¿QUÉ ES LA MEDITACION?

Cuando se habla de meditación las personas tienden a pensar en los budistas o

en el yoga aunque si tiene mucho que ver con eso y de hecho su origen viene de

un habito religioso occidental, esto no quiere decir que solo los practicantes del

yoga puedan o sean capaces de meditar.

La meditación consiste en

enfocarnos en nosotros mismos, en

nuestro interior, en nuestras

emociones, pensamientos y

sentimientos hasta llegar a un

estado de relajación. Consiste en

equilibrar nuestra mente para que

de esta manera nuestro cuerpo y

espíritu también lleguen al

equilibrio. Al realizar la práctica de

meditar no solo entramos en

contacto con nuestro interior sino

con el universo que nos rodea, de

forma que podemos aprovechar

nuestras capacidades y los

elementos que nos proporciona el

ambiente para un mejor desarrollo de nuestra vida. A partir de esto podemos decir

que la meditación nos lleva al conocimiento.

Según estudios realizados por lee et al la meditación influyen a nivel cerebral en el

tálamo el cual regula la función de células del sistema nerviosos que ayuda a la

disminución de la frecuencia respiratoria de esta manera el cuerpo recibe más

oxigeno por lo tanto nuestro corazón y cerebro pueden funcionar adecuadamente

lo que hace que los mecanismos homeostáticos se regulen y así bajen los niveles

de estrés.

Las prácticas meditativas también intervienen en el buen funcionamiento de

sistema cardiovascular. Cuando hay estrés nuestro cuerpo se ve afectado,

aumenta la presión arterial, la concentración de Norepinefrina y Epinefrina y se

activa el sistema nervioso simpático, al meditar se logra disminuir estos

fenómenos y se produce cortisol el

cual ayuda a la disminución de la

presión arterial.

La meditación juega un papel

importante en los neutrófilos, los

cuales son unas de las principales

células de los glóbulos blancos que

son los encargados de nuestro

sistema inmune el cual crea

mecanismo de defensa contra

infecciones y baterías.

A demás meditar no solo nos ayuda en

lo físico si no que controla el estrés y

la ansiedad llevándonos a un equilibrio emocional, mental y espiritual. Ahora bien

no es necesario dedicar horas de nuestro tiempo a meditar, podemos hacerlo en la

calle, en el trabajo, en la universidad, si vamos en el bus o estamos en la casa,

podemos tomar asiento relajar nuestro cuerpo, cerrar los ojos y respirar profundo

durante un minuto; solo un minuto de nuestro ocupado tiempo puede permitirnos

que el cuerpo se relaje, deje a un lado el estrés y funcione perfectamente.

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