Museo del Prado, MadridPor favor, enciende tus bocinas.

Bendita sea tu pureza. Sublime, excelsa, arrobadora; nica despus de la pureza divina; la primera pureza de la creacin, la ms cndida, la ms limpia, la ms inmaculada, la ms bella, hermosa y fragante... bendita sea. Y eternamente lo sea. Desde que fuiste concebida inmaculada, pursima fuiste, y fue bendita tu pureza y por siglos infinitos ser siempre bendita, pues sus nveos candores no se empaarn jams, sino que lucirn ms puras entre los resplandores de la luz eterna de tu cielo. Pues todo un Dios se recrea. Y desde la eternidad se ha recreado, vindote en su mente divina tan luciente, inmaculada y pura; en ella, en tu pureza, se recre al sacar de la nada los mundos, y al brillar en el da de tu concepcin inmaculada, como sol de ms vivas claridades, tu pureza inmaculada en ella. En tan graciosa belleza. Extasiados quedaron el Padre y el Hijo y el Espritu Santo, contemplando con gozo infinito las maravillosas transparencias de la pureza de su hija y de su madre y de su esposa. Y tu pureza, Madre ma, es hoy en los cielos, y ser eternamente, el embeleso inefable que extasiar y enajenar de admiracin y gozo perpetuo a los coros anglicos y a todos los bienaventurados.

Bendita sea tu pureza

y eternamente lo sea,Murillo

pues todo un Dios se recreaSiguenza

en tan graciosa belleza.Escorial Madrid

A ti, celestial Princesa. Excelsa Reina de la creacin, Emperatriz poderossima de los ngeles y de los hombres, hija predilecta del Padre, madre dignsima y amantsima del Hijo, sublime, rica y santsima esposa del Espritu Santo.

A ti Virgen sagrada, Virgen inmaculada, Virgen pursima, Virgen fragantsima y fecundsima. A ti, Mara, humilde hija de Joaqun y Ana, sierva y esclavita del Seor, sencilla campesina de Nazaret. A Ti, gran Seora y doncellita pequea y encantadora, madre de los hijos desterrados, pastora de ovejitas perdidas, refugio de los pobres pecadores, amparo y defensa de los justos.

Te ofrezco desde este da. Da de jbilo, da de triunfo contra el pecado, da de muerte contra la serpiente, da de las divinas promesas, da de gracia, da de aurora divina, da de gloria para el cielo, da de redencin para la tierra, da de confusin para el infierno. Desde este da de tu Concepcin sin mancha, Concepcin en gracia, Concepcin inmaculada y pursima, te ofrezco

A ti, celestial princesa,Antolinez

Virgen Sagrada, Mara,Murillo

yo te ofrezco, en este daCano

Alma, vida y corazn. Alma con su memoria, entendimiento y voluntad; alma con sus recuerdos, con sus pensamientos, con sus juicios, con sus quereres, ansias, deseos y decisiones; alma con sus virtudes, con sus mritos y con sus demritos, con sus obras, con sus miserias y con sus pecados.

Vida con todas sus operaciones, con todas sus actividades y energas, con su salud, con sus achaques y enfermedades.

Corazn con todos sus impulsos, con todas sus fibras, con todos sus afectos, amores y temores, ternuras y carios.

Mrame con compasin. Con misericordia, con piedad, con amor, con ternura, con solicitud, con eficacia. Mrame desde el Cielo, donde reinas y desde donde me miras y me amas; mrame desde tu trono de la tierra, desde mi iglesia, desde tu altar, donde te honran tus hijos; mrame desde la imagen de mi celda, de mi habitacin, donde me arrodillo, donde yo te quiero ms, donde te miro y te abrazo y te beso con amor de hija, donde tanto te oro y te pido, gimo y espero, suspiro y lloro.

alma, vida y corazn.Escalante

Mrame con compasin,Zubarn

no me dejes, Madre ma.Sassoferrato

Amn, amn.Madrid

No me dejes, Madre ma. No me dejes cuando vaya mal, para que vuelva, ni cuando voy bien para que no me tuerza; no me dejes cuando sea tentada, para que la tentacin huya, ni me dejes cuando est en paz, para que siga y no me detenga. No me dejes nunca sola, Madre querida, ni en la calle, ni en el trabajo; ni en la iglesia ni en mi casa, ni en la mesa, ni en la cama.

No me dejes, Madre ma, no me dejes ahora que te quiero, ni me dejes, si alguna vez dejare de quererte. Y aunque, ingrata, peque, Madre bondadosa, y te ofenda gravemente, no me dejes un instante. No me dejes en la vida, no me dejes cuando enferme, no me dejes en la muerte, ni en el cielo hasta verte, Madre ma..., hasta verte y gozarte... siempre, siempre.EL ESCLAVITO

No me dejes, Madre ma.Alonso del Arco

Amn.Cecilia Rangel

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea, en tan graciosa belleza. A Ti celestial princesa, Virgen Sagrada Mara, yo te ofrezco en este da, alma vida y corazn. Mrame con compasin, no me dejes, Madre ma. Amn.