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    CIC Cuadernos de Informacin y Comunicacin2006, vol. 11 111-128

    ISSN: 1135-7991

    INTRODUCCIN

    Los ltimos aos, particularmente el pasado lustro, registran la revitalizacin deestudios desde la economa poltica de la comunicacin y la cultura en la reginlatinoamericana. Proceso que acompaa la necesidad de producir informacin,conocimientos, reflexiones y suscitar debates sobre la estructura y los movimientos

    del dinmico sector de la informacin, la comunicacin y la cultura, la menciona-da revitalizacin de los estudios de economa poltica de la comunicacin mereceser analizada a partir de sus principales tendencias, sus aportes ms destacados y,tambin, de sus zonas errneas.

    Para emprender dicho anlisis, el presente artculo est organizado en base altexto de Heriberto Muraro, Economa y Comunicacin: convergencia histrica einventario de ideas. Con especial referencia a Amrica latina (1987) que, elabora-do inicialmente en 1984, propona una agenda para los estudios afines al campo dela economa de la comunicacin y la cultura.

    Aunque parezca paradjico utilizar una referencia con ms de dos dcadas fren-

    te al propsito de someter a anlisis el presente y la actualidad de los estudios deeconoma poltica de la comunicacin, el texto de Muraro (como buena parte de laobra de su autor) postulaba un panorama original de organizacin de las contribu-ciones realizadas sobre la convergencia y los mltiples condicionamientos entre lacomunicacin y la economa fundamental aunque no nicamente en Amricalatina en los aos posteriores a los debates enmarcados en el Nuevo Orden Mundialde la Informacin y la Comunicacin (NOMIC). La resonancia de un presente cuyaagenda de polticas comunicacionales se construye a modo de anttesis (es decir,

    Senderos de la economa de la comunicacin:un enfoque latinoamericano

    Martn BECERRA y Guillermo MASTRINI*

    (Abstracts y palabras clave al final del artculo)

    Propuesto: 28 de agostoAceptado: 10 de septiembre

    * Martn Becerra es profesor e investigador de la Universidad Nacional de Quilmes y del Conicet;Guillermo Mastrini es profesor de la Universidad de Buenos Aires (Argentina).

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    como negacin) de la agenda del NOMIC permite, al mismo tiempo, reconocer lapertinencia de su invocacin para comprender claves centrales de la trama actual delos estudios en comunicacin.

    En aquel artculo, interesaba especialmente a Muraro definir las zonas vacantesy necesitadas de produccin de conocimientos, lo cual reviste significacin a la luzde la evolucin los sectores industrializados de la cultura, la informacin y la comu-nicacin en las dos dcadas posteriores a la aparicin del mencionado texto. En estesentido, es propsito del presente artculo dialogar tanto con la agenda como con ladefinicin de vacancia de investigaciones propuestas por Muraro, contrastndolascon los aportes desarrollados por los estudios de la economa poltica de la comuni-cacin a partir de los aos noventa y hasta el presente en la misma regin latinoa-mericana que configuraba el contorno del texto de Muraro, aunque por razones quese explicarn, extendindola hacia lo iberoamericano.

    ELMEMORNDUMDE MURARO

    En un esfuerzo por sistematizar a modo de memorndum los espacios [en aquelentonces] poco explorados que sern considerados en las pginas siguientes,Muraro identificaba la siguiente agenda:

    El anlisis de las industrias culturales en cuanto complejos integrados tcni-camente y por reglas econmicas que son especficas de este sector producti-

    vo. En este aspecto conviene enfatizar la necesidad de elaborar estudios sobrela produccin cultural masiva que vayan ms all de los consabidos anlisisde las relaciones de propiedad.

    El examen de las correlaciones y mutuas determinaciones existentes entre losprocesos macroeconmicos y los comunicacionales; en especial, todo lo refe-rido a la socializacin de los agentes econmicos.

    La incidencia de las nuevas tecnologas en la organizacin tcnica, financierao administrativa de las actividades econmicas.

    Con mayor generalidad: el papel de la transmisin de informacin y otras acti-vidades comunicativas en la organizacin cotidiana de las actividades econ-

    micas tales como la determinacin de precios a corto plazo, la evolucin delos mercados de valores, o bien el funcionamiento de los mercados laborales. El papel de los medios masivos, o de circulacin restringida, en la toma de

    decisiones de los agentes econmicos ante polticas gubernamentales de pro-mocin del desarrollo o de control econmico de la coyuntura.

    En ltimo trmino: la elaboracin de un modelo ms amplio de la accinracional dentro del cual tengan cabida los procesos de transmisin de infor-macin y comunicacin (Muraro, 1987).

    Despus de enunciar este sinttico memorndum, el autor expona en su texto,

    con mayor profundidad analtica, las principales corrientes de pensamiento sobredesarrollo econmico y comunicacin social, asumiendo la centralidad de la mass

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    communications research, as como sus correspondientes respuestas histricas, algu-nas de ellas generadas en Amrica latina (teora de la dependencia, interpretacionesdel subdesarrollo). Asimismo, la estructura del texto presentaba la crtica de la teo-

    ra de la dependencia en el campo comunicacional y los desafos implcitos en larevolucin comunicacional y econmica implcita en el salto convergente de lasnuevas tecnologas, para concluir con la (re)configuracin de flujos de informacintransnacional. Cabe recordar que el propio Muraro haba realizado muy tempra-namente una acertada crtica sobre algunos problemas que presentaban algunas lec-turas de la teora de dependencia para un estudio adecuado de la estructura econ-mica de las industrias culturales (1974).

    ITINERARIO DE TEORAS

    A) LA TEORA DEL DESARROLLO ECONMICO Y LA COMUNICACINSOCIAL, DESDE LAMASS COMMUNICATIONS RESEARCH

    El factor cultural como causa de las condiciones de atraso en la modernizacinde las sociedades latinoamericanas fue uno de los aspectos de la introduccin de losestudios enmarcados en la mass communications research con referencia a AmricaLatina. Estos estudios promovieron la aplicacin de la nocin de sistema de comu-nicacin, considerando variables que incluan desde el anlisis del soporte de los

    procesos de comunicacin social (oral, escrito, audiovisual) hasta las cuestiones

    actitudinales de diferentes sujetos sociales en el marco de dicho proceso.En tanto, para esta corriente terica la medicin de la estructura de la comuni-cacin, as como la influencia de los mensajes de los medios masivos en las polti-cas de desarrollo tuvieron, en este sentido, una importancia cardinal, al igual que lafuncin socializadora de la comunicacin de los agentes econmicos.

    B) LA TEORA DE LA DEPENDENCIA Y LA INTERPRETACIN DELSUBDESARROLLO

    La frmula proveniente de la mass communications research relativa a los obs-tculos que las economas en vas de desarrollo deben superar para alcanzar los rit-mos y lgicas de desarrollo maduro, tributaba al supuesto de que la falta de des-arrollo de esas economas se deba a razones internas. Pero en los aos sesenta se

    produjo un cuestionamiento de dicha tesis, identificando como verdaderos obstcu-los a la divisin internacional del trabajo y las diferencias estructurales registradasentre pases centrales y pases perifricos. O, para decirlo con palabras ms apro-

    piadas para los autores de esta lnea de razonamiento, la causa del atraso respondaa los lazos de dependencia entre pases centrales y perifricos. De este modo, el altondice de produccin y consumo de los pases centrales era dependiente de las con-

    diciones que generaban la dependencia y el atraso de los pases de la periferia. Estadivisin del trabajo origina una nueva fase de internacionalizacin de capitales.

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    C) LA DIFUSIN DE LA ECONOMA CAPITALISTA Y LA EMPRESATRANSNACIONAL

    En el marco de la internacionalizacin del capital se conforma un actor poderoso,la empresa (o conglomerado) transnacional, capaz de disociar las tareas rutinarias deuna empresa para desempearse simultneamente en el sector industrial, comercial yfinanciero, a la vez que superar el clsico establecimiento de subsidiarias en pasesremotos propio de las empresas multinacionales de los aos treinta del Siglo XX.

    Se trata de una nueva fase de la economa mundial, que sucesivamente habaconocido la fase competitiva y luego la fase monoplica nacional. En este caso, lafase monoplica transnacional se caracteriza por la aparicin de espacios de regula-cin de las actividades econmicas que desborda la capacidad de gestin e inter-vencin eficaz del Estado al interior de cada pas. Las empresas (y conglomerados)

    transnacionales protagonizan la internacionalizacin productiva que supone unnuevo nivel de integracin de la economa mundial con su correspondiente flujo,tambin internacionalizado (o transnacionalizado) de capitales financieros y comer-ciales, la deslocalizacin productiva y la centralizacin del control de las funcionesde produccin.

    D) LAS INTERPRETACIONES ECONMICAS DE LA DEPENDENCIACULTURAL

    El indito grado de concentracin horizontal e integracin vertical de las indus-trias culturales en el marco de la transnacionalizacin de la economa motiv lacomplementacin de los estudios de la teora de la dependencia con trabajos enfo-cados en las dinmicas de la propiedad y la emisin por parte de los medios masi-vos de comunicacin.

    La teora de la dependencia cultural registr el dinamismo de las industriasculturales y suscit anlisis sobre la historia y organizacin de empresas trasnacio-nales en el sector de la cultura y sus articulaciones con otras empresas del sector ytambin con otros mbitos de la economa (fundamentalmente, con la industriaarmamentista). La relacin con el mundo de la publicidad permiti a la vez bosque-

    jar un panorama del complejo de las industrias culturales a partir de sus relacionesde propiedad y financiamiento, as como su integracin absorbiendo y diseminn-dose en otros sectores de la economa.

    E) LA CRTICA DE LA TEORA DE LA DEPENDENCIA EN EL CAMPOCOMUNICACIONAL

    Para Muraro muchas de las contribuciones de los dependentistas han sidoabundantemente apuntaladas por materiales empricos irrefutables. Uno de los

    aportes ms importantes es que los medios monopolizados contribuyen a la conser-vacin del status quo internacional en lugar de promover un desarrollo equilibrado,

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    coligando la relacin entre la fase trasnacional del capitalismo y el evolucionado sis-tema de comunicacin de masas. Este debate ha precipitado, efectivamente, en laformulacin de las tesis del Nuevo Orden Mundial de la Informacin y la

    Comunicacin (NOMIC) en tanto que correlato del Nuevo Orden EconmicoInternacional (NOEI), y la aprobacin del Informe MacBride por la UNESCO en1980, momento en que paradjicamente la UNESCO abandona los postuladosdemocratizadores de dicho informe (Carlsson, 2003; Reyes Mata, 1984; Schmucler,1984; Mastrini-De Charras, 2004; Becerra, 2005).

    Pero Muraro acuerda con el investigador Diego Portales al plantear que esteaporte de la teora de la dependencia constituye un avance de carcter esttico alexponer la relacin entre propiedad y flujo informativo en pos de ilustrar la asime-tra entre pases centrales y perifricos. El aspecto dinmico del complejo de lascomunicaciones (fenmenos estrictamente econmicos como la determinacin de

    las tarifas publicitarias, incidencia de los costos relativos de equipamiento y progra-macin, por ejemplo), no ha sido advierte Muraro debidamente abordados porla investigacin.

    De modo que para Muraro el enfoque de los dependentistas acept genrica-mente el modelo de la teora de la manipulacin. La indagacin sobre las condicio-nes de difusin de mensajes publicitarios, la necesidad de incorporar algunas de lascontribuciones de la teora de las gratificaciones, expresa algunos de los ejes que elautor presenta como desafos para enriquecer los aportes de los dependentistas.

    F) LAS NUEVAS TECNOLOGAS: REVOLUCIN COMUNICACIONAL YECONMICA

    El salto tecnolgico convergente entre industrias de la informacin y la comu-nicacin, la digitalizacin que acompaa la emergencia de las nuevas tecnolog-as conforman una creciente rea de cruce entre lo econmico y lo comunicacio-nal. En un sentido estrecho, las nuevas tecnologas afectan profundamente lamodalidad de produccin, tratamiento y distribucin de informaciones. Pero, porello mismo, tambin impactan en el conjunto de los procesos productivos, ubicn-dose en el centro mismo de un proceso de renovacin de los mtodos industria-

    les que adverta Muraro afectar tanto a los pases avanzados como a los peri-fricos, y puede desembocar en un drstico rediseo del mapa poltico y econ-mico de la poca.

    No escapaba al autor que el desarrollo de las tecnologas convergentes de info-comunicacin, gracias a la intervencin de la informtica (primero macroinformti-ca, luego microinformtica) fue provisto por los gobiernos de los pases centrales,en especial a travs de contratos militares, si bien su diseminacin expresa la posi-

    bilidad de reformular el circuito productivo integralmente como tambin de generarnuevos productos y servicios que, en el caso de las industrias culturales, se visuali-za en la aparicin de nuevos soportes a partir de los aos ochenta, como la misma

    PC, la videograbadora, el Compact-Disc, los telfonos mviles o celulares, y final-mente Internet, entre otros.

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    A la vez, una dimensin del salto convergente en info-comunicacin cierta-mente novedosa en la poca en que Muraro escribi su artculo fue la posibilidadde sortear fronteras con flujos de informacin y comunicacin, tanto a travs del

    audiovisual (televisin por satlite, por ejemplo) como de la informtica (Internet).Esta cualidad de las nuevas tecnologas, que hoy configura el universo informativocotidiano de miles de millones de personas, implic que a partir de los aos ochen-ta se fuera desdibujando (aunque no eliminando) la potestad absoluta de cadaEstado para establecer regulaciones y parmetros de circulacin de contenidosinformativos al interior de cada pas.

    G) PODER ECONMICO Y FLUJOS DE INFORMACIN TRANSNACIONAL

    Todas las actividades productivas y esto es tan obvio que a veces suele pasardesapercibido requieren de procesos ligados a la transmisin de informacin,sostiene Muraro (109), para quien la adquisicin y manipulacin eficaz de informa-cin es la nica tarea que compete a las direcciones empresarias. Pero se puedesealar (con Castells, 1995), que a partir del salto tecnolgico convergente info-comunicacional la organizacin misma de los procesos productivos se ha transfor-mado radicalmente en las ltimas tres dcadas como correlato de la introduccin detecnologas de control, procesamiento y ejecucin de dichos procesos.

    Ello supone, adems de la disminucin de los costos, un rebalanceo de las fun-ciones productivas y sus respectivos impactos en costos y beneficios. En efecto,

    sera impensable el toyotismo como expresin de modo de desarrollo productivo, sino es a partir de la potencialidad del uso de las tecnologas info-comunicacionalesen la rutina de produccin, tratamiento, almacenamiento y comercializacin de

    bienes y servicios.La llamada economa de la informacin o del conocimiento, que toma como fun-

    dantes los estudios de Fritz Machlup o Marc Porat relativos a la estructura econ-mica estadounidense, se corresponde entonces con la centralidad de la informacinen el diseo, planificacin y ejecucin de todos los procesos de produccin del capi-talismo maduro. Lgicamente, los efectos de esa centralidad distan de ser neutros.Las consecuencias sociales, polticas, econmicas y culturales constituyen as el

    gran desafo para los cuentistas sociales: elucidar los significativos cambios en cursode las sociedades contemporneas.

    DEBATIENDO ELMEMORNDUM

    A partir del panorama descriptivo de las contribuciones y debates de las princi-pales corrientes vinculadas a la cuestin econmica y poltica de la comunicacin,Muraro presentaba el memorndum de seis puntos cuya recuperacin crtica se reve-la pertinente en funcin de la actualidad. No obstante, este presente se ha ido ges-

    tando como producto de procesos y movimientos que excedan la posibilidad deprospectiva de principios de los ochenta, puesto que aquel momento histrico con-

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    taba con determinaciones inmediatas fruto de otros procesos y movimientos de lasque el analista no poda prescindir.

    En tanto, si Muraro concentraba su mirada en Amrica latina, resulta necesario

    ampliar hoy el memorndum a Iberoamrica, dado que se trata de un espacio quecuenta con campos de colaboracin intelectual, redes de cooperacin cientfica eitinerarios de produccin de investigacin que dan cuenta de una configuracinque, sin llegar a ser un mismo y homogneo espacio (ni tampoco necesariamentehorizontal o exento de condicionamientos de agenda y de campos), presentaagendas relativamente concurrentes. Esta situacin se corresponde plenamente con

    procesos econmicos, que tienen su correlato en el sector de la comunicacin y lacultura, con lgicas de desarrollo marco complementarias (lo que no significa sim-tricas ni equivalentes), lo cual por ltimo redunda en la presencia de capitalesdominantes en el espacio iberoamericano con especial incidencia en la produccin,

    tratamiento y distribucin de bienes y servicios de la comunicacin y la cultura.En consecuencia, en virtud de los cambios estructurales acaecidos en las dosltimas dcadas y de las contribuciones crecientemente realizadas por estudios deeconoma poltica de la comunicacin, es posible abordar una reelaboracin de losseis puntos del memorndumpropuesto por Muraro en los siguientes trminos:

    Las correlaciones y mutuas determinaciones existentes entre los procesosmacroeconmicos y los comunicacionales. Los medios (masivos o denicho), la socializacin y el comportamiento de los agentes econmicos. Lainformacin y su influencia en el entramado econmico-financiero.

    La incidencia de las nuevas tecnologas en la organizacin tcnica, producti-va, financiera o administrativa de las actividades econmicas (incluyendoespecialmente la cuestin laboral).

    La incorporacin de dinmicas socioeconmicas a lo cultural, as como loscondicionamientos socioculturales de lo econmico.

    Las industrias culturales (en tanto que complejos econmicos y tecnolgicosintegrados) ms all de los anlisis de las relaciones de propiedad.

    Poltica y legislacin sobre industrias culturales en el contexto de la conver-gencia tecnolgica y la concentracin econmica.

    Esta agenda se propone en funcin de una necesaria actualizacin del trabajo deMuraro realizada a partir de las transformaciones acaecidas en el sector de la indus-trias culturales, manteniendo a la vez el objetivo de retomar y problematizar los tra-

    bajos fundantes de la economa poltica de la comunicacin. Esta labor, es impor-tante sealarlo, en ocasiones es realizada en trminos asimtricos en un campo (elcomunicacional) que se estructura con la dominancia de una mirada poco afecta a laconsideracin analtica de procesos econmicos e histrico-polticos y, en ltimainstancia, renuente a la elucidacin de la complejidad en la que las industrias cultu-rales traman una estructura de relaciones de poder.

    A continuacin se presentan a modo de gua algunas de las referencias ms rele-

    vantes de la actual produccin iberoamericana que atiende a los cinco puntos con losque se propone reformular la agenda iniciada por Muraro en su artculo:

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    a) Correlaciones y mutuas determinaciones entre procesos macroeconmi-cos y comunicacionales. Medios (masivos o de nicho), socializacin y com-portamiento de los agentes econmicos. La informacin y su influencia en el

    entramado econmico-financieroUna de las grandes transformaciones de la economa mundial en las ltimasdcadas fue sin duda el creciente peso econmico de las industrias culturales entodos los indicadores econmicos. Este fenmeno permite afirmar que el sector cul-tural ha alcanzado una definitiva madurez econmica y una plena mercantilizacin.Es claro que an subsisten reas de la produccin cultural no vinculadas a la indus-tria cultural, pero estas son marginales en trminos de consumo popular.

    En trminos generales el proceso de globalizacin es parte constitutiva de lanueva dinmica de las industrias culturales a la vez que no hubiera sido posible sinuna efectiva participacin de las nuevas tecnologas de informacin y comunicacin.

    Alain Herscovici (1994) ha estudiado cmo se vinculan los efectos de la desterrito-rializacin econmica con la produccin cultural. Por su parte un excelente volumende recopilacin de Jos Vidal Beneyto (2002) da cuenta de los principales desafosque la globalizacin ha abierto en la definicin de un nuevo concepto de esfera

    pblica y de regulacin del sistema de medios. Si bien no todos los autores compar-ten un enfoque basado en la economa poltica, los trabajos de Armand Mattelart,Enrique Bustamante o Robert McChesney resultan esclarecedores en este sentido.

    Una de las carencias que se observan para el enfoque de la economa poltica esanalizar el impacto del llamado gobierno global de la comunicacin. Dado que la

    produccin cultural es considerada una mercanca ms para muchos gobiernos y

    organismos internacionales como la Organizacin Mundial de Comercio, la regula-cin de su produccin e intercambio ya forma parte de las agendas internacionalesque intervienen en el tema. Si bien varios trabajos han mostrado preocupacin porel tema, pocos muestran por ahora estudios empricos que permitan avanzar analti-camente sobre sus consecuencias.

    Ms relevados han sido los procesos de integracin regional y sus impactossobre el sector audiovisual y las telecomunicaciones. En este sentido se destacan lostrabajos producidos por el Proyecto Monarca que analiz el impacto del NAFTAen los pases del norte del continente (Crovi, 1995) Tambin sus trabajos quedaronreflejados en una publicacin colectiva dirigida por Guillermo Mastrini y Csar

    Bolao (1999) con destacados aportes de Gatan Tremblay y Delia Crovi. Ms con-centrado en el sector audiovisual y especialmente en el cinematogrfico, EnriqueSnchez Ruiz ha realizado aportes importantes. En todos los casos se destacan losenormes desafos que la liberalizacin del comercio implica para el sostenimiento delas polticas culturales destinadas a fomentar la produccin local.

    Es probable que debido al menor nivel de acuerdo y desarrollo del Mercosur, lostrabajos sobre integracin y cultura en la regin no hayan alcanzado todava un des-arrollo significativo. Sin embargo, es de destacar los aportes de los trabajos colecti-vos coordinados por Sergio Cappareli (1999) y Luis Albornoz (2000) donde apare-cen una serie de estudios que permiten comparar el impacto del perodo neoliberal

    sobre la estructura de las industrias culturales del bloque. Asimismo, OthonJambeiro (2000) realiz un anlisis comparativo de la regulacin existente en mate-

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    ria televisiva en el Mercosur, mientras que Octavio Getino (2000) examin la estruc-tura econmica de las industrias culturales en dicho bloque regional.

    Si bien parten de una perspectiva que no est directamente vinculada a la eco-

    noma poltica, los trabajos reunidos por Nstor Garca Canclini y Carlos Montetaen su libroLas industrias culturales en la integracin latinoamericana (1999) com-plementan los estudios citados, y en los casos particulares Germn Rey y RafaelRoncagliolo, presentan una importante contribucin para comprender los procesosde socializacin a partir de las industrias culturales.

    La gran mayora de los estudios mencionados en este apartado reconocen lainfluencia del trabajo de Ramn Zallo (1988) que estableci las bases para el estu-dio de las industrias culturales desde la perspectiva de la economa poltica de laregin. En Amrica Latina resulta de especial inters la produccin de Cesr Bolao(2000) que revisa los principales postulados de la economa poltica y realiza un

    aporte original, y la de Alain Herscovici, quien retoma las premisas de la escuelafrancesa de la economa de la cultura.

    b) Incidencia de las nuevas tecnologas en la organizacin tcnica, produc-tiva, financiera o administrativa de las actividades econmicas (incluyendoespecialmente la cuestin laboral)

    La centralidad econmica de los procesos y actividades culturales, comunica-cionales e informacionales convocan crecientemente a investigadores iberoamerica-nos a analizar tanto desde el plano conceptual sus lgicas de funcionamiento comogenerando estudios de carcter emprico. Referentes como Ramn Zallo (1988,

    1992, 1995, 2000), Csar Bolao (2000, Mastrini y Bolao, 1999, Bolao yHerscovici, 2004), Heriberto Muraro (1987), Claudio Katz (1997, 1998, 2001),Guillermo Sunkel (1999, 2001), Alain Herscovici (1994, 2004), Luis Stolovich(1997, 2001), Delia Crovi Druetta (2001, 2004) o Manuel Castells (1994, 1995)

    ponen el acento en el cambio de modo de desarrollo, que algunos de ellos nombrancomo modo de accin, proceso que independientemente de los trminos, es prota-gonizado por las actividades info-comunicacionales. El influjo directo de estas acti-vidades en el conjunto de los procesos productivos (sean o no comunicacionales) esel disparador del inters de muchos de los autores mencionados.

    La transformacin de los procesos y circuitos productivos, las rutinas laborales

    afectadas por la diseminacin urbi et orbe de las tecnologas convergentes que per-miten procesar y comunicar volmenes de informacin inimaginados hace slo cua-renta aos (en este sentido destacamos el trabajo de los colegas Postolski, Santuchoy Rodrguez, 2004), es entonces uno de sus principales temas, tal como se sostiene enel libro Sociedad de la Informacin: proyecto, convergencia, divergencia (Becerra,2003). La naturaleza intangible de muchos de los intercambios econmicos (bsica-mente los financieros) que afectan la estructura productiva y laperformance de pa-ses y regiones enteras del planeta se retroalimenta con las tendencias globalizadorasdel capital que tambin atienden, como objeto crtico de anlisis, algunos de los auto-res de esta lnea de aproximacin a la economa poltica de la comunicacin.

    La doble faceta de la comunicacin, que como recurso es infinito pero que sinembargo responde crecientemente a una lgica de intervenciones econmicas, lgi-

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    ca que paradjicamente suele expandirse bajo la coartada de los bienes escasos, seperfila como un instrumento ideal para abordar el anlisis de los cambios sociales encurso. Ms an cuando el carcter mercantil que adquiere el uso de los recursos

    informacionales implica su sometimiento inevitable a las leyes que gobiernan la pro-duccin y realizacin general de mercancas (Torres Lpez y Zallo, 1991: 64).

    c) Incorporacin de dinmicas socioeconmicas a lo cultural, as como loscondicionamientos socioculturales de lo econmico

    Escribe Nstor Garca Canclini: las teoras culturales y artsticas (Bourdieu, Eco)demostraron largamente que la creacin cultural se forma tambin en la circulacin yrecepcin de los productos simblicos. Es necesario, entonces, dar importancia en las

    polticas culturales a esos momentos posteriores a la generacin de bienes y mensajes,o sea al consumo y apropiacin de las artes y los medios masivos (2004).

    Los conceptos de hibridacin y ecualizacin como funciones tpicas de la inter-vencin de las industrias de la cultura en la configuracin de sociedades heterogneasy contradictorias a los que se alude frecuentemente al referir la obra de Garca Canclinicomo tambin las contribuciones de George Ydice (2002, 2003), permiten dar cuen-tas de esta tercera lnea de trabajo. Lnea que se aparta de los objetos y de las meto-dologas de estudio prototipos de la economa poltica de la comunicacin, sin embar-go los autores mencionados, as como Omar Rincn o Germn Rey realizan contribu-ciones insoslayables a la hora de comprender las tensiones (marcadamente polticas)que se instituyen entre la estructura econmica y las dinmicas socioculturales.

    Puede ensayarse la hiptesis de que esta lnea de exploracin permite construir

    articulaciones entre los aportes de los estudios de la cultura y los de la economapoltica en un mundo cuyos trazos de globalizacin son ineludibles para abordar lasrutinas culturales de los diferentes grupos sociales, en las distintas latitudes. En pala-

    bras de Ydice, la nocin de cultura como recurso implica su gestin, un enfoqueque no era caracterstico de la alta cultura ni de la cultura cotidiana, entendida en unsentido antropolgico. Y para complicar an ms las cosas, la cultura como recursocircula globalmente, con creciente velocidad (2002: 16).

    La ciudadana como carta de presentacin con autonoma relativa frente a lospoderes establecidos no puede sostenerse, segn esta lnea de pensamiento, sinoentendiendo sus lazos constituyentes con las prcticas de consumo y de interaccin

    econmica en un contexto de oligopolizacin y de agregacin de valor cultural delos intercambios en la economa. La nocin de ciudadana no puede escapar a esatraza doblemente significativa: cultural y econmica. Autores como Renato Ortiz,Octavio Ianni, Rosana Reguillo, Anbal Ford o Jos Carlos Lozano Rendn reali-zan aportes sustanciales al anlisis de la produccin cultural y sus peculiaridadescolaborativas.

    d) Industrias culturales (en tanto que complejos econmicos y tecnolgicosintegrados) ms all de los anlisis de las relaciones de propiedad

    El estudio de las industrias culturales en Amrica latina, que tuvo sus inicios enel trabajo seero de Antonio Pasquali en la dcada del 60, cuenta con una vasta tra-

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    dicin. Si como sealara oportunamente Muraro durante gran parte de la dcada del70 existi una fuerte tendencia a realizar una aproximacin instrumental a la econo-ma de las industrias culturales con el objetivo de analizar la matriz ideolgica de los

    mensajes televisivos a travs del anlisis de propiedad, a partir de los 90 aparece y seconsolida una corriente de estudios que busca comprender las dinmicas econmicasinvolucradas en la produccin cultural. Por supuesto que esto no supone abandonarel estudio de las relaciones de poder vinculadas a la produccin cultural, pero stadeja de estar subordinada a ser meramente un factor de reproduccin ideolgica.

    En este punto es posible distinguir estudios tericos, de tipo emprico y/o de an-lisis de caso, que ilustran sobre las principales coordenadas de funcionamiento delas industrias culturales no slo tomando en consideracin su estructura de propie-dad y las mutaciones de escala registradas en los ltimos quince aos a partir de los

    procesos de transferencia de activos estatales al capital privado, sino tambin las

    rutinas productivas de estas industrias, sus polticas de programacin y estrategiasde consolidacin de posiciones dominantes en mercados de accesos restringidos.Como se ha sealado, el trabajo de Ramn Zallo (1988) constituye un punto de

    partida insoslayable para la revitalizacin de los estudios de economa poltica de lacomunicacin en el rea latina. Su libro resulta un claro aporte para comprender ladinmica macroeconmica de las industrias culturales a travs de un recorrido quereconstruye de las principales ramas de la produccin: edicin discontinua, edicincontinua y el audiovisual continuo.

    Otro aporte terico de importancia fue el que realiz Enrique Bustamante (1999)al analizar la estructura econmica de la televisin a partir de las transformaciones

    propias del perodo neoliberal. An cuando no puede eludir el contexto europeo detransicin hacia una televisin competitiva, el trabajo de Bustamante constituye unreferente para el estudio de la televisin en Amrica latina. Ms recientemente,Bustamante (2003) dirigi un pormenorizado estudio de la influencia de los proce-sos de digitalizacin sobre las industrias culturales, con un enfoque abarcador queincluye los fenmenos de la convergencia, la concentracin, las polticas culturalesy los derechos de propiedad intelectual.

    El tema-problema de la concentracin tambin detenta una larga tradicin en laregin. Sin embargo, recin a comienzos de la dcada del 90 un estudio sistematizel anlisis macro y mezo econmico de los grupos econmicos, as como sus estra-

    tegias (Miguel, 1993). Juan Carlos Miguel complet en los inicios del siglo XXI suestudio con el anlisis del vnculo entre concentracin de la propiedad y la conver-gencia de los sectores del audiovisual y las telecomunicaciones (2003, Tremblay).

    Con una propuesta vinculada al relevamiento emprico de los niveles de con-centracin, los autores del presente artculo hemos dirigido una investigacin sobreestructura y niveles de concentracin de las industrias culturales en Amrica Latina.En este caso se trata de consolidar informacin bsica para poder en el futuro vin-cular la estructura de la propiedad al problema del pluralismo informativo (Mastriniy Becerra, 2006). En el primer informe comparativo hemos podido constatar el alt-simo nivel de concentracin de las industrias culturales en Amrica Latina.

    Estudios sobre industrias culturales, a modo de hileras productivas en el marcode las transformaciones convergentes, permiten a la vez comprender el funciona-

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    miento de sectores clave de la cultura en plena transformacin. Tales son los anli-sis de Juan Calvi, Gustavo Buquet y Luis Albornoz, entre otros.

    Crecientemente se registran aportes realizados a partir del estudio de la estruc-

    tura comunicacional en diversos pases. En este sentido cabe mencionar los equiposde investigacin dirigidos por Jos Carlos Lozano Rendn (Instituto Tecnolgico deMonterrey) y Enrique Snchez Ruiz (Universidad de Guadalajara) en Mxico y losestudios de caso de Jenny Ampuero y Rosmery Machicado en Bolivia.

    En Chile Guillermo Sunkel aplic una mirada de mirada de la economa polti-ca de la comunicacin al fenmeno de la concentracin de la propiedad de losmedios (Sunkel-Geoffroy, 2001). Por su parte, en Venezuela se destacan diversostrabajos de Carlos Guzmn Crdenas (2003, 2004) sobre la dimensin econmica delas industrias culturales en dicho pas. Tambin se encuentra una mirada renovadade la relacin entre economa e industrias culturales en los trabajos del reciente-

    mente fallecido Luis Stolovich (2002, 2004) sobre las polticas audiovisuales y laestructura econmica de la cultura en Uruguay.En la Argentina, adems de los aportes de Octavio Getino sobre la dimensin eco-

    nmica de las industrias culturales (1995) es importante destacar las contribucionesrealizadas por el Grupo de Investigacin en Economa Poltica de la Comunicacin dela Universidad de Buenos Aires (Albornoz, Hernndez, Mastrini, Postolski).

    Finalmente en el caso brasileo hay que resear una vez ms los aportes deltexto compilado por Valerio Cruz Brittos y Csar Bolao (2005) sobre el grupoGlobo y los de Othon Jambeiro, especialmente referidos a la televisin.

    e) Poltica y legislacin sobre industrias culturales: el desafo del pluralismoy la diversidad en el contexto de la convergencia tecnolgica y la concentracineconmica

    Otro lugar donde los estudios de economa poltica de la comunicacin han recu-perado un importante nivel de intervencin es en el terreno de las polticas de comu-nicacin. No poda ser de otra manera, dado que los cambios en la legislacin de lasindustrias culturales han acompaado su vertiginosa transformacin econmica. Eneste sentido cabe destacar que los nuevos estudios en la materia han superado algu-nos determinismos propios de algunos trabajos de la dcada del 70, desarrollando el

    problema en forma ms compleja y ms articulada con otras problemticas.

    En Espaa sobresalen los trabajos del Instituto de la Comunicacin de laUniversidad Autnoma de Barcelona. El equipo que dirige Miquel de Moragas(Mara Isabel Fernndez, Merce Dez, entre otros) desarrollan anlisis originalessobre estructura, dinmica y financiamiento de las actividades audiovisuales y de

    prensa escrita, en colaboracin con Emili Prado y Rosa Franquet. Cabe destacar,adems de la importante labor producida desde el Observatorio de Polticas deComunicacin del InCom, el monogrfico producido con motivo del XXV aniver-sario del informe MacBride, producido conjuntamente con el Consejo Audiovisualde Catalua. El aporte original de Carles Llorens y su tesis sobre pluralismo, aunqueesta se distancie de alguno de los postulados clsicos de la economa poltica, resal-

    ta en el marco terico de los slidos aportes del grupo dirigido por Alfonso SnchezTabernero. Un antecedente en materia de investigacin en polticas de comunica-

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    cin, vinculado en este caso a la estructura internacional se encuentra en el libro deMarcial Murciano (1992).

    Con base en la Universidad Complutense de Madrid, aparecen los trabajos de

    Fernando Quirs Fernndez y Ana Segovia, que han contribuido a profundizar elconocimiento sobre las polticas que derivaron en el fracaso de la etapa democrati-zadora previa al neoliberalismo. El trabajo de Segovia resulta un aporte para unmejor conocimiento de la escuela crtica norteamericana en lengua castellana. En elPas Vasco, los ltimos trabajos de Zallo y los de Patxi Azpillaga han mostrado unaconstante preocupacin por el desarrollo de polticas culturales en las regiones.Otros investigadores que presentaron una temprana preocupacin por las polticas enel sector audiovisual son Eduardo Giordano y Carlos Zeller (1999). En la mismalnea se sitan las contribuciones de la Universidad de Sevilla que dirige FranciscoSierra Caballero.

    Si en Amrica Latina existi un decidido impulso para la formalizacin del con-cepto de polticas nacionales de comunicacin en la dcada del 70, este tema nopoda quedar relegado en la actualidad.

    En Brasil existe un importante equipo de investigacin liderado por el profesorMurilo Csar Ramos en la Universidad de Brasilia, que ha producido importantesaportes sobre las nuevas formas de regulacin en materia audiovisual y de teleco-municaciones. Otras investigaciones importantes son la de Anita Simis vinculada ala industria del cine y la de Valerio Brittos en materia de televisin. Por su parte JosMarques de Melo (2005) ha compilado un volumen en el que se recuperan los deba-tes sobre el MacBride a pocas de la sociedad de la informacin.

    En Argentina, hemos contribuido a reconstruir la historia de las polticas decomunicacin en el pas, tarea que se haba postergado incluso en las dcadas msfecundas (Mastrini, 2005). Asimismo, se han producido trabajos conjuntos de anli-sis de las polticas de comunicacin en el Mercosur (Cappareli, 1999).

    Otros aportes interesantes con miradas ms globales los constituyen los trabajosde John Sinclair (1999) sobre la televisin latinoamericana y de Elizabeth Fox ySilvio Waisbord (2002) que sirven para presentar un cuadro comparativo de la situa-cin de los principales pases de la regin en materia de polticas de comunicacin.En la mayora de los casos los autores previenen sobre la falta de mecanismos demo-crticos en la definicin de las iniciativas en el rea.

    Si bien no adscriben a una lnea de trabajo vinculada a la economa poltica dela comunicacin hay que destacar los trabajos de Valerio Fuenzalida (2000) y OmarRincn (2001) en los que se actualiza el diagnstico sobre la televisin pblica en elcontinente. A su tradicional falta de independencia del poder gubernamental, lairrupcin del neoliberalismo parece haber dejado a las emisoras de propiedad esta-tal con bajos ndices de legitimidad que llevan a los autores a realizar un riguroso

    planteo sobre las modalidades de su reforma.En trminos generales, todos los trabajos coinciden en destacar el profundo

    impacto que el neoliberalismo ha tenido sobre la estructura de las industrias cultu-rales y las polticas vinculadas a las mismas. En este sentido, se remarca que la

    convergencia tecnolgica y la concentracin econmica constituyen un renovadodesafo para la imprescindible democratizacin de la comunicacin.

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    PALABRAS FINALES

    Del repaso general de los trabajos producidos desde los estudios de economa

    poltica de la comunicacin en Iberoamrica a partir de la reformulacin de la agen-da que de modo pionero y con el formato de memorndumpresentaba hace ms dedos dcadas Heriberto Muraro, podemos concluir que se ha producido un importan-te avance en materia de produccin de conocimiento de la relacin entre economay comunicacin. Entendemos que en primer lugar se ha superado la aproximacininstrumental que realizaron los estudios de comunicacin a la estructura econmicade las industrias culturales con el objetivo de inferir la intencionalidad de los men-sajes. Por otra parte los estudios de economa poltica de la comunicacin presentanuna creciente amplitud que abarca el tradicional estudio de la estructura de las indus-trias culturales, las transformaciones en el sistema productivo y las polticas de

    medios, pero que tambin busca indagar en la incidencia de los desarrollos tecnol-gicos y en cmo las tendencias generales de la economa impacta especficamenteen el rea de la cultura.

    De todas formas, en relacin a los puntos presentados por Muraro, es precisosealar que todava son escasos los trabajos referidos a los problemas ms especfi-cos de la economa de la comunicacin, sobre todo los referidos a la socializacinde los agentes econmicos, a las modalidades cambiantes de produccin, disemina-cin y apropiacin de tecnologas convergentes, a la incidencia de dichos cambiosen la agenda gubernamental y en el comportamiento estratgico de las industrias cul-turales y a la produccin de saberes a partir de la realizacin de estudios de tipo

    emprico y comparativo.

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    RESUMEN

    El presente artculo recupera el aporte del investigador argentino Heriberto Muraro, quien en los aosochenta traz, a partir del examen crtico de las contribuciones de la economa poltica de la comuni-cacin y el desarrollo de las industrias de la cultura como objeto de anlisis, una propuesta de memo-randum o agenda de prioridades para el campo de estudios en Amrica Latina. A partir de los procesosde convergencia, globalizacin y diseminacin de las tecnologas de informacin y comunicacinregistrados en las ltimas dos dcadas y media, con la consecuente mutacin de los procesos producti-vos del sector, se contrastan las investigaciones que se realizan en Iberoamrica con la agenda pro-puesta por Muraro, reformulndola y discutiendo algunos de sus supuestos. Asimismo, se propone unaclasificacin de las principales contribuciones en el marco de los estudios de economa poltica de lacomunicacin y la cultura en la regin.

    Palabras clave: Economa poltica, comunicacin, Amrica latina, Iberoamrica, industrias culturales.

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    ABSTRACT

    This article reconsiders the contribution of Argentinian researcher Heriberto Muraro who in the 80 soutlined, from the critical analysis of Political Economy of Communication and the development ofCultural Industry as the research focus, a proposal of memorandum or priorities agenda for the Latin

    America specific field. From the processes of globalization, convergence and dissemination of infor-mation and communication technologies produced in the last two and a half decades, taking intoaccount the mutation in the productive processes of the area, the research presented in Latin Americais compared with Muraros contributions, which are reformulated and discussed. Moreover, we pro-pose a classification of the main contributions of the Political Economy of Communication frame-work in the region.

    Key words: Political Economy, communication, Latin America, Cultural Industries.

    RSUME

    Cet article rcupre les apports du analyste argentin Heriberto Muraro, qui dans les annes 80 montra

    , partir de la vision critique de lconomie Politique de la Communication et le dvloppement destechnologies de l information en tant que object de recherche, une proposition de memorandum oude agenda de priorites pour la zone concrte de l Amrique Latine. En tudiant les procs de globa-lisation, convergeance et dissemination des technologies de l information et la communication, et lesmutations produites dans les procs productifs de ce secteur, on compare les aportations de Muraro, enles reformulant et les discutant. Finalement on propose une classification des principaux apports de lconomie Politique de la Communication dans la rgion

    Mots cl: conomie Politique, communication, Amrique Latine, Industries Culturelles.