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Pegar al profe - Julio Llamazares Tras el juego de atropellar ancianos, tan divertido, parece que ahora el que va a triunfar entre nuestros jóvenes es uno que consiste en pegar al profesor, ese enemigo público para muchos de ellos y más en tiempo de exámenes como el de estos días. Las imágenes que he visto por la televisión no pueden ser más explícitas: el alumno le pega al profesor con una silla, le clava unas tijeras en el cuello, se ensaña con él cuando está en el suelo… Comparado con el de atropellar ancianos, tal vez sea un poco light, pero a buen seguro que tendrá éxito. Sin reparar en el trauma que pueden provocar en nuestros jóvenes, muchas personas han pedido enseguida la prohibición del juego, algo difícil de conseguir porque la libertad de expresión ampara su difusión y, si no, tampoco importa demasiado: la piratería ya se encargará de que llegue al último iPad, PC, Mac, smartphone, iPhone, Play Station y demás apéndices tecnológicos a los que nuestra población más joven permanece conectada día y noche como los enfermos a sus goteros en el hospital. El prestigio del que gozan los piratas informáticos no lo han ganado a la lotería. Como miembro de una familia de profesores (uno prefiere decir maestros, una palabra que debería recuperarse por lo que significó y significa para mucha gente), el cuerpo también me pide rasgarme las vestiduras y poner el grito en el cielo por lo que parece un paso más hacia el envilecimiento de una juventud que, al parecer, ya no respeta ni a los ancianos, ni a sus padres, ni a los profesores; es más, que disfruta despreciándolos y humillándolos, ya sea en sus juegos, ya sea en la realidad. El problema con el que me encuentro es que comparto aún menos las opiniones de los que se escandalizan del jueguecito, entre los que reconozco a muchas personas que llevan culpando a los profesores de todos los problemas de sus hijos y desautorizándolos ante éstos, que han aprendido a verlos así como sus enemigos. Que políticos que han acusado de vagos y de ignorantes a nuestros profesores, que tertulianos que han opinado de ellos que son unos egoístas por oponerse a ciertas políticas ministeriales de restricción más que por ellos por sus alumnos, que la misma sociedad que los considera unos pobres hombres sin aspiraciones por dedicarse a una actividad tan poco gratificada económicamente se erijan ahora en sus defensores invita a uno a situarse en la trinchera opuesta. Juego por juego, no sé cuál es peor, si el virtual de una juventud que pega a los profesores como diversión o el real de una sociedad que lo hace de verdad desde hace tiempo con su desconsideración. El 'coach' que nos conduce La palabra coach existe en inglés desde hace siglos. Al principio, se llamó con este término a un vehículo de tiro que transportaba pasajeros a larga distancia. Y por tanto, tal significado no queda lejos de nuestro “coche” de línea. De hecho, la palabra inglesa y la nuestra proceden del mismo origen: el vocablo húngaro kocsi (carruaje), tomado a su vez del nombre propio de una ciudad, Kocs, en la cual se construyó el primer coche de caballos dotado con ciertas modernidades, como la suspensión en las ruedas. Se trataba, en cualquier caso, de vehículos que llevaban a la gente a donde ésta desease, conduciéndola por el camino adecuado para alcanzar sin problemas su objetivo. Lo mismo que un entrenador. El salto de significado estaba servido a nada que alguien utilizase coach como metáfora y que el hallazgo se extendiera entre los hablantes. En inglés ocurrió así. La publicidad alcanza en eso extremos de gran colorido El nombre de aquella ciudad húngara nos llega ahora escondido en los teleconcursos que contratan coaches para conducir a un aspirante a estrella. Y, por supuesto, también algunas personas nos vienen a contar que tienen un coach para comprar ropa o mejorar la forma física. Y dicen coach a pesar de que hallaremos un porrón de términos equivalentes en español: adiestrador, entrenador, preparador, supervisor, tutor, instructor, asesor, profesor… Muchas palabras, sí, pero sin el mismo prestigio. Lo que se dice en inglés nos suele parecer más importante. La publicidad alcanza en eso extremos de gran colorido. Hallé los siguientes ejemplos en un solo día de la prensa. Una firma española de joyería nos dice en un anuncio: “Check it out on"...; lo cual hará que los monolingües no echen un vistazo a nada; un banco que quiere implantarse entre nosotros tiene como reclamo “people in progress”, sin reparar en que la gente deberá progresar antes en inglés; una marca cuyo producto desconozco (el anuncio no dice de qué va) proclama que “women are back” (¿y adónde se habrían ido las mujeres, que no habían vuelto?); unos almacenes presentan la línea de decoración infantil “Mini Home” (de lo cual no debe deducirse que se trata de adecentar la caseta del perro); una empresa sitúa bajo su hispano nombre las palabras “crazy for shoes since 1972” (pues sí, locos por los zapatos desde el año 1972, y por el inglés desde hace un rato); y un distribuidor de la moda ofrece su “shop online”, quizás porque le parecería vulgar vender ropa por Internet. ¿Qué nos está diciendo todo esto? Tal vez lo que muchos piensan al leer cada mensaje: “Ah, esto no lo entiendo. Está en inglés, así que debe de ser muy bueno”. Y de inmediato se van a contratar a un coach para que se lo recomiende. Ir de cañas - tesis/tema? La asociación Cerveceros de España encarga una encuesta anual para averiguar cuál es la compañía preferida por los españoles para ir de cañas. El calado sociológico de los resultados no es desdeñable: los elegidos suelen encerrar valores que la ciudadanía admira de un modo particular y, entre ellos, siempre se cuela un estado de ánimo colectivo. En 2015 el señalado como número uno ha sido Dani Rovira, seguido de Felipe VI y Rafa Nadal. Que el favorito sea un cómico tan extraordinario sugiere una lectura inmediata: sentimos una gran urgencia de alegrías y Rovira es de los que más nos alegran la vida. Durante años esa encuesta distinguió a José Antonio Labordeta como uno de los más deseados —en Aragón, el más deseado— para ir de cañas. Resulta revelador que Dani Rovira se descubra como uno de los más ilustres devotos de la figura de Labordeta. En una reciente entrevista con Ana Pastor celebró la superioridad moral del cantante y escritor e insinuó que ojalá en el Congreso hubiera 300 políticos de la bondad y decencia de Labordeta. Es estupendo que un joven de 34 años, que no había nacido cuando estalló el Canto a la libertad, confiese esa adicción por alguien de la edad de su abuelo, al que no conoció personalmente y que no forma parte de las referencias más obvias que se le sospecharían. Y traza una bonita simetría que a muchos españoles les haya gustado visualizarse con ambos tomando cañas. La bondad, la decencia y la alegría parecen crear complicidades secretas que cruzan el tiempo, derriban los estereotipos y llegan muy al fondo de la gente. Hay que hablar -Elvira Lindo Imparto una charla sobre mi trabajo. Al final, se abre el turno de preguntas del público. La situación es incómoda, porque quien desee preguntar ha de acercarse al micrófono. Entiendo que intimide. A mí, acostumbrada como estoy a hablar en público, también me pasa, pero he comprendido que la timidez no es aceptable como excusa. Aunque la audiencia es mayoritariamente femenina, sólo los hombres preguntan. Sin embargo, cuando el acto termina, se me acercan varias de las mujeres que tan atentamente me han escuchado a compartir de tú a tú sus pensamientos. Acudo al jurado de un premio. La representación femenina es ridícula. La quinta parte. Hablan los hombres, hablan y hablan. Nada nuevo. De vez en cuando, una de las tres mujeres apostilla. O sonríe. O asiente. O niega dulcemente. Yo trato de no hablar demasiado para no parecer la típica mujer que habla demasiado. El resultado es que intervenimos poco y nuestro papel se me antoja meramente representativo. Tal vez no se puedan construir teorías generales de la experiencia propia, pero tras muchos años de oficio y haber observado el frecuente silencio de las mujeres, el voluntario y el forzado, se me vienen a la cabeza algunas preguntas que formularía a todas aquellas que tienen, tenemos, alguna posibilidad de cambiar esta inercia: ¿por qué no hablamos? ¿por qué sólo opinamos en las distancias cortas? ¿no estamos hartas de escuchar? La brillante investigadora Jocelyn Bell se pregunta por qué si mejoramos los equipos con nuestra presencia nos retraemos luego en cuanto hay que pelear

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  • Pegar al profe - Julio LlamazaresTras el juego de atropellar ancianos, tan divertido, parece que ahora el que va a triunfar entre nuestros jvenes es uno que consiste en pegar al profesor, ese enemigo pblico para muchos de ellos y ms en tiempo de exmenes como el de estos das. Las imgenes que he visto por la televisin no pueden ser ms explcitas: el alumno le pega al profesor con una silla, le clava unas tijeras en el cuello, se ensaa con l cuando est en el suelo Comparado con el de atropellar ancianos, tal vez sea un poco light, pero a buen seguro que tendr xito.Sin reparar en el trauma que pueden provocar en nuestros jvenes, muchas personas han pedido enseguida la prohibicin del juego, algo difcil de conseguir porque la libertad de expresin ampara su difusin y, si no, tampoco importa demasiado: la piratera ya se encargar de que llegue al ltimo iPad, PC, Mac, smartphone, iPhone, Play Station y dems apndices tecnolgicos a los que nuestra poblacin ms joven permanece conectada da y noche como los enfermos a sus goteros en el hospital. El prestigio del que gozan los piratas informticos no lo han ganado a la lotera.Como miembro de una familia de profesores (uno prefiere decir maestros, una palabra que debera recuperarse por lo que signific y significa para mucha gente), el cuerpo tambin me pide rasgarme las vestiduras y poner el grito en el cielo por lo que parece un paso ms hacia el envilecimiento de una juventud que, al parecer, ya no respeta ni a los ancianos, ni a sus padres, ni a los profesores; es ms, que disfruta desprecindolos y humillndolos, ya sea en sus juegos, ya sea en la realidad. El problema con el que me encuentro es que comparto an menos las opiniones de los que se escandalizan del jueguecito, entre los que reconozco a muchas personas que llevan culpando a los profesores de todos los problemas de sus hijos y desautorizndolos ante stos, que han aprendido a verlos as como sus enemigos. Que polticos que han acusado de vagos y de ignorantes a nuestros profesores, que tertulianos que han opinado de ellos que son unos egostas por oponerse a ciertas polticas ministeriales de restriccin ms que por ellos por sus alumnos, que la misma sociedad que los considera unos pobres hombres sin aspiraciones por dedicarse a una actividad tan poco gratificada econmicamente se erijan ahora en sus defensores invita a uno a situarse en la trinchera opuesta. Juego por juego, no s cul es peor, si el virtual de una juventud que pega a los profesores como diversin o el real de una sociedad que lo hace de verdad desde hace tiempo con su desconsideracin.

    El 'coach' que nos conduce La palabra coach existe en ingls desde hace siglos. Al principio, se llam con este trmino a un vehculo de tiro que transportaba pasajeros a larga distancia. Y por tanto, tal significado no queda lejos de nuestro coche de lnea. De hecho, la palabra inglesa y la nuestra proceden del mismo origen: el vocablo hngaro kocsi (carruaje), tomado a su vez del nombre propio de una ciudad, Kocs, en la cual se construy el primer coche de caballos dotado con ciertas modernidades, como la suspensin en las ruedas. Se trataba, en cualquier caso, de vehculos que llevaban a la gente a donde sta desease, conducindola por el camino adecuado para alcanzar sin problemas su objetivo. Lo mismo que un entrenador.El salto de significado estaba servido a nada que alguien utilizase coach como metfora y que el hallazgo se extendiera entre los hablantes. En ingls ocurri as.La publicidad alcanza en eso extremos de gran coloridoEl nombre de aquella ciudad hngara nos llega ahora escondido en los teleconcursos que contratan coaches para conducir a un aspirante a estrella. Y, por supuesto, tambin algunas personas nos vienen a contar que tienen un coach para comprar ropa o mejorar la forma fsica.Y dicen coach a pesar de que hallaremos un porrn de trminos equivalentes en espaol: adiestrador, entrenador, preparador, supervisor, tutor, instructor, asesor, profesor Muchas palabras, s, pero sin el mismo prestigio. Lo que se dice en ingls nos suele parecer ms importante.La publicidad alcanza en eso extremos de gran colorido. Hall los siguientes ejemplos en un solo da de la prensa. Una firma espaola de joyera nos dice en un anuncio: Check it out on"...; lo cual har que los monolinges no echen un vistazo a nada; un banco que quiere implantarse entre nosotros tiene como reclamo people in progress, sin reparar en que la gente deber progresar antes en ingls; una marca cuyo producto desconozco (el anuncio no dice de qu va) proclama que women are back (y adnde se habran ido las mujeres, que no haban vuelto?); unos almacenes presentan la lnea de decoracin infantil Mini Home (de lo cual no debe deducirse que se trata de adecentar la caseta del perro); una empresa sita bajo su hispano nombre las palabras crazy for shoes since 1972 (pues s, locos por los zapatos desde el ao 1972, y por el ingls desde hace un rato); y un distribuidor de la moda ofrece su shop online, quizs porque le parecera vulgar vender ropa por Internet.Qu nos est diciendo todo esto? Tal vez lo que muchos piensan al leer cada mensaje: Ah, esto no lo entiendo. Est en ingls, as que debe de ser muy bueno. Y de inmediato se van a contratar a un coach para que se lo recomiende.

    Ir de caas - tesis/tema?La asociacin Cerveceros de Espaa encarga una encuesta anual para averiguar cul es la compaa preferida por los espaoles para ir de caas. El calado sociolgico de los resultados no es desdeable: los elegidos suelen encerrar valores que la ciudadana admira de un modo particular y, entre ellos, siempre se cuela un estado de nimo colectivo. En 2015 el sealado como nmero uno ha sido Dani Rovira, seguido de Felipe VI y Rafa Nadal. Que el favorito sea un cmico tan extraordinario sugiere una lectura inmediata: sentimos una gran urgencia de alegras y Rovira es de los que ms nos alegran la vida.Durante aos esa encuesta distingui a Jos Antonio Labordeta como uno de los ms deseados en Aragn, el ms deseado para ir de caas. Resulta revelador que Dani Rovira se descubra como uno de los ms ilustres devotos de la figura de Labordeta. En una reciente entrevista con Ana Pastor celebr la superioridad moral del cantante y escritor e insinu que ojal en el Congreso hubiera 300 polticos de la bondad y decencia de Labordeta.Es estupendo que un joven de 34 aos, que no haba nacido cuando estall el Canto a la libertad, confiese esa adiccin por alguien de la edad de su abuelo, al que no conoci personalmente y que no forma parte de las referencias ms obvias que se le sospecharan. Y traza una bonita simetra que a muchos espaoles les haya gustado visualizarse con ambos tomando caas. La bondad, la decencia y la alegra parecen crear complicidades secretas que cruzan el tiempo, derriban los estereotipos y llegan muy al fondo de la gente.

    Hay que hablar -Elvira LindoImparto una charla sobre mi trabajo. Al final, se abre el turno de preguntas del pblico. La situacin es incmoda, porque quien desee preguntar ha de acercarse al micrfono. Entiendo que intimide. A m, acostumbrada como estoy a hablar en pblico, tambin me pasa, pero he comprendido que la timidez no es aceptable como excusa. Aunque la audiencia es mayoritariamente femenina, slo los hombres preguntan. Sin embargo, cuando el acto termina, se me acercan varias de las mujeres que tan atentamente me han escuchado a compartir de t a t sus pensamientos.Acudo al jurado de un premio. La representacin femenina es ridcula. La quinta parte. Hablan los hombres, hablan y hablan. Nada nuevo. De vez en cuando, una de las tres mujeres apostilla. O sonre. O asiente. O niega dulcemente. Yo trato de no hablar demasiado para no parecer la tpica mujer que habla demasiado. El resultado es que intervenimos poco y nuestro papel se me antoja meramente representativo.Tal vez no se puedan construir teoras generales de la experiencia propia, pero tras muchos aos de oficio y haber observado el frecuente silencio de las mujeres, el voluntario y el forzado, se me vienen a la cabeza algunas preguntas que formulara a todas aquellas que tienen, tenemos, alguna posibilidad de cambiar esta inercia: por qu no hablamos? por qu slo opinamos en las distancias cortas? no estamos hartas de escuchar? La brillante investigadora Jocelyn Bell se pregunta por qu si mejoramos los equipos con nuestra presencia nos retraemos luego en cuanto hay que pelear

  • por un puesto directivo. O cedemos continuamente el uso de la palabra, aadira yo. Esa empecinada costumbre nos perjudica a todas. Y a ellos, aunque no lo sepan.

    Verificacin del sexo, la ltima humillacin para las futbolistas"En las competiciones para hombres de la FIFA, solo los hombres pueden ser seleccionados para jugar. En las competiciones para mujeres de la FIFA, solo las mujeres pueden ser seleccionadas para jugar". Estas frases que parecen una perogrullada cacofnica pertenecen al punto 4 del Reglamento para la Verificacin de Sexo de la organizacin que rige el ftbol mundial. Estn dibujando en dos brochazos una realidad la de la sexualidad humana mucho ms compleja y que, sin embargo, pende como espada de Damocles sobre la vida de las mujeres futbolistas. En concreto, de las jugadoras que no encajan en el estereotipo fsico de mujer deportista, hasta el punto de amenazarlas con expulsarlas de sus equipos y someterlas a una humillacin pblica que algunas ya han sufrido.

    La surcoreana Park Eun-sun, delantera de ms de 1,80 metros, pas por su personal calvario en 2013, cuando seis de los siete entrenadores de la liga coreana femenina llamaron a un boicot hasta que Park demostrara que no era un hombre. Su equipo lo calific de atentado contra los derechos humanos. Ella se confes en Facebook: "Me duele el corazn y es humillante. He pasado por las pruebas de gnero muchas veces y compet en la Copa del Mundo y los Juegos Olmpicos. S que estas personas estn tratando de destruirme... Pero he trabajado muy duro para llegar hasta aqu y no me voy a dar por vencida tan fcilmente".

    "No slo es invasivo y una violacin de la privacidad, adems es poco cientfico", zanja Karkazis. La ciencia tiene claro que la sexualidad de las personas, las condiciones anatmicas y fisiolgicas que caracterizan a cada sexo, est lejos de ser ese o blanco o negro que reclama la legislacin de la FIFA. "Cada vez hay ms evidencias de la gran diversidad que hay en el sexo, que no es un sistema binario, ni mucho menos, y que depende de la gentica, de la epigentica, del desarrollo, del entorno y de otras circunstancias que pueden ocurrir durante la vida de cada persona", explica Victoria Ley, responsable de Salud y Deporte del Consejo Superior de Deportes. El problema fundamental, a su entender, es que los conocimientos cientficos no se estn trasladando a la normativa deportiva. "No solo eso: se pretende que la biologa se adapte a la legislacin, lo cual es imposible. Lo lgico es que la ley se adapte a la biologa", lamenta Ley.

    De un primer vistazo, el problema es simple: ser hombre es una ventaja compitiendo con mujeres. En junio de 2011, tras aprobar este reglamento de verificacin de sexo, la FIFA envi una circular en la que aseguraba que "las hormonas andrognicas [bsicamente la testosterona] tienen efectos que mejoran el rendimiento y pueden proporcionar una ventaja en el ftbol". Pero se trata de un planteamiento que choca con lo que la ciencia nos ha permitido saber: no hay un nivel de testosterona que determine que un humano es hombre o mujer. Ni la testosterona ni otra hormona: "No existe un marcador biolgico que sirva para determinar el sexo de una persona", zanja rotunda Karkazis.

    Karkazis publicaba la semana pasada en un artculo en la revista cientfica Science antes de que se conociera lo que estaba sucediendo en el Mundial que esta controversia sobre la sexualidad de las deportistas es de carcter "social y tico sobre cmo entendemos y enmarcamos la diversidad humana". Aada: "Y esto tiene consecuencias muy reales sobre la vida de la gente". "En muchas ocasiones no es posible determinar el sexo de un individuo mediante parmetros biolgicos y por lo tanto la opcin ms razonable es tener en cuenta nicamente la identidad sexual de cada individuo", indica Ley. Karkazis coincide: "Son mujeres que han vivido y competido como mujeres durante toda su vida. Sus documentos legales dicen que son mujeres. As que, por qu les estn exigiendo verificacin de sexo?".

    Vacunar es protegerLa difteria se daba por desaparecida en Espaa gracias a la vacunacin sistemtica de toda la poblacin infantil. El ltimo caso se registr en 1987. Casi tres dcadas despus, la enfermedad reaparece de nuevo en Olot con el contagio de un nio de seis aos que permanece ingresado en estado grave. Los padres haban rechazado inmunizar a sus hijos siguiendo la corriente antivacuna que desde hace algn tiempo se extiende en determinados crculos de medicina alternativa. Este contagio pone de manifiesto los graves efectos de ciertas teoras que, sin base cientfica, dudan sobre la bondad de la vacunacin infantil.

    Estas corrientes surgieron a raz de estudios que alertaban sobre los supuestos efectos adversos de las vacunas. Posteriormente fueron desmentidos, pero la semilla de la desconfianza haba germinado y la controversia que an pervive no hace sino aumentar la confusin y agravar las consecuencias. Uno de los ms dainos fue un estudio publicado en 1998 que sugera una relacin entre el autismo y la vacuna triple vrica (sarampin, paperas y rubeola). Pese a que tanto los autores como la revista que lo public se retractaron, el miedo y la desinformacin han podido ms que la evidencia cientfica.

    Los padres que para evitar un posible efecto adverso a sus hijos no les vacunan deben saber que, como ha ocurrido con el nio de Olot, no solo estn poniendo en peligro la salud de los hijos, sino los logros de inmunizacin comunitaria. La difteria est causada por una bacteria que afecta a las vas respiratorias y genera una toxina que puede daar rganos como el corazn, el rin o el cerebro. Ha sido preciso lanzar una alerta internacional para encontrar la antitoxina con la que tratar al nio infectado, que ha llegado de Rusia.

    Los padres que rechazan las vacunas hacen un uso muy cuestionable de su prerrogativa paterna. Son libres de ejercer sus convicciones, pero deben ser conscientes de que las consecuencias no recaen sobre ellos, sino sobre sus hijos, a los que en la prctica privan del derecho a la proteccin de la salud. Lo hacen con buena intencin, pero el resultado es el contrario al buscado. Para evitar a su hijo unos posibles efectos adversos leves, les someten a un riesgo de contagio que puede ser infinitamente peor. Si hasta ahora esta peligrosa moda no ha tenido ms consecuencias es porque los nios no vacunados son todava pocos y se benefician del hecho de que el resto de los padres s que vacunan. Ahora, el 95% de los nios est protegido, lo que produce una inmunidad de grupo que impide que los grmenes prosperen. Pero si muchos padres dejan de vacunar, la tasa de proteccin colectiva descender y reaparecern enfermedades que creamos controladas. Si eso ocurriera, tal vez habra que abrir el debate sobre la obligatoriedad de la inmunizacin infantil.

    Las vacunas salvan cada ao 2,3 millones de vidas. Solo hay que mirar atrs para darse cuenta del gran avance que suponen. En 1943, antes de que apareciera la vacuna, se producan en Espaa mil casos de difteria por cada 100.000 habitantes, con una mortalidad del 10%. Solo en Europa se registraban un milln de casos y alrededor de 50.000 muertes anuales. En 2013, las muertes por difteria han sido 3.300 en todo el mundo, la mayor parte por no tener acceso a las vacunas. Hay que evitar por todos los medios que esa cifra crezca a causa de algo tan evitable como la desinformacin.

  • Primer ao del Rey

    Felipe VI ha aprobado con nota su primer ao como Rey de Espaa, a juicio de los ciudadanos. El 81% de los espaoles celebra la forma en que el monarca est desempeando sus funciones, segn la encuesta de Metroscopia que publica hoy EL PAS. Adems, el 78% considera que la Corona proyecta una imagen positiva de Espaa hacia el exterior; un 70% cree que contribuye a salvaguardar el sistema democrtico en tiempos de crisis; un 66% opina que ejerce sus funciones de forma imparcial y sin partidismo, y un 63% considera que da estabilidad al Estado por encima de los cambios de Gobierno.

    No cabe duda de que el nuevo Rey ha iniciado el camino para recuperar el prestigio de la institucin y la confianza sobre su utilidad, teniendo en cuenta, adems, que recibi la corona en unos de los momentos ms bajos de popularidad de su padre, Don Juan Carlos, y de la Monarqua. Aunque la abdicacin fue una operacin oportuna, bien diseada y ejecutada, el reinado de Felipe VI se inici con algunas incertidumbres que l ha despejado gracias a un trabajo concienzudo, bien trazado y con una estrategia clara de proximidad con los ciudadanos, de regeneracin institucional y de mayor transparencia, acorde con las nuevas exigencias de la sociedad.Adems, doa Letizia ha obtenido un amplio respaldo ciudadano (el 74% aprueba la forma en que est desempeando sus funciones), en su primer ao como reina consorte, en el que ha mantenido las actividades que vena ejerciendo como princesa y ha asumido otras propias de su nuevo cargo, como la representacin de la actividad de cooperacin internacional de Espaa.El notable alto obtenido por el Rey en sus primeros doce meses de mandato no debe, sin embargo, instalarle en la complacencia o en la comodidad. Cuando don Juan Carlos decidi abdicar la Corona en su hijo, afirm que los nuevos tiempos exigan nuevos protagonistas para afrontar el cambio que piden los espaoles. Don Felipe asumi ese reto en su discurso de proclamacin y habl de una Monarqua renovada para un tiempo nuevo. En su primer ao, el Rey ha iniciado esa renovacin, pero es necesario que contine ese proceso con ms intensidad y ejerza el papel de dinamizador del cambio que de l se espera.Es verdad que la Constitucin tasa y limita las funciones del Rey en una monarqua parlamentaria, y que Felipe VI no debe pasar esas lneas rojas establecidas para un monarca que reina pero no gobierna. Pero en unos momentos de profundos cambios polticos y sociales sera bueno que don Felipe se acercara ms a esa raya tan sutil que le marca la Ley y ejercitara sus funciones constitucionales como rbitro y moderador de la poltica espaola, representante del pas en el exterior y garante de la unidad de Espaa.La prudencia es una virtud y ms en tiempos de crisis y de procesos electorales pero la situacin actual recomienda un poco ms de audacia a todos los lderes institucionales, incluido el Rey, que se ha ganado el respeto y el aprecio de los espaoles y la autoridad moral para reinar con mayor iniciativa.

    Yo no ayudo a mi mujer con los nios ni con las tareas de casa - Alberto Soler

    Esta maana he ido de paseo y al supermercado con los nios (ya tienen 15 meses, estn para comrselos, de verdad!). En la cola, se me ponen a hablar un par de seoras, y las dos concluyen lo mismo: hi ha que veure, lo que ajuden ara els homens a les seues dones amb els fills (hay que ver lo que ayudan ahora los hombres a sus mujeres con los hijos). sta es una de esas situaciones que me encantan para poder provocar un poco y sacar mi lado ms feminista. Pero hoy se haca tarde para comer y me he limitado a sonrer, agradecer y seguir a casa.

    Que qu le habra dicho a estas seoras? Probablemente, como en otras ocasiones, les habra respondido con un disculpe seora, pero no, ni ayudo ni pienso ayudar a mi mujer con los hijos. Y pasara a explicarle cul es mi punto de vista al respecto.

    Antes de tener hijos yo nunca he sido de esas parejas o maridos que ayudan a su mujer con las tareas de casa. Pero es que mi mujer tampoco me ha ayudado nunca. Y cuando llegaron los hijos las cosas siguieron ms o menos igual: ni le he ayudado con la casa ni ahora con los hijos. Habr alguno que an no haya pillado de qu va la cosa y est pensando maravillas sobre m y apiadndose de mi mujer (pobrecita, menudo le ha tocado!). No, yo no ayudo a mi mujer con los nios porque no puedo ayudar a alguien con algo que es mi entera responsabilidad.

    Los hijos, al igual que las tareas domsticas, no son el patrimonio de nadie: ni pertenecen a la mujer ni pertenecen al hombre. Son responsabilidad de ambos. Por este motivo me llega a ofender cuando, de modo muy bienintencionado (soy consciente) me halagan con lo mucho que ayudo a mi mujer. Como si no fueran mis hijos o no fuera mi responsabilidad. Hago, con mucho esfuerzo y mucho gusto ni ms ni menos que aquello que me corresponde. Al igual que mi mujer. Y por mucho que me esfuerce nunca podr llegar a hacer tanto y tan bien como hace ella.

    I. EXPRESIN ESCRITA: Vacunas son realmente beneficiosas para la salud o preocupan ms sus efectos secundarios?a. Introduccin: caso particular: nio no vacunado / difteriab.Desarrollo: - qu es una vacuna- beneficios- efectos secundarios

    - movimiento anti-vacunas: razones (ayuda: Teresa Forcades y la vacuna papiloma)c. Conclusin: (mnimo: 250 palabras aprox.)- crees que es recomendable vacunar a todos los nios? Por qu?crees que No es recomendable vacunar a los nios? Por qu?

    II. EXPRESIN ESCRITA: Monarqua espaola, necesaria o prescindible?a. Introduccin:- Breve explicacin de la monarqua espaola actual (Rey Juan Carlos I y Felipe VI).

    b. Desarollo:- qu funciones cumple la monarqua.

  • - qu imagen tienen los espaoles sobre la monarqua.- Problemas: caso de la infanta Cristina e Iaki Urdangarin.- Rey Juan Carlos: su amante Corinna y el accidente en Botswana.

    c. Conclusin: te parece buena idea mantener la monarqua espaola? Por qu? Crees que cumplen un papel fundamental en Espaa, como poder neutral (es decir, a-poltico) o como representacin institucional? Crees que dan buena imagen de Espaa y son importantes para mantener la buena imagen del pas?

    O, por el contrario, crees que la monarqua es un lastre que los espaoles arrastramos, y que ya no tiene ningn sentido? Crees que la imagen que dan de Espaa es negativa, especialmente tras el caso NOOS y los deslices del rey? Crees que la monarqua es algo del pasado, cuyas funciones pueden ser realizadas por otros representantes (diplomticos o embajadores, por ejemplo)? Crees que es injusto que unas personas gocen de privilegios por razn de nacimiento?

    Lee el siguiente texto y agrupa los grupos polticos en PRO-monarqua, ANTI-monarqua o, tal vez neutralesUn ao despus de la solemne ceremonia de proclamacin de Felipe VI, la inmensa mayora del arco parlamentario espaol considera que la sucesin fue un acierto y que el nuevo Rey ha sabido entender las exigencias de la sociedad y modernizar la monarqua para abrirla al nuevo tiempo.El PP, el PSOE, CiU y UPyD, que representan juntos al 90 por ciento de los grupos presentes en el Congreso, han perfilado para Efe un balance positivo de este ao de reinado, frente a las crticas de la Izquierda Plural y el PNV.

    Desde fuera del parlamento, Ciudadanos tambin aplaude el trabajo de Felipe VI, mientras que el lder de Podemos, Pablo Iglesias, apuesta a que, si la jefatura del Estado se eligiera democrticamente, "Felipe ganara".El PP y el PSOE sealan adems la contribucin de la reina al mpetu que ha tomado la Monarqua.Para el portavoz del grupo popular, Rafael Hernando, ha sido un ao de "xito para su Majestad y para la institucin, porque ha vuelto a generar ilusin entre los ciudadanos y a ganarse la confianza mayoritaria del pueblo espaol".A su juicio, la monarqua espaola ha tomado con Felipe VI un "gran impulso" durante un periodo en el que ha tenido que adoptar alguna "decisin complicada, pero valiente, que ha sido bien acogida por el conjunto de los ciudadanos", como la de retirar el Ducado de Palma a su hermana la infanta Cristina."Esas decisiones que, sin duda, son difciles, son las que ponen a las personas a la altura de lo que son. Estoy seguro de que no habr sido una decisin nada fcil, pero conecta con el sentir de los ciudadanos y, por lo tanto, es positivo para la institucin", recalca el representante del PP.Desde el grupo socialista, su portavoz, Antonio Hernando, cree que el balance del primer ao de reinado de don Felipe y doa Leticia es "muy positivo, sobre todo porque han comprendido las exigencias de la sociedad espaola de hoy, que son la austeridad, la ejemplaridad, la transparencia y la cercana"."Don Felipe prometi un tiempo nuevo en la monarqua espaola y lo est cumpliendo", ha dicho a Efe el portavoz socialista, para quien se ha demostrado que la abdicacin de Juan Carlos I fue un acierto y que estos doce meses han servido para "modernizar, actualizar y abrir la institucin y, lo que es ms importante, para acercarla a los ciudadanos y mejorar notablemente su imagen".Tambin CiU en el Congreso considera "acertada" la abdicacin del rey Juan Carlos y opina que su hijo ha "sintonizado con este nuevo tiempo, lo que unido al hecho de ser una persona joven le consolida en una etapa muy positiva", explica Josep Antoni Duran Lleida.Convencido de que don Felipe ser "algn da un gran Rey", Duran apunta que una de las pruebas de que su primer ao de reinado ha sido positivo es que "ya nadie se acuerda de cundo renunci su padre".Para los partidos de la Izquierda Plural (IU, ICV-EUiA, CHA), crticos con la Monarqua, Felipe VI representa el "recambio" de una institucin que "no se ha modernizado nada"."Estn intentando vestir de moderno algo arcaico, que procede de la Edad Media", opina su portavoz, Jos Luis Centella, quien no reconoce la "legitimidad" de la institucin mientras los ciudadanos no puedan decidir el modelo de Estado que quieren.Tampoco el PNV cree que, "por mucha imagen esttica que se le quiera buscar", la institucin monrquica tenga "mucho sentido"."Dije en su momento que lo que necesita la Monarqua es una utilidad en el panorama actual y sigue sin encontrarla", sostiene Aitor Esteban, portavoz de los nacionalistas vascos.Rosa Dez (UPyD), en cambio, cree que Felipe VI se est "ganando" con su labor la legitimidad de la responsabilidad que ostenta, en un tiempo en el que ya no sirven los "derechos dinsticos", y destaca que con medidas de transparencia y decisiones "ejemplares", como la de revocar el ttulo de duquesa de Palma a su hermana Cristina, el Rey ha entendido el "mensaje" de los ciudadanos, que hoy son mucho ms exigentes de lo que eran.Ciudadanos, en boca de su secretario general y portavoz, Matas Alonso, tambin pone como ejemplo la retirada del Ducado de Palma a su hermana como una de las decisiones con las que Felipe VI ha demostrado ser "consecuente" al frente de una institucin que ha hecho ms "austera" y "transparente".El lder de Podemos, Pablo Iglesias, cree que la Casa Real supo "leer muy bien" hace un ao la "crisis de rgimen" que haba en el pas y que actu con "mucha inteligencia" y "habilidad" al apostar por Felipe VI para proteger su continuidad y prestigio.