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AYUDA PARA ADELGAZAR Acabas de comer, ¿pero aún tienes hambre?, ¿crees que podrías comerte todo lo que hay en la heladera en una sola comida?, debes saber que esta sensación de hambre voraz e interminable, suele ocurrir, pero puedes combatirla, y no precisamente comiendo todo lo que puedas. El hambre es un estímulo del cuerpo, que nos indica la necesidad de ingerir algún alimento, se describe como una sensación de vacío y puede llegar a ser dolorosa. Es normal experimentar hambre luego de superar 4 horas sin haber ingerido alimento o líquidos, pero ¿por qué a veces no podemos saciar nuestra hambre? Las razones, pueden ser varias. Ayunos Prolongados Saltarse tiempos de comida, y pasar más de 4 horas sin ingerir alimentos, efectivamente nos hará pasar hambre, pero, no sólo esto, está comprobado que luego de ayunos prolongados, nuestro cuerpo experimenta un hambre voraz y al tener la posibilidad de comer, lo haremos en gran medida, desafortunadamente, la señal de saciedad desde que empezamos a comer hasta que llegue a nuestro cerebro, puede tomar hasta 30 minutos, es por eso que cuando comemos con rapidez y aunque nos sintamos “llenos”, seguimos experimentando hambre. Hipoglucemias Los niveles bajos de glucosa o hipoglucemia, desatan también un hambre insaciable, esto se debe a que el organismo detecta los niveles bajos de glucosa, azúcar que es necesaria para que nuestros órganos estén trabajando, especialmente nuestro cerebro, el hambre es un mecanismo de defensa en estos casos y definitivamente debemos ingerir algo, sin embargo, muchas veces, la cantidad que ingerimos en estas condiciones también es excesiva, lo que provoca una producción desmedida de insulina que a su vez puede nuevamente provocar hipoglucemia, y finalmente estamos atrapados en un ciclo de hambre, esto ocurre usualmente en personas con alteraciones de glucosa con condiciones de prediabetes o bien diabetes. Gastritis Si sufres de este mal, es muy probable que te esté provocando un hambre continua ya que uno de los síntomas de la gastritis es la sensación de vacío o hambre pocas horas después de comer, lo que puede ocasionar que todo el día estemos tratando de ingerir alimentos para aliviar esta sensación. Además de la gastritis, la úlcera péptica también puede provocar una dolorosa sensación de hambre, es importante acudir a nuestro médico para un diagnóstico y tratamiento de estos padecimientos. Falta de sueño En otras oportunidades he recalcado la importancia de un buen descanso cuando se habla de la pérdida de peso, el sueño insuficiente es la causa de que nos sintamos cansados y desganados, y nuestro cuerpo al no poder descansar requiere de energía para estar activo, por lo que los antojos por cosas dulces o hipercalóricas cuando nos falta el sueño, suelen ser muy comunes.

Ayuda Para Adelgazar

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Consejos básicos para tratar de mitigar el hambre en periodos de adelgazamiento.

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AYUDA PARA ADELGAZAR

Acabas de comer, ¿pero aún tienes hambre?, ¿crees que podrías comerte todo lo que hay en la heladera

en una sola comida?, debes saber que esta sensación de hambre voraz e interminable, suele ocurrir, pero

puedes combatirla, y no precisamente comiendo todo lo que puedas.

El hambre es un estímulo del cuerpo, que nos indica la necesidad de ingerir algún alimento, se describe

como una sensación de vacío y puede llegar a ser dolorosa. Es normal experimentar hambre luego de

superar 4 horas sin haber ingerido alimento o líquidos, pero ¿por qué a veces no podemos saciar nuestra

hambre? Las razones, pueden ser varias.

Ayunos Prolongados Saltarse tiempos de comida, y pasar más de 4 horas sin ingerir alimentos, efectivamente nos hará pasar

hambre, pero, no sólo esto, está comprobado que luego de ayunos prolongados, nuestro cuerpo experimenta

un hambre voraz y al tener la posibilidad de comer, lo haremos en gran medida, desafortunadamente, la señal

de saciedad desde que empezamos a comer hasta que llegue a nuestro cerebro, puede tomar hasta 30 minutos,

es por eso que cuando comemos con rapidez y aunque nos sintamos “llenos”, seguimos experimentando

hambre.

Hipoglucemias

Los niveles bajos de glucosa o hipoglucemia, desatan también un hambre insaciable, esto se debe a que el

organismo detecta los niveles bajos de glucosa, azúcar que es necesaria para que nuestros órganos estén

trabajando, especialmente nuestro cerebro, el hambre es un mecanismo de defensa en estos casos y

definitivamente debemos ingerir algo, sin embargo, muchas veces, la cantidad que ingerimos en estas

condiciones también es excesiva, lo que provoca una producción desmedida de insulina que a su vez puede

nuevamente provocar hipoglucemia, y finalmente estamos atrapados en un ciclo de hambre, esto ocurre

usualmente en personas con alteraciones de glucosa con condiciones de prediabetes o bien diabetes.

Gastritis

Si sufres de este mal, es muy probable que te esté provocando un hambre continua ya que uno de los síntomas

de la gastritis es la sensación de vacío o hambre pocas horas después de comer, lo que puede ocasionar

que todo el día estemos tratando de ingerir alimentos para aliviar esta sensación. Además de la gastritis,

la úlcera péptica también puede provocar una dolorosa sensación de hambre, es importante acudir a nuestro

médico para un diagnóstico y tratamiento de estos padecimientos.

Falta de sueño

En otras oportunidades he recalcado la importancia de un buen descanso cuando se habla de la pérdida de

peso, el sueño insuficiente es la causa de que nos sintamos cansados y desganados, y nuestro cuerpo al no

poder descansar requiere de energía para estar activo, por lo que los antojos por cosas dulces o

hipercalóricas cuando nos falta el sueño, suelen ser muy comunes.

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Dietas restrictivas

¿Tu desayuno consiste en una porción de fruta únicamente?, ¿tu dieta se compone de sólo 3 tiempos de

comida?, reducir drásticamente las calorías de nuestra dieta, también puede desatar un hambre insaciable,

por lo que es recomendable llevar a cabo una dieta más adecuada a nuestras necesidades nutricionales a fin

de poder cumplir con ella, y no pasar hambre.

Una dieta con 5 tiempos de comida puede ayudarnos controlar el hambre, y por ello suele ser más fácil

y recomendable elegir este tipo de dietas.

Estación de invierno

Llega el frío y no puedes parar de comer, según investigaciones se trata de algo completamente normal. El

frío estimula nuestro apetito porque también requerimos de calorías y grasa para mantener una

temperatura corporal adecuada, también es por eso que a menudo se nos antojan las cosas dulces como el

chocolate, el pan dulce, etc.

Productos light

Es probable que nunca hayamos sospechado de las bebidas y productos light, porque, son ligeros

precisamente, sin embargo, estudios científicos demuestran que el consumo de estas bebidas puede de

hecho provocarnos hambre, haciéndonos comer en exceso, se aconseja consumir este tipo de bebida

con moderación, así como los edulcorantes artificiales.

Sin duda alguna, lo mejor es consumir agua natural para hidratarnos, aunque también puedes ingerir aguas

de frutas.

No es hambre, es ansiedad

A menudo confundimos ansiedad con hambre, pero ¿cuantas veces antes de comer realmente sentimos una

sensación de vacío?, cuando el hambre como tal no está, pero el deseo de comer sí, suele tratarse de ansiedad.

La ansiedad es la sensación que nos deja una situación estresante, por ejemplo, tener alguna deuda, nos

estresa, lo que a su vez nos produce ansiedad, y muchas veces encontramos alivio a la ansiedad en los

alimentos, por erróneo que esto sea.

Lo que se recomienda en estos casos, es consumir alimentos bajos en calorías y buscar otra manera de

liberar el estrés, el ejercicio es una herramienta muy útil ¡Hay que aprovecharla! El yoga, o simplemente

caminar 30 minutos 3 o 4 días de la semana puede ser ideal, no sólo para deshacerte del estrés extra, sino

para quemar calorías también.

Ejercicio Excesivo

Estudios han demostrado que el ejercicio extenuante o mayor a una hora de duración es capaz de desatar

nuestra hambre, de tal forma que muchas veces podemos llegar a compensar e incluso ingerir más de las

calorías quemadas durante el ejercicio, si quieres realizar más de 50 minutos de ejercicio al día,

procura hacerlo diferidos, no menos de 30 minutos por sesión pero no más de 60 minutos.