A S O C I A C I Ó N M E X I C A N A

D E

G E Ó L O G O S P E T R O L E R O S

F U N C I O N A R I O S D E L C O M I T É E J E C U T I V O cuyo e jerc ic io t e r m i n a en d i c i e m b r e de 1965

Ing . R A Ú L P É R E Z F E R N A N D E Z Presidente

Ing . L U I S B E N A V I D E S G Vicepresidente

Ing . M O I S É S O L I V A S Secretario-Tesorero

Dr. M A N U E L M A L D O N A D O - K O E R D E L L Editor

Ing . C A R L O S C A S T I L L O T E J E R O Presidente en Ejercicio Anterior

B O L E T Í N D E L A A S O C I A C I Ó N

El Bole t ín de la Asoc iac ión M e x i c a n a de Geólogos P e t r o l e r o s es p u b l i c a d o b i m e s t r a l m e n t e po r la Asoc iac ión .

E l prec io de subsc r ipc ión p a r a los no socios es d e 1150.00 M . N . al a ñ o y $30.00 M. N . por n ú m e r o sue l to .

P a r a todo a sun to r e l ac ionado con el Bole t ín , m a n u s c r i t o s , a sun­tos ed i tor ia les , bubscr ipc iones , descuen tos espec ia les a b ib l io tecas púb l i cas o de Un ive r s idades , pub l i cac iones , p r ec io d e anunc io s , e tc . , d i r í jase a :

Dr . M A N U E L M A L D O N A D O - K O E R D E L L , E d i t o r

I n g . F E R N A N D O L O Z A N O R., E d i t o r Asoc i ado

A p a r t a d o Pos t a l 1884

T a c u b a No . 5

México 1, D. F .

POSIBILIDADES PETROLÍFERAS EN EL ALTIPLANO MEXICANO''

E . L Ó P E Z RAMOS*

RESUMEN

Es bien sabido que cada vez es más difícil encontrar es t ructuras productoras de hidro­carburos, especialmente en regiones no cono­cidas como petrolíferas. Al ver el mapa ac­tual de las provincias petrolíferas del Golfo de México, podrá apreciarse que es proble­mático aumen ta r las reservas de hidrocarburos en una forma apreciahle si no se descubren nuevos distritos petroleros. Hay que tomar en cuenta, desde luego, que práct icamente la plataforma cont inental no ha sido explorada por geología de subsuelo, con excepción de 3 campos en la Zona Sur y de 2 campos recientemente descubiertos en la Zona Norte.

Queda, por lo tanto, t ra tar de encontrar nuevas reservas en la región del Alt iplano Mexicano y en los plegamientos de la Sierra Madre de Cliiapas. Pa ra fines prácticos no se toma en cuenta en este estudio la región noroeste del Edo. de Coahuila ni el Edo. de Chihuahua. Se presentan 3 mapas geológicos. El primero se refiere al basamento (ígneo, metamórfico y sedimentar io) y los otros dos a las isopacas y litofacies del Jurásico Supe­rior Mar ino y Cretácico Medio e Inferior (del Albiano al Neocomiano) . El autor agradece al Dr. W. Hegwein y al Ing. J . Carrillo B., la crítica del t rabajo referente a Conclusiones.

INTRODUCCIÓN

La actividad exploratoria de Petró­leos Mexicanos se ha concentrado prin­cipalmente en la llanura costera del Golfo de México, Penínsulas de Yucatán y Baja California, y Estados de Coa huila y Chihuahua. Recientemente las brigadas de geología superficial inicia ron la exploracióa de los frentes mon­tañosos de la Sierra Madre Oriental, Sierras Madres de Oaxaca y de Chia-pas y aún en rocas del Altiplano Me­xicano que comprende parte de los Es­

tados de Puebla, Hidalgo, San Luis Potosí, Querétaro y Guanajuato.

El Altiplano o Mesa Central se con­sidera limitado al este y norte por el frente de plegamientos de la Sierra Ma­dre Oriental; al oeste hasta las estriba­ciones orientales de la Sierra Madre Occidental y al sur por la Sierra de los Volcanes o Eje Neovolcánico. (Véase plano de provincias fisiográficas, Fig. 1 ) .

Para esta descripción, el nombre de

Conferencia sustentada en la II Convención de la Asociación Mexicana de Geofísicos de Exploración, Tampico, Tamps., Nov. 1963.

** Geólogo, Gerencia de Exploración, Petróleos Mexicanos.

BOLETÍN DE LA ASOCIACIÓN

Altiplano Mexicano es meramente mor­fológico, ya que las posibles provincias petrolíferas quedan situadas en lo qua se considera por algunos el Geosinclinal Mexicano.

En la parte oriental del Altiplano y Sierra Madre Oriental donde se ha ini­ciado un estudio fotogeológico que eveii-tualmente conducirá a la realización de sondeos estratigráficos con la mira de encontrar condiciones geológicas para ia perforación de pozos petroleros. Des­de luego, mucha información indirecta de subsuelo, como en los valles tectó­nicos y estratigráficos de San Luis Po­tosí, tendrá que obtenerse por procedi­mientos geofísicos, la sismología para las zonas con cubierta de suelos relativa­mente gruesos y Ja gravimetría o mag-netometría para lugares cubiertos por rocas piroclásticas e ígneas extrusivas. Mucha de la información de isopacas que ahora se presenta ha tenido que ex­trapolarse de los datos obtenidos en la llanura costera del Golfo de México, es pecialmente en las Cuencas de Tampico-Misantla y las Zonas Norte y Noroeste.

Aunque se indicarán las posibilidades petrolífer.is en el Altiplano Mexicano, realmente se trata del extremo oriental del mismo, tomando en cuenta los ple-tramiento de la Sierra Madre Oriental desde la latitud de Teziutlán hacia el norte. No se harán consideraciones so­bre el resto del Altiplano, ya que está cubierto por rocas ígneas extrusivas de edad terciaria que sólo al erosionarse dejan al descubierto aisladamente lo.« sedimentos mesozoicos y pre-mesozoicos, pues el Terciario Marino está ausente.

El estudio que se presenta es mera-n ente tentativo porque no se dispone de información de subsuelo debido a la fal­ta de perforaciones directas. Se tienen, en cambio, datos de geología de minas, bastante dispersos como en la región de Pachuca (recientemente publicado) y de Zimapán, ya que el resto de la in­formación permanece inédito. La región mejor estudiada '•s el frente montañoso de la Sierra Madre Oriental, que tiene rumbo norte-sur y una amplitud de 50 a 100 Km, limitando al este il Alti­plano Mexicano. También se han publi­cado algunos trabajos sobre la porción cfcte-oeste (Monterrey-Torreón) .

Las rocas intrusivas que no llegan a tener la magnitud de batolitos sino de instrusiones hasta de unas cuantas de cenas de kilómetros cuadrados, se en­cuentran en las áreas de Zimapán, Hgo , Matehuala (Catorce) S.L.P., y Bernal, Qro. La zona minera de Pachuca ha sido muy perforada, con niveles hasta de 800 m de profundidad y también está intensamente fracturada por nume­rosas intrusiones de diques ígneos (an desíticos), principalmente.

Las relaciones entre las rocas del ba­samento y paleozoicas, respecto a posi­ción estratigráfica de los sedimentos su-prayacentes, es difícil de establecer, por ejemplo, en la región de Ciudad Vio toria. Tamps., donde hay ocasiones en que las rocas oxfordianas y aun capas del Kimmeridgiano cubren discordante mente las rocas pre-mesozoicas. En el área de Molango-Huayacoootla, Hgo., a veces yace la Formación Pimienta sobre gneisses pre-mesozoicos.

EL BASAMENTO

(Fig. 2)

Debe entenderse como basamento el conjunto de rocas en que no hay con­fínete distinto ni interrupción hasta las

profundidades de la corteza terrestre. Como podrá apreciarse en la Fig. 2 , la configuración del basamento ha sido

MEXICANA DE GEÓLOGOS PETROLEROS ;

4 BOLETÍN DE LA ASOCIACIÓN

prácticamente circunscrita a la llanura costera, donde se ban perforado más de 300 pozos que han llegado al Jurásico y a rocas más antiguas.

Podrá verse que predominan en el basamento las rocas ígneas, principal­mente del tipo plutónico, oomo granitos, tornalitas, dioritas y gabbros, aunque hay rocas metamórficas formadas prin­cipalmente por esquistos y gneisses y finalmente, rocas de origen sedimenta­rio, como conglomerados y arkosas (me-tasedimentarias) .

Es posible que exista alguna relación entre las rocas del basamento y las se­dimentarias que lo cubren discordante-mente respecto a la acumulación de hi­drocarburos en las últimas; así se ha visto que estructuras con muy buen cie­rre, pero que no tienen rocas imper­meables en la base de las rocas porosas se encuentran invadidas por agua sala­da. Posiblemente las condiciones hidro­dinámicas actuaron en tal forma que los hidrocarburos que pudieron acumularse emigraron, como parece ser el caso de algunas estructuras en La Aguada y otras hacia el norte.

En la zona considerada en este tra­bajo, sólo afloran rocas del basamento a 17 Km al NNW de Teziutlán, Pue., Miquihuana, Tamps. y Aramberri, N. L. y en los Anticlinorios de Huizachal-Peregrina y Huayacocotia, donde exis­ten principalmente gneisses. En Toliman, Qro., se aprecian principalmente fili-tas. El Macizo de Teziutlán debe estar formado en su mayor parte por grani tos, ya que pueden verse aflorando al­gunas de estas rocas en los alrededores de la ciudad mencionada. Conviene to mar en cuenta que algunos granitos se han considerado como instrusiones post mesozoicas y no corresponden al basa­mento, aunque están formados también por esas rocas.

Si se consideran los espesores combi­

nados del Terciario continentiJ, las ro­cas del Mesozoico y aún las paleozoicas, se verá que parte de las rocas del basa mentó en el Altiplano deben encontrarse a bastante profundidad, tal vez del or­den de 3,000 a 4,000 m (1,000 a 2,000 m bajo el nivel del mar) , por lo que la columna estratigráfica por probar es muy gruesa. Desde luego convendría to­mar en cuenta como más favorables a aquellas regiones situadas fuera de dis­tritos mineros extremadamente pertur­bados, debiendo descartarse también re giones inaccesibles y otras muy plega­das, como en el área de Zimapán-Tezid-tlán a Tamazunchale.

Es poco lo que se sabe sobre el basa­mento en lo que se considera la porción oeste de la zona estudiada, ya que las rocas más antiguas al NE de Querétaro (al N de Toliraán) están formadas pdi clásticos pre-jurásicos, compuestos prin­cipalmente por filitas, pizarras y metar-kosas de probable edad triásica o aún pa­leozoica. En el área de Catorce, S.L.P., las rocas más antiguas parecen detrí­ticas, con bajo metamorfismo y pro-\ isionalmente se han clasificado como paleozoicas.

La edad de las rocas del basamento e.= un problema que puede cambiar to talmente el panorama interpretativo de !;• tectónica paleozoica, ya que se han considerado muchos esquistos y granitos como paleozoicos y aun pre-cámbricos. Sin embargo, se ha visto después que los granitos son mesozoicos, como en Teziutlán.

Gran parte de la información de los pozos no ha sido analizada totalmente desde el punto de vista genético y así tenemos el caso del pozo Soledad Núm 101 que atravesó 769 m de Capas Ro­jas que se suponen jurásicas. A pesar de ello, hay dudas respecto a la edad de estas rocas que pudieran ser triásic-as y aún paleozoicas y como dato interesante

MEXICANA DE GEÓLOGOS PETROLEROS 5

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CONFIGURACIÓN T E N T A T I V A D E L B A S A M E N T O

POSIB IL IDADES P E T R O L Í F E R A S A L T I P L A N O M E X I C A N O

POR- E LÓPEZ RAMOS

Me«ico. n F Noviembre i.9?3

Fig. 2 P L A N O U- 1

.6 BOLETÍN DE LA ASOCIACIÓN^

presentaron algo de impregnación de aceite. En el fondo del pozo, a 3,464 m, Ijiibo un brote de agua salada y gas con muy fuerte presión y una salinidad de 346,000 ppm. Se trata realmente de una salmuera, caso completamente inusitado en rocas del Jurásico o Triásico, a me r>os que existan intercalaciones de sal

(Na C l ) , como sucedió en el pozo Gua yalejo Núm. 1.

En el subsuelo, el basamento ha sido estudiado por medios de pozos petrole­ros y predominan las rocas ígneas (Dto.. de Tampico), quedando en segundo tér mino las metamórficas (esquistos y gneisses) en el Dto. de Poza Rica.

JURÁSICO SUPERIOR MARINO (Fig. 3)

En 1956 se descubrió en el Dto. de Tampico, producción comercial en el Jurásico Superior, Superior y desde en­tonces se ha incrementado el conocimien­to que se tiene de estas rocas. En 1 a ac­tualidad se han descubierto varios cam-pos muy importantes, como los de San Andrés y Hallazgo, que en conjunto tienen una producción de 50,000 barri­les diarios.

Como se aprecia en la Fig. 3, la ex­tensión de la Formación San Andrés, compuesta por calcarenitas y calizas oo-líticas del Jurásico (Kimmeridgiano), está restringida al extremo sur-este del Dio. de Poza Rica y ima porción al noroeste de Tampico que incluye los campos de Constituciones, Barcodón y la zona adyacente a Chocoy. Mas hacia el norte, también se tiene representado el Jurásico Superior en la facies Tamán y en ocasiones la Olvido, como en San José de las Rusias y en los pozos de Cuestecitas. Recientemente se han per­forado algunos pozos como el Tamali-huale Núm. 1 y Tamuín Núm. 1 al sur y este de la Isla Jurásica de Valles, donde también se han encontrado cali­zas oolíticas y calcarenitas de la Forma­ción San Andrés que desgraciadamente no presentan porosidad. Hay la posibi­lidad de encontrar estas rocas también en el flanco este de la Isla Jurásic-a de Valles, así como en los alrededores de la Isla Jurásica de Miquihuana, aunque es probable que aquí también se encuen­

tren las facies de calizas y evaporitas; (anhidritas y yeso) de la Formación Ol­

vido que son tan persistentes en el área de Galeana y el Anticlinario de Huiza-chal-Peregrina.

Aun más al norte, en el pozo Ramo­nes Núm. 1 al oriente de Monterrey, se presenta gran cantidad de anhidritas en la Formación Olvido, del Kimmerid­giano o bien la Minas Viajes, del Ox-JFordiano. Al noroeste del campo de Poza Rica y al sureste de Tamazunchale el Jurásico Superior está representado por la Formación Tamán (Pimienta) y lu-titas del Oxfordiano (Tamán arcillosa). La porción inferior de la Formación Tamán (arcillosa), al oeste de Cerro Azul y en el Dto. de Poza Rica posible­mente represente los sedimentos de edad exfordiana. Para fines prácticos no se tomó en cuenta la configuración de la Formación Pimienta aue tiene, en ge­neral, un espesor de 0-100 m y está com­puesta por calizas densas, silizosas, sin interés petrolífero hasta ahora.

Debe hacerse una distinción entre lu­gares donde se depositaron rocas del Jurásico Superior que posteriormente fueron erosionadas y aquellos sumergi­dos en los mares del Jurásico (Kim­meridgiano) , tal romo acontece en la Isla Jurásica de Miquihuana, donde el" Cretácico Inferior (Valanginiano) des­cansa sobre las Capas Rojas y posible­mente en la porción norte de la Isla Jurásica de Valles. Hay que reconocer-

| _220 * *

ROCAS, . . . . . .

PIROCLÁSTICAS: > j \

O U Í | T A R - O V ^ ¿ ^ . L I T O F A C I E S E ISOPACAS - ^

D E L J U R Á S I C O SUP. M A R I N O ' i i ESPESORES EN MTS.

P O S I B I L I D A D E S P E T R O L Í F E R A S A L T I P L A N O M E X I C A N O

POR: E. L Ó P E Z RAMOS

México. D.F. Noviembre 1963.

^ * PACHUCAW

ESCALA GRÁFICA ^ ;

50 lOOKm.

Fig. 3

MEXICANA DE GEÓLOGOS PETROLEROS

que parte del fracaso de no encontrar calcarenitas jurásicas alrededor de zo­nas erosionadas, como en La Aguada, se debe a la interpretación errónea en la búsqueda de antiguas costas que no exis­tieron y si han aparecido zonas sin Ju­rásico Superior se debió a la erosión posterior. En cambio, el área de arenis­cas Tepexic, de edad Calloviana, alre­dedor de la estructura de Constituciones fcí puede marcar una zona emergida en este campo.

De todas maneras, el archipiélago que se formó al sur de la Isla Jurásica de Tamaulipas sólo tiene espesores de cali­zas de 0-500 m y debe considerárselas como depositadas en o cerca de la pía taforma (foreland) que sirvió posterior­mente de marco resistente a los plega­mientos de la Sierra Madre Oriental, realizados al final del Cretácico (Revo­lución Laramídica).

La interpretación de las isopacas del Jurásico Superior fue solamente tenta tiva, ya que como se sabe, es difícil iriedir espesores correctamente en c a p a F

tan plegadas como las del Altiplano y en ocasiones se tienen espesores dupli cados debido a pliegues recostados, co­mo en la localidad de Trancas, al ñor, este de Zimapán, donde se estudiaron se­cuencias de 1,100 m de espesor de lu-titas filíticas, areniscas y muy pocas ca­lizas; en la región de Galeana, N . L., hay espesores del orden de 2,000 m de calizas y clásicos de las Formaciones Zuloaga, La Casita y anhidritas (yesos) de las Fomaciones Minas Viejas y Ol­vido (?)

aue deberán considerarse con espesores más grandes, puesto que disminuyen al oeste. Por cuanto a su litología predo­minan las rocas clásticas, lutitas, are­niscas y conglomerados y pocas calizas sobre todo desde Zimapán hasta Toli­man, donde los espesores se reducen a unos 500 m.

En el área de Catorce, S.L.P., no se ha hecho un estudio detallado de las rocas jurásicas, pero se estima que cuati-do menos el 50% del espesor consiste e'i lutitas (Formación La Caja) ; la For­mación Zuloaga está compuesta prácti­camente de calizas. Al oeste del mapa (Fig. 3) entre San Luis Potosí y Zima­pán, está indicada la posible jiresencia en el subsuelo de las rocas clásticas Trancas (Jurásico Superior) en sedi­mentos neríticos. El límite oriental d las rocas ígneas extrusivas (terciarias) está indicado en forma tentativa y corresponden a afloramientos.

Queda una gran porción del Altipla no o sea la considerada entre San Lui? Potosí, Miquihuana, Cerritos, Valles y Jalpan donoe se desconocen los espesó­les y la petrología del Jurásico Superior, r-ue al menos en la parte sureste parece yscer discordantemente sobre el Triási­co o Paleozoico.

En esta gran región se recomienda un estudio intensvo de geología super­ficial y de fotogeología con el fin de tratar de encontrar más afloramiento' jurásicos y utilizarlos en una interpre-íTción de la paleogeografía mesozoica más completa y correcta.

CRETÁCICO MEDIO E INFERIOR (Fig. 4)

En este mapa se muestra la distribu­ción de las rocas correspondientes al Cretácico Medio e Inferior, del Ceno-maniano (?) Aptiano y Neocomiano se

intentó, en un principio, marcar la di­visión del Cretácico Inferior para la» rocas comprendidas entre el Albiano y el Aptiano, pero desgraciadamente no

8 BOLETÍN DE LA ASOCIACIÓN

pudo utilizarse esta secuencia debido a que las rocas correspondientes al Ceno-inaniano quedarían fuera de mapa, pues tienen una distribución muy amplia en el Dto. de Tampico y no se han separado estratigráficamente de las rocas del Al-t i a n o (como unidad litoestratigráfica).

Como puede apreciarse en el mapa, se liizo sólo una representación muy gene­ralizada de las calizas arrecifales que presentan porosidad por procesos diag-néticos como la Formación Tamabra (en que están comprendidas las Formaciones El Abra, Tamabra y Tamasopo de la Zona Norte, las calizas Aurora y Ed-wards de la Zona Noreste y las calizas El Doctor para rocas del Altiplano), así como las calizas Tamaulipas (Superior e Inferior) del Dto. de Tampico y las Formaciones Taraises, Cupido y La Peña de la Zona Noreste.

Los espesores de estas calizas (entre 0-2,500 m ) . alcanzan sus máximos des­arrollos en la Faja de Oro (hasta 2,500 m ) , bajan al este de la Cuenca de Cár­denas donde tienen espesores hasta de 2,000 m y finalmente en las rocas arre­cifales y clásticas al oeste de Monterrey, con espesores también de 2,000 m. En el Altiplano se encuentran calizas arre­cifales del orden de 1,500 m en la loca­lidad de El Doctor (al suroeste de Zi­mapán) y secuencias de calizas porosas y compactas en la Cañada de los Már­moles con espesores aflorantes de unos 700 m. Estos espesores varían lateral­mente, reduciéndose a veces a 200 ó 300 m de calizas grises estatificadas y con pedernal (Formación Cuesta del Cura). En el camino de Rayón a San Luis Potosí recientemente se midieron seccio­nes de la caliza El Doctor del orden de 9 0 0 m.

En general, puede decirse que son mucho más abundantes los afloramientos de calizas arrecifales en el frente de la Sierra Madre Oriental al oeste que en el

subsuelo de la llanura costera, aunque desgraciadamente la mayor parte de las calizas cretácicas arrecifales se encuen­tran aflorando. En cambio, es interesan­te señalar que la zona de calcarenitas de la Formación Tamaulipeas Inferior, correspondientes al Neocomiano, debe localizarse a gran profundidad, aunque es posible encontrarla al oeste de la Cuenca de Chicontepec.

No fue posible presentar un mapa siquiera aproximado de los espesores del Cretáculo Medio e Inferior en la región del Altiplano estudiada por las siguien­tes causas:

1 C e r c a del 5 0 % d e l a r eg ión estu­d i a d a es tá c u b i e r t a por sed imentos de l C re t ác i co , h a s t a el Supe r io r , en t a n t o q u e el C r e t á c i c o M e d i o e In­

fe r io r a p a r e c e n m u y e ros ionados .

2 O t r a p o r c i ó n m u y cons ide rab l e se e n c u e n t r a c u b i e r t a por d e r r a m e s íg­neos ( p r i n c i p a l m e n t e basá l t i cos ) y p o r t obas o a luv ión . H a pod ido verse q u e m u c h a s r o c a s c o n s i d e r a d a s como í g n e a s ex t ru s ivas e n descr ipc iones geo lóg icas a n t e r i o r e s n o exis ten , por e j e m p l o , e n t r e C i u d a d de l Ma íz y S a n L u i s P o t o s í .

3 E s r e c o m e n d a b l e t e r m i n a r un estu­d i o geo lóg ico supe r f i c i a l , si es po­s ib le con a y u d a de fo togra f ías aéreas , p a r a def in i r m e j o r la t e c tón i ca y es­t r a t i g r a f í a ex i s t en te s .

En la región de Tolimán, al noreste de Querétaro, las calizas del Albiano-Cenomiano que tienen en el banco de Jalpan espesores de 800 m se reducen a sólo 200-300 m, teniendo como fondo calcarenitas y el resto calizas grises oca­sionalmente fosilíferas (rudistas, gasteró­podos, pelecípodos, etc.) . Casi no se en­cuentran ammonitas.

Estas rocas yacen en discordancia so­bre la Formación Trancas, faltando la secuencia de rocas del Neoconiano-Ap-tiaro a partir del Cenomiano.

Entre Zimapán y Tolimán está ausen-

MEXICANA DE GEÓLOGOS PETROLEROS

" Ig.E TOLIMAN,

OUER|TARO LITOFACIES E ISO'PACAS

DEL CRETÁCICO INF. Y MEDIO. ESPESORES EN MTS.

POSIBILIDADES PETROLÍFERAS A L T I P L A N O M E X I C A N O

POR E LÓPEZ RAMOS M f n e o . 0 . F , N O Y . t m t i ' t 1 9 6 3

PLANO Ni 3

Fig. 4

1 0 BOLETÍN DE LA ASOCIACIÓN

te el Cretácico Inferior (Aptiano-Neo-comiano) y donde aparece el Cretácico Inferior tiene sólo escasas intercalacio­nes arrecifales, como al sur de Galeana,

N. L. En la región de Huascamán (al oeste de Ciudad del Maíz, S.L.P.) el Aptiano está representado por evapori­tas (anhidritas, yeso y calizas).

CONCLUSIONES

Los plegamientos frontales de la Sie­rra Madre Oriental se realizaron en depósitos del miogeosinclinal mexicano, formados principalmente por rocas cre­tácicas y jurásicas, calcáreas y en menor proporción clásticas. En un principio se pensó que estas rocas tendrían mayor espesor y que se acentuaría hacia el oeste de la Plataforma de Tamaulipas donde se han encontrado los principales campos petroleros; sin embargo, con las perforaciones realizadas al oeste de Tam­pico se ha visto que existen remanentes del basamento dentro de lo que se con­sideraba geosinclinal, el cual dio lugar a antiguas islas como la de Valles-Man-te (expresada también gravimétricamen-te) y la recientemente descubierta del Anticlinorio de Huayacoootla que fue reactivado durante el Mesozoico Supe­rior. Las Formaciones Pimienta-Tamán yacen sobre el basamento en la porción oriental del actual afloramiento paleo­zoico. Si el continente paleozoico existió al oriente o al poniente de la región de Molango-Tianquistengo no es posible sa­berlo sin más información directa de subsuelo, pero lo cierto es que aparente­mente el engrosamiento del Paleozoico Marino se ha realizado al oeste del Anti­clinorio de Huajacocotla, y bien pudo tener conexión con el Paleozoico Supe­rior del oeste de Ciudad Victoria. Son importantes estas consideraciones porque debajo de los sedimentos cretácicos y jurásicos del Altiplano seguramente exis­ten rocas paleozoicas que se espera sean de origen marino. Consecuentemente, los objetivos de las perforaciones en el Al­

tiplano se amplían, ya que cuando apa­rezcan rocas del Cretácico Superior o Medio, los objetivos serán del Jurásico; si afloran los últimos podrán programar se objetivos triásicos o paleozoicos.

El argumento de que parte de los hidrocarburos que pudieron existir en los plegamientos del geosinclinal meso­zoico, emigraron hacia el este debido al empuje hidráulico del nivel piezométrico en la Sierra Madre Oriental debe des­cartarse para rocas más profundas que el Cretácico Inferior, pues como se ve en el mapa de configuración del basa­mento, es posible encontrar porciones más profundas de sedimentos al oeste del frente de plegamientos que lo que se considera antefosa del mismo frente de plegamientos. Es necesario tratar de encontrar el frente orogénico paleozoico sepultado bajo las rocas mesozoicas con el propósito de localizar estructuras o trampas estratigráficas y tectónicas de interés petrolífero. Estas trampas estruc­turales y estratigráficas deberán buscar­se de preferencia en rocas paleozoicas o pre-jurásicas superiores, por lo que convendría realizar estudios sismológi­cos cuando lo amerite una región geo­lógica a fin de localizar sedimentos pa­leozoicos de tipo plataforma (calizas). Debe reconocerse que ima exploración con esta finalidad es muy costosa, ya que sólo existen evidencias de rocas pre-jurásicas en Tolimán, Qro., y los Anti­clinales de Huayacocotla, Huizachal-Pe-regrina, Miquihuana, Aramberri, Cator­ce y norte de Teziutlán.

El grado de deformación tectónica de

^MEXICANA DE GEÓLOGOS PETROLEROS 1 1

los sedimentos en la Siera Madre Orien­tal prácticamente la invalidan como recptáculo de hidrocarburos, aunque se ha visto que cuando la perturbación no aflora o se encuentra cubierta por una discordancia constituye, en cambio, mag­nífica trampa estructural para la acumu­lación.

Debe reconocerse que los argumentos contra esa posible acumulación de hi­drocarburos son las zonas mineralizadas, la cantidad de rocas ígneas (en menor proporción las intrusivas), la altura so­bre el nivel del mar de los sedimentos y la presencia de manantiales termales (por ejemplo, Ixmiquilpan y área de Pathé, Hgo.).

Según las informaciones que se tienen de las regiones mineras de México, cier­tas porciones localizadas en el centro y noroeste del Edo. de Querétaro prácti­camente están descartadas como futuras provincias petrolíferas debido a que se encuentran intensamente perturbadas y con algunas intrusiones ígneas. En cam­bio, las partes central y oriental de San X,uis Potosí, norte de Hidalgo y oeste de Nuevo León pueden considerarse co­mo prometedoras y es de recomendarse la continuación de estudios geológicos y de ser posible geofísicos, para determi­

nar su potencialidad petrolífera, ya que se tienen indicaciones de material bitu­minoso en las anhidritas de las minas de Huascamán, S.L.P., y una chapo-potera en Vírgenes, N. L., al noroeste de Aramberri.

Se encontró recientemente una pe­queña exudación de aceite en el río Talantongo, a 2 5 Km al noroeste de Ix­miquilpan, Hgo., en un dique que atra­viesa sedimentos del Cretácico Superior (Formación Mezcala).

Las formaciones del Pérmico y Triá­sico Inferior en el Anticlinorio de Hua yacocotla contienen cuerpos arenosos importantes que podrán constituir bue­nos receptáculos de hidrocarburos. Es muy posible que en toda la parte orien­tal del Altiplano las estructuras forma­das en rocas del Mesozoico Medio y Superior no sean el reflejo de los ple­gamientos que afectaron las capas pa­leozoicas y consecuentemente tendrá que realizarse un programa geológico y geo­físico para determinar la morfología del subsuelo. Como programa a largo plazo algún día se harán pozos de sondeo para explorar el subsuelo de los grandes de­rrames ígneos que cubren la mayor parte de la Mesa Central de México.

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12 BOLETÍN DE LA ASOCIACIÓN

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