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Recuerdos de una época
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Cuarentones
No sé qué extraña combinación de factores se ha de dar
para qué se produzca una explosión de natalidad tal como
la que nos llevó a la vida a los que nacimos en el año 1973.
Pero se dio. Tengo la sensación de que siempre hemos sido
muchos para todo. No es casualidad. Crecimos
ejemplificando masificaciones escolares, clases a reventar
que, supongo, no reunían las condiciones ideales para el
aprendizaje académico. Pero entre esos tumultos creo que
la mayoría también aprendimos, a la fuerza y por pura
supervivencia, a sabernos únicos entre los demás, a buscar
a nuestros afines, tolerando al que no lo era. Soy de los
que piensan que cualquier tiempo pasado fue peor, que los
días que vendrán nos han de hacer mejores (y lo seremos
para pesar de unos pocos). Pero cuando revuelvo en la
memoria, siempre brilla con una luz especial, la época del
instituto. Pocas veces en la vida se debe dar la
combinación risueña de edad, ilusión, ganas de
experimentar y hormonas saltarinas que tiñen de mágico y
perdurable todo aquello. La prueba, que un montón de años
después, en la frontera de los cuarenta, unos cuantos
majaderos (tenía que poner esta palabra como homenaje a
Luisa) tengan la ilusión y las ganas de dejar sus arreos
domésticos por unas horas y repasar sus viejas y nuevas
quimeras de compartir y hacer perdurar buenos
momentos.
Cosas de la época
Pensé en esta canción en vez de un escrito xD Te vale? Es
muy de la época.
Dónde estabas entonces cuando tanto te necesité?
Nadie es mejor que nadie pero tu creíste vencer.
Si lloré ante tu puerta de nada sirvió.
Barras de bar, vertederos de amor...
Os enseñé mi trocito peor.
Retales de mi vida,
fotos a contraluz
Me siento hoy como un halcón
herido por las flechas de la incertidumbre.
Me corto el pelo una y otra vez.
Me quiero defender.
Dame mi alma y déjame en paz.
Quiero intentar no volver a caer.
Pequeñas tretas para continuar en la brecha.
Me siento hoy como un halcón
llamado a las filas de la insurrección
José Manuel Valverde
¿Qué tengo que escribir 4 líneas sobre mi paso por el instituto?. La verdad es
que las anécdotas y recuerdos se recuerdan mejor en grupo, pero ahí van
algunas:
Lo primero que recuerdo es nuestra inocencia de 1º, 1º A concretamente.
Habíamos salido de uno de los coles más represores que seguro que había
entonces en Barcelona y “pam”, ahora éramos los peques del insti. Pero la mitad
de la clase éramos los mismos de EGB. Parecíamos todos muy buenos y
empezábamos a mirar hacía arriba por aquellos pasillos en los que debíamos
pasar varios años de nuestra vida.
Pasó primero, empezamos a coger el truquillo del insti, y sí, ¡llegó segundo!.
Subimos al piso de arriba. ¡Alerta!. Ver todo desde arriba ya es otra cosa…
conoces a mucha más gente. Abres el grupo, hay otra gente fuera de los de toda
la vida y…. Empiezan las fiestas… castañada, navidad… La navidad de segundo
creo que ha sido la borrachera más divertida de mi vida. Recuerdo el cava
Dubois con ceniza, las xibecas, y volver a insti desde la plaza que hay detrás de
donde ahora está el Lidl, haciendo boyos “humanos” de unas veinte personas por
la acera…y después claro la resaca, lloros (no míos) … “que si mira que me ha
hecho, lo que me ha dicho”… todo muy divertido.
Recuerdo también a muchos profes, y sobre todo el trabajo del Roca. Aún a día
de hoy paso por algún sitio que me hace recordar aquel trabajo. Recuerdo las
noches delante de la máquina de escribir, y escuchando de fondo algún cassete
de alguna de las rubias de los 80, véase..Madonna, EightWonder, Kiliie Minogue…
También el trabajo de las Granjas por Olot con la Antonia, la Gema y la Inma, y
aquello de dejarnos tirados en grupos y preguntar a los payeses de la zona…
En tercero ya como expertos, empezar a preparar el viaje de fin de curso… que
fuerte… las fiestas de discotecas. Artículo 26, Ozono y Estudio 54. Jo! La de
tiempo que ha pasado. Escribiendo esto me estoy sintiendo antiguo.
El viaje a Valencia, por no sé muy bien por que y de cómo una noche que
decidimos romper Valencia, acabamos pidiendo una café con leche con el Eliseo,
la Gema y la Alicia (no sé si alguien más). Y sobretodo el viaje de vuelta y la
paellita en Gandia y el vino tinto peleón que nos pusieron (preguntar por Eliseo y
Alicia y la playa de Gandia).
El viaje de tercero, en fin… genial. Faltasteis algunos…eh!, recuerdo
especialmente la bronca que me cayó (injustamente) en el albergue de
Amsterdam y de cómo el conserje me sacó a la calle a altas horas de la noche y
no se qué narices me dijo durante un rato. Y la vuelta! Seguro que algún otro la
cuenta mejor que yo.
Llegó COU y como me había gustado mucho decidí repetir. En fin!, al final
fueron cinco años que seguro que han marcado el resto de mi vida. Mi
supernotas de todos los años y mi superselectividad hicieron que durante unos
años estuve dando vueltas y acabando en FP para poder ir a la universidad… es
decir que al final estuve cinco años “paná”. Bueno! Para que nos reencontrásemos
unos años después y hacer este escrito.
Narciso Santiago
Flash back
Recuerdo mi tiempo en el instituto como el salto en caída
libre de los mundos de Yupi (EGB) al mundo de los adultos.
El cambio más evidente fue pasar de los chicles y las
regalices a los pitis y las birras.
Aprendí lo que un suspenso significaba pero también que la
palabra campana era polisémica y que ambas solían ir
cogidas de la mano.
Hice colegas para toda la vida y otros que recordaré sin
rencores para toda la vida.
Que momentos aquellos en que las tias se enamoraban del
chico menos indicado y verlas llorar por las esquinas en
todas las fiestas después de un par de copas. Pero para
festin, y a diario, eran los bocadillos grasientos de tortilla
de patata que nos preparaba Alfredo por 120 ptas y que
iban subiendo un duro por año.
En cuanto a los profesores les doy las gracias por la
paciencia y dedicación que pusieron con todos nosotros y
que nos perdonen por los motes que desde el “cariño” les
pusimos “la gorda” “la camello” “el costra” “el pelusa”…
En fin esa caída libre hizo que hiciéramos alguna locura
que otra, que nos equivocáramos y acertáramos sin
saberlo, que riéramos y nos despreocupáramos de todo
por no saber dónde íbamos a caer, pero sobretodo que
maduráramos y que pusiéramos los pies en tierra
Eliseo Milla
Marcos Díaz
Generación del 73
Que puedo decir, como puedo empezar. Hace tanto tiempo de
todo aquello, pero no hay día que no me acuerde de aquellos
maravillosos años. ¡¡¡ Llamarme nostálgica¡¡¡.
Mi experiencia personal está llena de buenos y malos momentos,
aunque yo sólo me quedo con los buenos. Conocí a muchas
personas, de las cuales algunas me aportaron momentos
entrañables y otras no tanto (amigos que luego no fueron tan
amigos, profesores que te condicionan, etc.), pero aún así mis
recuerdos son buenos. Cometí muchos errores, pero de ellos he
aprendido.
Por eso quiero aprovechar para pedir perdón a todas aquellas
personas que por mi actitud y mi forma de ser pude hacerles
daño. Nunca fue mi intención, únicamente que fui inmadura y
egoísta. Sé que a muchos les fallé en algún momento, como otros
me fallaron a mí, pero supimos perdonar y olvidar, y ahora
seguimos siendo amigos. Aquellos que por destino de la vida no
seguí teniendo contacto, espero que no me tengan presente mis
errores y me puedan dar una nueva oportunidad.
Uy ¡qué me estoy poniendo muy sentimental¡
Conclusión, os llevo en mi corazón, y un deseo, seguir
manteniendo el contacto con todos vosotros.
Os quiero.
Inma Martín Vela
La caja: recuerdos de adolescencia.
Hace unos años en unos momentos de tristeza y añoranza de un ser
querido, mi madre me recordó algo que tenía muy olvidado en lo más
profundo de mi mente: una caja de recuerdos de mi adolescencia. Uf,
mi primera reacción fue no querer abrirla, demasiado duro volverse a
enfrentar a algo que había luchado por olvidar… pero como estaba
elaborando un duelo, pensé que no me vendría de aquí… Cuando abrí la
caja, me sorprendí gratamente, me di cuenta que quizás no había sido
mi adolescencia tan distinta de la de los demás. Con sueños y
complejos, con euforias y tristezas, con amores y desamores.
Ay, si, el amor…, por la literatura, por las amigas, y los chicos, cuantos
amores platónicos y otros más cercanos pero igual de inalcanzables,
qué anhelo y angustia pensar en qué opinión tendría de mi tal o cual
chico… la verdad es que como a cualquier adolescente, la opinión sobre
mi persona, especialmente de mis amigas era de vital importancia…
ahora como en muchos casos, sólo son recuerdos de una adolescente,
miedosa, soñadora, enamoradiza e inocente.
Después de revisar esa caja pensé que quizás no había para tanto, me
hizo gracia ver qué había salvado de mis recuerdos, curiosamente no
eran los mejores, pero también tuvieron mucha importancia: fotos
de carné de mis amigas, de un chico especial, una entrada a una
discoteca, a un concierto, un dibujo, una poesía…
Si pienso en el instituto me vienen a la mente un buen equipo de
profesores, algunos ocupan un buen espacio en mi corazón: Luisa
Francisco, Raquel Triviño, Joan Roca, Maribel Manau… supongo que
cada uno/a tendrá sus “preferidos” de ellos aprendí mucho, dentro y
fuera del aula. Les estoy profundamente agradecida.
No es por casualidad que años más tarde me dedique a la observación,
escucha, comprensión y ayuda de adolescentes, se en primera
persona que no es fácil esta etapa…
Tocando los cuarenta me veo muy distinta pero una esencia de mi quedó
en esa caja…
Mi deseo para un futuro es muy difícil de concretar tengo muchos
sueños que cumplir pero como imagino que debe ser en relación al
encuentro con los y las amigas del Instituto lo concretaré en la
importancia de la amistad y el apoyo que nos podamos seguir dando el
resto de nuestras vidas! Las amigas de toda una vida.
Marta Pérez Serafín
“MIS RECUERDOS Y YO”
Bueno, aquí estoy sentada delante de mi ordenador sin saber
que escribir, esto de la edad está afectando a mi memoria, de
hecho nunca la tuve, parezco Dori (Nemo), es increíble cuando
os escucho recordar anécdotas, yo estaba? O como dice Esther,
estudiamos juntas?.
Recuerdo los nervios del primer día, las novatadas nos tenían un
poco a la perspectiva, pero bueno, pasado este trance todo lo
que recuerdo es que no estuvo tan mal, iniciaba una nueva etapa,
compañeros nuevos, no demasiados, la mayoría ya éramos
conocidos… . Comenzaron las clases y con ellas las primeras
fiestas, la primera la “Castanyada”, no recuerdo exactamente
pero seguro que algo más de alcohol bebimos de la cuenta. Luego
llegaron los trabajos, Roca nos hizo recorrer la ciudad, buenos
ratos pasamos, muchas risas y algún que otro susto, cosas para
el recuerdo, (bueno para quien los tenga… yo muy dispersa).
Llegaron también excursiones, algo inédito para nosotras… jeje,
y los viajes, que aunque en un principio eran culturales nosotros
los hacíamos fiesteros, lo mejor de todo las noches, aunque
tampoco me acuerdo de mucho.
Y así fueron pasando los cursos y con ellos los años, y aunque
repetí segundo el contacto seguía, incluso me escape al viaje a
Montpelier… Q tiempo tan feliz… donde la única preocupación
era como te peinabas ese día o si te maquillabas o no…. Y así a
rasgos generales porque no me acuerdo de minucias, el paso por
el instituto estuvo lleno de buenos compañeros en ese tramo de
viaje y con los que aún seguimos viajando.
Y Gemaaaaa por dios que no escribo más que no sé qué poner,
dices tú que cuando lo leamos pasados unos años nos reiremos…
no me acordaré de que lo escribí…
Aaaaah, el deseo.. Que se me olvidaba… que sigamos tan
guapos, tan divinos, tan buena gente y que por supuesto sigamos
en contacto y estas cenas se repitan a menudo (aunque sin más
escritos por favor…)
Antonia Seguro Fernández
.
Habría que hacer un tercer grado a esa cabina para que nos contara todas las
historias que escuchó …
Recuerdos de mi Adolescencia
Que maravillosos años aquellos de mi primera juventud, de mi
adolescencia, que con sólo 15 a 18 años sólo pensaba en divertirme, en
salir con mis amigas e ir de fiesta y discoteca, y en los chicos (los
primeros amores de juventud). Aún así, aunque pensara en pasármelo
bien, no dejaba de lado mis estudios que eran muy importantes para
mí. Yo vivía sin preocupaciones, no como ahora.
Recuerdo con mucho cariño y un poco de añoranza los viajes y
excursiones que hice con los compañeros/as de Instituto: a Madrid,
Montpellier, Tarragona,… y sobre todo el Gran Viaje de Fin de Curso
de 3º de B.U.P a Paris y a Ámsterdam. Qué bien que nos lo pasamos,
¿verdad?, tuvimos nuestras anécdotas.
Recuerdo también con cariño los trabajos de las asignaturas que
hacíamos juntas: un viaje por Barcelona (famoso trabajo de Joan
Roca), el Quadrat d’Or (que vimos a Magi de Falcon Crest y nos
hicimos una foto con ella). Qué bien que nos lo pasábamos haciendo
estos trabajos juntas caminando por Barcelona, y teniendo nuestras
anécdotas como el susto en el Cementerio de Poble Nou, ¿os acordáis?
Y qué bellos recuerdos también nuestras salidas a la discoteca,
sobretodo la del domingo por la tarde en Barçalles. Yo deseando
siempre que tiraran la espuma y nos mojaran con agua. Vestida con mis
pantalones cortos y mi top (madre mía, como podía, que vergüenza)
Y como no, también recuerdo mi primer contacto con el alcohol y sus
consecuencias jejeje. Las fiestas que hacíamos en el Instituto de la
Castanyada y otras, y luego nos íbamos a la Cuallado con la bebida a
seguir con la fiesta. ¡Ay, qué recuerdos!
Y que bien nos lo pasábamos también en las celebraciones de nuestros
cumples…
¡Ah! Y que emocionante era leer junto con mis amigas la revista Vale y
el Superpop (coleccionando los posters de mis cantantes y grupos
favoritos como Hombres G, Rick Astley, George Michael, Modern
Talking….)
Bueno, pues sí, para mi fueron unos maravillosos años de mi vida que
jamás podré olvidar. Siempre los tendré en mi mente y los mantendré
en mi corazón con mucho cariño y amor.
Finalmente desear de todo corazón que tengamos todas/todos mucha
Salud y larga Vida, y que nuestra amistad dure para toda nuestra vida.
Sonia Obiol Peña
Recuerdos
Bueno, Gema espero que aprecies el esfuerzo de escribir éstas
sensaciones, sentimientos no sé pero te voy a matar por ponerme a
hacer deberes a mi edad …… en fin.
Érase una vez aijjjjjjj no. Once upon a time aijjjjjj tampoco.
Hace ya unos añitos, tampoco voy a decir cuántos porque todas sabemos
cuántos hace, iniciamos una andadura llamada instituto de la cual
nuestra queridísima amiga intrépida pretende que escriba algo de lo que
prácticamente mi mente no se acuerda de nada….os he dicho que creo
que voy a padecer de alzheimer….creo que sí.
En fin como iba escribiendo tengo varias sensaciones y algún otro
recuerdo como el primer día, como no, el día de las novatadas donde fui
premiada con un suculento huevo después de estar corriendo de un lado
para otro.
De los profes tengo un vago recuerdo, pero eso sí tengo que decir que
me enamoré de unas manos y pensareis…de unas manos, pues sí me
encantaban las manos del Subirana.
También recuerdo con cariño esas clases de griego que parecían clases
particulares, por cierto no sé si alguna de vosotras venía a esas clases
reducidas. Pero el mejor recuerdo es pensar el tiempo que pasamos
juntas haciendo esos trabajos interminables del Roca como el del
recorrido por Barcelona o la jornada que montamos con charlas sobre el
racismo, nos metía en cada berenjenal….
Para acabar sigo manteniendo que lo mejor de todo es estar haciendo
esto, que Gema nos ponga deberes, que nos reúna, que monte fiestas a
las que no tengo muchas ocasiones de ir (por mi vida anti-social) pero
eso es lo bonito, que después de esta pila de años nos sigamos
reuniendo de vez en cuando con algún pretexto.
Tengo que deciros chicas que mi vida no habría sido la misma sin
vosotras, os quiero. Un beso.
P.D. Espero que para los 50 no lo pongas tan difícil …joiaaaaaaaaaaa
Ester Buceta Cañaveras
Todavía recuerdo el primer día de instituto. Dejaba atrás Parchís y descubría a
los Hombres G, dejaba a Lily en el fondo del puf y devoraba las páginas del
. Pasaba de ver a Diana de V comiendo ratones, a Brenda
luciendo palmito. Y yo, cambiaba de look, de melena lisa a rizos imposibles
suspendidos en las enormes hombreras del jersey . Y
con semejante pinta y hecha un saco de nervios me adentré en aquel pasillo de
ladrillo que me llevaba a un recóndito lugar: EL AULA 1A. Y allí estabais
vosotr@s con una pinta no muy diferente a la mía. Los “profes” también eran
protagonistas de esta historia: Onofre, Luisa, María Antonia, la Manau, el Roca.
Estos personajes rotaban durante la mañana al son del timbre. Mientras ellos
seguían su guión, nosotr@s seguíamos el nuestro de alumn@s con las hormonas
revolucionadas. Seguro que os acordáis de aquellas fiestas en el sótano. De
aquellas cogorzas con Dubois . De la Semana Cultural en la que acabamos
bailando sirtaki en el patio. Y de aquel trabajo que tanto nos hizo sudar, “el
trabajo del Roca”, por el que nos paseamos por toda Barcelona, pero qué bien
que nos lo pasamos. O aquellas incursiones en la naturaleza, en la Vall d’en Bas,
en la que tomamos contacto muy íntimo con las vacas.
Del viaje de fin de curso al que llegamos a Paris, después de haber pasado toda
la noche sin dormir, a ritmo de Depeche Mode. Menuda cara me quedó tras una
dieta exclusiva de gofres. Tuvimos la aparición estelar de Cantorné como
la última noche. Y aquella visita al Museo d’Orsay que tenía un banco la
mar de interesante, más que cualquiera de la obras expuestas.
De la cama redonda en la Pensión El Rincón y de nuestra escapada nocturna por
Valencia, después de una sesión fotográfica digna de un calendario.
¡Qué tiempos aquellos! Y ahora nos plantamos con 40 y miramos hacia atrás con
nostalgia, pero en una cosa creo que tod@s coincidiremos y es que fueron unos
de las mejores años de nuestra vida. Y en los tiempos que corren, en que todo es
efímero, tengo la suerte que nuestra amistad perdura.
Alicia Latorre Baldellou
Mi Paraíso
Todo empezó con la emoción de un día de novatadas, de las que
tuve la suerte de librarme, siguió con un proyecto educativo
peculiar del que me encanta haber formado parte y lo mejor las
personitas que por allí intentábamos encontrar nuestro sitio.
Como en la canción del anuncio de colonia “Chispas”, en el
instituto tuve mi primer amor, pasé por algunas modas difíciles
desde las hombreras hasta los tupés, reí, lloré, suspendí,
aprobé, fui a mi primera fiesta, mi primera manifestación (creo
que era en apoyo al pueblo de Nicaragua ¡toma ya!), mi primer
cigarrillo incluso “biológico”, mi primera cerveza, uff y por
suerte creo que la única vez en mi vida que he bebido el gran
DUBOIS… empezaban las fiestas en el garaje o en el bar de
Alfredo y acabábamos repartidos entre el Tranvía y el
Extremeño … la verdad es que me lo pasé en grande, quería
vivirlo todo intensamente y no me quería perder nada así que
académicamente no fui excelente pero hice un buen máster en
conocer a gente genial.
Me vienen a la memoria muchas fiestas pero el gran Pedrito
aportando 20 botellas de Dubois para la fiesta de Navidad de
2º con las que acabamos literalmente por los suelos es
inolvidable. Pero también recuerdo los buenos momentos
haciendo los trabajos del Roca o en la EATP de Astronomía con
Quique Linés y sus excursiones al Tibidabo para ver las
estrellas y constelaciones.
De los profesores que tuve sin duda mis preferidos eran Luisa y
Onofre, sentía pasión por ellos, me encantaba escucharlos y me
hicieron adorar la literatura.
Fueron los mejores años de mi vida, de los que guardo muchos
recuerdos, pero lo mejor sois vosotros.
Mi deseo: suelo decir “virgencita virgencita que me quede como
estoy” pero ojalá seamos Hijos Pródigos de un grupo que un día
existió y podamos añadir más anécdotas, fiestas y buenos
momentos a estas líneas. Contar conmigo para lo que queráis, jjj
Gema García Márquez
Fiestas de la época…(ups lo siento, no guardé ningún ticket de moscatel de la
Castanyada)
En este instituto los profesores también se apuntaban a las fiestas, y para
muestra un ejemplo (Roca, Carmelo y Onofre)
Fiesta –Cabaret- aquí se entregaron los premios a las mejores películas hechas en
la EATP de nuestra época…
Barçalles, la discoteca de moda
…
……pero faltan las de Bóveda, Begood, Dixi, Pentágono,…
A grandes rasgos esto ha sido el resumen de nuestro paso por el instituto. Quiero
daros las gracias de corazón a todos por ayudarme a hacer realidad este pequeño
homenaje a aquellos “Maravillosos Años” en los que todos formamos parte y
gracias al estilo tan personal y peculiar de enseñanza que en el Institut Barri Besós
se impartió nos ayudó a formarnos como personas.
Espero que este reencuentro sea el primero de muchos…
.