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Bellucia Raul - El Diseño Grafico Y Su Enseñanza Capitulo 2 y 3
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pensar primero en un proyecto de utilidad social donde el diseno tenga participacion (por ejemplo, una campana para que la gente divida la basura domiciliaria para facilitar el reciclado), despues describir todos los pasos necesarios para llevarlo adelante y finalmente, allado de cada paso, decidir quien tiene el poder 0 la capacidad para ejecutarlo.
El deficit de viviendas en Latinoamerica no se debe ala falta de arquitectos con sensibilidad social, sino a la falta de fondos destinados a esos fines, y a que no hay quien encargue el trabajo. Pues si los fondos y el comitente aparecen, seguramente habra miles de arquitectos que se presenten, y muchos gratuitamente, para una tarea de esa fndole. La presion, gestion y persuasion que puedan ejercer uno 0 miles de arquitectos en favor de un plan de viviendas populares no es una actividad de diseno arquitectonico sino una tare a polftica, tarea que, por otra parte, no pueden llevar adelante solamente los arquitectos.
La superstici6n sobre el diseiio como factor de progreso
Uno de los mitos fundantes del diseno supersticioso puede expresarse asf: el diseno es un medidor del progreso de una sociedad, una sociedad que acude a los disenadores es mejor, mas evolucionada, menos primitiva, mas inteligente, porque el diseno es racional, es eficaz, es planificador, no deja las cosas libradas al azar ni a los gustos espontaneos, y al favorecer la vida cotidiana de las personas tambien la embelleceo El diseno es, para este punto de vista, bueno en sf mismo, jamas hace dano.
Los diseIi.adores que identifican su tare a con el sueno industrial-progresista estan muy atrasados. Vi-
ven en un sueno viejo. No ven, 0 no quieren ver, quienes son los que contratan mayoritariamente diseno y con que fines 10 hacen. .. .
El mito progresista es otra manera de relvmdlcar una funcion social postiva para la tare a disenadora.
No pocos disenadores latinoamericanos se lamentan de que sus ciudades no sean como Barcelona, donde existe «una-cultura-de-diseno», e imaginan que allf, 0 en Nueva York, los clientes comprenden la utilidad de «el diseno» porque son mas evolucionados, estan mas actualizados, son mas sensibles y menos brutos 0 cerrados que los industriales, empresarios, comerciantes y dirigentes polfticos de sus regiones «mas atrasadas», que no comprenden a los disenadores.
Es muy probable que tras esa postura se este confundiendo el deseo de progreso personal (mas trabajo y mt:jor pagado) con el deseo de progreso social.
Pero sin meternos con las intenciones latentes 0
las fantasfas de los disenadores, es una verdad irrefutable que cualquier empresario 0 gerente que contrata diseno, en Barcelona 0 en Tokio, 10 hace para hacer mas rentable su negocio y no porque Ie importe el progreso de la sociedad (debe recordarse que casi la totalidad del trabajo de los disenadores es pagado por empresas capitalistas, y ya no vale la pena insistir en que significa el «progreso» para ellas. Ni en los mas acerrimos defensores del actual estado de cosas es posible encontrar optimismo social). (0 acaso el nivel de demanda de diseii.o no acompana como una sombra los flujos y reflujos de la actividad de la economfa capitalista? (Y por ahora, desgraciadamente, no hay otra.)
Fuera del campo tecnologico sera dificil que nuestra mirada encuentre otro sector en desarrollo creciente. En temas tales como la salud p(iblica, la
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educaci6n, la alimentaci6n, la distribuci6n de la riqueza, la cultura, el equilibrio eco16gico, la justicia, etc. basta pensar en terminos planetarios (no es posible hacerlo otra manera) para entender que la humanidad no progresa.
Sin embargo, parad6jicamente, es la actual sociedad la que mas diseno utiliza. Nunca como hoy en dia una proporci6n tan grande de objetos y mensajes han sido disenados antes de su producci6n. Nunca como hoy en dia miles y miles de j6venes se anotan en escuelas de diseno para responder a esa demanda creciente de planificadores de artefactos.
Si el diseno fuera un mejorador de las cosas que toca, como impunemente dicen algunos, hoy deberiamos vivir en una sociedad mas etica, mas justa y progresista que nunca.
Esto no sirve para decir que el diseno es el culpable de los males sociales (lejos esta de tener semejante responsabilidad) sino para poner de manifiesto su caracter de servicio, de tecnica que no se desarrolla por iniciativa propia ni para lograr sus propios objetivos. El diseno no tiene motor interno.
Aunque pueda sonarle feo a mas de uno, el diseno ayuda a lograr fines de otros. Cualquier otro y cualquier fin.
Esto no 10 degrada ni 10 rebaja. Casi todo el mundo se gana la vida en actividades que comparten esa caracteristica. (Conocimientos producidos por la ciencia llamada Metalurgia son aplicados tanto por los fabricantes de armas como por los fabricantes de pr6tesis den tales.)
No es conveniente confundir el trabajo que uno realiza, ni sus finalidades sociales, con la pro pia persona y los propios principios.
Con toda naturalidad podemos comprender que un tecnico electricista contratado por una cadena de
burgueserias colabore objetivamente con la ham I' d empresa y sus fines (los de la empresa) rea lzan 0 su tarea con responsabilidad, y que, ala vez, pertenezca a un grupo vegetariano milit~nte que proc~ra la prohibici6n de la matanza de ammales para ahmentar a la gente, sin que por ello s.e .haga planteos sobre la funci6n social de la electnodad.
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