Baliero Ediciones FADU

7/25/2019 Baliero Ediciones FADU

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D DU F ~ c u t a d de A r ~ u i t e c t u r a

r D seno

y

Urbanrsmo

UN VERS

D D

E BUENOS RES

Primera Edicin

febrero de

2006

ISBN :950-29-0900-3

de

todas las

ediciones de

la Facultad

de

Arquitectura. Diseo y Urbanismo de la Universidad

de Buenos

Aires. -

Hecho el

depsito que establece

la

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11723.

Todos los derechos reservados de acuerdo a la

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La reproduccin total o parcial de este libro

cualquiera

sea la forma. idntica o modificada

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Preimpresin

e impresin

Brapack S A Zinny 1685 Buenos Aires

EDICIN

BALIERO

DIRECTOR

arq.

Berardo

Dujovne

C

ON

SEJO

ED

I

TORIAL

arq.

Carlos

Lebrero

arq. Jorge lribarne

TEXTOS

arq. Horacio Baliero

COORDINADORA EDITORIAL

arq. Ada Daitch

COORDINADOR

DE

DISEO

arq. Roberto Garca Balza

D

IS

EO GRFICO

dg. Agustina Le-rones

dg

.

Paula

Martn

DIAGRAM AC IN

dg. Belisa Tantone

TAPA

arq. Roberto Garca Balza


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UTORID DESDE L F DU

DEC NO

arq. Berard o Dujovne

VICEDEC NO

arq. Guillermo Gonzlez

Ruiz

SECRET R

GENER L

secreta

rio

arq . Vctor Bossero

SECRET R

C DMIC

secretario arq. Jorge lribarne

SEC RET R DE EXTENSIN UNIVERSIT RI

Y BIENEST R ESTUDI NTIL

sec retario arq . Carlos Lebrero

SECRET R DE EXTENSIN UNIVERSIT RI

Y REL CIO NES INSTITUCION LES

secretario arq. Norberto DAndrea

SECRET R OPER TIV

secretario arq. Roberto Giacn

SEC RET RI DE INVESTIG CIN

N CIENCI Y TCNIC

creta r o arq.

Jav er

Fernndez Castro

CONSEJO

DIRECTIVO

CL USTRO DE PROFESORES

T

itu

lar

es

arq. Guillermo Gonzlez Ruiz

arq. Javier Snchez Gmez

arq. Carlos Gil Casazza

arq. Carlos Terzoni

arq. Horacio Wainhaus

arq. Martn Marcos

arq. Alberto Petrina

arq. Jime Sorn

Suplentes

arq. Reinaldo

Leiro

Alonso

arq. Hernn Nttoli

arq . Carlos Lebrero

arq. Rafael Salama

arq . Liliana Calzn

arq. Eduardo Maestripieri

arq. Roberto Amette

arq. Jorge Cortias

CL USTRO

DE

GR DU DOS

Titulares

arq. Daniel Silberfaden

arq. Silvia Blanco

arq. Jorge Sorhanet

arq. Ins Schmidt

arq. Laura Polti

arq. Andrs Petrillo

arq. Matas

Gigli

arq. Beatriz Pedro

CL USTRO DE

ESTUDI NTES

T

it

ul

res

Adriana

Alza

Alejandro Rath

Nicol

s

Nucifora

Valeria

Leguizamn

Lucas

Giono

Gabriel Trebino

Luis Allocati

Mariana Pittaluga


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Agradecemos la gentileza y compromiso de quienes participaron en la

produccin de esta publicacin: arq. Mariano Clusellas arq. Nicols

Katzenstein

Lic

Alejandro Leveratto arq. Nestor Otero arq. Daniel

Rizzo; a

la

empresa Ferrum-Fv y a

la

Direccin de Archivos de

Arquitectura a

la

Biblioteca allnsituto de Arte Americano de

la

FADU


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B LIERO

\

1

not.o

\ 1q l l l l 11 l 11

, \ l t1Pi l l t l

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a

casa

Casi toda mi vida transcurri en Buenos Aires, en pleno centro, salvo dos aos de

mi niez que pas en San Isidro. Primero vivimos en la calle Rodrguez Pea y

Juncal, despus en Juncal y Anchorena, y de ah cruzamos la avenida General Paz.

Mi to y mi mam llamaron al arquitecto Vilar' para hacer la casa de San Isidro, que

quedaba entre la Quinta Pueyrredn y

el

Club Atltico San Isidro; ahora la casa est

prolijamente estropeada. Era una tpica casa de Vilar, sin compromisos, sin conside-

rar los deseos de los clientes: "quiero esto y aquello". A m me encantaba: el living

separado del comedor con puertas corredizas embutidas en la pared, los muebles

eran hermosos y no faltaba el hogar de leos, y la cocina con

un

ventanal al oeste a

travs del cual las ltimas luces del invierno baaban los azulejos, las mesadas y los

muretes totalmente blancos.

Mi to tena unas pinturas fantsticas. Era

un

gordo sibarita,

muy

progresista. Los

sbados me traa fiambres exquisitos. Tena una mquina de cortar fiambres que

dejaba en casa; la pona sobre la mesa y me deca: "Tens que

probar

esto". Sus

amigos me traan de La Pars", tocinitos del cielo, que eran mi pasin. Me mima-

ban que daba miedo.

os curas

Curs medio quinto grado y

todo

sexto grado en

el

colegio

Don

Bosco,

el

nico

lugar donde me aceptaron a mitad de ao.

Era

una escuela muy grande, a la que iba

en bicicleta porque quedaba en la otra punta de San Isidro.

No hizo ms que provocarme odio hacia los curas; ya a esa edad no quera ni pisar

una iglesia. En cierta forma, aquella fue una buena experiencia. Aunque los curas

no queran ni verme: siempre me recriminaban por mi mala conducta, pero si haba

un concurso de verbos o problemas, yo les ganaba a todos en el colegio Tambin

en los concursos de tiro que

se

organizaban como par te de las actividades depor ti-

vas. Venan los "milicos", que con los curas se llevan tan bien, y organizaban con-

cursos. Tirbamos con rifle de balas, ya sea con blanco mvil o fijo, en

el

suelo o

con una rodilla en tierra.

Yo

tena mucha prctica,

porque

tiraba con ese tipo de

rifle a menudo en

el

campo de mis primos, en Balcarce, adonde iba siempre.

Si bien no me echaron del colegio durante la primaria, no me aceptaron

en

la

~ t r u n d ; t r i ; t


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UALilHO

12

nota 2 3

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a secund ri

Finalmente ingres al colegio Sarmiento, en la calle Libertad, porque nos habamos

mudado de nuevo

al

centro. Me echaron en tercer ao -los celadores y profesores

eran muy "fachos"- pero me inscrib en

el

turno de la tarde, que tena otro rector,

y pude terminar los cinco aos de secundaria sin problemas.

Vocacin

Sal del Sarmiento y entr en

la

Escuela de Arquitectura, que dependa de la

Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de

la

Universidad de Buenos Aires. La

Escuela se convirti en_facuitad de Arg_tJi ectura y U r h a n i s _ l l _ ~ m i n t r ~ s ~

cursando la carrera. Estaba en

la

esquina de las calles Per y Moreno, frente

al

bar

Quefa-r.-----

En esa poca haba que rendir exmenes de ingreso de matemticas, dibujo y fsica.

Haba cursos preparatorios para los exmenes a los que no asist. Lo nico que hice

fue hablar con Manuel Sadovsky, para que me explicara aquello que ms me costaba.

Este encuentro despert en m una pasin extraordinaria por las matemticas, me

volv un fantico.

En

el contexto de la Facultad, yo era

un

genio. Hctor Ottonel lo' y Luis Mara

Igartua', profesores de anlisis matemtico de primer y segundo ao respectivamente,

me calificaron con sobresaliente felicitado

-y

los dos eran matemticos serios-.

Conservo hasta ahora el amor por las matemticas y la fsica. No me pidan que

resuelva un integral o una derivada, porque no s por dnde empezar, aunque antes

los haca como mquina, pero los conceptos los tengo clarsimos gracias a la intensa

prctica de ese entonces. El concepto claro te lleva a organizar pensamientos claros.

Esa formacin me dio una gran capacidad de anlisis,

si

no hubiera amado las

matemticas, no la tendra. Cuando pienso, cu'ando trabajo, en obra, cuando corrijo

o veo proyectos de concursos, siempre estoy usaD_d()

lQQQ ga, geometra,

matemticas. En un segundo me doy cuenta de que algo no

escorrecmgeomtrica

y

1 b p o t - g ~ ~ t e .

Las respuestas ms simples son las que funcionan mejor.

Se puede tener facilidad para ciertas cosas, pero cuando esa facilidad est enfocada

en una disciplina, es realmente til, si no,

es

talento perdido.


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d lo largo de mis otras obras,

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yo

. Si tuamos el li -

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pl.111lil superior para tener bu e-

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de go lf , porqu e los

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go

l fi stas, entraban por

la

Las obra s

planta baja, se cambiaban y suban al li -

ving . Tena

la

estructura

de la

cubierta de

madera a

la

vista, justamente

en

el lugar

pblico de

la casa

y no como, en general,

sucede en casas de dos plantas

con

el li-

ving abajo y los dormitorios arriba, donde

una losa plana cubre el living. Por otro

lado, como el terreno era ms bien exiguo,

el hecho

de

tener

dos

plantas, obviamente

permita un mejor aprovechamiento de ste .

Planta baja planta alta

23


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arera uido

programa vivienda colectiva

ubi cacin Capital Federal

construido 2500

m

autores Grupo

OAM

En

un

determinado lote de Buenos Aires.

con un entorno ya estructurado, como era

el caso de los departamentos y locales

comerciales de la calle Parera y Guido con

una cierta entonacin en color y propor-

ciones

ya

existentes,

lo

que hice fue

respetar esos datos para que la obra pro-

puesta s asentara all con naturalidad.

El uso del ladrillo, adems de las razones

consabidas de mantenimiento, color y

duracin, contribuy con una nota de

serenidad constructiva y cromtica.

La construccin con ladrillo, adems de per-

mitir el modelado y modulado de

la

fachada,

parece otorgarle al edificio

un

carcter ms

neutro, como de segundo plano.


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26

asa astro Valds

progr m vivienda

soci do

arq C Crdova

ubic cin

Barrancas de San Isidro

Provincia de

Buenos Aires

construido

5

m

A Castro Valds

le

haba hecho unas ofici-

nas en el centro, luego compr un terreno

en San Isidro

y

me

pidi

que le hiciera una

casa. El terreno era fantstico, en la ba-

rranca hasta el

ro

ubicado al lado de

la

bajada de los Tres Ombes, donde el gordo

Fasulo hizo el corto de Cortzar.


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32

ementerio Parque Mar del Plata

programa cementerio

asociado arq .

C.

Crdova

ubicacin Mar del Plata,

rov incia de Buenos Aires

construido 28

hectreas

fotografa

m r

K


32/156

araucarias. Sobre la explanada se colocaron.

como

indica el

plano general, jacarandaes.

,

La intencin fue formar un grupo monu-

mental, sin grandilocuencias, que fuese el

centro del cementerio. Este

s

realiz

alrededor de

la

playa con

la

explanada, que

forma

lo

construido horizontalmente, y

con el techo para homenajes.

El crematorio y el Panten Municipal s

componen con los otros elementos

co

nstruidos, pero tambin s funden con el

entorno natural mediante sus taludes de

csped o plantas.

l

o torgo

y baja

pored de los servicios

t lll11d le, PI liitldl 1'11 fcJIIT1tl muy d1ferente a

111

1 111'

1111111 f111 1111 111 1111111l' dt lo ,

VII'

IO'

11 llllllll1 ll11 du

)11il liln 1

l III' VIId o

'

Croquis

enterratorios siguen las lneas de igual co-

ta y forman con sus terrazas un paisaje con

algo de los cultivos incas o los arrozales en

zonas de colinas.

La

eleccin de los rboles

s

esquemtica.

pero obedece a una idea definida.

La

inten-

c

in

de monumentalidad vegetal'' dada por

las grandes lneas de araucarias que por

su estructura crean una gran masa lineal y

verde en

la

altura y

no

forman una pantalla

contra los fondos

de

otros tonos iluminados

por el sol. Hay tambin unas faJaS ms

vaporosas, violetas y amarillas de los

jacarandaes

de la

explanada y las acacias

frente a los vela torios. Alrededor del estan-

qp y < 11

el

pequeo c.1n d6n que se form a.

'oi' l ldlli t lll111 u lll1 1 , 1 , ,, rnlitH i f l ,,, l i r

o

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Las obras


34/156

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y

prunus roJOS contra

el verde

claro de

los

.duces Los

grupos de

rboles

en la zona

rrrs baja

que

la

explanada,

la de los ente

rr

.ltorros, son

de un

mismo tipo

de rbol

1

grupo, plantados

muy

cerca para

for

rrr,rr

masas del tipo de las plantaciones de

l11 ,

vrveros, con

l g u n o ~

ejemplares

l l l ' l l ' l lnes que dan contraste

en

verano

o se

Ir. rrr.parentan contra la red de ramas en

rrrvrtrrlo.

Estos

grupos son de

betula alba

[

rl11dull con

sus troncos blancos,

de

robles

v lri[urti:Jmbar, con sus

hojas cobre

y roJas

1rr 11llltJO, y

de lamos

plateados, por

su

,,,11 y < ~ t r a c i n frente al

viento. Los

.rrrrrr '' y

senderos tienen tambin arbus-

111. d1 11


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Las

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d r;-.,.bci,.

Es

una

obra saltea, tiene algo del Per.

Siendo una obra innegablemente moderna,

recrea temas tradicionales, el balcn

.

limeo, el tramado y la ventana, el muro

encalado sobre el cimiento de piedra.

El materi.21

ms sencillo para su construc

_cin era piedra. En la zona,

no

haba bue

nas fbricas de baldosas. Entonces se me

ocurri que la piedra estaba tan a mano,

tan cerca, la piedra natural.

Encontr una piedra de veinte

por

treinta cen

tmetros y

de algo

ms

de un

metro

de

altura

que

estaba enterrada un

poco,

fue el

final de

la escalera, irregular. as como estaba.

l

cor te

sobre el recinto dettcmplo con es

Ccl l>rlilrfa

formn el

CJII1f CI'O lptililtlllld

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c.aao etc 1r c.ano

ftL/

Las ejabas de Espaa y Portugal tienen ese

balcn en un segundo

nivel

para las

mujeres, son simples sin ningn ornato,

todo blanco. la madera constructiva, muy

austera.

La llegada de la escalera arriba. desde el

espacio de entrada que es un espacio

social con bar y todo, tiene una vista

muy

especial.

En planta estn, el muro entero del frente y

la s medianeras. No quera que hubiera

cuartitos ni espacios pegados.

Como

es cir

culable

,POr

mucha gente, porque alrededor

hay

una biblioteca y otras actividades:

cmo pons

un

prisma con aristas por

clondC ln gente circula?

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In qtH

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lo11ndo 1 11

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B LIERO


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Country SHA

Sociedad Hebraica Argentina

programa vivienda temporaria

; asociados arq. C. Crdova

- arq. M. R. Aisenson

arq. R. Tomasdv

arq. E. Mil sztjen

ubicacin Pilar Provincia

de

Buenos Aires

construido

100

hectreas

En 1966 tenamos mucho trabajo . Viajaba a

Espaa una o dos veces por mes ocupado

en el proyecto para licitar el Colegio Mayor

co

n J. Feduch i en Madrid. Aqu terminaba

la obra del Cementerio Parque de

ar

del

Plata el Barrio Rufino Inda el edificio d.e la

calle Demara

en

la Capital el Centro

Sefarad en Salta. Una tarde vinieron al

estudio los tres Aisenson Jos Mario y

Roberto junto a Rubn Tomasov para invi

tarnos a una preseleccin de antecedentes

para realizar luego el Concurso de Ideas

para el Planeamiento del Camping

Country SHA en los terrenos de cien hec

treas en Pilar. Aceptamos.

En junio de ese ao

de

doscientos partici

pantes en la preseleccin quedaron diez

equipos seleccionados entre ellos el

nuestro: los tres Aisenson R. Tomasov

E.

Milsztejn y C. Crdova.

Nos pusimos a trabajar sabiendo con quin

competamos que

no

eran nios de pecho.

Algunos que recuerdo eran Aizemberg con

la otra mitad

de OAM

Frans Chiquita

Polledo los Urbis con Juanito Kurchan

Ugarte Bacigalupo y el

re

sto de ellos Paco

Garca Vzquez y equipo Odilia Surez co n

Sarrailh Jujo Solsona con Fina Santos

Javier y Florita Aslan y Ezcurra con

Lorenzo. Jorge Ferrari Hardoy solo y otros

equipos que no recuerdo.

En

septiembre ent regamos el anteproyecto

con todas esas fieras

de

contrincantes y un

jurado de primera.

Las ob

ras


46/156

En diciembre del mismo ao en una fiesta

importante

en

la sede de Sarmiento se

entregaron los premios. Ganamos el primer

premio que con sista en dinero y la obra.

El segundo premi

o

fue para la otra m itad

de OAM , el tercer premio lo ganaron

lo

s

Astan con Lorenzo y la nica mencin fue

para Solsona

y

su equipo .

Una

gran alegra,

brindis y manos a la obra . En esa reunin

el presidente del SHA trasmiti pbli ca-

mente la decisin de comen z

r

la obra y

llevarla a cabo con la mxima celeridad . Se

co

menzaron los trabajos rpidamente con

la

cons

tr

uccin

de

la c

an

cha de go

lf co

mo

generatriz del emprend imiento que fue di -

seada por un es pecia li stn, 1 uth r 1 Koont

,, qllll ll

rrlii

JIllno., rrll rqr p

Conjunto de viviendas

LIERO


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48

Fachadas del conjunto

de

viviendas

Se hicieron enormes movimientos de tierra

saneamiento total del campo rectificacin

de

cursos

de

agua plantaciones.

parqu izacin relevamiento de distintas

zonas de

la

totalidad del emprendimiento

para emplazar futuras obras sociales

de

deportes vivienda esparcimiento; se deter-

mi naron previsiones t cn

ic

as para

desages electricidad provisin

de ag

u

a

t illllil10 i, nslil\1011ilr111f l110 o,

1 1

Trabajamos intensamente

y

fuimos ha ciendo

imero

la

cancha

de

golf

la

fores

ta

cin

y

parquizacin senderos peatonales

can

chas

vestuarios . caminos plazas

de

juegos

zona

arbolada para el camping ncleos sanita-

rios el complejo natatorio el quincho el

conjunto de viviendas como el Shemesh

y

el

Vivacs entre

ot

r

as

cosas. Trabajamos desde

1966

hasta 1

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Piletas quincho Country SHA

Sociedad Hebraica Argentina

progr m country

asociado s

arq

. C. Crdova

arq .

E.

Milsztejn

arq . A. Casares Ocampo

u icaci

n

Pilar Provincia de

uenos

Aires

con str uido

2

hectreas

Cuando construamos las piletas y la

am-

pliacin de los vestuarios. fue evidente que

era imprescindible un lugar para comer

cerca. porque el restaurante y otros servi-

cios todava no estaban hechos. Pens en

un lugar abierto porque las piletas se usan

en verano y entonces imagin un lugar

como

un

corral de ovejas muros de piedra

para separar el exterior piso de piedra

igual que

la s piletas y techo de fibrocemen-

to con estructura de hierro.

Construimos

la

cocina los baos pblicos

y para el personal depsitos

cmaras

y

heladeras para guardar

la

comida .

El restaurante surgi de

la

necesidad de

tener un servicio de pileta y pertenece

for-

malmente a la pileta . Se hizo rpido. a

pesar del tamao.

El techo

de

fibrocemento y la estructura

metlica es muy grande el clculo no fue

hecho por un estructura lista y

lo

dise

con

un

magnfico catlogo de tubos y per-

files de hierro que daba

la

seccin

la

capa-

cidad portante y el peso. Usaba habitual-

mente ese maravilloso cat

logo para

disear sillas mesas y todos los muebles

que hice con estructura metlica que

fueron muchos. Lo conservaba desde cuar-

to

ao de

la

facultad y

hoy

desgraciada-

mente lo he perdido.


62/156

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sariamente se orientaba

en

forma principal

al este y al oeste. Por estas razones ubi-

camos los armarios al frente

de

los dormito-

rios, a

fin

de obtener profundidad

en

las aber-

turas y

la

posibilidad de instalar acondicio-

nadores de aire sin perforar las fachadas.

Las razones eran funcionales, pero, obvia-

mente utilizadas con fines estticos.

Tambin las aberturas

en

los ngulos

de

los lugares

de

estar permiten una doble

orientacin y le asignan a esos espacios

una configuracin poco habitual

en

propie-

dad horizontal.

Las cocinas

de

las unidades tienen medi-

das generosas,

en

relacin con las habi-

tuales.

Pen

samos

qu

e estos lugares son

quiz los l lf11 r o

'11 lo1 o; v1vienda s comunes

cl oncl

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B LIERO

;

en

una escala portentosa.

si

pensamos que

comprob que se trataba de un terreno ho-


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.

\

prcticamente, entre el

t mbor

y la cpula

de

la Baslica. cabe

el

edificio Kavanagh.

Sin embargo, la impresionante luminosidad

interior

disipa toda impresin abrumadora.

Herrera, el arquitecto de Felipe

11

. ubic las

casas del squito

de la

corte

en

uno

de

los

bordes, para que todo sea visto a travs del

recorrido.

En

otro lado, un gigantesco estan-

que. El resto es la montaa que sube y el

pueblo.

Con el entorno se gener

la

manera de ver y

recorrer el

ed

ificio. Algo as ocurre

en la

Al-

hambra, donde el orden y la absoluta sime-

tra del Patio de los Leone

s

del Saln de los

Embajadores,

de

las columnatas, las gale-

r:s y las fuentes, no

se

descubren nunca

por el eje medio, como

lo

hubiera compuesto

un arquitecto

de

inspiracin francesa.

La Alhambra se revela en lo inesperado.

Veinte das all diez das aqu

Ganado

el

concurso, el premio era construir

la obra en Madrid, as que transcurrieron

cerca de dos aos

en

los que

iba

y vena,

veinte das all, diez das

en Buenos Aires.

El proyecto

se

hizo ms grande, porque l

comenz r

se descubrieron una serie

de

si-

tuaciones del terreno que favorecan el

cambio. No tena sentido hacer lo previsto.

Se decidi

ir

aterrizando, cada tanto cajas

de nivel, excavar y apoyar directamente.

Se

hicieron pruebas, ses perforaciones en el

lug r en el

que estaban las bases, y se

mogneo, por lo que co menz la obra. En-

tonces

me mud

a Madrid .

Espaa viva el final del tiempo de Franco y

el rgimen

se

haca ms blando y permisivo.

De

todos modos. era un asco, aunque menos

represivo que el de los militares argentinos.

En

Madrid dibuj la casa Soko de Vil la De-

voto. Enviaba los planos a Buenos Aires. y

durante la obra viaj dos o tres veces. En

ese tiempo termin mos el Cementerio de

Mar del Plata e hicimos la obra

del

country

de

la Sociedad Hebraica Argentina, el edifi-

cio de la calle Demara, el de la Avenida Las

Heras y Montevideo, y el Templo Sefarad de

la

provincia de Salta, entre otros proyectos.


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olegio Mayor

Nuestra Seora de Lujn


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programa

designacin

ubicacin

localidad

anteproyecto

construccin

autores

residencia de estudiantes

Colegio

Mayor

Nuestra Seora de Lujn

Ciudad Universitaria

Madrid - Espaa

1er premio de concurso 1964

1968/1970

arq. H. Saliera

arq. C.

Crdova

colab. anteproyecto arq. V Sossero

arq.

J

M.

Martm

colab. proyecto definitivo

arq. E. Milsztejn

arq. A. Gonzlez

directores de obra arq . H. Saliera.

arq. C. Crdova

arq.

J.

Feduchi.

constructora

comitente

sup . del terreno

sup. ocupada

su p. cubierta

sist. constructivo

sist. de contratacin

arq. J Garca Vela

Entrecanales y Tavora

S.A.

Madrid

Ministerio

de Cu

ltura y Educacin

de

la

Repblica Argentina,

Direccin Nacional de Arquitectura

Educacional

7.500

m

2.

500

m

5.

500

m

tradicional

ajuste alzado


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B LIERO


117/156

118

arriba se resolvi

con

las mismas solucio

nes porque las situaciones eran las mismas.

Seis o siete detalles determinan

la

obra.

En

general un buen proyecto se resuelve

sim-

plemente.

Los pisos fueron hechos

con

baldosas

de

un

gres marrn oscuro magnfico casi vi

trificado

de un

espesor como el

de

los la

drillos refractarios prensados

de

casi cua

tro centmetros. Por eso hoy estn como el

da en

que los pusimos o

m jor

.

En

los dormitorios puse linleo holands

color azul verdoso y las cortinas y los cubre

camas del

mismo

color si bien desde afue-

ra se

ven

blan cas porque son

de

una doble

tela refractaria que

no

filtra un gramo

de

luz

ni de

calor.

Para que no tuvieran que romper los ladrillos

al hacer las instalaciones complementarias

dise

una

banda

de

madera de aproxi

madamente quince centmetros que forma

ba

una

con salientes. Por ah llevamos

el cao

de

luz con cortes para los enchufes.

Al mismo tiempo de ah se cuelgan la mesa

de

luz los escritorios y

la

luz

de

los escrito

rios. Ante cualquier problema

se

levanta

la

tapa

de

madera y se saca

de

modo que no

hay

que romper nada para arreglar.

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.

En el proyecto

del

concurso los

dormitorios

eran para cuatro per

so

nas, pero se parad

os

por el bao evitamos que quedara como un

cuartel. Eran dos espacios para do s camas

cada uno con lugares de estudio, por eso

las ventanas se hicieron finita s y largas,

tambin dos por ca da

dormitorio. Fue la

nica modificacin

en

obra

de

los planos

del concurso.

Cuando se hizo una excavacin total desde

el nivel de acceso para abajo, aprovech

para ilumin r cenitalmente ciertos lugares

con techos

de

vidrio.

La

entrada, baja como

una trinchera, dio un lug r de mucho uso

para exposiciones y eventos. El auditorio

fue un regalo de la excavacin. Si pudiera

mostr r los planos de obra, se vera que no

hay un solo eje de replanteo marcado, pues

no existieron.

Las lneas curvas del edificio, por ms

desplazamiento que tuvieran, posean su

centro geomtrico. Para replantearlas, se

hizo una plataforma de hormign, donde se

plant, con eje en ese centro, un teodolito

para 360 y se

fue dividiendo cada

Luego, mur ron un eje en la plataforma

de hormign y usando alambres de sec-

cin especial que no

se

deforman, de

ochenta metros de largo, enganchados al

eje, se comenz el replanteo .

Enhebradas en el alambre haba unas

piezas metlicas con la punta hacia abajo,

con las que se marcaban los lugares que

indicaba el plano. Donde caa la punta se

cliJvaba una estaca

de

hierro y ese era el

eje de columna. Reciba el

nmero

de la

columna

de

acuerdo con el plano y como

.las

co

lumn s

se co

nstruan

co

n moldes

pr

efa bri ca do s, cada treinta

ce

ntmetros se

agregaba

un

modulito.

La

s rm dur s

venan preparadas del taller, soldadas, li s

tas para co locar

en

el inserto de la base.

La

s

ba

ses eran prefabricada s,

sa

l

vo

las

grandes de arriba. Se encajaban las bases

y se soldaban los hierros de las columnas.

Despus los muros de

l drillos iban a los

ejes de las columnas y

se

levantaban las

columnas hasta el

perfil

de las vigas, que

eran invertidas para contener el espesor

de

la cubierta catalana.

Las columnas eran de veinte por veinte,

veinticinco por veinticinco y treinta por

treinta centmetros. Haban he cho el c lcu

lo en Buenos Aires y no modificamo s nada,


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LOS COMIENZOS

L S OBR S


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M DRID

DICE BUCHO . El paisaje y el proyecto

.

La

escala

. La ms maldita de las maldiciones

. El oficio

. Ms con menos

. Funcin o pragm.atismo

. Vocacin por la economa de medios

. Los modelos

.

La

ribera podra ser un Palermo

. La vista o la orientacin?

. Globalizacin

. La Arquitectura

y la representacin social

.

El

compromiso social

. La enseanza

. Hacer Arquitectura

. Los palotes

. Por qu la escala

. El trabajo creativo

.

La

pasin

. Estructuras por telfono

.

Mile

s

avis

Chet Baker

.

e

cerca

.

e

lo necesario

.

La

arquitectura

y

las reglas

. Dibujando

. La historia s in fin

. Del Konex de platino

o mejor y lo

pNH

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IIII IJ

135


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136

l p is je y

l

proyecto

El pabelln argentino en Madrid el Ce-

menterio Parque de Mar del Plata el reor-

denamiento paisajstico de Laguna de los

Padres y el ltimo concurso de

Neuqun

tienen una lnea a la que llamara interven-

ciones de gran escala sobre el paisaje o el

territorio:

Por

un lado estas obras semejan ser el re-

sultado de una actitud marcadamente ar-

tstica pero

por

otro son respuestas a

exi

-

gencias crudamente pragmticas.

El terreno en

Madrid

era casi

una hoya

que se modific y complet en su forma

agregando y quitando tierra lo que

a su vez result til para c

ortar

vistas a

edificios

muy

feos en las cercanas.

e accede

al

edificio

por la

mitad de

la al

-

tura del mismo decisin que de acuerdo

con

las

pendientes del terreno resultaba

ms natural adems de tener

la

ventaja del

ahorro de ascensores evitando subir o ba-

jar

por

escaleras dos pisos arriba o abajo.

El Cementerio Parque de Mar del Plata

muy

inspirado en arrozales est prctica-

mente proyectado sobre las curvas de nivel

existentes.

u

acceso principal se ubica en

una altura media con respecto de

las

altu-

ras totales del lugar la mitad del terreno

sube y la otra mitad baja.

Las grandes formas blancas y curvas de

los distintos edificios

lO

buscan ms

que reforzar y

pon

er en va

lor

los datos


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B LIERO

mismo sucede con los clientes, cuando no

se recuerda cmo son y cules sus costum

bres, no hay arquitectura.

Es como si un pintor se lamentara de

acobardamiento frente a la figura del

asesor o el tcnico -siempre muidos

de su bagaje de datos y nmeros - que

hace mucho ms difcil disear.


136/156

138

que la mezcla de azul con amarillo lo

lleve a encontrarse sorpresivamente

con el color verde, cuando precisamen

te eso forma par te esencial de la prcti

ca de su disciplina.

En otras palabras, pintura, pincel, esptula,

tela barnices, solvente, leo, y aquellas co

mnmente llamadas tcnicas de ejecu

cin en las que no puede dejar de pensar

se

son parte intrnseca e integral de

la

obra.

U na viga de hormign armado puede

necesitar una cierta altura en funcin del

clculo,

pero

puede exigir una altura

distinta a los efectos de transformarse

en parte integral de una determinada

obra, y

es por

esta razn

un

problema

especfico de arquitectura.

L oficio

Los oficios del construir bien deben y

pueden aprenderse no

slo recurriendo

a libros, sino a otras fuentes del saber:

herreros, carpinteros y albailes.

De

esta manera aprend a dibujar muebles

con viejos artesanos de la casa Comte,

hoy desaparecida. Esos viejos artesanos

y operarios, que tenan orgullo de su

oficio, fueron t.ambin mis maestros.

Desde ya que

no

se aprende

el

oficio

en la Facultad. Existe, adems, cierto

A pesar de que, a primera vista, las li

mitaciones son cada vez mayores y el

espacio que resta para la arquitectura

parece cada vez menor, los mrgenes

de libertad son todava grandes. Este

margen

es

producto directo de la segu

ridad de lo que

uno

pretende hacer y

de la que da un oficio, especialmente si

se proyecta de una manera tal que im

pida ser anonadado

por

toda

la

para

fernalia tcnica en boga, la mayora de

las veces harto innecesaria.

s con menos

Aunque no soy sereno, valoro la sere

nidad cuando se habla en trminos de

arquitectura. Esta

nocin

puede dar a

las obras un tono de sobriedad ms

que de parquedad porque la experien

cia acumulada

con

los aos debe hacer

descartar las cosas intiles y dejar

aquellas que verdaderamente se consi

deran esenciales.

Al utilizar pocos elementos, estos cobran

potencia por s mismos, y lo que aqu in

teresa

es

que, cuando

se

hace algo, aun

que los elementos sean escasos, se hace

con lo que se tiene.

Mis trabajos tienen en cmn la inten

cin de ser sintticos y consid ero que a

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lo largo de los aos, esta sntesis est ms

lograda. Entiendo

por

sntesis hacer ms

con menos, como dijo Mies, de quien

-sin

ninguna adhesin formal explcita

Dice Bucho

por proyecto simplemente un esquema

de planta.

En las primeras ideas est la imagen de

la

obra, lo cual implica, innegablemente,


138/156

creo ser un ignoto y fiel discpulo.

He

buscado este ideal, dentro de mis

posibilidades, reduciendo

al

mximo

los materiales visibles de una obra y

eliminando, cada vez ms, todo lo que

resulta anecdtico, aquello que, como

detalle,

perturba la

percepcin del

to

tal y cobra, as,

una

importancia ex

presiva que no responde a su funcin.

1

uncin o pr gm tismo

No

deseo profesar una arquitectura

gesticulante, posicin que no significa,

de ninguna manera, negar el destino de

cada obra.

Me interesa que un colegio tenga aspec

to de colegio y que una casa particular

parezca una casa particular.

Por

eso no

acepto la superposicin o imposicin de

un

estilo o, lo que es igual, del formalis

mo de un tema. Creo que las funciones

inspiran las formas.

Estas palabras pueden producir escalo

fros, pero slo si se piensa en funciones

. . .

muy pnmanas y se megan enormes con-

tenidos culturales como exigencias fun

cionales. Las mismas tcnicas constructi

vas integran las funciones de una obra.

No

hay

un

mismG proyecto para dife

rentes tcni cas, a no se r qu e se enti enda

con qu y cmo

se

realiza. En este sen

tido la expandida valoracin del partido

es

nefasta, y en los productos de mu

chos concursos

se

nota cuando se eligie

ron esquemas simples.

En definitiva todo lo que hace de

la

obra una totalidad orgnica

es

funcin.

S que lo dicho, en realidad, expresa un

profundo pragmatismo.

Vocacin por la ec

onoma de med

i

os

Al hablar de economa de medios lo ha

go desde un punto de vista expresivo, ar

tstico si

se

quiere, pero tambin dese

chando el lujo, incluso en su forma ms

sutil, como es el despilfarro tecnolgico.

Para Louis Kahn: Son pocas las obras

que requieren alardes tcnicos; un edifi

cio no es un avin, aunque a veces tam

bin pueda caerse. Sin embargo, muchas

veces se recurre, aunque ms no sea, a un

aspecto tecnolgico.

Se

supone que da

imagen de moderno, y

por

ende, refleja

una sociedad pujante y eficiente aunque

realmente no lo sea, ni la tecnologa em

pleada en

el

edificio condiga con sus, ge

neralmente efmeras apariencias.

El lujo tambin

se

da en obras mam

ticas y simblicas, aunque la sociedad

arnord a7 ada no pudo

ex

pedir se pam

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partidarias para perjudicar a todos.

El hombre comn de Buenos Aires usaba

la vetusta y asumida costanera, como lo

hace hoy en lo poco que resta de ella, y .

coma choripanes y tambin tomaba sol

ice ucho

en California que en la costa rioplaten-

se: aqu, rara vez coinciden buena vista

y buena orientacin.

Muchas veces, las casas que o b t i e ~ e n las

mejores vistas del ocano miran al este q


142/156

gratis. Es verdad que lo haca en instala-

ciones precarias pero, con todo, poda ha-

cerlo. Adems, l no era r e s p o n s b ~ e del

carcter de

las

instalaciones, simplemente

usaba lo que haba, que, a pesar de todo,

era ms de lo que hay hoy.

Si el T mesis o el Sena, casi unos arro-

yos para nuestra escala, fueran tratados

as, qu ocurri ra en esos lugares del

Primer

Mundo?

Sin embargo,

la

culpa no

es

aqu del hom-

bre coA\n, son otros los que la ienen, y

el

tinte algo metafsico de la frase

ciudad de espaldas al ro

se

volvera

ms

pedestre. Son las autoridades las que

transforman un bien de todos en un ne-

gocio para pocos. Son ellas

las

que, de-

biendo ser adalides de nuestra ciudad, la

convierten en un mercado persa. Son

ellas, en fin, las que nos ponen de espal-

das al ro.

La vista o la orientac i

n

En la

arquitectura

costera el

paisaje

se incorpora a la casa. Entonces la

belleza del

espacio

natural y tambin

el mercado exigen

que

la vivienda

mire de frente ha

cia el

mar

.

Pero no es lo mismo co nstruir un a casa

al

sur, las peor.es orientaciones. Esto

representa todo

un

desafo profesio-

nal para

el

proyectista.

Es indudable que el arquitecto debe dar

prioridad a la vista hacia e mar. Pero

tambin debe

poner

en prctica una do -

sis extra de creatividad proyectual: tiene

que desarrollar un proyecto de vivienda

que asegure

una

excelente iluminacin

natural o una buena ventilacin, aunque

la casa

se

oriente. hacia el punto cardinal

ms desfavorable.

De

todas maneras, tambin hay que tener

en cuenta que estas casas no son vivien-

das para todo

el

ao: slo para pasar los

veranos. Entonces, los problemas de una

mala orientacin no resultan. tan graves.

lobalizacin

De

los seis mil millones de habitantes que

hay en

el

mundo, cuntos viven

la

cien-

cia, la tcnica? Trescientos millones en

Europa, otros doscientos en los Estados

Unidos y cien en Canad. Seiscientos

millones, sobre seis mil? Y eso

no

signifi-

ca que_ se conjunto acceda a todas las

ventajas, sino simplemente que viven

dentro de ese mundo.

Oc qu globali zac in le vas a hahlar a

145

BALIERO


143/156

-

Croquis e viajes

146

un tipo de Nigeria o de Zimbabwe, a

prcticamente toda frica, a ms de tres

cuartas partes de Amrica latina. De

qu globalizacin vas a hablarle a un ti

po de Tartagal?

Ray Bradbury escribi en sus cuentos

un

futuro donde Marte o la Luna no

son colonizados por los pases

ni

los

Estados U nidos, ni la Unin Sovitica-,

sino por las corporaciones. Esto tam

bin

es

parte de la arquitectura, y se ma

nifiesta en una degradacin cultural.

Estamos en

un

momento en que, al no

existir ideales, ideas, utopas, ni fantasas

de ningn tipo, tampoco hay criterios

que digan que las cosas tienen que ser

de alguna manera .

No estoy hablando de imposiciones

fascistas ni totalitarias, sino de evitar en

trar

por el

techo, descolgndote por un

cao, como si fueras

un

bombero

y

que

en algn momento aparezca finalmente

una puerta dentro de poco vas a entrar

por

el

techo, vas a bajar

por un

cao, y

tambin va a valer-.

Richard Neut ra, Marcel Breuer, todos

ellos exiliados en los Estados Unidos,

sumados a los arquitectos que ya haba

en ese pas y que eran buensimos, eran

artistas con utopas sociales, desde la so

cial democracia

al

comunismo, o

al

trotskismo. Sus obras tienen un carcter

paradigmtico. Planteaban una esttica

para todos, una utilizacin mnima de


144/156

B LIERO

otra con chanflecito, todas con maderas

cruzadas, tipo cruz de San Andrs, y

colores pastel.

Y

qu son todas esas

casas que ves en La Nacin Countries?

Pura y absoluta r e p r e s e n t c i n tienen

taminacin un ro, se est beneficiando

a una gran cantidad de gente. Pero me

da la impresin de que algn poderoso

benefactor quisiera que

todo

el mundo

tuviera una heladera. Para que todos ten


145/156

un prtico estilo south plantation, se sien

ten importantes.

n un

triple garaje estn

fenomenales.

Y

en realidad, son una por

quera. Todas son iguales y, sin embargo,

la gente se siente fantstica.

Si sus

propie

tarios llegan a

un

cierto grado de cultura,

no

es porque sean autnticamente cul

tos, sino

porque es

necesario para

cumplir los compromisos de un cargo

gerencial. Tienen que saber quin fue

Paul Klee, aunque se enteren porque su

mujer fue a

un

curso. Llenan

las

casas

con obeliscos, van a barrio Norte, com

pran smil plata, o plata, da lo mismo; un

zapallo con

un

caracol pegado, que se

abre y se llena con flores violetas. Y gas

tan en eso cinco mil dlares. Es carsimo,

pero no es valioso. Los

ms

ledos com

pran cuadros, digamos de Rmulo

Macci. Son

casas

espantosas con objetos,

pero que no tienen relacin con

los

obje

tos. Ellos creen que la casa vale mucho

porque tiene un buen cuadro. Pero no

es

ms

que la casa de h aliado, con

un

buen cuadro y unas cortinas carsimas.

Arquitectnicamente

es

nada, no

existe.

l compromiso social

Desde luego que

si

se preserva de con-

gan una heladera primero deben tener

electricidad. El motivo

es

que

es ms fcil

construir

seis

mil millones de heladeras.

Al mismo tiempo, la gente es algo

ms

que el ro sano,

es

algo ms que tener

una heladera, es algo ms que

todo

eso,

no? Entonces, lo que falta es una ilu

sin social.

Y en los lugares ms desarrollados pisan

la cabeza de los que estn aliado para

ocupar una posicin. Entonces, lo que

falta

es

una tica social.

La

enseanza

n

las obras de Richard Neutra hay

un

talento enorme y una gran capacidad .

Pero hay tambin una cultura que lleva

Neutra a California, su propia cultura.

Toda

su

identidad vienesa y toda

su

per

sonalidad cultural estn en esas obras, a

travs de

l

mismo.

Hacer arquitectura

Junto con la arquitectura se involucran

muchas situaciones de la cultura

..

y de

la vida. Es distinto dictar una conferen

cia que comentar, criti

ca

r, analizar el

trabajo de

un

alumno, algo que ha hecho

otro. El esfuerzo del alumno

no

es slo

llegar de la calle, sentarse y escuchar.

No

se trata de un tema arquitectnico

-si

es que se puede dividir

lo

arquitec

Dice ucho

decir: "Yo, la calavera y

el

corazn secre

to", y mandarse un soneto de Borges. Es

anterior Lo que ests enseando son los

palotes, no ests enseando sonetos.

Desde

luego,

uno puede

alentar a los


146/156

tnico del

resto

de la vida-.

Cuando se habla sobre el trabajo del

alumno, se est hablando de la cultura pa

sada y de la cultura actual.

Por

eso,

es

im

portantsimo que docentes y alumnos se

interrelacionen, hablando en trminos

no

banales ni frvolos, en trminos culturales.

Me entusiasma que, enfrascados en te

mas tan profundos, de repente estemos

muertos de risa contando ancdotas en-

tre todos.

Porque

el tema, en ningn

momento

se interrumpe; por el contra

rio, se enriquece con el intercambio de

la gente en

un

pas cada vez ms des

preocupado y disgregado con relacin a

la cultura.

Que

se

establezcan lazos de relacin y

de sociabilidad entre personas que reali

zan diferentes actividades crea un vncu

lo

muy

profundo.

Los p lotes

Aqu

pens un espacio muy interesan

te", escucho con frecuencia.

Qu

quiere

decir

un

espacio muy interesante"?

e trata de ponerse un manto de humil

dad y aceptar que

palotes son palotes

y

que "Mi mam me ama"

es

anterior a

alumnos

para

que se interesen por los

sonetos y

por

la literatura

-hablando

metafricamente-, pero

una

vez que

han

adquirido ciertos instrumentos.

Por qu la esc l

La escala

no

es la figura de Le Corbusier

tocando el techo y la medida del ombli

go hasta donde sea. Creo que la escala

es

el

propio

tema.

Entre

una casa de dos o tres

dormito

rios en un lote cualquiera y un centro

cultural

impresionante

de 30.000 m2

hay una diferencia de escala esencial.

Entender esa escala permite que uno

ponga

en esos 30.000

m una

serie de

elementos que

no

se pueden poner en

una

casa de 120

m .

Y eso es escala,

tanto como

la altura de

un

hombre.

l

tr b jo cre tivo

La arquitectura es cultura. Es difcil

transmitir esto, porque hacer arquitectura

es trabajar con ciertos materiales, que

nq

son los que utilizan otros que trabajan

con palabras, con sonidos o con colores.

5


147/156

B LIERO


148/156

54

mesa, codo a codo, adems de

por

tel-

fono. Era

un

gran matemtico.

Compartamos una misma visin de la

arquitectura. Estbamos de acuerdo en

que las estructuras estn en funcin de

lo necesario y no como la flor de

Catalano que no tiene ms motivo que

su estructura.

Muri

muy

joven de

un

infarto, era

el

Director del Instituto de Investigacio-

nes de Matemticas y Estructuras en

Berkeley. Dirigi varios congresos in-

ternacionales, en Varsovia, en Miln,

fue a estudiar al

Instituto

Superior de

Matemticas en Roma por

un

ao y

despus

otro

ao en

el

Instituto del

Concreto.

Recuerdo sus ancdotas de-

sopilantes y las que tuve la suerte de

vivir con l. Fue

un gran compinche.

Miles avis

Francis Taylor era negra, menuda, di-

vina. Iba con frecuencia a comer a lo

de Jorge Grisetti o a casa de la

Negra

Crdova. ramos ntimos amigos,

hacamos grandes fiestas.

Un

da, en-

contr su foto en

un

disco de Miles

Davis: se haban casado.

Cuando

estu-

ve en Nueva York, Miles daba

un

con-

cierto en Berkeley Street, en el Village.

Hice la cola para entrar, llam a mi

amigo Rubn Tomasov, quien me reci-

ba en su casa y le avis que volvera

tardsimo.

No importa

lo que cueste,

pero tom un taxi para volver. No ca-

mines solo por esos barrios". Escuch el

concierto entre copas y mesas repletas. Al

final me acerqu a Miles Davis y

le

pre-

gunt:" Y Francis?". Me mir y dijo:

"Estoy separado. Sos amigo de Fran-

cis?". "S, de la Argentina." Y Miles:

"Francis me habl siempre tan bien de

la

Argentina. Bueno, vamos, tomemos una

copa Scotch on the rocks ".Nos queda-

mos charlando. La sigo queriendo

mucho. Cuando hable con ella voy a

decirle que viniste. Va a encantarle que

hayas preguntado por ella. Y cuando

vuelvas, me llamas " Nos despedimos

con Miles entre abrazos.

'

e

'

J

T

e

'

l

'

o

e

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:

'

1

1

.

'

u


149/156

.

Dice ucho


150/156

het

aker

Estaba solo en Pars, en

un

hotel divino

de la Rive Gauche, ahora muy de mo-

da, con buenos cuadros de autores mo-

dernos.

Una noche fui a comer a un restaurante

vietnam1\:a Al recibir el men,

no

en-

tend

nada, no haba traduccin alguna.

Estaba sentado en un largo banco. A

mi lado haba un par de tipos jvenes,

muy encantadores, que con una preci-

sin increble sealaban al mozo en

el

men: "Yan shun bi". Entonces, a mi

vez dije asintiendo: "Yan shun bi".

Despus dijeron: "Sein pu

pum

. En

seguida dije: "Sein pu

pum .

Mientras

coma notaba que los platos eran dul-

ces, era

todo

muy raro.

Al final de la cena,

uno

de los jvenes

me pidi fuego. Enseguida empezamos

a conversar y me pregunt: "Te gust

la comida vietnamita?". No s muy

bien", le contesto, ''No entend

por

qu los dulces". "Pero, qu pediste?".

"Ni id ea; repet lo que pidieron uste-

des " " Pero

es

qll e nosot

ros

tamp oco

entendemos nada " Eran franceses.

Ellos tampoco entendan

el

men: ha-

bamos comido postres

Con

los dos franceses nos fuimos juntos

a un cabaret. Tocaba Chet Baker. Estaba

tan borracho que en seguida tuvieron

que retirarlo del escenario. Lo reempla-

z

un tro de jazz. Con los franceses di-

jimos:

Qu

hacemos? Pedimos que

nos devuelvan el dinero?". Y en seguida

coincidimos: Para qu, si lo estamos

pasando esplndido " .

Estar mucho tiempo solo

es

incmodo,

pero estar quince das solo en Pars, es

encantador

e

cerca

Mir esta esquina de La Maroma. Me pa-

rece divina, la adoro Han puesto esos

ficus, que siempre estn en macetas en

el

interior.

Si

todas las esquinas de Buenos Aires

es

-

tuvieran tratadas as y se pudiera pasar

bajo esas ramas ... Sera glo rioso Eso es

lo na

tu

ra l El

so

l

qu

e e

nt ra es

lo n,

\tu

al

BALIERO

\


151/156

....

.

...

. v

Generalmente, los arquitectos se someten

al

lote,

es

decir, dan como frreo e im

portante

el

lote y no como frreo e im

placable el soL

e lo necesario

Hay

quienes creen -incluso arquitectos

de

renombre-

que en la arquitectura pue

den evadirse realidades. No

es

posible

evadirlas: alguien

pondr mallo

que vos

dejaste de poner sabiendo que era nece

sario.

No

se trata de un funcionalismo

barato:

es

porque con lo necesario,

se

hace arquitectura.

La

arquitectura las reglas

Los materiales y las tcnicas son parte

entraable de la idea arquitectnica. No

se puede

proyectar

primero y agregar

los despus. Sera como si un pintor

imaginara cuadros pero

no

supiera usar

la

tela, los pinceles o los colores, lo que

no significa adecuarse a un tratado de

construcciones, sino elegir, creativa

mente, y ponderar los materiales y sus

formas constructivas

No es posible concebir una obra sin

concebir

la manera de realizarla. Esto

no condiciona

una

forma

de hacer las

cosas: todas puedan construirse por

que las tcnicas

no

niegan la poesa

se

han

escritos

sonetos

extraordina

rios y nadie se

ha

quejado de que de

ban cumplirse claras y precisas reglas

para

que un

soneto sea taL Las reglas

no

son slo para escribir sonetos, sirven

tambin para hacer consciente en

el

alumno y en

el

docente la relacin fren

te a la

propia

obra y frente a la sociedad.

Dibujando

Las perspectivas formales, correctas y

elaboradsimas me dan un enorme tra

bajo y no puedo someterme a su arte

sana

y

menos an, a sus dimensiones

prefijadas. Las que puedo hacer srgen

del trabajo y las hago

con

el

material

que tengo a mano,

con el

que se me da

t

\

.


152/156

o

e

u

m

~


153/156

]

,

.

}

l

B LIERO

la

gana y

sobre

cualquier papel. Los

cartones y papeles caros me inhiben.

En rigor

no

hago perspectivas sino apun-

tes

del natural. Slo puedo hacerlas cuan-

do tengo totalmente pensado lo que quie-

ro realizar cuando interiormente les agre-

a crisis los arquitectos

La crisis argentina no tiene que ver

con

la arqui t

ectura

en

trminos

estric-

tos. Es un tema de decisin y de la

fa

l-

ta de decisiones ante

una

poltica ca-


154/156

1

62

go aos lluvias soles vientos etc. a los

objetos imaginados. Aunque algunas ve-

ces me gusta hacerlas.

a

historia sin fin

Mientras cursbamos Arquitectura siem-

pre nos reunamos en lo de Eduardo

Polledo. Estudibamos y conversba-

mos; los temas eran interminables . A

cierta hora se empezaban a ir a sus casas

Chiquita Cazzaniga Francisco Bullrich

y los otros. Yo nunca tena apuro.

Eduardo

me acompaaba a casa que es-

taba relativamente cerca. Caminbamos

charlando sobre los temas que nos apa-

sionaban: la arquitectura la moderni-

dad la oposicin

al

academicismo de la

Facultad el arte concreto la msica.

Cuando llegbamos a

mi

casa lo acompa-

aba de vuelta a l para terminar de hablar

alguna cuestin que haba quedado sin ter-

minar y en el trayecto surga otra. Pona-

mos tanto entusiasmo y fervor

por

nues-

tras ideas que cuando llegbamos a lo de

Eduardo volva a acompaarme para no

dejar otra idea a medias.

En

sntesis haca-

mos

el

camino tres o cuatro

veces

en dis-

tintas direcciones hasta que amaneca.

nallesca que

ll

eva adelante

una

diri -

gencia cretina mientras en el pas hay

diecinueve millones de

pobres

Enton-

ces

qu

arquitectura se puede encon-

trar si

hay

que

resolver la falta

de

tres

millones de viviendas? Hay que pro -

ducir como quien fabrica automviles.

No

se puede pensar en el lu cimie

nto

del arquitecto ni en hacer concur sos

en la Sociedad Central Cunto hace

que no

se

inauguran

viviendas? Slo se

hacen cien

para qu

e l

as inaugure un

Menem o un Duhalde como si estuvie-

ran resolvierrdo algo.

Del konex de platino

No pienso en el xito cuando trabajo. Si

estoy haciendo una casa en el campo me

concentro en la tarea y

no

en si va a salir

publicada. Pienso en

la

gente que la va a

usar y en el

lu

gar. Trato de indagar me

convierto en un psicoanalista para descu-

brir las necesidades de los que van a habi-

tar la casa. No me interesa la cosa vanidosa

y por eso me importan un bledo los pre-

mios. No pongo un slo elemento decora-

tivo en nada. Resuelvo lo que

se

presenta

de una manera mu y humilde no necesito

agregarle valores culturales y artificios.

Una

vez hecho, los dems dirn si les inte

resa o no, pero no estoy pensando en eso

ru

me preocupa.

o mejor

y

lo peor

de la

arquitectu-

Dice Bucho

-

'

/

......_

\

\.

0


155/156

ra

del siglo xx

y

XX

El arquitecto , desde mediados del siglo

XX hasta la actualidad

es

Osear Niemeyer.

En la Argentina

no

se produjo nada

parecido l

movimiento brasileo de su

poca. Brasilia tiene muchos errores, pero

es una apuesta. En nuestro pas no hay

apuest, nunca la hubo.

En cuanto a la arquitectura del nuevo siglo,

creo que no es necesario utilizar la tecnolo

g de

un

cohete espacial para hacer

un

aparato que est apoyado en

l

cierra, que

no se mueve, ni habla, a pesar de que mu-

chos arquitectos insisten en afirmar que los

edificios dialogan .

oema

para

bb

y hay un Horacio Baliero

que ms que v nir deviene

paliducho y encendido,

concreto y evanescente ..

Baldomero Fernndez Moreno

1

1943

j

1

1

163


156/156

Documents

Baliero Ediciones FADU