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La astronomía cultura l, ¿es interdi sciplin ar? Reflexiones de un astrofísico  Is cultural astronomy an interdisciplinary science?  An astrophysicist’ s reflections César ESTEBAN Instituto de Astrofísica de Canarias y Departamento de Astrofísica de la Universidad de La Laguna. IAC, c/Vía Láctea s/n, 38200 La Laguna, Tenerife. [email protected] Recibido: 20-11-2008 Aceptado: 09-02-2009 R ESUMEN  En este artículo presento una reflexión personal sobre el papel de los astrofísicos y astrónomos dentro de la investigación en astronomía cultural. En p rimer lugar discuto la problemática definición de este térmi- no y su debatida naturaleza interdisciplinar . También expongo el problema curricular al que se enfrentan actualmente los astrofisicos dedicados a este campo de investigación y las dificultades de comunicación con la comunidad d e arqueólogos y antropólogos. T ambién llamo la atención sobre la importancia d e que la orientación de los monumentos arqueológicos se refleje correctamente en la planimetría de los yaci- mientos. Finalmente, incido en la necesidad de considerar la esfera celeste como un elemento más dentro del contexto de un yacimiento arqueológico y d e que la arqueoastronomía debería considerarse como par- te de la Arqueología del Paisaje, en tanto en cuanto el concepto de paisaje englobara el contexto celeste. P ALABRAS CLAVE:  Astrofísica. Ar queoastronomía (Astronomía cultural). Arqueología del paisaje. Orientación de los monumentos arqueológicos. ABSTRACT  In this paper , I present a personal view on the role of the astrophysicists and astronomers in Cultural  Astronomy . Firstly, I discuss the definition of archaeoastr onomy or cultural astronomy and its controver-  sial interdisc iplinary nature. I comment about the actual curricular problem of astrophy sicists working in this field of investigation and the difficult communication between astrophysicists (and other scientists) and archaeologists and anthropologists. I highlight the importance of accuracy in the orientation of archaeological monuments in the site plans. Finally, I insist on the necessity of considering the celestial  sphere as a part of the contex t of the ar chaeological sites, and t hat arc haeoastr onomy should be consider ed as a part of Landscape Archaeology. In this case, the landscape should also include the celestial context. K EY WORDS:  Astrophysics. Archaeoastr onomy (Cultural astronomy). Landscape ar chaeology. Orientation of ar chaeo- logical monuments. SUMARIO 1. A vueltas con una definición. 2. El problema curricular. 3. El difícil favor de los arqueó- logos. 4. La esfera celeste como contexto. 5. Epílogo. Recreando los cielos del pasado. Complutum, 2009, Vol. 20 Núm. 2: 69-77 ISSN: 1131-6993 69

Astronomia Cultural Inter

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  • La astronoma cultural, es interdisciplinar?Reflexiones de un astrofsico

    Is cultural astronomy an interdisciplinary science?An astrophysicists reflections

    Csar ESTEBAN

    Instituto de Astrofsica de Canarias y Departamento de Astrofsica de la Universidad de La Laguna. IAC,c/Va Lctea s/n, 38200 La Laguna, Tenerife.

    [email protected]

    Recibido: 20-11-2008Aceptado: 09-02-2009

    RESUMEN

    En este artculo presento una reflexin personal sobre el papel de los astrofsicos y astrnomos dentro dela investigacin en astronoma cultural. En primer lugar discuto la problemtica definicin de este trmi-no y su debatida naturaleza interdisciplinar. Tambin expongo el problema curricular al que se enfrentanactualmente los astrofisicos dedicados a este campo de investigacin y las dificultades de comunicacincon la comunidad de arquelogos y antroplogos. Tambin llamo la atencin sobre la importancia de quela orientacin de los monumentos arqueolgicos se refleje correctamente en la planimetra de los yaci-mientos. Finalmente, incido en la necesidad de considerar la esfera celeste como un elemento ms dentrodel contexto de un yacimiento arqueolgico y de que la arqueoastronoma debera considerarse como par-te de la Arqueologa del Paisaje, en tanto en cuanto el concepto de paisaje englobara el contexto celeste.

    PALABRAS CLAVE: Astrofsica. Arqueoastronoma (Astronoma cultural). Arqueologa del paisaje. Orientacin de losmonumentos arqueolgicos.

    ABSTRACT

    In this paper, I present a personal view on the role of the astrophysicists and astronomers in CulturalAstronomy. Firstly, I discuss the definition of archaeoastronomy or cultural astronomy and its controver-sial interdisciplinary nature. I comment about the actual curricular problem of astrophysicists working inthis field of investigation and the difficult communication between astrophysicists (and other scientists)and archaeologists and anthropologists. I highlight the importance of accuracy in the orientation ofarchaeological monuments in the site plans. Finally, I insist on the necessity of considering the celestialsphere as a part of the context of the archaeological sites, and that archaeoastronomy should be consideredas a part of Landscape Archaeology. In this case, the landscape should also include the celestial context.

    KEY WORDS: Astrophysics. Archaeoastronomy (Cultural astronomy). Landscape archaeology. Orientation of archaeo-logical monuments.

    SUMARIO 1. A vueltas con una definicin. 2. El problema curricular. 3. El difcil favor de los arque-logos. 4. La esfera celeste como contexto. 5. Eplogo. Recreando los cielos del pasado.

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    1. A vueltas con una definicin

    El estudio sistemtico de la orientacin astron-mica de monumentos arqueolgicos, principalmen-te estructuras megalticas del Neoltico y de la Edaddel Bronce, comenz hace poco ms de 40 aos enlas Islas Britnicas con los trabajos de G. Hawkinssobre Stonehenge (Hawkins 1963, 1964; Hawkinsy White 1963) y los detallados estudios sobre cr-culos de piedra de A. Thom (Thom 1967, 1971).Hawkins era astrnomo y Thom ingeniero, por lotanto, investigadores con una formacin cientfico-tcnica que usaban un lenguaje y una metodologacompletamente diferentes a las del colectivo poten-cialmente ms interesado en los resultados de susinvestigaciones: los arquelogos. Por otra parte, es-tos primeros investigadores interpretaron que laexistencia de los alineamientos astronmicos de-mostraba el alto grado de conocimiento geomtri-co y astronmico alcanzado por sus antiguos cons-tructores y que dichos yacimientos funcionabancomo verdaderos observatorios, en el sentido ac-tual del concepto (vase Thom 1971: 9, Hoyle1966a). Estos estudios sobre orientaciones astron-micas fueron bautizados como astroarqueologa porHawkins y White (1963: 121), que la definieroncomo el estudio de las orientaciones de los monu-mentos antiguos, una disciplina auxiliar de la ar-queologa, la antropologa y la historia.

    Los trabajos iniciales sobre las orientaciones delos monumentos megalticos fueron duramente cri-ticados por los arquelogos tanto conceptual comometodolgicamente, abrindose un debate en la re-vista lder de arqueologa Antiquity (Atkinson 1966;Hawkes 1967; Hoyle 1966b). Segn S. Iwanis-zewski esta falta de entendimiento entre arquelo-gos y los primeros astroarquelogos se produjoprincipalmente por la falta de una teora que trata-ra el saber astronmico en las sociedades prehist-ricas (Iwaniszewski 1994: 7). Es decir, de un mar-co cultural, social y antropolgico con el cual inter-pretar los fros datos proporcionados por las orien-taciones. Un primer, pero controvertido, intento deexplorar las implicaciones sociales de los resulta-dos de las investigaciones arqueoastronmicas so-bre los monumentos megalticos fue propuesto porMacKie (1977).

    El nombre preciso de nuestro tema de inters:astroarqueologa, arqueoastronoma o astronomacultural no es una cuestin balad para muchos in-vestigadores. El trmino astroarqueologa pronto

    dej de utilizarse, al menos entre los crculos cien-tficos; de hecho Aveni, a comienzos de los aos80, ya la defina como una rama dura de la ar-queoastronoma limitada al trabajo de campo y losclculos posteriores (Aveni 1991: 14), desligada decualquier tipo de anlisis social o cultural de losdatos. En la actualidad el nombre astroarqueologase lo han apropiado ciertos investigadores pseu-docientficos para denominar genricamente sustrabajos, por lo que parecera que la astroarqueolo-ga es a la astronoma algo anlogo a lo que la as-trologa es a la astronoma. El lector interesado enconocer los primeros pasos en el estudio de lasorientaciones, sobre todo en lo referente a las es-tructuras megalticas, puede encontrar una buenaintroduccin en el libro de J. Michell que trata pre-cisamente la historia de la astroarqueologa (Mi-chell 2002).

    El nombre de arqueoastronoma fue introducidopor primera vez por MacKie (1981: 6), quien la de-fini como el estudio de las prcticas astronmicasen los tiempos pasados. Podemos encontrar distin-tas definiciones del trmino, una bastante apropia-da, aunque algo extensa, es la que propone E.C.Krupp: la arqueoastronoma es el estudio interdis-ciplinar a nivel global de la astronoma prehistri-ca, antigua y tradicional, en el marco de su contex-to cultural. En este estudio se incluyen tanto fuen-tes escritas como arqueolgicas, abarcando los si-guientes temas: calendarios, observacin prctica,cultos y mitos celestes, representacin simblicade eventos, conceptos y objetos astronmicos,orientacin astronmica de tumbas, templos, san-tuarios y centros urbanos, cosmologa tradicional yla aplicacin ceremonial de tradiciones astronmi-cas (Krupp 1997). Al incluir la astronoma y lacosmologa tradicionales (las de las culturas toda-va vivas) en esta definicin, Krupp est conside-rando, de hecho, a la etnoastronoma dentro de laarqueoastronoma, aunque muchos la interpretancomo una disciplina o campo de investigacin in-dependiente.

    Segn Iwaniszewski (1995) las diferentes opi-niones sobre la definicin de arqueoastronoma sepueden dividir en estos tres grupos:

    a) la arqueoastronoma es un campo de estudio in-terdisciplinar, junto con la etnoastronoma, y am-bas representan una aproximacin holstica al estu-dio de la astronoma en el pasado y en el presente,b) la arqueoastronoma es una rama de la historiade la ciencia,

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    c) la arqueoastronoma es una parte de la antropo-loga.

    Iwaniszewski (1995) pone en duda la considera-cin de la arqueoastronoma como campo de estu-dio interdisciplinar, pues para sus mtodos de inter-pretacin utiliza conceptos y modelos de la antro-pologa y la historia, pero no de la astronoma mo-derna. Belmonte (2006) tambin parece compartiresta idea pues dice: no es una lnea de investiga-cin ms dentro de la astrofsica moderna, ni sirvea su fin fundamental cual es el avance del conoci-miento fsico del Universo. Iwaniszewski concluyeque un arqueoastrnomo no es ms (ni menos) queun investigador instruido en la antropologa (aunqueno necesariamente antroplogo) e interesado en elestudio de los usos culturales de la bveda celestey los cuerpos que la habitan (Iwaniszewki 1995).

    Para algunos, la presunta interdisciplinariedad dela arqueoastronoma es o puede llegar a ser un pro-blema. Por ejemplo, Krupp (1981) indica el peligro,quizs un poco exagerado desde mi punto de vista,de que interdisciplinar puede ser sinnimo de su-perficial. Zeilik (1983) opina que precisamente sucarcter interdisciplinar es, en parte, responsable dela recepcin mayoritariamente negativa que tuvo laarqueoastronoma entre el colectivo de arquelogos.

    En 1990, Iwaniszewski propuso un nuevo trmi-no: astronoma cultural, definindola como el estu-dio de las relaciones entre el hombre y los fenme-nos astronmicos dentro del contexto cultural. Aun-que la considera como una disciplina aparte, estaracompuesta de cuatro subdisciplinas: la arqueoastro-noma, la etnoastronoma, la historia de la astrono-ma y la socioastronoma (Iwaniszewski 1991). C.Ruggles, el primer catedrtico (el equivalente es-paol al ttulo de Professor de las universidadesanglosajonas) de arqueoastronoma, tambin hizosuya esta definicin, indicando que la astronomacultural est ntimamente relacionada con las tresdisciplinas antropolgicas (antropologa cultural,arqueologa y etnohistoria), siendo uno de sus come-tidos la creacin de una metodologa rigurosa conla cual integrar los datos provenientes de tan distin-tas fuentes de informacin (Ruggles y Saunders1993). A nivel personal, considero que el trminoastronoma cultural y su significado propuesto porIwaniszewski es la definicin ms apropiada y glo-balizadora para describir los distintos aspectos quepuede presentar nuestra actividad de investigacin.

    La historia de la arqueoastronoma o astronomacultural en Espaa se ha tratado en algunos artcu-

    los (Esteban 2003; Cerdeo et al. 2006, por ejem-plo). Las primeras publicaciones fueron trabajospuntuales de colaboracin entre arquelogos y as-trnomos (como por ejemplo: Lpez Plaza et al.1991-1992; Almagro-Gorbea y Gran-Aymerich1991; Armentia et al. 1993) y los realizados por elcatedrtico de astronoma de la Universidad deCambridge M. Hoskin (tambin editor de la revistaJournal for the History of Astronomy y del que fuesu suplemento Archaeoastronomy) sobre orienta-ciones de dlmenes en la Pennsula Ibrica. Variosde los trabajos de Hoskin fueron realizados en co-laboracin con autores espaoles, principalmentearquelogos, y han sido publicados desde 1994 has-ta la actualidad (ver Hoskin 2001 para una sntesisde estos trabajos en ingls, y Hoskin 2000 y 2006en espaol). Desde 1993, J.A. Belmonte y el autorde estas lneas, astrofsicos del Instituto de Astrof-sica de Canarias, hemos realizado una labor exten-sa y constante en astronoma cultural, bien traba-jando juntos o por separado, publicando numerososestudios en publicaciones internacionales con rbi-tro, en revistas nacionales especializadas en arqueo-loga, memorias de congresos y varios libros (Bel-monte 1999; Belmonte y Hoskin 2002; Aparicio yEsteban 2005). Es importante indicar que una granparte de nuestros trabajos se ha realizado en cola-boracin con arquelogos de distintas institucionesespaolas y extranjeras.

    En los ltimos aos debemos destacar especial-mente la labor del grupo interdisciplinar de la Uni-versidad Complutense de Madrid, liderado por Ma-ra Luisa Cerdeo (arqueloga) y Gracia RodrguezCaderot (astrnoma), que estn realizando interesan-tes estudios sobre la cultura celtibrica (Cerdeo etal. 2001-2002, 2004; Rodrguez et al. 2006).

    2. El problema curricular

    Segn lo comentado en la seccin precedente,parecera que un astrnomo tiene poco papel quejugar en la astronoma cultural, al menos para rea-lizar estudios de cierto nivel, pero no nos dejemosarrastrar por el pesimismo. El desarrollo histricode la disciplina ha llevado a una evolucin de susactores; como ya vimos, fueron astrnomos e inge-nieros los que iniciaron este tipo de estudios, peropoco a poco el protagonismo lo fueron tomando losprofesionales de la arqueologa y la antropologa.Aunque a algunos les pudiera parecer un destro-

  • namiento eso era precisamente lo razonable, pueses a este ltimo colectivo a quien verdaderamenteinteresan los resultados de la astronoma cultural.En principio, arquelogos y antroplogos dominanla metodologa con la que los resultados de estasinvestigaciones pueden entenderse en su contexto.Est claro, las orientaciones astronmicas y los da-tos arqueoastronmicos por s mismos no son loms importante, adquieren pleno sentido cuandoayudan a entender mejor la sociedad humana quelos gener, su religin, su sistema social, sus rela-ciones de poder, etc. Por lo tanto, si un astrnomoo astrofsico desea introducirse de manera seria enarqueoastronoma y astronoma cultural, debe ad-quirir una cierta formacin en las metodologas deinvestigacin propias de las disciplinas antropo-lgicas.

    Desde mi experiencia y teniendo en cuenta la si-tuacin actual, el investigador ideal (y con ms fu-turo profesional) en astronoma cultural sera unarquelogo o antroplogo que se interesa por cues-tiones astrales o astronmicas relacionadas con ungrupo humano determinado (ya sea del pasado odel presente) y adquiere adems una formacincomplementaria en astronoma general y de posi-cin. Un ejemplo paradigmtico en este sentido se-ra la escuela mexicana (como los grupos organiza-dos alrededor de J. Broda, del Instituto de Investiga-ciones Histricas de la UNAM y S. Iwaniszewski,de la Escuela Nacional de Antropologa e Historia,ambos en Mxico D.F.), con una gran tradicin yque desarrolla proyectos de investigacin y formaprofesionales en astronoma cultural desde la ar-queologa y la antropologa. Algo parecido seradeseable desarrollar en Espaa, pero todava no te-nemos grupos de una amplia tradicin y consolida-dos en centros de investigacin y facultades de hu-manidades, aunque los liderados por ML. Cerdeoen el Departamento de Prehistoria de la UniversidadComplutense de Madrid y F. Criado del Institutode Estudios Galegos Padre Sarmiento (CSIC), pue-den ser seminales en este sentido.

    La arqueoastronoma y la astronoma culturaldespiertan gran inters entre los estudiantes de as-trofsica, al menos esa es mi impresin como do-cente en la Universidad de La Laguna. En mis cla-ses de licenciatura de astronoma de posicin, raroes el ao que no tengo alumnos interesados en rea-lizar trabajos de fin de carrera o de introduccin ala investigacin sobre dicha temtica. De hecho, elnivel de inters de los alumnos hacia este campo es

    similar al mostrado hacia otros temas donde desa-rrollo docencia o investigacin como son la exo-biologa o el estudio de la materia interestelar.

    Cuando un alumno me propone realizar un tra-bajo sobre astronoma cultural, suelo serle franco ydecirle que la experiencia adquirida con ese tipo detrabajo difcilmente le podr ser de utilidad para suposible futuro como investigador en astrofsica. Yalo hemos discutido antes, este campo de investiga-cin no forma parte de la astrofsica, no sirve paraavanzar en el conocimiento del Universo, aunques en el conocimiento de las sociedades humanas,por lo que difcilmente tiene cabida en el diseoactual del currculum de un astrofsico. Aunque,como he dicho, hemos dirigido algunos pequeostrabajos de investigacin, hasta la fecha todava nohay ningn astrofsico espaol que haya realizadouna tesis doctoral en astronoma cultural en un de-partamento universitario o centro de investigacinde astrofsica en Espaa; tampoco hay ofertas decontratos postdoctorales en esta temtica, por loque la formacin acadmica y profesional por estava no es posible, al menos por ahora, para los as-trofsicos dentro de la astrofsica.

    Una brecha en este sentido fue la aprobacin dedos proyectos de investigacin en astronoma cul-tural dirigidos por J.A. Belmonte, dentro del PlanNacional de Astronoma y Astrofisica (Orientatioad Sidera. Prcticas astronmicas en las culturasde las civilizaciones antiguas, 2004-2007 y Orien-tatio ad Sidera II. Prcticas astronmicas en elMediterrneo antiguo, 2007-2010) financiados porlos antiguos ministerios de Ciencia y Tecnologa yde Educacin y Ciencia. Esto supuso un cierto re-conocimiento oficial de esta rama de investigacinpor parte del colectivo de astrnomos y astrofsi-cos, aunque no se les dot, desafortunadamente, decontratos postdoctorales.

    En mi caso particular, la mayor parte de mi in-vestigacin la realizo en temas astrofsicos. El tra-bajo en astronoma cultural slo ocupa un pequeoporcentaje de mi tiempo, un porcentaje variableque depende de las circunstancias y los compromi-sos de cada momento. Comenc a trabajar en estostemas poco antes de acabar mi tesis doctoral, queestaba dedicada a la composicin qumica de un ti-po particular de nebulosas. Aos ms tarde conse-gu una plaza de Profesor Titular en el Departamen-to de Astrofsica de la Universidad de La Laguna,con perfil docente e investigador en Fsica del Me-dio Interestelar. Durante la oposicin a dicha plaza,

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  • los mritos que present y defend fueron los desa-rrollados en mi investigacin astrofsica. Por su-puesto, coment brevemente los trabajos que habarealizado en astronoma cultural, aunque como unmrito adicional. Creo que, al menos en aquellapoca, 1999, era lo ms razonable si quera conse-guir la ansiada plaza fija. Posteriormente, para lasdistintas evaluaciones de la produccin cientfica alas que me he presentado, por ejemplo los conoci-dos como sexenios de investigacin, siempre hebasado mis mritos en las publicaciones fruto de lainvestigacin astrofsica. En definitiva, el desarro-llar un currculum investigador en astrofsica y dis-poner de un puesto de trabajo fijo, me permite de-dicar el tiempo que considero necesario a la astro-noma cultural sin presiones de ningn tipo. Sinembargo, la situacin de un astrofsico disfrutandode una beca o un contrato temporal, en la actualidad,casi todos los investigadores espaoles menores deunos 40 aos, es muy diferente pues, en este caso,la enorme competitividad y la absoluta carencia depuestos, contratos o becas de investigacin con per-fil en astronoma cultural, hace inviable la construc-cin de un currculum vitae competitivo en astrofsi-ca dedicado exclusivamente a esta lnea de trabajo.

    Una cuestin fundamental en todo este asuntoes que para conseguir cualquier tipo de reconoci-miento oficial de tu investigacin o para optar auna beca o contrato, tienes que someter tu currcu-lum a evaluacin por parte de un comit o tribunalcompuesto por otros astrofsicos que tendrn suspropias opiniones y prejuicios, pero que muy posi-blemente sern desconocedores de lo que significala astronoma cultural. La situacin slo puedecambiar mediante la informacin y la divulgacinefectiva de los resultados de nuestra investigaciny eso es un verdadero desafo para nuestro peque-o colectivo. Lo ideal sera llegar a alcanzar unacierta masa crtica de profesionales estables, concontrato fijo o indefinido, y con proyectos de inves-tigacin financiados y reconocidos, que asegurarauna cierta representacin del colectivo dentro de lacomunidad astrofsica y conseguir, finalmente, quese valorara la especificidad del curriculum vitae delinvestigador en esta especialidad.

    3. El difcil favor de los arquelogos

    Las vicisitudes de las primeras dcadas de exis-tencia de la astroarqueologa y la arqueoastronoma

    y el rechazo que generaron las primeras investiga-ciones en gran parte de la comunidad arqueolgicaha sido, y sigue siendo, un lastre en el reconoci-miento de la astronoma cultural como lnea de in-vestigacin por parte de los arquelogos. De todasformas, lo peor ha sido el desarrollo continuado deuna autntica pseudociencia bajo el epgrafe de as-troarqueologa, que confunde tanto al pblico engeneral como al profesional poco informado (Este-ban 2004a; Belmonte 2006). Un hecho que tampo-co ayuda a la comunicacin es la meridiana diferen-cia entre la epistemologa de las ciencias duras ylas humanidades, que conlleva una falta de entendi-miento mutuo, al prejuicio y, en casos extremos, ala completa desconsideracin. Cerdeo et al. (2006)comentan esa falta de lenguaje comn, pero tam-bin, afortunadamente, una cierta mejora en la co-municacin entre ambos colectivos: El cientifis-mo de los primeros autores, siempre astrofsicos,era totalmente excluyente, aunque ese problema seva reduciendo con un lenguaje ms accesible quepermite un acercamiento ms fcil a los datos tc-nicos. A este acercamiento ha ayudado mucho,adems de la madurez que se adquiere con la expe-riencia y las trifulcas con los rbitros de los artcu-los, el contacto y la colaboracin con los arquelo-gos, que nos sealan los aspectos importantes denuestro trabajo y las partes ms oscuras de nuestrolenguaje.

    Algunas veces, la falta de eco que parecen tenerlas investigaciones arqueoastronmicas en el mun-do arqueolgico, en unas reas ms que en otras, meha hecho pensar que quizs los que nos dedicamosa estos temas estemos tratando de responder a pre-guntas que nadie formula o que a nadie le interesa.Aunque puede ser cierto en algunos casos, creo queen realidad estamos abriendo una nueva va de ob-tencin de informacin que hasta ahora ni siquierase haba imaginado en ciertos campos de la arqueo-loga. Algunos arquelogos comienzan a ser cons-cientes de ello, y es slo cuestin de tiempo que seestablezca un colectivo de profesionales espaolessuficientemente amplio trabajando rutinariamenteen estos temas.

    Desde mi punto de vista, el principal inters dela astronoma cultural es que puede ayudar a resol-ver cuestiones sobre los sistemas ideolgicos y lareligin de los grupos humanos. Por ejemplo, a tra-vs del estudio del calendario podemos inferir as-pectos de la organizacin del ciclo de subsistenciay de su relacin con el medio ambiente, que suele

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  • estar tambin ntimamente relacionado con el ciclosocial. Estos ciclos son reflejo de la organizacinde la colectividad a diferentes niveles y de las rela-ciones de poder. Parece claro que los profesionalesde la arqueologa comienzan a tener en cuenta elinters de estos aspectos (Lpez Plaza et al. 1991-1992; Almagro-Gorbea y Gran-Aymerich 1991;Cerdeo et al. 2001-2002, 2004; Escacena 2006;Criado y Garca Quintela 2007). En este sentido,parece muy esperanzadora la opinin que de lostrabajos arqueoastronmicos sobre la cultura ibri-ca tiene T. Chapa (2006): no hace falta decir quedados los datos con que contamos, este tipo depropuestas resulta por el momento bastante espe-culativa, pero el conocimiento del ritmo anual deuna sociedad dice mucho de su organizacin eco-nmica e ideolgica, y por lo tanto debera pres-tarse ms importancia a este tipo de documenta-cin a la hora de estudiar los yacimientos. Espe-remos que esta opinin se convierta en mayoritariaen algn momento no muy lejano.

    4. La esfera celeste como contexto

    Una de las tendencias de la arqueologa moder-na es el estudio de la imbricacin de los yacimien-tos arqueolgicos dentro de su contexto geogrficoy ecolgico y la interrelacin entre los distintos ya-cimientos, lo que se conoce actualmente como Ar-queologa del Paisaje. Una definicin de esta disci-plina la podemos encontrar en Grau Mira (2002:20): la Arqueologa del Paisaje debe enfocarsecomo un anlisis que busque la descripcin ampliay multidireccional de los elementos que integran elpaisaje para tratar de comprender la sociedad queconfigura el espacio y se interrelaciona con l.Est claro que la esfera celeste forma parte del con-texto de cualquier lugar sobre la superficie terres-tre y, por lo tanto, creemos que la arqueoastronoma,como subdisciplina de la astronoma cultural dedi-cada al estudio de los restos arqueolgicos, princi-palmente orientaciones, debe entenderse como unaparte de la Arqueologa del Paisaje. De hecho, ashan comenzado a considerarla algunos arquelogos(Criado y Garca Quintela 2007).

    Un autntico paradigma de imbricacin de unmonumento arqueolgico a distintos niveles decontexto es el caso del templo ibrico del Tossal deSant Miquel de Llria, en la provincia de Valencia(Esteban y Moret 2006). El edificio templario est

    embutido dentro de la trama urbanstica del pobla-do, pero en un lugar alto donde curiosamente, fren-te a la entrada del templo, nunca (al menos duran-te la existencia del poblado ibrico) se levantaronotras construcciones, dejando una zona vaca quepermita ver el horizonte oriental, hecho que indi-ca la importancia del contexto dentro del propioyacimiento. El edificio se encuentra perfectamenteorientado en la direccin este-oeste, con su peque-a entrada mirando hacia el este, justo hacia elpunto del horizonte donde se produce el orto solaren los equinoccios (imbricacin del templo en elcontexto celeste). Pero el inters no acaba ah, puesel contexto geogrfico tambin tena su papel en elasunto, porque el orto solar en los equinoccios seproduce curiosamente sobre una pequea montaasolitaria que rompe la monotona del horizonte pla-no del sureste, algo que podra haber funcionadocomo mojn o referencia calendrica.

    Debido a mi formacin astrofsica, el tipo de tra-bajo que desarrollo dentro de la astronoma culturallo podramos clasificar como arqueoastronmico,pues se basa principalmente en la medida de orien-taciones de los elementos arquitectnicos de un ya-cimiento y de su horizonte y su posterior anlisis,a ser posible con la colaboracin de un arquelogo.El anlisis astronmico de la orientacin de los ele-mentos de un monumento nos indica si su disposi-cin espacial est relacionada con los puntos delhorizonte donde se producen los ortos u ocasos deciertos cuerpos celestes sobre el horizonte local delyacimiento.

    Los elementos mensurables con los que analiza-mos la imbricacin de nuestro yacimiento en el con-texto astronmico son:

    a) la orientacin de las distintas estructuras delyacimiento, b) la relacin entre los elementos relevantes delhorizonte que rodea al yacimiento y la posicinde los distintos cuerpos celestes.

    Adems, segn la tipologa del yacimiento tam-bin podramos disponer de elementos no mensu-rables pero susceptibles de ser interpretados dentrode la astronoma cultural, como la posible simbolo-ga astral de elementos del yacimiento (grabados,pictogramas, decoracin de artefactos, textos en-contrados en el yacimiento) y referencias histri-cas o leyendas asociadas al yacimiento con posiblerelacin astral.

    Est claro que en un estudio arqueoastronmicoes esencial medir lo mejor posible la disposicin

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  • especial de los distintos elementos arquitectnicosdel yacimiento respecto a los ejes cardinales geo-grficos. En teora, uno podra realizar este tipo deinvestigacin usando los planos publicados sobreun lugar determinado pero, desgraciadamente, estoes muy aventurado. Mi experiencia me ha demos-trado que la mayora de los planos publicados noestn realizados con la precisin necesaria y por lotanto resultan engaosos e incluso intiles paranuestros propsitos.

    La impresin general es que a una cantidad nadadesdeable de arquelogos le suele traer sin cuidadocolocar el yacimiento correctamente en el espacio,algo que para nosotros es esencial. En primer lu-gar, en muchos planos no se indica la posicin delnorte, pero aunque lo indiquen, ese norte casi nun-ca se sabe si es el magntico o el geogrfico. Estadistincin es importante porque, en principio, am-bos no coinciden y la diferencia, en el caso de la Pe-nnsula Ibrica, suele ser de varios grados. El nortemagntico es el que nos proporciona la brjula y suposicin relativa respecto al norte real o geogrficocambia con el tiempo y con las coordenadas del ya-cimiento. El usar el norte magntico podra resul-tar til si en el mapa indicsemos en qu fecha rea-lizamos las medidas planimtricas, pues la variacinde la diferencia angular de ambos tipos de norte, loque se denomina declinacin magntica, a lo largodel tiempo se puede estimar con cierta precisinpara cada lugar concreto (ver por ejemplo: www.ngdc.noaa.gov/geomag/ o tambin www.qibla.com.br), a no ser que existan anomalas magnticaslocales. Pero claro, los planos que incluyen el nortemagntico casi nunca proporcionan la fecha en quese realizaron. El uso de mapas publicados de los ya-cimientos me ha proporcionado algunas sorpresas.Hay un caso particular de un templo ibrico en quela orientacin definida por el eje mayor del edificio(con una planta rectangular bastante regular) res-pecto al norte geogrfico medida sobre el terrenodifera de la orientacin que indicaba el plano pu-blicado en unos 42. Casi medio cuadrante! Unerror de esta magnitud indica claramente que la po-sicin en el espacio era un dato irrelevante para losque estudiaban el yacimiento.

    En los ltimos aos ha aparecido una herramien-ta que puede ser una fuente importante de datos ar-queoastronmicos: Google Earth (earth.google.es).Con esta utilidad informtica podemos determinarorientaciones respecto al norte geogrfico si distin-guimos los monumentos arqueolgicos a medir y

    si disponemos de suficiente resolucin en el reageogrfica que estemos estudiando. Un ejemplo in-teresante del uso de esta herramienta lo podemosencontrar en el libro del autodidacta F. Herriz(2007) sobre la geometra y las posibles implicacio-nes astronmicas del trazado original de la ciudadde San Cristbal de La Laguna, en Tenerife. AunqueGoogle Earth es una herramienta que puede ser deenorme inters en algunos casos, nunca debera su-plantar al trabajo de campo sobre el yacimientocuando este sea posible. La cartografa nunca pue-de dar la riqueza de detalles que apoya la observa-cin directa. Por ejemplo, el uso de Google Earthno nos da informacin precisa sobre la altura de losdistintos rasgos del horizonte que rodea un yaci-miento, algo que puede ser esencial para adscribircorrectamente una orientacin con un cierto even-to astronmico (sobre la importancia de la alturadel horizonte ver Aparicio et al. 2000).

    5. Eplogo. Recreando los cielos del pasado

    Finalmente, para terminar este artculo, quisieracomentar una experiencia que proporciona la ar-queoastronoma y que slo de vez en cuando se pue-de vivir en arqueologa. Algunas veces, en los traba-jos sobre orientaciones astronmicas, encontramosque desde los yacimientos se observa que un astro,el Sol, la Luna o los planetas, realiza un trnsito otiene su orto u ocaso por un lugar determinado delhorizonte produciendo un fenmeno muy llamativoen un momento singular de su ciclo (solsticios oequinoccios en el caso del Sol, lunasticios en casode La Luna, ver Aparicio et al. 2000). Si la crono-loga del yacimiento no es muy lejana y dependien-do del astro y el momento singular de su ciclo enque ocurre el fenmeno, podemos tener la suerte deobservarlo prcticamente igual a como lo hicieronaquellos personajes del pasado para los que dichomomento tena un especial sentido. Un ejemplo lla-mativo lo encontramos en el amanecer en los equi-noccios que se puede ver desde el santuario ibricode El Amarejo (Bonete, Albacete), donde el discosolar aparece justo sobre la cumbre de la montaaque domina el horizonte oriental del yacimiento.Una autntica hierofana cargada de simbolismoque pudo incluso haber tenido una dimensin deespectculo pblico (Esteban 2002, 2004b).

    Es difcil explicar lo que siente uno cuando des-cubre un fenmeno astronmico de este tipo y revi-

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    La astronoma cultural, es interdisciplinar? Csar Esteban

  • ve la experiencia de su observacin despus de si-glos o de milenios de estar olvidado. Es como reci-bir un mensaje desde la lejana del tiempo o ver re-sucitar algo que estaba muerto. Supongo que un ar-quelogo debe sentir algo parecido al reabrir unatumba, aunque la diferencia es que el arquelogodescubre algo muerto mientras que los ojos del ar-queoastrnomo pueden estar viendo un fenmenoque, aunque inanimado, mantiene la voluntad vivade los primeros que lo apreciaron. Algo similar,

    aunque todava ms sutil, debi experimentar aquelarquelogo que al abrir una tumba pnica perfecta-mente sellada oli por unos instantes el perfumedepositado entre las ofrendas fnebres. En aquelcaso el aroma se desvaneci para siempre pero, pa-ra nuestra suerte, los astros nos vuelven a brindarese espectculo con la casi perfecta puntualidad desus ciclos. Es la generosidad de los cielos, por algofueron tan importantes para los antiguos.

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