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ARTESANOS NI HIPPIES NI FALOPEROS (Primera Plana - 09/08/73) Una "notita" sobre la Plaza Francia, curiosamente situada en plena época democrática (uno de los pocos periodos constitucionales de aquellos años), publicada en la revista Primera Plana, también curiosamente "progre", en una de sus tantas volteretas ideológicas Daniel Buero. El sábado 28 de julio, desde dos automóviles patrulleros, descendieron varios agentes de la Policía Federal y comenzaron a pedir los "permisos municipales". Muchos de los jóvenes barbados y pelilargos que exhibían sus mercancías, no pudieron presentar la papeleta de la Comuna. Entonces un oficial dijo a cuatro de ellos: "Recojan las cosas y vamos a la seccional". El resto estaba alerta y se movilizó rápidamente en auxilio de los "prisioneros", cuando alguien gritó en demanda de ayuda. Fue el Ipiranga en la feria artesanal de La Recoleta, que puso en marcha el Movimiento de Resistencia

ARTESANOS, Ni Hippies Ni Faloperos (Documento Primera Plana 1973)

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Hippies de los 70

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ARTESANOSNI HIPPIES NI FALOPEROS(Primera Plana - 09/08/73)

Una "notita" sobre la Plaza Francia, curiosamente situada en plena poca democrtica (uno de los pocos periodos constitucionales de aquellos aos), publicada en la revista Primera Plana, tambin curiosamente "progre", en una de sus tantas volteretas ideolgicasDaniel Buero.

El sbado 28 de julio, desde dos automviles patrulleros, descendieron varios agentes de la Polica Federal y comenzaron a pedir los "permisos municipales". Muchos de los jvenes barbados y pelilargos que exhiban sus mercancas, no pudieron presentar la papeleta de la Comuna. Entonces un oficial dijo a cuatro de ellos: "Recojan las cosas y vamos a la seccional". El resto estaba alerta y se moviliz rpidamente en auxilio de los "prisioneros", cuando alguien grit en demanda de ayuda. Fue el Ipiranga en la feria artesanal de La Recoleta, que puso en marcha el Movimiento de Resistencia de los Artesanos de Buenos Aires.

POR AMOR AL ARTE... DE SOBREVIVIRAlrededor de 2.000 artesanos activos en la Capital Federal, ms que una vocacin explosiva por las artes manuales, demuestran el alarmante ndice de desocupacin que, segn clculos optimistas, afecta a un milln y medio de ciudadanos aptos para el trabajo.Un porcentaje muy reducido posee antecedentes acadmicos o profesionales. La gran mayora aprendi los secretos del repujado, del moldeo cermico o la fabricacin de abalorios, urgida por la necesidad de la subsistencia y con el auxilio de amigos iniciados. Pero todos tienen en comn la dura tarea semanal del taller -improvisado y desprovisto- y el sbado y el domingo para la experiencia comercial.Marcelo, 27 aos, estudiante de Letras, asegura: "Hay que pasar muchas horas en el taller, romperse las manos, para lograr una produccin que nos permita subsistir". No es el nico estudiante que nutre la gran legin de artesanos de Buenos Aires. Provienen, en su mayora, de las carreras humansticas. Curiosamente, los estudiantes de ciencias demuestran una marcada tendencia por los conchabos administrativos.Tambin se advierte la presencia de escritores an desconocidos, de actores, titiriteros, y hasta de ex periodistas. Contrariamente a lo que se ha dicho en algunas oportunidades, apresuradamente por cierto, los artesanos no militan activamente en poltica, aunque casi todos anhelan un proceso revolucionario que cambie al pas desde sus bases. Tampoco son vagos ni viciosos, al menos como caracterstica predominante en el conjunto.. Se los suele confundir con los hippies, por sus apariencias desaliadas. Pero a diferencia de los hippies se baan a menudo y no rechazan, al menos de manera prctica, a la sociedad de consumo de la que se sirven y con la que conviven armoniosamente, aunque criticndola.PLAZAS SI, CALABOZOS NO"Cada da nace en Buenos Aires, un par de artesanos. Cuando los jvenes se cansan de acudir a los reclamos de los avisos de los diarios sin obtener empleos decentes, les quedan dos caminos: aprender a fabricar objetos con sus manos o hacerse delincuentes. No somos resignados como los orientales y no nos gusta morirnos de hambre. Las autoridades deberan alentar estas actividades nuestras en vez de perseguirnos. Algo raro debe ocurrir con nosotros para que algunos funcionarios municipales y policiales no nos dejen trabajar en paz".

La reflexin, formulada ante el cronista de PRIMERA PLANA, pertenece a Eduardo, un flaco interminable, de 20 aos de edad y mirada muy adulta.Lo que ocurre es que los funcionarios encargados de plazas y paseos pblicos de la Comuna metropolitana, son reacios a la presencia de los artesanos en los predios destinados al paseo de nios, matronas y jubilados. Un concepto esttico antiguo y por dems burgus, horroriza la conciencia de los funcionarios municipales cuando tienen que autorizar la actividad artesanal en los paseos pblicos. Las limitaciones no se fundamentan en cuestiones prcticas sino tradicionales. Por eso, cuando los artesanos fueron confinados ante las murallas del cementerio de la Recoleta, no se tuvo en cuenta el crecimiento de esta original, aunque antigua, actividad laboral. Y a corto plazo fue mayor la cantidad de artesanos sin permiso que mercaba sus industrias en plaza Francia.Peridicamente, la polica realiz impresionantes y violentas razzias en la zona. Los argumentos fueron diversos -a menudo falaces-: vagancia, desorden, atentados a la higiene pblica, "fumatas" de marihuana. Tambin, durante la dictadura militar, las redadas procuraron pescar extremistas. En realidad, la polica acta acuciada "desde arriba" -el nuestro es un pas con muchos fantasmas en la terraza- por denuncias de prominentes vecinos de los paseos donde los artesanos exhiben sus mercancas. "Dan mal aspecto, viste?", confi una seorita "tilinga", vecina de plaza Francia, cuando el cronista le pidi su opinin."Las persecuciones cesaron el 25 de mayo y se reanudaron a poco de renunciar a la presidencia el doctor Cmpora", seala Eugenia, 30 aos, fabricante de collares. El sbado 28 de julio, la represin policial dio nacimiento, en forma efectiva, a la Asociacin Gremial de Artesanos, que ha iniciado su afiliacin a la CGT. Tras el xito logrado el 28 de julio -obtuvieron la liberacin de sus compaeros detenidos y la devolucn de sus mercancas- agregaron otra conquista: el permiso precario, hasta tanto la Municipalidad reglamente la actividad comercial de los artesanos, en plaza San Martin. La autorizacin fue conferida por la Sala de Representantes de la ciudad de Buenos Aires. "Para nosotros, esto es una fuente de trabajo. No somos ni hippies ni faloperos. Reclamamos plazas, no calabozos", protest airada Gabriela, 20 aos.Y Policarpo Ruiz, un actor, dramaturgo, titiritero e ingenioso trashumante, calific al Movimiento Artesanal como revolucionario en su contenido. "Mira: junto con Alfredo Ryczaj y Mara Alvarez, estamos escribiendo, aqu, en la plaza, un largo relato que se titular "La Revolucin de los Pibes". Estamos contando Io que piensa y lo que hace el pibe que todos llevamos en nosotros. Porque los pibes son los nicos revolucionarios autnticos; saben denunciar la injusticia. Y lo que hacen con nosotros es una injusticia. Por eso, como somos ms pibes que algunos funcionarios, denunciamos las injusticias y estamos unidos. Con sentimiento revolucionario". Policarpo tiene 43 aos, fabrica marionetas, y el pibe que lleva adentro es contundentemente sano.