Bellas Páginas de Los Padres de La

7/25/2019 Bellas Pginas de Los Padres de La

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BELLAS PGINAS DE LOS PADRES DE LAIGLESIA Y LA VIRGEN MARIA

Los Padres de la Iglesia son autores cristianos, a menudoobispos o en todo caso hombres encargados de


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responsabilidades pastorales, que en los primeros siglos de laIglesia, mediante su predicacin y escritos, han influenciadolos desarrollos de la doctrina cristiana y contribuido a laformacin de los cristianos de su poca y de los siglos futuros.

Generalmente se habla de Padres de la Iglesia para losescritores de los cinco seis primeros siglos, pero no dudaremosen asociarlos aqu a escritores cristianos de los siglossiguientes que han jugado un papel importante por suactividad pastoral y por su espiritualidad en la vida de laIglesia y que se puede considerar un poco como sussucesores. Entre ellos merecern una mencin especial losdoctores, hombres y mujeres que han sido distinguidos porla Iglesia en razn de su calidad excepcional por sus escritos yel papel que han representado en el desarrollo de la fe. Todosestos autores y pastores cristianos, en el transcurso de lossiglos, han permitido mediante su predicacin o sus trabajos,avances teolgicos y espirituales muy importantes y, conciertos ttulos, comparables a las que han sido provocadas porlos Padres de los primeros siglos, y esto a pesar de loscontextos histricos diferentes que convendr no echar en elolvido. Aqu, nos referimos al conjunto constituido por losPadres y los Doctores", y todos los escritores cristianosreconocidos en la tradicin, a los que nos referiremos; ;

algunos estn incluso cercanos histricamente a nosotros, y sinhaber tenido el mismo conocimiento de la Iglesia, han podido,mediante sus trabajos, sealar su historia y espiritualidad.

Se podr retomar la definicin dada por Pierre Beatrick en suIntroduccin a los Padres de la Iglesia (Mediaspaul/Editions

paulines/Institut St-Gatan, 1987) :


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"Los Padres de la Iglesia fueronesos personajes casi siempreobispos con responsabilidades

pastorales particulares que, por su

predicacin y sus escritos, haninfluido tanto en el desarrollo de ladoctrina cristiana, como en laformacin del comportamientocristiano, porque unan en s lascaractersticas constantes de la

santidad de vida, de la prudenciay de la ancianidad."

En este corto libro he queridodetenerme tan slo en en unoscuantos que hablan de lasexcelencias de la Virgen Mara.

Felipe Santos, Salesiano

Mlaga-junio-2006

San Efrn (v.306-373)

Oracin a la Santsima Madre de Dios

Santsima Seora, Madre de Dios, la sola pursima de cuerpo, la sola msall de toda pureza, de toda castidad, de toda virginidad ; la nica moradade toda la gracia del Espritu Santo; superando incomparablemente a lasmismas potencias espirituales, en pureza, en santidad de alma y cuerpo ;mrame a mi, culpable, impuro, manchado en mi alma y en mi cuerpo portaras de mi vida apasionada y voluptuosa ; purifica mi espritu de sus

pasiones ; santifica, levata mis pensamientos errantes y ciegos ; regula ydirigi mis sentidos ; lbrame de la detestable e infame tirana de lasinclinaciones y pasiones impuras ; destruye en m el imperio del pecado,dame la prudencia y el discernimiento a mi espritu en tinieblas, miserable,


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para la correccin de mis faltas y de mis cadas, a fin de que, librado de lastinieblas del pecado, me encuentre digno de glorificaros ; de cantaroslibremente, la nica Madre de la verdadera luz, Cristo nuestro Dios ; puesslo con l y por l, eres bendecida y glorificada por toda criatura invisible,

ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amn.

Trad. del P. d'Als, in Marie, Mre de Dieu, Tradition antnicnienne, t.III, col. 180.

San Ambrosio (339-397)

Mara, Espejo de las Vrgenes

... Qu ms noble cuando se trata de la Madre de Dios? Qu msesplndido que aquella que se llama el mismo esplendor? Qu ms castaque la que ha engendrado el cuerpo sin mancha corporal? Y qu decir desus otras virtudes? Era virgen. No solamente en el cuerpo, sino en elespritu, ella cuyas astucias del pecado jams han alterado su pureza :humilde de corazn, reflejada en sus propsitos como prudente, cuidada ensus palabras y vida de lectura ; pona su esperanza no en la incertidumbrede sus riquezas, sino en la oracin de los pobres ; aplicada a la obra,

reservada, tomaba por juez de su alma no al hombre, sino a Dios ; nohiriendo a nadie, acogida por todos, llena de respeto por los ancianos, sincelo por los de su edad, hua de la jactancia, segua la razn, amaba lavirtud. Cundo ofendi a sus padres aunque fuera tan slo con su actitud?Cundo se la vio en desacuerdo con sus semejantes? Cundo rechaz alhumilde con desdn, se burl del dbil, rechaz al miserable? Ella slofrecuentaba las reuniones de hombres en las que, llegada por caridad, notena que ruborizarse ni sufrir en su modestia. Ninguna rareza en su mirada,ninguna licencia en sus palabras, ningunaa licencia en sus palabras,

ninguna imprudencia en sus actos ; nada errneo en sus gestos, ningunadejadez en su paso o insolencia en su voz : su actitud exterior era laimagen misma de su alma, el reflejo de su rectitud. Una buena casa debereconocerse en su vestbulo, y mostrar desde su entrada que no hay en ellatinieblas ; as nuestra alma debe, sin que le estorbe el cuerpo, arrojar luz alextrerior, parecida a la lmpara que extiende su claridad desde el interior.

... Aunque como Madre del Seor aspirase sin embargo a aprender lospreceptos del Seor pues haba dado a luz al Hijo de Dios, deseaba sinembargo conocer a Dios.


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Es modelo de la virginidad. La vida de Mara debe ser en efecto por s solaun ejemplo para todos nosotros. Si pues amamos al autor, apreciamostambin la obra; y que todas las que aspiran a sus privilegios imiten su

ejemplo. Cuntas virtudes brillan en una sola virgen! Asilo de la pureza,estandarte de la fe, modelo de la devocin; virgen en la casa, auxiliar parael sacerdocio, madre en el templo.

Cuntas vrgenes ir ella a buscar para tomarlas en sus brazos y llevarlas alSeor, diciendo: He aqu la que ha conservado el lecho de mi hijo, la queha guardado el lecho nupcial en una pureza inmaculada. E igualmente, elSeor las confiar al Padre, volviendo a decir las palabras que l amaba: "Padre Santo, he aqu las que te he guardado, sobre las cuales el Hijo delhombre inclinando la cabeza, descans; ruego que all en donde est, ellasestn conmigo. Pero al no haber vivido para ellas solas, no deben salvarsesolas, ojal puedan rescatar a sus padres y hermanos. Padre justo, el mundono me ha conocido, pero ellas me han conocido, y no han querido conoceral mundo!"

Qu cortejo, qu aplausos de alegra entre los ngeles! Ha merecido viviren el cielo, aquella que ha vivido en el siglo una vida celeste. EntoncesMara, al tomar el tamboril, dirigir a los coros de las vrgenes que cantanal Seor, y bendiciendo el haber atravesado el mar del siglo sin

ensombrecerse en sus remolinos. Entonces, todas exultarn diciendo :Entrar al altar de mi Dios, del Dios que alegra mi juventud. Inmolo a Diosun sacrificio de alabanza, y ofrezco mis votos al Altsmo.

Y no dudo que ante vosotros no se abren los grandes altares de Dios y enellos las almas son altares en los que cada da, por la redencin del Cuerpomstico, Cristo se ha inmolado. Pues si el cuerpo de la Virgen es el templode Dios, qu decir del alma, que, colocada por la mano del Sacerdoteeterno, las cenizas del cuerpo por as decir apartadas, exhala el calor del

fuego divino? Bienaventuradas vrgenes, embriagadas por el perfumeinmortal de la gracia, como los jardines por las flores, los templos por elculto divino, los altares por el sacerdote.

Extrait du De Virginibus, ddi en 377 par saint Ambroise sa surMarcelline, religieuse Rome. P.L., 16, col. 209 et ss. (trad. de MlleMestivier).

San Agustn (354-430)


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Mara es ms dichosa en comprender la fe en Cristo que concebir en suseno a Cristo. Su lazo maternal no le hubiera servido de nada, si no hubierasido ms feliz en llevar a Cristo en su corazn que llevarlo en su seno".

[...]

De la Santa Virgen Mara, por el honor de Cristo, no quiero que seacuestin cuando se trata de pecados. Sabemos en efecto que una gracia msgrande se le ha concedido para vencer el pecado por el mismo hecho de quemereci concebir y dar a luz a aquel del que se est cierto de que no tuvoningn pecado.

De natura et gratia (De la naturaleza y de la gracia), XXXXVI. P.L., 44,col. 267.

Mara es nuestra Madre, como la Iglesia

nica entre las mujeres, Mara no es slo de espritu sino de cuerpo a lavez madre y virgen. De espritu, ella es madre, sin ninguna duda de nuestroJefe y Salvador, de quien naci ms bien segn el espritu (*), pues todoslos que creen en l y ella forma parte del nmero merecen ser llamados

hijos del Esposo ; pero muchos de nosotros, que somos sus miembros ;pues ella cooperar, por su caridad, en el nacimiento de los fieles en laIglesia, miembros de este Jefe. De cuerpo, es madre de nuestro mismo Jefe.Era necesario, por un insigne milagro que nuestro Jefe naciera, segn lacarne, de una virgen, para indicar que sus miembros nacieran, segn elEspritu, de la Iglesia virgen. As mara es , de cuerpo y espritu, madre yvirgen: Madre de cristo y Virgen de Cristo.

De sancta virginitate, VI. P.L., 40, col. 399.

(*) : Saan Agustn no haba visto bastante neta la maternidad divina. Peroel sentido de este pasaje es muy justo: Mara tuvo, como todos loshumanos, necesidad de ser rescatada y engendrada a la gracia por su Hijo.Su privilegio de concepcin inmaculada es un efecto anticipado de la Cruz.Es dos veces " hija de su Hijo ", como criatura y como inmaculada.

San Cirilo de Alejandra(380-444)


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Carta a los monjes de Egipto, antes del Concilio, para ponerlos en guardiacontra la hereja de Nestorio(Nestorio, patriarca de Constantinopla, se levant contra la apelacin de"Madre de Dieos" [Thotokos] atribuido a Mara. Fue condenado en el

Concilio ecumnico de Efeso, en 431.)

Thotokos

"Jesucristo, el Hijo nico de Dios, verdadero Dios nacido del Diosverdadero, por el Espritu Santo se encarn en la Virgen Mara y se hizohombre." Eso es lo que proclama el smbolo de fe enunciado por el conciliode Constantinopla, en 381. Es pues natural que el pueblo cristiano tomasela costumbre de dar a Mara el ttulo de Madre de Dios (en griegothotokos, la que ha dado a luz a Dios).

Este ttulo impacta al telogo Nestorio, patriarca de Constantinopla, en 428.Formado en la escuela exegtica de Antioquia, que subraya la distincinentre la divinidad y la humanidad en Jess, le hace guerra contra lo que le

parece como una nueva hereja: "Rechazo ver a un Dios en el seno de unamujer." Para l, Mara es la madre del hombre Jess, no del Verbo eterno.

Sus ataques contra el ttulo de Madre de Dios, conmueven al pueblo de

Constantinopla. El escndalo llega hasta Cirilo, obispo de Alejandra, grandefensor de la unidad de Cristo Dios y hombre. Lo que est en juego, no esel estado de Mara, sino la realidad de la Encarnacin : Jess hijo de Maraes verdaderamente Dios? Si s, su madre puede verdaderamente llamarseMadre de Dios.

Cirilo trabaja sin parar, escribe a los monjes de Egipto, a los obispos, alPapa de Roma, a Nestorio mismo. Despus de muchas peripecias, un

concilio ecumnico tiene lugar en 431 en Efeso, ciudad mariana porexcelencia : fue all donde Mara residi con Juan tras Pentecosts. Cientocincuenta obispos de Oriente y Occidente consagran en l por la Iglesia lamaternidad divina de Mara.

La piedad popular hizo suya en seguida esta afirmacin teolgica: "SantaMara, Madre de Dios, ruega por nosotros" (rito latino). " A tiverdaderamente Madre de Dios, te glorificamos" (rito bizantino).


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... Me extrao que haya gente que se plantee esta cuestin : es necesario ono llamar a la Viurgen Santsima Madre de Dios? Pues si Nuestro-SeorJesucristo es Dios, cmo la Virgen que lo ha trado al mundo no va a ser la

Madre de Dios? Es la creencia que nos han transmitido los santosapstoles, incluso si no han empleado este trminoo. Es la enseanza quehemos recibido de los santos Padres. Y muy particularmente nuestro Padrede venerable memoria, Atanasio, que durante 46 aos ilustr la sede deAlejandra, que opuso a los inventos de los herticos impos una prudenciainvencible y digna de los apstoles, Atanasio, que ha embriagado de

perfume con sus escritos el universo entero, a quien todos rindentestimonio por su ortodoxia y su piedad, Atanasio, en el libro tercero deltratado que escribi sobre la Santsima Trinidad consustancial, llama amuchas reflexiones sobre la Santsima Virgen, Madre ed Dios. Voy a citartextualmente sus propias palabras: " La sagrada Escritura, lo hemosmandado sealar a menudo, se caracteriza principalmente en esto, que haceal tema del Salvador un doble testimonio. Por otra parte, l es el Dioseterno, el Hijo, el Verbo, el resplandor y la sabidura del Padre ; por otra

parte, en estos ltimos tiempos y por nuestra salvacin, se encarn en laVirgen Mara, Madre de Dios, y se hizo hombre. " Y un poco ms lejos: "Ha habido muchos santos ; ha habido hombres exentos de todo pecado :Jeremas fue santificado desde el seno materno ; Juan, an en las entraasde su madre, salt de alegra ante la voz de Mara, la Madre de Dios. " As

habla este hombre considerable, tan digno de inspirar confianza, puesnunca hubiera dicho algo que no estuviera de acuerdo con las santasEscrituras...

Por otra parte, la Escritura divinamente inspirada, declara que el Verbo deDios se hizo carne, es decir, se uni a una carne dotada de una almaracional. A continuacin el gran y santo concilio de Nicea ensea que es elmismo nico Hijo de Dios, engendrado de la sustancia del Padre, por quien

todo se ha hecho, en quien todo subsiste, que por nosotros los hombres ypor nuestra salvacin baj de los cielos, se encarn, se hizo hombre, sufri,resucit y volver un da como juez ; el Concilio dice el Verbo de Dios: elsolo Seor Jesucristo.Y que se observe bien que al hablar de un solo Hijo yal nombrarlo el Seor, el Cristo Jess, el Concilio declara que fueengendrado por el Dios Padre, que es el Mongeno. Dios de Dios, luz deluz, engendrado, no creado, consustancial al Padre... Y desde entonces laSantsima Virgen puede llamarse a la vez Madre de Cristo y Madre deDios, pues ella ha traido al mundo no un hombre como nosotros, sino el

Verbo del Padre que se ha encarnado y hecho hombre.


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Pero se dir: " Es la Virgen Mara madre de la divinidad? " A lo querespondemos : El Verbo vivo, subsistente, ha sido engendrado de la mismasubstancia de Dios Padre, existe desde toda la eternidad, conjuntamentecon el que lo ha engendrado, est en l y con l. Pero en el transcurrir del

tiempo, se hizo carne, es decir, se uni a una carne que posee un almaracional, y desde entonces se puede decir que naci de la mujer, segn lacarne. Este misterio, por otra parte, tiene alguna analoga con nuestramisma generacin. En la tierra las madres, segn las leyes de la naturaleza,llevan en su seno un fruto que, obedeciendo a las misteriosas energasdepositadas por Dios, evolciona y finalmente se desarrolla en formahumana ; pero es Dios quien en este pequeo cuerpo pone un alma delmodo que slo sabe l. " Es Dios el que moldea el alma del hombre ", diceel profeta. Ahora bien,una cosa es la carne y otra es el alma. Sin embargoaunque muchas madres hayan producido el cuerpo solamente, no se deja dedecir que ellas han trado al mundo el ser vivo, cuerpo y alma, y no slouna de sus partes. Nadie dira por ejemplo que Isabel es la madre de lacarne (sarkotokos), que no es la madre del alma (psychotokos) ; pues ellatrajo al mundo a Juan Bautista con su cuerpo y con su alma, esta personanica, el hombre compuesto de cuerpo y alma. Es algo parecido a lo queocurre en el nacimiento del Emmanuel. Ha sido engendrado, hemos dicho,de la substancia del Padre, al ser su Verbo, su Hijo unignito ; pero cuandotom carne y se hizo el Hijo del hombre, no hay, me parece, ningnabsurdo en decirlo y es ms bien necesario confesar, que naci de mujer

segn la carne. Exactamente como se dice que el alma del hombre nace almismo tiempo que su cuerpo y forma uno con l, aunque difieracompletamente en cuanto a la naturaleza.

Epist. I, P.G., 77. (trad. E. Amann, Le dogme catholique dans les Pres del'Eglise, Beauchesne, 1922.

Aclamacin

Te saludamos, oh Mara, Madre de Dios, verdadero tesoro de todo eluniverso, llama que no se extingue, corona de la virginidad, cetro de la feortodoxa, templo incorruptible, lugar de quien no tiene lugar, por la cual senos ha dado al que es llamado Bendito por excelencia, y que ha venido enel nombre del Seor. Por ti la Trinidad es glorificada; que la cruz escelebrada y adorada por toda la tierra; por ti los cielos saltan de alegra ylos ngeles se alegran y los demonios huyen, el demonio tentador cay delcielo y la criatura cada se ha puesto en su lugar.


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[...]

Adoremos a la Santsima Trinidad, celebrndola con nuestros himnos a laVirgen y a su Hijo, el Esposo de la Iglesia, Jesucristo nuestro Seor, aquien pertenece todo honor y gloria por los siglos de los siglos.Bossuet, Catchisme des prires ecclsiastiques. Explication des litanies dela Trs Sainte Vierge.

San Juan Damasceno (v.675-749)

Retrato de Mara

Hoy, el origen de Jes ha producido su vstago, sobre el cual se abrir parael mundo una flor divina. Hoy, el que haba antiguamente hecho subir delas aguas el firmamento, creado en la tierra de una substancia terretre, uncielo nuevo; y este cielo es mucho ms bello y ms divino que el otro, puesde l nacer el sol de justicia, el que ha creado el otro sol...

Cuntos milagros se renen en este nio, cuntas alianzas se hacen en ella!

Hija de la esterilidad, ser la virginidad que da a luz. En ella se har launin de la divinidad y de la humanidad, de la impasibilidad y delsufrimiento, de la vida y de la muerte, para que todo lo que era malo fueravencido por lo mejor. Oh jija de Adn y Madre de Dios ! Y todo eso haqsido hecho para m, Seor! Tan grande era tu amor por m que has querido,no asegurar mi salvacin por los ngeles o alguna otra criatura sinorestaurar por ti mismo aquel que naba creado primeramente t mismo. Poreso salto de gozo y me lleno de orgullo y en mi alegra, me vuelvo a lafuente de estas maravillas, y llevado por los impulsos de mi felicidad,

coger la ctara del Espritu para cantar himnos divinos de estanacimiento...

Hoy, el creador de todas las cosas, Dios el Verbo compuesto un libronuevo, brotado del corazn de su Padre, y que escribe por el Espritu Santo,que es la lengua de Dios.

Oh hija del rey David y Madre de Dios, Rey universal! Oh objeto divinoy vivo, cuya belleza ha encantado a Dios creador, t cuya alma estenteramente bajo la accin divina y atenta a solo Dios ; todos tus deseos se


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inclinan slo a lo que merece la pena y sea digno de amor; solamente tienesclera para con el pecado y su autor. Tendrs una vida superior a lanaturaleza, pero no la tendrs para ti, y que has sido creada slo para ti.T te consagrars enteramente a Dios, que te ha introducido en el mundo

para servir de salvacin al gnero humano, y cumplir el designio de Dios,la Encarnacin de su Hijo y la edificacin del gnero humano. Tu coraznse alimentar de las palabras de Dios: te fecundarn, como el olivo frtil enla casa de Dios, como el rbol plantado al borde de las aguas vivas delEspritu, como el rbol de vida, que ha dado su fruto en el tiempo fijado: elDios encarnado, la vida de todas las cosas. Tus pensamientos slo tendrn

por objeto lo que aprovecha el alma, y toda idea no solamente perniciosa,sino intil, la rechazars antes incluso de haber sentido el gusto.

Tus ojos estarn siempre vueltos al Seor, la luz eterna e inaccesible ; tusodos atentos a las palabras divinas y a los sonidos del arpa del Espritu,

por quien el Verbo ha venido a asumir nuestra carne... tu olfato respirar elperfume del esposo, perfume divino del que puede embriagarse suhumanidad. Tus labios alabarn al Seor, siempre unidos a los labios deDios. Tu boca saborear loas palabras de Dios y se alegrar de su divinasuavidad. Tu corazn muy puro, exento de toda mancha, siempre ver alDios de toda pureza y arder en deseos por l. Tu seno ser la morada deaquel que ningn lugar puede contener. Tu leche alimentar a Dios, en el

nio Jess. T eres la puerta de Dios, resplandeciente de una perpetuavirginidad. Tus manos llevar a Dios, y tus rodillas sern para l un tronoms sublime que el de los querubines... Tus pies, guiados por la ley divina,siguindolo en una carrera sin recovecos, te llevarn hasta la posesin delMuy-Amado. Eres el templo del Espritu Santo, la ciudad del Dios vivo,que alegran los ros abundantes, los ros santos de la gracia divina. T erestoida bella, muy cercana a Dios; la que domina a los Querubines, a losSerafines, muy cerca del mismo Dios.

Salve, Mara, dulce nia de Ana ; el amor me conduce de nuevo hacia ti.Cmo describir tu paso llena de gravidez?,tu vestido?, el encanto de turostro?, esta sabidura que da la edad unida a la juventud del cuerpo? Tuvestido era la pura modestia, sin luj ni molicie. Tu paso grave, sin

precipitacin, sin tropiezo y sin cansancio. Tu cobducta austera,atemperada por la alegra, nunca llamaba la atencin de los hombres.Testigo de este miedo que experimentaste en la visita inhabitual del ngel ;estabas sometida y dcil a tus padres ; tu alma permaneca humilde en

medio de las contemplaciones ms siblimes. Una palabra agradable, quetraduca la dulzura del alma. Qu morada hubiera sido digna de Dios? Es


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justo que todas las generaciones te llamen bienaventurada, insigne honordel gnero humano. Eres la gloria del sacerdocio, la esperanza de loscristianos, la planta fecunda de la virginidad. Por ti se ha extendido portodas partes el honor de la virginidad. Que los que te conozcan por Madre

de Dios sean benditos y malditos los que te rechacen...

Oh t que eres la hija y la soberana de Joaqun y de Ana, acoge la oracinde tu pobre servidor que slo es un pecador, pero te ama ardientemente y tehonra, que quiere encontrar en ti la nica esperanza de tu felicidad, el guade su vida, la reconciliacin junto a tu Hijo y la prensda segura de susalvacin. Lbrame del fardo de mis pecados, disipa las tinieblasamontonadas alrededor de mi espritu, lbrame de mi espeso fango, reprimelas tentaciones, orienta felizmente mi vida para que sea conducido por ti ala felicidad celeste, y concede la paz al mundo. A todos los fieles de estaciudad, concdeles la alegra perfecta y la salvacin eterna, mediante lasoraciones de tus padres y de toda la Iglesia.

Homil. I in Nativ. B.M.V., P.G., 99, col. 672 et ss. (trad. de Mlle Mestivier).

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