañan, así como las de la parte
superior, cuentan con detalles circulares de
tipo salomónico.
Su construcción se remonta a 1654 y es
una de las tantas huellas que José de Porres
dejara en el reino.
Los propósitos desde su origen fueron dar
asistencia hospitalaria a los miembros del
círculo eclesiástico. Fin que fue concretado
y nueve años después de fi nalizada su
construcción comenzó a recibir a los
primeros enfermos. Su nombre está ligado
al Santo Hermano Pedro, quien pudo ver
cómo se convertía en realidad su deseo.
Hornacina
Espadaña
FOTO: CARLOS JIMÉNEZ
LA MERCED
La fachada de la Iglesia de La Merced es de
las más minuciosas y fi namente decoradas.
Es de los mejores ejemplos del estilo barroco
en Guatemala y posee innumerables detalles
como frutas, vegetales, hojas y roleos.
Los roleos son decoraciones a forma de
espiral o en caracol utilizadas para decorar
los capiteles, que son las partes superiores
de las columnas.
El barroco fue también llamado “rococó” y
fue muy propio de europa.
La Iglesia de la Merced de Guatemala sigue
en plenas labores, es solamente la parte del
Convento de la Merced la que permanece
como monumento histórico.
Ventana
Octogonal
Hornacina
Cariátide
FOTO: CARLOS JIMÉNEZ
Columna
Salomónica
Pilastra
Serliana
FOTO: CARLOS JIMÉNEZ
Arco
Rehundido
Alerones
Espadaña
Hornacina
FOTO: CARLOS JIMÉNEZ
CATEDRAL
Sin duda muchos de los materiales utilizados
en la antigua construcción fueron utilizados
para la construcción de este nuevo edifi cio
en 1669 aunque las verdaderas obras de arte
fueron trasladadas a la nueva catedral del
Valle de la Ermita.. Su cimiento de piedra,
su fachada de estilo barroco con detalles
manieristas y renacentistas, además de su
imponente altura y varias imágenes que se
aprecian en la misma, resalta como símbolo
del catolicismo en Antigua Guatemala.
Aunque la construcción se inició en 1542
usando incluso fondos recaudados de la
venta de los vestigios la anterior ciudad inun-
dada en 1541 y de la venta de artículos de
encomiendas de los gobernantes muertos
de aquel entonces, La catedral quedó con
techo de paja durante el siglo XVI, pero fue
sustituido por un techo tallado en madera
también en ese entonces.
FOTO: CARLOS JIMÉNEZ
EL CARMEN
La portada del templo de Nuestra Señora del
Carmen se acentúa por ser de estilo barroco
en la ciudad. Columnas decoradas con
estuco en bocetos fl oreados se relaciona al
estilo barroco, ya que suministra la sensación
de movimiento y mayor fi jeza al inmueble.
Se concedió la libertad para edifi car la
Ermita de Nuestra Señora del Carmen, en
1638, abriéndose el mismo año, pero fue
totalmente arruinada en 1651. Se edifi có un
nuevo santuario, mucho más grandioso, en
1686 y éste sufrió graves por las sacudidas de
1717. Posteriormente de enormes gastos, se
concluyó la tercera edifi cación en 1728. En el
interior de este templo, adornado y decorado
con pinturas e imágenes coloniales en seis
retablos y un ostentoso altar, fue uno de los
más elegantes de la ciudad.
En 1773 El Carmen sufrió deterioros en
julio de, pero sufrió mayor pérdida el 6
de diciembre del mismo año, cuando las
cúpulas del templo se derrumbaron.
Hasta el 4 de febrero de 1976 se podía
observar la imagen de Nuestra señora del
Carmen.
FOTO: CARLOS JIMÉNEZ
LA RECOLECCIÓN
Dos frailes recoletos llegaron para constituir
un convento en 1685, el Cabildo les
difi cultó la libertad para
hacerlo.
Se discutió que la capital no lograba auxiliar
los gastos que eso enlazaba, no sólo en la
edifi cación de la faena, asimismo en las obras
de arte, el sustento del claustro y
mantenimiento de sus
religiosos
FOTO: CARLOS JIMÉNEZ
CAPUCHINAS
La institución del claustro y templo de
Nuestra Señora del Pilar de
Zaragoza,
FOTO: CARLOS JIMÉNEZ
popular como Capuchinas, fue certifi cada
por Felipe V el 5 de mayo de 1725, al arribar
a la Ciudad de Santiago de Guatemala
(hoy La Antigua Guatemala) cinco
monjas institutoras se albergaron,
primeramente, con las
carmelitas en el
claustro de Santa Teresa, hasta traslado a
su nueva casa, obtenida por el Obispo año
sucesivo.
EL ARCO
En 1693, las religiosas pidieron libertad para
ocupar la calle y edifi car un colegio. El Concejo
rechazó obstruir la calle, ya que se hubiera
difi cultado el camino al monasterio de La Merced,
por lo que se edifi có el arco de Santa Catalina
con el objeto de ceder el paso de las abadesas
del encierro desde el claustro y capilla, al colegio.
El pasaje del arco consentía a las religiosas
efectuar con su ordenanza de no ser vistas por
los espectadores.
El claustro progresó y, en 1697, logró su máxima
cabida de 110 religiosas. Al cabo de 50 años, el
número de seguidoras decayó a 49, contando
con una principiante, debido a la institución de
otros claustros en la urbe.
Columna
Salomónica
FOTO: CARLOS JIMÉNEZ
HISTORIA DEL ARTE
GUATEMALTECO II
Carlos Antonio Jiménez Ramírez
Carné 10003058
Sección D2
FOTO: CARLOS JIMÉNEZ