AVENTURAS DE UN SEDUCTOR

1. Sin piedad con las pobresEn sus memorias, Casanova confiesa haber participado en lo que no pueden considerarse más que violaciones. Las víctimas eran mujeres de clase baja. En una ocasión, al no poder consumar el abuso, acaba golpeando a la chica. Otra noche, en una taberna, él y un grupo de amigos veinteañeros se fijaron en una mujer acompañada por su marido y dos amigos. Haciéndose pasar por emisarios del gobierno, arrestaron a los hombres y violaron por turnos a la mujer. Casanova fue el segundo.

3. Jugador impenitente La afición de Casanova por el juego sólo era superada por la que sentía hacia las mujeres. Las deudas de juego lo acuciaban de tal manera que debía pedir dinero a sus amantes, que muchas veces perdía apostando. Jugar, dice, le sirve para «sofocar el fuego ardiente del amor». Una noche, turbado tras un encuentro amoroso, «sentí que quería algo de diversión: fui a la mesa de juego». De regreso a casa se cruzó con un mendigo que resultó ser un conde arruinado al que dio parte de sus ganancias.

5. El mago Casanova encandiló a Bragatin y a sus amistades con sus dotes de mago y experto cabalista. En su papel de adivino usaba una técnica milenaria: «Siempre daba respuestas con doble sentido, y uno de los significados estaba cuidadosamente dispuesto por mí para que no se entendiera hasta después del evento. De esa manera, mi ciencia cabalística, como el oráculo de Delfos, nunca podría fallar», confesaba divertido.

4. DesenterradorEn una ocasión, Casanova decidió desquitarse de una broma pesada con otra aún mayor. Desenterró un cadáver reciente, le cortó un brazo y se escondió con él bajo la cama del hombre que lo había ofendido. Por la noche lo golpeó con el brazo cortado, y dejando que agarrara la mano muerta salió de la habitación sin hacer ruido. A la mañana siguiente, todo el mundo lo acusó de haber provocado a su víctima una impresión que casi lo mata: «¡Nadie más que tú se habría atrevido a hacer tal cosa!». El hombre se volvió loco y «permaneció así el resto de su vida», cuenta un Casanova algo arrepentido.

6. La fuga de los Piombi Tras 15 meses encerrado en los Piombi, los Plomos, Casanova creía que estaría preso «el resto de mis días» y decidió fugarse. Con materiales reciclados fabricó una perforadora

con la que agujereó el techo de plomo. Se subió al tejado y varias veces estuvo a punto de caer

y estrellarse contra el suelo, pero finalmente consiguió descender hasta el interior del palacio de gobierno, a una habitación cerrada con llave. Con audacia, se cambió de ropa y gritó pidiendo auxilio, haciéndose pasar por

un visitante que se había quedado encerrado. Le abrieron y lo acompañaron a la salida.

2. Asiduo de los conventos En Venecia, muchas jóvenes de buena familia ingresaban como «monjas de coro» en los conventos de la ciudad, y no eran pocas las que acababan teniendo amantes. Casanova cuenta que en el convento de Murano conoció a cierta monja a la que llama M. M., probablemente Marina Maria

Morisini. Dice de ella que era «una absoluta belleza, alta, de tez blanca casi pálida, aire

noble y decidido al tiempo que tímido y reservado, con grandes

ojos azules». Pese a su aire inocente, había

tenido ya otro amante, el embajador francés Bernis.

En sus memorias, Casanova cuenta sin tapujos no sólo sus múltiples conquistas amorosas, sino también su pasión por el juego, sus pinitos en la magia, su famosa fuga y una extraña noche en el cementerio.

CASANOVA CON SU «BELLA RELIGIOSA, LA MISTERIOSA M. M.» DIBUJO DE AUGUSTE LEROUX PARA UNA EDICIÓN DE LAS MEMORIAS DEL VENECIANO. SCALA, FIRENZE

VICTORINE LLORA POR UNA VELADA FRUSTRADA CON CASANOVA. FICHAS DE PÓKER VENECIANAS. SIGLO XVIII. CASINO DE VENECIA.

GIACOMO CASANOVA ESCAPA DE LOS PIOMBI JUNTO A OTRO REO. ACUARELA POR AUGUSTE LEROUX.

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Le abrieron y lo acompañaron a la salida.

apostando. Jugar, dice, le sirve para «sofocar

turbado tras un encuentro amoroso, «sentí que quería algo de diversión: fui a la mesa

arruinado al que dio parte de sus ganancias.

al tejado y varias veces estuvo a punto de caer y estrellarse contra el suelo, pero finalmente

consiguió descender hasta el interior del palacio de gobierno, a una habitación cerrada con llave. Con audacia, se cambió de ropa y gritó pidiendo auxilio, haciéndose pasar por

un visitante que se había quedado encerrado. Le abrieron y lo acompañaron a la salida.

apostando. Jugar, dice, le sirve para «sofocar

turbado tras un encuentro amoroso, «sentí

arruinado al que dio parte de sus ganancias.

al tejado y varias veces estuvo a punto de caer y estrellarse contra el suelo, pero finalmente

consiguió descender hasta el interior del palacio de gobierno, a una habitación cerrada con llave. Con audacia, se cambió de ropa y gritó pidiendo auxilio, haciéndose pasar por

un visitante que se había quedado encerrado. Le abrieron y lo acompañaron a la salida.

al tejado y varias veces estuvo a punto de caer al tejado y varias veces estuvo a punto de caer apostando. Jugar, dice, le sirve para «sofocar

La fuga de los Piombi Tras 15 meses encerrado en los Piombi, los Plomos, Casanova creía que estaría preso «el resto de mis días» y decidió fugarse. Con materiales reciclados fabricó una perforadora

con la que agujereó el techo de plomo. Se subió con la que agujereó el techo de plomo. Se subió apostando. Jugar, dice, le sirve para «sofocar apostando. Jugar, dice, le sirve para «sofocar

6. La fuga de los Piombi Tras 15 meses encerrado en los Piombi, los Plomos, Casanova creía que estaría preso «el resto de mis días» y decidió fugarse. Con materiales reciclados fabricó una perforadora

con la que agujereó el techo de plomo. Se subió con la que agujereó el techo de plomo. Se subió apostando. Jugar, dice, le sirve para «sofocar

6. La fuga de los Piombi

BRIDGEMAN / ACI

ALFABETO CABALÍSTICO USADO POR GIACOMO CASANOVA.