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Ayudantía 2012

¿Cómo explicamos el comportamiento de Karina?

Descripción:

El caso presenta a un psicólogo de 27 años de edad, que enfrenta el desafío de trabajar con una

paciente adolescente que estudia Psicología. Después de unas sesiones de trabajo con su paciente

identifica ciertas características que a su juicio entorpecen su posibilidad de ejercer como

psicóloga, lo que lo enfrenta a un dilema, debe informarlo a las autoridades de la carrera o

mantiene su opinión en el contexto de la confidencialidad profesional.

En marzo del 2011, Jorge Muñoz, Psicólogo con 3 años de experiencia, recibe por tercera

semana a Karina Maldonado para sus sesiones de los días miércoles. Luego de la sesión que

finalizó a eso de las 19:00 hrs., en vez de irse a su casa, sale a caminar por la costanera para aclarar

sus pensamientos.

La sesión había confirmado una idea que tenía desde el primer momento que se entrevistó con

Karina… creo que ella no está preparada para estudiar psicología – pensaba.

Muchas de sus respuestas a mis preguntas indican que sus características de personalidad no le

permitirán mantenerse en la carrera y mucho menos ejercer.

- ¿Tendré de derivarla a psiquiatra se cuestionaba?

- ¿Le informo a las autoridades de la Universidad de mis hallazgos?

- ¿Cómo afectará su carrera si se enteran que acude a terapia psiquiátrica?

- ¿Mi diagnóstico es certero como para tomar una decisión?

Karina

Es una adolescente de 19 años, soltera, que va a la Universidad Autónoma de Antofagasta.

Actualmente está en el tercer semestre de la Carrera de Psicología y vive en una pensión de la

ciudad. Fue remitida a evaluación psicológica por el Jefe de Carrera cuando ella amenazó con

provocarse autolesiones, debido a las dificultades en una relación amorosa (Oscar). Durante los

años de enseñanza media Karina recibió asesoramiento psicológico a través de un centro de salud

mental de la ciudad por síntomas tales como: poco interés por actividades que siempre le han

gustado, no quería conversar con nadie siendo ella en general alegre y sociable, de pronto sin

motivo aparente rompía en llanto, entre otros.

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Jorge

Es un psicólogo con 3 años de experiencia en el campo clínico, durante su carrera universitaria se

caracterizó por obtener las mejores calificaciones en las pruebas escritas, sus intervenciones en

clases demostraban preparación y estudio. Sus profesores lo tenían bien considerado.

Demostró un par de dificultades en el inicio de trabajos de carácter práctico, como entrevistas y

sesiones, pero siempre se ofrecía como voluntario con el objetivo de mejorar. Siempre sintió

pasión por ser psicólogo.

La sesión de la Tercera Semana: Relación con el sí mismo:

Parte del proceso de evaluación inicial incluyó pedir a Karina que hiciera una lista de afirmaciones

verdaderas sobre sí misma. Karina escribió:

No me siento a gusto conmigo misma

Estoy confusa

Estoy sola

Estoy vacía

Impredecible

Asustada

Inestable

De repente inútil

Viviendo en el presente y el pasado, sin futuro

He perdido 6 kilos y me siento bien

Una estudiante

Una cantante

Cuando escribe sobre sí misma en su diario poco después de su discusión con Oscar, los apuntes

normalmente toman este tono:

Buenos días, infierno. Es hora de volver a ponerme la máscara. Es hora de empezar a actuar otro

día. ¿A quién voy a engañar hoy?

Cada día siento menos. ¿Cuándo estaré completamente vacía?

Hoy me siento tan mal. Me siento tan sola. Entonces la realidad duele. ¿Por qué no puedo amar de

nuevo?

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No sé realmente quién demonios soy. Sé quién era, pero no estoy segura de lo que quiero llegar a

ser y no sé quién soy.

También expresó percepciones de una inminente pérdida del sí mismo en un poema que Karina

tituló “La máscara”.

La Máscara

La máscara en la que me escondo,

está atada con día de olvidado orgullo.

Esconde las lágrimas y el corazón roto,

con sonidos de risas por un chiste tonto.

Los demás creen que la máscara soy realmente yo,

pero sólo es una visión de lo que una vez quise ser.

Por eso mientras me quito la máscara y la dejo caer en silencio,

ellos me pondrán en el suelo frío, tranquilo.

El resto de la máscara pronto estará putrefacto,

y yo seré finalmente olvidada en silencio.

Así que cada vez que veas a alguien con una máscara que esconde su tristeza

hazles saber que te importan con un abrazo y la máscara se desprenderá permitiéndoles florecer.

Una metáfora sorprendente utilizada por Karina para intentar entender su actual pérdida de

sentido y significado de la vida es lo que se podría llamar la metáfora del “árbol resistente”

Karina Estaba sentada allí y empecé a mirar uno de los árboles… Es como si estuviera pensando

en mí misma y lo bueno que sería ser como aquel árbol.

Jorge ¿En qué sentido?

Karina Aquel árbol estaba allí fuerte y alto soportando las tormentas de la vida. Puede perder una

rama aquí y allá y unas cuantas hojas, pero sobrevive a las tormentas. A veces los árboles caen al

suelo, pero incluso de ese modo son útiles. Se pueden volver muebles para confort o belleza, una

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casita de muñecas o incluso leña para mantener la gente caliente. Ves, esos árboles, no importa la

condición, siempre son útiles de alguna manera. Creo que eso es lo que yo necesito – un

propósito.

La sesión de la Cuarta y Quinta Semana: Relaciones con los padres:

Al intentar rememorar su primer recuerdo de su madre, Karina dijo. “Estoy segura de que mi

madre me cogía cuando era pequeña, pero realmente no lo recuerdo”. Sin embargo, los recuerdos

de su padre fueron más detallados.

Echo de menos nuestros viajes de pesca. Cuando simplemente estábamos juntos…echo de menos

la excitación de oír su camión al parar en la puerta cada noche. Echo de menos el sentarnos y

simplemente mirar tele juntos. Echo de menos cuando entraba y me daba un beso y un abrazo

antes de irse a trabajar cada mañana. Eso siempre me pareció una manera estupenda de empezar

el día. Maldita sea, realmente echo de menos a papá.

Lo más significativo de la experiencia infantil de Karina es el hecho de que cuando tenía 10 años su

padre se fue de la casa y, más tarde, sus padres se divorciaron. En la segunda sesión Karina

describió este periodo de su vida.

Karina ¡Él fue el que no se presentó en dos años! (enfadada).

Jorge Parece que esto te hace estar realmente enfada. Me pregunto si es algo que le podrías

decir – simplemente lo enfadada que estás con él. ¿Le has dicho eso alguna vez? ¿Qué te

abandonó y no apareció en dos años?

Karina No. Porque él diría simplemente que mamá no le dejaba vernos (a Karina y su hermano

pequeño). ¿Cómo lo sabemos? Pero, si fueran mis hijos, yo lucharía como una fiera para verlos. No

había ninguna orden judicial diciendo que no podía vernos. Tuvo muchas oportunidades para

conseguirnos – tantas como mamá – y, sin embargo, entró y dijo: “Renuncio a la custodia”.

Cuando sus padres se divorciaron, Karina siguió viviendo con su madre.

Durante los años de la enseñanza media, su madre se convirtió en ciega legalmente y, por tanto,

Karina asumió la responsabilidad del cuidado de su madre y su hermano pequeño. A causa de la

inversión de roles de cuidado, a la larga Karina llegó a ver a su madre como incapaz de darle amor

y apoyo. Cuando se le preguntó por sus sentimientos actuales hacia su madre, Karina dijo:

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Me gustaría tener una madre que me quisiera y me cuidara (con tristeza). Con la que pudiera

hablar… que me hiciera sentir como una hija especial…En lo más profundo de mí sé que realmente

la quiero, pero mis sentimientos inmediatos son casi de odio.

La evaluación de la relación de Karina con su padre en aquellos momentos se revela en el siguiente

extracto de una sesión.

Karina

Si yo le llamara ahora y le dijera que necesito alguien con quien hablar, él diría: “Ahora no.

Tengo otra cosa que hacer”. Siempre ha sido así. Intentamos reunirnos para un cumpleaños. No lo

hicimos. Dijo que era porque su esposa estaba en el hospital. No envió una postal, ni llamó, nada.

Debe parecer como si tuviera dos años.

Jorge Yo no creo que parezca que tienes dos años.

Karina Yo le envío a él postales para Navidad y para el Día del Padre.

Jorge ¿No llama para decir que las ha recibido?

Karina No. (pausa) Lo que me pone furiosa es que lo quiero tanto, pero le odio. Siento como si de

algún modo hubiera apego, pero no sé por qué. Entonces, después de pensar en todos los años

que han pasado y que yo he perdido (con él), ¿cómo podría jamás compensarlo? Incluso si me

matara esta noche, ¿qué diría él? “¡Oh! Simplemente estaba confusa por algo” ¿Iría siquiera al

funeral? Me han dicho que no iría a mi boda, así que ¿por qué iba a ir a mi funeral?

Jorge ¿Quién te dijo que no iría a tu boda?

Karina Ellen (su esposa). No es justo que yo lo quiera tanto y lo eche tanto de menos cuanto a él

no le interesa. Intenta excusarse…Si importara a alguno de mis padres todo sería diferente.

En un poema que Karina escribió y compartió con Jorge, subyace su ansia de amor y apoyo de sus

padres:

Un simple Te Quiero

Me siento aquí mientras las lágrimas empiezan a caer,

Preguntándome porqué nuestra familia tuvo que desmoronarse.

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No hay abrazos por la mañana ni un te quiero,

Simplemente una llamada rara vez y una o dos postales de Navidad.

Sueño con oír a mi padre decir:

“Ven hija mía y siéntate en mis rodillas”

O dar un paseo con mi madre,

Y tener un corazón cálido y una cálida conversación.

Mi padre en el cielo me ha dado una familia cristiana tan querida,

Que me da amor y apoyo e incluso una lágrima.

Pero yo daría todas las riquezas, e incluso más también,

Para oír a mamá y a papá decir simplemente: “Te quiero”.

La Sesión de la Sexta y Séptima Semana: Relación con los demás:

La persona que dio apoyo emocional a Karina durante sus primeros años fue su abuela, a quien

ella afectuosamente llama “Nana”. Sin embargo, esta relación tan estrecha se acabó cuando la

abuela murió en la época de la enseñanza media de Karina. Karina escribe a menudo de su abuela

en su diario:

Nana, si estuvieras aquí las cosas irían bien. Necesito que me abraces y me digas que me quieres y

que todo va bien. Hoy he pensado mucho en el tiempo que pasamos juntas. Dios, cómo la echo de

menos. Sé que nunca volverá a haber tiempos como aquéllos y eso me duele. Creo que eres la

única persona que realmente me ha querido y ahora no estás. Tus abrazos, tus charlas y,

especialmente, tus historias. ¿Por qué tuvo Dios que apartarte de mí? No es justo. Te necesito. Yo

nunca te engañaría. Tu siempre veías dentro de mí y sabías que hacer.

Es importante observar que los cambios significativos en la vida de Karina durante los años de

enseñanza media – la muerte de Nana y las responsabilidades añadidas del cuidado de su madre y

su hermano pequeño – culminaron en su primera experiencia de asesoramiento psicológico.

Otra persona importante en la vida de Karina es un muchacho al que nos referiremos como Oscar.

Karina le conoció durante su primer año de Universidad. Hasta el momento en que Karina fue

remetida para asesoramiento psicológico, ella y Oscar se habían estado viendo durante varios

meses. Durante este periodo de tiempo, Karina desarrolló fuertes sentimientos de amor hacia

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Oscar y posteriormente empezó a imaginar la posibilidad de casarse. En un apunte de su diario,

Karina escribió:

Tengo que expresarle mis sentimientos antes de que esto me destroce y destroce mis

pensamientos y sentimientos hacia él. No los puedo perder (sentimientos), son todo lo que tengo,

son lo que necesito. Son además lo que quiero. Me estoy volviendo más consciente y segura de

esto. Si él no siente los mismo por mí estoy acabada… No puedo imaginar mi futuro sin él. Más

que importarme simplemente, le quiero. Me pregunto si lo sabe.

Antes de que Karina tuviera la oportunidad de expresar a Oscar la profundidad de sus

sentimientos, él anunció sus intenciones de hacerse sacerdote. En sesión, Karina describió su

respuesta a esta revelación:

Karina Maldición. Todo se ha acabado. Oscar y yo quedamos y hablamos. Acabamos discutiendo.

No puedo aceptar que se vaya a hacer sacerdote en este momento. Es tan malditamente injusto.

¿Qué pasa con nosotros? ¿Qué hay de cómo me siento yo? Dios se llevó a “Nana” y ahora se lleva

a Oscar. A veces me pregunto porque tengo religión. ¿Por qué creer en ella? Me está arruinando

todo. Está convirtiendo mi vida en un infierno. Dios, no es justo. Yo soy la que tiene que sufrir y

llorar. ¿Por qué ha tenido que tomar esta decisión ahora? ¿O por qué no me dijo nada antes? ¿No

era justo que yo lo supiera? Estoy tan dolida y enfadada.

Jorge ¿Enfadada con Oscar?

Karina Más con Dios. No es justo.

Parece que fue este cambio en la relación lo que precipitó la depresión más reciente de Karina y su

ideación suicida.