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ARTURO ROBLEDO La arquitectura como modo de vida Beatriz García Moreno

ARTURO+ROBLEDO+BAJA

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urbanismo

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  • ARTURO ROBLEDO

    La arquitec tura como modo de vida

    Beatriz Garca Moreno

  • Arturo Robledo Ocampo, arquitectoManizales-1930, Bogot-2007

    Arturo Robledo Ocampo se situ en el mundo desde la Arquitec-tura. Adems de su sobresaliente desempeo como arquitecto proyectista, llev a cabo una significativa labor en la academia, como docente, decano y vicerrector de la Universidad Nacional de Colombia; y en la actividad gremial, tanto en la Sociedad Colombiana de Arquitectos como miembro, vicepresidente y presidente, como en la Asociacin de Arquitectos de la Universi-dad Nacional de la cual fue fundador y presidente.

    Desde los comienzos de su vida profesional, a principios de los aos cincuenta, mostr su apertura hacia el pensamiento uni-versal y de manera particular hacia todo lo que atae a la arqui-tectura; as como tambin, un notorio inters y sensibilidad por los problemas y peculiaridades del territorio en el que ejerci su tarea, y de manera especfica por los relacionados con el habitar humano. Ambas caractersticas marcaron su hacer profesional y su posicin tica ante la profesin. De ello dan testimonio sus obras y proyectos entre los cuales figura el conjunto de casas del barrio Polo Club (con la firma Robledo, Drews & Castro, 1957), los apartamentos de la calle 26 (con Ricardo Velzquez, 1962), el Parque Metropolitano Simn Bolvar de Bogot (1980-1992), cuyo proyecto lider desde el Departamento de Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia, la rehabilitacin para uso de vivienda de la Calle del Sol en La Candelaria (con Rubio y G-mez Ltda., 1987-1992), el Parque Residencial Calle 100, (1991-1993), adems de muchos otros, construidos y no construidos, de carcter pblico y privado. Su consagracin a la causa de la profesin, los proyectos y las obras que realiz y su integridad como ser humano, sern siem-pre una referencia para los arquitectos comprometidos con la construccin del habitar en Colombia.

  • La arquitec tura como modo de vida

    ARTURO ROBLEDO

    Beatriz Garca Moreno

    Instituto Distrital de Patrimonio CulturalUniversidad Nacional de Colombia

    Colaboradores Jos Enrique Robledo Ocampo

    Germn Daro Rodrguez

  • ALCALDA MAYOR DE BOGOTSamuel Moreno RojasAlcalde Mayor de BogotCatalina Ramrez VallejoSecretaria de Cultura, Recreacin y DeporteGabriel Pardo Garca-PeaDirector Instituto Distrital de Patrimonio Cultural

    UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIAMoiss Wasserman LernerRectorJaime Franky RodrguezDecano Facultad de ArtesLuis Alfonso Prez OrozcoDirector Escuela de ArquitecturaRamn Garca PimentDirector Divisin de Archivos y Correspondencia

    Investigacin y textosBeatriz Garca Moreno

    ColaboradoresJos Enrique Robledo OcampoGermn Daro Rodrguez

    Fotografas actualesCarlos Hernndez LlamasEdicin de fotografasCarlos Hernndez LlamasMauricio Arango Pinilla

    Diseo y diagramacinMauricio Arango Pinilla

    Coordinacin editorialMauricio Uribe GonzlezSubdirector de Divulgacin de los Valores de Patrimonio Cultural - IDPCAlfonso Espinosa ParadaDirector Centro de Divulgacin y Medios Facultad de Artes Universidad Nacional de Colombia

    ImpresinPrimera edicin, marzo 2010.Linotipia Bolvar S. en C.Impreso en Colombia

    Instituto Distrital de Patrimonio Cultural

    ISBN 978-958-719-352-7

  • fig. 0. Trazado regulador del Parque Metropolitano Simn Bolvar. Arturo Robledo, Bogot, 1981.

  • 4fig. 01. Apartamentos Calle 26, Banco Central Hipotecario

    Bogot. 1962 Arturo Robledo con Rcardo Velsquez Aerofotografa: Instituto Geogrco Agustn Codazzi Panormica de Bogot con

    ubicacin del conjunto Acercamiento panormico al conjunto Fragmento planta del conjunto

  • La arquitec tura como modo de vida

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  • La arquitec tura como modo de vida

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    fig. 02. Arturo Robledo Ocampo Fotografa: Mara Esther Galvis

    Aspecto del conjunto Fotografa: Carlos Hernndez Llamas

  • 8Agradecimientos 11Presentacin 12Presentacin 13Prlogo 15Introduccin 18

    PARTE I EXPERIENCIAS, MARCAS Y DIRECCIONAMIENTO 21

    Territorio, cultura y familia 23La colonizacin antioquea y la construccin deterritorio, de arquitectura y de infraestructura 23La apertura al mundo 26El ambiente de su casa 28

    Los estudios de arquitectura 31La formacin en el pensamiento del Movimiento Moderno 32El currculo y sus profesores 37Sus condiscpulos 48

    PARTE II LA VIDA PROFESIONAL AL SERVICIO DE LA ACADEMIA Y DEL GREMIO DE LA ARQUITECTURA 53

    Su prctica al servicio de la academia 541952-1986. El docente 55

    Cargos acadmico-administrativos 571960-1965 Primera decanatura: afianzando e integrandosaberes 571966. Vicerrector y rector encargado. Puesta enmarcha de la reforma universitaria de 1965 62

    Contenido

  • La arquitec tura como modo de vida

    Contenido

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    1977-1980. Segunda decanatura: desarrollos disciplinares, el impulso a la investigacin y a la extensin 64

    Otras labores acadmicas 71El cuidado de la profesin desde el mbito gremial 72

    Vinculacin con la Sociedad Colombiana de Arquitectos, SCA 72

    Vinculacin a la Asociacin de Arquitectos con la Universidad Nacional, AUN 75

    PARTE III ARTURO ROBLEDO, CONSTRUCTOR DE ESPACIOS ARQUITECTNICOS Y URBANOS 77

    Algunas constantes de su arquitectura 80Obras y proyectos 831950-1959 De la vivienda unifamiliar al encuentro

    con la ciudad y sus equipamientos 83Vivienda Unifamiliar 91Vivienda multifamiliar 104Otros temas en la poca 114

    1959-1960,primera pausa:Subdirector de Planeacin Distrital 122

    1961-1968,vivienda, arquitectura escolar y algo ms 124Vivienda unifamiliar 124Conjuntos de vivienda multifamiliar 124Arquitectura relacionada con la educacin 138Otros temas de la poca 142

    1969-1973, segunda pausa: Asesoras para el Banco Interamericanode Desarrollo, BID 145

    1973- 1977, vivienda masiva, arquitectura industrial y algo ms 147Agrupaciones de vivienda 147Arquitectura industrial 154Otros temas de la poca 157

    1977-1980, tercera pausa:Segunda decanatura 1631980-1996,la intervencin en la metrpoli 163

    Conjuntos de vivienda multifamiliar 174Vivienda multifamiliar en altura 182Vivienda unifamiliar 185Otros temas de la poca 190

    1996, cuarta pausa.Curador urbano provisional para Santaf de Bogot 194

    1996-2007,de vuelta a la Universidad, logros y dicultades 194Conjuntos de vivienda 194Vivienda unifamiliar 198Arquitectura relacionada con la educacin 202

    PARTE IV COMENTARIO FINAL 213

    Acerca de su produccin escrita 214 Palabras de cierre 217 Listado de obras y proyectos realizados 218 Bibliografa 226 ndice de ilustraciones y fuentes 232 Obras signicativas de Arturo Robledo existentes en Bogot 242

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  • La arquitec tura como modo de vida

    Agradecimientos

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    calante, Consuelo Buitrago, Hans Quitin, Juan Felipe Alzate y Ricardo Alonso. Igualmente, este trabajo recibi apoyo de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, bajo las presidencias nacionales de Ricardo Navarrete y Diego Len Sierra, y de las revistas Proa Escala, y sus respectivos Directores, Lorenzo Fonseca y David Serna.

    Al nombrar aquellas personas que fueron definitivas en la recopilacin e interpretacin de la informacin presentada, debo empezar por el mismo Arturo Robledo, quien aos antes de su fallecimiento puso a mi disposicin su archivo personal, y estuvo dispuesto a conversar con-migo por largas horas sobre su vida, sus obras y su pensamiento sobre la arquitectura. Luego de su muerte muchos de sus familiares estuvieron dispuestos a brindarme la informacin y los tes-timonios solicitados para la investigacin. Entre ellos se deben nombrar: Ana Elvira Chee-Chong de Robledo, Ana Cristina Robledo Chee-Chong, Juan Manuel Robledo Chee-Chong, Jos Enri-que Robledo Ocampo, Alfonso Robledo Ocampo, Trixie Leeb de Robledo, Carolina Robledo Leeb, Fernando Robledo Ocampo, Carmencita Ruiz de Robledo, Miguel Robledo Ruiz, Guillermo Ro-bledo Ocampo, Mara Victoria Ruiz de Robledo, Martha Luca Robledo de Botero, Alejandro Bote-ro Robledo y Mauricio Robledo Restrepo. De ma-nera especial, doy las gracias a Alfonso Robledo Ocampo por la informacin aportada, provenien-te del archivo de Arturo Robledo Arias, padre de Arturo Robledo Ocampo.

    Para comprender la personalidad de Artu-ro Robledo y la dimensin de su contribucin, fue de gran importancia un amplio nmero de valiosos testimonios de colegas y amigos que lo

    Agradecimientos

    La investigacin que aqu se presenta se centra en la figura del arquitecto Arturo Robledo Ocam-po. Ella profundiza en algunos hechos de su vida que permiten entender su vocacin y desempeo como arquitecto, y se detiene en su propia con-cepcin de la arquitectura en la indagacin que hace de sus obras y otras de sus prcticas relacio-nadas con esta disciplina. La labor se ha llevado a cabo gracias al apoyo de diferentes instituciones y personas que entendieron su importancia.

    Entre las entidades que estuvieron al frente del proyecto se debe mencionar, en primera ins-tancia, el Instituto Distrital de Patrimonio Cultu-ral bajo la direccin de Gabriel Pardo Garca-Pea, as como a los responsables de su Subdireccin de Divulgacin, Margarita Mario von Hildebrand, Mauricio Uribe Gonzlez e Ilona Murcia Ijjasz, quienes se interesaron en el proyecto y pusieron sus colaboradores al servicio del mismo, entre los que se destacan Carlos Hernndez Llamas en-cargado de la fotografa actual. De igual manera, la Universidad Nacional de Colombia merece un especial reconocimiento por su apoyo permanen-te al proyecto en general, a travs del decano de la Facultad de Artes, Jaime Franky Rodrguez; del director de la Escuela de Arquitectura, Luis Alfon-so Prez Orozco; del director y los colaboradores del Centro de Documentacin y Medios, Alfonso Espinosa y Juan Francisco Poveda, y de manera especial de Mauricio Arango, encargado del diseo del libro. Un agradecimiento especial a su Divisin de Archivo y Correspondencia bajo la direccin de Ramn Garca, y a sus colaboradores, Gabriel Es-

    acompaaron en diferentes momentos de su vida y que quisieron aportar al desarrollo del trabajo. Quiero agradecer a las personas que generosa-mente dieron su testimonio, a saber: Eduardo Angulo Flrez, lvaro Botero Escobar, Jaime Cas-tell Centanaro, Dicken Castro Duque, Luis Carlos Coln Llamas, Alberto Ivn Correa Herrn, Juan Correa, Rafael Cullar Molano, Freddy Chacn, Willy Drews Arango, Lorenzo Fonseca Mart-nez, Gonzalo Hoyos, Luis Guillermo Martnez Medina, Mara Esperanza Mojica Silva, Fernan-do Montenegro Lizarralde, Carlos Nio Murcia, Cecilia Ordez, Oswaldo Prez de los Ros, Wi-dhmann Pineda, Mario Pinzn Espinel, Ignacio Pieros Torres, Ismael Quintero Quiones, Luis Ernesto Quintero Pardo, Manuel Vicente Rojas Parra, Germn Rubiano Caballero, Guillermo Ru-bio Juregui, Alberto Saldarriaga Roa, Julio Abel Snchez Leiva, Alejandro Sokoloff Moreno, lva-ro Tobn Hincapi, Enrique Triana Uribe, Marina Trujillo de Cullar, Omar Vaca, Rafael Vega Rosas y Hernn Villa-Roel Ramrez.

    Para finalizar, debo decir que este trabajo pudo realizarse gracias a la colaboracin del arquitecto Jos Enrique Robledo Ocampo, quien con gran entusiasmo se vincul a la investigacin y partici-p en las diferentes etapas de su desarrollo, desde la recoleccin de los testimonios, la bsqueda y se-leccin de la informacin grfica, hasta la edicin final del texto. De igual manera, quiero agradecer al arquitecto Germn Daro Rodrguez Botero por el apoyo dado en la recopilacin de informacin de archivo, en la transcripcin de los testimonios y en la elaboracin inicial del material grfico; lo mis-mo que a Lorenzo Fonseca quien hizo anotaciones importantes al documento en general, y a Claudia Burgos por sus aportes en la edicin del texto.

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    Presentacin

    El Instituto Distrital de Patrimonio Cultu-ral, entidad adscrita a la Secretara de Cultura, Recreacin y Deporte de la capital, reconoce el valor patrimonial de la arquitectura y el urba-nismo modernos, as como la obra de sus prin-cipales exponentes. A travs de Arturo Robledo Ocampo, la arquitectura como modo de vida exal-ta a uno de los ms grandes protagonistas de la concepcin y construccin de la ciudad duran-te el siglo XX. Luego de la muerte de este im-portante profesional, en el ao 2007, el IPDC se dio a la tarea de emprender una investiga-cin sobre su vida y obra, tendiente a recopi-lar y reconocer sus aportes a la arquitectura en Colombia. Fue as como encarg a la arquitecta Beatriz Garca Moreno la realizacin de la in-vestigacin que aqu se divulga, cuya publica-cin ha contado con el apoyo de la Universidad Nacional de Colombia.

    Arturo Robledo realiz sus estudios en la Universidad Nacional a mediados del siglo pa-sado, cuando la Arquitectura Moderna se impo-na de manera definitiva como camino para la construccin de nuestras ciudades y de nuestro hbitat en general, y fue dentro de sus parme-tros que l inici y consolid el ejercicio pro-fesional. La prctica arquitectnica de Arturo Robledo se concret en proyectos y obras de vi-vienda unifamiliar y multifamiliar, educativos, de salud, culturales, recreativos, industriales y comerciales, que han sido pioneros y modelo a seguir para muchos arquitectos. Ellos repre-sentan un importante legado que debe divul-

    garse y conservarse como parte del patrimonio moderno que posee la Nacin y de manera par-ticular la ciudad de Bogot.

    Como lo indica el ttulo de la publicacin, la vida de Arturo Robledo estuvo dedicada a la arquitectura, no solo en la prctica misma de la disciplina sino en su quehacer acadmico donde hizo aportes invaluables a la formacin que incidieron en la orientacin de la ensean-za de la carrera en el pas. De igual manera, su atencin a los asuntos gremiales de la profe-sin, su insistencia en el papel de una tica del arquitecto integral que le diera cabida de ma-nera clara y decidida a los problemas del pas con un gran sentido de responsabilidad social, son un ejemplo para las nuevas generaciones de arquitectos y personas que se ocupan de pensar la ciudad.

    La Alcalda Mayor de Bogot, que orienta su plan de desarrollo hacia una Bogot Positiva, rinde un homenaje al arquitecto Arturo Roble-do, a su vida, a su obra y a su aporte al desarro-llo de la capital mediante esta publicacin que resalta el valor patrimonial de su legado cultural que se debe proteger y dar a conocer.

    Gabriel Pardo Garcia-PeaDirector

    Instituto Distrital de Patrimonio CulturalDiciembre de 2009

  • La arquitec tura como modo de vida

    Presentacin

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    Presentacin

    Arturo Robledo

    La mejor manera de presentar los resultados de la investigacin consignados en este libro de la arquitecta Beatriz Garca, sobre la figura del arquitecto Arturo Robledo Ocampo, es -no me cabe la menor duda- invitando a la lectura cui-dadosa de cada una de sus pginas, bien desde una mirada analtica y comprensiva o bien por el enorme placer que produce entre especialistas o interesados en el asunto, encontrar trabajos que conjugan la relevancia del tema investigado con el juicio y cuidado del investigador al abordarlo.

    Pese a que ninguna opinin reemplaza la re-comendacin inicial de recorrer el libro, me ocu-par de las dos ltimas consideraciones anotadas que segn intuyo producen el placer de su lectu-ra. En primer lugar la relevancia del tema, dira mejor en este caso el reconocimiento de Arturo Robledo en el desarrollo de las ideas que orien-taron el cambio social y cultural de la segunda mitad del siglo pasado en el pas, fuertemente enraizado -en ese entonces- en la tradicin y en una conciencia provinciana de las que quiz slo se escapaban pequeos grupos de lite. En efecto si consideramos el papel fundamental que juga-ron las artes y la arquitectura en la introduccin de las ideas modernas y a Arturo Robledo como una de las personalidades de avanzada en artes y arquitectura, podremos inferir con razn que su contribucin es relevante. Su actividad se dio en mltiples frentes: el del ejercicio profesional, el

    de la organizacin de los profesionales orienta-do a definir las rutas de participacin en la cons-truccin del entorno edificado y la sociedad, el acadmico definitivamente comprometido con la formacin profesional en su sentido ms es-tricto y con el cultivo del individuo en el mar-co de aquello que profesaban los profesionales de la arquitectura. De todos ellos se da cuenta en el presente libro; todos ellos en su conjunto muestran la importancia de su contribucin en la direccin anotada.

    Me correspondi estudiar arquitectura en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia durante la segunda decanatura de Arturo Robledo. No tuve la posibilidad de tener contacto directo con l pero la ltima etapa de mi formacin estuvo marcada por los cambios en el programa que emprendi y que definie-ron buena parte de la actividad profesional de quienes egresamos en ese entonces y abrieron el camino para reformas de los programas cu-rriculares de dcadas posteriores en la Facultad y, sin duda, sirvieron de referencia para la re-forma curricular de los aos noventas, la ms importante emprendida en la Universidad. Si hacemos seguimiento del modelo de intensi-ficaciones propuesto a finales de los aos se-tenta, encontramos en l el origen de nuevos programas profesionales de pregrado y de la mayora de la oferta de formacin posgraduada en la Facultad. Su trabajo profesional era tam-bin referencia para la formacin. Al modo de T. S. Kuhn, sin pretender comparar la arquitec-tura con las ciencias, podemos decir que varios de sus proyectos eran considerados como reali-zaciones ejemplares, esa suerte de paradigmas que sirven de manera especial para la ilustra-

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    cin y la formacin de iniciados en una comu-nidad en este caso profesional.

    Los trabajos profesionales aqu compilados muestran su talento y son consecuentes con lo que l mismo anotaba de la arquitectura:

    Quien posea los recursos de la tcnica ha dado solamente un paso para la solucin de los problemas que plantea la organizacin urbana. Pero el camino se recorre con la visin y con el impulso creador, con aquella actitud a la vez rea-lista y potica que concreta en un momento de-terminado el fruto de profundas meditaciones y vigilias. Esa actitud es la que hace que el arqui-tecto no pueda ser considerado como un tcnico sino como un creador: un creador del espacio habitable.

    Las piezas de arquitectura aqu recogidas, edificadas unas, otras no, evidencian una obra consistente, cuidadosa y respetuosa. En algunas es posible identificar cmo se ajustan al entorno y a las determinantes propias de cada proyecto. Tenerlas reunidas constituye una leccin de ha-cer arquitectura y de crear en cada obra, sin per-der la impronta propia del arquitecto.

    De otra parte, en cuanto a la segunda con-sideracin de valor mencionada, en el trabajo de investigacin realizado, se pueden destacar algunos aspectos:

    La aproximacin integral o la bsqueda de construir una mirada integral. Trabajos prece-dentes como el catlogo Portafolio en vivienda (1952-2002). Arturo Robledo Ocampo editado con ocasin de la realizacin de la exposicin sobre el

    tema en el Museo de Arquitectura de la Univer-sidad Nacional de Colombia, o Escritos de Arturo Robledo, editado recientemente en la coleccin Notas de Clase por el Centro de Divulgacin y Medios de la Facultad de Artes, han hecho apor-tes parciales al reconocimiento de la obra del arquitecto. Slo hasta hoy podemos ver la mag-nitud de sus contribuciones al desarrollo de la disciplina y a la cultura nacional, sobre las que otros estudiosos podrn profundizar, siguiendo adems una ruta que l foment y contribuy a trazar: la de recoger la historia de la arquitectu-ra colombiana

    Se puede destacar tambin, en un trayecto paralelo, la mirada simultnea sobre la labor y la persona. El texto se inicia situando geogrfica e histricamente a Arturo Robledo, lo que pro-duce las pistas necesarias para hacer el recorri-do. Recorrido que es complementado de forma recurrente con opiniones de colegas en distin-tos campos y discpulos del arquitecto, que con-firman el reconocimiento que la investigadora hace, ahora por la va de los pares, de quienes trabajaron con l o de quienes trabajaron para l. Es un acierto indudable de Beatriz Garca acompaar sus indagaciones con estos testimo-nios que corroboran la validez de sus propsi-tos: poner en valor la obra de Arturo Robledo y entenderla como ella lo ha identificado Como un modo de vida.

    Jaime Franky RodrguezDecano Facultad de Artes

    Universidad Nacional de ColombiaDiciembre 2009

  • La arquitec tura como modo de vida

    Prlogo

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    Prlogo

    Arquitecto moderno colombiano

    Preparar esta presentacin ha sido un ejerci-cio de reflexin en la racionalizacin de por qu Arturo Robledo Ocampo fue una de las perso-nas ms significativas e influyentes en mi for-macin profesional y personal. Para transmitir mis conclusiones me referir a momentos que pude compartir con l y a algunos de sus innu-merables proyectos, todos incluidos en la publi-cacin que tiene en sus manos.

    A comienzos de la dcada de los aos se-senta, los paseos de descanso que el arquitecto Carlos Martnez, entonces director del Departa-mento Administrativo de Planificacin Distri-tal de la Alcalda de Bogot, organizaba con su equipo a Subachoque, me brindaron la posibi-lidad de entrar en contacto con Arturo cuando l se desempeaba como subdirector y coordi-nador de este grupo, el cual, por primera vez en la ciudad, acometa la preparacin de un Plan de Ordenamiento de alcance metropolitano, que se convirti en pieza bsica estructurante para posteriores trabajos similares.

    Esta relacin me fue muy til cuando, un par de aos despus, en 1963, acud a l cuando se desempeaba como decano de la Facultad de Ar-quitectura de la Universidad Nacional. Con gran deferencia me recibi en su despacho y me expli-c con la claridad que siempre lo caracteriz en qu consista el programa de estudios y me plan-

    te las transformaciones que estaban en proceso ya que el pnsum de la facultad estaba bajo su direccin. Sus palabras ayudaron de manera defi-nitiva a que me inscribiera e ingresara ese ao a la Facultad de Arquitectura. El proceso de estudios universitarios que acomet estuvo signado por las transformaciones y cambios que su decanatura determin durante esa dcada en la Universidad. Entre ellos, el nfasis en asuntos urbanos que l determin con base en su experiencia en la Alcal-da, y para lo cual aument materias en ese tema e increment su tiempo y profundizacin.

    En el proceso acadmico las referencias a proyectos publicados fueron fuente invaluable de anlisis y de aprendizaje. Considero que debo compartir la admiracin que en ese momento me caus el diseo de las escaleras en el proyecto de apartamentos para el sector de Techo, en Bo-got, diseado por Arturo, en las que demostr su capacidad del manejo conceptual de la tridi-mensionalidad para poder plantear la sinuosi-dad del desarrollo de la escalera en medio de un planteamiento general y de bloques de vivienda enteramente ortogonal. Admiracin que con el paso de los aos se ha mantenido (fig.86,m).

    En 1968, cuando inici el noveno semestre de la carrera, fue Arturo quien asumi la direccin de un proyecto acadmico con sentido futurista de carcter urbano: la ampliacin del centro in-ternacional de Bogot. Su visin de futuro y sus amplios conocimientos tcnicos dieron seguri-dad a los dubitativos pasos de los grupos de tra-bajo que, por primera vez, nos aproximbamos a un proceso tan lanzado. Su asertividad brind confianza a todos nosotros. Fue una novedosa ruptura de la pedagoga tradicional del Taller que

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    con la claridad mental de Arturo Robledo se pudo desarrollar para producir un resultado que fue paradigmtico en la facultad. El proceso de apren-dizaje fue tan satisfactorio que solicitamos con-tinuar con su direccin en el proyecto de grado. Las directivas accedieron a esta solicitud pero, la-mentablemente para nosotros, su nombramien-to en un prestigioso cargo que deba desempear en Brasil nos rob esta nueva experiencia.

    A finales de esta dcada, al iniciar mi activi-dad profesional en el campo editorial, como cola-borador de la revista de arquitectura PROA, una de mis primeras tareas fue el manejo del conte-nido de una entrega (No. 198) dedicada a exaltar la labor del Instituto Colombiano de Construc-ciones Escolares que, bajo la direccin de Arturo Robledo, desarroll un cambio fundamental en la estructura de las aulas y en la composicin de las plantas de los diversos colegios a su cargo en diferentes regiones del pas. Planteamientos que hoy son referentes obligados en las propuestas de innovacin de la Secretara Distrital de Edu-cacin y tambin en el Ministerio de Cultura.

    Ya en la dcada de los aos setenta, por mi labor en PROA, tuve la oportunidad de un con-tacto permanente con Arturo con la intencin de incluir en las pginas de la revista su profusa y valiosa produccin de proyectos, lo que me per-miti un dilogo permanente tanto en su estudio como en la sede de la revista. Se logr organi-zar y presentar un recuento de la obra disea-da y construida desde 1950 hasta ese momento (1976) en una primera entrega (No. 266) donde se evidencia su capacidad creativa y el volumen de trabajos llevados a cabo, todos con la seriedad y el profesionalismo que siempre lo caracteriz.

    La calidad de su produccin y la falta de di-vulgacin de su trabajo en medios editoriales lle-varon a incluir, al poco tiempo, en una segunda entrega de PROA (No. 279), su propuesta para el concurso de la Urbanizacin Crdoba, en Bogot, que no clasific entre los proyectos premiados. La calidad de esa propuesta llev a que en una en-trega posterior (No. 287) con Alberto Saldarriaga definiramos unas pautas para la presentacin comparativa de los proyectos concursantes, que se aplicaron a los 16 proyectos participantes y que luego, con una aproximacin a una ponde-racin hipottica de los proyectos publicados, se mostr cmo el proyecto de Arturo era el que ms cumpla con las expectativas del concurso en los diferentes niveles de anlisis: paisaje urba-no, mdulo urbanstico, mdulo arquitectnico, unidad de vivienda, tecnolgico.

    En la dcada de los aos ochenta, cuando Arturo trabajaba en el proyecto para el Parque Simn Bolvar, tuve la oportunidad de visitar su oficina en varias ocasiones y disfrutar de sus ex-plicaciones que demostraban la capacidad para tener en su mente un proyecto de dimensin macro y para estructurarlo segn lineamientos geomtricos que organizaban simultneamente los aspectos generales y las particularidades al milmetro, y as definir un conjunto coherente y variado regido por la geometra generadora que ordenaba la espacialidad del parque.

    A finales de la dcada de los aos noventa Ar-turo se propuso producir un portafolio ordenado de su obra que lo llev a estructurar, ante todo, sus propuestas de vivienda con una condicin in-eludible, ser capaz de mostrar cada proyecto en una pgina y reservar otra para textos y comen-

    tarios. En su proceso inicial me tuvo en cuenta al compartir su idea para buscar alternativas. Para las imgenes del portafolio la informacin publi-cada en PROA ayud en su produccin definitiva.

    Este trabajo fue acogido por el Museo de Arquitectura de la Universidad Nacional de Co-lombia para estructurar una exposicin y pro-ducir una publicacin-catlogo que reflejara esa intencin inicial. La exposicin itinerante se ha mostrado en diversos escenarios acadmi-cos, uno de ellos, la sala de exposiciones de la Facultad de Arquitectura de la Javeriana, a pro-psito de una de mis ltimas tareas conjuntas con Arturo, la coordinacin de un coloquio en la misma Facultad de Arquitectura en el que Artu-ro era el invitado especial. Su participacin fue, como siempre, de gran lucidez.

    Estuve prximo a Arturo Robledo en diferen-tes instancias, como alumno, como estudiante en la facultad que l diriga, como editor al exaltar sus aportes a la arquitectura, como promotor de sus cualidades profesionales, como interlocutor en sus proyectos significativos y como amigo.

    En todas sus actuaciones se notaba su es-tructura mental profunda y clara que le permita, cuando se le solicitaba, hacer acertados comen-tarios y observaciones, en ocasiones custicos. Su arquitectura refleja la estructura racional que primaba en sus decisiones y que determinaba una claridad difana en la organizacin espacial de cada obra y una planimetra simple y pura.

    La geometra siempre fue su herramienta de trabajo, sta se enriqueci con la llegada de las tcnicas del computador, pues al adentrarse en

  • La arquitec tura como modo de vida

    Prlogo

    17

    la tecnologa pudo desarrollar nuevas aproxima-ciones formales y organizativas que se eviden-cian en sus ltimos diseos.

    Su memoria prodigiosa junto a la profunda reflexin que lo caracteriz, le permiti desta-carse como un ser erudito en mltiples temas en un mundo de especialistas. Su capacidad de lectura y su maravillosa memoria visual le per-mitan captar los mensajes de las mltiples pu-blicaciones que reciba y aprovecharlos tanto en su conversacin cotidiana como en sus propues-tas conceptuales.

    Hizo parte de la generacin de destacados arquitectos que asumieron su profesin con un alto sentido de responsabilidad social lo que los comprometa en la bsqueda de respuestas es-paciales ptimas a los requerimientos para los que fueron llamados. Grupo con un alto senti-do de la tica profesional que se evidenciaba en cada una de sus actuaciones de vida, ejemplari-zante para las siguientes generaciones.

    Por diferentes circunstancias su ejercicio profesional estuvo marcado por dificultades en el paso del proyecto arquitectnico a la obra construida. Por ello, su archivo est lleno de ex-celentes proyectos que quedaron en planos; ac-ceder a ellos, algo que se logra parcialmente con esta publicacin, es recibir lecciones de buena arquitectura. Son valiosos documentos que in-citan a estudio y valoracin para convertirlos en material de utilidad para generaciones futuras. Su archivo entonces debe hacer parte del acervo patrimonial arquitectnico colombiano.

    Esta publicacin resalta las mltiples facetas de la vida y obra de este arquitecto colombiano que es desconocido para muchos profesionales, especialmente de las nuevas generaciones. Per-mite, adems, entender cmo, a travs de los aos, demostr ser uno de los arquitectos ms importantes de la segunda mitad del siglo XX en Colombia. El trabajo de Beatriz Garca y su equipo de colaboradores se convierte en un me-recido homenaje a quien aport a la planeacin urbana, al diseo y construccin de diferentes obras en diferentes regiones del pas y de muy diversa ndole como: vivienda unifamiliar y multifamiliar; escuelas y colegios; adems de la transformacin positiva en la formacin de arquitectos tanto en el campo de la administra-cin acadmica como en la docencia.

    El esfuerzo editorial respaldado por el Insti-tuto Distrital de Patrimonio Cultural en cabeza del arquitecto Gabriel Pardo Garcia-Pea y de la Universidad Nacional de Colombia, hace posible que esta investigacin sea divulgada y que Ar-turo Robledo ocupe su lugar en la historia de la arquitectura moderna colombiana.

    Lorenzo Fonseca MartnezOctubre 2009

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    Introduccin

    Ningn arte vale la pena insistir representa con ms vigor y mayor segu-ridad los valores e ideales colectivos que la arquitectura; no est sometida a las barreras del lenguaje ni a los prejuicios religiosos o ideolgicos; desafa con mayor seguridad el paso del tiempo y entrega su mensaje no solamente a los iniciados o a los eruditos. Las pirmides, el Partenn o la catedral gtica evocan formas de vida y sistemas de pensamiento con mayor precisin que otro medio artstico1.

    Para Arturo Robledo la arquitectura signi-ficaba ms que una simple prctica profesio-nal; podra decirse que su vida entera la arm en funcin de esta disciplina. Durante su vida profesional demostr ser un constructor de es-pacios, no solo arquitectnicos, sino tambin acadmicos y gremiales. Sus obras de arquitec-tura y de urbanismo, su desempeo como do-cente, decano y vicerrector de la Universidad Nacional, y su papel como gremialista tanto en la Sociedad Colombiana de Arquitectos como en la Asociacin de Arquitectos de la Universidad Nacional, dan cuenta de ello. El examen de su vida y su obra permite indagar en ms de me-dio siglo de la historia de la arquitectura en Co-lombia, en la transformacin y consolidacin de la formacin y del ejercicio de la profesin. Los

    1 ROBLEDO OCAMPO, Arturo. Cita tomada del escrito sobre la ar-quitectura colombiana, ledo por los micrfonos de la Ra-diodifusora Nacional, con ocasin de la Semana Nacional de la Cultura, el 9 de julio de 1962, da de la Arquitectura. Archivo personal de Arturo Robledo.

  • La arquitec tura como modo de vida

    Introduccin

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    hechos ms importantes que a continuacin se narran, estn ligados a actores y sucesos que fueron, y siguen siendo, protagonistas en la ar-quitectura del pas.

    Arturo Robledo se desempe como arqui-tecto durante ms de cincuenta aos2. Su ejer-cicio profesional se inici desde mediados del siglo pasado y se prolong hasta su muerte en el ao 2007. Aunque muchos de sus proyectos no se construyeron, su archivo personal y las publicaciones de algunas de sus obras facilita-ron la recopilacin de una amplia documenta-cin que permiti reconocer su entendimiento y modo de enfrentar la arquitectura. Mediante los documentos existentes en los archivos de la Universidad Nacional y en su archivo personal fue posible poner de presente el importante le-gado que dej a la academia y, de manera parti-cular, a la formacin del arquitecto. Aunque es ms escasa la informacin sobre su desempeo en las asociaciones gremiales en las que partici-p, debido a la falta de archivos que den cuenta de este extenso perodo, la documentacin exis-tente puso de presente el aporte que realiz a travs del trabajo constante en la consolidacin de la prctica de la arquitectura en el pas. En esta investigacin se hace un recuento de sus acciones y produccin principal como arquitec-to, de las caractersticas que se han considerado ms representativas de su manera de pensar y hacer arquitectura, y se dejan abiertas algunas preguntas que se espera sirvan de estmulo a in-vestigaciones posteriores.

    2 Su matrcula profesional No. 3365 la obtuvo del Consejo Profesional de Ingeniera y Arquitectura de Cundinamarca, en abril del ao 1954.

    Los hechos que se narran se basan en di-ferentes fuentes, como son: documentos de primera mano encontrados en el archivo de la Facultad de Artes y en la Divisin de Archivo y Correspondencia de la Universidad Nacional de Colombia, en el archivo de la Sociedad Co-lombiana de Arquitectos y en el personal de Ar-turo Robledo; testimonios de colegas, amigos y familiares, recolectados para la investigacin; notas de la investigadora principal sobre con-versaciones sostenidas por ella y Jos Enrique Robledo con Arturo Robledo sobre su vida y obra; diferentes versiones de la hoja de vida realizadas por el arquitecto, en momentos par-ticulares de su existencia; escritos de Arturo Robledo, inditos muchos de ellos, que realiz con ocasin de diversos eventos de su vida o por motivaciones particulares, y material gr-fico publicado en revistas y libros.

    Este documento parte de afirmar que la arquitectura fue el punto de referencia des-de el cual Arturo Robledo se situ para vivir, y que es este hecho el que permite entender los acontecimientos que marcaron su vida y su obra. Con base en esta premisa se abord el desarrollo de la investigacin. El texto que se presenta, adems de la introduccin y el cie-rre, se estructur en cuatro partes: la primera est dedicada a sealar de manera biogrfica algunos rasgos y hechos de su crianza y forma-cin que fueron determinantes para su hacer en arquitectura. Se compone de dos captulos: el primero se detiene en algunos datos de su

    vida, especialmente de su niez y juventud, que influyeron en su personalidad, lo orien-taron hacia la arquitectura e incidieron en su ejercicio profesional; y el segundo se refiere a las caractersticas de la formacin recibida en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia. La segunda parte exa-mina su vida y logros en relacin con la acade-mia, especficamente su labor en esta ltima institucin como docente, decano y vicerrec-tor; pone de presente las transformaciones relacionadas con el pnsum, a la vez que hace alusin a las caractersticas del ambiente na-cional y cultural en que sucedieron, y seala los principales aportes y logros que hizo a la formacin en arquitectura. Esta parte finaliza destacando algunas de sus acciones relaciona-das con lo gremial. La tercera parte, a la vez que da cuenta cronolgica de los proyectos arquitectnicos y urbanos de Arturo Robledo, inquiere de manera crtica en su pensamiento arquitectnico y en sus principales obras. La presentacin de stas se organiza en cuatro perodos marcados por pausas, durante las cuales adelant labores en entidades pblicas y privadas. La cuarta parte se centra en el cie-rre del documento, presenta una referencia a su pensamiento consignado en diferentes es-critos y enfatiza la importancia de su legado para la arquitectura en Colombia. Para fina-lizar se agrega un listado con las ilustraciones y las fuentes de donde fueron tomadas, y un mapa con las obras ms significativas de Artu-ro Robledo, existentes en Bogot.

  • PARTE I EXPERIENCIAS, MARCAS

    Y DIRECCIONAMIENTO

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    Desde que nacemos nos ro-dea la inf luencia sutil pero pe-netrante del carcter de nuestras habitaciones, de nuestra casa, de nuestro barrio, de nuestra ciudad. Podra vivirse sin tener relacin con ningn arte, pero no podemos escapar de los espacios que habi-tamos. Podemos concebir, aunque no nos guste, sociedades sin pin-tura u otra manifestacin arts-tica, pero no es posible concebir una sociedad sin arquitectura3.

    3 ROBLEDO OCAMPO, Arturo. Cita tomada del escrito sobre la ar-quitectura colombiana, ledo por los micrfonos de la Ra-diodifusora Nacional, con ocasin de la Semana Nacional de la Cultura, el 9 de julio de 1962, da de la Arquitectura. Archivo personal de Arturo Robledo.

    fig. 03. Autorretrao Arturo Robledo. Tcnica mixta. Octubre 9 de 1949. Hace parte de una serie de dibu-

    jos elaborados en su juventud.

  • La arquitec tura como modo de vida

    EXPERIENCIAS, MARCAS Y DIRECCIONAMIENTO

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    Territorio, cultura y familia

    Para entender la obra de Arturo Robledo, su vocacin de arquitecto y los campos hacia los cuales dirigi su prctica profesional, es necesario hacer referencia a algunos aspectos relevantes del espacio y tiempo en los que de-sarroll su vida y su obra, pues ello no slo per-mite dar cuenta de las fechas de su nacimiento y de su muerte y de su ubicacin en la historia, sino que posibilita reconocer el ambiente don-de se form como persona, las culturas en las que naci y le transmitieron un mundo simb-lico apoyado en creencias particulares, en ma-neras de hacer, de decir y de habitar. Factores, todos ellos, que incidieron en la configuracin de una tica particular que se puso de presente en el modo de conectarse con el pas y con el mundo, de construir territorio, de crear lmi-tes y de abrirse a otras latitudes. Los hechos a los que a continuacin se hace referencia, se presentan acompaados de algunas interpreta-ciones basadas en el examen de la informacin recopilada, con la intencin de abrir camino en el entendimiento de sus haceres y pensamiento como arquitecto.

    En toda su trayectoria es posible evidenciar una huella profunda de origen anterior a su formacin en la Facultad de Arquitectura, que proviene del ambiente donde naci y vivi su infancia y juventud, el cual estuvo caracteriza-do, de un lado, por la presencia de la cultura de la colonizacin antioquea, con tradiciones pro-

    pias y mtodos especficos de construir territo-rio; y, de otro, por la presencia de una cultura abierta al mundo y al conocimiento, de carcter ms universal. A continuacin se expondrn las ideas que sustentan esta argumentacin.

    La colonizacin antioquea y la construccin de territorio, de arquitectura y de infraestructura

    Arturo Robledo fue el segundo de los diez hijos de Arturo Robledo Arias y Carola Ocampo Avendao, ambos descendientes de colonizadores antioqueos. Sus antepasados, provenientes de Abejorral y Sonsn, en Antio-quia, se instalaron primero en Salamina y lue-go, desde finales del siglo XIX, en Manizales, ciudad donde naci en 1930, y donde pas sus primeros aos de infancia. La residencia en Manizales fue corta, pues cuando apenas con-taba con dos aos de edad, su familia, debido al trabajo del padre, que haca parte de la Le-gacin de Colombia en Brasil, se traslad con sus hijos a Ro de Janeiro, y all permanecie-ron alrededor de dos aos. A su regreso, luego de una corta estada en Bogot y en Manizales, el grupo familiar se instal por cerca de un ao en Medelln, donde el padre haba sido nom-brado Secretario de Salud de Antioquia. Al cabo de este perodo regresaron a Manizales por poco tiempo, pues pronto Arturo Robledo Arias fue nombrado Secretario del presidente Eduardo Santos, labor que desempe entre 1938 y 1940. A partir de ese momento, la fami-lia se radic en Bogot.

    fig. 04. Los paisajes de la Colonizacin An-tioquea vividos en su infancia y ju-ventud, le dejaron profundas huellas y fueron referencia importante para su con-cepcin y ejercicio de la arquitectura.

    Fotografas: Francisco Ramrez Jorge Eduardo Arango (Bambusa Guadua, Villegas Editores, 1989). Francisco Ramrez

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    A pesar de que Arturo Robledo no pas una gran parte de su vida en Manizales, esta ciudad siempre fue referencia importante con la familia original, tanto paterna como materna, y a travs de ella, con la cultura de la colonizacin antioque-a fundante de muchos de sus valores ticos y de su sensibilidad hacia los problemas del habitar. En diferentes ocasiones, cuando hablaba sobre su vida, recordaba con gran nitidez muchos epi-sodios relacionados con los cambios de residen-cia ocurridos en sus primeros ocho aos, pero siempre reconoca como centro de su infancia a Manizales y sus alrededores. En aquella poca esa relacin se alimentaba de visitas en perodos de vacaciones, a las casas y fincas de los abuelos y tos situadas en esa geografa. Es en el contacto con esta regin, con la manera de habitar en esas casas, con las historias narradas por sus mayores en torno a la construccin de la misma, donde puede situarse una de sus primeras y ms signi-ficativas experiencias con la arquitectura, la cual lo acompa durante el resto de su vida.

    Entre las casas que Arturo Robledo recordaba con mayor precisin se encontraba la de los abue-los maternos en el barrio San Jos de Manizales, tpica vivienda de dos pisos de las ciudades de la colonizacin, construida en guadua y bahareque, con puertas con balcn incorporado y chambranas en macana, con patios interiores diferenciados por su relacin con la zona social y la de servicios, con amplios corredores y cuartos en galera. Si bien va-rias de las fincas que visit en su niez quedaron grabadas en su memoria, fue la hacienda Casca-rero, cuyas construcciones fueron erigidas por su abuelo materno a principios del siglo XX, la que le dej una impronta imborrable que marc poste-riormente, su arquitectura. En esta finca situada

    en la carretera que conduce de Manizales a Irra, dedicada principalmente al cultivo del caf, en-contr una de las primeras enseanzas del manejo del territorio, una propuesta espacial en funcin de una forma de vida, de una economa propia y de una geografa. En algunas de las conversacio-nes con diferentes colegas cont que alguna vez, cuando ya era arquitecto, decidi medir la casa principal y encontr que varias de sus dimensio-nes guardaban entre s la proporcin urea4.

    La disposicin del conjunto de edificacio-nes en Cascarero era una de las ancdotas que Arturo Robledo traa a cuento cuando se le preguntaba por las huellas de esta cultura en su formacin y en sus realizaciones (fig.5). En primer lugar, haca referencia a la implantacin en una suave ladera, de las diferentes construc-ciones dedicadas a la residencia de la familia y a su recreacin, a los administradores y a la pro-duccin del caf; y rememoraba el recorrido que deba realizar desde la entrada principal de la finca, localizada en el borde de la carretera, has-ta la casa principal, situada en la parte ms alta. Este recorrido, deca, le despert una singular sensibilidad hacia esa disposicin, y un disfrute que surga de reconocer en ella, la implantacin y relacin entre una y otra edificacin y las dife-rencias de acuerdo con los usos y jerarquas; de admirar la construccin del territorio y la belle-za del paisaje. En su vida de arquitecto cuando recordaba aquella finca, asociaba la agrupacin de construcciones con una especie de acrpolis, donde, a travs de un camino, se iba presen-tando cada una de las edificaciones de manera diferenciada y jerarquizada hasta alcanzar la principal, la casa de la familia, que era el lugar de convergencia de dicho conjunto.

    4 Conversaciones de Arturo Robledo con Beatriz Garca Mo-reno con ocasin de haber obtenido el Premio Nacional de Arquitectura que otorg La Universidad del Valle, en 1998, a raz de los cincuenta aos de su programa de Arquitec-tura. Esta misma informacin fue recopilada en entrevista grabada por los arquitectos lvaro Tobn, Mara Esperan-za Mojica, Mario Pinzn, Fernando Ospina, Ricardo Quiro-ga y Jorge Pieschacn (TOBN, lvaro et al., 2006-2007, en proceso de publicacin).

    fig. 05. Hacienda "Cascarero". Antigua carretera entre Manizales e Irra, Caldas. En esta casa de la familia vivi experiencias tempra-

    nas que incidieron en su decisin de ser arquitecto. Casa principal Corredor casa principal

  • La arquitec tura como modo de vida

    EXPERIENCIAS, MARCAS Y DIRECCIONAMIENTO

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    Esta casa, edificada a la manera de la ar-quitectura domstica de la colonizacin an-tioquea, era el lugar de la familia extensa que se reuna en pocas de vacaciones, y el sitio desde donde se administraba la pro-duccin de caf durante todo el ao. Estas construcciones en dos pisos atendan labores relacionadas con la vida ntima de las familias que las habitaba y con su economa. El primer piso de Cascarero se destinaba a la produc-cin del caf, y el segundo a la habitacin de la familia. Este ltimo estaba rodeado de co-rredores con chambrana en macana, desde los cuales se admiraba el paisaje, se departa y soaba, y se haca control de la produccin. Posea cuartos en galera para padres, hijos y parientes; cocina espaciosa y comedor amplio y ceremonioso donde se celebraba el ritual de la comida propio de esta cultura, destinado a recordar la importancia de la unin fami-liar. En el modo como la casa estaba construi-da, la funcin y la forma iban de la mano, la geografa le suministraba los materiales de construccin y le condicionaba sus alturas, el paisaje la envolva y penetraba a travs de sus puertas y ventanas (Garca Moreno, 1995).

    Alrededor de la casa se localizaban las otras instalaciones destinadas a las actividades agr-colas y especialmente al caf. Entre ellas figu-raba una construccin en altura, que alcanzaba los cuatro pisos, hecha en madera, macana y guadua, que constaba de pesebrera en la plan-ta baja y de espacios amplios para el secado y dems procesamientos del caf en los pisos al-tos (fig. 06). Esta edificacin que fue motivo de inters de los estudiosos de la arquitectura de la guadua, ha sido publicada en varias oportu-

    nidades (Tobn Botero, 1989). Arturo Robledo la recordaba no slo como ejemplo de una ar-quitectura de gran funcionalidad, racionalidad constructiva y relacin con el paisaje, sino tam-bin como un refugio cuando iba de vacaciones y prefera quedarse leyendo que irse a andar a caballo o hacer tareas agrcolas. Cuentan sus familiares que de nio recibi una fuerte pata-da de un caballo que le dej una cicatriz para el resto de su vida cerca del ojo, y que quizs fue desde ese episodio que opt por realizar otras actividades, como salir a caminar, leer y pintar. Para estas ltimas, los corredores de la casa y el secadero de caf fueron su sitio preferido5 .

    Adems de su admiracin por la arquitectu-ra de la regin cafetera, su sensibilidad qued atrapada por el modo integral como los colo-nizadores resolvieron su poblamiento y cons-truyeron infraestructura, canales y acueductos para conducir las aguas, caminos y puentes para conectarse entre unos y otros y con el exterior, y utilizaron los materiales de la regin para ob-tener una mayor economa. Entre las tareas de la colonizacin que le producan al recordarlas, un especial entusiasmo, figura la del correo. En sus conversaciones contaba, y su versin fue corroborada por los testimonios de algunos fa-miliares, que ste estuvo a cargo de su abuelo materno, quien posea una recua de mulas que le permitan desplazarse de una poblacin a otra llevando los recados. Esta referencia es im-portante para entender algunas de sus actua-ciones posteriores encaminadas a la creacin de comunidad en torno a la divulgacin de conoci-miento. En la tarea de la comunicacin se evi-dencia el reconocimiento del otro, la necesidad de transmitir el mensaje, de crear lazos6.

    5 Tomado del testimonio de Ofelia Ocampo de Botero sobre Arturo Robledo. Diciembre de 2008.

    6 La mensajera en la mitologa griega clsica fue realizada por Hermes, dios griego hijo de Apolo, quien en sus mu-chas descripciones es catalogado en la Odisea como el mensajero de los dioses, el que transmite sus mensajes, lo que debe hacerse o no, sus conocimientos, y de quien procede el trmino de hermenutica, esto es, el que inter-preta.

    fig. 06. Secadero de caf en la hacienda "Cascarero". Antigua carretera entre Manizales e Irra, Caldas Fotografa: Jorge Eduardo Arango (Bambusa Guadua, Villegas Editores, 1989). Esta construccin de guadua y cuatro pisos de

    altura le dej valiosas lecciones de arquitectura y le sirvi de refugio para sus lecturas de juventud.

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    Arturo Robledo encontr en estas primeras experiencias, una concepcin de la arquitectura ligada a un modo de vida que implicaba un ha-cer cotidiano y el establecimiento de un terri-torio donde haba una correspondencia entre funcin, forma y construccin; y, en sus aos de madurez, no dud en mencionar lo signifi-cativo que ellas fueron para forjarse una ma-nera propia de pensar la disciplina y ejercer su prctica. No se trataba simplemente de poseer una casa como smbolo de una familia, sino de tejer redes y construir comunidad y territorio con sus infraestructuras, calles y plazas;, con lugar para la escuela y dems instituciones. Esas experiencias le ensearon que los obst-culos pueden salvarse y que los lmites y caren-cias pueden convertirse en posibilidades. Ellas fueron definitorias para su decisin de estudiar arquitectura, y se convirtieron en parte del equipaje que lo acompa a lo largo de su vida profesional. Su entendimiento de la arquitectu-ra estuvo profundamente unido a considerar el habitar como una accin integral ligada a valo-res ticos y estticos, que, muchas veces, rela-cionaba con esas tempranas experiencias.

    La apertura al mundo El ambiente donde naci Arturo Robledo no

    slo estuvo imbuido de la cultura de la coloni-zacin y sus acciones entorno a la construccin de territorio, sino tambin del inters por la cultura universal, transmitido, principalmente, por la familia de su padre que estaba vinculada a tareas relacionadas con la educacin. El abue-lo y los tos se desempearon como maestros en la poblacin de Villamara, perteneciente en ese

    entonces, al Viejo Cauca, y hoy, al departamento de Caldas. La fructfera labor que ellos realizaron mereci que una de sus escuelas que an se con-serva, lleve an el nombre del abuelo, Gerardo Antonio Arias. Esta actitud hacia la educacin permiti que su padre, Arturo Robledo Arias (fig. 07), estudiara el bachillerato en el colegio de la Universidad del Rosario de Bogot, y que luego cursara estudios de Medicina en Pars y en Madrid. En esta ltima ciudad, estuvo trabajan-do, al menos por un ao antes de su regreso a Colombia, como auxiliar de Gregorio Maran7, reconocido mdico, investigador y humanista espaol. Durante su estada en Europa, que al-canz casi los ocho aos, tuvo la oportunidad de desempearse como corresponsal de diferentes peridicos nacionales. El contacto con la Madre Patria y con Francia transform sus costumbres, le abri su mirada al mundo y le posibilit un mayor acceso a la cultura universal.

    Con este bagaje regres a Manizales en 1928, para contraer matrimonio con Carola Ocampo Avendao, prima hermana del reco-nocido poltico conservador, Gilberto Alzate Avendao8, e iniciar sus tareas como funcio-nario pblico, primero en el gobierno del pre-sidente Enrique Olaya Herrera (1930-1934), como parte de la Legacin de Colombia en Brasil, luego en el del presidente Alfonso L-pez Pumarejo (1934-1938), como Secretario de Higiene de Antioquia, hasta 1938, y luego en el del presidente Eduardo Santos (1938-1942), como Secretario de la Presidencia (Oliverio Prez & Ca., 1948). Este ltimo hecho fue el que determin su traslado definitivo a Bogo-t, aunque slo permaneci en el cargo hasta 1940, cuando por razones familiares, renun-

    7 Gregorio Maran (1887-1960). Cuando Arturo Robledo Arias estuvo en Espaa, Gregorio Maran fue presidente del Ateneo de Madrid. En: wikipedia.com. Fecha de con-sulta, 28 de abril de 2008.

    8 Gilberto Alzate Avendao fue lder poltico, vivi entre 1910 y 1960. Informacin en: Revista Credencial, Historia. Bogot, enero de 1999, No. 109.

    fig. 07. Arturo Robledo Arias, padre de Arturo Robledo. Dibujo a lpiz de Arturo Robledo, 1947.

  • La arquitec tura como modo de vida

    EXPERIENCIAS, MARCAS Y DIRECCIONAMIENTO

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    ci a su carrera como funcionario pblico9. A partir de este momento, inici labores en la industria privada, donde fue subgerente de Gaseosas Colombianas S.A. y miembro de di-ferentes asociaciones gremiales. Las actuacio-nes pblicas de su padre fueron una referencia permanente en los cargos y actividades que Arturo Robledo desempe a travs de su vida profesional. De todas formas cabe decir, que si bien su apertura al mundo, a la funcin p-blica y al conocimiento en general, estuvieron especialmente ligados a la personalidad del padre, su disposicin hacia las artes encuentra una va de transmisin a travs de la madre, quien posea un gran talento para el canto, la pintura y las actividades manuales.

    El ambiente familiar que acompa a Ar-turo Robledo fue determinante en su actividad profesional, la que no se concentr solamente en el desarrollo de obras de arquitectura, sino que tuvo acciones notables en la academia y en el gremio, en los cuales, como se ver ms ade-lante, demostr un claro liderazgo. Las circuns-tancias que lo rodearon son determinantes para entender su actitud abierta al conocimiento y al mundo en general, pero anclada en Colom-bia y de manera particular, en algunas de las tradiciones de su cultura de origen.

    Carcter y direccionamiento

    La familia de Arturo Robledo se radic de-finitivamente en Bogot en 1938. La llegada a esa ciudad en su infancia, le permiti participar de su desarrollo y transformacin, ligados a los hechos polticos y sociales que vivi el pas du-rante el siglo veinte.

    9 ROBLEDO ARIAS, Arturo. Carta de renuncia como Secretario de Presidencia, dirigida al presidente Eduardo Santos Monte-jo, Bogot, 26 de junio de 1940. Tomada del archivo perso-nal de Arturo Robledo Arias que actualmente custodia su hijo Alfonso Robledo Ocampo.

    A los ocho aos de edad ingres al Institu-to del Carmen, de propiedad de los hermanos maristas, donde termin su bachillerato. En esos aos se distingui por ser buen estudian-te, por su dedicacin a la lectura, su facilidad y disposicin para el dibujo y su aficin al bis-bol y a la fiesta taurina. Sus capacidades como dibujante las manifest desde pequeo, pero fue en la adolescencia cuando su gran aficin por los toros lo llev a plasmar las formas, ritmos y movimientos de este espectculo, en dibujos de gran calidad realizados con plumi-lla, lpiz e incluso con esferogrfico (fig. 08). Algunos de ellos fueron divulgados en una publicacin de la poca que inclua una sesin dedicada a Comentarios taurinos10 y otros los conservan amigos y familiares. El artista plstico Miguel Robledo Ruiz, quien en su ca-lidad de sobrino tuvo la oportunidad de cono-cer estos dibujos, comenta:

    Un da en su apartamento, siendo yo to-dava un nio y cuando an mis temores o aprensiones a su forma de ser persistan, tuve la oportunidad de conocer una faceta de Ar-turo que me empez a acercar a l. La verdad es que no me acuerdo bien cules fueron las circunstancias, pero de un momento a otro termin viendo un cuaderno de bocetos de mi to. Es ms, era l mismo el que me lo mostra-ba. Un cuaderno lleno de estudios de tauro-maquia, hechos en lpiz o esfero. Pginas con toros embistiendo, toreros en movimientos de faena, toro y torero juntos, banderilleros, de-talles. Mi to Arturo es un verdadero artista, me dije, y desde ese momento sent hacia l y de manera constante una profunda y sincera admiracin. Creo que por el resto de mi vida

    10 En el archivo personal de Arturo Robledo se encontraron recortes de esta publicacin, desafortunadamente sin el nombre ni la fecha de la misma. Revisado en abril de 2008.

    fig. 08. Toros y toreros. Dibujos a lpiz y con esferogrfico elabora-

    dos por Arturo Robledo en su juventud.

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    cerrar los ojos y podr ver claramente esos dibujos hechos con una lnea increblemente uida, expresiva. La lnea de un dibujante altamente experimentado en lo tcnico y con una capacidad de visualizacin asombrosa11.

    En poca de vacaciones, Arturo Robledo re-gresaba con su familia a Manizales y a las fincas de sus parientes, principalmente a la ya mencionada Cascarero. Contaba l en sus narraciones y lo han reafirmado los testimonios de sus familiares, y como ya se anot, que su inters en esas visitas no estaba en los temas agrcolas, sino en el tiem-po que poda invertir en actividades deportivas, en caminatas para apreciar el paisaje, en lecturas de tipo literario y en dibujar temas diversos, en-tre los cuales figuraban el retrato y lo relacionado con los toros. Estas visitas que se dieron de forma constante durante su infancia y adolescencia, le permitieron estar en contacto con la cultura de sus mayores, y cultivar un gusto especial por la msica de la regin, y especialmente por sus can-ciones, interpretadas por la madre, lo mismo que por las narraciones de los parientes que recreaban las historias de sus antepasados y traan a cuento sus orgenes. De esta manera se mezclaron y estu-vieron presentes las experiencias de vida en una ciudad como Bogot con las de su cultura inicial. El ingreso a la universidad a la edad de diecisis aos, y las obligaciones adquiridas como estu-diante de arquitectura que exigan invertir gran parte de su tiempo en realizar tareas de uno y otro tipo, hicieron que las visitas a Manizales y a las fincas de sus familiares escasearan.

    Su primer matrimonio, ocurrido a los 21 aos de edad, con Hilda Strauss Cortissoz, na-cida en Barranquilla, de padre alemn y madre

    11 Tomado de los testimonios de Miguel Robledo Ruiz sobre Arturo Robledo Ocampo. Versin oral, Bogot, 12 de julio de 2007, y versin escrita, febrero de 2008. Recogidos para la presente investigacin.

    colombiana, y con quien tuvo tres hijos, Arturo, Irene e Irma, fue causa importante para que em-pezara a asumir su vida adulta, y como muestra de ello, desde 1952, se involucr de tiempo com-pleto en la prctica profesional.

    Arturo Robledo realiz la mayor parte de su prctica profesional en Colombia, salvo en-tre 1969 y 1973, cuando viaj a Brasil y a Chile como funcionario del Banco Interamericano de Desarrollo, con el encargo de hacer ase-soras en arquitectura escolar y en vivienda. Por esta poca termin su primer matrimo-nio e inici una relacin con Ana Elvira Chee-Chong, nacida en Panam, de padre chino y madre colombiana. Luego de su estada en Ro de Janeiro se traslad a Santiago de Chile con algunos encargos del BID, y all inici su nueva relacin matrimonial. A mediados de 1973, regres de forma definitiva a Bogot. En esta ciudad en la que permaneci por el resto de su vida y nacieron sus hijos Ana Cristina y Juan Manuel, ejerci la profesin en medio de logros relevantes y dificultades de diferente tipo, que fueron interrumpidos por su muerte el 12 de julio de 2007.

    El ambiente de su casaLa rica cultura de Arturo Robledo se poda

    apreciar en el ambiente cotidiano de su residencia a travs de su extensa biblioteca, su coleccin de obras de arte y la variedad notable de msica, que inclua vdeos musicales y gneros diversos como el clsico y el popular internacional y nacional, en-tre el cual figuraba una buena cantidad dedicada a la msica de sus ancestros. Su sobrino, Miguel

    fig. 09. Arturo Robledo en su apartamento de la calle 73 con carrera 7 en Bogot.

  • La arquitec tura como modo de vida

    EXPERIENCIAS, MARCAS Y DIRECCIONAMIENTO

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    Robledo Ruiz, citado anteriormente, cuenta de sus visitas de nio a la casa de Arturo Robledo:

    En mi niez, ir a su casa era lo ms parecido a estar en Europa, o en algn museo lleno de obras de arte de verdad. Los cuadros, reli-quias, esculturas, muebles, todo era arte. Su biblioteca llena de libros, msica y con ese equipo de sonido mgico para m, siempre me hizo soar en tener algn da un mue-ble parecido a se, obviamente con mi buen equipo, mi msica y mis libros de arte12.

    Su casa fue lugar de tertulias en torno a asuntos de la arquitectura, de la cultura gene-ral, de la situacin socio-poltica del pas y del mundo y de hechos cotidianos de uno u otro tipo. Ismael Quintero, quien fue un amigo cer-cano durante sus ltimos aos, cuenta sobre algunas de esas reuniones:

    Era una delicia tomarnos unos vinos y ver cantar a Louis Armstrong Hello, Dolly, ver la resea de cmo se compuso la cancin y to-das esas cosas. Despus ponernos a discutir sobre la historia de cmo haba surgido l, de cmo fue su vida. Y as, en lo sucesivo, con todos los artistas que nos interesaban mu-tuamente, y que escuchbamos, veamos y desde luego estudibamos y leamos. Esas si-tuaciones eran supremamente agradables13.

    Alberto Ivn Correa, quien estuvo cerca de l en varios momentos y en particular cuando rea-lizaba sus ltimos proyectos escolares, recuerda:

    Durante el proceso de diseo de los tres colegios, tuve varias oportunidades de sen-

    12 Testimonios de Miguel Robledo Ruiz, ya citados.13 Tomado del testimonio del arquitecto Ismael Quintero so-

    bre Arturo Robledo Ocampo. Bogot, diciembre de 2007. Recolectado para esta investigacin.

    tarme a conversar largamente con Arturo sobre temas generales, sobre temas de po-ltica internacional y nacional, acerca de momentos de nuestra historia, de persona-jes de la arquitectura, de sus compaeros y profesores, de la Facultad de Artes y de la Universidad Nacional, de la poca en que l estuvo como consultor en Brasil, de la ar-quitectura escolar, del ICCE (Instituto Co-lombiano de Construcciones Escolares), en n, sobre muchos momentos de su vida que fueron muy destacados, y de los cuales hay que ir reconstruyendo los fragmentos para poder entender realmente el valiossimo le-gado de una persona como Arturo Robledo a la ciudad y al pas14.

    En muchas de estas charlas daba muestras de una indudable erudicin que mezclaba con agudeza, irona y sensatez, y con frecuencia con una tmida calidez que afloraba en los mo-mentos de reuniones con sus ms allegados. Sus colegas y amigos lo reconocieron como un hombre de criterios justos y muchas veces vi-sionarios. Luego de su retiro de la Universidad Nacional, en 1986, continu siendo un punto de referencia en cuestiones acadmicos y en otras ms generales, para sus colegas y amigos, que se dirigan a l en busca de algn consejo o asesora sobre los asuntos en los que estaban involucrados.

    Una de las grandes diversiones que compar-ta con sus amigos y colegas era ver los partidos de ftbol transmitidos por los canales de televi-sin. El crtico de arte Germn Rubiano Caballe-ro, a quien conoci en la Universidad Nacional, y a quien nombr en 1978, durante su segunda

    14 Tomado del testimonio del arquitecto Alberto Ivn Correa sobre Arturo Robledo Ocampo. Bogot. febrero de 2008. Recolectado para esta investigacin.

    fig. 10. Msicos. Dibujo de Arturo Robledo Tcnica mixta. Sin fecha.

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    decanatura, como primer director del Instituto de Investigaciones Estticas, comenta:

    En ese momento fui varias veces a su casa, y me complace recordar que tena aciones que comparto, como por ejemplo, ver ftbol sin el sonido de los espantosos locutores de-portivos. Ver ftbol oyendo Jazz. Ambas co-sas tambin me gustan a m. Ese modo de ver ftbol lo practicaba yo antes de darme cuenta de que Arturo tambin lo haca15.

    Luis Ernesto Quintero, interventor en una de sus ltimas obras, cuenta:

    Un da que estbamos en su ocina, la se-leccin colombiana de ftbol jugaba un partido con Argentina. l lo que hizo fue prender el tele-visor y dejarnos ver el partido, y luego nos habl de los futbolistas. Los conoca muy bien y saba las condiciones de cada uno, y nos dijo cosas que nosotros, que estbamos ms jvenes que l, no tenamos ni idea. Tena claridad absoluta de los jugadores. Pareca como otro director tcnico. Saba qu haca cada uno de ellos, el delante-ro, el otro, y haca comentarios como: ste que puso all no sirve; por qu no lo cambian?16

    Los colegas que lo acompaaron testimonian sobre el modo como intercalaba los espacios de su oficina con los de su casa, quizs como una mane-ra de abrirse a sus amigos con ms generosidad, y de dejarlos participar de sus gustos y de su vida. Luis Ernesto Quintero antes citado, cuenta:

    Su ocina estaba llena de todos los libros y todas las revistas que nosotros como arqui-tectos quisiramos tener. Colecciones comple-

    15 Tomado del testimonio de Germn Rubiano Caballero so-bre Arturo Robledo. Bogot, diciembre de 2008. Recolec-tado para esta investigacin.

    16 Testimonio de Luis Ernesto Quintero, ya citado.

    tas, muy bellas. En su ocina no haba sino libros y revistas de arquitectura. Digo eso porque despus tuve la oportunidad de ir a su apartamento un viernes, que tal vez fue su ltimo viernes en este planeta, y pude apre-ciar que lo que all tena era completamente distinto, entre comillas, de lo que tena en la ocina. Yo digo completamente distinto, pero en verdad lo que tena all era tambin arte, puesto que la arquitectura para l era arte, era esttica, era la expresin de la belleza que se puede lograr arquitectnicamente17.

    Sus amigos lo recuerdan como un hombre ms bien tmido, distante y un tanto osco en al-gunas ocasiones, pero siempre como un hombre de una gran rectitud y respeto por los dems. Hernn Villa-Roel en el testimonio sobre Arturo Robledo, comenta:

    Tambin quisiera referirme al gran res-peto que tuvo siempre por mis inquietudes y mi ideologa cosas que me preocuparon mucho en algn momento. Porque Arturo en la Escuela era mi maestro; en la ocina era mi jefe o el director de orquesta del Taller; por fuera de esos escenarios era el amigo, el cuate, el partner... Pero, al n y al cabo, l era directivo en la Universidad, y en tiempos del movimiento estudiantil de los sesenta yo fui un activista, considero que fui uno de los de ese movimiento, muy emocional, muy de la poca, muy de la juventud; sin embargo, siempre estuve alternando con l, interac-tuando, y nunca recib una crtica. Jams. l respetaba profundamente lo que yo pen-saba, tanto que si salan en la prensa fotos de estudiantes tirando piedra l nunca haca

    17 Ibd.

    alusin a ello, porque era profundamente respetuoso de lo que uno pensaba y haca, algo de lo que no eran capaces muchos de los otros profesores. Algunos de ellos le hacan a uno crticas fuertes, y hasta reaccionaban en contra de uno de nosotros porque perteneca al grupo del movimiento estudiantil18.

    En relacin con esa rectitud que lo caracte-riz, Carlos Nio Murcia, quien fue su amigo, recuerda:

    A uno lo que ms le sorprenda era que luego de haber roto el tercer muro y de haber llegado a la amistad y de poder estar todo un sbado por la tarde en su casa, comiendo, be-biendo trago y viendo vdeos espectaculares de algn concierto, a la vez que se entregaba con mucha cercana, con amabilidad y con cario, segua siendo esa persona recta y slida, de cri-terios muy denidos. Esta sera la denicin que casi yo dara de l como persona: una rectitud y un carcter muy fuerte, pero, una persona cariosa, muy amable y sensible19.

    Estas peculiaridades con las cuales lo definen sus familiares, amigos y colegas, no eran visibles ni apreciadas por todos, y en diversas ocasiones tuvo dificultades y desencuentros con unos u otros. Sus firmes criterios ticos y su actitud de crtica clara hacia todo aquello que consideraba no adecuado, le merecieron el distanciamiento de va-rios que no toleraban su carcter. Esos rasgos de carcter le generaron diversos enemigos, y quizs pudieron ser una de las causas del atentado con explosivos que sufri su residencia en 1963, con la fortuna de que nadie se afect en el incidente, ni hubo mayores consecuencias que lamentar.

    18 Tomado del testimonio del arquitecto Hernn Villa-Roel sobre Arturo Robledo. Bogot, febrero de 2008. Recolec-tado para esta investigacin.

    19 Tomado del testimonio del arquitecto Carlos Nio Murcia sobre Arturo Robledo. Bogot, enero de 2008. Recolecta-do para esta investigacin.

  • La arquitec tura como modo de vida

    EXPERIENCIAS, MARCAS Y DIRECCIONAMIENTO

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    Los estudios de arquitectura

    Para entender la obra arquitectnica de Artu-ro Robledo es necesario detenerse en la formacin que adquiri, primero, en sus aos de estudiante en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia (fig 11), y luego, a lo largo de su vida, por cuenta propia. En este apartado se indagar en la formacin que recibi en sus aos de estudiante y en la trascendencia que tuvo para su vida profesional. Para ello se examinar, en primer lugar, el currculo vigente en aquella poca (1947-1951), enfatizando las permanencias y transformaciones sucedidas en ese lapso, y la incidencia que en ellos, tuvieron tanto los plan-teamientos que en ese entonces se originaban en Europa y Estados Unidos sobre la arquitectura, como los hechos de carcter socio-poltico que se sucedan en el pas. En segundo lugar, se mencio-narn los profesores encargados de impartir los contenidos del currculo que incidieron de mane-ra decisiva en su formacin y en la orientacin de su profesin. Por ltimo, y como un tercer

    apartado, se har alusin a los condiscpulos con quienes recibi esas enseanzas, y se convirtie-ron desde ese entonces o ms tarde en su vida, en los amigos y colegas que lo acompaaron en diferentes situaciones y trabajos.

    Para lograr los propsitos buscados, se con-sultaron diversos documentos del archivo de la Facultad de Artes y del nivel central de la Univer-sidad Nacional, en los cuales aparecen los cursos que tom, los profesores que los dictaron, sus cali-ficaciones, el tema de su proyecto de tesis, y algu-nas iniciativas que impuls. Igualmente, se cont con diversos testimonios de sus compaeros de estudio, amigos, colegas y familiares que dieron cuenta del ambiente de la facultad, de su desem-peo como estudiante, de su constante inters por la actualizacin en asuntos de la arquitectura y del arte, y de su preocupacin por los problemas que afectaban al pas y al mundo en general.

    A travs de esta aproximacin, a la vez que se reconstruyen caractersticas y hechos significati-vos del ambiente que acompa los estudios de Arturo Robledo, se sealan aspectos reveladores de la historia de la enseanza de la arquitectura en Colombia y del papel jugado por su generacin.

    fig. 11. Antigua facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia Fotografa: Germn Tllez Castaeda

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    La formacin en el pensamiento del Movimiento Moderno

    Arturo Robledo Ocampo ingres a la carrera de Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogot, en febrero de 1947, cuan-do solo tena 16 aos, y acababa de terminar sus estudios de bachillerato. Para ese entonces su equipaje consista en la orientacin y huellas ad-quiridas en el ambiente familiar ya descrito, y en los estudios realizados. Acerca de su temprano ingreso a la universidad, su amigo, el abogado Rafael Cullar Molano, recuerda lo siguiente:

    Y Arturo present los exmenes antes de cumplir los diez y seis aos. El doctor Roble-do (su padre) debi pedir un permiso especial para que Arturo entrara a primer ao, en la Universidad Nacional20.

    Como aspirante a la Universidad Nacional present el examen de admisin y fue seleccio-nado en el grupo de los ciento veinte alumnos que ingres a estudiar arquitectura en 1947. Vale la pena recordar que para ese momento, esta ca-rrera, que apenas llevaba diez aos de apertura en el pas, se vea como una buena opcin para muchos jvenes, aunque algunos. luego de su in-greso no lograban culminar sus estudios. Eduar-do Angulo, acerca de estos ltimos, cuenta:

    Terminamos bachillerato en 1946, y entra-mos en 1947 a la Universidad. Era una poca interesante porque la carrera de arquitectura era nueva. La Facultad de Arquitectura haba sido fundada diez aos antes de nuestro in-

    20 Tomado del testimonio de Rafael Cullar Molano sobre Arturo Robledo. Bogot, diciembre de 2007. Recolectado para esta investigacin.

    fig. 12. Arturo Robledo se form en las teoras del Movimiento Moderno en Arquitectura. Muchos de sus esquemas, como el que se presenta, dan cuenta de ello.

  • La arquitec tura como modo de vida

    EXPERIENCIAS, MARCAS Y DIRECCIONAMIENTO

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    greso, y haca cuatro o cinco aos que haban salido los primeros arquitectos. Arquitectura era una carrera, como se dice hoy, de moda (la expresin se usa cuando existe el inters de la gente de tener una carrera en la cual pueda desempearse). Y resulta que nos pre-sentamos quinientas personas a arquitectura, pero solo haba cupo para ciento veinte. Para poder entrar a la Facultad se evaluaban dos aspectos: el primero, las notas de bachillerato que tenan un porcentaje alto, y el segundo, un examen psicotcnico que se presentaba en la calle 10 con avenida Caracas, en el parque de Los Mrtires, donde quedaba la antigua Facultad de Medicina de la Universidad. Este examen, en el que se haca cualquier tipo de pregunta, casi a la manera de una escuela mili-tar, estaba a cargo de una seora espaola, es-pecialista en el tema, que se llamaba Mercedes Rodrigo. Tena uno que tener el lpiz en alto, y estar atento a la orden de ya, para bajarlo y contestar. En n. Era una cosa de ese tipo. Y efectivamente entramos ciento veinte. De los que entramos a nuestra carrera, apenas nos graduamos treinta21.

    Arturo Robledo termin sus estudios en no-viembre de 1951, y aunque inscribi su proyecto de tesis en 1952, solamente lo present en 1954, debido a los compromisos laborales y familiares que debi cumplir en ese intervalo. Luego de la sustentacin pblica, obtuvo, en ese ao, su grado de arquitecto.

    La poca en la que fue estudiante de arqui-tectura estuvo vinculada, de un lado, a impor-tantes cuestionamientos y transformaciones en el pensamiento y en la prctica de la arqui-

    21 Tomado del testimonio del arquitecto Eduardo Angulo so-bre Arturo Robledo. Bogot, febrero de 2008. Recolectado para esta investigacin.

    tectura que se sucedan en el mundo; y de otro, a intensos procesos de modernizacin del pas. Ambos aspectos incidieron en la enseanza de esta disciplina en la Universidad Nacional. Sus aos de formacin coincidieron con la expansin del Movimiento Moderno a travs del mundo luego de la Segunda Guerra Mundial, y con la in-clusin definitiva de sus principales premisas en los estudios de la arquitectura en Colombia. Los cambios en el panorama nacional sucedidos du-rante esta poca, estuvieron ligados a los hechos de carcter socio-poltico y econmico que se desataron a raz del asesinato del caudillo liberal Jorge Elicer Gaitn, el 9 de abril de 1948. Este hecho, que marc profundamente al pas, dio pie a una violenta rebelin entre los partidos polti-cos existentes, el liberal y el conservador, la cual, aparejada e incentivada en parte por el proceso de industrializacin que se viva en aquel momento, conllev un desplazamiento masivo de los habi-tantes del campo a la ciudad. Ambas situaciones, poltica y econmica, propiciaron el inicio de un acelerado proceso de urbanizacin de las ciuda-des colombianas (Aprile-Gniset, 1992), que se ha prolongado hasta el presente. Estos hechos tu-vieron una gran repercusin en la arquitectura colombiana y fueron decisivos para estimular el inicio de un cambio radical en su enseanza, que empez a darse de manera clara, hacia finales de la dcada de los aos cuarenta, y se consolid en la siguiente. La formacin y prctica profesional de Arturo Robledo estuvieron marcados por to-dos estos acontecimientos.

    Cuando inici sus estudios, el pnsum vi-gente, si bien conservaba algunos rasgos de la enseanza del modelo acadmico tipo Beaux Arts, heredado de las instituciones europeas

    fig. 13. Autorretrato de Arturo Robledo Tcnica mixta. Sin fecha.

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    y especialmente de la francesa, con el cual se haba iniciado la formacin en arquitectura en el pas, ya estaba influenciado por la presen-cia del Movimiento Moderno. Sus propuestas desde la dcada anterior, se podan apreciar en algunas de las obras de arquitectura y eran impulsadas cada vez con mayor entusiasmo, por docentes formados en Europa y en Esta-dos Unidos, lo mismo que por otros profesio-nales que a travs de sus viajes, haban tenido la oportunidad de estar en contacto con las nuevas tendencias. De acuerdo con el histo-riador de la arquitectura Carlos Nio Murcia, el modelo de enseanza que se trataba de im-poner en ese momento, provena de los postu-lados formulados en la Bauhaus, en el perodo entre las dos guerras mundiales, y haba sido llevado a Estados Unidos por algunos de sus principales representantes como Walter Gro-pius, quien por varios aos, luego de su salida de Alemania en tiempos de la Segunda Gue-rra Mundial, se desempe como docente y decano en la Universidad de Harvard (Angu-lo Flrez, 1987: 52-53). Luego de su traslado a Amrica, este modelo se adopt en varias universidades del mundo, y las condiciones locales le depararon diferentes transforma-ciones. Cabe anotar que adems de lo mencio-nado en relacin con las nuevas orientaciones del currculo, el pas recibi, en 1947, la visita de Le Corbusier, a quien la Sociedad Colom-biana de Arquitectos haba invitado para dic-tar unas conferencias y para que formulara un plan piloto para Bogot. En esa ocasin, este ilustre arquitecto, principal promotor del pensamiento del Movimiento Moderno, tuvo una aproximacin directa con la Universidad Nacional, sus docentes y sus estudiantes de

    arquitectura. Su personalidad y pensamiento dejaron una huella profunda en todos los que tuvieron esa experiencia y dio un empuje de-finitivo al rumbo de la enseanza de la arqui-tectura (Vargas Caicedo et al., 1987). Eduardo Angulo, quien, como se mencion, al igual que Arturo Robledo, haba ingresado en 1947 a es-tudiar arquitectura, recuerda la llegada de Le Corbusier a Bogot:

    Tanto profesores como alumnos, y alumnos primparos de esa poca, todos gritbamos: Viva Le Corbusier! Abajo la Academia!. La Academia en aquel mo-mento era la anttesis de la arquitectura. Le Corbusier vino y dio esas conferencias, y el mundo march dentro del gran ambiente de Le Corbusier. Los proyectos buscaron ser corbusianos, aun dirigidos por personas que tal vez tenan otro criterio sobre la ar-quitectura, como Bruno Violi22.

    No es de extraar que con estos antece-dentes, en 1949, el decano de entonces, Eduar-do Meja Tapias, con estudios de posgrado en Harvard, donde pudo estar en contacto con Gropius, concretara la reforma formulada des-de el ao anterior. Su puesta en marcha con-llev la supresin de algunas asignaturas, la fusin y el cambio de nombre de otras y la can-celacin del contrato de algunos docentes23. El arquitecto Meja Tapias, debido al inters que le despertaron las nuevas corrientes de la ar-quitectura en el mundo, haba visitado, adems de Harvard, otras universidades en Estados Unidos, entre las cuales puede mencionarse la de Yale. Por el tiempo en que se sucedie-ron estos cambios, la revista Proa, fundada en

    22 Tomado del testimonio de Eduardo Angulo ya citado.23 Documento 928, de la Divisin de Archivos y Corresponden-

    cia, Universidad Nacional de Colombia, Bogot, febrero de 1949. Igualmente, ver: Resolucin 107 de marzo 10 de 1949.

    1946 por Carlos Martnez junto con Manuel de Vengoechea y Jorge Arango, como medio para la promocin de las ideas y realizaciones del Movimiento Moderno, tambin tuvo una gran influencia en el medio universitario (Arango, 1989). Carlos Martnez, luego de realizar es-tudios de arquitectura y urbanismo en Francia y de haber conocido las nuevas tendencias en estos campos, regres al pas y se vincul como docente a la recin creada Facultad de Arqui-tectura, y en 1938 se convirti en su decano. No obstante que durante los aos de estudio de Arturo Robledo este arquitecto ya no figura-ba en la nmina de los docentes de la Facultad, sus vnculos con sta, seguan vigentes, bien como asesor de los estudiantes que perma-nentemente lo visitaban en su oficina, o bien como jurado en la presentacin de proyectos. Desde esta poca surgi una gran admiracin de Arturo Robledo por Carlos Martnez, que aos ms tarde se convirti en relaciones de trabajo y en una gran amistad que dur hasta el fallecimiento del ltimo en febrero de 1991. En ese ao Arturo Robledo escribi el artculo Carlos Martnez, Director de Planificacin de Bogot, donde hizo un recuento de diferentes acciones emprendidas por su maestro, entre las cuales mencion algunas relacionadas con el desarrollo urbano, y otras a las que se refie-re el siguiente prrafo:

    A su regreso a Colombia, Carlos Mar-tnez encuentra un clima poltico que coincide con el de su formacin profe-sional: estn en proceso la moderniza-cin del pas, las reformas sociales de tinte progresista y se afirma el principio del inter vencionismo del Estado en

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    la direccin de la economa y en la proteccin de los menos favorecidos. Antes de llegar a su ms impor tante empleo pblico inter vendr activa-mente en la organizacin gremial, en la enseanza de la profesin y en debates y propuestas sobre asuntos urbanos de diversa ndole, reseados en otro lugar y mencionados aqu para destacar su vinculacin profe-sional y afectiva al nuevo encargo24.

    Otro importante promotor del Movimien-to Moderno en nuestro medio que tuvo una gran influencia sobre Arturo Robledo fue Ga-briel Serrano Camargo. Bajo su direccin, en la firma Cuellar Serrano Gmez empez su prc-tica. Este distinguido profesional que haba estudiado inicialmente ingeniera en la Uni-versidad Nacional, se dedic al ejercicio de la arquitectura y ms tarde, en 1949, present su trabajo de tesis y recibi el grado de arquitec-to. Luego de finalizados sus primeros estudios viaj a Estados Unidos donde conoci las pro-puestas del Movimiento Moderno y desde en-tonces tom la decisin de orientar hacia ellas su quehacer arquitectnico (J. L. Rodrguez, 2007). De esta determinacin fueron fruto las obras que realiz a su regreso como socio de la firma Cullar Serrano Gmez, no slo en el manejo de los programas y de su resolucin espacial, sino en las propuestas para su mate-rializacin que implicaban la inmersin en las nuevas posibilidades de la construccin rela-cionadas con las tecnologas del concreto y de la prefabricacin25. Muchos de sus artculos que fueron publicados en la revista Ingeniera y Arquitectura de la cual fue fundador, se con-

    24 (A. Robledo Ocampo, Proa, agosto, 1991). El artculo tiene como fecha de elaboracin, mayo de 1991.

    25 Ver entrevista a Arturo Robledo Ocampo realizada en no-viembre de 2001 por Rafael Gutirrez (Gutirrez et al., 2001: 65-81).

    virtieron en punto de referencia y reflexin en la orientacin de la arquitectura de la poca (Gutirrez et al., 2001).

    Las teoras del Movimiento Moderno sig-nificaban una apertura al mundo y un aliciente para muchos de los estudiantes que vean en ellas una posibilidad para enfrentar los difci-les problemas del pas, especialmente los re-lacionados con el crecimiento de la ciudad y la escasez de vivienda que ya para aquella poca, empezaba a ser notoria. Arturo Robledo, uno de tales estudiantes, al igual que sus compaeros, encontr una gran afinidad en esa concepcin y la reconoci como un horizonte a seguir. Esta disposicin a lo que pasaba en el mundo lo llev a frecuentar en compaa de Hans Drews Aran-go, quien era su amigo y condiscpulo, grupos de vanguardia de la poca relacionados la cultura, como por ejemplo, el que frecuentaban los pin-tores Alejandro Obregn y Fernando Botero, en cuyas reuniones ellos participaban a la manera de jvenes espectadores que eran admitidos por los maestros mayores26.

    Por aquellos aos, como se dijo anteriormente, el pas se encontraba en un claro proceso de mo-dernizacin y las transformaciones ocurridas tanto en lo socio-poltico como en lo econmico, tuvieron clara incidencia en las reformas que se dieron en el pnsum de la carrera y en los temas que empezaron a ser abordados en varias de las asignaturas. Mu-chos de los talleres comprendieron la necesidad de responder a las demandas que planteaba el proceso acelerado de urbanizacin que conllevaba modifica-ciones significativas en la estructura urbana y rural del pas y enfocaron sus contenidos para abordar-las. No es de extraar, que en medio de este pa-

    26 Esta informacin es tomada de conversaciones sostenida entre Arturo Robledo y la autora de esta investigacin. Ver tambin (A. Tobn, et al., 2006-2007, en proceso de publi-cacin). Sobre el ambiente cultural de la poca ver Nio, 1991: 233-243.

    norama, los planteamientos de los arquitectos del Movimiento Moderno abocados a la construccin de las ciudades europeas destruidas por la guerra, se convirtieran en referencia y estmulo para desa-rrollar las ciudades y la arquitectura del pas.

    En este ambiente de cambio participaron los estudiantes de la poca de diferente manera. De acuerdo con la documentacin encontrada, se pue-de constatar que era frecuente que los estudiantes formularan solicitudes encaminadas al cambio en las materias del pnsum o en sus metodologas de enseanza, fueran stas parte de la formacin bsica o del mismo proyecto de tesis. Si bien es-tas solicitudes no iban acompaadas de grandes reflexiones tericas, examinar el tono de ellas en el presente, permite vislumbrar que en aquel mo-mento se estaba dando un giro en la educacin ha-cia el abordaje de problemas concretos, y hacia una educacin ms abierta y participativa. En algunas de las cartas enviadas por los estudiantes se argu-mentaba, por ejemplo, la falta de articulacin en-tre un curso u otro, o la utilidad que tena tal o cual asignatura en su formacin como arquitectos.

    Entre las solicitudes formuladas por los estudiantes que reposan en los archivos de la Universidad y en las cuales aparece la firma de Arturo Robledo, se encuentra, por ejemplo, una carta donde se le pide al profesor Humberto Chi-ca Pinzn, docente de la asignatura de Geome-tra Descriptiva, variaciones en su metodologa de enseanza en el sentido de que la abordara desde problemas concretos de la arquitectura, de tal modo que se pudiera hacer ms compren-sible27. Igualmente, aparecen cartas en las que se cuestiona la utilidad de uno u otro curso como el de dibujo al natural, que piden se fusione con el

    27 Documento 0259, de la Divisin de Archivos y Correspon-dencia, Universidad Nacional de Colombia, Bogot, 1948. Hace alusin a la reforma que se estaba estudiando en 1948 (no tiene fecha exacta). Documento firmado por Ar-turo Robledo y otros.

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    de acuarela que lo incluye, y que consideran de mayor utilidad para la presentacin de sus tra-bajos28. Tambin se encuentra una solicitud para reformular la presentacin de las tesis de gra-do, con el objetivo de lograr que sta se hiciera pblica y todos los interesados pudieran aprove-char las enseanzas que se desprendieran de su sustentacin29.

    Arturo Robledo en su condicin de estu-diante particip activamente en los procesos y cambios de la Facultad, ms all del cum-plimiento con las obligaciones meramente acadmicas. Su firma de respaldo a diferen-tes solicitudes se encuentra en algunos de los documentos de la poca entre los que fi-guran los relacionados con el nombramiento del representante al Consejo Estudiantil, que impulsaban nombres de condiscpulos para ocupar ese cargo. En uno de esos documentos, correspondiente a su tercer ao de estudios, aparece respaldando al estudiante Hernando Acosta30