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EL GRAN SALTO HACIA ADELANTE QUE LA POLITICA CHILENA NO PARECE CAPAZ DE IMPULSAR Oscar Landerretche Gacitúa Ph.D. Universidad de Oxford, Profesor Conferenciante de la Universidad de Talca (FACE) Los países que actualmente integran la OCDE, el “club” al que ingresamos hace poco, reunían, a comienzos de los años 1980’s, tres cuartos de la producción mundial medida adecuadamente, es decir, en dólares internacionales de paridad poder de compra (de acuerdo a las cifras del Fondo Monetario Internacional, WEO Septiembre 2011). Treinta años después reúnen poco más de la mitad del PIB mundial, medido de la misma manera. En otras palabras, el crecimiento económico más potente ha estado fuera de la OCDE, no dentro de ella. En general, era razonable esperar que un club de países más desarrollados creciera más lento que los países en vías de desarrollo. Todas las teorías del crecimiento, en el marco de mercados crecientemente globalizados, apuntan hacia una convergencia que se logra sobre la base de que aquellos países que están menos desarrollados y que ofrecen enormes oportunidades para la inversión, el cambio tecnológico, el cambio institucional y el progreso, crezcan a velocidades más altas que los países más desarrollados. De los treinta países que más han crecido en los últimos 25 años, la OCDE sólo incluye a Chile, Irlanda, Polonia y Portugal que representan, en conjunto, menos del 2% del PIB mundial, de manera que pesan muy poco en el total. China, Corea del Sur, Viet Nam, Taiwan, Mozambique, Tailandia, India, Myanmar y Singapur, que son los que más han crecido en esos 25 años, no pertenecen a la OCDE. Chile, una economía cuyo ritmo de crecimiento es el que sigue a los países antes mencionados en el ranking mundial, es la economía que más ha crecido en la OCDE en ese período. Por ser, junto a Méjico y Turquía, los tres países con menor PIB por habitante del “club”, tiene todavía un enorme potencial de crecimiento futuro si aprovecha las oportunidades tecnológicas e institucionales que las experiencias de los países más desarrollados ofrecen. No hay duda de que cada país “hace camino al andar”, es decir, construyen, hasta cierto punto, un camino propio. Sin embargo, esto es solamente hasta cierto punto. El grueso de los factores que permiten el desarrollo no son ni pueden ser muy diferentes de los que han logrado construir los países más avanzados, especialmente aquellos que se han desarrollado en épocas recientes, como Corea del Sur y aquellos que son de menor tamaño, demográfico y económico, como es el caso de Nueva Zelandia y Finlandia. Los países que avanzaron más rápido, como Finlandia y Singapur (país pequeño no perteneciente a la OCDE), lo hicieron con estrategias deliberadas de transformación de sus aparatos productivos, convocando a todos los actores, públicos y privados. Nueva Zelandia, en cambio, siguió un camino menos deliberado, pero siempre le dio gran importancia a la inversión en educación de sus ciudadanos.

ARTICULOS DE OSCAR LANDERRETCHE EN DIARIO EL CENTRO 2012-2014.pdf

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  • EL GRAN SALTO HACIA ADELANTE QUE LA POLITICA CHILENA NO PARECE CAPAZ DE IMPULSAR

    Oscar Landerretche Gacita Ph.D. Universidad de Oxford,

    Profesor Conferenciante de la Universidad de Talca (FACE)

    Los pases que actualmente integran la OCDE, el club al que ingresamos hace poco, reunan, a comienzos de los aos 1980s, tres cuartos de la produccin mundial medida adecuadamente, es decir, en dlares internacionales de paridad poder de compra (de acuerdo a las cifras del Fondo Monetario Internacional, WEO Septiembre 2011). Treinta aos despus renen poco ms de la mitad del PIB mundial, medido de la misma manera. En otras palabras, el crecimiento econmico ms potente ha estado fuera de la OCDE, no dentro de ella. En general, era razonable esperar que un club de pases ms desarrollados creciera ms lento que los pases en vas de desarrollo. Todas las teoras del crecimiento, en el marco de mercados crecientemente globalizados, apuntan hacia una convergencia que se logra sobre la base de que aquellos pases que estn menos desarrollados y que ofrecen enormes oportunidades para la inversin, el cambio tecnolgico, el cambio institucional y el progreso, crezcan a velocidades ms altas que los pases ms desarrollados. De los treinta pases que ms han crecido en los ltimos 25 aos, la OCDE slo incluye a Chile, Irlanda, Polonia y Portugal que representan, en conjunto, menos del 2% del PIB mundial, de manera que pesan muy poco en el total. China, Corea del Sur, Viet Nam, Taiwan, Mozambique, Tailandia, India, Myanmar y Singapur, que son los que ms han crecido en esos 25 aos, no pertenecen a la OCDE. Chile, una economa cuyo ritmo de crecimiento es el que sigue a los pases antes mencionados en el ranking mundial, es la economa que ms ha crecido en la OCDE en ese perodo. Por ser, junto a Mjico y Turqua, los tres pases con menor PIB por habitante del club, tiene todava un enorme potencial de crecimiento futuro si aprovecha las oportunidades tecnolgicas e institucionales que las experiencias de los pases ms desarrollados ofrecen. No hay duda de que cada pas hace camino al andar, es decir, construyen, hasta cierto punto, un camino propio. Sin embargo, esto es solamente hasta cierto punto. El grueso de los factores que permiten el desarrollo no son ni pueden ser muy diferentes de los que han logrado construir los pases ms avanzados, especialmente aquellos que se han desarrollado en pocas recientes, como Corea del Sur y aquellos que son de menor tamao, demogrfico y econmico, como es el caso de Nueva Zelandia y Finlandia. Los pases que avanzaron ms rpido, como Finlandia y Singapur (pas pequeo no perteneciente a la OCDE), lo hicieron con estrategias deliberadas de transformacin de sus aparatos productivos, convocando a todos los actores, pblicos y privados. Nueva Zelandia, en cambio, sigui un camino menos deliberado, pero siempre le dio gran importancia a la inversin en educacin de sus ciudadanos.

  • Chile se parece a estos pases en lo que se refiere a su orientacin exportadores y su apertura econmica, desarrolladas en el ltimo cuarto del siglo pasado, pero no se parece a ellos en cuanto a la capacidad de convocar a todos los actores productivos y educativos, pblicos y privados, para pensar en conjunto una transformacin productiva que genere ventajas comparativas dinmicas, rompa las inercias primario-exportadoras y permita aprovechar plenamente las oportunidades que el dinamismo y la estabilidad del pas ha permitido crear. Los Gobiernos de la Concertacin, comprendieron tarda y tmidamente que tendran que introducir elementos de cooperacin estratgica, entre los sectores pblico y privado, para pensar en aglomeraciones productivas (clusters) con potencial de desarrollo. Buena parte de lo que entonces se hizo, se ha ido eliminado en los primeros dos aos del actual Gobierno y no hubo capacidad suficiente como para cuestionar esta regresin o levantar una oposicin contundente a ella. Ello se debe, en buena parte, a que la estrategia en cuestin fue tmida y tarda, no siendo capaz de generar las fuerzas econmicas, sociales e intelectuales que la defendieran con fuerza. En teora hemos regresado al mundo de las polticas horizontales, es decir, de las polticas econmicas que no se pronuncian sobre la especializacin productiva que se va acentuando en Chile, fuertemente centrada en el cobre y unos pocos productos primarios o semi-elaborados. Sin embargo, justo cuando se plantea la necesidad de una revolucin, de un gran salto hacia adelante en la poltica ms horizontal de todas, la que se refiere a la educacin que requieren y demandan todas las chilenas y chilenos, parece que tampoco se desea avanzar muy rpido. Todo bien gradual, con cuenta-gotas, como si el pas no pudiera. Nada que ver con Singapur o Finlandia. Nada que ver con Corea del Sur.

    Olg/02.04.12

  • DOS FALLAS PRINCIPALES DEL PROYECTO TRIBUTARIO DEL GOBIERNO

    Oscar Landerretche Gacita Ph.D. Universidad de Oxford, Profesor Conferenciante de la Universidad de Talca (FACE)

    La propuesta de reforma tributaria surgi casi al mismo tiempo que los

    planteamientos sobre educacin. La carga tributaria en 33 pases de la OCDE (el Club de pases con buenas prcticas al que ingres Chile recientemente), con datos para 45 aos en el caso de cada uno (desde 1965 a 2009) genera una base de datos con 1.485 casos, cada uno de ellos correspondiente a un pas en un ao determinado. Excluyendo de los ingresos estatales, aquellos que corresponden a imposiciones o contribuciones previsionales, porque distorsionan el anlisis de la carga tributaria ya que en ciertos pases toda la previsin social es estatal (lo cual infla la carga tributaria) y en otros, como Chile buena parte de ella est en manos de entidades privadas, puede deducirse que si Chile se comportara como el promedio de las economas de la OCDE con similar nivel de produccin por habitante (PIB per cpita a precios de paridad poder de compra), su carga tributaria debera ser ms alta que la actual, en alrededor de cinco puntos porcentuales del PIB, esto es, unos 12.500 millones de dlares ms a precios corrientes del presente ao.

    Esa cifra es ms del doble de lo que se requerira para introducir una reforma

    educacional de gran alcance, un gran salto hacia adelante, como el que dieron alguna vez Corea del Sur, Singapur o Finlandia, una reforma cuya gradualidad ser inevitablemente el resultado de lo que se demora implementar una reforma as, dado que no basta con tener los recursos y es necesario generar los ajustes institucionales y promover las prcticas que harn posibles los avances efectivos.

    En primer lugar, es lamentable que la propuesta tributaria del Gobierno recaude

    unos 2.700 millones de dlares de EEUU, anualmente, cifra muy inferior a la requerida y que, en segundo lugar, dos tercios de los recursos que se pretende recaudar se destinen a financiar rebajas tributarias que, o no son progresivas en el campo redistributivo, o benefician, derechamente, a los sectores de ms altos ingresos. Dentro de esto ltimo es particularmente lamentable que la reduccin en las tasas del Impuesto a la Renta (Segunda Categora y Global Complementario) y los descuentos por gastos en educacin favorezcan slo a alrededor de un 19% de los contribuyentes, los de ms altos ingresos, que son los nicos que no estn exentos de los tributos mencionados, ver el Cuadro siguiente. En efecto, a los exentos se les mantiene la tasa en cero y no pueden descontar gastos en educacin de unos impuestos que hoy no pagan.

    De hecho, la mayor parte de los beneficiados (alrededor de un 12%) que ganan

    entre $535.262.- y $1.189.470.- mensuales, en promedio, es decir, contribuyentes que probablemente pertenecen a hogares de clase media (aunque algunos pueden ser la segunda fuente de ingresos del trabajo de un hogar acomodado), recibirn menos de $5.000 mensuales de beneficio por la reduccin en las tasas, es decir, menos de 0,41% de incremento en su ingreso disponible, mientras, en el extremo opuesto, quienes obtienen ms de $.5.947.350.-, van a obtener ms de $128.611.- de beneficio mensual (esto es ms de un 2,16% de incremento en su ingreso disponible) y, como puede verse en el cuadro, en el caso de aquellos que ganan del orden de los $12.000.000.- mensuales, el incremento en su ingreso disponible superar el 3% y las sumas involucradas sern mayores a $366.000.- mensuales adicionales.

  • Todo aquello implica un uso regresivo de los recursos recaudados con las alzas de impuestos. De hecho se destinan a esta reduccin regresiva en las tasas y a los descuentos regresivos por gasto en educacin particular, del orden de 710 millones de dlares de los EEUU, al ao, en vez de incrementar los fondos que permitira hacer una reforma educacional verdaderamente progresiva y ms profunda. Agrguese, a ello, que los descuentos por gastos en educacin particular, discriminan en contra de la educacin estatal (por ahora municipalizada) e incrementan la segregacin social que caracteriza al sistema educacional chileno, incentivando a los sectores de ms altos ingresos a optar por la educacin privada.

    Olg/c.c.arch.14.05.12

    EFECTO DE LA PROPUESTA DEL GOBIERNO EN LOS IMPUESTOS A LA RENTA DE SEGUNDA CATEGORIA Y GLOBAL COMPLEMENTARIO

    TRAMOS EN UTA* CONTRIBUYENTES INGRESO IMPONIBLE PROMEDIO TASAS MARGINALES MAYOR INGRESO % DE AUMENTO DEL

    UTA = EN EL AO 2011 MENSUAL PESOS ($) MAYO 2012 VIGENTE PROYECTO V-PR DISPONIBLE MENSUAL

    0 a 13,5 6.665.459 81,15% 0 a 535.262 0,00% 0,00% 0,00% 0 a 0 0,00% a 0,00%

    13,5 a 30 1.005.822 12,25% 535.262 a 1.189.470 5,00% 4,25% 0,75% 0 a 4.907 0,00% a 0,41%

    30 a 50 282.596 3,44% 1.189.470 a 1.982.450 10,00% 8,75% 1,25% 4.907 a 14.819 0,41% a 0,75%

    50 a 70 117.677 1,43% 1.982.450 a 2.775.430 15,00% 13,50% 1,50% 14.819 a 26.714 0,75% a 0,96%

    70 a 90 59.689 0,73% 2.775.430 a 3.568.410 25,00% 22,50% 2,50% 26.714 a 46.538 0,96% a 1,30%

    90 a 120 44.429 0,54% 3.568.410 a 4.757.880 32,00% 28,80% 3,20% 46.538 a 84.601 1,30% a 1,78%

    120 a 150 17.031 0,21% 4.757.880 a 5.947.350 37,00% 33,30% 3,70% 84.601 a 128.611 1,78% a 2,16%

    150 20.889 0,25% 5.947.350 40,00% 36,00% 4,00% 128.611 2,16% o ms

    150 a 180 5.947.350 a 7.136.820 40,00% 36,00% 4,00% 128.611 a 176.190 2,16% a 2,47%

    180 a 210 7.136.820 a 8.326.290 40,00% 36,00% 4,00% 176.190 a 223.769 2,47% a 2,69%

    210 a 240 8.326.290 a 9.515.760 40,00% 36,00% 4,00% 223.769 a 271.348 2,69% a 2,85%

    240 a 270 9.515.760 a 10.705.230 40,00% 36,00% 4,00% 271.348 a 318.927 2,85% a 2,98%

    270 a 300 10.705.230 a 11.894.700 40,00% 36,00% 4,00% 318.927 a 366.505 2,98% a 3,08%

    * UTA: Unidad tributaria anual.

    CALCULOS DE OSCAR LANDERRETCHE GACITUA , ACADEMICO UNIV. DE CHILE (INAP) Y PROFESOR CONFERENCIANTE UNIV. DE TALCA (FACE)

    INGRESO DISPONIBLE

    o ms o ms

    475.788

    o ms

  • LA HORA DE LA RESPONSABILIDAD CIUDADANA

    Oscar Landerretche Gacita Ph.D. Universidad de Oxford, Profesor Conferenciante de la Universidad de Talca (FACE)

    Es evidente que a muchas personas les empieza a parecer legtimo e, incluso, necesario, movilizarse para protestar, demandar o exigir soluciones a sus problemas especficos. En algunos casos, las demandas logran articularse en torno a movimientos nacionales, como el que logr desarrollar el movimiento estudiantil durante el ao pasado. En otros, se plantea una aspiracin de carcter sectorial o local, ms restringida, pero se le intenta dar una proyeccin nacional, como marco (la descentralizacin, un nuevo trato para las regiones, las calidad de vida de los vecinos de establecimientos industriales contaminantes, etc.), sin embargo, en varios de estos casos, el planteamiento es claramente local y se resuelve con ese alcance. No creo que sea malo que una sociedad democrtica cuestione los mecanismos formales de representacin y peticin y que los desafe desde la protesta masiva, siempre y cuando ella sea controlada dentro de los marcos que protegen los derechos de todos los ciudadanos, incluidos los que no protestan y los que se oponen a las protestas. Lo que no parece razonable es que se vaya convirtiendo en algo normal el uso de violencia extrema, sea por parte de carabineros o por parte de grupos particularmente radicalizados que agreden a los que se les oponen con una violencia inaceptable. Ningn ciudadano o ciudadana puede mantenerse pasivo frente a las provocaciones que presenciamos. El pas, cuyas calles se toman la delincuencia y la violencia, es nuestro pas. Tenemos obligaciones ciudadanas con l, no solo derechos. Nuevamente, estamos en riesgo de actuar sobre la base de una insuficiente consciencia sobre el valor de lo que podemos perder: la paz, la tranquilidad y la convivencia que se estn resquebrajando de manera demasiado preocupante. No creo que el desorden y la intolerancia sean de izquierda. Nunca lo cre. No creo que el orden sea patrimonio de la derecha y tampoco creo que slo se pueda conseguir con base en opresin y persecucin de los adversarios. El orden civilizado se fundamenta en la aceptacin de ciertas reglas fundamentales. El desorden se propaga cuando todo se percibe corrompido y carcomido por el abuso de los ms dbiles. Cada vez que Chile ha ingresado en una fase de confrontaciones polticas y sociales agudas su crecimiento econmico se ha estancado de manera absoluta, como ocurri entre 1810 y 1830, entre 1910 y 1936 y entre 1970 y 1986. En 1830, el Producto Interno Bruto por habitante era prcticamente el mismo que en 1810 y algo similar ocurri en 1936, respecto de 1910 y en 1986, respecto de 1970. Tres perodos de estancamiento a largo plazo, que suman 62 aos perdidos para el crecimiento, ms de un 30% de los dos siglos que han transcurrido desde la Independencia. Quiero pensar que somos muchos y muchas los que estamos atentos a lo que est ocurriendo y que nos damos cuenta que las tensiones acumuladas en dcadas de opresin, primero, y de auto represin, en medio de la transicin, despus, deben canalizarse positivamente hacia cambios educacionales e institucionales que recompongan la credibilidad erosionada y avancen hacia una sociedad de verdaderas oportunidades para todos, especialmente para todos los jvenes.

  • Aquello es lo que realmente se requiere para dar un salto adelante, del que hemos hablado en otras ocasiones, un salto adelante hacia el desarrollo, un cambio profundo en nuestra forma de hacer las cosas, hacia una competitividad internacional basada en la calidad de lo que hacemos, la creatividad en lo que hacemos, la integracin de los esfuerzos de todos los sectores y no solamente la disponibilidad de ciertos recursos naturales cuya propiedad, por lo dems, est altamente concentrada.

    La reduccin de las brechas entre las oportunidades que les ofrecemos a nuestros

    jvenes, ricos y pobres, es un requisito del desarrollo, no un resultado del crecimiento que debamos esperar mecnicamente. La reduccin de las brechas de oportunidades incluye darle segundas oportunidades a los que ya no son tan jvenes, a los que pueden dar mucho ms si se les ofrece un apoyo adecuado. Pero, claro, nos dicen que no hay recursos para nada de esto, que es mejor reducirle los impuestos a la renta y de timbres y estampillas a los que concentran buena parte de los ingresos y el crdito, al 10% o 15% ms acomodado. Se recaudan 2.700 millones de dlares con una propuesta tributaria y slo se destinan entre 700 y 1.000 millones, si los clculos sobre recaudacin no son demasiado optimistas, a todo lo que gran parte de la nacin clama por resolver. Si los clculos son demasiado optimistas, como lo han sealado algunos expertos, entonces slo habr rebajas tributarias regresivas y rebajas arancelarias sin un claro impacto redistributivo.

    Es razonable esperar una reforma tributaria que financie una redistribucin, en

    serio, de las oportunidades en nuestra sociedad cuando se ha elegido a un Gobierno que tiene un pensamiento distinto? No lo creo. Hay que aprender a ejercer la responsabilidad ciudadana con el voto y elegir gobiernos que avancen hacia adonde el pas lo requiere, para fortalecer la convivencia, fortalecer nuestras instituciones, consolidar nuestro crecimiento y avanzar hacia el desarrollo.

    Olg/c.c.arch./11.06.12

  • CRECIMIENTO ECONMICO EN LOS PAISES AVANZADOS Y EN DESARROLLO

    Oscar Landerretche Gacita Ph.D. Universidad de Oxford, Profesor Conferenciante de la Universidad de Talca (FACE)

    El Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo creado en 1944 con el nimo de ordenar las relaciones entre las monedas de los distintos pases una vez que terminara la Segunda Guerra Mundial, es una de las Fuentes ms importantes de informacin sobre la economa mundial.

    En la actualidad el FMI presenta la informacin pas por pas pero tambin agrupa a los que son similares y presenta, como agrupacin bsica, una divisin entre dos grupos: las 34 economas avanzadas y las 150 economas restantes a las que denomina en desarrollo.

    El grupo selecto de las economas avanzadas incluye a Estados Unidos; un grupo de 21 de los 27 pases de la Unin Europea (slo excluye a Bulgaria, Hungra, Letonia, Lituania, Rumania y Polonia); un grupo de 8 pases en diversos continentes (Australia, Canad, Chipre, Islandia, Israel, Nueva Zelandia, Malta y Suiza) y un grupo de 4 pases asiticos cuyo dinamismo les ha permitido llegar a integrarse a este selecto grupo: Corea, Hong Kong, Singapur y Taiwn.

    El resto de los pases del mundo, incluidos los seis pases de la Unin Europea que, como ya se mencion, no se consideran avanzados, todos los pases de Europa Oriental, la abrumadora mayora de los pases de Asia y todos los de Amrica Latina y frica, integran el grupo de los 150 pases en desarrollo.

    De acuerdo a las cifras del FMI, hacia 1992 los pases hoy avanzados reunan un 64% de la produccin mundial aunque slo representaban un 17% de la poblacin, en cambio los pases en desarrollo reunan slo un 36% de la produccin mundial, pero con un 83% de la poblacin total.

    En la actualidad, los mismos pases hoy avanzados renen slo un 50% de la produccin mundial (en 1992 era un 64%) aunque su participacin en la poblacin total ha bajado mucho menos llegando a un 15% (en 1992 era un 17%).

    En otras palabras, como puede verse en el Grfico, los150 pases en desarrollo que hoy renen un 85% de la poblacin mundial (en 1992 era un 83%) han logrado equiparar la produccin de los 34 pases avanzados y han logrado reducir el diferencial de produccin por habitante (PIB per cpita) desde 8,7 veces en 1992 hasta 5,7 veces en 2012.

    No hay duda de que los pases en desarrollo han venido creciendo, en promedio, bastante ms que los pases avanzados, y esto es lo que muestran estas cifras, pero ello no significa que todos lo estn haciendo bien.

    Pases como China, Viet Nam, Mozambique, India, Cambodia, Tailandia, Botsuana, Tailandia y Chile estn entre los que crecen ms rpidamente en los ltimos 25 aos y estn reduciendo su brecha con los pases avanzados, por lo menos su brecha cuantitativa, es decir, en trminos de produccin por habitante.

    Sin embargo, hay muchos pases en desarrollo para los cuales este apelativo resulta discutible porque crecen ms lento que los pases avanzados y en muchos casos, incluso no crecen o estn retrocediendo en trminos cuantitativos.

  • Pases como Kenia, Gambia, Venezuela, Zambia, Lbano, Gabn, Nigeria, Burundi, Togo, Guinea-Bissau, Madagascar, Hait, Repblica Central Africana, Sierra Leona, Costa de Marfil, Camern, Repblica Democrtica del Congo y Libia, tienen hoy una produccin por habitante inferior a la que registraban hace 25 aos, de manera que no slo estn incrementando su brecha con respecto a los pases avanzados sino que estn intensificando sus conflictos sociales y polticos, la inestabilidad que ello conlleva y, en definitiva el crculo vicioso del subdesarrollo (por algunos llamado trampa de pobreza).

    En suma, no debemos olvidarnos de la extrema desigualdad que se presenta a escala internacional y de la acentuacin progresiva de esta desigualdad. Es cierto que la superacin de la crisis de la economa de mercado capitalista, focalizada en los pases avanzados ha centrado toda la atencin en sus problemas, incluso en aquellos de carcter social. Sin embargo, parece razonable mirarlos, tambin, desde el punto de vista de los pases ms necesitados: es el mundo, en su conjunto, el que requiere que los pases avanzados se recuperen, que demanden productos provenientes del resto de los pases, que inviertan y aporten tecnologa al resto de los pases.

    Olg/c.c.arch./05.10.12

    30%

    35%

    40%

    45%

    50%

    55%

    60%

    65%

    70%

    1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012

    PARTICIPACION DE LAS 34 ECONOMIAS HOY CONSIDERADAS 'AVANZADAS' POR EL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL

    PARTICIPACION DE LAS 150 ECONOMIAS HOY CONSIDERADAS 'EN DESARROLLO' POR EL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL

    PARTICIPACION DE LAS ECONOMIAS AVANZADAS Y LAS ECONOMIAS EN DESARROLLOEN LA PRODUCCION MUNDIAL

    FUENTE: FONDO MONETARIO INTERNACIONAL, WEO APRIL 2012.(PORCENTAJES DEL PIB MUNDIAL CALCULADOS EN DOLARES INTERNACIONALES PPC)

  • POSIBLES CONSECUENCIAS ECONOMICAS DEL TRIUNFO DEL PRESIDENTE OBAMA EN LOS EEUU

    Oscar Landerretche Gacita Ph.D. Universidad de Oxford,

    Profesor Conferenciante de la Universidad de Talca (FACE) La victoria del Presidente Obama en las elecciones estadounidenses del Martes 6 de Noviembre recin pasado, revisten gran importancia para todos los pases del mundo. En el caso de las economa pequeas y abiertas, cuyo desempeo depende principalmente del dinamismo de las exportaciones y de la continuidad de los flujos internacionales de capital y tecnologa, loa planteamientos que haba hecho el candidato republicano, el contendor de Obama, haban creado una sombra de preocupacin sobre una posible confrontacin comercial y poltica ms aguda entre los EEUU y China, debido a la insistencia del candidato Romney en cuanto a confrontar al Gobierno Chino y enrostrarle el incumplimiento reiterado de las normas propias de la competencia leal, que, en opinin del candidato, se han vulnerado a travs de la piratera y el uso de dispositivos artificiales de abaratamiento relativo de los productos de origen chino. EEUU tiene un alto dficit comercial, del orden de 500 billones de dlares anuales, con el resto del mundo. Cerca de este dficit es con China. El dficit implica un endeudamiento sostenido que destruira a cualquier economa del mundo, excepto que en el caso de los EEUU, se trata de un pas que se beneficia por ser el emisor de una moneda que sigue ocupando un rol fundamental en las transacciones internacionales y que representa buena parte de las reservas internacionales que tienen todos los pases. En consecuencia, EEUU se beneficia de un seoreaje a nivel internacional, es decir, de la ventaja que tienen quienes emiten una moneda y que pueden usar la emisin como fuente de recursos para cubrir sus dficits, en vez de contraer una deuda creciente. Por cierto, el trmino seoreaje proviene del privilegio que tenan los seores medievales que acuaban monedas y aprovechaban este mecanismo. Esto no significa que los EEUU no estn endeudados, pero implica que lo estn menos que lo que lo estaran si su moneda dejara de ser aceptada como divisa fundamental en las transacciones internacionales. A esta situacin contribuyen las dificultades que muestra el Euro que, de lo contrario, podra haberle hecho la vida mucho ms difcil a la economa de los EEUU. Obama tiene un enfoque menos confrontacional respecto a China, a pesar de que no desconoce el problema estructural que implican los desbalances comerciales que su pas mantiene que el gigante asitico. Podra esperarse una mayor presin sobre China para que cumpla de manera adecuada con las normas de la Organizacin Mundial de Comercio y con las normas internacionales de Propiedad Intelectual, pero tendra que estar muy aproblemado por la situacin econmica y social interna para que llegara a los extremos que Romney anunciaba como medidas inmediatas, a ser aplicadas al comienzo de su mandato. Desde este punto de vista, podemos esperar un enfoque ms prudente y ms negociado de los conflictos econmicos que se han creado por los desbalances competitivos que se van generando en el mundo. Tal como lo indican las teoras neo-schumpeterianas del ciclo econmico capitalista (una excelente exponente de ellas,

  • disponible en espaol es Carlota Prez, ver, por ejemplo, Revoluciones Tecnolgicas y Capital Financiero. La dinmica de las grandes burbujas financieras y las pocas de bonanza, Siglo XXI Editores, Mjico, 2004) los fundamentos tecnolgicos y productivos de la crisis mundial que se asom a comienzos de la dcada pasada y que, finalmente, explot en 2008, requieren que se ajuste la institucionalidad internacional y que se enfrenten las tensiones engendradas por el progreso tecnolgico y econmico. Versiones puramente monetarias o financieras, de las crisis econmicas, pierden de vista sus fundamentos y terminan, sorprendentemente (o no tanto a estas altura) culpando a sus manifestaciones, es decir, a sus efectos: as vemos a una cantidad de analistas que pretenden culpar a los dficits fiscales de la crisis econmica, olvidndose de que ellos se salieron de control cuando hubo que salvar a los bancos y entidades financieras al borde del colapso y cuando la propia contraccin de la economa redujo la recaudacin tributaria e increment la carga por subsidios de desempleo. Obama ha planteado una visin ms realista de la crisis y se ha propuesto avanzar en los aspectos de competitividad real e independencia energtica que la economa de los EEUU requiere alcanzar para reducir sus dficits comerciales estructurales. Si lo logra, se inaugurara una tendencia hacia la baja de los precios del petrleo y sus derivados, que nos conviene (aunque puede posponer los avances que deben hacerse en materia de diversificacin de la matriz energtica) En cuanto a China, un incremento en la presin para que sincere sus prcticas cambiarias y comerciales, la obligara a depender ms de la demanda interna y aceptar una apreciacin real de su tipo de cambio (un aumento de las remuneraciones reales) que encarecera sus productos exportables y moderara los supervits comerciales con el resto del mundo. Como la expansin del capitalismo mundial no termina en China, ni en esta fase ni en las prximas, y estn India y otros pases asiticos y latinoamericanos en la fila, no es razonable esperar que los EEUU supere tan fcilmente sus problemas de competitividad, pero pases como el nuestro deben entender que China no ser siempre el mismo mercado dinmico que es hoy para nuestras exportaciones y que hay que invertir tempranamente en relaciones comerciales, reputacin y todo tipo de lazos con otras economas emergentes. En cuanto al futuro de los dficits fiscales no slo en EEUU sino tambin en Japn y Europa, el camino del reequilibrio fiscal con expansin econmica (usando variantes del enfoque que plantea aprovechar que el gato pblico tiene un efecto multiplicador ms alto que el efecto negativo de impuestos de monto equivalente) parece lo ms sensato desde el punto de vista econmico y poltico.

    Olg/07.11.12

  • POSIBLES CONSECUENCIAS ECONOMICAS DEL TRIUNFO DEL PRESIDENTE OBAMA EN LOS EEUU

    Oscar Landerretche Gacita Ph.D. Universidad de Oxford,

    Profesor Conferenciante de la Universidad de Talca (FACE) La victoria del Presidente Obama en las elecciones estadounidenses del Martes 6 de Noviembre recin pasado, revisten gran importancia para todos los pases del mundo. En el caso de las economa pequeas y abiertas, cuyo desempeo depende principalmente del dinamismo de las exportaciones y de la continuidad de los flujos internacionales de capital y tecnologa, loa planteamientos que haba hecho el candidato republicano, el contendor de Obama, haban creado una sombra de preocupacin sobre una posible confrontacin comercial y poltica ms aguda entre los EEUU y China, debido a la insistencia del candidato Romney en cuanto a confrontar al Gobierno Chino y enrostrarle el incumplimiento reiterado de las normas propias de la competencia leal, que, en opinin del candidato, se han vulnerado a travs de la piratera y el uso de dispositivos artificiales de abaratamiento relativo de los productos de origen chino. EEUU tiene un alto dficit comercial, del orden de 500 billones de dlares anuales, con el resto del mundo. Cerca de este dficit es con China. El dficit implica un endeudamiento sostenido que destruira a cualquier economa del mundo, excepto que en el caso de los EEUU, se trata de un pas que se beneficia por ser el emisor de una moneda que sigue ocupando un rol fundamental en las transacciones internacionales y que representa buena parte de las reservas internacionales que tienen todos los pases. En consecuencia, EEUU se beneficia de un seoreaje a nivel internacional, es decir, de la ventaja que tienen quienes emiten una moneda y que pueden usar la emisin como fuente de recursos para cubrir sus dficits, en vez de contraer una deuda creciente. Por cierto, el trmino seoreaje proviene del privilegio que tenan los seores medievales que acuaban monedas y aprovechaban este mecanismo. Esto no significa que los EEUU no estn endeudados, pero implica que lo estn menos que lo que lo estaran si su moneda dejara de ser aceptada como divisa fundamental en las transacciones internacionales. A esta situacin contribuyen las dificultades que muestra el Euro que, de lo contrario, podra haberle hecho la vida mucho ms difcil a la economa de los EEUU. Obama tiene un enfoque menos confrontacional respecto a China, a pesar de que no desconoce el problema estructural que implican los desbalances comerciales que su pas mantiene que el gigante asitico. Podra esperarse una mayor presin sobre China para que cumpla de manera adecuada con las normas de la Organizacin Mundial de Comercio y con las normas internacionales de Propiedad Intelectual, pero tendra que estar muy aproblemado por la situacin econmica y social interna para que llegara a los extremos que Romney anunciaba como medidas inmediatas, a ser aplicadas al comienzo de su mandato. Desde este punto de vista, podemos esperar un enfoque ms prudente y ms negociado de los conflictos econmicos que se han creado por los desbalances competitivos que se van generando en el mundo. Tal como lo indican las teoras neo-schumpeterianas del ciclo econmico capitalista (una excelente exponente de ellas,

  • disponible en espaol es Carlota Prez, ver, por ejemplo, Revoluciones Tecnolgicas y Capital Financiero. La dinmica de las grandes burbujas financieras y las pocas de bonanza, Siglo XXI Editores, Mjico, 2004) los fundamentos tecnolgicos y productivos de la crisis mundial que se asom a comienzos de la dcada pasada y que, finalmente, explot en 2008, requieren que se ajuste la institucionalidad internacional y que se enfrenten las tensiones engendradas por el progreso tecnolgico y econmico. Versiones puramente monetarias o financieras, de las crisis econmicas, pierden de vista sus fundamentos y terminan, sorprendentemente (o no tanto a estas altura) culpando a sus manifestaciones, es decir, a sus efectos: as vemos a una cantidad de analistas que pretenden culpar a los dficits fiscales de la crisis econmica, olvidndose de que ellos se salieron de control cuando hubo que salvar a los bancos y entidades financieras al borde del colapso y cuando la propia contraccin de la economa redujo la recaudacin tributaria e increment la carga por subsidios de desempleo. Obama ha planteado una visin ms realista de la crisis y se ha propuesto avanzar en los aspectos de competitividad real e independencia energtica que la economa de los EEUU requiere alcanzar para reducir sus dficits comerciales estructurales. Si lo logra, se inaugurara una tendencia hacia la baja de los precios del petrleo y sus derivados, que nos conviene (aunque puede posponer los avances que deben hacerse en materia de diversificacin de la matriz energtica) En cuanto a China, un incremento en la presin para que sincere sus prcticas cambiarias y comerciales, la obligara a depender ms de la demanda interna y aceptar una apreciacin real de su tipo de cambio (un aumento de las remuneraciones reales) que encarecera sus productos exportables y moderara los supervits comerciales con el resto del mundo. Como la expansin del capitalismo mundial no termina en China, ni en esta fase ni en las prximas, y estn India y otros pases asiticos y latinoamericanos en la fila, no es razonable esperar que los EEUU supere tan fcilmente sus problemas de competitividad, pero pases como el nuestro deben entender que China no ser siempre el mismo mercado dinmico que es hoy para nuestras exportaciones y que hay que invertir tempranamente en relaciones comerciales, reputacin y todo tipo de lazos con otras economas emergentes. En cuanto al futuro de los dficits fiscales no slo en EEUU sino tambin en Japn y Europa, el camino del reequilibrio fiscal con expansin econmica (usando variantes del enfoque que plantea aprovechar que el gato pblico tiene un efecto multiplicador ms alto que el efecto negativo de impuestos de monto equivalente) parece lo ms sensato desde el punto de vista econmico y poltico.

    Olg/07.11.12

  • LA CUESTIN ES GASTAR BIEN:

    UNA NOTA SOBRE LOS BIENES PUBLICOS

    Oscar Landerretche Gacita Ph.D. Universidad de Oxford, Profesor Conferenciante de la Universidad de Talca (FACE)

    Cuando hablamos de bienes pblicos estamos hablando de un concepto econmico. Cuando hablamos de bienes de uso pblico estamos hablando de un concepto jurdico. Ambos pueden coincidir en ciertos casos pero ello no es necesariamente el caso. Una piscina puede ser pblica, de uso pblico, pero no es un bien pblico en sentido estricto. Los bienes pblicos, en su sentido econmico ms preciso, se refieren a bienes que tienen ciertas caractersticas especiales, en realidad muy especiales: se trata de bienes no rivales lo que significa que su uso no implica que otros no los puedan usar tambin, incluso simultneamente, a diferencia de la mayora de los bienes. Por ejemplo si uno se toma un helado nadie ms podr tomarse ese helado y algo parecido ocurre con la mayora de los bienes. Si uno va al cine o a una plaza o al estadio y estos se llenas (se congestionan) los dems no podrn usarlos. Estos son bienes rivales: si algunos los consumen otros no podrn hacerlo. No son bienes pblicos aunque pueden ser de uso pblico, jurdicamente hablando. En ejemplo clsico de bien no rival es la defensa nacional. El hecho de que yo est defendido no implica que otros dejen de estarlo o estn menos defendidos. Y algo parecido ocurre con las emisiones de una radio, el hecho de que algunos auditores las escuchen no impide que otros lo hagan y al mismo tiempo. Sin embargo, adems de ser bienes no rivales, los bienes pblicos tienen una caracterstica adicional fundamental: es imposible o econmicamente muy costoso excluir a un usuario, es decir, impedirle su uso y, por lo tanto, cobrarle por su consumo o utilizacin. En otras palabras, todo el que quiera consumirlos o, para ser ms amplios, beneficiarse de ellos, podr hacerlo sin limitaciones de ninguna especie. Ello implica que no pueden ser producidos y ofrecidos en el mercado, a cambio del pago de un precio. Ello no significa que los bienes pblicos no puedan financiarse privadamente, como lo hacen las radioemisoras a travs de la publicidad. Sin embargo, en la mayor parte de los casos no podrn financiarse privadamente y tendrn que ser cubiertos por recursos pblicos, aportados por los contribuyentes a travs del Estado. Es obvio que en cualquier sociedad humana, que merezca ese nombre habr una serie de bienes de este tipo, como la defensa, la reputacin internacional del pas y de sus productos, la justicia y el orden pblico, que se producirn o adquirirn con cargo a un fondo comn para que todos los miembros puedan beneficiarse. Hay muchos bienes que no son pblicos, en sentido estricto, de los cuales se encarga el Estado: buena parte de las acciones de salud, ciertas acciones de justicia y la educacin son casos evidentes. Son bienes privados, que se pueden proveer y cobrar privadamente, pero tienen enormes externalidades positivas, es decir, enormes efectos positivos sobre terceros y, por lo tanto, hay que asegurar ciertos niveles adecuados, colectivamente.

  • La moderna teora del crecimiento se fundamente en la externalidades positivas que producen los polos de desarrollo y ciertas actividades fundamentales como la educacin, la innovacin y el emprendimiento. Si Chile compite en el mundo como nacin y como pas, con su gente y con su territorio, con su sistema social y con su entorno ambiental debemos dejar de desprestigiar al Estado y los impuestos como instrumentos vlidos y necesarios. No existe un dilema entre mercado y Estado y no es cierto que gastar menos sea mejor que gastar ms. El Estado es una condicin necesaria para que funcione bien el mercado y lo que debe preocuparnos es gastar bien no gastar tan poco como sea posible. Ningn pas se desarrolla dejando de construir hospitales, escuelas, puentes y laboratorios necesarios, Ningn pas se desarrolla siendo ahorrativo hasta el punto de no poder garantizar una justicia efectiva que asegure los derechos individuales y colectivos. La cuestin es gastar bien. Olg/09.01.13/c.c.arch

  • DESEMPEO COMPARATIVO DE CHILE VS VENEZUELA

    DURANTE LA ERA CHAVEZ

    Oscar Landerretche Gacita Ph.D. Universidad de Oxford, Profesor Conferenciante de la Universidad de Talca (FACE)

    El deceso del Presidente Chvez ha motivado una gran cantidad de recuentos e inventarios que buscan resumir lo que fueron los 14 aos en que l dirigi los destinos de Venezuela desde su ininterrumpida gestin como Presidente de esa Repblica. Las cifras comparativas disponibles no dejan de llamar la atencin: en cuanto a la produccin por habitante (medida como PIB per cpita en dlares de paridad poder de compra de 2012), Venezuela aparece estancada respecto al perodo anterior al Presidente Chvez, mientras Chile registra un incremento de alrededor de un 40%. En cuanto al esfuerzo actual de inversin (2010-12) el de Chile es levemente superior al de Venezuela pero en materia de ahorro nacional, Venezuela est significativamente por encima de Chile. Esto es particularmente interesante porque la imagen que se ha difundido, a travs de sectores contrarios a Chvez, dentro y fuera de su pas, es la de un Presidente populista y gastador. Sin embargo, si el PIB per cpita es casi el mismo que hace 14 aos y la tasa de ahorro es mayor que en 1996-98, entonces los venezolanos se han estado apretando, un poco, el cinturn en materia de consumo per cpita y la popularidad de Chvez slo puede explicarse a travs de una considerable redistribucin del ingreso en beneficio de los ms pobres y en perjuicio de los sectores ms acomodados que, aprovechando los ingresos petroleros del Estado, se aprovecharon de ello en el pasado.

    DESEMPEO COMPARATIVO DE CHILE Y VENEZUELA EN 14 AOS

    PROMEDIOS DEL LTIMO TRIENIO (2010-12) VS TRIENIO ANTES DE CHAVEZ (1996-98)

    PROMEDIOS

    1996-98 2010-12

    PIB PER CAPITA (DLARES PPC 2012): CHILE 12.766 17.696

    VENEZUELA 12.399 12.909

    TASA DE INVERSION COMO % DEL PIB: CHILE 29,2% 24,6%

    VENEZUELA 25,0% 23,2%

    AHORRO NACIONAL COMO % DEL PIB: CHILE 24,7% 23,6%

    VENEZUELA 27,4% 29,9%

    INFLACION PROMEDIO ANUAL: CHILE 6,2% 2,6%

    VENEZUELA 61,9% 25,8%

    TASA DE DESEMPLEO: CHILE 6,3% 7,3%

    VENEZUELA 11,4% 8,2%

    POBLACION (MILLONES DE PERSONAS): CHILE 14,8 17,2

    VENEZUELA 22,8 29,8

    FUENTE: FMI WEO OCT 2012

  • Chvez no logr estabilizar su economa desde el punto de vista inflacionario, aunque logr reducir el ritmo inflacionario respecto al perodo anterior a sus gobiernos. Sin embargo, lo que s logr fue una enorme reduccin en la tasa promedio de desempleo que se acerc bastante a la de Chile, porque nuestro pas no mejor respecto a 1996-98, a pesar de la insistencia de nuestro oficialismo en que estamos registrando tasas inditas de desempleo. Uno puede simpatizar o no con el enfoque poltico del Presidente Chvez y puede ser ms o menos crtico de sus estilos polticos pero es importante hacer un recuento que permita saber qu desafos le ha legado a su pas: Venezuela deber buscar un camino ms diversificado de desarrollo, menos dependiente del petrleo, tal vez hacindole caso a una gran economista venezolana como es Carlota Prez, mundialmente reconocida como una economista neo-schumpeteriana de gran importancia, es decir, partidaria de promover y difundir la innovacin y la competencia leal en todos los mercados posibles. Ello probablemente no ser posible si Venezuela, como hasta ahora, sigue dependiendo del petrleo y si las intervenciones estatales no se orientan a dar seales que promuevan el emprendimiento y la innovacin en nuevos sectores.

    Olg/07.03.13/c.c.arch

  • LA CONFIANZA EN LAS INSTITUCIONES QUE GENERAN ESTADISTICAS OFICIALES ES CRUCIAL

    Oscar Landerretche Gacita Ph.D. Universidad de Oxford,

    Profesor Conferenciante de la Universidad de Talca (FACE)

    Las personas, grupos o comunidades pequeas carecen de los recursos tcnicos y materiales necesarios para formarse una opinin suficientemente elaborada, sobre lo que ocurre en el pas, si es que no disponen de informacin confiable que les sera imposible producir por s mismos.

    Los ciudadanos dependen de la informacin que proveen el Estado, las ONG, las empresas privadas y pblicas, los organismos internacionales y los centros de investigacin de variados tipos, para poder conversar sobre el desempeo de la economa y la sociedad, para identificar problemas a resolver, para participar adecuadamente en los procesos a travs de los cuales se ejerce la ciudadana.

    Si se resquebraja la confianza, se debilitan las oportunidades de conversar de manera ms equilibrada y se reducen los espacios para llegar a acuerdos. Cuando se debilita la confianza en las estadsticas oficiales se corre el peligro de que cada uno construya su propia evidencia, sin metodologas adecuadas o, peor an, que se debata sin referencia alguna a la evidencia, es decir, sin posibilidad de contrastar lo que se sostiene.

    Es muy preocupante constatar que en los ltimos aos hemos tenido un seguidilla de incidentes muy destructivos, como el evidente error en el empalme de las series de empleo anteriores (ENE) y nueva (NENE) del INE, sobre el cual publiqu, hace un par de aos, un artculo en una de la revistas acadmicas de la Universidad de Chile ("La Evolucin del Empleo en Chile 1990 - 2010: un reclculo.", Revista Poltica, Instituto de

    Asuntos Pblicos, Universidad de Chile, Vol.49, N2, pp.33-56), o el desacuerdo entre el Gobierno y los tcnicos de la Comisin Econmica para la Amrica Latina de las Naciones Unidas (CEPAL) sobre la medicin de la pobreza, o los sesgos que parecen haberse presentado en el nuevo IPC o, peor an, los errores que se habran cometido en el ltimo Censo. Desgraciadamente se trata de varios incidentes en no ms de dos a tres aos y todos ellos de gran significacin.

    Debemos confiar en que las autoridades corregirn estos errores y dejarn de insistir en una cifra de creacin de empleos que est abultada; una poblacin total que parece estar subestimada (incrementando de manera espuria el ingreso per cpita del pas, otra meta crucial del Gobierno y generando, adems, grandes dudas sobre una informacin que es fundamental para proveer un marco muestral, esto es, una estructura de referencia, que permita hacer encuestas adecuadamente representativas); una variacin del IPC que tambin parece estar subestimada (el impacto sobre los procesos de negociacin salarial y los reajustes del salario mnimo es evidente) y un nivel de pobreza que no es claro que haya aumentado durante el Gobierno anterior, como tampoco sera claro en cuanto habra disminuido en el actual Gobierno (asumiendo que, bien medida, haya disminuido).

  • La confianza es algo que se construye a lo largo de un esfuerzo de muchos aos pero puede quebrarse en un lapso muy corto y quedar seriamente afectada por mucho tiempo. No es bueno para el pas que se juegue con ella, aunque le convenga a tal o cual Gobierno en el corto plazo para exagerar sus logros o minimizar los de sus antecesores.

    Olg/c.c.arch/15.05.13

  • CUARENTA AOS DE DESENCUENTRO Y UNA ESPERANZA COMPARTIDA

    Oscar Landerretche Gacita Ph.D. Universidad de Oxford, Profesor Conferenciante de la Universidad de Talca (FACE)

    Se ha puesto de moda, coyunturalmente, relacionar muchas discusiones econmicas, sociales y polticas con el aniversario del Golpe Militar de 1973. Se cumplen 40 aos y parece que a la ciudadana, en general, el sistema decimal tiene poder de convocatoria: el aniversario adquiere ms importancia que el del ao anterior o el que tendr el ao prximo. Es una lstima porque el debate sobre nuestra historia debe ser abierto y sostenido, sin las prisas que generan las conmemoraciones y sin las pesadas cargas emocionales que ellas generan. La coyuntura, especialmente la coyuntura poltica, genera campos de fuerza que distorsionan la posibilidad de mirar con tranquilidad la historia econmica y social del pas. Las pasiones se apoderan del escenario, aunque ahora est tambin ms de moda pedir perdn por las acciones u omisiones relacionadas con las violaciones de los derechos humanos ocurridas durante la Dictadura. Sin embargo, las visiones de fondo siguen siendo bastante encontradas y no por razones meramente acadmicas o ideolgicas sino porque hay intereses muy fuertes que fueron amenazados en el perodo inmediatamente anterior al evento que se conmemora. En nuestro pas, el poder social se construy sobre la base de la propiedad de la tierra y la acumulacin de riqueza, en todas sus variantes, a partir de desigualdades fundamentales que se originaron en el predominio de los conquistadores. Ms tarde diversas oleadas de inmigrantes que aprovecharon sus conocimientos acadmicos, tcnicos y su variada experiencia para hacerse un espacio entre los sectores acomodados del pas. La mayora del pueblo chileno era originario de estas latitudes o era el resultado del mestizaje. En estos casos slo una porcin muy pequea logr hacerse parte de los circuitos del poder. Era ms frecuente que algunos lograr alcanzar posiciones intermedias, acomodadas, pero en muy pocos casos dotadas de poder. De manera que el Golpe Militar de 1973 se enmarca en la reaccin de los poderosos de Chile frente a la amenaza manifiesta de perder sus ventajas, sus propiedades, su influencia y su forma de vida. Lo que Salvador Allende encabez, no fue un Gobierno ms, una administracin ms. La Unidad Popular desat un proceso revolucionario extremadamente profundo, que polariz a la sociedad chilena de manera tan radical que an hay heridas que no sanan, no slo en los cuerpos sino, de manera mucho ms generalizada, en los espritus. Chile sigue siendo una sociedad agudamente desigual, pero son muy pocos los que estn planteando, hoy, expropiar las empresas o las tierras de quienes concentran la riqueza. Muy pocos. Esto implica que los ms pobres y desamparados de nuestro pas perdonan, en su gran mayora implcitamente, los abusos que pudieron haber originado parte importante de esa acumulacin de riqueza.

  • Simplemente, en una sociedad ms avanzada, en la que la educacin y el conocimiento ofrecen enormes posibilidades al pas en su conjunto (una productividad ms alta, una menor vulnerabilidad externa, mejores condiciones laborales y una sociedad ms atenta los desafos y ms participativa) y enormes oportunidades a los ms pobres en particular (ascenso en base al mrito y el esfuerzo, menos desigualdad, ms respeto mutuo), los jvenes nos estn planteando la posibilidad de que hagamos el esfuerzo de crear un sistema educacional y una conexin de ste con las oportunidades productivas, que permitan ofrecer el progreso como proyecto de vida a todas y todos, sin excepciones. De eso se trata y no es malo ponerlo de relieve cuando se conmemora el ms ambicioso intento de poner fin a las profundas desigualdades que han predominado en nuestro pas a lo largo de su historia y las terribles consecuencias, en trminos de destruccin y dolor que se derivaron de la respuesta de quienes vieron seriamente amenazados sus intereses, por ese intento. Tal vez podamos aprender de los desencuentros y abrirle espacio a esta esperanza civilizatoria, la de que se abran los caminos para que la educacin de calidad y el emprendimiento estn al alcance de quienes deseen hacer el esfuerzo y el mrito requeridos, es decir, al alcance de la abrumadora mayora de quienes habitan estas tierras.

    Olg/c.c.arch.03.09.13

  • AHORRO INTERNACIONAL Y TENSIONES SUBYACENTES

    Oscar Landerretche Gacita Ph.D. Universidad de Oxford, Profesor Conferenciante de la Universidad de Talca (FACE)

    Todas las crisis del sistema de mercado capitalista, explotan cuando se evidencia una vulnerabilidad extrema del sistema financiero que se propaga a travs de pnicos, corridas bancarias, quiebras y derrumbes burstiles. La que se inici en 2008 en los EEUU no fue una excepcin a esta regla.

    Sin embargo, es bien sabido que todas las crisis de este tipo tienen causas muy profundas que tienen que ver con los desajustes que se acumulan lo largo de perodos prolongados de crecimiento econmico sostenido, en general, empujado por la difusin de nuevos paradigmas tecnolgicos (ver el texto, ya clsico de Carlota Prez, Revoluciones Tecnolgicas y Capital Financiero. La dinmica de las grandes burbujas financieras y las pocas de bonanza, 2004).

    Como en el caso de nuestra actividad ssmica, las tensiones se van acumulando bajo una aparente calma y finalmente se produce el terremoto que, en definitiva, debera eliminar parte de la tensin acumulada y abrir un nuevo perodo de calma ms o menos sostenida (claro, como siempre, con perturbaciones menores). En el caso del desarrollo econmico capitalista, las tensiones se acumulan hasta producir rupturas, porque el progreso tecnolgico y social demanda ajustes institucionales que son resistidos por sectores interesados y porque nuevos actores emergen de manera desafiante y alteran el paisaje anteriormente existente.

    En el caso de la ltima crisis, el desarrollo de una serie de innovaciones productivas relacionadas con la revolucin de las tecnologas de la informacin y las comunicaciones (TICs) y una serie de innovaciones financieras (algunas de ellas bien discutibles) sirvieron de base para una euforia inversionista que no se contuvo a tiempo y que culmin en una crisis abortada (minimizada), a comienzos del milenio. Siete a ocho aos ms tarde y debido a que la crisis haba sido postergada y aumentada con polticas monetarias fuertemente expansivas, la crisis finalmente irrumpi y la institucionalidad financiera estuvo a punto de derrumbarse en EEUU y otros pases del centro mundial.

    EEUU ha estado gastando ms de lo que produce desde mucho antes de la crisis que se desata en 2008, como lo indican claramente los promedios anuales de sus dficits en Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos, que no son otra cosa que el ritmo anual de endeudamiento de los EEUU con el resto del mundo (ver Cuadro 1).

  • De hecho, como puede verse en el Cuadro 1 que se refiere a los pases ms deficitarios (y que incluye, como referencia, el dficit total de los seis pases ms deficitarios y el dficit total de todos los pases en esa situacin), EEUU, por s solo, representa ms de la mitad del dficit de todos los pases del mundo que se estaban endeudando en el trienio inmediatamente anterior a la crisis y an hoy representa alrededor de un tercio de ese total

    Por el contrario, pases como China, Alemania, Arabia Saudita, Holanda, Japn y Rusia, han sido los ms ahorradores del mundo y han estado acumulando derechos de todo tipo (propiedades y acreencias) sobre EEUU y sobre los dems pases deudores (puede verse en el Cuadro 2 que el supervit total de todos los pases superavitarios no slo los seis son ms supervit- es igual al dficit de todos los pases deficitarios, como tendra que ser por consistencia).

    Son estos desbalances los que precipitaron la crisis en 2008 y son estos mismos desbalances los que explican por qu an no se supera la crisis y son ellos los que ilustran la prdida de competitividad relativa de los EEUU (por ejemplo vis a vis Alemania,

    China y otros pases, dependiendo de los rubros). Mientras no se resuelvan estos desbalances fundamentales es muy difcil que se supere la ltima crisis: el problema es que en la historia, los actores dominantes que van perdiendo su predominio se resisten fuertemente a dejarse eclipsar y ello traslada las tensiones desde el mbito econmico a otros mbitos, incluido el poltico y el militar. Esperemos que ello no ocurra esta vez.

    CUADRO 1: DEFICIT EN CUENTA CORRIENTE DE LA BZA.DE PAGOS CUADRO 2: SUPERAVIT EN CUENTA CORRIENTE DE LA BZA.DE PAGOS

    PROMEDIO ANUAL EN MILLONES DE DOLARES DE EEUU PROMEDIO ANUAL EN MILLONES DE DOLARES DE EEUU

    2005-2007 2008-2010 2011-2013*

    CANADA $ 16.956 -$ 31.648 -$ 56.113

    BRASIL $ 9.726 -$ 33.256 -$ 60.239

    TURQUIA -$ 30.355 -$ 32.684 -$ 61.168

    REINO UNIDO -$ 58.666 -$ 39.591 -$ 66.334

    INDIA -$ 11.734 -$ 37.347 -$ 81.306

    EEUU -$ 750.554 -$ 504.151 -$ 449.867

    SUMA 6 PAISES CON MAYOR DCC -$ 824.628 -$ 678.677 -$ 775.026

    SUMA PAISES DEFICITARIOS $ 1.458.130 $ 1.444.886 $ 1.550.969

    * 2013 PROYECTADO POR FMI EN OCTUBRE 2013

  • OLG/c.c.arch./09.10.13

    CUADRO 2: SUPERAVIT EN CUENTA CORRIENTE DE LA BZA.DE PAGOS

    PROMEDIO ANUAL EN MILLONES DE DOLARES DE EEUU

    2005-2007 2008-2010 2011-2013*

    ALEMANIA $ 189.990 $ 210.074 $ 225.793

    CHINA $ 239.135 $ 300.545 $ 184.326

    ARABIA SAUDITA $ 94.211 $ 73.343 $ 154.050

    HOLANDA $ 54.443 $ 46.508 $ 83.231

    JAPON $ 183.064 $ 170.152 $ 80.271

    RUSIA $ 82.683 $ 73.924 $ 77.751

    SUMA 6 PAISES CON MAYOR SCC $ 843.526 $ 874.546 $ 805.422

    SUMA PAISES SUPERAVITARIOS $ 1.458.130 $ 1.444.886 $ 1.550.969

    * 2013 PROYECTADO POR FMI EN OCTUBRE 2013

  • REFORMAS TRIBUTARIAS : CONSECUENCIAS PARA LA INVERSIN PRODUCTIVA

    Oscar Landerretche Gacita Ph.D. Universidad de Oxford, Profesor Conferenciante de la Universidad de Talca (FACE)

    Los economistas sabemos que en el anlisis econmico, invertir no es comprar acciones, bonos, depsitos o cuotas de fondos mutuos sino adquirir equipos, maquinarias, instalaciones e inventarios de insumos necesarios para producir determinados bienes.

    A diferencia del uso corriente, la inversin tiene que ser real, es decir, productiva, y la adquisicin de un activo financiero como los mencionados es slo una forma de ahorro, es decir, una forma de mantener los recursos que se ha decidido no gastar en consumo. De hecho, estas formas de ahorro transfieren los recursos a las empresas o las personas que desean expandir sus actividades, de manera que la compra de tales activos financieros canaliza el ahorro hacia la inversin productiva

    La cuestin es que la inversin productiva se contabiliza, en Chile y en casi todos los pases del mundo, siguiendo la tradicin contable que est formalizada por las metodologas de Naciones Unidas. Estas metodologas excluyen la inversin en las personas es decir, la educacin, la capacitacin, la salud preventiva y curativa, las cuales aparecen registradas como formas de consumo, pero en ningn caso inversin productiva.

    Aquello no deja de ser sorprendente porque la teora econmica predominante en el mundo desarrollado (y en nuestro pas) reconoce la importancia del capital humano, desde el planteamiento clsico de Adam Smith, hace ms de dos siglos y medio, reiterado y desarrollado por otro autor clsico, A.C. Pigou, hace ochenta y cinco aos, hasta el planteamiento, revitalizado y desarrollado hace medio siglo, por Theodore Schultz y Gary Becker, dos economistas de la escuela de Chicago.

    En otras palabras, la corriente ms ortodoxa y liberal del pensamiento econmico, la que usualmente citan, como verdad revelada, los empresarios y economistas neoliberales, reconoce, desde hace mucho, que el gasto en educacin y parte importante del gasto en salud, son inversiones (y no consumo, como la afirmara livianamente una autoridad del pas en medio de las protestas estudiantiles).

    Se trata de una inversin en la gente sin la cual es imposible alcanzar el dominio de las tecnologas de punta y ponerse en la primera lnea de la innovacin y el emprendimiento a nivel mundial.

    En consecuencia es preocupante escuchar a varios dirigentes empresariales y analistas econmicos sealando que las reformas tributarias propuestas por varios candidatos presidenciales pueden afectar negativamente la inversin, por el slo hecho de incrementar la carga de las empresas y reducirle incentivos especiales a la inversin en equipos, instalaciones e insumos, que otras formas de inversin productiva no disfrutan (precisamente porque no se las reconoce como tales).

    Si estas reformas renen recursos que permitan superar el atraso que muestra el pas en materia de educacin y salud, tarea indispensable si deseamos avanzar hacia el desarrollo econmico y social (objetivos en el que todos parecen concordar), entonces lo que debe preocuparnos es que los recursos se recauden de la forma ms adecuada y se gasten eficientemente, pero no tienen sentido atribuirle a la reforma peligros que no tienen que ver con su magnitud, la cual en todos caso, se alcanzara gradualmente, de acuerdo a los anuncios que se han hecho.

  • No veo porqu deba privilegiarse la inversin (material) de unos pocos (los propietarios de las empresas ms grandes) en contra de la inversin (humana) en la abrumadora mayora de la poblacin, una inversin que nivela un poco ms el terreno, profundiza la democracia y, por sobre todo, permite resolver uno de los cuellos de botella fundamentales que nos impide acceder a fases superiores del desarrollo econmico y social.

    OLG/c.c.arch./30.10.13

  • LAS CRISIS Y LOS DESAFIOS DE LARGO PLAZO

    Oscar Landerretche Gacita Ph.D. Universidad de Oxford, Profesor Conferenciante de la Universidad de Talca (FACE)

    Los pases progresan cuando mejoran la calidad de vida de sus habitantes de manera significativa (en magnitud) y generalizada (en cobertura), pero adems se requiere que este mejoramiento no sea efmero, es decir, no sea el resultado de circunstancias pasajeras o de prcticas insostenibles.

    En los aos 1980s se hizo bastante evidente que el endeudamiento externo era una prctica insostenible para los pases en desarrollo, porque se trataba de un mecanismo que implicaba pan para hoy y hambre para maana.

    La crisis de la deuda externa oblig a adoptar medidas correctivas, muchas de ellas dolorosas y ello permiti un aprendizaje que se tradujo en instituciones y polticas ms preventivas. Claro, con el tiempo la desaparicin de los problemas ms agudos debilit el compromiso con esas instituciones y polticas y algunos pases (felizmente no todos y, por cierto, no Chile) volvieron a endeudarse excesivamente.

    En otras palabras, ciertos fenmenos que hacen crisis de manera relativamente rpida, permiten aprender de ellos y corregir sus causas (como lo hizo Chile), pero estas reaparecen con el tiempo cuando, cuando el paso del tiempo y el descuido respecto a la historia econmica y social de los pases, genera las condiciones para que se baje la guardia.

    La discusin sobre las consecuencias medioambientales de las prcticas productivas actuales tambin tiene que ver con la posibilidad de que estemos generando pan para hoy y hambre para maana. Claro, aqu pueden pasar dcadas antes de que se manifiesten los problemas ambientales ms graves que algunos estn pronosticando. Y los daos pueden llegar a ser enormes e irreversibles. Esto hace ms difcil aprender de las crisis y adoptar conductas preventivas ms adecuadas, como ocurre hoy con el endeudamiento que, aunque sigue siendo un recurso del cual se abusa en muchos pases, est ms controlado en otros.

    De todas maneras, el desarrollo industrial contemporneo tiene efectos medioambientales bastante visibles que son dramticos e irreversibles para especies especficas. Claro, a alguno le puede parecer inocuo que desaparezca tal o cual reptil poco conocido, pero cuando las amenazas se ciernen sobre las abejas el asunto se vuelve ms preocupante para todos. Ni que hablar de la posibilidad de que el calentamiento global altere la viabilidad de la humanidad en el planeta. Tremenda amenaza sobre la cual no existe un consenso suficiente.

    Las cosas ms importantes no son las que hacen crisis en perodos ms cortos. Pero como no hacen crisis, tiende a descuidarse su evolucin o, para decirlo correctamente, se descuida por parte de la mayora de la gente sin cuyo apoyo es improbable que los liderazgos polticos hagan algo significativo.

    En otras palabras, la poltica no puede mirar adecuadamente hacia los problemas fundamentales, particularmente los de ms largo plazo, sin que existan dispositivos sociales, como las organizaciones no gubernamentales, los movimientos sociales y las entidades que reflexionan sobre la realidad nacional (universidades, centros de estudios independientes, etc.), que recojan y desarrollen estos temas con un sentido poltico trascendente, con p mayscula, del que frecuentemente (y pareciera que crecientemente) carece la actividad poltica, no slo en Chile, sino en todo el mundo.

  • La crisis econmica internacional que se desat en 2008 ha permitido reponer ciertos temas en el debate econmico que deberan permitir contar con sistemas y prcticas financieras menos vulnerables en los prximos aos. Esto es verdad para muchos pases pero no es algo generalizado y sigue siendo dbil la institucionalidad internacional que pudiera abordar estas cuestiones multilateralmente.

    En nuestro pas, algunos movimientos sociales se encargan de convertir en crisis, es decir, en situaciones que demandan una accin urgente, una serie de problemas sociales de larga data. En otras palabras, frente a la inercia institucional que muchas veces requiere de crisis para superarla, la movilizacin social es un camino, pero ella tambin entraa peligros y presenta problemas sobre todo si se fundamenta en un mero activismo anti-sistmico y no se apoya, como lo hicieron los estudiantes en 2011, en la produccin seria de la universidades, centros de estudios y organizaciones no gubernamentales que venan alertndonos, desde hace rato, sobre los problemas de la educacin en Chile.

    OLG/c.c.arch./013.01.14

  • LA MIOPIA, ENEMIGA FUNDAMENTAL DEL PROGRESO

    Oscar Landerretche Gacita Ph.D. Universidad de Oxford,

    Profesor Conferenciante de la Universidad de Talca (FACE)

    Al iniciarse un nuevo gobierno nacional una abrumadora mayora de las

    ciudadanas y ciudadanos de nuestro pas formulan los mejores votos para que se

    cumplan las promesas de la nueva Presidenta y el pas logre avanzar

    decisivamente en materia de educacin, especialmente en la calidad y efectividad

    de esta.

    Las reformas educacional y poltica (constitucional) que se discutieron

    durante el proceso electoral y que haban sido planteadas con mucha fuerza, por

    diversas organizaciones ciudadanas, desde mucha antes, son dos desafos

    considerables en los que habr que tener muy buen pulso para acertar en los

    ritmos y en la ingeniera de detalle de las propuestas.

    La reforma tributaria, que debera proveer de manera fiscalmente sana, los

    recurso que requiere la reforma educacional y los que requieren los dems

    avances social prometidos, no es la primera que se realiza en democracia, pero

    ser sin duda una de las ms importantes en trminos de magnitud. Aqu es

    tambin imperativo acertar.

    En los temas educacionales, constitucionales y tributarios es imposible

    guiarse por los efectos inmediatos de los cambios que se introduzcan y se

    requiere, en consecuencia, una capacidad poltica que escasea, la de introducir

    cambios cruciales cuyos frutos no sern inmediatos.

    La democracia tiene muchas ventajas pero cuando carece de mecanismos

    que obliguen a poner de relieve los objetivos de ms largo plazo, puede terminar

    o, mejor dicho, frecuentemente desemboca en administraciones que privilegian la

    siembra de aquello que se puede cosechar de manera relativamente pronta, en

    particular, de aquello que se puede cosechar dentro de los cuatro aos que dura el

    mandato.

    Tenemos que estar muy conscientes de que esta tensin, entre lo

    importante a largo plazo y lo polticamente rentable a mediano y corto plazo,

    puede terminar afectar la composicin de las reformas, esto es, la importancia

    relativa de los distintos tipos de medidas. A esto, que llamaremos el sesgo

    cortoplacista tendremos que oponerle la evidencia reunida por los expertos, la

    experiencia comparativa relacionada con pases que nos interese emular, el

    patriotismo sano, que tanto se cacarea y tan poco se practica y, por cierto, una

    dosis importante de grandeza, de los gobernantes y de los opositores, de esa que

    sucumbe tan fcilmente a las agendas individuales de los partidos y de los

    personeros.

  • El miedo al cambio, proveniente de los traumas del pasado, bloque parte

    de los cambios econmicos y sociales que Chile requera para dar un salto mayor

    hacia el desarrollo en las dcadas pasadas. Es cierto que la economa creci a un

    ritmo muy alto comparado con las dems economas del mundo en los ltimos

    treinta aos y que no se podra pedir mucho ms en ese campo. Pero tambin es

    cierto que los temas que ahora se estn planteando como centrales en la agenda,

    no fueron abordados con la fuerza, el respaldo y el acierto tcnico que hoy

    demandan importantes mayoras ciudadanas.

    Lleg la hora de cambios ms profundos, pero ello no implica que est

    asegurado el avance, porque las instituciones y prcticas polticas del pas siguen

    estando afectadas por la miopa o el cortoplacismo que postergan lo importante,

    slo porque no es inmediato.

    Hay muchos casos en los que la presbicia que sobreviene con los aos,

    corrige la miopa que se arrastraba desde antes. Ojal que esto ocurra con la

    nueva Presidenta y con la generacin de polticos de la que ella forma parte, para

    que vean, ahora, con ms claridad, el futuro y piensen, con ms determinacin, en

    funcin de l.

    Olg/11.03.14

  • LA ECONOMIA POLITICA DE LAS CATASTROFES

    Oscar Landerretche Gacita Ph.D. Universidad de Oxford,

    Profesor Conferenciante de la Universidad de Talca (FEN)

    Los eventos potencialmente catastrficos de origen natural, como los

    grandes sismos que afectan al territorio de Chile cada cierto tiempo o los incendios

    forestales de los cuales, en su modalidad de interface (incendio forestal

    combinado con masivos incendios urbanos) hemos tenido un ejemplo tan claro

    como lamentable en estos das, tienen en comn con las crisis econmicas

    internacionales, su carcter exgeno, desde el punto de vista de la economa y

    sociedad chilenas.

    En ambos casos, la vulnerabilidad del sistema econmico y social est

    determinada, en gran medida, por la magnitud de los esfuerzos de prevencin y de

    preparacin para las emergencias.

    En Chile hemos sido mucho ms efectivos en cuanto a adoptar medidas

    preventivas en el campo financiero de las crisis internacionales (fondos de

    estabilizacin creados con ahorros provenientes de la poltica de equilibrios

    fiscales estructurales) que en cuanto a la adopcin de medidas no financieras de

    diversificacin real de las exportaciones y sobre todo, diferenciacin de los

    productos exportados para disminuir la incidencia de las materias primas

    estandarizadas (commodities) y para reducir la vulnerabilidad externa.

    En el campo de las catstrofes la adopcin real de medidas no financieras

    de ordenamiento y preparacin adecuadas tambin ha sido tarda e insuficiente,

    de manera que, de nuevo, la preparacin para la emergencia es ms bien

    financiera y macroeconmica.

    Es cierto que las actividades preventivas alcanzan altos niveles de

    preocupacin y apoyo pblicos, inmediatamente despus de un gran evento, lo

    cual resulta tardo y desmoralizador.

    En todo caso, comparativamente con pases similares el caso de Chile

    ratifica la hiptesis de que la recurrencia de eventos potencialmente causantes de

    grandes desastres, puede tender a fortalecer la prevencin y preparacin,

    precisamente porque crea condiciones para que se reitere el apoyo pblico

    necesario para adoptar medidas adecuadas, reducindose as la vulnerabilidad del

    sistema en su conjunto.

  • La cuestin que hemos comprobado, de nuevo, en estos das, de manera

    tan dramtica con el incendio de Valparaso, es que vulnerabilidad puede ser muy

    variada entre distintos sectores y territorios de una misma sociedad cuando se

    presenta un grado muy considerable de heterogeneidad estructural, es decir,

    cuando conviven sectores muy avanzados y muy acomodados con sectores que

    viven en condiciones muy precarias cuyos nicos seguros residen en la capacidad

    financiera del Estado para responder por las principales prdidas, la solidaridad

    de los conciudadanos y el coraje de los propios damnificados

    Olg/16.04.14

  • LA REFORMA TRIBUTARIA Y EL AHORRO Oscar Landerretche Gacita Ph.D. Universidad de Oxford, Profesor Conferenciante de la Universidad de Talca (FEN)

    En las Cuentas Nacionales que los pases producen siguiendo la metodologa, ampliamente aceptada, de las Naciones Unidas, el ahorro es el ingreso que no se gasta en consumo. Las empresas ahorran cuando retienen parte de sus utilidades. El Estado ahorra cuando no destina todos sus ingresos a los gastos de funcionamiento y a los subsidios o transferencias que le entrega al sector privado. Los hogares ahorran cuando no destinan todos sus ingresos al consumo es decir, cuando pagan deudas, compran terrenos, viviendas, acciones y bonos y hacen depsitos bancarios. Pero no se considera ahorro, sino consumo, lo que gastan en educacin. Esta prctica contable, generalizada a nivel mundial, contrasta con las teoras econmicas del capital humano que tienen ms de 60 aos de presencia en la ciencia econmica y con las modernas teoras del crecimiento econmico, que consideran fundamental la acumulacin de capital humano para lograr el crecimiento, cuantitativo, y el desarrollo econmico, cuantitativo y cualitativo.

    De manera que la educacin debera registrarse como inversin, porque es una acumulacin de capital, pero ello no ocurre. En otras palabras, aunque sustituir inversiones en capital material por educacin puede ser precisamente lo que Chile necesita para tener un balance ms adecuado entre los tipos de capital que se requieren para crecer y desarrollarse, la Reforma Educacional aparecer ocasionando un menor ahorro contabilizado y, por lo tanto, la Reforma Tributaria, en la medida en que el grueso de sus recursos se destinen a Educacin, generar, estticamente hablando (es decir, sin considerar los efecto sobre el crecimiento), una disminucin en el ahorro y en la inversin material o en capital no humano. Si la recaudacin generada por la Reforma Tributaria se ahorrara y destinara a infraestructura fsica u otras formas de inversin pblica material, no tendramos un efecto sobre el ahorro total contabilizado. Todo esto tiene fundamentos econmico-contables que son atendibles pero tambin controvertibles desde la propia teora econmica predominante. En ltima instancia, se trata de convenciones cada vez menos justificables mirndolas desde la teora econmica ms avanzada.

    Ms an, la idea de que el ahorro implica simultneamente inversin material productiva, es el resultado de una consideracin macroeconmica propia de economas cerradas. En estas, por definicin, lo que no se consume se acumula y por lo tanto se invierte: el ahorro es no consumo y es, al mismo tiempo, inversin. Sin embargo en una economa abierta esta identidad ya no aplica: el ahorro interno puede ser mayor o menor que la inversin interna, porque la economa puede prestarle recursos al resto del mundo o endeudarse con l. Esta es una consideracin an ms significativa, en cuanto a la Reforma Tributaria porque la discusin sobre el efecto que ella tiene sobre las utilidades no distribuidas por las empresas soslaya una cuestin fundamental: que las empresas, especialmente las ms grandes, pueden llevarse sus ahorros del pas y no generar inversin productiva alguna dentro de sus fronteras.

  • Por otro lado, la idea de que el ahorro es un sacrificio que debe ser premiado, carece del valor analtico y tico que se pretende atribuirle cuando se refiere a las utilidades no distribuidas y acumuladas por las empresas y capitales ms grandes. Para el gran capital las utilidades no se distribuyen porque los controladores de las empresas no las necesitan para financiar sus estilos de vida (muchas veces extremadamente holgados) y porque tampoco requieren incrementar las utilidades distribuidas a los accionistas o socios minoritario. La acumulacin de capital el nico destino posible de ingresos enormes que, por lo tanto, se ahorran sistemticamente, lo cual se traduce en crecimiento y fortalecimiento competitivo de las empresas involucradas. Los que si se sacrifican para ahorrar son el 98% de los chilenos y chilenas que no ganan lo suficiente como para que sus tasa marginales de impuesto global complementario lleguen siquiera al nivel de tasa del impuesto que hoy antes de la Reforma pagan las empresas (20% de impuesto de primera categora). Ni les viene ni les va que suban la tasa de primera categora (en el proyecto original a un 25% y en el Senado alcanz un 27%) y tampoco los afecta que les atribuyan (si son socios) las utilidades de las empresas, porque simplemente la tasa que finalmente pagarn (la del global complementario) no habr cambiado (de hecho la tas marginal ms alta baja de 40% a 35%).

    Actualmente las utilidades que no se distribuyen pagan una tasa menor, la del impuesto de primera categora (que hoy es de 20%), lo cual implica un tratamiento privilegiado que exista antes del proyecto de Reforma Tributaria, se acababa con el proyecto original, pero se restableci despus del acuerdo logrado en el Senado. En otras palabras, el pas seguir dndole un tratamiento especialmente privilegiado a los ingresos de quienes no pueden hacer otra cosa con ellos que ahorrarlos y acumularlos, dentro o fuera del pas. Claro, el privilegio ha disminuido cuantitativamente porque antes, haba una fuerte brecha entre el 40% de tasa marginal del global complementario (personas naturales) y el 20% del impuesto de primera categora (empresas) y ahora esta brecha se ha reducido faltando el trmite final en la Cmara de Diputados a una diferencia entre 35% y 27%. Olg/c.c.arch/03.09.14

  • LOS DESAFIOS ENERGETICOS DEL DESARROLLO CHILENO Oscar Landerretche Gacita Ph.D. Universidad de Oxford, Profesor Conferenciante de la Universidad de Talca (FEN)

    Chile tiene la necesidad de llevar adelante una gran variedad de proyectos energticos teniendo en cuenta que las nicas fuentes nacionales de energa, significativas en cuanto a su desarrollo actual, son la hidroelectricidad y en mucho mayor medida la lea y biomasa que, como se saben, generan emisiones que implican un agravamiento del efecto invernadero que sera la causa del calentamiento global.

    Las producciones internas de petrleo y gas natural son relativamente pequeas

    en comparacin con las importaciones y el consumo total de energa y no tienen un potencial de desarrollo promisorio por ahora. Chile tiene caractersticas muy distintas con otros pases de la regin, como Argentina, Brasil, Bolivia Per, Colombia, Venezuela, que tienen cuantiosas reservas de petrleo y gas, entre otros recursos. En Chile la produccin interna de petrleo representa poco ms de un 1% del consumo total de energa primaria y esto se eleva a alrededor de 3,5% en el caso del gas natural, ubicado en la Regin de Magallanes. Por lo tanto, si hay algo que distingue a Chile del resto de Sudamrica es que somos ms vulnerables energticamente y las pocas fuentes de energa que tenemos, las tenemos que desarrollar, no las podemos frenar.

    Hacia el futuro la matriz energtica del pas tiene que ser mucho ms solar y mucho ms elica pero tambin hay que insistir en la geotermia y en la hidroelectricidad, a pesar del efecto negativo que tuvo sobre la opinin pblica el problema que caus una perforacin ms controlada en la zona de los giseres del Tatio y a pesar de la insistencia de muchos en que las represas son una mala cosa. Las represas y la hidroelectricidad no generan emisiones que produzcan efecto invernadero y las lneas de transmisin, que ciertamente son invasivas, no son exclusivas de la hidroelectricidad. Tambin las requieren la geotermia, la energa elica y la energa solar en gran escala, que es la relevante a este nivel de anlisis (el consumo domiciliario de energa es un porcentaje muy bajo del consumo total y los paneles solares pueden resolver ciertos problemas pero no sern una alternativa a otras fuente, a nivel industrial, si no se instalan a gran escala).

    Significa esto que debamos relajar las regulaciones ambientales? No veo por qu. Un eslogan como Patagonia sin Represas que se utiliz en la campaa contra el Proyecto Hidroaysn carece de sentido, si uno ordena adecuadamente todas las prioridades nacionales, de todas las chilenas y chilenos y no slo de los excursionistas o ambientalistas. Pero otra cosa es que las empresas que son propietarias del Proyecto pretendan utilizar las necesidades energticas del pas para forzar desenlaces en los que se les facilita el incumplimiento de los requisitos ambientales y sociales adecuados. Cuando se insiste en la urgencia de resolver el problema del desarrollo energtico sin mencionar estos aspectos ambientales se intenta sacar las castaas con la mano del gato. O sea, quiere forzar una situacin en que la energa sea ms barata a travs de una

  • intervencin estatal. Pero esto es tan inaceptable como el fundamentalismo ambientalista que erige slogans absolutos.

    Si una fuente de energa es contaminante, hay que incurrir en los costos que permitan contenerlos o eliminarlos y los que la usan tienen que pagar el precio correspondiente. De lo contrario, nuestro desarrollo deja de ser eficiente porque no se cubren todos los costos sociales generados por la actividad en cuestin La minera, por ejemplo no es un sector pobre y aunque las empresas que operan en este sector siempre van querer tener energa ms barata, tienen que entender que la eficiencia de la economa en su conjunto requiere que asuman el costo que genera el uso de tecnologas que contengan la contaminacin y/o compensen adecuadamente a los afectados.

    Olg/c.c.arch/22.10.14

  • LOS DISPOSITIVOS ESTABILIZADORES CONQUE CUENTA CHILE Oscar Landerretche Gacita Ph.D. Universidad de Oxford, Profesor Conferenciante de la Universidad de Talca (FEN)

    Hace unos 30 aos atrs, la preocupacin de los pases latinoamericanos eran las inflaciones galopantes, que usualmente registraban cifras de 30% a 50% anual y en varios casos superaban el 100%. Por aos la inflacin latino-americana fue un tema fundamental de discusin terica y poltica. Por otro lado, las crisis internacionales, como la de la deuda externa que nos golpe en 1982, provocaban colapsos bancarios generalizados que desembocan en una paralizacin del crdito, la inversin y el crecimiento econmico. Las inflaciones del siglo pasado seran imposibles de explicar sin apuntar a los sistemticos desequilibrios fiscales y a las consecuencias monetarias que ellos tenan debido a la absoluta falta de autonoma de las autoridades monetarias. En vez de financiar las polticas pblicas con ingresos tributarios adecuados (permanentes cuando ellas implicaran gastos permanentes), se recurra al dficit y al otorgamiento masivo de crditos del Banco Central a los gobiernos. En realidad, como es frecuente en las democracias ms o menos desarrolladas (o en desarrollo) los gobiernos representaban coaliciones de intereses en las cuales eran ms influyentes nuevos sectores en ascenso que no tenan la capacidad de lograr mejores ingresos en los mercados mismos. El Estado se converta as en un instrumento redistributivo fundamental para ellos y el desequilibrio fiscal era la expresin clara de la existencia de profundos desacuerdos sociales y polticos que impedan implementar polticas redistributivas ms sanas, como las que hoy buscan cubrir los gastos sociales nuevos con impuestos a los sectores con ms capacidad de asumirlos (preferiblemente impuestos bien diseados, para no causar efectos colaterales excesivos, va desincentivos).

    Para tratar de contener la inflacin, esos mismos gobiernos empleaban

    masivos controles de precios que terminaban por desajustar el funcionamiento de todos los mercados. La inflacin galopante eliminaba toda posibilidad de utilizar las variaciones de los precios como seales de escasez real y las intervenciones gubernamentales agravaban el deterioro del sistema de precios. En realidad escribo en pasado porque mirando las cosas desde Chile (no sera lo mismo mirarlas desde Venezuela, por ejemplo), estos son fenmenos del pasado, que slo podran rebrotar si abandonramos ciertas prcticas fundamentales que hemos sido capaces de mantener como polticas de Estado, transversalmente respaldadas, desde hace un cuarto de siglo: (i) una poltica fiscal orientada hacia los equilibrios, que desde comienzos del nuevo milenio se basa en un dispositivo fiscal contra-cclico fundado en estimaciones de los ingresos estructurales, (ii) una autoridad monetaria bastante autnoma, que tiene prohibido el otorgamiento de crditos al gobierno, y tambin (iii) una regulacin econmica tecnificada y eficaz, que se aleja de los cantos de sirena liberalizadores (desreguladores) que siempre proliferan en pocas de estabilidad y que no hacen otra cosa que terminar creando las condiciones para que la prxima crisis sea virulenta.

  • No hay seales de ningn tipo que indiquen que se vayan a abandonar, en Chile, los fundamentos institucionales de la estabilidad macroeconmica no slo en lo que respecta a la inflacin sino tambin en el otro campo fundamental, el de la regulacin de los Bancos y las entidades financieras, en general. Una clara seal de ello es que la Reforma Tributaria se plante como un requisito, previo, para avanzar hacia la Reforma Educacional y los dems requerimientos sociales del programa del actual Gobierno. Esto hoy nos parece natural, pero no lo era en el tercer cuarto del siglo pasado y no lo es, todava, en varios pases de Amrica Latina.

    El pas es estable; su inflacin est controlada; los rdenes de magnitud del

    fenmeno han sido por aos y siguen siendo, actualmente, similares a los de pases como EEUU; los gobiernos de diversos signos han privilegiado las polticas fiscales sanas en democracia y el flagelo de la prdida masiva de poder adquisitivo que experimentaban los trabajadores asalariados ms desprotegidos y los pensionados, es una cuestin del pasado. La banca est bastante mejor regulada que en otros pases y por ello enfrent slidamente los embates de la crisis internacional.

    Esto no significa que debamos dormirnos en los laureles y dejar de hacer

    consciencia en la ciudadana sobre la importancia de proteger lo alcanzado en este campo. De lo que se trata es de valorar lo que tenemos, seguir adelante, con seriedad, abordando los cambios que el progreso econmico y social del pas requiere y no plegarse al coro de los que pretenden llamarnos mediocres. Olg/c.c.arch/05.11.14

  • A RIO REVUELTO, GANANCIA DE PESCADORES Oscar Landerretche Gacita Ph.D. Universidad de Oxford, Profesor Conferenciante de la Universidad de Talca (FEN)

    Hace tres aos, escrib el siguiente prrafo a propsito de las secuelas de la crisis internacional que se haba desatado tres aos antes, en 2008, Las turbulencias econmicas internacionales no han cesado. Los medios de comunicacin nos recuerdan, a cada instante, que los peligros siguen latentes. Como ocurre cuando uno escucha en los parlantes internos de un avin el aviso [de abrocharse los cinturones], surgen dudas: Ser una mera precaucin? Tendr la tripulacin informacin que implique amenazas realimente preocupantes? Para los pasajeros con ms horas de vuelo, la reaccin es una apuesta optimista: es un mensaje rutinario, no hay de qu preocuparse demasiado. Para algunos, menos acostumbrados o particularmente fbicos, el anuncio puede provocar pnico

    Cada da que pasa soy menos crdulo y reacciono de manera ms cautelosa respecto a las advertencias de los mismos comentaristas internacionales que no advirtieron a tiempo los peligrosos desequilibrios que desembocaron en la crisis que explot en 2008. Hay muchos actores que hacen buenos negocios con las turbulencias porque pueden aprovecharse de los que entran en pnico. Esto ha ocurrido siempre. De all que promover el pesimismo o, incluso, el alarmismo, sea una fuente de nuevos negocios para los que enfrentan los mercados de manera ms agresiva o tienen las espaldas suficientemente anchas como para asumir ms riesgos. Como siempre, las vctimas sern los ms dbiles y asustadizos.

    La globalizacin nos ha hecho ms vulnerables a los acontecimientos que ocurren en sociedades y economa bastante lejanas. Pero esto no es nuevo. Los aprontes de la Guerra de Corea generaron un alza significativa en el precio del cobre que gener un momento positivo para la economa chilena a comienzos del segundo Gobierno del Presidente Ibaez, pero esta fluctuacin fue rpidamente contrarrestada por el abandono de las expectativas ms pesimistas que haban presagiado una tercera guerra mundial. Esto ocurri hace poco ms de medio siglo. El invento del salitre sinttico golpe severamente nuestro perfil exportador hace casi un siglo y la crisis mundial que se abre hacia 1873 golpea tambin nuestro comercio exterior y desata una dinmica que combinada con factores polticos desembocara en la guerra del Pacfico.

    Las expectativas juegan un rol fundamental en las decisiones de todos los actores econmicos. Vivimos tomando decisiones que afectarn nuestro futuro y no tenemos informacin suficiente sobre lo que los dems harn en los aos venideros, es decir, sobre el entorno en el que nuestras iniciativas se desplegarn. Por ello es que los inversionistas y los consumidores privados son sensibles a los estados de nimo que se generan cuando se imponen visiones generalizadamente optimistas o generalizadamente pesimistas en el entorno. Las primeras tienden a producir las euforias que desembocan en burbujas, es decir, en crecimiento artificiales de una variedad de precios de activos muy importantes.

  • Las segundas pueden precipitar el reventn de las burbujas y un desplome que puede terminar en pnico. En el mejor de los casos, si la economa estaba bien manejada y se haba contenido la euforia y evitado las burbujas, no habr desplomes o pnicos, pero entonces puede generalizarse la cautela extrema, una mayor reticencia a asumir riesgos y, en consecuencia, puede generalizarse la lentitud y bajos ritmos de crecimiento en una economa de mercado capitalista.

    Los mismos que callaron, en el mundo, sobre las burbujas que antecedieron a la debacle que comienza en 2008, utilizan, ahora, un lenguaje que intenta denostar a quienes han generado polticas pblicas correctivas que buscan superar las vulnerabilidades del pasado y sentar las bases para un desarrollo ms slido y menor distribuido. Hablan de mediocridad en vez de reconocer que cuando se asumen los desafos estructurales, que toda crisis deja al descubierto, los negocios no pueden tener el mismo dinamismo y toma tiempo realizar y aclimatar los cambios. Como si slo les preocuparan las oportunidades para hacer buenos negocios aprovechando las turbulencias, parecen echar de menos la euforia anterior a la crisis (a todas las crisis que han ocurrido en la historia del capitalismo) y el pnico que tambin ofrece oportunidades. En otras palabras: a ro revuelto, ganancia de pescadores

    Olg/c.c.arch.03.12.14

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