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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS PLITICASESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

ASENTAMIENTOS HUMANOS

AUTORES:VERA MORENO FRANK ANTONIO TORIBIO QUIONEZ THALIA JUSYTSUSANIBAR PINEDO JOHNATAN DEMERITOESCOBEDO BARTRA ROMYNA NADHEZAGARCIA CUEVA LINETH ZULAMITAVILCA CHUQUIVAL LUDA EUDILIAVILLACREZ MANZANARES JESS

ASESOR:Sonia Inocenta Carranza Lujan

PUACALLPA PERU2015

DEDCICAMOS EL PRESENTE AL ESFUERSO Y APOYO DE NUESTROS PADRES, QUE NOS PERIMITEN SEGUIR ADELANTE Y A DIOS QUE NOS BENDICE CON SU GRASIA.DECICAMOS TAMBIEN A LA MEMORIA DE MARIA ELENA MOYANO MADRE CORAJE

INTRODUCION

La evolucin reciente de la urbanizacin y de las ciudades latinoamericanas parece indicar que, a pesar de los serios problemas que an enfrentan, los asentamientos humanos tendrn prximamente gran relevancia como escenario y motor del desarrollo econmico de la regin, en la medida en que sean capaces de responder en forma simultnea y equilibrada a los grandes desafos que les plantea el panorama latinoamericano presente y futuro. Entre estos desafos figuran el logro de una mayor competitividad, la superacin de la pobreza urbana, el mejoramiento de la calidad ambiental en los asentamientos, la consolidacin de una gobernabilidad en democracia y el aumento de la eficiencia en la gestin urbana y habitacional.

Mara Elena MoyanoMADRE CORAJE

En los primeros aos de la dcada de los70delsiglo XX, cuando en el Per flameaba la bandera de la revolucin "cuasi" socialista del generalJuan Velasco Alvarado, se produjo la invasin de miles de habitantes de escasos recursos al desierto de Pamplona. El entonces presidente orden "una reubicacin planificada", la que motiv el traslado de miles de habitantes hacia el sur de Lima y la formacin de la Comunidad Urbana Autogestionaria deVilla El Salvador(CUAVES). En esa oleada humana estuvieron la madre y los siete hermanos Moyano Delgado, separados ya del padre, a quienes les haban desalojado de la casa y les haban embargado los muebles por no haber podido pagar los alquileres. Para estudiar, Mara Elena se trasladaba hasta Surco, varios kilmetros al norte deVilla El Salvador, a un colegio que se llamaba "Jorge Chvez"; sin embargo para llegar all, deba de levantarse muy temprano para poder ser llevada por el transporte pblico. Junto a su hermana fueron elegidas para formar parte de la seleccin de voleibol de su escuela siendo necesario que regresaran en las tardes a entrenar.Vida universitariaA los quince aos de edad, Mara Elena terminara sus estudios en el ColegioJorge Chvezde Surco. Sus hermanos queran que ella y su hermana Martha estudiasen en la universidad, pero, al principio, Mara Elena se rehus. Ella y una compaera queran ser oficinistas y se matricularon en un curso de tcnica en oficina que ofreca laUniversidad de Lima, en una de sus actividades acadmicas de proyeccin social. La universidad, segn ella, estaba reservada a su hermana, "la ms estudiosa de la familia". Martha se present a laUNMSM, pero no ingres. Su hermano Carlos insisti en que postulasen a laUniversidad Particular Inca Garcilaso de la Vega. Las dos hermanas se presentaron, sin embargo Mara Elena puso como condicin a su madre y hermano que ella misma escogera su carrera, cosa a lo que su madre se opuso; ella quera que estudiase Derecho. Mara Elena decidi finalmente, contra los deseos de su madre, postular a Sociologa; pero ella misma saba que no ingresara pues no se haba preparado en ninguna academia. Finalmente, los resultados del examen la develaran como ingresante. Entre los aos1973y1975, fue presidenta del grupo juvenil "Renovacin" que estaba dedicado a la realizacin de actividades de canto y teatro y a difundir, mediante charlas y mesas redondas, las maneras cmo los jvenes deberan combatir la drogadiccin y la incomprensin familiar. Luego de asistir a las clases de Materialismo Histrico y Materialismo Dialctico, cursos que por entonces se enseaba en casi todas las universidades del sistema, se cuestionaba a ella misma la razn del esfuerzo de los pobres por estudiar y conseguir trabajo, si no lo podan obtener. Tiempo despus, un grupo de jvenes universitarios lleg a la Comunidad Autogestionaria de Villa El Salvador , con el pretexto de divulgar su arte, se inmiscuyeron en las actividades del grupo juvenil donde estaba Mara Elena, hasta que crearon una escuela popular, donde enseaban los fundamentos ideolgicos del marxismo, de la lucha de clases y de la doctrina maosta. Como los dems integrantes de su grupo se inscribieron a dichas escuelas no le qued a Mara Elena Moyano sino hacer lo mismo.Sin embargo Moyano se aferro a sus convicciones religiosas1.

Presidencia de FEPOMUVESSus dotes de lideresa y una gran mujer se manifestaron en todas sus actividades, pero, principalmente, en la fundacin del club de madres "Micaela Bastidas", que tena la finalidad de defender a las madres de la manipulacin de Ofasa y otros organismos gubernamentales. Teniendo en cuenta su don de gentes, sus condiciones de lidereza y su capacidad de trabajo, las mujeres de Villa El Salvador, en al ao1983, la nombraron como su delegada ante una convencin, donde se iba a formar la Federacin Mujeres. Mara Elena cuenta que fue con su hijo David en brazos. Una tal Erlinda, rival poltica y con la que se conocan desde la toma del local de la escuela 6066, no quiso que entre al evento, pero las mujeres del grupo de limpieza dijeron que era su delegada, la seora Juana Bendez convenci a Erlinda y la hicieron ingresar al cine Madrid, en elRmac. En dicha convencin sali elegida como subsecretaria de organizacin del Fedepomuves o Federacin de Mujeres de Villa El Salvador.En el ao1986, fue designada presidenta de la Federacin de Mujeres de Villa El Salvador, cargo en la que fue reelegida en el ao1988. "Fue durante su gestin, dice el doctor Alberto Tauro del Pino, en su obra "Enciclopedia Ilustrada del Per", (8-III-1987), que la FEDEPOMUVES (integrada en ese entonces por 105 presidentas de clubes de madres y 450 coordinadoras del Vaso de Leche), obtuvo la direccin del programa del Vaso de Leche (creado por Ley 24059, de 6-I-1985)". En el ao1990, Mara Elena, a los treinta aos de edad, "deja, dicen en un boletn "Los amigos de Villa", la presidencia de la Fedepomuves para dar paso a la nueva generacin de dirigentas que se han venido perfilando en el ltimo perodo en que la confrontacin poltica demandaba de los dirigentes populares no solo un fuerte compromiso con las organizaciones de base, sino tambin, y bsicamente, un distanciamiento y condena clara de los mtodos de terror que impona Sendero Luminoso a muchas organizaciones como una forma de controlar, por la fuerza y el terror, lo que no pueden lograr con argumentos polticos. Con las organizaciones de mujeres Sendero Luminoso tuvo un gran conflicto: el carcter democrtico de las mismas, la clara distancia que esas organizaciones han marcado con el uso de la violencia y el terror, la organizacin cotidiana por enfrentar las adversas circunstancias que trae la crisis econmica del pas, son algunos de los aspectos absolutamente antagnicos al proyecto poltico senderista. Por estas razones es que Sendero inicia una campaa de asesinatos, de terror, de intentos de separar las dirigencias de las bases a partir de acusaciones de traicin a la causa popular. As, las dirigentas son acusadas por Sendero de reformistas, de colaborar con el gobierno, de inmediatistas por sus intentos y logros en mejorar las condiciones de vida de sus familias y de sus comunidades".Reconocimiento real, popular y ltimos aos de vida

Recibi el premioPrncipe de Asturias, distincin que la premi junto aMichael Azcueta, alcalde de Villa El Salvador. En 1989, fue elegida como teniente alcaldesa de la municipalidad distrital de Villa El Salvador, como integrante de la lista del movimiento poltico Izquierda Unida, que encabez el seor Michael Azcueta. Las discrepancias con el grupo terrorista Sendero Luminoso se acentuaron a raz de unos volantes que public dicho grupo y donde deca que Mara Elena se haba apoderado del dinero de unas donaciones de entidades del extranjero. En el mes de septiembre de 1991, Mara Elena, en un comunicado pblico, desminti categricamente tal infamia e increp a los maostas muy crudamente, con estas palabras: "... la revolucin no es muerte ni imposicin, ni sometimiento, ni fanatismo...". El15 de febrerode1992, a la edad de 33 aos, Mara Elena Moyano, cuando se diriga a una actividad del Vaso de Leche, fue asesinada por un comando de aniquilamiento de Sendero Luminoso, dejando dos nios, de 10 aos y de 8 aos; pero no solo fue asesinada, sino tambin despedazada y descuartizada con la finalidad de asustar a sus seguidores. Su esposo e hijos viven asilados en Espaa.En una pgina creada por los vecinos de Villa El Salvador, existe un recuento del asesinato de Mara Elena Moyano.Su hermanaMartha Moyano, fue Congresista del Per.El15 de febrerodel2012, en el vigsimo aniversario de la captura del lder de Sendero Luminoso,Abimael Guzmn, se ha propuesto a Mara Elena Moyano, como smbolo del Da contra el Terrorismo.

VILLA EL SALVADORLos primeros habitantes de Villa el Salvador fueron inmigrantes de las provincias del Per que haban llegado a Lima despus del gran terremoto de 1970. Se invadieron unos terrenos en los lmites de San Juan de Miraflores , junto a la Panamericana Sur y la av. Benavidez, con el apoyo de Padre Ruggiere de la Parroquia del Nio Jess de Ciudad de Dios, un representante de la municipalidad, quien prometi establecer servicios bsicos: agua, desage, y electricidad. Cuando esto no se llev a cabo, los residentes se organizaron ellos mismos. En marzo del 71, se reunieron los residentes para establecer su comunidad. Despus de enfrentamientos con la polica y los militares donde muri Edilberto Ramos, primer mrtir de Villa El Salvador, el gobierno militar detuvo a Monseor Luis Bambarn, Obispo Auxiliar de Lima, por defender a los pobladores. Despus de muchas discusiones, el gobierno militar del Presidente Velasco decidi entregar los arenales adjuntos a la Tablada de Lurn para que se formara una nueva ciudad. El 11 de mayo de 1971 nace Villa El Salvador, nombre sugerido por Monseor Bambarn. En 1971 se abre la Parroquia Cristo El Salvador siendo su primer prroco, el R.P. Jos Walljevski ( 2006).1 En 1973 los pobladores aprueban su propia organizacin, la COMUNIDAD URBANA AUTOGESTIONARIA DE VILLA EL SALVADOR (CUAVES), dirigiendo ellos mismos su primer plan de desarrollo integral. La CUAVES se transform en la columna principal del desarrollo de Villa El Salvador, siendo un ejemplo para los sectores populares y barriales del Per y de Amrica Latina.En 1980, con el retorno de la democracia al Per, el Presidente Fernando Belande convoca nuevamente a elecciones municipales, y los pobladores de Villa El Salvador tuvieron que votar en diferentes distritos, especialmente en Villa Mara del Triunfo, por lo que los aos 1981 y 1982 se plantea la creacin de un municipio propio dadas las caractersticas e identidad de la comunidad de Villa El Salvador. El Distrito fue creado mediante Ley No. 23605 de fecha 1 de junio de 1983, en el segundo gobierno del Presidente Fernando Belande Terry, siendo elegido como primer alcalde Miguel Azcueta Gorostiza quien, junto con la comunidad, llev adelante el segundo plan de desarrollo de Villa El Salvador que tuvo varios ejes: EL DESARROLLO URBANO, EL DESARROLLO PRODUCTIVO Y EL DESARROLLO SOCIAL, con participacin directa de los propios pobladores y sus organizaciones, especialmente la CUAVES, la FEPOMUVES, APEMIVES, y grupos culturales, con ideas innovadoras como el presupuesto participativo que nace en Villa El Salvador y, a travs de las relaciones polticas de Izquierda Unida del Per con el Partido de los Trabajadores, llega a Brasil y se extiende por Amrica Latina. En 1987 Villa El Salvador recibe el Premio Prncipe de Asturias a la Concordia y, por su posicin de defensa de la paz con justicia social, las Naciones Unidas la declaran en 1987 "CIUDAD MENSAJERA DE LA PAZ".Esta defensa de la paz, hace que el grupo terrorista Sendero Luminoso inicie su violencia y terror en Villa El Salvador, especialmente, en los aos 1990 a 1993, asesinando a policas y dirigentes como EL MAYOR COMISARIO PERCOVICH, ROLANDO GALINDO, TENIENTE ALCALDE Y MARIA ELENA MOYANO, TENIENTE ALCALDESA, ASESINADA CRUELMENTE EL 15 de febrero de 1992, cuyo asesinato, repudiado masivamente a nivel nacional e internacional, es considerado el inicio del fin de Sendero Luminoso. El 16 de junio de 1993 Sendero Luminoso atenta contra el ex alcalde Michel Azcueta. Maria Elena Moyano fue proclamada posteriormente HEROINA NACIONAL POR EL CONGRESO DE LA REPBLICA DEL PER.

AA-HH PROCERES DE LA INDEPENDENCIA

Creado el 15 de octubre de 1999, uno de los asentamientos humanos ms desarrollados y bien organizados de la regin Ucayali

LA VIVIEDA IFORMAL

En las ltimas cuatro dcadas el espacio urbano de Lima ha crecido 1,200%. Este solo hecho es impresionante, pero lo es ms si consideramos que ese enorme crecimiento ha sido fundamentalmente informal. En efecto, las personas han adquirido, habilitado y/o edificado sus vecindarios al margen o en contra de las disposiciones estatales, constituyendo asentamientos informales1 Con el transcurso del tiempo estos asentamientos pueden gozar eventualmente de un rgimen legal de excepcin, que puede considerarse como una respuesta improvisada de las autoridades frente al problema, de tal manera que, si bien pueden recibir ttulos de propiedad sobre el terreno que no comprenden el reconocimiento de la propiedad de las edificaciones, se les imponen adems una serie de limitaciones en el ejercicio de sus atributos por un perodo de tiempo. Algunos asentamientos pueden haber nacido inclusive por decisin poltica delgobierno, pero su desarrollo posterior no ha sido mayormente distinto que el del resto, excepto porque tal vez no han resultado los ms prsperos. En los asentamientos informales las habilitaciones se producen precisamente a la inversa de lo que prescribe el urbanismo tradicional. Los informales ocupan primero el lote, despus construyen, luego habilitan y slo al final obtienen la propiedad del terreno; exactamente a la inversa de lo que sucede en el mundo formal. Es por eso que estos asentamientos evolucionan de una manera distinta que la ciudad tradicional y dan la impresin de hallarse en edificacin permanente. Hechas estas precisiones, hay que sealar que del total de viviendas de Lima a 1982, el 42.6% pertenece a los asentamientos informales, el 49.2% a los barrios formales y el 8.2% restante a reas tugurizadas ubicadas dentro de estos barrios. Este quiere decir que en la capital por cada diez viviendas formales, existen nueve informales. Hay distritos como Comas, Independencia, San Juan de Miraflores y Villa Mara del Triunfo que son casi totalmente informales, y otros, como Carabayllo, El Agustino, San Juan de Lurigancho y San Martn de Porres, que lo son mayoritariamente. En lo que respecta a la poblacin, del total existente en la capital a 1982, el 47% se ubicaba en los asentamientos informales, el 45.7% habitaba en los barrios formales y el 7.3% restante viva en las reas tugurizadas. Hoy en da los dueos de Lima ya no son solamente las familias tradicionales que viven en cmodas residencias de trabajado estilo arquitectnico, sino tambin los migrantes y sus descendientes, que han tomado por asalto una ciudad que les negaba el acceso y han debido forzar el sistema legal para edificar sus viviendas y desarrollar sus barrios espontneamente. De la misma manera, estos nuevos limeos han creado a travs de los aos una riqueza cuantiosa, dando mayor valor a la tierra e invirtiendo en la edificacin de sus propias viviendas, desmintiendo un prejuicio bastante difundido incluso entre los sectores supuestamente ms progresistas que presenta a los peruanos de origen humilde como individuos incapaces de procurarse satisfacciones materiales y a quienes el Estado debe aprovisionar, guiar y controlar. As, a junio de 1984 el valor de una vivienda informal promedio era de 22,038 dlares; y el valor total de los inmuebles ubicados en los asentamientos informales de Lima ascenda a 8,319.8 millones de dlares es decir, a una cifra equivalente al 69% de la deuda externa total a largo plazo del Per a ese mismo ao de acuerdo con la tasacin realizada por los investigadores del ILD, casa por casa y a precios de reposicin. Una manera de apreciar la importancia de esta inversin es compararla con el esfuerzo estatal, ya que en el mismo periodo en que se realiz aproximadamente entre el 60 y el 84 el Estado tambin construy viviendas para pobladores con caractersticas socioeconmicas similares a las de los informales. Ocurre, sin embargo, que la inversin estatal realizada para este efecto solo lleg a la suma de 173.6 millones de dlares; es decir, a nada ms que el 2.1% de la inversin informal. An el total de la inversin pblica en vivienda hasta 1984, incluyendo la destinada a la clase media unos 862.2 millones de dlares, equivale solo al 10.4% de la inversin informal. Ahora bien, para que los informales hayan logrado edificar al margen de la ley vecindarios que albergan a alrededor del 47% de la poblacin de Lima y al 42.6% de sus viviendas, y que valen 8,319.8 millones de dlares, previamente ha tenido que desmoronarse la formalidad y fortalecerse la informalidad hasta ser capaz de crear un sistema alternativo de urbanizacin. En las pginas que siguen trataremos de explicar este proceso. Empezaremos por describir cmo se produce la adquisicin informal de propiedad, para establecer la normatividad extralegal y la lgica de funcionamiento implcita en ella. Luego pasaremos a exponer la evolucin histrica de los asentamientos informales y la constante derrota de la formalidad, que paulatinamente ha ido perdiendo espacio, y finalmente, describiremos cmo la informalidad ha logrado establecer, al cabo de los aos, un nuevo sistema de derechos de propiedad sobre la tierra.

1 LA ADQUISICIOINFORMAL DE PROPIEDAD En el transcurso de sus investigaciones, el ILD no encontr ninguna prueba que justifique el prejuicio que presenta como anrquica y desordenada la vida en los asentamientos informales. Antes bien, encontr un conjunto de normas extralegales capaces de regular en alguna medida las relaciones sociales, compensar la falta de proteccin legal y conseguir progresivamente estabilidad y seguridad para los derechos adquiridos. Estas reglas son lo que el ILD ha denominado normatividad extralegal. Compuesta bsicamente por costumbres de origen informal y por algunas reglas propias del Derecho oficial en la medida en que son tiles a los informales, la normatividad extralegal est llamada a gobernar la vida en los asentamientos informales a falta o deficiencia de la ley. Viene a ser, en consecuencia, el Derecho que generan los informales para normar y ordenar su vida y sus transacciones, y en esa medida tiene vigencia social. Hemos identificado por lo menos dos maneras de acceder informalmente a la propiedad inmobiliaria para fines de vivienda. La primera es la invasin y la segunda es la compraventa ilegal de terrenos agrcolas a travs de asociaciones y cooperativas. En ambas se percibe el funcionamiento de algunos elementos de la normatividad extralegal.

1.1 La Invasin La ocupacin ilegal de terrenos estatales o privados se da fundamentalmente de dos maneras, que hemos denominado invasin paulatina e invasin violenta. La primera se produce gradualmente sobre asentamientos ya existentes. Por lo general se trata de rancheras anexas a fundos o haciendas, o a campamentos mineros. En cualquier caso, lo que sucede es que el propietario del terreno tiene una relacin particular con los ocupantes (generalmente son sus propios empleados o arrendatarios), razn por la cual en un principio no tiene inters en desalojarlos. Por aadidura, suele reconocerle muy escaso valor al terreno, disminuyendo as la importancia del mismo en su patrimonio y los esfuerzos que est dispuesto a dedicar para conservarlo. Sucede que a lo largo del tiempo nuevos grupos de personas que no tienen ya relacin alguna con el propietario se van incorporando al asentamiento, ya sea porque tienen parientes ah, adquieren un terreno, lo alquilan o sencillamente porque lo invaden. De esta manera, van ocupando gradualmente el terreno adyacente a partir del asentamiento original, hasta convertirse en los poseedores efectivos de toda el rea. Los asentamientos formados por invasin paulatina no alcanzan un perfil definitivo hasta despus de un largo proceso. Para ser exitosas, estas ocupaciones requieren, sin embargo, una masa crtica mnima que proporcione a los pobladores cierta capacidad de presin y negociacin para disuadir al propietario de intentar recuperar el terreno. Tienen, por lo dems, una racionalidad interna muy similar a la que veremos en el siguiente caso. En lo que respecta al segundo tipo de invasin, en cambio, no existe vinculacin previa entre los pobladores y el propietario del terreno. Esto es precisamente lo que determina que deba ser violenta e intempestiva; lo cual, por supuesto, no quiere decir que no sea el fruto de una compleja y detallada planificacin. De acuerdo con las observaciones del ILD, el proceso de la invasin violenta se inicia con la reunin de un grupo de personas identificadas por pertenecer a una misma vecindad, familia o paisana, con el inters comn de procurarse vivienda, que en una o varias asambleas de carcter reservado planean la invasin. A menudo existe tambin una intervencin decidida de invasores profesionales, generalmente sindicalistas, polticos o simplemente empresarios, que ponen al servicio de los interesados su experiencia en la organizacin de invasiones a cambio de determinados rditos polticos o econmicos. Establecido el ncleo original, en las asambleas preparatorias se discute qu lugar presentara las condiciones necesarias para poder establecerse. No slo se evala la idoneidad del sitio, sino tambin la facilidad con que podran invadirlo. De hecho, las invasiones se producen sobre terrenos pblicos y privados con diferente intensidad, lo que revela que los invasores escogen entre stos y aqullos en funcin de la expectativa de xito que cada uno ofrece. Se calcula que a lo largo de la historia el 90% de las invasiones violentas han ocurrido en terrenos estatales, con nfasis especial en aqullos que eran eriazos o se encontraban desocupados. Este significa que es ms sencillo invadir al Estado que a los particulares, porque, como no se est afectando a nadie en especial, existen menos estmulos para reaccionar. Adicionalmente, el gobierno tiene siempre en consideracin motivaciones polticas que lo pueden hacer sensible frente a un hecho que, si bien es una usurpacin de propiedad, puede presentarse como un acto espontneo de justicia redistributiva. Elegido el terreno, el ncleo original trata de hacer ver a los interesados que estn mejor formando parte de una invasin, que actuando individualmente. Comienzan a reunir as la masa crtica indispensable para lograr un tamao ptimo de invasin que permita disminuir las posibilidades de represin policial y evitar la reinvasin del asentamiento por nuevos individuos que traten de ocupar las reas libres Luego, contratando los servicios de ingenieros o estudiantes de ingeniera, se traza un plano, se reparten los lotes del asentamiento y se reservan las reas que en un futuro ocuparn los edificios pblicos (escuelas, centros de salud o municipios) as como los lugares de recreacin (parques o canchas deportivas). De la misma manera se empadrona a los futuros invasores, se aprueba el aporte que harn para los gastos comunes, y se crean y determinan responsabilidades para la negociacin con la autoridad, el control del orden pblico en el asentamiento y la organizacin de la resistencia contra cualquier intento de desalojo a travs de piquetes de pobladores. En algunos casos, se contrata abogados y se presenta una solicitud formal de adjudicacin del terreno en la reparticin competente para poder exhibir ante las autoridades que traten de desalojarlos una copia de la misma con el comprobante de que se encuentra en trmite. De este modo los dirigentes pueden argumentar que no estn despojando al Estado de su patrimonio, sino que han solicitado la adjudicacin del terreno legalmente y se han visto forzados a ocuparlo a fin de evitar que otros potenciales y, en muchos casos, inexistentes invasores lo ocupen ilegalmente. Terminados estos actos preparatorios, se realiza la invasin. Esta se produce de noche o hacia la madrugada en una fecha preestablecida que generalmente coincide con alguna efemride cvica, para reducir as las posibilidades de una reaccin rpida de las fuerzas del orden. Los invasores, sin importar si son 100 40,000, llegan al lugar convenido en camiones o microbuses alquilados, trayendo consigo palos, esteras y todo lo necesario para levantar su primera vivienda. Entran al terreno y despliegan una multitud de banderas peruanas, tratando de indicar que no se est cometiendo un delito, sino un acto patritico reivindicatorio y de justicia social. Inmediatamente despus, la gente de los piquetes se encarga de demarcar el asentamiento con tiza en polvo, de acuerdo con el plano previamente elaborado. Por su parte, las mujeres y los nios limpian el desmonte y, en cuestin de horas, los lotes se encuentran distribuidos y las esteras colocadas sobre cada uno de ellos en forma de igl. Al mismo tiempo se organiza la olla comn, de la que comern los invasores en esos primeros das y una suerte de guardera donde un grupo de madres de familia se encarga de cuidar a todos los nios pequeos de la invasin, a fin de dejar a sus padres libres para realizar sus propias tareas. Dependiendo de lo que se haya decidido o del tamao del asentamiento, los dirigentes pueden dedicarse tambin a recibir e instalar a las personas que vengan a adherirse a la invasin y ayudar a afianzar la masa crtica reunida. En muchos casos, se negocia simultneamente con el comit de microbuseros ms cercano para que extienda de facto su ruta hasta llegar al nuevo asentamiento, asegurando as la facilidad de transporte de los invasores. Adems, producida la toma del terreno, no tardan en aparecer los ambulantes, que se encargan de aprovisionar a los pobladores de alimentos y dems vituallas, y los vendedores de materiales de construccin, con todo lo necesario para edificar las primeras viviendas. Todo esto coincide tambin con los diferentes aprestos de los invasores para evitar la represin y guardar el orden interno. As, se conforman unos piquetes de defensa que estn listos para repeler cualquier intento de desalojo con piedras, palos y otros objetos contundentes, as como para castigar drsticamente la comisin de cualquier delito. Otro modo de evitar la represin o de disminuir su efectividad consiste en bautizar el asentamiento con el nombre del Presidente en ejercicio, su cnyuge o alguna otra figura poltica de nota, procurando comprometerla para que intervenga en su favor, tal como ocurri en los asentamientos Mara Delgado de Odra, Clorinda Mlaga de Prado, Pedro Beltrn, Juan Velasco Alvarado, Vctor Ral Haya de la Torre, Villa Violeta o Pilar Nores de Garca, entre otros. Por ltimo, si es que la polica quiere amedrentar a los invasores, se pone a las mujeres y a los nios por delante, a fin de sensibilizar a las autoridades y hacerle sentir a la tropa que el enfrentamiento es abusivo.

1.1.1 El Contrato de Invasin Al margen de la ancdota, es evidente que la invasin tiene una rigurosa lgica de funcionamiento. Nunca es casual, sino deliberada. Por consiguiente, implica la existencia de negociaciones entre los futuros invasores, que son resultado de haber identificado diferentes intereses comunes a iniciativa de un grupo original, generalmente ms dinmico que los dems. Si las invasiones son deliberadas e implican negociaciones para llegar a ellas, suponen tambin la existencia de un acuerdo previo entre los invasores. Es en ese sentido que podemos hablar de un contrato de invasin como la fuente de la normatividad extralegal en los asentamientos informales y el origen de la organizacin de los vecinos. Los diferentes acuerdos necesarios para hacer una invasin vienen a ser las clusulas de ese contrato. Tales clusulas pueden ser agrupadas en dos: las que se refieren a la creacin, demarcacin y reparticin del asentamiento mismo, y las que crean, determinan funciones y asignan responsabilidades a la organizacin informal encargada de ejecutar los trminos del contrato. Las clusulas que se refieren al asentamiento mismo son, entonces, los acuerdos que determinan los planos, reparten los terrenos y consignan el empadronamiento inicial de los invasores. Por su parte, las clusulas que se refieren a la organizacin informal son los acuerdos que establecen los mecanismos para elegir a la dirigencia, le encargan la negociacin con las autoridades o eventualmente con los invadidos, le asignan presupuestos y estipendios, le encomiendan la actualizacin de los padrones, le confan el cuidado del orden pblico, la administracin de justicia y aun la movilizacin de la resistencia. Estos contratos no son privativos de las invasiones violentas; existen tambin en las paulatinas, en la medida en que los ocupantes iniciales deciden permanecer en el terreno, y establecen entre s su sistema de relaciones y la manera de permitir la incorporacin de nuevos habitantes al asentamiento. Ello no obstante, se conocen experiencias en las que el ncleo originario pretendi limitar estas adhesiones, provocando inclusive otros contratos de invasin antagnicos al suyo. Son casos tpicos Mirones Bajo, Reynoso y San Jos de Tres Compuertas, formados paulatinamente antes de 1961 a iniciativa de la Federacin de Trabajadores Areneros, que reclam para sus afiliados terrenos pblicos ganados al cauce del ro Rmac, a raz de su canalizacin en los aos 40. En estos casos ocurri una singular disputa entre las diferentes organizaciones que buscaron conseguir el favor oficial para sus asociados y excluir especficamente a los del otro grupo, pero al demandar bienes pblicos de cuyo consumo nadie poda quedar excluido, como agua, desage, luz o aun reconocimiento, terminaron beneficindose mutuamente. Normalmente, sin embargo, ese enfrentamiento no ocurre, porque predomina el carcter abierto del contrato de invasin, que es la clave para conseguir una masa crtica, afirmar la necesidad social por encima de la ley y evitar que el propietario pueda reaccionar, eficazmente. Por consiguiente, podramos decir que el contrato de invasin se perfecciona por el libre consentimiento de los interesados, no necesariamente consta en documento escrito y se encuentra abierto a la inclusin de nuevas partes.

1.1.2 El Derecho Expectaticio de Propiedad La ejecucin del contrato de invasin trae como consecuencia inmediata la instauracin de un derecho sobre el terreno, que carece de equivalente especfico en el mundo legal y al que hemos denominado derecho expectaticio de propiedad. La idea de instaurar un derecho real por iniciativa privada y en contravencin de las normas establecidas puede seguramente parecer un refinamiento erudito; sin embargo, el ILD ha podido comprobar que ste es el derecho predominante en Lima y que cada vez lo es ms, ya que por cada 100 casas que se construyeron en la capital en 1985, 69 estaban regidas por la normatividad extralegal y slo 31 por el sistema jurdico formal. Sin embargo, el derecho expectaticio de propiedad no proporciona a sus titulares todos los beneficios que consagra el sistema jurdico formal. Tiene un carcter temporal, en espera de que alguna vez el gobierno confiera a los informales la propiedad definitiva o de que, con el transcurso del tiempo, las organizaciones populares puedan defenderlo tan efectivamente como el Estado. Por consiguiente, se va perfeccionando de manera progresiva. En un principio el derecho expectaticio se sustenta nicamente en la presencia de los invasores sobre el terreno, despus tambin en los empadronamientos que empiezan a realizar ellos mismos para acreditar su posesin y disminuir, por ende, la necesidad de una constante presencia fsica. Posteriormente, el derecho expectaticio se va sustentando adems en la propia actividad de las autoridades. As, cada uno de los 159 pasos administrativos que deben seguir los pobladores para legalizar el asentamiento, recibir la titulacin de los lotes e incorporar el vecindario a la ciudad, y que en su conjunto tardan un promedio de veinte aos, acarrea una mayor seguridad y estabilidad para lo derechos adquiridos. No obstante, esta mayor seguridad no significa una integracin cabal al sistema jurdico formal, sino un reconocimiento por va de excepcin que es visto subjetivamente por los pobladores como decisivo para incrementar su inversin. De esta forma, en el momento en que queda claro que el Estado no erradicar el asentamiento, los invasores comienzan a edificar con material noble. Estas edificaciones, a su vez, se convierten en un nuevo y poderoso sustento para el derecho expectaticio, por cuanto en el Per es polticamente inaceptable demoler viviendas de material noble, a tal punto que puede considerrseles el primer titulo de propiedad sobre el terreno. El resultado de este proceso es un nivel de inversin en las viviendas que est, en funcin del grado de seguridad legal que el Estado le confiera a los asentamientos. As, a mayor seguridad, mayor inversin y a menor seguridad, menor inversin. Para ilustrar este resultado, el ILD escogi los asentamientos informales Mariscal Castilla y Daniel Alcides Carrin, creados en el mismo periodo de tiempo, habitados por personas de iguales caractersticas socioeconmicas y contiguos geogrficamente. La nica diferencia entre ellos resida en la seguridad legal: mientras que el primero obtuvo la calificacin de permanente, el segundo fue calificado como erradicable. De esta manera, el ILD encontr que el valor de una vivienda tpica en el asentamiento con seguridad legal era equivalente a 41 veces el de una vivienda en el otro asentamiento. Aun incluyendo el valor del terreno y no slo el de la construccin, la vivienda en el asentamiento con seguridad legal tiene un valor equivalente a 12 veces el de aqulla que no la tiene. Posteriormente, utilizando una muestra mayor de 37 asentamientos, que cubran todo el espectro de posibilidades y reas de Lima, los investigadores del ILD determinaron que el valor promedio de las edificaciones con ttulos de propiedad equivale a 9 veces el de aqullas que no los tienen. Los ejemplos anteriores revelan que si bien el derecho expectaticio de propiedad crea la seguridad y estabilidad suficientes para poseer el terreno y edificar una casa, no proporciona los estmulos necesarios para invertir en ella fuertes cantidades de dinero. De hecho la gente est por lo menos 9 veces ms dispuesta a invertir cuando tiene algn grado de proteccin del sistema jurdico formal. De la misma manera, la imperfeccin de este derecho se expresa en que no proporciona a los invasores los mismos atributos sobre los inmuebles que la propiedad tradicional. As, mientras no existen ttulos definitivos, la venta del terreno y el alquiler de los inmuebles resultantes de invasiones estn legalmente prohibidos. Por eso, si bien los pobladores pueden usar, disfrutar, reivindicar y disponer de los terrenos, siempre tienen que hacerlo dentro de una relativa vulnerabilidad que los obliga a tomar una serie de costosas medidas precautorias. Esto es especialmente dramtico en el caso de la capacidad de disposicin. Para vender, por ejemplo, los informales recurren a la argucia de declarar que estn traspasando las edificaciones, pero no el terreno, ocultando as la verdadera compraventa de la propiedad entera, pues la tierra es legalmente ajena mientras que la propiedad de las construcciones no est cuestionada. No obstante, como no existen todava derechos definitivos y la normatividad extralegal es un sistema que slo ampara a quienes la han contratado, se requiere que el traspaso cuente con la aceptacin de los vecinos, especialmente en las etapas iniciales del asentamiento. En otras palabras, esto significa que el comprador debe manifestar ante la asamblea de vecinos su voluntad de adherirse al contrato de invasin y a sus acuerdos complementarios. En etapas posteriores, cuando el asentamiento tiene ya una seguridad legal mayor, la venta informal se realiza mediante el solo acuerdo entre las partes, tal como ocurre en la sociedad formal, obvindose el requisito de concurrir a la asamblea. En todo caso, sin embargo, se recurre al expediente adicional de inscribir la venta del terreno en el rudimentario registro inmobiliario que, como veremos, mantienen las organizaciones informales. Eventualmente, cuando las autoridades otorgan derechos de propiedad definitivos a los pobladores, se basan en la informacin contenida en este registro, de modo que la normatividad extralegal logra satisfacer, a la postre, la expectativa de propiedad generada. El caso del alquiler no es menos engorroso. Como el inquilino tiene que ocupar efectivamente la vivienda, los informales temen que las autoridades lo vayan a reconocer como el propietario definitivo del terreno. Por lo que con frecuencia prefieren disfrazar el contrato de alquiler bajo la figura de hospedaje, debiendo permanecer el propietario de alguna manera en la edificacin junto con el propio inquilino. Estos dos ejemplos ilustran el hecho de que, a pesar del ingenio con que la normatividad extralegal protege a los pobladores de los asentamientos, existe una serie de costos que ellos deben asumir como resultado de haber accedido a la propiedad informalmente. Estos costos suponen contratar la invasin y ejecutarla fsicamente, asumir el riesgo de la represin gubernamental o privada, as como el de la reubicacin, soportar un largo perodo de ocupacin insegura y vivir sin disfrutar de servicios bsicos ni de obras de infraestructura; deben inmovilizar o desperdiciar buena parte de sus recursos al estar presentes fsicamente en los terrenos para asegurar sus derechos; y, finalmente, adquirir una propiedad sobre la que nicamente pueden ejercer atributos disminuidos. Todo esto indica que, contrariamente a lo que podra creerse, los invasores pagan un precio muy alto por el terreno que ocupan; slo que, como no tienen dinero, lo pagan con su propio capital humano. Esto revela, asimismo, que nos encontramos frente a una sociedad costosa que no slo obliga a asumir mltiples cargas para gozar de la formalidad, sino tambin en el caso de preferir la informalidad.

AsentamientosHumanosLa pobreza en el Per avanza o retrocede?, es la pregunta que hoy en das todos nos hacemos. La economa avanza, todo hace indicar que el pas est saliendo a competir contra las principales economas del primer mundo y dejamos de ser poco a poco un pas tercermundista. Pero la realidad de este boom de la economa peruana, es que ha contribuido a disminuir la incidencia de la pobreza, pero no la vulnerabilidad de caer en ella.El consumo del hogar peruano promedio debe incrementarse en 35% para compensarlos por no vivir en una situacin en donde no existe desigualdad ni incertidumbre. Este hogar es vulnerable un 78% debido a la pobreza y un 22% por la incertidumbre, siendo la incertidumbre idiosincrsica ms relevante que la co-variante. Los pobres son los ms vulnerables, aunque existen hogares con altos niveles de ingreso que son altamente vulnerables.El objetivo principal de este documento, ser el mostrar a la sociedad el grado comparativo entre la calidad de vida que se posee en un Asentamiento Humano y los distritos aledaos, as como dar a entender cules son los principales problemas y riesgos de esta forma de vida.En el siguiente documento, no solo explicaremos el porqu de la forma de vida de estos AAHH, tambin buscaremos plasmar la realidad peruana en el aspecto social, las distinciones sociales, la poca preocupacin con respecto a la pobreza del pas, por otro lado mostraremos tambin las obras municipales que se hacen en beneficio de este sector tan amplio de la ciudad, y las obras privadas y desinteresadas.

Definicin y caractersticasCmo funcionan?Estos Asentamientos Humanos funcionan a travs de juntas vecinales, normalmente logran hacer grupos con diferentes funciones y tareas especificas, para lograr el mejor desenvolvimiento de este lugar; como en toda sociedad, aqu tambin se crea una jerarqua, se elige a la presidenta, vicepresidenta y colaboradoras, las cuales se encargaran de solucionar los problemas dentro de esta micro sociedad.Los AAHH pueden ser una clara muestra de colaboracin, apoyo entre personas que no tienen muchos recursos pero lo dan todo por los suyos; pero no todo es bueno, tambin existen las disputas por poderes, por ms increble que pueda ser, ser presidente de un AAHH, tiene para ellos el mismo nivel que ser Presidente de la repblica.

Anlisis desde la perspectiva de la Doctrina SocialLa Doctrina Social de la Iglesia es la ciencia que estudia las realidades sociales humanas a la luz del hombre y de lo que est llamado a ser, existen dos formas de estudiar las realidades sociales, el mtodo analtico y el mtodo sistemtico. Nosotros usaremos el mtodo analtico, ya que separamos por partes la realidad a estudiar y analizamos cada una de ellas por separado para tener un mejor y ms especializado estudio.En primer lugar hay que diferenciar la situacin. Estamos hablando de un asentamiento humano en las afueras de Lima, donde las personas mantienen una vida es muy precaria. La gran parte de dicha poblacin vive diariamente con 5 soles, no tiene la posibilidad de acceder a un servicio tan bsico como lo es el de agua potable, viven en casas de material endeble, alejados muchas veces de algo tan simple que todos vemos a diario como una berma asfaltada. El problema es la indiferencia tan grande por parte del estado, el apoyo es muy escaso, las municipalidades no ejecutan el presupuesto anual asignado, no hay una buena administracin pblica y las personas cada vez se hacen ms pobres.Nosotros proponemos el bien comn, especficamente en la dimensin material, se trata de pasar de condiciones menos humanas a mas humanas, directamente el bienestar material, tener una mejor calidad de vida para las personas que ms lo necesitan. Se trata de dar una mejor alimentacin, una vivienda ms digna, velar por la salud de todas las personas entre otras cosas.El tipo de justicia que se necesita, es la justica legislativa, es simplemente buscar el bien comn de la sociedad a travs del cumplimiento de las leyes. La epiqueya, la aplicacin prudente de la ley. Este tipo de justicia puede ser conjunta con la justicia social, que busca el bien comn de la sociedad organizando adecuadamente a los hombres.Una parte muy importante en este estudio es la poltica, que es el arte del buen gobierno suponiendo que trata principalmente de servir a los dems. Pero, en nuestro pas, el rol de los polticos es servir a los peruanos? Hoy en da se habla de un pas en vas del desarrollo, una economa envidiada por muchos pases tanto latinoamericanos como europeos, pero realmente la clase ms necesitada est saliendo de la pobreza? Esa es una pregunta que todos los peruanos debemos hacernos, y ver realmente que hace el estado, para mejorar este gran problema social.Parte de la poltica es saber cules son los problemas ms fuertes que aqueja la sociedad para poder dar solucin a estos, pero si los polticos peruanos, slo van a los asentamientos humanos cuando necesitan votos, cuando necesitan el apoyo popular, prometiendo mucho desarrollo para las comunidades pero como est la realidad, muy pocos son los que cumplen dichas promesas.1. Anlisis SituacionalEn esta parte del trabajo, daremos a conocer los principales agentes involucrados en la problemtica mostrada en los AAHH, las posibles razones de su comportamiento, la generacin de alternativas y evaluacin de las mismas.1. Identificacin de los agentes: Municipalidades Distritales y Estado: Para nosotros Las municipalidades y el estado son los principales agentes originarios de los problemas con los que se enfrentan estos Asentamientos. Juntas Vecinales: Muchas veces estas juntas vecinales no estn bien organizadas o no tienen los objetivos muy bien planteados. Sociedad: cuando nos referimos a sociedad, hacemos referencia a todo el conjunto de personas que forman parte de la comunidad, ya que muchas veces, le dan mayor preocupacin a sus intereses personales que al de los dems, con lo cual no permiten un desarrollo sostenible e informado de la sociedad en conjunto.1. Por qu lo hacen?Muchas veces estos agentes actan no por un sentido de malicia, sino por un sentido de falta de conocimiento en algunos casos, en otros casos por falta de inters y hasta con conveniencia o fines econmicos. En el caso puntual de las municipalidades, definitivamente ellos deberan de saber cmo se encuentra su comunidad, es decir en donde hay ms necesidades, cuales son y que debera de hacer, el problema viene cuando le dan prioridad al sector que es econmicamente ms favorable para la municipalidad. Por qu lo hacen?, buena pregunta, en el Per se habla de intereses econmicos, de falta de profesionalismo, de falta de inters, o simplemente porque creen que es mucho trabajo; por otro lado, muchas veces no pueden hacer nada, pero como, si ellos son LA MUNICIPALIDAD, pues s lo son, por lo mismo, los sectores ms necesitados, muchas veces los ven como el monstro de la sociedad, el que no los va a beneficiar, o en otros casos, la sociedad nunca se sacia de la ayuda.

Las juntas vecinales es un caso muchas veces hasta ms complicado, Cmo as?, pues es muy simple, las juntas vecinales son organizaciones de vecinos en un determinado territorio, con el fin de organizar a sus pobladores y representarlos en diversos casos; por lo cual cuando hay pobreza, necesidades vitales entre otros, lograr la sana unin o la completa coordinacin de trabajo entre estas personas se vuelve hasta imposible. Estas juntas vecinales son las que ms conocimiento tienen sobre los problemas que afectan a su territorio, las necesidades que tienen, el problema principal es que no saben cmo conseguir lo que buscan, muchas veces creen que la mejor manera es exigindolo, y siempre existen los problemas entre la municipalidad y las juntas vecinales, por el hecho de falta de comunicacin efectiva. La Sociedad, es el agente que ms apoyo puede brindar, pero es el que menos importancia otorga, ya que esta est bastante preocupada por sus propios beneficios. La sociedad es un agente que muchas veces no est informado sobre todos los problemas que existen, justamente si no hace nada, es porque no tiene conocimiento de estos problemas, hasta hay algunos sectores que no quieren apoyar porque alegan que ellos han conseguido lo que tienen con mucho esfuerzo y persistencia y que nadie los ayudo, que los sectores necesitados tambin pueden hacerlo; a nuestro parecer es una afirmacin errnea, la sociedad esta para apoyarse, el prjimo para apoyar al que lo necesita, todos hemos necesitado en algn momento de algn otro agente de la sociedad para poder salir adelante o dar un paso hacia el desarrollo. Qu pueden hacer?, la pregunta es Qu no pueden hacer?, como ya se ha ido desarrollando en esta ltima dcada, el apoyo por parte de ONGs o grupos de apoyo social, que sin ninguna retribucin, logran incentivar al desarrollo de diversas comunidades.

1. Generacin y Evaluacin de alternativas Crear un sector especializado en la capacitacin de trabajadores encargado en el desarrollo de los sectores ms necesitados.

Eficacia:1. Factibilidad: La alternativa no es una solucin tan fcil de conseguir, puesto que no depende slo de nosotros, el estado debe de interceder; crear un presupuesto por cada municipalidad y para cada AAHH.2. Resultados: En caso pudiera darse esta alternativa, sera una opcin bastante interesante, ya que puede concientizar la importancia del apoyo y la real dedicacin a estos sectores

Eficiencia1. El protagonista, en este caso, las municipalidades, aprenderan mucho, ya que conoceran el significado de la dedicacin por los que no tienen mucho que ofrecer en trminos econmicos, pero si mucho que ofrecer en trminos personales. consistencia1. Esta alternativa lograra grandes consecuencias en la poblacin objetivo, ya que se veran sumamente apoyados por quienes para ellos es el ente que menos apoyo les ofrece, les hara ver que el estado si se preocupa por su bienestar, los ayudara a esforzarse por lo que es suyo.

Buscar un buen modo de influir en las juntas vecinales, a travs de grupos enfocados en la capacitacin no solo del lado interno de las personas, sino tambin con conocimientos econmicos y sociales.i. Eficacia1. Factibilidad: Es una alternativa de mediana dificultad, ya que se necesita lograr el compromiso de los capacitadores, su capacitacin propia, y los mejores medios para lograr la capacitacin, teniendo claro a quienes van dirigidos estos conocimientos.2. Resultados: Esta alternativa permitira lograr una sociedad enfocada no solamente en sus necesidades personales sino tambin en las del conjunto con el que viven, lograra el desarrollo personal en reas necesarias para el desarrollo de una sociedad.ii. Eficiencia1. El protagonista, en este caso las juntas vecinales, se veran sumamente beneficiadas, ya que adquiriran diversos conocimientos sobre trabajo en equipo, economa, administracin, entre otros, los hara crecer mucho como personas y como conjunto.iii. Consistencia1. Alternativa que puede lograr grandes cosas en la sociedad, ya que no solo hara organizar mejor una poblacin, sino que se enfoca ms en el desarrollo de las personas como seres con un fin absoluto. Las juntas vecinales de los AAHH se volveran ms estables y ms capaces para un desarrollo sostenible.

Crear ms grupos de Obra social enfocados en el desarrollo de los nios y jvenes de las poblaciones que lo necesitan, recordemos que los nios son el futuro de esas comunidades, y muchas veces apoyo es lo que no hay, ese apoyo se debe de ver enfocado en el desarrollo de esos nios en mbitos de conciencia social, familiar y cultural.

i. Eficacia1. Factibilidad: Es muy fcil lograr esta alternativa, solo se necesita gente mental e internamente preparada para poder mostrarle a esos nios la realidad de la vida, enfocndolos y guindolos hacia el bien, lograr el convenio con diversas comunidades, y el compromiso de no dejarlos solos.2. Resultados: Esta alternativa permitira ya no solo el desarrollo de las juntas vecinales sino tambin de los nios y jvenes que estn en la necesidad de ser guiados por el buen camino, llenos de amor y apoyo.ii. Eficiencia2. En este caso los protagonistas serian los integrantes de los grupos de colaboracin, que se favoreceran por el hecho de saber que estn logrando apoyar a nios, de darles lo que ellos necesitan para poder influenciarse de la mejor manera.iii. Consistencia1. Esta alternativa lograra buscar un desarrollo a largo plazo, buscando la mejora no solamente en la actualidad sino pensando en la sociedad que se viene, para crear mejores personas, personas ms preocupadas por su comunidad.La desigualdad de vida es sumamente notoria en nuestra ciudad, mientras que muchas personas viven de lo ms placenteras, ciertamente gracias a su esfuerzo durante aos, otras viven sumergidos en la necesidad.Una gran forma de apoyar a estos AAHH, ms all de las donaciones o de la parte econmica, es el ofrecer ayuda en beneficio de su calidad de vida, que es el primer derecho de todo ciudadano, por ms nivel econmico que posea.Crear conciencia social, cultural y de colaboracin son las primeras tareas que debera tener la ciudad para poder lograr un desarrollo interno en cada uno de estos lugares.Comentarios: Vida en los AsentamientosHumanos1. El tema me llama mucho la atencin, ya que desde mi punto de vista, los AAHH inicialmente son improvisados, por lo que muchas veces los que llegan a formarlos no consideran el factor seguridad con respecto al terreno (zonas como cerros, u otros), no consideran que quiz no tienen centros de salud, habilitacin urbana, y cosas bsicas que un ser humano necesita para vivir.2. Evidentemente como su formacin es espontanea, escogen lugares remotos en los que ninguna entidad legal pueda generarles problemas durante sus primeros momentos como invasin antes de ser reconocidos como asentamiento humano.

3. La Calidad de Vida en los asentamientos humanos: este es un problema que se inici aos atrs con la misma formacin de estos. La falta de oportunidades de trabajo en provincias debido a la notoria centralizacin del pas hizo que mucha gente pobre emigre de sus lugares de origen y lleguen a Lima a ocupar zonas, como lo han mencionado en el articulo, que no deberan estar habitadas. De esta manera se fueron y se van formando asentamientos humanos, que luego pasan a llamarse pueblos jvenes ,zonas habitadas que poco a poco se van desarrollando, pero que no llegarn a tener todo en condiciones ptimas si es que siguen llegando inmigrantes a Lima. Nuestro pas debe llegar a ser un pas descentralizado.

4. Un aporte muy claro, la centralizacin en la capital evita que el resto del pas tenga oportunidades de prosperidad y mejora. Ahora un crecimiento elevado en la capital no permite que todos posean buenas oportunidades por lo que los asentamientos humanos crecen constantemente, y esta informalidad dificulta mejorar la calidad de vida en los mismos.

5. Este problema no viene de ahora, esto se ha ido acumulando a lo largo de aos y dcadas, que lo que han hecho es crear una bomba del tiempo que sigue empeorando a un ritmo acelerado. Todo comenz con la idea de la gente de provincia de bajos recursos que al venir a Lima tendran xito y un mejor futuro, pero lamentablemente tuvieron un futuro incierto y muy alejado al que anhelaban. No les qued de alternativa que invadir para poder encontrar un lugar para vivir. Hay que agregar que actualmente con el boom de los condominios, parques habitacionales y dems edificios, estn dejando sin oportunidades a esa gente y cada vez le quitan ms espacio para que puedan vivir. Se estn creando barreras de entrada en vez de darles oportunidades para que puedan formalizarse y as convertir ese AAHH en un pequeo condominio. Esa gente es bien trabajadora y hace de todo por salir adelante, pero las puertas se le cierran cada vez que quieren levantarse. Entonces debe de buscarse una manera de brindarle apoyo a esas personas para que puedan desarrollarse como mismas y sacar adelante a sus familias.

6. Definitivamente es un problema de muchos aos, pero no creo que el tema de creacin de condominios o conjuntos habitacionales entre otros sea el problema, ya que esas personas desde un inicio no buscan formalizarse, posiblemente por falta de informacin pero si ellos usaran sus habilidades y al ser gente bien trabajadora, podran explotar sus proyectos desde su lugar de origen.

7. El problema que se esta mencionando tiene muchos aspectos que lo engloban, no solo por una falta de oportunidades en nuestro pas, ya que muchas veces las desigualdades sociales son muy grandes, esto conlleva a que muchas personas no pueda valerse por si mismas al alcanzar ciertas edad y depender de otras en el caso vivan en una pobreza extrema. Sumado a ello, en nuestro pas no hay suficiente conciencia respecto a lo que es la familia en s, muchas personas abandonan a sus familiares, dejando a su suerte que ellos tengan que valerse por si mismos aunque estos mismos no puedan hacerlo. Finalmente, a que el estado no provee la ayuda necesaria para poder solventar los gastos de muchos asentamientos humanos a lo largo del pas, o la ayuda es muy escasa ya que solo se centran en la capital, dejando de lado a las provincias o a los lugares mas remotos de nuestro pas sin poder ayudar a aquellos asentamientos que necesitan mas ayuda.8. el gobierno busca por diversos medios dar apoyo a todos los rincones del pas, creando los gobiernos regionales, diversos grupos de apoyo, pero definitivamente los problemas sociales son tantos y muchas veces tan alejados que se vuelve ms complicado el apoyar a todos

9. En mi opinin, el hombre merece vivir de una manera digna y de cierta manera, como mencionan en el articulo, existe incertidumbre de saber si realmente avanzamos como sociedad enfrentndonos a la pobreza, o si realmente estamos retrocediendo. Me parece una gran iniciativa realizar comparaciones entre los principales distritos de nuestra ciudad con los asentamientos humanos, ya que, de esta manera, se genera un llamado de atencin a los principales agentes involucrados en el asunto. Concuerdo en que los municipios deben realizar mayor cantidad de obras sociales en favor a los nios y adolescentes de las poblaciones que mas lo necesitan. Creo que por ese lado podramos empezar y as generar mas oportunidades a futuro para quienes menos tienen.

10. Muchas gracias por tu comentario, y definitivamente la sociedad debe de ser consciente de las necesidades que tenemos, los municipios sobre todo la completa preocupacin por el bienestar social y sobretodo de los que mas lo necesitan.

11. Si bien es cierto que el hombre merece dignidad y una calidad de vida aceptable, tambin es cierto que en este tema en especfico muchas veces se da de forma desorganizada a espaldas de las instituciones gubernamentales que controlan esto, solo hay que mirar en Lima el crecimiento deAA.HHen los ltimos aos. El problema no solo radica ah si no que se extiende pues muchosAA.HHcreados de manera informal exigen al estado los servicios pblicos y demandan atencin, que hasta cierto punto es comprensible pero tambin hay que tomar en cuenta que expandir las redes hasta donde se encuentran lleva su tiempo, esto sumado a la ineficiencia casi consabida del estado aun agrava ms la situacin volvindola critica

12. Cierto, la expansin de los AAHH en estas ultimas dcadas ha sido muy grande, y la informalidad es lo que mas abunda en estos tiempos, lastimosamente muchas veces estas personas creen que se lo merecen todo y adicionando la falta de control que posee el gobierno o la falta de alcance, difcilmente podamos desarrollar la areas de mayor necesidad

13. El problema en los asentamientos humanos es que al no contar con servicios bsicos, da lugar a que sus integrantes reclamen mejores condiciones de vida; pero esta informalidad sumada a la burocracia resta herramientas y efectividad a las entidades pblicas para proveer mejoras a estos nuevos ciudadanos.

VIVIENDA

FORMALIZACIN DE LOTES EN ASENTAMIENTOS HUMANOS, SEGN DEPARTAMENTO, 2003-2014

(Nmero de lotes)

Departamento200320042005200620072008200920102011201220132014

Total 80 922 99 547 111 987 105 079 106 642 127 343 155 946 133 288 84 721 94 344 84 018 102 053

Amazonas-- 4 700 11 468 9 601 1 668 1 734 2 662 290 2 773 1 787 1 733

ncash 479 8 147 8 618 6 568 7 009 7 530 8 797 8 614 4 082 1 651 2 888 5 258

Apurmac--- 7 856 2 033 8 311 6 869 7 102 55 2 474 1 953 5 027

Arequipa 14 663 12 532 6 088 3 282 2 696 5 286 5 161 5 650 4 178 4 668 4 269 4 465

Ayacucho 13 506 7 928 8 020 1 350 4 968 4 732 12 813 6 354 5 714 624 5 048 7 091

Cajamarca- 4 674 11 300 5 059 9 121 1 376 14 316 5 482 4 120 1 530 2 349 2 425

Callao---------- 723 1 870

Cusco- 4 249 7 735 6 883 7 003 4 915 8 069 7 502 4 155 3 888 3 087 5 325

Huancavelica- 7 099 10 032 5 705 5 231 4 683 3 903 2 596 1 253 3 252 2 115 2 217

Hunuco--- 2 138 2 525 5 582 4 403 2 283 1 721 5 047 2 151 3 434

Ica 3 310 2 400267555 558 19 124 14 871 4 989 2 798 10 361 3 927 4 799

Junn 4 157 10 015 7 332 6 534 4 472 5 659 2 617 12 300 4 187 4 576 3 389 5 073

La Libertad 8 481 8 362 1 840 2 105 2 780 7 697 9 615 10 530 7 677 2 891 5 127 6 103

Lambayeque 6 305 3 973 1 620959 3 025 6 735 6 941 5 909 5 482 3 649 1 913 2 915

Lima 3 863 6 245 9 452 6 336 8 633 10 106 10 716 12 609 11 005 27 825 15 715 11 740

Loreto1,865671 3 008 1 570 2 748 1 686 2 677 1 504 1 895 2 756 2 128 3 286

Madre de Dios--83 1 527 474 1 142 1 263 1 190 572 1 061 930 1 043

Moquegua2,58374679435 515 830 322 412 269 39 203 706

Pasco 3 987 2 73330692 12 795 335 2 719 685 1 094 12 1 943

Piura 14 652 8 243 11 360 4 103 5 795 12 092 9 607 10 027 11 075 3 870 7 644 6 801

Puno- 1 144 7 280 8 591 11 968 8 066 16 849 16 713 7 394 4 808 7 777 5 215

San Martn-- 2 378 17 534 11 624 4 297 9 503 3 985 3 949 3 649 5 788 9 061

Tacna 1 555 287 124 88 40 1 238 1 071 589 710 252 527 737

Tumbes- 6 694 8 609 3 634 2 248 2 694 1 506 778 485 806 986 1 707

Ucayali 1 516 3 405 1 317 507 1 563 1 099 1 988 789 970 800 1 582 2 079

Fuente: Ministerio de Vivienda, Construccin y Saneamiento - Comisin de Formalizacin de la Propiedad Informal (COFOPRI).