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Batalla de Alcazarquivir La batalla de Alcazarquivir, también llamada batalla de Ksar el Kebir o batalla de los Tres Reyes, fue una batalla que tuvo lugar el 4 de agosto de 1578, y enfrentó a las fuerzas portuguesas y a las de los pretendientes al trono de Marruecos. Esta batalla fue trascendental para el reino de Por- tugal por muchos conceptos. Originó el mito del Sebastianismo, o la idea de que el romántico rey don Se- bastián, fallecido en dicha batalla, había de volver algún día a regir la nación portuguesa; pero también lo fue para el reino de Marruecos, ya que también falleció su rey en dicha batalla. Por ello, la figura de don Sebastián, rey de Portugal, quizá sea una de las más míticas de la historia de ese país. 1 El rey Sebastián Retrato de Sebastián de Portugal Don Sebastián era hijo del príncipe Juan de Portugal y Juana de Austria y sucedió a su abuelo Juan III de Por- tugal en 1557, cuando contaba con tres años de edad. La regencia quedó a cargo de la reina viuda, doña Catalina, hasta 1562, y después el regente fue su tío, el cardenal don Enrique, hasta que en 1568 fue declarado mayor de edad. Débil y enfermizo, don Sebastián fue influido desde pe- queño por sus educadores jesuitas, que le imbuyeron un ferviente espíritu de cruzada y un gran fanatismo religio- so. Las Cortes habían estado discutiendo en varias ocasiones sobre la necesidad de intervenir en Marruecos y contra- rrestar el aumento de la presencia militar otomana porque los turcos serían una amenaza contra la seguridad de las costas portuguesas, como ya lo eran en las españolas y otras cristianas en el Mediterráneo. También para su co- mercio y colonias del Atlántico, desde Brasil a Guinea y otras islas al alcance desde Marruecos. Esta política no sólo había sido bien vista por la clase mercantil burguesa de Portugal, a la que apoyaron, para beneficiarse de los recursos del área (principalmente oro, ganado, cereales y azúcares), sino también por la nobleza. Hasta la fecha, las acciones militares portuguesas en África se habían limi- tado a algunas expediciones de castigo y razias. Portugal había construido su vasto imperio marítimo desde Brasil a las Indias Orientales gracias a una certera combinación de comercio, exploración y recursos técnicos superiores. La conversión de los pobladores y vecinos sería un fin, pero no el ulterior motivo. El rey don Sebastián se vio aconsejado a cambiar las estrategias. Se fraguaba pues el proyecto de conquistar el norte de África y esta idea pasó a convertirse casi en su única obse- sión. Pero solo se encontró el momento idóneo de invadir Marruecos cuando el depuesto rey marroquí Muley Ah- med (Muhammad Al-Mutaxakkil) le invitó a participar en la recuperación de su trono. Pese a múltiples consejos contrarios a embarcarse en tal empresa, entre ellos los del gran poeta y militar Francisco de Aldana, a quien había puesto como asesor suyo Felipe II, don Sebastián acudió en auxilio del depuesto sultán saadí, tras asegurarse en 1576 el apoyo económico de su tío español, el rey Felipe II, aportó al proyecto numerosas tropas, jinetes y carrua- jes y consiguió además apoyo de otros países europeos como el Sacro Imperio y estados itálicos, gastándose en ello gran parte del tesoro portugués. 2 La batalla Desembarcó en Arcila, entonces plaza fuerte portuguesa, donde descansó unos días, ordenó sus diecisiete mil sol- dados y se dirigió hacia Alcazarquivir, plaza en el camino de Fez. El 4 de agosto de 1578 tuvo finalmente lugar, a orillas del 1

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Batalla de Alcazarquivir

La batalla de Alcazarquivir, también llamada batalla deKsar el Kebir o batalla de los Tres Reyes, fue una batallaque tuvo lugar el 4 de agosto de 1578, y enfrentó a lasfuerzas portuguesas y a las de los pretendientes al tronode Marruecos.Esta batalla fue trascendental para el reino de Por-tugal por muchos conceptos. Originó el mito delSebastianismo, o la idea de que el romántico rey don Se-bastián, fallecido en dicha batalla, había de volver algúndía a regir la nación portuguesa; pero también lo fue parael reino de Marruecos, ya que también falleció su rey endicha batalla. Por ello, la figura de don Sebastián, rey dePortugal, quizá sea una de las más míticas de la historiade ese país.

1 El rey Sebastián

Retrato de Sebastián de Portugal

Don Sebastián era hijo del príncipe Juan de Portugal yJuana de Austria y sucedió a su abuelo Juan III de Por-tugal en 1557, cuando contaba con tres años de edad. Laregencia quedó a cargo de la reina viuda, doña Catalina,hasta 1562, y después el regente fue su tío, el cardenaldon Enrique, hasta que en 1568 fue declarado mayor deedad.

Débil y enfermizo, don Sebastián fue influido desde pe-queño por sus educadores jesuitas, que le imbuyeron unferviente espíritu de cruzada y un gran fanatismo religio-so.Las Cortes habían estado discutiendo en varias ocasionessobre la necesidad de intervenir en Marruecos y contra-rrestar el aumento de la presencia militar otomana porquelos turcos serían una amenaza contra la seguridad de lascostas portuguesas, como ya lo eran en las españolas yotras cristianas en el Mediterráneo. También para su co-mercio y colonias del Atlántico, desde Brasil a Guinea yotras islas al alcance desde Marruecos. Esta política nosólo había sido bien vista por la clase mercantil burguesade Portugal, a la que apoyaron, para beneficiarse de losrecursos del área (principalmente oro, ganado, cereales yazúcares), sino también por la nobleza. Hasta la fecha, lasacciones militares portuguesas en África se habían limi-tado a algunas expediciones de castigo y razias. Portugalhabía construido su vasto imperio marítimo desde Brasila las Indias Orientales gracias a una certera combinaciónde comercio, exploración y recursos técnicos superiores.La conversión de los pobladores y vecinos sería un fin,pero no el ulterior motivo. El rey don Sebastián se vioaconsejado a cambiar las estrategias.Se fraguaba pues el proyecto de conquistar el norte deÁfrica y esta idea pasó a convertirse casi en su única obse-sión. Pero solo se encontró el momento idóneo de invadirMarruecos cuando el depuesto rey marroquí Muley Ah-med (Muhammad Al-Mutaxakkil) le invitó a participaren la recuperación de su trono. Pese a múltiples consejoscontrarios a embarcarse en tal empresa, entre ellos los delgran poeta y militar Francisco de Aldana, a quien habíapuesto como asesor suyo Felipe II, don Sebastián acudióen auxilio del depuesto sultán saadí, tras asegurarse en1576 el apoyo económico de su tío español, el rey FelipeII, aportó al proyecto numerosas tropas, jinetes y carrua-jes y consiguió además apoyo de otros países europeoscomo el Sacro Imperio y estados itálicos, gastándose enello gran parte del tesoro portugués.

2 La batalla

Desembarcó en Arcila, entonces plaza fuerte portuguesa,donde descansó unos días, ordenó sus diecisiete mil sol-dados y se dirigió hacia Alcazarquivir, plaza en el caminode Fez.El 4 de agosto de 1578 tuvo finalmente lugar, a orillas del

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2 4 IMPORTANCIA DE ESTE ACONTECIMIENTO PARA LA COMUNIDAD JUDÍA

río (wed) de la Podredumbre (Makhazín) la batalla lla-mada de Alcazarquivir por los portugueses y de Wed alMakhazín por los marroquíes, denominada también Ba-talla de los Tres Reyes porque en ella murieron el rey dePortugal y los dos sultanes que disputaban el trono enMa-rruecos. Allí fue derrotado don Sebastián, muriendo nosólo él sino muchos de sus familiares, el gran poeta espa-ñol Francisco de Aldana y lo más granado de la noblezaportuguesa. También murieron allí su aliado Muley al-Mutawakil y su adversario, el sultán Abd el-Malik.Gracias a un renegado cordobés, Sulayman del Pozo, queocultó la muerte de Abd el-Malik, no se difundió la no-ticia de la defunción del sultán hasta terminar la guerra,para no desmoralizar a las tropas; la muerte de tres reyesen un mismo campo de batalla causó gran asombro en laépoca.Una leyenda afirma que don Sebastián dijo a sus tropasque ellos no serían quienes tendrían que luchar, sino lamisma cruz contra la media luna; los soldados se fueronde Alcazarquivir y, al regresar, encontraron la batalla yaresuelta y ganada por sus adversarios y al rey don Sebas-tián desaparecido.

3 Consecuencias

Cuando llegó la noticia de la derrota militar a Portugal, elpueblo entero se vistió de luto porque toda familia teníaalgún miembro suyo en el ejército aniquilado. El cadáverdel rey fue recuperado del campo de batalla y sepulta-do inicialmente en Alcazarquivir[2]; en diciembre de esemismo año fue entregado a las autoridades portuguesasen Ceuta, donde permanecería hasta 1580, fecha en quesería trasladado al monasterio de los Jerónimos de Belémpara su entierro definitivo[3][4]. Los descendientes de losjudíos expulsados de Portugal vieron en esta derrota uncastigo divino contra la dinastía real portuguesa; segúnesta interpretación judía la extinción de su último des-cendiente acaeció en el mismo sitio donde se refugió lamayor parte de los judíos expulsados del reino portuguésy, por eso, sus prisioneros fueron vendidos como esclavosprecisamente en los lugares de residencia de los judíos deFez.La muerte motivó la creación de un mito alrededor delrey, el llamado Sebastianismo, alrededor de las profecíasde un tal Bandarra, surgiendo en diversas épocas persona-jes que se hacían pasar por don Sebastián. Una de las máscuriosas fue la protagonizada por un pastelero de Madri-gal, que dio tema a la pieza dramática de José Zorrilla ya una novela histórica de Manuel Fernández y González.La muerte de don Sebastián dejó al país portugués inmer-so en un gran desconcierto, en bancarrota y con un vacíopolítico que su sucesor, su tío el cardenal don Enrique, in-tentó llenar sin conseguirlo, con lo que aconteció la crisisdinástica que solucionó Felipe II al ocupar el país comonuevo rey de Portugal, creándose así nuevamente la unión

ibérica en la historia -después de los romanos y visigodos-y dentro de la Monarquía Hispánica. Las tropas de estaunión fueron dirigidas por el III Duque deAlba, FernandoÁlvarez de Toledo y Pimentel.

4 Importancia de este aconteci-miento para la comunidad judía

La comunidad judía de Fez, Tetuán, Tánger y otras ciu-dades del norte de Marruecos conmemoró aquel día desalvación, el segundo día de rosh jodesh de elul, desig-nándolo día de purim (llamado Purim Sebastiano, si bienotros lo llaman Purim de Cristianos o Purim de los Cristia-nos) para ellos y sus descendientes,[5][6] puesto que, segúnla tradición, cuando el ejército portugués llegó a las inme-diaciones de Alcazarquivir (en árabe, ,Al-Qaṣr Al-Kabīr; lit. Gran fortaleza), dos anusim (ju-díos convertidos violentamente al cristianismo) que ha-cían parte del ejército portugués, se dirigieron en secretoa los judíos de la ciudad, y les revelaron que el rey cris-tiano, antes de embarcar para África, fue a una iglesia deLisboa, e hizo el solemne juramento de que, si venciesela batalla, obligaría a todos los judíos de aquellas tierrasa convertirse al cristianismo, o «pasaría a cuchillo a todojudío que no aceptara la conversión», tal como su bisa-buelo, D. Manuel I, había hecho con toda la poblaciónjudía de Portugal.Los judíos de Alcazarquivir entraron en pánico, pero losrabinos les pidieron que, tal como hiciera la Reina Es-ter en su tiempo, hicieran un día de ayuno y de oración,implorando a Dios que los salvase de aquella crueldad.Finalmente las tropas portuguesas fueron derrotadas y sujoven rey, D. Sebastián, desapareció misteriosamente, enla batalla que quedó conocida en la historiografía comola “Batalla de los tres reyes”, que allí perecieron.Fue entonces, que los rabinos deMarruecos determinaronque, a partir de ese año, y para siempre, de generación engeneración, aquellas comunidades harían, en el segundodía de Rosh Jodesh Elul, una fiesta de Purim, con muchaalegría, descanso de todo trabajo, y entrega de caridadpara los pobres (Mishloaj manot laEvionim) para recordarlas maravillas de Dios.Todo esto fue escrito en una Meguilá, rollo en perga-mino manuscrito, del que aun existen algunos ejemplaresen Israel, y probablemente en otros países. Son leídas enlas sinagogas y en los hogares en el día que llaman como“Purim Sebastiano”, o “Purim de Sebastian YSV” (abre-viatura de “Que desaparezca su nombre y su memoria”).En el templo de la Tefilá Pintada o de Kalilia de Tetuánsolían tirarse monedas al suelo, después de la lectura delséfer torá, para que los niños las recogieran y se alegra-sen; además se daban regalos a los niños y se hacía unacomida; algunos solían comer chumbos al mediodía por-que, según la leyenda, don Sebastián habría muerto en

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una chumbera.También se solía leer la Meguilá de los Reyes en hebreo(hay varias versiones), en la que se cuenta la historia delmilagro y se alaba a Dios por Su gran merced; tambiénse solía contar en judeoespañol el relato de la milagrosasalvación en la sinagoga. Todos los años, el día primerode Elul, se lee en las sinagogas de Tánger y de otras ciu-dades de la zona española (y ahora también en algunas si-nagogas de la diáspora judeomarroquí, como en Caracas,Venezuela) la meguilá o relación del grandioso milagrosucedido a los israelitas el día 1 de Elul del año 5388 dela era judaica:

Los hechos son como siguen: El podero-so rey de Portugal, don Sebastián, se propu-so la conquista de Marruecos. Una importan-te escuadra lusitana se presentó días antes enaguas de Tánger, desembarcando un conside-rable ejército de infantería, caballería y artille-ría, a cuyo frente venía nada menos que el mis-mo rey, don Sebastián, secundado por lo másgranado de la nobleza lusitana y lo más lucidode la oficialidad de aquel país. El cuerpo ex-pedicionario, después de descansar unos díasen la playa de Tánger, se organizó en fuertescolumnas y se dirigió hacia Alcazarquivir, queen aquella época era la plaza más importantede la región. El plan decidido por el rey y suEstado Mayor fue el de presentar batalla al sul-tán de Marruecos y a sus numerosas huestes,en la ribera del río Oued-Mjazén, 'río de la po-dredumbre', por haberse llenado de cadáveresde ambos bandos y por despedir un hedor in-aguantable, que duró mucho tiempo y dio lu-gar a epidemias. D. Sebastián, confiado en loselementos de que disponía, tenía por segura lavictoria de sus armas, pero dominado por su fa-natismo, oró ante el altar la víspera y prometióque si vencía, pasaría a cuchillo a todo judíoque no aceptara la conversión a las creenciasdel ejército invasor. Dos judíos, prisioneros delos portugueses, pusieron el hecho en conoci-miento de sus correligionarios de Tánger y Al-cazarquivir los que, consternados por tan fatalnoticia, se concentraron en sus templos, paraorar e implorar la protección de Dios. Entre-tanto, una encarnizada batalla se desarrollabaal margen del río, sucumbiendo muchos milesde hombres de uno y otro lado, hasta la una dela tarde del uno de Elul en que quedó completa-mente derrotado el ejército portugués, contán-dose entre las víctimas a don Sebastián, mu-chos de sus familiares y los más distinguidospróceres de la nación portuguesa. La derrotade los portugueses evitó el degüello de milesde judíos que, seguramente, preferirían ser in-molados, a abjurar de su religión. Una vez másla Providencia salvó a los judíos de una muerte

segura. Los jefes de las comunidades declara-ron día festivo el uno de Elul, dedicándolo a lapráctica de la caridad y a entonar himnos dealabanza al Todopoderoso por su divina pro-tección.

5 Enlaces externos• IMDb - La batalla de los Tres Reyes (1990)

• La versión Española en YouTube

6 Referencias[1] Fray Luis Nieto, en la Relación de las guerras de Berbería,

y del suceso y muerte del Rey D. Sebastián, recopilada enla Colección de documentos inéditos para la historia deEspaña, vol. 100, pags. 411-458.

[2] da Cruz, Bernardo ((c. 1587)). Chronica d'el-rei D. Sebas-tião. pp. 91–95.

[3] Morales, Juan Bautista de (1622). Jornada de África delrey don Sebastián de Portugal (1622), recopilada en Tresrelaciones históricas. pp. 390–402.

[4] San Román de Rivadeneyra, Antonio de (1603). Iornaday muerte del Rey Don Sebastian de Portugal. pp. 157–159.

[5] El calendario y el ciclo anual de festividades. Uriel MacíasKapón. pág. 98

[6] Judíos magrebíes en la edad moderna. Mercedes GarcíaArenal. pág. 173-174

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4 7 ORIGEN DEL TEXTO Y LAS IMÁGENES, COLABORADORES Y LICENCIAS

7 Origen del texto y las imágenes, colaboradores y licencias

7.1 Texto• Batalla de Alcazarquivir Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Alcazarquivir?oldid=83619846 Colaboradores:Aromera, Ter-cio28, Ecemaml, Hispa, Taichi, Further (bot), RobotQuistnix, Mosheperets, YurikBot, KnightRider, JoJan, Dove, Ketamino, CEM-bot,Durero, Gonn, Dorieo, Cansado, Bradomín, Iurik, Texufin, TXiKiBoT, Rei-bot, Macalla, Ralphloren171, VolkovBot, Urdangaray, Ker-moareb, Muro Bot, Obelix83, Marcelo, Guadalete, Relleu, LTB, Tirithel, P4K1T0, Botellín, Pablomadri, Jmrequenaf, Abajo estaba elpez, LucienBOT, MastiBot, MelancholieBot, Luckas-bot, Amirobot, Aafilms4, Alelapenya, Zumalabe, Xqbot, Rubinbot, Antejutronic,Ricardogpn, Cabro-foto, ZéroBot, Omar-Toons, Grillitus, WikitanvirBot, KLBot2, Inesbugsbunnyines, Toxwiki96, RickMorais, 2x2leax,Tsunderebot, Tjorim, Addbot, David Condrey y Anónimos: 23

7.2 Imágenes• Archivo:Flag_Portugal_(1578).svg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/b9/Flag_Portugal_%281578%29.svgLicencia: Public domain Colaboradores: XVII century Artista original: Tonyjeff, based on ancient national symbol.

• Archivo:Flag_of_Morocco_1258_1659.svg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/f/f7/Flag_of_Morocco_1258_1659.svg Licencia: Public domain Colaboradores: Own work by uploader - Morocco Historical Flags Artista original: Flad

• Archivo:Lagos46_kopie.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/c/c1/Lagos46_kopie.jpg Licencia: CC BY 2.5Colaboradores: Fotografía propia Artista original: Georges Jansoone

• Archivo:Sebastião_de_Portugal,_c._1571-1574_-_Cristóvão_de_Morais.png Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/6/6c/Sebasti%C3%A3o_de_Portugal%2C_c._1571-1574_-_Crist%C3%B3v%C3%A3o_de_Morais.png Licencia: Publicdomain Colaboradores:Museu Nacional de Arte Antiga Artista original: Cristóvão de Morais

7.3 Licencia del contenido• Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0