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FUNCIONES DE LA PSICOLOOfA 402 cionamientos opresivos que nos impusiera el pasaje por los apa· CAPÍTULO 17 ratos ideológicos del Estado. Y esta tarea desujetadora impone la ROL DEL PSICóLOGO: ROL ASIGNADO, confección de un nuevo programa de acción para toda psico- ROL ASUMIDO Y ROL POSIBLE terapia. e GLORIA BENEDITO • A lo largo de este capítulo hemos recurrido sistemáticamente a elabora· ciones previamcnte publicadas. En cllas puede consultarse la sintomal del discurso de la psicología clínica que hemos dado por conocida. CJ. al Pasterllac, M., Braunstein, N. A.. Y Moscovich, P., "Criterios de salud y ob- jetivos de la psicoterapia", Rev. de Psicol. Dialéctica (Méxic?), 1 (!I): 29·55, i 1972 (publicado t'lmbién en cl nQ 4 de los Cuadernos PSlc0.l0gia. (Buenos Aires) y Ilj Braunstein, N. A., Y Pastemac, M., Premisas ldeológu:lII de la investigación psiquiátrica" en el libro editado por Marie Langer, Cues. lionamosj2, Buenos Aires, Garnica, 197!1, pp. 139-180. La sociedad llamada del bienestar y la abundancia ha descubierto que no puede mostrar abiertamente su rostro de violencia sin ocasionar en el seno de si misma el na· cimiento de contradicciones demasiado evidentes que terminarlan por volverse contra ella. Por ello ha encono trado un nuevo sistema: extender la concesión del poder a los técnicos que lo ejercerán en su nombre, y seguirán creando -a través de otras formas de violencia: la violen. cia técnica- nuevos excluidos. FRANCO BASAGLlA, .La institución negada. A lo largo de este texto nos hemos ido preguntando por el obje- to de la psicología, por IQs métodos con que aborda el mismo, los modos de explicación propuestos y el encargo social que pue- de leerse, mediante una lectura sintomal, en las distintas ramas de dicha disciplina. Preguntarnos por la práctica concreta de los "funcionarios" que "soportan" las tareas asignadas, es decir, los psicólogos, por la especial inserción social de sus prácticas técnicas desarrolladas en un momento determinado y en una estructura social particular, implica una posición frente a la pregunta: "¿Qué es, en realidad, la psicología?" y no simplemente la posibilidad de satisfacer expectativas e interrogantes legítimos de aquéllos que se inician en el estudio de la psicología apuntando a ella como profesión. Como lo expresa muy acertadamente Canguil- hem: "para la psicología, la pregunta sobre su esencia o más mo- destamente sobre su concepto, pone en cuestión también la exis- tencia misma del psicólogo, en la medida que al no poder res- ponder exactamente sobre lo que él es, se le hace difícil responder por lo que hace".' No sólo existe solidaridad entre el objeto y I Canguilhem, Gcorges, "Qu 'es t ce que la psychologie?", Cahiers pour l'Analyse, nQ 1 y 2, 1965. [403]

Benedito, 1975 Rol Del Psicólogo

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Reflexión sobre el rol del psicólogo en distintos contextos

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  • FUNCIONES DE LA PSICOLOOfA402

    cionamientos opresivos que nos impusiera el pasaje por los apa CAPTULO 17 ratos ideolgicos del Estado. Y esta tarea desujetadora impone la

    ROL DEL PSICLOGO: ROL ASIGNADO,confeccin de un nuevo programa de accin para toda psicoROL ASUMIDO Y ROL POSIBLE

    terapia.e

    GLORIA BENEDITO

    A lo largo de este captulo hemos recurrido sistemticamente a elabora ciones previamcnte publicadas. En cllas puede consultarse la lectu~a sintomal del discurso de la psicologa clnica que hemos dado por conocida. CJ. al Pasterllac, M., Braunstein, N. A.. Y Moscovich, P., "Criterios de salud y objetivos de la psicoterapia", Rev. de Psicol. Dialctica (Mxic?), 1 (!I): 2955,

    +, i 1972 (publicado t'lmbin en cl nQ 4 de los Cuadernos d~, PSlc0.l0gia. Conc~etfJ (Buenos Aires) y Ilj Braunstein, N. A., Y Pastemac, M., Premisas ldeolgu:lII de la investigacin psiquitrica" en el libro editado por Marie Langer, Cues. lionamosj2, Buenos Aires, Garnica, 197!1, pp. 139-180.

    La sociedad llamada del bienestar y la abundancia ha descubierto que no puede mostrar abiertamente su rostro de violencia sin ocasionar en el seno de si misma el na cimiento de contradicciones demasiado evidentes que terminarlan por volverse contra ella. Por ello ha encono trado un nuevo sistema: extender la concesin del poder a los tcnicos que lo ejercern en su nombre, y seguirn creando -a travs de otras formas de violencia: la violen. cia tcnica- nuevos excluidos.

    FRANCO BASAGLlA, .La institucin negada.

    A lo largo de este texto nos hemos ido preguntando por el objeto de la psicologa, por IQs mtodos con que aborda el mismo, los modos de explicacin propuestos y el encargo social que puede leerse, mediante una lectura sintomal, en las distintas ramas de dicha disciplina. Preguntarnos por la prctica concreta de los "funcionarios" que "soportan" las tareas asignadas, es decir, los psiclogos, por la especial insercin social de sus prcticas tcnicas desarrolladas en un momento determinado y en una estructura social particular, implica una posicin frente a la pregunta: "Qu es, en realidad, la psicologa?" y no simplemente la posibilidad de satisfacer expectativas e interrogantes legtimos de aqullos que se inician en el estudio de la psicologa apuntando a ella como profesin. Como lo expresa muy acertadamente Canguilhem: "para la psicologa, la pregunta sobre su esencia o ms modestamente sobre su concepto, pone en cuestin tambin la existencia misma del psiclogo, en la medida que al no poder responder exactamente sobre lo que l es, se le hace difcil responder por lo que hace".' No slo existe solidaridad entre el objeto y

    I Canguilhem, Gcorges, "Qu'est ce que la psychologie?", Cahiers pour l'Analyse, nQ 1 y 2, 1965.

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    AdministradorCuadro de texto

    BRAUNSTEIN Nestor et al, "Psicologa: ideologa y ciencia," Mxico, siglo veintiuno editores, 1975.

  • ROL DEL PSICLOGO 405404 FUNCIONES DE LA. PSICOLOGA

    los mtodos de la psicologa sino que un tercer aspecto se suma a esa totalidad integrada: el rol del psiclogo, lo que se espera que l haga. As, para la psicologa de la conciencia cuyo mtodo era la introspeccin experimental, la funcin del psiclogo "1t estaba en los. laboratorios experimentales, verdaderas "torres de .,$, marfil" donde se dedicaba a practicar dicho mtodo, tomndose, .% como sujeto y objeto de la experiencia para responder sobre las :~ distintas preguntas que se planteaba su disciplina; pero para la /! psicologa de la conducta cuyos mtodos son la observacin y la ex- \ . perimentacin, la funcin del psiclogo es abandonar su atalaya y dedicarse a escrutar con "espritu cientfico" los procesos de comportamiento ajenos o bien integrarse en distintas instituciones de la sociedad como experto en el manejo de conductas y relaciones sociales.

    Este captulo no intenta completar la consideracin de la ciencia como especulacin terico-abstracta, agregando consideraciones acerca de los que hacen psicologa y cmo la hacen, mu- i nidos con un arsenal de teoras de la prctica ideolgica o de la prctica cientfica y de tcnicas para enfrentar situaciones concre- ': taso El haber hablado de "prctica cientfica" y su articulacin ' en la prctica social rompe con la artificial separacin teoraprctica y hace innecesarias las reflexiones de un eventual captulo que hable de la "prctica" frente a lo que sera la "teoria" .l.,' Este no es el captulo sobre la "parte prctica" de la psicologa, 11 sino la consideracin y el enfoque de ella como prctica tcnica y su articulacin en el complejo sistema que es la prctica SOcial.'

    '~j l. ROL ASIGNADO Y ROL ASUMIDO'.;

    1] Algunas consideraciones ace,'ca de la palabra rol

    Siendo el tema del presente captulo "el rol" del psiclogo, consideramos apropiado comenzar preguntndonos acerca de la pa- , labra rol y su significado. ' .

    Si recurrimos, en una primera aproximacin, al diccionario, " encontramos que dicha palabra es un galicismo por papel, y una :, de las acepciones de este ltimo trmino dice: "Parte de la obra' dramtica que ha de recitar cada actor y la cual se le entrega para " que la estudie." 2 La metfora del papel dramtico ha sido usada

    : Diccionario de la Real Academia Espariola.

    tambin por autores de la sociologa y la psicologa social para introducir al tema del rol o papel social. En la misma es interesante sealar:

    consiste en una parte de una estructura que, al tratarse de la obra dramtica, implica la existencia de otros papeles complementarios que le dan sentido;

    no se confunde la parte de la obra con el actor que la representa, aqulla lo preexiste y es independiente de l, puede ser considerada independientemente del que la realiza y de su realizacin;

    para poder recitar su parte, el actor debe estudiarla, es decir, llevar a cabo un proceso de incorporacin que le permita luego asumir la personalidad y conducta del personaje y ponerlas en juego cada vez que le sea solicitado; . finalmente, y no por ltimo menos importante, cabe destacar la presencia del impersonal "se", "la parte se le entrega para que la estudie", podemos consecuentemente preguntar quin se la entrega? Tratndose de la obra teatral quiz la respuesta sea fcil: el director.

    Nos interesa ir ms all de esta primera aproximacin dada por la definicin de la palabra papel que sirve como metfora y a ello se circunscribe. En' las llamadas "ciencias sociales", en psicologa social y en sociologa, el trmino es objeto de consideraciones y definiciones ms rigurosas, precisas y extensas, en un verdadero intento de uar un "concepto" que vaya ms all de la reproduccin del sentido comn que se encuentra en el diccionario, Como dice E. Chinoy: "El concepto de papel social no es, por supuesto, nuevo, como lo muestran las siguientes li neas de Shakespeare:

    Todo el mundo es un escenario y todos los hombres y mujeres meros actores: tienen ellos sus salidas y sus entradas y un hombre en su poca juega muchas partes.

    y contina ms adelante: "Lo que es nuevo en el concepto de papel, o en el de muchos otros conceptos modernos que implican viejas ideas, es el intento de organizar sistemticamente al conocimiento, comprobar las ideas frente a una acumulacin de evidencias y aumentar el conocimiento mediante la superacin de las percepciones originales." s La filiacin positivista de este

    Chinoy, Ely. La sociedad. Una introduccin a la sociologa, Mxico. Fon do de Cultura Econmica. 1968, p. 48.

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    I

    406 FUNCIONES DE I:A PSICOLOGA

    texto, en cuanto concepcin de lo que es conocimiento cientfico, ya nos alerta sobre la posibilidad. de que hallemos realmente un o , concepto cientfico en cuanto a lo que es rol o papel desde la perspectiva materialista discontinuista. Sin embargo, no nos basta con esta acotacin que muy bien podra parecer prejuiciosa, por ~. lo que haremos una referencia ms amplia al significado de este? trmino, caro tanto a la psicologa social como a la sociologa, el1 "punto terico de articulacin entre la psicologa y la sociologa".f. ,r.,

    Para ello, ser necesario hacer referencia a otra serie de nocio- '.' nes para definir lo que es un rol. Entre ellas, cmo describe la .,' psicologa social una sociedad: como una "compleja organizacin . de posiciones". La posicin sera el tomo de la sociedad, no los ': individuos particulares que vienen a ocuparlas y que el psiclo- '

    go social considera "incidentales". "Cuando a una sociedad se le ,t.,Jquitan de esta manera las personas, lo que queda es una gran red de posiciones".5 La posicin o status es el puesto o lugar que viene a ocupar una persona en la estructura social. La funcin de la posicin es servir a los propsitos o fines del grupo. Por lo tanto, toda posicin se relaciona y es solidaria con otras: una ~ mujer ocupa el lugar de madre en relacin a un nio que ocupa el lugar de hijo, por ello se hace referencia a una "red". Per01~ adems, toda posicin lleva determinadas prescripciones en rela- J cin.a la conducta que se espera del que la ocupa. As, "cuando ~ un hombre rehusa aumentar los salarios de sus empleados o ma- ~,. niobra cruelmente para arruinar a su competidor, e incluso tratar de arrojarlo de los negocios, est actuando como un hombre de ' negocios; al responder a una peticin de carcter caritativo, \: actuar como un miembro influyente y respetado de la comunidad 10cal".6 As, rol y posicin son inseparables, como las dos caras de una misma moneda, el aspecto dinmico y esttico de una misma realidad. "Las formas de conducta que se esperan de cualquier individuo que ocupa una posicin constituye el rol (o, como muchos autores dicen, el rol social)"7 En esta definicin

    aparece nuevamente el impersonal se que nos autoriza a preguntar: quin espera esas formas de conducta?, quin espera que el "hombre de negocios" rehuse aumentar el salario de sus empleados, pero como "miembro influyente y respetado de la comuni

    Deutsch y Krauss, Teorias en psicologia social, Buenos Aires, Paids, 1970 p. 1611.

    ; ! Newcomb, Teodore, Manual de psicologa social, Buenos Aires. Eudeba, 1971. p. 11110.

    Chinoy, Ely. op. cit., p. 50. Newcomb. Teodore, op. cit., pp. 11114-5.

    ROL DEL PSICLOGO

    dad" haga una caridad? Aqu la respuesta no es tan sencilla como cuando nos preguntamos quin distribuye los papeles en una obra leatral: en ese caso fue fcil sealar al director. Se trata de una pregunta fundamental, sobre todo cuando ante ell~ encontra~os un silencio cmplice: "No importa cmo se les aSIgnen pOSIOones a los individuos; ya sea por adscripcin o por logro, los roles siempre estn asociados con ellos",8 ms un circuito cerrado donde la pregunta por el rol remite a la posicin y viceversa; o bien cuando se supone salir de este circuito remitiendo al "mundo social". As, dicen Deutsch y Krass: "el rol consiste en el sistema de expectativas que existen en el mundo social que rodea al ocupante de una posicin, expectativa referente a su comportamiento hacia los ocupantes de otras posiciones".9 Hablar de "mundo social", desechando el concepto de formacin social o socio'econmica implica el desconocimiento de esta estructura y las relaciones de produccin que se dan entre sus miembros, tema al que se ha hecho suficiente referencia en este texto y que nos inclina a no abundar ms en l.

    Es decir, el rol consiste en una serie de comportamientos o conductas manifiestas que se esperan de un individuo que ocupa un determinado lugar o status.en la estructura social; lugares asignados que los sujetos vienen a ocupar y que les preexisten, lugar de sujeto ideolgico. Conductas que no son producto de decisiones individuales o autnomas sino que responden a las normas y expectativas asociadas a ese lugar que se viene a ocupar, y que son intemalizadas en el proceso de socializacin, ms estrictamente, en el proceso de sujetacin del individuo a la estructura. Algunos autores llaman a esto rol desempeado.

    Luego de este recorrido por lo que la psicologa social y la sociologa entienden por rol, estamos en condiciones de justificar nuestra prevencin de que realmente se tratase de un concepto cientfico. Estamos en presencia de una nocin, producto de una prctica ideolgica que refleja la realidad sin explicarla.

    Por ello, responder por el rol del psiclogo es preguntarse qu hace, por qu lo hace, para qu y a pedido de quin. Intentar responder remitindonos a observar lo que los psiclogos habitual mente hacen (rol desempeado) es quedar presos de las evidentica, es quedar presos de la ideologa de sujeto de ese discurso' producido en el proceso de sujetacin y del desconocimiento que implica acerca de la estructura que lo ha determinado. Pregun

    Deutsch y Krauss. op. cit., p. 165.

  • I1

    ti'1!

    408 , FUNCIONES DE. LA PSICOLOGf,&

    tar por el rol del psiclogo desde una perspectiva cientfica es estar dispuesto a producir la lectura sintomal de ese rol.

    2] La prctica tcnica

    Dijimos que en este captulo se iba a reflexionar sobre la psicolo-_' ga como prctica tcnica. Creemos pertinente entonces la pre- -' gunta sobre qu es una tcnica. Consideramos til, tambin ac..:l, hacer una primera aproximacin a la cuestin apelando al dic. ,{r cionario que la define del siguiente modo: "Conjunto de procedi- .,: mientos y recursos que se emplean en una ciencia o en un arte. Ha. . bilidad o pericia para utilizar esos procedimientos o recursos".9 ; Desde nuestro punto de vista se trata de una definicin que par- '7; cializa el problema al identificar el todo con una de sus partes: :~ los instrumentos o la "habilidad" para usarlos. Por ello, hemos .').. hablado de "prctica tcnica", que se define por un conjunto que * implica: "transformacin de materias primas extradas de la na- ...~ turaleza -o producidas por una tcnica previa- en productos.'" tcnicos por medio de determinados instrumentos de produccin".lO Esta definicin pone de relieve la presencia de un aspecto muy importante: la presencia de un producto, como en toda "prctica". As. la tcnica, que se da en el campo de lo emprico, lo que la diferencia de las otras prcticas, es prisionera de una demanda, de ' un encargo social. " ... la prctica tcnica se efecta con miras al producto, esto es, la tcnica posee una estructura teleolgica externa: viene a satisfacer una necesidad, a salvar una falta, una demanda que se define al margen de la tcnica misma".l1 Es decir, posee una "estructura teleolgica" (de tlos, teleos, fin), palabra que nos remite a las causas finales, a los fines que, aparentemente le janos o ausentes, actan como determinantes y dan el sentido y orientacin a la prctica tcnica.

    Ante esto podemos preguntar: de dnde surge esa demanda? por qu el autor citado dice que se define al margen de la tcnica? "El sitio en que se define la falta que habr de asignar su funcin a tal tcnica en especial no es esta tcnica, sino' el todo . organizado de la propia prctica social, vale decir, en primer tr. mino, el modo de producin".u Todo organizado que define tamo bin el lugar y rol del tcnico en cuesti.n; sto y lo planteado en

    Diccionario de la Real Academia Espailola. ,oMiller, J.. y Herbert, T.: Ciencias .lociales: ideologa" conocimiento, Bue.

    nos Aires, Siglo XXI, 1971, p. 46. n Miller, J., y Herbert, T., op. cit., p. 50.

    ROL DEL PSICLOGO 409

    el apartado anterior sobre la palabra rol permite descartar la ilusin de que el tcnico es quien "decide" y define el producto a alcanzar. La pregunta por tal producto remite a la particular demanda que posibilita la utilizacin o no de determinado instrumental tcnico y la forma de usarlo; "la ley de la respuesta tcnica a una demanda social es constitutiva de la prctica tcnica" y esta funcin "le es asignada a la prctica tcnica por el todo complejo social".12

    Cul es esa materia prima, instrumentos y productos en el caso de la psicologa? Teniendo en cuenta lo desarrollado a lo largo de este texto y en particular en el cap. 15, estamos en condiciones de plantear:

    materia prima: los discursos y conductas del sujeto y las relaciones sociales entre los hombres

    instrumentos: aqullos producidos por la psicologa como prctica ideolgica, como ideologa terica. Tales los tests mentales, las tcnicas de dinmica de grupo, las tcnicas psicoteraputicas de readaptacin, etc ...

    producto: obtencin de discursos y conductas adaptados e integrados al lugar asignado al sujeto en la estructura. Relaciones sociales que permitan la reproduccin de las relaciones de produccin tpicas del modo de produccin imperante.

    En el cap. 8 planteamos como objetivos de los tests mentales los de discriminar y clasificar a los sujetos en una jerarqua funcional tomando como prmetro la norma estadstica, seleccionar el hombre adecuado a determinada demanda y ubicarlo en el lugar asignado. Podramos preguntarnos si el hombre es tratado como un instrumento porque existen los tests mentales y estamos en condiciones de dar la respuesta: no, es la existencia de una sociedad industrial, con determinadas demandas, que hizo necesa rio la utilizacin de un instrumento que sirviese para ese proceso de discriminacin, clasificacin y selecccin de los hombres. Pero debe tenerse en cuenta que, al mismo tiempo, la existencia de una

    . respuesta satisfactoria hace posible reproducir el encargo y an perfeccionarlo.

    La poltica es otra prctica especfica dentro del conjunto de la prctica social. Ella "tiene por objeto las relaciones sociales entre los hombres",13 A partir de esta definicin podemos especificar ms el lugar donde se formula la demanda a que responde la prctica tcnica como un mbito poltico que tiene por funcin favorecer la invarianeia de la estructura global.

    12 MiI1er y Herbert, op. cit., pp. 501. .. Miller y Herbert. op. cit., p. 55.

  • ROL DEL PSlOOLOCO 411410 FUNCIONES DE LA PSlCOl.OGfN

    Por ello, de las tcnicas puede decirse que son eficaces o no, ti les o no a la demanda que se les formula, pero de ninguna manera que son neutras o que permanecen al margen de inquietudes que no sean las propias. Hay una situacin determinante en ltima inst~ncia, la estruct~ra econmica, en un particular modo de produc. .. cln y una dommante. la prctica poltica, que le confieren su i sentido al definir el producto que se busca obtener.

    3] Condiciones objetivas que sobredeterminaron el fenmeno de .'~, la Profesionalizacin de la psicologa

    Este em,mciado del tema trata de cuestionar algunas respuestas ha bituales que intentan explicar el fenmeno de la profesionalizacin :, d~ la psicologa .a comienzos del presente siglo, es decir, "el surgi. ~'{ miento de prcticos que hacen asequibles a los dems los servicios ", de la psicologa" ,14

    As, el creer que los psiclogos surgieron como profesionales ap .;~~ tos para enfrentar una variada gama de problemas prcticos, con ," cretos, cotidianos, por una especie de "voluntad de servicio" que los llev a dejar su torre de marfil en la que estaban investigando abstractamente supuestos procesos psicolgicos y de conciencia y los laboratorios d~nd~ .se experimentaban problemas ms empa rentados con la pSlcofIslologa que cOn esos problemas cotidianos para los que seran necesarios y que van desde cmo conocer la persona ms apta para dirigir una empresa, hasta cmo hacer para que una madre no tenga que renegar para que su hijo tome sin protesta la sopa.

    Tambin merece ser discutido el intento de atribuir ese fenme no de profesionalizacin a una simple acumulacin de conoci mien~o.s por parte de la "ciencia" psicolgica, que sera lo que le permitira dar el salto desde una "ciencia pura" a una "ciencia apli~ada" con tcnicos que pueden resolver problemas concretos gracias a ese supuesto cuerpo cientfico que los respalda. Pero debe tenerse en cuenta que el dominio d la aplicacin a lo emprico es ~l de la prctica. tcnica y no el de la teora y lo que puede aplIcarse son tanto Ideologas tericas como conocimientos cientfi coso Es. decir, .ade~~s de ser una oposicin falsa de la ciencia pura vs. aplIcada, IdentifIca la presencia de aplicaciones tcnicas con la existencia de una ciencia ignorando el hecho que las mismas pue

    u Hilgard, Ernest, Introduccin a la psicologia, Madrid, Edit. Morata, 1966. t. n, p. 344.

    den basarse tambin en ideologas tericas (por ejemplo el reloj de arena, los tests mentales, etctera).

    Estas respuestas reconocen la existencia de los problemas a resol ver por un lado y los profesionales que los encararn por otra, pero desconocen la causalidad estructural que explica ambos fen' menos. Para conocerla ser preciso remitirse a esas condiciones objetivas, de ndole cientfica, tcnica, econmica y poltica que han sido desarrolladas en el captulo 15.

    Canguilhem resume muy bien esta situacin: "Aceptando con vertirse, sobre el patrn de la biologa, en una ciencia objetiva de las aptitudes, de las reacciones y del comportamiento, esta psicolo ga yesos psiclogos olvidan totalmente situar su comportamien. to especfico en relacin con las circunstancias histricas y con los medios sociales dentro de los cules son llevados a proponer sus mtodos o tcnicas y a hacer aceptar sus servicios".u Es decir, existen condiciones objetivas que nos remiten a una determinada foro macin social, que sobredetermina una demanda, un encargo social, que se caracteriza porque debe permanecer implcito: que no tengan que actuar los aparatos represivos del Estado para que cada sujeto del proceso productivo ocupe el lugar asignado en la estructura. Esa demanda fija las caractersticas del producto a obtener por la prctica tcniCa: el hombre adaptado e integrado a la estructura social en el caso de la psicologa; las racionalizaciones ideolgicas que constituyen el cuerpo nocional de la misma; el instrumental tcnico y la' forma de consumirlo y, finalmente. el lugar y rol de psiclogo.

    4] Lugar de psiclogo: "agente de cambio". El poder tcnico.

    El sujeto ideolgico mantiene con el lugar que ocupa una relacin imaginaria. Tambin el psiclogo con relacin a su prctica profesional. A partir de esa relacin explica, o da "razones", sobre su eleccin y actividad. Son las razones que puede reflejar, por ejemplo, un cuestionario que se proponga como tarea investigar qu hacen los psiclogos preguntndoles a estos por su tarea. Esas explicaciones suelen remitir a dos argumentos preferidos: el de la eficacia y el del humanismo .

    El primero justifica la actividad y rechaza cualquier cuestionamiento de la misma desde la perspectiva de su utilidad; se trata de un quehacer solicitado en los ms variados sitios y tal demanda no

    ,. Canguilhem, George, op. cit.

  • 412 FUNCIONES DE. LA PSICOLOC{,\

    dejara brecha para preguntar por qu tal xito. Como en cualquier otro terreno se acepta que puede haber "malos" profesionales, pero es fcil la solucin mediante el recambio si son detectados; sin embargo. "que haya buenos o malos psiclogos, es decir tcnicos bbiles despus de un aprendizaje o dainos por estupidez nq'' penada por la ley no es fundamental" 16 porque lo discutible es" la eficacia, discutible y no ilusoria, discutible en la medida que siempre se es eficaz por algo, para algo y para alguien y esto es l ' fundamental que da sentido a la prctica de la psicologa. , ..

    El argumento de corte humanista lleva a justificar la actividad:i por la demanda que se cree recibir de la "humanidad", descono-" ciendo que la formulacin parte, en una sociedad de clases, de la;: clase que detenta el poder. As, podr decirse del objetivo de la' propia eleccin: "para servir a la comunidad", "para ayudar a los otros", "para hacer el bien aportando a la solucin de los males":; de la humanidad". .J#',

    Si tratando de responder por el quehacer del psiclogo se obsen\~ va su prctica, llamar la atencin la variedad de problemas co)i tidianos en que puede entender y reas institucionales donde par:'-r ticipar. El comn denominador parece consistir en "ser partero' de los cambios en la comunidad en la que vive"y Como cambio implica duelo y el duelo es dolor, se hace necesario la participacin del profesional entendido en conciencias y conductas que con distintos mtodos asiste en esos procesos de cambio. Segn la autora del prrafo citado, Juana Danis, es precisamente lo que diferencia al psicoanalista del psiclogo, este ltimo debe apelar a otros mtodos diferentes del psicoanaltico para poder asistir esos procesos con eficacia. Y efectivamente, el psiclogo acta como "agente de cambio". Pero esta palabra induce varias preguntas: el cambio de qu?, tratndose de la prctica tcnica de la psicologa se trata de transformaciones en los discursos, conductas y re-laciones; por qu son necesarios tales cambios?, para obtener como producto el hombre adaptado e integrado a la estructura en que tiene asignado un lugar. Ya lo vimos en el cap. 15: la produccin de todos los cambios necesarios en el hombre para que nada cambie, para que no cambie lo esencial, la estructura, la determi nante en ltima instancia, el modo y relaciones de produccin imperantes.

    Dijimos anteriormente que hablar de rol del psiclogo implica referirse tambin al lugar, posicin o status del mismo y la fun-

    JO Canguilhem, G., op. cit. 11 Danis. Juana. "El psiclogo y el psicoanlisis", Revista Argentina de.

    Psicologa, ao 1, nQ l. septiembre de 1969, p. 79.

    413ROL DEL PSICLOGO

    cin que tiene asignada. Funcin que viene definida por la clase dominante que le delega poder, poder tcnico para que pu~da ejercerla y que lo reconocer y aceptar como tal en la medida que responda a dicha funcin.

    Pero por qu hablar de "poder" en ese ser habitualmente seductor y comprensivo que es el psiclogo? En la medida que la relacin con el "objeto" de su accionar no es, como pueden engaosamente hacer creer las apariencias, una relacin de reciprocidad. Consideramos que esto se aplica no slo al campo de la psiquiatra y de la recuperacin del e~fermo mental, co~o. lo .~a tratado brillantemente Franco Basagha en su obra La lnstttucwn negada, sino en todos los campos de accin prescritos al psiclogo, siendo el campo de la enfermedad mental un caso extremo de lo que sostenemos. . El psiclogo se relaciona con los sujetos destinatarios de S? p~ctica en instituciones: escuelas, fbricas, crceles, etc. La mstltucin es "una estructura relativamente permanente de pautas, papeles y relaciones que las personas realizan segn unas determinadas formas sancionadas y unificadas, con objeto de satisfacer necesidades sociales bsicas".18 Deberamos agregar, en funcin de todo lo. desarrollado: sancionadas por la clase dominante, en una estructura clasista, con objeto de mantener las relaciones que aseguren esa dominancia. Esas relaciones pueden acercarse al plano de la reciprocidad o alejarse totalmente de l. Basaglia, en la obra citada, propone llamar "relaciones de tipo aristocrtico" las que pueden operarse en el consultorio privado, donde al p.oder tcnico del profesional se opone el poder contractual del paCiente gracias a su pertenencia a determinada clase que le otorga poder econmico; sin embargo, podramos tambin aqu preguntarnos si ese mbito no ofrece una organizacin institucional en la medida que tal reciprocidad se da entre posiciones (mdico-paciente) y roles asignados "entre el rol del mdico (alimentado por el mito del poder tcnico) y el rol social del enfermo"19 que se percibe como tal en funcin de los criterios ideolgicos de salud y enfermedad vigentes en su cultura y que encarna en su demanda de

    /

    "curacin". En el otro extremo estara la "relacin institucional" de acuer

    do a la denominacin propuesta por Basaglia. que se da, ms pre

    cisamente, en las llamadas instituciones totalitarias como las cr

    " Fichte, J.. Sociologa, Barcelona, Herder, 1969, p. 260. 1. Basaglia, Franco. La institucin negada, Barcelona, Banal Editores, 1972,

    p. 137.

  • 414 FUNCIONES DE .LA PSICOLOCIA

    c~l~s y manicomios, donde la falta de reciprocidad ni siquiera es dISImulada, donde se hace tajante la divisin entre poder y no poder y la expresin de violencia, incluso fsica, hacia el marginado. Pero no slo en las instituciones totalitarias se da esa di,.. visin, sino en toda institucin de nuestra sociedad, donde elt denominador comn es una distribucin de papeles segn el sta- ~f. tus que en ella se ocupe, que expresa una "relacin de opresin y

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    otras argumentan que en dicha propuesta hay intereses ideolgicos y polticos que no respetan la pureza y neutralidad de las aplicaciones tcnicas. Efectivamente, existen intereses ideolgicos y polticos, del mismo tipo que en la propuesta de no plantear tales cuestiones, lo que sucede es que en este ltimo caso pasan desapercibidos porque concuerdan con los intereses y poltica de la clase / dominante. :r - Las consecuencias de esa toma de conciencia pueden ser soro,',

    prendentes en la medida que proporcionan los elementos para una ,~; ruptura en la relacin Imaginaria que el psiclogo mantiene con f su propia prctica. Tal relacin imaginaria condiciona un discur- ~, so en el que se percibe desarrollando una "funcjn social", a par- ",~ tir de la consideracin de que la sociedad se caracterizara por un conjunto de individuos que realizan distintas y complementarias- ? tareas al servicio del resto. La tarea del psiclogo, dentro de esta ( perspectiva, caera en el grupo de "tareas intelectuales". Este dis- J', curso reconoce una apariencia pero desconoce la estructura determinante de la misma: que la funcin de psiclogo, como de cualquier otro "intelectual" es, fundamentalmente, una funcin de'; clase. As, dice Gramsci: "cada grupo social, al nacer en el terreno originario de una funcin esencial en el mundo de la produccin econmica, se crea, conjunta y orgnicamente, uno o ms rangos de intelectuales que le dan homogeneidad y conciencia de la propia funcin, no slo en el campo econmico sino tambin en el social y en el poltico. .. As, se plasman histricamente ciertas categoras especializadas para el ejercicio de la funcin intelectual, se forman en conexin con todos los grupos sociales, pero en espe cial con los ms importantes, y sufren elaboraciones ms extensas y complejas en conexin con el grupo social dominante".22

    2] Dado que el encargo social al que responde el discurso de la psicologa acadmica, el objetivo de sus tcnicas y la funcin del psiclogo, remiten a la clase dominante, esa toma de conciencia, si quiere posibilitar una prctica profesional diferente a la asignada, debe darse en el seno de la lucha de clases y de las ideologas de clase. Por eso, el rol asumido es una decisin de tipo ideolgico. No slo existe la demanda de la clase dominante, sino tambin la demanda de la clase dominada cuando adquiere con ciencia de su lugar. As, el trabajo en el campo de la psicologa laboral adquiere perspectivas muy diferentes segn el psiclogo trabaje al servicio de la empresa, en la cul forma parte del staff,

    "'Gramsci. Antonio, Los intelectuales y la organizacin de la ctltura, Bue nos Aires, Ediciones Nueva Visin, 1972, pp. 9 Y 14.

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    el cuerpo consultivo de los propietarios de la misma, o decida hacerlo en el seno de las organizaciones sindicales.

    3] Esta toma de partido en el seno de la lucha de clases no se da en abstracto, se da en el seno de una situacin histrica concreta. Por eso, la posibilidad de una praxis profesional diferente a la asignada requiere, para tener un mnimo de efectividad, de una caracterizacin de las formaciones econmico-sociales concretas. Por eso, debemos plantearnos con ms especificidad cul es el rol posible en cada situacin correcta; por ejemplo, Argentina, 1974. Para un pas que sufre los efectos del imperialismo y neocolonialismo, econmica, poltica y culturalmente dependiente, no podemos tomar como modelo, sin caer en las redes de la trampa, al rol asignado y al posible en pases con distintas condiciones.

    Es necesario tambin un anlisis atento del status legal del psi'clogo en nuestro pas y su por qu. Tener en cuenta adems que existen varios centros universitarios para su formacin. Y la realidad que, una vez egresados, deben empezar a pagar (los que pueden) una especie de formacin complementaria privada para convertirse en productos aceptables por el mercado (fundamentalmente del consultorio privado); o bien vender su fuerza de trabajo en cualquier tarea que no tiene, a veces, nada que ver con su profesin, engrosando las filas de los subempleados cuando no de los desocupados, que, con suerte, les deja algn margen de tiempo para "trabajar ad-honorem" en su especificidad, en distintos centros asistenciales. 'Frente a esta realidad podramos preguntarnos por otra: la de las escuelas que no cuentan (salvo hontosas excepciones) con el gabinete psicopedaggico; la de los hospitales y centros asistenciales de la salud que, suponiendo que

    . cuenten con un servicio de psicopatologa, deben atender la demanda de la poblacin induyndo a los pacientes en largas listas de espera.

    4] Estamos hablando de una toma de partido, pero en el seno de la prctica especfica de la psicologa.

    Esto implica, por una parte, reconocer la posicin de aquellos que proponen, ante la existencia y limitaciones de un rol asignado, abandonar totalmente el campo de trabajo de la psicologa e in sertarse en otra actividad. Con esto, no se prestaran a la tarea adaptacionista del psiclogo y, por tanto, se escapara a los mrge. nes del sistema. Pero es posible escapar a los mrgenes del sistema? Se elimina o, al menos, se cuestiona con tal abandono que el psiclogo "deba" cumplir ese rol asignado? Se pasar a trabajar, a producir, en otro campo donde nuevamente podra iniciarse la pregunta: cul es el rol asignado a '" (lo que fuere)?

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    quin ha prescrito tal funcin? Y, paralelamente, el papel asignado al psiclogo sigue siendo realizado por otros que vienen a ocupar ese lugar (el individuo es prescindible).

    Por otra parte, hablar de la "prctica especfica de la psicologa" implica tener en cuenta la existencia y especificidad de otrasf" pr~t~cas c~n efectos d~terminados y una precisa articulacin y posIcIonamIento en el sIstema de la prctica social. Un desconocimiento de esta situacin suele inclinar hacia dos "ismos" frecuentes. aunque no de efectos paralelos:

    el del cientificismo, que suele adoptar dos formas algo distintas: una, pretende que el cambio de estructuras se hace desde la ciencia. En el caso de nuestro campo se expresa en proposiciones de. es~.e tipo: "el ho.mbre nuevo se hace en el gabinete psicoanaltIco . La ?tra. sostIene 9ue, dado que la ciencia es pura y neutras sus apl.lcaClones tcOIcas, stas no tienen nada que ver con el contexto, m con problemas de cambio o conservacin de estructura .:. y cuestiones de este tipo. As, el efecto del cientificismo es una desvin~ulaci~/m de prcticas especficas y diferenciales al ignorar ~. su artIculacIn, que slo puede ser precisada por la ciencia de las formaciones sociales, y el reduccionismo o extrapolacin de sus efectos.

    la del politicismo, que plantea la prctica poltica no slo como l~ que ocupa una posicin decisiva en el cambio de estructuras. SIDO c.omo la nica. Escinde la actividad cientfica que, en consecuencia. es. aban~onada en manos de la oposicin (lo mismo que el que deCIde dejar el campo, con el cual ste queda intacto,' sin cuestionamiento). Si bien el efecto es tambin una desvinculacin de prcticas, el que se produce sobre el ~istema no es el mismo que en el caso del cientificismo que deja al mismo incuestionado e incuestionable.

    ~Por qu ~l planteo de no abandonar el campo especfico de la pSicologa, SIDO abordarlo con un posicionamiento distinto al del rol asignado? \

    Por una parte, porque en tanto tarea que puede fundarse en la teora psicoanaltica, que descentra el discurso ideolgico de la psicologa acadmica, permite dar cuenta del proceso que nos ha producido como sujetos de la ideologa para funcionar en el seno de una estructura como instrumentos de la misma. Se abre as la posibilidad de una prctica transformadora, la prctica cientfica, frente a la conservadora, por su efecto de reconocimiento-desconocimiento de la psicologa acadmica. Y tambin la posibilidad de una prctica tcnica respaldada en tal teora, que posibilita la 'oma de conciencia del proceso de sujetacin.

    Por otra parte, ex-iste tambin la demanda de individuos concretos, la del que sufre, la del "enfermo mentar'. La perspectiva es desoirla o posicionarse ante ella como trabajadores de un campo particular y complejo, el de la "salud mental". Es decir. agentes en un proceso que acta sobre determinada materia prima para obtener determindo producto: la salud mental. Producto ideolgico que, en una perspectiva diferente el trabajador puede cuestionar, comenzando con las preguntas: qu es un enfermo mental? ~en qu consiste la salud a la que hay que conducirlo? Este tpico, ha sido extensamente desarrollado en el captulo precedente.

    5] Otro aspecto importante para avizorar un rol diferente al asignado es el cuestionamiento a los lugares de formacin del psiclogo. Aparatos ideolgicos del Estado. como la universidad, cuyos planes, objetivos caractersticas en la formacin, etc., res

    .ponden tambin a una demanda, implcita o explcita a la que habr que interrogar: a la demanda de quin responde?

    Reducirnos a hablar de "posibilidades", sin mencionar lmites para el ejercicio de un rol diferente al asignado, conduce al riesgo de un optimismo desconectado de la realidad. Porque el psiclogo es un trabajador que ofrece sus servicios en un mercado que le retribuye por ellos. La relacin es contractual y dentro de los lmites de la ofertademanda" que rige las relaciones de produccin y de intercambio en nuestra estructura social.

    Porque el psiclogo realiza su prctica en instituciones y stas tienen sus mecanismos de' conservacin ante los cuestionamientos: incorporarlos "aceptando" los cuestionamientos luego de asimi lar su contenido a los objetivos de la institucin, conservando el barniz progresista, con lo cul ellos pierden su funcin "contestataria" o, si esto no es posible. marginar, cuando no reprimir al funcionario que se atreve a negar o poner en tela de juicio el rol asignado.

    Dentro de estas limitaciones a un rol diferente al asignado por la estructura vigente. ser por supuesto una decisin ideolgica: la de quedarse o abandonar el campo de trabajo especfico, la de valorar de determinada manera las posibilidades de cuestionamiento y denuncia que el sistema admite segn el momento histrico con creto de que se trate.