Benítez J J-Caballo de Troya 8-Jordan

8/13/2019 Bentez J J-Caballo de Troya 8-Jordan

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J.J. BENTEZCABALLO DE TROYA 8

JORDN

Planeta


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SNTESIS DE LO PUBLICADO

Enero de 456)

En un pro1ecto secreto, dos pilotos de la 7!"8 *8uerza "9rea :orteamericana via;an

en el tiempo al a+o )0 de nuestra era. b;etivo aparente? se%uir los pasos de Jes@s de :azaret 1 comprobar, conel mAimo ri%or, cmo -ueron sus @ltimos das. Por 3u9 -ue condenado a muerteCDui9n era a3uel ombreC !e trataba de un $ios, como ase%uran sus se%uidoresC

Jasn 1 Eliseo, responsables de la eAploracin, viven paso a paso las terror-icas horasde la llamada Pasin 1 uerte del Falileo. Jasn, en su diario, es claro 1 rotundo? GHosevan%elistas no contaron toda la verdad.I Hos hechos, al parecer, -ueron ter%iversados,censurados 1 mutilados, obedeciendo a determinados intereses. Ho 3ue ho1 se cuentasobre los postreros momentos del aestro es una sombra de lo 3ue sucedi en realidad.Pero al%o -all en el eAperimento, 1 la >peracin


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no entienden el pensamiento del i;o primo%9nito. Ha !e+ora, especialmente, cree en unesas poltico, libertador de =srael, 3ue eApulsar a los romanos 1 conducir al puebloele%ido al total dominio del mundo. !e trata de una %rave crisis L;ams mencionada

por los evan%elistasL 3ue desembocar en una no menos lamentable situacin...

ovidos por el $estino, Jasn 1 Eliseo, tras una serie de aparentes casualidades, via;anal valle del ro Jordn 1 conocen a Kehohanan, tambi9n llamado el "nunciador *ho1 lorecuerdan como Juan, el Bautista. :ada es como cuenta la historia 1 la tradicin. Eldiario del ma1or resulta esclarecedor. $e re%reso a :ahum, los eAploradores descubrena un Jes@s obrero, 3ue espera el momento de inau%urar su vida p@blica. Todo estdispuesto para la %ran aventura...


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Kehohanan continu la marcha por el tmido senderillo, ahora entre tierra de pastos.=nstintivamente tome re-erencias. Por nuestra derecha, en la distancia, corra el camino

principal, el 3ue habamos recorrido en nuestro pere%rina;e hacia $ami1a. Pareca claro3ue el predicador trataba de evitar cual3uier contacto con sus seme;antes. !eme;antesCKehohanan, a decir verdad, era un e;emplar @nico. Hos dos metros de altura, la lar%a

cabellera rubia, ahora oscilante, 1 la estrambtica vestimenta Lun ancho cinto de cuerone%ro 1 un sa3 o taparrabo de piel de %acelaL hacan de 9l un individuo mu1 pococom@n. K me pre%unt9 por en9sima vez? 3u9 haca 1o tras los pasos de a3uel hombreC

$e pronto se detuvo. $eposit la colmena sobre el terreno 1, %irando el cuerpo hacia3uien esto escribe, llev el dedo ndice iz3uierdo a los labios, solicitando silencio. ir9a mi alrededor, intri%ado. :o acert9 a distin%uir persona o animal. :os hallbamossolos, en un terreno abierto. 7na s@bita r-a%a de viento %olpe el talith de pelo humano3ue lo cubra 1 poco -alt para 3ue el GchalG se precipitara sobre el pasto. K la lluviahizo acto de presencia, en un primer momento moderada. El cielo, ne%ro, estabaavisando...

Permanec 3uieto 1 pendiente de los movimientos del %i%ante. "l cabo de un minutolar%o se hizo de nuevo con el barril de colores 1 arranc, a la carrera, al tiempo 3uesu;etaba el manto con la mano derecha. :o entenda nada. Tentado estuve de olvidarlo 1dar media vuelta. :o supe prestar atencin al instinto...

K ba;o la lluvia, supon%o 3ue movido por la curiosidad, me -ui tras 9l e intent9 noperderlo de vista.

"l poco, por nuestra derecha, cerca de la senda 3ue atravesaba el valle, rumbo aJerusal9n, apareci el descuidado edi-icio de barro 1 ho;as de palma 3ue serva deaduana 1 en el 3ue vimos morir a los tres ;venes zelotas. El a%uacero lo mantenasolitario. :o acert9 a distin%uir a los publicanos 1 tampoco al %rupo de soldados 3ue

custodiaba el lu%ar. 7n perro, en al%una parte, ladraba sin tre%ua. $etuve la carrera. Hol%ico es 3ue los -uncionarios 1 la patrulla se hallaran en el interior. "un3ue el puesto-ronterizo, 3ue delimitaba los territorios de la $ecpolis 1 la Perea, se levantaba a msde un centenar de metros del senderillo por el 3ue corramos, entend 3ue no debaarries%ar. El cruce a toda velocidad, por delante de los suspicaces %abbai o recaudadoresde impuestos, 1 de los no menos descon-iados ittim, eApertos en el mane;o de lasa-iladas ;abalinas, era, cuando menos, una actitud arries%ada. :o tentara al $estino...

Kehohanan no pens lo mismo 1 se ale; veloz, entre una cortina de a%ua, cada vez msobstinada. Pens9 en su reciente %esto, solicitando silencio. Pudo tener relacin con la

proAimidad de los odiados -uncionarios al servicio de oma 1 de la no menos

despreciada lnea de caballera romanaC El "nunciador Las lo demostraba en cada unade sus pr9dicasL no senta la menor devocin por a3uellos representantes de la Gnueva!odomaI, se%@n sus propias palabras. $ud9. bservaba lasterrosas 1 rpidas a%uas, con las enormes manos apo1adas sobre el parapeto. Ha

colmena. ambulante permaneca a su lado, ;unto a los interminables 1 embarrados piesdesnudos.


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Trat9 de pensar, al tiempo 3ue recuperaba el aliento.

Por 3u9 miraba el ro con tanta atencinC

El GmantoI de cabello humano haba sido retirado 1 %uardado en el zurrn blanco 3uecol%aba en bandolera.

e aproAim9 despacio 1 en %uardia. Has reacciones de a3uel hombre eranimprevisibles.

:o se movi, aun3ue esto1 se%uro de 3ue sinti mi proAimidad. K durante variosminutos permaneci en la misma postura, inmutable, con la lluvia resbalando por lacorreosa 1 3uemada piel. En el cauce del Jordn no haba nada 3ue pudiera re3uerir suatencin. Ko, al menos, no alcanc9 a distin%uirlo. Has a%uas, con las primeras lluvias,arrastraban maleza 1 sedimentos, 3ue chocaban 1 se atascaban entre las pilastras. Todoera silencio, un silencio discretamente interrumpido por el rumor de la corriente, por elsuave cho3ue de la lluvia contra el barril de Kehohanan 1 las ropas 1 por los le;anostruenos, amorti%uados por la distancia.

Entonces, ante mi desconcierto, repiti el %esto.

Fir hacia 3uien esto escribe 1 volvi a llevar el dedo ndice iz3uierdo a los %ruesoslabios.

L NEscuchaOLsusurr con a3uella voz rotaL. NEscucha atentamente, GEsrinIO

K, como un idiota, prest9 atencin a cuanto me rodeaba. Ko no haba odo nada eAtra+o1, por supuesto, -ui incapaz de distin%uir lo 3ue su%era el hombre de la GmariposaI enel rostro. !us o;os, endiablados, me atravesaron, esperando una respuesta. Termin9desviando la mirada, incmodo ante las GpupilasI ro;as 1 el persistente nista%mo omovimiento vertical del o;o. Ho he dicho en otras oportunidades? a3uel rostro 1, sobre

todo, a3uella mirada no eran -ciles. :o era de eAtra+ar 3ue la %ente se sintieraatemorizada.

!upon%o 3ue esper una con-irmacin. Pero GEsrinI o G/einteI, como me llamaba, noacert a despe%ar los labios. :o le import. :o insisti.


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1 precipitndose sobre el terreno. Poco a poco, -avorecida por la humedad, la cscaraverde de las re-eridas drupas -ue secando 1 liberando las apreciadas 1 nutritivas nuces.N


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e alc9 1 entr9 en el a%ua, al encuentro de Kehohanan. :o pude dar ni tres pasos. "l%ome -ulmin 1 perd las -uerzas, precipitndome de nuevo en el arro1o. Esta vez no perdel sentido. 8ui consciente de todo, pero no lo%raba moverme. Ha mente 1 la voluntad-ueron amordazadas, 1 mis cuatrocientos m@sculos, sencillamente, GdesconectadosI.e di cuenta de lo comprometido de la situacin. 8lotaba boca aba;o. :o tardara en

morir...K o la voz de Jai?

GN:o va1asO... Ne tenido un sue+oOI

Pero el $estino alivi mi an%ustia.

Kehohanan me rescat por se%unda vez.


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El %i%ante de dos metros de altura, con la corriente a media pierna, %olpeaba lastransparentes a%uas con el talith 3ue lo cubra habitualmente. aba ple%ado el manto 1sacuda la super-icie con violencia 1 sin descanso. K a cada %olpe, repeta?

LN!o1 de lO... NQbreteO

e vio lle%ar, pero continu con lo su1o.Du9 pretendaC

K de pronto se detuvo. El talith de pelo humano chorreaba 1 su pecho oscilaba arriba 1aba;o. !udaba 1 ;adeaba. Percib el desa%radable olor a sudor, pero me contuve.

Entonces mir a su alrededor 1, -inalmente, repiti a3uel %esto, solicitando silencio.!ilencioC Eso era lo 3ue sobraba en a3uel apartado para;e. Pero a 3u9 o a 3ui9n sere-eraC "ll slo estbamos 9l 1 1o...

Ho imit9, eAplorando los alrededores con la vista. !lo las aves 1 la brisa nos prestabanatencin, 1 no mucha.

L Hos o1esC LsusurrL. :o te de;es sorprender. Tienen delatores en todas partes..." 3ui9n tena 3ue orC $elatoresC Ko no oa sonido al%uno, salvo el de su voz 3ueda 1ronca.

N$ios moO

K las sospechas se multiplicaron...

LEstamos en el Duerit, un lu%ar sa%rado... Ellos lo saben 1 vi%ilan...


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desvarosC K la duda -ren mis iniciales deseos de abandonar la %ar%anta. Esperara unpoco ms, no mucho. "3u9lla, 3uiz, era una eAcelente ocasin para pro-undizar en sucomple;a mente. :os hallbamos solos. l, adems, me consideraba uno de los su1os,

bendecido por $ios. K una mezcla de sentimientos me desconcert. Ha intuicin estabaavisando. Ha razn, por otra parte, me dictaba calma. Eran muchas las pre%untas 3ue

deseaba -ormularle 1, sobre todo, necesitaba despe;ar una incmoda interro%ante? por3u9 la obsesin con ElasC El rudo 1 aventurero pro-eta haba aparecido en escena hacacasi novecientos a+os. !u historia, aun3ue su;eta a in-inidad de le1endas 1elucubraciones, era bien conocida por los ;udos. Todos lo consideraban el Gbrazoarmado de $iosI 1 el 3ue retornara, a no tardar, para anunciar la era del esasHibertador. $e hecho, en la -iesta de la Pascua, los hebreos colocaban una copa de vinosobre la mesa, en recuerdo de Elas, 1 abran la puerta, simbolizando as la inminentelle%ada del 3ue de%oll personalmente a ms de cuatrocientos pro-etas 1 sacerdotes delos dioses Baal 1 "sera. Elas, para muchos, era el responsable de separar a los puros delos impuros, a la hora de entrar en el reino de dios. En la 9poca de Jes@s, Elas se%uasiendo un h9roe, aun3ue slo supe de un hombre 3ue lo imitara hasta el eAtremo de

vestir, de hablar 1 de pensar como 9l. Ese hombre -ue KehohananSEl men%uado a-luente escap de la %ar%anta 1 corri ms ancho 1 remansado hacia elJordn. Ko se%ua vadeando 1 eAaminando las riberas, empe+ado, como di;e, en una

b@s3ueda con escasas posibilidades. Pero no todo -ue ne%ativo en a3uella ;ornadaS

s o menos hacia la hora 3uinta *once de la ma+ana, la Providencia me reuni conellos. "hora, en la distancia, al conocer el -inal de nuestra %ran aventura, slo puedoasombrarme. Ha vida de cada ser humano est per-ecta 1 milim9tricamente dise+ada,desde el nacimiento a la muerte, aun3ue, naturalmente, no lo sepamos.

Hos o en la le;ana. "l%uien daba voces en el bos3ue. e aproAim9 con precaucin.

!aba de la eAistencia de bandidos al este del ro Jordn, pero tena entendido 3ue laspartidas se movan ms all de lo 3ue llamaban las Gcolinas de 1esoI, en el corazn dela $ecpolis.

Permanec un buen rato en la orilla derecha, medio escondido entre el rama;e.

$istin%u cinco o seis hombres 1 dos ;ovencitos. 7no de los adultos se hallaba entre lasramas de un corpulento e%oz, a casi veinte metros del suelo. !e balanceaba, a%itando

parte de la copa.


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del no%al eran mu1 apreciadas. $e las cscaras 1 de las ho;as obtenan tintes 1 un barnizespecialmente atractivo a la hora de pintar muebles 1 maderas *no%alina. Ha nuez eratransportada al villorrio 1 oreada durante un tiempo. El sol 1 el viento terminaban de!anearlas 1 eran eAportadas en lar%as caravanas a los cuatro puntos cardinales. El altondice de contenido %raso de la almendra *alrededor de un 0 por ciento era bien

conocido en a3uel tiempo. Hos cocineros la buscaban sin cesar 1 tambi9n las amas decasa. !i un ni+o padeca lombrices intestinales, lo me;or era suministrarle nueces, ricasen aceites con propiedades verm-u%as. Jai preparaba una in-usin con las ho;as dele%oz 3ue Ghaca remontar al espritu abatidoI. Ho prob9 1 puedo dar -e de 3ue eracierto. Ella no lo saba pero dicha in-usin era hipo%lucemianteM es decir, reduca losniveles de az@car en la san%re, combatiendo el a%otamiento. Tambi9n la madera eramu1 estimada. 7na vez al a+o talaban parte del bos3ue. Era el e%oz sa%rado 3ue ardaen el -ue%o del altar, en el Templo de Jerusal9n. Hos propios sacerdotes 1 levitas se

personaban en el lu%ar, -iscalizando el corte 1 el transporte.

K 1a 3ue he citado la palabra a%otamiento, bueno ser 3ue ha%a re-erencia a mi

estma%o. Hlevaba horas sin probar bocado 1, por lo 3ue acert9 a contemplar en lacueva uno, no pareca tener muchas posibilidades de encontrar comida, al menosmientras permaneciese en el supuesto torrente del Duent. =%noraba si Kehohanandispona de alimentos. Ho ms probable es 3ue recurriera a la miel de la colmenaambulante, como era habitual.

Tena 3ue arries%arme...

:ecesitaba entrar en contacto con a3uellos -elah 1 reponer -uerzas. Ellos, se%uramente,podran auAiliarme.

Pero, a punto de abandonar la corriente 1 de saltar a la orilla, al%o me detuvo entre loslar%os racimos de -lores de los tamariscos.

:o dispona de dinero. Todo haba 3uedado en !alem... Du9 poda o-recer a cambioCEs ms? 3u9 pensaran al 1erme salir del ro, en un lu%ar tan remotoC


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K acud i%ualmente a la verdad. Tena hambre pero, al verlos en el bos3ue, no supe 3u9pensar.

GTiempo cortoI corri hacia los asnos 1 re%res con una ho%aza de pan ne%ro 1 una%enerosa racin de 3ueso. :o hubo ms cuestiones durante al%unos minutos. Ellosretornaron a sus -aenas 1 3uien esto escribe, a%radecido 1 hambriento, dio buena cuentadel almuerzo. $e vez en cuando, el campesino 3ue siempre corra re%resaba hasta m 1se interesaba por mi apetito. :o me e3uivo3u9. Era %ente de buen corazn. !iempre lesestar9 a%radecido...

K -ue en una de esas breves conversaciones cuando !aah me sac de mi error. abaodo per-ectamente. 7no de los recolectores, al interro%arme, mencion la palabra8irn, re-iri9ndose al arro1o. GTiempo cortoI, insisti. "3u9l no era el Duerit, comosupona. e encontraba en el arro1o de los GratonesI *eso si%ni-icaba -irn en badu o

beduino. En arameo lo conocan como Uattun, un riachuelo caliente, como un horno, enre-erencia, supon%o, a las altas temperaturas 3ue se alcanzaban en la an%osta %ar%antadurante los meses estivales. El Duerit, como di;e, era ms ro 1 discurra a cierta

distancia, hacia el nordeste.Era un error de KehohananC Estaba inventando, como sucedi en el vado de lasG


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-amosa entre los apicultores por su notable capacidad para la produccin de miel 1tambi9n por sus -recuentes ata3ues 1 pilla;es a otras colmenas.

"%uard9 en mitad de las a%uas. Kehohanan no reaccion. Ko saba 3ue me haba visto,pero continu acariciando a3uel bulto. Era la primera vez 3ue lo vea. Due 1o supiera,no -ormaba parte de su impedimenta. Ho 3ue -uera, se hallaba %uardado en una especiede saco embreado, ne%ro 1 de un olor -9tido. Ha envoltura en cuestin no superaba elmetro de lon%itud. Era estrecha. Hos eAtremos -ueron amarrados con sendas cuerdas deesparto, i%ualmente te+idas en a3uella sustancia oscura 1 aceitosa.

Kehohanan, como di%o, lo mantena sobre las rodillas 1 lo acariciaba con los lar%osdedos de la mano iz3uierda. Por ms 3ue me es-orc9, no lle%u9 a ima%inar el contenidodel saco. :o en esos momentos...

7na idea me vino a la mente. Era el secreto 3ue me invit a compartirC Du9 %uardabacon tanto celoC Por 3u9 no tuve noticias de a3uel bultoC "bner, el pe3ue+o&%ranhombre 1 se%undo de Kehohanan, no me habl de ello. :adie, entre los discpulos,coment al%o al respecto. K desde esos instantes, lo reconozco, el saco ne%ro 1 pest-erose convirti en un desa-o. >tro ms...

$e pronto alz levemente la cabeza 1, desde la penumbra del embozo, clam cona3uella voz ronca 1 3uebrada?

L Ne a3u 3ue envo a mi mensa;ero, 3ue preparar el camino delante de mO

Por un momento cre 3ue se diri%a a otra persona. Pens9, incluso, en los -elah, 3uerecolectaban a%uas aba;o. 8ui tan necio 3ue volv la cabeza, pensando en la proAimidadde al%uien. "ll, claro est, no haba nadie. !lo 3uien esto escribe, cada vez msdesconcertado.

L Ni mensa;eroO Lrepiti sin de;ar de acariciar el sacoL. K el Eterno, bendito sea sunombre, a 3uien buscis, vendr en se%uida a su Templo, mediante el mensa;ero delsecreto...

!e re-era a mC Era 1o el mensa;ero del secretoC Pero 3u9 secretoC Tena 3uepreparar su caminoC Du9 se proponaC

SNe a3u 3ue viene, dice el Eterno de los e;9rcitosO Pero 3ui9n podr soportar el dade su advenimiento, 1 3ui9n podr estar de pie cuando aparezcaC

Entonces, tomando el saco, lo blandi como una maza por encima de su cabeza.


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entre las cercanas -lores del talud rocoso. K repar9 en la colmena de colores. !e%ua aescasos metros, de pie sobre la tierra de la ribera 1, aparentemente, olvidada. Ha habacontemplado muchas veces. $espu9s del tiempo dedicado al estudio de estosasombrosos himenpteros, durante una de mis estancias en la nave, crea conocer lasencilla estructura interna del GbarrilI 3ue escoltaba permanentemente al hombre del

taparrabo de %acela. Ho 3ue no poda sospechar es 3ue dicha colmena ambulante lle%araa ;u%ar un papel tan decisivo en mi relacin con el de las GpupilasI ro;as...

:unca supe por 3u9 interrump la apertura de las nueces 1 me aproAim9 a la colmena.Pase9 lentamente a su alrededor, movi9ndome como recomiendan los buenosapicultores? mu1 despacio, sin bracear 1 evitando cual3uier sonido. Ha t@nica blanca me-avoreca. El color ne%ro, al parecer, las irrita. Ko portaba la Gpiel de serpienteI, en estaocasin hasta las clavculas, 1 eso me tran3uiliz, relativamente. !i el en;ambre seen-ureca 1 caa sobre mi cabeza o manos, poda tener problemas, aun3ue sabai%ualmente 3ue el veneno, para 3ue tuviera e-ectos %raves, debera ser in1ectado por unmnimo de 3uinientas a-ricanas. Eso no sucedera, pens9. El torrente estaba all mismo.

!i tuviera la mala -ortuna de verme atacado, me lanzara de inmediato a las a%uas.Duien esto escribe, adems, no su-ra de desrdenes cardiovasculares o renales. Estasdolencias s pueden complicar un ata3ue masivo por parte de las abe;as. K el $estinome de; hacer...

!e trataba de un elemental barril de madera, trenzado con duelas mu1 -inas, deal%arrobo, 3ue daban -orma a lo 3ue llamaban G1acienteI, una colmena r@stica, mu1com@n en a3uel tiempo. " lo lar%o de mis correras por =srael observ9 miles de ellas,tanto -abricadas en madera, como en pa;a, arcilla o aprovechando, incluso, los troncoshuecos. Ha de Kehohanan dispona de panales movibles. "lrededor de once, dispuestosverticalmente 1 en paralelo. Tal 1 como haba visto, bastaba abrir la cubierta superiordel tonel para eAtraer los panales 1 recolectar la miel. Por deba;o, supuse, se hallaba la

cmara de cra, con el GpolloI o con;unto de huevos 1 larvas. !e%@n mis clculos, ena3uellos momentos, a principios del mes de isl9u *noviembre, la colmena poda reunirun mnimo de 2(.000 o )0.000 e;emplares. El valle del Jordn, con sus altastemperaturas 1 la constante -loracin, era un paraso para estas laboriosas criaturas. Eramu1 raro 3ue los en;ambres descendieran por deba;o de los 20.000 individuos.

>bserv9 atentamente la pi3uera o entrada a la colmena, practicada en la parte in-eriordel barril, a cosa de veinte centmetros de la base 1 en mitad del anillo blanco. Era una%u;ero por el 3ue entraban 1 salan decenas de obreras. "ll permanecan tambi9n las%uardianas o GpolicasI, atentas al reconocimiento de cuantos pretendan entrar o salir.=nterceptaban a las pecoreadoras 1 las palpaban con las antenas, tratando de

identi-icarlas por el olor. !i resultaba ser un eAtra+o, all mismo era -ulminado. $eba,pues, no perder de vista el pe3ue+o 1, para m, peli%roso ori-icio.

!e present a los pocos minutos. "l verme tan cerca de la colmena pareci sorprendido.Ha verdad es 3ue todos huan, o ponan tierra de por medio, cuando la divisaban,incluido el %rupo de sus ntimos o discpulos. Era l%ico. Has adan, -cilmentedistin%uibles por el amarillo ro;izo de los tres primeros se%mentos del abdomen, sontemibles. !us a%ui;ones son estiletes dentados 3ue, una vez en el interior, deben sereAtrados por la -uerza.

!e%ua con la cabeza cubierta. En la mano iz3uierda sostena el misterioso saco ne%ro 1r%ido. $e la derecha col%aba una escudilla de madera. Entonces ca en la cuenta?

Kehohanan iba armado. Era la primera vez 3ue lo vea con una da%a al cinto. Era unasica no mu1 lar%a, curvada, devorada por la herrumbre 1 sin vaina. Por 3u9 ese


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cambioC Tema por su vidaC Duien esto escribe, supuestamente, era su heraldo n@meroveinte. Du9 poda temer de mC K a partir de esos momentos procur9 mantenermemucho ms alerta. !in 3uerer, una ima%en se present ante m. Era la de Jes@s de

:azaret. Jams vi al i;o del ombre empu+ando una espada o con una da%a en lacintura. :ada coincida en a3uellos dos hombres. Por 3u9 recibi el ttulo de

precursorCNEl i;o del ombreO

e hallaba tan le;os de l 3ue, en esos instantes, pens9 3ue no volvera a verlo. 8ue unpresentimientoC Por 3u9 me alcanz a3uella absurda ideaC

L Tienes hambreC

8ue lo primero medianamente sensato 3ue le escuchaba desde 3ue descendimos a la%ar%anta de los GratonesI *aun3ue lo de GdescenderI, en mi caso, era mucho decir.

e enco% de hombros, sin atreverme a reconocer 3ue s.

LQbrela Lorden, se+alando el barril con el eAtremo del saco embreadoL. Puedescomer...

Ko lo haba visto.


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a trav9s de los ob;etos, palpndolos, como reciben las vibraciones 1, en consecuencia, lain-ormacin.

!, a3uello poda -uncionar...

:o me perdi de vista.

En esos crticos instantes no -ui consciente de la importancia de lo 3ue estaba a punto deocurrir. =mportante para Kehohanan 1, consecuentemente, para m...

ode9 el barrl 1 me posicion9 en el lado opuesto a la pi3uera. :o deba dar -acilidadesal en;ambre.

El continuo zumbar de las adan, merodeando en torno a la colmena o re%resando,incansables, con el n9ctar de las -lores, me hizo dudar nuevamente. Ha idea era slo unaidea. Poda e3uivocarme. Poda -allar. En ese caso, si los miles de insectos reaccionabancontra el intruso, mi credibilidad, 1 lo 3ue era peor, mi inte%ridad -sica, 3uedaranmaltrechas.

Trat9 de serenarme. !i perda los nervios, si no era capaz de calcular cada movimiento,si empezaba a sudar, sencillamente, las a-ricanas lo percibiran 1 transmitiran laGordenI de ata3ue. i cabeza 1 manos se hallaban al descubierto, no deba olvidarlo.Has 20.000 o )0.000 abe;as, una vez recibido el Gmensa;eI, caeran sobre m de -ormamasiva, seleccionando, en primer lu%ar, las reas con movimientoM es decir, o;os,

brazos, manos, etc. E implacables, cada vez ms eAcitadas, trataran de in1ectar losa%ui;ones. Ese era otro momento decisivo. "un3ue me hallaba prcticamente blindado,el pnico poda pasar -actura...

:i si3uiera dispona de un ahumador. El humo, espeso 1 -ro, introducido en la cmarade cra, hubiera provocado el desalo;o del barril. Has abe;as, desconcertadas, reaccionansiempre ante estos imprevistos con un movimiento re-le;o? se lanzan sobre las reservasde miel 1 se atiborran, hu1endo a continuacin.

>bserv9 -u%azmente al "nunciador. Poda improvisar un ahumador con parte de mit@nica. Bastaba con humedecer el te;ido, prenderle -ue%o 1 acercarlo al ori-icio deentrada a la colmena. $esist. :i tena cmo prender la supuesta tea, ni Kehohanan lohubiera permitido. !us abe;as, como veremos, eran sa%radas...

!e%ua inmutable, a dos o tres pasos de este descompuesto eAplorador.

=nspir9 pro-undamente 1 llev9 la mano iz3uierda sobre la r@stica cubierta de madera 3uecerraba el barril.

K si me ne%aba de nuevoC Duedaban unas dos horas de luz. $ispona del tiemposu-iciente para re-u%iarme en el bos3ue del Gper-umeI e, incluso, lle%ar a !alem.

Du9 clase de ;ue%o se traa entre manosC Du9 haca 1o en a3uel lu%arC i coraznestaba mu1 le;os...

:o entenda, pero, como di%o, al%o sin%ular 1 a;eno a m me mantena preso de a3uelhombre. Todo tena su por3u9. "hora es -cil de comprender.

Ha idea era sencilla. Ho intentara con la Gvara de ois9sI.

Kehohanan, como supona, prest atencin a mi mano iz3uierda, ima%inando 3ue medispona a descubrir la colmena.

! 1 no.


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"provech9 esos se%undos de distraccin para %raduar la escala de uno de los clavos decabeza de cobre, 3ue activaba el dispositivo de los ultrasonidos. is o;os si%uieron -i;osen la tapa del tonel. Ha maniobra pas desapercibida para el %i%ante, cada vez msinteresado en a3uella mano, aparentemente -irme 1 serena.

Prolon%u9 la espera unos se%undos ms. Era importante. !i todo sala bien, el -actorsorpresa ;u%ara a mi -avor...

K los ultrasonidos -ueron -i;ados en la escala de 4(.000 erz, con una velocidad depropa%acin de 4.000 a 4.00 metros por se%undo. Ho estim9 su-iciente para miob;etivo. :o se trataba de da+ar al en;ambre.


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ir9 a Kehohanan. Hos dedos 1a no acariciaban la da%a. "hora se a-erraban a laempu+adura. :o vi su rostro.


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>bserv mi maltrecho rostro pero no hizo el menor comentario. 8ue llenando laescudilla con la densa 1 anaran;ada miel 1, una vez concluida la operacin, retorn ;untoa la colmena 1 deposit el alza en su lu%ar. $espu9s volvi a sentarse. =ntrodu;o losdedos de la mano derecha en el cuenco 1 se llev la miel a los %ruesos 1 sensualeslabios. Ho vi relamerse, absorto 1 -eliz. Ha hora de la comida era uno de los escasos

momentos en los 3ue se senta ale%re 1 complacido. !in embar%o, ;ams rea.:o me o-reci. e sent9 -rente a 9l 1 di buena cuenta de las nueces.

8ue entonces, al ver cmo devoraba la miel, cuando tuve la idea. :o 3uise precipitarme.Tena 3ue madurarla. !upuestamente, haba tiempo...

Duien esto escribe s le tendi al%unas de las tiernas drupas.


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K lo de;9 en las sabias manos del $estino. "l%o se me ocurrira 1 ocurrira...

"hora entiendo por 3u9 se%u sus pasos hasta la %ar%anta del G8irnI. Tena 3ueconocerlo me;or, mucho me;or, sobre todo por lo 3ue sucedera al%@n tiempo despu9s.Pero no adelantemos los acontecimientos. :ecesariamente, esta historia debe sercontada paso a paso, aun 3ue, en ocasiones, arda en deseos de suprimir determinadossucesos 1 avanzarM avanzar hacia l. El hipot9tico lector de estas memorias sabrdisculparme...

"l amanecer, Kehohanan abandonaba su cueva, la 3ue 1o denominaba Gcueva dosI, 1se introduca en el arro1o. :o saludaba. Jams lo haca. Duien esto escribe espiaba susmovimientos desde la penumbra de la GunoI, en la 3ue 1o pernoctaba.

"lzaba los brazos 1 recitaba la Gple%ariaI, las diecinueve !emoneh esreh, la oracinobli%ada a todo ;udo varn 1 ma1or de edad.

L N$ios %randeO... NPoderosoO... NTerribleO

Ha voz, rota, haca despabilar a las colonias de aves, 3ue huan atolondradas hacia lascopas del bos3ue del Gper-umeI.

El tono, siempre id9ntico, era de sumisin 1 de temor.

S NT@ haces vivir a los muertosO... N Perdnanos por 3ue hemos pecadoO... N Proclamanuestra liberacin con la %ran trompeta 1 alza una bandera para reunir a todos nuestrosdispersosO ... N Due no ha1a esperanza para los delatores...O

" veces, terminadas las !emoneh, continuaba con otros teAtos bblicos, recitados comouna s@plica al ;usticiero Kav9. 7no de sus pre-eridos perteneca al pro-eta !amuel?

L NEl !anto da muerte 1 vidaO... Nace ba;ar al seol. *in-ierno 1 retornarO... NElenri3uece 1 despo;aO... NEl abate 1 ensalzaO

"s permaneca horas, inmvil 1 tronando a los cielos.

NK los malos perecern en las tinieblasO

!lo una vez le o proclamar un teAto 3ue no acert9 a identi-icar. $eca, ms o menos?

L N>h $ios, lmpianos del pecadoO... N"cude a mostrar tu %loriaO... NEns9+anos tuamorO... N$e;a 3ue tu !einah *Presencia $ivina santi-i3ue mi coraznO... NK hazmetu1o, una vez msO

8ue, como di%o, una de las pocas veces 3ue o la palabra GamorI en sus labios. :o serala @nica sorpresa en esos das...

"s rezaba Kehohanan. !u actitud 1 disposicin hacia Kav9, siempre cruel 1 ven%ativo,no %uardaban relacin al%una con las 3ue nos haba ense+ado el aestro. Jes@s nuncarezaba de a3uellas maneras, ni tampoco en ese tono. En el tiempo 3ue el $estino me

permiti vivir a su lado, ;ams le o una sola invocacin de los teAtos bblicos. s lo comprendaC


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:adie. "ll slo -lotaba la luz. Pero 1o ;urara haber odo un cru;ido...

En cuanto a la sensacin, s, no me e3uivocaba. "l%uien me haba estado mirando. Enesas circunstancias, el instinto no suele con-undirse...

K perple;o, con los pensamientos en desorden, me asom9 al eAterior.

El corazn casi se detuvo. "ll aba;o, en la ribera, se hallaba el "nunciador.


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aestro, era un ser autoritario, al 3ue no convena molestar. Pecar era natural. =nda%ar 1aproAimarse al !anto era peor 3ue pecar. $ios estaba donde estaba.


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Lno s9 si en el orden 3ue esto1 estableciendo en el presente diarioL sur%i el tema dela mu;erM todo un GproblemaI para Kehohanan, tal 1 como tendra oportunidad deveri-icar...

El asunto arranc por casualidad *C cuando, al prose%uir con mis ense+anzas sobre lasabe;as, mencion9 a los zn%anos, los @nicos machos de la colmena, 1 su labor comoreproductores. Hos apicultores de a3uel tiempo saban tambi9n de la -uncin seAual dedichos zn%anos, aun3ue, como es l%ico, desconocan muchos de los detalles. K consumo tacto, midiendo las palabras 1 los conceptos, le habl9 de la unin, una vez en suvida, entre la abe;a reina 1 el macho o machos 3ue lo%raban aparearse con ella en elvuelo nupcial. Kehohanan lo haba visto en primavera 1 verano. !aba de 3u9 le hablaba1 conoca tambi9n el triste destino de los machos. En invierno, los doscientos otrescientos zn%anos 3ue lo%raban sobrevivir eran eApulsados o ani3uilados por lasobreras. K Kehohanan hizo una mueca de desa%rado. En un primer momento lainterpret9 como un l%ico rechazo a la desa-ortunada e in;usta muerte de los machos.

:o -ue 9sa la razn del %esto de repulsa. E, incapaz de contener la rabia, mani-est?

L"un3ue sean abe;as, es in;usto..."cept9 el noble sentimiento. e;or dicho, el supuesto noble sentimiento. K aclar?

LEs in;usto por3ue lo -emenino est a la iz3uierda.

$ebi de percibir mi sorpresa 1 se vaci.

En un tono spero 1 car%ado de resentimiento, Kehohanan eApres lo 3ue senta por lasmu;eres. "l%o haba visto en las ceremonias de inmersin, cuando el aspirante ain%resar en el GreinoI era una hembra. El "nunciador ;ams les diri%a la palabra. Hasmiraba con indi-erencia o, lo 3ue era ms habitual, ni si3uiera las miraba...

"l escucharlo, eAperiment9 de nuevo a3uella pro-unda tristeza. Kehohanan no eranormal. " 3u9 se deba su aversin hacia el seAo -emeninoC

Para el "nunciador, la mu;er era al%o ne%ativo por3ue -ue creada a partir de una de lascostillas del costado iz3uierdo de "dn *O. !e trataba, en e-ecto, tal 1 como sospechaba,de una mu1 personal interpretacin de los teAtos bblicos. Hos doctores de la He1 deois9s ase%uraban 3ue $ios cre los cielos con la mano derecha 1 la Tierra con laiz3uierda. "s aparece en el F9nesis 1 as -ue escrito por el pro-eta =saas *'(, 4)? Gimano *su ponan 3ue la iz3uierda ciment la tierra 1 mi diestra desple% los cielosM losllam9 1 aparecieron ;untos.I $e ah a las ms variopintas elucubraciones slo hubo un

paso. Ha ma1ora estim 3ue cielo 1 Tierra eran una sola cosa 1 3ue, l%icamente, habaun lado derecho 1 otro iz3uierdo. Ho bueno Lla tierra de =srael, los cielos 1 el esas,

por e;emploL se hallaba a la derecha del !anto. Ho malo estaba a la iz3uierda o tena suori%en en ella. 7n principio, por cierto, 3ue todava perdura en nuestro GahoraI...

Estas absurdas ideas -ueron alimentadas por los sabios, 3ue interpretaron el principio-emenino Lel del ri%orL siempre a la iz3uierda.

K el "nunciador, como di%o, elabor su propia versin, dando por hecho 3ue el F9nesissituaba a la mu;er en un plano in-erior *a la iz3uierda, en el territorio propio de lone%ativo, en el 3ue se hallaban Glos impos, el in-ierno 1 los tibiosI, se%@n sus propias

palabras. Ha realidad era otra. El F9nesis no especi-ica si la costilla -ue eAtrada del ladoiz3uierdo o derecho. Es ms? para al%unos eApertos en las !a%radas Escrituras, esatorcida teora de Kehohanan hubiera sido motivo de risa 1 de condena. G"dn Ldecan

L -ue hombre 1 mu;er al mismo tiempo. acho 1 hembra los cre. "dn tuvo dosrostros, hasta 3ue el Eterno, bendito sea su nombre, los separ.I >tra de las escuelas


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rabnicas, ms sensata, en mi humilde opinin, de-enda 3ue, Gaun3ue el varn es msparecido a $iosI, slo en la unin de hombre 1 mu;er se conse%ua la per-eccin. !loentonces poda hablarse de una Gcriatura celestialI. !lo entonces Lase%urabanL, la!einah *$ivina Presencia se haca presente. !lo entonces, en la unin carnal 1

bendecida, 9ramos di%nos del Eterno .

Pero el delirio del "nunciador no terminaba ah. 7no de sus sue+os, por lo 3ue dedu;een a3uellas conversaciones ntimas, consista en crear un %rupo de treinta 1 seisG;ustosI, sus discpulos, 3ue -ormaran el Gestado ma1orI del nuevo GreinoI 1

prepararan la lle%ada del esas, Grompedor de dientesI . e hizo hincapi9 en lostreinta 1 seis G;ustosI, todos varones...

seas, pero el "nunciador, supon%o 3ue conscientemente,modi-ic una de las palabras alterando parte del sentido, de acuerdo con su criterio. Enel aut9ntico versculo 40 del captulo 4' no se menciona a los impos, sino a los

malvados, 3ue es mu1 di-erente. =mpos, para Kehohanan, eran los no ;udos.E insisti, total 1 absolutamente convencido?

LNKo so1 santo, EsrinO... Ellos lo saben. Ellos me tratan como a tal...

>tra vez GellosI. $e 3ui9n hablabaC

Estaba cada vez ms ntido? Kehohanan padeca al%@n tipo de patolo%a 3uedese3uilibraba su mente. Era preciso 3ue le suministrara los GnemosI, 1 cuanto antes...

:o s9 por 3u9 no me contuve. !ent una rabia sorda 1 subterrnea. Duiz -ue el recuerdode uth. Ella no era in-erior, 1 mucho menos perversa. Era 3uien llenaba mi vida,aun3ue -uera un amor imposible...

Ni 3uerida GachIO


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K lo ata3u9 sin piedad?

L!i lo -emenino est a la iz3uierda, 1 es malo, como dices, cmo eAplicas 3ue en tucolmena slo ha1a un par de cientos de machos 1 miles de abe;as hembrasC

>bviamente, lo derrib9. El no conoca el por3u9 de esa aplastante ma1ora G-emeninaI

en el en;ambre del 3ue se alimentaba, pero comprendi el mensa;e.edit un tiempo, sin hallar una respuesta satis-actoria. Era cierto. Has hembrascontrolaban su barril ambulante. Entonces, irritado, torci el %esto 1 me maldi;o cona3uellos o;os perturbadores. aba vuelto a e3uivocarme. :o convena desa-iarlo.

!e levant e hizo al%o 3ue resultara providencial a la hora de a-inar el dia%nstico.Tena 3ue haberlo supuesto...

:o tardara en oscurecer. bserv9 sus evoluciones con curiosidad, sin atreverme a dar un solopaso. " mis pies se hallaba la ropa, sucia 1 maloliente.


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consa%rarlo a $ios, como 9l hubiera deseado, 1 se consol con la condicin de nazirotra -orma de consa%racin al Eterno.

Es posible 3ue el hipot9tico lector de este apresurado diario no capte, en su ;ustamedida, la importancia 3ue se le daba en a3uel tiempo a una constitucin -sica sana, enespecial a los testculos. o1 sabemos 3ue, en la reproduccin, el hombre 1 la mu;erdesempe+an el mismo papel. ace dos mil a+os no era as.


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Pero el chispazo se desvaneci ante la si%uiente GrevelacinI de Kehohanan. Hstima.$urante un tiempo, olvid9 el interesante GsusurroI de la intuicin. :unca aprender9...

LKo conozco al esas...

Hlev de nuevo el dedo ndice iz3uierdo a los %ruesos labios 1 solicit silencio. e

enco% de hombros 1 a%uard9.ir a iz3uierda 1 derecha 1, ba;ando el tono de la voz, con-es, al tiempo 3uere-orzaba las palabras con un movimiento a-irmativo de cabeza?

LKo lo he visto...

"l principio no le di demasiada importancia. !upuse 3ue se re-era a su pariente le;ano,Jes@s de :azaret. "bner lo saba. Kehohanan le cont parte de la verdad? Jes@s era elhombre -uerte, el 3ue lle%ara despu9s 1 encabezara los e;9rcitos de liberacin.

e e3uivocaba...

GEllosI me lo mostraron... Es rubio... El esas es rubio, de bellos o;os 1 de a%radable

presencia...e con-undi. Jes@s no era rubio. !us o;os eran espectaculares, s, 1 tambi9n su

presencia, pero los cabellos eran de color caramelo, acasta+ados.

$ebi de notar mi perple;idad. $e 3ui9n hablabaC >tra vez GellosI. !e re-era a losnazirC

!u cabeza est en%alanada con siete coronas de oro, 1 sus cabellos, reco%idos en sietetrenzas...

$e la sorpresa pas9 a la sospecha. Estaba hablando de s mismoC ubio 1 con sietetrenzas...

Duiz su dese3uilibrio era ma1or de lo 3ue ima%inaba. El siempre haba aceptado lasversiones de =sabel 1 de ara, la prima se%unda de su madre. l crea en las visitas delGhombre luminosoI, 1 en los respectivos anuncios, aun3ue, ciertamente, en nin%uno deesos mensa;es del n%el se mencionaba al esas o hi;o de $avid.

!e trataba de otra consecuencia de su inestabilidad mentalC

L. . . K su olor Lprosi%ui, eni%mticoL, el olor de mi hi;o, es como la -ra%ancia deun campo bendecido por el !anto, bendito sea...

Ha con-usin se multiplic. "3uellas -rases no eran su1as. Ha @ltima era del F9nesis*26, 26 1 las primeras, sobre el esas rubio, -ueron proclamadas por el pro-eta

!amuel. Para ser preciso, !amuel no describa al -uturo esas, sino al 3ue lle%ara a serel re1 $avid. K tampoco escribi 3ue -uera rubio, sino rubicundo *rubio ro;izo, comoreza el primer libro de !amuel *4, 42.

K lo interro%u9, buscando una aclaracin. $e dnde haba sacado 3ue el esasreco%era el pelo en siete trenzas rubiasC Dui9n se lo mostr 1 dndeC

e precipit9, una vez ms. Kehohanan no admita de terminadas pre%untas. !lo las 3uele convenan.

:o respondi. Permaneci ausente, con la vista -i;a en la corriente del 8irn. $espu9s,ante mi desolacin, eA clam?

LNblame...O


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GTe 3uiero, ach.I

ir9 a mi alrededor, pero, l%icamente, slo percib sonidos? el murmullo plcido dela%ua, entretenida, no s9 por 3u9, entre piedras 1 matorrales, 1 el eco de las puntualesrapaces nocturnas, slo adivinadas en las paredes del 8irn.

!ent miedo. 8ue cuestin de se%undos. Prcticamente nada, pero intenso como unrelmpa%o. Present al%o 1 revis9 de nuevo mi entorno, sin alcanzar a divisar ms allde tres o cuatro metros.

$e pronto, la palabra Eli1 *Elas me devolvi al casi olvidado discurso del"nunciador.

ablaba de su dolo, Elas, el pro-eta 3ue haba vivido novecientos a+os atrs. Esta,como di%o, era otra de sus inclinaciones predilectas.


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de una cntara a otraC Era la demencia la 3ue lo impulsaba a %olpear las a%uas de losros, como hiciera Elas con su mantoC

Has sospechas se -ortalecieron. e hallaba ante un loco...

K record9 las escenas en el bos3ue de las acacias, en el vado de las G


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$e pronto, percib un silencio.

Hos ruidos nocturnos de la %ar%anta del 8irn se eAtin%uieron, como si al%uien hubieradado una orden...

NDu9 ridiculezO K por 3u9 las rapaces 1 los insectos tenan 3ue obedecer al mismo

tiempoC >bedecerC " 3ui9nC"ll no haba nadie...

Tambi9n Kehohanan interrumpi su perorata.

"3uello s me alarm. K prest9 ma1or atencin a cuanto me rodeaba. !lo adivin9matorrales en las paredes 1 en la ribera. Ha oscuridad, compacta, se a%itaba en miima%inacin, creando -i%uras irreales 3ue iban 1 venan, huidizas. > no era mi menteC

:ecesitaba dormir. "3uel hombre 1 a3uel lu%ar me estaban trastornando...

L N!ilencioOLmurmur el "nunciadorL. as odo...C

Du9 tena 3ue orC"%uc9 los sentidos 1 repas9 la maldita ne%rura. 8ue entonces cuando GoI al%oimposible? el murmullo del torrente, siempre de %uardia, siempre discreto 1 en se%undo

plano, haba cesado.

N:o poda creerloO NEl ro estaba allO Por 3u9 no oa el acostumbrado 1 l%ico rumorde sus a%uasC

N>h, $ios, me estaba volviendo locoO

Hevant9 el rostro hacia el -irmamento, no s9 si implorando clemencia. Has estrellas nime miraron...

LN!on ellosO Lproclam entre dientesL. as odoC... N !on ellosO... N an vueltoOHo eApres con tal se%uridad 3ue, instintivamente, %ir9 la cabeza a uno 1 otro lado eintent9 localizar a los intrusos.

EllosC

Has GsombrasI *C corrieron veloces entre los tamariscos.

Pero 3u9 sombrasC "ll slo haba silencio 1 tinieblas. iento? silencio, tinieblas 1miedo. 8ue entonces cuando empec9 a sentirlo...

"lar%u9 el brazo 1 me a-err9 a la Gvara de ois9sI.

Pens9 en los -elah del bos3ue del Gper-umeI. :o, los reco%edores de nueces re%resabancada da a !alem 1 ehola.

BandidosC

Tampoco tena sentido. ubieran atacado de da. !lo 9ramos dos GlocosI inde-ensos...

Hos bandidos, adems, se%@n mis noticias, se hallaban ms al este. K 3u9 malhechorera capaz de silenciar un arro1o 1 a las miles de aves e insectos 3ue colonizaban la%ar%antaC

:o supe reaccionar con -rialdad. K el miedo, como di%o, se sent a mi lado. "l.principio, tmidamente. $espu9s, con-orme rodaron los minutos, me tante 1 me

%olpe...


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" partir de esos instantes, todo -ue sin%ular 1 di-cil de ordenar, al menos en mispensamientos, a punto de nau-ra%ar.

Empec9 a eAperimentar un dulce e ineAorable sue+o, parecido al 3ue me abord laprimera noche, en la cueva uno. ice es-uerzos para mantenerme despierto. =nterro%u9 aKehohanan 1 lo anim9 a 3ue me proporcionara al%una pista sobre los individuos *C 3ue,supuestamente, G haban re%resadoI.

GEllosI Lpre%unt9&&&&, dnde estnC Dui9nes sonC

Ha respuesta -ue -ulminante. !e puso en pie 1, sin mediar palabra, salt en direccin altalud. !upon%o 3ue trep por los espolones de tierra, desapareciendo en su re-u%io. Kdi%o 3ue supon%o por3ue ni si3uiera o los pasos...

!e hallaba en la cueva dos cuando sucedi lo 3ue sucediC e;or dicho, cuandoima%ino 3ue sucedi lo 3ue sucediC Ho i%noro, sinceramente, aun3ue todo -ue posibleen a3uel manicomio...

K all permanec, sentado, con la vara entre las manos, 1 en compa+a del nuevoGvisitanteI, el miedo.

:o s9 cunto pudo prolon%arse el silencio. Para m result eterno. iraba a mialrededor, pero era in@til. Ha oscuridad se retorca 1 me haca ver lo 3ue, sin duda, slohabitaba en mi cerebroM en mi a%otado cerebro.

Empec9 a dar cabezadas. El miedo, de vez en vez, tocaba en mi hombro, 1 mesobresaltaba. $espu9s, otra vez el sue+o demoledor...

Duiz -ueran las once o las doce de la noche. Du9 importaba la horaC

Tampoco esto1 en condiciones de ase%urar, al ciento por ciento, 3ue a3uello -uera unsue+o. :o lo -ueC Dui9n sabe...

El recuerdo, eso s, es ntido. Todava me estremezco...

Entre cabezada 1 cabezada, siempre sobresaltado, me pareci ver al%o en el ne%ro 1repleto -irmamento.

NEran GlucesIO... N7nas GlucesI se desplazaban lenta mente, sin prisasO

HucesC, en el a+o 2#C

!, 3uiz -ue un sue+o...


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inolvidable noche del Jueves !anto, mientras el aestro permaneca en el huerto deFetseman, un ob;eto se aproAim al monte de los >livos. Eliseo lo capt en el radar dela nave 1 1o lo vi desde el olivar en el 3ue me ocultaba. "3uel ob;eto era controladointeli%entemente. aca estacionario, como un helicptero. !e mova a %ran velocidad 1se detena s@bitamente, sometiendo a sus pilotos a una -ortsima presin %ravitatoria.

N=nconcebble para nosotrosO N=nconcebible para el a+o )0O En un momentodeterminado, cuando el ob;eto se detuvo a cosa de cien metros sobre el calvero en el 3uese encontraba Jes@s de :azaret, un ser alto 1 de cabellos blancos apareci en escena,aproAimndose al i;o del ombre. oras despu9s, el viernes, 6 de abril, hacia las4'.0#, otro ob;eto -ue re%istrado i%ualmente en el instrumental de la GcunaI 1 observadotambi9n por este perple;o eAplorador, desde el Fl%ota. "3uel disco era enorme 1 -ue ainterponerse entre el !ol 1 la Tierra, provocando las c9lebres GtinieblasI. " las 4' horas,#6 minutos 1 )0 se%undos Lcoincidiendo con la muerte del FalileoL, la enormeGlunaI empez a moverse 1 re%res la claridad sobre Jerusal9n. Jams vi una cosai%ual...

El 24 de abril de ese mismo a+o )0, de madru%ada, cuando me hallaba en la orilla del1am o mar de Tiberades, otra GluzI, incomprensible, empez a moverse en laconstelacin de 1dra. Era un punto blanco, 1 de una ma%nitud 2,2, aproAimadamente."l cabo de un tiempo se detuvo en la constelacin de rin. K all permaneci, solapndola.

"cto se%uido, las tres GlucesI 3ue -ormaban el brazo corto de la cruz, o patibulum, sedeslizaron sin perder la -ormacin 1 -ueron a GcaerI sobre "lnita, "lnilam 1 intaa,el cinturn de la re-erida constelacin de >rin. Ha superposicin -ue simultnea 1ma%n-icamente calculada.

Percib unas %otas de sudor por las sienes. Estaba temblando...

Entonces reson de nuevo la risa de a3uel endemoniado.

Has tres GlucesI restantes se incorporaron tambi9n al bello con;unto de >rin 1ocuparon posiciones, ocultando a BellatriA, !aiph 1, -inalmente, a i%el *por esteorden. K las vi centellear.

N=ncrebleO Ko tambi9n era piloto. Ha maniobra -ue de primera clase...

Pero otra vez el ro...

$urante al%unos se%undos, suponiendo 3ue -uera capaz de cronometrar el tiempo,

re%res a mis odos el habitual rumor de las a%uas. K tambi9n las con-idencias de laslechuzas 1 los crabos, ocultos en el rama;e del bos3ue.


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El miedo se distanci, pero slo -ue una retirada aparente.

"l poco, las tres GlucesI 3ue haban ocupado el cinturn de >rin destellaron en ro;o 1empezaron a moverse. !e despe%aron de las estrellas e iniciaron un verti%inosodescenso hacia la %ar%anta en la 3ue me hallaba.

El miedo re%res..." medio camino *C *eso me pareci, las GlucesI se -undieron en una 1 prosi%uieron lacada, directamente hacia el 8irn, 1 como una bola blanca, cada vez ms enorme.

El pnico me abraz. noC

El miedo, entonces, me solt, pero continu9 sentado 1, supon%o, con la boca abierta.

una especie de Gclan%I, un sonido metlico 3ue se prolon% durante se%undos.


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"lc9 la vista hacia la cueva dos. !e hallaba a oscuras. El eAtremo de la GnieblaI, comoel -inal de una lar%a 1 %ruesa serpiente, haba abandonado la %ruta 1 se a%itaba por la

pared de la %ar%anta. K la GcabezaI de la criatura *C se situ -rente a 3uien esto escribe.!e detuvo. Ko s9 3ue me observ.

N$ios moO... Du9 era a3uelloC 7n ser vivoC

Ho vi pulsar entre -o%onazos ro;os, breves 1 silenciosos. Era ms alta 3ue 1o. $ehaberlo 3uerido, me hubiera en%ullido...

GNno temasOI

Ha voz, esta vez, proceda de la es-era luminosa 3ue permaneca esttica 1 ma;estuosasobre el ro. K el eco se propa% en el silencio...

G NalaO.. . I

> -ue en mi cabezaC

N$ios benditoO Estaba so+andoC Todava no lo s9...

Ha GnieblaI se aproAim un poco ms.


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Trat9 de incorporarme 1 lo lo%r9 con di-icultad. e senta a%otado, sin -uerzas, como 1asucedi en la aldea de !alem. !upuse 3ue la pesadilla *C no me permiti descansar. Enesos momentos no ima%in9 lo cerca 3ue estaba del desastre...

Kehohanan se volvi 1, se+alando hacia arriba con el dedo ndice iz3uierdo, %rit?

LNEllos han vueltoO$espu9s, de acuerdo con su costumbre, procedi a la recitacin de la ple%aria. K all

permaneci, en mitad del arro1o, de espaldas.

Por 3u9 hablaba de GellosIC !e re-era a los 3ue pilotaban los ob;etosC En ese caso nopoda tratarse de un sue+o...

:o 3uise pro-undizar en el asunto. i cabeza estaba a punto de estallar.

8ue entonces cuando sent a3uel dolor intenso 1 tenaz en el cuello, hombros, pecho 1muslos. K -ue tambi9n en esos primeros momentos del ;ueves, ( de noviembre, cuandorepar9 en una especie de pitido le;ano e ininterrumpido 3ue naca *C en mi cabeza. Ho

oa per-ectamente.Pero, alertado por el dolor, olvid9, momentneamente, el sonido en cuestin.

EAamin9 la t@nica. En los hombros, pecho 1 en la zona de las piernas descubr varios 1pe3ue+os ori-icios. El lino, aparentemente, haba sido 3uemado *O. !e%uinspeccionando 1 comprob9, perple;o, 3ue el dolor se deba a otras tantas 3uemaduras,mu1 reducidas 1, en principio, de primer %rado.

:o lo%r9 entender...

"3uellas manchas ro;as en la piel...


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=ma%in9 3ue se diri%a a 3uien esto escribe. El rostro se hallaba en la sombra. :o pudever los o;os. "3u9lla era otra de las actitudes habituales en el "nunciador? hablaba conla vista -i;a en cual3uier parte, menos en su interlocutor.

e sent9 al lado, sin conceder ma1or importancia a sus desplantes. Estabaacostumbrado. K me limit9 a or.

"l principio, el tono de voz -ue tan ba;o 3ue tuve problemas para averi%uar de 3u9diablos hablaba. El discurso sonaba a cantilena, montona 1 repetitiva. Pens9 3uerezaba, aun3ue ;ams lo vi recitar las ple%arias en a3uella posicin. !iempre oraba de

pie 1, a ser posible, en mitad de un la%o o de un ro.

!e e3uivoc en una pronunciacin. Ech marcha atrs, e inici de nuevo el discurso."s -ue cada vez 3ue se e3uivocaba, o 3ue 9l estimaba 3ue una palabra no era en tonadaen la -orma conveniente.

onestamente, lo interpret9 como otra mani-estacin de su dese3uilibrio.

"l poco, tras un par de repeticiones, cre saber a 3u9 se re-era. Kehohanan contaba lahistoria de un raz o misterio 3ue 9l mismo, al parecer, haba prota%onizado. Ho se%ucon inter9s durante un rato. $espu9s, convencido de su demencia, no hice demasiadocaso. !e trataba de otro de sus deliriosC "hora, despu9s de haber sido testi%o de lo 3ue-ui, me arrepiento. Tena 3ue haberle prestado ms atencin...

Pero las cosas son como son 1 no como 3uisi9ramos.

Esto es lo 3ue recuerdo del monlo%o, ordenado cronol%icamente?

!ucedi Lse%@n KehohananL en el invierno del a+o 22, en el mes de isl9u*noviembre&diciembre, cuando se encontraba en la torrentera 3ue llam \eelim*probable mente entre la meseta de asada 1 el oasis de En Fedi, en la costa occidental

del mar uerto. !e%@n mis clculos, 1 de acuerdo a lo ledo en las GmemoriasI de"btier, -ue en a%osto de ese mismo a+o cuando el "nunciador, tras la muerte de sumadre, =sabel, decidi retirarse a lo ms pro-undo del desierto de Jud. $on las ove;asa la comunidad nazir de la citada aldea de En Fedi 1 empez a madurar un plan deGcon3uista del reinoI. Tena veintiocho a+os.

8ue en el re-erido Vadi o cauce seco del \eelim, a cosa de tres ilmetros al norte deasada, 1 a unos dieciocho de la comuna nazir, en lo ms abrupto 1 calcinado deldesierto, donde el -uturo "nunciador -ue testi%o del primer raz? una serie de G-ue%osinteli%entesI 3ue, se%@n la cantilena, iban 1 venan durante las noches. e record lashistorias 3ue circularon entre los vecinos del Ganantial de la /i+aI, el pueblo natal deKehohanan, poco antes de su nacimiento. En a3uel tiempo, unas es-eras luminosas *C,

pe3ue+as 1 veloces, aterrorizaron a hombres 1 animales. Entraban 1 salan de las casas,atravesando, incluso, los muros. En opinin de muchos, -ue una se+al. "l%o estaba a

punto de ocurrirM al%o GdivinoI, 3uiz una catstro-e. K los sabios 1 doctores de la He1hicieron hitpa *pro-etizaron, proporcionando toda suerte de vaticiniosM una de esas

pro-ecas -ue el inminente nacimiento del esas...

Kehohanan llam a las luces Galmas muertasI *ne-es metah. :o intent9 pre%untar. :olo habra consentido. Es ms? no me hubiera odo. !e trataba de otra supersticin, alestilo de las GsombrasI 3ue habitaban el seol . Para otros, las Gluces o -ue%os vivientesIeran la encarnacin de Hilit, uno de los peores demoniosM por supuesto, de naturaleza-emenina. Escuch9 versiones para todos los %ustos. Ha ms eAtendida ase%uraba 3ue

Hilit se ven%aba de los humanos succionando la san%re de los animales 1 haciendodesaparecer a los ni+os.


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"3uellas GlucesI, si no entend mal, permanecieron en las proAimidades de Kehohanandurante el tiempo 3ue vivi en soledad, en el citado desierto de JudM un lu%ar inhspito,apenas visitado por pastores 1 bandidos, 1 3ue tendra ocasin de recorrer en sumomento.

K record9 la alusin de "bner, el lu%arteniente del "nunciador, a determinados sucesos,3ue cali-ic de GeAtraordinariosI, 1 3ue, al parecer, se re%istraron en los dos a+os 1medio de permanencia en los pedre%ales 1 barrancas de Jud.

Empec9 a dudar. >bserv G-ue%os inteli%entesI durante treinta mesesC "3uello notena ni pies ni cabeza...

$espu9s, ba;ando de nuevo el tono de voz, eAclam?

L NEllos me visitaronO

K el inter9s se reaviv en 3uien esto escribe. >tra vez GellosI. " 3u9 se re-eraC Por3u9 lo repeta con tanta -recuenciaC Ho haba mencionado esa misma ma+ana, antes deentrar en el arro1o?

G NEllos han vueltoOI


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L NEllos me visitaronO... Ne reclamaronO

El "nunciador repiti la descripcin de los seres 3ue vio Eze3uiel en las cercanas delRebar, el ro o canal 3ue eAista en la ciudad babilnica de :ippur. !upuse 3ue conocael teAto 1 3ue, en su locura, se limitaba a hacerlo su1o.

!eres no humanos en el desierto de JudC


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K -ue una de esas ha11ot o GvivientesI Lprosi%ui sin inmutarseL la 3ue leproporcion el barril de colores. "bner habl del inter9s de Kehohanan por las abe;as,nacido, ;ustamente, durante su estancia en el desierto, pero ;ams mencion 3ue lacolmena ambulante le hubiera sido entre%ada por el !anto o por sus Gn%elesI *O.

"3uello era i%ualmente absurdo. Ha colmena, en mi opinin, no tena nada de particular.

LK el hombre&abe;a La+adiL puso en mis manos el %ran secreto del !anto, benditosea su nombre...

"h ces la recitacin. K acarici de nuevo el saco ne%ro 3ue sostena en el re%azo.

ombre&abe;aC $e 3u9 hablabaC

Ha supuesta 1 en9sima -antasa del "nunciador 3ued rele%ada a un se%undo t9rminocuando repiti la eApresin G%ran secreto del !antoI, 1 con especial 9n-asis.


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K el pitido en el interior de mi cabeza se hizo ms intenso. !upuse 3ue el nivel deaudicin se elev, como consecuencia del silencio reinante...

Pero, ante mi sorpresa, retir la mano del saco, 1 volvi a cubrirse con el GchalI de pelohumano.

Tem 3ue se hubiera arrepentido. Du9 error comet esta vezCLTe lo mostrar9 LeAplicL, pero antes, cumple con el ritual. NPuri-cateO

K se+al las a%uas del arro1o.

" 3u9 ritual se re-eraC Por 3u9 deba puri-icarmeC epiti el %esto 1 endureci elsemblante. :o pre%unt9. Estaba claro 3ue, si deseaba contemplar el GsecretoI del"nunciador, tena 3ue someterme a su voluntad. Hos ;udos acostumbraban a puri-icarseantes de la cena del shabbat, despu9s de las curaciones 1 del acto seAual 1 a lo lar%o dedeterminadas -iestas. !e%@n las retorcidas le1es mosaicas, haba cientos de ocasiones enlas 3ue hombre 1 mu;er contraan impureza *pecado. Eso si%ni-icaba, adems desatis-acer un dinero al Templo, un obli%ado ba+o, a ser posible en la mi3v9 o piscinaritual ms prAima *un ba+o por el 3ue tambi9n abonaban una cantidad.

:o era mi caso. :i si3uiera era ;udo. Kehohanan lo saba. !inceramente, no comprend,pero obedec.

e introdu;e en la corriente 1 de;9 3ue las a%uas me Gpuri-icaranI.

Du9 era lo 3ue 3uera mostrarmeC Por 3u9 4e otor%aba un carcter sa%radoC El mehaba puesto en su caminoC =ma%in9 3ue hablaba de Kav9... Para advertir a Jes@s de

:azaretC Kehohanan sospechaba, o saba, 3ue este eAplorador volvera a verlo, pero3u9 tena 3ue ver la advertencia con el contenido del maldito sacoC Por 3u9 debarecordarloC

El a%ua me alivi e, impaciente, me reun de nuevo con 9l.

:o retir el talith. Ha actitud de reverencia, hacia lo 3ue se dispona a desvelar, aumentla curiosidad de 3uien esto escribe 1 -ortaleci mis sospechas? el "nunciador padecaal%@n tipo de trastorno mental.


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Ha piel se hallaba pulcramente anudada a una vara de casi un metro de lon%itud, sobre la3ue se enrollaba. "parentemente, a ;uz%ar por el aspecto eAterior, no tena nada deeAtraordinario 1, mucho menos, de sa%rado. :oen tenda el por3u9 del chal sobre lacabeza 1 los hombros 1, menos a@n, el por3u9 de las l%rimas. Era una piel de animal,

probablemente de asno salva;e, preparada a la vie;a usanza. e e3uivocaba,

naturalmente...$e pronto, tan s@bitamente como sur%i, as ces el llanto.

/olvi a besar el per%amino 1 me lo mostr.

tra vez los tres crculosO

El primero, 1 central, se hallaba inte%rado por una estrella de seis puntas 1 una serie den@meros, en hebreo, 3ue rodeaban dicha estrella. En el corazn del heAa%rama, en unade las variantes del hebreo, se lea? G$el EternoI o G$e Kav9I *tambi9n podratraducirse como G!u1oI o G$e EllosI.

emoric9 lo 3ue tena ante m. El instinto me advirti. Poda ser importante...


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G$el EternoI eran las @nicas letras bordadas. :o pude tocarlas Lno en esos momentosL, pero me pareci 3ue haban sido elaboradas con hilos de oro. Eran per-ectas.Brillaban con los @ltimos ra1os del sol.

Tom9 el n@mero situado a mis GdoceI *se%@n el len%ua;e habitual aeronutico comore-erencia principal. " partir de dicho n@mero, si%uiendo el movimiento de las a%u;asdel relo;, se lea la si%uiente secuencia? 4 0 ' 0 2 0 ) 0 2 0 2 0. Hos GcerosI -ueron

pintados en ro;o, a eAcepcin del @ltimo, el 3ue se hallaba ubicado Ga mis onceI, 3uepresentaba un color ne%ro azabache, al i%ual 3ue los re-eridos G4 ' 2 ) 2 2I.

!alvo la 1a citada traduccin LG$el EternoIL, el resto, como di%o, no si%ni-ic nadapara 3uien esto escribe. :ecesitara un tiempo para comprender 3ue Ga3uelloI era mscomple;o de lo 3ue pareca...

El se%undo GcrculoI *C lo -ormaba una -rase *C, en hebreo, tambi9n en ne%ro. $eca?Ge a3u 3ue os mandar9 a Eli1 antes de 3ue ven%a a3uel da %rande 1 terrible.Iecuerdo 3ue tuve di-icultades para leerla por3ue no estaba claro dnde arrancaba elteAto 1 dnde terminaba. Era como un GtodoI, como una GruedaI, sin principio ni -inalaparentes.

GEli1I *Elas -ue una pista decisiva. El teAto perteneca al versculo 2) del captulo )de ala3uas.

ala3uas ), 2)...

7na tercera Gcircun-erenciaI completaba el eni%ma. Ha -ormaba un %rupo de estrellas*alrededor de cuarenta o cincuenta Len esos momentos no las cont9L, en ro;o, comolos cinco crculos 3ue rodeaban la estrella central. Eran ms pe3ue+as 3ue la 3ueocupaba el primer crculo.

8inalmente, del smbolo central *C partan cinco lar%as lneas, en ne%ro, 3ue sepro1ectaban ms all del @ltimo crculo. Estas lneas eran rematadas por otras estrellas.sas s las cont9. !umaban ocho, id9nticas en tama+o 1 -orma a las cuarenta ocincuenta. 8ueron dibu;adas en color ne%ro.

K la intuicin me previno. G"3uelloI, lo 3ue -uera, no era obra de Kehohanan. :o supepor 3u9, pero lo supe...

G"3uelloI, aparentemente, superaba la -r%il 1, en cierto modo, in-antil mente del"nunciador.

Pero tendra 3ue esperar un tiempo, como deca, para descubrirlo.

Kehohanan, entonces, me dio su versin. El per%amino, se%@n sus luces, contena elGplan de ata3ueI del Eterno, el da %rande 1 terrible, el momento de la ven%anzadivina...

K procedi a eAplicar los GdetallesI del dibu;o?

G$e Kav9I partiran cinco e;9rcitos *las cinco lneas ne%ras 3ue nacan en lasproAimidades de la estrella de seis puntas. Esos cinco e;9rcitos se reuniran enJerusal9n, ba;o las rdenes del propio Kehohanan, de "braham, de =saac, de Jacob 1,3uiz, de ois9s. El "nunciador mostr ciertas dudas. :o saba si ese 3uinto e;9rcitodebera ser diri%ido por el GPastor 8ielI, como llam a ois9s, o por al%uno de susdiscpulos. K me se+al con el dedo. GEn ese caso Lprosi%uiL, si uno de los treinta 1seis ;ustos manda el 3uinto e;9rcito, ois9s bailar a la cabeza de los 4'2.)22 hombres*todos ;udos, naturalmente 3ue -ormarn ese e;9rcito de liberacin.I


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Dued9 estupe-acto, una vez ms.

N"3u9l era su secretoO

K 3uien esto escribe, al parecer, -ormara parte de la G%loria del JustoI. Por eso mearrastr hasta su escondite, en el 8irn.

Ha situacin empez a superarme...Pero Kehohanan, entusiasmado, continu con el GplanI?

Era preciso reunir a los 1a citados 4'2.)22 combatientes. El tiempo estaba prAimo. :opodan descuidarse. GElas 1a estaba en la Tierra.I El esas tambi9n, pero escondido,a%uardando su hora. Era importante coordinar los movimientos. Era vital 3ue Jes@s, su

primo le;ano, estuviera al corriente de este plan divino, trazado por el !anto. Pero Jes@sno responda a los avisos del "nunciador. Este silencio lo tena ciertamente con-uso, 1dudaba del papel del Falileo como esas libertador Ko debera trasladarle los deseosde Kehohanan. El aestro tena 3ue reunirse con el "nunciador a la ma1or brevedad. lle mostrara el per%amino de la victoria, entre%ado LinsistiL por una de las ha11ot.

K por 3u9 4'2.)22C

Kehohanan se+al los n@meros 1 a-irm, rotundo, 3ue eso era lo re3uerido por el !anto.GEso era lo 3ue se lea alrededor de la estrella. I

! 1 no.

Esa era una lectura, pero haba otras, dependiendo del d%ito por el 3ue se arrancase...

En esos momentos me vino a la memoria el "pocalipsis. Tambi9n all se habla de unaci-ra? 4''.000 marcados con el sello de $ios. $esestim9 la idea. El n@mero apuntado

por Kehohanan era di-erente 1, adems, en a3uellas -echas, a+o 2#, el supuesto teAto de

Juan, el Evan%elista, no haba sido escrito. Hos eApertos admiten 3ue pudo sercompuesto alrededor del a+o 5#, en el reinado de $omiciano, o 3uiz antes, ba;o elimperio de :ern. Kehohanan muri sin conocer dicho teAto.

Ha coincidencia *C, sin embar%o, me de; pensativo. Por supuesto, no me atrev acontradecirle.

$espu9s, se%@n la inestable mente del "nunciador, los cinco e;9rcitos avanzaranvictoriosos, con3uistando la tierra santa de =srael. Has batallas contra los ittim*romanos 1 sus aliados, los impos, llevaran a los ;ustos, primero a la -rontera de sunacin *el crculo -ormado por el versculo de ala3uas, 1 despu9s a los con-ines de laTierra *el crculo de las estrellas en ro;o. K los ;ustos, con Kehohanan 1 los patriarcas a

la cabeza, arro;aran al mar oscuro a los malvados 1 recuperaran la !einah o $ivinaPresencia. Entonces se presentara el Hibertador. Ho hara en la Falilea. "ll tendralu%ar su primer mila%ro...

Kehohanan interrumpi el ardoroso discurso 1 pre%unt?

L!e encuentra tan deprimido como dice =saasC

K sin esperar respuesta, recit los versculos ' 1 # del captulo #) del mencionado=saas, pero, como siempre, a su aire?

LPor3ue est escrito? 9l est trastornado por los pecados de su pueblo, por nuestroscrmenes, deprimido por nuestros pecados... El car%ar tambi9n con todas nuestras

en-ermedades..."%uard, impaciente.


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=ma%in9 3ue se re-era a Jes@s de :azaret.

L:o s9 Limprovis9 como pudeL, hace tiempo 3ue no lo veo...

Por supuesto, Jes@s no tena nada 3ue ver con el esas dibu;ado por =saas. El aestro,3ue 1o supiera, no estaba trastornado por los pecados de nadie, 1 mucho menos

deprimido. Eso eran ima%inaciones del "nunciador. Kehohanan no saba prcticamentenada sobre el i;o del ombre. Es ms? como 1a he re-erido en otras p%inas de esteapresurado diario, su concepto de $ios 1 de la misin del aestro en la Tierra eranopuestos a los del Falileo. "3uel hombre tampoco entendi, aun3ue -ue menosresponsable 3ue otros...

K re%res a su interpretacin del per%amino.

Hlam mi atencin sobre la estrella central 1 ase%ur 3ue, cuarenta das despu9s de laaparicin del esas, el mundo entero 3uedara sobreco%ido ante la presencia en loscielos de una estrella esplendorosa 1 de m@ltiples colores. G"manecer por el oriente 1ser atacada por otras estrellas ms pe3ue+as, siempre de siete en siete.I

$esliz el dedo hacia el crculo eAterior 1 acarici las estrellas en ro;o.


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-irmamento en ms de mil 3uinientos a+os de marcha *caminando, claro est. Paralle%ar de la Tierra al cielo ms cercano LdecanL se necesitaban, como mnimo, otros3uinientos a+os de caminata, sin descansos. Ho 3ue no acertaban a describir era cmocaminar por el aire... K se re-u%iaban, obviamente, en la potestad de los ;ustos parahacer el prodi%io de lle%ar a cada uno de los siete cielos *siete cielos por3ue las

!a%radas Escrituras utilizan siete t9rminos distintos para la misma desi%nacin. Hosimpos no dis-rutaban de esa Gvirtud de volarI. Por eso nunca eran vistos en nin%uno delos cielos. "s pensaba el "nunciador...

especto a la %eo%ra-a, nacida tambi9n de los libros o rollos sa%rados, losconocimientos de los ;udos eran i%ualmente precarios 1 errneos. Ha Tierra *"ra3 eraun plano circular, como pretenda =saas *`H, 22, totalmente rodeado de a%ua *as lore-iere el Eroub, ``==, b. Kav9 presida ese GdiscoI, como reza el libro de losProverbios *(, 26? G


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esposa, est9ril, se%@n la concepcin machista de los ;udos, 1, en -in, sobre el por3u9 desu renuncia a la GpensinI estipulada por la He1, 1 a la 3ue tena derecho como hi;o desacerdote.

:o aclar nin%una de las dudas, a eAcepcin de la @ltima, sobre los honorarios 3ue de;de percibir.

L NKo so1 de ElO... N:o necesito de esos bastardos del TemploO

ensa;e recibido.

Entonces -ue 9l 3uien pre%unt?

L


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:o siempre se dis-rutaba en a3uella aventura...

Estaba decidido. "l da si%uiente, con el alba, me presentara en !alem. $espu9s,:ahum. Hos echaba de menos, a todos...

"br las %ranadas 1 sabore9 el -ruto. GTiempo cortoI me re%al lo 3ue llamaban %ranada

GblancaI, de %ranos casi transparentes, mu1 dulces, 1 %ranada Gza-arI, de %ranoscuadrados, de un ro;o apa%ado, e i%ualmente sabrosos.

Entonces se present a3uel dolor de cabeza, al principio distante, como un lobo. :oprest9 demasiada atencin. Has 3uemaduras eran ms molestas...

N$ios moO e hallaba al -ilo del precipicio. bserv las %ranadas 1 pre%unt?

L as contado los %ranosC

Permanec en silencio, perple;o, tratando de resolver el por3u9 de la absurda cuestin.

L:o Lrepli3u9, sin saber cules eran sus intencionesL, nunca lo ha%o. e limito acomerlos...

El sol se haba despedido, pero lle%u9 a captar una mueca de arro%ancia en su rostro.!e%ua siendo el de siempre...

L Por 3u9 tendra 3ue contarlosC Linsist, curioso.

L :o has aprendido 3ue el !anto, bendito sea, habla con se+alesC

!e cubri con el talith de cabello humano 1 se introdu;o en el arro1. "ll, con lasmanos en alto, inici la tercera 1 obli%ada recitacin de las !emoneh esreh, lasdiecinueve ple%arias. Era el -inal del da para 9l. $espu9s, supuse, tomara la miel 1 seretirara a la cueva.

Era el momento para proporcionarle los GnemosI. $ispona del tiempo ;usto para vaciarla ampollita de barro en el cuenco de madera.

K as lo hice.

El "nunciador se%ua en mitad de la corriente, clamando en la penumbra como un-antasma, con la vista -i;a en los cielos. Esto1 se%uro de 3ue no repar en la maniobra.

!e+alesC Du9 3uiso decirC ablaba $ios a trav9s de los %ranos de una %ranadaC

$e-initivamente, Kehohanan no estaba en sus cabales...

K, como un per-ecto est@pido, eAamin9 el -ruto de una de las %ranadas.


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leves %emidos. Era uno de los escasos momentos de placer para el hombre de lasGpupilasI ro;as. :o s9 si el @nico.

epiti la operacin hasta casi a%otar el contenido del cuenco. K se relami los dedos,como un ni+o.

Ho observ9, nervioso 1 eApectante. Hos GnemosI no tardaran en actuar. $ebaprepararme...

"l concluir la cena, el "nunciador repiti la pre%unta?

LHos has contadoC

:e%u9 con la cabeza.

L$eberas... El habla as... l respira n@meros...

8ue lo @ltimo 3ue di;o.


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dese3uilibrio mental 1, por @ltimo, 1 no menos interesante, localizar los centrosGarchivadoresI de la memoria declarativa, 3ue re@ne, entre otros elementos, la aut9nticaGbio%ra-asG de la persona *todos sus recuerdos, da a da. !obre el primer asunto,como 1a he re-erido abundantemente, tenamos serias sospechas. El se%undo, a nivel

personal, resultaba ms atractivo. Hos militares lo han practicado en muchas

oportunidades, aun3ue si%ue siendo alto secreto. Para nosotros, en cambio, era laprimera vez 3ue lo intentbamos. ace a+os 3ue los laboratorios han ido desci-rando elpor3u9 de los sue+os. El llamado GEI, o Gparad;icoI, en el 3ue aparecen lasenso+aciones, es mucho ms de lo 3ue se crea. $urante la noche, la totalidad de losmam-eros sue+a en E, a eAcepcin del del-n 1 del oso hormi%uero. " los noventaminutos de 3uedar dormida, la persona entra en la -ase E 1 sue+a. Esas enso+aciones

pueden prolon%arse entre cinco 1 veinte minutos. En total, a lo lar%o de la noche, la -aseE se prolon%a durante cien minutos, ms o menos. Pues bien, los cient-icoscomprobaron 3ue, %racias a dichas enso+aciones, el cerebro act@a como un eAcelenteGbibliotecarioI, seleccionando las vivencias del da 3ue merece la pena %uardar 1GarchivndolasI en reas espec-icas de la masa cerebral. Todo era cuestin de eAplorar

los sue+os 1 hacer un se%uimiento de los E. "l terminar cada -ase de enso+acin, lasGvivencias indultadasI son depositadas *archivadas en redes neuronales concretas 1 all

permanecen. " veces se olvidan 1, en ocasiones, salen a -lote 1 son recordadas. !e tratadel %ran GtesoroI humano, lo ms valioso, la aut9ntica verdad de cada persona. Ho 3ueel cerebro decide conservar no tiene doblez ni en%a+o. :o tendra sentido. Es laGbio%ra-aI de cada hombre 1 de cada mu;er, en su estado mas puro Tener la capacidadde abrir ese GarchivoI es contemplar la vida completa de un ser humano, incluido su

periodo -etal Hos GnemosI estaban dise+ados de -orma 3ue, una vez descubiertos losGarchivosI, 9stos eran GledosI 1 transmitidos a velocidades 3ue oscilaban entre cinco 1diez me%abits por se%undo. G!anta


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Has nubes, espesas, -ueron adue+ndose de la %ar%anta. K las estrellas, una tras otra,hu1eron. 8ue como un presentimiento. h, $iosO, me estaba volviendo loco...

Ho%r9 conciliar el sue+o dos o tres veces, siempre brevemente, siempre a%itado...K tuve pesadillas. En una de ellas vi cinco e;9rcitos. El "nunciador acaudillaba uno delos %rupos. Peleaban contra 4'2.)22 GnemosI. NKo era uno de los s3uidsO " mi lado sehallaba el -iel Resil 1 tambi9n Bel%a, el misterioso persona;e 3ue nos acompa+ en elcamino por el valle del Jordn. NTodos eran GnemosIO NTodos pelebamos contra los

;ustosO $e pronto, en mitad de la batalla, las mazas 1 espadas de los ;udos ca1eronsobre Resil, el siervo, 1 lo destrozaron. Eliseo, del lado de Kehohanan, rea 1 rea...Duise matarlo, pero "ru, el ne%ro tatuado del an de "ssi, 1 Ku, el carpintero 1 ;e-e delastillero de :ahum, me lo impidieron. K %ritaban? GNEs su $estinoOI Entonces la vi. !ehallaba en mitad de los cinco e;9rcitos. Brillaba. Era mu1 hermosa. NEra achO K los

;ustos, al verla, proclamaban? GNEs la !einahO... NEs la $ivina PresenciaO... N"brid pasoa la !einahOI

Ella lle% hasta Eliseo 1 le sonri. $espu9s me mir 1 supe 3ue me amaba. Duisedecrselo. Duise aproAimarme 1 anunciarle 3ue 1o tambi9n la amaba, desde el primerda 3ue la vi. Trat9 de %ritar. Estaba en el bando e3uivocado. :osotros 9ramos los

;ustos...

:o pude.

K ella continu mirndome. !u luz me ce%.

Entonces despert9, sobresaltado. Ha tormenta acababa de estallar. K las chispas

el9ctricas se sucedieron, iluminando la %ar%anta 1 enco%iendo, un poco ms, midesolado corazn.


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Empec9 a sudar. 8ue un sudor -ro...

e asom9 a la boca de la cueva 1, entre descar%as, comprob9 3ue el %i%ante de las sietetrenzas no se hallaba en el lu%ar en el 3ue lo haba de;ado. 8ui incapaz de calcular lahora. Duiz los truenos, mu1 prAimos, o 3uiz la lluvia, lo despertaron.

$edu;e 3ue trep por los espolones de tierra 1 3ue se hallaba en la %ruta dos, a escasadistancia de 3uien esto escribe.

Ho vera a la ma+ana si%uiente. Eso pens9.

/olv a e3uivocarme...


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DEL ' DE NOVIE!BRE AL DE DICIE!BRE

"l alba, vomit9.

Hlova con -uerza.

K al sudor -ro, 1 al tormento del dolor de cabeza, se unieron el v9rti%o 1 la ansiedad. Hacueva empez a %irar 1 1o, plido, permanec inmvil, a-errado a la Gvara de ois9sI.

Duise pensar. Du9 me sucedaC

K, sin 3uerer, me vino a la mente la ima%en de Eliseo, mi compa+ero, al en-ermar en$ami1a. e haba intoAicadoC

=ntu el peli%ro. 8uera lo 3ue -uera, no era bueno 3ue permaneciera solo.

e alc9 1, como pude, lle%u9 hasta la boca de la %ruta. >tra oleada de vmitos medetuvo. "l percibir san%re entre los restos de la cena, el sudor se hizo ms abundante. K

tembl9 de miedo.e arrastr9 hasta la cueva del "nunciador. aba desaparecido. Duiz tom el caminohabitual, a%uas arriba.

Tena 3ue hallarlo. Duiz 9l pudiera socorrerme. Ka lo hizo en dos ocasiones. He debala vida...

K descalzo, con la cabeza a punto de estallar, empapado por la cortina de a%ua 1 con elpaisa;e %irando en mi cerebro, lo%r9 entrar en el 8irn. !lo tena 3ue avanzar por elcentro de la corriente. Duiz Kehohanan apareciera en uno de los recodos.

He ro%ara, le suplicara...

$eba a1udarme a retornar a !alem. h, $ios, de nuevo el $estinoO l, probablemente, me situ en la direccin correcta.


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Es posible 3ue -ueran las siete de la ma+ana de a3uel viernes, 5 de noviembre del a+o2#. " partir de esos momentos, 1 por espacio de cinco semanas, no supe 3ui9n era, nidnde me hallaba, ni por 3u9. Ho 3ue he reconstruido de ese tiempo ne%ro 1 terrible sedebe a las in-ormaciones 3ue recab9 a partir del domin%o, 4 de diciembre, cuando el$estino me permiti recuperar mi identidad.

Has sombras 3ue vi saltar al 8irn eran mis ami%os, los -elah de !alem 1 ehola. Ellosme descubrieron cuando avanzaba, entre cadas, por el torrente. Ellos atraparon elca1ado 1 car%aron el cuerpo desma1ado de este eAplorador en uno de los ona%ros,trasladndome de inmediato a la casa de "b !a@l, en la re-erida aldea de !alem. 8ue elsolcito 1 providencial !aah, GTiempo cortoI, 3uien me salv la vida...

K -ueron tambi9n los ancianos !a@l 1 Jai, su esposa, 3uienes se hicieron car%o de estemaltrecho 1, sobre todo, desamparado eAplorador. Todos contribu1eron LN1 de 3u9-ormaOL para 3ue pudiera mantenerme vivo. "l comprender lo sucedido, al deducir 3uehaba perdido la memoria declarativa *la 3ue conserva los recuerdos a corto 1 lar%o

plazo, el terror -ue a@n ma1or. Du9 habra sido de mi si la amnesia se hubiera

presentado en plena b@s3ueda del "nunciadorC $nde habra ido a pararC:ecesit9 tres das para recuperar el conocimiento. Ha %ente de !alem no supo 3u9 hacer."l despertar, mis 3ueridos an-itriones me colmaron de cari+o. Ko, sin embar%o,reaccion9 asustado. :o saba 3ui9nes eran !a@l 1 Jai. Por ms 3ue hablaron 1eAplicaron, no supe 3u9 lu%ar era a3u9l, ni por 3u9 me encontraba all. Pero lo msdramtico es 3ue, en esos treinta 1 seis das, no alcanc9 a descubrir una sola pista sobremi personalidad, mi -amilia 1 mi traba;o. :o supe 3ui9n era Jes@s de :azaret, nitampoco Eliseo, ni Jasn de Tesalnica...

e hallaba total 1 absolutamente desorientado, tanto en el tiempo como en el espacio.

!e%@n Jai, 3uien esto escribe pasaba buena parte del da en silencio, pendiente delcielo. Toda mi vida se redu;o a ver pasar el sol 1 las nubes, a trav9s de una de lasventanas de la casa de "b !a@l. En ocasiones, no muchas, rea 1 rea, sin sentido.ablaba en una len%ua eAtra+a *probablemente en in%l9s 1 con-unda al anciano !a@lcon un tal


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N$ios moO

K 3u9 suceda con nuestros pro1ectosC "mbos, creo, estbamos entusiasmados. Haaventura apenas haba arrancado. El aestro nos esperaba. Naba tanto por ver, tanto

por aprenderO :o sabamos nada de su vida p@blica...

Entonces se produ;o la pelea. Ha intuicin, en voz ba;a, recomend nimo. El eraprioritario. El a%uardaba. l nos prote%era...

Ha razn intervino a continuacin e intent demoler los sabios conse;os. EraeAtremadamente peli%roso. Podamos 3uedar invlidos, aislados o muertos 1 en unGahoraI a;eno al 3ue nos corresponda. !i esto lle%aba a suceder, adis a todo. :adierecibira la in-ormacin acumulada hasta ese instanteM una in-ormacin incompleta, perodemasiado valiosa...

Jai me vio pelear conmi%o mismo. Pero, prudente 1 amorosa, se limit a sonrer. 7nanueva Gcatstro-eI estaba a punto de ocurrir

Era evidente 3ue no haba aprendido nada. l solicit con-ianza en el ermn, 1tambi9n despu9s.

G


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Jai, la G/ivienteI, suspir 1 conclu1 la enso+acin?

L=ntent9 detener al anciano. Ha vara era tu1a. :o tena derecho a llevrsela... Entonces,"b !a@l se interpuso. "bri la puerta 1, amablemente, lo invit a se%uir su camino, altiempo 3ue susurraba? G$e;a 3ue cumpla lo 3ue est escrito... El mismo lo dispuso as...$e;a 3ue el $estino ha%a su traba;o.I

8in del sue+o *C.

"l poco, ante la sorpresa 1 desesperacin de la mu;er, 3uien esto escribe re%res, tomla Gvara de ois9sI 1 se perdi en la noche de !alem. K recuerdo las l%rimas de Jai 1las palabras del rab, aconse;ando a su esposa 3ue de;ara hacer al $estino.

N"sombrosoO

Parte del sue+o pareca haberse cumplido. Pero 3ui9n era GRIC

Traste9 en la memoria 1 no obtuve respuesta. GRI no tena si%ni-icado para m. Enhebreo 1 arameo, GeI 1 GaI -orman una partcula inseparable, con di-erentes

si%ni-icados? Gcomo, i%ual 3ue, se%@n 1 cerca deI, entre otros."l%@n tiempo despu9s comprend. 8ue el aestro 3uien despe; la duda...

GRI eAista, naturalmente.

=nterro%u9 a Jai sobre los detalles del Gsue+oI, en especial sobre los dos hombres 3ueidenti-ic como GJasnI, el vie;o 1 el ;oven. Ha coincidencia me desconcert. En otrosmomentos de esta aventura, al%unos de los persona;es con los 3ue lle%u9 a coincidirase%uraron haber conocido a un Jasn anciano.


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K comprend las alusiones al Ganciano JasnI, -ormuladas por al%unos de los 3uerodearon al aestro, 1 a lo lar%o de nuestro primer GsaltoI en el tiempo, en el a+o )0 denuestra era. Parado;as del $estino. 8ui ;oven despu9s de ser Gvie;oI.

:o pre%untaron, ni 1o eApli3u9. :o tena sentido. "mbos lo atribu1eron Ga mispenalidadesI. :o era la primera vez 3ue al%uien Genve;ecaI de un da para otro. "b!a@l conoca casos, especialmente entre los condenados a muerte.

Por -ortuna, el aparatoso Genve;ecimientoI no se vio acompa+ado por una disminucinde las -uerzas o por una cada de la memoria. Todo lo contrario. Poco a poco recuper9 eltemple, 1 el abatimiento de a3uellas semanas se dulci-ic. K sucedi al%o 3ue tampocoestaba previsto, l%icamente...

:i Eliseo ni 3uien esto escribe acertamos a desvelar lo ocurrido. 8ue otro misterio,relacionado, posiblemente, con los e-ectos de las sucesivas inversiones de masa. imemoria siempre -ue eAcelente. En el ar%ot m9dico, esa notable capacidad para retenerteAtos, im%enes, n@meros o conversaciones recibe el nombre de hipermnesia. Esa -ueotra de las razones por la 3ue -ui seleccionado para este pro1ecto. Pues bien, a raz deese 4 de diciembre del a+o 2#, mi hipermnesia se increment, convirti9ndose en un-enmeno 3ue podra aproAimarse a lo 3ue los especialistas llaman Gmemoria

panormicaI, una supermemoria, en la 3ue el caudal mn9sico eAperiment una bruscaactualizacin. !i lo deseaba, lo vivido hasta esos momentos apareca en el cerebro, 1con todo lu;o de detalles. :o importaba la anti%]edad del recuerdo.

Toda una suerte, o una des%racia, se%@n se mire...

Pero supe aprovechar esta nueva condicin de la memoria. $e re%reso al avid, repas9cuanto haba escrito 1 redonde9 las vivencias. Jes@s de :azaret 1 el presente diario-ueron los %randes bene-iciados.

El resto de la ;ornada lo dedi3u9 a conversar con mis salvadores, 1 a ponerme al da.:o deba lamentarme. " pesar de haber perdido el @ltimo par de sandaliasGelectrnicasI, 1 casi la vida, el $estino -ue benevolente, una vez ms. Duera retornara :ahum. :ecesitaba verlos...

e reconoceranC


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DEL * AL +, DE DICIE!BRE

Tambi9n -ue un Gmila%roI.


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K "bner 1 el resto de los discpulos comentaron?

L/einte es a-ortunado. /a a donde nadie ha ido...

LHo siento Lrepli3u9, sin saber 3u9 decirL. :o puedo...


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Gonce la%unasI, cuando descendamos por la senda del Jordn, 1 3ue tambi9n puso en%rave peli%ro la vida de mi compa+ero, Eliseo.

L:o comprendo LinsistiL, 3u9 te ha sucedidoC ace unos das...

He hice ver 3ue no era el momento. Ka hablaramos. Ko tampoco pre%unt9. Ho cierto es

3ue lo%r sus propsitos? conoci al "nunciador 1, supuse, averi%u si el %i%ante de lassiete trenzas era se%uidor del dios itra.

ecordaba bien su pasin por el mitracismo. l era un miles o G%uerreroI, uno de losestadios de iniciacin de esta reli%in oriental. K 3ued9 con-uso. "l%o no enca;a ba.Kehohanan no tena nada 3ue ver con itra. Entonces, por 3u9 Bel%a haba solicitadoel in%reso en el %rupoC

" no ser 3ue tuviera otras intenciones...

Ha si%uiente sorpresa se produ;o cuando "bner pronunci los nombres de doshermanos. Eran, prcticamente, unos reci9n lle%ados. !e incorporaron en ese mes deisl9u *diciembre, cuando este eAplorador trataba de sobrevivir en la casa de "b !a@l.

Hos contempl9, maravillado.

Era di-cil acostumbrarse...

Ellos acababan de conocer al Gvie;o JasnI. Ha amistad con el G;oven JasnI no seiniciara hasta el a+o )0.

>bviamente, no saban 3ui9n era a3uel %rie%o, tan -amiliarmente aco%ido por "bner.

Entonces, si estaban all, si -ormaban parte de los Gtreinta 1 seis ;ustosI, eso si%ni-icaba3ue, en primer lu%ar, -ueron discpulos de Kehohanan.

Hos evan%elistas 1 la tradicin tampoco lo mencionan...

Eran "ndr9s 1 Pedro, los pescadores del 1am o mar de Tiberades, 3ue posteriormentese convertiran en apstoles del aestro.

e cost aceptarlo, pero as era...

"un3ue nacidos en :ahum, ambos residan en la vecina aldea de !aidan. Traba;aban enel la%o, en lo 3ue -uera menester. " veces en la pesca, en ocasiones como car%adores, 1tambi9n en los astilleros.


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" di-erencia de !imn, su lmina era impecable, tanto en el a-eitado como en loscabellos, limpios 1 brillantes, 1 en la t@nica o en el manto.


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haban identi-icado, trat de %anar tiempo. !e inclin 1, hospitalario, los invit a entrar.K as lo hicieron.

Ko no tuve valor para se%uirlos.

!a@l, al pasar, me mir intensamente. K recib un soplo de esperanza. "lz la mano

iz3uierda 1 solicit calma.N$ios lo bendi%aO

ablaron. Hos escuch9 desde la puerta. Eliseo se present como mi ami%o 1 compa+erode via;e. "b !a@l 1 Jai hicieron al%unas pre%untas. Eliseo eAplic 3ue estaba

preocupado. aca casi veinte das 3ue Jasn debera haber vuelto a :ahum. Eso -ue lopactado en el avid, en a3uel tenso sbado, 26 de octubre, cuando mi compa+erocon-es 3ue estaba enamorado de uth, la pelirro;a, hermana menor del aestro.

Ll est interesado en el mensa;e de Kehohanan Limprovis EliseoL, 1 sabemos 3uelle% hasta a3u... Ha %ente del "nunciador lo ha con-irmado 1 han se+alado tu casacomo el lu%ar de residencia de Jasn...

Eliseo, alarmado por el paso de los das 1 la -alta de noticias de este eAplorador, optpor se%uir mi rastro, in3uieto por mi inte%ridad -isica. Jams habamos permanecidotanto tiempo sin saber el uno del otro. Ho l%ico es 3ue hubiera a%radecido el %esto,

pero no lo hice. :unca lo hice...

Ha localizacin de Kehohanan -ue sencilla. Eliseo 1 Resil al3uilaron un carro en losGtrece hermanosI 1 no tardaron en ubicar el rbol de la GcabelleraI, en Enavn. $esdeall, como ha sido dicho, el sais los traslad a !alem.

K el in%eniero plante la pre%unta clave?

L $nde se encuentraC

!lo o el silencio. :i Jai ni !a@l respondieron. E ima%in9 la sorpresa 1 la in3uietud enlos rostros de mis ami%os.

El in%eniero, desconcertado por el silencio de los an-itriones, insisti, nervioso?

L Du9 sucedeC :o est a3uC

"b !a@l replic con un susurro?

L!, pero...

!e%undo silencio.

> el llanto de Jai. Estuve a punto de ponerme en pi

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Benítez J J-Caballo de Troya 8-Jordan