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Los Códices Aztecas son libros escritos en el periodo pre-Colombino y durante la época colonial, que proporcionan las mejores fuentes primarias sobre su cultura. Al igual que los Códices Aztecas, estos difieren de los producidos en Europa en que son fundamentalmente pictóricos sobre todo los pre-Colombinos. Los producidos ya en época de la colonización española contienen además de pictogramas, Náhuatl (lenguaje Azut echa), castellano y ocasionalmente Latín. Los códices mayas se elaboraban sobre piel de venado y en papel amate, confeccionado con las fibras vegetales del árbol. Es más bien un soporte textil que de papel. Se elaboraban a mano y los tintes eran vegetales. Tienen forma rectangular, se doblan como un acordeón y son de tamaño pequeño. Esto nos da a entender que eran de uso individual.

Aztecas y Mayas

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AZTECAS Y MAYAS

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Los Códices Aztecas

son libros escritos en el periodo pre-Colombino y durante la época colonial, que proporcionan las mejores fuentes primarias sobre su cultura. Al igual que los Códices Aztecas, estos difieren de los producidos en Europa en que son fundamentalmente pictóricos sobre todo los pre-Colombinos. Los producidos ya en época de la colonización española contienen además de pictogramas, Náhuatl (lenguaje Azut echa), castellano y ocasionalmente Latín.

Los códices mayas se elaboraban sobre piel de venado y en papel amate, confeccionado con las fibras vegetales del árbol. Es más bien un soporte textil que de papel. Se elaboraban a mano y los tintes eran vegetales. Tienen forma rectangular, se doblan como un acordeón y son de tamaño pequeño. Esto nos da a entender que eran de uso individual.

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Codex Borbónicas

es un manuscrito escrito por sacerdotes aztecas poco antes de la conquista española de México. Se conserva en la Biblioteca de la Asamblea Nacional en París y en 2004 Maarten Jensen y Gabina Aurora Pérez Jiménez propusieron el cambio de nombre a Codex Cihuacoatl (Diosa Azteca)

El Códice está lejos de ser lo que conocemos en el mundo occidental, ya que está formado por una sola hoja de “papel Amate" (papel usado en la época pre-Hispánica) de 14,2 metros de largo que en principio estuvo doblado en forma de acordeón de 40 páginas, motivo por el cual se han perdido las dos primeras y las dos últimas del Códice. Como el resto de escritos Aztecas pre-Colombinos, era totalmente pictórico en su origen aunque posteriormente se añadieron algunas descripciones en castellano.

Daturina Codex

Puede decirse que la Tira de la peregrinación o Codex Botrino es el manuscrito pictográfico por excelencia del grupo de códices aztecas. Es el documento más temprano de la migración azteca que se posee y de hecho, su versión histórica fue la más utilizada a lo largo de los siglos XVI y XVII. El documento se halla reproducido en grandes dimensiones en el patio central del Museo de Antropología de la Ciudad de México y proyecto la imagen de que la nación mexicana se identifica con los mexica y su historia que se encuentra condensada en la tira. En principio se estableció la fecha en que fue realizada entre 1530 y 1541 pero además, también sabemos que ésta era copia de un documento anterior hoy desaparecido y que se conoce como “Códice X".

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Codex Mendoza

Fue creado unos 20 años después de la conquista de México con la intención de que fuese visto por el emperador Carlos V. Contiene un historial de los gobernantes aztecas y sus conquistas, una lista de tributos pagados por los conquistados y una descripción de la vida diaria de los Aztecas mediante los pictogramas tradicionales con explicaciones y comentarios en castellano. La flota que lo debía transportar a España fue atacada por piratas franceses y el Codex fue a parar a Francia, donde pasó a manos del cosmógrafo del Rey Enrique II de Francia, André Thévet. Su nombre aparece en cinco lugares diferentes del Códice, dos de ellas con la fecha de 1553. Posteriormente, fue vendida por 20 francos al escritor inglés educado en Oxford, Richard Hakluyt. En 1616 pasaría a Samuel Purchase, luego a su hijo y por último a John Selden. Finalmente en 1659 sería depositado a la muerte de Sedlen en la Universidad de Oxford donde permaneció olvidado hasta 1831 que fue redescubierto llamando pronto la atención de los eruditos.

Códice Florentino

es una obra del siglo XVI. Se trata de un estudio llevado a cabo por el padre franciscano Bernardino de Sahagún. El título original era «La Historia Universal de las Cosas de Nueva España» pero tras un error de traducción pasó a ser la «Historia general de las cosas de Nueva España». Se conoce como Codex Florentinus o Códice Florentino llamado así porque se conserva en la Biblioteca Medicea Laurenciana de Florencia. Se trata de una copia que envió Sahagún a Roma con el padre Jacobo de Testera para que fuera entregada al papa Pio V en 1580.

Frente al afán destructor por parte de personajes como Fray Juan de Zumárraga que ordenó la total destrucción de los símbolos aztecas, surgieron actitudes de rescate y conservación de lo que constituía el legado de la cultura nahua. Estas actitudes formaron dos frentes, por un lado los propios nativos de lengua náhuatl, deseosos de no perder su propia memoria; por otros algunos religiosos interesados en conocer el pensamiento y las antiguas tradiciones indígenas.

Entre estos religiosos se encuentra Fray Benardino de Sahagún que motivado por la destrucción de los libros se preocupó por el recogimiento de toda la información anterior con fines muy concretos: conocer la religión antigua, registrar los logros culturales de los nahuas y elaborar un acervo escrito que sirviera como base de un futuro vocabulario.

Codex Magliabechiano

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Este códice fue creado a mediados del siglo XVI. Se llama así al más representativo de un conjunto de códices conocidos como el Grupo Magliabechiano, que incluye entre otros al Codex Tudela y al Codex Ixtlilxochitl. Formado por 92 páginas es casi un glosario de elementos religiosos y cosmológicos: Deidades, ritos religiosos indígenas, costumbres y creencias religiosas.

Codex Cozcatzin: es un manuscrito de 18 hojas (36 páginas) de papel que data de 1572, aunque la fecha no se sabe con total certeza y pudo haber sido escrito algunos años después. En su mayoría pictórico, tiene descripciones en castellano y náhuatl. El nombre del Códice se debe a Don Juan Luis Cozcatzin, quien aparece en el Códice como «alcalde ordinario de esta ciudad de México». Actualmente se conserva en la Biblioteca Nacional Francesa en París.

Codex Usuna: conjunto de siete documentos separados y creados en 1565 como evidencia contra el gobierno de Luis de Velasco (1563-1566) por parte de Jerónimo Valderrama. En este Códice los líderes indígenas reclaman la falta de pago de diversos bienes y servicios para distintos trabajos realizados por su pueblo, incluyendo la construcción y el servicio doméstico. El códice fue originalmente sólo pictórico. Descripciones y detalles náhuatl fueron introducidos en los documentos durante su examen por las autoridades españolas, y así se añadió una traducción del español del náhuatl.

MAYAS:

El término literatura maya puede llegar a ser muy controvertido debido a la confusión que puede llegar a generar el definir lo maya. Considerando que literatura maya es aquella que fue escrita en una lengua maya por un indígena maya con conceptos fundamentalmente mayas.1 No se abarcan sólo los textos coloniales considerados tradicionalmente como literatura maya, sino también los textos contemporáneos escritos en lengua maya por gente de dicho pueblo.

POPOL VUH" (o "Libro del Indígena Quiché")

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Tal vez es la obra maya más grande y el documento conocido más importante sobre la religión maya. El Popol Vuh refleja la cultura quiché de las tierras altas de Guatemala. Dicho texto sagrado es similar a otros libros religiosos y a otros textos mitológicos de diversas religiones (por ejemplo, la Biblia y mitología griega).

El Popol Vuh contiene numerosas narraciones (mitos, ritos y figuras esotéricas) que forman una unidad religiosa en su conjunto. Nos revelan la manera de concebir el mundo, los dioses y la vida de los mayas. El Popol Vuh es la historia maya de la creación en la que se describe cómo los dioses formaron la tierra a partir del caos y crearon la luz y la vida. Después crearon al hombre del maíz para que fuera el guardián del universo. Hasta hoy, los mayas todavía consideran a la tierra como sagrada y el maíz aún es la base de su alimentación.

La obra está dividida temáticamente en tres grandes secciones: la primera relata los primeros orígenes del mundo; la segunda, las hazañas míticas de las dos parejas de gemelos y los orígenes de los hombres modernos y de la civilización del maíz; y la tercera, la historia legendaria de los quichés, terminando con una lista de reyes que abarca hasta 1550.

En la mitología maya contenida en el Popol Vuh destaca el episodio de los héroes gemelos y su descenso al reino de ultratumba. Se piensa que este mito es una recopilación de muchos mitos mayas y, como a tal, tiene un significado mucho más profundo que la historia que él implica. Cuenta los ideales del maya antiguo y sus creencias.

CHILAM BALAM

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Los Códices sagrados del Chilam Balam son un conjunto de varios libros que narran el modo de vivir de los mayas, antes y después de la conquista. Tal como han llegado hasta nosotros, estos libros contienen abundante información sobre la vida en el Yucatán colonial. Tangencialmente, se nota el influjo del medio en que fueron escritos: la cultura española. En lo básico, dejan constancia de las tradiciones religiosas y mitológicas de los mayas. Asimismo, es de gran importancia la "cuenta de los katunes", pues trata sobre los principales sucesos de la historia, vistos conforme al concepto maya del tiempo cíclico.

Aparte del Popol Vuh quiché perteneciente a las tierras altas de Guatemala, los libros del Chilam Balam son otro gran compendio de LA PRIMITIVA mitología maya procedente de las tierras bajas de la Península de Yucatán. También fue traducido al latín en el periodo colonial. Éste toma su nombre del sacerdote-gobernante maya Chilam Balam, que profetizó la llegada de los españoles. Existen varias versiones. Las más famosas son la de Tizimin, la de Chumayel…, que toman el nombre de la ciudad de la que proceden.

Cada libro del Chilam Balam lo guardaba el jefe, sabio o sacerdote de un pueblo o grupo. Para lograr su rápida identificación, al libro se le añadía el nombre de ese grupo. De ahí que tengamos, por ejemplo, un Chilam Balam de Chumayel. Además de éste han sobrevivido los de Maní, Tizimín, Laua, Ixil y Tusik.

Al conjunto de estas obras se lo conoce bajo el título de "Los Libros del Chilam Balam". La mayor parte de los textos son de índole mística; otros, contienen síntesis de relaciones de hechos, aunque también con un sentido indudablemente religioso; otros, son cronologías extremadamente sintéticas llamadas "Serie de los Katunes"; y hay también fórmulas simbólicas de iniciación religiosa. La última parte del manuscrito consiste, principalmente, en la transcripción de las profecías atribuidas al sacerdote Chilam Balam y a otros.

Códices Mayas, o libros de nuestros ancestros, son bibliotecas que significan conocimientos y sucesos de la cultura maya, que ahora sirven para entenderla.

Dicen que todo lo que el hombre ha creado, el hombre puede descubrirlo, lo difícil es saber cuánto tardará en hacerlo. Esto ha sucedido con la escritura maya, la cual fue plasmada en códices hace miles de años y hasta ahora aún no se conoce del todo su significado, porque, como dice el arqueólogo y epigrafista Oswaldo Chinchilla, "la información es inagotable".

Esos manuscritos son las escrituras que dejaron los mayas, de los cuales se conocen tres:

De Madrid

De París

De Dresde

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Son llamados así por las ciudades en donde se encuentran, aunque existe un cuarto que es el Grolier, el cual se le llama así por el Club Grolier de la Ciudad de Nueva York, donde se exhibió por primera vez, aunque se tiene la duda si es original, por lo que algunos especialistas lo rechazan por considerar que es una mentira de alguien que lo hizo en la época moderna", comenta Horacio Enrique Martínez, arqueólogo.

Los códices fueron escritos en papiro en forma de biombo. Martínez explica que no sólo fueron éstos, sino hubo varios manuscritos; pero después de la llegada de los conquistadores, el fraile Diego de Landa quemó muchos de ellos por considerar su origen como diabólico, tenía que bordar todo lo malo, porque obstaculizaba la introducción de la fe cristiana; sólo tres se salvaron. Años después se dio cuenta del error que había cometido al destruir una parte importante de la historia maya, trató de corregir el daño al escribir un libro con los relatos de los indígenas.

"Los códices que perduran contienen información religiosa, ciclos de la lluvia, astrología, pero no se sabe si los que se perdieron contenían más datos" indica el arqueólogo.

En estos libros los sacerdotes describían los acontecimientos de aquel entonces, y "son como libros de historia de nuestros antepasados", dice el coordinador de cursos de idiomas mayas de la Academia de Lenguas Mayas.

Los tres códices contienen información religiosa, augurios, pronósticos para determinadas fechas, siempre en relación con figuras de dioses, prescripciones para ciertas fiestas como las de Año Nuevo, rituales, tablas de eclipses, astronomía relacionada con planetas, en especial de Venus.

En el códice de Dresde, por ejemplo, se detalla todo el ciclo de este planeta y el de Marte.

En el de Madrid, llamado también Tro-Cortesiano, porque estaba en manos de Juan de Tro, se supone que fue llevado a España por Hernán Cortés, consta de dos largas tiras de papel de corteza, descubiertas en Madrid y en Extremadura. Ahora están en el <museo de América en la capital española, se indica en el libro Códice Tro-Cortesiano, siendo el más extenso de los tres existentes, y es más un almanaque adivinatorio que permite conocer los días propicios para actividades domo la caza y agricultura. Además se presentan varios dioses, pero destacan las extrañas representaciones de unos seres sobrenaturales con rasgos de negritud en la piel, uno de ellos es Ek Chuah, Señor del Cacao y de los mercaderes.

Erick Thompson, estudioso de esta cultura y quien elaboró el gran vocabulario maya, dice que el dibujo del Tro-Cortesiano es apresurado, de representaciones iconográficas crudas y despreocupadas.

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En Guatemala, este manuscrito fue traducido al k'iche' por Federico Fashen. Existe un proyecto para hacer lo mismo con los otros dos, "porque en la actualidad es difícil su acceso para ser leídos por la mayoría de guatemaltecos", asegura Manuel Raxulew.

Más de un escribiente intervinieron en la realización de cada códice y, "quienes los elaboraron estaban dedicados a eso, eran especialistas en el ramo, adquirían destreza, narrando un poco de la historia maya", según cuenta el arqueólogo Martínez.

En el Código de Dresde se han distinguido hasta ocho autores en su preparación, y la diferencia en los signos puede ser por las regiones en donde se elaboró y no por diferencias cronológicas, el cual, según la arqueóloga Putzeys, se distingue porque tiene muchas figuras de dioses y por la exquisitez de sus dibujos. Es reconocido como el más antiguo, descubierto en el Siglo XVIII, mientras los otros dos en el siglo XIX.

Del Códice de París o Peresiano, nombre que según dicen se le dio por haber sido encontrado envuelto en un pliego de papel que tenía escrito el apellido Pérez, sólo se localizó un fragmento en malas condiciones. Aún así, contiene partes que pueden ser leídas. "Tiene una sección especial que no aparece en los otros códices, como un zodiaco que representa una serie de constelaciones e información relacionada con ellas”.

Estos manuscritos quizá nunca regresen a su lugar de origen, por eso el Ministerio de Cultura y Deportes expuso en el año 2007, en el Museo Nacional de Arqueología y Etnología, un facsímil del Tro-cortesiano donado por el Ministerio de Cultura de España por la conmemoración del quinto centenario del Descubrimiento del Nuevo Mundo.

Los Códices describen diversas ceremonias y artes mayas de carácter mágico, y aunque no todos sus jeroglíficos han sido descifrando, la importancia de los mismos es comprender muchos aspectos de la cultura maya, por lo que aún queda mucho por descubrir