Aspectos de la creatividad de Cervantes en Don Quijote · la vida, urdido alrededor del personaje y su ... Don Quijote va a interpretar todo a través de su ... juzgado en términos

Aspectos de la creatividad de Cervantes en Don Quijote Joseph V. Ricapito Univ. de Louisiana

Recientemente hubo un sondeo de cien autores y les pidieron hacer una lista de

los mejores novelas de todo el tiempo, y el nombre que apareció en cien listas fue

Don Quijote.^ Habrá que preguntarse por qué habría tanta unanimidad con respecto a la obra de Cervantes. Como hispanistas, estamos preparados para referirnos al Quijote como la obra más importante de lengua española. Otros críticos ven el Quijote como un libro de entretenimiento, o sea, uno que pertenece a la clase de libros para

diverter a todo el mundo. 2 Hay por seguro una división entre críticos hispánicos

y no hispánicos. Aquellos aceptan la primacía del Quijote sin comprender a veces

su genialidad, y otros han encasillado la obra en una serie de clichés que podrían

ahorrar la lectura de personas, pues ocupa más de mil páginas. ¿Cuáles son algunos

de estos clichés? El libro presenta el conflicto entre lo real y lo ideal, con Quijote

representando el hilo de idealidad y Sancho de realidad que percorre todo el libro.

Otro cliché es que el libro es una sátira de los libros de caballerías. Cierto es que

el Quijote posee estos ingredients en cierta medida, pero la base del libro tiene que

ver con la búsqueda de la verdad y la naturaleza conflictiva de la vida. En mi

opinión Cervantes escribió su libro para que fuera una especie de enciclopedia de

la vida, urdido alrededor del personaje y su escudero, Sancho. Algunos críticos han

sugerido que el Quijote es meramente un libro de entretenimiento que satisfizo el

gusto del público por el humor y, mientras no le falta seriedad de propósito, su impulso

principal es de hacer reír al público. Y o tengo otro punto de vista. Para mí, el

Quijote es la obra más importante que pinta los aspectos conflictivos de la vida;

no toda risa, ni toda lágrimas, sino algo entre los dos.

Para desarrollar mi tesis, empezaré analizando varios episodios cruciales que, es-ero,

nos darán el lujo de poseer una clave con la que entrar en el recinto secreto de

la obra.

La historia es bastante sencilla: U n hombre de medios más o menos limitados

vive con su sobrina y su ama. El señor tiene una vida ideal, eso es, vista desde

cierta perspective, puesto que no demuestra interés más allá de comer, dormer, oír

misa, practicar la caza y leer libros de caballerías. Está enamorado de las narrativas

ACTAS IX - ASOCIACIÓN CERVANTISTAS. Joseph V. RICAPITO. Aspectos de la creativid...

caballerescas, especialmente el lenguaje, como por ejemplo, frases como "La razón

de la sinrazón, que a mi razón se haze, de tal manera mi razón enflaqueze, que

con razón me quejo de la vuestra fermosura." 3 La parte más significtiva es "la razón

de la sinrazón." Esta es una de las claves que nos dará para navegar el mundo

literario del Quijote. Esto es particularmente curioso porque filosóficamente lo que

rige en ese momento es el racionalismo occidental, el racionalismo de Descartes,

de Baruch Spinoza y otros. Esta clave nos ayudaría a aceptar muchas cosas, incluso

algunos que no corresponden a la vida y pensamiento racionales.

La exagerada lectura domina a don Quijote y el pobre hombre pierde el seso.

N o sabemos nada sobre su vida antes de perder el juicio. Adopta el título de Don

Quijote de la Mancha en imitación del caballero andante más grande, Amadís de

Gaula. Don Quijote se dedica a una forma de vida, ayudando a mujeres desamparadas

y a los necesitados. Cuando se examina su código de actividad, se ve que es algo

muy significante. Tal empresa probaría la fuerza a cualquier hombre valiente, pero

muchas veces el narrador pinta las hazañas de Quijote de una manera ridicula.

Para poder llevar a cabo esta empresa, Quijote necesita los utensilios de un caballero

andante; un caballero que resulta ser un anti-caballero. En su casa encuentra un

viejo y ruginoso celada de encaje, cuya fuerza y eficiencia trata de corroborar con

un golpe. La celada se rompe en pedazos. Lo arregla de nuevo, pero esta vez

levanta la mano, espera un rato y decide no seguir adelante. ¿Cómo comprender

esta vacilación? Pienso que Cervantes está sugiriendo que no todo en la realidad

debe ser comprobado por métodos empíricos; que algunas cosas deben dejarse intactas

sin más pruebas. Cualquiera persona que vería el casco asumiría por su mera aparencia

ser muy tuerte. Aquí la realidad visual favorece al sujeto. Estas dos claves empiezan

a mostrar al lector que lo que encontraría a lo largo de la obra va a ser muy complicado.

Otro episodio es probablemente el más conocido y el que ha dado lugar a la frase

"luchar contra molinos de viento." Ya esta frase nos dirá algo sobre el camino

que la novela va a tomar. Yendo por la llanura de la Mancha Don Quijote percibe

algo—unos gigantes, del tipo que aparece en las novelas de caballerías. Don Quijote

decide luchar contra "estos gigantes" a pesar de que Sancho le diga que no hay

gigantes sino molinos de viento. Pero Don Quijote no le hace caso y sigue adelante

contra los gigantes hasta que un aspa le pega en la cabeza. Quijote le dice a Sancho

"--Calla, amigo Sancho—respondió don Quijote--: que las cosas de la guerra, más

que otras, están sujetas a continua mudanza; cuanto más que yo pienso, y es así

verdad, que aquel sabio Frestón que me robó el aposento y los libros, ha vuelto

estos gigantes en molinos, por quitarme la gloria de su vencimiento; tal es la enemistad

que me tiene; mas, al cabo al cabo, han de poder poco sus malas artes contra la

bondad de mi espada." 4 La frase más importante, "continuas mudanzas" se refiere

a los cambios sutiles que ocurren en contacto con la realidad. Claro que hay que


levantarse por encima de la literalidad del episodio para comprender lo que Cervantes

hace. D o n Quijote va a interpretar todo a través de su perspectivismo, o sea, que

no hay una realidad fuera de lo que uno necesita ver. Pero como podemos ver,

el proyecto vital de uno puede diferir del de otro y de ahí la tryectoria de una novela,

el cruce de la voluntad de uno, contra del de otro. En el nivel más sencillo Quijote

necesitaba ver los molinos de viento como gigantes, si no, no tendrá una razón de

ser para su propia existencia. El lector puede seguir el discurso de Cervantes. ¿Qué

tipo de mundo sería si cada uno tuviera su propia perspectiva vital? Esto es precisamente

lo que Cervantes está tratando de hacer. ¿Cómo será la experiencia de vivir en

un mundo donde existen puntos de vista conflictivos? Poco después de la experiencia

de los molinos de viento, vemos como la realidad interpretada por Quijote le incita

a tener experiencias absurdas. Después de tomar a unos frailes por encantadores

y a los ocupantes de una carroza por princesas sequestradas contra su voluntad, Don

Quijote ataca la carroza para rescatar a las supuestamente mujeres secuestradas. Entra

en batalla con un caballero vasco. Si el lector cree que las aventuras de Don Quijote

son cosas livianas y fáciles, debe deshacerse de esta idea cuando lee que en seguir

su punto de vista don Quijote recibe un golpe casi mortal en el hombro, lo cual

demuestra que la búsqueda de un ideal tal como hace Quijote puede ser muy peligroso.

En este capítulo importante, Cervantes define los límites de las acciones de un

caballero andante, y a qué tipo de vida peligrosa don Quijote tiene que someterse.

Es un ejemplo no sólo de como un caballero andante se comporta sino el dolor

que tiene que sufrir en nombre de su proyecto vital. El grado de su cometido es

juzgado en términos del tiempo que ejerce este cometido y para don Quijote ese

cometido tiene que ser por toda la vida.

Naturalmente, emprender tal proyecto vital tiene numerosos riesgos. Lo que hemos

visto es el de sufrir físicamente, como acabamos de describir. Pero hay otra experiencia

que describe un aspecto de la vida de un caballero andante. Hay que comprender

que en adoptar una manera de ser de otra época, en este instante, el siglo quince,

ya está enajenándose en su propio tiempo (a pesar de que no se explícita el tiempo

de la novela, las aventuras del Cautivo pondría la acción de la novela en el tiempo

de la batalla de Lepanto y algún tiempo después). Vestido de un modo de ser de

otro tiempo, don Quijote se hace un hazmerreír, un personaje ridículo en su propio

tiempo. Otro riesgo que corre es de ser víctima de la socarronería de los demás,

como en el episodio de la venta. Quijote es visto como un tonto y un loco. Pero

las tonterías no son maliciosas, como lo serían en la segunda parte en el castillo

de los duques. Aquí Cervantes practica el arte de la ironía. Todos creen que Quijote

es un loco y deciden participar en la locura de D o n Quijote. D e hecho, el ventero

y los de la venta deciden acompañar a Quijote. Cuando se ve este episodio de

lejos, se llega a la conclusión de que en apariencias el ventero y los demás son


tan locos como don Quijote. D e nuevo, se saca la pregunta, ¿cómo sabemos que

la realidad que presenciamos no sea un chiste o un "performance" que se está llevando

a cabo, y ¿cómo podemos discernir a ciencia cierta la respuesta, porque la contestación

de una persona es veneno para el otro?

U n episodio muy importante de El Quijote que toca en el tema es el ye lmo de

Manbrino. Quijote ve a un barbero en la lejanía caminando con algo que relumbra

en la cabeza. Típicamente, siguiendo los impulses de su imaginación piensa que

es el ye lmo de Mambrino. Hemos visto y veremos que en observar la realidad,

Quijote verá siempre su realidad, la realidad como producto de su proyecto vital.

Para Quijote el yelmo es el ye lmo de Mambrino; para Sancho, en cambio, es nada

más que una bacía de barbero, confirmando así que la idea de que cada persona

ve lo que necesita ver. Sancho no tiene empeños ni cometidos tan elevados como

su amo.

Quijote se lleva la bacía, y Sancho se lleva la albarda del barbero lo cual Sancho

racionaliza como despojos legítimos de guerra, adoptado por el momento la tendencia

de su amo de moverse en un ambiente de guerra, sea verdad o no. Hay un debate

sobre si la bacía es una bacía de barbero o el ye lmo de Mambrino o si la albarda

es una albarda o jaez. El barbero local entra en la discusión, citando su experiencia

en asuntos militares que el objeto es un yelmo, añadiendo "no sólo no es bacía de

barbero, pero está tan lejos de serlo como está lejos lo blanco de lo negro y la

verdad de la mentira; también digo que éste, aunque es yelmo, no es yelmo entero" 5.

Y para añadir a la confusión, "¡Válame Dios! -dijo a esta sazón el barbero burlado-.

¿Que es posible que tanta gente honrada diga que ésta no es bacía, sino yelmo?

Cosa parece ésta que puede poner en admiración a toda una Universidad, por discreta

que sea. Basta: si es que esta bacía es yelmo, también debe de ser esta albarda,

jaez de caballo, como este señor ha dicho". 6

En este punto se puede reducir la esencia del objeto a una diferencia de opinión

entre el primer barbero y Don Quijote. Ahora, para que el aserto del segundo barbero

sea decisivo, se abre la posibilidad que sea seguramente un yelmo. De nuevo, como

en episodios anteriores Cervantes reduce el asunto a un ejemplo deceptivamente sencillo

pero que tiene significado cuando es levantado a un nivel más alto, a pesar del hecho

de que la gente decide convertir el asunto en un chiste y votan que el objeto es

un yelmo. En cuanto a la material física por lo visto no parece posible que haya

equivocaciones, una mesa es una mesa, una puerta, una puerta, etc. Pero cuando

se ve el asunto como parte de un proceso simbólico, se pueden ver los peligros

que se presentan sobre todo cuando es aplicado a un contexto humano. ¿Puede

imaginarse una vida en la que todo se somete a una votación? ¿Que la esencia

de la materia llega a ser una materia debatible y no una esencia fija? Cervantes

ha creado este episodio como si fuera un chiste, como para sugerir que la esencia


de la vida puede ser como un juego fijo de valores o componentes, es falso. La

vida es un camino muy resbaladizo que puede confundir, y negar algunas de sus

asunciones básicas, y que todo puede ser decidido por una votación de tontos.

Hay una serie de episodios que entran fuertemente en consideración sobre la naturaleza

de la realidad o ¿cómo es la realidad? o ¿cómo debe ser percibida? La primera

de éstas es la novela intercalada de "El curioso impertinente." Y o recuerdo cuando

yo era estudiante cada vez que se llegaba a este cuento (con una sola excepción),

el maestro decía "como esto no tiene nada que ver con la trama, vamos a pasarlo

por alto." El hecho es que cuando se examina la naturaleza del cuento, se ve que

es fundamental a toda la obra, y una parte básica al discurso de la verdad y la realidad.

El cuento, de origen italiano, es bastante sencillo. Tiene lugar en Florencia y

pertenece a la tradición de los dos amigos. Anselmo y Lotario son grandes amigos

y en un momento Anselmo se casa con la bella Camila, que viene de una buena

familia y se considera una persona honesta y virtuosa. Después del casamiento la

relación entre los dos amigos es menos estrecha. Anselmo y Camila tienen su propia

casa, y Lotario visita discretamente.

En un momento en este casamiento, Anselmo se obsesiona con comprobar la perfección

de su mujer. ¿Es tan perfecta como piensa? Llega a un punto crítico cuando Anselmo

pregunta a Lotario de ayudarlo en su busca de comprobar la honestidad de su esposa.

Discuten entre sí. Lotario es muy escéptico hacia el pedido de Anselmo. Lo que

Anselmo está pidiendo es que su amigo deshonre a Camila y a Anselmo. Lotario

tiene plena consciencia de la locura del pedido y urge a Anse lmo que abandone

su busca obsesiva. Pero Anselmo es consumido por este deseo de comprobar a su

mujer. Anse lmo insiste que Lotario le ayude en este asunto, y Lotario le dice:

"Pero no; que bien sé que eres Anselmo, y tú sabes que y o soy Lotario: el daño

está en que yo pienso que no eres el Anselmo que solías, y tú debes de haber pensado

que tampoco soy yo el Lotario que debía ser-•• ¿cuál destas dos cosas tienes en peligro,

para que yo me aventure a complacerte y a hacer una cosa tan detestable como

me pides? Ninguna, por cierto; antes me pides, según y o entiendo que procure y

solicite quitarte la honra y la vida, y quitármela a mí juntamente. Porque si yo

he de procurar quitarte la honra, claro está que te quito la vida, pues el hombre

sin honra peor es que un muerto" 7 . Pero sin éxito. Al principio Lotario fingiría

rechazar la propuesta pero luego se da cuenta de cuan hermosa y perfecta es Camila.

Lotario empieza a enamorarse de Camila y le dice esto a ella. Ella lo rechaza pero

él está demasiado enredado en el asunto para retirarse. Camila escribe a su esposo

que vuelva de Florencia porque ella no sabe qué hacer con respecto a las atenciones

de Lotario. A la vuelta de Anselmo, Lotario sigue con sus atenciones y deseos.

Camila trata de defender su honor como puede. Desafortunadamente, no puede

controlarse a sí misma, y el texto reza, "Rindióse Camila; Camila se rindió". 8


Esencialmente la pregunta de Anselmo se ha contestado, pero él no sabrá esto porque

los amantes entablan una serie de episodios melodramáticos para esconder la verdad

de la traición de Anselmo. Luego los amantes se aprovechan del error en que está

Anselmo. Los amantes ponen en movimiento una escena melodramática en la que

Camila insistiría en su honestidad (dando una verdad a la opinión equivocada que

el marido tiene de la honestidad de su esposa), y donde el deseo de Lotario de "ayudar"

a un amigo se confirma. Esta escena sigue, mientras Anselmo se esconde detrás

de una cortina para poder observer la escena. Camila, con la ayuda de su criada

Leonela prepara una escena en la que Anselmo testimoniará la defensa de la virtud

fingida de su esposa. Fingiendo venganza hacia Lotario se adelanta hacia él con

una daga en la mano, y mientras que él trata de desarmarla, ella se pica ligeramente

en el hombro y se desmaya. Hay que comentar sobre esta parte del melodrama.

Piero Camporesi en varios trabajos suyos habla de la importancia de la sangre que

hay en la sociedad y qué significa criticamente en este episodio. Básicamente, la

sangre puede poner el sello de verdad en cualquier acto. La sangre, en el ejemplo

de Cristo, maltratado y crucifijado, posee un gran valor comprobante. 9 Sobre todo,

la presencia de la sangre en esta situación muy manipulada es el toque final de verdad

para Anselmo. Las líneas concluyentes a la novela lo explica perfectamente: El

texto dice, "Con esto quedó Anselmo el hombre más sabrosamente engañado que

pudo haber en el mundo" . 1 0 ¿Qué ha hecho Cervantes aquí? Muestra como las

apariencias pueden ser deludentes; como la realidad puede ser adulterada, y personas

tontas como Anselmo pueden ser engañadas tan fácilmente, gracias a la ingeniosidad

de alguna gente mala y la fuerza verificadora de la sangre. Mientras no nos fijamos

en la realidad, ¿cómo podemos estar seguros de que lo que vemos es verdadero?

La contestación tajante y fría que nos ofrece Cervantes es "no se puede estar seguros." 1 1

Me gustaría enfocar en dos otros episodios que tienen características semejantes

a las de "El curioso impertinente." M e refiero al casamiento del rico Camacho (II,

caps. 20-21) .

El proyectado casamiento tiene lugar en un ambiente idílico-pastoril. El capítulo

empieza con una parodia de Cervantes de la poesía pastoril de las Soledades de

Góngora. En este episodio, ademas del bello ambiente, hay una abundancia de comida

y vino, muy al gusto de Sancho. La descripción del lugar es particularmente visual,

y veremos que esto es tan importante para este episodio, como lo fue para "El curioso

impertente." El acento del episodio depende de efectos visuales y su corroboración

mediante la percepción visual, incluso un acento sobre los aspectos cromáticos, que,

como veremos, el color es fundamental al desenlace del cuento.

El casamiento es entre el rico Camacho y la bella Quiteria. En medio de este

abundante y gloriosa escena, viene el joven Basilio, también conocido como El Gallardo

Basilio. Llega a la escena, y será el espectro a la fiesta. Su llegada crea una tensión


momentánea, puesto que el forastero Basilio puede fácilmente representar un caso

potencial de honor. La llegada de Basilio se nota puesto que llega cansado y sin

aliento. Lleva un bastón que tiene la punta de acero. Se enfrenta con Criteria,

toma el bastón, la fija en el suelo y se espeta. El texto dice, "A lo cual replicó

Basilio que en ninguna manera se confesaría si primero Quiteria no le daba la mano

de ser su esposa". 1 2 Una vez más, la sangre será el ingrediente verificador a este

episodio. Evidentemente, este episodio parece trágico, un caso de suicidio por un

amor perdido—un ejemplo de la novela de amor. Algunos de los presentes favorecen

a Basilio, especialmente don Quijote. El último deseo de Basilio es el de casarse

con Quiteria en un casamiento en el lecho de muerte, y este deseo tiene más atractivo,

puesto que Basilio evidentemente se muere, y luego Quiteria puede casarse con el

rico. Otra parte de este problema es Camacho, quien, según los dictámenes del honor

ofendido, debería hacer algo violento, como matar a Basilio y posiblemente a Quiteria.

El ambiente de tensión y miedo es roto por Sancho Panza quien obviamente será

el agente de realismo y practicalidad. Rompe la tensión cuando dice después de oír

a Basilio: "Para estar tan herido este mancebo—dijo a este punto Sancho Panza—,

mucho habla; háganle que se deje de requiebros, y que atienda a su alma, que, a

mi parecer, más la tiene en la lengua que en los dientes". 1 3 La intervención de

Sancho representa una invasión brusca en el mundo de sentimentalidad prevalente

a partir del suicidio de Basilio. Detrás de Sancho Panza el lector puede intuir la

manipulación de Cervantes. Quienes han visto la escena del suicidio de Basilio pueden

cuestionar el realismo y la verdad de lo ocurrido. El episodio avanza de un modo

mecánico, una cosa después de la otra. De nuevo, el agente convincente es la sangre

derramada y es el mismo tipo de sangre que se puede leer en cualquiera de las

comedias de honor de Lope, contra quien, creo yo, esta parte del episodio se escribe.

Pero aquí Cervantes subvierte el valor probativo de la sangre.

Los espectadores miran al moribundo Basilio, quien a su vez, da un salto y gritan

"—¡Milagro, milagro! Pero Basilio replica: —"¡No milagro, milagro, sino industria,

industria!" 1 4 Este cambio repentino va más allá de los límites de la razón y depende

mucho del elemento de sorpresa que la ingeniosidad de Basilio creó. La solución

de Basilio es tan falsa como inventiva; es un acto mágico que convence a los espectadores

(excepto Sancho, por supuesto) en aceptarlo como la verdad, aquí los espectadores

(y los lectores) son decepcionados por la falsedad, aunque el episodio tiene un aspecto

serio-comico. La víctima de este juego es Camacho, quien esta ahí mirando el supuesto

suicidio de Basilio y su consiguiente casamiento con Quiteria. Hay un momento

de alboroto cuando las espadas se desenvainan, y el lector se prepara por la resolución

violenta del deshonor. Pero hay un cambio de actitud. El texto reza: "Consolado,

pues, y pacífico Camacho y los de su mesnada, todos los de la de Basilio se sosegaron,

y el rico Camacho, por mostrar que no sentía la burla, ni la estimaba en nada, quiso


que las fiestas pasasen adelante como si realmenhte se desposara". 1 5 Es una manera

muy insólita de arreglar la situación, muy semejante a la del ye lmo de Mambrino.

La ingeniosidad de Basilio reduce a Camacho a un bobo, quien, después de todo,

tiene que sostener el costo de la fiesta matrimonial. N o se reacciona como un hombre

honrado, o sea, de una manera violenta. La gente apoya a Basilio, pidiendo a Camacho

que permita a Basilio casarse con Quiteña quien, feliz y voluntariamente, lo acepta

como marido. Fue la sangare que dio el último toque convincente al juego de Basilio.

Lo mismo como en "El curioso impertinente," la gente creyó lo que vio. Pero ¿qué

tipo de vida, nos preguntamos, donde no podemos creer lo que vemos?

Dejo para el final, la historia trágica de Claudia Jeronima y Vicente de la Roca,

que tiene que ver con otra situación marcada por la sangre. En este episodio Claudia

se enamora de Vicente de la Rosa, y él le promete casarse con ella, una situación

que se acepta ya como casamiento, y con implicaciones de honor. El texto reza:

"ya sabes que este Torellas tiene un hijo que don Vicente Torrellas se llama, o,

a lo menos se llamaba no ha dos horas. Este, pues, para abreviar el cuento de

mi desventura, te diré en breves palabras la que me ha causado. Vióme, requebróme,

escúchele, enamóreme a hurto de mi padre; porque no hay mujer, por más retirada

que esté y recatada que sea, a quien no le sobre tiempo para poner en ejecución

y efecto sus atropellados deseos. Finalmente, él me prometió de ser mi esposo,

y yo le di la palabra de ser suya, sin que en obras pasásemos adelante". 1 6 Más

tarde Claudia cree que Vicente se va a casar con otra mujer aquella mañana. Sube

en un caballo y alcanza a Vicente, y sin consideración alguna, le pega un tiro y

dice: "le debí de encerrar más de dos balas en el cuerpo, abriéndole puertas por

donde envuelta en su sangre saliese mi honra". 1 7 Recurre al bandido Roque Guinart

para ver si puede ayudarla. Roque dice: "—Ven, señora, y vamos a ver si es muerto

tu enemigo; que después veremos lo que más te importare". 1 8 El texto continúa,

"Llegaron al lugar donde lo encontró Claudia, y no hallaron en él sino recién derramada

sangre; pero tendiendo la vista por todas partes, descubrieron por un recuesto arriba

alguna gente, y diéronse a entender como era verdad , que debía de ser don Vicente,

a quien su criados, o muerto o vivo, llevaban, o para curarle, o para enterrarle; diéronse

priesa a alcanzarlos, que, como iban de espacio, con facilidad le hic ieron". 1 9 El

texto sigue: "Hallaron a don Vicente en los brazos de sus criados, a quien con

cansada y debutada voz rogaba que le dejasen allí morir". 2 0 Claudia toma la

mano de Vicente y él dice: "--Bien veo, hermosa y engañada señora que tú has

sido la que me has muerto, pena no merecida, ni debida a mis deseos, con los

cuales, ni con mis obras, jamás quise ni supe ofenderte". 2 1 Pasa que Claudia fue

falsamente informada sobre este supuesto casamiento de Vicente; no iba a casarse

con otra. Mientras se moría, Vicente dice: "mi mala fortuna te debió de llevar

estas nuevas, para que, celosa, me quitases la vida; la cual pues la dejo en tus manos


y en tus brazos, tengo mi suerte por venturosa. Y para asegurarte de esa verdad,

aprieta la mano y recíbeme por esposo, si quisieres; que no tengo otra mayor satisfacción

que darte del agravio que piensas que de mí has recibido." 2 2 Este episodio es semejante

a otros. Piénsese en Basilio quien está bañado de su sangre pidiéndole a Quiteña

a que se case con él. El texto sigue: "Apretóle la mano Claudia, y apretósela a

ella el corazón, de manera, que sobre la sangre y pecho de donVicente se quedó

desmayada, y a él le tomó un mortal parasismo-• -Volvió de su desmayo Claudia;

pero no de su parasismo don Vicente porque se le acabó la v ida" . 2 3 El lector

del Quijote, acostumbrado ya a los juegos de prestiditación en el libro, espera tensamente

pensando en un possible cambio, acaso de ver a Vicente dar un salto de su cama

de muerte y gritar, puesto que Claudia Jerónima fue engañada por los celos de otra,

y especialmente puesto que Vicente la perdonó, y se podrían casarse, pero eso no

pasa. La muerte de Vicente pasa y es permanente. Cervantes ha engañado al lector

de nuevo. N o s embroma hasta el último momento hasta que el lector se da por

vencido otra vez, pero esta vez en sentido opuesto. Cervantes nos tiene suspendidos

mientras esperamos otros juegos. Se puede decir que en El Quijote para cada final

positivo, se necesita un fin negativo o trágico. El lector se queda firme y reza por

un fin particularmente feliz para estar satisfecho, pero no es correspondido. Miguel

de Unamuno dijo que la vida resistía cualquier tentativa para ser controlada o dominada.

La vida se rebela a cualquier tentativa de subordinarla de una manera preordenada

y controlada. Este proceso de la vida que se autodirige a pesar de los deseos y

esperanzas de la gente, es lo que pasó en estos episodios que tienen que ver con

la sangre y la vida. Cervantes engaña a quien espera resultados fáciles, como los

que aparecen en los mismos géneros literarios que Cervantes utiliza, critica y satiriza,

como las novelas de caballerías, por ejemplo. Como buen prestidigitador, ya se ve,

y ya no se ve. Guardo para el último un par de experiencias que muestran una

vez más los juegos que Cervantes desempeña con el concepto de la realidad y la

verdad, eso es, si hay tal cosa.

En los capitulos 22 y 23 de la segunda parte, leemos de las experiencias de

Don Quijote en el descenso a la cueva de Montesinos. La escena se parece mucho

a una película de vampiros. Cuervos y murciélagos emergen de la cueva y don

Quijote quiere bajar a pesar de las precauciones que los demás urgen. N o hace

caso de las suplicaciones de los otros de no meterse en situaciones que no conoce.

A pesar de las urgencies de otros, don Quijote es atado a una cuerda y desciende

a la cueva. Pasa el tiempo. D o n Quijote pide más y más cuerda. Media hora

después Quijote es sacado de la cueva algo soñoliento y cansado. Don Quijote explica

que mientras estaba ahí abajo se durmió profundamente y cuando se levantó vio

un paisaje hermoso y luego relata como se había encontrado con personajes de la

tradición de los romances carolingios. D o n Quijote da una descripción de todo lo


que vio, un verdadero elogio al poder de la imaginación. Mientras don Quijojte

está narrando todo esto, el Primo empieza a dudar de partes de la narración de don

Quijote. Lo encuentra difícil de creer, ¿cómo podía ver tanto en tan poco tiempo?

Para Sancho el tiempo pasado en la cueva podía ser a lo sumo una hora. Don

Quijote disiente; él insiste en que estuvo ahí tres días. Naturalmente, Sancho se

ríe con disimulo. Quijote dice también que vio a Dulcinea, con dos campesinas, lo

cual realmente hacer reír a Sancho porque Sancho inventó el cuento de Dulcinea

y las campesinas. Recuerden lo que el narrador dijo al comienzo con "la razón

de la sinrazón." Recuerde algo que otro maestro de la prestiditación, el escritor

argentino, Jorge Luis Borges escribió al comienzo de su cuento "El milagro secreto"

Cita un pasaje del Koran, II, 261: "Y Dios lo hizo morir durante cien años y luego

lo animó y le dijo: —cuánto tiempo has estado aquí?—Un día o parte de una día,

respondió." 2 4 Podemos creer a Quijote si Sancho y el Primo calcularon el descenso

de Quijote según el tiempo cronológico y el cálculo de Quijote en términos de duréel

El asunto pasa adelante pero el significado vuelve otra vez en el episodio del vuelo

de Sancho en Clavileño (II, cap. 41) .

Don Quijote y Sancho Panza son víctimas de varias burlas pesadas y de un humor

cruel, y este episodio es uno de ellos. Se construye un gran caballo de madera

y se dice a Sancho que volará sobre este caballo de madera en el cielo, sin duda

en imitación del episodio de Orlando en el Orlando Furioso de Ariosto. Se encienden

fuegos alrededor del caballo y por medio de fuelles se crea el humo mientras que

Sancho va montado en el caballo con sus ojos cubiertos de un lienzo. Convencen

a Sancho que ha estado volando por los varios niveles del cielo. El vuelo se acaba,

y Sancho esta en tierra firme. Luego cuenta lo que vio. Dice que mientras estuvo

en el cielo él levantó el lienzo de sus ojos para poder ver el cielo. D e esta altura

nos dice que vio el mundo tan pequeño que una semilla de mostaza; que los hombres

se parecían a unas avellanas. Luego de desmontar del caballo, vio siete cabritos,

cada uno de un color diferente. Todos los que estaban presente empiezan a reírse

de la simplicidad de Sancho, su ignorancia de lo que realmente pasó. Satisfecho

consigo mismo, Sancho se dirige a don Quijote quien le contesta: "—Sancho, pues

vos queréis que se os crea lo que habéis visto en el cielo, yo quiero que vos me

creáis a mí lo que vi en la cueva de Montesinos. Y no os digo m a s " . 2 5

Examinemos de nuevo la realidad. Hemos visto que no se puede fiar de lo que

se ve y ahora de lo que se oye. Vemos que la realidad puede ser un producto

de la imaginación, algo que es una abstracción. La moraleja de estos episodios que

el lector ve como puro producto de la imaginación puede ser admitido en nuestro

conocimiento, y en etapas posteriores puede convertirse en hechos; el objeto de Cervantes

es, creo yo , de dar un vistazo a la humanidad muy ancho, muy a la manera de

lo que Boccaccio hace en su Decameron. En cuanto al amor, puede haber el amor


feliz, por ejemplo, el amor entre Luscinda y Cardenio que acaba biea Pero es importante haber el amor trágico; si no, los lectores se quedarían con una impresión falsa del proceso de la vida. Eso es porque Cervantes pone debajo de su microscopio filosófico todas las narrativas contemporáneas y anteriores—la picaresca, la novela morisca, las novelas de caballerías, la novela griega o bizantina, la novela italiana, etc. Cervantes niega esas formas de narración como ejemplos de una visión falsa de la vida y de la exisitencia. Opta en cambio por un hombre cincuentón, quien, en realidad, está pasando por una crisis de "midlife" quien se lanza a una carrera que todos piensan es pura locura y a pesar de esta opinión general, Quijote a veces llega a ser bastante agudo y cuerdo. Si el Qujiote es un ejemplo de la búsqueda de la realidad y la verdad, ¿qué es lo que se dice a lo largo de la novela, salvo que no hay tal cosa como la verdad objetiva. Es muy romántico decir que Quijote trasciende el tiempo, a pesar de que se muere al final. Cervantes vivió su novela, y las peripecias de su vida están grabadas en la novela; todos éstos dan la idea de la vida vivida en su compleja profundidad. En este proceso, Cervantes somete a sus lectores a juegos de prestidigitación. El más importante de ésos es, "Ya lo ves , y ya no lo ves."

Joseph V. Ricapito Louisiana State University

NOTAS

1 De hecho, la obra que fue considerada la primera era el Quijote, dejando atrás a Madame Bovary. Esta cuestión fue discutida en el diario La Razón, 8 de mayo de 2002.

2 Para la perspectiva del Quijote como un libro para hacer reír, véase el libro de Anthony Cióse, Cervantes and the Comic Mind of his Age, Oxford: Oxford UP, 2000 (véase también su libro, A Critical History of the Romantic Tradition in Quijote Criticism, Cambridge: Cambridge UP, 1978); véase también mi artículo "Cervantes and the Funny Book Syndrome," en Filer, M, Domenick Finello y William Sherzer, eds. A Celebration of Brooklyn Hispanism. Newark, Del.: Juan de la Cuesta, 2004.

3 Las citas del Quijote en este artículo son de la séptima edición de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, prólogo y esquema biográfico por Américo Castro, México: Porrúa, 1967. Para esta presente cita, véase I, 1,19b.

4 Op. cit, I, 8, 40a,b. 5 Op. cit, I, 45, 226a. « Op. cit., I, 45, 226b. 7 Op. cit., I, 33, 161a. 8 Op. cit., I, 34, 168b. 9 Véase Piero Camporesi, La carne impassibile. Segunda edición. Milano: Saggiatore,

1983. Hay una traducción al inglés: The Incorruptible Flesh. Bodily Mutilation and Morofication in Religión and Folklore. Cambridge: Cambridge UP, 1988.

¡o Op. cit.. I, 34,176b.


" No quiero que me acusen de ignorar una escena muy importante. Después del cuento intercalado de "El curioso impertinente," Cervantes nos da el episodio de la lucha que Quijote tiene con las botas de vino. Nos preguntamos ¿qué está haciendo Cervantes aquí? Me parece que Cervantes, después de utilizar la sangre como una manera efectiva de comprobar la verdad, añade a la confusión, haciendo pensar que Quijote ha cortado la cabeza a algún monstruo; el vino se confunde con la sangre. Es otro ejemplo de cómo Cervantes quiere continuar a mantener a su lector en dudas y en confusión sobre la imposibilidad de determinar la realidad.

12 Op. cit.,ll, 21, 343b. 13 Op. cit., II, 21,344b. 14 Ibid. 15 Op. cit, II, 22, 345b. 16 Op. cit, II, 60, 485a. 17 Op. cit., II, 60, 485a,b. 18 Op. cit., II, 60, 485b. 19 Op. cit., II, 60, 486a. 20 Op. cit., II, 60, 485b. 21 Op.cit.,11, 60, 486a. 22 Ibid 23 Ibid 2 4 "El milagro secreto," Borges: Sus mejores páginas, ed. Miguel Enguídanos. Englewood

Cliffs, New Jersey: Prentice-Hall, 1970, pp. 100-106. 25 Op. cit.,11, 42. 417b.


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