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ASESINAR A LOS ASESINOS
“Cualquiera que
derrame la sangre del hombre,
Por el hombre será derramada su propia sangre”
(9:6)
Actualmente vivimos en una sociedad aparentemente desarrollada la cual cada día se
ve más desequilibrada, azotada continuamente por personas con una moral deficiente
y un potencial psicópata que no hacen más que perjudicar nuestra armonía reduciendo
la convivencia pacífica a una simple utopía; lamentablemente nuestras “autoridades” –
y no solo en México- hacen caso omiso a esta realidad ignorando por completo el
dolor y la angustia que atraviesan las miles de personas que son víctimas de estos
actos de barbarie que bien pudieron haber sido evitados si tan solo nuestro sistema
judicial no estuviera tan corrompido.
“El gobierno es como una droga o adicción:
consume todo lo que puede, es difícil salir de
ella y eliminarla, pero cuando lo haces ya no
queda mucho. Hace perder dinero y no ayuda
en nada, además de propiciar la corrupción.”
(Anónimo)
Una manera poco aceptada en el mundo de combatir a los criminales es la pena de
muerte o bien la denominada pena capital algo que en México actualmente no se pone
en práctica. La pena de muerte ha existido a la par con la humanidad, por ejemplo, en
Roma el primer delito castigado con la pena de muerte fue el de Perduellio por traición
a la patria.
Como en todas las situaciones de la vida hay personas que están a favor y otras en
contra y es que hablar de la pena de muerte –sin duda alguna la sanción más grave y
antigua de la historia- genera mucha polémica y debate a nivel mundial; en primera
instancia nuestro sentido común saldría a flote para hacernos ver que, posiblemente
no tengamos el derecho de decidir mediante un “juicio” previo el destino de la vida de
una persona, sin embargo, por otro lado al observar y analizar detalladamente el
historial tan perturbado de los asesinos y secuestradores podemos darnos cuenta que
hay personas –por más cruel que parezca- que no merecen ocupar un lugar en este
planeta, es así como podemos compararlo con una plaga de roedores que debes
exterminar antes de que hagan más daño a tu casa.
“Estoy de acuerdo en que las sociedades decreten abolir la pena de muerte; pero que empiecen por abolirla los asesinos” (Karr)
Tan solo los datos difundidos por el Instituto Nacional de estadística y Geografía
(INEGI) nos revelan que en 6 años, de 2005 a 2011, casi se triplicó el número de
homicidios registrados en la República Mexicana. En 2011 se registraron 27 mil 199
asesinatos, que representan 24 por cada 100 mil habitantes Lo que me lleva a
pensar, Porqué mantener a tantas personas –que lograron ser capturadas-
encarceladas, es un gasto innecesario; por cada preso el estado invierte unos $ 4600
mensuales sin embargo no son uno ni dos son miles… lo que equivale a miles y
millones de pesos que el gobierno invierte en mantenerlos en lugar de ocuparlo en
personas que realmente lo aprovechan; en materia de educación, tecnología…
Tantos mexicanos desempleados, tantos que viven en la marginación y el gobierno
derrochando dinero en las prisiones.
“La pena de muerte es un mal necesario, en
una sociedad gangrenada por la delincuencia y
la violencia cuando el ciudadano no puede ser
rehabilitado.” (Martinez)
Ante ésta problemática nos vemos en la necesidad de aplicar medidas drásticas;
actualmente países como Estados Unidos, China, Guatemala, Cuba, Irán, Vietnam,
Corea del Sur, Japón, practican el castigo máximo. En México, la Constitución General
en su artículo 22 capitulo uno, prevé la pena de muerte en los siguientes casos:
"traidor a la patria en guerra extranjera, parricidio homicidio con alevosía
premeditación y ventaja, al incendiario, plagiario (secuestrador), el salteador de
caminos, el pirata y los reos de delitos graves del orden militar” sin embargo esto no se
aplica, en consecuencia no existe Ya que para delitos graves, en su lugar se ha
colocado la privación de la libertad por un número considerable de años.
Tal vez el enigma más grande de todo este asunto radique en la siguiente interrogante
¿Realmente es necesario traer de regreso la pena capital a nuestro país?, siendo
realistas México no está posicionado como uno de los países más industrializados y
más ricos del mundo por ende le es muy difícil y hasta imposible mantener a los reos y
apoyar a la población que en su mayoría se encuentra en estado de marginación pero
tampoco considero este argumento como una razón suficiente para privar de la vida a
otros seres humanos.
"es tiempo de analizar el tabú y mito para que
examinemos con cuidado la posible instalación
de esta institución que en muchos países
funciona". (Márquez, 2002)
Es cierto, que el regreso de la pena capital a nuestro país es un paso que requiere
de un gran diálogo nacional; en primera porque nuestro sistema judicial es pésimo y
muchos mexicanos vivirían el miedo y la incertidumbre de la legalidad de cada una de
las muertes, podríamos pensar en cuantos “chivos expiatorios” pagarían con su vida
mientras los verdaderos delincuentes siguen libres por las calles.
La pena capital es implementada en distintos países a nivel mundial no simplemente
para “deshacerse” de estas personas; lo que el gobierno intenta hacer es concientizar
a futuras mentes criminales de las consecuencias que sus actos traen consigo. Como
todos sabemos los asesinos (esencialmente asesinos en serie) tienen problemas
mentales graves los cuales los alejan de la realidad proyectando su mente hacia cosas
que no son aceptadas socialmente, tal es el caso de Gary Gilmore un asesino que
pidió se le aplicase la pena de muerte y sin temor la afrontó.
“Soy muy afortunado. Voy a morir y sé
exactamente cuándo. Me han dado tiempo para
poner mis asuntos en orden, oportunidad de la
que muchos carecen. Piensen, por ejemplo, en
mis víctimas” (Gilmore, 1976)
Si bien, existen personas como Gary Gilmore que aceptan e inclusive están felices con
saber su fecha y manera de morir sin embargo no podríamos generalizar con este
mismo concepto a todos los asesinos violadores y secuestradores de nuestro país, ya
que algunos son personas con aparente normalidad que sólo asesinan y secuestran
orillados por la ambición y, en algunos casos la necesidad de un sustento monetario
para ellos y sus familias, aunque este último caso no justifica la desnaturalización de
sus actos pues muchos mexicanos trabajan de sol a sol para ganarse un sueldo
inferior al supuesto “salario mínimo” pero siempre con la frente en alto sabiendo que
se han ganado ése dinero honradamente.
“Hay una fuerza motriz más poderosa que el
vapor, la electricidad y la energía atómica: la
voluntad.” (Einstein)
Dicho lo anterior me remito a hacer mención del posible sufrimiento por ambas partes
ante un caso de homicidio en el cual se aplicará la pena de muerte. Podemos imaginar
el dolor que los familiares de la víctima atravesarían pero de igual forma tenemos que
pensar en la desdicha de la familia del homicida al saber que la pena de muerte se
efectuará sobre ésta persona. Es entonces cuando nos vemos en una gran disyuntiva
no tan sólo nosotros como sociedad progresista sino el mismo gobierno al tratar de
hacer “justicia”, y nos preguntamos, ¿Realmente es buena idea saciar la sed de
venganza de las víctimas al concederles el “honor” de asesinar a su opresor? Ó,
¿Debemos dejar que estos sádicos simplemente pasen “el resto de su vida”
encarcelados con una gran posibilidad de salir en libertad y reincidir en sus actos?
“Cualquiera puede dominar un sufrimiento,
excepto el que lo siente.” (Shakespeare)
Como ya he mencionado antes, nuestro sistema judicial es deficiente y lo
suficientemente corrupto como para dejar en libertad a un narcotraficante, a un
asesino o a un secuestrador por una suma considerable de dinero, de esta forma
pueden volver a delinquir y el ciclo se renueva dañando cada vez a más y más
personas inocentes.
Siempre seguirán existiendo opiniones a favor y en contra de la pena de muerte pero
también seguirán existiendo y manchando a nuestra sociedad personas inconscientes,
incapaces de apiadarse de un ser humano, sin embargo confío en que somos capaces
de reducir esta problemática, con o sin la pena de muerte México es un país de
ciudadanos incansables, hombres y mujeres que seguramente llegaremos a un
consenso para poder aplicar esta y todas las leyes de manera correcta.
“No te preguntes qué puede hacer tu país por
ti, pregúntate que puedes hacer tú por tú país”
(Kennedy)
Por eso es necesario ir hasta las entrañas del problema actuando de manera
responsable, exigiendo un gobierno más justo; son pocos los mexicanos a los que no
les tiemblan las manos ante la corrupción ni a la verdadera aplicación de la pena de
muerte.
“Muerto el delincuente no volverá a delinquir
jamás” (Anónimo)
Lesly Nataly Pérez Reynosa
Bibliografía9:6, G. (s.f.). Génesis nueve y el pacto eterno. Recuperado el 9 de Octubre de 2013, de
http://perso.wanadoo.es/testigosdejehova/doctrina/genesis9.htm
Anónimo. (s.f.). Fraséate. Recuperado el 10 de 10 de 2013, de http://www.fraseate.com/frases/Gobierno/5850
Einstein, A. (s.f.). Sabidurías. Recuperado el 10 de 10 de 2013, de http://www.sabidurias.com/cita/es/2619/albert-einstein/hay-una-fuerza-motriz-mas-poderosa-que-el-vapor-la-electricidad-y-la-energia-atomica-la-voluntad
Gilmore, G. (1976). Frases célebres de asesinos en serie. Recuperado el 9 de Octubre de 2013, de http://listas.20minutos.es/lista/frases-celebres-de-asesinos-en-serie-336910/
Karr, J. B. (s.f.). Frases y pensamientos. Recuperado el 9 de Octubre de 2013, de http://www.frasesypensamientos.com.ar/frases-de-pena-de-muerte.html
Kennedy, J. (s.f.). Literato. Recuperado el 10 de 10 de 2013, de http://www.literato.es/frases_para_un_pais/
Márquez. (2002). Actitud hacia la pena de muerte. Recuperado el 9 de Octubre de 2013, de http://www.penamuerteenlauabc.galeon.com/aficiones432561.html
Martinez, C. (s.f.). Buenas tareas. Recuperado el 9 de Octubre de 2013, de http://www.buenastareas.com/ensayos/Pena-De-Muerte/2284247.html
Shakespeare, W. (s.f.). Proverbia. Recuperado el 10 de 10 de 2013, de http://www.proverbia.net/citastema.asp?tematica=629