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Bbkíii Mortal te Mea. SABADO, 12 db Enero dk 1884. DIRECCION. Desde la presente fecha queda hecho cargo ; de la Ad- min istraeió*^*49J*e v ' ó(í Í6 ° el apoderado, general^de fa propia Casa, DON RAFAEL PEREZ Y 'GARCIA, con quien deberán, en lo sucesi- vo, entenderse los señores Vgentes y suscriptores, en to- do lo relativo á la parte eco- nómica y administrativa de mismo. Esta Dirección se encarga de todo lo demás que tenga relación con dicho periódico. Xguació 3) Caneja. Manifestación honrosa. Recibimos anteayer el siguien- te despacho telegráfico de Utua- do: Redactores Bolktin Mercantil. El Partido incondicional de esta lo- calidad, en sesión de hoy, acordó dar á ustedes nn voto de gracias por la bri- llante defensa qne vienen haciendo en pro de los ideales del Partido. Pírbz, Jordán, Rüiz, Robbrt, Blanco.” Así, de esta manera tan espon- tánea y elocuente, y en mo- mentos en que nuestros triunfos están asegurados ante la opi- nión, proceden ahora con nosotros nuestros estimados correligiona- rios de Utuad'', como han proce- dido antes, decírnoslo con orgullo, y como procedieron siempre, nues- tros consecuentes amigos de otros pueblos sin excepción alguna. Si en medio de las azarosas si- tuaciones del periodismo, si en medio de sus penalidades fuéra- mos capaces de desmayar alguna vez desalentados, no ya la con- vicción solamente de nuestras in- mortales doctrinas, de la justicia de nuestra causa nos aguijonea- ría para el estímulo y la cons- tancia: las expresiones de adhe- sión y noble gratitud que un dia y otro recibimos de amigos tan dignos como los de Utuado serían suficientes para que nuestros brios no menguaran jamás, para que siguiéramos eternamente impávi- dos é incansables en la senda de honor que recorremos. Homenajes como éste, bien ra- ros en otros periódicos que bla-‘ sonan de oráculos, exceden el lí- mite de nuestras aspiraciones. ¡ Gracias, gracias mil, españo- les incondicionales de Utuado! No arais en la arena. ¡ Arais en corazones fecundos y agradecidos! INSTRUCCION PRIMARIA, OPOSICIONES. IV. Aunque nuestro modesto tra- bajo no tenga mérito alguno, no puede negársele el de la oportu- nidad. Al mismo tiempo que publicábamos el primer artículo, una Real orden modificaba el Decreto orgánico en cuanto á la inspección provincial se refiere; j con la publicación del segundo, coincidió una disposición del Go- bierno General de la Isla, refor- mando radicalmente tanto el De- creto como el Reglamento de Ins- pectores, A su tiempo, y siguiendo el plan que nos hemos propuesto. ncß hemos de ocupar de la ins- pección provincial según la Ley vigente la planteó y reglamentó, asi como de las reformas intro- ducidas; pero bueno es hacer constar, siquiera sea ligeramente, que estas últimas no se deben á los clamores de la opinión ni del Profesorado, manifestados por me- dio de la prensa; puesto que muy poco, hasta la fecha, se ha escrito sobre el particular. Las reformas decretadas se nan hecho necesa- rias por las dificultades insupe- rables que se presentaron al po- ner en práctica la novísima legis- lación. Según parece, el edificio que, aunque de reciente construcción, venimos denunciando cc mo rui coso, empieza á derrumbarle por su propio peso: se le han het hu algunas reparaciones en la te- chimbre, y las consideramos in- suficientes ; poique los defectos principales de que adolece la obra qstán en sus cimientos. Comignada esta ligera digre- sión, continuamos examinando ios preceptos de la Ley concernien- tes á oposiciones. Loe actos en que han de tomar los Maestros de ambos se- xoB de esta provincia para probar su idoneidad, son escritos y ora- les, como en la Península.- pero con diferencias tan sorprendentes, tan injustificadas, que no atinamos con las causas que las originan. El primer acto escrito es casi igual al preceptuado por la Ley de 1857. Todos los opositores escriben á la vez, vigilados por el Tribunal y con la conveniente separación, una Memoria, sobre un mismo punto en Puerto-Rico, v elegido por suerte para cada opositor en la Península, entre los que abrace el programa de Pedagogía. (De estos progra- mas nos ocuparemos después.) Para escribir esta explicación se conceden tres horas, y el opositor resulta reprobado no es ad- mitido á los demás ejercicios. A otra prueba se somete en esta provincia á los opositores, sumamente original, tan original, que no atinamos por que se con- digna en el art. 29 del Regla- mento. Consiste en contestar por escrito algunas preguntas del ac- to oral. ¡ A qué conduce ni qué prueba este ejercicio? Si tiene buen ó mal carácter de letra; si escribe guardando los preceptos ortográficos y gramaticales; si redacto lógicamente, todo esto lo ba probado escribiendo la memo- ria pedagógica. En cuanto ási 'contesto ó á las preguntas del programa ya lo probará en el ac- to oral, y sin que quede género alguno de dud , puesto que des- pués de contestar cuanto sepa, está en la obligación de satisfacer las preguntas del coopositor y del Tribunal. El tiempo invertido en este ac- to, si tal nombre merece, pudie- ra, en nuestro concepto, aprove- charse dictando á los opositores problemas de Aritmética para cu- ya resolución empleasen las re- glas fundamentales, quebrados, denominados, decimales, sistema métrico, y razones y proporcio- nes con sus reglas; y de este mo- do probaiían no solo que saben la asignatura, sino que edán en disposición de trasmitirla á los niños con todas sus aplicaciones á los usos más comunes de la vida. Tampoco sería tiempo per- dido el que se invirtiera dictán- doles un período y que á conti- nuación escribiesen su análisis lógico y gramatical. Estos ejerci- cios probarían conocimiento, pro- barían algo: pero invertir dos ó tres horas escribiendo preguntas del acto oral ni prueba suficien- cia ni conduce á nada. En cuanto al examen oral, ya pusimos de manifiesto los incon- venientes que presenta el sistema de trincas establecido para opo- siciones á cátedras y adoptado fiara las de nuestias escuelas: por o tanto, llamamos la atención so- bre el ejercicio que prescribe el párrafo 3? del artículo 38 y el ar- tículo 30. A! terminar el acto oral cada opositor elige libremente una lec- ción de pedasrogia, de gramática, ó de religión para explicarla vein- te y cuatro horas después, du- rante media hora. El coopositor y dos (?) jueces hacen observa- ciones durante otra media hora. Es decir, que al terminar el axámen cada opositor ó cada opo- tora participa al Tribunal que pasadas veinte y cuatro horas dirá una relación que aprendió de memoria desde que se reva- lidó, y que tiene destinada ex- presamente para hacer oposicio- nes. ¿ Para qué sirven e c as vein- te y cuatro horas que se conce- den al opositor, ni qué necesidad tiene el Tribunal de saber con anticipación el tema ? Con que lo sepa el Maestro es bastante. En tratando de pedagogia, de reli- gión ó de gramática, está en su derecho pronunciando el mismo discursito en cuantas oposiciones tome parte. No puede darse ru- tina más censurable, ni más minu oiosamente reglamentada. Como jue está consignada en los refe- dos artículos 23 y 30 del Re- glamento para el ingreso en ei Profesorado público, y se observa estrictamente, como no puede menos, por el Tribunal califica- dor. Estaría bien, y es lo que sin duda se pensó al redactar este Reglamento y se practica en otras partes, que al terminar el acto oral y como complemento del mismo, eligiese el opositor un punto entre tres sacados á la suerte , y que pasadas veinte y cuatro horas, lo explicase ante el Tribunal en el tono y forma que corresponde al grado y clase de la escuela que solicita, no duran- te media ñora, sino empleando más ó menos tiempo, según su erudición y conocimientos. Si después de conocer la lección con veinte y cuatro horas de antici- pación, solo da una definición in- suficiente y rutinaria, ó lo hace torpemente probando su insufi ciencia para enseñar niños en una escuela, suspéndase el acto para otros exámenes sin consideración ninguna, que más vale carecer de enseñanza, que autorizar aca- démica y oficialmente para que !a difunda en un pueblo y tal vez por muchos años, á un maestro sin vocación y sin cualidades pa- ra el desempeño de su, aunque modesta, elevadísima misión. Aquí, en donde los Maestros no asisten á una escuela normal, ui dan más pruebas de su aptitud que los exámenes de reválida y los actos de oposición, conviene una prudente severidad exenta de recomendaciones y de toda consideración personal. Un maes- tro ó una maestro mal prepara- dos y sin los conocimientos nece- sarios, al ser aprobados por tan respetable Tribunal, al ver justi- ficada la razón de la sinrazón de su ignorancia, cambian su timidez en engreimiento y petulancia, y de aquí el origen de sus incalifi- cables escritos, que todos deplo- ramos, y que aparecen en los periódicos, inmediatamente des- pués que tienen lugar los exáme- nes ú oposiciones, en los que, con firma propia ó con pseudónimo, el examinando más balbuciente, el que inspiró tal vez más compa- sión al Tribunal, pero que fué aprobado, desafía con pueril y desenfadada arrogancia y reta á singular combate á cuantos sabios piensan en el orbe. muy poco tiempo que el Excmo. Sr. General General pu- blicó una notable circular eu la Gaceta dando cuenta al país del estado de sus escuelas como re- sultado de la visita girada á los pueblos. Deplora S. E. que los maestros permitan á los niños cierto tonillo cuando leen, en a- reoiéndoles eviten esa canturía monótona y tradicional en las malas escuelas. A pesar de esta advertencia consignada en ton importante documento, á pesar también de ser práctica constante en la Penínsu- la, no se exige á los opositores la lectura en Ita voz en prosa, ver o y manuscrito. No censura- mos al Tribunal: pero extraña- mos que en el Reglamento no se incluya este ejercicio entre los que componen el acto oral. Un maestro que lee bien en alta voz no puede tener discípulos que lean con amaneramiento. Y no se nos diga que los Maestros prueban esta asignatura en el examen de reválida, porque tam- bién son examinados de las de- más del programa, y sin embargo las prueban de nuevo en oposi- ciones. La lectura en alta voz tiene para un maestro mas im- portancia que la que le concede el Reglamento. Cuando nos ocupemos de los exámenes de Maestros trataremos de la lectura v de la clase de li- bros que el Tribunal pone en ma nos de los opositores para que prueben su suficiencia en esto asignatura. MAS SOBRE EL CRIMEA DI US MARÍAS. Gracias á la Divina Providen- cia, cuya mano á todo alcanza, cuya justicia es para todos inva- riable; gracias ¿ la benemérito Gu rdia Gi vil, en quien tiene nues- tra sociedad una firme garantía por su asiduidad y su abnegación, va haciéndose luz, mucha luz, en el horrendo crimen que acaba de perpetrarse en el barrio de An- nones, jurisdicción de Las Marías, con la muerte violenta de toda una familia honrada y pacífica y su servidumbre. Y tanta luz se va haciendo, de- cimos, que á estas horas se halla ya poco menos que identificado y convicto el que aparece como principal autor de aquella iniqui- dad sangrienta que ha evocado en nuestra memoria el recuerdo fa- tídico de Troppmann y sus bárba- ras hecatombes. ¡Oh no! ¡De ninguna mane- ra! Aquel Juez eterno é inco- rruptible que reside en lo Alto, que, alejado de las humanas mi- serias, ninguna culpa deja sin castigo entre sus criatuias, como ninguna buena acción olvida, no había de permitir seguramente que quedara en el misterio, que quedara para siempre oculto á los ojos de la justicia de los hombres, de la moral ultrajada, de la socie dad despavorida, el hilo funesto de la espantosa tragedia que nue- vamente nos ocupa, y para cuyos infames autores pedimos con ener- gía, con profunda indignación, to- do el peso, todo, de la Ley. Es necesario para nuestro re- poso, para tranquilidad de las familias, para honor de esta tierra digna y cristiana, que dramas co- mo el ael Rosario y el de Las Marías no vuelvan á repetirse ja- más en Puerto Rico. Y al consignarlo, no dudamos que el alto espíritu de justicia que impera en nuestros tribunales contribuirá con su actividad y su labor á que se satisfaga tan pre- miosa y trascendental necesidad. ¡ Ya el anatema de todos los hom- bres bourados acompaña á lo 5 ? tigres carniceros que tan sin pie- dad se han cebado en la destruc- ción de sus semejantes! Las últimas noticias que tene- mos con respecto al éxito de las más recientes pesquisas practica- das por la Guardia Civil en busca de \o< perpetradores del crimen de Annones prueban lo que he- mos manifestado ai principio de estas líneas. Por el Jefe de la línea de Las Marías, Alférez D. José Gómez Galíndez, y Guardias Gabriel Vi- llena, Francisco Ramírez y Remi- gio Díaz López, fueron hallados, en la noche del 6 del corriente, y después de una activa cuanto pe- nosa investigación llevada á cabo en la hacienda denominada Paz , en la cual servía el Pedro Con- treras Montes, presunto autor del crimen, unos calzoncillos, un pan- ta'ón, una camiseta, nna camisa blanca y un sombrero, con la sig- nificativa circunstancia de estar manchadas de sangre las referidas prendas de vestir y cuidadosa- mente escondidas entre la maleza del monte de dicha finca. Tam- bién encontró la mencionada Guar- dia Civil, cerca de aquellas lúgu- bres prendas, un machete de lo s llamados de perrillo, el cual apa- recía así mismo con manchas de sangre. Todo fué reconocido por varias personas como de la pertenencia del Contreras Montes, añadiéndo- se que las ropas halladas eran pre- cisamente las que vestía aquél el 31 de Diciembre próximo pa- sado, eu cuya noche se consumó el delito. El triste hallazgo está á disposición del Juzgado que en- tiende en el asunto. Aun hay más. Por vehemen- tes sospechas de complicidad en el delito en cuestión, han sido presos dos sujetos, Ventura Can- cel y José López, hijos políticos delmatriraonioasesinado, y á quie- nes la voz pública, que pocas ve- ces se engaña en sucesos de esto índole, acusa con insistencia y per uasión. Esto, prescindiendo de que existen otros indicios que hacen suponer hayan tenido efec- tivamente el Cancel y el López participación en ton deplorable acontecimiento. ¡Lux/acta est! Ya la luz se ha hecho. ¡ Ade- lante ! No concluiremos estas líneas sin enviar un caluroso aplauso al dignísimo Promotor Fiscal de M i- yagiiez, nuestro amigo D. Fran- cisco Pelegrí y Roger, que con su exquisito celo tanto ha contri- buido al esclarecimiente del suce- so, aplauso que hacemos exteusi- vo con sumo gusto al Capitán de la Guardia Civil D Fructuoso Gál- vez Sánchez, al Alférez D. Jo>é Gómez Galíndez y á los excelentes individuos del nobilísimo cuerpo que hemos nombrado al comienzo de esta lacónica reseña. Con ello cumplimos un deber de justicia y de conciencia. Sobre azúcares. Tomándolos de El Avisador Comercial de la Habana, podemos suministrar algunos datos sobre la situación actual de esta impor- tante industria sacarina. En la mayor Antilla muchos ingenios han comenzado ya la molienda con buena graduación de guarapo, y en general se espe- ra una zafra regular, y habría sido mucho mayor, si en las épo cas convenientes hubiera llovido todo lo necesario, pues sabido es que la caña necesita de la hume dad. Otros ingenios esperan aun co- menzar la molienda en el próximo mes. Muchas centrales y otros pre dios rústicos han adquirido en poco tiempo rápido desarrollo, y sus dueños no omiten medio ni sacrificio para mejorar las condi- ciones de los mismos, introdu- ciendo todo género de adelantos. Aquel vasto territorio se recons- truye con verdadero entusiasmo. Sin embargo, el mercado de azú- cares estaba últimamente en cal ma, y las operaciones se hacían con mucha lentitud. Había po- cos arribos. Los piecios se man- tenían firmes, aunque con una pe- queña tendencia á la baja, la cual esperamos que no se habrá de realizar, por mucho que se fuer- cen las ofertas de remolacha en Europa. En el mercado de Londres, se- gún telegrama del 8 de Diciem- bre, los precios habían subido en los azúcares cristalizados, ven- diéndose con dificultad otras cla- ses. En el retinado se había se- ñalado una pequeña actividad. En Liverpool se notaba calma en las operaciones. Comparada la existencia de azú- cares que había en los cuatro principales puertos al espirar el año 1882 con la de 1883, resulta de disminución en éste la no pe- queña suma de 8,542 toneladas, y esto lleva en la garantía de que los precios actuales habrán de sostenerse, si no aumentan. En el mercado de New-York los precios, á juzgar por circula- res del 20 de Diciembre, no ha- bían tenido variación; en la últi- ma semana se notaba una baja en las existencias de 1,600 toneladas. Lo salido á consumo ascendía ú 15,875. El aumento en la de- manda por refinos debía produ- cir una mejora en la venta de azúcares en bruto. La existencia total en todas las manos era de 65,146 toneladas, menor, á saber, que la de iguales fechas del año anterior. De Barcelona se sabía que las segundas manos tenían muy surtido, casi nulo, por lo que se sostenían bien los precios, y los de las centrífugas mejor aun, á causa de ser este consumo muy importante. LAVERDAD No hace muchos dias leíase por aquí una relación que, copiada de un colega de la Península, inser- taba un periódico de esta ciudad acerca de la muerte del Capitán de Voluntarios de la Habana don José Palacio, y de las circunstan- cias que precedieron y acompaña- ron aquel crimen cometido á san- gre fria en nn teatro. Esperábamos que todo aquel cúmulo de exageraciones y mali- ciosas falsedades, que tan en pug- ua estaban con nuestros informes, >e desmintiese rotundamente y á la luz del sol, y el momento por nosotros ansiado llegó al fin para triunfo de la verdad y confusión de los que quisieron ofender los Boletín Mercantil Manes de un digno ciudadano co- mo el Sr. Palacio 7 Polledo. El momento ha llegado, deci- mos, y el periódico La Centella, de la Habana, correspondiente al 29 de Diciembre último, trae en su sección editorial una extensa carta dirigida á La Iberia en la que se rectifican y desmienten todos los detalles falsos que malas voluntades echaron á volar acerca del triste fin del Sr. Palacio ylo ocurrido dias antes con el señor Rivero. La carta en cuestión fírmala este señor, suplicando que la re produzcan todos los periódicos que se han hecho eco de las ma- lévolas insinuaciones que la han motivado. Esperamos, por lo tanto, qu** la publicación que en esta ciudad se hizo eco de aquellas insinua- ciones malévolas, procediendo en conciencia, obrando en estricta justicia, atenderá la súplica que hace el Sr. D. Nicolás Rivero, digno compañero en la prensa Antillana, que defiende su honor y la memoria del malogrado Ca- pitán de Voluntarios Sr. Palacio. Un dato muy principal de la carta debemos consignar, y con él daremos por terminadas estas líneas. Yes á saber, que Palacio no solo no tenía fama de tirador , sino que todo el mundo sabía que jamás había manejado un arma, al paso que Soler (el cubano ma- tador de Palacio) era oficial de caballería , y por lo mismo tiene obligación de saber manejar el sable. El lance de honor fué al sa- ble Saquen nuestros lectores la consecuencia que de él se deriva; y por la falsedad que ha motivado este dato, deduzcan el espíritu de verdad que dominaría en toda la célebre narración. ¿No es cierto que hay lances de honor que dejan atrás los ase- sinatos uiás alevosos? - ¡Fuera misterios! Si nada hay nuevo bajo el sol; .si todo es lícito ya en la sociedad humana, que va como sin brújula y sin ley moral; si hasta las más exageradas teorías y los más de- plorables sistemas tienen cumpli- da satisfacción en todo género de manifestaciones pacíficas ó tumul- tuarias; si todo brota á la super- ficie de este lago revuelto; si na- da, en fin, se esconde en este siglo de las luces, ¿ qué hace ya la Franc-Masonería, ocultándose en tenebrosos clubs y predicando sus dogmas en el oscuro lenguaje de los signos y del misterio ? Siguiendo los principios del buen discurso áque nos lieva la in flexible lógica, tenemos que con- venir en que semejante conducta es altamente ridicula, ó, cuando menos, ilícita y perjudicial, aun- que nosotros optamos por creer lo primero. Hános sugerido estas conside raciones el siguiente párrafo que recortamos de La Estrella de Pa- namá, periódico nada sospechoso, hablando del asunto: Eq la lacha en que se hallan em- f>eñados en las Repúblicas del Plata os elementos eternos de la sociedad, progreso y reaccióu, ha sido traída á cuentas la Masonería por algunos miem- bros de la Orden, y con sobra de acier- to le apnntan defectos que deben co- rregirse, porqne son propios no de las Lgiasdel Plata, sino de todas las Lo- gias. He aquí algunas observaciones: Dos grandes defectos se encuentran en la Masonería. Lo primero, como ya lo hemos dicho, es el querer encu- brir sns acciones y sus obras, haciendo de ellas nn misterio, y desnaturalizan- do así la esencia de la Institución. Hoy que la instrucción se propaga, que la ciencia se democratiza, que la libertad se extiende y se afirma en todas sns manifestaciones, y qne el Grande Orien- te de Italia está situado á pocos pasos del Vaticano, el misterio es inútil y pernicioso para la Instilación, y las ce- remonias y las bóvedas azules deben suprimirse gradualmente, si no quie- ren los masones caer en el ridículo.—' Sea la Ley del progreso humano la úni- ca gnia de los masones en el árdno ca- mino de las reformas. Si quieren im- primir fuerza, vigor y eficacia á la ins- titución, hagan desaparecer la menor sombra de oposición entre ella y la ci- vilización moderna, entre sn constitu- ción antigna y el genio resplandeciente nuestro siglo. La otra cansa, qne suele enajenar á la Masonería las simpatías de mochos profanos, es la poca ó ninguna pruden- cia con qne se admite en el seno de la Sociedad masónica á personas indignas de pertenecer á ella. No vacilamos en afirmar qne esa es la verdadera cansa de los males qne afligen á la Institu- ción masónica, de las intrigas qne tra- ban sn progreso, de los manejos ocul- tos que minan sn crédito, de las mu- chas crisis, en fin, qne la han postrado en el pasado, resintiéndose todavía en la actualidad de sns funestas consecuen- cias. A nuestro parecer, los trabajos en qne suelen ocuparse todos las Logias aqni establecidas, sin distinción de rito y de obediencia, y qne se reducen á ini- ciar, afiliar y promover en grados, no constituyen, como otros creen, el ver- dadero progreso de la Asociación. Es- tos trabajos, llevados á cabo con pre- cipitación, sin el tiempo necesario para examinar escrupulosamente las condi- ciones, la conducta, el carácter, los de- seos y las aptitudes del profano, pue- den considerarse como simples trabajos mecánicos, faltos completamente de todo valor moral, y las propiedades esenciales de ellos son la forma y la exterioridad, qne solo sirven para des- naturalizar él pensamiento y el senti- miento intuitivo. Y aunque á prime- ra vista despierten ana esperanza (pa- ra nosotros siempre ilasoria) del incre- mento, prosperidad y riqueza de la Ins- titución, en breve se desvanece esa es- peranza y aparece la realidad, desnuda, severa, sin engaños, y con sn séquito de circunstancias y de resoltados nega- tivo,” Salga, pues, á luz eso que se llama masonismo. Muéstrese á la claridad del dia en todos su actos una sociedad tan filantró- pica, que tantos bienes produce, que tantas virtudes practica, y que parece, sin embargo, avergonzar- se de producirlos y practicarlas. ¡ Fuera misterios! ¿ Qué esperan ya? Detalles horribles- Con referencia al crimen de Las Marías, escríbele lo que sigue un corresponsal de la localidad á El País de Mayagüez: “Al amanecer del dia l.°, fuimos sorprendidos todos los vecinos de la población con la triste y fatal noticia de haber aparecido asesinada toda uua familia, en el barrio de Annones, y en sn propia casa, por mano homicida. Siguiendo la tradicional costumbre, se e icontraba el pueblo entregado á la mayor alegría recibiendo el nuevo año; todo desapareció con tan lamentable é inesperada nueva, y en un momento tristes y abatidos quedaron ios áuimos. Las víctimas fueron en número üe 5; Manuel Antonio Pérez, jefe de la familia, sexagenario; fueron varias las heridas que le infirieron en la cabeza y en el pecho, interesándole los pulin >- nes y el corazón; cualquiera de ellas era suficiente para producir instantánea- mente la muerte. Marcelina López, esposa de Manuel Antonio, también se- xagenaria; todas las heridas fueron en la cara, desfignráudele por completo el rostro, y con fractura de los huesos de esa parte; en la boca la herida que re- cibió le separó ambas mandíbulas, su- perior é inferior, con fractura de les huesos que cubren el cerebro, dejando asomar á éste por sn base. Ramón rez, hijo de Manuel Antonio y Marce- lina, era un joven que á cansa de una larga y penosa enfermedad qnedó mu- y paralítico, y fué eu el que se en sañaron; le acribillaron á puñaladas el pecho yel estómago. Todas, ó mejor dicho, la mas insignificante, era sufi- ciente á prodneir la muerte. José Pé- rez, hijo también de Manuel Antouio y Marcelina, era un joven laborioso y qne cuidaba de sus ancianos padres y des- graciado hermauo: recibió todas las he- ridas en la cara y en el cráneo; la de esta parte dividió el y profundi- hasta la masa cerebral. Hercúleo brazo fué el que se encargó de la eje- cución del que podía prestar auxilios á los por naturaleza iudefensos, y es mi opinión que por éste em|>ezaron. Ca- yetano Muhíz, alquilado de la casa, fué degollado como nn cerdo, pues muy po- co faltó para separarle la cabeza del tronco; también era joven, un poco mas que los dos hermanos, pero raquítico.” OPERA. Cantóse el jueves en nuestro teatro la inspirada partitura que lleva por título Un Bailo in Mas- chera. Está visto que Verdi es el que da más juego en la presen- te temporada. La ópera empezó bien, siguió mejor y acabó mal. ¡ Felices albores, dichoso medio- día, fatal ocaso! Ysi e9te no fué aun más tormentoso, agradézcase en parte á la señorita Tetrazzini. Hizo una Amelia de primmísimo cartello. No decayó nunca en toda la' acción. El barítono Sr. P. Quintilli Leoni tiene poca voz, pero es ar- tista. Siente, se posee, trabaja á conciencia, pero su órgano vo- cal está algo gastado; en las notas graves apenas se le oye. Es, sin embargo, un actor de facultades dramáticas excelentes. En la ro manza Alia vita cantó con gusto, con expresión, pero sin fuerza. No así en el ária del último acto que le valió grandes aplausos por el brio y valentía con que la hubo de cantar. El Sr. Patierno nos agradó en la barcarola, nos causó grata im- presión en el dúo del segundo acto con la soprano Srta. Tetraz- zini. Aquí añadió ésta una joya más ásu corona de artista. El terceto siguiente salió regular, el coro de las carcajadas débil, á pesar de las potentes notas altas del Sr. Cianciola, que resonaban como truenos. ¡ Privilegiado pul- món ! La Sra. Caponetti, Oscar , siem- pre digna de encomio; mereció bien del público por lo gra- ciosa, por lo discreta. En la canzone del acto último arrebató al público que se la hizo repetir. Al finai de la obra vino el de- sastre. El tenor, al parecer fa- tigado, se desvió de la orquesta, y allí fué Troya. Pero corra- mos un velo sobre esto. ¡ Lás- tima de ópera comenzada con tan lisonjeros auspicios y tan tristemente concluida! La orquesta muy bien. Al nuevo Director señor Salcedo se le tributó un nutrido aplauso al terminar el primer acto, en obse- quio álo ajustado que resultó el concertante con que aquél cieira. Para esta noche se ha anuncia- do el romántico drama de Lam- mermoor. DIAS FERIADOS. Con atento B. L. M. hemos recibido la siguiente Tabla de los dias feriados para 1884, formada por D. Rafael Romeu, digno Se- cretario de la Audiencia Territo- rial, y á quien damos las gracias por su atención, considerando que el trabajo no puede ser más útil y oportuno. TABLA DE LOS DIAS FERIADOS PARA EL AÑO 1884, formada coa arreglo 6 la disposiciones vigente y al uto adoptado por la Real Audiencia de esta isla. PRIMER SEMESTRE. Enero l. # La Circuncisión del Se- ñor. Idem 23.—Días de S- M. el Bey D Alfonso XO Febrero 2. —La Purificación de Ntra. Señora. Idem 25.—Carnaval. Idem 26.—Carnaval. Idem 27.—Ceniza. Marzo 25.—La Anunciación de Ntra. Señora. Abril 7.—Lunes Santo. Idem 8. —Martes Santo. Idem 9.—Miércoles Santo. Idem 10.—Jneves Santo. Idem 11.—Viernes Santo. Idem 14.—Lunes de Pa j cna de Re- surrección. Idem 15. —Martes de Pascua Je Re- surrección. Mayo 22.—La Ascensión del Señor. Junio 2.—Lunes de Pascua de Pen- tecostés. Idem 3.—Martes de Pascua de Pen- tecostés. Idem 12. —EI Santísima Corpus Christi. Idem 24.—La Natividad de S. Juan Bautista, Patrón de esta isla. SBQUSDO SKMESTRB. Julio 16.—Nuestra Señora del Car- men. Idem 21. —Cumpleaños de S. M. la Reina D.* Cristiua. Idem 24. —Dias de S. M. la Reina D.‘ Cristina. Idem 25.—Santiago Apostol, Patrón de España. Agosto 2. —Nuestra Señora de los Angeles. Idem 15.—La Asnución de Nuestra Señara. Setiembre B.—La Natividad de Ntra. Señora. Idem 11. —Cumpleaños de S. A. R. la Princesa de Asturias D.* Mercedes. Idem 24. —Dias de S. A. R. la Prin- cesa de Asturias D. a Mercedes. N viembre l.°—La Fiesta de todos los Santo- 1Idem .2—La Conmemoración de los fieles difunto. Idem 28. —Cumpleaños de S. M. el Rey don Alfonso XII. Diciembre B.—La Purísima Concep- ción de Nuestra Sra. Idem 25. —La Natividad de Nuestro Señor. Idem 26.—Vacante. Idem 27. —Vacante. Idem 29.- Vacante. Idem 30.—Vacante. Idem 31. —Vacante. NOTA.—En la presente tabla no se han comprendido los domingos del año, que son también feriados, con el objeto de reducir las dimensiones de ella. Articulot de la Ley de Enjuiciamiento Civil de 5 de Octubre de 1855 t 8. Las actuaciones judiciales han de practicarse en iias y horas hábiles, bajo pena de nulidad. 9. Son dias hábiles todos los del año, menos los domingos, fiestas ente- ras religiosas ó civiles, y los eu que esté mandado ó se mandare qne vaquen los Tribunales. 10. Se entienden horas hábiles las qne median desde la salida hasta la puesta del Sol. 11. El Juez puede habilitar los dias y horas inhábiles cuando hubiere cansa argente qne lo exija. Música celestial. I Dice un periódico reformista de esta provincia: No pueden existir leyes justas, si estas do garantizan positivamente sus derechos á todos y á cada uuo de los miembros que constituyen una socie- dad; si no preservan de toda violencia á unos contra otros y á los gobernantes contra los gobernados y á los goberna- dos contra los gobernantes; niegan á nuos, con beneficio de otros, el uso completo de las libertades, y el goce de to los aquellos bienes necesarios á la propia conservación y á la felicidad co- mún. Música celestial es ésta en boca de aquellos que viven reñidos con todas las leyes habidas y por haber. ¡ Hablan de leyes y de derechos á cada momento los que no quie- ren reconocer otros que sus ca- prichos y sus intemperancia'! ¡ Hablan de leyes y de derechos los que una sola vez que estuvie- ron en el candelero no miraron más que por sus conveniencias, conculcaron todo lo legislado y dejaron á su paso huellas como las de uu huracán ! Al que no les conozca y les oiga vociferar no le arrendamos la ganancia. Nosotros, que Jes vemos venir desde muy lejos, tenemos para esa gente una frase sacramental irreplicable: ¡ A otra puerta, hermano I Siempre incondicionales, Escribe El País de Mayagüez: Dice el Boletín qne ni con todo el gas del mondo se encuentra nn áto- mo de consecuencia entre cierta gen- te” ¿Si se referirá á los republicanos y cantonalistas de España, incondiciona- les intransigentes en Puerto-Rico? En esto consiste nuestro mé- rito. En la Península carlistas, repu- blicanos, moderados, radicales. Todos van á un mismo fin, aun- que sea por diferentes sendas. ¡ Aquí españoles incondiciona- les; nada más! Alguien lo ha dicho: Divide y vencerás.” Por esto aquí estamos todos unidos en apretado núcleo. En nuestro Partido caben to- dos, Con tal que sean españoles. Esto es lo que sulfura á nues- tros adversarios. Pues co tienen más remedio que aguantarlo. Allá carlistas, republicanos, mo- derados. Aquí españoles syn condiciones, por lo mismo ( vergüenza causa decirlo) que los hay condiciona- les. discurso, Hemos recibido el muy notable que ha leído el limo. Sr, D. Ve- nancio Zorrilla, dignísimo Presi. dente de esta Audiencia, en el acto solemne de la apertura del Supe- rior Tribunal. Es un trabajo que honra ásu autor, según se verá cuando le insertemos en este periódico, que será en el próximo número. Forma un folleto correctamente impreso en la tipografía de El Asimilista , cuyo director, Sr. Be- cerra, magistrado iuterino, parece que se ha esmerado en la edición. Sallemos que el apreciahilísi- rao Sr. D. Ernesto Ollero, Co- mandante de Artillería y Profe- sor que ha sido de la Academia del Arma, ha enriado de regalo á la Biblioteca Muñir i pal un ejem- plar del '* Tratado elemental de Aritmética escrito por él y pu- blicado eu el coriiente año; cuva obra ha alcanzado, por su mérito, ser declarada de texto para las Escuelas de esta Provincia. Según los datos que nos ha suministrado el señor Secretario de la Junta local de Instrucción pública, han ingresado en las locuelas públicas de ambos se- xos de e>ta Ciudad, incluso la de ulultos, en todo el año de 1883, ••on boletas de gracia expedidas por el señor Alcalde Caparros. 490 alumnos. ¡ Que siga el aumento! MAS ACLARACIONES- Como á las del Sr. Esteva, llegó á mis manos el número 30 del periódico El País qne se publica en esta locali- dad correspondiente al 27 de los co- rrientes, no por un amigo, sino por noa linda señorita enya nivea mano señala- ba un artícnlo ¡ Aclaremos ! de dicho se- ñor, creyendo contestar, que no lo hace, á otro publicado en este periódico en 21-12, y sobre el cnal poco habría de añadir si el Sr. Esteva no me obligara á ello, aceptando por tanto la dimen- sión que rae propone en investigación de la verdad. Como para este objeto no sean nece- sarios los nombres, porque nada signi- fican, paso por alto las apreciaciones del Sr. Esteva respecto al segando pá- rrafo de su artíc do y el principio del undécimo, donde atribuye á nn maes- tro conservador incompleto los concep- tos por emitido?. Esté tranquilo el Sr. Esteva, qne ui lonno dí lo otro es, pero deje también tranquilo al profesor de referencia, porque muy bién podría decirle lo que hasta ahora ha callado por puro compañerismo, y es, que así, tan incompleto corno le saponen, ganó en públicas oposiciones, al mismísimo Director de sn Liceo, la Escuela qne hoy desempeña. ¿Qué tal, si llega á ser complete orno lo son todos los demás? Este solo hecho consumado bastarla para probar la faseldad de las especies vertidas por el Sr. Esteva, pretendien- do para y para sn liceo la mejor ins- trucción y mayor adelanto de los alom- aos, si otros hechos no vinieran á con- firmarla, cuales son, el haber sacado machos padres á sus hijos del tan re- nombrado Liceo para volverlos á las Escuelas públicas de donde procedieron. Sos nombres serán la continuación de las pruebas, si así le place al Sr. Es- teva. Carecen de verdad también las afir- maciones qne hace respecto de los se- ñores liberales del manicipio, qne, se- gún él, trabajan dentro y fuera del Ayontamieuto para dar á la instrucción mayor desarrollo. Vayan las pruebas. Hace algunos meses presentaron varios profesores de ésta una solicitad pidien- do el aumento de alquiler para fas ca- sas-escuelas, porqne las que tienen ni son capaces ni renuen las condiciones de establecimientos de enseñanza, y tanto caso han hecho, qne todavía duer- me en cartera. Pretende el Sr. Alcal- de, con el celo qne le distingue, dar cnrso á la solicitad, nombra ana comi- sión de liberales para qae visiten las Escuelas y vean sos necesidades, y to- davía la están esperando: nombra otra de los mismos jqué si quieres! tampoco fué, y las Escuelas sin visitarse una sola vez. Viendo el Sr. Frontera tan- ta complacencia, determinó nombrar nna tercera compuesta del Sr. Cura Vicario y un incondicional, cumpliendo exactamente sn cometido. ¿Qué tal, Sr. Esteva? ¿trabajan sns correligionarios dentro y fnera del Ayuntamiento por la in atracción? Y todavía se molestará V. porqne llamo la atención del Excmo. Sr. Gobernador y del pueblo para ha- cerles ver lo poco acertados, que estu- vieron en las elecciones los electores y el poco caso que hacen del grande in- terés que tiene por la instrucción el Excmo. Sr. Marqués de la Vega In- clán. Cambien de modo de pensar, secunden los buenos deseos del Sr. Frontera, y les alabaremos como alaba- mos á los que V. llama enemigos polí- ticos, á los incondicionales, porque á ellos y solo á ellos se deben los mejores edificios de esta Ciudad. Precisamen- te corresponde é los incautadores de la Administración provincial, que V. indica en su artícnlo, ¿ raiz del segun- do periodo del General Sauz mandan- do esta Isla, lo poquito bueno que hay, á saber: la plaza de hierro, sin igual en la Isla, el Cementerio nuevo, las cna- tro bombas de incendios, el magnífico puente de hierro de la Marina, la entre- ga de la carretera al Gobierno, nota- bles mejoras en el Hospital, obsequio á la Ciudad de nn incondicional, y 9090 daros presupuestados y gastados para las calles. Si todo esto hiciacon los incondicio- nales incautadores, cabepreguntar: ¿qué hicieron los liberales desincantados? Absolutamente nada, porqne nada más hay. Luegc, si no hadan nada, hizo muy bien el Excmo. Sr. General San* en entregar la Administración á los qne hicieran algo. Lu*go no tiene ra- zón para quejarse el Sr. Esteva de los incondicionales, que han mejorado y conservado las mejoras de so pueblo: quéjese en cambio de-sns amigos qae están dejando oxidar el pnente de hie- rro de la Marina, ysi no le pintan se destruirá. Pregante lo qne pasa en la Carnice- ría, y déjese de repetir el monopolio qae nanea existió, pues antes de la plasa se comía la carne AB, 10,12 yl4 ocha- vos; dorante la plaza á 10 solamente qne todavía darán. Indique á esos mismos amigos que el pueblo que los ha elegido no necesita de discursos ni zarandajas, sino de sólida instrucción por maestros completos, como son lo que desempeñan las Escuelas de etf 2

Bbkíii Mortal te Mea. Audiencia,

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Page 1: Bbkíii Mortal te Mea. Audiencia,

Bbkíii Mortal te Mea.SABADO, 12 db Enero dk 1884.

DIRECCION.

Desde la presente fechaqueda hecho cargo ; de la Ad-ministraeió*^*49J*e v'ó(íÍ6°

el apoderado, general^de fapropia Casa, DON RAFAELPEREZ Y 'GARCIA, conquien deberán, en lo sucesi-vo, entenderse los señoresVgentes y suscriptores, en to-

do lo relativo á la parte eco-nómica y administrativa demismo.

Esta Dirección se encargade todo lo demás que tengarelación con dicho periódico.

Xguació 3) Caneja.

Manifestación honrosa.Recibimos anteayer el siguien-

te despacho telegráfico de Utua-do:

Redactores Bolktin Mercantil.

El Partido incondicional de esta lo-calidad, en sesión de hoy, acordó dar áustedes nn voto de gracias por la bri-llante defensa qne vienen haciendo enpro de los ideales del Partido.

Pírbz, Jordán, Rüiz, Robbrt,Blanco.”

Así, de esta manera tan espon-tánea y elocuente, y en mo-

mentos en que nuestros triunfosestán asegurados ante la opi-nión, proceden ahora con nosotrosnuestros estimados correligiona-rios de Utuad'', como han proce-dido antes, decírnoslo con orgullo,y como procedieron siempre, nues-

tros consecuentes amigos de otros

pueblos sin excepción alguna.

Si en medio de las azarosas si-tuaciones del periodismo, si enmedio de sus penalidades fuéra-mos capaces de desmayar algunavez desalentados, no ya la con-

vicción solamente de nuestras in-mortales doctrinas, de la justiciade nuestra causa nos aguijonea-ría para el estímulo y la cons-tancia: las expresiones de adhe-sión y noble gratitud que un diay otro recibimos de amigos tandignos como los de Utuado seríansuficientes para que nuestros briosno menguaran jamás, para quesiguiéramos eternamente impávi-dos é incansables en la senda dehonor que recorremos.

Homenajes como éste, bien ra-

ros en otros periódicos que bla-‘sonan de oráculos, exceden el lí-mite de nuestras aspiraciones.

¡ Gracias, gracias mil, españo-les incondicionales de Utuado!

No arais en la arena.¡ Arais en corazones fecundos

y agradecidos!

INSTRUCCION PRIMARIA,OPOSICIONES.

IV.Aunque nuestro modesto tra-

bajo no tenga mérito alguno, nopuede negársele el de la oportu-nidad. Al mismo tiempo quepublicábamos el primer artículo,una Real orden modificaba elDecreto orgánico en cuanto á lainspección provincial se refiere;j con la publicación del segundo,coincidió una disposición del Go-bierno General de la Isla, refor-mando radicalmente tanto el De-creto como el Reglamento de Ins-pectores,

A su tiempo, y siguiendo elplan que nos hemos propuesto.ncß hemos de ocupar de la ins-pección provincial según la Leyvigente la planteó y reglamentó,asi como de las reformas intro-ducidas; pero bueno es hacerconstar, siquiera sea ligeramente,que estas últimas no se deben álos clamores de la opinión ni delProfesorado, manifestados por me-dio de la prensa; puesto que muypoco, hasta la fecha, se ha escritosobre el particular. Las reformasdecretadas se nan hecho necesa-rias por las dificultades insupe-rables que se presentaron al po-ner en práctica la novísima legis-lación.

Según parece, el edificio que,aunque de reciente construcción,venimos denunciando cc mo ruicoso, empieza á derrumbarle porsu propio peso: se le han het hualgunas reparaciones en la te-chimbre, y las consideramos in-suficientes ; poique los defectosprincipales de que adolece la obraqstán en sus cimientos.

Comignada esta ligera digre-sión, continuamosexaminando iospreceptos de la Ley concernien-tes á oposiciones.

Loe actos en que han de tomarlos Maestros de ambos se-

xoB de esta provincia para probarsu idoneidad, son escritos y ora-les, como en la Península.- perocon diferencias tan sorprendentes,tan injustificadas, que no atinamoscon las causas que las originan.

El primer acto escrito es casiigual al preceptuado por la Leyde 1857. Todos los opositoresescriben á la vez, vigilados por elTribunal y con la convenienteseparación, una Memoria, sobreun mismo punto en Puerto-Rico,v elegido por suerte para cadaopositor en la Península, entrelos que abrace el programa dePedagogía. (De estos progra-mas nos ocuparemos después.)Para escribir esta explicación seconceden tres horas, y el opositor

resulta reprobado no es ad-mitido á los demás ejercicios.

A otra prueba se somete enesta provincia á los opositores,sumamente original, tan original,que no atinamos por que se con-digna en el art. 29 del Regla-mento. Consiste en contestar porescrito algunas preguntas del ac-to oral. ¡ A qué conduce ni quéprueba este ejercicio? Si tienebuen ó mal carácter de letra; siescribe guardando los preceptosortográficos y gramaticales; siredacto lógicamente, todo esto loba probado escribiendo la memo-ria pedagógica. En cuanto ási'contesto ó nó á las preguntas delprograma ya lo probará en el ac-to oral, y sin que quede géneroalguno de dud , puesto que des-pués de contestar cuanto sepa,está en la obligación de satisfacerlas preguntas del coopositor ydel Tribunal.

El tiempo invertido en este ac-to, si tal nombre merece, pudie-ra, en nuestro concepto, aprove-charse dictando á los opositoresproblemas de Aritmética para cu-ya resolución empleasen las re-glas fundamentales, quebrados,denominados, decimales, sistemamétrico, y razones y proporcio-nes con sus reglas; y de este mo-do probaiían no solo que sabenla asignatura, sino que edán endisposición de trasmitirla á losniños con todas sus aplicacionesá los usos más comunes de lavida. Tampoco sería tiempo per-dido el que se invirtiera dictán-doles un período y que á conti-nuación escribiesen su análisislógico y gramatical. Estos ejerci-cios probarían conocimiento, pro-barían algo: pero invertir dos ótres horas escribiendo preguntasdel acto oral ni prueba suficien-cia ni conduce á nada.

En cuanto al examen oral, yapusimos de manifiesto los incon-venientes que presenta el sistemade trincas establecido para opo-siciones á cátedras y adoptado

fiara las de nuestias escuelas: poro tanto, llamamos la atención so-

bre el ejercicio que prescribe elpárrafo 3? del artículo 38 y el ar-tículo 30.

A! terminar el acto oral cadaopositor elige libremente una lec-ción de pedasrogia, de gramática,ó de religión para explicarla vein-te y cuatro horas después, du-rante media hora. El coopository dos (?) jueces hacen observa-ciones durante otra media hora.

Es decir, que al terminar elaxámen cada opositor ó cada opo-tora participa al Tribunal quepasadas veinte y cuatro horasdirá una relación que aprendióde memoria desde que se reva-lidó, y que tiene destinada ex-presamente para hacer oposicio-nes. ¿ Para qué sirven e cas vein-te y cuatro horas que se conce-den al opositor, ni qué necesidadtiene el Tribunal de saber conanticipación el tema ? Con que losepa el Maestro es bastante. Entratando de pedagogia, de reli-gión ó de gramática, está en suderecho pronunciando el mismodiscursito en cuantas oposicionestome parte. No puede darse ru-tina más censurable, ni más minuoiosamente reglamentada. Comojue está consignada en los refe-

rí dos artículos 23 y 30 del Re-glamento para el ingreso en eiProfesorado público, y se observaestrictamente, como no puedemenos, por el Tribunal califica-dor.

Estaría bien, y es lo que sinduda se pensó al redactar esteReglamento y se practica en otraspartes, que al terminar el actooral y como complemento delmismo, eligiese el opositor unpunto entre tres sacados á lasuerte, y que pasadas veinte ycuatro horas, lo explicase ante elTribunal en el tono y forma quecorresponde al grado y clase dela escuela que solicita, no duran-te media ñora, sino empleandomás ó menos tiempo, según suerudición y conocimientos. Sidespués de conocer la lección conveinte y cuatro horas de antici-pación, solo da una definición in-suficiente y rutinaria, ó lo hacetorpemente probando su insuficiencia para enseñar niñosen unaescuela, suspéndase el acto paraotros exámenes sin consideraciónninguna, que más vale carecerde enseñanza, que autorizar aca-démica y oficialmente para que!a difunda en un pueblo y tal vezpor muchos años, á un maestrosin vocación y sin cualidades pa-ra el desempeño de su, aunquemodesta, elevadísima misión.

Aquí, en donde los Maestrosno asisten á una escuela normal,ui dan más pruebas de su aptitudque los exámenes de reválida ylos actos de oposición, convieneuna prudente severidad exenta

de recomendaciones y de todaconsideración personal. Un maes-tro ó una maestro mal prepara-

dos y sin los conocimientos nece-sarios, al ser aprobados por tanrespetable Tribunal, al ver justi-ficada la razón de la sinrazón desu ignorancia, cambian su timidezen engreimiento y petulancia, yde aquíel origen de sus incalifi-cables escritos, que todos deplo-ramos, y que aparecen en losperiódicos, inmediatamente des-pués que tienen lugar los exáme-nes ú oposiciones, en los que, confirma propia ó con pseudónimo, elexaminando más balbuciente, elque inspiró tal vez más compa-sión al Tribunal, pero que fuéaprobado, desafía con pueril ydesenfadada arrogancia y reta ásingular combate á cuantos sabiospiensan en el orbe.

Há muy poco tiempo que elExcmo. Sr. General General pu-blicó una notable circular eu laGaceta dando cuenta al país delestado de sus escuelas como re-sultado de la visita girada á lospueblos. Deplora S. E. que losmaestros permitan á los niñoscierto tonillo cuando leen, en a-reoiéndoles eviten esa canturíamonótona y tradicional en lasmalas escuelas.

A pesar de esta advertenciaconsignada en ton importantedocumento, á pesar también de serpráctica constante en la Penínsu-la, no se exige á los opositores lalectura en Ita voz en prosa, vero y manuscrito. No censura-mos al Tribunal: pero extraña-mos que en el Reglamento no seincluya este ejercicio entre losque componen el acto oral. Unmaestro que lee bien en alta vozno puede tener discípulos quelean con amaneramiento. Y nose nos diga que los Maestrosprueban esta asignatura en elexamen de reválida, porque tam-bién son examinados de las de-más del programa, y sin embargolas prueban de nuevo en oposi-ciones. La lectura en alta voztiene para un maestro mas im-portancia que la que le concedeel Reglamento.

Cuando nos ocupemos de losexámenes de Maestros trataremosde la lectura v de la clase de li-bros que el Tribunal pone en manos de los opositores para queprueben su suficiencia en estoasignatura.

MAS SOBRE EL CRIMEA DI US MARÍAS.

Gracias á la Divina Providen-cia, cuya mano á todo alcanza,cuya justiciaes para todos inva-riable; gracias ¿ la beneméritoGu rdia Givil, en quien tiene nues-tra sociedad una firme garantíapor su asiduidad y su abnegación,va haciéndose luz, mucha luz, enel horrendo crimen que acaba deperpetrarse en el barrio de An-nones, jurisdicciónde Las Marías,con la muerte violenta de todauna familia honrada y pacífica ysu servidumbre.

Y tanta luz se va haciendo, de-cimos, que á estas horas se hallaya poco menos que identificado yconvicto el que aparece comoprincipal autor de aquella iniqui-dad sangrienta que ha evocado ennuestra memoria el recuerdo fa-tídico de Troppmann y sus bárba-ras hecatombes.

¡Oh no! ¡De ninguna mane-ra! Aquel Juez eterno é inco-rruptible que reside en lo Alto,que, alejado de las humanas mi-serias, ninguna culpa deja sincastigo entre sus criatuias, comoninguna buena acción olvida, nohabía de permitir seguramenteque quedara en el misterio, quequedara para siempre oculto á losojos de la justicia de los hombres,de la moral ultrajada, de la sociedad despavorida, el hilo funestode la espantosa tragedia que nue-vamente nos ocupa, y para cuyosinfames autores pedimos con ener-gía, con profunda indignación, to-do el peso, todo, de la Ley.

Es necesario para nuestro re-poso, para tranquilidad de lasfamilias, para honor de esta tierradigna y cristiana, que dramas co-mo el ael Rosario y el de LasMarías no vuelvan á repetirse ja-más en Puerto Rico.

Y al consignarlo, no dudamosque el alto espíritu de justicia queimpera en nuestros tribunalescontribuirá con su actividad y sulabor á que se satisfaga tan pre-miosa y trascendental necesidad.¡ Ya el anatema de todos los hom-bres bourados acompaña á lo5?

tigres carniceros que tan sin pie-dad se han cebado en la destruc-ción de sus semejantes!

Las últimas noticias que tene-mos con respecto al éxito de lasmás recientes pesquisas practica-das por la Guardia Civil en buscade \o< perpetradores del crimende Annones prueban lo que he-mos manifestado ai principio deestas líneas.

Por el Jefe de la línea de LasMarías, Alférez D. José GómezGalíndez, y Guardias Gabriel Vi-llena, Francisco Ramírez y Remi-gio Díaz López, fueron hallados,en la noche del 6 del corriente, ydespués de una activa cuanto pe-nosa investigación llevada á caboen la hacienda denominada Paz ,

en la cual servía el Pedro Con-treras Montes, presunto autor delcrimen, unos calzoncillos, un pan-ta'ón, una camiseta, nna camisablanca y un sombrero, con la sig-nificativa circunstancia de estarmanchadas de sangre las referidasprendas de vestir y cuidadosa-mente escondidas entre la malezadel monte de dicha finca. Tam-bién encontró la mencionadaGuar-dia Civil, cerca de aquellas lúgu-

bres prendas, un machete de los

llamados de perrillo, el cual apa-recía así mismo con manchas desangre.

Todo fué reconocido por variaspersonas como de la pertenenciadel Contreras Montes, añadiéndo-se que lasropas halladas eran pre-cisamente las que vestía aquélel 31 de Diciembre próximo pa-sado, eu cuya noche se consumóel delito. El triste hallazgo estáá disposición del Juzgado que en-tiende en el asunto.

Aun hay más. Por vehemen-tes sospechas de complicidad enel delito en cuestión, han sidopresos dos sujetos, Ventura Can-cel y José López, hijos políticosdelmatriraonioasesinado, y á quie-nes la voz pública, que pocas ve-ces se engaña en sucesos de estoíndole, acusa con insistencia yper uasión. Esto, prescindiendode que existen otros indicios quehacen suponer hayan tenido efec-tivamente el Cancel y el Lópezparticipación en ton deplorableacontecimiento.

¡Lux/acta est!Ya la luz se ha hecho. ¡ Ade-

lante !

No concluiremos estas líneassin enviar un caluroso aplauso aldignísimo Promotor Fiscal de M i-

yagiiez, nuestro amigo D. Fran-cisco Pelegrí y Roger, que consu exquisito celo tanto ha contri-buido al esclarecimiente del suce-so, aplauso que hacemos exteusi-vo con sumo gusto al Capitán dela Guardia Civil D Fructuoso Gál-vez Sánchez, al Alférez D. Jo>éGómez Galíndezy á los excelentesindividuos del nobilísimo cuerpoque hemos nombrado al comienzode esta lacónica reseña.

Con ello cumplimos un deberde justicia y de conciencia.

Sobre azúcares.

Tomándolos de El AvisadorComercial de la Habana, podemossuministrar algunos datos sobrela situación actual de esta impor-tante industria sacarina.

En la mayor Antilla muchosingenios han comenzado ya lamolienda con buena graduaciónde guarapo, y en general se espe-ra una zafra regular, y habríasido mucho mayor, si en las épocas convenientes hubiera llovidotodo lo necesario, pues sabido esque la caña necesita de la humedad.

Otros ingenios esperan aun co-menzar la molienda en el próximomes.

Muchas centrales y otros predios rústicos han adquirido enpoco tiempo rápido desarrollo, ysus dueños no omiten medio nisacrificio para mejorar las condi-ciones de los mismos, introdu-ciendo todo género de adelantos.Aquel vasto territorio se recons-truye con verdadero entusiasmo.Sin embargo, el mercado de azú-cares estaba últimamente en calma, y las operaciones se hacíancon mucha lentitud. Había po-cos arribos. Los piecios se man-tenían firmes, aunque con una pe-queña tendencia á la baja, la cualesperamos que no se habrá derealizar, por mucho que se fuer-cen las ofertas de remolacha enEuropa.

En el mercado de Londres, se-gún telegrama del 8 de Diciem-bre, los precios habían subido enlos azúcares cristalizados, ven-diéndose con dificultad otras cla-ses. En el retinado se había se-ñalado una pequeña actividad.En Liverpool se notaba calma enlas operaciones.

Comparada la existencia de azú-cares que había en los cuatroprincipales puertos al espirar elaño 1882 con la de 1883, resultade disminución en éste la no pe-queña suma de 8,542 toneladas,y esto lleva en sí la garantía deque los precios actuales habránde sostenerse, si no aumentan.

En el mercado de New-Yorklos precios, á juzgar por circula-res del 20 de Diciembre, no ha-bían tenido variación; en la últi-ma semana se notaba una baja enlas existencias de 1,600 toneladas.Lo salido á consumo ascendía ú15,875. El aumento en la de-manda por refinos debía produ-cir una mejora en la venta deazúcares en bruto. La existenciatotal en todas las manos era de65,146 toneladas, menor, á saber,que la de iguales fechas del añoanterior.

De Barcelona se sabía que lassegundas manos tenían muysurtido, casi nulo, por lo que sesostenían bien los precios, y losde las centrífugas mejor aun, ácausa de ser este consumo muyimportante.

LAVERDAD

No hace muchos dias leíase poraquí una relación que, copiada deun colega de la Península, inser-taba un periódico de esta ciudadacerca de la muerte del Capitánde Voluntarios de la Habana donJosé Palacio, y de las circunstan-cias que precedieron y acompaña-ron aquel crimen cometido á san-gre fria en nn teatro.

Esperábamos que todo aquelcúmulo de exageraciones y mali-ciosas falsedades, que tan en pug-ua estaban con nuestros informes,>e desmintiese rotundamente y ála luz del sol, y el momento pornosotros ansiado llegó al fin paratriunfo de la verdad y confusiónde los que quisieron ofender los

Boletín MercantilManes de un digno ciudadano co-mo el Sr. Palacio 7 Polledo.

El momento ha llegado, deci-mos, y el periódico La Centella,

de la Habana, correspondiente al29 de Diciembre último, trae ensu sección editorial una extensacarta dirigida á La Iberia en laque se rectifican y desmiententodos los detalles falsos que malasvoluntades echaron á volar acercadel triste fin del Sr. Palacio yloocurrido dias antes con el señorRivero.

La carta en cuestión fírmalaeste señor, suplicando que la reproduzcan todos los periódicosque se han hecho eco de las ma-lévolas insinuaciones que la hanmotivado.

Esperamos, por lo tanto, qu**la publicación que en esta ciudadse hizo eco de aquellas insinua-ciones malévolas, procediendo enconciencia, obrando en estrictajusticia, atenderá la súplica quehace el Sr. D. Nicolás Rivero,digno compañero en la prensaAntillana, que defiende su honory la memoria del malogrado Ca-pitán de Voluntarios Sr. Palacio.

Un dato muy principal de lacarta debemos consignar, y conél daremos por terminadas estaslíneas. Yes á saber, que Palaciono solo no teníafama de tirador ,

sino que todo el mundo sabía quejamás había manejado un arma,

al paso que Soler (el cubano ma-tador de Palacio) era oficial decaballería, y por lo mismo tieneobligación de saber manejar elsable.

El lance de honor fué al sa-ble

Saquen nuestros lectores laconsecuencia que de él se deriva;y por la falsedad que ha motivadoeste dato, deduzcan el espíritu deverdad que dominaría en toda lacélebre narración.

¿No es cierto que hay lancesde honor que dejan atrás los ase-sinatos uiás alevosos?

-

¡Fuera misterios!

Si nada hay nuevo bajo el sol;.si todo es lícitoya en la sociedadhumana, que va como sin brújulay sin ley moral; si hasta las másexageradas teorías y los más de-plorables sistemas tienen cumpli-da satisfacción en todo género demanifestaciones pacíficasó tumul-tuarias; si todo brota á la super-ficie de este lago revuelto; si na-da, en fin, se esconde en este siglode las luces, ¿ qué hace ya laFranc-Masonería, ocultándose entenebrosos clubs y predicando susdogmas en el oscuro lenguaje delos signos y del misterio ?

Siguiendo los principios delbuen discurso áque nos lieva la inflexible lógica, tenemos que con-venir en que semejante conductaes altamente ridicula, ó, cuandomenos, ilícita y perjudicial, aun-que nosotros optamos por creerlo primero.

Hános sugerido estas consideraciones el siguiente párrafo querecortamos de La Estrella de Pa-namá, periódico nada sospechoso,hablando del asunto:

“ Eq la lacha en que se hallan em-

f>eñados en las Repúblicas del Plataos elementos eternos de la sociedad,

progreso y reaccióu, ha sido traída ácuentas la Masonería por algunos miem-bros de la Orden, y con sobra de acier-to le apnntan defectos que deben co-rregirse, porqne son propios no de lasLgiasdel Plata, sino de todas las Lo-gias. He aquíalgunas observaciones:

Dos grandes defectos se encuentranen la Masonería. Lo primero, comoya lo hemos dicho, es el querer encu-brir sns acciones y sus obras, haciendode ellas nn misterio, y desnaturalizan-do así la esencia de la Institución. Hoyque la instrucción se propaga, que laciencia se democratiza, que la libertadse extiende y se afirma en todas snsmanifestaciones, y qne elGrande Orien-te de Italia está situado á pocos pasosdel Vaticano, el misterio es inútil ypernicioso para la Instilación, y las ce-remonias y las bóvedas azules debensuprimirse gradualmente, si no quie-ren los masones caer en el ridículo.—'Sea la Ley del progreso humano la úni-ca gnia de los masones en el árdno ca-mino de las reformas. Si quieren im-primir fuerza, vigor y eficacia á la ins-titución, hagan desaparecer la menorsombra de oposición entre ella y la ci-vilización moderna, entre sn constitu-ción antigna y el genio resplandecientedé nuestro siglo.

La otra cansa, qne suele enajenar ála Masonería las simpatías de mochosprofanos, es la poca ó ninguna pruden-cia con qne se admite en el seno de laSociedad masónica á personas indignasde pertenecer á ella. No vacilamos enafirmar qne esa es la verdadera cansade los males qne afligen á la Institu-ción masónica, de las intrigas qne tra-ban sn progreso, de los manejos ocul-tos que minan sn crédito, de las mu-chas crisis, en fin, qne la han postradoen el pasado, resintiéndose todavía enla actualidad de sns funestas consecuen-cias.

A nuestro parecer, los trabajos enqne suelen ocuparse todos las Logiasaqni establecidas, sin distinción de ritoy de obediencia, y qne se reducen áini-ciar, afiliar y promover en grados, noconstituyen, como otros creen, el ver-dadero progreso de la Asociación. Es-tos trabajos, llevados á cabo con pre-cipitación, sin el tiempo necesario paraexaminar escrupulosamente las condi-ciones, la conducta, el carácter, los de-seos y las aptitudes del profano, pue-den considerarse como simples trabajosmecánicos, faltos completamente detodo valor moral, y las propiedadesesenciales de ellos son la forma y laexterioridad, qne solo sirven para des-naturalizar él pensamiento y el senti-miento intuitivo. Y aunque á prime-ra vista despierten ana esperanza (pa-ra nosotros siempre ilasoria) del incre-mento, prosperidad y riqueza de la Ins-titución, en breve se desvanece esa es-peranza y aparece la realidad, desnuda,severa, sin engaños, y con sn séquitode circunstancias y de resoltados nega-tivo,”

Salga, pues, á luz eso que sellama masonismo. Muéstrese ála claridad del dia en todos suactos una sociedad tan filantró-pica, que tantos bienes produce,quetantas virtudes practica, y queparece, sin embargo, avergonzar-se de producirlos y practicarlas.¡ Fuera misterios! ¿ Qué esperanya?

Detalles horribles-Con referencia al crimen de

Las Marías, escríbele lo que sigueun corresponsal de la localidad áEl País de Mayagüez:

“Al amanecer del dia l.°, fuimossorprendidos todos los vecinos de lapoblación con la triste y fatal noticiade haber aparecido asesinada toda uuafamilia, en el barrio de Annones, y ensn propia casa, por mano homicida.Siguiendo la tradicional costumbre, see icontraba el pueblo entregado á lamayor alegría recibiendo el nuevo año;todo desapareció con tan lamentable éinesperada nueva, y en un momentotristes y abatidos quedaron ios áuimos.

Las víctimas fueron en número üe5; Manuel Antonio Pérez, jefe de lafamilia, sexagenario; fueron varias lasheridas que le infirieron en la cabeza yen el pecho, interesándole los pulin >-

nes y el corazón; cualquiera de ellasera suficientepara producir instantánea-mente la muerte. Marcelina López,esposa de Manuel Antonio, también se-xagenaria; todas las heridas fueron enla cara, desfignráudele por completo elrostro, y con fractura de los huesos deesa parte; en la boca la herida que re-cibió le separó ambas mandíbulas, su-perior é inferior, con fractura de leshuesos que cubren el cerebro, dejandoasomar á éste por sn base. Ramón Pérez, hijo de Manuel Antonio y Marce-lina, era un joven que á cansa de unalarga y penosa enfermedad qnedó mu-dó y paralítico, y fué eu el que se ensañaron; le acribillaron á puñaladas elpechoyel estómago. Todas, ó mejordicho, la mas insignificante, era sufi-ciente á prodneir la muerte. José Pé-rez, hijo también de Manuel Antouio yMarcelina, era un jovenlaborioso y qnecuidaba de sus ancianos padres y des-graciado hermauo: recibió todas las he-ridas en la cara y en el cráneo; la deesta parte dividió el y profundi-zó hasta la masa cerebral. Hercúleobrazo fué el que se encargó de la eje-cución del que podía prestar auxilios álos por naturaleza iudefensos, y es miopinión que por éste em|>ezaron. Ca-yetano Muhíz, alquilado de la casa, fuédegollado como nn cerdo, pues muy po-co faltó para separarle la cabeza deltronco; también era joven, un poco masque los dos hermanos, pero raquítico.”

OPERA.Cantóse el jueves en nuestro

teatro la inspirada partitura quelleva por título Un Bailo in Mas-chera. Está visto que Verdi esel que da más juego en la presen-te temporada. La ópera empezóbien, siguió mejor y acabó mal.¡ Felices albores, dichoso medio-día, fatal ocaso! Ysi e9te no fuéaun más tormentoso, agradézcaseen parte á la señorita Tetrazzini.Hizo una Amelia de primmísimocartello. No decayó nunca entoda la' acción.

El barítono Sr. P. QuintilliLeoni tiene poca voz, pero es ar-tista. Siente, se posee, trabaja áconciencia, pero su órgano vo-cal está algo gastado; en las notasgraves apenas se le oye. Es, sinembargo, un actor de facultadesdramáticas excelentes. En la romanza Alia vita cantó con gusto,con expresión, pero sin fuerza.No así en el ária del último actoque le valió grandes aplausos porel brio y valentía con que la hubode cantar.

El Sr. Patierno nos agradó enla barcarola, nos causó grata im-presión en el dúo del segundoacto con la soprano Srta. Tetraz-zini. Aquí añadió ésta una joyamás ásu corona de artista. Elterceto siguiente salió regular, elcoro de las carcajadas débil, ápesar de las potentes notas altasdel Sr. Cianciola, que resonabancomo truenos. ¡ Privilegiado pul-món !

La Sra. Caponetti, Oscar, siem-pre digna de encomio; merecióbien del público por lo gra-ciosa, por lo discreta. En lacanzone del acto último arrebatóal público que se la hizo repetir.

Al finai de la obra vino el de-sastre. El tenor, al parecer fa-tigado, se desvió de la orquesta,y allí fué Troya. Pero corra-mos un velo sobre esto. ¡ Lás-tima de ópera comenzada contan lisonjeros auspicios y tantristemente concluida!

La orquesta muy bien. Alnuevo Director señor Salcedo sele tributó un nutrido aplauso alterminar el primer acto, en obse-quio álo ajustado que resultó elconcertante con que aquél cieira.

Para esta noche se ha anuncia-do el romántico drama de Lam-mermoor.

DIAS FERIADOS.Con atento B. L. M. hemos

recibido la siguiente Tabla de losdiasferiados para 1884, formadapor D. Rafael Romeu, digno Se-cretario de la Audiencia Territo-rial, y á quien damos las graciaspor su atención, considerando queel trabajo no puede ser más útil yoportuno.

TABLADE LOS

DIAS FERIADOS PARA EL AÑO 1884,formada coa arreglo 6 la disposiciones

vigente y al uto adoptado por la RealAudiencia de esta isla.

PRIMER SEMESTRE.

Enero l.#—La Circuncisión del Se-ñor.

Idem 23.—Días de S- M. el Bey DAlfonso XO

Febrero 2.—La Purificación de Ntra.Señora.

Idem 25.—Carnaval.Idem 26.—Carnaval.Idem 27.—Ceniza.Marzo 25.—LaAnunciación de Ntra.

Señora.Abril 7.—Lunes Santo.Idem 8.—Martes Santo.Idem 9.—Miércoles Santo.Idem 10.—Jneves Santo.Idem 11.—Viernes Santo.Idem 14.—Lunes de Pajcna de Re-

surrección.Idem 15.—Martes dePascua Je Re-

surrección.Mayo 22.—La Ascensión del Señor.Junio 2.—Lunes de Pascua de Pen-

tecostés.Idem 3.—Martes de Pascua de Pen-

tecostés.Idem 12.—EI Santísima Corpus

Christi.Idem 24.—La Natividad de S. Juan

Bautista, Patrón de esta isla.SBQUSDO SKMESTRB.

Julio 16.—Nuestra Señora del Car-men.

Idem 21. —Cumpleaños de S. M. laReina D.* Cristiua.

Idem 24. —Dias de S. M. la ReinaD.‘ Cristina.

Idem 25.—SantiagoApostol, Patrónde España.

Agosto 2.—Nuestra Señora de losAngeles.

Idem 15.—La Asnución de NuestraSeñara.

Setiembre B.—La Natividad de Ntra.Señora.

Idem 11.—Cumpleaños de S. A. R.la Princesa de Asturias D.* Mercedes.

Idem 24.—Dias de S. A. R. la Prin-cesa de Asturias D.a Mercedes.

N viembre l.°—La Fiesta de todoslos Santo-1

.

Idem .2—La Conmemoración de losfieles difunto.

Idem 28.—Cumpleaños de S. M. elRey don Alfonso XII.

Diciembre B.—La Purísima Concep-ción de Nuestra Sra.

Idem 25.—La Natividad de NuestroSeñor.

Idem 26.—Vacante.Idem 27.—Vacante.Idem 29.- Vacante.Idem 30.—Vacante.Idem 31.—Vacante.NOTA.—En la presente tabla no se

han comprendido los domingos delaño, que son también feriados, con elobjeto de reducir las dimensiones deella.Articulot de la Ley de Enjuiciamiento Civil

de 5 de Octubre de 1855t

8. Las actuaciones judiciales hande practicarse en iias y horas hábiles,bajo pena de nulidad.

9. Son dias hábiles todos los delaño, menos los domingos, fiestas ente-ras religiosas ó civiles, y los eu queesté mandado ó se mandare qne vaquenlos Tribunales.

10. Se entienden horas hábiles lasqne median desde la salida hasta lapuesta del Sol.

11. El Juez puede habilitar losdias y horas inhábiles cuando hubierecansa argente qne lo exija.

Música celestial.I

Dice un periódico reformistade esta provincia:“ No pueden existir leyes justas, si

estas do garantizan positivamente susderechos á todos y á cada uuo de losmiembros que constituyen una socie-dad; si no preservan de toda violencia áunos contra otros y á los gobernantescontra los gobernados y á los goberna-dos contra los gobernantes; sí nieganá nuos, con beneficio de otros, el usocompleto de las libertades, y el goce deto los aquellos bienes necesarios á lapropia conservación y á la felicidad co-mún.

Música celestial es ésta en bocade aquellos que viven reñidos contodas las leyes habidas y porhaber.

¡ Hablan de leyes y de derechosá cada momento los que no quie-ren reconocer otros que sus ca-prichos y sus intemperancia'!

¡ Hablan de leyes y de derechoslos que una sola vez que estuvie-ron en el candelero no miraronmás que por sus conveniencias,conculcaron todo lo legislado ydejaron á su paso huellas comolas de uu huracán !

Al que no les conozca y lesoiga vociferar no le arrendamosla ganancia.

Nosotros, que Jes vemos venirdesde muy lejos, tenemos paraesa gente una frase sacramentalirreplicable:

¡ A otra puerta, hermano I

Siempre incondicionales,Escribe El País de Mayagüez:“ Dice el Boletín qne “ ni con todo

el gas del mondo se encuentra nn áto-mo de consecuencia entre cierta gen-te”

¿Si se referirá á los republicanos ycantonalistas de España, incondiciona-les intransigentes en Puerto-Rico? ”

En esto consiste nuestro mé-rito.

En la Península carlistas, repu-blicanos, moderados, radicales.

Todos van á un mismo fin, aun-que sea por diferentes sendas.

¡ Aquí españoles incondiciona-les; nada más!

Alguien lo ha dicho:“ Divide y vencerás.”Por esto aquí estamos todos

unidos en apretado núcleo.En nuestro Partido caben to-

dos,Con tal que sean españoles.Esto es lo que sulfura á nues-

tros adversarios.Pues co tienen más remedio

que aguantarlo.Allá carlistas,republicanos, mo-

derados.Aquí españoles syn condiciones,

por lo mismo ( vergüenza causadecirlo) que los hay condiciona-les.

discurso,Hemos recibido el muy notable

que ha leído el limo. Sr, D. Ve-

nancio Zorrilla, dignísimo Presi.dente de esta Audiencia, en el actosolemne de la apertura del Supe-rior Tribunal.

Es un trabajo que honra ásuautor, según se verá cuando leinsertemos en este periódico, queserá en el próximo número.

Forma un folleto correctamenteimpreso en la tipografía de ElAsimilista, cuyo director, Sr. Be-cerra, magistrado iuterino, pareceque se ha esmerado en la edición.

Sallemos que el apreciahilísi-rao Sr. D. Ernesto Ollero, Co-mandante de Artillería y Profe-sor que ha sido de la Academiadel Arma, ha enriado de regalo ála Biblioteca Muñiripal un ejem-plar del '* Tratado elemental deAritmética ” escrito por él y pu-blicado eu el coriiente año; cuvaobra ha alcanzado, por su mérito,ser declarada de texto para lasEscuelas de esta Provincia.

Según los datos que nos hasuministrado el señor Secretariode la Junta local de Instrucciónpública, han ingresado en laslocuelas públicas de ambos se-xos de e>ta Ciudad, incluso la deulultos, en todo el año de 1883,••on boletas de gracia expedidaspor el señor Alcalde Caparros.490 alumnos.

¡ Que siga el aumento!

MAS ACLARACIONES-Como á las del Sr. Esteva, llegó á

mis manos el número 30 del periódicoEl País qne se publica en esta locali-dad correspondiente al 27 de los co-rrientes, no por un amigo, sino por noalinda señorita enya nivea mano señala-ba un artícnlo ¡ Aclaremos ! de dicho se-ñor, creyendo contestar, que no lo hace,á otro publicado en este periódico en21-12, y sobre el cnal poco habría deañadir si el Sr. Esteva no me obligaraá ello, aceptando por tanto la dimen-sión que rae propone en investigaciónde la verdad.

Como para este objeto no sean nece-sarios los nombres, porque nada signi-fican, paso por alto las apreciacionesdel Sr. Esteva respecto al segando pá-rrafo de su artíc do y el principio delundécimo, donde atribuye á nn maes-tro conservador incompleto los concep-tos por mí emitido?. Esté tranquilo elSr. Esteva, qne ui lonno dí lo otro es,pero deje también tranquilo al profesorde referencia, porque muy bién podríadecirle lo que hasta ahora ha calladopor puro compañerismo, y es, que así,tan incompleto corno le saponen, ganóen públicas oposiciones, al mismísimoDirector de sn Liceo, la Escuela qnehoy desempeña. ¿Qué tal, si llega á sercomplete orno lo son todos los demás?Este solo hecho consumado bastarlapara probar la faseldad de las especiesvertidas por el Sr. Esteva, pretendien-do para sí y para sn liceo la mejor ins-trucción y mayor adelanto de los alom-aos, si otros hechos no vinieran á con-firmarla, cuales son, el haber sacadomachos padres á sus hijos del tan re-nombrado Liceo para volverlos á lasEscuelas públicas de donde procedieron.Sos nombres serán la continuación delas pruebas, si así le place al Sr. Es-teva.

Carecen de verdad también las afir-maciones qne hace respecto de los se-ñores liberales del manicipio, qne, se-gún él, trabajan dentro y fuera delAyontamieuto para dar á la instrucciónmayor desarrollo. Vayan las pruebas.Hace algunos meses presentaron variosprofesores de ésta una solicitad pidien-do el aumento de alquiler para fas ca-sas-escuelas, porqne las que tienen nison capaces ni renuen las condicionesde establecimientos de enseñanza, ytanto caso han hecho, qne todavía duer-me en cartera. Pretende el Sr. Alcal-de, con el celo qne le distingue, darcnrso á la solicitad, nombra ana comi-sión de liberales para qae visiten lasEscuelas y vean sos necesidades, y to-davía la están esperando: nombra otrade los mismos jqué si quieres! tampocofué, y las Escuelas sin visitarse unasola vez. Viendo el Sr. Frontera tan-ta complacencia, determinó nombrarnna tercera compuesta del Sr. CuraVicario y un incondicional, cumpliendoexactamente sn cometido. ¿Qué tal, Sr.Esteva? ¿trabajan sns correligionariosdentro y fnera del Ayuntamiento porla inatracción? Y todavía se molestaráV. porqne llamo la atención del Excmo.Sr. Gobernador y del pueblo para ha-cerles ver lo poco acertados, que estu-vieron en las elecciones los electoresy el poco caso que hacen del grande in-terés que tiene por la instrucción elExcmo. Sr. Marqués de la Vega In-clán. Cambien de modo de pensar,secunden los buenos deseos del Sr.Frontera, y les alabaremos como alaba-mos á los que V. llama enemigos polí-ticos, á los incondicionales, porque áellos y solo á ellos se deben los mejoresedificios de esta Ciudad. Precisamen-te corresponde é los incautadores dela Administración provincial, que V.indica en su artícnlo, ¿ raiz del segun-do periodo del General Sauz mandan-do esta Isla, lo poquito bueno que hay,á saber: la plaza de hierro, sin igual enla Isla, el Cementerio nuevo, las cna-tro bombas de incendios, el magníficopuente de hierro de la Marina, la entre-ga de la carretera al Gobierno, nota-bles mejoras en el Hospital, obsequioá la Ciudad de nn incondicional, y 9090daros presupuestados y gastados paralas calles.

Si todo esto hiciacon los incondicio-nales incautadores, cabepreguntar: ¿quéhicieron los liberales desincantados?Absolutamente nada, porqne nada máshay. Luegc, si no hadan nada, hizomuy bien el Excmo. Sr. General San*en entregar la Administración á losqne hicieran algo. Lu*go no tiene ra-zón para quejarse el Sr. Esteva de losincondicionales, que han mejorado yconservado las mejoras de so pueblo:quéjese en cambio de-sns amigos qaeestán dejando oxidar el pnente de hie-rro de la Marina, ysi no le pintan sedestruirá.

Pregante lo qne pasa en la Carnice-ría, y déjese de repetir el monopolio qaenanea existió, pues antes de la plasase comía la carne AB, 10,12yl4 ocha-vos; dorante la plaza á 10 solamenteqne todavía darán. Indique á esosmismos amigos que el pueblo que losha elegido no necesita de discursos nizarandajas, sino de sólida instrucciónpor maestros completos, como son loque desempeñan las Escuelas de etf

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