19
BELGRANO Líder Ideólogo y Combatiente de la Revolución

BELGRANO Prologo, introduccion y Capitulo 1

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Avance del Libro del Dr. Ricardo Elorza BELGRANO Lider, Ideologo y Combatiente de la revolución

Citation preview

BELGRANO

Líder

Ideólogo

y Combatiente

de la Revolución

PRÓLOGO

En este prólogo que mi amigo el Contador Ricardo

Elorza Villamayor me ha honrado al pedirme que lo

redacte, yo he de elogiar su libro que él ha titulado

“BELGRANO LÍDER, IDEÓLOGO Y COMBATIENTE DE

LA REVOLUCIÓN”, destacando que este 2012 es el

“Año del Fundador de la Patria”, referido

naturalmente al General Dr. Manuel Belgrano. Lo

haré para alentarlo a que continúe por la senda de

la investigación histórica como lo ha hecho hasta

aquí.

El título del libro que acabamos de consignar,

bastaría para prologar la obra, por lo abarcativo del

mismo, a pesar de ser una síntesis.

Un prólogo debe ser breve, ya que se parece al

presentador de un orador, que no debe hablar

muchos minutos.

Aplicando esas máximas, trataré de serlo, pero no

obviaré resaltar lo que a mi criterio son las

características más salientes de esta obra.

Ricardo Elorza no sólo es un patriota sino que

considero, tiene el conocimiento cabal de la Historia

Argentina y de América, por los datos y conceptos

que maneja. Así, Elorza destaca la frase de

Belgrano que refleja la calidad principal humana del

Prócer, cuando éste dice: “No hay objeto más digno

de la atención del hombre, que la felicidad de sus

semejantes”.

Pero lo que yo conceptúo como la expresión más

acertada del autor, es cuando antes de la

introducción define al Héroe como el “Precursor de

la Independencia de América del Sur”. También,

cuando Ricardo dice que “Belgrano se metió en el

corazón del Pueblo”. La tarea de investigador del

autor de este libro, se ve apreciada sobremanera

cuando advierte que tanto la Reconquista de

Buenos Ayres en 1806 como la Defensa de 1807,

las define como batallas, cosa que ningún

historiador se percató hasta hoy. Lean la nota del

20 de Junio de 1811 remitida por los oficiales que

actuaron bajo las órdenes de Belgrano, en la

Campaña al Paraguay y a la Banda Oriental y

sabrán cómo era el Prócer como militar, que

considero que es el documento más acabado para

tal evidencia.

Ya que prometí ser breve, terminaré este prólogo

expresando algo sumamente importante y que

sintetiza la obra de Belgrano destacada por Elorza,

quien define al Patricio como “Jefe del Movimiento

de Mayo”, oportuna expresión cuando aún resuenan

los ecos del Bicentenario de la Revolución.

Lean este libro, difúndanlo a todos los que conocen

y aún en los medios de comunicación. Ricardo

Elorza se lo merece por sus luchas en aras de la

Patria, y por sus investigaciones. Ser investigador

es el más alto grado del Historiador.

Dr. Ricardo Vitiritti

Museo General Belgrano

Fundador y Director

NOTA: el Dr. Ricardo Vitiritti fue ganador del premio Odol

Pregunta en los años 1970/1971, respondiendo sobre Vida y

Obra de Manuel Belgrano.

HOMENAJE

AL PRECURSOR

DE LA INDEPENDENCIA

DE AMÉRICA DEL SUR

"Hubo un tiempo de desgracia

para la humanidad, en que se creía que debía mantenerse

al pueblo en la ignorancia

y por consiguiente en la pobreza, para conservarlo

en el mayor grado de sujeción. Pero esa máxima injuriosa

al género humano se proscribió como una producción

de la barbarie más cruel".

Manuel Belgrano, 17 de Marzo de 1810 Semanario Correo de Comercio Nº 3

INTRODUCCIÓN

En Argentina se nos inculca que la Revolución de

Mayo fue el resultado de una espontánea rebeldía

patriota contra el poder español. La reiterada e

inconsistente expresión El pueblo quiere saber de

qué se trata, es parte de un cúmulo de frases

hechas que manipulan nuestras mentes desde

niños haciendo de la “historia” una ficción que nos

es impuesta como “materia” educativa y, en

consecuencia, por carecer de verdad, resulta

aburrida e imposible de comprender.

Esa “historia oficial”, de la que somos víctimas

desde el principio al fin de nuestros estudios –

léase: desde el jardín de infantes a la universidad -

posibilita al régimen predisponernos a sus objetivos

de dominación cultural. Así, desde Mitre, se montó

una ficción compuesta de verdades y mentiras que

continúa gozando de impune vigencia.

Ninguna revolución es el producto de la

improvisación ni puede realizarse sin un Líder y sin

una doctrina e ideología que la sustenten. No hay

revolución si no existen quienes las planifiquen,

organicen y conduzcan. Nuestra Revolución, que

como imaginaria punta de una flecha gigante

impactó en el “almanaque” de la Historia el 25 de

Mayo de 1810, fue el resultado de muchos años de

preparación, y tuvo un Conductor al que sus

compañeros y el Pueblo brindaron la confianza y el

respaldo necesario e imprescindible para llevarla a

cabo. Ese Líder fue Manuel Belgrano. Podemos

afirmar que la Revolución comenzó el mismo día en

que Belgrano dio el primer mensaje desde el

Consulado de Buenos Aires

"No hay objeto mas digno de la

atención del hombre que la felicidad de

sus semejantes" Belgrano 2 de Junio de 1794

La historia oficial muestra como próceres a quienes

jamás participaron del Movimiento Revolucionario

que él creara en los primeros años del siglo IXX.

Así, en esa escenificación falsa y deformatoria,

Belgrano y sus compañeros aparecen como simples

partidarios de quienes nunca fueron parte de ese

Movimiento y en consecuencia, mucho menos

líderes de la Revolución.

Sin embargo, esto parece ser desconocido por la

mayoría de los historiadores, sobre todo aquellos

que, a la luz del Bicentenario, nos abruman con una

tormenta de libros apoyados en imágenes

televisivas. En rigor, a estos modernos escritores

debe llamárseles novelistas. Repetidores de mitos y

leyendas “actualizadas”.

Las antiguas estructuras del Estado Nacional, le

impiden reaccionar frente al atropello contracultural

interno y externo. En este marco, la Revolución no

fue tomada en cuenta por la cinematografía y la

televisión. Luego de ignorar los Bicentenarios de las

gloriosas Batallas de 1806 y 1807 contra los

invasores ingleses, en las que Belgrano y sus

compañeros se forjaron en la guerra y más

adelante implantaron el Primer Gobierno Patrio de

América, lo poco que han hecho agravia la memoria

de los Patriotas.

Es justo destacar los mensajes de la Presidenta de

la Nación, en los que ubica a Manuel Belgrano en el

centro de la Historia.

“Para mí, ustedes lo saben porque lo he

repetido muchas veces, él, Belgrano, es mi

favorito”.

“Cuando lo leemos a Belgrano, al Belgrano

que además de crear la Bandera fue militar,

político pero también un gran economista;

cuando leemos al Belgrano que reclamaba

que industrializáramos aquí en nuestro país

nuestras materias primas, que no

permitiéramos que se exportara la materia

prima, sino que le agregábamos valor aquí;

cuando hablamos del Belgrano de la

educación fundador de la Escuela de

Náutica, un hombre que luchaba por la

educación, digo, que estamos cumpliendo el

sueño de Belgrano.”

Cristina Fernández de Kirchner, 20 de Junio, 2011

Sin embargo, ya sea por ignorancia o motivos

inconfesables, productores, directores, escritores y

guionistas han hecho del agravio, el mal gusto, la

caricatura, la banalidad y la difamación, un

denominador común.

Tampoco la Educación ha tomado en sus manos la

explícita voluntad presidencial. Nada se ha hecho

por estar a la altura del presente período

Bicentenario 2006/2016, acorde con los actos

donde millones de personas salieron a las calles

para expresar su alegría e interés por nuestra

Cultura, por nuestra Identidad y por nuestra

Historia.

Lo que hasta ahora fueron conferencias con debate

en varias ciudades del país y la difusión

permanente de sus ideas a través de los medios de

comunicación y escuelas, decidimos trasmitirlo de

forma breve y sintética, tomado de mis apuntes,

transcribiendo una porción de resoluciones oficiales,

correspondencia, proclamas y reglamentos que

permiten demostrar quiénes fueron en verdad los

protagonistas de la Revolución Independentista de

América del Sur, los Fundadores de la Patria. Y,

particularmente de su líder: Manuel Belgrano.

Líder, Ideólogo y Combatiente, Belgrano fue El

Alma de la Revolución.

Nos hemos propuesto, en una tarea militante,

rescatar del olvido, el ocultamiento y la falsificación

lo que fue su inmensa obra. Principios que deben

hoy servirnos como guía. De eso se trata la Historia

como ciencia al servicio de la Humanidad.

Revelación de principios y valores que nos

estimulan a imitar para recuperar el sentido heroico

de la vida. El Buen Camino.

La Proclama y Reglamento para los 30 Pueblos de

las Misiones Guaraníes del 30 de Diciembre de

1810; el Tratado Federal con la Provincia del

Paraguay del 12 de Octubre de 1811; la creación de

los símbolos en Febrero de 1812; la donación de

sus premios para la creación de Escuelas del 31 de

Marzo de 1813; y sus hazañas al frente de los

Ejércitos de la Patria Grande, sumados a su obra

revolucionaria desde el Consulado de Buenos Aires;

sus Escuelas Públicas; sus páginas doctrinarias del

Correo de Comercio; las misiones diplomáticas y su

propuesta de entronizar la Dinastía de los Incas en

América del Sur, votada por unanimidad el 6 de

Julio de 1816 en el Congreso de Tucumán, son una

demostración contundente de esa obra.

El Camino de Belgrano

Como parte de esa recuperación de valores, nos

proponemos reconstruir El Camino de Belgrano.

Cada paso en el Camino de Belgrano es una

enseñanza, una gesta, una obra, un ejemplo.

Reconstruir ese Camino es deber de este tiempo

Bicentenario. Allí espera su casa natal, donde

también nacieron sus 15 hermanos; la misma en la

que residieron sus 2 hijos y sus nietos...

Los Cabildos y el Consulado. Donde el Pueblo fue

testigo y protagonista de sus obras; Monserrat, San

Telmo, Flores, Floresta, Monte Castro, Morón,

Luján, San Antonio de Areco, San Nicolás de los

Arroyos, Rosario, San Lorenzo, Arequito, Casilda,

Santa Fe de la Vera Cruz, La Baxada, Paraná,

Feliciano, el Iberá, Curuzú Cuatiá, San Gerónimo,

Candelaria, Campichuelo, Itapuá, Tacuarí,

Paraguarí, Asunción, Corrientes, Mandisoví, Perucho

Berna, Concepción, Mercedes (Banda Oriental),

Córdoba y todas las Provincias Peruanas desde

Santiago del Estero y Tucumán a Salta, Jujuy,

Cochabamba, Potosí y muchas más son parte del

Camino de Belgrano que nos debemos los

sudamericanos. Ese Camino de 10.000 kilómetros,

que uno puede disfrutarlos desde un moderno

automóvil con aire acondicionado y descansando en

hotel de 3 o 5 estrellas. Pero sería bueno saber

imaginarlo a caballo, mula, carreta, sopanda,

diligencia o bote de cuero. Y a temperaturas de 45

grados al sol y 10 o 15 grados bajo cero a la

intemperie.

El Camino de Belgrano, vendrá a rescatar la

Memoria de esa estirpe generosa de hombres y

mujeres que lo ayudaron a fundar la Patria. No es

justo que tan poco y nada quede de ellos.

A propósito, de la treintena de cartas que se

transcriben en este libro, deseo anticipar un párrafo

de la que Belgrano enviara a su compañero y amigo

Juan José Paso el 28 de Febrero de 1813, tras su

aplastante victoria en Salta: «Para el tratado,

que se criticará por los que viven tranquilos

en sus casas y discurren con el buen café y

botella por delante, más he tenido en vista la

unión de los Americanos y aún de los

Europeos, que otra cosa...»

Mar del Plata, 27 de Febrero de 2012

Día del Bicentenario de la Creación de la Bandera

de América del Sur.

Nota: Estos apuntes son parte de la base documental de los guiones cinematográficos: “Manuel Belgrano, Precursor de la

Independencia” y “Belgrano, Sol de la Revolución” que registré el

27 de Febrero de 2006 y 17 de Junio de 2010

CAPÍTULO 1

“En este estado y por si llegaba el caso de otro

suceso igual al de Beresford, u otro cualquiera, de

tener una parte activa en defensa de mi patria,

tomé un maestro que me diese alguna noción de

las evoluciones más precisas y me enseñase por

principios el manejo del arma. Todo fue obra de

pocos días: me contraje como debía, con el

desengaño que había tenido en la primera

operación militar, de que no era lo mismo vestir el

uniforme de tal, que serlo.” Belgrano, 1814, Autobiografía

BATALLA DE BUENOS AIRES Bautismo de Fuego de Los Fundadores

Para comprender mejor el papel que nuestros

fundadores protagonizaron en la preparación de la

Revolución y luego en la Guerra de la

Independencia, considero imprescindible describir

algunos episodios de lo que a mi criterio marcó a

fuego a los Patriotas: la Batalla de Buenos Aires.

No debe sorprendernos que Belgrano, Castelli,

Rodríguez Peña y Vieytes hayan tenido las más

altas responsabilidades militares del Gobierno

Revolucionario. En efecto, como lo sostengo en la

Introducción de estos apuntes, si bien todos ellos

se dedicaban a otras actividades, lo que siempre se

nos ocultó es que los cuatro fueron combatientes

distinguidos por su capacidad y audacia en la

guerra contra los ingleses. Esa guerra en que la

Batalla de Buenos Aires, extendida del 2 al 6 de

Julio del año 1807, fue el cadalso de los invasores y

la mayor derrota que haya sufrido la corona

británica hasta entonces.

LA BATALLA MÁS GRANDE

DE AMÉRICA DEL SUR

Tampoco deberíamos desconocer que esa fue la

batalla que reunió mayor cantidad de combatientes

de la Historia de América del Sur, ya que los

invasores contaron con un ejército experimentado

de 15.000 hombres y un armamento de última

generación, más el apoyo de 100 barcos de guerra

y mercantes en el Río de la Plata. Nuestras fuerzas

alcanzaban a más de 8.000 combatientes, muchos

de ellos provenientes de distintas provincias. Pero

también, debemos sumar los miles de hombres,

mujeres y niños del pueblo de Buenos Aires que

convirtieron sus casas en fortines contra el invasor

usurpador. Téngase presente como dato comparativo, que el Libertador

San Martín en 1820, partió desde Valparaíso, a liberar Perú,

con 4.118 hombres.

Lo que tiene que sorprendernos es que hasta

hoy 27 de Febrero de 2012, jamás se haya

hablado de la Guerra del Río de la Plata ni de

la Batalla de Buenos Aires. Y, como digo en la

introducción, tampoco se celebraran los

Bicentenarios de semejantes triunfos. Solo hubo un

tímido simulacro el 12 de agosto de 2006, donde

las autoridades de la ciudad de Buenos Aires

tomaron el Cabildo, erróneamente, como centro de

la escena que “reprodujo” la gloriosa gesta.

Parecen no tener idea de cómo fue la Reconquista,

si bien cabría el atenuante de no existir los

escenarios donde se libraron los combates

culminantes, la Recoba y el Fuerte, ya que fueron

demolidos como denuncio seguidamente

.

Un Triunfo Patriota Abrumador

En Buenos Aires, la derrota del poderoso Ejército

inglés fue funesta para los invasores ya que sufrió

miles de muertos, heridos y prisioneros, razón

suficiente para que los generales ingleses no

tuvieran posibilidad alguna de resistir las

imposiciones de los vencedores que incluyó el

abandono del Río de la Plata y la restitución de la

ciudad de Montevideo, que en ese momento era

gobernada por un jefe inglés, ante quien habían

jurado “lealtad” las autoridades montevideanas.

No obstante, debemos decir que también las

víctimas civiles de esas invasiones fueron muy

numerosas, ya que los usurpadores no trepidaron

en asesinar mujeres, ancianos y niños a la par de

los hombres que, sin integrar las milicias,

defendieron con sus armas y sus vidas la brutal

correría.

Lo mismo cabe decir de la sangrienta toma de la

ciudad de Montevideo, entonces parte integrante de

la Provincia de Buenos Aires, donde los invasores

demolieron un sector de las murallas que la

circundaban.

De estos hechos de armas, nunca se menciona que

fuera una guerra. Tampoco que hubo numerosos

combates, varias batallas y miles de muertos y

heridos.

Solo se conocen con el “simpático” nombre de

invasiones inglesas, la Reconquista y la Defensa,

donde la fábula del “aceite hirviendo” solo pudimos

creerla los de mi generación.

De la Batalla de Buenos Aires, nada se encontrará

en los libros, creo, con ese nombre ¿pero que otra

cosa fue?

Tampoco tienen nombre los Combates de la Iglesia

del Rosario, del Colegio de San Carlos, de la Iglesia

de San Ignacio, del Retiro, etc., etc., etc.

Volviendo al nombre con el que pasaron a la

“historia oficial”, especialmente la “Defensa”,

recordar esa gesta con ese nombre sería como

decirles a los amantes del fútbol o cualquier otro

deporte que su equipo se distinguió por la defensa,

habiendo triunfado 7 a 1.

Las declaraciones en los tribunales ingleses de

los jefes militares vencidos, nos eximen de

más comentarios

DEMOLICIÓN DEL PATRIMONIO HISTÓRICO

Como muestra tangible de la depredación de la

Historia, denunciamos la sistemática demolición de

los Monumentos Históricos, producidos en dos de

las ciudades que fueron escenario popular de los

acontecimientos fundacionales de la Patria en 1810

y 1816. Tenemos un compromiso ineludible con los

Combatientes Fundadores de la Patria:

RECONSTRUIR LOS MONUMENTOS NACIONALES.

Buenos Aires:

Demolición de los Baluartes:

1.- El Fuerte, sede del primer gobierno Patrio de

América, demolido en dos etapas después de

Caseros: en 1853 y totalmente en 1882, allí se

construyó la actual Casa de Gobierno Nacional;

2.- La Recoba – también demolida en 1882 y

fueron con el Fuerte, los baluartes recuperados por

el Pueblo y las fuerzas conducidas por Don Santiago

de Liniers en la Reconquista del 12 de Agosto

de 1806, primera derrota inglesa a solo 9 meses

de la tan promocionada Trafalgar;

3.- El Cabildo, escenario de los sucesos

culminantes de la Revolución en Mayo de 1810

donde se consagró el primer gobierno patrio de

Latinoamérica; y que en 1807 sirviera como

polvorín de la nueva victoria de la Patria, conocida

con el nombre de “Defensa” pero que en realidad

fue la Batalla de Buenos Aires, como ya dijimos

al comienzo del presente capítulo.

4.- El Real Colegio de San Carlos, donde

estudiaron los líderes revolucionarios, y que fuera,

desde esas sanguinarias invasiones, sede del

glorioso Regimiento de Patricios desde cuyas

ventanas y techos produjeron a los ingleses las más

graves pérdidas. Lo describió así el teniente coronel

invasor Cadogan, encargado de asaltar la Iglesia de

San Ignacio: “Avancé con los rifleros hasta el

costado oeste del edificio del Colegio de los

Jesuitas, cuando al adelantar el cañón…en la

entrada principal del edificio, el enemigo

apareció de repente en gran número en las

ventanas, en las azoteas…En un momento, la

totalidad de la compañía de vanguardia de mi

columna y algunos artilleros y caballos fueron

muertos…”

Esa calle donde los ingleses fueron destrozados,

llevaba entonces el verdadero nombre de la ciudad:

Santísima Trinidad, sin embargo, luego fue

cambiado por el de Bolívar; al Real Colegio San

Carlos también le mudaron de nombre y

orientación, primero Pueyrredon y Rivadavia

después, hasta que finalmente fue demolido en la

década infame igual que la

5.- Iglesia de San Nicolás de Bari, en cuyas

torres el 23 de Agosto de 1812 se enarbolaron las

primeras Banderas Nacionales en la Capital de la

Provincias Unidas, cuando estaba prohibida la

enseña patria, el mismo día que su creador, Manuel

Belgrano, iniciaba el estratégico éxodo popular

desde Jujuy. Coincidentemente también demolida

en la década infame.

La Vaga Mención en el Obelisco

Creo interesante observar, como dato ilustrativo de

la desorientación organizada por el régimen, la

inscripción que hoy existe en el obelisco al respecto

que dice: “En este solar, en la torre de San Nicolás,

flameó por primera vez la Bandera Nacional el 23

de Agosto de MDCCCXII”.

No dice: “…en las torres de la Iglesia de San Nicolás

de Bari, demolida y reconstruida en la avenida

Santa Fe…etc.etc. flameó por primera vez etc.etc.

Pero claro, uno lee y quiere saber como sigue la

historieta. Así llegué a la Verdad.

Así procedieron y proceden con nuestra Historia. No

quedó ni el polvo de los Monumentos Históricos.

Demolieron todo. Igual que hicieron con las Cartas

recibidas por Belgrano: las desaparecieron…

San Miguel de Tucumán:

Aquí tampoco se privaron de nada.

1.- Casa de la Independencia, donde se declaró

el 9 de Julio de 1816 la Independencia de las

Provincias Unidas de América del Sur, fue demolida

a finales del siglo IXX y reconstruida en la década

de 1940, merced a una fotografía de su frente

tomada en 1867, lo que de alguna manera reparó

una vergüenza histórica sin límites

2.- Cabildo, donde se expresaba el Pueblo

tucumano de acuerdo a las tradicionales leyes de

Indias; y

3.- Iglesia de la Merced, donde Belgrano entregó

su sable a Nuestra Señora de las Mercedes

nombrándola Generala de los Ejércitos de la Patria

luego de su victoria del 24 de Setiembre de 1812;

Demolición de las Viviendas

Pero a semejante perfidia, debemos agregarle las

demoliciones discriminatorias de las residencias de

todos y cada uno de los líderes revolucionarios:

Manuel Belgrano, Nicolás Rodríguez Peña, Juan José

Castelli, Hipólito Vieytes, Saavedra, French, Berutti,

San Martín y una lista interminable de exterminio

patrimonial cultural.

Coincidencia Fatal Es notable que la casa natal de San Martín fue

incendiada el mismo día que el Libertador venciera

a los realistas en Chacabuco, 12 de Febrero de

1817, ya que Yapeyú, como toda la Banda Oriental

y las Misiones habían sido entregadas por

Pueyrredon, como antes Alvear y Posadas, a los

esclavistas portugueses, como el mismo

Pueyrredon confesara en carta a San Martín poco

tiempo después.

Los restos de Yapeyú fueron salvados por

Andresito Guaçurarí – líder guaraní, soldado de

Belgrano en 1810 y 1811, quien el mismo día llegó

con 300 guaraníes al momento del incendio del

pueblo poniendo en fuga a los invasores, evitando

la destrucción total.

Tampoco se salvaron años después todas las

propiedades del Restaurador de las Leyes e

Instituciones de la Revolución, Don Juan Manuel de

Rosas, cuya casa en Palermo de San Benito, fue

demolida el último año del siglo IXX, por orden del

intendente Bullrich y la complacencia de Roca,

luego de usarse para asiento del Ejército pretoriano

de Mitre y Sarmiento. Claro, Rosas había cometido

el delito de vencer a los ingleses y franceses juntos

en la Guerra del Paraná y exigido como reparación

de guerra el desagravio a la Bandera Argentina. Por

eso fue el heredero del Sable del Libertador. Pero a

la vez fue despojado de todo. Menos del Honor y el

Amor de su Pueblo.

En fin, no quedó en pie ninguno de los bastiones

de la Libertad y la Independencia de América del

Sur. ¿Alguna vez nos hablaron de esto en la

escuela o en la universidad? ¿Quiénes fueron

los responsables de las demoliciones y del

silencio cómplice?

Sería muy inocente pensar que en nuestro país

todo ocurre por falta de conciencia. Por el contrario,

es evidente que se trata de un objetivo perseguido:

La demolición de esos monumentos históricos

asegura aún hoy el ocultamiento, porque a las

sucesivas generaciones de argentinos no nos

permite revivir los hechos en el ambiente mismo en

el que actuaron nuestros fundadores. Es la

destrucción deliberada de nuestro Patrimonio

Cultural. Sabemos cómo los países del resto del

mundo atesoran sus Monumentos aún transcurridos

cientos y miles de años. En síntesis, quieren acabar

con la Memoria, sepultar la Verdad. Y hasta hoy lo

vienen logrando.

Pero al mismo tiempo que demolieron, levantaron

monumentos a los contrarrevolucionarios y

asignaron sus nombres a las calles principales de

todas las ciudades del país. También sus casas

siguen siendo referencia de la contrarrevolución.

Prueba de ello son las de los Mitre, los Sarmiento,

los Rivadavia, los Alvear. Mientras que éstos gozan

de gran cantidad de monumentos, y se repiten sus

nombres en un sin número de escuelas y calles,

Belgrano apenas tiene una y en la década infame,

con la excusa de ensancharla, demolieron su

vivienda, en la que nacieron el Prócer y todos sus

hermanos. La misma casa donde luego de la

desaparición física del Prócer residieron sus 2 hijos:

el santafecino Pedro Pablo Rosas y Belgrano y la

tucumana Manuela Mónica Belgrano.

RECONSTRUIR EL PATRIMONIO HISTÓRICO

Para reivindicarnos con la Cultura Nacional y con

los Fundadores de la Patria, se impone que antes

de finalizar el primer período Bicentenario se

reconstruyan al menos parte de los Monumentos de

nuestro Patrimonio Histórico. El mismo que

demolieron desde 1852 los contrarrevolucionarios.

Es tiempo de Reconstrucción de la Cultura Nacional,

nunca de declamaciones. Con Ricardo Miraglia

hicimos en el año 2003 un proyecto proponiendo

crear la Universidad de Historia Iberoamericana,

que incluye la Reconstrucción del Patrimonio

Cultural en un sector de la ciudad de Buenos Aires

que está relacionado con Manuel Belgrano por

llevar sus calles los nombres de varios de sus

lugartenientes, como son los barrios de Mataderos,

Floresta, Villa Luro, Liniers y Lugano.

CAMPAÑA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA

El 12 de Agosto de 2004, iniciamos desde la Sede

Central del Instituto Nacional de Investigaciones

Históricas Juan Manuel de Rosas, junto a varias

entidades y personalidades de la Cultura Nacional,

la Campaña del Bicentenario de la Patria, cuya

primera parte corresponde al período 1806 / 1816.

Allí sostuvimos que Bicentenario no es un solo día.

Porque interpretamos que el 25 de Mayo es el día

en que los Revolucionarios imponen el Primer

Gobierno Patrio de América y no es menos cierto

que ese día comenzó la lucha para alcanzar la

Independencia que se formalizó el 9 de Julio de

1816.

12 de Agosto de 1806 - 9 de Julio de 1816

Desde el bautismo de fuego en la Batalla de

Buenos Aires de 1806 y posteriormente a partir de

1810, los líderes revolucionarios se pusieron al

frente de los Ejércitos Auxiliadores de la Provincias

que aún se hallaban bajo el poder realista. Cada

batalla, tratado, fundación, acontecimiento,

contiene en sí mismo la impronta Bicentenaria.

Desde la Reconquista y las Batallas de Buenos

Aires, Suipacha, San José, La Florida y tantas otras.

Como la Proclama y Reglamento a los 30 Pueblos

Guaraníes y un increíble número de hechos

trascendentes, fundamentales para alcanzar la

Independencia de las Provincias Unidas de América

del Sur, declarada el 9 de Julio de 1816, que, según

surge de las Actas Secretas del Congreso de

Tucumán del día 6 de Julio de 1816, lo tuvo a

Manuel Belgrano como su fundamental

Constituyente. Aunque tiempo antes, la

Independencia de hecho la concretó Belgrano el 27

de Febrero de 1812, luego de exigir al gobierno la

declaración formal de la Escarapela y Crear la

Bandera Nacional en Rosario.

El concepto Bicentenario 1806/1816, eficazmente

desarticulado por la contracultura, debemos

comprenderlo como la gran escalada revolucionaria

liderada por Belgrano y sus compañeros. En ese

período se produjeron los sucesos vitales de

nuestra Emancipación.